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BOLETÍN INFORMATIVO - AGOSTO-SEPTIEMBRE 2017 AÑO II NÚMERO 7 JUVENTUD POR ECO JUSTICIA Y PAZ Hoy más que nunca la juventud cristiana tiene un rol fundamental en la sociedad latinoamericana, necesitamos ser portadoras y portadores de buenas noticias de esperanza en un mundo mejor. –Julio González (IPV )

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BOLETÍN INFORMATIVO - AGOSTO-SEPTIEMBRE 2017

AÑO II NÚMERO 7

JUVENTUD POR ECO JUSTICIA Y PAZ

Hoy más que nunca la juventud cristiana tiene un rol fundamental en la sociedad latinoamericana, necesitamos ser portadoras y portadores de

buenas noticias de esperanza en un mundo mejor. –Julio González (IPV )

PROGRAMA REGIONAL

JUVENTUD POR ECO JUSTICIA Y PAZ Desafío que aceptamos

DOSSIER

Bajo el lema Juventud por Eco-justicia y paz: El Desafío que Aceptamos, un grupo de 25 jóvenes provenientes de Venezuela, Cuba, Argentina, Uru-guay, México, Bolivia, Perú y Colombia, durante los días 15 al 18 de agosto de 2017, en sede de la Corporación Universitaria Reformada de la ciudad de Barranquilla, se reunieron para discutir sobre temas como análisis de contexto, pensar la econó-mica y ecológica desde una perspectiva de justicia y equidad y construcción de paz.

El encuentro regional del Programa Juventud por Eco Justicia y Paz, ha sido el punto de partida para profundizar el trabajo programático en Ecología Economía y ecumenismo y su relación pertinente con los procesos de construcción de Paz en la re-gión. En este caso particularmente de Colombia. El encuentro que reunió a miembros de los Movimien-tos Estudiantiles Cristianos, Jóvenes de iglesias y organizaciones Basadas en la Fe, buscó reflexionar sobre la realidad histórica y social de América Lati-na expresada en la coyuntura actual y de aproxi-marse a nuevos aprendizajes para la búsqueda de alternativas; preguntarse cuál es el rol de la militan-cia juvenil, cristiana y estudiantil en los procesos de incidencia frente a los desafíos continentales, que ponen en vilo la dignidad de la mayoría de las personas.

El encuentro contó con la presencia de facilitadores locales, internacionales y organizaciones fraternas que dieron su aporte para el acercamiento al con-texto. La presencia de miembros de los equipos de las mesas de diálogo y de implementación del acuerdo de Paz, dio un valor extra al encuentro donde de manera muy intima se conoció más sobre los procesos de paz, la actualidad e implementa-ción de los mismos con los propios protagonistas.

Dos de los facilitadores invitados al Encuentro fue-ron Nancy Cardoso, Teóloga y biblista brasileña quién desde su trabajo en la Comisión Pastoral de la Tierra aportó una lectura contextual y popular de la biblia a través de ejercicios dinámicos donde los participantes desarrollaron la tarea de ser lectores conscientes y críticos; y el Doctor Carlos Larrea, Profesor e investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar, especialista en la temática de Eco-nomía política, Cambio Climático y Buen Vivir.

El encuentro inició con un análisis de contexto por parte de los facilitadores y de los jóvenes partici-pantes. De forma inicial el Dr. Carlos Larrea com-partió un análisis del contexto mundial sobre la de-predación de los recursos del planeta y el agota-miento de las Bioreservas necesarias para conti-

ENCUENTRO REGIONAL

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nuar la vida en el planeta que hoy conocemos.

Por su parte Nancy Cardoso, conferencista invita-da, planteó el problema de si queremos salvarnos y salvar el planeta, ante lo que señaló que es nece-sario un cambio en la forma de pensar y concebir nuestras relaciones y luchas. Nancy dejó entre los participantes el mensaje de la necesidad de sedu-cir e intimar a la naturaleza para sentirla nuestra, amarla y protegerla. Este encuentro también contó con otras participaciones, como la de Milton Mejía, Secretario General del CLAI, profesor de la Corpo-ración Universitaria Reformada; por su parte los jóvenes representantes de los Movimientos Estu-diantiles Cristianos (MECs) y representantes de iglesias y Organizaciones Basadas en la Fe (OBFs) asistentes, compartieron experiencias de sus con-textos y desafíos venideros que enfrentarán en los próximos años. Organizaciones locales, también compartieron iniciativas relacionadas con econo-mías alternativas y trabajo desde organizaciones locales en Colombia.

Con la ayuda de los mencionados facilitadores, el encuentro logró desarrollar algunos temas impor-tantes y perspectivas de análisis que se fueron

complementando durante los siguientes cuatro días. La visión académica económica sobre la inci-dencia de la economía, la política y la ética en la búsqueda de una justicia ecológica y económica con dignidad para todas y todos, acompañado de la reflexión bíblico-teológica desde una metodología popular, que dio base para afrontar la realidad y la complejidad desde la propia identidad de los y las jóvenes ecuménicos miembros de los MECs.

Sesiones de trabajo y objetivos alcanzados

Dentro del encuentro hubo diferentes sesiones de trabajo. Algunas de ellas desarrolladas por los faci-litadores a través de talleres específicos en la te-mática, otras de las sesiones se enfocaron en los testimonios de organizaciones y colectivos locales y se realizaron sesiones de trabajo a partir de las experiencias de los propios jóvenes participantes. Presentaciones de trabajos, proyectos que la FUMEC ALC acompaña, así como instituciones amigas de la federación pudieron contar sobre campañas y proyectos que llevan adelante y que tienen mucha sinergia con el trabajo de la federa-ción en el campo de la Eco Justicia y la Paz.

Es muy importante que los jóvenes comprendamos y nos apropiamos de las realidades en la que vivimos. El encuentro regional “Juventud por Eco justicia y paz, nos reta a no ser simple espectadores en esta sociedad, a no confor-marnos con las desigualdades y las injusticias, a no ser indiferentes ante el clamor de la naturaleza; maltratada, contaminada, y explotada, a no ser indife-rentes ante el clamor de las víctimas de la guerra y a ante los que anhelamos la paz. Nos hemos acostumbrado a escuchar sobre todas estas problemáticas a nivel mundial; científico, filósofos, políticos, economistas, teólogos entre mu-chos otros, una y otra vez pero no cambiamos nuestra manera de pensar para empezar a mejorar nuestra manera de vivir desde nuestras casas, universida-des, iglesias y comunidades. Jenny Fernández Lugo, MEC Barranquilla-Colombia.

Apostamos por una sociedad que reconozca y respete los derechos de la na-turaleza, donde lo Sagrado involucra la Tierra, la Justicia y la Paz, donde

construyamos relaciones justas con toda la creación, rechazando el antropocentrismo que se impone hoy desde el mercado y el capitalismo,

pero también desde la ciencia y la religión, aunque algunas veces no lo parez-ca. Queremos que se creen relaciones justas también entre los seres huma-

nos, más allá del color de la piel, identidad de género, orientación sexual, procedencia, nacionalidad y todas las características que nos hacen

diferentes y únicos a la vez.

Trabajar cada día por lograr todo esto es el reto que tenemos por delante, el desafío que nos asegurará la vida plena para todas y todos.

Jorge González Núñez, MEC Cuba

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Un momento de relevancia fue la presentación de una iniciativa para el trabajo en pedagogía y construcción de paz “La Paztele-ria del MEC: Recetas para la Me-moria”, un espacio de reflexión y formación que nace en el MEC Bogotá y gira en torno a las prác-ticas de alimentación en diversos territorios en los que se ha vivido la guerra y en los que las perso-nas han logrado resistir teniendo como un elemento primordial las prácticas de transformación de los productos alimenticios.

La Paztelería busca comprender cómo las comunidades han logra-do mantener la memoria y de-mostrar que la alimentación ha sido eje fundamental de la cons-trucción de paz y la defensa de la soberanía alimentaria en medio de las condiciones más adversas generadas por la guerra. Es así, como desde el diálogo de sabe-res se salvaguarda la memoria y se destaca la importancia de los conocimientos ancestrales como constructores de unas nuevas historias de paz, de reconciliación y de justicia.

“En el marco del encuentro “Juventud por eco justicia y paz” de la FUMEC ALC los participan-tes del encuentro en Barranquilla contaron con el privilegio de es-cuchar diferentes perspectivas con respecto al conflicto armado en Colombia –estudiantes miem-bros de movimientos de la región, académicos y representantes de

las FARC – pero un elemento esencial que se añadió a dichas perspectivas fue el de las vícti-mas, con la participación de Mari-sol Perea quien bajo la sombra de los árboles compartió su histo-ria con los y las participantes y compartió también los secretos del “enyucado”, postre típico de la región y en algunas ocasiones el único alimento que pudieron preparar.

Marisol es originaria del Chocó, una mujer con una fuerza vital que se siente desde el primer sa-ludo y una sonrisa que te abraza desde que la ves. Su rostro es el rostro de la esperanza. Ella ha sido desplazada siete veces por la guerra, ha tenido que huir por su vida incluso viendo cómo ma-tan a sus seres queridos y allega-dos. En dado punto de su histo-ria, junto a cientos de personas, llegó a la comunidad del Tama-rindo; una comunidad en las afueras de Barranquilla que ha luchado por unas tierras a las que llegaron hace 12 años, pero que no fueron reconocidas a pe-sar del respaldo de la ley porque algunas familias poderosas quie-ren construir en ellas sus empo-rios empresariales y una zona franca para la ciudad. La policía, muchas veces quemó casas, siembras, golpeó y pisoteó a la gente. Allí muchos comprendie-ron que aquellos señores de la guerra no son solamente los que muestran los noticieros. Allí mu-chos conocieron que la guerra no solamente es de fusiles y bom-

PAZtelería del MEC

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bardeos sino también de empre-sas que acaparan la tierra y de instituciones que son cómplices de ese acaparamiento. Al final pocos quedan de este proceso pero la resistencia del Tamarin-do persiste en dignidad.

La historia de Marisol y la del Tamarindo es una historia de la construcción de lo colectivo y allí el secreto del Enyucado.

La Yuca por ser una siembra “provisional”, solamente tarda 3 meses en estar lista para el consumo, y muchas veces ese era el tiempo que tenían en el Tamarindo. Luego de eso el desalojo se hacía inminente. La gente llegaba a la tierra luego de un desplazamiento y con tra-bajo comunitario cada familia levantaba el rancho y sembraba un tajo de una hectárea o algo más de Yuca, lo demás (el plá-tano, los frutales) no alcanzaba a brotar cuando ya se acerca-

ban las máquinas a destruir. Muchas veces la yuca fue el único sustento y en las fiestas como semana Santa, la yuca servía de postre, de entrada y de plato fuerte. Había que trans-formarla y nació esta mezcla mágica. La yuca ayudó a sobre-vivir, a construir y a celebrar. El enyucado para Marisol y para la gente del Tamarindo es mucho más que un postre. Es la cone-xión con la tierra, es el primer regalo que ellos y ellas dan y

que luego reciben de aquella tierra en la que esperan ser se-millas y echar raíz.

En este sentido, la PAZtelería ha sido un espacio que se con-vierte en excusa para contar, para reflexionar y para acercar-nos a otros y otras desde algo tan cotidiano como lo es la coci-na.

Pero más allá de eso, escuchar-la posibilitó un acto de solidari-dad que se completó en la cele

bración por medio del consumo de los alimentos que al ser pre-parados comunitariamente co-braron un mayor significado convirtiendo al compartir en símbolo de la construcción de paz”.

Diana Celis, Edith Johana Muñoz, Lizeth Prieto y Andrés Molina-

Representantes del MEC Bogotá en el Encuentro Regional.

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Escuchar el testimonio de personas que han estado dentro del proce-so de guerra y ahora la construcción de la paz, ayuda a ver este pro-ceso desde lo humano, teniendo rostros que cuentan las historias, y no las voces agudas de los medios de comunicación. Los espacios en el encuentro nos dejaron ver la realidad desde los ojos contextuales y vivientes, donde la sensación de aprendizaje y construcción colectiva generan sentires que nos llevan a pensar en un trabajo real desde la gente y con la gente, donde la paz se vea en las realidades diarias, donde nosotros y nosotras tenemos importantes roles en los cambios que podemos generar desde nuestras acciones cotidianas. Edith Johana Muñoz, MEC Bogotá-Colombia

El encuentro en Barranquilla fue retador en todo sentido, pues me ayu-dó a conocer otras realidades latinoamericanas, a tener mayor concien-cia sobre el deterioro ambiental, a renovar mi lectura bíblica al respecto

y a decidirme a hacer ciertos cambios necesarios en mi estilo de vida. La idea ahora es poder plasmar ello en la sociedad y en las iglesias. Considero que estamos llamados a ser ese agente que lucha por un

mundo más justo y pacífico, donde la ética pueda desarrollarse conjun-tamente con las ciencias ecológicas y económicas. Confío en el esfuer-zo de todos los mequenses para poder aportar y alcanzar los objetivos

trazados por la FUMEC y sus movimientos locales.

Carlos Tristán, MEC Perú

“En el marco del en-

cuentro fue un privile-gio escuchar a Marisol, pues su historia, narra-

da desde el cora-zón, les permitió a los participantes comple-mentar sus visiones sobre el conflicto en

Colombia”

Conferencias

Así mismo, junto a la universi-dad reformada se realizaron dos conferencias abiertas, “Economía, Justicia Climática y Buen Vivir” por el Dr. Carlos La-rrea y Nancy Cardoso, y “Desafíos del proceso de Paz en Colombia” por el Dr. Normando Suárez quien a partir de las in-vestigaciones de Orlando Fals Borda argumentó a favor del proceso de Paz, Por su parte delegados de las FARC-EP y un delegado del ELN (Ejército de Liberación Nacional) pudieron compartir sus perspectivas en el camino de implementación y diálogos de paz respectivamen-te.

Uno de los espacios importantes acerca de la actualidad de los acuerdos de Paz y su implemen-tación se dio en una charla cara a cara con “Lucas”, delegado de las FARC-EP y miembro del Me-canismo de Verificación y Moni-toreo para la Dejación de Ar-mas, y los participantes del en-cuentro regional en una sesión más íntima de trabajo.

En este relevante espacio los y las jóvenes lograron formular preguntas, cuestionar y enten-der más sobre la implementa-ción del acuerdo de paz entre

las FARC-EP, el gobierno de Colombia y los diferentes deta-lles que rodean el proceso en Colombia. De los temas desta-cados de la conversación con Lucas fue el recorrido de los puntos acordados en la Habana, Especialmente el estado de la dejación de armas, la situación actual de los campesinos y cam-pesinas en relación a las tierras y uno de los temas centrales de todo el proceso de Paz, las victi-mas del conflicto.

Desafío que Acepta-mos, breves conclusio-nes pertinentes:

El abordaje central del evento ha sido el de la intersección en-tre economía y ecología como necesidad de una relación de justas entre el modo de produc-ción de la economía y la inter-vención del hombre en la natu-raleza. Las relaciones de injusti-cia son las que han llevado a una crisis ecológica de escala planetaria, que se traduce, ade-más, en el aumento de la de-sigualdad y la exclusión, com-prometiendo el futuro cercano de la humanidad y especialmen-te el de las poblaciones más vul-nerables. El encuentro intentó reflexionar sobre estas cosas teniendo como punto de partida este concepto como el de “Eco

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Andrés Molina- Miembro del MEC Bogotá

Uno de los aportes que más debemos rescatar de Orlando Fals Borda, si queremos en-contrarnos en el ecumenismo, es su amistad personal, aca-démica y de acción con Camilo Torres Restrepo y Eduardo Umaña Luna. Juntos no sólo fundaron la Facultad de Socio-logía de la Universidad Nacio-nal de Colombia sino que han sido derroteros del pensamien-to social del siglo XX en Co-lombia y Latinoamérica. Basar nuestras acciones profé-ticas en defensa de los dere-chos de la naturaleza, además porque somos parte de ella, en la complicidad amorosa de la amistad será entonces el #DesafioQueAceptamos a par-tir de lo vivido en Barranquilla: Lecturas populares, lecturas de la realidad y propuestas por un mundo mejor posible, llega-ran a feliz término si practica-mos las relaciones de amistad ecuménica.

Justicia”

De los entendimientos principa-les que han surgido entre los participantes uno de los más la necesidad de la superación de las desigualdades. América Lati-na y el Caribe es una de las re-giones más ricas en cuanto a producción de alimentos, biodi-versidad, bienes comunes, agua. Aún así la región más desigual. Como alternativas planteadas, la superación del modelo agro exportador y ex-tractivista es clave para avanzar en justicia y equidad. Quizá sea éste uno de los problemas más importantes en una América La-tina, que –incluso- durante la década de mayor crecimiento y mayores avances en la inclusión de mayorías y superación de la pobreza -2004-2014 aproxima-damente- las políticas de “crecimiento” de los países del sur –sin importar la tendencia política- se concentraron en la explotación de materias primas y en el aparato agro exportador, volviendo a matrices coloniales. Estas políticas no solo conti-núan, sino que con los giros po-líticos de corte más neo libera-les, luego de 2014 en la mayoría de los países sudamericanos, se han acentuado.

Estos modelos económicos que han puesto en riesgo a las po-blaciones mayoritarias de Amé-rica Latina por más de 5 siglos, que continúan produciendo de-sigualdades y exclusión, no pue-de tomarse de una manera ais-lada o fraccionada. Este es otro

de los puntos de entendimiento y conclusiones que ha llegado el grupo de trabajo: a intersección entre Economía, Ecología y construcción de Paz tiene que incluir el rechazo al patriarcado. La visión de la Eco Justicia, con-tiene una visión eco feminista, donde es posible entender que las relaciones de depredación, intervención y destrucción de la naturaleza se conciben muy cer-canas a cómo se construyen las relaciones de poder entre el hombre y la mujer. Es importan-te entonces incluir una perspec-tiva de género, que incluya el análisis y la crítica al patriarca-do.

La importancia de la tierra, es además fundamental para una Eco Justicia que construya paz. Rescatar las luchas de los y las campesinos y pueblos indígenas y reivindicar el uso de la tierra para quien la trabaja es funda-mental que sea parte del trabajo de la federación, en sus análisis y trabajo de los y las jóvenes.

Compartiendo iniciati-vas locales/regionales hacia la justicia

Otras organizaciones represen-tadas en el Encuentro compar-tieron iniciativas hacia la justicia social, la ecología y la paz.

Sarah Henken compartió el tra-bajo de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos –PECUSA– y su misión en Co-lombia. La Red Juvenil de Reli-

giones por la Paz estuvo repre-sentada por Victor gomes, mo-derador de la red, quién pre-sentó el trabajo interreligioso en América Latina y la publicación “Eco Justicia: Pensamientos di-versos hacia acciones comu-nes”. Por otro lado Milton Mejía, secretario general del Consejo Latinoamericano de Iglesias –CLAI– y encargado de la oficina de paz y desarrollo de la Univer-sidad Reformada hizo parte de varias sesiones en el Encuentro.

También tuvieron espacio los jóvenes, Osmer Alcide Maestre compartió el trabajo de la Aso-ciación Nacional de Desplaza-dos de Colombia –ANDESCOL– de la cual es parte. Andrés Moli-na, mequense bogotano contó su experiencia de construcción colectiva con Casitas bíblicas en su ciudad. Elias Ramírez miem-bro del MEC Barranquilla pre-sentó el trabajo ecológico de FORESCOL, proyecto del que hacen parte varias organizacio-nes con distintos propósitos me-dioambientales como la foresta-ción y reforestación, reciclaje, el uso de energías renovables y otros. Por último Duvier Pérez de la Iglesia Presbiteriana de Colombia compartió procesos y actividades que realiza la juven-tud AIPRAL.

También estuvieron representa-das organizaciones como Iglesia Metodista de Perú, Consejo Mundial de Iglesias, IELCOL y por supuesto la Universidad Re-formada de Colombia, sede del Encuentro.

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El grito de auxilio del planeta es inminente. Toda la vida se extingue poco a poco y lo puedo sentir en mi cuerpo y mi alma de mujer- joven estudiante-creyente y junto a ese grito yo también quiero gritar, que me asusta, que no sé que hacer, que la inmensidad del problema me supera y me abruma. Y sin embargo, la magia que hay en los lazos y los puentes que construimos con otros humanos volviéndonos comunidad y formándonos – superando las fronteras, las nacionalidades, las edades, las creencias y todo lo que en otros modos po-dría separarnos y enajenarnos – esa magia me llena, me fortalece y me hace pensar que soy una y muchas a la vez. Es por eso que el desafío que acepto es el de la esperanza que se mueve, el desafío de retomar el cariño a lo pequeño y de dar valor a las pequeñas gran-des luchas que engrandecen y nutren a la creación , de seguir construyendo comunidad desde los valores de la justicia, la paz, la transparencia, la solidaridad y la verdad.

Diana Cruz Celis– Miembro MEC Bogotá

Fue grato poder reunirnos con nuestros hermanos mequenses de diferentes países de América Latina y el Caribe. Este encuentro nos alentó a construir paz con justicia social, para la transformación de los diferentes contextos en América latina y el Caribe. La paz no es solo un derecho consagrado en la constitución política de Colombia y en tratados

internacionales a nivel de Latinoamérica y el Caribe, la paz es un deber que tenemos que construir, en comunidad, con nuestro prójimo y con nosotros mismos.

"No hay un camino para la paz, la paz es el camino."

Juan Lucas Jiménez Cárdenas, MEC Barranquilla-Colombia

El encuentro regional fue un espacio que nos motivó a seguir trabajando alrededor de la ecología, justicia y construcción de paz. Si bien compartimos dificultades en nuestra región, ningún país es igual a otro, sin duda compartir todas las experiencias que se viven desde nuestros contextos origina nuestro deseo de poder concientizar más acerca de estos y otros temas que son parte de nuestra realidad, para que nosotros desde el lugar donde nos en-contremos podamos contribuir a que nuestra sociedad pueda ser mejor.

Luz Ely Ticona Mamani-Miembro MEC Bolivia

Desafío que Acepta-mos: Seguimiento

Como parte del programa de Eco Justicia y de Construcción de Paz de FUMEC ALC, este encuentro fue de un paso im-portante en la formación de jóvenes en la temática de Eco Justicia y Paz. Como resultado del encuentro se construyó un calendario para la realización de acciones locales en ocho países de América Latina. Los delegados de los MECs en el encuentro serán los responsa-bles de presentar un proyecto por país. Estos proyectos esta-rán alineados bajo las temáti-

cas principales y bajo la clave del “Desafío que Acepta-mos” para lograr así mayor e interconexión regional a la hora de proyectar procesos de inci-dencia pública. Una tercera etapa será la de generar una campaña regional que surja de los propios resultados y evalua-ción del trabajo de los movi-mientos. Que de cuenta tanto de las prioridades locales como de los desafíos que los MECs. La campaña de incidencia pú-blica, será entonces el resulta-do del trabajo, de los propios jóvenes miembros de los movi-mientos y será desarrollada en 2018.

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Fue un valioso espacio de forma-ción, intercambios de experiencia,

conocernos, crear amistades, herma-narnos y del exponer nuestras reali-dades y contextos latinoamericanos, nuestras luchas, sueños y esperan-zas; Escuchamos conferencias que nos confrontan a trabajar de forma

articulada: “porque las acciones pe-queñas aunque importantes ya no

pueden estar aisladas frente a la contaminación, calentamiento global, minería, fracking, depredación de los

recursos, agotamiento de las Biore-servas, las grandes maquinarias de los monstruos globales que amena-zan, deterioran y día a día violan a

nuestra madre tierra, la pacha ma-ma, a el planeta y única casa co-

mún”. El ser humano sigue ejercien-do una relación de dominio, de seño-

río, subyugación y esclavitud sobre la creación.

Fuimos retados con historias de per-dón, superación de la violencia, resi-

liencia y triunfo de la vida sobre la muerte. Ahora sé que “solo con la

búsqueda, construcción y práctica de Paz se pueden transformar los cora-

zones heridos y devolver la sonrisa a las almas desesperanza-

das por el conflicto y la muerte y re-conciliarse nuevamente con la vida”.

Como Mequenses nuestras tareas y

compromisos se reafirman y hoy desde cada una de nuestras latitu-

des y espacios, trabajamos, nos soli-darizamos y clamamos, a una sola voz por el #DesafioQueAceptamos

Johana Núñez Olaciregui- Vocal Me-

sa Directiva- MEC Colombia/Barranquilla

Especial Programa y Encuentro Regional “Juventud por Eco Justicia y Paz: Desafío que aceptamos. El cuerpo del artículo es una colaboración de Jerry Garavito, Marcelo

Leites y María Camila Ulloa. Con los aportes de Jorge González, Jenny Lugo, Edith Johana Muñoz, Carlos Tristán, Andrés Molina, Diana Cruz Celis, Juan Lucas Jiménez,

Luz Ely Ticona Mamani y Johana Núñez Olaciregui.

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ACTIVIDADES Y PROGRAMAS INTERNACIONALES

Nosotros, los 45 jóvenes y estu-diantes representando a Movi-mientos Estudiantiles Cristianos (MECs) de Indonesia, Nueva Zelanda, Francia, Estados Uni-dos, Canadá, Kenya, Egipto, Uruguay, Jordania, Líbano, Pa-lestina, Irak, Madagascar, Suiza, Cuba y Colombia; Reunidos pa-ra la Conferencia de Jóvenes sobre construcción de la paz en el Oriente Medio y Superando la Violencia desde el 30 de julio al 4 de agosto de 2017 en el cen-tro Copto de San Marcos, El Cairo, Egipto; De diversas iden-tidades y culturas, estamos comprometidos a un diálogo co-mún para la paz y la superación de la violencia. La conferencia de seis días creó un espacio para discutir y apren-der sobre la situación en el Oriente Medio y en otros países. Nuestro mensaje a la juventud

cristiana Después de escuchar a nues-tros oradores invitados y trabajar juntos en grupos, llegamos a proponer varios cursos de ac-ción que nosotros como jóvenes podemos hacer. Nuestra apela-ción es a que nuestros herma-nos cristianos acepten a otros que no comparten nuestras creencias. La aceptación de los demás ayudará a crear un mun-do de paz donde toda la gente pueda vivir junta. Al aceptar po-demos comenzar a crear una sociedad equitativa que valora a cada individuo sin importar a qué etnia, género o religión per-tenecen. Esta igualdad traerá justicia para los que han sido oprimidos, atacados y / o des-plazados de sus hogares. Es nuestra responsabilidad, como jóvenes, tomar una posición y ayudar a traer un mundo de paz al nuestro. Por lo tanto, pedimos

que hagamos de esta una priori-dad en nuestras vidas a través de cada acción que hacemos. Nuestro mensaje a las iglesias Como jóvenes, pedimos a las iglesias no para difundir discur-sos de odio o juicio sino predicar el amor, la paz y la aceptación para todas las personas como creación de Dios. Le pedimos a nuestras iglesias a tomar parte en las dialogo, para comenzar a construir relaciones con miem-bros de otras religiones, para llegar a entender sus creencias y aceptarlos como hermanos y hermanas. Pedimos a nuestras iglesias que reconozcan que no podemos dominar la verdad; sólo pode-mos acercarnos a la verdad. So-lo Dios contiene la verdad. Co-mo la juventud actual, somos la iglesia del futuro. Porque de es-

CONFERENCIA DE FUMEC SOBRE CONSTRUCCIÓN DE PAZ

EN ORIENTE MEDIO Y SUPERACIÓN DE LA VIOLENCIA

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to, es importante para las igle-sias comunicarse con nosotros y asegurar que nuestras opinio-nes sean escuchadas. Promo-ver la dignidad humana y servir al bien común es parte del papel de las iglesias, Nuestro llamado a la acción Como participantes de la Confe-rencia, estamos comprometidos con: * Fortalecer la ya existente cooperación interreligiosa que promueve la construcción de la paz mediante el diálogo, acción social común y el análisis sagra-do de las escrituras. * Involucrar a los miembros de

los MECs en la promoción de los documentos de la FUMEC sobre la consolidación de la paz para los jóvenes y los estudian-tes y cultivar en los niños una vida del Evangelio de manera no opresiva. * Restaurar y promover una na-rrativa e imagen auténtica del Medio Oriente. * Lograr un enfoque liberador de la Biblia mediante el desarrollo de pensamiento crítico entre los jóvenes. * Construcción y fortalecimiento de la solidaridad internacional para promover la construcción de la paz y las voces de los jó-venes en plataformas internacio-nales, tales como la ONU, redes

religiosas y cuerpos de iglesias. Solicitud de oraciones Pedimos oraciones por la justi-cia y la paz en todos los países que enfrentan opresión, violen-cia y luchas políticas. Oramos por una cultura de perdón y aceptación de todas las perso-nas. Oramos por la civilización de la caridad. Por último, ora-mos por todas aquellas perso-nas que están personalmente afectadas por el odio, la violen-cia y la opresión. Traducción: María Camila Ulloa

CAMPO TEOLÓGICO ÁGAPE

Participé del 29 de Julio al 19 de Agosto en el Campo Teológico Internacional, el Campo Campo-lavoro y el Campo Político Inter-nacional, siempre con la expec-tativa de, más allá del hecho de pasar parte del verano en Ága-pe, conocer miradas diversas sobre los temas propuestos pa-ra este año en cada uno de los campos, vivir la experiencia del encuentro con la realidad del “otro” y ser parte de una comu-nidad que se da cita allí, pero que se extiende a cada lugar de origen de los campistas. Vivir la experiencia de compartir cada momento del día con un sentido de lo comunitario, revi-viendo el espíritu que motivó a quienes soñaron y “levantaron” Ágape, siendo a la vez parte de este proyecto aún en construc-ción, representó para mí la aper-tura hacia la diversidad de pen-samiento que se entre cruza y encuentra en el Centro Ecumé-nico, en aras de repensar el mundo, sus conflictos y desafíos y las posibilidades de transfor-

mación. Cada actividad desa-rrollada en función de los temas propuestos, conllevó un nuevo espacio de crecimiento perso-nal, una nueva oportunidad de cambiar paradigmas, cuestionar presupuestos y deconstruir el propio pensamiento. Desde las diversas concepcio-nes teológicas del tema de la autoridad y las expresiones co-munitarias de la fe, hasta el in-tercambio de saberes y expe-riencias en el sensible tema de la movilidad humana, las migra-ciones y el encontrar un lugar en el mundo donde sentirse libre y desarrollar el proyecto de vida de quien por diversas razones debe moverse de su lugar de origen, todo estuvo atravesado por el trabajar en equipo, y el gozo de ser parte de una comu-nidad en expansión que sigue cuestionando, formulando posi-bilidades de acción, enviando al mundo sujetos inquietos con ganas de aportar positivamente frente a las problemáticas de su contexto particular.

Regresé a Colombia con una mirada diferente, impregnada de la espiritualidad de Agape, espi-ritualidad fundada en el trabajo comunitario, en el compartir res-petuoso y libre de los propios valores y en el hacerse red, más allá de las fronteras físicas y mentales de quienes siempre querrán pasar una vez más por Ágape, para seguir dejando, pa-ra seguir tomando, para seguir construyendo y deconstruyendo. Siendo mi primera experiencia allí, y encontrando tanto de enri-quecedor en la misma, gozosa-mente regresaría, para seguir descubriéndome como parte de un todo policromático que no distingue idioma, origen, con-cepción religiosa, corriente de pensamiento... pero que se nu-tre de ello para ofrecer al mundo una mirada renovada, un nuevo horizonte de sentido, un ejemplo de comunión, la posibilidad de infinitos nuevos inicios. Rev. Nelson Celis MEC Bogotá

El Dios de la vida, promotor de encuentros, una vez más nos reúne para desafiarnos; en la Puerta de Oro de Colombia, la bella ciudad de Barranquilla, en el mover del Espíritu de vida, creador y liberador, los jóvenes de FUMEC-ALC, representan-tes de movimientos de distintos países de la región, hemos coincidido en el llamado a refle-xionar en torno a la eco justicia y la paz, en el llamado a juntar esfuerzos para construir el mun-do que queremos, en el llama-do a reconocernos en medio de nuestra diversidad, en el llama-do a tener esperanza en otra sociedad posible. La realidad que vive toda la creación, nues-tra América Latina, nuestra ju-ventud, nos exigen hoy escuchar ese llamado y responder con voz alta y firme. Hoy más que nunca la juventud cristiana tiene un rol fundamen-tal en la sociedad latinoamerica-

na, necesitamos ser portadoras y portadores de buenas noticias de esperanza en un mundo me-jor. Nuestro contexto demanda mucho más que discursos y de-claraciones, requiere acción y compromiso, elementos que esta juventud está asumiendo con coraje, las nuevas genera-ciones son elemento clave para las luchas del presente, no son el relevo del mañana, ni el futu-ro, son el presente que está ca-minando y moviendo las bases de los pueblos. Hoy cuando los altos funcionarios políticos del mundo llaman al conflicto y a la guerra, hoy cuando los ecosis-temas son destruidos por los intereses de una economía per-versa, hoy cuando líderes so-ciales son desaparecidos, cam-pesinos asesinados y muchas voces calladas, lo que estamos escuchando es el grito deses-perado de toda la creación que se une para llamarnos a traba-jar a favor de la justicia y la paz,

es esta la misma voz del crea-dor. El juntarnos alrededor de nues-tra fe se convierte en parte de este llamado, entre sonrisas, sueños, ilusiones y esperanzas compartidas, los jóvenes de los distintos movimientos somos una luz en medio de la oscuri-dad, somos los que hemos di-cho “Habla, Señor, que tu voz queremos escuchar”, los que con voz clara y firme decimos “Sí, Señor, estamos dispuestos a aceptar el llamado”, el llama-do que reafirmamos en Barran-quilla a construir paz en nues-tros contextos, el llamado que se sigue renovando en cada lucha y en cada corazón que ha sido confrontado a partir del en-cuentro, seguimos trabajando a favor de la vida y la esperanza en un mundo más justo para toda la creación, el dar respues-ta al llamado de nuestro creador es el #DesafioQueAceptamos.

ARTÍCULO DE INTERÉS

A propósito del encuentro “Juventud por Eco justicia y Paz

#DesafioQueAceptamos

Por: Julio César González – Iglesia Presbiteriana de Venezuela.

Caracas, agosto de 2017

“...y si Él te llama dirás: “Habla Señor, que tu siervo escucha”. 1 Samuel 3.9”

Condarco 321 C1406-Buenos Aires, Argentina

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La Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos – FUMEC- es hoy un organismo cuya misión es promover entre la comunidad estudiantil un compromiso sensible, crítico y transformador de la realidad a través de

la reflexión teológica contextual, acción y participación solidaria en los proce-sos sociales, culturales y la celebración ecuménica.

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Marcelo Leites

Ejecutivo Regional FUMEC ALC

María Camila Ulloa

Asistente Comunicaciones FUMEC ALC