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Informe Técnico de Investigación María Hernández Qualitas. Vol. 7: 30-57. Junio 2014. 30 LA CARTA DE AALBORG, WALL•E Y LA CIUDAD SOSTENIBLE DEL FUTURO María HERNÁNDEZ-HERRERA 1,2 [email protected] 1 Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. C/Embajadores, 131, 2ºE, Madrid, España. CP: 28045. 2 Carrera de Comunicación y Producción en Artes Audiovisuales. 9 de Octubre N25-12 y Colón, Quito-Ecuador. Manuscrito recibido el 15 de febrero de 2014. Aceptado, tras revisión, el 28 de mayo de 2014. Resumen En el presente artículo se efectúa una reflexión sobre las amplias posibilidades ofrecidas por el cine en general y el film WALL•E en particular, como medio de concienciación de masas en torno a la necesidad de llevar a cabo un cambio en las ciudades para que puedan obtener la calificación de sostenibles. Se analizan los documentos y las medidas que se aplican en la actualidad para trasladar ciertas realidades al cine e investigar de qué forma este medio utiliza dichas medidas para elaborar sus tramas con el fin de sensibilizar y educar a los espectadores en torno a la buena gestión de las ciudades. La primera parte del artículo resume “la Carta de Aalborg” y la regla de las cinco “R”, documentos que dan las claves de las pautas y tareas que se tienen que realizar para que las ciudades sean sostenibles. La segunda parte se dedica al análisis de las películas que elaboran su argumento en torno a la sensibilización de los espectadores para luego centrarse en el film WALL•E (2008), dirigido por Andrew Stanton y producido por Pixar Animation Studios, película escogida por ubicarse en

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Informe Técnico de Investigación María Hernández

Qualitas. Vol. 7: 30-57. Junio 2014.

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LA CARTA DE AALBORG, WALL•E Y LA CIUDAD SOSTENIBLE DEL FUTURO

María HERNÁNDEZ-HERRERA1,2

[email protected] 1

Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid. C/Embajadores, 131, 2ºE, Madrid, España. CP: 28045.

2 Carrera de Comunicación y Producción en Artes Audiovisuales.

9 de Octubre N25-12 y Colón, Quito-Ecuador.

Manuscrito recibido el 15 de febrero de 2014. Aceptado, tras revisión, el 28 de mayo de 2014.

Resumen

En el presente artículo se efectúa una reflexión sobre las amplias posibilidades ofrecidas por el cine en general y el film WALL•E en particular, como medio de concienciación de masas en torno a la necesidad de llevar a cabo un cambio en las ciudades para que puedan obtener la calificación de sostenibles. Se analizan los documentos y las medidas que se aplican en la actualidad para trasladar ciertas realidades al cine e investigar de qué forma este medio utiliza dichas medidas para elaborar sus tramas con el fin de sensibilizar y educar a los espectadores en torno a la buena gestión de las ciudades. La primera parte del artículo resume “la Carta de Aalborg” y la regla de las cinco “R”, documentos que dan las claves de las pautas y tareas que se tienen que realizar para que las ciudades sean sostenibles. La segunda parte se dedica al análisis de las películas que elaboran su argumento en torno a la sensibilización de los espectadores para luego centrarse en el film WALL•E (2008), dirigido por Andrew Stanton y producido por Pixar Animation Studios, película escogida por ubicarse en

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una ciudad concreta que se puede tomar como ejemplo para mostrar los procesos y las labores que serían necesarios para conseguir una anhelada sostenibilidad.

Palabras clave: ciudad creativa, ciudad sostenible, reciclaje, cine, animación.

Abstract

In this paper, a reflection is made about the broad possibilities offered by the cinema in general, and the film WALL•E in particular, as a mean of mass awareness about the need to carry out a change in the cities so they can qualify as sustainable. The documents and actions being made at present are analyzed for subsequent transfer to the cinema and investigate to what extent this medium introduces such measures in their arguments to sensitize and educate viewers about the good management of the cities. The first part of the article is intended to summarize “the Aalborg Charter” and the rule of five "R", documents that give the key steps and tasks that must be done to make cities sustainable. The second part is dedicated to the analysis of the films that focus their argument about the awareness of the audience and then focus on the film WALL•E (2008), directed by Andrew Stanton and produced by Pixar Animation Studios, a film chosen by being located in a concrete city that can be taken as an example to show the processes and the work would be needed to ensure sustainability.

Key words: creative city, sustainable city, recycling, cinema, animation.

Forma sugerida de citar el presente trabajo: Hernández-Herrera, M. (2014). La Carta de Aalborg, WALL•E y la ciudad

sostenible del futuro. Qualitas, Vol. 7: 30-57.

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1. INTRODUCCIÓN Los desastres naturales asociados al cambio climático parecieran estar agudizándose (IPCC, 2012), este hecho está generando una conciencia social cada vez más fuerte acerca de la necesidad de actuaciones urgentes encaminadas a evitar que este tipo de catástrofes se multipliquen e, incluso, que puedan acabar con el Planeta. Los medios de comunicación e información y las Organización No Gubernamentales son algunos de los principales actores encargados de transmitir una información real, objetiva y veraz sobre la situación de peligro que corre nuestro planeta y la necesidad de un cambio global que arranque de la participación de todos y cada uno de nosotros. Se trata pues de informar para sensibilizar y concienciar pero, como se quiere mostrar en este artículo, existen además otros actores que sin ser tan objetivos, reales y veraces también pueden llevar a cabo dicha labor, por ejemplo, el cine. Antes de entrar en el análisis principal del artículo sería conveniente definir y diferenciar los dos conceptos básicos alrededor de los que se ha construido todo el texto: la sensibilización y la concienciación. La sensibilización se refiere a la influencia que se puede ejercer sobre una persona para que recapacite y perciba el valor o la importancia de algo, se trata del paso previo a la concienciación, ya que esta última requiere de una participación. Se trata, por tanto, de analizar como el cine y la película escogida pueden sensibilizar a los espectadores haciendo que perciban la importancia del ambiente y de convertir a las ciudades en lugares sostenibles y, de esta forma, concienciarlos para que sean capaces de participar activamente en la consecución de dicha tarea. Para ello, se considera como objeto de estudio de este artículo la película WALL•E y la ciudad imaginada plasmada en su interior, desde

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los campos científicos de la representación fílmica y de la ecología, lo que se podría denominar como “representación fílmica ecológica”. En la metodología se explican las pautas que se han seguido para realizarlo. El cine pretende, por tanto, sensibilizar y concienciar de la existencia de un problema que requiere de la colaboración de todos para su solución, en palabras de Lemus (1999: 11): “Todos y todas somos responsables de la generación de basura, por lo que también somos parte de la solución”.

El objetivo de la presente investigación fue el de realizar un análisis sobre las amplias posibilidades ofrecidas por el cine como medio de sensibilización y concienciación de masas y la importancia de preservar los ambientes naturales y seminaturales, trabajando unidos para la construcción de ciudades sostenibles. La película WALL•E fue escogida como modelo para realizar dicho análisis.

2. METODOLOGÍA Para poder conjugar las dos disciplinas escogidas, la representación fílmica y la ecología, es necesario combinar también dos métodos de análisis diferentes que se apoyen en cada uno de los enfoques anteriores y que permitan aunarlos en un solo texto, a través de la ‘representación fílmica ecológica’. Éstos son:

- Desde el enfoque ecológico, el análisis textual de la película WALL•E, tomando como referencia “la Carta de Aalborg” (Aalborgplus10, s.f.), permite observar si las pautas para la construcción de ciudades sostenibles se cumplen en la trama del film.

- Desde el campo de la representación fílmica, el análisis descriptivo de la película escogiendo aquellas secuencias que tengan relevancia para la investigación y se relacionen

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directamente con la consecución de su objetivo, a la vez que permitan demostrar si se aplican los principios de la Carta.

2.1. “La Carta de Aalborg”: Principios

Retomando el título de este artículo “WALL•E y la ciudad sostenible del futuro”, se evidencia la necesidad de incluir dentro del contenido uno de los documentos más completos en torno a las ciudades y su sostenibilidad, la Carta de las Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad o “la Carta de Aalborg”, denominación que obtiene de la ciudad danesa en donde fue elaborada del 24 al 27 de mayo de 1994. A continuación, una relación de los contenidos más relevantes que se han extraído de dicho documento para, posteriormente, poder aplicarlos al análisis de la película WALL•E. Tras comprender que los actuales niveles de consumo de recursos no pueden ser alcanzados por la población mundial ni por las generaciones futuras sin destruir el capital natural, en esta carta se determina que las ciudades europeas tienen un papel fundamental en el proceso de cambio de los modos de vida, producción, consumo y distribución del espacio. Los principios fundamentales que se extraen de “la Carta de Aalborg” y de “Aalborg+10 - Inspiración para el Futuro”, documento elaborado en la Conferencia Aalborg +10 del año 2004 en el que se reafirma el compromiso de poner en marcha las propuestas recogidas en el documento original, son los siguientes (http://utopiaverde.org ; http://www.aalborgplus10.dk):

1. Formas de Gobierno: Las ciudades son diferentes entre sí y tienen que encontrar sus propias vías hacia la sostenibilidad, pero todas se comprometen a impulsar la toma de decisiones

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a través de una mayor democracia participativa. 2. Gestión municipal hacia la sostenibilidad: Las ciudades tienen

que resolver sus propios problemas apoyándose, en caso de necesidad, en entidades regionales o nacionales, y además se comprometen a fijar unos objetivos en unos plazos determinados y crear instrumentos que permitan su seguimiento.

3. Bienes naturales comunes: Se trata de proteger, preservar y garantizar un acceso equilibrado a los bienes naturales comunes haciendo un uso eficiente de las energías, el agua, los espacios verdes, el suelo y el aire, reduciendo o sustituyendo el consumo de los mismos.

4. Consumo y formas de vida responsables: Se trata de evitar y reducir los residuos aumentando el reciclaje y la reutilización, y eliminando el consumo innecesario promoviendo una compra sostenible, como por ejemplo, de productos con etiqueta ecológica. Este punto enlaza directamente con el siguiente apartado del artículo dedicado a la regla de las cinco “R”.

5. Planificación y diseño urbanístico: Pretenden regenerar y reutilizar las zonas degradadas evitando el crecimiento urbano desmesurado y la devastación de las zonas verdes promoviendo, para ello, un tipo de construcción sostenible.

6. Mejor movilidad y reducción del tráfico: Intentar reducir el transporte privado y sustituirlo progresivamente por un nuevo transporte público que sea respetuoso con el ambiente.

7. Acción local para la salud: Se trata de realizar actuaciones para aumentar la conciencia pública sobre los efectos negativos que acarrean las ciudades actuales en la salud y la necesidad de realizar cambios que favorezcan las condiciones y el nivel de vida de todos.

8. Economía local viva y sostenible: Crear empresas que contribuyan a la sostenibilidad de la comunidad.

9. Igualdad y justicia social: Relacionado con el apartado anterior, se trata de generar puestos de trabajo que

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contribuyan a la sostenibilidad de la comunidad y que reduzcan a su vez el desempleo.

10. De lo local a lo global: Se comprometen a asumir su responsabilidad global para la paz, la justicia, la igualdad, el desarrollo sostenible y la protección del clima, y tratar de mejorar la educación y el acceso a la información de todos los ciudadanos para que pueda haber una cooperación entre todas las partes.

2.2. La regla de las cinco “R"

Esta regla se enlaza directamente con el principio de consumo y formas de vida responsables, y consiste en dar las pautas para que se cumpla con dicho principio de forma eficaz por medio de las cinco “R” que son: Reducción, reutilización, reciclaje, reparación y restauración. Las tres primeras coinciden con la regla de las tres “R” propuesta por la organización ecologista Greenpeace y se corresponden con las líneas de actuación que deben realizarse en las ciudades para la consecución del principio anterior pero, además, en este artículo se han incluido dos más que permiten medir el resultado a medio o largo plazo de la aplicación de las tres “R” iniciales. El significado de cada “R” es:

- Reducción: Es preciso disminuir el nivel de generación de residuos para que estos puedan ser gestionados correctamente y reducir así el impacto ambiental. Está ligado directamente con la reducción del consumismo.

- Reutilización: Los objetos se vuelven a utilizar antes de ser reciclados para darle una segunda vida útil, se originan así otro tipo de elementos que adquieren la denominación de recursos.

- Reciclaje: Labor que permite gestionar de la forma más

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efectiva la generación de residuos al someterlos a un ciclo de tratamiento que permite obtener una materia prima o un nuevo producto.

- Reparación: Si se llevan a cabo las tres primeras tareas se conseguirá con el tiempo la reparación de las ciudades convirtiéndose en parajes edificadores y sostenibles.

- Restauración: Es el último paso, el culmen del proceso, tras lograr reparar las ciudades, si se prosigue con la realización de las tareas anteriores, se puede llegar a la restauración no solo de la ciudad sino de todo el Planeta. Evidentemente, no se podrá regenerar pero sí se podrán estabilizar los problemas derivados de la actividad del hombre como, por ejemplo, el cambio climático.

Se trata inicialmente de internar acabar con un ciclo difícil de romper: “Adquirir - consumir - desechar” (Alvarado y León, 1990, p. 247). Con ello se consigue una reducción en la generación de residuos. Para comprender mejor de lo que estamos hablando es necesario saber qué se considera un residuo y si es susceptible de ser reutilizado o reciclado para convertirse en un recurso. Una de las definiciones que incluye en su contenido el significado de ambos términos la aporta la Fundación Codesarrollo (2005, p. 23): Residuo sólido es todo material sólido que se abandona, bota o rechaza después de haber sido consumido o usado en actividades domésticas, industriales, comerciales, institucionales y de servicios. Si este elemento es susceptible de aprovechamiento o transformación en un nuevo bien con valor agregado puede considerarse un recurso. Existen muchas definiciones más al respecto pero que únicamente se centran en uno de los términos, por ejemplo, en España, la Ley 10/1998 de Residuos los define como “cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anejo de esta Ley, del cual su poseedor se desprenda o del que tenga intención u obligación de

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desprenderse” (Noticias Jurídicas, 1998). Esta última definición se ha incluido porque deja patente la existencia de clasificaciones que dividen a los residuos en diferentes tipologías (Alvarán y Cardona, 2004, p. 68; Noticias Jurídicas, 1998; FIDA, 2011):

- Tipología 1: Urbanos o Municipales, Rurales. - Tipología 2: No peligrosos, Peligrosos, Inertes, Biodegradables. - Tipología 3: Urbanos, Industriales, Sanitarios, de Construcción y demolición, Mineros, Agrícolas, Ganaderos y forestales. - Tipología 4: Orgánicos, Inorgánicos, Incinerables, No incinerables, Reciclables, No reciclables.

La tipología que más interesa a la presente investigación es la 4, ya que recoge en su interior aquellos residuos susceptibles de reciclar, y pueden pasar o haber pasado por las diferentes etapas de las cinco “R” y suponen casi el 50% de los residuos generados a nivel mundial.

2.3. El cine: Sensibilización y concienciación

Las secciones anteriores se han centrado en explicar lo que para este artículo significa hablar de una ciudad sostenible valiéndose, para ello, de los documentos que se van a utilizar para el posterior análisis del film. Pero, antes de entrar en el estudio concreto de la película WALL•E se ha considerado igual de importante poner en antecedentes al lector sobre el cine en general como herramienta de sensibilización y concienciación de masas, ya que, el film escogido no es un pionero en esta materia sino que desde el nacimiento del cine hasta la actualidad, el séptimo arte ha funcionado como un actor fundamental en la lucha por la defensa del ambiente.

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La siguiente tabla se ha elaborado tomando como ejemplo el estudio sobre Cine y medio ambiente realizado por Martínez-Salanova (sin año):

Tabla No. 1. Algunas películas de sensibilización y concienciación.

Temática Títulos y años

Violencia contra nativos y su coloniza-ción

Bailando con lobos (1990) de Kevin Costner

El último mohicano (1992) de Michael Mann

Apocalypto (2006) de Mel Gibson

Avatar (2009) de James Cameron

Necesidad de preservar el medioam-biente

Elegidos para la gloria (1983) de Philip Kaufman

Un tipo genial (1983) de Bill Forsyth

La lengua de las mariposas (1999) de José Luis Cuerda

El último cazador (2004) de Nicolas Vanier

Libertad cerca de la naturaleza y los animales

Colmillo blanco (1991) de Randal Kleiser

El bosque animado (1987) de José Luis Cuerda

El hombre que mató a Liberty Valance (1962) de John Ford

El paciente inglés (1996) de Anthony Minghella

Deterioro ambiental o lucha contra los desastres naturales

Acción Civil (1998) de Steven Zaillian

El inglés que subió una colina, pero bajó una montaña (1995) de Christopher Monger

Erin Brockovich (2000) de Steven Soderbergh

La princesa Mononoke (1997) de Hayao Miyazaki

Reflexión social en un ambiente natural o rural

El espíritu de la colmena (1973) de Víctor Erice

Kundun (1997) de Martin Scorsese

La gran ilusión (1937) de Jean Renoir

Memorias de África (1985) de Sydney Pollack

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Desequili-brio de los conflictos humanos en la naturaleza

El señor de las moscas (1963) de Peter Brook

La delgada línea roja (1998) de Terrence Malick

La playa (2000) de Danny Boyle

¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964) de Stanley Kubrick

Fuerza del entorno natural en la trama

Centauros del desierto (1956) de John Ford

El tesoro de Sierra Madre (1948) de John Huston

Duelo al sol (1946) de King Vidor

Robinson Crusoe (1954) de Luis Buñuel

Vida de los pueblos y su entorno

Las Hurdes (1933) de Luis Buñuel

Nanuk, el esquimal (1922) de Robert J. Flaherty

Río salvaje (1960) de Elia Kazan

Tasio (1984) de Montxo Armendáriz

Vida libre de los animales y su peligro de extinción

El oso (1988) de Jean-Jacques Annaud

Gorilas en la niebla (1988) de Michael Apted

¡Liberad a Willy! (1993) de Simon Wincer

Sabú-Toomai, el de los elefantes (1937) de Flaherty y Zoltan Korda

Mundo destruido por el ser humano

Blade Runner (1982) de Ridley Scott

El planeta de los simios (1968) de Franklin J. Schaffner

Fahrenheit 451 (1966) de François Truffaut

Mad Max: salvajes de la autopista (1979) de George Miller

Peligro de las radiaciones nucleares

La humanidad en peligro (1954) de Gordon Douglas

Godzilla (1998) de Roland Emmerich

La mosca (1958) de Kurt Neumann

La mosca (1986) de David Cronenberg

Catástrofes Un pueblo llamado Dante’s Peak (1997)

Twister (1996) de Jan de Bont

La tormenta perfecta (2000) de

La última ola (1977) de Peter Weir

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La tabla anterior muestra una selección reducida de algunas películas que pretenden educar al espectador en torno a la importancia del ambiente. En el presente artículo se ha escogido el análisis de la película WALL•E por dos motivos esenciales: El primero radica en que este film incluye varias categorías de las enunciadas anteriormente: la necesidad de preservar el ambiente, el deterioro ambiental, el mundo destruido por la especie humana, entre otros. El segundo motivo es que este artículo se centra en el estudio de una ciudad sostenible, y el film escogido es idóneo ya que se centra en una ciudad concreta, como se verá más adelante, Nueva York, con la que se establece el nexo de unión entre los dos universos, animación y realidad.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 3.1. WALL•E y la ciudad sostenible imaginada

Debido a que se busca determinar en qué medida esta película contribuye a la buena sensibilización y concienciación de los espectadores en relación con la necesidad de crear ciudades sostenibles, se divide al análisis en diez apartados titulados de la misma manera que

de Roger Donaldson

Wolfgang Petersen

Películas de animación en la naturaleza

Antz-Hormigaz (1998) de Universal Pictures

Bambi (1942) de Disney

El rey león (1994) de Disney

El lince perdido (2008) de Manuel Sicilia y Raúl García

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los principios de la Carta de Aalborg.

3.2. Forma de Gobierno

En este primer principio se establecía que las ciudades estaban de acuerdo con que la lucha por su sostenibilidad es un problema que atañe a todas pero, a pesar de ello, cada una de ellas tiene que establecer sus propias vías para lograrlo de forma independiente. Para analizar si en esta película este principio queda reflejado, es necesario realizar una descripción detallada del inicio del film. La película comienza con una imagen que muestra los planetas, esa posición de la cámara en el espacio, viendo desde lejos el sistema solar, anticipa claramente que su argumento se va a centrar en un problema universal, entonces, la cámara comienza a sortear los planetas y se adentra en la Tierra acercándose cada vez más hasta que se para en una ciudad concreta. Se trata de un problema universal pero también individual. Ese problema del que se habla queda claramente identificado en las primeras imágenes, las montañas de basura, un planeta y una ciudad devastada, y en medio de ese panorama tan desalentador dos únicos personajes, un robot y una cucaracha, pero ni rastro de los humanos que la habitaban. Por lo tanto, el film muestra claramente una ciudad despoblada, una naturaleza devastada y una humanidad perdida o, por el momento, desaparecida. Surgen las primeras preguntas: ¿Qué ha sucedido? ¿Dónde están los humanos? ¿Quién es y qué hace WALL•E? La primera mitad del film se destina a resolver estos interrogantes. El robot está recogiendo la basura que se encuentra amontonada a su alrededor, una vez metida en el interior de su cuerpo, aprieta y la saca

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prensada en forma de cubo, por lo tanto, WALL•E está defecando la propia basura que dejó la sociedad. La sociedad que habitaba el planeta estaba totalmente deconstruida, reducida al estatuto de basura, y eso lo muestra WALL•E de forma explícita al defecar la propia defecación que dejó la sociedad. Un segundo personaje hace su aparición, la cucaracha como mascota del protagonista, el insecto escogido es representativo de esa sociedad deconstruida. Las cucarachas son insectos capaces de resistir dosis mayores de radioactividad que los humanos, por lo tanto, que en la Tierra solo quede un robot, un cuerpo inerte, y una cucaracha evidencian la situación catastrófica a la que ha llegado el planeta. WALL•E va recorriendo la ciudad y en su camino muestra de forma más amplia el paraje que le rodea, todo está destruido y, para ello, se escogen algunos de los edificios más representativos de la sociedad capitalista y de su consumismo, un almacén, una gasolinera y un banco. Todos los edificios pertenecen a la empresa Buy N’ Large (BNL), su traducción es “Compra a lo grande”. Estos elementos contextualizan la historia, la última sociedad es exactamente igual que la actual, consumista al extremo hasta tal punto de ser destructiva. Este film muestra de nuevo su opinión sobre la propia sociedad que le rodea al vaticinar el motivo directo de esa destrucción, el poder de la empresa. El sistema capitalista ha dejado de tener valor, ya solo puede ser pisoteado, metáfora que se muestra a través del protagonista cuando pasa rodando por encima de los billetes que han dejado de tener utilidad. En su trayecto se irán mostrando mensajes que ayudarán a resolver los interrogantes. El primero se muestra cuando WALL•E pasa rodando por encima de un periódico perteneciente a BNL, el Buy N’ Large Times, en él se dice: “¡¡¡Demasiada basura!!!” “La Tierra anegada” “BNL declara el estado de emergencia”. El personaje de la fotografía es Shelby Forthright, el único humano real que se mostrará en todo el film, esta

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elección es fundamental para el relato, ya que supone un nexo de unión entre la ficción y la realidad. Otros mensajes se dan cuando WALL•E llega a la BNL Transit Downtown Terminal, la estación central de transportes, donde hay un metro estacionado del que aparecen, a su paso, diferentes anuncios holográficos: “Demasiada basura” “Aproveche el gran espacio que ofrece el espacio” “Las naves estelares de BNL salen a diario” “Limpiaremos su suciedad en su ausencia”. Y una publicidad gigante que sale de la cúpula de la estación y que anuncia la existencia un crucero espacial con una duración de cinco años. El último mensaje aparece cuando WALL•E llega a lo que se podría considerar su casa, la Walle Transport, un vehículo de transporte destinado a llevar a robots como él, en la entrada se puede leer el significado de su nombre: “Unidad elevadora de carga y distribución de residuos”, es decir, se trata de un basurero robotizado, hecho que se había intuido al ver la labor que el protagonista realizaba. El conjunto de los mensajes da respuesta a los interrogantes planteados anteriormente: la imparable generación de basura por parte de los humanos ha hecho inviable la vida en el Planeta, los humanos se han embarcado en un viaje estelar con la intención de regresar cuando robots como WALL•E limpien esa basura haciendo de nuevo la vida posible en la Tierra. Es en ese momento donde se pude identificar la ciudad en la que se desarrolla la acción cuando, al entrar en su casa, se muestran las estanterías repletas de objetos que WALL•E ha ido recogiendo y entre ellos se encuentra la mano de la Estatua de la Libertad que porta la antorcha, se trata, por tanto, de Nueva York. La película al igual que el primer principio de “la Carta de Aalborg” habla de un problema que afecta a todas las ciudades actuales pero se centra en una para poder establecer cuáles son los mecanismos que debería

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seguir Nueva York en busca de alcanzar la sostenibilidad.

3.3. Gestión municipal hacia la sostenibilidad

En este segundo principio se establece que las ciudades tienen que apoyarse en caso de necesidad en entidades regionales o nacionales, fijar unos objetivos, en unos plazos y realizar un seguimiento de los mismos. En la descripción realizada en el apartado anterior se muestra que la única empresa o entidad existente en Nueva York es BNL. En un principio la existencia de este monopolio es negativa, mostrando las consecuencias de una sociedad capitalista en la que el poder de la empresa no deja de aumentar acabando con los recursos necesarios para que la vida sea sostenible y propagando una epidemia de objetos innecesarios que un día serán considerados como basura. Pero existe una segunda intencionalidad, la de mostrar que las empresas o las entidades también tienen que ser las encargadas de poner remedio a la propia destrucción que ellas mismas han provocado. En la película se refleja este hecho de forma clara al ser la propia empresa BNL la propietaria de todos los objetos, incluidos aquellos que pueden ayudar a conseguir la sostenibilidad como, por ejemplo, WALL•E. La ciudad de Nueva York tiene que apoyarse necesariamente en BNL como única entidad existente que puede ayudarla a lograr la sostenibilidad. Para ello, se fijan el cometido de limpiar la basura en un plazo de cinco años, tiempo que, según el mensaje holográfico de Shelby Forthright, durará el viaje estelar de los humanos. Al avanzar en el relato se evidencia que el objetivo que BNL se propuso no se ha cumplido cuando, gracias a un mensaje que emite el comandante de la Axiom, se descubre que la trama se desarrolla en el

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año 2805 y que han pasado 700 años desde el comienzo del viaje estelar, debido a que se inició en 2105 y estaba prevista su regreso en 2110. Hasta aquí se han contemplado todos los elementos que se incluyen en el segundo principio de “la Carta de Aalborg” excepto uno, el seguimiento de los objetivos fijados. Para encontrarlo, hay que retroceder de nuevo a la primera mitad del film donde hace su aparición la protagonista, EVA, que es precisamente la encargada de hacer ese seguimiento, como su propio nombre indica se trata de un “Evaluador de Vida Automático”, y los humanos no volverán a la Tierra hasta que ella encuentre una prueba fehaciente de esa vida, en definitiva, de que el objetivo fijado se ha conseguido.

3.4. Bienes naturales comunes

Este principio habla de la necesidad de proteger, preservar y garantizar un acceso equilibrado a los bienes naturales comunes. Precisamente este film intenta sensibilizar y concienciar de la necesidad de cumplir con este principio mostrando las consecuencias negativas que se podrían acarrear de lo contrario como la desaparición de la naturaleza y la devastación del planeta convirtiéndolo en un lugar inhóspito e inviable para los humanos. Algunas soluciones que ofrece el film son la limpieza de la basura o el uso de energías renovables personalizadas en el propio WALL•E. Es el encargado de limpiar los residuos y además, para su funcionamiento, necesita recargarse por medio de unas placas solares.

3.5. Consumo y formas de vida responsables

Este principio enlaza con el anterior, ya que para hacer un buen uso de

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los bienes naturales comunes es necesario también evitar o reducir los residuos aumentando el reciclaje y la reutilización y eliminando el consumo innecesario. Las consecuencias de una sociedad capitalista como la actual y del consumo extremista se han mostrado también al comienzo del film cuando multitud de pantallas holográficas adornan una ciudad despoblada y montones de objetos inservibles se acumulan en las calles de Nueva York. Estos elementos tienen el mismo cometido que en el apartado anterior, sensibilizar y concienciar de las consecuencias que el consumo innecesario producirá en la sociedad si no se pone remedio para evitarlo. Se trata de evitar ese consumismo dañino reflejando el destino fatal al que conduce a la humanidad. Como se había anticipado en “la Carta de Aalborg”, este principio enlaza directamente con la regla de las cinco “R” que establece pautas para evitar y reducir la generación de residuos. Los pasos a seguir son:

- Reducción: en la película este paso se realiza paradójicamente por medio de la desaparición de los propios humanos, al no estar ellos ya no hay explotación de recursos y generación de residuos. El mensaje que se pretende con este hecho es claro, si no se empieza a reducir ya la generación de residuos, la única solución en un futuro cercano será que los humanos abandonen o desaparezcan del Planeta.

Este mensaje se ve reforzado por el tiempo que dura el viaje estelar de los humanos, 700 años, tiempo que tardan en degradarse materiales como el vidrio, la cerámica y otros productos, por lo que, es tan grande la devastación, que la gestión de residuos es inútil, hay que dejar que se degraden por sí solos.

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- Reutilización: Desde el principio del film el protagonista recoge de entre los desechos objetos que le resultan llamativos y útiles, se trata de la reutilización. Algunos ejemplos son: un tapacubos de una rueda que utilizará como sombrero para imitar la coreografía que aparece en el VHS de Hello, Dolly! que guarda en una tostadora; una caja donde hay un anillo de compromiso, desecha el anillo, símbolo del consumismo, y se queda con la caja por su evidente utilidad; o una bota que va a tener una simbología muy especial, ya que es el objeto que va a albergar la planta que WALL•E encuentra y que servirá a EVA para demostrar que la tarea de limpiar la Tierra ha sido conseguida.

La necesidad de esa reutilización queda reforzada también cuando WALL•E intercambia sus piezas en varias ocasiones por las de robots estropeados. La primera vez cambia sus cintas transportadoras, luego sus ojos y, al final del film, EVA lo arregla por medio de múltiples piezas logrando que el protagonista salve su “vida”.

- Reciclaje: La tarea del protagonista no es otra que la de reciclar por medio de la elaboración de cubos compuestos de basura prensada que utiliza a modo de ladrillos para construir edificios. Por lo tanto, en la película, más que limpiar la suciedad en ausencia de los humanos, lo que se está realizando es una labor de gestión de residuos por medio del reciclaje de los mismos.

- Reparación: La reparación aparece al inicio de la película cuando WALL•E encuentra la planta, es ahí cuando se evidencia que la tarea del robot está siendo efectiva y que la vida puede volver a ser viable en el Planeta. Pero esta reparación no se logrará del todo hasta que EVA, tras encontrar la planta, la lleve hasta la Axiom para que los humanos puedan volver a casa.

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La segunda parte de la película está destinada, por tanto, a otro tipo de reparación, la de convertir a los humanos en unos seres dignos de volver a habitar la Tierra, hasta que esto no suceda, hasta que no trabajen unidos para ayudar a los protagonistas, no regresarán a casa.

- Restauración: Conseguida la reparación anterior y la existencia de una ciudad sostenible simbolizada por la acción de sembrar de nuevo la planta, se llega a la restauración.

La cámara se va alejando de la acción y deja tras de sí una imagen alentadora, un campo enorme de plantas que han empezado a crecer por sí solas, y así, la trama ha tocado a su fin, cuando no sólo la ciudad de Nueva York se ha convertido en sostenible, sino todo el Planeta. Los títulos de crédito finales son tan importantes como el resto de la película porque muestran a los protagonistas del film restableciendo la normalidad en la Tierra, eso sí, repitiendo únicamente la parte de la historia que un día fue beneficiosa para la sociedad y no aquello que la abocó a su autodestrucción.

3.6. Planificación y diseño urbanístico

En este principio se aboga por la regeneración y reutilización de las zonas degradadas evitando el crecimiento desmesurado y la devastación de las zonas verdes promoviendo para ello un tipo de construcción sostenible. La aplicación de este principio en la película ha quedado demostrada por medio del desarrollo de los apartados anteriores. En el reciclaje se ha mencionado el tipo de construcción sostenible que realiza el propio

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protagonista del film, WALL•E, al utilizar como ladrillo la basura prensada. Este hecho lleva a la consiguiente regeneración de las zonas verdes, que en el caso de la película ya se muestran como devastadas, cuando aparece la primera planta y, al final de la trama, cuando aparecen todas las demás.

3.7. Mejor movilidad y reducción del tráfico

Este principio habla de la necesidad de reducir el transporte privado y sustituirlo progresivamente por un nuevo transporte público que sea respetuoso con el ambiente. En el film sucedería lo mismo que en el caso de la reducción, si no hay humanos no hay uso de transportes ni públicos ni privados, por lo que tampoco se produce un daño en el ambiente. Pero los humanos tienen pensado volver y cuando regresen bastará con que observen al héroe salvador, WALL•E, para comprender cuál es la clave para realizar este tipo de transportes, usar energías renovables. WALL•E es un robot pero está motorizado, sin embargo, para su funcionamiento utiliza placas solares que le permiten recargarse, este es un tipo de energía respetuosa con el ambiente y es una solución bastante efectiva para poder crear vehículos que posibiliten el cumplimiento de este principio.

3.8. Acción local para la salud

Este principio recoge la necesidad de realizar actuaciones para aumentar la conciencia pública sobre los efectos negativos que acarrean las

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ciudades actuales en la salud y la necesidad de realizar cambios que favorezcan las condiciones y el nivel de vida de todos. Para desarrollar la representación que la película hace de este principio es necesario trasladarse a la segunda parte del film donde se muestran los efectos negativos tanto físicos como mentales que traerá consigo la sociedad actual si no se hace nada para remediarlo. Estos efectos se aprecian en tres aspectos fundamentales:

- Degradación física: El primer contacto que se produce con los humanos en el interior de la Axiom muestra a un hombre que va en un sillón flotante hablando por una pantalla holográfica, ese hombre tiene una obesidad excesiva, y en el siguiente plano general se muestra que todos los humanos son igual de obesos.

Los humanos son seres inútiles y, porque han dejado de tener valor, han dejado de tener sentido, por eso se les trata como si fuesen simples objetos. Este hecho se demuestra cuando un hombre cae al suelo y unos robots lo señalizan como si de un vehículo se tratase hasta que venga otro robot que lo suba al sillón, ya que él es incapaz de hacerlo por sus propios medios. Como se anticipaba en la restauración, los humanos no regresarán a la Tierra hasta que uno de ellos sea capaz de actuar por sus propios medios, levantarse y caminar. Eso lo hará el comandante cuando se enfrente con Auto, piloto automático de la nave, por eso, en ese momento sonará de fondo la canción Así habló Zaratrusta de Richard Strauss que fue banda sonora de la película 2001: Odisea en el espacio, película que representa la evolución, al igual que el comandante evoluciona en el film al ser capaz de ponerse en pie.

- Consumismo extremo: Este hecho también queda patente desde el comienzo de la segunda mitad de la película, consumismo que es consecuencia directa de la obesidad.

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Alrededor de la conversación que los humanos mantienen mediante una pantalla holográfica hay un sinfín de anuncios que les llevan a ello.

Al igual que sucedía en la Tierra, los humanos están rodeados de mensajes y anuncios constantemente y, consciente e inconscientemente, no pueden parar de consumir los productos que se les ofrecen. Ese consumismo extremo se refleja también en el momento en el que un mensaje holográfico gigante anuncia que el color de los trajes que ahora se lleva es azul y todos los humanos a la vez cambian la tonalidad de sus prendas.

- Involución social: Este aspecto es consecuencia del mal uso de la evolución tecnológica, el primer contacto de WALL•E con los humanos lo muestra a la perfección, cuando un hombre habla con otro por medio de una pantalla holográfica y en el siguiente plano se ve que uno está al lado del otro.

Este es un reflejo bastante fiel de hacia dónde se dirige la sociedad actual, la comunicación a través de las redes sociales se ha convertido en una forma fácil de conocer gente pero en una manera de evitar el contacto humano. Si las personas no se relacionan, si no hay un contacto directo, la sociedad está destinada a desaparecer por una razón más que evidente, el contacto lleva a la reproducción y la reproducción a la perpetuación, sin contacto no puede haber ninguna de las dos cosas. Estos tres aspectos son los que en esta segunda parte de la película se quieren ensalzar negativamente para concienciar a la sociedad actual de que para que sea posible un cambio global es necesario primero un cambio a nivel individual.

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El séptimo principio de “la Carta de Aalborg” queda representado así en el film por medio de unos humanos que permiten sensibilizar a los espectadores sobre la importancia de su colaboración para la consecución de ciudades sostenibles cambiando aspectos fundamentales que no solo van a beneficiar al ambiente sino a su propia salud física y mental. Se trata de una sensibilización por medio de una identificación negativa del espectador con esos humanos representados en el film.

3.9. Economía local viva y sostenible

Consiste en crear empresas que contribuyan a la sostenibilidad de la comunidad. Este hecho ya ha quedado reflejado en el segundo principio de “la Carta de Aalborg” representado en el film, cuando se muestra que BNL puede ser tan negativa como positiva. La película pretende mostrar los efectos negativos de una empresa que no piensa, ni lleva a cabo medidas que favorezcan la sostenibilidad para después, ensalzar que esa misma empresa sea capaz de cambiar e incluir esas medidas entre sus cometidos. Aunque, como ya se ha dicho, se da el mensaje de fondo de que ese cambio ha llegado demasiado tarde.

3.10. Igualdad y justicia social

Relacionado con el apartado anterior, se trata de generar puestos de trabajo que contribuyan a la sostenibilidad de la comunidad y que reduzcan a su vez el desempleo. En la película, es la propia empresa BNL la encargada de generar esos puestos de trabajo cuando se da cuenta de la necesidad urgente que existe de limpiar la basura que han creado los humanos. Al igual que antes, esta medida llega demasiado tarde, por lo que no son los

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humanos los que ocupan esos puestos sino los robots que se han creado para llevar a cabo dicho cometido. Tras la vuelta de los hombres a la Tierra, tendrán que ser ellos los que sustituyan a los robots en esa tarea de cuidar y favorecer la sostenibilidad en las ciudades.

3.11. De lo local a lo global

En este principio las ciudades se comprometen a asumir su responsabilidad global para la paz, la justicia, la igualdad, el desarrollo sostenible y la protección del clima, y tratar de mejorar la educación y el acceso a la información de todos los ciudadanos para que pueda haber una cooperación entre todas las partes. Este es el fin último del film, sensibilizar y concienciar a través de la representación fílmica de los nueve principios anteriores de “la Carta de Aalborg” a los espectadores sobre la ayuda que con su cooperación pueden ofrecer a las ciudades para que se conviertan en lugares sostenibles. Se trata, por lo tanto, de educar e informar por medio de la ficción del destino que aguarda a la humanidad si no se pone remedio con suficiente antelación.

4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES El análisis de la película WALL•E se ha tomado como modelo para desarrollar el contenido de este artículo y de él se derivan las siguientes conclusiones: El cine puede funcionar como un medio capaz de sensibilizar a los espectadores sobre la importancia que tiene su colaboración en la búsqueda de la sostenibilidad de las ciudades y, en general, del Planeta.

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Pero para que este cometido se realice de forma efectiva es necesario que los creadores de las películas sean educados e informados con antelación desde un enfoque ecológico para, posteriormente, poder realizar una representación fílmica eficiente y verídica que permita lograr esa labor de sensibilización. Se abre así el ámbito cinematográfico a un enfoque de estudio o campo científico que se podría denominar como representación fílmica ecológica. Películas que estudian e incluyen en sus argumentos principios ecológicos que sirven de base para elaborar la representación del film. En el marco del II Congreso Internacional de Ciudades Creativas se escogió la película WALL•E, que utiliza los principios fundamentales para el desarrollo de ciudades sostenibles en la construcción de su propia trama. Este hecho se ha podido demostrar evaluando si los principios de “la Carta de Aalborg” se aplicaban en la construcción del film, la respuesta es SÍ. Pero WALL•E es solo uno de tantos films que se pueden utilizar para analizar el modo en que el cine utiliza la representación de soluciones ecológicas con la intención de sensibilizar a los espectadores. De hecho, el cine en sí mismo es uno de los actores que participan en la consecución del décimo y último principio de “la Carta de Aalborg”, mejorar la educación y el acceso a la información de todos los ciudadanos para que pueda haber una cooperación entre todas las partes. Se logra entonces la sensibilización, pero la labor de la película escogida no termina ahí, sino que quiere conseguir también una concienciación que, como se ha dicho, requiere de una participación. En definitiva, las películas pueden realizar una función esencial de sensibilización y concienciación de los espectadores por medio de una identificación negativa o positiva que logre romper la barrera existente

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entre ficción y realidad y, con ello ayudar a conseguir una cooperación gobal.

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