juntos de nuevo

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Juntos de nuevo porBronwyn Jameson

Captulo1Dominic Mori vio el vehculo desde el aire mientras se acercaba a la pista de aterrizaje de Kameruka Downs. No era una de las camionetas tpicas de la zona, sino un cuatro por cuatro blanco conducido con demasiada precaucin para ser de algn vecino. En el outback australiano, a miles de kilmetros de cualquier ciudad, uno se daba cuenta enseguida de qu estaba en su sitio y qu no y aquel coche no estaba en su sitio.Nic se prepar para aterrizar. Aunque no tena que concentrarse demasiado. La avioneta King Air de los Carlisle era una pieza de maquinaria perfecta; aterrizar con ella era coser y cantar comparado con algunos de los cacharros en los que haba volado recientemente.En el hangar encontr a la persona que iba a llevarlo al rancho, un joven pen llamado Jeremy. Una vez de camino hacia el corazn del enorme rancho ganadero de los Carlisle, Nic se olvid del cuatro por cuatro. Se olvid de todo salvo de la sensacin de estar volviendo a casa.Irnico, en realidad, dado el tiempo que haba pasado soando con tener alas para escapar de aquel lugar tan solitario. Pero eso fue mucho tiempo atrs, cuando Joe Mori acept el puesto de chef de los Carlisle y se llev all a sus hijos. Ser el chef personal de una de las familias ms ricas de Australia era un buen trabajo para su padre, pero aquella casa en medio de ninguna parte fue una sorpresa poco agradable para un nio de once aos criado en la gran ciudad.Nic se adapt. Con el tiempo. Su amistad con los hijos de los Carlisle ayud mucho. Y tambin descubrir que poda tener alas. Todos los ganaderos de la zona posean una avioneta y los Carlisle tenan al menos media docena, de modo que Nic aprendi a pilotar antes que a conducir.El curso de piloto era una de tantas cosas que le deba a Charles Carlisle. Slo esperaba que el viejo viviera lo suficiente como para poder pagarle esa deuda.Pero, al recordar su visita al hospital esa maana, se le encogi el corazn. Todos los Carlisle estaban reunidos alrededor de la cama de Charles en el hospital de Sidney; su mujer, Maura, y sus hijos Alex, Rafe y Tomas.Haba poco que Nic pudiera hacer, slo ese pequeo favor, un gesto para asegurarles que todo iba bien en el rancho que la prensa amarilla que cubra cada uno de los movimientos de los Carlisle no haba metido las narices en lo ltimo que les quedaba de su intimidad.-Donde vamos, jefe? -Jeremy pis el freno de la camioneta cuando se acercaban al rancho, esperando indicaciones.-A la casa de Maura.-Quiere quedarse con la camioneta?S, claro que quera. Tener un vehculo a su disposicin durante los das que iba a estar all de visita era absolutamente necesario dado lo aislada que estaba la casa de Charles y Maura Carlisle. La haban construido cuando Tomas se cas, dejando la residencia principal para su hijo y su nueva esposa. Y todo el mundo la llamaba la casa de Maura porque ella viva all todo el ao mientras que Charles pasaba mucho tiempo en Sidney, atendiendo sus numerosos negocios.Estaba pensando en eso, en que Charles Carlisle ya no podra atender sus negocios, cuando vio el extrao vehculo otra vez. All estaba, aparcado frente a la casa de Maura; un cuatro por cuatro blanco con placa de alquiler y cubierto del polvo rojo australiano. El polvo era de all, el vehculo no.Nic salt de la camioneta y mir la silenciosa casa a la luz del atardecer. Pero mientras atravesaba el jardn delantero y suba los escalones de piedra que llevaban al porche, sus cinco sentidos estaban en alerta.Empuj la puerta y entr en el recibidor; el crujido de sus botas sobre el suelo de madera era el nico sonido que fracturaba el espeso silencio. No haba seal alguna de que hubiera alguien all salvo una cmara fotogrfica sobre la mesita de caf.Si alguno de los malditos fotgrafos se haba atrevido a colarse all le arrancara laNic se detuvo en el quicio de uno de los dormitorios. Las cortinas estaban parcialmente cerradas y tard un segundo en acostumbrarse a la penumbra y comprobar que sus ojos no le estaban gastando una broma.-Pero bueno -murmur, acercndose a la cama para mirar a la mujer dormida.Ella se movi un poco, lo suficiente como para que los ltimos rayos de sol iluminasen su pelo dorado lo suficiente como para ver la suave curva de sus hombros que el embozo de la sbana dejaba al descubierto. La piel plida, la delicada constitucin, aquellas pecas tan familiares.Olivia. Qu demonios estaba haciendo all? En casa de Maura? En su cama?Tenso de sorpresa y anticipacin, se sent al borde de la cama y empez a quitarse las botas.Estaba a punto de enterarse.Captulo2Olivia Shay estaba soando. Era un estado muy agradable el escape perfecto para su pena despus de visitar la tumba de Brooke.Ni siquiera le import cuando el sueo cambi de tono y la llev a un sitio que haba jurado no visitar nunca ms. Ese dulce mundo de ensueo la envolva, ofrecindole sensaciones tan reales que casi podra jurar que poda sentir su aliento en la cara, el olor de su piel, las masculinas manos en su pelo.Esas manos mgicas se deslizaban por su espalda, por sus caderas, por la curva de sus nalgas Dejando escapar un suspiro, Livvy se apret un poco ms contra esa fuente de calor. Qu importaba cuando slo era un sueo? Un escape, cientos de recuerdos. l siempre haba sabido cmo tocarla. As, justo as. Tan perfecto, tan real.Pero, de repente, abri los ojos. Un par de ojos negros como el carbn estaban clavados en los suyos y el corazn de Livvy dio un vuelco. Una sonrisa perezosa y sexy iluminaba el rostro del hombre que estaba a su lado.-Hola, Liv. Te he despertado?Liv salt de la cama como si le hubieran pinchado en el trasero con un hierro de marcar ganado.-Maldito seas, Dominic Mori! Se puede saber qu ests haciendo?-Yo? Se puede saber qu ests haciendo t aqu?Apoyndose en un codo, Dominic encendi la lamparita que haba sobre la mesilla. Aunque Livvy deseara que no lo hubiera hecho. Porque ahora poda ver aquello contra lo que haba estado apretndose descaradamente.Metro ochenta y cinco de hombre guapsimo. Ah, y el torso ms atractivo del mundo, desnudo hasta donde poda ver.Estara completamente desnudo bajo la sbana?.Con la cara ardiendo, Liv dej de mirar ese torso para mirarlo a los ojos y lo encontr sonriendo. Y eso le record que ella tambin se haba quitado la ropa para meterse en la cama. Y que no estaba milagrosamente vestida de repente.Livvy tom lo primero que encontr a mano una camisa que ola turbadoramente como el hombre que estaba tumbado en la cama. Como la camisa le llegaba casi hasta las rodillas, valdra por el momento, pens, mientras la abrochaba a toda prisa.-No has contestado a mi pregunta.-Qu hago ahora mismo? -la voz de Dominic era ronca, profunda, tan sexy como su sonrisa. Tan oscura y ardiente como sus ojos. Maldito fuera-. Estoy aqu, tumbado, deseando que no te hubieras levantado de la cama.-Estaba dormida.-Ya me he dado cuenta.-Te has aprovechado de eso!-No tanto como me hubiera gustado.Sus ojos se encontraron en un choque de calor y recuerdos. No de los ltimos cinco o diez minutos, sino de las muchas, muchas veces que Liv haba dejado que se aprovechase. Y el nmero de veces que haba sido ella la seductora.Ver a Dominic Mori y sentir como si estuviese ardiendo por dentro era algo que siempre iba de la mano. Y ahora, con los brazos detrs de la cabeza, mostrando esos bcepsTena que salir de aquella habitacin. Ella, ms Dominic Mori, ms una cama, slo poda dar como resultado una cosa.Aunque eso en concreto siempre haba sido increble. Durante sus tres aos de relacin, con separaciones temporales, cada vez que Nic volva de alguno de sus viajes, de esos sitios donde pareca querer matarse haciendo exhibiciones de vuelo en una vieja avioneta, sus encuentros haban sido maravillosos. Increbles, de morirse, de perder la cabeza. Pero tras la muerte de su hermana en un accidente todo haba cambiado. Ya no poda seguir con aquella relacin, por fabuloso que fuera Dominic en la cama. Y l lo saba. Se lo haba dicho en una carta de cuatro folios seis meses antes. De modo que era absurdo que se portase como si all no pasara nada.S pasaba algo. Su relacin estaba rota.Liv tom su ropa de la silla y se dirigi a la puerta.-Voy a vestirme -le dijo-. Y una vez que t hayas hecho lo mismo, nos vemos en la cocina. As podrs decirme qu demonios ests haciendo en mi cama!Captulo3Nic segua pensativo mientras se duchaba y se vesta a toda prisa. La respuesta a esa pregunta no era evidente? No la haba visto en seis meses y all estaba, en la cama, en ropa interior.En la cocina, pero ya no en ropa interior, Liv lo esperaba impaciente, volvindose cuando entr para interrogarlo de nuevo:-Se puede saber qu haces en Kameruka?Nic apoy una cadera en la mesa.-Sabes lo de Charles Carlisle?Ella asinti con la cabeza.-Cmo est? Ha habido algn cambio?-No, est cada da peor -suspir l. Cada da ms cerca del final-. Me han pedido que viniera para comprobar que todo estaba bien. Especialmente aqu, en la casa de Maura.-Y Maura no te dijo que yo estara aqu?-Ella lo sabe?-Pues claro que lo sabe. Fue ella quien me invit a venir. Cuando la llamaron para que fuese al hospital le dije que podamos dejarlo para otro momento, pero Maura insisti en que viniera de todas formas.Nic la vio ocuparse llenando la cafetera mientras intentaba reunir toda la informacin.-Maura no me dijo que t fueras a venir.-Y debo creer que hemos venido a la vez por casualidad?-Lo que espero que creas -contest l, entendiendo por fin- es que nos han tendido una trampa.-Quin, Maura?-No, Rafe -Nic sacudi la cabeza. S, se era el estilo de Rafe Carlisle. A su amigo le encantaban los juegos-. Ahora que lo pienso, fue Rafe quien me pidi que viniera. Incluso sugiri que durmiese en casa de Maura.Lo cual llevaba a otra pregunta-Que ests haciendo t aqu, Liv?-He venido a visitar la tumba de Brooke.Lo haba dicho con aparente serenidad, pero l vio que se pona tensa. Y not que sus ojos se humedecan.-Lo siento, cario.Dio un paso adelante con intencin de consolarla, pero Liv impidi que la tocase levantando las dos manos como una barrera.-Ha sido un da muy duro, no pasa nada. Pero, por favor, no lo empeores.-Que yo te abrazase lo empeorara?-S.Nic no se jactaba de conocer a las mujeres, especialmente cuando estaban disgustadas por algo, pero la respuesta de Liv le pareci particularmente extraa. Como su comportamiento desde que lleg. S, visitar la tumba de su hermana tena que ser muy doloroso para ella. Pero no era slo eso. Haba algo ms.-Qu ocurre, Liv?-Ya te lo he dicho, he tenido un mal da. He venido conduciendo desde Darwin sin parar porque quera llegar aqu mientras fuese de da. -Y por qu tanta prisa?-Mi madre quera una fotografa de la lpida porque no puede venir en persona. Esto est demasiado lejos. Adems, para ella es muy difcil.-Y no es difcil para ti?-Yo tena que venir y no slo para hacer una fotografa a la lpida -Liv respiraba de manera entrecortada, pasando una mano por su brazo como para controlar un escalofro-. No podr volver por aqu durante algn tiempo. Me marcho a Los ngeles.-De vacaciones?-No -ella levant la barbilla para mirarlo a los ojos-. Grant me ha ofrecido un puesto de trabajo en su productora y he decidido aceptarlo.Captulo4-Quieres un caf?Liv se iba de Australia. Se iba a Estados Unidos para trabajar con Grant Rosewarne, o como se llamase, el hombre de las pelculas. Su ex amante. Podra haberle dado un puetazo en la cara y no le hubiera dolido ms. Pero, en lugar de eso, estaba preguntando tranquilamente si quera un caf. S, claro, y luego podran ponerse a hablar del tiempo.Nic declin la oferta con un gesto.-Cundo te marchas?-A Los ngeles? A finales de la semana que viene. Cuando vuelva a Sidney slo me quedarn seis das y an tengo un milln de cosas que hacer. Tengo que hacer las maletas, llevar mis cosas a un guardamueblesHablaba muy deprisa, solapando una frase con otra y, mientras lo haca, no poda permanecer parada sacando las tazas del armario, aclarando las cucharillas, limpiando la encimera con un pao. Terminando un caf y sirvindose otro.Antes de que pudiera tomar un sorbo, Nic cruz la cocina en dos zancadas y confisc la taza. No necesitaba ms cafena.-Por qu no me lo habas dicho?Como sorprendida por su brusca reaccin, por su pregunta, por su proximidad, o quiz por las tres cosas, Liv parpade.-No supe lo del trabajo hasta el mes pasado, pero en mi carta te dije que necesitaba un cambio. T sabas que no era feliz-Qu carta?Ella se qued inmvil por fin, mirndolo con gesto de incredulidad.-La que te escrib despus de tu ltima visita. Cuando te fuiste a Malasia.-Eso fue hace seis meses.-No has recibido la carta -murmur Liv, apoyndose en la pared, como si de repente se hubiera quedado sin fuerzas, como si toda su energa se hubiera esfumado-. No me contestaste, no me has llamado por telfono. Y ahora, de repente, apareces aqu y haces lo de siempre-A qu te refieres?-A meterte en mi cama. Pens que estabas siendo -Liv sacudi la cabeza, sin terminar la frase.-Que estaba siendo qu?-Insensible, cabezota, obtuso, no s -Liv empez a pasear por la cocina-. Pens que estabas intentando pillarme en un momento de debilidad para ver si cambiaba de opinin. Imagino que no te gustara que lo nuestro terminara as. Especialmente por carta.Nic tard unos segundos en entender la ltima frase: que lo nuestro terminara as. Y esas palabras de rechazo fueron como un reto. Un reto que l estaba dispuesto a aceptar.Tena razn sobre una cosa: no le gustaba nada que ella quisiera romper su relacin. O que pensara que la haba roto por mtodo alguno.-A ver si lo entiendo -empez a decir, en voz baja-. T me enviaste una carta en enero?Liv asinti con la cabeza.-Si no recuerdo mal, despus de pasar una semana en ese chal en las montaas hacindolo todos los das y de todas las maneras posibles, ni una sola vez mencionaste la posibilidad de terminar lo nuestro. De dnde sale eso ahora, Liv?-No dije nada entonces porque no lo saba -replic ella, indignada-. No puedo pensar cuando estoy contigo, Nic. No puedo hacerlo porque siempre estamos demasiado ocupados hacindolo de todas las maneras posibles! Es cuando te vas cuando empiezo a pensar. Tengo casi treinta aos y no puedo seguir asNic se negaba a aceptarlo. Todo en l se negaba a aceptar esa ruptura. -De repente te das cuenta de que te haces mayor y decides que hemos terminado?Nic la vio palidecer y apretar los labios con los ojos oscurecidos. Porras. Discutir a gritos con Olivia nunca haba funcionado. Si quera hacerla cambiar de opinin, y lo hara o morira en el intento, tendra que buscar otro mtodo.De qu lo acusaba? De ser insensible, cabezota, obtuso. S, desde luego los dos ltimos calificativos podran aplicrsele perfectamente, pero no era tan insensible como para no ver que estaba agotada por el viaje y triste despus de visitar la tumba de su hermana y sorprendida por su inesperada aparicin.-Tenemos que hablar, Liv. Pero ahora no me parece buen momento.-Crees que hay algn buen momento para esto?Asintiendo con un gruido, Nic dio un paso hacia ella y, antes de que Liv pudiese adivinar sus intenciones, le dio un casto beso en la frente.-Maana.Al da siguiente, s. Entonces empezara a demostrarle que nada haba terminado entre ellos.Captulo5Olivia despert dndole vueltas a lo mismo que haba estado pensando toda la noche hasta que, por fin, se qued dormida. Nic haba aceptado su ruptura con demasiada tranquilidad. S, muy bien, haba sido un alivio que no insistiera. La noche anterior no estaba para ponerse a discutir con l.Claro que por la maana no estaba mucho ms dispuesta.Despus de enviar la carta seis meses antes haba imaginado mil veces su reaccin. Y haba estado preparndose para una llamada de telfono que no lleg nunca. En fin, al menos ahora saba que no haba sido indiferencia por su parte. Todas esas noches preocupada por cul sera su reaccin, dolida luego porque no responda y Nic ni siquiera haba recibido la carta.Ahora saba la razn. Y ahora tendra que volver a lidiar con ello. Hoy. Cara a cara.Liv se llev una taza de caf al porche y rez para que el paisaje solitario, plano y sereno calmara un poco su ansiedad. Y pens luego en la relacin de amor-odio que su hermana Brooke haba tenido con aquel sitio. Brooke amaba a su marido, pero odiaba la soledad del outback australiano. Su muerte dos aos antes en un accidente de avioneta haba afectados a tantas vidas a la de su marido, destrozado, a la de sus padres. A la suya.Olivia, una vez pasado el dolor inicial y, reflexionando sobre la vida de su hermana, haba descubierto que necesitaba algo ms en la suya. Y ese recuerdo la llev de nuevo a la carta y a la explicacin que le deba a Nic. Haba tenido conversaciones ms difciles, pens. Decirle a sus padres que su hija pequea haba muerto, por ejemplo.Comparado con eso, aquello sera cosa de nios.Pero eso no evit que se pusiera de los nervios cuando oy el ruido de unos cascos en el camino. Dos caballos se dirigan hacia la casa, Nic montando en uno de ellos y llevando en la mano las riendas del otro.Se detuvo frente a la casa y levant su sombrero como hacan los vaqueros del viejo Oeste.-Buenos das, seorita.El gesto la hizo sonrer. Y consigui calmar un poco sus nervios, aunque el corazn le hizo una pequea pirueta dentro del pecho. Cmo iba a saber ella que tena una secreta debilidad por los vaqueros?-No esperaba verte levantada tan temprano.-Llevo horas despierta -minti Liv.-No podas dormir?-Tena que levantarme temprano. El viaje hasta Darwin es muy largo.Y eso slo era parte del camino de vuelta a casa. Desde Darwin an le quedaba un vuelo de cuatro horas y media hasta Sidney. Aquel sitio estaba realmente en medio de ninguna parte.Los ojos de Nic estaban escondidos bajo el ala del sombrero, pero Liv sinti la mirada oscura clavada en su rostro.-Lo dirs de broma, no?-No.Durante unos segundos, nada. Nic se qued sobre la silla del caballo, estudindola.-Pens que tenas ms sentido comn.Livvy se puso tensa.-Perdona?-Viniste ayer por la tarde desde Darwin y es un viaje de nueve horas en coche, no?Ella asinti con la cabeza.-Y parece que has dormido tan poco como yo.-He dormido-Y ahora piensas hacer el viaje de vuelta, sin haber descansado apenas -la interrumpi Nic.-El billete de avin es para esta noche. Y tengo que volver a casa para hacer las maletas y disponer de mis cosas, ya te lo dije ayer.Nic la mir en silencio durante unos segundos.-Yo puedo llevarte en la avioneta maana. Directamente, de aqu a Sidney. As te ahorraras el viaje en coche hasta Darwin y no tendras que esperar la cola en el aeropuerto, ni soportar la horrible comida del avin.Liv estaba negando con la cabeza antes de que terminase la frase.-No, no, de eso nada. No vas a hacerme subir en uno de esos avioncitos de juguete.-El King Airs no es un avioncito de juguete. Los Carlisle encargaron la avioneta prcticamente a medida. Ser como volar en un jet privado.Pero eso significara quedarse all, con l, durante un da y una noche ms.-No, mejor no.-No tenamos que hablar? Quieres que hablemos ahora mismo?A Livvy se le encogi el estomago. Oh, no, no estaba preparada para eso.-Por otro lado, si te quedases -sigui Nic- podramos dejar la conversacin hasta esta noche o maana por la maana -su tono era suave, razonable, tentador-. No habra ninguna prisa.Captulo6Nic saba que la haba convencido, pero contuvo el deseo de sonrer y lanzar su sombrero al aire como hara cualquier vaquero que se preciase. Conseguir que se quedara un da ms slo era ganar la mitad de la batalla.-Quieres entrar a vestirte?-Por qu? -pregunt ella, recelosa.Nic se mordi la lengua para no decir lo que pasaba por su cabeza en ese momento: porque verte en pijama hace que estar sentado en esta silla de montar sea muy incmodo.Incluso despeinada y con ojeras lo volva loco.-Porque vamos a llevarte a cabalgar un rato.-Vamos?-S, seorita. Charlie y yo -contest l, levantando las riendas del segundo caballo-. l ser su brioso corcel.-Parece medio dormido.-Charlie puede dormir incluso cuando va trotando. Es parte de su encanto.Despus de pensrselo un momento, Liv entr en la casa. Y, mientras esperaba, Nic se entretuvo imaginndola vistindose claro que tampoco era buena idea cuando uno estaba montado a horcajadas sobre una dura silla.Tras lo que a l le pareci una eternidad, por fin Liv sali al porche con vaqueros, botas y un sombrero que deba ser de Maura Carlisle. Podra parecer un pen dispuesto a empezar una jornada de trabajo hasta que se plant al lado del caballo y levant hacia l sus ojazos azules.-A m me parece demasiado alto.-No te preocupes, no te vas a caer.Ayudarla a subir a la silla, mirando su redondo trasero, fue un regalo. Mientras le ajustaba los estribos y le mostraba cmo sujetar las riendas, Nic se felicit a s mismo por tan feliz idea. Haba estado despierto casi toda la noche, pero no se le haban ocurrido muchas ms.S, haba pensado sabotear su coche para que no pudiera marcharse, pero no le pareci bien. Luego intent imaginar volver a casa despus de alguno de sus contratos al otro lado del ocano y no encontrar a Liv esperndolo y la idea de sabotear su coche le haba parecido mucho ms interesante entonces.Afortunadamente no haba tenido que recurrir a eso. Posponer la charla haba sido suficiente. Eso y su oferta de llevarla directamente a Sidney en una de las avionetas privadas de los Carlisle.-Esto de montar no es tan difcil.Liv estaba sonriendo, aparentemente contenta por no haberse cado de la silla.-Es facilsimo. Parece como si hubieras nacido sobre un caballo.-Ah, s?Cuando sonrea era increble. Era como la luz del sol y una extraa emocin se instal dentro de su pecho. No poda encontrar palabras para describir lo que senta. Nada ms que: Dios, cmo te he echado de menos, Liv.Por supuesto, ella dej de sonrer al ver que la miraba fijamente y Nic tuvo que carraspear, ligeramente turbado.Fueron hasta la colina de Barakoolie, con su fabulosa vista del rancho. O el paisaje o la relajante cadencia del paseo a caballo o la maravillosa combinacin de cielo y tierra hicieron que Livvy recuperase la sonrisa poco despus. Uno al lado del otro, se quedaron en silencio admirando el paisaje y Nic sinti la misma emocin que cuando Liv sonrea.La misma que cuando aterriz el da anterior, pero ahora ms potente porque ella estaba a su lado.Como si hubiera ledo sus pensamientos, Liv se volvi para mirarlo a los ojos. Estaban tan cerca que cuando uno de los caballos se movi, sus rodillas se rozaron. Tan cerca que Liv alarg una mano para tocar su brazo antes de decir:-Gracias por traerme aqu. Slo por esto me alegro de haberme quedado.Como a Nic no se le ocurra nada que decir, tom su mano. Liv no poda ir a ningn sitio, no poda apartarse. Y, en cuanto se dio cuenta de eso, no pudo evitarlo.Se inclin hacia delante y la besCaptulo7Hubo un momento antes de que sus labios se encontrasen en el que Olivia podra haberse apartado. Una dcima de segundo en la que sus miradas se encontraron y ella ley la pregunta en sus ojos:T eliges, Livvy: s o no?Quiz podra haberse resistido si eso fuera todo. Pero ms all de lo sencillo, ella ley lo complejo: un oscuro anhelo, un ardor fiero, un torrente de emociones que la empap de la cabeza a los pies.Y el momento se esfum, envuelto en sensaciones, mientras Nic se apoderaba de su boca. Pero no empez siendo un beso apasionado, sino un roce contenido, como si estuviera saboreando el primer contacto tanto como ella.Liv tom aire y sus pulmones se llenaron del olor a cuero, a tierra y a Nic. Mientras rozaba sus labios, tocndolos, apartndose, volviendo luego, Olivia cerr los ojos y se dej llevar por los recuerdos...Del da que se conocieron, all, en Kameruka Downs, en la boda de su hermana Brooke con Tomas Carlisle. Entonces ella sala con Grant, pero haba visto a Nic mirndola durante toda la ceremonia. Haban bailado juntos despus; una cancin lenta, larga, y al final l haba besado su mano. Slo un roce, pero a ella se le haban doblado las rodillas. Y Liv haba sabido entonces que los besos de Nic Mori podran poner su mundo patas arriba.No volvieron a verse hasta dos aos despus, pero no haba estado equivocada sobre los besos.Uno de los caballos piaf entonces y Liv sinti que, mientras la besaba, Nic estaba sonriendo. La apretaba contra l con una mano mientras lenta, muy lentamente, saboreaba su boca.Nic empez a apartarse y ella lo sigui sin darse cuenta. Pero quera ms; no estaba preparada para que el beso terminase. Sera el ltimo, pens, y qu curioso que fuera precisamente all, en Kameruka, donde todo haba empezado.Entonces le pareci or un ruido el sonido lejano de un vehculo. Y su caballo debi orlo tambin porque se movi un poco. Liv, inclinada como estaba hacia delante, empez a deslizarse de la silla Afortunadamente, Nic la rescat, sujetndola hasta que recuper el equilibrio.-Ests bien?Ella asinti con la cabeza, sin saber qu la haba afectado ms: la amenaza de caerse del caballo o el beso de Nic. O podra ser el hecho de haber sucumbido tan fcil y tan completamente sin resistirse en absoluto?Nic se apart entonces y Liv se dio cuenta de que estaba mirando hacia atrs. Y, siguiendo la direccin de su mirada, comprob que un vehculo se haba detenido al final del camino.-Es Jeremy, uno de los peones del rancho -Nic arrug el ceo mientras golpeaba los flancos del caballo con los talones para ponerlo al trote-. Ser mejor que vaya a ver qu quiere.Olivia lo sigui, a su propio ritmo, ms lento. Su corazn, sin embargo, haba empezado a galopar. Incluso a esa distancia poda ver la seria expresin del joven y poda sentir la tensin de Nic mientras desmontaba a toda prisa.Seran malas noticias del hospital sobre Charles Carlisle?Agarrndose a la silla con las dos manos, y poniendo en ello toda su voluntad, golpe suavemente los flancos de Charlie y, sin saber cmo, lleg hasta los dos hombres sin caerse.-Qu ha pasado?-Un accidente en la carretera de Boolah -contest Nic-. Una familia necesita ayuda urgentemente.-No podemos llamar al servicio mdico?Un servicio mdico areo operaba por todo el territorio australiano, que ella supiera. Iban de un lado a otro ofreciendo cuidados mdicos a las comunidades ms aisladas y se llevaban a los heridos o enfermos al hospital.-Estn de camino, pero tardarn al menos una hora en llegar, quiz ms -Nic no perdi el tiempo con instrucciones sobre cmo desmontar, sencillamente la tom por la cintura para bajarla del caballo y le entreg las riendas a Jeremy. Luego empez a correr hacia la camioneta y Liv lo sigui-. Nosotros podemos llegar all en la mitad de tiempo.-En la camioneta?-No, en mi avioneta. Por eso ha venido a buscarme Jeremy. No hay ms pilotos disponibles en este momento. Vamos, sube.-Pero cmo puedes ayudar t? pregunt Liv, su voz ronca de miedo.Debera haberse quedado con Jeremy para llevar el caballo de vuelta al rancho, pero Nic ya se haba puesto en camino, dirigindose directamente a la pista de aterrizaje.-Puedo marcar una pista para la avioneta mdica, por ejemplo. Y luego har lo que pueda. Hay nios, Liv. No s si estn heridos, pero desde luego estarn muy asustados. Vas a venir conmigo o no?Captulo8El accidente podra haber tenido un resultado mucho ms trgico. Un coche familiar cargado hasta los topes en un camino de tierra, un conductor que no conoca bien la carretera y pisaba demasiado el acelerador el vehculo haba terminado rodando por una pendiente. El resultado: la madre inconsciente, dos nios con magulladuras y mucho dolor y ansiedad.Pero, gracias a los cuidados mdicos que estaban recibiendo, todo saldra bien. La avioneta del servicio mdico areo haba despegado diez minutos antes con toda la familia a bordo, dejando a Nic y a Olivia solos otra vez.Nic mir a lo lejos, donde poda ver la esbelta figura de Olivia. Se haba alejado un poco, despus de dejar a los nios, a los que haba estado consolando, en manos de los mdicos. Y l la haba dejado ir, sabiendo que necesitaba calmarse un poco despus del susto.Al menos una docena de veces haba deseado no haberla llevado all. La primera fue en la pista de Kameruka, cuando vio que se pona plida y rgida de miedo al subir a la avioneta. Recordaba sus palabras de aquella maana: no vas a hacerme subir en uno de esos avioncitos de juguete.-No tienes que hacerlo -le haba dicho, sorprendido al ver su expresin de pnico.-Quiero hacerlo -dijo ella, con los dientes apretados-. Y deja de perder el tiempo. Levanta esta cosa del suelo antes de que pierda el valor o el desayuno.Nic apret la plida mano que se aferraba al asiento y, una vez en el aire, intent distraerla comentando el paisaje. Quiz eso haba ayudado un poco.El dificultoso aterrizaje y ver a los nios llorando y a la madre inconsciente no haba ayudado nada.Nic golpe el fuselaje de la avioneta Cessna, enfadado consigo mismo. Considerando que no haba pista, el aterrizaje haba sido ms o menos decente. Pero las ruedas haban chocado contra un par de baches en la carretera, como le haba pasado al conductor del coche, y no poda volver a despegar hasta que hubiera comprobado que la avioneta estaba en perfectas condiciones.Y ahora tena que contrselo a Olivia.-Por favor, no me digas que tengo que volver a subir a esa cosa -le dijo en cuanto se acerc-. No, an no.-Muy bien, no tienes que volver a subir enseguida.Dejando escapar un largo y pesado suspiro, Livvy asinti con la cabeza. Afortunadamente, el color haba vuelto a su cara. Pero en sus ojos an poda ver la angustia del vuelo y del caos del accidente.Ms tarde hablaran sobre eso y sobre otras cosas. Como por ejemplo, por qu haba dejado antes que la besara y por qu le haba devuelto el beso. En su opinin, eso lo cambiaba todo. Pero, por el momento-Te apetece dar un paseo?Olivia gui los ojos.-Un paseo hacia dnde?-Al campamento Boolah -Nic seal hacia el Sur-. Est a pocos kilmetros de aqu.Liv mir en la direccin que indicaba.-Qu hay en ese campamento?-Bueno, hace aos que no paso por all, pero espero que haya agua y provisiones.-Agua y provisiones?-S.Haban desayunado horas antes y se haban perdido el almuerzo. Nic se daba cuenta por su expresin de que tena hambre y de que estaba sumando dos y dos-El aterrizaje ha daado la avioneta, verdad?-Es posible que s, no lo s. Pero no voy a arriesgarme a despegar sin estar seguro del todo.Liv se pas la lengua por los labios.-Nos hemos quedado tirados aqu?-Slo hasta que alguien venga a buscarnos.Nic no le dijo que el equipo de rescate no los dara por desaparecidos hasta la maana siguiente. O que l haba llamado por radio a Kameruka desde la avioneta para asegurarse de que as fuera.Captulo9Considerando las alternativas: volver en aquel monstruo con alas o sentarse sobre una piedra en medio de ninguna parte hasta que fueran rescatados, a Olivia no le import nada el paseo. Durante el primer kilmetro ms o menos agradeci la lentitud del paso y el silencio de Nic. Ambas cosas ayudaban a disipar la tensin que haba ido aumentando a medida que pasaban las horas.Cuando se decidi a hablar, Nic no dijo nada sobre el accidente o su pospuesta conversacin. Le habl sobre su vida all, en Kameruka Downs, con su hermano Carlo y su hermana Angie y los tres hermanos Carlisle. Cosas alegres, amenas, ligeras que evitaban que Liv se hundiese en ms negros pensamientos.De modo que sigui caminando. Incluso consigui sonrer alguna vez y, poco a poco, kilmetro a kilmetro, empez a relajarse. Quiz no iba pasar nada. Tal vez, con todo lo que haba pasado desde entonces, Nic no mencionara el beso. Con un poco de suerte, no le pedira que explicase lo que no tena explicacin posible.El campamento, pronto descubri Liv, no era ms que un cobertizo con primitivas caeras y provisiones para los peones del rancho. Pero como esas provisiones incluan comida, no se quej demasiado.Despus de devorar un almuerzo ms que bsico y tardo, Nic sac dos bultos del cobertizo y Olivia frunci el ceo.-Qu es eso?-Nunca has dormido en uno de estos sacos, jovencita?Liv lo vio desdoblar el primer bulto: un colchn de espuma dentro de un forro de tela blanca.-As se duerme en el campo -le explic Nic-. Es perfecto para dormir bajo las estrellas.-No crees que nos encontrarn antes de que se haga de noche?l levant la cabeza y algo en su oscura mirada hizo que el pulso de Liv se acelerase. Y luego sonri, con esa sonrisa seductora que no ayudaba nada a calmar los rpidos latidos de su corazn.-Probablemente. Pero, mientras tanto, por qu no te echas un rato? Yo dira que ests agotada.Ridculamente consciente de su presencia, de su aislamiento, de todos los das y noches en los que haban compartido cama, de la reaccin de su cuerpo ante esa sonrisa, Liv llev su colchn a la sombra del cobertizo y cerr los ojos. Y se dedic a darle vueltas a la situacin.Aqulla era la oportunidad perfecta para hablar, pero no se vea capaz de dar el primer paso. Habra una discusin, drama, disgusto y despus de pasar horas ayudando a esa gente en la carretera necesitaba un respiro de tanta angustia. Ms tarde hablaran, se dijo. Despus de que hubiera descansado los ojos, la mente y las emociones.Curiosamente, se qued dormida casi de inmediato; hasta que Nic la despert para que viese la puesta de sol. Liv protest por la interrupcin, medio dormida, pero en realidad se alegraba.-Ha merecido la pena despertarme para ver esto. Tirada en el colchn, ms limpia despus de haberse lavado un poco y bastante ms relajada despus de la siesta, Liv admiraba los colores del cielo y observaba a Nic de reojo mientras encenda una hoguera. Intentaba no hacerlo pero, como le pasaba con la puesta de sol, no poda apartar los ojos.-Para verme hacer una hoguera?-No, por la puesta de sol. Es una de las cosas que ms le gustaba a Brooke de este sitio. Intentaba describirme los colores del cielo, pero no es posible expresarlos con palabras.Como el amor, el dolor, como las emociones. Liv haba descubierto todo eso mientras intentaba escribir la carta. Y mientras intentaba pensar en lo que tena que decirle aquella noche.-A Brooke no le gustaba vivir aqu?-No, mi hermana odiaba el aislamiento y la falta de diversiones. Y hubiera odiado esto.Mientras estaba dicindolo, una vocecita interior la llamaba mentirosa. Brooke no habra odiado acampar al aire libre si hubiera estado con Tomas. Le habra encantado mirar a su marido mientras encenda una hoguera. Habra sentido lo mismo por Tomas que ella senta en aquel momento por NicCundo iba a dejar la maldita hoguera para acercarse a ella de una vez?-Y t, Olivia? T no lo odias?Su voz era como una caricia, tan suave como el humo. Pero haba algo ms. Era cmo pronunciaba su nombre su nombre completo, lo que siempre consegua hacer que se le encogiera el corazn.-No -dijo por fin, en voz baja-. Yo no lo odio.Cuando Nic dej a un lado el palo con el que estaba removiendo la hoguera, Liv sinti un escalofro. Y cuando empez a acercarse a ella, el escalofro se convirti en una ola de calorCaptulo10Nic se sent al borde del colchn porque, qu demonios, no poda estar separado de ella por ms tiempo. Y, aunque Olivia se apart para dejarle algo de espacio, no sali corriendo. Eso tena que ser una buena seal.Aunque tampoco l haba hecho ningn avance. An. Tenan toda la noche y parte de la maana, de modo que no haba prisa.Una parte de l quera darse prisa; la parte que se haba encendido al verla dormida sobre aquel colchn durante gran parte de la tarde o al poner la mano sobre su hombro para despertarla. Y al notar que haba descartado parte de su ropa despus de lavarse.Estaba dentro del cmodo, aunque rstico, saco, a unos centmetros de l, con las piernas desnudas. Nic apostara algo a que tambin se haba quitado el sujetador. Que l supiera, podra no llevar bragas siquieraAlgo en lo que no iba a pensar mientras l estuviera completamente vestido. Nic se movi, estirando las piernas en un vano intento de ponerse cmodo.-Nunca me habas dicho que tu hermana odiase vivir aqu.-Y t nunca me habas dicho que te escapaste de un internado -replic ella, repitiendo una de la historias que le haba contado mientras iban al campamento para distraerla del accidente, para borrar las oscuras sombras que haba en sus ojos-. Y tampoco me habas dicho que hubieras metido una rana en la cama de Angie. O las carreras que hacais con los ojos tapados hasta el riachuelo.Nic se encogi de hombros.-Slo son historias.-Slo historias o un sntoma de algo?-De qu ests hablando?-Durante el tiempo que estuvimos juntos nunca hablamos demasiado, verdad?Lo nico que Nic oy de esa frase fue el uso del pasado: durante el tiempo que estuvimos juntos. Y se negaba a aceptarlo.-Hablbamos ms que suficiente. Cuando volva de algn viaje, t siempre me preguntabas dnde haba estado, qu haba hecho.El rostro de Olivia estaba en sombras, de modo que no poda ver su expresin, pero oy que dejaba escapar el aire poco a poco.-S, bueno, siempre empezbamos en la buena direccin, pero luego, de repente, en medio de la segunda o la tercera fraseEl calor que haba en sus ojos hizo que enmudeciera. Lo nico que se le ocurra era decir: Liv, no he dejado de pensar en ti antes de alargar una mano para tocarla. Y, a partir de entonces, estaran desnudos y de camino al paraso.Nic arrug el ceo, intentando apartar de su cabeza tales imgenes. Recordar la suavidad de su piel, sus gemidos, los susurros y las sensuales sonrisas cuando la tena justo donde la quera nada de eso le estaba sirviendo en aquel momento.-Hblame entonces, Liv -le dijo, pero la frase le sali ms brusca de lo que pretenda. Porque estaba a punto de decir: Liv, te he echado de menos como un loco.-Sobre qu?Nic not cierta cautela en su voz y supo lo que estaba pensando. Pero no quera ir all. No quera romper el tentativo contacto que haba estado intentando crear durante todo el da. -Hoy, despus del accidente, te has quedado muy callada.Durante un largo y tenso minuto, pens que Olivia se iba a cerrar en banda. Se acerc un poco ms para ver su cara a la luz de la hogueraY la tristeza que vio en su rostro, en sus ojos, le encogi el corazn.-Ha sido la nia Hollie. Estaba abrazndola y ella me ech los brazos al cuello. Era como cuando abrazaba cuando Brooke era pequea solaSu voz, baja y ronca, se rompi al pronunciar el nombre de su hermana. Y, aunque intent seguir, tomando aire, no fue capaz. Porque estaba llorando. Y esas lgrimas silenciosas le rompan el corazn.Nic no se par a pensar antes de tomarla entre sus brazos.Captulo11Olivia dej que la consolara. Al principio era un abrazo torpe, con l sentado y ella tumbada en el colchn, pero entonces Nic se tumb a su lado y la apret contra su pecho sin decir nada.Cmo iba a protestar? Siempre le haba gustado la solidez de su torso y cmo al apretarse el uno contra el uno el resto del mundo desapareca. Le encantaba cmo acariciaba su espalda y apartaba el pelo de su caraIncluso le encantaba la ligera tensin que poda sentir en sus brazos. Era un hombre, despus de todo, con una innata aversin a las lgrimas.Y, sin embargo, estaba abrazndola, como haba hecho durante el funeral de Brooke y durante tantos das y noches despus. Y cuando el torrente inicial de lgrimas desapareci, la apret an ms, besando tiernamente su pelo.Olivia saba que si se quedaban as durante el tiempo suficiente, quiz un minuto o dos ms, Nic hara alguna broma para aliviar la tensin. As haba conseguido hacerla rer en das en los que pens que jams volvera a hacerlo.Es un don le haba dicho ms de una vez. Y, pensando en ello ahora, pensar en su decisin de alejarse de un hombre que tena el don de hacerla rer, era un duro golpe para su nimo.De repente estaba deseando que hiciese una broma. No quera recordar cmo haban sido las cosas entre ellos en el pasado. Cmo, despus de una broma, l secaba sus lgrimas y luego la besaba. Y con una sola caricia de sus mgicas manos, el beso pasaba de ser tierno a ser excitante y a consumirla despus.Liv puso las manos sobre su torso. Bajo las manos senta los fuertes latidos de su corazn. Y el calor de su piel. Y, como siempre, su cuerpo despert a la vida, incluso usando las manos para poner cierta distancia entre ellos.-Lo siento, siempre te hago lo mismo -Olivia intent secar la pechera mojada de su camisa-. Imagino que no era esto lo que esperabas cuando sugeriste que hablsemos.-Ha sido un da difcil para ti.-Adems de no haber dormido bien.-Adems de despertar y ver a un extrao en tu cama.Olivia sonri.-Y aqu estamos otra vez dijo en voz baja.-S, aqu estamos otra vez.No haba humor en esa frase y Olivia sinti una nueva y peligrosa tensin en el torso de Nic, tan cerca del suyo, en las manos que estaban apoyadas sobre sus hombros, en el brillo de sus ojos.-Sin hablar -murmur- otra vez.Un tronco de la hoguera crepit al romperse, enviando una lluvia de chispas visibles en la oscuridad de la noche.Nic ri, una risa ronca, masculina, que despert las mismas chispas en las entraas de Olivia.-S, bueno, la ltima vez que suger que hablases conmigo fue como si, de repente, se abrieran las compuertas de una presa.Cierto, pero haba sido el recuerdo de Brooke. Ahora era el momento de hablar de su relacin. De explicar todo lo que le haba explicado ya en esa carta que no haba recibido. Para explicar por qu no podan seguir juntos.Pero cuando ech la cabeza hacia atrs, cuando levant los ojos para encontrarse con la mirada oscura e intensa, supo que haba esperado demasiado.Nic tom su cara entre las manos y empez a acariciar sus labios con la yema del pulgar.-Qu ests haciendo?-Espero estar a punto de terminar lo que empezamos esta maana.Captulo12Como por la maana, Nic se acerc despacio, dndole tiempo para que se apartase. Pero, en lugar de hacerlo, Olivia se apoy en un codo para acercarse ms. Un suave roce de sus labios y una ola de fuego recorri sus venas.Nic se tumb a su lado en el colchn y descubri el mismo brillo de anhelo en sus ojos. No tenan que hablar cuando se comunicaban tan bien con el cuerpo. Le encantaba esa espontaneidad. Le encantaba que fuesen tan compatibles. Le encantaba que pudieran retomar el beso que haba empezado por la maana.Y ayudaba mucho que no estuvieran montados a caballo. Y, sobre todo, que Olivia le hubiera echado los brazos al cuello. Dejando escapar un gemido de deseo, Liv entreabri los labios para dejar que la besara y Nic pens que haba muerto y estaba en el cielo.Saba al caf instntaneo que haban tomado cuando llegaron al cobertizo; un sabor clido y un poco amargo. Pero Nic sigui besndola apasionadamente hasta que slo qued el sabor de Olivia: caliente, dulce y adictivo. Saba que debera parar un poco, controlarse. Pero no dejaba de pensar en su uso del pasado y senta un ansia casi desesperada por dejar en ella su marca.Para demostrar que deban estar juntos.Slo cuando necesit respirar se apart un poco; un poco nada ms. Luego mordisque su labio inferior, pasando la lengua por su barbilla, por su gargantaNic baj la mano para desabrochar la cremallera del saco y Liv no puso ninguna objecin. Al contrario, ella misma lo ayud.Tena las piernas desnudas, la camisa levantada hasta las caderas. Y Nic empez a temblar de anticipacin.Pero deba haber una gota de sangre en su cerebro que no haba viajado hacia el sur. Suficiente como para que pudiera pensar: tranquilo, chico, en lugar de desnudarla a tirones. Desabrochar la camisa le pareci un proceso interminable y, en su estado, ms de cinco segundos era una eternidad.Quiz lo dijo en voz alta porque Liv, riendo se dispuso a ayudarlo.Esa gota de sangre que quedaba en su cerebro lo anim a apoyarse en un codo para admirar su plida y preciosa piel a la luz de la hoguera.Pero a l nunca se le haban dado bien las palabras cuando se trataba de algo importante. l poda bromear, poda hacerla rer, poda abrazarla y consolarla murmurando palabras tiernasPero lo que senta a veces cuando la miraba como ahora, por ejemplo, para eso no tena palabras.Lo nico que poda hacer era demostrrselo. Adorar cada centmetro de su piel, cada curva de su cuerpo con las manos, con la boca, con la lengua.Nic bes las cumbres de sus pechos, las pecas de sus hombros, la frgil telaraa de venitas en el interior de las muecas y los codos. Bes su ombligo y lami la curva de sus caderas. Y luego empez de nuevo, besando los dedos de sus pies y subiendo lenta, muy lentamente, por una pierna y luego por la otra.-Espera -susurr Liv, intentando apoyarse en los codos-. Espera, para ya es suficiente.-No, no es suficiente.Estaba besando el interior de sus muslos, oyndola contener el aliento, sintiendo sus escalofros en su propia carne. Y cuando levant la mirada para admirar su cuerpo desnudo, sus miradas se encontraron. Los ojos azules se haban oscurecido; el baile de las llamas de la hoguera creando sombras sobre su cara y sus pechos.-No tienes que hacer eso.-Oh, s dijo Nic-. Tengo que hacerlo. Captulo13Hacerla rer no era el nico don de Nic, que tambin saba cundo ponerse serio. Olivia cerr los ojos y arque la espalda, apretndose contra la presin carnal de su boca. Su lengua, sus labios, el roce de sus dientes era casi imposible de soportar y, sin embargo, no era suficiente.Quera ms. Lo quera a l. Dentro de su cuerpo. Ya.Pero antes de que pudiera decirlo, Nic aument la presin de su boca y la sensacin la pill por completo desprevenida. Al sentir el roce de su lengua de nuevo, Liv explot en un ardiente orgasmo que contrastaba con el aire fro de la noche.Oy que se quitaba las botas y las tiraba al suelo y slo entonces se dio cuenta de que estaba vestido. Y deba ser la primera vez. Normalmente se encontraban en el camino, desnudndose el uno al otro con manos ansiosas.Cuando su mundo, y el cielo nocturno, dejaron de dar vueltas y pudo enfocar bien, Nic estaba desnudo salvo por la proteccin enfundada en su miembro.Y cuando la bes, el mundo de Liv desenfocado de nuevo, ella tom su cara entre las manos, deseando encontrar un ancla. Bajo las palmas senta el roce de su incipiente barba, entre las piernas la dureza de acero de su ereccin.Algo cambi entonces en el tono del beso, en el roce de sus manos. Liv pens que haba cierta tristeza bajo esa ansia, o una silenciosa desesperacin, pero se dio cuenta de que esa emocin era suya, porque saba que aquella sera la ltima vez. Que nunca volvera a tener a aquel hombre.Y apart la cara para decirle para decirle qu? Que nunca lo olvidara, que lo echara siempre de menos, que lo querra toda la vida. Pero sus palabras se convirtieron en una larga exhalacin, un suspiro y un gemido, un grito y una splica cuando Nic entr en su cuerpo.Llenndola con una larga y profunda embestida.Slo haban pasado seis meses? A Nic le pareca como si hubiera pasado una eternidad desde la ltima vez que experiment esa sensacin, desde la ltima vez que el cuerpo de Liv le daba la bienvenida, abrindose para l. Una eternidad desde que la mir a los ojos y sinti aquel familiar impacto en el pecho.La sensacin de: s, esto es lo que tengo cuando vuelvo a casa. Aquella mujer, aquella emocin, aquella sensacin de estar completo.Nic enred los dedos con los suyos y los puso sobre su cabeza.-Cunto te he echado de menos, Liv. Echo de menos estar contigo.. lentamente, empez a moverse de nuevo-. Cuando estoy lejos pienso en ti cada noche. As, contigo debajo de m. Conmigo dentro de ti.Volvi a besarla para mostrarle lo que no saba expresar con palabras. Para saborear su pasin, para llevarse sus suspiros mientras aumentaba la velocidad de las embestidas, atrapado por una ola de deseo gigante.Luego solt sus manos. Quera que Liv lo tocase, que las deslizase por su espalda, sentir cmo clavaba las uas en su piel. Y quera tocarla, acariciar sus pechos, pellizcar sus pezones antes de metrselos en la boca, uno tras otro, chupando hasta ver el inicio del orgasmo en su cara.Empujando, tocando sus hmedos pliegues hasta que la respiracin agitada de Liv dej paso al grito roto del orgasmo. Hasta que l mismo se dej ir en su interior.Despus, la estrech entre sus brazos, protegiendo su hmeda piel del aire fro de la noche. Y, antes de dejar que el sueo se lo llevase, la apret an ms fuerte contra su corazn, murmurando:-No s qu intentabas decir anoche, cuando me hablaste de esa carta. Pero te aseguro una cosa, Liv: t y yo no hemos terminado.Captulo14Nic le hizo el amor de nuevo en medio de la noche, de una manera dolorosamenta lenta, cargado de pasin, como si necesitara hacerle entender el mensaje: no hemos terminado. Olivia crea lo que le deca con su cuerpo. Siempre lo crea en la cama. Pero entonces Nic se marchaba, durante meses en ocasiones, y entonces empezaban las dudas.Cuando los primeros rayos del sol empezaron a iluminar el paisaje, Liv se apart de sus brazos y busc su ropa. Tena que pensar. Tena que decidir si lo de la noche anterior haba cambiado algo. Si las dulces palabras de Nic significaban algo ms que: cario, he echado de menos acostarme contigo.Si no hemos terminado significaba tenemos un futuro y no me refiero slo a los ardientes fines de semana.Liv mir los restos de la hoguera, apagada ahora, y luego volvi a mirar a Nic, profundamente dormido sobre el colchn. Incluso dormido pareca fuerte e invulnerable. Su propia persona, alguien que no necesitaba nada ni a nadie salvo volar.Se le encogi el corazn al pensar en lo que senta por l. Si esa noche hubiera pronunciado alguna palabra de amor, de esperanza, de futuro... Pero Nic siempre esquivaba esos trminos. Y como la incauta que era, ella se haba quedado; haba hecho el amor con l, esperando que aquella vez hubiese algo ms.Te quiero, en lugar de me encanta acostarme contigo.Cambiara eso algo?, se pregunt entonces. Importara si la amaba o no cuando se diera la vuelta para marcharse otra vez? Livvy se puso las botas y mir las ahora fras cenizas de la hoguera. Hasta que escuchase esas palabras, hasta que pudiera mirarlo a los ojos y ver en ellos esa emocin, sencillamente no lo sabra.

En un desnivel cerca del cobertizo desde el que Liv estaba disfrutando del amanecer vio a Nic acercndose. Y, sabiendo lo que tena que decirle, su corazn se volvi loco. Pero Nic calm sus nervios sentndose tras ella y colocndola entre sus rodillas. La maana era fra y Liv agradeci el calor de su cuerpo y la manta con la que los envolvi a los dos.Cuando bes su sien y la apret contra su pecho, contuvo el deseo de decirle que era el momento de hablar. En lugar de eso, murmur: -No tiene tantos colores como la puesta de sol, pero el amanecer es bonito de una forma serena, menos espectacular.Como la futura direccin que ella haba elegido para su vida, lejos de la pasin de Nic: serena, aburrida y nada espectacular.-Quieres saber cmo creen los aborgenes que se cre el sol?Liv se volvi para mirarlo por encima del hombro.-Es una leyenda?-S -la sonrisa de Nic la desarm, como siempre-. Durante mucho tiempo no haba sol, slo la luna y las estrellas. Y los pjaros que habitaban la tierra eran enormes. Un da, un emu gigantesco y un formidable brolga estaban discutiendo. El brolga perdi la paciencia y, tomando uno de los huevos del emu, lo lanz al cielo, donde se rompi y estall en llamas iluminando el mundo entero.Liv senta el calor de su aliento en la nuca.-T iluminas mi mundo, Liv.Oh, Dios. Por qu haba tenido que decir eso precisamente ahora?. Por qu tena que hacer que aquello fuera mil millones de veces ms difcil?-Estabas pensando en Brooke otra vez? -le pregunt, como si hubiera detectado su tristeza.-No. Estaba pensando en amaneceres y en puestas de sol. En principios y finales.A su espalda, Liv sinti que se pona tenso. Haba ledo entre lneas; haba entendido a qu se refera.-Es hora de hablar sobre la carta que te escrib -sigui- y de por qu he decidido aceptar ese trabajo en Estados Unidos.Captulo15Nic se incorpor, en silencio. Olivia poda imaginarlo detrs de ella, mirndola fijamente.-Qu clase de trabajo es?-Como ayudante de produccin.l dej escapar un suspiro.-Ayudante de produccin para tu ex.Livvy levant la mirada, molesta.-No es por eso por lo que consegu el trabajo -y aquel no era un comienzo prometedor para un dilogo, pens-. Podemos dejar a Grant fuera de esto? He tomado una decisin te escrib esa carta meses antes de volver a encontrarme con l. Grant es irrelevante.-Y no lo es esta conversacin despus de lo que pas anoche?-Lo de anoche no cambia nada.Liv vio que apretaba mandbula el nico movimiento en su alta y oscura figura. Y se levant, incapaz de seguir sentada bajo tan sombro escrutinio. Haba intentado decrselo muchas veces, pero Nic siempre se haba tomado a broma sus preocupaciones. Y esta vez tena que hacer que entendiera.-Cuando te fuiste la ltima vez, me sent ms triste de lo habitual. No s por qu. Tal vez porque ibas a estar fuera durante muchos meses. Tal vez porque era casi Navidad y el principio de un nuevo ao. Entonces empec a pensar: aqu estoy, ha pasado otro ao y qu he hecho con mi vida?.Liv estudi el horizonte durante un momento mientras intentaba controlar sus emociones y, a la vez, ponerlas en palabras.-Senta como si el tiempo pasara y yo no fuese a ninguna parte con mi trabajo ni con mi vida. Pero peor que eso no me gustaba nada que mi felicidad dependiera de tus idas y venidas.-Has pasado un par de aos muy difciles.-S, es verdad. Pero no slo por la muerte de Brooke.Nic arrug la frente.-Ests diciendo que yo te hago infeliz? Porque estoy seguro de que no es verdad. Yo te hago rer-Pues a eso me refiero! -lo interrumpi ella-. Una semana ests aqu y yo me vuelvo loca de felicidad y luego te vas durante semanas, meses a veces, y yo me quedo sola y triste. No quiero seguir en esa montaa rusa emocional, Nic. No quiero tener la misma relacin que tuvo mi hermana con su marido.-Brooke y Tomas? -Nic sacudi la cabeza, perplejo-. S que tuvieron sus problemas, pero qu tiene eso que ver con nosotros?-Tuvieron problemas por este sitio Liv seal alrededor con la mano-. El rancho es parte de Tomas y l es parte de esto. Sin Kameruka, l no sera Tomas Carlisle y, sin embargo, Brooke odiaba este sitio. Es que no lo entiendes?-Yo no soy un ganadero. Y tampoco soy Tomas Carlisle.-No, t eres un piloto que se dedica a hacer los vuelos ms difciles, los ms arriesgados. Y no es slo lo que haces, es lo que eres. Como este rancho es parte de Tomas, volar es parte de ti.La parte que ella odiaba.-Ests diciendo que no quieres que siga volando? -le pregunt Nic entonces.-No, no... cmo iba a pedirte eso? S lo importante que volar es para ti. No recuerdas cuando me hablaste de tu primera vez al mando de un aparato, de la primera vez que volaste solo? Dijiste que era lo nico que casi podra rivalizar con el sexo.Sus ojos se encontraron un momento y Liv supo que estaba recordando el resto de esa comparacin. Cuando le dijo que hacer el amor con ella no poda compararse con pilotar avin alguno. Olivia tambin recordaba ese da, en detalle, adems. Porque fue el da que descubri que estaba enamorada de l.Intentando apartar de s ese recuerdo agridulce, dio un paso adelante para que Nic la escuchase con atencin. Para que la entendiera. Haciendo todo lo posible para que esas malditas lgrimas no asomaran a sus ojos.-No puedo pedirte que dejes de volar, Nic. Te quiero y cada minuto que hemos pasado juntos ha sido maravilloso, pero ya no puedo seguir as. No creo que mi amor sea suficiente.