la busqueda del estado creativo: sobre "un sueño de pasión de lee strasberg". por leonor...
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Ensayo sobre Strasberg para curso Dirección 1 en la Pontificia Universidad Catolica del Peru.TRANSCRIPT
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU
FACULTAD DE CIENCIAS Y ARTES DE LA COMUNICACIÓN
Dirección 1
Profesor: Gustavo López
Leonor Estrada
20051053
Jueves 26 de Mayo, 2011
La Búsqueda del Estado Creativo
O
El Control de la Inspiración
Reseña de Un Sueño de Pasión, de Lee Strasberg
Strasberg plantea un método para acceder al estado de inspiración a
partir de las emociones evocadas por la memoria afectiva del actor. Sus tres
pilares son: la improvisación para desarrollar la espontaneidad en escena, la
memoria afectiva para evocar emociones reales en escena y la comprensión
profunda de la situación de la escena para establecer la acción. Con éstos
procesos conscientes, aspira a controlar procesos inconscientes: la imaginación,
la emoción y la inspiración con los cuales el actor crea convincentemente una
realidad imaginaria en escena.
Strasberg empieza su libro, narrando acontecimientos de su vida
temprana que le iniciaron en el arte teatral y que, muy precozmente le
plantearon interrogantes respecto de la actuación y la inspiración en escena.
Strasberg recuerda haber presenciado diversas puestas en escena y nos relata su
sorpresa y curiosidad ante la heterogeneidad de las interpretaciones: un actor
podía actuar maravillosamente un día y, al siguiente, ser incapaz de conmover al
público, a pesar de cumplir con una rutina de movimientos idéntica. Entonces se
plantea a si mismo que el problema fundamental de los actores es el
problema de la inspiración. Define esta inspiración como una especie de
comunicación escénica, durante la cual el cuerpo del actor está totalmente
involucrado, sumido en una convicción física que es resultado de una
realidad emocional interior caracterizada, la presencia psicológica del
personaje.
¿Debe el actor experimentar las emociones que retrata, o debe
expresarlas sin experimentarlas? Strasberg se plantea esta dicotomía clásica
sobre la naturaleza de la interpretación como interna o externa. Su comentario
sobre La paradoja del comediante de Diderot es que el actor que está involucrado
en una vivencia no pierde control de sus sentidos, sino que, al contrario, éstos se
intensifican. Diderot, dice Strasberg, no pudo conocer el método que permitía la
interpretación como vivencia interior, por ello llegó a la conclusión de que el
actor no podía abandonarse a la emoción sobre el escenario.
Como respuesta Strasberg plantea como hipótesis primera de sus
observaciones, la necesidad de aplicar un método para lograr la creatividad.
La emoción se debe generar mediante un proceso controlado que permita
recrear las vivencias con “la ilusión de la primera vez” que menciona
Stanislavsky, de manera voluntaria y repetida.
A continuación, Strasberg revisa el sistema de Stanislavsky, como paso
previo al método que plantea. Observa en primer lugar, la distancia entre el
momento de improvisación, la carga emocional de una creación que surge en
relación a recuerdos y emociones; con respecto a la tarea mecánica que significa
memorizar un papel. A menudo esta distancia causaría la memorización de
rasgos externos de la emoción, ya que las emociones van disminuyendo función a
función. Entonces es necesario encontrar el modo de incentivar la creatividad en
escena, el estado de ánimo creador que permite vivir momento a momento una
realidad imaginaria y que es sinónimo de inspiración. La tarea que se proponen
tanto Stanislavsky como Lee, es la de encontrar los medios técnicos, sujetos a la
voluntad que produzcan éste estado. Strasberg termina el capítulo enumerando
los métodos de Stanislavsky para preparar al actor, los mismos sobre los cuales
se explaya al explicar el método. La influencia primordial de Konstantin es
reconocer la necesidad de una educación consciente de los sentidos que permita
acceder al medio creador inconsciente, que es el material primordial del actor.
En el American Laboratory Theatre, Lee pudo ampliar su conocimiento y
exploración del camino que lleva de la voluntad consciente al resultado
inconsciente. Empieza a estudiar los medios conscientes, los cuales son físicos y
psicológicos. Reconoce la unidad inevitable de éstos dos aspectos básicos:
interior y exterior (aunque más adelante establece una categorización tripartita
de los medios del actor en: físico, mental/intelectual y afectivo). A través de la
preparación consciente, se llega a un primer nivel de resultados
inconscientes, los cuales, en un tercer nivel, deben ser sujetos a un control
inconsciente, lo que el llama “ajuste inconsciente” al entorno y a los
espectadores. Desde éste capítulo establece que la acción es el elemento esencial
de la actuación.
El capítulo cuatro empieza a delinear algunos elementos del método
propio de Strasberg. El proceso creativo del actor no siempre coincide con su
expresividad. Hay cierta distancia entre lo que el actor siente y lo que es capaz
de expresar. Éste es un problema que Stanislavsky no supo resolver y Lee lo
resuelve con varios métodos. En primer lugar, hace una reformulación del “sí
creativo” de Stanislavsky. La propuesta de éste último de que el actor explore
cuál sería su conducta en las circunstancias que sufre el personaje, fuerza al actor
a imaginarse actuando de determinada manera ante un estímulo que tal vez no le
cause tal efecto. Strasberg invierte el problema del siguiente modo: ¿Qué
circunstancia haría que el actor se comporte de determinada manera? Es
decir, el actor encuentra una situación x (lo que Strasberg llama una
“sustitución”) que genere en el actor la reacción emocional requerida para el
personaje.
En el capítulo cinco, Strasberg amplía sobre las dificultades de la
expresividad y las soluciones que él les da. Una dificultad que encuentra es la de
los hábitos expresivos (físicos, sensoriales y emocionales) que no son
espontáneos sino que están condicionados por restricciones de la sociedad y que
el actor puede percibir como naturales. Algunos de éstos hábitos son resultado
de tensiones. Es preciso relajar el cuerpo para resolver las tensiones, pero
también encontrar el modo de resolver tensiones mentales que pueden ser
causantes de tensión física.
La ansiedad ante el público es otro obstáculo de la expresividad, que se
resuelve mediante la concentración en la acción. Strasberg describe ejercicios
realizados con acciones físicas para que el actor pierda la noción de estar frente
al público. Al perseguir un objetivo con convicción, el actor empieza a creer en la
vida en escena y así puede liberarse de la tensión.
El objetivo de éstos ejercicios es dominar el instrumento humano.
Strasberg percibe la distancia entre la voluntad del actor y el cúmulo de sus
impulsos inconscientes, que antes del entrenamiento, a veces están en oposición
completa a la voluntad. Strasberg hace una metáfora del instrumento humano
como un instrumento musical que a veces no quiere ser tocado.
La improvisación es un método principal de la formación del actor.
Permite desarrollar la práctica de la espontaneidad, aprender a mantener un
flujo continuo de pensamientos, reacciones y procesos. Este flujo es lo que
se conoce también como “vida del momento”, la cual se entrena para aplicarla en
el escenario. Además permite al actor descubrir la lógica interna que gobierna al
personaje, dotándolo de procesos sensoriales, emocionales y de pensamiento.
La memoria afectiva es otro elemento indispensable del método de
Strasberg, ya que ejercita la aptitud de reaccionar ante estímulos imaginarios y
desarrolla la evocación de emociones para uso como materia prima del actor,
dando lugar a la inspiración. La memoria, dice Strasberg, se puede dividir en la
memoria mental (que recuerda hechos concretos), la memoria física (que facilita
el aprendizaje de movimientos repetidos) y la memoria afectiva, la cual se divide
en : memoria sensorial y memoria emocional. El objetivo de Strasberg es
controlar la memoria emocional como puerta de entrada al estado creativo del
actor. Sin embargo, la memoria emocional es inconsciente y no puede ser
accedida directamente. El problema de cómo revivir una vivencia auténtica es
lo que Lee llama el problema de la evocación.
La memoria sensorial es el factor condicionante para recrear la
experiencia emocional. Es el recuerdo de las sensaciones impresas en los cinco
sentidos y el sentido motor. Es una memoria corporal. Se entrena mediante los
ejercicios de objetos imaginarios y reales, y la forma de percibirlos
sensorialmente.
Los ejercicios de memoria afectiva de Strasberg empiezan con la
evocación de una vivencia intensa. A ésta vivencia se accede primero en memoria
sensorial: olores, sabores, sonidos y vistas. A partir de ahí, el actor puede revivir
las emociones que experimentó.
En el capítulo seis, Strasberg detalla aspectos prácticos del método. Los
divide en tres etapas.
En la primera etapa se hacen ejercicios sobre el Yo del actor. Su primer
paso es la relajación. La relajación disipa la tensión: la energía excesiva
acumulada en el cuerpo y en la mente que atenta contra su dominio sobre sus
facultades expresivas. Son cinco los focos de tensión: las sienes, el caballete de la
nariz, los músculos entre la nariz y la boca, la nuca y el área de la espalda. La
concentración es primordial para poder introducirse en la realidad imaginaria.
Para alcanzar la concentración en escena, se requiere un objeto receptor de tal
concentración. El desarrollo de la memoria sensorial es otro punto importante
en los ejercicios. Strasberg narra ejercicios diversos y su aplicación, incluyendo
problemas que tuvo y las soluciones que encontró. Relajar, concentrar, sentir,
experimentar y desarrollar habilidades técnicas exteriores son los puntos
tratados en la primera etapa.
En la segunda etapa se desarrollan ejercicios más complejos, donde se
realiza más de una cosa a la vez. Realizar acciones, ajustarse al interlocutor,
abordar la caracterización física y experimentar reacciones emocionales son los
puntos que desarrolla con ejercicios.
En la tercera etapa se ocupa del trabajo de escenas para hallar en ellas la
acción, el subtexto y las condiciones dadas. Para hallarlas, rechaza la
intelectualización de las siete preguntas de Stanislavsky y pide una comprensión
más profunda de lo que sucede realmente en cada escena. El actor debe crear la
conducta, estado de ánimo y vivencia emocional del personaje (un ser humano
real sujeto a las condiciones del autor), para hallar la acción lógica que le
impulsa.
Mediante el método puesto en práctica, Strasberg apunta al desarrollo de
una supermarioneta de movimientos internos. Un actor que pueda dominar
sus facultades emocionales, intelectuales y físicas, utilizándolas conscientemente
para evocar sus facultades inconscientes y tener dominio sobre su propia
inspiración. El plantea la actuación desde lo interno, pero al revisar sus métodos
es claro que reconoce el carácter unitario del cuerpo con las emociones. Su
método lleva de lo externo a lo interno y de nuevo a lo externo. La memoria
sensorial, por ejemplo es una memoria corporal, asentada en los sentidos, que
permite movilizar lo interno, lo cual a su vez se expresa en una forma externa de
la emoción, aquella inspiración creativa que es el objetivo de todo el
método.