julio 2014
TRANSCRIPT
El martes 9 de julio de 1816, en
la casa de Francisca Bazán de
Laguna, en la ciudad de San
Miguel de Tucumán, un grupo
de patriotas se reunieron en
sesiones de debate intenso, con
el objeto de declarar la indepen-
dencia de las Provincias Unidas
del Río de la Plata de la monar-
quía española. El Congreso de
Tucumán, así es recordado, de-
clara la ruptura formal de los
vínculos políticos con la corona
española y con cualquier otra
dominación extranjera, decla-
rando su soberanía. En el texto
de la declaración de indepen-
dencia, los congresales invocan
valores claros que justifican la
misma y señalan horizontes de
desarrollo para la nación na-
ciente, Argentina. Invocan al
“Eterno, que preside todo el
universo”, se someten a la
“voluntad y autoridad” de los
pueblos que representan, se
ordenan bajo los principios de
la justicia y se comprometen a
sostener “la Paz sobre la faz de
la tierra”
La vinculación con valores tras-
cendentes, la prestación de ser-
vicio como mandatarios del
pueblo (los mandantes), garan-
tizar la justicia para todos y
trabajar por la paz. Columnas
centrales del espíritu indepen-
dentista de aquellos patriotas
que, con defectos y relativo co-
nocimiento acerca del arte de la
política y la administración
pública, lograron, no obstante,
organizar un país, cumplir con
sus compromisos, ponerlo en
marcha, darle futuro y asegurar
la prosperidad para todos los
hombres de buena voluntad que
quisieran afincarse en él. Creo
que tener en claro esos valores
fue la clave del éxito.
Ya han transcurrido casi 200
años desde aquel trascendente
día para la organización política,
económica y social de Argenti-
na. A partir de allí, también se
desató un espíritu independen-
tista en toda América, conso-
lidándose en pocos años en un
continente soberano de su pro-
pio destino.
Doscientos años son mucho
tiempo, aún cuando para los co-
mentaristas, somos repúblicas
muy jóvenes. No obstante, creo
que es tiempo suficiente para
evaluar qué hemos hecho con
esos principios rectores que nos
han legado aquellos patriotas:
bien común, paz, justicia para
todos, honestidad en la gestión
y servicio al pueblo.
Todos somos responsables, y
tenemos dos años por delante
hasta llegar al bicentenario de
esa declaración (1816-2016).
Aprovechémoslos para reflexio-
nar sinceramente, qué hemos
hecho y qué resta por hacer,
aunque sea, para estar en el
mismo punto en el que ellos nos
dejaron.
INDEPENDENCIA EDITORIAL
EDITORIAL
Independencia Por Claudio García Pintos
AUTO-PSICOTERAPIA
DEL VACÍO
EXISTENCIAL Y EL
ABURRIMIENTO: LA
BIBLIOTERAPIA (pp.3-7)
SALVA UNA VIDA,
SALVA EL MUNDO (pp. 9-13)
LA PAGINA DE
CAVEF (pp.14-15)
Y SI PUDIÉRAMOS... (pp.16-17)
LA PAGINA DE
LOGOFORO (pp.18)
EL COLEGIO DEBE
EDUCAR, ¿Y LOS
PADRES? (pp. 19-20)
LA PERSONA (pp. 20-28)
LOGOTERAPIA VINCULAR
LA FAMILIA:
PROYECTO Y
POSIBILIDADES (pp. 29-30)
UN LUSTRO
NO ES NADA (pp. 31)
Página 2
P roponer desde una perspectiva psicoterapéutica una práctica
de auto ayuda conlleva algunos
problemas y peligros. El primer y principal problema es la definición ope-
racional de los términos utilizados: auto-
psicoterapia, vacío existencial, aburri-
miento y biblioterapia.
Podemos ayudarnos con citas del Diccio-
nario de Logoterapia que han elaborado la Dra. Marta Guberman y el Lic. Euge-
nio Pérez Soto (Grupo Editorial Lumen –
Buenos Aires/México, 2005). En esta publicación, hoy imprescindible para
ayudarse en la comprensión de la Logo-
terapia, encontramos la definición de
Psicoterapia: “Acto terapéutico con dos incógnitas: la persona del terapeuta y la
persona del paciente. El tratamiento se
irá modificando no sólo según la indivi-dualidad del paciente, sino también de
acuerdo con la personalidad del terapeu-
ta”.
Intentamos resolver las incógnitas si,
metodológicamente, ubicamos en la Per-
sona al terapeuta y al paciente: auto-psicoterapia o “Psicoterapia de la Perso-
na por la Persona”.
El juego del uso del Diccionario nos con-duce a la consulta del significado de
“encuentro” y “situación”. Nos dice que
“el encuentro es un modo de coexisten-cia abierto al logos, que permite a los
participantes trascender e incluso pro-
mocionar la autotrascendencia mutua” y que cuando nos referimos a “situación”
estamos describiendo la totalidad de las
circunstancias personales en cada momen-
to.
En este laberinto de definiciones operacio-
nales el camino nos lleva a considerar que las “circunstancias personales” del ser
humano, junto con la “disposición”, la
“situación” conforma la posición del hom-bre en el mundo, frente a la cual debe
adoptar una actitud.
Ciertamente, cada situación está delimita-da por una serie de imponderables que re-
miten a un estado de tensión personal que
lleve a una solución o re-solución entre su permanencia en el mundo del “aquí y aho-
ra” o al logro de una actitud diferente que
le permita al sujeto “trascender” la situa-
ción límite.
¿Cómo me siento si lo que estoy vivencian-
do me parece absurdo, fuera o lejos de mi proyecto de vida, carente de sentido o con-
tradictorio con los valores que he sostenido
a lo largo de mi existencia? ¿Y si esta situa-ción fuera sentida como una clara manifes-
tación de una vida sin sentido? Estaríamos
definiendo, claramente, el concepto de
“vacío existencial”.
Las vivencias personales se tornan más
confusas si a todo ello se agrega una sensa-
ción de “aburrimiento”, claramente definida como resultado de una pobreza de estímu-
los interiores que redunda en una tenden-
cia a evitar los cambios y conservar un en-gañoso equilibrio poco satisfactorio. Es un
concepto clásico de la Biología señalar la
necesidad de “homeostasis” de los organis-mos vivos. Viktor E. Frankl sostiene que la
Página 3
AUTO-PSICOTERAPIA DEL VACÍO EXIS-TENCIAL Y EL ABURRIMIENTO: LA BI-
BLIOTERAPIA. Un enfoque posible des-de la Logoterapia de Viktor Frankl
Por José MARTÍNEZ-ROMERO GANDOS
Mail de contacto: [email protected]
Página 4
teoría de la homeostasis es contraria al concepto de realización. Afirma que el
Hombre no solamente no se preocupa
por la reducción de tensiones, sino que incluso las necesita, por lo tanto, las
busca. El problema de la sociedad globa-
lizada y globalizante del S.XXI es que las personas no encuentran la tensión nece-
saria para el desarrollo de su proyecto
de vida y las crean artificialmente.
Encontramos, así, a un sujeto que cam-
bia la dirección del sentido de su vida
transformando tensiones fecundas que pueden dar lugar al crecimiento perso-
nal en tensiones patológicas (strés), abu-
rrimiento o vacío existencial.
Los Analistas Existenciales siempre han
señalado la tensión entre el “ser” y el
“deber ser”, especialmente frente a las
situaciones de sufrimiento, pérdida o sinsentido, describiendo la posibilidad
de transformar lo acontecido en algo fe-
cundo para su historia. Frankl ha seña-lado, repetidamente, que cuando no po-
demos cambiar una circunstancia difícil
o de sufrimiento, lo que nos permite se-guir adelante es “cambiar de actitud”. El
enfrentamiento de esta situación
“inexorable” permite al Hombre elevarse sobre sí mismo. Si congela su existencia
en un intento de negación de ese sufri-
miento su caída en el vacío existencial es
inexorable.
El hombre en esta situación tratará de
vivir superficialmente en un hoy perma-nente. No considera actuar y enfrentar
su dificultad porque cree que no vale la
pena. En un siglo que aparenta ofrecer-
nos grandes avances tecnológicos y de bienestar personal encontramos, para-
dojalmente, el mayor nivel de portadores
de conflictos, carencias, significados y vacío existencial. La expresión de estas
distorsiones del verdadero sentido de vi-
da se manifiestan como depresiones,
adicciones o agresiones.
El próximo Congreso Mundial de Terapia
Existencial, que se realizará en Londres en 2015, probablemente lleve como le-
ma: En la búsqueda de la Libertad, la
Responsabilidad y el Sentido en una era de incertidumbre. En su preparación la Dra.
Louise Sundararajan ha señalado que el
concepto de “incertidumbre” requiere el aná-lisis unitario de organismo y entorno, dejan-
do claro que el sentido existencial no es algo
puramente subjetivo e intrapsíquico pero que reside en la Persona y su relación con el
mundo. Su aproximación al concepto puede
ayudar a comprender por qué el “trauma co-lectivo” ha alcanzado una magnitud inusita-
da en la era de la globalización, señalando
como evidencia el reciente atentado en Bos-
ton (abril 2013).
Si consultamos a un Psicoterapeuta éste no
podrá darnos soluciones pre-elaboradas. A
través del análisis de nuestra existencia (originalmente llamado “psico-análisis”) in-
tentará llevarnos a la conciencia de nuestra
responsabilidad para encontrar, de manera autónoma, los valores necesarios para su-
perar la situación de vacío existencial o neu-
rosis.
En consulta o sin ella, un complemento ex-
cepcional para encontrar la voluntad de sen-
tido en nuestra existencia en crisis es la
“biblioterapia”.
Entendemos por “biblioterapia a la prescrip-
ción de materiales de lectura que auxilien a desenvolverse en forma natural y nutran y
mantengan la salud mental. Se incluye ro-
mances, poesías, filosofía, ética, religión, ar-te, histori o, libros científicos”. (Alice Bryan,
2001). Para Carolina Shrodes (1949), “Es un
proceso dinámico de interacción entre la personalidad del lector y la literatura imagi-
nativa, que puede atraer las emociones del
lector y liberarlas para uso conciente y pro-
ductivo”.
Se define a la Biblioterapia como una disci-
plina que inicialmente utiliza la relación de
las personas con la forma y el contenido de libros como recurso terapéutico. La bibliote-
rapia, así basada en la poesía y otras pala-
bras escritas, es combinada usualmente, con la terapia a través de la escritura. Como
una práctica general sanadora, la bibliotera-
pia asume que la lectura tiene buenas pro-
piedades.
Cabe señalar que consultado el Diccionario
Página 5
de la Real Academia Española tanto en su soporte papel como virtual, se informa que
no se encuentran registros de la palabra
“biblioterapia”. Sí nos ayuda nuestro ya citado Diccionario de Logoterapia cuando
la define como “el efecto terapéutico logra-
do a partir de la lectura que posibilita la apertura a la autotrascendencia y amplía
la conciencia hacia los referentes intencio-
nales”.
En conclusión, la biblioterapia puede con-
siderarse o bien como un proceso de desa-
rrollo personal o como un proceso clínico de cura. Puede ser usado en la vida coti-
diana o en Psicoterapia. En este último
proceso, sus participantes guiados por un
profesional, inician un camino de reflexión con el objeto de lograr la integración de
sentimientos y pensamientos a fin de pro-
mover la autoafirmación, el autoconoci-
miento o la rehabilitación.
En una magnífica Tesis de la Universidad
Nacional de Cuyo, Argentina, realizada por Marta Nieves Babillón y dirigida por el Dr.
Ricardo Sardi, "Biblioterapia: la lectura co-
mo auxiliar terapéutico", leemos "No es un procedimiento novedoso, por cierto. En el
antiguo Egipto, el Faraón Rammsés II
mandó grabar en el frontispicio de su bi-blioteca la frase "Remedios para el alma".
Las bibliotecas se localizaban en templos
denominados "Casas de vida", (en egipcio: Per Anj) dedicadas se encontraban la me-
dicina, astronomía, matemáticas, doctrina
religiosa y lenguas extranjeras. Se afirma
que en estas Casas de Vida también fun-cionaban unos establecimientos que podr-
ían ser considerados una especie de sana-
torios.
Entre los romanos, Aulus Cornelius Cel-
sus también asoció la lectura con el trata-
miento médico, al recomendar la lectura y discusión de las obras de grandes orado-
res, como recurso terapéutico en el desa-
rrollo de la capacidad crítica de los pacien-
tes.
También los griegos consideraban los li-
bros, como una forma de tratamiento médico y espiritual al concebir las bibliote-
cas (tal como lo hicieran los egipcios) como
"medicina del alma". Durante la Edad Me-dia la lectura de textos sagrados en el
transcurso de una operación era algo
habitual. Recurrían tanto a la Biblia, vida de santos, epopeyas, tragedias y otras his-
torias profanas, cumpliendo todas ellas
fines terapéuticos.
En cuanto a los países árabes, el Libro,
Kittab, para el Islam es el atributo princi-
pal de Dios, comparte su Eternidad, es un Representante, Dirección y Remedio para
el hombre. Para curar la enfermedad men-
tal, el religioso musulmán -oficie en Orien-te o en cualquier otro lugar del mundo-
hace beber a su paciente un agua donde
ha mojado un papel cubierto de versícu
Para los cristianos, la Biblia, es considera-da como la palabra de Dios que con amor
se dirige a sus hijos y habla con ellos. Es
fortaleza de la fe, alimento del alma y
fuente de la vida espiritual.
La palabra buscada en la Santa Biblia es
código que regula los actos, representa la respuesta de Dios para su problema o pa-
decimiento. La fe moviliza a creer y trae la
sanación y la paz. Tragarse el Libro se
comprende aquí al pie de la letra.
Para los cristianos, la Biblia, es considera-
da como la palabra de Dios que con amor se dirige a sus hijos y habla con ellos. Es
fortaleza de la fe, alimento del alma y
fuente de la vida espiritual. La palabra buscada en la Santa Biblia es código que
regula los actos, representa la respuesta
de Dios para su problema o padecimiento. La fe moviliza a creer y trae la sanación y
la paz.
Recién a principios del siglo XX surge la idea de las “bibliotecas de hospital”. El va-
lor terapéutico de los libros y de la lectura
fue tratada en 1914 por bibliotecarios de
los Estados Unidos, durante la Primera
Guerra Mundial.
Se aplicó en el cuidado médico de los sol-dados, que disponían de mucho tiempo
mientras se recuperaban. Éstos experi-
mentaron que la lectura no sólo los entre-
tenía sino que también tenía efectos cura-tivos. Por ese tiempo, creció la implemen-
Página 6
tación de grupos biblioterapéuticos, tam-bién en ámbitos de internación psiquiátri-
ca. Los libros resultaron ser buenos para
el estado de bienestar de los pacientes.
En Finlandia la primera biblioteca de hos-
pital fue abierta en 1936 por voluntarios
de la Cruz Roja. Durante la Segunda Gue-rra Mundial en 1945, la Biblioteca de la
ciudad de Helsinki organizó, coordinó y di-
rigió bibliotecas hospitalarias".
Frankl mismo relata que recibió una carta
de un joven, paciente ingresado en un hos-
pital, que encontró en su mesa de noche un libro de este autor, “El hombre en bus-
ca de sentido” (Herder) y agradecía los be-
neficios que había obtenido para poder su-
perar su sufrimiento y reencontrarse con
el verdadero sentido de su vida.
Si estáis en disposición de leer algo más
en relación al tema propuesto, podemos concluir este artículo con un texto de Vik-
tor E. Frankl con las palabras pronuncia-
das en 1968 en la inauguración del XIV Congreso Internacional de Filosofía (Viena)
con una Conferencia titulada “El libro co-
mo tratamiento terapéutico”
“Cuando se habla de libro como un medio
terapéutico se hace con el mayor rigor
clínico. La denominada biblioterapia ocu-pa, desde hace ya varias décadas, un lugar
muy importante en el campo de la neuro-
sis. Al paciente se le recomienda la lectura de unos libros determinados, pero no sólo
de libros especializados. Esta utilización
del libro persigue, como es lógico, un obje-
tivo y se ajusta a los distintos casos.
Teniendo en cuenta que la psicoterapia se
basa sobre todo en una colaboración entre el médico y el enfermo, no hay que pensar
que el libro puede sustituir al médico y la
biblioterapia a la psicoterapia. Pero no hay
que menospreciar por ello al libro. Yo po-seo documentos en los que se desprende
claramente que personas que habían sufri-
do durante años neurosis agudas y que habían sido tratadas sin éxito por el espe-
cialista, se aplicaron a sí mismas, a partir
de la lectura de un libro determinado, una técnica psicoterapéutica concreta, y se pu-
dieron ver libres así de su mal.
La posibilidad de utilizar el libro con fines terapéuticos va más allá de lo patológico.
Así, por ejemplo en las crisis existenciales
–de las que nadie queda libre- el libro sue-le tener efectos prodigiosos. Un libro ade-
cuado leído en el momento oportuno ha
salvado a muchas personas del suicidio y
esto lo sabemos los psiquiatras por expe-riencia. En este sentido, el libro presta
una auténtica ayuda en la vida… y en la
muerte. No me refiero a los libros que se han puesto de moda en que aparecen co-
mo titulo estereotipado las palabras “death
and dying”, la muerte y el morir, y en los que se habla de la muerte como si no se
tratara nada más que de un proceso que
se puede dividir en tantas o tantas fases e incluso manipular. A lo que yo me refiero
es a la muerte como a una de las situacio-
nes límite del hombre, como uno de los as-
pectos de la “triada trágica” de la existen-cia –según yo la denomino- formada por la
muerte, el dolor y la culpa. He visto cartas
escritas en el lecho de muerte o en la cárcel, en las que se expresa con emoción
cómo un libro e incluso una sola frase
puede aportar en tales situaciones aisla-
miento exterior y franqueza interior.
Todos conocemos del afán de leer que
sienten los jóvenes. Se dan cuenta instin-tivamente de la fuente de energía que los
libros constituyen. ¿Cómo si no, podría ex-
plicarse lo que sucedió hace décadas- en el campo de concentración de Theresiens-
tadt? Se había preparado el transporte de
mil jóvenes y a la mañana siguiente salía hacia el campo de concentración de
Auschwitz. Pero esa misma mañana se
comprobó que había sido asaltada la Bi-
blioteca. Cada uno de los condenados a muerte había metido en su mochila algu-
nas obras de su poeta preferido y algún
libro científico. Eran las provisiones para el viaje hacia lo (por suerte aún) descono-
cido. Que venga ahora alguien y me diga
“primero la comida, luego la moral”. ...
....Volvamos al sentimiento de falta de
sentido. ¿Cómo se puede utilizar el libro
como medio terapéutico contra la neurosis colectiva de hoy en día?. En tres frentes
sobre todo, contra tres aspectos actuales y
Página 7
agudos de la enfermedad de nuestro tiem-po: la neurosis de domingo, la crisis de la
jubilación y la neurosis del desempleo.
El domingo, durante el fin de semana, cuando cesa la actividad de los días labo-
rales, aumenta en las personas el senti-
miento de falta de sentido. La consecuen-cia de esto es una depresión típica, la de-
nominada neurosis del domingo, que al
parecer está cada vez más extendida.”
La crisis de la jubilación, el derrumba-
miento psicosomático que sufren las per-
sonas que aparte del trabajo no han tenido nada que llenara su vida y, liberados de la
presión que suponían las obligaciones pro-
fesionales y enfrentadas al vacío que en-cuentran dentro de sí mismas, se desplo-
man. Se puede prevenir este agotamiento
psicofísico que se da en la vejez conservan-
do en buen estado tanto el cuerpo como la psique, y en esto el libro actúa no sólo co-
mo medio terapéutico, sino también como
profiláctico. Nunca he visto amontonados tantos libros sobre un escritorio como en
el del profesor Berze, un antiguo director
de Steinhof, que murió a los 91 años de edad estando psíquicamente sano y acti-
vo”..
En cuanto a la tercera, la neurosis del desempleo, se trata de un síndrome que yo
mismo describí, comprobado en estudios.
Está comprobado que la necesidad no es sólo económica, sino también espiritual.
Sin trabajo, al hombre le parece la vida
vacía, se siente inútil. Lo peor no es la fal-ta de trabajo en sí, sino el sentimiento de
falta de sentido. ..”
... El hecho de que el hombre conoce ins-tintivamente las posibilidades que los li-
bros le ofrecen para no hundirse interior-
mente en los momentos de depresión
económica queda demostrado por las cir-cunstancias de que en los países con ci-
fras altas de desempleo se compran y se
leen más libros.
A esto se añade el hecho de que, en con-
traposición a los grandes medios de comu-
nicación social y a la pasividad a que in-ducen a los hombres, el libro nos hace ser
selectivos. Un libro no se puede conectar y desconectar como una radio o un televi-
sor. Por un libro hay que decidirse, hay
que comprarlo o al menos tomarlo presta-do, hay que leerlo y de vez en cuando in-
terrumpir la lectura para pensar. Dentro
de un mundo laboral amenazado por la deshumanización, el hombre crea islas en
las que nada pueda no sólo entretenerse,
sino también reflexionar, no sólo divertir-se, sino también meditar. El tiempo libre
que ocupa leyendo le ayuda a huir de sí
mismo, de su propio vacío, y a entrar en
sí mismo. En una palabra, el libro lleva a una liberación no centrífuga, sino centrí-
peta. Nos descarga de la presión del tra-
bajo, de la vida activa, y nos hace volver a la vida contemplativa, a la existencia con-
templativa, aunque sólo sea de vez en
cuando”.
¿En qué consiste la tarea y la responsa-
bilidad del libro? En que cree al hombre
capaz de tener el deseo de sentido que hoy
está tan frustrado”.
Llegados a este punto les propongo que
dejen sus comentarios acerca del o de los libros que han resultado “terapéuticos” en
cualquier circunstancia difícil de vuestras
existencias.
Como autor de este artículo me propongo
releer hoy “Ante el vacío existencial. Hacia
una humanización de la psicotera-pia” (Herder, 1984) libro que tuviera a
bien dedicarme Viktor Frankl en Caracas
con el agregado de unas caricaturas de él mismo, de Gerónimo Acevedo y mía. Una
joya de mi biblioteca, sin duda alguna.
José Martínez-Romero Gandos,
Abril, 2013
[1] CRENES, Manuel (2005) http: //
www.egiptologíacientificaydivulgativa.
[2] CALDIN, Clarice, (2001) A leitura como função
terapêutica: biblioterapia
Página 8
ADHIEREN
Página 9
E l 20 de mayo de 2014 fue un día especial. Ese día se celebró un
nuevo cumpleaños de Nicolás.
Se preparó una torta, se inflaron globos para adornar el salón, se prepara-
ron regalos y se cursaron invitaciones.
Todos se prepararon para agasajarlo, una vez más. Fue sin dudas un día muy
especial.
Muchos se preguntarán, qué tuvo de es-pecial ese día, siendo que se trató de un
cumpleaños más. Es cierto, pero omití
decir que en la torta se colocaron nada menos que 105 velitas. Sí, era el cum-
pleaños número 105 de Nicolás.
Eso solo ya hubiera sido suficiente para transformarlo en un cumpleaños espe-
cial. Pero además, se cursaron un par de
centenares de invitaciones y todos los
invitados decidieron inmediatamente asistir al festejo, sin dudas. Una gran
fiesta, para un cumpleaños de 105 años
de edad, es, decididamente especial.
Claro, pero nada de esto hizo de ese
evento algo singular. Ni la cantidad de
años, ni la cantidad de invitados. Tal vez si agregara que era el cumpleaños de
Sir Nicholas Winton, comprenderían la
singularidad del día.
Nicholas Winton
Nicholas nació en Hampstead (Londres) el 19 de mayo de 1909. Nació en una
familia de inmigrantes alemanes, de
origen judío, y vivió su infancia y adolescen-cia con la apacible tranquilidad que lo hac-
ían los jóvenes ingleses de principios de si-
glo, particularmente aquellos que podían go-
zar de pertenecer a una familia acomodada.
Si bien sufrió los avatares de la Primera
Guerra, su vida continuó un curso relativa-mente normal, accediendo al estudio, como
era de prever para un joven de su posición y
tras una carrera interesante, al culminar sus estudios pudo ingresar a trabajar como
agente de bolsa en Hampstead. Sus iniciati-
vas laborales eran interesantes y su carrera profesional se inició insinuando un futuro
prometedor. Eran los primeros días de 1931,
y todo le hacía suponer que el curso de su
vida continuaría por los andariveles que la
había iniciado.
Sobre finales de 1938, tenía planeado hacer
un viaje de placer a Suiza, con la intención de dedicarse unos días a la placentera tarea
de esquiar, mucho menos vertiginosa que las
operaciones de bolsa. Pero en medio de los preparativos, lo sorprende un llamado de su
querido amigo Martin Blake, proponiéndole
que suspendiera todo y lo encontrara en Pra-ga. Tenía para hacerle una propuesta laboral
muy interesante. Nicholas postergó el placer
una vez más, guardó sus esquíes, y viajó a
Praga.
Blake estaba involucrado en un proyecto de
trabajo con los refugiados de la zona. Se tra-taba de miles de personas, fundamentalmen-
te niños de origen hebreo, que sufrían bajo
condiciones de vida desesperantes. Le pre-sentó a Nicholas la situación, y éste la perci-
SALVA UNA VIDA,
SALVA EL MUNDO
Por Claudio García Pintos
Mail de contacto: cavef @ yahoo.com
bió tan dramática, que no pudo dejar de conmoverse. Pensó qué podía hacerse y
cómo podía colaborar, y, apelando a sus
condiciones para gestionar operaciones, transformó la habitación del hotel donde
se hospedaba en una oficina improvisa-
da y semi-clandestina, dedicada a bus-car maneras alternativas para sacar ni-
ños del país, y llevarlos a otros lugares
donde pudieran crecer en condiciones
dignas.
La situación se fue complicando cada
vez más con el avance del nazismo y la cruda implementación progresiva, de las
tristemente célebres “Leyes de Nürem-
berg”. Ya la cuestión no era solamente
mejorar sus condiciones de vida sino, decididamente, salvarles la vida de una
muerte ya decidida por el sistema impe-
rante. Sus acciones fueron cada vez más intensas y la comunidad judía de
Praga y sus alrededores, comenzaron a
difundir secretamente el trabajo de Ni-cholas. Fueron tantas las peticiones de
auxilio y tantos los niños por rescatar,
que las horas del día no le eran suficien-tes, y, mucho menos, su “oficina”. Con-
tactó a otro gran amigo, Trevor Chad-
wick, y le encomendó abrir un nuevo
despacho en una locación próxima a su hotel. Así, ya eran dos los lugares donde
las familias podían acudir por ayuda.
Cuando quisieron darse cuenta, ya pod-ían contarse por centenares las solicitu-
des recibidas.
Conmovido profundamente por el drama al que asistía y consciente de las limita-
ciones que tenía su accionar, tomó la
decisión de contactarse con embajadores de países que, a priori, pensó que podr-
ían ayudarlo. No tuvo mucha suerte y
percibió suficiente indiferencia como pa-ra comprender que el problema era aún
mayor. Sin embargo, el gobierno sueco
accedió a encargarse de un grupo de ni-ños y eso lo alentó a seguir. Posterior-
mente, sus contactos en Gran Bretaña,
lograron que el gobierno aceptara recibir
solo a jóvenes no menores de 18 años, solo si previamente se hubieran contac-
tado familias que estuvieran decididas a
recibirlos, abonando un depósito de 50 li-bras para cubrir los gastos de un eventual
regreso a casa.
Por diferentes motivos, tuvo que abandonar Praga y regresar a casa. Se reincorporó a su
puesto de trabajo en la bolsa de valores, pe-
ro eso no impidió que continuara, a tiempo completo, dedicado a su plan de rescate. La
envergadura de la tarea, lo llevó a fundar
una organización que se denominó “Comité Británico para Refugiados de Checoslova-
quia” La tarea era mucha, los niños resca-
tados ya empezaban a contarse por cientos, y el equipo de trabajo era: su madre, su se-
cretaria, unos pocos voluntarios y Nicholas.
Lógicamente, el problema económico era un escollo de muy difícil resolución. Los viajes
eran costosos, los gastos de gestión eran in-
mensos (conseguir documentación falsa pa-
ra que los niños puedan salir de sus luga-res, sobornar a algunos funcionarios para
que los dejen salir, y todo tipo de expensa
que significara la posibilidad de salvar una vida más), las 50 libras que debían pagar
para entrar a Gran Bretaña, ropa y comida
para los evacuados, etc. Pero Nicholas, nuevamente, recurrió a su talento para ges-
tar operaciones, y organizó una campaña en
los periódicos londinenses, en las sinagogas y en las iglesias. Su capacidad para trans-
mitir la urgencia del caso y el dramatismo
de la situación, repercutió en una respuesta masiva formidable, lo que permitió financiar
el viaje de muchos niños a Londres.
El primer traslado se efectuó en marzo de 1939 y fue por avión. Los sucesivos se hicie-
ron por tren. En total fueron ocho grupos
de niños que llegaron a Londres entre el 14
de marzo de 1939 y el 2 de agosto de 1939. Todo funcionaba muy bien y la planificación
de nuevos traslados estaba ordenada. Sin
embargo, el 1 de septiembre de 1939, el ejér-cito alemán invade Polonia iniciando formal-
mente la Segunda Guerra. Las fronteras se
cerraron violentamente, y el noveno contin-gente de niños quedó detenido en la estación
de tren de Praga. Nunca más se supo acer-
ca del destino de esa formación, y esos 250 niños pasaron a formar parte de los más de
15.000 niños checoslovacos que murieron
Página 10
Página 11
asesinados por el régimen.
Esto cerró las acciones de la organiza-
ción creada por Nicholas. Abatido por la impotencia, decidió nunca más hablar
del tema y mantenerlo en confidencia.
Su vida continuó, se casó, y pasados 50
años, en 1988, su esposa Greta, en-contró en el desván un viejo maletín. Al
abrirlo, encontró una gran cantidad de
fotos de niños, una lista con el nombre de todos ellos y algunas cartas y docu-
mentos. Cuando le pregunta a su espo-
so de qué se trataba, Nicholas no tuvo más remedio que contarle esta vieja his-
toria. En ese maletín, conservaba abso-
lutamente todas las fotos de todos los niños que había ayudado a escapar del
infierno nazi salvando sus vidas. Eran
precisamente 669 fotos.
Greta hizo contactos con una historiado-
ra de la shoá muy destacada, Elisabeth
Maxwell, esposa a su vez del magnate de los medios, propietario del Daily Mirror y
el Sunday Mirror. Maxwell, de origen
checo, quedó especialmente conmovido y
agradecido con Nicholas, y publicó su historia. Esta fue tomada a su vez por
la BBC, tomando aún más difusión. Su
vida anónima terminó, al punto que la reina Isabel II lo nombró Miembro del
Imperio Británico (en 1993) y unos años
más tarde, le otorgó el título de Caballe-ro (2002). Posteriormente recibió otras
condecoraciones y distinciones.
Feliz cumpleaños
Ahora podemos comprender por qué el 20 de
mayo fue un día especial. Sir Nicholas Win-
ton cumplió 105 años. Según cálculos y pro-yecciones, se estima que más de 6000 per-
sonas (incluyendo a esos 669 niños y sus
descendientes) dispersas por el mundo, le deben la vida a los esfuerzos de ese joven,
que abandonó la placidez de su vida acomo-
dada, para no permanecer indiferente ante
las puertas del infierno.
Pero, en realidad, ni siquiera todos estos da-
tos terminan de definir por qué fue tan sin-gular ese día. Porque ese 20 de mayo de
2014, tal como viene sucediendo de hace
aproximadamente 5 años, los invitados al festejo son los “Nicky`s Children”, cientos de
hombres y mujeres, adultos e incluso ancia-
nos, cuyas vidas fueron salvadas por este
hombre.
Las historias acerca del holocausto y la bar-
barie de quienes creyeron ser dioses, con la potestad de decidir sobre la vida y la muerte,
administradores del sufrimiento de los otros,
son crueles. Difícil creer en el hombre cuan-
do vemos de qué puede ser capaz. Sin em-bargo, las historias silenciosas de personas
como Nicholas Winton y tantos otros, nos
devuelven la esperanza, nos comprometen con la vida y nos hacen sentir que un mun-
do mejor, siempre es posible. Solo existen
dos clases de personas, según Viktor Frankl, los decentes y los que no lo son, los santos y
los cerdos. Y aún si los decentes fueran mi-
noría, nos apela a unirnos a ellos.
Gracias Sir Nicholas Winton, porque “en aquellos tiempos había oscuridad en todas partes. En el cielo y en la tierra, todas las puertas de la compasión parecían haberse cerrado. El asesino mató y los judíos murie-ron, y el resto del mundo, adoptó en general
una actitud de complicidad o indiferencia. Sólo algunos han tenido el valor de compro-meterse” (Elie Wiesel)
Nicholas con uno de sus niños
Torta de su cumpleaños 105
Página 12
En esta foto, Nicholas está participando de un acto de reconocimiento organizado
por la BBC. Se encuentra sentado en medio del “público” que usualmente asiste al
estudio de televisión para presenciar el programa “That`s Life”. Lo que Sir Nicholas
Winton no sabe, es que ese público que lo rodea, en realidad es un contingente de
alrededor de 200 de los 669 niños que él mismo ha salvado. Cuando la periodista
al presentarlo pregunte al público quiénes de ellos conocen o tienen algo que ver con
el invitado de la noche, todos se pondrán de pie.
Una de las 669 fichas que Nicholas conservó
durante más de 50 años, escondidas en el
desván de su casa. Estas fichas, con otros
documentos permitieron certificar las acciones
de su organización y contactar a casi la totali-
dad de los niños salvados de la muerte.
Página 13
“The Winton Train”
En 2009 se inauguró un servicio ferroviario entre PRAGA
y LONDRES, que sigue el recorrido que hacían los trenes
de Winton.
Reconocimientos de todo tipo son los recibidos por Sir Nicholas Win-
ton. Periodísticos, diplomáticos, de parte de organismos humanitarios
internacionales, organizaciones de la comunidad judía internacional,
la Corona Británica. Incluso ha sido nominado para el Premio Nobel
de la Paz. Asimismo se han filmado tres films , de los cuales los más
conocidos son “The Power of Good” y “Nicky’s Family”.
tido, interesante, próximo a sus intereses
y de un alto valor educativo.
En diferentes presentaciones y giras, más de 50.000 niños y jóvenes ya han partici-
pado de las diferentes propuestas de GE-
NERARTE. Pero la tarea continua!!
CURSO DE INTRODUCCION A LA LO-GOTERAPIA Y EL ANALISIS EXISTEN-
CIAL
El CLAE (Centro de Logoterapia y Análi-sis Existencial de la UCA), informa sobre
la apertura de un nuevo curso de Logote-
rapia
Según la información recibida, "este curso permitirá a los concurrentes introducirse en los conceptos fundamentales de la Lo-goterapia y el Análisis Existencial de
Página 14
E n el "Año de las letras argenti-nas", el Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, a través de
su Subsecretaría de Gestión Educativa y Coordinación Pedagógica,
con fecha 30 de junio de 2014, ha de-
clarado de "Interés Educativo" para la Ciudad de Buenos Aires, el proyecto
"GENERARTE, Teatro Educati-
vo" (Resol-2014-270-SSGEYCP)
En sus consideraciones, la resolución
justifica esta declaración de interés,
resaltando que "GENERARTE promue-ve el teatro como una experiencia de formación e integración en poblaciones infantiles y adolescentes, construyendo un espacio de encuentro de alumnos, sus familias y las instituciones educati-
vas que los contienen, propuesta que se ha considerado merecedora del re-conocimiento, por el gran aporte educa-tivo"
CAVEF, integrada al proyecto GENE-
RARTE, felicita a los elencos, equipo
técnico, creativo, de producción, auto-res, músicos, que hacen posible esta
propuesta, y acercan a niños y adoles-
centes de todo el país y del exterior, la posibilidad de descubrir a través del
arte, las mejores opciones de respues-
ta a las problemáticas de la vida coti-diana. Bajo la consigna "el arte sal-
vará al hombre", se lleva adelante un
programa de formación personal y
realización de valores, diferente, diver-
La Página de CAVEF Cátedra Abierta Viktor E. Frankl
Director: Dr.Claudio García Pintos
Por Claudio García Pintos
Mail de contacto: [email protected]
facebook.com/claudio.garciapintos.1
Página 15
CONGRESO ABLAE – PORTO ALEGRE
La ASOCIACION BRASILERA DE LO-GOTERAPIA Y ANALISIS EXISTEN-
CIAL (ABLAE), anuncia la realización
del VII Congreso Brasilero de Logote-rapia y Análisis Existencial y IV En-
cuentro Latino-Americano Humanísti-
co-Existencial.
El evento tiene por consigna SENTIDO Y CONTEMPORANEIDAD y su realiza-
ción coincide con el 30º aniversario de
la llegada de Viktor Frankl a Brasil,
acontencido en 1984 a Porto Alegre.
Distintas personalidades del mundo de la Logoterapia y del pensamiento Huma-
nista-Existencial ya han confirmado su
participación, y es de esperar una am-plia concurrencia de público. Las jorna-
das se llevarán a cabo del 7 al 9 de no-
viembre en Porto Alegre, Brasil.
Los interesados en informarse sobre el evento y tomar parte del mismo, pueden
contactarse via mail con:
O ingresar a la página
http://ablae.org.br/congresso/
CAVEF recomienda este evento.
Víktor E. Frankl, comprender la propuesta Frankliana desde lo teórico y vivencial y conocer sus campos de aplicación.
El curso será dictado los días LUNES, en
el horario de 18.30 a 21.30 horas, en se-de del CLAE, Campus Puerto Madero,
Avda. Alicia M. de Justo 1500, Buenos
Aires.
Los docentes dictantes del curso serán el
Dr. Claudio García Pintos y los Lics.
Lucía Copello y Gastón Del Río.
La actividad está dirigida a todos los in-
teresados en interiorizarse de los funda-
mentos de la Logoterapia de Viktor
Frankl.
Para informes e inscripción, los interesa-
dos deben dirigirse a:
[email protected] / o al teléfono
(5411) 4349-0822
Si las consultas están referidas a aspec-tos académicos de la actividad, los orga-
nizadores sugieren dirigirse al mail del
CLAE, [email protected]
Y SI PUDIÉRAMOS...
Por Dra. Dides Iliana
HERNÁNDEZ SILVERA
Mail de contacto:
Página 16
“Soy capitán de mi alma, señor soy de mi destino”…
Nelson Mandela
trama de sucesos, que van delineando un camino, guiando nuestras decisiones, ac-
ciones. Hasta podríamos hacer memoria y
traer las palabras escuchas una vez du-rante una conferencia mencionando a
Frankl: “La vida cobra más sentido cuanto
más difícil se hace”. Pero también cuanto más unidos a algo
que nos mueve, cobra un tiente de senti-
do, diferente pero ligado a la ilusión de ser. A veces no tan altruista, ni humilde…
sino motivadoras y generadoras de poder.
Como investigadora, la observación pare-
ce haber forjado en hábito. Es decir, se aprende, desde el conocimiento del entor-
no. Por ej: el actual del mundial de fútbol,
genera una serie de reflexiones que retro-traen a otros tiempos, por ejemplo el de
Nelson Mandela. El deporte sirve y ha ser-
vido para muchos fines: unir un pueblo, reconciliar un país, escape de la rutina,
dentro de aspectos positivos. Esta manera
de unir a todos para encontrar un modo de apelar al orgullo nacional, moviliza a
las masas, hay algo en común en ese mo-
mento.
Y entonces…si pudiéramos generar lo mismo en las personas, ese movimiento
que se presenta con un lenguaje común.
Fundamentalmente, hacer cotidiano el sa-ber hablar y responder, que aprendamos
a entrar en la discusión, a afrontar la lu-
cha con los medios adecuados, es decir con medios espirituales.
H emos escuchado seguramente, varias veces que a pesar de los
problemas que podamos tener,
toda vida vale la pena ser vivida y más aún; cuando el hombre pone en
práctica la fuerza de oposición del espíri-
tu frente al destino, o sea frente a aquello con lo que se encuentra en la vida sin
haberlo elegido; sigue siendo libre de ac-
tuar. El sentido está siempre cambiando y ten-
dremos que otorgar a la vida de sentido
en cualquier situación, porque lo que in-
teresa es dar evidencia de la potenciali-dad humana. Aquella que transforma la
miseria, la dolencia y frustración, en un
logro humano. La tenacidad, constancia, valentía de dar, el esfuerzo, el desinterés,
el amor por sobre todas las cosas, es lo
que reúne en sí mismo, la mayor de las virtudes. Esa necesidad imperiosa de ar-
monizar con el dolor humano y llevarlo
hasta el desafío más amplio, el olvido en el recuerdo; el perdón con benevolencia,
con esa dignidad de ser que impulsa el
espíritu hacia una amplia gama de senti-
mientos. Y si esto no fuera así, cómo hubiera podido Víctor Frankl, prisionero
en el campo de concentración de Ausch-
witz, durante la Segunda Guerra Mun-dial; relacionar o pensar siquiera, la felici-
dad y el fin último con su obra “El hom-
bre en busca de sentido”. Transitamos por la vida en una compleja
de realización de los valores; y proyectarse en la misión posible nos hace comprometi-
dos, es siempre una misión propia. Es a
su vez el proceder desde la misión en cada situación, ampliamente diversa. Entonces,
si pudiéramos generar más espacios de
unión, donde compartimos un mismo ide-al, con diferentes puntos de vista…si pu-
diéramos levantarnos en una misma voz,
una canción de aliento, un reto cotidiano, un soplo de alegría, estaríamos dando sen-
tido a nuestras vidas en comunidad.
Vivamos cada día, cada instante, como un
presente en permanente cambio, un alien-to de alegría…
Hasta la próxima!
La autora sugiere a los lectores el documental
“Nelson Mandela: el jugador nº 16” en el si-
guiente link:
http://www.youtube.com/watch?
v=QycXvmKDiUY
Encontrarnos con los otros nos llena de esperanza porque vemos la posibilidad de
salir de nuestra soledad, también nos lle-
na de inquietudes. Ese formar parte de un nosotros es más fuerte, porque sólo en el
encuentro con el otro logramos la plenitud
como personas. La plena realización per-sonal no se logra buscándola desespera-
damente sino cuando somos capaces de
colaborar para que otros la encuentren y logren acercarse a la felicidad. Es el auto-
trascender, salir de sí mismo hacia los
otros, accediendo a trascenderse a sí mis-
mos. Encontrarnos con determinadas personas
suelen ser decisivas, sobre todo si ellas
encarnan en sus vidas lo que nosotros te-nemos como ideal o buscamos aunque sea
lejanamente. Y estos encuentros pueden
producirse con las personas menos espe-radas, de ahí la importancia de la apertu-
ra, tan diferente de la persona arbitraria,
que limita su existencia a un grupo de personas.
Ser responsable frente a las posibilidades
Página 17
Página 18
Logoforo.com te invita a leer nuestros interesantes artículos y a enterarte de los
eventos más importantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana; así como
a conocer bibliografía recomendada, frases célebres de Viktor Frankl y de otros
pensadores, noticias y ligas a otros Centros e Institutos en el mundo, que traba-
jan con este enfoque existencial.
Logoforo estuvo presente en el Congreso Internacional de Logoterapia orga-
nizado por el Instituto Viktor Frankl en la ciudad de Viena. Aquí te com-partimos una breve reseña:
http://logoforo.com/breve-resena-del-congreso-mundial-de-logoterapia-en-viena-austria/
Este mes te recomendamos varios artículos que publicamos recientemente:
Juventud, educación y sentido de vida. Sin duda un tema que nos ocupa a todos. ¿Cómo educar a nuestros jóvenes para que vivan con sentido?
http://logoforo.com/juventud-educacion-y-sentido-de-vida/ Y para la difícil vivencia del duelo tras la pérdida de un ser querido te ofre-
cemos dos pequeños pero hermosos relatos que haciendo uso de metáfo-ras, nos transmiten consuelo y herramientas para trascender esa dolorosa
experiencia que todos atravesamos: Un cuento para vivir el duelo: http://logoforo.com/un-cuento-para-vivir-el-duelo/
Con lo que a uno le queda: http://logoforo.com/tras-una-perdida-sientes-
que-no-puedes-seguir/
Ambos relatos extraídos del maravilloso libro Aprendiendo a decir adiós.
Cuando la muerte lastima tu corazón. Escrito por Marcelo Rittner, un sa-
bio rabino que con gran sensibilidad nos comparte profundas reflexiones.
¡Muchas gracias por leernos! Esperamos tus comentarios.
La Página de LOGOFORO Por Tere Vanek
Mail de contacto: [email protected] //
www.logoforo.com
Página 19
E l tema del colegio está muy pre-
sente en la vida familiar. Tanto
es así, que muchas veces las ex-
pectativas que los padres tienen
sobre los mismos, exceden los objetivos
que puede proponerse una institución
educativa. Esta decepción muchas veces
se manifiesta en reclamos que, injusta-
mente, ponen en manos de directivos o
maestros, tareas que son propias de los
padres. Para utilizar una frase que me
gusta mucho: se “tercerizan” las respon-
sabilidades.
Ahora bien: a la hora de elegir un cole-
gio, ¿cuáles son las motivaciones que
tienen en general los padres?. Algunos,
simplemente lo eligen por la distancia,
muchos se fijan en las ventajas y des-
ventajas económicas (tanto de un colegio
privado como del estado) otros por su ni-
vel académico y otros porque creen que
el mismo puede ayudarlos a complemen-
tar la educación que se les da en casa.
No faltan aquellos que piensan que
“pago un colegio para que eduquen a mi
hijo”. Colegio pago = niño educado.
Hay algo que está muy claro, nadie
podrá reemplazar a quiénes son los pri-
meros educadores, o sea, los padres. Por
eso hay que tener un delicado equilibrio
para saber que le corresponde a cada
uno, de manera que la educación de los
chicos vaya por la vía de complementar
esfuerzos y no de demandar lo imposible, o
de la permanente protesta.
Creo que de un colegio, como lo han dicho
todos los grandes educadores de la historia,
debo buscar lo que como padres no puedo
darle en el ámbito de mi hogar. Dicen que
no hay nada peor que una madre explican-
do matemática o un padre tomando la lec-
ción de geografía. Para ello existen profesio-
nales en quiénes, en primera instancia de-
bo confiar. Esto significa que a la hora de
elegir una institución debo conocer su idea-
rio, su estilo formativo y su historia. Este,
una vez conocido, me permitirá, no sólo ele-
gir un establecimiento en donde mi hijo pa-
se la gran mayoría de sus horas diarias, si-
no un lugar, que me inspire confianza, en
donde yo busco complementar la educación
de mi hijo. Un lugar en donde, de alguna
manera estoy delegando parte de mi pater-
nidad.
Delegar parte de mi paternidad, no es
“poner mi responsabilidad en el otro” sino,
acompañarse mutuamente en un momento
Cartas para gente muy ocupada
EL COLEGIO DEBE EDUCAR,
¿Y LOS PADRES?
Por Lic.Adrián Dall´Asta
Mail de contacto: [email protected]
vital del crecimiento de nuestros hijos,
familia y colegio. Por eso decimos con
énfasis que los colegios complementan la
educación de los padres, y que los padres
deben elegir con criterio el lugar en donde
sus hijos desarrollarán gran parte de su
formación personal. Ahora bien, los pa-
dres también deben acompañar esta edu-
cación, fuera del colegio y dentro del
hogar.
Muchos padres que se presentan muy se-
guros y exigentes a hacer reclamos ante
los profesores luego en sus casas no man-
tienen esta coherencia y muchas veces
pasa lo que tan bien describe el Dr Jaim
Etcheverry en su libro La Tragedia Edu-
cativa, página 60: “La escuela, que puede
y debe ejercer una función de liderazgo,
está condenada a perder frente a una so-
ciedad que a cada instante la desautoriza.
Si la sociedad deshace prolijamente lo
que pretende que la escuela construya, no
puede esperarse que la educación repre-
sente una gran diferencia”. Este comenta-
rio del Dr Etcheverry es perfectamente
adaptable a los padres que deben sostener
con conductas coherentes lo que de algu-
na manera reclaman en las instituciones
educativas. Cuando colegios y familia
están de acuerdo un solo proyecto educati-
vo, fundado en la formación integral de la
persona, la posibilidad de cumplir estos
objetivos es posible. De lo contrario, siem-
pre se vivirá en la dualidad entre lo que se
pretende y lo que realmente es posible.
Nos parece que el mejor de los proyectos,
que es el proyecto de vida, sólo es posible
construirlo cuando se toma a la persona
en su totalidad y se la acompaña con uni-
formidad de criterio. En esto no puede
haber “cortocircuitos”, porque los únicos
perjudicados son los alumnos, nuestros
hijos.
Página 20
Apuntes de docente
LA PERSONA
Por Dr.Claudio García Pintos
Mail de contacto: [email protected]
consecuencias; es espectacular la conve-niencia de una meditación filosófica a cierta
altura del desarrollo científico. Señalaba el
escritor Ernesto Sábato en un artículo de reciente publicación que “soy un simple es-critor pero con los años he aprendido que en la base de todo conocimiento tiene que haber un fundamento filosófico, si no se corre el riesgo de cometer grandes errores". Si nos preguntáramos "¿qué es el hom-
bre?", ya estaríamos insinuando que es una
¿Q uién es el hombre? Es esta una pregunta fundamental
en el desarrollo del pensa-
miento, una renovada cues-tión en la historia de la antropología que
da lugar a infinidad de respuestas, re-
flexiones y argumentaciones. Con ella y por ella el hombre se encamina en la in-
vestigación de su propia realidad y con-
dición y los resultados de esta búsqueda pueden proporcionarnos portentosas
diálogo con "los otros" especialmente con Dios.
Veamos:
1. Ser distinto de los demás seres
materiales:
Como decía anteriormente, la realidad del
hombre lo distingue de los demás seres
creados. Cierta vez, un maestro rodeado de sus pequeños alumnos tomó una pie-
dra y preguntó a uno de ellos a qué reino
pertenecía, recibiendo como respuesta que lo era al reino mineral; señaló luego una
flor y preguntando a qué reino pertenecía,
recibió como respuesta que lo era al reino vegetal; finalmente preguntó "y el hombre,
¿a qué reino pertenece?", y cuando espera-
ba que le contestaran que pertenece al re-
ino animal, la voz de una pequeña se es-cuchó diciendo, "al reino de Dios".
Esta simple pero elocuente anécdota, que
manifiesta una vez más la claridad e ino-cencia infantil en la búsqueda de las ver-
dades más importantes, nos señala en
principio la dignidad del hombre por sobre cualquier otro ser del universo material.
No se deja encapsular en la noción de
"individuo de la especie" porque no es uno más, nunca es un objeto entre objetos si-
no un alguien, un ser distinto, único e
irrepetible.
2. Que consciente y dueño de sí mismo:
El hombre comparte el escenario de la vida
con otros seres vivientes, aunque mante-niendo un nivel jerárquico superior a to-
dos ellos. Y parte de esta dignidad está da-
da por lo siguiente: los demás seres sim-plemente están en el mundo; los animales
por ejemplo, percibiendo la realidad cir-
cundante, responden a ella en forma uní-
voca y automática, manteniendo por natu-raleza un repertorio de respuestas que se
ponen en marcha cuando las circunstan-
cias así lo demanden. No pueden respon-der de otra manera.
Página 21
cosa, algo que está ahí; y si bien el hombre es una criatura de este mundo, reconoce
una peculiaridad que lo dignifica; él está
ahí pero no como una cosa más, no como un "algo" sino como un "alguien". Quien se
pregunta "¿qué es el hombre?", lo supone
y lo aborda -o puede llegar a hacerlo- como algo más, como uno de la especie; pero
sólo quien se pregunta "¿quién es el hom-
bre?", logra encontrarlo como persona, re-conociendo así su riqueza profunda e in-
agotable.
Son muchas las definiciones de hombre
que podrían presentarse; partiendo de aquella que lo define como "animal racio-
nal", pasando por todas aquellas que pre-
tenden definirlo como animal social, lúdi-co, político, entre otras, hasta acceder a
algunas consideraciones más modernas
que distan tanto de la naturaleza y reali-dad humana que parecen estar definiendo
otra cosa. Podría incluso decir en un in-
tento más comprensivo, que el hombre es
una "sustancia indiuidua corpórea de natu-raleza racional", haciendo referencia bási-
camente a su corporeidad, individualidad
y racionalidad. Y esto respondería ciertamente a la reali-
dad humana ya que el hombre no es ni
espíritu libre o puro, ni un ángel caído del cielo ni una divinidad de paso por el mun-
do; por otro lado es uno y único, irrepeti-
ble y original, peculiar desde su origen; y finalmente, cuánto más estudiamos la na-
turaleza del hombre, más resalta con una
grandiosidad sin límite su realidad intelec-
tual, el arma más poderosa y el utensilio más práctico que pueda poseer criatura
alguna en este mundo.
No obstante, desearía presentar una defi-nición amplia que permita desarrollar bre-
vemente las distintas características que
presentan al hombre como una realidad singular. Y esta reflexión será enunciada
de la siguiente manera:
Ser distinto de los demás seres mate-riales que consciente y dueño de sI mis-mo, se va construyendo progresivamente en un horizonte de libertad comprome-tiéndose frente a valores y entrando en
Página 22
Pero la persona, inmersa en la misma realidad circundante, al percibirla es ca-
paz de responder libre, original y creati-
vamente, evitando quedar encerrada en las estrechas dimensiones del contexto
inmediato. Puede así orientarse al mun-
do y comportarse activamente en él, mo-delándolo en función de sus necesida-
des, afectos, intereses y motivaciones.
De tal modo, así como el hombre puede conocer la intimidad de la realidad (un
grado superior al mero percibir la reali-
dad de los animales, tomados como los
vivientes más desarrollados en la escala por debajo del hombre) y recrearla, pue-
de "conocerse", tomar conciencia de su
propia realidad y a partir de allí, poseer-se, orientarse y "gobernarse".
Este autoconocimiento y autoposesión
(ser consciente y dueño de sí mismo), pasa necesariamente por la noción de
interioridad". Y de ella podríamos decir
que siendo un elemento distintivo que
jerarquiza y define la realidad humana, es el centro de gravedad de la persona,
un núcleo íntimo de donde parte al en-
cuentro de su singularidad y de allí al auténtico proceso de crecimiento y ma-
duración.
La intimidad del hombre, punto inicial en la búsqueda de la propia individuali-
dad, se traduce en una manera original
de ser en el mundo. La dignidad de la interioridad estriba en el hecho de ser lo
más profundo, lo más poderoso y lo más
decisivo; veamos:
Lo más profundo: encontramos en la
intimidad, el núcleo o raíz de todas las
manifestaciones exteriores, las cuales
cobran sentido a partir de tal inicio. Lo que emerge a la superficie, nuestro modo
original de ser en el mundo, se genera en
aquella fuente subterránea de vida.
Lo más poderoso: si bien hoy estamos
participando en un mundo y una época donde se acrecienta diariamente el valor
de la exterioridad, la superficialidad de
lo material y lo instintivo, esas realida-
des, por más poderosas que se preten-
dan presentar, no están llamadas a regir sino a ser regidas desde una -aún más po-
tente- interioridad espiritual. Cuando es-
ta jerarquía natural no se ve satisfecha, cuando se subvierte el orden directivo, se
genera el caos y la desorientación del
hombre.
Lo decisivo: el encuentro con la propia
verdad, con la mismidad, con la profunda
y absoluta realidad acerca de si mismo se da, necesariamente en el ámbito de la in-
terioridad. En el seno de su propio ser
puede el hombre acceder al conocimiento de su ideal de vida y a partir de allí, deci-
dir su porvenir, definir su proyecto vital en
orden al logro de ese ideal Lo decisivo es parte efectiva de la interioridad y por eso
las decisiones más importantes del hom-
bre, se ven rodeadas de un clima de sole-dad y secreto. Sólo allí, en la profunda in-
timidad, radica el lugar de la opción; en
respuesta a ella decide la persona, libre y
responsable, su porvenir.
Es así que a partir de su interioridad, pue-
de el hombre tomar conciencia de sí mis-
mo y ser dueño de su propia persona; pue-de enfrentarse consigo mismo, mirarse y
conducirse hacia una meta conocida y
querida. Por eso la interioridad se traduce en autopertenencia, en la posibilidad libre
y responsable de movilizar nuestra mismi-
dad en la orientación que, en la soledad, el silencio y el secreto de la intimidad, nos
ha señalado la conciencia, la reflexión,
siendo ésta la verdad más importante de todas las cuales pueda conocer el hombre.
Y este núcleo íntimo presenta cuatro ca-
racterísticas fundamentales:
1.Nadie, por más que nos comprenda pue-
de agotar el abismo de su profundidad;
nadie, por más que se lo proponga, puede conocer o dar a conocer plenamente la
hondura de la propia interioridad. Es in-efable, no puede explicarse.
2.Cada uno es lo que es, a partir de su in-
terioridad, que asume entonces el rasgo de
singular e irrepetible; es inalienable, no
Página 23
pudiendo ser traspasada o endosada a otra persona.
3.Nadie, por ningún método ni procedi-miento, ni test, ni examen, puede acceder
a la verdad última de este centro de gra-
vedad de la persona porque es inviolable.
4.Nadie que pretenda transitar el camino
de la vida, de la autenticidad, del creci-
miento personal y de la madurez, minimi-zando el peligro del error y/o del extravío,
puede obviar la tarea de seguir buscando
constantemente en la propia interioridad, el sentido de la propia existencia y buce-
ando en su profundidad en vistas a un
conocimiento cada vez mayor y más enri-quecedor de sí mismo. La vida interior,
ese universo que puja dentro del hombre,
al desarrollarse se nos va planteando co-mo más rico y cuanto más lo conocemos y
más lo desenvolvemos, más rico en posibi
lidades y en sabiduría se nos va presen-
tando. Lejos de agotarse, va acrecentán-dose en su propio desarrollo, porque la
interioridad del hombre es inagotable.
La concientizacion es la tarea fundamen-
tal y decisivamente humana y personali-
zante, que lleva al hombre a partir del en-cuentro consigo mismo a la posibilidad de
vivir con autenticidad, comprendiendo
que su dignidad como persona, soberanía y libertad encuentra su origen en la satis-
facción de la exigencia de ser fiel a sí mis-
mo. Podría decirse, por el contrario, que
el hombre que no ha alcanzado el en-cuentro con su interioridad, está caracte-
rizado por una nota de inautenticidad, no
teniendo la posibilidad de vivir con pro-fundidad sino en todo caso, reflejos fugiti-
vos y distorsionados de la superficie de la
personalidad. Podría decirse entonces, que la concientización es una forma nece
saria para el existir humano, dependien-
do de ella que el hombre pueda –o no- hacer de su mera permanencia en la vida,
una existencia con sentido. Sólo así se
"existe" desde la verdad alcanzada a par-
tir del encuentro con nosotros mismos y sólo a partir de ese "encuentro" y de esta
"verdad", se alcanza un "existir auténtico" por excelencia.
"La época de los descubrimientos no flo-reció cuando se descubrió América y
Australia, sino cuando el hombre en-contró en el silencio de su interioridad lo que es para él decisivo".2
3. Se va construyendo progresivamente:
Podemos decir ciertamente, que nacemos hombre y nos hacemos persona, en un
movimiento creativo y poético. En reali-
dad, sería más exacto decir que ya antes de nacer somos personas potenciales, pero
no somos personas definitivas hasta que
no actualizamos ese potencial; e] nacer hombre y devenir persona es un status que
podríamos definir como un ser siendo. El individuo deviene persona, debiendo
asumirse como dato y tarea, y por lo tanto como "proceso". Debe ir pasando de las
potencialidades de la persona a la madu-
rez, en un camino que no consiste en ir conquistando su esencia sino en realizar-
la, actualizaría a través del tiempo en la
medida de las disponibilidades. Como dice Ribot "la persona no es un fenómeno sino una evolución" ("Les Maladies de la Perso-
nalité"), no es un suceso momentáneo o
instantáneo sino una historia. Cada cual llega, en cierto sentido, a ser el
padre de si mismo en cuanto responsable
del ser que se va dando a través de sus opciones. La persona hace, y haciendo se hace; por eso mismo cuando elijo, en cier-
to sentido, "me elijo", no en el sentido de
buscarme a mí mismo, sino que me constituyo en un modo de ser peculiar, me
configuro, me defino, haciéndome surgir
de la indeterminación, la dispersión> dándole un sentido a mi existencia por
propia elección. Entonces llego a ser lo que
soy en realidad, en verdadera autentici-dad.
Este "devenir persona" se le presenta al
hombre como una seductora y difícil aven-tura, una odisea plagada de peligros y
Página 24
venturas que implica la posibilidad siem-pre enriquecedora de la "autenticidad",
cuyo verdadero sentido no es el concordar
el "ser-así" (la fisonomía exterior> con la verdad íntima del ser; que coincida con
su "deber-ser". Sería algo similar a la
dinámica de las marionetas, donde los muñecos se mueven en virtud de un titi-
ritero que puede accionar todas las arti-
culaciones de la figura sin la necesidad de operar directamente sobre cada una
de ellas por separado, sino desde un úni-
co punto. Antes señalé un "centro de gra-
vedad" que cobra peso cuando el hombre logra encontrarse con su interioridad;
pues bien, desde este mismo centro pue-
de aparecer un "ser danzante", inauténti-co, o un "danzarín vivo", auténtico y enri-
quecedor.
Veamos:
*El hombre inauténtico no ha podido en-
contrarse profundamente consigo mismo, no ha llegado a conocer su propia verdad
y a partir de allí, ha elaborado un proyec-
to de vida que no concuerda con la reali-
dad de su ser y se orienta hacia una ilu-sión (ficción que se nos presenta como
una verdad).
* El hombre auténtico, sí se ha encontra-
do consigo mismo y a partir de allí ha re-
conocido su íntima verdad, accediendo a un ideal (valor que da sentido profundo y
verdadero a toda la vida) que le permite
elaborar un proyecto de vida y un ser-así verdadero y concordante con su sí-
mismo .
El inauténtico será entonces, meramente,
un ser danzante, un ser en movimiento y nada más; el auténtico será un bailarín vivo, un ser cuyo movimiento tiene un
sentido que deriva de un profundo cono-cimiento de sí mismo y que se autogenera
en la riqueza de la vida interior. A partir
de percatarse con lucidez de su propia
verdad, capta el hombre el sentido y valor de sí mismo y al ir optando se configura,
se construye con dignidad, disponiendo
toda la energía de su ser, la fuerza de to-do el universo bullente en la profundidad
de su intimidad, al servicio de este proceso de personalización, de actualización crea-
tiva. El que está "en sí", ese es libre y act-
úa como persona; pero el que está "fuera de sí', es dominado por fuerzas exteriores,
ajenas a su realidad, que determinan su
forma de pensar, decir y obrar, y termina siendo un ser enajenado. Ahora bien, este
estar "en sí', no significa vivir aislado del
mundo; por el contrario, es la mejor posi-bilidad de vivir con intensidad ya que se
descubre de esta manera el verdadero sen-
tido del ser del hombre y del mundo.
Es así que a partir de un conocimiento
íntimo de la propia realidad, el hombre
puede interpretarla elaborando un proyec-to creativo en respuesta a su compromiso
de llegar a ser, redimiendo o jerarquizando
su propia realidad a la manera como sobre-eleva el valor de un simple lienzo cuando
plasma sobre él una obra de arte.
Cobra así el individuo una dignidad ma-yor, dejando de ser uno más de la especie
humana, un hombre que pasa a ser perso-
na, un alguien, trascendiendo hacia un
"vivir personalizado" -y por lo mismo, pri-vilegiado- donde puede construirse y ela-
borar una autoposición que le permita
asumir una intervención autónoma. A partir de esta posibilidad creadora, res-
ponde al desafío de la vida en forma inédi-
ta y peculiar, singular y original, para na-da programada y estereotipada como el
resto de los vivientes. Desde la autoposi-
ción, el hombre se constituye en un centro de creación que enriquecido interiormente
puede trascenderse a sí mismo y partici-
par su riqueza al mundo jerarquizándolo.
El hombre debe, entonces, fidelidad a es-ta recreación, a la propia recreación, man-
teniendo una presencia poética; debe
guardar celo por su destino de ser grande y fidelidad a la idea de inquietud, y no a la
idea de quietud saciada por las satisfaccio-
nes adormecedoras de la vida. Y sobre to-
do, debe atender a una insobornable idea mayor de si mismo" (Mallea); debe tomar
dominio y posesión-posición efectiva de su
humanidad, ya que lo verdaderamente im-portante, es la "fidelidad del hombre a su
Página 25
más alta conciencia, a su insobornable honestidad de corazón y a su idea honra-da y trascendental del ser humano". (Mallea).
4.Se va construyendo progresivamen-
te… en un horizonte de libertad:
La tarea de hacerse o constituirse en per-
sona consiste justamente en "liberarse" de aquellos condicionamientos internos y
externos que impiden llegar a ser lo que
se debe ser, que obstaculizan la realiza-ción como persona.
Y este proceso de personalización requie-
re fundamentalmente tres elementos: en
primer lugar, conocerse, el referido acceso a la propia interioridad, una tarea que
continuamente procura acceder a un da-
to más preciso y más profundo de refe-rencia ante la pregunta "¿quién soy?"; en
segundo lugar, ubicarse, que implica un
disponerse a la acción a partir de un co-nocimiento realista de sí mismo; y por
último, orientarse, es decir, movilizarse en
una línea directriz de vida en respuesta a
la pregunta "¿hacia dónde debo/quiero/ espero/puedo llegar?"
De tal modo que esta auto-constitución como persona es una tarea profundamen-
te humana que reclama al máximo una
disposición creativa motivada en un mar-co de libertad y responsabilidad. En prin-
cipio decimos que la libertad es la capaci-
dad interior de decidirse por una cosa o
por otra. Es una nota típicamente huma-na; incluso decimos que deriva, es una
consecuencia obligada, de la misma natu-
raleza racional del hombre; a través de su inteligencia conoce y reconoce una reali-
dad con un espectro de valores o posibles
bienes a adherirse; haciendo uso de su libertad, puede entonces aceptar una co-
sa rechazando otras. Por otro lado, y en
relación con lo señalado anteriormente, no siendo el hombre un ser programado o
estereotipado, debe necesariamente con-
tar como elemento constitutivo, con una facultad que le permite, a través de suce-
sivas elecciones, orientarse en el mundo
hacia una u otra dirección. Esto no signi-fica definir que la persona es puramente
libre y totalmente exenta de distintas in-
fluencias que determinan en parte su mo-do peculiar de ser; debemos reconocer una
serie de "nativas vinculaciones"3 que la van
determinando, por ejemplo los hábitos, las costumbres, la educación recibida, la cul-
tura de pertenencia, etcétera. Pero todas
estas nativas vinculaciones son necesarias en tanto constituyen un marco de refe-
rencia, un orden dentro del cual el hombre
se mueve y decide dónde ubicarse y a par-
tir de allí, adónde quiere llegar. Porque la libertad no es un fin sino un medio, un ins-
trumento al servicio de mi vocación y com-
promiso de "llegar a ser". El indeterminis-mo total, más allá de no perfeccionar la
libertad, generaría un caos en medio del
cual el hombre quedaría a la deriva. Cuan-do el hombre concibe a la libertad como
un fin, confunde el orden de las cosas y la
liberación, ese "liberarse personalizante",
se constituye en un "libertinaje", un caso despersonalizante y alienante. La libera-
ción", es el ser libre para llegar a ser per-
sona, en un proceso que no admite abur-guesamientos. La libertad radical, funda-
mental, básica a la que me refiero, es la
libertad para la realización de nuestra humanidad, para llegar a ser lo que debe-
mos ser. Vemos entonces que la libertad
del hombre debe ir acompañada de una nota específicamente humana: la res
ponsabilidad. Esta implica un privilegio
muy grande: se le ha confiado la tarea de
construirse como persona, de desenvolver-se. Este privilegio no es valorado por to-
dos los hombres, no comprendiendo que
"ser responsable", lejos de ser una pesada carga, es una suprema y dignificante dis-
tinción que debemos aceptar con orgullo,
coraje y entusiasta disposición. El hombre, autoconstituyéndose en perso-
na, debe entonces responder, hacerse car-
go de lo que ha hecho de su vida, de su existencia; debe reconocerse como sujeto,
como autor y como causa de la acción per-
sonalizante. Esa es la tarea básica: cons-
truirse en un horizonte de libertad con responsabilidad; implica el poseer la ver-
Página 26
dad -la propia, la íntima-y obrar conforme a ella, es decir, lograr la autenticidad por
la conformación con la realidad a que es-
tamos destinados. Es una exigencia en-riquecedora porque lleva al hombre a ma-
durar y a crecer en cada decisión, en ca-
da oportunidad en que se compromete con la vida.
"Nuestra vida no está regulada por un semáforo que nos indica cuándo debe-mos seguir o debemos pararnos. Vivi-mos una época de luz amarilla intermi-tente que deja al individuo el peso de la decisión". (Fabry)4
5. Comprometiéndose frente a valores:
A partir de esta nota se pretende remar-
car la posibilidad que tiene la persona -
como disposición distintiva- de compene-
trarse y comprometerse con normas, en-trar en diálogo con la Verdad y el Bien, de
los que los valores son reflejos. Ellos sig-
nifican entonces, una perfección que atrae a la potencia apetitiva del hombre.
El valor implica, primero un reconoci-
miento del mismo por parte del hombre como tal (primero señala la percepción
del valor como tal, o la constitución de
una determinad categoría en un "valor"); después de objetivarlo en abstracto, des-
tacándose de entre el resto de los valores
que pasan a constituir el telón de fondo
presentándose el escogido, como el más entrañable, único, propio, íntimo, pasan-
do entonces a experimentar una sensa-
ción interior de pertenencia radical, de destinación esencial y de cierta complici-
dad con ellos. Es algo que madura "en"
nosotros y "con" nosotros y que ahora se nos muestra como aquello que deberá de-
finirnos y diferenciarnos. La última eta-
pa de apropiación del valor es la traduc-ción del mismo en "ideal", que es la en-
carnación personal y subjetiva del mismo
valor objetivo y universalmente válido. En
este momento, el valor se ha vuelto no ya algo de nosotros sino el nosotros mismo.
Es así que la persona, comprometiéndose ante los valores, les brinda un rostro per-
sonal, accediendo, como dice Scheller, a la
categoría de "bien-en. sí-para-mí": el valor universalmente válido y persistente (bien-
en-si) sólo me convoca a mí (para-mi). Así,
los valores con su carga universal y objeti-
va y sus rasgos personales y subjetivos, están dotados de cierta carga singulariza-
dora que lleva a la síntesis personal en ca-
da hombre a través del ideal.
6. Entrando en diálogo con los otros:
El hombre nace en un mundo de congéne-
res, un mundo compartido con otros seres que conforman la creación toda; es decir,
él no hace la trama social en la que queda
inmerso, sino que ésta lo antecede. De tal modo que reconoce como horizonte de su
existencia y fondo sobre el cual debe des-
arrollarse un mundo de "otros", al cual se siente por naturaleza impulsado y necesi-
tado de participar. Podría decirse que nace
en un mundo de "otros" que lo llama a in-
tegrarse en un verdadero nosotros. Así es que existen en el hombre una serie de ten-
dencias que reconocen esta finalidad par-
ticipativa; entonces, no sólo el agua, el vestido, el calor, el alimento, son necesida-
des para mí, sino también reconozco la re-
lación social como una suprema y prima-ria exigencia de mi naturaleza.
En estas tendencias, que llamaré
"tendencias dirigidas al prójimo", toma conciencia de que vive inmerso en un
mundo interpersonal pero no como una
piedra en el agua, sino participando, pro-
tagonizando un intercambio profundo, rico y fluido a través del cual constituye el
mundo, participa del "nosotros" donando
su ser al mundo y recibiendo de él una se-rie de elementos que adquieren la calidad
de constituyentes del propio ser.
Esta naturaleza social del hombre que im-plica el reconocimiento de la alteridad
(comprensión valorativa del otro, entendi-
do como referencia de mi existir humano), implica la convivencia, la manifestación
plenificante y respuesta total a la suprema
Página 27
necesidad del prójimo de la cual depen-den, en gran medida, las más profundas
gratificaciones y frustraciones. La nota
fundamental de la convivencia humana es la reciprocidad, característica que le
confiere el matiz plenificante: dar y reci-
bir, considerar y ser considerado, amar y ser amado, intercambio que enriquece y
cumple los valores de la sociabilidad.
A partir de su naturaleza social, el hom-
bre es fundamentalmente apertura, diá-logo, encuentro, lo que implica nece
sariamente el reconocimiento, la com-
prensión del otro como un valor para míy referencia de mi existencia. ¿No es el otro
un valor para mí en tanto me permitirá
desarrollar este aspecto constitutivo de mi ser?; ¿no lo es en tanto es respuesta a
profundas necesidades que se siguen de
mi realidad humana? Es entonces el "otro", no una realidad circunstancial, un
simple vecino o un accidente cotidiano
ajeno a nuestro desarrollo pleno; es un
"mediador" entre la propia posibilidad de desarrollarse y el desarrollo pleno y efecti-
vo de mi realidad.
Ahora bien, así como el otro es mediador para mí, yo, a su vez, lo soy para él.
Nuestro yo se encuentra con otro yo y se
invitan al nosotros; allí cada yo individual va encontrando a través de lo que "es
ahora" lo que "debe llegar a ser", encon-
trando en ese diálogo plenificante la com-pañía del otro. En este contexto se da un
ejercicio de "dar y recibir" que llamamos
anteriormente reciprocidad y del cual, de
algún modo, depende nuestro crecimien-to. Somos «hijos de nuestros encuentros",5
habiéndolos superficiales y profundos,
rutinarios y originales, pero todos revela-dores y plenificantes de nuestra interiori-
dad a la vez que promotores del creci-
miento de aquellos que se han encontra-do con nosotros.
Esta reciprocidad si bien nos marca -y es-
to debemos aceptarlo con humildad- una cierta "dependencia de" los otros, también
nos refiere- y esto debemos aceptarlo más
humildemente aún -una "existencia para"
el servicio de la promoción de la media-ción en función del crecimiento del próji-
mo. Es decir que esta naturaleza social de la
persona, la llama a trascenderse, a salir
de su núcleo íntimo, a abrir las puertas y a encontrarse con los otros, igualmente
partícipes del mundo en una comunión
espiritual descubriendo y desarrollando en ese movimiento su unicidad, su singulari
dad y originalidad.
Es así que el hombre se ha instituido un deber: un reclamo de sabiduría sobre su
condición y sobre el destino de tal condi-
ción; es grande en él "su necesidad de me-jorarse como destino en el mundo, como dignidad de ¿a vida colec-tiva o convivencia social y humana en medio de los demás
hombres". (Mallea)
7. Especialmente con Dios:
Hasta aquí he hablado de un hombre que
supera su mismidad en procura del otro; pero es mediante ese otro que precisamen-
te llega a conocer y desarrollar esa mismi-
dad. Esta salida superando su individuali-dad puede considerarse propiamente como
una trascendencia que calificaré "hori
zontal". Es decir, el hombre se trasciende al encuentro de otro hombre, un congéne-
re partícipe de un mundo común. Pero la
búsqueda de la verdad, de su propia reali-dad íntima y el afán por desarrollarse ple-
namente -deberes ineludibles de la perso-
na-, lo llevan a trascenderse "ver
ticalmente" en procura de la Verdad Abso-luta de su ser, la cual rebasa el orden de
lo mundano. Esto genera una relación con
lo inmutable, un diálogo con lo Eterno y Absoluto, fuente y origen de las verdades
más profundas del ser humano. Se esta-
blece así una relación plenificante entre el hombre y un Tú Absoluto, Mediador por
excelencia entre lo que soy ahora y lo que
debo ser, partícipe excelente en el proceso de conocimiento, promoción y desarrollo
de mi mismidad.
El valor altamente plenificante de este
diálogo con Dios puede comprenderse con relativa facilidad: si en este proceso de
Página 28
personalización, de autoconstitución que implica autoposesión y autoposición, la
compañía del "otro" es reparo, refugio, es
mediación gratificante y nexo imprescin-dible entre lo que soy ahora y lo que debo
ser, seguramente el sentirme en relación
íntima con el Ser Absoluto, Inalterable, siempre presente, con un compañero de
viaje que no abandona, que promueve,
más aún, el diálogo con quien puso en mí -en cierta medida- estas preguntas y que
me asignó la tarea a realizar, es el que
puede acercarme el conocimiento más
profundo y verdadero acerca de mi reali-dad, y el que puede ofrecerme las posibili-
dades más satisfactorias para el desarro-
llo pleno de mi deber ser.
"El hombre no se ha enaltecido nunca por el mero hallazgo de su más acá, si-no por su aptitud eminente de más allá". (Mallea)
Entonces, como definición de persona
reitero aquella que enunciara en el co-
mienzo de estos apuntes:
"ser distinto de los demás seres ma-teriales, que consciente y dueño de sí mismo se va construyendo en un hori-zonte de libertad, comprometiéndose
frente a valores y entrando en diálogo
con 'otros' especialmente con Dios"
Rescato especialmente las notas de liber-
tad, voluntad, responsabilidad, naturaleza racional, social, normativa y religiosa y por
sobre todo ello, privilegio la dignidad del
hombre como creación suprema. Referencias:
1- Sábato, Ernesto, Declaraciones de Ernesto Sábato,
Revista Arete, año V, Nº 17, agosto 1983, pp. 25-27.
2- Spranger, Eduard, Reflexiones sobre el desarrollo de la existencia Ed. Los Libros del Mirasol, Argentina, 1964, 196 páginas.
3- Mandrioni, Héctor, La vocación del hombre, Ed. Gua-
dalupe,
Bs. Aires, 1973, 167 páginas.
4- Fizzotti, Eugenio, De Freud a Frank1, Ed. EUNSA,
Pamplona, 1977, 297 páginas.
5- Mandrioni, Héctor, obra citada.
6- Gaudien et Spes
7- Gemelli, A., Introduzione alía psicología, Milán, 1949, 432 páginas.
8- D'Alfonso, Pedro G., La personalidad humana. Psica-gogía., Ed. Plus Ultra, Argentina, 1979, 189 páginas.
9- D'Alfonso, Pedro, obra citada. 10- Sábato, Ernesto, obra citada.
LOGOTERAPIA VINCULAR
LA FAMILIA:
PROYECTO Y POSIBILIDADES
Por Lic. Analía Boyadjián
Mail de contacto: [email protected]
Página 29
N uestro trabajo, desde la LOGO-
TERAPIA VINCULAR, busca
acompañar a las personas a te-
jer puentes en sus relaciones
para que éstas crezcan y mejoren en cali-
dad, ya que entendemos que son esos
vínculos los que sostienen nuestro ser en
su más pura humanidad. Busca también
ensanchar la capacidad vincular personal
en los cuatro tipos de relaciones: consigo
mismo, con la naturaleza, con los otros y
con Dios.
El primer eje, la relación con uno mismo,
se puede identificar con el lema socrático
“conócete a ti mismo”, como el primer pel-
daño para salir al encuentro con los otros.
Desde la autoconfianza y el conocimiento
del propio bagaje podemos explorar otros
rincones del mundo y llevar lo mejor de
nosotros buscando realizar la misión per-
sonal.
Nuestra propuesta rescata el axioma que
define al hombre como ser-en-relación-con
-los-otros, es decir, como un ser esencial-
mente social, que enhebra su existencia en
el entramado de vínculos que lo constitu-
yen, y se expande cuando ese tejido se ple-
nifica y crece en anchura y profundidad.
Desde esta perspectiva, el despliegue y
fortalecimiento de la resiliencia familiar
es uno de los focos que privilegio desde la
Logoterapia Vincular, en tanto permite el
desarrollo de la resiliencia personal indivi-
dual y a su vez le sirve de modelo y anclaje.
El contexto de lo familiar (lo macro) es la
matiz de aprendizaje de lo individual (lo mi-
cro). Este eje debe ser bien definido por el
Logo-Terapeuta en relación al material que
pueda trabajar y el modo de formularlo. Pa-
ra que la Familia o el subsistema familiar
que consulta pueda dibujar un mapa de ru-
ta realista y posible, debe poder visualizar
sus fortalezas y sus debilidades. Para que
puedan comprometerse en un viaje que los
lleve a superar conflictos y madurar, deben
saber primero con qué recursos cuentan y
luego cómo poder aprovecharlos mejor.
Podemos esperar que el Logoterapeuta re-
suelva la mejor forma de ser operativo, efi-
caz, definiendo algún curso de posibilidad
frente al abanico de problemas que trae ca-
da sistema familiar. Por ejemplo, modificar
una pauta de conducta en el manejo de
una situación específica entre cónyuges, o
entre padres e hijos, algún cambio en el
modo de poner límites, o en el sistema de
premios y castigos, clarificar estados emo-
cionales para abrir el curso de una comuni-
cación mucho más fluida, etc. Y, desde esta
propuesta terapéutica u objetivo, se tratará
de construir algún elemento protector que
permita una modificación estructural del
sistema. Así, la intervención del Logotera-
peuta experimentado permitirá, por un la-
do, reducir el nivel de riesgo familiar (la po-
sibilidad de saturación de ciertos esquemas
estereotipados y disfuncionales) y, por otro
Página 30
lado, cambiar la percepción que tienen
las personas que forman esa familia de
los problemas u obstáculos que interfie-
ren en su vida. Entendamos que el mo-
do de percibir el conflicto va a influir de
manera directamente proporcional a la
búsqueda de soluciones.
A niveles profundos, el trabajo que pro-
pongo desde la Logoterapia Vincular
tiende, a través de los diferentes instru-
mentos y técnicas (diálogo transforma-
dor, diálogo socrático, genograma fami-
liar, intercambio de roles en role-
playing, biblioterapia, escritura de car-
tas, sesiones de intención reconciliato-
ria, etc.) a otorgarle a las familias y a
cada uno de sus miembros la posibili-
dad de cambiar la visión que tienen de
sí mismos (cuando se encuentra subes-
timada o desvalorizada) integrando la
mirada y la voz de sus seres queridos
(que tal vez hasta ahora habían decodifi-
cado erróneamente desde la subjetividad,
y se los invita a buscar la objetividad de
la realidad escuchando realmente al
“otro”) para encaminarlos hacia el des-
pliegue de la confianza y reconocimiento
de sus posibilidades personales y sus po-
tencialidades como grupo. Por supuesto,
este proceso requiere del encuentro con
las propias fortalezas y las de los otros,
lo cual tiende un puente entre las perso-
nas que valoran la estrategia de unir
fuerzas por el bien común. Entonces se
logra trabajar desde y para la nostridad,
tan olvidada en estas épocas de exacer-
bado individualismo. Y se aprende a to-
mar decisiones que respeten a cada uno
en su ser genuino y en su dignidad.
Analía Boyadjián.
Blog: logoterapiavincular.blogspot.com
e-mail: [email protected]
UN LUSTRO NO ES NADA
Por Ing.Federico García Presedo
Mail de contacto: [email protected]
El tiempo pasa para todos, incluido LO-
GORED. La edición de Julio 2014 es
muy importante para nosotros ya que
inicia un nuevo ciclo de la revista, el
sexto año consecutivo de publicaciones
mensuales con las novedades del mun-
do del Análisis Existencial, y reflexiones
de prestigiosos columnistas en torno a
la Logoterapia.
La idea primaria fue hacer un simple
newsletter que nos permitiera una mejor
y mayor difusión por medio de la web,
de las ideas de Viktor Frankl y noveda-
des respecto al mundo de la Logotera-
pia. Sin embargo, rápidamente se tornó
en un revista digital, cuando nos dimos
cuenta que teníamos mucho material
para difundir y que contábamos con el
apoyo de mucha gente interesada por
compartir sus reflexiones. A partir de
allí, la idea de la revista se instaló y co-
menzó el trabajo de armado y edición
de LOGORED, que luego repetiríamos
mes a mes hasta el día de hoy. La pri-
mera edición constó en sólo cuatro pági-
nas, que únicamente contenían la edito-
rial, el anuncio del 3er Congreso de Lo-
goterapia y Análisis Existencial que or-
ganizó el CLAE y un artículo sobre la lo-
goterapia a cargo de Claudio García Pin-
tos. Sólo un año después, la extensión
de la revista ya se había incrementado
casi diez veces y contábamos con la par-
ticipación de columnistas especializados
en la materia, algunos de los cuales si-
guen hasta hoy.
A lo largo de estos años he sido testigo
privilegiado de lo mucho que creció la re-
vista desde su primer número. Nada de
esto hubiera sido posible sin el apoyo de
ustedes, los lectores, que nos motivaron
desde el principio a qué emprendiéramos
este desafío y que nos fueron mantenien-
do entusiasmados con sentidos elogios
mes tras mes. Un agradecimiento espe-
cial a todos los columnistas que siempre
colaboraron con nosotros y nos ilumina-
ron con sus reflexiones. Gracias a su
desinteresado apoyo, pudimos crecer
tanto durante estos años. En lo personal,
un agradecimiento a un hombre llamado
Claudio, por permitirme compartir este
espacio con él y por enseñarme tanto to-
dos los días.
Esto no termina acá, esperemos que den-
tro de cinco años pueda estar escribien-
do sobre el camino que nos llevó a la edi-
ción número 100 de LOGORED, y que
podamos festejarlo todos juntos, porque
a la revista la hacemos entre todos.
Federico García Presedo
Secretario de Redacciòn
Página 31
Página 32