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Tiempos de cambio

Junio 2015

Tiempos de cambioElías Betanzos • Junio 2015

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Tiempos de CambioPastor Elías Betanzos Junio 2015

Día • Pág. • Mensaje 7 • Editorial 1 • 9 • Dios levanta un libertador 2 • 10 • Cualidades de un buen líder 3 • 11 • Recuerda los triunfos pasados 4 • 12 • Mujeres valientes 5 • 13 • Dios exalta al de corazón humilde 6 • 14 • Consulta a Dios para tomar decisiones 7 • 15 • Tola 8 • 16 • Dios puede usar a cualquier persona 9 • 17 • ¿Cómo capta Dios nuestra atención? 10 • 18 • Confianza en tiempos de ansiedad 11 • 19 • Contaminado, pero intachable 12 • 20 • Él no se olvida de ti 13 • 21 • Huye del mal 14 • 22 • Nunca estarás solo 15 • 23 • Sana distancia 16 • 24 • Oración enfocada 17 • 25 • Somos libres 18 • 26 • Valor y audacia para vencer 19 • 27 • Buenas tradiciones 20 • 28 • Enseñanzas de Sansón 21 • 29 • Un hombre temeroso de Dios 22 • 30 • El poder de mirar a Jesús 23 • 31 • Tu oportunidad de cambiar 24 • 32 • Dios no solo puede transformarte, Él quiere 25 • 33 • Jesús se interesa en ti 26 • 34 • Cómo experimentar buenos triunfos 27 • 35 • Visión miope 28 • 36 • Procura gobernar bien tu casa 29 • 37 • La fama de Jesús 30 • 38 • No importa que no tengas nada

Cita con Dios · la reunión a la que no puedes faltar

tiempos de cambioLas masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... Del miedo al cambio.

Octavio Paz

V ivimos un mundo convulsionado en donde todos nos quejamos, pero pocos estamos dispuestos a ser el factor de cambio, aún para nosotros

mismos. Esto es comprensible, pero no justificable; comprensible porque el involucrarse requiere de sacrificio, compromiso y disposición para pagar un precio; no justificable porque al rehusarnos al cambio estamos renunciando a nuestro derecho de participar activamente en la transformación, renun-ciando a dejar huella y a trascender, renunciando a dejar a nuestros hijos una herencia mejor, porque aquello que no cambiemos en nuestro tiempo y en nuestra persona, lo heredaremos a la siguiente generación.

Una de las áreas más susceptibles de cambio es nuestra propia perso-na, porque tenemos aún cosas que nos afectan y dañan nuestras relaciones. El cambio nos perfecciona y nos habilita para ser mejores y, como conse-cuencia, nos permite hacer mejores obras. Todo cambio exterior es el re-flejo de una transformación interior. Siguiendo el consejo bíblico: No nos conformemos a este siglo, sino renovemos nuestro entendimiento.

Cuando oramos, ayunamos y obedecemos la Palabra de Dios, somos transformados para señorear y espiritualmente tomamos los montes, pero es tiempo de accionar tomando también las puertas de las diferentes esferas de la sociedad: la música, la cultura y las artes, los medios de comunicación y los medios de entretenimiento, el gobierno y el comercio. Porque desde ahí es donde se generan los problemas que estamos viviendo, la crisis de valores. Hemos hecho un buen trabajo al tomar los montes, pero tomemos también las puertas.

En la edición de este mes estaremos hablando de algunos persona-jes bíblicos que se determinaron a intervenir y ser factor de cambio en su tiempo. Hombres como Nehemías, Gedeón, Josué o David, quienes desde sus trincheras fueron determinantes en cambiar las condiciones establecidas por personas o imperios y trajeron bienestar y salvación a su propio pueblo, pero cada uno de ellos inició el cambio antes en su propia persona.

Desechemos todo temor al cambio, y avancemos confiadamente, porque nuestro Dios está con nosotros.

Pastor Elías Betanzos Director General

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Lunes 1 de junio | Lectura del día: Jueces 3:1-9

Dios levanta un libertadorEntonces clamaron los hijos de Israel a Jehová;

y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. Jueces 3:9

D esde el punto de un historiador hebreo, encontramos desde el capítulo 2, versículo 6, hasta el capítulo 3 versículo 6, un resu-

men del libro de los Jueces. Después de la muerte de Josué a la edad de 110 años, el pueblo de Israel fue desobediente, rebelde, murmu-rador y dejó a Jehová para irse tras los dioses de los pueblos que los rodeaban. No tenían un gobierno muy organizado; era una especie de confederación de doce tribus independientes. Solamente tenían en común al Dios que los había sacado de la esclavitud en Egipto. Su gobierno era teocrático, es decir, que era Dios quien gobernaba la nación. La figura del juez la levantó Dios en la historia de Israel como una evidencia del pecado del pueblo.

El juez no era un rey. Dios los levantó, junto con una jueza, para atender una crisis particular, dotados de dones de liderazgo, cau-dillaje y de dedicación. La labor de ellos era local y temporal; después volvían a su lugar de origen y a sus ocupaciones. La aparición de cada juez sigue un proceso que podemos esquematizar con palabras como reposo, pecado, servidumbre, clamor, levantamiento y libera-ción. Este ciclo se repite cada vez por aproximadamente 200 años, entre la muerte de Josué y el reinado de Saúl. Así está descrito en Jueces 2:11-19.

Cuando Israel sufrió la invasión de Mesopotamia, Dios levantó a Otoniel, sobrino de Caleb, para vencer al rey Cusán-risataim, de Siria, para dar a su pueblo 40 años de paz y tranquilidad, hasta que este primer juez murió. Mientras Otoniel fue juez, el pueblo se mantuvo fiel a Dios y pudo disfrutar de esos años de reposo y tranquilidad.

Agradezcamos a Dios que en medio de toda tribulación, pro-blema o angustia, Él nos levanta para ayudarnos y sacarnos de esa situación. Nuestro Señor nos ayude a ser obedientes a nuestros líderes para obtener apoyo en el momento de la prueba, reconociendo la autoridad que Dios les ha dado.

No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio.

Martes 2 de junio | Lectura del día: Nehemías 1:1-4

Cualidades de un buen líderY me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad,

allí en la provincia, están en gran mal y afrenta,y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Nehemías 1:3

E n el versículo 4 vemos la reacción de Nehemías: Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios

del cielo. Nehemías se siente triste con las noticias y avergonzado por el pueblo de Dios. En los versículos siguientes leeremos su oración. También veremos que no oró una hora solamente; ni siquiera un solo día. Las Escrituras dicen que oyó las noticias en el mes de Quisleu, y fue en el mes de Nisán cuando el rey lo dejó ir. Había estado orando, llorando, ayunando y lamentándose durante cuatro meses. Es claro que se había tomado en serio aquellas noticias y que las guardaba en lo más profundo del corazón.

Nehemías era un hombre de oración. En su diario leemos once oraciones; más que en casi cualquier otro libro de la Biblia. ¿Por qué crees que Dios lo escogió para que fuera líder? ¿Habrá tenido algo que ver su vida de oración? Entre todas las personas posibles, ¿por qué escogió Dios a Nehemías, el copero de un rey pagano? Porque Nehe-mías era sensible ante las necesidades que veía a su alrededor, porque era digno de confianza y porque era un hombre dispuesto.

Cuando se necesitó un líder, Nehemías dijo: ¡Yo me ofrezco! ¡Aquí estoy; envíame a mí! ¡No soy constructor, pero voy a recons-truir los muros! Él no tenía las habilidades necesarias para ese trabajo, pero sí tenía un corazón bien dispuesto. Dios lo escogió porque era sensible y de confianza, y se había puesto a su disposición.

Dios está buscando líderes que estén en posición de autoridad con capacidades como la credibilidad, la confiabilidad y la disponibi-lidad. Todas esas cualidades son cuestión de decisión.

Oremos para que en tiempos de cambio Dios provea a tra-vés de su pueblo, personas que estén dispuestas a vivir íntegramente delante de Él y a dejarse usar como instrumentos de bendición y de servicio para otros.


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Miércoles 3 de junio | Lectura del día: Jueces 3:27-31

Recuerda los triunfos pasadosDespués de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de

los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel. Jueces 3:31

L os filisteos oprimían al pueblo de Israel y Dios levantó a Samgar (guerrero, triunfador, diestro) para salvar a Su pueblo y por un

breve tiempo traer paz a la nación.La tragedia del pueblo de Dios comenzó, según Jueces 2:10-12

cuando Josué y sus contemporáneos murieron: “Y toda aquella genera-ción también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra genera-ción que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.” Como consecuencia de que los israelitas se apartaran del Señor, Él permitió que sufrieran seis invasiones. En el tiempo de Samgar eran los filisteos quienes les oprimían.

Pareciera que el peligro para una segunda o tercera generación de cristianos fuera, hasta el día de hoy, no tener memoria de los actos maravillosos de Dios en favor de la generación anterior; olvidar lo que nuestro Señor significó para nuestros padres y abuelos, no recor-dar las acciones maravillosas hechas en favor de nuestros antepasados recientes, no tomar en cuenta lo que significó Dios para ellos, no considerar la manera como intervino en cada momento de angustia y necesidad para traernos salvación. Y cuando esto sucede, nuestro Creador permite que se levante un Samgar, de poca historia escrita, pero mucha experiencia, para llevarnos a recordar con gratitud al Dios maravilloso que nos heredaron nuestros viejos.

Oremos cada día para que el Señor nos conceda Su gracia para no apartarnos de Él y para que tampoco olvidemos todo lo que hizo con las generaciones anteriores a nosotros y lo que sigue haciendo en favor de nosotros. Que siempre tengamos una memoria saturada de gratitud.


Jueves 4 de junio | Lectura del día: Jueces 4:1-10

Mujeres valientesGobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

Jueces 4:4-5

T al parece que el tiempo que duró Samgar como juez fue tan breve, que el escritor sagrado relaciona la sucesión en el cargo

con la muerte de Aod, el segundo en esta posición. Surge una mujer, Débora, que junto con el capitán del ejército de Israel, Barac, le die-ron a su pueblo 40 años de independencia y paz. Jaín, rey de Canaán, invade Israel y por 20 años lo oprime. La mano cruel y sanguinaria de Sísara, capitán del ejército cananeo fue implacable hasta que “… los hijos de Israel clamaron a Jehová” (4:3) y Él levantó a la profetiza Débora para liberar a Su pueblo.

La historia de Jueces 4 es muy interesante desde el punto de vista de la cultura hebrea. Las heroínas fueron, en esta ocasión, Débo-ra y Jael, la suegra de Moisés. La profetiza Débora recibió palabra de Dios para ir a pelear contra Jaín, rey de Canaán, con 10 mil hombres de las tribus de Neftalí y de Zabulón. Encomendó a Barac la tarea de capitanear al improvisado ejército, pero él le condicionó, que si no iba ella, no iría. Ella de manera resuelta aceptó el desafío y declaró que Dios les daría la victoria sobre Sísara y su ejército. Los novecientos carros del ejército cananita provocaban miedo a los israelitas y repre-sentaban la superioridad militar del enemigo a la hora del combate. Una repentina crecida del torrente Cisón convirtió el valle en un lodazal en el que los carros herrados de los cananeos se atascaron. El resultado fue su derrota.

Sísara huyó a píe y se refugió en la tienda de Jael, quien le inspiró confianza, y se durmió para no despertar jamás, ya que ella le clavó una estaca de la tienda en la sien con un mazo.

Demos gracias al Señor en este día por aquellas mujeres que han tomado su lugar en la obra de Dios y le sirven con fidelidad y dedicación.


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Viernes 5 de junio | Lectura del día: Jueces 8:1-28

Dios exalta al de corazón humildeAsí fue subyugado Madián delante de los hijos

de Israel, y nunca más volvió a levantar cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón. Jueces 8:28

E l llamado de Dios para levantar un juez en Israel en esta ocasión no fue buscando a un personaje de la nobleza, ni a un soldado

entrenado para la guerra. El llamado fue a un campesino común y corriente, sencillo y hasta cierto punto temeroso, Gedeón, que estaba sacudiendo el trigo, para esconderlo por miedo a los madianitas. El Ángel de Jehová, o sea, Dios mismo, le llamó “varón esforzado y valien-te”. Gedeón estaría entre aquellas personas que como cuenta Hebreos 11:34, “… sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusie-ron en fuga ejércitos extranjeros”.

Israel se encontraba agobiado bajo la opresión de los madiani-tas y esto sucedió por siete años. Constantemente eran atacados y los enemigos destruían todo a su paso, se apoderaban de sus cosechas y les robaban sus ganados. Nos comenta Jueces 6:6 “De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.” Así el Señor levantó a Gedeón, aunque aparentemente no era la persona indicada para liberar a Su pueblo; sin embargo, Dios lo llamó y confió en él.

Por supuesto que este hombre pidió a Dios señales y nuestro Creador respondió a todas sus dudas y le aseguró que con Su presencia derrotaría a los madianitas como a un solo hombre. Así fue que con un ejército reducido de treinta y dos mil a sólo trescientos soldados venció a los madianitas, que tenían un ejército de ciento treinta y cin-co mil soldados. Hubo paz en Israel por los siguientes cuarenta años.

Muchas enseñanzas podríamos tener de la vida de este quinto juez en Israel. En esta ocasión nos quedamos con que Dios puede usar en Su obra aun a aquellos sencillos campesinos o de origen humilde, con un carácter temeroso, indeciso, aparentemente débil, para cumplir Su propósito en Su obra.

Demos gracias a Dios por nuestro origen familiar y dejemos que Él sea glorificado en todo lo que hacemos.


Sábado 6 de junio | Lectura del día: Jueces 9:1-24

Consulta a Dios para tomar decisionesPara que viniera la violencia hecha a los setenta hijos

de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que

fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos. Jueces 9:24

L a experiencia nos enseña que no siempre tendremos las autori-dades que merecemos. Que podemos elegir mal, si no tomamos

en cuenta a Dios en nuestras decisiones. Y que los seres humanos no podemos conocer las verdaderas intenciones que los candidatos a elec-ción popular tienen en su mente y corazón.

Gedeón, padre de Abimelec, fue llamado por Dios para ser juez en Israel y liberarlos de la opresión madianita. El pueblo, después de haber visto cómo actuó Dios mediante la mano de Gedeón, le pidió que él y su generación fueran reyes en Israel, pero Gedeón no aceptó, prefiriendo quedar en el lugar en donde Dios lo había puesto y que la teocracia continuara, que Dios siguiera siendo el rey que les guiara. Durante los cuarenta años en que fue juez, el pueblo se mantuvo fiel a Dios. Al morir dejó setenta hijos y a Abimelec, hijo de una concubina que tenía en Siquem.

La triste historia de Israel se repite: “Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a Baal-berit. Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor; ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.” (Jueces 8:33-35).

Aparece en escena Abimelec, en quien podemos ver los resul-tados de una vida que sembró egoísmo, odio, violencia y que no tomó en cuenta a Dios. Con el apoyo del pueblo de Siquem y un donativo de cincuenta ciclos de plata, que del templo de Baal-berit contrató a “hombres ociosos y vagabundos” que le siguieron y mataron a sus hermanos, solamente escapó con vida su hermano menor Jotam.

Jotam narró al pueblo una parábola de los árboles que al final nombraron a la zarza como su rey. Enfatiza el hecho de haber tomado una mala elección.

Es tiempo de pedir a Dios que nos dirija para elegir correcta-mente a quienes nos gobernarán.


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Domingo 7 de junio | Lectura del día: Jueces 10:1-2

TolaDespués de Abimelec, se levantó para librar a

Israel Tola hijo de Fúa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitaba en Samir en el monte de Efraín. Jueces 10:1

D espués de ser juez por tres años, Dios mandó un espíritu de discordia entre el pueblo y Abimelec para castigarlo a él y a los

que mataron a sus hermanos. Apareció otro líder llamado Gaal, que ganó la confianza del pueblo de Siquem, quienes decidieron ir contra Abimelec, pero éste los derrotó y llevó a cabo una gran matanza. Los rebeldes se refugiaron en una fortaleza, y Abimelec pidió a la gente cortar ramas para quemar el lugar con la gente adentro. El pasaje narra que “murieron unos mil hombres y mujeres”.

En Tebes, al acercarse a la torre de la ciudad una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino de piedra y le rompió el crá-neo a Abimelec. Por orgullo y para que nadie dijera que una mujer lo mató, pidió a su escudero que lo matara.

El séptimo juez sobre Israel fue Tola. Dicen las Sagradas Escri-turas que era hijo de Fúa, hijo de Dodo. Era de la tribu de Isacar y habitaba en Samir, en el monte de Efraín, la tribu más fuerte y altiva. Juzgó a Israel por veintitrés años. Murió y fue sepultado en Samir.

Aunque se menciona que libró a Israel, no se registra de quién lo liberó

. Tola en hebreo significa: Carmesí. No se menciona ninguna obra notable que este juez haya llevado a cabo. No significa que no haya habido ningún evento extraordinario, solamente que no lo men-ciona el escritor sagrado. Su período de juez pasó “sin pena ni gloria”.

De muchos de los candidatos para distintos cargos, que iremos conociendo durante las próximas jornadas electorales, no conocemos su trayectoria, ni los méritos que los han llevado a buscar una posición de privilegio. Algunos son cristianos, otros ostentarán serlo o por lo menos tienen influencia evangélica de sus padres o familiares.

Es tiempo de orar para que bajo la dirección del Espíritu Santo podamos hacer las elecciones correctas, que nos conceda autoridades que nos den libertad para predicar el evangelio.



Dios puede usar a cualquier personaY Jefté juzgó a Israel seis años; y murió Jefté galaadita,

y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad. Jueces 12:7

A ntes de la presión amonita y del surgimiento de Jefté como líder, caudillo y juez en Israel, la nación fue gobernada por Tola y Jair,

entre los dos gobernantes por cuarenta y cinco años.Jefté era un guerrero poderoso, hijo bastardo de Galaat por su

unión con una concubina y nieto de Manasés. Sus medios hermanos lo echaron de la casa. Habitó en Tob, a unos 23 kilómetros de Ramot de Galaat donde llegó a ser jefe de una pandilla de hombres ociosos, a quienes lideraba en acciones de saqueo. Así acumuló experiencia para el combate en la defensa de su pueblo.

Frente a la invasión amonita, los ancianos de Israel pensaron en Jefté para que los condujera en la defensa del pueblo y aunque les re-clamó haber sido aborrecido, aceptó el desafío y se volvió su caudillo y juez. Su primera acción fue enviar negociadores al rey amonita para evitar la guerra, con argumentos históricos bien fundamentados, pero al no aceptarlo, vino la confrontación en donde el Espíritu de Dios le concede la victoria. Es allí donde apresuradamente hace una promesa a Dios: “Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.” A su regreso, la que salió a recibirlo fue su hija única, provocándole un dolor que opacó su triunfo.

Dos enseñanzas nos dejó Jefté: en primer lugar, que a pesar de nuestro origen poco aceptable por la sociedad, Dios puede usarnos para manifestar Su poder y Su gloria, y en segundo lugar, que no de-bemos apresurarnos a ofrecer a Dios algo que no estemos dispuestos a cumplir.

Eclesiastés 5:4-6 dice: “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia…”

El único cambio imposible de realizar, es el que uno mismo no quiere hacer.

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Martes 9 de junio | Lectura del día: Deuteronomio 4:32-40

¿Cómo capta Dios nuestra atención?Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios

arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Deuteronomio 4:39

¿ Q ué usa Dios para captar nuestra atención? A veces utiliza un espíritu intranquilo o una vaga insatisfacción con la vida.

Puede usar las palabras de otra persona para ayudarnos a reconocer que Él nos está hablando o puede permitir que nuestras oraciones queden sin respuesta para obligarnos a enfocar nuestra mirada en Él. También puede actuar a través de las decepciones, las dificultades y los fracasos para captar nuestra atención. Cualquiera que sea el caso, debemos detenernos y preguntar: “¿Me estás enseñando algo Señor?”

Si somos sabios, le buscaremos de inmediato. En las tragedias, en los reveses económicos y en los sufrimientos físicos, Dios quie-re ver si acudiremos a Él para preguntarle: “Señor, ¿qué quieres que aprenda de esto?”

¿Qué se necesita para que el Señor capte nuestra atención? ¿Causará un espíritu abatido que busquemos el consejo piadoso? ¿Es-cuchamos cuando Dios nos envía a alguien para que nos señale Su ca-mino? Cuando llegan las bendiciones acudimos a Dios y le pregunta-mos cómo quiere que las usemos ¿buscamos al Señor cuando nuestras oraciones siguen sin respuesta? ¿cuánto tiempo hace falta para que superemos nuestras emociones debido a frustraciones, dificultades y fracasos y escuchemos lo que el Señor quiere decirnos? En tiempos de crisis económica, tragedia y enfermedad ¿enfocamos nuestra mira-da y nuestra mente al cielo para buscar el amor y la sabiduría de Dios?

Permite que los acontecimientos de tu vida –los agradables y los dolorosos– te impulsen a acudir a Dios preguntando: “Señor, ¿qué me estás enseñando?” Presta atención a lo que Él quiere decirte. Em-pieza ahora mismo a aprender a cómo darle a Él toda tu atención. No importa lo que suceda en tu vida diaria, úsalo como un recordatorio para acercarte más a Dios. Él está esperando que le prestes atención.


Miércoles 10 de junio| Lectura del día: Salmos 46:1-11

Confianza en tiempos de ansiedadEstad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado

entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Salmos 46:10

L a mayoría de nosotros nos sentimos angustiados en algún punto de nuestra vida. Cuando la tensión en la vida diaria se vuelve in-

soportable, sentimos ganas de escapar. Queremos salirnos del trabajo, de las relaciones, de la Iglesia, del vecindario o de cualquier otro lugar o situación difícil. Nos parece que no podemos manejar los proble-mas porque nos producen mucho estrés, así que optamos por darles la espalda y alejarnos.

¿Qué nos dice la Biblia acerca de cómo manejar la ansiedad? ¿Cómo debemos reaccionar cuando nuestra naturaleza humana nos impulsa a evadir y salir corriendo?

Dios tiene una verdad poderosa para nosotros. Las situaciones angustiosas no se manejan luchando contra ellas. Más bien, Dios nos llama a vivir descansando en Él. Para el salmista, esto significó estar quieto y conocer a Dios. Para el apóstol Pedro significa: “echando toda vuestra ansiedad sobre él porque él tiene cuidado de nosotros” (1 Pedro 5:7).

Jesús lo describió como una paz interior, cuando venimos car-gados y hallamos descanso al pasar tiempo aprendiendo de Él (Mateo 11:28-30). Nuestro instinto humano nos pide a gritos que escapemos, pero Dios nos llama a acercarnos y absorber las verdades de la Escritura.

Por encima de todo, el Señor quiere que lo conozcamos. Al crecer en su soberanía y aceptar la bondad absoluta de sus planes y su amor profundo, que excede todo conocimiento, nuestra confianza puede crecer. Así nos resultará más fácil estar “quietos” en lugar de reaccionar como en algunos que dicen: “¡me voy de aquí!”.

Nuestro estrés no tiene por qué convertirse en angustia. Cada vez que sintamos estrés, no tenemos que sentirnos derrotados y ceder a la tentación de rendirnos y huir. Con un entendimiento correcto de nuestro Padre y una creencia firme en su cuidado, podremos atravesar las peores circunstancias sin perder la paz interior y la confianza genuina.


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Jueves 11 de junio | Lectura del día: Juan 3:1-21

Contaminado, pero intachableRespondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere

de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Juan 3:5

T odo empezó de noche, cuando Nicodemo, un fariseo que ade-más era “un principal entre los judíos” vino a la luz. Aunque

Jesús había sido condenado por los colegas de Nicodemo, a él ya había dejado de importarle lo que ellos pensaran. Sabía que Jesús era el Mesías verdadero.

¿Cómo sabemos que llegó a tomar esa decisión? Después que Jesús fue quitado de la cruz, José de Arimatea reclamó su cuerpo, lo preparó para la sepultura y luego lo puso en una tumba nueva. Nico-demo estuvo todo el tiempo junto a José.

También sabemos que trajo el compuesto de mirra y de áloes, y asistió en la sepultura de Cristo (Juan 19:38-41). Se cree que las especias aromáticas usadas para preparar el cuerpo de Jesús para la sepultura eran de propiedad personal de Nicodemo. En lugar de guardarlas para su propio sepelio, las entregó a Jesús como una ofrenda de amor y devoción. Juan 19:39 nos dice que estas especias pesaban “como cien libras”, que habría sido la cantidad empleada para honrar a un gran rey. Nicodemo reconoció a Jesús como el Hijo de Dios.

También sabemos que de acuerdo a la ley de Moisés, ningún sacerdote podía “contaminarse” por un muerto (Levítico 21:1), y si llegaba a tocar un cadáver se hacía inmundo. Pero eso no le importó a Nicodemo, porque él se dio cuenta que ya era completamente libre de mancha.

Hoy día, el ejemplo de Nicodemo nos sigue dando una lección. Aprendemos de él que Jesús siempre está disponible para nosotros, sea de día o de noche. Aprendemos que en el tiempo perfecto de Dios, Él contestará las preguntas que nos producen más perplejidad. Apren-demos que sea cual sea nuestra posición en la vida, nada es más im-portante que tener a Cristo en nosotros. Además, aprendemos que sin importar cuán grande sea nuestro sacrificio, nunca puede compararse al sacrificio de Cristo por nosotros.


Viernes 12 de junio | Lectura del día: Job 42:1-11

Él no se olvida de tiY quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. Job 42:10

A pesar de que los amigos de Job juzgaron su situación deplorable como consecuencia directa de su pecado e insistieron rotunda-

mente que la adversidad sólo afecta a los malvados y no a los inocen-tes, Job oró por sus amigos con un corazón sincero. Job no sufría por haberle fallado al Señor ni por haber hecho algo malo. Por esa razón rechazó el diagnóstico de ellos y se aferró a su fe en Dios.

Quizá has sido víctima de un abuso terrible. Te han maltratado. Alguien en quien tú confiabas se aprovechó de ti. Te han tratado in-justamente. Has quedado en bancarrota, te han defraudado. Cada uno de nosotros pudiera contar historias terribles que nos han marcado. Por lo tanto, vuelve a esta gran verdad: “Dios no olvida.”

Él no ajusta su plan a nuestra agenda. Él no se ocupa de nues-tros casos cuando nosotros queremos que los atienda. El Señor es-peró que los amigos de Job dijeran todos sus sarcásticos discursos, se mantuvo en silencio durante todos los insultos y finalmente les dijo: “Elifaz, Bildad y Zofar, ustedes han estado equivocados”.

No contestó nada en el momento, pero escuchó todo. Él no es injusto para olvidar una palabra inadecuada. Y puedo asegurarte que Él no ha pasado por alto ninguna acción injusta cometida contra ti. Él tiene un plan perfecto y su plan está en marcha.

Cuando Dios restauró a Job el doble de lo que había perdido, demostró que tanto Él como Sus promesas son fieles para siempre. Sabe exactamente lo que va a hacer y en qué momento. Job vio eso con toda claridad. Entiende, finalmente, que a Dios no se le escapa nada. A Él tampoco se le escapa nada que tenga que ver con tu vida.


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Sábado 13 de junio | Lectura del día: Deuteronomio 19:15-21

Huye del malEntonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano;

y quitará el mal de en medio de ti. Deuteronomio 19:19

A quellos que esperan que Dios les tolere un poco de pecamino-sidad, por lo general piensan así por el pecado que hay en su

vida. No hacen nada en cuanto a su maldad, aunque la reconozcan como agravio. Podrías decir: “Pero todos somos pecadores, nadie es perfecto”. Es cierto, pero reconocer nuestro pecado debe impulsarnos a hacer algo al respecto.

Cuando entendemos que hemos transgredido la voluntad de Dios, necesitamos acudir al Padre y decirle: “Necesito tu perdón”. Cuando reconocemos que hemos cometido una falta contra nues-tro prójimo o que hemos desobedecido a Dios, no debemos ignorar nuestra falta como si no tuviera importancia y decir: “Bueno, es por mi naturaleza pecaminosa”. Más bien, tenemos que acercarnos a Dios y decirle: “He pecado, ten misericordia de mí. ¡Transfórmame con-forme a la imagen de Cristo, para que no desee hacerlo otra vez!”

Deuteronomio 19:19-20 nos da instrucciones claras en cuanto a cómo enfrentar nuestro pecado. Siglos después, Jesús le dijo a una mujer sorprendida en un pecado flagrante: “Vete, y no peques más” (Juan 8:11).

Encarar la realidad de que somos criaturas pecaminosas, no es lo mismo que tolerar el pecado en nuestra vida. Las Escrituras nos en-señan que Dios desea que aborrezcamos el pecado y sus consecuen-cias y que evitemos totalmente el mal. No debemos imitar el mal. No debemos coquetear con el mal. No debemos sentir curiosidad por el mal. En vez de ello, debemos darle la espalda y huir de él.

¿Por qué quiere Dios que huyamos del mal? ¡Porque desea protegernos de las terribles consecuencias del pecado! El Señor sabe lo que segarás si siembras pecado: una cosecha de consecuencias terri-bles, de angustias, desgracias, aflicciones y adversidades. No lo hagas. Por el contrario, huye del mal, y experimenta las bendiciones de tu Padre celestial.


Domingo 14 de junio | Lectura del día: 1 Samuel 12:1-25

Nunca estarás soloEl Señor no abandonará a su pueblo, porque eso traería deshonra a su gran nombre. Pues le agradó al Señor hacerlos su pueblo. 1 Samuel 12:22 NTV

U na y otra vez en el Antiguo Testamento vemos que el Señor toma la iniciativa de alcanzar a su pueblo y revelarse a ellos, por

su deseo intenso de estar a su lado y mantenerse en comunicación con ellos. Dios desea tener compañerismo, armonía y comunión con quienes corresponden a sus expresiones de amistad.

Podemos contar con la compañía del Señor, así todo el mundo nos abandone. Esto lo vemos en la vida de Jesús. La misma noche que fue arrestado y sometido al juicio que condujo a su crucifixión, Él dijo a sus discípulos: “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo”. ¿Alcanza a sentir su dolor en estas palabras? Jesús supo cómo se siente la soledad, pero aña-dió: “más no estoy solo, porque el Padre está conmigo” (Juan 16:32). Jesús también conocía el consuelo que se puede recibir en medio del abandono total.

Cuando la soledad nos invade, lo primero que debemos hacer es dejar de fijarnos en lo que carecemos y apreciar lo que tenemos. ¿Y qué es lo que tenemos? ¡A Dios mismo!

Jamás podrás estar solo si has confiado en Jesucristo como tu Salvador. Él promete vivir en tu interior tan pronto lo hayas recibido en tu vida, y está conectado a ti como la vid a sus ramas. Él permanece en ti y tú permaneces en Él. Eres uno con Cristo. Tienes con Él la re-lación más profunda e íntima que existe, porque es espiritual y eterna.

Ahora bien, la profundidad de esta relación depende de ti en gran medida. ¿Cuán profunda deseas tener tu relación con el Señor? ¿Cuánto le permites llenarte de su presencia? Él siempre está allí de-seando tenerte cada vez más cerca.


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Sana distanciaDe este modo empobrecía Israel en gran manera por causa

de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová. Jueces 6:6

P asar por un desierto, en lo que se refiere a nuestra relación con Dios, es un problema que todos hemos tenido que enfrentar en

algún punto del recorrido. Existen muchos factores que nos pueden hacer sentir distanciados de nuestro Padre celestial.

A veces nuestro acusador, el diablo, nos susurra al oído y nos dejamos engañar. También es posible que esos tiempos de “distancia-miento” se conviertan en oportunidades para que Dios nos acerque más a Él. Tal vez sirvan para mostrarnos que necesitamos hacer alguna clase de limpieza interior. Aunque nuestras faltas no afectan el amor incondicional de Dios por nosotros, pueden abrir una brecha espiri-tual entre nosotros y Él.

A lo largo del libro de Jueces, vemos como la nación de Israel pecaba y decaía en su devoción al Señor. Muchas veces cuando nues-tro corazón se enreda con desobediencia y las cosas de este mundo, Dios permite que experimentemos una sensación de distancia entre Él y nosotros. Esto es lo que Israel debió haber experimentado en aquellos días sombríos.

El pueblo tuvo que haber reconocido su pobreza espiritual. En lugar de eso, siguieron rindiendo culto a Baal sin respeto alguno a la santidad de Dios y su amor profundo por ellos. Esa es la razón por la que Él permitió que pasaran por un tiempo de prueba (Jueces 6:6). Es aquí donde vemos en acción un principio muy importante.

Cuando caemos en cuenta de nuestro error y clamamos al Señor, Él se acerca a nosotros. Sin embargo, nunca viene como si respondiera al llamado de un superior. Viene cuando nuestro corazón ha sido quebrantado y por fin reconocemos cuánto lo necesitamos. Si estás experimentando una etapa de frialdad en tu relación con Dios, no dudes en acudir a Él en oración. Confiesa cualquier pecado conocido y pídele que restaure la dulzura de su comunión divina en tu corazón.

Todo parece imposible hasta que se hace.

Martes 16 de junio | Lectura del día: 2 Crónicas 20:1-30

Oración enfocadaEntonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 2 Crónicas 20:3

U n día el rey Josafat y el pueblo de Judá vieron que una gran mul-titud se había levantado contra ellos. Entre los agresores estaban

los moabitas y los amonitas, quienes lanzaron un gran ataque contra Jerusalén. Josafat se sintió profundamente atemorizado, pero en lugar de acobardarse “humilló su rostro para consultar a Jehová”. Proclamó un ayuno a lo largo y ancho de Judá y convocó al pueblo para que buscaran juntos al Señor.

Josafat no expresó duda alguna en cuanto al poder de Dios, sino que proclamó en público su confianza en el Todopoderoso. Declaró que ponía toda su esperanza en el Señor, cuyo poder no tiene límite. Además, Josafat declaró francamente que él, como rey de Judá, se colo-caba en una posición de humildad y debilidad total delante del Señor. No reclamó ninguna autoridad para sí mismo, sino que dijo a Dios:

Tú eres quien nos dio esta tierra.Tú eres quien permitió que tu pueblo habitara en ella y cons-

truyera un santuario en ella.Tú eres quien dijo que deberíamos clamar a ti en nuestra aflic-

ción y que tú nos oirías y salvarías.Tú eres quien nos dijo que no destruyéramos a estos enemigos

cuando llegamos a ocupar esta tierra.Tú eres el único capaz de juzgar a estos enemigos que se levan-

tan contra tu pueblo; nosotros no tenemos ningún poder y ningún plan.No vemos rastro alguno de egoísmo en Josafat. No le exigió

a Dios hacer algo que Él no deseara hacer. Josafat no se atribuyó la autoridad a sí mismo ni reclamó algún poder como rey, sino que re-conoció sabiamente que todo el poder y toda la autoridad pertenecen solamente al Señor. Con base en tal entendimiento, presentó su peti-ción al Dios del cielo y fue bendecido con la victoria.


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Miércoles 17 de junio | Lectura del día: Juan 8:1-36

Somos libresY conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32

L os escribas y los fariseos estaban determinados a tenderle una trampa a Jesús, así que le trajeron a una mujer que había sido

atrapada en adulterio. Pero, en lugar de dejarse enredar por sus pala-bras, Jesús convirtió la situación en una oportunidad para enseñar a la multitud acerca de su amor liberador en plena acción. ¿Cómo es que somos libres para vivir en Cristo?

A través de la muerte de Jesús en la cruz y la resurrección, so-mos liberados del castigo del pecado. Como la mujer sorprendida en adulterio, ya no somos condenados por lo que hemos hecho.

También somos liberados del poder del pecado. Nuestra na-turaleza de pecado ya no nos domina. En lugar de ello, ahora somos libres para buscar y conocer a Dios mediante el poder y la presencia de su Espíritu Santo. Jesús le dijo a la mujer “vete, y no peques más”, no como un requisito legalista para ganarse el perdón divino, sino como una declaración de lo que es posible para nosotros cuando seguimos al Señor.

Somos liberados del propósito del pecado. Santiago 1:15 nos dice que “el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. La meta de nuestro pecado es usualmente exaltarnos a nosotros mismos o sa-tisfacer nuestras propias necesidades, pero el resultado siempre es la ruina. Cristo nos hace libres para que podamos llegar a ser todo lo que Dios nos creó para ser.

Por último, somos desencadenados de la personalidad del pe-cado. Cuando Jesús entra a nuestra vida, ya no somos conocidos por nuestros pecados, pues Cristo nos convierte en nuevas criaturas.

¿Qué puedes hacer para tener un nuevo comienzo en la liber-tad que Jesús compró para ti en la cruz? Si obedeces a Dios y confías en Él, te mantendrá en el camino de la vida y la libertad que Él de-signó para ti.


Jueves 18 de junio | Lectura del día: Jueces 3:12-30

Valor y audacia para vencerY clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un

libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey de Moab. Jueces 3:15

E l ciclo de la historia trágica de Israel se repite. El enemigo en este tiempo era Eglón, rey de Moab, quien conquistó y reprimió a

Israel por dieciocho años. Clamaron los hijos de Israel a Jehová, y el Señor les levantó un libertador en la persona de Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Lo que sigue en la historia es una esce-na dramática: Aod preparó un largo puñal de doble filo y lo escon-dió entre sus ropas. Pidió audiencia con el rey Eglón, supuestamente para entregarle los tributos que Israel le debía y regalos. Después que salieron los que llevaron el presente, solicitó una audiencia privada, diciendo que tenía un mensaje de Dios para él. Se fueron a la sala de verano donde el rey despidió a su gente para recibir el encargo en privado, pero el mensaje era una puñalada en su corpulento vientre. Aod escapó y después los moabitas descubrieron a su rey muerto.

Cuando Aod llegó a Israel, tocó el cuerno, reunió a su ejército y enfrentaron a Moab obteniendo la victoria. Del ejército moabita murieron como diez mil de sus mejores soldados, siendo derrotados. Después de este triunfo, narra Jueces que “reposó la tierra ochenta años.” Podríamos destacar el valor y la audacia de Aod para vencer a quien los oprimía y vivir en tranquilidad.

En nuestro caso, no es un rey el que puede estar esclavizando nuestra vida, pero sí puede ser una adicción, un mal hábito, un len-guaje soez, la pornografía, la ambición, el odio, el rencor, el deseo de venganza entre otros; y nos cobra impuestos muy altos: pérdida de la paz, del gozo, de la armonía y muchas bendiciones más.

El juez Aod nos recuerda que lo mejor es quitar de raíz todo aquello que nos esclaviza y reprime; aquello que no nos deja crecer en nuestra fe, en la vida cristiana o en nuestro conocimiento de Dios.


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Viernes 19 de junio | Lectura del día: Jueces 12:10-12

Buenas tradicionesDespués de él juzgó a Israel Elón zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años.

Jueces 12:11

E l juez Elón zabulonita estuvo en el cargo por diez años. Se dice de él, “Y murió Elón zabulonita, y fue sepultado en Ajalón en

la tierra de Zabulón.” Recordemos que Zabulón fue el sexto hijo de Jacob y Lea. Que tuvo tres hijos: Sered, Elón y Jahleel. Cuando Jacob bendijo a sus hijos, predijo que los descendientes de Zabulón vivirían cerca del mar, en la zona norte de Palestina, en dirección de Sidón. Su territorio limitaba al norte con Neftalí, al sur con Isacar y Manasés, y al oeste con Aser. No tenía ciudades importantes, pero estaba estraté-gicamente ubicada. Controlaba la carretera que iba de este a oeste, a través del valle de Jezreel, y gozaba de una tierra muy fértil.

La tribu de Zabulón desempeñó un papel muy importante en la guerra de liberación conducida por Barac y Débora para des-hacerse del yugo de opresión de Jabín de Hazor. También en la gue-rra de Gedeón contra los madianitas. Entre aquellos que siguieron a David a Hebrón para hacerlo rey, había cincuenta mil hombres de Zabulón bien armados. Como señal de su fidelidad trajeron grandes cantidades de carne y bebidas para celebrar la ascensión de su nuevo gobernante. Junto con Ezequías destruyeron los ídolos en Jerusalén y celebraron la fiesta de los panes sin levadura. El profeta Ezequiel incluyó a Zabulón entre las doce tribus de su Israel ideal.

Es posible que por nosotros mismos no tengamos suficientes méritos para servir a Dios, como Elón. Sin embargo nuestro Señor toma en cuenta a nuestra ascendencia. Considera de qué familia so-mos descendientes. Y aun cuando no se diga mucho de nuestro que-hacer en la obra de Dios, tenemos la oportunidad de tener un lugar de servicio. Glorifiquemos a Dios por ello. Conservemos las buenas tradiciones cristianas de nuestros padres y abuelos fieles a Dios.


Sábado 20 de junio | Lectura del día: Jueces 15:1-20

Enseñanzas de SansónY juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años. Jueces 15:20

J ueces capítulo 13 comienza diciendo: «Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los

filisteos por cuarenta años. Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo.» El elemento sobresaliente es el hecho de que el niño prometido tendría que ser nazareo. Los nazareos eran personas que hacían un voto de dedicación especial a Dios. El voto era temporal, pero parece que para algunos tenía carácter permanente. El nazareo era ermitaño, pero no recluso ni célibe. Podía ser casado y vivía entre la gente. No tomaba vino ni bebidas embriagantes. Se dejaba crecer el cabello en señal de su con-sagración. No tocaba ningún cadáver, ni aun el de su ser más querido.

Sansón fue juez en Israel por veinte años. Fue reconocido como un hombre de gran fuerza. Fue capaz de matar a un león con sus manos, asesinar a treinta hombres de una sola vez, acabar con mil filisteos con la quijada de un asno, arrancar las puertas de la ciudad y subirlas a la cumbre de un monte. Sin embargo, su pasión desordenada por las mujeres y la debilidad de su carácter, le llevaron a ser traicio-nado por Dalila, a quien terminó confesándole el secreto de su fuerza. Cuando finalmente es reducido a ser esclavo de los filisteos, siendo la burla de ellos, pidió a Dios le devolviera la fuerza, tomó venganza y mató a tres mil de sus enemigos, aunque él mismo se suicidó.

Aprendemos de Sansón que no se debe negociar con el ene-migo ni dejarse llevar por la atracción del sexo opuesto ni desobede-cer a Dios. Tampoco abusar de los dones que el Espíritu de Dios nos concede, solamente para atraer la atención hacia nosotros, sin darle la gloria a nuestro Señor.


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Un hombre temeroso de DiosY juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa,

y juzgaba a Israel en todos estos lugares. 1 Samuel 7:15-16

D escendiente de la tribu de Leví, Samuel era hijo de Elcana de Ramathaim. Su nombre significa: “Rogó a Dios”. Nació por

petición en oración al Señor de su madre Ana, quien era estéril. Aun antes de su nacimiento, fue dedicado al servicio de Dios.

Cuando tenía tres años, su madre lo llevó a Silo y de acuerdo con su promesa lo dedicó a la adoración de Dios y al servicio del templo. Ella lo entregó al cuidado del sumo Sacerdote Elí, quien en ese tiempo era juez en Israel. Samuel creció en el temor de Dios y a los doce años tuvo una revelación de que Dios castigaría a la casa del sacerdote Elí, porque él no detuvo la impiedad de sus hijos. Toda la familia de Elí fue aniquilada en un solo día.

Al morir Elí, Samuel se convirtió en el juez de la nación de Israel por 36 años. El Arca de la Alianza fue devuelta por iniciativa de los filisteos. Los israelitas volvieron a todas las ciudades que los filis-teos habían tomado.

En su vejez, Samuel puso como jueces sobre Israel a sus hijos Joel y Abías, pero éstos no siguieron la integridad y el justo juicio de su padre. Dice la Biblia: “Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.” (1 Samuel 8:3).

Le tocó a Samuel recibir de los ancianos de Israel la petición de tener un rey, después de trescientos años de tener jueces, diciendo, “… nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.” (1 Samuel 8:20). Samuel ungió a los primeros dos reyes: Saúl y David. Se cam-bió de la teocracia a la monarquía. Se desechó al Rey de reyes para ponerse bajo la autoridad de un rey humano.

Pidamos a Dios que nos ayude a andar en Sus caminos y a ser como Samuel, temerosos de Él y marcando la diferencia en nuestra era.


Lunes 22 de junio | Lectura del día: 2 Corintios 3:7-18

El poder de mirar a JesúsAsí que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.

2 Corintios 3:18 NTV

E n el pasaje de hoy, Pablo nos habla del poder transformador de mirar a Jesús, y pudiéramos preguntarnos: ¿Cómo me ayuda esto

en mi vida diaria? ¿Qué tiene que ver mirar a Jesús con mis relaciones rotas? En lo natural la respuesta sería ¡nada en absoluto!

El ejemplo de Pedro es muy claro en Mateo 14:22-23. Como pescador que era, él sabía que en medio de una tormenta el mejor lugar era permanecer en la barca; todos sabemos que si intentas dar un paso sobre el agua ¡te hundirás! Pero si pones tus ojos en Jesús, cosas increíbles pasarán en tu vida. Cuando Pedro estaba en medio de la tormenta vio que Jesús estaba caminando sobre el mar, al ver a Jesús, Pedro pudo hacer lo mismo, fue transformado a su gloria para hacer lo sobrenatural y comenzar a caminar sobre el mar. Cuando miras a Jesús cosas sobrenaturales comienzan a suceder.

La historia también nos relata lo que le pasó a Pedro cuando vio las olas y el viento comenzó a hundirse, volvió a ser alguien na-tural. Cuando tú te enfocas en tus problemas y miras lo fuerte de la tormenta, lo único que pasa es que te hundes, porque piensas que tus problemas son más grandes que Jesús.

La gloria de Jesús y Su poder para caminar sobre el mar y cal-mar la tempestad con la autoridad de Su voz es la seguridad que te-nemos ante cualquier situación, pues sabemos que Él tiene el control de la situación, por más terrible que parezca.

Mantén tu mirada en Jesús y te darás cuenta que también po-drás caminar sobre las tormentas de la vida y saldrás victorioso.

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.

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Martes 23 de junio | Lectura del día: Juan 8:1-11

Tu oportunidad de cambiar...Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús les dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Juan 8:10-11

E n este texto vemos claramente que los fariseos querían matar a una mujer que había adulterado, y tal vez nosotros estaríamos de

parte de los fariseos apuntando con el dedo y con piedra en mano para hacerle ver a esta mujer las consecuencias de sus actos; eso es religión. Si bien Dios aborrece el pecado, lo interesante es que el ama al pecador, y no solamente lo ama de una manera natural o conven-cional. Para Dios amar es una decisión que nace de su corazón para aceptarte tal como eres. La Biblia es clara cuando dice que Él nos amó primero. Su amor es activo, no queda solo en palabras. El amor de Dios es tan inmenso que está dispuesto a darte una oportunidad más y ayudarte a cambiar tu vida.

Es a partir de aquí que debemos prestar atención, pues la ma-yoría de los cristianos se quedan con el estigma de su vida pasada y solo piensan en dejar de hacer cosas, pero muy pocos toman las pala-bras de Jesús como un borrón y cuenta nueva.

Las acciones de esta mujer solo ofendían a dos personas: al esposo y a Jesús. Solo ellos dos podían hacer justicia, y aunque del esposo no se sabe nada, Jesús le dio la oportunidad de vivir y obtener la salvación.

Si estás esperando una oportunidad de cambio, recuerda que Dios ya te la dio en Jesús al perdonar tus pecados y cambiar tu mente. Hoy es un buen día para que comiences a hacer los cambios en tu vida. Dios ya hizo lo imposible, ahora te toca a ti hacer lo posible.


Miércoles 24 de junio | Lectura del día: Mateo 8:1-4

Dios no solo puede transformarte, Él quiereY he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor,

si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Mateo 8:2-3

E sta historia es muy interesante para que notemos la percepción que tenemos de Dios y la relación que establecemos con Él. En

el caso del leproso, la vida que llevaba lo había acostumbrado a estar alejado, a sentirse despreciado, aun por sus familiares. Simplemente no tenía oportunidad de tener un futuro prometedor y todos sus sueños ya habían desaparecido; pero al oír de Jesús, una luz de esperanza llegó a él.

Aquí hay dos factores importantes que resaltar: El primero es creer en el poder de Jesús. Él había visto y oído que Jesús sanó a mu-chos enfermos de diversas enfermedades y para él quedaba claro que Jesús tenía la capacidad de sanarlo y que su vida fuera transformada por completo. El segundo factor era la incertidumbre, pues no estaba seguro si Jesús iba a querer sanarlo. Pensaba que por ser pecador o porque nadie lo valoraba, Jesús tampoco lo tomaría en cuenta. Este segundo factor ha paralizado a muchos cristianos que conocemos el poder de Dios, pero dudamos del deseo de Jesús para actuar en nues-tra vida, porque nuestra relación con Él solo es superflua.

Por eso la respuesta que Jesús le dio al hombre es maravillosa; uno simplemente esperaría que solo le dijera “queda sano”, pero Jesús dijo: “Quiero, sé sano” mientras lo tocaba. Jesús hoy no solo te mues-tra su poder, también te dice: “Quiero hacerlo”.

Si Dios quiere mostrar Su gloria y Su poder ¿qué impide que se manifieste en nuestra vida? Lo único que lo impide es tu inseguri-dad y tu falta de fe. Si tienes la relación íntima con Jesús, sabrás que Él quiere cambiar tu vida y es el único que tiene el poder para hacerlo.


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Jueves 25 de junio | Lectura del día: Lucas 12:4-7

Jesús se interesa en tiPues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

No temáis, pues más valéis vosotros que muchos pajarillos. Lucas 12:7

E n este pasaje, Jesús nos enseña lo valioso que somos ante sus ojos; en la actualidad el valor de las personas depende de su economía

o su puesto dentro de la sociedad, pero para Jesús tú vales por ser su creación. No importa que ante la gente no tengas nada de valor; Jesús te valora tanto que Él dio su vida por ti y está interesado en tus sue-ños. En mi experiencia personal, cuando comencé mi ministerio y le contaba mis sueños a los pastores y compañeros, se burlaban de mí y decían que estaba loco.

Dios en cambio, no se burló de mí. Él tomó en serio mis an-helos que para muchos eran absurdos; sin embargo para Él eran tan importantes como para mí. Antes de ser pastor e irme a trabajar a la ciudad de México, tenía tres anhelos que para muchos hoy pueden sonar absurdos pero para Dios no lo fueron. El primero era usar cor-bata y cuando comencé a trabajar mi jefe me dijo: “tienes que usar corbata todos los días”. El segundo era tener una oficina privada y en mi trabajo me dieron una, pequeña, pero era mi oficina. Y el tercero, era tener un vochito, y ¿qué creen? Dios le dio tanta importancia a mis anhelos que me los cumplió. Tuve mi vochito.

En el ministerio y en mi vida diaria tengo peticiones muy ex-trañas delante de Dios. Para muchos es absurdo pedir el pan diario o pedir que lleguen cierta cantidad de invitados el domingo a la Iglesia e incluso pedir por las finanzas. Pero cada día de mi vida he aprendido este principio: que a Dios le importa desde el número de cabellos que tengo hasta los sueños más grandes que pudiera tener.

Había soñado con tener una congregación de 4,000 miembros y muchas personas se burlaron de mí y me dijeron loco, pero Dios que es el Dios de lo imposible me lo concedió y ahora nos está lle-vando a tener 10,000 miembros.

Recuerda que, si te importa a ti, a Jesús también le importa.


Viernes 26 de junio | Lectura del día: Josué 1:1-9

Cómo experimentar buenos triunfosNunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está

escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1:8

C uando hablamos de éxito, algunas personas creen que solo tiene que ver con la prosperidad financiera; sin embargo al revisar la

vida de algunas personas millonarias te darás cuenta que han ganado el mundo, pero perdido su alma, su familia y a las personas que los amaron.

Cuando Dios te bendice con prosperidad, la bendición finan-ciera solo es una porción de toda la bendición que Dios da. El Salmo 23, en su versículo 1 nos dice “El Señor es mi pastor; nada me faltará”, esto implica que Dios suple todo lo que te haga falta, por eso el éxito que Dios da nunca te aleja de Él, ni de tu familia ni de ti mismo. Este éxito no añade tristeza.

En meses anteriores escribí sobre lo que significa el éxito como bendición de Dios, pero en este día te invito a reflexionar sobre cómo experimentar esta clase de éxito en tu vida. En Josué 1:8 encontramos dos principios que debemos seguir para poder experimentar el éxito conforme a la voluntad de Dios:

1. Meditar en la Palabra de Dios. Este es un principio muy pode-roso. El libro de Romanos nos dice que la fe viene por el oír la Palabra de Dios; la diferencia entre oír y escuchar consiste en que escuchar no implica poner atención, pero oír requiere meditar en lo escuchado. Así como las vacas tienen que rumear su comida para extraer hasta el último nutriente, tú puedes meditar “rumeando” y encontrarás principios maravillosos para tu vida.

2. Ponerte en acción. Debes planear sin miedo y emprender diligente-mente, ya que la bendición del éxito viene cuando haces conforme a la medi-tación y en consecuencia “todo te saldrá bien”. Ese es el éxito que Dios te da.

Para que tus planes no se queden solo en sueños, medita en la Pa-labra de Dios y emprende cada uno de ellos. Dios te prosperará en todo.


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Sábado 27 de junio | Lectura del día: Números 14:1-9

Visión miopeSi Jehová se agradaré de nosotros, él nos llevará a esta tierra,

y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Números 14:8

H ay ocasiones en que el miedo puede paralizar al corazón más valiente. Cuando percibimos una amenaza a nuestro bienestar o

un obstáculo que nos separa de nuestros objetivos, a menudo teme-mos que todo el plan para nuestra vida esté en serio peligro. En esos momentos necesitamos recordar las promesas de Dios.

Cuando los espías israelitas emprendieron una misión de reco-nocimiento para examinar la tierra de Canaán, no tenían idea de lo que iban a encontrar. Aunque Moisés había escogido al líder principal de cada una de las doce tribus de Israel para hacer tal trabajo, toda su formación y experiencia no era suficiente para algo tan abrumador. ¿Quién podía estar preparado para enfrentarse a unos guerreros cana-neos tan corpulentos, que hacían parecer como enanos a los mejores hombres del ejército de Israel? No es de sorprenderse que los espías se hubieran atemorizado.

Así que, los espías confirmaron que la tierra prometida era realmente todo lo que Dios había dicho que era, pero se centraron en lo que ellos habían visto como obstáculos para poseer la tierra, es decir, en los gigantes que la habitaban. Los espías Israelitas dieron un informe correcto, pero no relataron la historia completa. Solo Josué y Caleb dijeron toda la verdad.

Estos hombres fieles contaron lo que habían visto y después reiteraron con sus propias palabras las promesas de Dios que les ha-bían llevado hasta ese punto: (Números 14:8-9). Josué y Caleb vivie-ron para ver la tierra prometida, pero solo porque fijaron su mirada en el objetivo que Dios les había fijado, no en los obstáculos del camino.

¡Las bendiciones que Dios tiene reservadas para ti son abun-dantes! No permitas que una visión miope –especialmente una cen-trada en los obstáculos– te impida ver el plan de largo alcance que el Señor tiene para tu vida.



Procura gobernar bien tu casaY aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió;

porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años. 1 Samuel 4:18

S egún los eruditos bíblicos, el juez y sacerdote Elí lideró Israel durante 40 años, del 1107 al 1067 antes de Cristo. Murió cuando

tenía 98 años de edad, cayéndose hacia atrás de una silla y desnucán-dose, cuando le dieron la noticia de que el Arca de la Alianza había sido capturada por los filisteos y sus hijos Ofni y Finees habían sido asesinados. Para este tiempo, el hombre estaba ya casi ciego.

El error del juez Elí fue su actitud indulgente como padre, ya que sus hijos fueron descritos como impíos porque cometían toda clase de transgresiones y pecados ante el pueblo y tenían muy mal tes-timonio. Se dice que no tenían conocimiento de Dios, despreciaban las ofrendas, exigían lo mejor de todo lo que se ofrecía a Dios, eran adúlteros, dejaron que la lámpara de Dios se apagara en el templo.

Elí llegó a ser considerado un sacerdote descuidado e irres-ponsable. Con mano débil y sin autoridad les llamaba la atención. Los hijos no le escuchaban ni le obedecieron. No estorbaba a sus hijos para no cometer pecado, ni los disciplinaba a pesar de todo el mal que estaban haciendo y de lo cual le presentaban quejas.

La consecuencia de todo el pecado cometido fue que los filis-teos hicieran guerra contra Israel y que fuera vencido en dos ocasio-nes. Murieron 32,000 jóvenes guerreros israelitas, el arca fue llevada cautiva por los filisteos, murieron Ofni y Finees, murió el sacerdote y juez Elí y la esposa de Finees al momento de dar a luz un hijo. La gloria de Dios fue traspasada a los filisteos.

Pidamos a Dios que nos ayude como padres para aplicar dis-ciplina con amor y como hijos a honrar a nuestros padres, viviendo bajo los principios morales y bíblicos con los que nos educaron. Sobre todo que hagamos todo lo humanamente posible para honrar a Dios por medio de la obediencia.


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Lunes 29 de junio | Lectura del día: Mateo 1:18-25

La fama de JesúsY dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,

porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21

L a palabra hebrea para salvación es Yeshua, pero más que salvación del pecado, tiene que ver con la libertad y el bienestar de las per-

sonas. Esta es la razón por la cual Jesús es famoso: por salvar a las per-sonas de una vida de pecado, por dar libertad, por dar vida y vida en abundancia.

El día de hoy te invito a que medites y analices tu vida, las habilidades y los dones que Dios te ha dado. Para que te des cuenta qué es lo que te caracteriza, toma en cuenta estos ejemplos: el famoso Tiger Woods, es famoso por que desarrolló su habilidad para jugar golf. El Chicharito, es famoso por su manera de jugar futbol, pues desarrolló y se concentró en esa habilidad de tal manera que es uno de los mejores futbolistas a nivel internacional.

Lo interesante de Jesús es que Él puede apoyarte en tu desarro-llo; como te comentaba en el principio, Jesús es nuestro Salvador, por lo que cada vez que dices su nombre literalmente le estás pidiendo que te salve y Él lo hará, pues no hay circunstancias o desafíos que sean más poderosos que Jesús.

Tú puedes tener grandes retos; puedes pensar que tu vida está en el hoyo y de ahí no podrá salir; tan solo clama en el nombre de Jesús y pide auxilio y Él te librará, no solo de tus pecados, sino de las cadenas que te aprisionan para darte una vida abundante. Ahora la vida abundante tiene que ver con enfocarte en las habilidades que Dios te ha dado.

¿Cuál es la habilidad que te caracteriza? Enfócate en ella, desa-rróllala y dedícate a ello. Jesús se enfocó en “salvar” y logró su objetivo ¡Salvar al mundo! Y hasta el día de hoy es reconocido por ello.

Jesús quiere salvarte del pecado, pero también quiere darte una vida en abundancia, tan solo confía en Su poder y desarrolla tus ha-bilidades con Su ayuda.


Martes 30 de junio | Lectura del día: Génesis 39: 1-23

No importa que no tengas nadaMás Jehová estaba con José, y fue varón próspero;

y estaba en la casa de su amo el egipcio. Génesis 39:2

L a definición que Dios tiene de éxito es contrario a la definición del mundo. La Corporación Americana mide el éxito basando en

lo que tú has hecho, lo que has logrado, y lo que has acumulado. Es basado completamente en ti, enfocando en tu tiempo, energía, recur-sos, títulos y logros adquiridos.

En Génesis 39:2 está claro que el éxito no depende lo que tú tienes, sino a quién tienes. José literalmente no tenía nada material-mente hablando, pero al mismo tiempo tenía todo, porque el Señor estaba con él.

La presencia de Dios es el principio para tener éxito en tu vida, pues no se trata de lo que tienes, sino de si tienes a Dios en tu vida o no.

Necesitamos dejar de perseguir las cosas para comenzar a per-seguí la presencia de Dios, pues tu relación con Él es lo único que necesitas para tener éxito en la vida. Yo puedo decir que empecé como José. Así como él, yo no tenía nada. ¡No tenía nada! No te-nía cuentas bancarias, certificación educativa, no tenía conexión con personas de influencia, nada. Gracias a Dios que la Biblia registra esta imagen de José quien empezó con nada, para que tú y yo tengamos esperanza hoy. Si tú crees que te encuentras como José, que no tienes nada, bueno, puedes comenzar a creer en el poder de la presencia del Señor en tu vida. Comienza a ver a Jesús y clama por esa promesa en las Escrituras para ti.

Hubo un tiempo en el que tenía cosas y mi corazón comenzó a alejarse de la presencia de Dios; vivía persiguiendo las bendiciones y no al que bendice. {Un día lo perdí todo: amigos, cuentas, todo, pero me quedó lo más importante:} ¡la presencia de Dios!

Mientras sigas persiguiendo las bendiciones y tus éxitos estén basados en ti y tus capacidades, créeme, eso puede terminar en un abrir y cerrar de ojos, pero la presencia del Señor en tu vida es para siempre.


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