juan carlos garcía abidal tiene unas ganas de luchar enormes
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Entrevista al cirujano que operó a Abidal y presidente de la Asociación Mundial de Trasplante de HígadoTRANSCRIPT
Juan Carlos García-Valdecasas: "Abidal
tiene unas ganas de luchar enormes"
Entrevista al cirujano que operó a Abidal y presidente
de la Asociación Mundial de Trasplante de Hígado
FUENTE: http://www.lavanguardia.com/deportes/20120722/54327506711/entrevista-juan-
carlos-garcia-valdecasas-cirujano-abidal.html
Tiene una consulta en el hospital Clínic con una mesa compartida, un ordenador, unas
estanterías llenas de libros y una mesa auxiliar. En esa pequeñísima habitación el doctor
Juan Carlos García-Valdecasas atiende a La Vanguardia para hablar de fútbol, de su
profesión y de Eric Abidal, su último paciente famoso, el futbolista del Barça que se
sometió a la delicada intervención de un trasplante de hígado hace tres meses. García-
Valdecasas es aficionado al fútbol, admira a Xavi Hernández, al que le une cierta
amistad, pero no es socio de ningún club. Dice que su deporte favorito en su época
estudiantil era el hockey hierba, que luego practicó mucho squash -"fui un jugador
decente"- deporte en el que estuvo federado hasta que las rodillas le dijeron basta. Y
ahora se dedica a correr unos seis kilómetros un par de veces por semana. Su verdadera
forma, sin embargo, está en su cabeza, en la habilidad de sus manos para hacer lo que
hace, en la pasión que siente por su profesión, en su humildad, tanto para estar al frente
de un equipo importante de cirujanos como para tratar con la gente.
Hace unos días Abidal visitó a sus compañeros. En una entrevista a TV3 se
desprendió que usted daba la noticia de que Abidal podía jugar en tres meses.
No, no todo es como lo interpretan ustedes. Me preguntaron ¿volverá a jugar? y
respondí que no lo descartaba, pero todo depende de su capacidad. Lo normal es que la
gente habitual que no hace deporte ni de élite ni de aficionado vuelva a sus labores
habituales entre tres y seis meses, y hasta un año. Y ese margen hay que dárselo a todo
el mundo. Abi es un tío fenomenal, tiene una capacidad física tremenda y unas ganas de
luchar enormes.
¿Esas ansias son las que a usted lo llevan al optimismo?
Claro. La actitud del paciente es básica para su completa recuperación y Abi la tiene.
Parece imposible que tras un trasplante de hígado pueda volver a jugar en la élite.
No puedo contestar a esa pregunta en concreto. Repito que los primeros tres-seis meses
son básicos. Es importante que no coja una infección, infecciones que usted y yo no le
haríamos ni caso y que a cualquier paciente trasplantado le puede afectar más.
Queremos que estén tranquilos, en su casa, con sistemas de protección.
¿Como en una burbuja?
No, no, que va. Son mecanismos de protección muy sencillos. Por prudencia no debe
utilizar una piscina pública, no tocar la tierra ni el barro, no tocar animales, no comer
alimentos crudos, sobre todo de restaurantes. Hay que tener las máximas garantías y
precauciones. Les damos un librito donde se explica todo, y se irá incorporando a su
mundo normal a medida que no necesite tanta medicación.
¿Dicen que el donante tiene más riesgo que el receptor?
La lectura es que tiene un riesgo, que es un riesgo objetivo y tenemos la obligación de
explicarlo al donante. En el mundo habrán fallecido muy pocos, el índice de mortalidad
representa el 0,3%. Pero el riesgo nunca es superior al del receptor. De hecho son
personas sanísimas, a las que hemos estudiado profundamente. Y nosotros tenemos que
hacer, y ese es mi mayor agobio, que salgan del quirófano en las mejores condiciones
posibles.
¿Qué es lo que más le impresionó de Abidal?
Su personalidad. Una persona muy consciente, con una gran capacidad de asumir las
circunstancias, su positivismo. Le tengo mucho cariño y cuando el equipo ganó la Copa
del Rey y pusieron su camiseta al trofeo me sentí identificado con esa actitud de los
jugadores. Todo un detalle. Ha pasado por una situación dura, que le costó asumirla
hace un año, pero una vez la asumió lo único que ha conseguido son amigos.
¿La repercusión de esta operación le ha sorprendido?
Creo que con Abidal se ha respetado mucho la privacidad y en ello tiene mucho que ver
el FC Barcelona en la persona del doctor Ramon Canal, él nos aconsejó bien e hizo
bien. Nos ha protegido. Hay que entender que el post operatorio de un paciente
trasplantado de hígado no es lo mismo que uno al que le operas la apéndice o un trocito
de colon, es un proceso largo y hay que ser muy prudente. Ahora estamos más
tranquilos con respecto a su evolución y creemos que todo ha ido muy bien, y
esperamos que vaya a mejor. A veces la repercusión mediática va bien, pero en otras
puede que condicione y puede ser perjudicial.
Doctor ¿y todo esto está bien pagado? ¿se puede comparar al sueldo de los
futbolistas?
Cuando iniciábamos los trasplantes, que significaba todo un reto allá por el año 2000,
cuando discutíamos las compensaciones económicas, mi director de instituto me dijo:
"Pero vamos a ver Juan Carlos, pero si tú por hacer esto pagarías Juan Carlos". Toda
una verdad. Cuando leo lo que ganan algunos deportistas me río, pero los médicos
tenemos un handicap que es el derecho a la salud, y eso es un compromiso en cualquier
estado. Pero la compensación económica europea en la sanidad no es la de la americana.
Sorprende que un hombre como usted, que salva vidas, no sea ni la mitad de
mediático que un futbolista.
Los médicos tenemos la suerte de que esto nos gusta y que la medicina nos ofrece
muchas satisfacciones. Somos una generación de médicos que nos sentimos
privilegiados. En España hemos dado un cambio a la sanidad tremendo, que no se sí
podremos mantener, pero hemos cambiado la cirugía, y algo como un trasplante de
hígado, que lo veías como un imposible, en estos momentos es una cirugía habitual con
unos resultados buenísimos y con una calidad de vida para los pacientes trasplantados
extraordinaria. Cuando acabé la carrera no pensaba que mi futuro iba a ser el trasplante
de hígado. La gente habla de vocación, cierto, pero a nosotros nos mantiene la ilusión, y
la capacidad de trabajo es la que te compensa cuando ves a los pacientes que están bien,
aunque también hemos tenido frustraciones y disgustos, y tanto.
Mantener ese nivel con los recortes será difícil.
Cuando hablamos de sanidad lo hacemos de forma orgullosa porque la sanidad española
tiene un nivel altísimo y lo está demostrando en el mundo. No es casualidad que hoy sea
el presidente de la Asociación Mundial de Trasplante Hepático. He sido porque el grupo
de médicos que trabajan en esta especialidad son de una elevada calidad y eso nos
permite tener una imagen muy buena fuera de España. Pero este grupo, que rondamos
los 55-56 años, se acaba y cuando hablamos de sanidad a veces nos olvidamos de las
personas y de los médicos. Creo que con los recortes será más difícil. Recortar es lo
fácil. Con todos mis respetos pero creo que son más recortables todas esas embajadas
catalanas, valencianas, andaluzas, asturianas. Nuestra sanidad es muy barata, al margen
de lo que significa el nivel sanitario que es muy alto y eso ya la hace eficiente, pero los
médicos no están compensados. No estamos al nivel de los ingleses, alemanes ni
franceses. En absoluto.
¿Es usted el número uno?
Yo diría que no soy el número uno. Hay muchos médicos en España que tienen una
gran calidad. Y de lo que me siento orgulloso es que nuestra medicina está diez puntos
por encima de la de otros países europeos.
¿El equipo es importante verdad doctor?
La cirugía cada vez más es una labor de equipo. Necesitas un coordinador, un director,
pero si yo no tuviera los cirujanos que tengo, sino tuviera al doctor Fuster conmigo, al
doctor Fondevila, oro gran cirujano, estas operaciones que a veces duran 11-12 horas
acabarías haciéndolas mal. Pero también hacen falta médicos, hepatólogos
comprometidos, anestesistas, una enfermería y una administración que esté dispuesta a
apoyar todo esto. Alrededor de unas 25 personas se movilizan en un trasplante.
Necesitas un grupo eficaz. De eso es de lo que me siento más orgulloso.