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SEXO SENTIDO a cargo de MILEYDA MENÉNDEZ [email protected] B.D.: Hace dos aæos man- tengo una relacin con un hombre casado. Al ini- cio, todo fue maravillo- so. Con los meses apa- recieron los problemas. En tres ocasiones hemos terminado: por mi volun- tad, por discusiones, por su falta de atencin, por- que se olvida que nece- sito que estØ a mi lado. Pero siempre termina- mos volviendo, porque lo quiero, me suplica, pro- mete ser especial, etcØ- tera. Luego vuelve a ale- jarse. Ya no sØ si seguir con Øl. Me molesto, pero cuando viene con besos y abrazos se me olvida. l tiene 39 aæos y yo 29. Es posible que aœn quie- ras continuar sumergida en el embriagador olvido de sus besos y abrazos. QuizÆ valen toda la espera esos momentos de recon- ciliacin, con la intensidad y las palabras que eroti- zan. Observa que ese Øx- tasis emerge del retorno posterior a cada ausencia. Todo este crculo vicio- so es parte del contrato tÆcito establecido. Acep- tar esta relacin extrama- trimonial implica que Øl atiende tambiØn a su otra relacin. Todo lo bello que sucede entre ustedes estÆ vinculado tambiØn con ese contexto mÆs amplio, don- de existe otra mujer del otro lado. Ya sabes lo que Øl es ca- paz de ofrecer y lo que puedes experimentar a su lado. No estÆs obliga- da a tomar una decisin mientras no comprendas bien quØ sucede contigo, que por ahora elijes es- perar el encantador ren- cuentro a cambio de que- dar un poco sola el resto del tiempo. Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica Pregunte sin pena Tengo los aæos que necesito para vivir libre y sin miedo. JOSÉ SARAMAGO LA intimidad es uno de los componentes bÆ- sicos de la pareja humana, cualquiera que sea su modelo de relacin, el gØnero de sus integrantes, su edad y cultura de origen, y aunque estÆ conectada con el intercambio sexual (coito, caricias, besos, desnudez), no son tales prÆcticas las que la garantizan. Suele haber una gran intimidad en pare- jas distantes que se cuentan todo y tratan de cumplir sus fantasas erticas por di- versos medios, y en otras que han pasado mucho tiempo juntos y ya adivinan sus ne- cesidades, estados de Ænimo y reacciones hasta por una mirada o un suspiro. En cambio, ese conocimiento del alma ajena, esa empata sublimizada con el roce cotidiano, rara vez se alcanza en re- laciones donde el sexo es transaccional, as sea reiterativo con la misma persona. Se trata entonces de un vnculo emo- cional con un alto valor subjetivo, que se reeja en nuestra biologa e impacta la calidad de vida en otras esferas sociales y materiales. De hecho, hay una hormo- na, la oxitocina, cuyo nivel revela ese gra- do de anidad, conanza, comodidad y placer que nos genera cierta compaæa, en los buenos y malos momentos. Los estudios en ese sentido demues- tran que la cercana de la pareja es uno de los desencadenantes mÆs poderosos de tal hormona, cuya funcin es dar re- fuerzo positivo para hacernos mÆs agra- dables a su vista y a la vez compensar nuestros miedos y malestares fsicos, porque el cariæo alivia, literalmente, y consuela cuerpo, mente y espritu. Un detalle curioso: gracias a la oxitoci- na las mujeres se identican de inmedia- to con sus criaturas, y esa lluvia de intimi- dad alcanza al padre o la madre acompa- æante, y despliega el potencial de afecto y unidad de la familia en crecimiento. A LAS BUENAS Y A LAS MALAS A medida que aumenta la edad, la con- ducta sexual vara en funcin de las expec- tativas individuales, las condiciones de sa- lud, el rendimiento fsico y las emociones. Pero nada afecta mÆs la capacidad ertica en la adultez que la ausencia de ese espa- cio ntimo, intangible, sagrado. En su libro Amores y desamores en la vejez (Editorial Cient co-TØcnica, 2013), la sicloga cubana Mara Elena Real se reere a la intimidad como uno de los componen- tes de la trada del amor, que completan el compromiso y la pasin, segœn la teora desarrollada por el sexlogo Robert Stenr- berg a partir de postulados muy antiguos. Diez sentimientos denen la calidad de una relacin ntima signi cativa: deseo de promover el bienestar de la persona amada, felicidad, gran respeto, capacidad de contar con esa persona, entendimien- to mutuo, entrega de tus posesiones y tu tiempo, comunicacin, valoracin, recep- cin y entrega de apoyo emocional. La profesora Real explica que tales sen- timientos no se experimentan de forma aislada, sino como una sensacin global que crece gradualmente, pero puede per- derse si no se equilibra con autonoma. Intimidad no equivale a fusin o dependen- cia, porque estos modelos atentan contra su solidez. Tampoco hay una receta œnica. Al de- cir de un lector de este espacio con mÆs de 30 aæos de matrimonio, los cambios paulatinos de la edad y el devenir de la familia imponen nuevas formas de entendimiento que la pare- ja incorpora con naturalidad. En la antigua cultura grecolatina llama- ban Ægape a ese estado de ntima satis- faccin, que tiene sus cimientos en la etapa del eros (esa embriaguez ertica e idealizacin del otro). Pero si la autoes- tima se confunde con la complacencia del ego y el sentido de pertenencia con dominio, en lugar de una sana complici- dad se desarrolla un apego enfermizo, en el que la violencia encuentra cauces para envenenar el vnculo en nombre del amor. Sin embargo, no siempre intimidad equivale a armona. Algunas parejas evolucionan como enemigos ntimos cuya relacin es altamente txica, pero no se animan a perder esa sinergia, pilar de su existencia durante mucho tiempo. Las parejas que permanecen felizmen- te unidas por dØcadas saben que la pa- sin dialoga con el compromiso, y ambas se nutren para consolidar esa quietud de lago que alcanzan las relaciones emocio- nalmente maduras, incluso en la juventud. Pero la falta de privacidad puede daæar ese frÆgil tesoro. Por tanto, es deber de la familia y/o personas a cargo de parejas de mayor edad proteger esa intimidad, que en muchos casos es la mayor fuente de energa para mantenerse alegres, vitales y activas hasta que la muerte los separe. Intimidad, pasión, compromiso juventud rebelde MIRCOLES 04 DE NOVIEMBRE DE 2020 05 ESPECIAL ENCUENTROS SEXO sentido se une nuevamente al Fon- do de Naciones Unidas para el Desarro- llo (PNUD), Prosalud y la FMC para im- pulsar una campaæa asertiva mediante postales digitales. El tema elegido en no- viembre es la accin comunitaria para detener la violencia de gØnero. Des- de hoy publicaremos cada semana una postal para que las colecciones y com- partas en tus redes. Busca tambiØn en nuestro sitio web el reverso de cada ima- gen, que contiene informacin esencial para detener ese otro agelo social, del que no podemos olvidarnos en el regre- so a la normalidad. Obra Proposiciones, premio de Sexo sentido en el Salón de Gráfica Erótica de la Galería Fayad Jamís, autor José Adrián Vázquez Lee.

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Page 1: JOSÉ SARAMAGO - Juventud RebeldeJOSÉ SARAMAGO LA intimidad es uno de los componentes bÆ-sicos de la pareja humana, cualquiera que sea su modelo de relación, el gØnero de sus integrantes,

SEXO SENTIDOa cargo de MILEYDA MENÉ[email protected]

B.D.: Hace dos años man-tengo una relación con un hombre casado. Al ini-cio, todo fue maravillo-so. Con los meses apa-recieron los problemas. En tres ocasiones hemos terminado: por mi volun-tad, por discusiones, por su falta de atención, por-que se olvida que nece-sito que esté a mi lado. Pero siempre termina-mos volviendo, porque lo quiero, me suplica, pro-mete ser especial, etcé-tera. Luego vuelve a ale-jarse. Ya no sé si seguir con él. Me molesto, pero cuando viene con besos y abrazos se me olvida. Él tiene 39 años y yo 29.Es posible que aún quie-

ras continuar sumergida en el embriagador olvido de sus besos y abrazos. Quizá valen toda la espera esos momentos de recon-ciliación, con la intensidad y las palabras que eroti-zan. Observa que ese éx-tasis emerge del retorno posterior a cada ausencia. Todo este círculo vicio-

so es parte del contrato tácito establecido. Acep-tar esta relación extrama-trimonial implica que él atiende también a su otra relación. Todo lo bello que sucede entre ustedes está vinculado también con ese contexto más amplio, don-de existe otra mujer del otro lado. Ya sabes lo que él es ca-

paz de ofrecer y lo que puedes experimentar a su lado. No estás obliga-da a tomar una decisión mientras no comprendas bien qué sucede contigo, que por ahora elijes es-perar el encantador ren-cuentro a cambio de que-dar un poco sola el resto del tiempo.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica

Pregunte sin pena

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedo.

JOSÉ SARAMAGO

LA intimidad es uno de los componentes bá-sicos de la pareja humana, cualquiera que sea su modelo de relación, el género de sus integrantes, su edad y cultura de origen, y aunque está conectada con el intercambio sexual (coito, caricias, besos, desnudez), no son tales prácticas las que la garantizan. Suele haber una gran intimidad en pare-

jas distantes que se cuentan todo y tratan de cumplir sus fantasías eróticas por di-versos medios, y en otras que han pasado mucho tiempo juntos y ya adivinan sus ne-cesidades, estados de ánimo y reacciones hasta por una mirada o un suspiro.En cambio, ese conocimiento del alma

ajena, esa empatía sublimizada con el roce cotidiano, rara vez se alcanza en re-laciones donde el sexo es transaccional, así sea reiterativo con la misma persona. Se trata entonces de un vínculo emo-

cional con un alto valor subjetivo, que se reß eja en nuestra biología e impacta la calidad de vida en otras esferas sociales y materiales. De hecho, hay una hormo-na, la oxitocina, cuyo nivel revela ese gra-do de aÞ nidad, conÞ anza, comodidad y placer que nos genera cierta compañía, en los buenos y malos momentos. Los estudios en ese sentido demues-

tran que la cercanía de la pareja es uno de los desencadenantes más poderosos de tal hormona, cuya función es dar re-fuerzo positivo para hacernos más agra-dables a su vista y a la vez compensar nuestros miedos y malestares físicos, porque el cariño alivia, literalmente, y consuela cuerpo, mente y espíritu. Un detalle curioso: gracias a la oxitoci-

na las mujeres se identiÞ can de inmedia-to con sus criaturas, y esa lluvia de intimi-dad alcanza al padre o la madre acompa-ñante, y despliega el potencial de afecto y unidad de la familia en crecimiento.

A LAS BUENAS� Y A LAS MALAS A medida que aumenta la edad, la con-

ducta sexual varía en función de las expec-tativas individuales, las condiciones de sa-lud, el rendimiento físico y las emociones. Pero nada afecta más la capacidad erótica en la adultez que la ausencia de ese espa-cio íntimo, intangible, sagrado. En su libro Amores y desamores en la

vejez (Editorial CientíÞ co-Técnica, 2013), la sicóloga cubana María Elena Real se reÞ ere a la intimidad como uno de los componen-tes de la tríada del amor, que completan el compromiso y la pasión, según la teoría desarrollada por el sexólogo Robert Stenr-berg a partir de postulados muy antiguos.Diez sentimientos deÞ nen la calidad de

una relación íntima signiÞ cativa: deseo de promover el bienestar de la persona amada, felicidad, gran respeto, capacidad de contar con esa persona, entendimien-to mutuo, entrega de tus posesiones y tu

tiempo, comunicación, valoración, recep-ción y entrega de apoyo emocional.La profesora Real explica que tales sen-

timientos no se experimentan de forma aislada, sino como una sensación global que crece gradualmente, pero puede per-derse si no se equilibra con autonomía. Intimidad no equivale a fusión o dependen-

cia, porque estos modelos atentan contra su solidez. Tampoco hay una receta única. Al de-cir de un lector de este espacio con más de 30 años de matrimonio, los cambios paulatinos de la edad y el devenir de la familia imponen nuevas formas de entendimiento que la pare-ja incorpora con naturalidad. En la antigua cultura grecolatina llama-

ban ágape a ese estado de íntima satis-facción, que tiene sus cimientos en la etapa del eros (esa embriaguez erótica e idealización del otro). Pero si la autoes-tima se confunde con la complacencia del ego y el sentido de pertenencia con

dominio, en lugar de una sana complici-dad se desarrolla un apego enfermizo, en el que la violencia encuentra cauces para envenenar el vínculo en nombre del amor.Sin embargo, no siempre intimidad equivale

a armonía. Algunas parejas evolucionan como enemigos íntimos cuya relación es altamente tóxica, pero no se animan a perder esa sinergia, pilar de su existencia durante mucho tiempo.Las parejas que permanecen felizmen-

te unidas por décadas saben que la pa-sión dialoga con el compromiso, y ambas se nutren para consolidar esa quietud de lago que alcanzan las relaciones emocio-nalmente maduras, incluso en la juventud. Pero la falta de privacidad puede dañar

ese frágil tesoro. Por tanto, es deber de la familia y/o personas a cargo de parejas de mayor edad proteger esa intimidad, que en muchos casos es la mayor fuente de energía para mantenerse alegres, vitales y activas� hasta que la muerte los separe.

Intimidad, pasión, compromiso

juventud rebelde MIÉRCOLES 04 DE NOVIEMBRE DE 2020 05ESPECIAL

ENCUENTROS

SEXO sentido se une nuevamente al Fon-do de Naciones Unidas para el Desarro-llo (PNUD), Prosalud y la FMC para im-pulsar una campaña asertiva mediante postales digitales. El tema elegido en no-viembre es la acción comunitaria para detener la violencia de género. Des-de hoy publicaremos cada semana una postal para que las colecciones y com-partas en tus redes. Busca también en nuestro sitio web el reverso de cada ima-gen, que contiene información esencial para detener ese otro ß agelo social, del que no podemos olvidarnos en el regre-so a la normalidad.

Obra Proposiciones, premio de Sexo sentido en el Salón de Gráfi ca Erótica de la Galería Fayad Jamís, autor José Adrián Vázquez Lee.