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  • 7/25/2019 Jos Luis Berlanga Santos

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    Teora Simblica de la Democracia y Participacin Ciudadana en MxicoJos Luis Berlanga Santos

    No es lo que existe,sino lo que podra y debera existir,

    lo que necesita de nosotros.Cornelius Castoriadis

    De pronto, todo el mundo ha descubierto la democracia!, expresa irnicamente Anthony Giddens.1 [1] Enefecto, hoy en da difcilmente alguien puede estar en contra de la democracia. Existen personas que no seandemcratas? El triunfo de los regmenes democrticos parece rotundo. Su prestigio es enorme. Y creo que enbuena parte se justifica el entusiasmo. La democracia est relacionada con el deseo de autonoma y respeto.

    Pero hay un problema. El triunfalismo democrtico oculta un asunto de la mayor relevancia: cul es la mejorforma de conceptualizar la democracia? O acaso existe un solo concepto de democracia? Desde miperspectiva, el debate sobre la cuestin democrtica es lgido y exige la mayor atencin. Son muchos y muydiversos los enfoques en pugna. Y me da la impresin que no tenemos la claridad suficiente para fijar lascoordenadas de la discusin.

    Algo similar sucede con la participacin ciudadana. Quin no est de acuerdo con que los ciudadanosparticipen? Seguramente nadie. Sin embargo, de qu tipo de participacin estamos hablando? Cul es el

    contenido y el alcance de las formas participativas que tenemos en mente? Los distintos modos de concebir lademocracia plantean lo mismo acerca de la participacin ciudadana?

    Y para el contexto mexicano, habr algn enfoque sobre la democracia que sea ms adecuado que otros? Losrasgos de la actual situacin poltica en Mxico favorecen la implementacin de tal o cual modelo democrtico?

    Son esta clase de preguntas las que pienso tratar de responder de una manera cuidadosa en el presenteensayo. La idea central del texto puede formularse as: la teora simblica de la democracia es el enfoque mspertinente para fomentar la participacin ciudadana en Mxico. Para fundamentar esta idea, en primer trminointentar establecer los principales ejes contemporneos de discusin en torno al tpico de la democracia.Abordar los enfoques que considero ms importantes a la luz de su vinculacin con la participacin ciudadana.A fin de clarificar ms las diferencias entre los modelos, elaborar un modesto anlisis comparativo. Ensegundo lugar, situar el debate en el mbito poltico de nuestro pas. Despus de un breve y esquemticodiagnstico del presente mexicano, argumentar a favor de la teora de la democracia simblica como unapropuesta adecuada para la configuracin de ciudadanos y ciudadanas democrticos (as) en Mxico.Finalmente, a modo de conclusin, har algunos comentarios finales.

    ENFOQUES SOBRE LA DEMOCRACIA

    A partir de la publicacin del libro Capitalismo, socialismo y democracia de Joseph Shumpeter, en la dcada delos cuarenta, se genera el debate contemporneo sobre la democracia. En la antigua Grecia, la democraciaateniense planteaba como ideal la dignidad de las personas. Rousseau, en el siglo XVIII, inaugura lademocracia moderna. Retoma a los griegos para reivindicar la asamblea y la deliberacin pblica. Establece loscimientos de la repblica democrtica. Contina con la tradicin aristotlica del bien comn.2 [2] Hasta el sigloXX es cuando se empieza a discutir la democracia representativa.

    Precisamente, la propuesta de Shumpeter se contrapone a la democracia del XVIII. Rechaza las justificacionesticas del tipo de democracia que se haba concebido hasta entonces. Bajo el influjo de la teora de las lites3[3] y de la visin realista de la poltica de Weber4 [4] , Shumpeter propone una nueva definicin dedemocracia: el mtodo democrtico es el acuerdo institucional para la toma de decisiones polticas donde losindividuos adquieren el poder de decisin mediante una lucha competitiva por el voto del pueblo.5 [5]Entonces, la democracia se vuelve un mtodo para la seleccin de lites polticas. Para este autor, el ciudadanocae en el prejuicio y en el impulso irracional en las cuestiones polticas, y los polticos profesionales moldean lavoluntad de los ciudadanos de una forma anloga a la publicidad comercial. De este modo, la democracia seasemeja al mercado y los ciudadanos a los consumidores.

    En el esquema shumpeteriano, la participacin de los ciudadanos resulta marginal. El ciudadano queda reducidoa su mnima expresin. La sociedad no participa. Son las lites quienes tienen el papel protagnico en lasdemocracias.

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    Aqu est el origen de la actual discusin democrtica. Por decirlo as, la posicin de Shumpeter gener dosbandos: sus seguidores o simpatizantes y sus crticos o detractores. Entre los primeros ubico dos grandescorrientes politolgicas: el funcionalismo y la teora econmica de la democracia. Entre los segundos sealotambin dos tradiciones intelectuales relevantes: la democracia deliberativa y la teora simblica de lademocracia. Paso a revisar cada una de ellas.

    FUNCIONALISMO

    La ciencia poltica funcionalista surge en la dcada de los cincuenta. Sus principales representantes son DavidEaston, Robert Dahl, Gabriel Almond, Giovanni Sartori y Samuel Huntington. El funcionalismo concibe a lapoltica como un conjunto de reglas y procedimientos para garantizar el orden institucional. Emplea el mtodoinductivo y emprico en sus estudios.

    Easton pretende dar un concepto emprico de la poltica. De hecho, su gran propuesta es construir una teorageneral emprica de la poltica. A travs del concepto de sistema poltico busca un esquema que pudiera usarcualquier politlogo para poder explicar la realidad. El sistema poltico se puede definir como un conjunto deinteracciones sociales de individuos y grupos. Y lo que distingue a las interacciones polticas es que se orientanpredominantemente hacia la asignacin autoritaria de valores para una sociedad.6 [6] El sistema se componede un rgimen poltico (estructuras de autoridad, normas, valores) y una comunidad poltica (el conjunto deindividuos que eleva demandas a las estructuras de autoridad que a su vez producen decisiones). Lo que esdemocrtico o no es el rgimen, no el sistema.

    En su texto Comparative Politics, Almond complementa a Easton. Define la legitimidad como lasmanifestaciones de apoyo de la comunidad al rgimen (relacin ascendente) y la gobernabilidad como larelacin descendente del rgimen a la comunidad. El rgimen poltico es el que toma las decisiones pblicas.

    Dahl tiene una concepcin pluralista de la democracia. Cmo se trasladan las diferencias sociales hacia elrgimen poltico? A travs de los partidos polticos. La democracia es una poliarqua, es decir, hay muchoscentros de poder (trata de evitar los idealismos y las subjetividades). La poliarqua es equivalente al pluralismo(de partidos) ms la participacin ciudadana (para elegir a sus representantes polticos y tener vida partidista).Gracias a la participacin escasa de los ciudadanos stos se pueden dedicar a asuntos privados msimportantes.7 [7]

    A travs de un estudio histrico riguroso, Sartori plantea la separacin entre lo poltico y lo social y entre lopoltico y la tica. Privilegia el mercado sobre la poltica.8 [8] La forma en que Sartori define a la democracia esencontrando su opuesto. La democracia no es autocracia. La autocracia implica autoinvestidura, autoelegirse, obien ser jefe poltico por derecho hereditario. Lo contrario es la democracia donde los gobernantes se escogen

    va elecciones libres, competitivas y limpias.9 [9]

    Por ltimo, Huntington retoma la definicin shumpeteriana de democracia. Para l, el sentido denotativo de lademocracia implica un tipo de arreglo institucional para elegir dirigentes. La democracia puede ser definida entrminos de fuentes, propsitos e instituciones. Slo el enfoque institucional brinda la exactitud analtica y losreferentes empricos que hacen til al concepto. La institucin fundamental en una democracia es la seleccinde los lderes mediante elecciones competitivas. Este enfoque permite distinguir a la democracia de otrossistemas de gobierno como el autoritarismo y el totalitarismo.10 [10]

    Una fuerte preocupacin de Huntington es la ingobernabilidad. Este concepto significa que hay una crisis delegitimidad del gobierno. Las estructuras de autoridad (instituciones) se bloquean por un exceso de demandasde la comunidad; sufren una sobrecarga de tareas.11 [11]

    La principal crtica que le hara a la propuesta funcionalista es su visin reduccionista de la poltica. Primero,porque finalmente es el rgimen poltico quien toma las decisiones pblicas y la participacin ciudadana queda

    al margen. Segundo, porque ver a la poltica como sistema reduce la complejidad de los fenmenos empricos.Tercero, por desligar a la poltica de lo social. Ciertamente, el funcionalismo procura no dejar fuera a la cuestinsocial, pero es una variable secundaria; lo que importa son las lites y las instituciones. Y cuarto, por alejarsede la tica12 [12] .Pienso que la tica est contenida en la poltica, como se ver ms adelante con elplanteamiento terico de Hannah Arendt.

    TEORA ECONMICA DE LA DEMOCRACIA

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    El modelo de eleccin racional o teora econmica de la democracia se ha convertido, sin lugar a dudas, en unparadigma dominante en la ciencia poltica. Al igual que el funcionalismo, surge en los cincuenta. En las ltimasdos dcadas, su influencia se ha acrecentado notablemente. Esta tradicin intelectual surge en Estados Unidoscon los trabajos de Kenneth Arrow, Anthony Downs, James Buchanan y Gordon Tullock.

    La teora econmica de la democracia o eleccin racional es heredera del utilitarismo clsico. Jeremy Bentham(1748-1832) es el fundador del utilitarismo. El principio bsico utilitarista es el siguiente: la mxima felicidaddel mayor nmero posible de personas. Dentro de la gran tradicin liberal, el utilitarismo busca ajustar aliusnaturalismo que se basaba en los derechos naturales del hombre. No es posible justificar nada, si no secomprueba cientficamente. La explicacin se da a travs de los resultados observables. Una sociedad es msjusta cuando permite que los individuos puedan perseguir libremente los intereses de cada quien. La bsquedade sus fines y la consecucin de sus objetivos lleva a la felicidad. La suma de los individuos felices tiene comoresultado una sociedad feliz.

    Los diversos trabajos de los autores representativos de la teora econmica de la democracia presentan algunascaractersticas en comn: mtodo hipottico-deductivo, individualismo metodolgico, agregacin de vidasindividuales, maximizacin de utilidades, preferencias exgenas y propsito explicativo-predictivo. El mtododeductivo implica que de principios axiomticos (formales, matemticos) se derivan explicaciones y propuestas.

    El punto de partida de la accin colectiva es la decisin individual. El individualismo metodolgico explica a lasociedad desde los individuos. Los fenmenos sociales se derivan de las propiedades y conductas de losindividuos.13 [13]

    Se agregan los datos de las vidas individuales para obtener un resultado social, sin considerar las distincionescualitativas entre dichas vidas.

    El principio de racionalidad es fuerte. Los individuos maximizan su utilidad al hacer elecciones. El conjunto deoportunidades que se le presentan a los individuos es conocida y se puede ordenar. Es decir, se puedenjerarquizar las preferencias. La informacin es perfecta y los individuos tienen una preferencia cardinal, dbil oindiferente.

    Las preferencias de los individuos son exgenas, es decir, son algo dado. El contenido y la formacin de laspreferencias no resultan pertinentes para el modelo. Las cuestiones subjetivas se dejan de lado. Slo interesanlas acciones observadas y manifestadas. Importan las consecuencias, no las intenciones.

    Por ltimo, la eleccin racional tiene propsitos explicativo-predictivos. Se puede predecir que la eleccin deciertas acciones producir ciertos resultados. Las conductas son predecibles.

    Una de las crticas ms socorridas a esta teora es la de que no toma en cuenta la formacin de laspreferencias. No se consideran los motivos, smbolos, sentimientos, emociones, identidades, etctera. JonElster revisa con rigor los aspectos no calculadores del comportamiento humano y la irracionalidad de laspreferencias y el deseo14 [14] . Martha Nussbaum plantea que las elecciones racionales deben reconocer losmisterios y las complejidades de la moral interior de cada ser humano, sus luchas y perplejidades, sus amores,temores y esperanzas. Adems, las preferencias no son estables, sino rasgos socialmente cambiantes. Ladesigualdad social y la opresin afectan las aspiraciones e incluso la capacidad para la rebelda.15 [15]

    Otro aspecto criticable de la eleccin racional es su concepcin del agente racional como un individuo egosta.Por ejemplo: Hemos supuesto que el individuo cuyo clculo hemos analizado (el individuo o) est motivado por un inters egosta, que sus compaeros en la decisin constitucional estnmotivados del mismo modo, y que, dentro del conjunto de reglas elegido para la eleccin colectiva, losparticipantes son elegidos del mismo modo.16 [16]

    Una crtica muy importante se refiere al concepto de racionalidad del modelo. Amartya Sen ha sido muyinsistente en esto. La racionalidad implica lo social. Adems, el agente racional desprovisto de las dimensionesafectivas, morales y culturales no slo no es realista, sino tampoco eficiente17 [17] .

    Una ltima crtica consiste en acusar a la eleccin racional de mercantilizar la poltica, es decir, de aplicarmecnicamente los principios de la economa al campo poltico. Buchanan y Tullock explicitan la analoga:Nuestro propsito en este libro es deducir una teora preliminar de la eleccin colectiva que es en algunosaspectos anloga a la ortodoxa teora econmica de mercados [...]18 [18] . Anthony Downs se queja de que

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    los economistas han avanzado muy poco sobre el comportamiento racional del gobierno. Para l, los partidospolticos en una democracia formulan su poltica estrictamente como medio de obtener votos. Son comoempresas que buscan maximizar ganancias y reducir costos. La funcin social de los polticos (formular polticaspblicas) slo se cumple como subproducto de sus motivaciones privadas, sobre todo, econmicas.19 [19]

    Obviamente, en la teora econmica de la democracia la participacin ciudadana no tiene gran importancia. Setrata a los ciudadanos como meros consumidores. Y su modelo de ciudadano implcito: racional y egosta, me

    parece una ficcin. Hay que considerar valores, smbolos, motivos, etctera.

    DEMOCRACIA DELIBERATIVA

    Dentro de las concepciones participativas de la cuestin democrtica, se puede situar a la democraciadeliberativa. Sus orgenes se pueden rastrear en el texto clsico de John Stuart Mill, Sobre la libertad. En l,Mill prevee la uniformidad de las opiniones como la gran amenaza de la libertad. La formacin de lderes deopinin tiende a uniformizar las opiniones. Est a favor de una opinin pblica crtica. Con esta idea, Mill seanticipa al concepto de esfera pblica. Debe haber una demarcacin clara entre los intereses individuales y elbien pblico. Pero esto se determina en la opinin pblica.

    Jrgen Habermas es el principal exponente de la democracia deliberativa. En la dcada de los setenta,introduce en la teora poltica el concepto de esfera pblica. Este concepto va ms all de los partidos y lasinstituciones. La esfera pblica emerge histricamente como el resultado del proceso por medio del cual losindividuos demandan y exigen de los gobernantes una justificacin tica de sus decisiones y actos pblicos. Es

    un espacio para la interaccin intersubjetiva que no pasa necesariamente por el Estado y sus instituciones. Larazn, usada en pblico, establece una relacin entre la participacin y la argumentacin.

    En su gran obra Teora de la accin comunicativa, Habermas desarrolla la idea de un modo de accin socialencaminado a lograr consensos comunicativos. La deliberacin significa ponderar y reflexionar; es un elementoargumentativo.20 [20] El asunto de la legitimidad en poltica est vinculado a un proceso de deliberacinpblica que cuente con la participacin racional de todos los ciudadanos involucrados. La esfera pblica seconvierte en el espacio de una deliberacin comunicativa donde las diversas concepciones morales y culturalesinteractuaran mediante procedimientos argumentativos para llegar a un consenso. A travs del dilogo sepueden llegar a consensos universales.

    Hay una forma de racionalidad propia de los sujetos que es distinta a la racionalidad estratgica de lossistemas: la comunicativa. El peligro es que el sistema (poltico/poder y mercado/dinero) colonice el mundo devida (valores, creencias, intersubjetividad, normas, etctera). Se debe resistir a esta colonizacin. El problemaes que Habermas no cree que la deliberacin incida realmente en los sistemas. Por ello, se desentiende de los

    arreglos institucionales.

    Para cubrir esta insuficiencia habermasiana, entran los tericos ms brillantes de la democracia deliberativa:Joshua Cohen, James Bohman, Claudia Feres y Archon Fung.21 [21] Cohen plantea que si los ciudadanos ven alos procesos deliberativos como la fuente de legitimidad poltica, entonces prefieren instituciones donde haya unnexo claro entre deliberacin y resultados.22 [22] Bohman intenta integrar elementos dialgicos con unaconcepcin de razn pblica, y tambin integrar a los ciudadanos con algn elemento capaz de institucionalizarla deliberacin pblica. sta debe influir efectivamente en las decisiones polticas. Feres y Fung estudian lasformas y los espacios de la institucionalizacin de la deliberacin pblica. Feres utiliza el trmino de Bohman,

    public accountability, para que las instituciones reevalen constantemente las decisiones polticas que asuman.

    Mis reservas a la democracia deliberativa iran en tres sentidos. Primero, la concepcin de individuosfuertemente racionales es ficticia. En la prctica las personas tambin tenemos emociones, pasiones, marcos designificados complejos, etctera. Y ligado a esto, una razn fuerte comunicativa tiende a la armona universal.Como se ver en seguida, la sociedad es conflictiva porque est compuesta de una radical pluralidad humana.Tercero, el nfasis en fundir la deliberacin con las instituciones puede desdibujar la esfera pblica, es decir,subordinar la participacin ciudadana a la lgica administrativa.

    TEORA SIMBLICA DE LA DEMOCRACIA

    Se ha configurado en Occidente una tradicin intelectual que busca recuperar la dignidad humana en la poltica.En esta tradicin confluyen autores como Hannah Arendt, Cornelius Castoriadis, Claude Lefort y Helmut Dubiel.Muy sintticamente los presupuestos claves del enfoque son los siguientes: A) La democracia se concibe comoel espacio pblico por excelencia, el lugar donde los ciudadanos, en condiciones mnimas de igualdad y libertad,cuestionan y enfrentan cualquier norma o decisin que no haya tenido su origen o rectificacin en ellos mismos.B) La esfera pblica poltica se coloca como el factor determinante de retroalimentacin del proceso

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    democrtico; la poltica no se puede circunscribir solamente al mbito de las instituciones o el Estado. C) Elpoder poltico es un espacio vaco, materialmente de nadie y potencialmente de todos, que se ocupasimblicamente por los ciudadanos desde sus propios imaginarios colectivos y a condicin de su plenasecularizacin. D) La sociedad civil es autnoma y fuertemente diferenciada, por lo que la democracia seinventa permanentemente desde el conflicto y el debate pblico. E) La democracia se basa en el reconocimientodel otro; en la reafirmacin de que el ser humano es imprescindible.

    No hay un nombre genrico para esta corriente de pensamiento23 [23] . Me parece que el de teora simblica dela democracia tiene un muy buen grado de precisin. La poltica, desde esta concepcin, es simblica; tiene quever con valores, anhelos y esperanzas. Como dice Norbert Elas, en una relacin simblica la relacin con elotro se articula permanentemente, no se da a travs de un mundo preestablecido.24[24]

    Un equvoco frecuente con esta teora es que se le considera antiinstitucional. Nada ms falso. Todos susexponentes aceptan de buena gana a las instituciones. Se reconoce su valor prctico, as como los valorespolticos que llevan implcitos. Con la imagen de un lugar vaco del poder y con la idea de una sociedad civilautnoma y capaz de obrar no negamos el significado prctico de las instituciones ni defendemos un mito deoposicin fundamental.25 [25] Asimismo, las libertades polticas de la democracia moderna son condicionesmnimas de partida para este modelo.

    La filosofa poltica de Arendt es el principal eje de la teora simblica de la democracia. Ella construye suandamiaje terico en contra del totalitarismo. Frente a claves totalitarias como la imposicin por parte de laautoridad de una sola verdad, el consenso impuesto, la sociedad ordenada y el considerar sacrificable la vidahumana, ella contrapone la pluralidad de ideas, la aceptacin del conflicto, la indeterminacin de la sociedad yel respeto irrestricto a todo ser humano.26 [26] .

    Para Arendt, hay tres formas concretas de la existencia humana: labor, trabajo yaccin. La labor es la actividad correspondiente al proceso biolgico de la vidahumana. El hombre es naturaleza. Es el animal laborans.El trabajo, por su parte,es la dimensin no natural. El fruto del hacer es un mundo artificial. Es la actividadtransformadora de la naturaleza en productos. Este mundo construido trasciende alos hombres porque le sobrevive. Es el homo faber. El hacer crea un mundoobjetivo. Finalmente, la accin es la nica actividad que pone en relacin a loshombres sin mediacin. Slo en el actuar el hombre se completa. Accin quieredecir pluralidad, innovacin, voluntad libre. La vita activa distingue a los humanosde los animales. La accin es lo contrario de la rutina y el conformismo. La accin

    es sinnimo de la libertad. Slo con la accin el hombre se despoja completamentede la naturaleza.27 [27]

    La poltica, segn Arendt, se basa en el hecho de la pluralidad de los hombres. [...] La poltica trata del estarjuntos y los unos con los otros de los diversos. [...] la poltica nace en el Entre-los-hombres[...].28 [28] Elsentido de la poltica es la libertad.. [...] es el propio hombre quien, de un modo maravilloso y misterioso, estdotado para hacer milagros. Este don es lo que en el habla habitual llamamos la accin. A la accin le especuliar [...] sentar un nuevo comienzo, empezar algo nuevo, tomar la iniciativa [...] El milagro de la libertadyace en este poder-comenzar.29 [29] La naturaleza de la accin es incierta: [...] se inician procesos cuyoresultado no se puede vaticinar, de manera que la inseguridad ms que la fragilidad pasa a ser el carcterdecisivo de los asuntos humanos.30 [30]

    El espacio pblico arendtiano es el lugar donde las cosas se hacen en forma transparente. Se publicitan losimaginarios privados. Los individuos se hacen pblicos. La poltica aparece donde hay un entendimientocomunicativo entre hombres distintos e iguales. Se basa en el reconocimiento al otro como portador de unaposicin especfica. La poltica es un trascender intramundano (no hay claves trascendentales o esencialismos)por medio de la accin y la comunicacin de hombres de carne y hueso.

    Castoriadis, al igual que Arendt, recurre al pensamiento de los clsicos de Grecia para poder repensar la polticaactual. Por poltica entiendo, no las intrigas palaciegas, ni las luchas entre grupos sociales que defienden sus

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    intereses o sus posiciones (luchas que han existido en muchas otras partes), sino una actividad colectiva cuyoobjeto es la institucin de la sociedad como tal. En Grecia encontramos el primer ejemplo de una sociedad quedelibera explcitamente sobre sus leyes y que modifica esas leyes.31 [31]

    El concepto de creacin es clave en el edificio terico de Castoriadis. La historia es creacin: creacin de formastotales de vida humana. Las formas historicosociales no estn determinadas por leyes naturales o histricas.La sociedad es autocreacin. La sociedad y la historia crean la sociedad instituyente por oposicin a la sociedadinstituida, sociedad instituyente, es decir, imaginario social en el sentido radical de la expresin. La primerainstitucin es la sociedad. La autoinstitucin de la sociedad es la creacin de un mundo humano, un mundo decosas, de lenguaje, de normas, de valores, de modos de vida y de muerte, de objetos por los que vivimos y deobjetos por los que morimos... y, desde luego, la creacin del individuo humano en quien est masivamenteincorporada la institucin de la sociedad.32 [32]

    La idea de espacio pblico que maneja Castoriadis tiene una clara influencia arendtiana: El surgimiento de unespacio pblico significa que se ha creado un dominio pblico que pertenece a todos (ta koina). Lo pblicodeja de ser una cuestin privada del rey, de los sacerdotes, de la burocracia, de los polticos, de losespecialistas, etc. Las decisiones referentes a los asuntos comunes deben ser tomadas por la comunidad.33[33]

    Para Castoriadis la democracia no tiene nada que ver con los determinismos y los absolutos. Tiene muchamayor relacin con el caos, con el abismo, con lo sin fondo. El nico lmite de la democracia es laautolimitacin. Por otro lado, critica a la democracia elitista por concebir las libertades individuales sin laparticipacin poltica. Slo se es libre si se tiene la posibilidad de participar en la formacin y en elestablecimiento de las leyes e instituciones.

    Segn Castoriadis, el lenguaje, las representaciones e incluso las instituciones tienen una dimensin simblicaque cada sociedad crea y recrea constantemente, a partir de su historia y sus propios rasgos. El imaginariosocial se relaciona estrechamente con lo simblico. Este imaginario se refiere a la imaginacin en su capacidadcreativa; se refiere tambin a la necesidad de toda sociedad de responder a sus propias preguntasfundamentales. La respuesta (siempre provisional) a estas preguntas da cohesin al conjunto. Las instituciones

    se fundan en este imaginario social que se entrecruza con lo simblico.34 [34]

    Lefort concibe al poder poltico como un espacio vaco, secularizado, el cual ha de ser ocupado por losciudadanos y ciudadanas desde sus propias iniciativas. La democracia inaugura la experiencia de laindeterminacin ltima de la sociedad, de la imposibilidad de conducirla a una unidad. Desde el momento queel poder deviene en un lugar vaco, el ser social queda totalmente abierto a un debate interminable. Sloimaginariamente se puede concebir una unidad. La democracia es para este autor esa forma de sociedad dondeel poder es un polo simblico mediante el cual se instituye lo social. Nadie se puede apropiar del lugar vaco. Enla democracia la verdad ltima se diluye. El individuo democrtico est destinado a permanecer en laincertidumbre.

    Al igual que Arendt y Castoriadis, Lefort estudia al totalitarismo para poder decir algo sugerente sobre lademocracia. [...] debemos reconocer que, mientras la aventura democrtica prosiga [...] el sentido de lo queviene sigue en suspenso. La democracia se revela as como la sociedad histrica por excelencia, sociedad que,en su forma, acoge y preserva la indeterminacin, en notable contraste con el totalitarismo que, edificndosebajo el signo del hombre nuevo, en realidad se erige en contra de esta indeterminacin, pretende detentar laley de su organizacin y de su desarrollo, y se dibuja secretamente en el mundo moderno como sociedad sinhistoria .35 [35]

    Finalmente, Lefort reitera cul es el rasgo distintivo de la democracia: Lo esencial, a mi modo de ver, es que lademocracia se instituye y se mantiene en la disolucin de los puntos de referencia de la certeza. Inaugura unahistoria en la que los hombres realizan la prueba de una indeterminacin ltima, en cuanto al fundamento delpoder, de la ley y del saber, y al fundamento de la relacin del uno con el otro, en todos los registros de la vida

    social.36 [36]

    Dubiel plantea cuatro tendencias hacia un incremento de la democracia simblica.37 [37] La primera se remite alas posibilidades crecientes de una democracia emocional a nivel de las relaciones de pareja y de las relacionesentre padres e hijos. El desmantelamiento de la autoridad tradicional se puede traducir en un fuerte estmulopara la tolerancia y la resolucin creativa y pacfica de los conflictos. La segunda tendencia se podra generarcon las transformaciones profundas de las empresas modernas. El modelo de organizacin del trabajo se ha

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    descentralizado notablemente. Este cambio puede conducir a una dinmica de participacin democrtica queescape al control de la gerencia. Una tercera tendencia democratizadora seran los movimientos de autoayuda.Ante el ocaso de las formas tradicionales de solidaridad, las asociaciones ecolgicas, feministas, de derechoshumanos, etctera, podran ser una fuente nueva de solidaridad social. Por ltimo, la cuarta tendencia serefiere a las organizaciones de carcter transnacional. Estas organizaciones usan como recurso de poder la cajade resonancia de una esfera pblica mundial de los medios masivos de comunicacin.38 [38]

    En opinin de Dubiel se requiere la invencin de prcticas e instituciones de cultivo de conflictos para contener,prevenir y resolver conflictos irreconciliables. Este concepto de cultivo de conflictos parte de la premisapostotalitaria de que el conflicto forma parte de la realidad social.39 [39]

    El desarrollo conceptual de la democracia en Dubiel est contenido sobre todo en el libro que escribi al lado deUlrich Rdel y Gnter Frankenberg, La cuestin democrtica. Dos grandes influencias de los autores: lasrevoluciones democrticas en el este de Europa y la filosofa poltica de Arendt. En dicho texto, Rdel,Frankenberg y Dubiel conciben a la democracia como un dispositivo simblico mediante el cual una colectividadtoma conciencia de s misma. En segundo trmino, afirman que la democracia radica en: la esfera pblicapoltica; el reconocimiento mutuo del derecho a tener derechos, y la emergencia de la sociedad civil plural yconflictiva. Y tercero, que el poder poltico es un espacio vaco, materialmente de nadie y potencialmente detodos, ocupable de vez en vez simblicamente por la sociedad civil..

    Con la cada de los regmenes absolutistas, el poder ha quedado vaco y slo se puede ocupar de manerasimblica provisionalmente. Ya nadie puede personificar el poder.

    Los autores conciben a la sociedad como una pluralidad conflictiva y reivindican el derecho a tener derechos:Slo con la autointerpretacin de los derechos humanos y con el reconocimiento mutuo del derecho a tenerderechos se instituye la sociedad civil como una pluralidad con capacidad de obrar y rica en conflictos que esten situacin de mantener la esfera pblica frente al poder y ocuparla con el antagonismo de opiniones, temas yexigencias legales siempre nuevos y asimismo con las diversas formas de praxis simblica.40 [40]

    Siguiendo a Lefort y Castoriadis, los autores estn en contra de cualquier tipo de determinismo y a favor de lacapacidad creativa de los ciudadanos y ciudadanas. Dirigen su crtica hacia el sueo del fin de poder y hacia laresolucin de todos los conflictos. Se adhieren a la idea de la participacin de todos en el poder. Desde luego, laconectan con la idea de que los conflictos acompaan inevitablemente a la historia de la sociedad civil y danorigen a su pluralidad.

    Resumiendo, la teora simblica de la democracia llena de nuevos contenidos y valores a la participacinciudadana. Desde esta concepcin, la cuestin social y la tica estn estrechamente vinculadas con la poltica.

    ANLISIS COMPARATIVO

    A travs de un cuadro comparativo, presento de un modo muy esquemtico las diferencias entre lossimpatizantes de Shumpeter y sus detractores.

    Concepcin elitista de la democracia Concepcin participativa de la democracia

    Rechazo a justificaciones ticas de la democracia La tica est contenida en la democraciaLa democracia es un mtodo de seleccin delderes

    La democracia es una forma de vida

    Los polticos profesionales se apropian del poderpoltico

    El poder poltico es un lugar vaco abierto a laparticipacin de todos

    Teora realista sobre la democracia Teora simblica y deliberativa sobre lademocracia

    Escasa participacin ciudadana Alta participacin ciudadana

    Democracia como mercado

    Democracia como espacio pblico

    EL CASO DE MXICO

    El presente poltico mexicano resulta sumamente complejo. El cambio poltico surgido a raz de las eleccionespresidenciales del 2 de julio del 2000 gener mucho entusiasmo y amplias expectativas de bienestar. Sinembargo, el pas est lejos de lograr la consolidacin democrtica. Para alcanzarla requiere de dos procesos: ladestitucin autoritaria y el rediseo institucional y normativo. El primero tiene que ver con el desmantelamientode las estructuras y comportamientos que caracterizaron al antiguo rgimen autoritario. El segundo consiste enel diseo, aprobacin y puesta en prctica de las nuevas reglas del juego democrticas. Pues bien, el nuevo

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    rgimen poltico no ha emprendido ninguno de los dos y por lo tanto hay el riesgo de inestabilidad o involucinautoritaria.41 [41]

    Adems, hay problemas aejos como la pobreza estructural, el insuficiente crecimiento econmico y lasprcticas premodernas como la corrupcin, el clientelismo, el caciquismo, etctera. A eso habra que agregarlos problemas ms recientes: el narcotrfico, la inseguridad pblica y el debilitamiento del Estado-nacin porefecto del fenmeno globalizador.

    Pero tambin hay avances como la limpieza electoral, el pluralismo y competencia polticos, los xitosmacroeconmico (aunque sin mucho impacto social) y, sobre todo, percibo un incremento en la participacinciudadana. Dos indicadores: la muestra de enorme virtud cvica de los ciudadanos durante las pasadaselecciones del 2 de julio en las que dieron fin a un rgimen autoritario que dur 71 aos en la presidencia, y laproliferacin en los ltimos aos de organizaciones de la sociedad civil. Ciertamente, la participacin ciudadanapodra y debera ser mucho mayor. Y es ah donde entra la teora simblica de la democracia.

    Me parece que hay razones para suscribirse a esta propuesta. En primer lugar, la doble seal: crisis de lademocracia representativa e incremento de la participacin ciudadana. Segundo, la posibilidad de conciliar a losciudadanos con la poltica, restituirle a sta su dignidad. Y en tercer trmino, la frescura del enfoque encomparacin con los esquemas liberales y neomarxistas que ya han mostrado sus insuficiencias.

    La construccin de ciudadanos y ciudadanas democrticos (as) y participativos (as) es perfectamente viable.Estoy convencido del potencial de imaginacin, creatividad y capacidad instituyente de la ciudadana mexicana.

    Por qu no transferir a la sociedad mayores mbitos de participacin poltica? Los sujetos de la democracia sonlos mismos ciudadanos a condicin de que participen en la cosa pblica. Redefinir la poltica como el lugardonde se crean bienes pblicos puede fungir como ncleo motivacional para muchas personas. Repensar lademocracia como espacio pblico puede contribuir a cultivar una esperanza, a no perder la ilusin. Se acabaronlos principios o fundamentos fuertes. No hay grandes soluciones a grandes problemas. Todo depende de laactuacin conjunta de los ciudadanos y ciudadanas mexicanos (as).

    COMENTARIOS FINALES

    Una crtica recurrente a la teora de la democracia simblica consiste en tacharla de idealista. No describe,prescribe. Dos comentarios: 1) Que un enfoque aborde la cuestin normativa, el deber ser, me resultainevitable. Creo que todos los seres humanos vivimos esa tensin y ese conflicto entre el ser y el deber ser42[42] .Hay una potenciacin mutua. Por ejemplo, las aspiraciones motivan a la accin y las vivencias personalesreformulan proyectos y metas. 2) No se idealiza la participacin ciudadana, se reconoce lo que existe en larealidad: apata, conformismo generalizado, etctera. Pero se enfatizan las posibilidades, las enormes

    potencialidades humanas.

    Yo ms bien creo que las debilidades del enfoque simblico de la democracia van por otro lado. Enumerocuatro: 1) Falta aterrizar las ideas en las instituciones. Nuestra capacidad instituyente permite crear y recrearlo instituido. Pongmoslo en prctica. (Aunque ya Dubiel prepara un texto sobre el cultivo de conflictos quetiene que ver precisamente con la prevencin institucional de conflictos.) 2) Hay que tomar el dato emprico deque la gente opta con frecuencia por la seguridad. En trminos de Erich Fromm, le tiene miedo a la libertad. Sepuede caer en la ficcin de concebir individuos que enfrentan solventemente el caos y el abismo. 3) Existe uncierto eurocentrismo en los exponentes de esta teora del cual debemos estar alertas. Las problemticas entrelos pases latinoamericanos y los europeos son divergentes. Por ejemplo, me parece que aqu en Mxico seconvive ms fcilmente con la magia, la religin y las pasiones que en Europa. Y por eso algunos debateseuropeos resultan no muy pertinentes para nuestro mbito. 4) Se ha relegado, a mi juicio, la cuestin afectiva.Incluir los afectos en la teora simblica de la democracia enriquecera el enfoque (Castoriadis y Dubiel hanhecho algunos apuntes mnimos sobre el tema).

    Un ltimo comentario. La realidad es tan rica y compleja que no se puede prescindir de ningn conocimientoserio. Esto lo menciono para evitar la confusin de pensar que en este ensayo se descalificaron enfoquestericos. Insisto, la contrastacin se hizo para argumentar que un modelo era ms adecuado que los demspara darle cobertura terica a la participacin ciudadana en Mxico. Punto. Eso no significa, por ejemplo, que lateora econmica de la democracia no sea til para hacer anlisis econmicos, polticas pblicas, teora de laselecciones y anlisis legislativos. Mi posicin es tender puentes entre los diversos enfoques para as abordarmejor la extraordinaria complejidad de los fenmenos polticos.

    [1] Giddens, Anthony. Ms all de la izquierda y la derecha, Ctedra, Madrid, 1998, p. 111.

    [2] Pero Rousseau fue vctima de sus excesos. Idealiz la vida pblica y el pueblo. No contempl la defensa delas minoras y de la libertad individual, algo fundamental en las democracias consolidadas de hoy.

  • 7/25/2019 Jos Luis Berlanga Santos

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    [3] En la teora de las lites destacan tres autores: Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca y Robert Michels. Paretoplantea la teora de la circulacin de las lites. Para l, las lites son aqullas que tienen mayores ndices decalidad en sus respectivas ramas de actividades. Las lites capaces llegan al poder y caen cuando se vuelvenincapaces. Por otra parte, Mosca afirma que en todo rgimen poltico una minora de personas monopolizan elpoder efectivo. Esta minora es la clase poltica. Por tanto, las formas de gobierno se deben clasificar no porcriterios como el gobierno de uno, pocos o muchos sino por los distintos modos en que una clase poltica seforma, se reproduce y ejerce el poder. Su ley es que todos los gobiernos son oligarquas. Por ltimo, Michelsformula la ley de hierro de la oligarqua en la cual plantea que toda organizacin tiende inevitablemente a la

    oligarqua. A mayor organizacin, menor democracia. Una minora dirige y una mayora es dirigida. Vase dePareto: Escritos sociolgicos, Alianza Universidad, Madrid, 1987; de Mosca: La clase poltica, Fondo de CulturaEconmica, Mxico, 1984, y de Michels: Los partidos polticos. Un estudio sociolgico de las tendenciasoligrquicas de la democracia moderna, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1972.

    [4] Vase Weber, Max. El poltico y el cientfico. Ed. Coyoacn, Mxico, 1994, pp. 7-89.

    [5] Shumpeter, Joseph. Dos conceptos de democracia en Anthony Quinton, Filosofa poltica, Fondo deCultura Econmica, Mxico, 1974, p. 266.

    [6] Easton..Esquema para el anlisis poltico, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1989, pp. 78 y 79.

    [7] Cfr. los libros de Dahl: Los dilemas del pluralismo democrtico. Autonoma versus control, Consejo Nacionalpara la Cultura y las Artes y Alianza Mxico, Mxico, 1991 y La poliarqua, Editorial Rei-Mxico, Mxico, 1993.

    [8] Sartori. La poltica. Lgica y mtodo en las ciencias sociales, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1984,pp. 201-224.

    [9] Sartori.. Qu es la democracia?, Nueva Imagen. Mxico, 1997, pp. 130, 131 y 134.

    [10] Huntington, Samuel. El modesto significado de la democracia en Cuadernos de divulgacin, UniversidadAutnoma de Mxico, Mxico, 1984, pp. 31-42.

    [11] El gran terico sistmico Niklas Luhmann comparte plenamente esta posicin en su libro La teora polticaen el Estado de Bienestar, Alianza, Madrid, 1993.

    [12] En su artculo Polticos, honestidad y la alta amoralidad de la poltica (Nexos, marzo, Mxico, 1996, pp.41-47), Luhmann dice que no hay honestidad en la poltica porque son cdigos distintos. En el sistema poltico

    el cdigo binario es poder/no poder, y en el sistema moral el cdigo es honesto/no honesto.

    [13] Esto rompe con buena parte de la tradicin sociolgica (por ejemplo, el estructuralismo) que explicaba ala sociedad como algo autnomo de los individuos.

    [14] Elster. Ulises y las sirenas: estudios sobre racionalidad e irracionalidad, Fondo de Cultura Econmica,Mxico, 1991.

    [15] Nussbaum. Justicia potica. La imaginacin literaria y la vida pblica, Andrs Bello. Barcelona, 1997.Vese tambin la crtica de Ramn Maiz a la idea de las preferencias prepolticas o los intereses exgenos en suartculo Democracia participativa. Repensar la democracia como radicalizacin de la poltica, Metapoltica, vol.5, nm. 18, Mxico, 2001, pp. 72-73.

    [16] Buchanan, James y Tullock, Gordon. El clculo del consenso. Fundamentos lgicos de la democracia

    constitucional, Planeta-Agostini, Barcelona, 1993, p. 353. Aunque en una entrevista John Ferejhon,representante de esta corriente, rechaza la asuncin de que los actores sean egostas. Ellos tienen preferencias,independientemente de dnde provengan; pueden ser egostas o altruistas (en Cansino, Csar. La cienciapoltica de fin de siglo, Huerga y Fierro, Madrid, 1999, pp. 89-101).

    [17] Swedberg, Richard.Economa y sociologa: encuentros y desencuentros. Fragmentos de una entrevista aAmartya Sen. Metapoltica. Volumen 3, nm.10, Mxico, 1999, pp. 353-357.

    [18] Buchanan y Tullock. Op. Cit., p. 42.

    [19] Vanse los primeros cuatro captulos de su libro Teora econmica de la democracia, Aguilar, Madrid, 1973.

    [20] Esto resulta una ruptura con el significado tradicional de deliberacin: decidir y resolver (que manejabaRousseau). Para una revisin del paso de la centralidad de la decisin a la deliberacin, vase Avritzer,

    Leonardo, Democracia deliberativa. La recuperacin del concepto de deliberacin pblica en la teorademocrtica contempornea, Metapoltica, vol. 5, nm. 18, Mxico, 2001, pp. 50-65.

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    [21] Para tener una visin general de la propuesta de estos autores, recomiendo la lectura de sus ensayos enMetapoltica, vol. 5, nm. 18, Mxico, 2001.

    [22] Otra diferencia entre Cohen y Habermas radica en que el primero considera que puede haber decisionesque no se tomen por consenso y que, de todos modos, sean legtimas. Cohen est pensando en la regla demayora a condicin de que el proceso sea incluyente y se base en el libre intercambio de razones.

    [23] Muchos la denominan democracia radical. Pero este nombre remite ms bien a otra corriente intelectual:la encabezada por Chantal Mouffe, Ernest Laclau y Slavoj Zizek. Ciertamente hay muchas semejanzas pero losreferentes son distintos. Los demcratas radicales recurren a Heidegger y a Lacan y se apoyan enposestructuralistas como Derrida. Para tener un conocimiento mnimo de este tipo de democracia, recomiendoLaclau y Mouffe, Hegemona y estrategia socialista: Hacia una radicalizacin de la democracia, Siglo XXI,Madrid, 1987 y Zizek, El sublime objeto de la ideologa, Siglo XXI, Mxico, 1992. Una crtica severa a lademocracia radical se puede encontrar en Bosteels, Bruno, Democracia radical. Tesis sobre la filosofa delradicalismo democrtico, Metapoltica, vol. 5, nm. 18, Mxico, 2001, pp. 96-115.

    [24] Vase su obra Teora del smbolo: Un ensayo de antropologa cultural, Pennsula, Barcelona, 1994.

    [25] Dubiel, Helmut et al. La cuestin democrtica, Huerga y Fierro, Madrid, 1998, p. 187.

    [26] Cfr. Los orgenes del totalitarismo, 2 ed., Taurus, Madrid, 1999.

    [27] Arendt. La condicin humana, Paids, Barcelona, 1993.

    [28] Arendt. Qu es la poltica?, Paids, Barcelona, 1997, pp. 45 y 46.

    [29] Ibid., pp. 65 y 66.

    [30] Ibid., pp. 251 y 252.

    [31] Castoriadis. Los dominios del hombre. Las encrucijadas del laberinto, Gedisa, Barcelona, 1998, p.113.

    [32] Ibid., p. 99.

    [33] Ibid., p. 122.

    [34] El tema del imaginario social lo aborda Castoriadis en la que quiz sea su obra ms importante: Lainstitucin imaginaria de la sociedad, Tusquets, Barcelona, 1983.

    [35] Lefort, Ensayos sobre lo poltico, Universidad de Guadalajara, Mxico, 1991, p. 25.

    [36] Ibid., p. 28. Como se terminaron las certezas, la democracia se vuelve una invencin constante. Esta ideala explora Lefort en su obra La invencin democrtica, Nueva Visin, Buenos Aires, 1990.

    [37] Aqu percibo una influencia muy clara de Giddens y las tendencias de su democracia dialogante, op. cit.,pp. 123-129.

    [38] Dubiel. La Teora Crtica: ayer y hoy, Plaza y Valds, Mxico, 2000.

    [39] Concebir a la sociedad como conflicto es una de las grandes aportaciones de Dubiel a la teora simblica dela democracia. En Hirschman, Albert. Tendencias autosubversivas. Ensayos, FCE, Mxico, 1996, pp.262-282, sepuede adquirir una visin panormica de la cuestin.

    [40] Ibid., p. 163.

    [41] He seguido hasta aqu la argumentacin de Csar Cansino en su ensayo De la transicin continua a lainstauracin democrtica. El caso de Mxico en perspectiva comparada, Este Pas, nm. 126, Mxico, 2001,pp. 26-32.

    [42] Sobre este tema recomiendo el ensayo de Enrique Serrano En torno al dispositivo simblico de lademocracia , Metapoltica, vol. 1, nm. 4, Mxico, 1997, pp. 523-541.