km85

Upload: uriel-perez

Post on 08-Jan-2016

7 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Excelente revista de temas sobre el Centro Histórico de México

TRANSCRIPT

  • kilmetro cero. NoticiAS Del ceNtro HiStrico De lA ciUDAD De mXico Agosto 2015 / No. 85

    Por PAtriciA rUVAlcABA

    Pasa a la Pgina 3

    DiStriBUciN grAtUitA

    de revillagigedo

    En la segunda mitad del siglo XVIII, la Ciudad de Mxico experiment una verdadera metamorfosis: entr a la modernidad. Si a mediados de la centuria tena un rostro y un funcionamiento un tanto medievales, en el umbral del siglo XIX era ms neoclsica, civil y regulada, muy parecida a las capitales europeas modernas.

    La conversin fue un proyecto impuesto por la monarqua ilustrada, y fue acelerado durante el mandato virreinal de Juan Vicente de Gemes Pacheco y Padilla, segundo conde de Revillagigedo (1789-1794), un hombre pragmti-co, acucioso, austero, autoritario e incansable. En poco ms de cuatro aos, y apoyado en una especie de dream team ilustrado ingenieros, arquitectos, cientficos, militares, tcnicos y otros-, Revillagigedo cambi la morfologa de la ciudad y los modos de usarla.

    grABADo De 1793 qUe mUeStrA lA PlAzA mAyor DeSPUS De lA reformA ArqUitectNicA y De USo De SUelo orDeNADA Por el SegUNDo coNDe De reVillAgigeDo.

    Tom

    ada

    de

    edu

    ard

    o m

    aTo

    s m

    oc

    Tezu

    ma

    y Le

    on

    ard

    o L

    p

    ez L

    uj

    n, e

    scu

    LTu

    ra

    mo

    nu

    men

    TaL

    mex

    ica,

    Fc

    e, m

    xic

    o, 2

    009.

    Se inyect movimiento en las calles; se confiri un simbolismo nuevo al Centro, en especial a la Plaza Mayor; se crearon espacios pblicos agradables y limpios; se dise un primer plan maestro para reordenar la urbe y darle otras centralidades, y se intent educar a los habitantes en lo que hoy llamamos ci-vilidad.

    En esta entrega, km. cero revisa parte del legado de Revillagigedo, consi-derado un funcionario pblico modelo de la poca ilustrada. Su huella est presente en edificios como La Ciudadela, en la fachada posterior de Palacio Nacional y en su jardn botnico. Tambin, en elementos urbanos como las banquetas, las caeras y el alumbrado pblico, e incluso en el retintn de la campana que anuncia al camin recolector de basura, y la costumbre de guar-dar en casa los desechos hasta que suene esa campana.

    www.gUiADelceNtroHiStorico.mX

    P. 14

    el comPlot moNgol eN SAN JerNimo

    UNA crNicA PerPetUAmUJereS

    De lA merceDP. 8 P. 10

  • 2 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    eD i tor i A l

    rEvillagigEdo y El Espacio pblico

    km.cero se reparte en bicicleta

    www.cicloSmeNSAJeroS.com telfoNo: 5516 3984

    De loS lectoreS

    km. cero publicacin mensual editada por el fideicomiso centro histrico de la ciudad de mxico. sandra ortega directora / patricia ruvalcaba y sandra ortega editoras responsables / roberto marmolejo y patricia ruvalcaba reporteros roberto marmolejo no te pierdas liliana contreras coordinacin de fotgrafos / igloo diseo y formacin / eikon fotografa nuria fernndez meza correccin de estilo y apoyo a la investigacin / omar aguilar y rafael facio apoyo a la edicin impresin: comisa, gral. victoriano zepeda 22, col. observatorio, c.p. 11840, www.centrohistorico.df.gobredaccin: repblica de brasil 74, 2o piso, plaza de sta. catarina, colonia centro. mxico, d.f. telfono 5709-8005, 6974, 8115 o 9664. [email protected] nmero de certificado de reserva otorgado por el instituto nacional de los derechos de autor: 04-2008-063030300-0 Certificado de licitud de contenido: No. 11716, Certificado de licitud de ttulo: No. 14143.

    a menudo, cuando se habla o se lee sobre la evolucin urbanstica y ar-quitectnica del Centro Histrico, o sobre la administracin pblica virreinal o el Virreinato en general, o bien sobre la forma en que la Ilus-tracin se aclimat en la Ciudad de Mxico, un nombre sale a relucir. Es casi un clich decir: en tiempos del virrey Revillagigedo, en referencia a la gestin de Juan Vicente de Gemes Pacheco y Padilla, segundo conde de Revillagigedo (1789-1794) no confundirlo con su padre, Juan Francisco de Gemes y Horcasi-tas, quien tambin fue virrey de Nueva Espaa en el periodo 1746-1755.

    No es para menos. En esta entrega de km. cero nos asomamos a slo un aspec-to de la impresionante gestin de Revillagigedo: las reformas con que cambi la morfologa y el uso del espacio pblico en la metrpoli preferida de la casa Bor-bn. En el Centro y en la vida urbana en general podemos encontrar rastros de su actuacin. No dejan de asombrar, tampoco, la enorme capacidad intelec-tual y de trabajo, as como las manas de este excepcional personaje.

    Como todas las grandes historias, sta tiene claroscuros. Si bien Revillagige-do y sus colaboradores persiguieron como ideal una ciudad moderna, gil, que propiciara el movimiento de personas, bienes, mercancas, as como del aire y del agua; avanzaron en la secularizacin del espacio pblico y lo dotaron de smbolos civiles, y acompaaron la efervescencia cientfica del momento y contribuyeron a iluminar a los sbditos mediante una educacin pblica ms rica Tambin es cierto que aquellas decisiones se tomaron al otro lado del Atlntico y se impusie-ron de la manera desptica que caracteriz a esa era, ignorando el parecer de los involucrados. Las medidas afectaron sobre todo a los ms desfavorecidos.

    Los ilustrados comprendieron el valor del espacio pblico civil, sin in-fluencias religiosas, para el esparcimiento, la contemplacin y la fiesta, pero reservaron su disfrute y el de los derechos concomitantes a las clases privilegia-das. Uno de los efectos de la visin higienista ilustrada no solo en Nueva Espa-a fue la de acentuar las diferencias entre las clases sociales.

    El Centro Histrico actual, para nuestro mayor disfrute y aprendizaje, es el sitio ms diverso del pas. Esa diversidad e intensidad son, justamente, lo que ha estimulado durante su carrera al fotgrafo Francisco Mata Rosas, quien muestra parte de su trabajo reciente en el Centro, en las pginas centrales de este nmero.

    Dos experiencias femeninas ocupan otras pginas. Por un lado, la de varias vendedoras de La Merced, mujeres que en la brega cotidiana de la vendimia han encontrado identidad y fortalezas. Por otro, la de cuatro jvenes artistas que, con motivo del centenario del natalicio del escritor Rafael Bernal, realizaron sendos murales en torno a la novela ms emblemtica de Bernal, El complot mongol.

    En la seccin Ciudadano del Centro, tratamos un problema con el que lidia-ron tanto el virrey Revillagigedo como sus predecesores ilustrados, y quienes le han seguido en la gestin de la urbe: el manejo de la basura. No dejaremos de insistir: todos tenemos algo que ver. No hay presupuesto gubernamental que al-cance para mantener limpia la ciudad, sin la cooperacin de los ciudadanos. La seccin ofrece sencillos consejos sobre cmo colaborar.

    De JoAqUN ocAmPo:

    Estimadas Sandra Ortega y Patricia Ruvalcaba: En primer lugar quiero feli-citar a ustedes, a su equipo de trabajo, y desde luego al Fideicomiso Centro Histrico de la Ciudad de Mxico por la edicin de km. cero, hoy por hoy una revista indispensable no slo para los capitalinos, sino para cualquier mexicano que se precie de amar a su pas. Quiero saber si es posible suscri-birse, porque no siempre se consigue en las dependencias del Centro Hist-rico. Agradeciendo su amable atencin, les reitero mi reconocimiento.

    eStimADo JoAqUN ocAmPo:

    Muchas gracias por escribirnos. km. cero no tiene suscripciones pero po-dr conseguirlo con seguridad en las oficinas del Fideicomiso, en Repblica de Brasil 74, Plaza de Santa Catarina, o en las de la Autoridad del Centro His-trico en Repblica de Argentina esquina Donceles, en horarios de oficina.

    De JeSS gUillermo mArN lVArez:

    Soy encargado en fin de semana de un centro escolar dentro del Reclusorio Norte; nuestros internos disfrutan de gran manera su revista, por eso hago extensas nuestras felicitaciones a su peridico, que leemos cada mes. En el reportaje de junio (sobre el Archivo General de la Nacin) solo les falt mencionar a un personaje, Efran Alcaraz Montes de Oca alias El Carrizo. Fue ladrn de varios presidentes de este pas y personalidades, y distingui-do husped del Palacio Negro y de otras crceles del pas, de las cuales se fug en varias ocasiones.

    eStimADo JeSS mArN:

    Muchas gracias por escribirnos. Nos resulta muy estimulante saber que km. cero llega al Reclusorio Norte y es una lectura agradable para algunos internos.

    formA PArte De NUeStrA comUNiDAD

    tw: @kmcerotUiteAfB: km.ceroNoticiASDelceNtroHiStorico

    No dejes de escribirnos a:[email protected]

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 3

    lA PlAzA mAyor ANteS De Ser reformADA. reVillAgigeDo SUPrimi lA PicotA y lA HorcA y, coN ello, lAS eJecUcioNeS PBlicAS eN eSe lUgAr.

    imag

    en: T

    om

    ada

    de

    exc

    Lsi

    or

    , mx

    ico

    en

    eL

    Tiem

    po

    , pu

    bLi

    cac

    ion

    es e

    xcL

    sio

    r, m

    xic

    o, 1

    945.

    el AmBicioSo Proyecto ilUStrADo PArA lA ciUDAD De mXico PreteNDA creAr

    UN grAN eSceNArio y UNoS ActoreS AcorDeS coN l.

    cAmBio De PArADigmA

    Desde fines del siglo XVII y durante el XVIII, un alud de descubrimientos cientficos en disciplinas como geologa, botnica, astronoma, etnografa y arqueologa, socavaron la credibilidad del pensamiento catlico como explicacin del mundo.

    El pensamiento racional y mecanicista permiti ver, por ejemplo, las erup-ciones volcnicas ya no como un castigo divino, sino como un fenmeno regido por fuerzas naturales.

    En lo social, aparecieron la nocin de Estado laico cuyas funciones que-daban claramente separadas de la esfera religiosa y de individuo. El bienestar del individuo estaba en manos de un Estado que lo dirigiera correctamente, lo educara lo iluminara y cuidara de su salud. En el arte, se revaloraron los cnones clsicos y surgi el Neoclasiscismo.

    Esas ideas se consolidaron en Francia como un movimiento intelectual llama-do Ilustracin (o Iluminismo), y se propagaron por Europa en la segunda mitad del siglo XVIII. Fueron el cimiento intelectual para el desarrollo del capitalismo.

    lAS reformAS y lA UtoPA UrBANA

    La Ciudad de Mxico, las ms poblada y rica metrpoli en las posesiones america-nas, fue la primera en experimentar las reformas borbnicas, la forma espaola que tomaron las ideas de la Ilustracin en materia de gobierno.

    De hecho, la ciudad fue una especie de laboratorio para el ambicioso pro-yecto ilustrado que pretenda crear un gran escenario y unos actores acordes con l, fue casi una utopa, explica el investigador Enrique Ayala Alonso en Arquitectura y urbanismo virreinal.

    Desde antes de la aplicacin oficial de las reformas, la ciudad haba sido obje-to de intervenciones de corte ilustrado, bajo las premisas de movimiento, orden, simetra e higiene.

    El virrey conde de Fuenclara (1742-1746) public en 1743 un bando que con-verta en permanentes varias medidas higienistas que hasta entonces slo se to-maban en momentos de contingencia como epidemias, inundaciones, grandes procesiones, etctera, informa Esteban Snchez de Tagle en El inicio de la refor-ma borbnica en la Ciudad de Mxico.

    Fuenclara dividi la ciudad en cuarteles una jurisdiccin civil, ya no parro-quial para facilitar el servicio de limpieza, el cual sera adjudicado a asentistas (concesionado). Quitar muladares, nivelar y empedrar calles, y cubrir los albaa-les domsticos que desaguaban enmedio del arroyo, fueron otras medidas.

    La nivelacin estableci por primera vez la lgica de la calle. Es decir, si antes las casas los particulares le imponan sus albaales y hundimientos

    a los transentes, ahora se impona la calle como bien comn, como elemento necesario para el funcionamiento diario de la ciudad y, por lo tanto, bajo ordena-mientos de la autoridad.

    La aplicacin del bando de Fuenclara fue limitada, pero de acuerdo con Snchez de Tagle, ya mostraba los componentes que caracterizaron al periodo ilustrado.

    En las dcadas siguientes, se intent ampliar ese tipo de intervenciones, pero haba avances y retrocesos, ya por falta de recursos, tiempo, o por indiferencia de los funcionarios menores y de la gente.

    Como muchas veces se oblig a los particulares o corporaciones los conven-tos, por ejemplo a costearlas, y como ellos no vean los beneficios, pues no se les explicaban, la resistencia a colaborar fue una constante. Ante el argumento de por qu hemos de cambiar si siempre lo hemos hecho as?, la autoridad debi recurrir cada vez con ms frecuencia a la imposicin y al uso de la fuerza.

    Sin embargo, se avanz en la secularizacin del espacio pblico. En la Alame-da, sucesivamente, se hicieron calzadas, se suprimi el quemadero de la Inquisi-cin, se ampli, se adorn con esculturas de temas grecolatinos y fue bardeada.

    reVillAgigeDo eNtrA eN AcciN

    Al asumir el cargo de virrey de Nueva Espaa, el segundo conde de Revillagigedo, a diferencia de sus predecesores, encontr una administracin virreinal ya dividida en in-tendencias con funcionarios leales a la corona y con un ejrcito, lo que le permiti imponer su programa con mayor eficacia.

    La ciudad, como la haba descrito un visitador, pareca un pavo real: el cuerpo era espacioso y lindo, pero los pies de una fealdad disonante. La bella traza, la rectitud de las

    la rEvolUciN UrbaNa dE rEvillagigEdo

  • 4 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    calles y los imponentes edificios, contrastaban el lamentable estado de los pisos, la suciedad, la oscu-ridad y la peligrosidad.

    El Palacio Virreinal, para empezar, estaba pa-tas arriba: era una suer-te de gigantesco patio de vecindad. Por increble que parezca, las oficinas de gobierno convivan con bodegas de fruta, con fondas, panaderas, almuerceras, expendios de pulque y hasta un bi-llar!, segn el cronista Francisco Sedano, citado por su colega Hctor de Maulen en La cara ocul-ta del Palacio Nacional.

    Borrachos, indigentes y vagos lperos, se lla-maba a muchos de ellos, solan quedarse a dormir en los corredores bajos del palacio y en la noche, atradas por los soldados de la guardia, las prostitu-tas llegaban a oficiar.

    Inmediatamente, el virrey orden a Francisco Antonio Guerrero y Torres una inspeccin, informe y propuesta de remodelacin; el mismo arquitecto se encar-g de las numerosas reparaciones internas el edificio no haba sido objeto de obras mayores en un siglo. Un ao despus, el Palacio era otro.

    El ingeniero militar Miguel Constanz, que sirvi al reformismo borbnico de 1764 a 1814 trabaj para tres reyes y 17 virreyes fue el encargado de darle dignidad al exterior del recinto. Un fragmento de aquel trabajo es, de hecho, la fachada ms antigua del Palacio Nacional (1789); da a Correo Mayor y correspon-de a lo que fue la Casa de Moneda. Conocida como fachada Constanz, luce singulares altorrelieves: unos niitos parecen jugar con instrumentos para la fundicin de metales y la acuacin de monedas.

    La fachada principal del Palacio fue reparada, pintando los balcones y el zoclo con pintura al leo y se aadieron seis garitas o casetas de vigilancia, diseo de Constanz, las cuales sobrevivieron hasta 1840. Esto, segn la pgina electrnico del Palacio Nacional.

    SimBoliSmo ciVil PArA PlAzA mAyor

    En un informe de 1796, en el que defenda a Revillagigedo de sus crticos, Cons-

    tanz hace un balance del tipo antes y despus. Aunque no es parcial, pues tambin defiende su pro-pio trabajo, concuerda en general con las impresio-nes registradas por otros observadores.

    Constanz asegura que antes de Revillagigedo, las calles de la ciudad, no se barran, estaban casi siempre descuidadas y sucias, arrojbanse a ellas las basuras e inmundicias de las casas a todas horas del da, no haba quien pudiese tolerar, sin violen-cia el hedor y fetidez que exhalaban, dificultbase el trnsito de ellas, parti-cularmente en tiempos de lluvia, por entre montones de basura y charcos de in-mundicia, de suerte que una persona decentemen-te vestida no poda andar a pie una sola cuadra de las calles principales, sin ex-ponerse a ver sus vestidos

    y calzado manchados o salpicados por las caballeras, recuas y carruajes, con un lodo pestilente y asqueroso.

    Para Constanz el lugar ms incmodo para el trnsito, el ms molesto y ms inmundo de la ciudad, era sin duda la Plaza Mayor.

    Tambin era el ms profanado, pues a pesar de ser sitio de paso de virreyes y magistrados, funcionarios y jerarcas eclesisticos, y donde se reuna la sociedad novohispana durante numerosas celebraciones, all Veanse a todas las horas del da y de la noche, a lo largo del atrio de la catedral, hombres y mujeres sin rubor ni vergenza, en la indecente postura de exonerar el vientre, es decir, de defecar.

    Corriendo sobre la fachada del Real Palacio, en la parte correspondiente a la crcel de la Corte y con inmediacin a la puerta de sta, se vea un cao lleno de inmundicia que sala de las letrinas de los presos; el mercado situado enfrente del Palacio era sitio de infeccin y verdadero muladar.

    A la pila de la plaza ocurran todos a sacar agua, a lavar carne, vasijas y trapos sucios. All lavaban tambin sus manos, cabezas y cuanto queran. Los aguado-res tomaban de all el agua puerca, venenosa y ptrida que despus entregaran en las casas.

    lA AlAmeDA reformADA BAJo loS cNoNeS ilUStrADoS, eN 1775.

    imag

    en: T

    om

    ada

    de

    aLam

    eda:

    vis

    in

    his

    Tr

    ica

    y es

    TTi

    ca

    de

    La a

    Lam

    eda

    de

    La c

    iud

    ad d

    e m

    xic

    o,

    Lan

    du

    cc

    i ed

    iTo

    res

    -in

    ba,

    mx

    ico

    , 200

    1.aunque con algo de rezago, el imperio espaol adopt el pensamiento ilus-trado. a mediados del siglo Xviii, la monarqua, en manos de la casa Borbn, aplic un conjunto de medidas conocidas como reformas borbnicas pri-mero en espaa y luego en amrica.

    era necesario remodelar las administraciones, estancadas por la corrup-cin y la indolencia, para poder actualizar los procesos industriales y el flujo comercial.

    en nueva espaa, las reformas buscaron recobrar el control de la econo-ma, cedido en buena medida a la iglesia y a numerosas corporaciones, au-mentar la recaudacin fiscal, y poner un alto a los criollos con algn poder, que desafiaban a la corona.

    en 1765 lleg Jos glvez con el mandato real de hacer una inspeccin y un informe sobre el estado general del virreinato. a partir de esa visita, progresivamente, se coloc en la alta y la media burocracia slo a peninsu-lares, dejando fuera a los criollos; se levantaron censos y anlisis de las reas productivas y de las corporaciones, para restructurarlas y hacerlas ms efi-cientes; se cerraron las fugas de impuestos, y se crearon impuestos nuevos.

    la corona, adems, monopoliz la produccin y distribucin de los ru-bros ms redituables, como el tabaco o los naipes.

    al principio las reformas se aplicaron poco a poco, pues hubo muchas resistencias. Pero conforme avanz el siglo, la monarqua fue dando ma-notazos. Un ejemplo es la expulsin de la Compaa de Jess de todas las posesiones del reino, en 1767, por oponerse a las reformas. la medida caus rebeliones, as que tambin se cre un ejrcito algo que que antes no exis-ta para contener a los inconformes.

    Para varios historiadores, las reformas borbnicas fueron uno de los de-tonantes del proceso de independencia, debido a la gran irritacin social que provocaron. aunque algunas eran convenientes para los gobernados, la monarqua las impuso sin considerar los intereses, tradiciones y costumbres que estaban afectando.

    lA NUeVA eSPAA ilUStrADA

    el HAciNAmieNto cArActerStico De lA PlAzA mAyor, A lA USANzA BArrocA, eN 1769.

    imag

    en: L

    a p

    Laza

    may

    or

    de

    mx

    ico

    en

    eL

    sig

    Lo x

    viii.

    j. a

    nTo

    nio

    pr

    ado

    . 176

    9. c

    or

    Tes

    a d

    eL m

    use

    o n

    acio

    naL

    de

    his

    Tor

    ia.

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 5

    DeSDe 1743, lA ciUDAD fUe oBJeto De iNterVeNcioNeS De corte ilUStrADo,

    BAJo lAS PremiSAS De moVimieNto, orDeN, SimetrA e HigieNe.

    Entre la pila y las letrinas pblicas estaba la horca. En ese ambiente, la ple-be preparaba sus almuerzos y sus comidas; se beba, ms o menos disimulada-mente, el aguardiente, el pulque y vinos usuales en el pas, se jugaban juegos de azar y apuesta, haba desnudeces y obscenidades, as como rias y penden-cias, con la consecuente intervencin de la tropa para sosegarlas.

    A la oracin de la noche venan a la ciudad, como lugar de su querencia, un sin nmero de vacas y bueyes hambrientos, a buscar el sustento que les negaban sus amos entre las basuras de los mercados y calles, as como multitud de pe-rros que no tenan dueo. Otro tanto ocurra en el mercado de El Volador, a unos metros de all, donde actualmente se encuentra la Suprema Corte de Justicia de la Nacin.

    Las acequias descubiertas () eran otra causa de la infeccin del aire que se respiraba en Mxico.

    El testimonio de Constanz sigue as. Luego, enumera las obras realizadas para remediar ese estado de cosas.

    La Plaza Mayor se despej de los tinglados, sombrajes y dems in-decentsimos objetos que le afeaba (sic), retirando de all el mercado y repartiendo en las plazas menores a los vendedores de vituallas, efec-tos comestibles y otros. Ensegui-da se iniciaron obras para rebajar el piso en las partes convenien-tes, construir atarjeas para su desage, banquetas en todas las aceras esta vez, banquetas en-lozadas o anditos y alrededor de la Plaza de armas guarnecidas con postes grandes y chicos.

    Fue durante esos trabajos, en 1790, cuando se hallaron en el subsuelo la Piedra del Sol y la Coatlicue, lo que estimul los es-tudios arqueolgicos, ya de por s en boga.

    En los cuatro ngulos de la pla-za se construyeron vistosas fuen-tes () con sus respectivas llaves,

    sin desperdicio y con aseo; para ello fue necesario instalar ramales de caera de plomo, as como un ramal nuevo para abastecer al Palacio.

    Los mercados del El Parin (en la Plaza Mayor) y el de la Plazuela de El Vola-dor fueron reordenados, y se crearon otros tres en las plazuelas del Factor, de Santa Catarina y de Jess Nazareno.

    Para hacer la plaza ms espaciosa, se elimin la cerca del atrio de la Catedral, y el cementerio del Sagrario se traslad a la iglesia de San Pedro y San Pablo.

    Un grabado de 1793 muestra cmo qued la Plaza Mayor, una vez hermo-seada por Revillagigedo: limpia, ordenada, sin vendedores ni animales a la vista.

    Entre 1788 y 1789 estuvo en la Plaza una escultura ecuestre de madera de Carlos IV; la plaza sera remodelada nuevamente en 1796 con una balaustrada oval y finas puertas de herrera, y en 1803 recibira la estatua de bronce de Manuel Tols, tambin dedicada a Carlos IV.

    Con todas esas obras, de ser un sitio bsicamente funcional, (la Plaza Mayor) adquiri una impronta simblica y esttica, y se convirti en el centro mismo de la ciudad, indica Ayala Alonso.

    SiN PoBreS, SiN BASUrA y SiN PerroS

    Una de las medidas de Revillagigedo ms aplaudidas es la regularizacin del sis-tema de limpia. A las siete de la maana, indica Constanz, circulaban los carros por todas partes avisando al pblico al toque de una campanilla para que los vecinos entreguen las basuras de las casas y juntas con las de la calle que en la misma hora se barren y riegan, las extraen al campo los carretoneros y las tiran en determinados sitios.

    A la oracin de la noche salen de la misma suerte otros carros (tambin con campanilla) para que de las casas donde no hay letrinas saquen las inmundicias que se extraen de la ciudad y se entierran en partes donde no puedan causar ni molestia ni dao.

    A esa misma hora se encendan los faroles, distribuidos alternadamente en ambas aceras de las calles, () fijos en pescantes de hierro que sobresalen como tres varas de las paredes, y dentro de un breve rato se ve toda la ciudad perfec-tamente iluminada. El virrey haba inaugurado el 4 de abril de 1790 mil 128 faroles de vidrio con lmparas de hoja de lata.

    Los guardas destinados a los faroles (los serenos) tienen tambin el de celar el buen orden y, a este fin armados con chuzos () conducen a los inquietos a la crcel o al cuerpo de guardia ms inmediato, adems de acudir prontamente si son llamados tan a traer al confesor, mdico, cirujano o partera, segn lo requiere el caso.

    Esos mismos agentes fueron los encargados de realizar, a fines de 1790, el primer exterminio sistemtico de pe-rros vagabundos () Ms de 20,000 perros fueron extermi-nados en plena calle por los guardias nocturnos a lo largo de casi dos aos, segn Arnaud Exbalin Oberto, en Perros asesinos y matanzas de perros en la Ciudad de Mxico (si-glos XXI-XVIII).

    Tambin se hicieron seis calzadas, entre ellas la de Re-villagigedo de San Pablo a la garita de La Viga, se ade-rez el camino hacia San Agustn de las Cuevas (Tlalpan), cuyas calles principales fueron empedradas.

    el PASeo De lA VigA, remoDelADo Por reVillAgigeDo, AlcANz SU APogeo eN el Siglo XiX. PlAzAS y PASeoS fUeroN elemeNtoS UrBANoS releVANteS PArA loS ilUStrADoS.

    imag

    en: T

    om

    ada

    de

    ww

    w.b

    arr

    iod

    eTu

    LTen

    co

    .bLo

    gsp

    oT.

    co

    mTi

    po

    s p

    op

    uLa

    res

    To

    mad

    os

    de

    cLa

    ud

    io L

    inaT

    i, Tr

    ajes

    civ

    iLes

    , miL

    iTar

    es y

    reL

    igio

    sos

    de

    mx

    ico

    (182

    8), i

    ie-u

    nam

    , mx

    ico

    195

    6.

  • 6 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    Los paseos vespertinos por la Alameda, el de Bucareli, y otros y de fin de semana, fueron fomentados por los ilustrados como un modo de acercar a la gente a la naturaleza y al aire puro. El Paseo de la Viga por el canal homni-mo floreci tras el remozamiento que orden Revillagigedo.

    Sin embargo, el proyecto higienista ilustrado ahond las diferencias sociales. Numerosas ordenanzas fueron restringiendo la presencia de vagos, mendigos y otros menesterosos en la va pblica; para eso haba sido bardeada la Alameda. En 1789, escandalizados por la vestimenta de los indios de los gremios de carga-dores, albailes, remeros, carnizeros y aguadores, se les orden presentarse en la fiesta de Corpus Christi con medias, zapatos, armador, calzones, chupa y capote decente, aliados y con la cabeza descubierta, sin llevar pao, montera o birrete en ella, cita el historiador Serge Gruzinski. Muchas de sus fiestas fueron supri-midas de los atrios y las calles. Las lites novohispanas, cada vez ms ostenosas, usaban los paseos y el espacio pblico para mostrar sus riquezas y entretenerse.

    Los pobres dejaban de ser bien vistos en los sitios pblicos, donde siempre haban convivido las otras clases.

    ciVil coNtrA religioSo

    Siguiendo el eje secularizador del proyecto ilustrado, los monumentos y edificios civiles, as como las plazas, se haban inscrito en una especie de competencia o de disputa con los templos y conventos, por convertirse en referentes urbanos.

    Instituciones educativas de niveles diversos venan alimentando la utopa ilustrada, ya con sus edificios, que mostraban el paso del barroco en ese con-siderado de mal gusto al neoclsico, ya por su funcin propagadora de las ideas iluministas.

    Entre ellas, el colegio de San Ignacio de Loyola o de las Vizcanas (1767), la Real Escuela de Ciruga (1770), la Academia de San Carlos (fundada en 1781) y el Jardn Botnico.

    El movimiento ilustrado tanto el oficial, como el privado confront la mentalidad escolstica de la Iglesia en otros terrenos. En las ltimas tres dcadas del siglo XVIII la ciudad vivi una efervescencia cultural no vista antes: las fun-ciones de pera, ballet y teatro se hicieron comunes, as como los bailes de saln.

    La mayora de la poblacin era analfabeta, pero los pe-ridicos se lean en voz alta, lo que facilit la difusin de las novedades literarias, filosficas y cientficas. A los entrete-nimientos de siempre se aadieron los Ruidos pblicos: demostraciones y exposiciones organizadas por socieda-des o gabinetes cientficos, o por las nacientes academias. Para cuando Revillagigedo inici su gestin, los ascensos en globos aerostticos llevaban cinco aos realizndose.

    La Academia de San Carlos tuvo un papel muy signifi-cativo en el perido de Revillagigedo. Encargada, por orden

    de la corona espaola, de formar y certificar a arquitectos, pintores y escultores, tambin tena la misin de implan-tar el estilo neoclsico y cerrarle el paso al barroco con-siderado de mal gusto. Esto, justo cuando el orgulloso barroco novohispano alcanzaba su clmax en el ltimo tercio del siglo XVIII.

    El empeoso virrey reclut a los mejores artistas aca-dmicos, como Ignacio de Castera, Jos Damin Ortiz de Castro, Guerrero y Torres, Constanz y el propio Tols, quien lleg de Espaa en 1792.

    En 1791, la Academia se instal en su sede actual (la fachada es del siglo XIX), se terminaron las torres de la Ca-tedral (1786-1791) y se emprendi la remodelacin de la fachada y de la cpula.

    Asimismo, se reactiv la construccin de la Real F-brica de Tabacos actualmente, La Ciudadela, iniciada en 1776 con diseo de Antonio Velzquez Gonzlez, pero suspendida por falta de recursos. Constanz se hizo cargo del proyecto en 1793, aunque entre nuevas supensiones, se termin hasta 1807. Con una superficie de 298 mil m2, sera el primer complejo industrial moderno con 12 fuentes, 17 patios, habitaciones, almacenes y otras depen-dencias, llegara a tener siete mil empleados, y fue uno de los primeros inmuebles totalmente neoclsicos.

    UN SUeo cUADrADo

    Revillagigedo tambin emprendi el cegamiento de cana-les que se consideraban inservibles y contaminantes, as como el reordenamiento de las acequias principales, y una gigantesca obra de lo que hoy llamamos drenaje, para se-parar las aguas negras y sacarlas de la ciudad. La obra fue

    objeto de polmica, pues dio resultados variables, pero era de alto grado de com-plejidad, considerando que el suelo era blando, el sistema hidrulico estaba par-cialmente destruido y las inundaciones no faltaban.

    El primer plan maestro regulador de la ciudad se inici en 1793, y se encarg a Ignacio de Castera, Maestro Mayor de la ciudad. Tena el fin de abatir la evasin fiscal el cobro de ciertos impuestos se realizaba en 13 garitas que la circunda-ban, pero era muy ineficaz. Con un doble foso con trazo cuadrado zanja cuadrada, la llamaron popularmente unira las garitas y ajustara los lmites de la urbe a una distancia aproximada de 6.8 kilmetros, de la Plaza Mayor a los extremos. Tendra un sistema de puentes, garitas y puertas; en cada esquina del cuadrado, habra una plaza. Adems, ayudara a conducir mejor el agua dulce y las aguas negras.

    El plan culminara las mutaciones ilustradas de la ciudad: dejara de ser una urbe barroca y monacal, se volvera moderna y adecuada para facilitar el empuje mercantilista.

    En 1803, el naturalista Alejandro de Humboldt visit la ciudad. Ya no era un pa-

    mXico DeBe coNtArSe SiN DUDA eNtre lAS mS HermoSAS ciUDADeS qUe

    loS eUroPeoS HAN fUNDADo eN AmBoS HemiSferioS oPiN HUmBolDt SoBre lA

    UrBe qUe coNtemPl eN 1803.

    PlANo Del ArqUitecto igNAcio De cASterA PArA lA zANJA cUADrADA (1794).

    imag

    en: T

    om

    ada

    de

    bib

    Lio

    Tec

    a d

    igiT

    aL m

    un

    dia

    L, w

    ww

    .wd

    L.o

    rg

    imag

    en: T

    om

    ada

    de

    mar

    co

    Tu

    Lio

    per

    aza

    gu

    zmn

    , co

    or

    d.,

    arq

    uiT

    ecTu

    ra

    y u

    rb

    anis

    mo

    vir

    rei

    naL

    , uay

    y c

    on

    acyT

    , mx

    ico

    , 200

    0.

    eDificio De lA fBricA De tABAcoS, A meDiADoS Del Siglo XiX.

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 7

    voreal. De la siguiente descripcin se desprende que Revillagigedo avanz bastante:Mxico debe contarse sin duda entre las ms hermosas ciudades que los eu-

    ropeos han fundado en ambos hemisferios. A excepcin de Petersburgo, Berln, Filadelfia y algunos barrios de Westminster, apenas existe una ciudad de aquella extensin que pueda compararse con la capital de Nueva Espaa, por el nivel uniforme del suelo que ocupa, por la regularidad y anchura de sus calles, o por lo grandioso de las plazas pblicas. La arquitectura en general es de un estilo bastante puro; y hay tambin edificios de bellsimo orden esta ciudad ha dejado en m una cierta idea de grandeza, escribi en su Ensayo poltico sobre el Reino de la Nueva Espaa.

    Pero el quebranto econmico de Nueva Espaa causado primero por las re-formas borbnicas que extrajeron la riqueza local sin dejar casi nada a cam-bio ahondado por la guerra de independencia, y la inconformidad de los sb-ditos, suspendieron el gran proyecto urbano ilustrado.

    La zanja cuadrada, por ejemplo, se inci hasta 1811, y ese ao ms bien se us para contener a los insurgentes. La secularizacin de la urbe sera continuada por los liberales del siglo XIX, aunque por otros derroteros.

    En recuerdo del virrey Revillagigedo, el Centro Histrico actual tiene una ca-lle modesta y vivaracha con su nombre, que corre paralela a Balderas, desde la Alameda Central hasta Arcos de Beln. La fuente de Arcos de Beln rplica, fue otra de las obras de Revillagigedo.

    AlgUNAS fUeNteS coNSUltADAS PArA eStA iNVeStigAciN: Enrique Ayala Alonso, Gnesis de la modernizacin urbana de la Ciudad de Mxico en la poca borbnica, en Arquitectura y urbanismo virreinal, UAY-Conacyt, Mrida, Yucatn, Mxico, 2000; Hctor de Maulen, La cara oculta del Palacio Nacional, en http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2012/02/57073.php; El pala-cio de los virreyes en el ocaso virreinal, s/f, en http://www.historia.palacionacional.info, consultado el 25/07/2015; J. Omar Moncada Maya, La Ciudad de Mxico a finales del siglo XVIII. Una descripcin por el ingeniero Miguel Constanz, en Revista Bibliogrfica de Geografa y Ciencias Sociales, vol. XI, nm. 692, 10/12/2006, consultada en http://www.ub.edu/geocrit/b3w-692.htm el 22/07/2015; Arnaud Exba-lin Oberto, Perros asesinos y matanzas de perros en la Ciudad de Mxico (siglos XXI-XVIII), en Rela-ciones. Estudios de historia y sociedad, vol. XXXV, nm. 137, 2014, El Colegio de Michoacn, consultada en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13731171006 el 22/07/2015; Serge Gruzinski, La Ciudad de Mxico. Una historia, FCE, Mxico, 2004; Jos Gmez, Diario curioso y cuaderno de las cosas memorables de Mxico durante el gobierno de Revillagigedo (1789-1794), IIE-UNAM, Mxico, 1986; Guadalupe de la To-rre Villalpando, Proyectos urbansticos para el resguardo de la Ciudad de Mxico. Siglo XVIII, en Anales del Instituto de Investigaciones Estticas, vol. XXI, nm. 75, primavera, 1999, IIE-UNAM, en http://www.analesiie.unam.mx/pdf/74-75_177-194.pdf, consultado el 22/07/2015; Manuel Rivera Cam-bas, Los gobernantes de Mxico, T. 2, Joaqun Porra, Mxico, 1981; Leticia Meyer, Discusiones sobre inferencias estadsticas en el censo de la Ciudad de Mxico de 1790, en http://www.revista.unam.mx/vol.14/num11/art45/, consultado el 23/07/2015; Hugo Castro Aranda, 1er. censo de poblacin de la Nueva Espaa. 1790. Censo de Revillagigedo un censo condenado, Secretara de Programacin y Presupuesto. Direccin General de Estadstica, Mxico, 1977; Omar Guerrero, Revillagigedo o el hombre de Estado, en http://www.omarguerrero.org/articulos/RevillagigedoHombreEdo.pdf, consultado el 23/07/2015.

    al noveno da de haber asumido como virrey, gobernador, capitn general y superintendente de la real hacienda de nueva espaa, un reguero de cadveres le per-miti a revillagigedo demostrar que no estaba dispuesto a perder el tiempo.

    Joaqun dongo, acaudalado comerciante, fue asesinado junto con el personal a su servicio. los asaltantes se llevaron 23 mil pe-sos entalegados y mataron a 11 personas. en slo nueve das se aprehendi a los responsables, que fueron condenados a muerte.

    el castigo fue ejemplar. re-corrieron varias calles en mulas enlutadas y ellos tambin enlu-tados, en la plaza les dieron ga-rrote y dejaron los cuerpos a las cinco de la tarde. luego los baja-ron y los llevaron a la crcel y all les cortaron las manos derechas, y la de Quintero la pusieron en la accesoria donde viva y donde se encontr el dinero, y las de alda-ma y Blanco en la casa de dongo, relata Jos gmez en el diario curioso y cuaderno de las cosas memorables en Mxico durante el gobierno de revillagigedo.

    Juan vicente de gemes Pa-checo y Padilla, segundo conde de revillagigedo (1740-1799), na-ci en la Habana en 1740. Como su padre tambin fue virrey de nueva espaa entre 1746 y 1755, pas parte de su infancia en la ciudad que transformara aos despus.

    Hizo carrera militar en espa-a, alcanz el grado de teniente coronel y tuvo una participacin destacada en el sitio del gibraltar. Tena 49 aos cuando asumi las riendas del virreinato, que mantu-vo del 17 de octubre de 1789 al 11 de julio de 1794.

    espritu ilustrado, adems de reformar la urbe y la administra-cin, sus intereses cientficos lo llevaron a patrocinar estudios sobre la flora de nueva espaa, sobre hallazgos arqueolgicos como la Piedra del sol y la Cuat-licue y expediciones cientficas en el Pacfico. orden la apertura de escuelas pblicas gratuitas, y aadi a la lecto-escritura y la doctrina componentes de la educacin elemental por ms de

    dos siglos la enseanza de aritm-tica y dibujo.

    amante de los nmeros, y para afianzar el acierto de sus resolu-ciones, revillagigedo emprendi un conteo de la poblacin, para lo cual dise un minucioso instructivo, for-mas para la recoleccin de datos y un mecanismo para supervisar los trabajos. la mala calidad de los ca-minos, la resistencia de la gente y otras vicisitudes, alargaron el ejerci-cio, pero se trata del conteo de po-blacin ms completo de la nueva

    espaa y el primero elaborado con un mtodo moderno.

    Para hacer todo aquello en un pe-riodo tan breve era necesario un tem-peramento enrgico y muy dinmico.

    se deca que revillagigedo dor-ma muy poco, que por las noches sala a supervisar el avance de las obras, que tena mal carcter, que gritaba y humillaba en pblico a sus subordinados.

    era un workaholic, como diramos hoy: redujo al mximo las fiestas y das feriados, y solicit al rey permi-

    so para realizar comidas de traba-jo pues no podan comer acom-paados los virreyes sino cuando estuvieran en el campo, a imita-cin de lo que practicaba el rey, segn antonio rivera Cambas en los gobernantes de Mxico.

    en los ratos de ocio que le quedaban se dedicaba a visitar los tribunales, cajas de real Ha-cienda y la acordada; hall todos los archivos sumamente confusos y que contenan preciosos datos que por el fuego cualquier otro accidente podran ser destruidos un da cualquiera. orden en-tonces la creacin de un archivo general para ordenarlos y res-guardarlos. ste fue el primer an-tecedente del archivo general de la nacin.

    se decan ms cosas: salta a la vista que es afeminado en su compostura, en la cual gasta casi toda la maana, soberbio, ligero y [sic] inconstante. esto, segn el arzobispo de Mxico, en una car-ta a un funcionario de la corona. el virrey tiene quien le escriba cuanto pasa en Madrid, y en Pala-cio; como tiene en Mxico espas por todas partes. esto es efecto de su genio perspicaz, y sospe-choso. lo cita leticia Meyer en su artculo discusiones sobre inferencia estadstica en el censo de la Ciudad de Mxico de 1790.

    al terminar su mandato, re-villagigedo dej una valiosa me-moria de su administracin. la ley espaola estableca que los principales funcionarios virreina-les fueran sometidos a un Juicio de residencia, el cual tena una parte secreta y una pblica. el rey dispens a revillagigedo de la secreta y en la pblica, el ayun-tamiento lo acus de hacer obras onerosas e innecesarias, sin con-sulta, y en contra de las tradicio-nes de la poblacin.

    la sentencia tard. revillagi-gedo muri antes de saber que fue exonerado y que se oblig al ayuntamiento a pagar los gastos del juicio a sus herederos.

    Considerado por muchos el mejor gobernante del periodo virreinal, revillagigedo dej am-rica en diciembre de 1794 y radi-c en Madrid hasta su muerte, en 1799. (S. o.)

    UN HomBre qUe DormA mUy Poco

    el SegUNDo coNDe De reVillAgigeDo, UN temPerAmeNto eNrgico.

    imag

    en T

    om

    ada

    de

    gr

    an h

    isTo

    ria

    de

    mx

    ico

    iLu

    sTr

    ada

    Tiii,

    pLa

    neT

    a d

    e ag

    osT

    ini,

    co

    nac

    uLT

    a e

    inah

    , mx

    ico

    , 200

    2.

  • 8 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    UNa crNica pErpEtUa

    si existe un ser chilango no el gen-tilicio, sino una forma de ser, si existe una identidad tan hbrida como los tropeles de identidades que, sin ponerse de acuerdo, se encuentran cada se-gundo en el Centro Histrico ese ser, la cultura popular chilanga, est siendo en-focada mientras usted lee esto, por la lente de Francisco Mata Rosas (Ciudad de Mxi-co, 1958). En su larga carrera como fotope-riodista (peridico La Jornada, 1986-1992), conferencista y profesor de la especialidad, el tambin autor de libros como Mxico Tenochtitlan (2005) y Tepito Bravo el Barrio! (2006) no ha dejado de disparar en el primer cuadro. Esta especie de crnica perpetua tiene una razn muy simple: El Centro sin-tetiza al pas. km. cero ofrece una pequea muestra de fotografas realizadas por Mata Rosas entre el ao pasado y lo que va de ste, en el corazn de Mxico. (P. r.)

    foTografas frANciSco mAtA roSAS

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 9

  • 10 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    siEmprE mE gUst vENdErEl libro Trayectorias de vida de las mujeres comerciantes de La Merced muestra el valor del trabajo femenino en esa zona emblemtica del Centro. Km. cero seleccion fragmentos de cinco de los 13 testimonios que lo componen.

    tiene uno que estar a las vivas de todo, te preguntan y quin contesta? Ac te estn hablando, tengo que estar despierta. En el puesto no puedo estar dormida, a lo mejor en temporadas tranquilas s, pero cuando hay venta es la locura Tienes que tener los cinco sentidos bien despiertos porque tambin hay mucha gente que nada ms va a robar, entonces hay que estar vien-do quin te est preguntado, quin compra, quin no y a todos los tienes que atender. Te vas formando, aparte te vas haciendo muy hbil y as tomas muchas habilidades (...).

    A los clientes les gusta cmo los tratas, vas teniendo una cercana ms con tus compradores, as que ya te hablan de usted, o de oye mndame esto. No s, es una relacin que se va dando diferente, que vas diciendo: bueno no tengo otro tipo de relaciones, pero los clientes me hacen ser un poquito ms humana. Incluso llegan y te cuentan sus problemas: oye, me pas esto!, y te vas invo-lucrando con muchas vidas diferentes y no nada ms de mi edad, sino gente de varias edades, y dices bueno. Adems, la gente te va tomando cario y eso hasta cierto punto s te hace (a m personalmente me hace) ms humana; hace que no me olvide de dnde vengo. Porque ahora lo nico que interesa es: me voy a vestir bien, quiero esto, quiero lo otro, quiero salir y te olvidas de que hay un mundo atrs, donde la gente se est muriendo de hambre, donde la gente tiene problemas fuertes, donde hay padres que tienen que mantener a sus hijos, man-darlos a la escuela y dices bueno. No te encierras en un mundo tan banal, como las fiestas y eso. Entonces me gusta eso, digo, a lo mejor yo soy ms tranquila, pero eso para m es muy gratificante. No me olvido de dnde soy.

    la gente s valora el mercado, antes era internacional, porque hay de todo. El pblico lo ve muy bien, porque aqu vienen y encuentran lo que no se imaginan, hay muchas cosas. Hay muchas hierbas de todo tipo: hierba-buena, romero, albahaca. Tambin venden plantas para limpias, hay artesanas, hay disfraces. Hay otro giro que se mueve mucho: el de los recuerdos. Haces tus batucadas y aqu encuentras todo. Tenemos de todas las temporadas, ahora s que a cada quien le llega su temporada.

    Van muchos turistas, por ejemplo, hay un seor que se dedica a llevar turis-tas y llega a mi local y les ensea las imgenes y les anda enseando todo como si fuera su local, y eso es lo que lo hace bonito, porque van, visitan, aprenden y todo, y l va muy seguido, ha de ser de alguna agencia de viajes.

    En el mercado hay videntes y hay mucha charlatanera. Venden huevos tam-bin, huevos para la limpia, hay de guajolote, de gallina, de pato. Los amarres existen, pero son tan feos. A veces los nios de secundaria van y me preguntan: aqu hacen amarres? Y yo les digo, cmo?, a quin vas a amarrar, hijo?, le digo, no hijo, t no puedes tener todas las cosas que quieras, no puedes some-ter a alguien; y luego andan buscando en los libros de brujera.

    Nuestra clientela es de toda la gente, puede haber clases muy humildes y cla-ses muy altas que vienen a conseguir aqu a precios econmicos. A veces hemos tenido como clientes a diputados de San Lzaro, andan buscando imgenes, al-guna hierba, animales, de todo (...).

    El mercado aporta al pas cultura, porque es multicultural. Nuestras tradicio-nes son cultura. Las hierbas tambin son cultura. El mercado Sonora recupera toda una tradicin de hierbas en Mxico que es muy antigua, el uso medicinal, por eso es famossimo, porque la gente viene por sus ts. Yo nunca quise trabajar en eso, porque hay que aprender, hay que saber, son como unas doctoras: mira que te doy esto, mira tmate esto. Lo de los ramos para las limpias es una tradi-cin azteca, lo hacen para las seoras de afuera y les venden unas bolsas de cien ramos, imagnese cunta clientela no hay afuera para los ramos.

    el mercADo APortA cUltUrAleonor Prez, 60 aos.

    imgenes religiosas. mercado de sonora

    A lAS ViVASvaleria reyes, 28 aos.

    flores artificiales y artculos decorativos. mercado de las flores

    FoTo

    gr

    aFa

    s:aL

    ejan

    dr

    o m

    eza

    / eiK

    on

    .co

    m.m

    x

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 11

    empec a vender desde muy pequea, como a los doce aos. Recuerdo que cuando llegu al Mercado todava se despachaba con cucuruchos de peridico, luego en bolsitas de papel estraza y ahora ltimamente en bolsas de polietileno.

    (...) El giro siempre ha sido dulces procesados y dulces tpicos. Rollos de gua-yaba, cajetas, paletas psicodlicas, limones, higos, cocadas, duras, blanditas. Me gustan todos. Todos son muy sabrosos; y, yo pruebo la mercanca, porque luego preguntan cul est bueno, ya que de un producto puede haber dos o tres marcas. Entonces uno sabe cul est mejor, como los camotes: unos son hechos en Puebla y otros aqu. Los dos son buenos, tambin el que est hecho aqu, slo que las personas buscan que sea autntico de Puebla. (...) Nuestros proveedores son de Michoacn, Guadalajara, Distrito Federal, Toluca, pero la mayora del Distrito Fe-deral. Ellos nos lo entregan y uno se gana una comisin. Por decir, si algo lo traen a nueve pesos lo damos a diez. (...) Ahorita finalmente es el pblico en general quien nos compra, que va pasando o que vienen a surtirse para fiestas de todo tipo, otros que vienen para ir a vender a las ferias y as. (...)

    En un principio haba los que pedan mucho dulce, por decir, de Acapulco, en las temporadas cuando hay vacaciones, de Michoacn, de varias partes. Hasta la fecha siguen pidiendo, pero antes era ms, mucho mayor la venta.

    mi mam y mi pap se conocieron ob-viamente aqu en la merced. Nunca pen-saron que fueran del mismo pueblo. Se casaron a una edad temprana.

    Empezaron a hacer desayunos. Ella es co-nocida como la gera, todos le dicen la gera. Ahorita a todos nos dicen por nuestro apellido: los Ochoa.

    Su vida no fue nada fcil, porque en La Mer-ced desde temprana edad empiezas a ser tanto hombre como mujer y hay que sacar a los hijos adelante, darles de comer, llegar desde tempra-no y empezar la actividad econmica. A m me toc ver a mi mam en un momento muy dif-cil; ella sala a vender porque no se venda nada en el mercado de comida. Me toc ver muchas veces que (...) llegaban los de va pblica y le quitaban todo. Yo, la verdad, admiro a mis pa-dres y a los seores de antes, porque nos tuvie-

    Si t puedes ayudar, por qu no hacerlo. All en el puesto muchos de-penden de m, ya muchos han muerto pero muchos todava viven; van al puesto y me piden cinco o diez pares de fundas, yo se las doy al costo, a quince pesos. Esa viejita las va a vender en veinte y se gana cinco por cada par. Llega a las nueve de la maana por las fundas, y antes de las cinco o cuatro de la tarde ya llega, Guille: se vendieron diez pares, cinco, aqu estn y aqu est tu dinero. Porque si no nos ayudamos quin nos va a ayudar?, cada da la cosa est ms difcil.

    El gusto por el comercio yo creo que ya lo traigo de por s, por el origen de mi apellido. Y el gusto de coser por la necesidad. Tuve una maestra a la cual le debo mucho, mucho agradecimiento. Esa maestra se llamaba Abigail Oseguera Gonzlez, maestra rural que me dio los primeros aos de escuela. (...) De dos a cinco nos ense a poner un botn, a hacer un ojal, a cortar, a hacer chambritas, soy muy buena para las dos agujas, para tejer en gancho, todo eso me ense esa mujer. Benditas sean las horas en las que ca en manos de esa mujer.

    El dinero es el que cuenta aqu, no cuentan los conocimientos. Eso pensaba en mi niez. Pero pens todo lo contrario cuando tuve hijos. Cuando comen-zaron a estudiar y empec a recibir certificado de primaria, de secundaria, de preparatoria; cuando recib a mi hija que sali como contador pblico, esas fue-ron lgrimas. Bendito sea Dios que al menos van a tener algo ms digno que yo. Todos mis hijos con Margarito estudiaron la universidad, uno es ingeniero civil de la UNAM, con una maestra en suelos; otro estudi filosofa, y se dedica al negocio de las cortinas; otro estudi en la universidad pero no termin y es maestro en una preparatoria; la ms chica estudi odontologa. (...)

    Llegu descalza. Y despus de tener un hijo en la universidad para m fue lo mximo. Muy grande mi satisfaccin.

    ron que sacar adelante con muchos esfuerzos. Toda mi familia est en el mercado de La

    Merced, (...) la mayora vendemos antojitos mexicanos, se han desarrollado en la comida bsicamente, el nico que tiene el giro de frutas y legumbres es mi pap.

    Desde pequea decid ser comerciante. Me acuerdo que cuando tena 6 o 7 aos le insista mucho a mi mam para que me comprara dul-ces a fin de que pudiera yo venderlos y sacarles para comprarme una mueca o comprarme lo que mi me ilusionaba. Porque desgraciada-mente la economa no alcanzaba, entonces mis paps trabajaban pero para darnos de comer, a veces se quitaban el pan de la boca para sacar adelante a sus hijos. Yo me acuerdo que siempre me gust vender. Se me terminaba una bolsa de dulces e iba por otra y as andaba de aqu para all vendiendo con mi charolita.

    llegU DeScAlzAguillermina Jarqum, 70 aos.

    blancos. banquetn de la nave mayor

    ANDABA VeNDieNDo coN mi cHArolitAMireya ochoa, 34 aos.

    comidas preparadas. nave mayor

    UNo SABe cUl eSt meJorirene len, 67 aos.

    dulces tpicos. mercado de dulces ampudia

    Mariana snchez vieyra (coord.), Trayectorias de vida de las mujeres comerciantes de la Merced, Centro Histrico de la Ciudad de Mxico, PUeC-UnaM, Mxico, 2015.se puede consultar en la sede del PUeC, en isabel la Catlica 7. M allende. ecobici 5 de Mayo-Bolvar. 9-20hrs. Tel. 5522 2330. www.puec.unam.mx

    el libro Trayectorias de vida... es parte de un estudio del Programa Universita-rio de estudios sobre la Ciudad (PUeC-UnaM) que busca revalorar el trabajo femenino e incorporar la perspectiva de gnero en las polticas pblicas. los fragmentos seleccionados son citas textuales, aunque en algunos casos el orden de las ideas fue modificado. seleccin de roberto Marmolejo.

  • 12 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    No te PierDAS...

    librosla ciudad que nos inventa

    la ciudad que nos

    inventa

    Hctor de Maulen, la ciudad que nos inventa. Crnicas de seis siglos, ediciones Cal y arena, Mxico, 2015, 396 p. de ven-ta en gandhi, fCe y otras. $231$330, segn la librera.

    Hctor de Maulen ha hecho de sus cr-nicas sobre el Primer Cuadro una voca-cin. En este libro, compuesto por ms de 100 textos breves, el escritor recorre hechos y personajes poco conocidos de la ciudad, a lo largo de seis siglos.

    Desde 1509, ao de augurios omino-sos para Moctezuma II, hasta 2014, cuan-do el cronista advierte que el Paseo de la Reforma ha dejado de ser la antigua colonia de los ricos, los extranjeros, los potentados y se ha convertido en una avenida de palacios de cristal que apa-bullan con su verticalidad exultante.

    Maulen nos informa, por ejemplo,

    de las mudanzas de la fachada de la pri-mera catedral metropolitana: fue lle-vada, piedra por piedra de su primer emplazamiento, a Santa Teresa la Anti-gua, en 1625; de all fue desmontada y reconstruida nuevamente, en 1691, en el templo de Jess Nazareno, ubicado en Repblica de El Salvador, entre 20 de Noviembre y Pino Surez. O cmo los citadinos vivieron la inauguracin del metro como una aventura, en 1969.

    Gracias a una prosa sencilla y ame-na, sin darnos cuenta, leemos casi de una sentada las 396 pginas de La ciudad que nos inventa.

    Cajas de madera profusamente decora-das con animales y motivos naturales; tapetes decorados con grecas, volutas y flores; joyera de oro con piedras precio-sas; cermica pintada a mano con refina-da caligrafa para recordar las palabras de Dios

    Los objetos que se podrn disfrutar en la exposicin La generosidad es un arte. Lo terrenal y lo divino: arte islmico de los siglos VII a XIX la mayor parte, regalos o tributos para bautizos o bodas, o bien parte sellar alianzas y acuerdos reflejan el afn de alcanzar lo divino en la cotidianidad.

    Debido a la prohibicin religiosa de representar personas y, a veces, anima-les, el arte islmico recurri a la geome-tra y a la abstraccin.

    La muestra se compone de 192 pie-zas arte decorativo de los siglos VII al XIX, procedentes de Marruecos, Siria, Irn, Irak, Espaa, Turqua y Afganistn.

    Hay que verla con calma. Tratar de no perderse los detalles, que es donde residen su maestra y belleza. Y por su-puesto, admirar la caligrafa rabe en cada utensilio, textil o vestimenta; en eso, los artistas islmicos fueron maes-tros, porque para ellos era sagrada: repli-caba la palabra de Al.

    FoTo

    gr

    aFa

    : co

    rTe

    sa

    mu

    seo

    nac

    ion

    aL d

    e ar

    Te.

    la generosidad es un arte. lo terrenal y lo divino: arte isl-mico de los siglos Vii a XiX

    antiguo Colegio de san ildefonso. Justo sierra 16. M Zcalo y Metrobs repblica de argentina. Hasta el 4 de octubre. Mar 10-19:30hrs.; Mi-dom 10-17:30hrs. admisin general, 45 pesos; estudiantes y maestros, 22.50; entrada libre para nios menores de 12 aos, inapam, Prepa s (gdf) y en contacto contigo (UnaM); Mar, entrada libre general. Tel. 5702 2991. www.sanildefonso.org.mx

    compaa de teatro de Sombras gekidan kegeboushi

    Teatro de la Ciudad esperanza iris. donceles 36. M allen-de y Bellas artes, MB Bellas artes, ecobici repblica de Cuba-Bolvar. sb 22 y dom 23 de agosto, 13hrs.admisin general, de $234 a $118; 50% de descuento a estudiantes, maestros, militares, miembros de inapam y trabajadores de gobierno con credencial vigente.Horario de taquilla: Mar-dom 11-14:30 y 16-19hrs.

    artEs EscNicasteatro de sombras 2.0

    La Compaa de Teatro de Sombras Ge-kidan Kegeboushi combina en sus es-pectculos el arte del teatro de sombras tradicional, tteres y acrobacia, poten-ciando sus imgenes con msica con-tempornea y proyectores multimedia de alta tecnologa.

    A veces, sin ms artilugio que las manos y un proyector, los intrpretes recrean animales, personajes o paisajes; el dominio del lenguaje corporal es la clave en esta parte del espectculo.

    En otras secciones, mediante tteres, luces y msica cuentan relatos de amor,

    valenta o nobleza, en los que los perso-najes enfrentan situaciones difciles y retadoras.

    El espectculo hunde sus races en el periodo histrico japons conocido como Edo (siglos XVII-XIX), cuando se desarroll la tradicin escnica de re-presentar objetos y animales con las ma-nos, valindose de lmparas giratorias.

    Fundada en 1978, la Compaa se ha presentado en ms de 20 pases y este mes estar en el Teatro de la Ciudad Es-peranza Iris, para sorprender a las fami-lias capitalinas. No se lo pierda.

    FoTo

    gr

    aFa

    : co

    rTe

    sa

    sisT

    ema

    de

    TeaT

    ro

    s c

    dm

    x

    imag

    en: c

    or

    Tes

    a an

    Tig

    uo

    co

    Leg

    io d

    e sa

    n iL

    deF

    on

    so

    ExposicioNEscotidianidad entre lo terrenal y lo divino

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 13

    hospEdajEUn bed&breakfast boutique

    El proyecto de Barrio Alameda (Dr. Mora 9) intervino un edificio de los aos vein-te para convertirlo en el ms nuevo cen-tro comercial del Centro Histrico. Tres empresarios hosteleros aprovecharon y remodelaron los cuartos de azotea del edificio para abrir Chaya Bed&Breakfast Boutique.

    Los convirtieron en dos suites muy amplias e iluminadas tienen una envidiable vista a la parte poniente de la Alameda con muebles de madera de color natural y estructuras de metal como la baera y las mesitas de servicio (ambas, 190 dlares/noche).

    El lugar dispone de otras nueve ha-bitaciones menos espectaculares, pero cmodas, con camas queen size, y buena iluminacin gracias a que dan al patio interno (130-160 dlares/noche).

    La tarifa incluye desayuno conti-nental, wifi, atencin las 24 horas, lap top a solicitud del husped; se aceptan nios y mascotas.

    Adems, hay un relajante patio de hamacas, por el que se asoma ama-rilla, imponente la torre del antiguo convento de San Diego, hoy Laboratorio Arte Alameda. Un lujo que pocos hosta-les se pueden dar.

    rEstaUraNtEsla india en el centro

    Desde hace aos, la especiada y colorida cocina india est representada en el Cen-tro por un restaurante que funciona en el Portal de los Mercaderes.

    Pero ahora hay dos ms, ambos a unos pasos del Zcalo. Se llaman India Town, y sus delicias vegetarianas son preparadas por chefs traidos de la India.

    La casa matriz, abierta en 2013, est en el tercer piso de una tienda de ropa y artesanas indias ubicada en 16 de Sep-tiembre.

    All la especialidad es el thali: una charola con muestras de platillos como lentejas negras, queso fresco en salsa roja con especias de la India, vegetales

    con curry e incluso lassi bebida de yo-gurt natural (sencillo, $149; especial para dos personas, $195). Esos y otros platillos tambin se pueden pedir a la carta. Los sbados y domingos, a partir de las 15:30hrs. hay un espectculo de danzas indias.

    La sucursal de Madero abri el ao pasado. All tambin hay carta, pero lo mejor es el bufet ($175, adultos; $105, nios), con platillos como arroz basma-ti con frutos secos y nueces de la India; pan naan con mantequilla; lentejas; be-renjenas con especias; okra un vege-tal nativo de aquel pas en salsa roja, y ensaladas.

    FoTo

    gr

    aFa

    : co

    rTe

    sa

    mu

    seo

    nac

    ion

    aL d

    e ar

    Te.

    india town casa matriz

    16 de septiembre 79, local 300, 3er. piso. M Zcalo, ecobici 2 Cerrada de 5 de Mayo-Palma. lun-dom 12:30-20:15hrs. se aceptan tarjetas de crdito.Tel. 5512 3165.

    india town madero

    Madero 69 1er. piso, M Zcalo, ecobici 2 Cerrada de 5 de Mayo-Palma. lun-dom 13-20:30hrs. se acep-tan tarjetas de crdito.Tel. 5510 9256.

    chaya Bed&Breakfast Boutique

    doctor Mora 9. M y Metrobs Hidalgo, ecobici Jurez-re-villagigedo. aceptan tarjetas de crdito. Tel. 1189 0054.www.chayabnb.com

    FoTo

    gr

    aFa

    : eiK

    on

    .co

    m.m

    x

    iLu

    sTr

    acio

    nes

    : gr

    iseL

    da

    oje

    da

    FoTo

    gr

    aFa

    : co

    rTe

    sa

    ch

    aya

    bed

    &b

    rea

    KFa

    sT b

    ou

    Tiq

    ue

    UN Zoolgico dE artE

    Te vas a encontrar con un lobo azul y negro con puntos y rayas blancas muy delgaditas, que parece aullar a todo pulmn. Te vas a quedar pasmado con decenas de colibres de mil colores aleteando sobre tu cabeza. Te vas a topar con los torsos de unos venados que forman un candelabro de cermica. Te vas a sorprender con una mariposa monarca y unas tortugas de ro. Y no se diga, con unos jaguares y patos talla-dos y pintados a mano

    En estos das, una sala

    del Museo de Arte Popular (MAP) est convertida en zoolgico. La exposicin La zoologa en el arte mexicano rene 600

    piezas de arte popular realizadas por artesanos o por artistas reco-nocidos. Por ejemplo, hay una gran escultura con forma de ma-

    riposa, de Brian Nissen, y tambin sapos y culebras creados por Francisco Toledo.

    Si has ido al Templo Mayor o al Mu-seo de Antropologa, recordars que

    desde los tiempos prehispnicos los animales han sido converti-

    dos en esculturas o pinturas.

    Aqu en el MAP encontrars algunos de esos ejemplares antiguos, que son algo as como los abuelos de estas magnficas bestias hechas por manos mexicanas.

    museo de Arte Popular

    revillagigedo 11 esquina independen-cia. M Jurez, ecobici independencia-azueta. Hasta el 27 de septiembre de 2015. Mar-dom 10-18hrs., Mi 10-21hrs. admisin: general, $40; libre, para nios menores de 13 aos, artesanos, perso-nas con alguna discapacidad, personas mayores de 60 aos, estudiantes y

    profesores; dom, entrada libre general. Tel. 5510 2201.

    www.map.df.gob.mx

  • 14 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    all donde la calle San Je-rnimo se convierte en una plaza arbolada, casi, como dira el escritor Rafael Bernal (1915-1972), en un callejn ansioso de misterios, el visitante descubrir cuatro murales con algo en comn: todos tienen motivos chinos.

    Los murales, que se podrn visi-tar hasta octubre, se encuentran en el tramo entre Isabel La Catlica y 5 de Febrero, frente a la Universidad Claustro de Sor Juana.

    El conjunto est inspirado en la obra ms celebre de Bernal, El com-plot mongol (1969), que no slo es la piedra fundacional de la novela ne-gra mexicana, sino tambin una ci-da crtica a la poltica nacional.

    El protagonista, Filiberto Garca, un ex revolucionario convertido en pistolero a sueldo, y ms mexicano que los chilaquiles, debe desmantelar un supuesto complot para asesinar al Presidente estadounidense durante

    El complot moNgolEN saN jErNimoCuatro pintoras conmemoran los 100 aos del nacimiento del escritor Rafael Bernal con sendos murales enfocados en los personajes femeninos de la primera novela negra mexicana.

    Por eliSA DAz

    una gira que ste realizar por Mxi-co. Pero Garca termina enfrentando a demonios ms bien domsticos

    La trama se desenvuelve en sitios emblemticos como la Alameda, en esquinas pintorescas, calles y calle-jones del barrio chino, pero tambin muestra la sordidez y la soledad. Ms que un teln de fondo, el Centro es un personaje.

    El conjunto mural forma parte del Programa de Murales Artsticos que auspicia el Fideicomiso Centro Histrico de la Ciudad de Mxico, y se realiz en colaboracin con Edito-rial Planeta y la Tienda de Spray 360, para conmemorar los 100 aos del natalicio de Bernal quien, adems de ser diplomtico y viajero empeder-nido, escribi ocho novelas, poesa y dramaturgia.

    Tras la lectura de El complot Mayola Narvez, Genevieve Rae, Mahenta Power y Momo hicieron una interpretacin visual centrada en los

    FoTo

    gr

    aFa

    s: iT

    zeL

    car

    riL

    Lo/e

    iKo

    n.c

    om

    .mx

    loS fiNeS De SemANA, cUANDo loS locAleS Del PASAJe AmricA eStN cerrADoS, Se iNStAlA el BAzAr Dim, coN SU ofertA De AlimeNtoS, roPA y AcceSorioS, JoyerA y mS.

    personajes femeninos: Martita, el amor platnico del macho Garca, y Anabella, una estadounidense que intenta distraerlo de su objetivo.

    Mayola Narvez celebr el am-biente de cooperacin que se dio mientras realizaban los murales. La gente se nos acercaba e incluso se sentaban para vernos trabajar, cuenta. Muchas mujeres nos de-can que qu bueno () que fura-mos mujeres quienes pintbamos.

    Para Narvez, ganadora del pre-mio de cuento Jos Revueltas orga-nizado por la Coordinacin General de Prevencin y Readaptacin de la SSP, entre otros, el mural es especial-mente significativo, pues se trata de su primer proyecto tras haber salido del reclusorio.

    Como parte de los festejos, Pla-neta organiz durante julio recorri-dos por los sitios donde transcurre el thriller. Frente al bar La pera, el gua explicaba cmo en las novelas

    negras no existe ya una confianza en el sistema poltico o en la ley. La novela negra, por lo visto, le queda a Mxico como anillo al dedo.

    mAriANA ocHoA, momo, y JocelyNe SANtANA, mAHeNtA Power, SoN AUtorAS De eSte frAgmeNto Del mUrAl.

  • Agosto 2015 nm 85 Km.cero 15

    FoTo

    gr

    aFa

    : iTz

    eL c

    arr

    iLLo

    /eiK

    on

    .co

    m.m

    xFo

    Tog

    raF

    a: i

    TzeL

    car

    riL

    Lo/e

    iKo

    n.c

    om

    .mx

    FoTo

    gr

    aFa

    s: a

    rTu

    ro

    Fu

    enTe

    s

    ArriBA: SecciN reAlizADA Por geNeViVe rAe; el tAzN cHiNo tieNe motiVoS PreHiSPNicoS. ABAJo: frAgmeNto reAlizADo Por loUrDeS mAyolA NArVez.

  • 16 Km.cero nm 85 Agosto 2015

    ciUDADANo Del ceNtro

    Cuando el virrey revillagigedo se hizo cargo de nueva espaa (1789-1894) tom medidas para que los habitantes de la Ciudad de Mxico dejaran de echar basura en la calle y cre el servicio de limpia. esto funcion a medias, en parte porque los vecinos se resistieron a cooperar.

    iLu

    sTr

    acio

    nes

    : gr

    iseL

    da

    oje

    da

    Y tn-tn

    Por SANDrA ortegA

    111.3toneladasde desechos

    es una seccin de km. cero para orientar a los vecinos y visitantes en el cuidado del Centro Histrico. la zona es patrimonio de la

    Humanidad, y es responsabilidad de todos preservarla para here-darla, en las mejores condiciones, a las generaciones que vienen.

    elaBorado Con inforMaCin del ManUal CiUdadano Para el CUidado del CenTro HisTriCo y Con la ColaBoraCin de la inTendenCia del CenTro HisTriCo.

    QU haceMos

    generas Ms de 50 kilos de residUos al da?

    cUANDo VeNgAS Al ceNtro...

    y los residUos lQUidos grasos?

    entonces tienes la obligacin de instrumentar un plan de manejo para la correcta separacin y disposicin final de esos residuos. es la secretara del Medio ambiente del distrito federal (sedeMa)

    quien autoriza estos planes.

    la trepidante actividad comercial y de servicios que hay en el Centro Histrico y el gran nmero de visitantes que recibe hay das que llega a los dos millones generan

    loS ciUDADANoS DeBemoS HAcerNoS reSPoNSABleS De NUeStroS DeSecHoS. AS coNtriBUimoS A lA limPiezA Del

    ceNtro y Al cUiDADo Del meDio AmBieNte.

    la recoleccin de basura a domicilio, y la limpieza de las calles estn a cargo de las delegaciones polticas, de la secretara de obras y servicios del distrito federal y de la intendencia del Centro Histrico.estos servicios pueden solicitarse directamente a los centros de Servicios y Atencin ciudadana (ceSAc), de las delegaciones.

    los propietarios o UsUarios de los inMUebles debenMantener liMpios los frentes de las viviendas o estableciMientos.

    si vienes de compras o de paseo, no tires la basura en la calle, busca un bote o un carrito recolector. Tambin puedes llevar una bolsa o usar alguna que te hayan dado en la compra de algn producto para guardar los desechos y tirarlos en el basurero de tu casa. Con estos sencillos gestos aligeras la enorme carga de quienes se dedican a barrer las calles del Centro, un trabajo titnico.

    arrojar o abandonar residuos en la va pblica, acumular escombro, crear basureros clandestinos o quemar basura, son causa de sanciones. se pueden denunciar en la pgina electrnica (www.sedema.df.gob.mx), o en las oficinas de la sedeMa, ubicadas en edificio Juana de arco, Tlaxcoaque 8, en el Centro. lunes a viernes, de 9 a 13:30 hrs.

    est coMprobado QUe para resolver el probleMade la basUra se necesita la colaboracin de todos.

    y mS AHorA, qUe SomoS tANtoS.

    con la basUra?

    verter aceites y grasas al sistema de drenaje contamina los mantos acuferos, obstruye los

    sistemas de desage y es peligroso, pues llegan a ser altamente inflamables.

    es obligatorio entregar este tipo de residuos a empresas especializadas. existen varias

    autorizadas por la sedeMa. esas empresas recolectan aceites y grasas producto de la

    preparacin de alimentos, y los reciclan. algunas pagan por recoger este tipo de sustancias. dos de

    ellas son la luz de la ecologa Mxico (Tel. 6305 6285) o Biofuels (Tel. 1742 1518).

    la va pblica (banquetas,

    calles, plazas y jardines) no debe utilizarse para

    depositar ningn residuo.

    oi

    los desechos deben separase en orgnicose inorgnicos, dentro del domicilio o local, antes deentregarlos al servicio derecoleccin.