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Universidad Autónoma de Madrid Departamento de Filología Clásica Máster interuniversitario en Filología Clásica LA IUDITHIS TRAGOEDIA TERTIA: ESTUDIO Y EDICIÓN DE UNA TRAGEDIA JESUÍTICA EN EL MS. 383 DE LA “COLECCIÓN DE CORTESDE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. por Eduardo Fernández Guerrero Tutor académico: Prof. Dr. D. Ángel Sierra de Cózar Vº Bº del Tutor: ………………… Fecha de defensa: 11 de octubre de 2013 Calificación: ……………..

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  • Universidad Autnoma de Madrid

    Departamento de Filologa Clsica

    Mster interuniversitario en Filologa Clsica

    LA IUDITHIS TRAGOEDIA TERTIA:

    ESTUDIO Y EDICIN DE UNA TRAGEDIA JESUTICA EN EL MS. 383 DE

    LA COLECCIN DE CORTES DE LA REAL ACADEMIA DE LA

    HISTORIA.

    por

    Eduardo Fernndez Guerrero

    Tutor acadmico: Prof. Dr. D. ngel Sierra de Czar

    V B del Tutor:

    Fecha de defensa: 11 de octubre de 2013

    Calificacin: ..

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 2 -

    Divae Iuliae.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 3 -

    1. PREMBULO........p. 5

    2. INTRODUCCIN

    2.1 Introduccin al teatro escolar jesuita... p. 6

    2.2 La Iudithis Tragoedia Tertia..... p. 12

    3. EL MANUSCRITO.

    3.1 Origen y ubicacin actual... p.15

    3.2 Descripcin codicolgica .. p.15

    4. EL TEXTO.

    4.1 Premisas de edicin.... p.18

    4.2 Texto de la Iudithis ... p.19

    4.3 Anlisis y comentario mtrico.. p.58

    4.4 Comentario lingstico y literario..p. 60

    5. EL AUTOR

    5.1 Jos de Guimer?: hacia una biografa y obra p. 73

    6. CONCLUSIONESp. 76

    7. BIBLIOGRAFAp. 77

    7.1 Anexos documentales.p. 81

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

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  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

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    1. PREMBULO

    El objetivo bsico de este trabajo es ofrecer a los investigadores y estudiosos

    del teatro la primera edicin de la tragedia Iudithis, obra de un jesuita annimo,

    escrita en latn y contenida en el manuscrito 383 de la llamada Coleccin de Cortes

    de la Real Academia de la Historia, conocido por recoger las obras dramticas y

    paradramticas del tambin jesuita Pedro Pablo de Acevedo. Esta edicin se enmarca

    dentro del proyecto sobre teatro escolar latino en los colegios jesuitas de Espaa

    iniciado hace ms de 20 aos en este Departamento, desarrollado por un grupo de

    investigadores del rea de Filologa Latna primero bajo la direccin de Vicente

    Picn Garca, y recientemente bajo la de ngel Sierra Czar, a quien debo la

    propuesta de este trabajo y que me facilit el acceso a la obra1. En la estela del

    mencionado grupo, han aparecido otros proyectos dedicados al teatro jesuita en

    nuestro pas2 que siguen contribuyendo a remediar una laguna cuya verdadera

    dimensin puede apreciarse en el ya cannico libro de Justo Garca Soriano El teatro

    universitario y humanstico en Espaa. Por ltimo, un ejemplo ms de estos

    esfuerzos es la creacin en el ao 2002 de TeatrEsco, una revista cientfica

    disponible en red dedicada al antiguo teatro escolar con numerosos artculos

    dedicados al teatro jesuita en latn as como a su influencia en la formacin y

    desarrollo del teatro areo espaol. La edicin de este texto y el intento de responder

    a algunos de los interrogantes que planteaba nos ha obligado a a adentrarnos en otros

    campos como la historia de la literatura, la investigacin archivstica o la paleografa,

    para comparar la Iudithis con otras obras de teatro europeo del s. XVI, buscar

    informacin sobre su posible autor y analizar el cdice en que se inserta la pieza,

    trabajos de los cuales aqu slo ofrecemos una parte, tanto por razones de tiempo

    como de espacio.

    No queremos terminar este prembulo sin dedicar el debido agradecimiento a

    algunas personas sin cuya colaboracin este trabajo habra sido imposible: al

    profesor ngel Sierra, por la larga generosidad demostrada al compartir conmigo

    numerosos materiales, reproducciones y resultados de su investigacin; a la profesora

    Carmen Gallardo, que nunca falt cuando necesit ms de lo que poda pedirle y que

    no dud en dedicar tiempo y trabajo a ayudarme con trmites y documentos en

    infinitas ocasiones; a Mauro y el personal del Archivo Histrico de la Compaa de

    Jess en Roma (ARSI) por su inestimable ayuda en la localizacin de los documentos

    sobre el autor de la obra que proponemos; a Ignacio Narvez, jesuita honoris causa,

    1 Una primera aproximacin a la obra fue presentada por el prof. ngel Sierra en una comunicacin

    titulada Tradicin del teatro clsico en el teatro escolar latino del s. XVI II La Iudithis tragoedia, de

    autor annimo en el III congreso internacional de humanismo y pervivencia del mundo clsico

    celebrado en Alcaz, 8 - 13 mayo de 2000. 2 Teatro humanstico y escolar del siglo XVI: estudio, edicin crtica y comentario de la produccin

    dramtica de Hernando de vila, Juan de Cigorondo, Andrs Rodrguez y coetneos de ultramar

    dirigido por el profesor Manuel Molina Snchez (Universidad de Granada); Catalogacin y

    bibliografa crtica del teatro espaol del siglo XVI, dirigido por la profesora Mercedes de los Reyes

    Pea (Universidad de Sevilla); as como Los Jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro dirigido por el

    profesor Jess Menndez Pelez (Universidad de Oviedo).

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

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    por su contagiosa alegra e inestimable ayuda en la localizacin de archivos de la

    Orden en Roma y Espaa y, finalmente, a Julia Abajo por su amable y atenta lectura

    del original.

    2. INTRODUCCIN

    2.1 Introduccin al teatro escolar jesuita

    Bajo el nombre de teatro escolar jesuita se denomina a un amplio conjunto de

    formas dramticas y paradramticas cuya produccin, tanto en latn como en

    romance, se extiende lato sensu desde los primeros decenios tras la fundacin de la

    Compaa en 1540 hasta su disolucin a finales del s. XVIII. Estas representaciones,

    que podan tener lugar ante un pblico variado, compuesto de religiosos, autoridades

    y habitantes de la zona o ante los propios miembros de la comunidad religiosa, se

    remontan en su origen a espectculos parateatrales relacionados con la vida

    acadmica de los colegios (declamationes, disputationes, certamina, etc.) que muy

    pronto llegaron a desarrollar un gnero en s mismos. ste comprenda, entre otros,

    comedias, tragedias, dilogos y recitales que no solo sentaran las bases para nuestra

    comedia area sino que alcanzaran en el resto de Europa las cotas de las grandes

    representaciones barrocas del s. XVII.

    Nacidas como resultado del afn pedaggico de la orden, estas

    representaciones teatrales de los colegios jesuitas estn a medio camino entre el

    teatro medieval y el teatro humansticouniversitario. Del primero heredarn su

    procupacin por el provecho espiritual del auditorio, que es (en sus primeras fases) la

    razn principal de la representacin. As lo afirma uno de los primeros y mayores

    exponentes del gnero en Espaa, Pedro Pablo de Acevedo, en el prlogo de su

    comedia Philautus3:

    El grande observador de aquesta arte

    no me diga: aqu falt el decoro antiguo

    Mas tvose atencin ms al provecho,

    poniendo delante las cosas de los ojos

    que no servir el arte curiosamente

    Esta voluntad catequista exiga encubrir la doctrina y enseanza bajo el aspecto

    novedoso y entretenido de cualquier espectculo. El tpico del dulce et utile,

    convertido en la idea del sermn disfrazado, se encuentra por doquier en las primeras

    3 PICN, V. (COORD.) et alii, Teatro escolar latino del s. XVI: la obra de Pedro Pablo de Acevedo S.I.,

    vol. I, Madrid, 1997, p. 330

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

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    representaciones espaolas: un ejemplo paradigmtico puede leerse al final de la

    tragedia Regnum Dei4:

    Lo que aqu con brebedad

    habemos representado

    es un sermn disfrazado.

    La divina majestad

    quiera que haya aprovechado.

    De lo sancto y de lo justo

    pocos gustan, si se da

    sin salsa, porque ya est

    estragado nuestro gusto

    y apenas lo comer.

    La pldora azucarada

    nos da el sabio boticario

    que, para ser bien tomada,

    le parece necesario

    que vaya toda dorada

    Por otro lado, esta pldora iba acompaada con frecuencia de importantes

    elementos alegricos (no tan azucarados) herederos de la prctica escnica medieval,

    como los personajes Fe o Temor, que servan para ahondar en la psicologa de los

    personajes y reforzar la expresin de sus pensamientos y sensaciones. Tambin

    subrayan el mensaje buscado y mantienen un gran nivel de seriedad dando dimensin

    sobrenatural a conflictos trascendentales desde el punto de vista moral o religioso.5

    Tambin el teatro humanstico nacido a finales del s. XV, en las academias y

    universidades (tanto catlicas como, mediado el s. XVI, protestantes) tuvo un papel

    muy importante como el antecesor ms inmediato de estas representaciones adems

    de servir de modelo para muchas de las primeras obras que se representaron en los

    colegios jesuitas6. Son, pues, las universidades y las academias las que inauguraron la

    tradicin de representar obras escolares escritas en latn por sus mismos profesores y

    representadas por estudiantes en forma de ejercicios retricos y literarios: un vistazo

    a los nombres de muchas de las piezas conservadas dejan clara su naturaleza

    escolar7. Este tipo de representaciones responda tambin al deseo comn del teatro

    4 ALONSO ASENJO, J., La Tragedia de San Hermenegildo y otras obras del teatro espaol de

    colegio, Valencia, 1995, pp. 16-17. Cfr. GALLARDO, C., El teatro como predicacin: la homiltica del

    Padre Acevedo en Edad de Oro 16, 1997 , pp. 161-170 5 Cfr. el prlogo del Achabus de Miguel Venegas editado en MIRANDA, M., Miguel Venegas, a

    Tragdia de Acab (1562) Lisboa, 2010, vv.1-4: Mendax profundi spiritus Auerni incola / Tenebrica

    excitatus ab sede euolo / Superas ad auras, et per irremeabile / Manifestus hominum nemini, euado

    chaos 6 Tal es el caso de la comedia titulada Euripus del franciscano Lewin Brecht, editada en 1549 en

    Lovaina y representada en Crdoba en 1556 o el de la comedia Metanea del jesuita Pedro Pablo de

    Acevedo, estrenada ese mismo ao. 7 Por ejemplo, Dialogus in initio studiorum, Certamen litterarium sacris sollemnibus Christi corporis

    celebrandis, Dialogus certaminis litterarii: cfr. MENNDEZ, J., Los jesuitas y el teatro en el Siglo de

    Oro: Repertorio de obras conservadas y de referencia en Archivum: Revista de la Facultad de

    Filologa, Tomo 54-55, 2004-2005, passim.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

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    universitario y la pedagoga jesuita8 de lograr una formacin integral del hombre que

    comprendiera no slo facultades como la oratoria, la memoria o la elegancia en la

    elocutio, en la pronuntatio y la actio, que dfifcilmente podan ser mejor ejercitadas

    que mediante la representacin de piezas dramticas, sino que persiguiera tambin lo

    que Luis Gil denomina la virtus litterata9. Dentro de ese ideal educativo se

    incluan temas y fragmentos procedentes del canon literario de la Antigedad as

    como sentencias y frases hechas comnmente empleadas en las colecciones de

    Adagia humansticas como la de Erasmo.

    En cualquier caso, debe tenerse presente la naturaleza amateur con que

    empezaron estas representaciones: los autores eran generalmente los profesores de

    gramtica del colegio y los actores eran los mismos alumnos. Independientemente de

    los condicionamientos de aqu derivados en lo que se refiere a nmero de personajes,

    etc., estos espectculos empezaron a enriquecerse notablemente mediante la gradual

    introduccin de intermedios musicales y de un fastuoso attrezzo que terminaron

    conviertiendose en uno de los rasgos ms seeros de esta prctica teatral. Ejemplo de

    ello es la descripcin que se hace de la representacin de una tragedia en Ocaa10

    :

    Por principio de Julio se represento una tragedia [], con tanto apparato de seda y oro, y

    otros ornamentos, que ponia admiration de donde se abian sacado tantos y tales adereos.

    Coexistan as representaciones de carcter ms privado y destinadas al

    ejercicio de los estudiantes con otras habidas en ocasiones ms sealadas, como la

    visita de personalidades distingidas11

    o solemnidades del calendario litrgico. Estas

    representaciones pblicas granjeaban a los colegios jesuitas la fama necesaria para

    convertirse muy pronto en los educadores catlicos por excelencia12

    . En la misma

    carta citada arriba, su autor escribe:

    Agrado mucho la grauedad y estilo de la tragedia, y fue tanto mas de ber, quanto los

    estudiantes fueron mas pequeos y nobles; y fue alabada de todos, cresciendo el credito (por

    dicho de muchos) de la Compaia en leer y ensear a los nios, de donde se sigue que bienen

    cada dia mas estudiantes, no solo del pueblo, mas tambien de lejos de aqu.

    Esta oposicin entre elementos eruditos (imitacin del teatro clsico

    grecolatino de Terencio y Sneca) frente al carcter popular de las moralidades

    medievales, las vidas de santos o las glogas, villancicos y danzas que se encuentran

    8 Una introduccin al tema de la pedagoga jesuita en su relacin con el teatro puede verse en

    GONZLEZ GUTIRREZ, C., El teatro escolar de los jesuitas (1555-1640). La tragedia de San

    Hermenegildo. Oviedo, 1997, pp. 38-50. 9 GIL, L. (ED.), La cultura espaola en la Edad Moderna. Madrid, 2004, pp. 57-60

    10 Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae

    quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551. 11

    Es el caso de la visita de Felipe II al colegio jesuita de San Hermenegildo en Sevilla en 1570 o las

    representaciones que tuvieron lugar en la boda de Felipe III y Margarita de Austria en 1598. Cfr.

    MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Thtre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983, p. 78 12

    TANNER, M., Societas Jesu Apostolorum imitatrix : pars prima, Praga, 1694, p. 101.Altera est

    quod cum Sancta Synodus instituenda iuvenum seminaria censuisset, ad idoneos Ecclesiae ministros

    formandos, iussissetque magistros illis et praeceptores aptissimos deligi, S. Congregatio interpretum

    Tridentini mandavit ut si eo loci reperiantur Jesuitae, caeteris anteponantur.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

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    con frecuencia en las obras jesuitas se traduce asimismo en una pugna entre el latn y

    el romance que finalmente acabar ganando este ltimo. En este sentido, Juan

    Bonifacio escribe en el prlogo a su comedia Margarita13:

    Va acompasado latn y romance de suerte que ni dexe de ser exercicio de letras ni sea

    penoso para el que no fuere latino.

    As, el carcter pastoral de las representaciones entraba en claro conflicto con

    los necesarios elementos de diversin que hicieran de cada obra un entretenimiento

    apto para un pblico (y actores) amateur. La exigencia de este sermnespectculo,

    a la que el mismo Acevedo no quiere claudicar14

    y que resulta especialmente

    evidente en el caso de la comedia, acabara siendo satisfecha hasta tal punto que el

    padre Ledesma, prefecto de estudios en el Colegio Romano y autor del que sera el

    germen de la Ratio studiorum, dedic un apartado completo a la representacin de

    piezas dramticas en el apartado De dialogis, comoediis seu tragoediis exhibendis.

    Sus disposiciones permiten hacernos una idea ex contrario del verdadero tenor de, al

    menos, algunas de las representaciones15:

    Fiant solum semel in anno ab externis in collegio nostro, aut ecclesia collegii nostri aut

    theatro, si sit aliquando. [] Sint eiusmodi ut non solum nihil turpe aut indecens contineant

    sed neque ullam eius suspicionem. Item non est satis sint rerum indiferentium, non malarum

    aut honestarum, sed sint omnia pia, religiosa; et non solum quae non noceant moribus sed

    quae vehementer fuerint et aedificent. Alioquin non exhibeantur. [] Neque nominent deos

    aliquos aut deas, vel musas, Iuppiter [] Nullae prorsus introducantur foeminae, neque

    ullo modo foemineis ornentur vestimentis. Item apparatus non nimis exquisitus sed mediocris

    et moderatus

    Todas estas prescripciones, ligeramente suavizadas en las posteriores

    redacciones de la Ratio, fueron sistemticamente omitidas con el pasar de los aos

    con la tcita aquiescencia de los padres provinciales, principales encargados de la

    vigilancia de los colegios. Prueba de ello es la misma obra que editamos, una de las

    primeras obras obras conservadas (la primera, el Acolastus de Guilielmus Gnapheus

    adaptado por Acevedo data del ao 1555 mientras que la primera noticia de la

    Iudithis cita su representacin en 1561) con dos personajes femeninos. Acerca de la

    presencia de dioses y hroes mitolgicos adaptados al contexto cristiano de las obras

    puede citarse el caso del Lucifer furens (representado en 1563), donde Lucifer habita

    el Trtaro e invoca a las Furias mientras que el orculo de Delfos aparece asociado a

    los profetas del Antiguo Testamento16

    .

    La documentacin histrica que se nos ha conservado para conocer la historia

    de este gnero dramtico es relativamente escasa en comparacin con las noticias de

    13

    ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 29. 14

    Acevedo se queja en repetidas ocasiones de las exigencias que imponan las representaciones

    pblicas: cfr. SIERRA, A. (ED.), Occasio en PICN, V. (COORD.), op. cit. 1997, p. 198: spectante vulgo,

    cuius nisi obiicias chlamides purpureas variis coloribus intextas [] mox obstrepere, exire foras

    parant. 15

    Monumenta Paedagogica, II, s. II, p. I, cap. 20, p. 553. Citado por GONZLEZ GUITERREZ, C., op.

    cit., p. 59, n. 121. 16

    PICN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 190.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

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    obras representadas que conservamos: la primera fuente son las llamadas litterae

    quadrimestres, es decir, las cartas que cada cuatro meses remitan las casas y

    colegios jesuitas al general de la orden en Roma, en las que se incluyen con

    frecuencia alusiones o incluso descripciones de las representaciones habidas en los

    colegios17

    . El resto de informacin18

    debe buscarse en las propias obras conservadas,

    generalmente manuscritas, donde se encuentran a veces datos relativos al lugar, fecha

    y autora de las piezas. Con estos documentos, y a falta de otros que pudieran

    contemplar el panorama, puede afirmarse que los principales centros de produccin

    teatral jesuita en Espaa son Castilla la Vieja y Andaluca, respectivamente

    representadas por el trabajo de Juan Bonifacio y Pedro Pablo de Acevedo. Mencin

    aparte merece Plasencia, donde exista una notable tradicin de teatro religioso

    promovido por el cabildo de la ciudad y por donde pasaran algunos de los mejores

    dramaturgos de la orden19

    pero de la que apenas conservamos informacin.

    Pese a que este gnero ha sido profusamente estudiado desde hace tiempo en el resto

    de Europa20

    , el teatro escolar jesuita apenas haba sido tenido en consideracin en

    Espaa hasta hace poco ms de 20 aos. Entre las posibles causas est el juicio

    emitido por Pascual de Gayangos y Enrique de Vedia a finales del siglo pasado,

    quienes, tras examinar una treintena de obras, las definieron como una mezcla

    informe de los antiguos autos y de la comedia alegrica, y escritas para un auditorio

    ilustrado que se complaca an en or en las tablas el idioma del Lacio21

    . Semejante

    postura qued rebatida poco ms de treinta aos despus gracias al notable trabajo de

    Justo Garca Soriano recogido en El teatro universitario y humanstico en Espaa, y

    considerado por derecho como pionero sobre estos estudios en nuestro pas. Con la

    recopilacin de obras conservadas y la edicin de numerosos fragmentos, Garca

    17

    De la asistencia espaola slo se han publicado aquellas remitidas a Roma hasta 1562. A partir de

    esta fecha y hasta el cambio del formato en 1600, las cartas se conservan inditas en el Archivo

    Histrico de la Compaa de Jess en Roma. En el s. XVII el volumen de correspondencia es tal que

    se instauran las denominadas Litterae annuae enviadas una vez al ao, tambin inditas y accesibles

    en el mencionado archivo. 18

    Otra informacin puede verse en las actas capitulares de las ciudades que albergaban colegios

    jesuitas o, en algunos casos, en las propias actas del claustro universitario, como es el caso de

    Salamanca. Cfr. FRAMIN, M-J., Estudio documental sobre teatro en Salamanca (1500-1630):

    avance de resultados en Criticn 96, 2006, pp. 115-137. 19

    Es el caso de Miguel Venegas y Jos de Acosta, de quienes hablaremos ms tarde. 20

    Para una bibliografa general, cfr. GRIFFIN, N., Jesuit School Drama: A Checklist of Critical

    Literature. msterdam, 1986. Para otros estudios especficas, cfr. BERTIEAUX, F., Le thtre

    didactique des Jsuites. Objetifs pdagogiques et realizations. Conformit et contradiction avec les

    precptes de base. Memoire de fin d'tudes au Centre d'tudes thtrales de l'Universit catholique de

    Louvain, 1982; BOOGERD, L., Het Jezuitendrama tn the Nederlanden, Groningen, J. B. Wolters, 1961;

    DANESI, G., Il teatro didascalico de Gesuiti in Italia dalla fondazione della Compagnia alla sua

    sopressione (1540-1773). Tesi all'Univ. Catt. del S. Cuore, Miln, 1976; FRECHES, C., Le thtre neo-

    latin au Portugal (1550-1745), Pars-Lisbonne (Librairie Bertrand), 1964; GRIFFIN, N., El Teatro de

    los jesuitas. Algunas sugerencias para su investigacin en Filologa Moderna, 54 (1975), pp. 407-

    414; MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Thtre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983;

    VALENTIN, J. M., Le Thtre des Jesuites dans les pais de langue allemande. Repertoire

    Bibliographique, I Partie, 1555-1728, Stuttgart, (A. Hiesermann, 1983-1984) 21

    TICKNOR, M.G., Historia de la literatura espaol. Madrid, 1851, p. 549.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 11 -

    Soriano sent las bases para numerosos trabajos posteriores, que, a su vez, pueden

    dividirse en dos grandes grupos. Por un lado, los trabajos (realizados principalemnte

    por hispanistas e historiadores) inspirados en la idea de Nigel Griffin cuando

    afirmaba que22

    :

    es de esperar que, en vez de prestar demasiada atencin al estudio literario de este fenmeno

    del teatro de colegio y ya nos amenazan algunos con cierto examen minucioso de la

    estilstica y la mtrica de estas piezas alguien se dedique al estudio de los mismos elementos

    formales [la msica, los gestos, los vestidos, la prodigiosa memoria de los alumnos actores, la

    nobleza e importancia de los invitados] mediante los cuales la mayora de los espectadores

    del siglo XVI se enseaban y deleitaban

    Fue Molina Snchez quien, en un artculo sobre la mtrica del teatro escolar

    jesuita, contest a esta afirmacin sealando algunos descuidos notables en las tres

    ediciones de la Tragedia de San Hermenegildo que existen en espaol y justificando

    as la atencin los de latinistas sobre este campo. Ha sido, por tanto, recientemente

    cuando se ha comenzado a examinar el teatro escolar de los jesuitas en Espaa: en

    apenas unos aos, la cantidad de obras publicadas ha aumentado notablemente, junto

    con repertorios de los autores y obras de los que conservamos noticias. Estos

    repertorios, ampliaciones en su mayora del que hiciera Garca Soriano, permiten,

    pues, hacernos una idea bastante aproximada del panorama escnico jesuita en

    Espaa.

    Semejante atencin al teatro escolar latino est justificada, creemos, por el

    papel que jug en el desarrollo de la llamada Comedia Nacional. El teatro jesuita

    sirvi, en pocas palabras, como eslabn entre el teatro medieval de temtica religiosa

    y un nuevo tipo de teatro con altura artstica y espectculo de grandes masas. La

    popularizacin de estos espectculos y la formacin de un gusto por el teatro as

    como su rol en la educacin de dramaturgos como Caldern y Lope de Vega o de los

    hermanos Corneille y del mismo Molire. Como escribe Alonso Asenjo, 23

    coincidiendo el teatro de colegio en su primera configuracin con el periodo formativo de la

    comedia espaola, [] tiene un papel en la coalescencia y rpido crecimiento y aceptacin

    del fenmeno teatral en el siglo XVI. El teatro de colegio recibe y aporta decisivamente a la

    constitucin del teatro espaol y la comparacin y el estudio de todas las prcticas de este

    perodo [] echar luz sobre la fragua de ese teatro y volver ms objetivo su estudio y

    conocimiento.

    As, en los autos sacramentales de Caldern pueden rastrearse algunas de las

    tcnicas y mtodos del drama jesuita24

    , mientras que en Moliere los abusos de la

    retrica y la disciplina fsica y mental como eje de la presentacin del discurso y el

    22

    GRIFFIN, N., El teatro de los jesuitas: algunas sugerencias para su investigacin en Filologa

    Moderna XV (1975), p. 412. 23

    ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 48. 24

    Cfr. MENNDEZ, J., El teatro jesutico: sistema y tcnicas escnicas. Las races del teatro de

    Caldern de la Barca en Actas de las XXIII jornadas de Teatro Clsico, Almagro, 2000, pp. 34-76.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 12 -

    movimiento (por ejemplo, en El burgus gentilhombre) recuerdan a las

    representaciones escolares de la orden25

    .

    No obstante, de acuerdo con la documentacin que conservamos, parece que

    no eran los argumentos o la fuerza dramtica de las obras lo que ms impactaba a los

    espectadores de este teatro sino su rico aparato y compleja escenografa. As lo

    afirma Acevedo en su Philautus26,

    Contaros he una historia en breve summa,

    la qual vereis depues representada;

    porque lo que se ve a los ojos mueve

    mucho ms que lo qual oydo damos.

    No pueden, por tanto, obviarse estos aspectos en cualquier anlisis del teatro

    escolar que nos ocupa si queremos formarnos una idea completa del mismo: los

    temas y argumentos eran conocidos por todos mientras que el latn constitua una

    barrera lingstica para muchos de los espectadores de modo que los objetivos de

    propaganda y catequesis perseguidos deban cumplirse de otro modo. As, pese a

    cuanto estableca la Ratio al respecto, el vestuario y la escenografa junto con la

    msica y la danza27

    llegaron a jugar un papel capital no solo en las representaciones

    jesuitas sino en la formacin de un pblico urbano habituado a varias

    representaciones al ao. Esto, sumado a la rpida expansin de los colegios jesuitas

    por la geografa espaola puso las bases para la Comedia Nacional como la

    conocemos en Espaa.

    2.2 La Iudithis Tragoedia Tertia

    El objeto de este trabajo es presentar un estudio filolgico de la Iudithis

    Tragoedia Tertia, tragedia latina de autor annimo que destaca en primer lugar por

    su versificacin: en comparacin con el resto de obras conservadas, en las que

    predomina la prosa, la Iudithis est compuesta integramente en verso latino con la

    excepcin del argumento inicial en prosa y de dos octavas reales que separan cada

    acto. Adems, se trata de versos de excelente factura y variedad en comparacin con

    los simples dsticos elegacos o los hexmetros dactlicos que se encuentran

    espordicamente. El valor, pues, y la pertinencia del estudio de los metros latinos en

    la dramaturgia jesutica ha sido ya reivindicada y con graves argumentos por

    25

    MCCABE, W. H., op. cit., 1983, p. 211. 26

    PICN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 412. 27

    El ejemplo del colegio de Saint Omers fue estudiado por MCCABE, W., Music and Dance on a

    17th-Century College Stage en The Musical Quarterly, Vol. 24, n. 3, 1938, pp. 313-322. Otro

    importante testimonio de la imporancia que tena la msica en las representaciones jesuitas se deduce

    de las grandes innovaciones de las piezas musicales que acompaaban a las representaciones de

    Miguel Venegas en el Colegio de las Artes de Coimbra, las cuales trataban de adaptarse a la obra

    como lo hicieran en el teatro antiguo. Cfr. MIRANDA, M., Musica para o Teatro Humanstico em

    Portugal. Dom Francisco de Santa maria, Miguel Venegas S.I. e o Colgio das Artes de Coimbra

    (1559-1562) en Humanitas, n 55, 2003 , pp. 315-340.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 13 -

    otros28

    , de modo que baste sealar la singularidad de esta obra para justificar nuestra

    atencin a ella.29

    Una atencin que, por lo dems, solo haban recibido los versos

    castellanos de la obra, que llegaron a ser atribuidos Pedro Pablo de Acevedo, autor

    del resto de obras que se conservan en el cdice de nuestra obra.30

    Las dems menciones a esta obra en la literatura cientfica se limitan a breves

    reseas en los habituales repertorios o en la edicin de obras de Acevedo, junto a las

    que se ha transmitido nuestra Iudithis. Todo ello pese a las palabras de Garca

    Soriano, quien tras citar el coro del acto segundo, dice31:

    La tragedia Iudithis, al igual que otras muchas notables piezas dramticas de colegio,

    inditas y desconocidas, tanto por su mrito como por su especial significacin dentro de la

    historia de nuestro teatro del siglo XVI, es muy digna de ser publicada ntegramente.

    Pese a este deseo, la dispersin de los datos relativos a esta obra ha producido

    una ligera confusin en las alusiones que a ella se hacen en los repertorios. En efecto,

    slo en el siglo XVI conservamos noticias de la representacin de cinco piezas sobre

    la historia de Judith y Holofernes. La ms antigua corresponde a la representacin

    habida en 1561 en el colegio de Ocaa, recogida por una de las litterae

    quadrimestres enviadas desde all a Roma32

    . Poco despus, en 1564, la Iudithis del

    jesuita Stefano Tucci era estrenada con gran xito en el Colegio Mamertino, en

    Sicilia33

    . Algo ms tarde, en 1569, la universidad de Salamanca acogi la

    representacin de dos tragedias, una de Francisco Sanchez de las Brozas titulada

    David y una Judith del otrora insigne tragedigrafo jesuita Miguel Venegas, que hoy

    lamentablemente estn perdidas34

    . Hacia 1572, las Litterae annuae del colegio

    28

    MOLINA SNCHEZ, M., La Iudithis tragoedia: reflexiones sobre el uso de las formas mtricas

    latinas en el teatro jesuita espaol, en J. LUQUE MORENO-P. R. DAZ DAZ [EDS.], Estudios de mtrica

    latina. Granada, 1999, vol. II, pp. 651-654. 29

    Como ejemplo de la notable factura de los versos y de los conocimientos del autor, baste notar el v.

    389 en que, citando el incipit de la Catilinae coniuratio de Salustio, el autor escribe ope eniti en lugar

    de ope niti para adaptar la frase al metro. La imitacin de los autores clsicos puede verse tambin en

    el uso de fraseologa como la del v. 869, Simeon at ille stirpis auctor , en clara conexin con el v.

    295 del Agammemnon de Sneca: Phoebum nefandae stirpis auctorem uocas. 30

    Cfr. KLAUK, S., Nouveaux aspects du madrigal espagnol en Revue de Musicologie 95, 2009, pp.

    283-298; KALLENDORF, H., Conscience on stage: the Comedia as casuistry in early modern Spain.

    Toronto, 2007. 31

    GARCA SORIANO, J., op. cit., 1945 p. 82. Lamentablemente, no podemos cumplir esta voluntad de

    editar ntegramente la Iudithis porque la propia obra esta incompleta. 32

    Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae

    quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551 33

    Su xito fue tal que lleg a representarse cuatro veces el mismo ao, y otras cinco all, en Mesina y

    en Roma. Cfr. QUIONES MELGOZA, J. (ED.) Judith: tragedia sacra en cinco actos, Mxico D.F.,

    2006, p. xxvi. Como se deduce por este xito, se conservan tres copias manuscritas de la obra. 34

    Cfr. Actas del claustro de diputados del estudio de Salamanca de 1569, cit. en GARCA SORIANO,

    J., op. cit., 1945 p. 282. Muy lamentablemente el texto de la obra de Venegas se perdi, como as

    las del Brocense cuando la Inquisicin se incaut de sus posesiones. Un discpulo de ambos, Tomas

    de Pinel, O.F.M., en un ms. autgrafo fechado en 1574 (ms. 9-5814), proporciona una copia de

    algunas composiciones de ambos escritores de entre las cuales cabe destacar una gran cantidad de

    poemas inditos de Miguel Venegas y que, sorprendentemente, no aparecen siquiera mencionados en

    ALONSO ASENJO, J., Reencuentro con el M. Miguel Venegas: su comedia en la fiesta del Santsimo

    Sacramento, en Cuadernos de Filologa, Anejo 50 (2002), pp. 123.

    http://www.worldcat.org/title/conscience-on-stage-the-comedia-as-casuistry-in-early-modern-spain/oclc/76939555?referer=list_view
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    jesuita de Monterrei, Ourense, recogen la representacin de una comedia clebre de

    la historia de Judit de que gustaron mucho [los asistentes]35

    que es habitualmente

    atribuida al lector de gramtica, el padre Juan Prez y que no conservamos. Llama en

    cualquier caso la atencin la mencin de comedia, tal vez en su sentido lato de

    representacin y el rasgo de clebre que se le atribuye.36

    As, con la noticia de la

    puesta en escena de la obra de Tucci en Mxico en 1577, llegamos al manuscrito de

    la Iudithis Tragoedia Tertia Anno 1578, como reza el ttulo completo de esta obra.

    Ahora bien, dirimir qu significa Tertia y si la fecha de 1578 corresponde a

    una representacin es difcil: acerca de esto segundo, es posible que interviniesen

    dos factores, uno poltico y otro religioso. En efecto, en 1570 el rey Felipe II, devoto

    de San Hermenegildo y amigo de los jesuitas, haba visitado el colegio homnimo de

    Sevilla donde haba visto adems la famosa pieza del malagueo Hernando de

    vila37

    . Durante su reinado se haba erigido en protector de los jesuitas en general y,

    cuando el 13 de abril de 1578 naci su hijo Felipe III, le impuso junto a aqul el

    nombre de Hermenegildo (por ser se el da en que se situaba su martirio) No

    resultara extrao, pues, que el colegio realizara una celebracin a este propsito. En

    este mismo ao, sabemos que la ciudad de Sevilla se vi inundada de alegra y fiestas

    cuando a principios de diciembre el cabildo hispalense declar para la fiesta del

    octavario de la Inmaculada Concepcin la misma solemnidad que se deba entonces a

    la celebracin del Corpus Christi, motivo con frecuencia de representaciones

    teatrales en el colegio jesuita sevillano.38

    Por si fuera poco, tenemos noticias de

    numerosas fiestas en la ciudad y en la zona, aunque no hemos podido contrastar estas

    suposiciones con las actas capitulares de la ciudad Sevilla de la fecha, por lo que

    lamentablemente no tenemos constancia documental.

    En cuanto al adjetivo tertia lo ms probable es que designara su posicin

    dentro de una coleccin o recopilacin de tragedias, entre las que la Iudithis ocupara

    el tercer lugar. Resulta muy inverosmil, por otra parte, que se trate de la tercera

    tragedia representada en 1578 ya que no tenemos constancia de la representacin de

    ms de una tragedia en la misma fiesta en toda la historia del teatro escolar hispano

    latino. La nota sobre el ttulo que reza Patris Ioseph plantea un interrogante sobre

    35

    Cfr. GONZLEZ MONTAS, J., El teatro de los jesuitas en Galicia en los siglos XVI y XVII en

    TeatrEsco, n 2, 2007. 36

    Bien pudiera tratarse de una adaptacin de las obras sobre el tema de Judith y Holofernes que

    existieron en los pases protestantes: entre ellas cabe destacar la Iudithis comoedia sacra de Sixt Birck

    (1510-1544) y la Iuditha de Cornelis Schoon (1540-1611): ambas vieron sucesivas ediciones en la

    imprenta y gozaron de gran popularidad en los pases protestantes. Sin embargo, la Iudithis tragoedia

    tertia que editamos supera notablemente a ambas en lo que a estilo, versificacin y adaptacin a los

    esquemas teatrales clsicos. 37

    Cfr. CORNEJO-VEGA, F., Felipe II, San Hermenegildo y la imagen de la Sacra Monarqua en

    Boletn del Museo del Prado, vol. 18, n. 36, 2000 , pp. 25-38. 38

    Cfr. ACEVEDO, P. P., Comedia habita Hispali festo Corporis Christi, mss. 9/2564 de la Real

    Academia de la Historia, ff. 156-168. Edicin crtica en DOMINGO MALVAD, A.: La produccin

    escnica del padre Pedro Pablo de Acevedo: un captulo en la pedagoga en latn de la Compaa de

    Jess en el siglo XVI, Salamanca, 2001, pp. 358-433. Para la historia de la fiesta de la Inmaculada

    Concepcin, cfr. STRATTON, S., La Inmaculada Concepcin en el arte espaol, Madrid 1989.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 15 -

    la posible autora y sugiere incluso que pudiera tratarse de la tercera obra de una

    misma persona.

    3. EL MANUSCRITO

    3.1 Origen y ubicacin actual

    El manuscrito 383 de la Coleccin de Cortes39

    se conserva en la Real

    Academia de la Historia bajo la signatura 9/2564. Esta coleccin recibe su nombre de

    su anterior sede, la Biblioteca de las Cortes situada en el edificio del Congreso de los

    Diputados. Los fondos de esta coleccin, sin embargo, son de procedencia diversa y

    difcil de esclarecer aunque comprenden una gran parte de los bienes temporales o

    temporalidades de los que se incaut el Estado espaol durante el s. XVIII tras la

    disolucin de la Compaa. Incluye as documentos originarios de Mallorca, Sevilla,

    Valladolid o Granada que a su vez haban sido trasladados a los Reales Estudios de

    San Isidro, en Madrid, durante las sucesivas reformas de las provincias jesuitas en

    Espaa.

    3.2 Descripcin codicolgica

    La primera descripcin de este ms. se remonta a 1876 en un artculo de la

    Revista de archivos, bibliotecas y museos titulado ndice de los Manuscritos que

    posey la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes donde se

    lo describe con cierta inexactitud y muy someramente40

    . Habra que esperar casi 70

    aos hasta que los primeros artculos de Garca Soriano, recogidos y actualizados en

    el libro de 1945, proporcionaran la primera descripcin pormenorizada del

    39

    MIGUEL ALONSO, A., La Biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro, tesis doctoral leda en la

    Universidad Complutense de Madrid, 1992, p. 145-149. Cfr. Orden a los comisionados sobre la

    separacin de Pinturas, y destino de las Libreras y correspondencias o papeles reservados de los

    Colegios en Coleccin General de Providencias hasta aqu tomadas por el Gobierno sobre el

    extraamiento y ocupacin de temporalidades de los regulares de la Compaa, que existan en los

    Dominios de S.M. de Espaa, Indias, e Islas Filipinas, a consequencia del Real Decreto de 27 de

    Febrero y Pragmtica-Sancion de 2 de abril de este ao: Parte Segunda, Madrid, 1769, pp. 88-89:

    Del propio modo suspender V. la venta de la Librera, cuidando la Junta Municipal de que no se

    extraven Libros; que se mantengan en buena custodia, y en parages que no sean hmedos, ni

    expuestos a corrupcin, para disponer de ellos a favor de Universidades y Casas de Estudio, segn lo

    que resultare de las aplicaciones de los Colegios, que con tanta eficacia y zelo trata el Consejo.

    Finalmente todos los Papeles reconocidos y reservados, respectivos a Aposentos de los Regulares

    expatriados, dispondr V. se transporten a esta Corte baxo de Inventario, para que se coloquen en el

    archivo y Estudios de San Isidro el Real de Madrid, a cargo del Director de ellos, y del Bibliotecario

    Resulta verosmil en cualquier caso que se continuara con el sistema iniciado o empleado por los

    jesuitas. 40

    Para empezar, solo se recogen las obras de Acevedo que se citan en el ndice inicial del f. II y que

    no menciona por tanto la Iudithis Tragoedia Tertia. Por otro lado, los ttulos son transcritos con

    algunos errores (e.g. Philantus o Metanza) lo cual hace pensar en una recensin apresurada e

    inexacta, como sucedi con gran cantidad de las temporalidades jesuitas. Cfr. ndice de los

    Manuscritos que posey la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes en Revista

    de Archivos, Bibliotecas y Museos, Ao IV, n. 14, p. 246. (GONZLEZ GUTIRREZ, C., El teatro en

    los colegios de jesuitas del Siglo de Oro en Entemu, n 15, 2003, p. 96 cita el ao como VI sin

    duda por una simple errata)

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 16 -

    manuscrito.41

    En esta misma lnea cabe mencionar las descripciones de Saa42

    ,

    Picn43

    , Domingo44

    y Menndez45

    .

    El ttulo que aparece en las descripciones es el de la portada: Comoediae /

    dialogi oratio nes q . Aevedus / sacerdos Soci. Iesu / componebat. Justo

    debajo de ste, se advierte: Est ordenado por nuestro P. Provincial que sin su

    expressa licentia, no se saque este libro deste Collegio de Sevilla, cuius expensis et

    excriptus (sic) et concinatus est Otra mano firma como Ju. de Caas, es decir,

    Juan de Caas, el Padre Provincial de la Btica a la sazn y elegido el 7 de marzo de

    156946

    . Su signatura antigua Est. 12, gr. 6, n 383 pertenece a la catalogacin que

    recibieron al llegar a la Biblioteca de las Cortes.

    En cuanto a la descripcin fsica el cdice tiene una encuadernacin original en

    pergamino con correillas aunque despegado de sus cubiertas. Mide 210 x 150 mm.

    (i.e., en 4). El cdice tiene numerados 358 ff., aunque realmente slo tiene 347

    folios; tiene arrancados los ff. 3340 y los 147152. En lo que a nuestra obra

    respecta, la Iudithis est copiada en dos cuadernos de diez bifolios, (i.e. 20 ff. cada

    uno) comenzando por el f. 317 y acabando en el f. 355. El primer folio sirve como

    hoja de guarda y est en blanco, comenzando as el texto propiamente dicho en el f.

    318 r. Aparentemente, la paginacin contina con algunos saltos de numeracin:

    pasa del f. 339 al 341, del 342-44, del 349 al 351 corregido en 350 y del 352

    coregido en 351 al 354: desde aqu los folios ya no han sido renumerados. ste

    ltimo es mencionado en la que es (pese a algunas inexactitudes) la descripcin

    como un salto ms de la paginacin47

    . No obstante, segn se observa en la

    encuadernacin y tras una lectura de la obra, podemos afirmar que en realidad el f.

    353 se ha perdido, lo cual no consta ni en aquella ni en ninguna de las descripciones

    del ms.: tal confusin se deba probablemente al tipo de letra, igual en el f. 352 v. y el

    f. 354 r., y a la versificacin, octavas reales en ambos ff.48

    : de hecho, ninguno de los

    mencionados saltos en la numeracin es tal, sino que corresponden a folios perdidos

    como veremos ms adelante.

    41

    GARCA SORIANO, J., op. cit., 1945 pp. 58-83. Es quiz interesante notar que los folios tiles que

    faltan actualmente ya estaban ausentes cuando Garca Soriano hizo su descripcin. Omitimos en las

    referencias la descripcin de GONZLEZ GUTIRREZ 2003 op. cit. por reproducir tan solo los datos de

    Garca Soriano. 42

    SAA, O., El teatro en los colegios de jesuitas en Espaa, Nueva Jersey, 1990, p. 37-50. 43

    PICN, V. (COORD.), op. cit. 1997, pp. 17-19. 44

    DOMINGO MALVAD, A., op. cit., 2001, p. 76-98. 45

    MENNDEZ, J., Los jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro: Repertorio de obras conservadas y de

    referencia en Archivum: Revista de la Facultad de Filologa, Tomo 54-55, 2004-2005, pp. 421-563. 46

    Cfr. ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995 pp.90-91, donde se sugiere que este cdice fuera compilado

    por orden del Padre Provincial antes de la partida de Acevedo hacia el Colegio Imperial de Madrid o

    tras su muerte a fin de preservar sus obras. La fecha de la Iudithis, cuyo ttulo reza Tragoedia Tertia

    anno 1578 parece sugerir que fuera efectivamente tras su muerte en Madrid. 47

    DOMINGO MALVAD, A., op. cit., 2001 p. 78. 48

    Ms notable an es la solucin de continuidad entre el texto de los ff. susodichos, en la que no han

    reparado las dems descripciones del cdice.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 17 -

    Por otro lado, en la redaccin de las obras que componen el manuscrito

    internvienen numerosas manos, pero ninguna de ellas parece presente en la Iudithis

    Tragoedia. sta, de hecho, presenta algunas otras peculiaridades que la distinguen de

    las dems obras del cdice. Por un lado, a diferencia de lo que sucede con las dems

    obras del cdice, en las que interviene una sola mano que no obstante vara entre

    pieza y pieza, la Iudithis se nos ha conservado copiada por 6 manos distintas (cfr.

    Anexo 4). stas s se reparten los dos cuadernos de diez bifolios en que est escrita la

    obra del siguiente modo:

    Mano 1. ff. 318322

    Mano 2, f. 323 y 330336

    Mano 3, f. 324329

    Mano 4, ff. 337341 y 352356

    Mano 5, f. 34243 y 350351

    Mano 6, f. 344349

    Si hacemos de esta numeracin una proyeccin grfica sobre la

    encuadernacin, observamos cmo los ff. escritos por cada mano se corresponden

    entre s. En efecto, cada uno de los dos cuadernos de diez bifolios se reparte entre

    tres manos, que deban repartirse a su vez el texto original del mismo modo. As se

    explica la la ausencia de ff. no correlativos entre s que en realidad forman un nico

    bifolio transcrito por una misma mano: faltan, pues, dos bifolios, correspondientes a

    los ff. 340-353 y 343-350.

    Los folios presentan reclamos del texto siguiente con algunas excepciones49

    , lo

    que permite identificar el principio de aquellos folios que se han perdido. En cuanto a

    los espacios en blanco, son dos en toda la obra: el primero comienza a la mitad del f.

    348 r. y se extiende hasta el f. 349 r. donde sigue el texto sin solucin de continuidad

    mientras que el segundo separa el final de la obra en el f. 350 r. de la primera

    intervencin del Intrprete entre los actos en el v. del mismo folio. Esto est

    estrechamente relacionado con la divisin del original que se debi de hacer entre las

    6 manos, que deban copiar una determinada cantidad de texto en una espacio

    limitado: slo as se justifica la diferencia entre fragmentos de texto que aparecen

    comprimidos (o con espacios en blanco, como hemos dicho arriba) justo antes del

    cambio de mano.

    En conclusin, el tenor del texto sugiere que se trat de una copia apresurada:

    intervienen seis manos (lo cual no sucede con ninguna otra obra del cdice) que se

    distribuyuen claramente el la copia a partir de un original (dividido especficamente

    para la copia) suficientemente valioso como para no ser prestado.

    49

    En el ltimo bifolio del primer cuadernillo (f. 326v) as como en los ff. 330-331, 337- 340, vv. En

    los ff. 345-347 el reclamo aparece en r. y v.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 18 -

    4. EL TEXTO

    4.1 Premisas de edicin

    En cuanto a los criterios de edicin usados en este trabajo, hemos intentado

    recoger con la mayor fidelidad posible la disposicin del texto latino, corrigiendo

    algunas erratas, desarrollando las abreviaturas presentes en el texto y reflejando las

    lagunas existentes en ste. En cuanto al latin, hemos normalizado las grafas de e por

    ae y oe presentes en algunos preverbios (no aparecen en desinencias ni pronombres);

    de acuerdo con la norma convencional sobre el uso de parntesis en la edicin crtica,

    hemos indicado las inserciones menores al texto mediante parntesis angulares (< >);

    mediante notas al pie se recogen las lecturas del manuscrito para las que proponemos

    lecturas distintas en las cuales emplearemos la sigla M.; tambin se apunta en

    notas al pie las notas al margen o tachaduras del manuscrito. Las diferentes

    supresiones se notan mediante parntesis rectangulares ([ ]) mientras que con los

    parntesis simples ( ) hemos tratado de incluir informacin no presente en el texto

    pero que ayude al lector a seguir ms cmodamente la estructura de la obra: cambios

    de escenas, personajes no recogidos en el elenco inicial de cada acto o los mismos

    cambios de folio50

    . Cuando es el autor quien usa los parntesis los hemos sustituido

    por guiones para evitar confusiones.

    Cabe decir que una pequea parte de la obra est compuesta en castellano. Se

    trata de dos octavas reales que sirven de resumen ante cada acto51

    , de las cuales nos

    faltan las del quinto acto, que estaran en el f. 353 junto con los dos primeros versos

    del coro en el acto primero. Estos han sido incluidos en el lugar que creeemos

    correspondiente al orden de la respresentacin, indicando no obstante sus folios de

    procedencia52

    . Tambin quedan un coro en el acto primero, compuesto por una

    octava real incompleta, otro en el segundo acto, formado por cinco liras, a los que

    siguen un recibimiento en el acto quinto (dos octavas reales) y un triunfo final en

    estrofas sficas que cerrara probablemente la representacin. En lo que respecta al

    texto en castellano, lo hemos adaptado a las convenciones grficas modernas para

    hacer su lectura ms sencilla, remplazando por ejemplo por z o acentuando de

    acuerdo con las normas ortogrficas actuales.

    50

    Ntese que, a diferencia de lo que sucede en otras piezas con versos latinos, la disposicin verso-

    lnea se respeta incluso en aquellos casos en los que intervienen varios personajes en un mismo verso.

    Cfr. MENNDEZ PELEZ, J., Los Jesuitas y el Teatro en el Siglo de Oro, Oviedo, 1995. Por ejemplo, la

    numeracin correcta de los versos castellanos 1515-1525 (p. 224), frente a la incorrecta de los latinos

    2299-2307 (p. 260): 9 versos en su cmputo, en realidad slo 3 trmetros ymbicos. 51

    MOLINA SNCHEZ, M., op. cit. 1999, n. 42 atribuye una sexta rima a la ltima de las octavas

    reales conservadas, esto es, la segunda de la intervencin del intrprete entre los actos en el acto

    cuarto. No se percata de la ausencia del f. 353 y, consiguientemente, de la ms que probable ausencia

    de todo un entreacto, (el del acto quinto) considerando as los versos del f. 354 r. como sexta rima de

    este modo los versos, ni de los primeros versos en castellano del coro en el acto primero. 52

    La presencia al final de la obra de las partes en castellano no es casual y hace pensar en una clara

    distribucin de papeles entre los personajes, que intervienen en latn a lo largo de la obra de forma

    continuada, y el coro e intrprete, que intervienen entre los actos para explicar la accin occurrida en

    castellano, desarrollando el dramatismo de la accin y permitir la introduccin de interludios

    musicales que probablemente existieran como era costumbre en el teatro de los jesuitas.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 19 -

    4.2 Texto de la Iudithis.

    (Comienza en la pgina siguiente)

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 20 -

    (f. 318r)

    IUDITHIS TRAGOEDIA

    Tertia anno 1578.

    Argumentum.

    Bethuliam civitatem obsidenti Holopherni Assyriorum duci, qui totum paene

    orbem Cambysis imperio subicere conabatur, Hebraei, consilio Eleachimi53

    summi

    sacerdotis, coeperant repugnare. Quam ob causam indignatus ille, atque Achiori duci,

    quod uera moneret, iratus, vinctum Bethulis iussit exponi, ac deinde aquarum fontes,

    ex quibus ciuitas hauriebat, intercludi. 5

    Cum ergo siti grauiter populus premeretur, Oziam principem, ut urbem sub dies

    quinque dedere polliceretur, diuturno planctu coegit. Iudithis uero uidua, quae mira

    semper Deum religione coluerat, duces eius facti coarguens, ut liberet ciuitatem

    uiriliter sese accingit.

    Itaque postquam longas cum lacrimis preces profuderat, eleganter compta, cum 10

    ancilla nocte secreta domum egreditur. Huic cum occurrissent Assyrii exploratores,

    ad ducem deducunt, ad quem cum illa praeclare uerba fecisset, in tantum placuit

    oratio orisque pulchritudo, ut eius amore totus exarserit Holophernes. Quarto ergo

    die celebre conuiuium apparatur ac Iudithidem inuitatam -quos ipsa tamen ex urbe

    detulerat, cibis uescentem- secum iubet discumbere. Ac deinde incestuoso flagrans 15

    amore per Vagaum praefectum ad inhonesta uota pertrahere tentat. (f. 318v) Iudithis

    igitur nocte intempesta ingressa cubiculum, cum somno atque uino sepultum cerneret

    Holophernem, stricto gladio caput ceruicibus amputat, ac deinde de more cum

    famula castra praeteriens ad urbem suo de reditu iam desperantem euadit.

    Hic postquam coram omnibus, qui incredibili gaudio ad eam conuenerant, facti 20

    rationem reddit, monet ut, suspenso de muris capite, impetum de repente in Assyrios

    faciant. Quod cum Hebraei fecissent, illi ducem suum excitare uolentes miseri

    Holophernis cruore tabefactum cadauer inuenerunt. Quare in fugam uertuntur ingenti

    et dolore et terrore perculsi.

    2 Joachimi m. in marg.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 21 -

    DRAMATIS PERSONAE:

    OZIAS

    HOLOPHERNES

    IUDITHIS

    EXPLORATORES

    AMMONIDES

    CHARMUS

    VAGAUS

    ACHIOR

    FAMULA

    NUNTIUS

    SENEX

    MOABUS

    CHORUS

    (INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS)

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 22 -

    ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)

    (INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)

    (ex f. 350v)

    Sobre Betulia cerco habiendo puesto 25

    el soberbio Holofernes, con gran saa

    trabaja por tomarla. Para esto

    Moab y Ammn consulta y danle maa

    con que por sed les haga rendir presto,

    cortando el agua desde la montaa, 30

    l loa su consejo y dales gente,

    con que defender puedan la corriente.

    Israel ya sin fuerzas ni esperanza

    pereciendo de sed por todas vas

    procura de entregarse en confianza 35

    mas esto estorba el capitn Ozas.

    El pueblo triste no sufre tardanza:

    movido por sus llantos cinco das

    de trmino pronuncia y si no llega

    socorro les promete hacer la entrega. 40

    (f. 319r)

    ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)

    OZIAS, ACHIOR.

    TRIMETRI IAMBICI.

    Oz. Conscende mecum turris, o Achior, cito

    fastigium huius. Ardua hinc specula licet

    Assyria54te indicare nobis agmina.

    Ac. Ego promptus adsum, scala si expediat gradus.

    Oz. Me sequere: citius forte, quam speras, iter 45

    superaris omne, porge55tu vero manum.

    Aequum est viam monstare me facilem hospiti.

    Ac. Sequor libenter, perge. Oz. Proh, magnum Deum!

    Maiora multo castra despicio procul

    fore quam putaram. Vix licet spectes humum, 50

    43 Assyriate M.

    47 perge M., u.u.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 23 -

    ab usque Belmo quidquid est ad Chelmonem.

    Ac. Ni fallor, inde ascendit Holophernes Syrus

    ubi me reuictum, uera quod suasi, truces

    quercu ministri prodiderunt supplicem.

    Oz. Bono esse te animo iubeo. Quem tu maximum 55

    Deum es professus, ille Iudaeis fauet. (f. 319v)

    Quis iste dux, qui candido excellens equo

    circum rotatur? Cuius auratam super

    stat crista galeam? Ac. Magnus est Ammonides,

    equitum magister: cuius imperio uiri 60

    parent bis octo millia, omnes strenui.

    Oz. Quis ille radis arma lunatis micans

    cui cassis horret angue saeua argenteo?

    Vt est decorus! Ac. Iste nongentos regens

    totidemque signo uulturis Moabus est. 65

    Comitatur autem Cyrus armipotens micat

    sanguinea, cernis?, crista terribilem manu

    qui uibrat hastam. Fulmen in bello uides

    ducit phalangas ille clypeatas simul.

    Oz. Video. Sed ipsum quaero ductorem ducum. 70

    oculisque lustrans noscere Holophernem uelim.

    Ac. Dimidia nondum uisa pars exercitus.

    ex ualle adhuc conscendit in crepidinem.

    At ecce celso surgit Holophernes iugo,

    caputque uisu tollit horrendum procul. 75

    Oz. Monstrum hominis. Vt feroce toruus copias (f. 320r)

    late ore circunspectat! Vt flammas uomit

    luminibus ipsis! Vertice ut toto eminet

    Az. Ardens pyropus radiat, ac fuluo abditus

    auro smaragdus. Pellis arma horrentia 80

    Nemeoea uestit. Ipse ceu uiolens leo

    infrendet, iras corde flammato gerens.

    Oz. Effare, quisnam proxime assistit Syro?

    Bigis in albis clara luxuriat coma.

    Ac. Procerus ille? Oz. Non, sed alter caesius. 85

    Ac. Teneo. Vagaus nempe. Thesauris praeest,

    oriente toto, quidquid opulenti est habens.

    Procerus alter luteo curru56editus,

    thoraca pingunt cui nigrae teretem alites,

    Meoti abusque uenit, Aetiopum manu 90

    comitatus, arma amica Memnon iungere,

    spoliata postquam rege Memphitis suo est.

    87 curro M.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 24 -

    Oz. O summe Olympi rector, armis undique

    vix ipsa tellus sufficit, ita multa sunt!

    Ac. Quid rere? Contemplare cuneos militum, 95

    peditum catenas atque equestres copias,

    currus subinde, funditores addito; (f. 320v)

    certe potiri iure Cambyses putat

    toto orbe, tam potente praesertim duce.

    Quacunque gressum ductor Holophernes tulit, 100

    fulminea uis, reliquit intactum nihil.

    Oz. At non Hebraeus miles Assyrio sciet

    parere signo: istud mali auertet Deus,

    sed aut peribit sanguini inmixtus suo

    aut perdet, id quod spero, bellantem opprimens. 105

    Habet feroces impetus suberbia:

    ferro tyrannus saepe at occubuit suo.

    Ac. Hostes propinquant, nulla desidiae est uia.

    Ego cogor huius esse spectator rei.

    Oz. Nos non oportet commorari hic amplius 110

    subeunda sortis, hospes, anceps alea,

    seu dura clades siue Bethulis salus.

    (ACTO PRIMERO. ESCENA SEGUNDA.)

    HOLOPHERNES, AMONIDES, MOABUS.

    T[R]ETRAMETRI TROCHAICI.

    Per Deos tam pertinacem gentis ego dementiam (f. 321r)

    vix queo mecum satis stupere. Quemnam daemonium

    ut ducem secum ferentem exercitus Mauortios 115

    pro nihilo omnino aestiment, suasisse Hebraeis arbitrer?

    Equidem, si insanire pergant, faxo ut Holophernis Syri

    dexteram non sine suo magno malo iratam sciant.

    Posteaquam ductor ad Cambys[s]is imperium incliti

    Asyria vexilla gestans subigo iam gentes mihi 120

    orbis uniuersi paene, sola Hebraea contumax

    fulmineum uictoris impedire cursum nititur.

    Praelio Cilicas subegi; dein[de] Liciam atque Cariam,

    nec mihi Tigris, nec alti transeunti uortices

    obstitere Euphratis. Intermedia regio paruit, 125

    Babylon quoque superba, magna cum Damasco, corruit.

    Cappadox est subiugatus. Ad Palestinos agros

    uenimus tandem, atque Idumes magna pars cepit iugum.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 25 -

    Tot spolia direpta, gentes tot subactae numine

    unius Holophernis ut iam paene me magis parem 130

    iure diis aequare possim si Hebraei sinant

    Am. Iam semel porro lacerti cognitum Asyrii iugum

    debuit fecisse cautos nuper expertos graueis (f. 321v.)

    inclyta in Babylone seruitutis aerumnas suae.

    Reddit insolentes forte multa patrum gloria: 135

    sed Nabuchodonosoris dextra compressit tamen.

    Ho. Quos Nabuzardanes deuicit, Holophernes timet?

    Ibo, prosternam: uelit seu nolit ipsorum Deus.

    Mo. Si licet per te, imperator summe, quo pacto breui

    ac sine negotio conficere rem quam maximam 140

    sis potis, docebo, citra militum dispendium.

    Ho. Audio libenter: aequum me accipere consilium decet.

    Mo. Gens Hebraea non in hasta, aut vi lacerti se tibi

    posse restitisse credit tanta cernens57agmina.

    Ho. Ergo qua fiducia contempsit edictum Syrum? 145

    Mo. Montium fauces iugosas atque praeruptas tenent

    praesidio angustias, qua transitus solum datur.

    Ho. Nempe ubi multi atque pauci Marte tantundem ualent.

    Mo. Unde etiam potiori pugnant parte natura loci

    quippe reptantes queant cum facile praecipites dare. 150

    Ho. Verticem Tauri atque collis arduum Angaei iugum

    nouimus. Cessere fauces Ciliciae angustissimae.

    Mo. Et quidem non absque multo militum dispendio

    cum capitis huius tui discrimen haud minimum foret. (f. 322r)

    Ho. Absque iactura ergo qui res fiet in compendio? 155

    Mo. Censeo debere multum comprimi. Ho. Ferro an fame?

    Mo. Non opus ferro: suo ipsi utentur in se. Ho. Quomodo?

    Mo. Obsiste muros. Ho. Quid ultra? Obsideo. Mo. Fac sitis enecet

    Ho. Perge. Mo. Fontes detrahe: enecabis. Ho. Unum repperi:

    militem obturare iussi. Mo. Commode. At plures adhuc 160

    eis supersunt. Ante muros namque non procul admodum

    urbe promanant perennes riuuli undis dulcibus

    ex quibus latices reportant clanculum egressi domos.

    Nunc, agedum, praesidia pone militum, qui aquam uetent

    e fontibus haurire: tradent se procul dubio tibi, 165

    aut Hebraei in se manus uertent suas. Ho. Dictum probe.

    Experiar. Cuique ergo fonti num esse centenos satis

    rere? Am. Prorsus. Ho. Cura uobis exaequanda sit.

    Nunc mihi det faxo poenas grauiter infestum genus.

    144 cernis M.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 26 -

    (ACTO PRIMERO. ESCENA TERCERA.)

    OZIAS, CHORUS.

    TRIMETRI IAMBICI & UNUS EURIPIDEUS.

    Iam me profecto deficit spes et animus 170

    plane intuentem quantam pernicies agat (f. 322v)

    urbem hanc foris, quam sitis intus premit.58

    O misera sors! Si miles, unius malo,

    ductor dolore et clade cunctorum opprimor.

    Nil grauius atque subici alieno malo: 175

    odio autem haberi, dum bonum ignaris pares,

    hoc propter ipsum ferre quis possit hominum?

    Quid quaerit ista turba popularis dolens?

    Ch. Eheu quot atque quanta nos causa tua

    male sustinemus, ductor Ozia, mala? 180

    Oz. Meane? Quid ego fecerim, infelix homo?

    Ch. Nam tu abnuisti cum Syris de pace agi.

    Oz. O me ter infelicem! Egone pacem abnui?

    Ch. Tu, inquam, abnuisti cum arma iussisti capi.

    Oz. Prior intuli ipse bellum, an illatum prius 185

    pepulisse volui? Numne pecctatum est adhuc?

    Ch. Maxime. Etenim nos decuit Assyrio duci

    permittere ultro, cum esse licuit sospites.

    Oz. Et uos futurum mitiorem creditis

    in nos59ferox qui mente in supplices? 190

    Ch. Ne perge durus esse. Testamur Deum,

    desiste bello, dede iam urbem protinus.

    Oz. Ut claustra reseram uosque comittam hostibus? (f. 323r)

    Ch. Miserebit illum forte, parcet deditis.

    Oz. Seram petitis, ut uideo, misericordiam. 195

    Ch. Quid agas? Siti perimus, et tandem imminet

    hostile ferrum: haec magna, minus illud mali est.

    Oz. Ducemur ergo capti, et infaustam Syris

    in seruitutem patria a nostra procul.

    Ch. Sit cara libertas licet, melius tamen 200

    Deo placentes seruitutem perpeti

    quam sic perire, pignora ante oculos mori

    nostros uidentes, rapta crudeli nece.

    Oz. Nolite, fratres, per Deum tantum nefas

    172 unius trochaei lacunam supplevi.

    190 sero ferox M.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 27 -

    tantum subire dedecus. Semen Abrahae 205

    seruum effici? Iubete me potius mori.

    Ch. Quod si perire oportet atque occumbere

    nos ira cogit dexterae ultricis Dei

    satius semel cruore uitam fundere

    breuique spatio temporis gladio eripi 210

    quam urente sensim uiscera absumi siti.

    Testamur igitur astra, terramque et Deum (f.323v)

    ipsum tonantem, trade Betulam Syris.

    Oz. Proh dolor, dolor grauis!

    PARTHENIACI CUM EXAMETRIS.

    Ch. Heheu Deus optime, cuncti 215

    peccavimus impie agentes

    ut nostri egere parentes.

    Tu pius et clemens nostri miserere doloris.

    Tu uindice corrige dextra

    neque, nostri criminis ultor, 220

    praedam patrare Syrorum,

    sed pius et clemens nostri miserere doloris.

    Illudet barbarus hostis:

    Deus est sine numine, dicet.

    Spes nostra feretur inanis. 225

    Tu pius et clemens nostri miserere doloris.

    Oz. Audite fratres, quos premit acerbus dolor,

    animis adeste; quinque nunc etiam dies

    utcumque sustinete, fortasse interim

    uestri misertus ponet iram Altissimus

    uirtutis atque gloriae antiquae memor. 230

    Quod si peracto tempore, hic fuerit status (f. 324r)

    polliceor urbem, ut postulastis, dedere.

    CHORUS.

    SAPHICI ET ADONII.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 28 -

    Ch. Heu perit sacrum genus Israelis

    et Dei sanctus populus Syrorum

    cogimur durum arbitrium subire, 235

    aut nimis crudam tolerare mortem.

    Ergo captiui, miseranda pubes,

    ibimus, uincti rigida catena

    colla, per terras uariasque fusi

    ferre discemus iuga seruitutis 240

    exules, dulci patria relicta:

    praedaque infido data sorte iniqua

    militi, tristi sua quisque linquet

    pignora fato.

    Faucibus siccis sitibunda lingua 245

    haeret atque imo modicus palato

    humor absumptus tenui loquela

    deserit uocem: sitis ima sensim

    viscera exurit. Datur unda tantum (f. 324v)

    in diem, ut mortem potius cupitam 250

    proroget, lento violante tabo.

    Namque vix tangens labii supremum

    iam latex fauces fugit excitatas.

    O nimis saeuum genus occidendi,

    vita cum lenta nece prorogatur. 255

    Bis decem Titan reuolutus orbes

    duxit, ut fontes putei canales

    atque cisternae solitos aquarum

    pernegant ductus, ducis arte saeui.

    Quid malis tantis onerata demum 260

    urbs agat? Stricto premit hostis atrox

    undique ferro.

    Quid iuuat Mosis coluisse leges?

    Quid Dei electum populum vocari?

    Quid beatorum genus esse patrum? 265

    Quid sacrum Templi toties adisse

    atque felices habitasse terras,

    fata si haec demum miseros manebant, (f. 325r)

    ut Syros capti dominos sequamur,

    dedecus nostro generi futuri? 270

    Nuper erepti Babylone saeua

    rursus ad crudele iugum redimus.

    O genus durum cruciare natum

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 29 -

    filios pacis, quoties quietis

    bella mouisti? Quoties atroci 275

    sanguinem fundis gladio Israelis,

    nec lacessitus spolia induisti,

    perfide miles?

    Vidit infantem Samaria matri60

    decoqui, atque escas redimi nefandas. 280

    Rapsacem muri Solymi audiverunt

    impie poenas rigidas minantem.

    Transtulit terris, sua Salmanassar

    sceptra Hebraeorum Syriaeque Hebraeos.

    Templa qui ductor fuerat coquorum 285

    diruit magnis opibus superba.

    Proh nefas, sordes hara facta alebat

    ara quae magni fuerat Tonantis.

    Fata sic poscunt. Gladio Syrorum

    vita debetur miseri Israelis. 290

    Quid moras fatis trahimus supremis?

    Ducite captos.

    (ex f. 354r)

    (CORO EN EL ACTO PRIMERO)

    [] el agua mengua, la cruda sed crece,

    el cerco dura, y no huelga un momento

    Betulia, el pueblo todo al fin perece. 295

    Ay, cmo de pesar ya no reviento?

    Tomad, gente cruel, tomadnos vivos

    si esta es vuestra venganza; henos captivos.

    ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)

    (INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)

    (ex f. 350 v. et ss.)

    Iudith, matrona santa y religiosa (f. 351r)

    con grave dolor viendo esto que pasa, 300

    y de librar su pueblo deseosa

    hace que venga Ozas a su casa.

    Despus de reprehenderle rigurosa

    279 Samara M.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 30 -

    por haber puesto a Dios trmino y tasa,

    con suavidad le anima a que confe 305

    de Dios y de su celo no desve.

    Al fin en el negocio se concierta

    que est de noche en vela cabe el muro

    para que a su salida d la puerta,

    y en todo lo dems est seguro. 310

    Ozas de esta habla como cierta

    la paz teniendo espera el fin futuro.

    Entanto ayuno por los cinco das

    ordena y manda se hagan letanas.

    (f. 325v)

    ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)

    IUDITHIS, OZIAS, CHARMUS.

    Iu. O quam uirile robur, et dictu arduum 315

    arcana mens uigore dulci concipit!

    Sed dubius animum turbat euentus meum

    fragilisque sors cum audet reformidat tamen.

    Aude, anime: captu forte maiora expetis,

    at clara uirtus gloriae est sita in arduo. 320

    Sed proh pudorem! Foemina aggrediar uirum

    tractare? Blandis occulam illecebris dolos?

    Num uidua rursus ad puellares meos

    annos redibo? Ornabitur priscus decor?

    At si tu, Olympi Rector, haec mihi suggeris, 325

    firmandus animus, ista vincenda est mora.

    Hostem superbum fortis extinxit Iahel, (f. 326r)

    pectusque faciem comta texit masculum;

    Thebaea uidit turris Abimelech ferum

    ictu peremptum foeminae: ego uero haesitem, 330

    diuina uirtus uiribus mortalium

    quasi metienda sit? Opus est silentio.

    Qui distulit coepisse, nunquam perficit.

    Oz. Cessura quo tandem modo res sit, latet.

    Seu fastus instat sine durior exitus, 335

    res prorogari non potest ista[h]aec diu.

    O sancte Genitor, libera nostram fidem!

    Cha. Me spes profecto magna uincendi tenet,

    nam mulier illa rebus in cunctis grauis

    et perseuera nempe consilio, queat 340

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 31 -

    multum iuuare corde magnanimo et pio.

    Quodcumque sapiens tentet, haud cedat male. 61

    Effare, qua nos gratia accersi iubes?

    Iu. Quaenam ista mens est velle mortales Deo

    certare? Vosne limites praescribere 345

    fas est supremo Numini? O temerarii!

    Quinis diebus spondet Ozias Syris

    nos dediturum temere, si pergat sitis. (f. 326v)

    Scilicet Olympi rector adueniet, puto,

    ad praestitutum tempus inuisus quoque. 350

    Non tu profecto flectis ad clementiam,

    sed uim furoris excitas isto modo.

    Posuisse vos tempus Deo? Arbitrio geri

    divina vestro velle? Proh, magnum nefas!

    Sed enim benignus ille terrarum parens 355

    dissimulat ista, flectitur prece supplice

    ueniamque falso ac conscio ultro dat bonus.

    Quapropter alto pectoris, fratres mei,

    dolore, gemitu, voce maesta et flebili

    id nunc agamus, hoc quoque ut crimen Deus 360

    dimittat. Imploremus almam gratiam

    flectamus iram scelere nostro percitam.

    Neque enim furor diuinus ulcisci scelus

    neglexit umquam, saepe dissimulet licet.

    Cha. At tu perustas lacrymis cernis genas 365

    nec posse iam durare tanta in miseria.

    Iu. Citius putato forte subueniat Deus

    rerumque oportet illi habenas tradere, (f. 327r)

    bonitate cuius credo fidendum magis

    quo nos videtur fortius dolor angere. 370

    Non ille sane e mente deleuit sua

    sed patitur affligi suos periculo

    aeque an colamus rebus aduersis probans.

    Nec enim deos colimus Assyrios neque

    simulacra prisco more ueneramur patrum, 375

    quare luerunt digna suppliciis commissis mala.

    Nos ergo quoniam haud fuimus rei

    huius, profani nec genu diis fleximus,

    opem decet sperare Viuentis Dei

    qui sanguinem non patitur innocuum manu 380

    fundi sacrilega. Vertet in iugulum hostium

    hostile ferrum, quamque de nobis putant

    342 cedat M.; an rectius legendum cedet dubito.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 32 -

    auferre praedam, manibus istis deserent.

    Cha. Haec esse prorsus certa nequaquam ambigo,

    uerum pusillae haud facile plebi saudeas. 385

    Quae cum laborat, crimen in nos reiicit,

    impetus apud quam ratio nil quicquam valet. (f. 327v)

    Iu. At uos patres cum sitis et summi Dei

    sacri ministri, quando de vobis salus

    plebeia pendet, summa ope eniti decet 390

    auctoritate ut uestra et eloquio graui

    firmetis animos debiles, uulgus quoque

    ad spem erigatis languidum. Assidue Patrum

    suggerite quondam dura iam certamina,

    genitoris Abrahae; oboediens in memoriam 395

    reuocetur Isac, Israel, Moses, Dauid,

    et quotquot in summa Deo unquam temporis

    fuere digni. Plurimum confert spei

    quicquid profectum pectore ab amico putas,

    nam qui labores caelitum immisos manu 400

    aegre tulerunt, atque se nimium asperos

    dedere, acerbo corde tolerantes, mala

    periere poena sceleris horribili sui.

    Nos ergo, si qua patimur, haec nostris decet

    reputare culpis, illa meritis credere 405

    minora, seruos corripi, non abiici.

    Haec quoque ab amante, non ab irato Deo (f. 328r)

    existimare: cuius hic mos est uetus

    ut quo magis amet quemque, eo grauius premat.

    Nos uero amantis dona non amplectimur? 410

    Cha. Sane ista prorsum uera nec quisquam

    queat dixisse contra. Nos vides, quanto tamen

    sumus in labore. Tu ergo pro nobis pia

    Deo profunde uota et assiduas preces,

    relligio cuius grata coelicolis fuit. 415

    Iu. Si quae locuta sum superno Numini

    tribuenda sunt, sic facere quicquid molior

    Dei esse prorsus credite. Iccirco boni

    linguis fauete, ut pectus Omnipotens meum

    confirmet. Isthaec ergo sic se res habet. 420

    Sole occubante, Solis ad portam ibitis:

    cum serua ego sub id tempus eggrediar mea

    tolletis astris suppices pro me manus.

    Porro quid id sit scire uos minime uelim

    quodcumque sit, rogate ut immensus Deus 425

    spatio dierum quinque subueniat suis. (f. 328v)

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 33 -

    Oz. Ita esto. Diui coepta fortunent tua.

    Iubebo supplicationes publicas

    ferri urbe, et omnes abstinebunt interim.

    CHORUS.

    DIMETRI ANAPESTICI CUM ALIQUOT MONOMETRIS.

    Ite, ite, preces fundite sacras 430

    duplicesque manus tollite ad astra,

    genus Isacide, templa Tonantis

    tristia lacrymis ora rigantes

    petite, et superos placate pio

    munere, gemitu flectite iugi 435

    uigiles ipsas semper ad aras.

    Plus efficiet qui sibi de se

    minimum credet. Pergite cuncti,62

    uir cum iuuene, senex atque puer

    cumque innupta uirgine mater. 440

    Per quinque dies desinat infans

    ubera c[h]arae sugere matris.

    Discat Hebraeus populus Dominum

    placere sui uero holocausto [corpor]

    corporis: animi gladio stricto (f. 329r) 445

    resecare sui gaudia discat.

    O quam supero grata Tonanti

    uictima talis: quae non pecorum

    sanguine fuso sufficit aras

    neque torrendo uituli fibras 450

    sacro Superos nidore petit;

    neque fumanti thure uapores

    ad celsa effert astra Sabaeos

    sed sua iugulans crimina, mactat

    uiscera uero caesa dolore; 455

    gemitusque piae mentis odores

    gratos Diuis mittit, et animo

    ardente petit quaeritque suum

    super astra Deum.

    Quid non cogunt Superos iusti 460

    uota precantis? Quid non impetrat

    438 Ordinem versuum ad sensum mutavimus: apud M. vv. 441-442 anteponuntur prioribus vv. 439-440.

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 34 -

    pietas orans? Quos non penetrat

    caelos uirtus supplicis animi?

    Tres post annos uiderat olim

    steriles campos arere siti 465

    pater Helias: orat et aethra (f. 329v)

    deuocat alta tumidos nimbos,

    imbre cupito rigat omne solum.

    Lacrimae regis iam perituri

    imperia Dei fata minantis 470

    reuocant, uitam redimente nouam

    sole retrorsum.

    Immissa graui uulnera dextra

    in Hebraeorum gentem ingratam

    legifer aufert precibus Moses. 475

    Quoties populum delere uolens

    Deus infidum, dulcis amici

    prece placatus, ueniam mitis

    sponte dedisti, pacemque bonus?

    Vincit Acabus quoties poscit 480

    id Helisaeus: uincitur idem

    quando Propheta est certa uoluntas.

    Nempe uideris, Deus alme, tuis

    nihil omnino posse negare:

    Adeone tibi pia uota placent? 485

    Ergo et uiduae lacrimas nostrae

    aspice summi Rector Olympi. (f. 330r)

    Casta pudorem tibi conseruat

    sobria sanctos macerat artus

    gaudetque sacra relligione. 490

    Nunc pro patria uota precantis

    suscipe clemens.

    Fiderit armis quicunque uolet,

    petat horrendo proelia ferro

    numerosa ferens agmina, certus 495

    Marte triumphos sibi promitat.

    Ego pro galea spem mihi sumam;

    tibi ero supplex, Deus alme, uelim,

    quoties gladium stringere in hostem63

    fretusque tuo numine pergam. 500

    499 stringeri M. u. u.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 35 -

    Excipit ictus omnes clipeus

    iste libenter.

    Cum dolet ultro crimina populus

    ultroque suos deprimit artus,

    si Deus adsit, puer in Goliam 505

    rusticus ibit, funda gigantem

    sternet inermis. Si Deus adsit,

    Jonathas solus petet ingentes (f. 330v)

    cuneos fidens Allophilorum

    uincetque canens, scit quoque paucis 510

    sternere multos Deus Omnipotens,

    uigil ex alto. Speculare, Syon,

    tuus an tibi sit rex iratus,

    crimina defle, clama, exclama

    aderit prorsus Deus ille tuus 515

    dulcis amator.

    DIMETRI IAMBICI CATALECTICI.

    Si tu faues supernae

    regnator altus aulae,

    per feminam impotentem

    credam phalangas hostis 520

    currusque et arma uinci.

    Scelus suum dolenti

    benignus Isr[r]aeli

    vatem sacram dedisti,

    per quam tuos regebas 525

    cum Barachus hostes

    prostrauit uniuersos.

    Matrona sancta Iudith,

    decus domus Hebraeae (f. 331r)

    nobis salus sit oro 530

    si tu benignus adsis

    quocunque tutus ibo

    nil usque pertimescam.

    (ex f. 354v)

    CORO EN EL ACTO SEGUNDO.

    Quin mis gemidos tanto

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 36 -

    levantar que vuelen sobre el viento, 535

    quin subir mi llanto

    que pase el firmamento,

    Dios soberano, y llegue a tu aposento?

    Que aunque nuestros pecados

    cerraron como nubes tu clemencia 540

    los clamores alzados

    de triste penitencia

    en tu luz no hallaran resistencia.

    Pecamos, Dios, pecamos

    si a tu bondad hicimos grave ofensa 545

    qu quieres que hagamos?

    Por eso es ella immensa

    porque con pecadores se dispensa.

    (f. 354v)

    Dulate nuestro duelo

    y pnete Dios nuestra pena 550

    pues es nuestro consuelo

    que de mano tan buena

    como la tuya todo bien se ordena.

    En ti est la victoria 555

    venza tu poderosa diestra, venza,

    tuya sera la gloria

    y ma la vergenza

    que de mi culpa tu favor comienza.

    ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)

    (INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)

    (ex f. 351r)

    Habiendo a Dios con lgrimas orado 560

    gran rato, Judith sale muy compuesta

    de extrao arreo, va su duea al lado

    la provisin lleuando a punto puesta.

    Las guardas dan el paso concertado.

    Admrales belleza tan honesta, 565

    pasado el monte a tiempo bien temprano

    las espas asirias le echan mano.

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 37 -

    Mas puesta ante Holofernes, de tal suerte

    agrada su hermosura y gentileza

    que en aficin muy loca le convierte 570

    por lindo estilo su habla le endereza.

    Venida dice ser a que concierte

    cmo sus enemigos Dios le ofreza.

    Creyendo esto el asirio muy contento

    le manda hacer solemne tratamiento. 575

    (f. 331r)

    ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)

    IUDITHIS, FAMULA, OZIAS, , CHORUS.

    ANAPESTI ET IAMBI.

    Iu. Huc, serua domo prodito foras

    et me propero comitare gradu

    haec quae dixi tecum asportans.

    Fa. Propero. Sed quid hera molitur

    egressa domo nocte silenti? 580

    Iu. Ocius exi, mox cognosces,

    tu modo quaqua pergam sequere

    neque diuertens lumina quoquam

    nec solito hominem more salutans

    obuia quidquid videris usquam. 585

    Fa. Sequor, ac prorsus muta silesco.

    Igni geminis cornibus imples (f. 331v)

    resplendentis Phoebes orbem,

    quae noctiuago curru inuehitur

    nunc et tacito regit incessu 590

    alta iugales. O magne parens,

    huc dexter ades dominaeque meae

    omine fausto dirige gressus.

    Iu. Per opaca urbis loca progressae,

    prope ad excubias uenimus ipsas. 595

    Per pomaria cerno vigiles

    procul ad muros taedarum ignes,

    miseri seruant obsidione

    fessi longa murorum aditus.

    Nunc age populi Deus Hebraei 600

    mihi fer vires, nil foemineum

  • Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.

    - 38 -

    quidquam audenti, cadat infestus

    caede tyrannus merita affectus.

    Tacito portas superare gradu

    datur. Hac nobis iter est, famula. 605

    Cha. Quaenam venire ad militum custodias

    est ausa mulier, nocte sub opaca ambulans?

    Oz. Atque ecce Iudith ipsa; quam sane aduenit

    speciosa, quantus ore et ornatu decor! (f. 332r)

    Fa. Visae sumus. Iu. Tu perge, nec uerbum amplius. 610

    Oz. Quae forma, qui uultus honos, quae corporis

    habitudo! Prorsus nequeo quod sentio loqui:

    sinitote abire liberam quoquo uelit.

    Regnator ille summus aspiret tibi

    uirtute firmans atque consilium tuum 615

    felicitans, quo glorientur pulchrius

    Solymae triumpho foeminae cuius quoque

    nomen perenne et fama facti fulgeat.

    Ch. Fiat, fiat, dicimus omnes.

    CHORUS.

    CHORIAMBICI SIVE GLYCONI.

    Ch. Perge felici omine 620

    quae uirum mulier petis

    blanda sit pedibus uia

    spina nec pungat pedem

    nec petra offendat tuum.

    Faustus ingressus tibi 625

    exitus tristis Syris.

    Quidquid ex animo cupis

    prorsus eueniet tibi,

    perge seruatrix mea,

    perge felici omine. (f. 332v) 630

    Qualis aurato micans

    surgit aurora in t[h]oro

    cum comas rutilum iubar

    luteumque ambit caput,

    datque laetitiam orbi 635

    pellit et tenebras polo,

    sic feret miseris opem

    atque Betulis dabit

  • La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica

    - 39 -

    hoste deuicto, bonum

    pacis inclita Judith. 640

    Euge candidior niue

    pulchrior uerna rosa,

    Cynthiae uincens iubar

    melle tu mihi dulcior

    et mero quoque fortior. 645

    Affer Assyrio duci

    intimam uictrix luem.

    (ACTVS TERTIVS. ESCENA SEGUNDA.)

    EXPLORATORES, IVDIT

    Porro cacumen montis huiusce arduum