josÉ carmen romero carbente. · 2017-06-07 · este trabajo lo dedico a los que sin dudarlo dan...
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BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DEPUEBLA
ESCUELA DE BIOLOGÍA
“REGULACIÓN DE LAS CONDUCTAS DE ASEO,
BOSTEZO Y ERECCIONES DEL PENE POR AGENTES
DOPAMINÉRGICOS EN DOS SUBLÍNEAS DE RATAS DE
LA CEPA Sprague-Dawley”
PRESENTA:
JOSÉ CARMEN ROMERO CARBENTE.
TUTOR:
Dr. JOSÉ RAMÓN EGUIBAR CUENCA.
INSTITUTO DE FISIOLOGÍA B.U.A.P.
LABORATORIO DE NEUROFISIOLOGÍA DE LA CONDUCTA Y
DEL CONTROL MOTOR.
Este trabajo lo dedico a los que sin dudarlo dan gran parte de su vida por cada uno de sus hijos, a mis padres.
A mi madre Alejandra Celerina Carbente Gonzaga, a quien con su gran capacidad maternal impulsa a cada uno de sus hijos.
A mi padre José Carmen Romero Cabañas, quien con su humildad y ejemplo me ha enseñado más de lo
que el sabe.
A mis hermanos que son mis mejores amigos: Pb. Roberto, For, Cele, Joel, Charly y Marco, con quienes comparto los grandes momentos y tropiezos de mi
vida.
A Angy, Mari y Jenny, mis hermanas que me brindan cariño independientemente de mi estado
anímico.
Con dedicatoria especial al ser que sin hacerse materialmente evidente sin duda creo existe,
Yave.
Agradecimientos:
Al Dr. en C. José Ramón Eguibar Cuenca, por su apoyo y tiempo dedicado a este proyecto.
A los revisores de tesis Angelica Trujillo y Laura Riboni que han brindado parte de su tiempo en esta tesis.
A la Q.F.B. Araceli Ugarte Rojano y pQ.F.B. Miriam Avendaño Pérez por su apoyo y gran cuidado en el
suministro de las ratas de experimentación.
A mis excelentes compañeras del laboratorio Margarita, Marilú, Bere y Mari Carmen.
Abreviaturas en el texto:
ACh: Acetil colina.
ACTH: Hormona adrenocorticotrofica.
ARNm:
b/h: Bostezos/hora.
CGB: Centro generador del bostezo.
COMT: Catecol orto-metil transferasa.
DA: Dopamina.
GABA:Ácido gama amino butírico.
HY: High Yawning.
i.c.v.: intra cerebro ventricular.
i.p.: intraperitoneal.
L-dopa:Levo dopamine.
LY: Low Yawning.
MAO: Monoaminoxidasa
NE: Norepinefrina
NPV: Núcleo paraventricular.
ON: Oxido nítrico.
Oxy: Oxitocina.
s.n.: no significativo.
SNC: Sistema nervioso central.
TM: Transmembranal
5HT: Serotonina.
αMSH:Hormona estimulante de los melanocitos.
8-OH-DPAT: hidroxi triptamina.
I N D I C E:
PAGINA
I.-
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................4
I.- LA CONDUCTA..........................................................................................................4
I.I.I. ¿Qué es conducta?.
I.1.2. Clasificación de las conductas.
II.- LA CONDUCTA DE ASEO.....................................................................................4
I.II.I. Generalidades de la conducta de aseo.
I.II.II. Papel fisiológico.
I.II.III. Neurotransmisores implicados en la conducta de aseo.
I.II.IV. Péptidos implicados en la conducta de aseo.
III.- LA CANDUCTA DE BOSTEZO............................................................................7
I.III.I. Generalidades de la conducta de bostezo.
I.III.II. Contexto conductual del bostezo.
I.III.III. Neurotransmisores implicados en la conducta del bostezo.
I.III.IV. Néurotransmisores de tipo peptídico implicados en el bostezo.
I.III.V. Estructuras del SNC implicadas en el bostezo.
IV.- LA CANDUCTA DE BOSTEZO Y SU RELACIÓN CON LAS ERECCIÓN-
ES DEL PENE.........................................................................................................12
V.- LA DOPAMINA.......................................................................................................12
I.V.I. Características de la dopamina.
I.V.II. Receptores de dopamina.
I.V.III. Localización de receptores a DA en el SNC.
I.V.IV. Papel que juega en el SNC.
I.V.V. Variabilidad conductual inducida por drogas dopaminérgicas.
VI.-NUESTRO MODELO EXPERIMENTAL...........................................................19
I.VI.I. Generalidades de nuestro modelo de estudio.
I.VI.II. Trabajos relacionados con las conductas de aseo, bostezo y erecciones del
pene en estos
modelos.
II.- JUSTIFICACIÓN.........................................................................................................21
III.- HIPÓTESIS.................................................................................................................21
IV.- OBJETIVOS................................................................................................................22
V.- METERIAL Y METODO............................................................................................23
V.I. Sujetos experimentales y condiciones del bioterio.
V.II. Drogas y soluciones.
V.III. Procedimiento en la administración de las drogas.
V.IV. Observación de la conducta.
V.V. Análisis estadístico.
VI.- RESULTADOS............................................................................................................27
VI.I. Administración del agonista D1 SKF-38393.
VI.I.I. Frecuencia de episodios de aseo.
VI.I.II. Duración total de aseo.
VI.I.III. Duración promedio de aseo.
VI.I.IV. Efecto del SKF-38393 sobre la frecuencia de bostezo.
VI.I.V. Efecto delSKF-38393 sobre la frecuencia de erecciones del pene.
VI.II. Administración del agonista específico D2 Quinpirole.
VI.II.I. Frecuencia de episodios de aseo.
VI.II.I. Duración total de aseo.
VI.II.I. Duración promedio de aseo.
VI.II.IV. Efecto del Quinpirole sobre la frecuencia de bostezo.
VI.II.V. Efecto del Quinpirole sobre la frecuencia de erecciones del pene.
VI.III. Administración de la D-Anfetamina en las sublíneas HY y LY.
VI.III.I. Frecuencia de episodios de aseo.
VI.III.II. Duración total de aseo.
VI.III.III. Duración promedio de aseo.
VI.III.IV. Efecto de la D-Anfetamina sobre la frecuencia de bostezo.
VI.III.V. Efecto de la D-Anfetamina sobre la frecuencia de erecciones del pene.
VII.- DISCUSIÓN...............................................................................................................61
VIII.- CONCLUSIÓNES....................................................................................................66
IX. BIBLIOGRAFÍA..........................................................................................................67
RESUMEN.
En dos sublíneas de ratas de la cepa Sprague-Dawley que difieren en su frecuencia
espontánea de bostezo, una de ellas denominada de bajo bostezo (LY) y la otra de alto
bostezo (HY), se ha observado una correlación entre la frecuencia de bostezo y de las
erecciones del pene inducidas farmacológicamente.
En estas sublíneas se ha observado que se presenta un mayor número de bostezos
cuando se administran agentes farmacológicos que modifican la actividad de los receptores
dopaminérgicos.
En este trabajo nos propusimos determinar si existen diferencias en el sistema
dopaminérgico de estas sublíneas mediante la cuantificación de conductas que se sabe están
influenciadas por ésa vía, para ello administramos agonistas dopaminérgicos específicos,
para el caso de los receptores D1 utilizamos el SKF-38393 que induce aseo, para el caso de
los receptores D2 utilizamos el quinpirole que induce bostezo y erecciones del pene, y
finalmente, utilizamos a la D-anfetamina que es un agente inhibidor de la recaptura de
dopamina y estimulador de la liberación del mismo neurotransmisor.
Los resultados obtenidos indican que hubo un mayor incremento en las frecuencias
de episodios de aseo y del tiempo de aseo en la sublínea de alto bostezo después de la
administración de los agentes dopaminérgicos, mientras que en las frecuencias de bostezos
y de erecciones del pene se observo siempre un mayor incremento en la sublínea LY
respecto de las HY.
Estos resultados sugieren que las estructuras dopaminérgicas que se emplean para la
expresión del aseo son más sensibles en las HY, mientras que las estructuras implicadas en
el bostezo, posiblemente el núcleo paraventricular, es menos sensible respecto de las LY.
I. INTRODUCCIÓN:
I.I. LA CONDUCTA.
I.I.I. ¿Qué es conducta?.
Aunque la conducta ha sido definida de diversas formas, generalmente se hace
referencia a las respuestas que los organismos dan a estímulos internos y externos, los
cuales pueden estar o no influenciados por el medio ambiente. Estos estímulos son
canalizados a través del Sistema Nervioso Central (SNC) para desencadenar una respuesta
motora (Doger y cols., 1989). Una definición que incluye a los organismos dotados de
Sistema Nervioso Central (SNC), hace referencia a las series multiformes y superpuestas de
pautas espaciotemporales de actividad muscular, es decir, a las formas corporales en
movimiento (Díaz, 1985).
I.I.II. Clasificación de las conductas.
En términos generales se ha clasificado a la conductas en dos grupos, uno de ellos lo
conforman las denominadas innatas o instintivas como lo son el aseo, bostezo y las
erecciones del pene, que son caracterizadas por no necesitar de ningún tipo de experiencia
previa para poder expresarse, lo cual implica una dependencia genética (Díaz, 1985). El
otro grupo lo conforman las aprendidas o adquiridas, que como su nombre lo indica,
necesitan de una experiencia previa para poder ejecutarse adecuadamente, lo cual se logra a
través de varias repeticiones de la conducta para después considerar que se ha aprendido
(Zanta, 1989). Ultimas propuestas sugieren que las conductas se regulan en ambos niveles:
genéticos y ambientales (incluyendo el aprendizaje), y que dependiendo de la conducta se
puede moldear en diferente grado (Curtis, 1989).
I.II. LA CONDUCTA DE ASEO.
I.II.I. Generalidades de la conducta de aseo.
El término aseo hace referencia a la conducta de acicalamiento corporal que puede
tener diversas funciones en los organismos (Sachs, 1988). Los animales emplean diversas
estrategias para llevarlo acabo, en el caso de los humanos lo realizamos mediante el baño,
otros mamíferos como los roedores lo realizan mediante el acicalamiento de todo su cuerpo,
aunque se ha observado un patrón conductual similar entre las especies estrechamente
relacionadas. Estudios comparativos de la conducta de aseo en hámster, cobayo, ardilla
terrestre, ratón y rata concluyen que tiene un patrón con una progresión céfalo-caudal
(Berridge, 1990). Para el caso de las aves, Borchelt desde 1979 describió la conducta del
aseo, caracterizada por realizarse típicamente mediante aleteos, baños de arena y
acicalamiento de las plumas, principalmente de las alas (Sachs, 1988).
Estudios encaminados a la realización de un análisis detallado del aseo en roedores
ha caracterizado los componentes de dicha conducta, tales como la vibración, aseo del
cuerpo, rascado, lamido de las patas traseras y el aseo del área genital (Gispen e Issacson,
1981; Berridge y Whishaw, 1992), con una progresión céfalo-caudal, lo cual se ha probado
también en el humano, tal es el caso de untarse crema o ponerse perfume (Sachs, 1988).
Estudios ontogenéticos muestran que existe una correlación entre la maduración del
SNC y el establecimiento del patrón del aseo (Sachs, 1988), lo que permite la realización de
experimentos conductuales comparativos entre especies que muestran el desarrollo del SNC
y que permiten el estudio fisiológico a distintos niveles (Sachs, 1988).
La conducta de aseo es altamente organizada, y esos patrones secuenciales de
movimiento céfalo-caudales se han denominado “cadenas sintácticas” (Berridge, 1990;
Berridge y Whishaw, 1992). El mismo autor, mediante lesiones con la técnica de succión
en ciertas áreas especificas del cerebelo, corteza y estriado, observa que la estructura que
tiene un papel crucial en mantenimiento de las cadenas sintácticas de aseo es el estriado
(Berridge y Whishaw, 1992).
I.II.II. Papel fisiológico.
En el aspecto funcional, el aseo tiene importancia en la eliminación de ectoparásitos
y detritus de la superficie corporal (Sachs, 1988), como mecanismo de desactivación ante
situaciones de estrés siempre y cuando no se sobrepase un nivel crítico, como puede ser el
estrés moderado inducido con choques eléctricos de baja intensidad dados en las patas de
ratas (Gispen e Issacson, 1981; Eguibar y Moyaho, 1997), se ha propuesto como una vía de
señalización del rango social en monos (Thiessen, 1988), así como también puede tener una
función como un mecanismo de despertar (Otsuka y cols, 1983), o puede servir como un
mecanismo de termorregulación en el gerbo (Thiessen, 1988).
Debido a que la conducta de aseo es altamente organizada y jerarquizada (Berridge,
1990; Berridge y Whishaw, 1992), se ha propuesto que el aseo es un modelo excelente para
estudiar las conductas motoras altamente jerarquizadas que necesitan del circuito sustancia
nigra-ganglios basales, fundamentalmente para mantener la organización en las
denominadas cadenas sintácticas del aseo (Berridge, 1992).
Algunos desórdenes en el humano como el síndrome de obsesión-compulsión, que
se caracteriza por la repetición de actos motores como el bañarse en repetidas ocasiones
durante el día, o como lavarse las manos, o traccionarse los pelos de la cabeza con una alta
frecuencia, se sugiere un daño en la vía sustancia nigra-ganglios basales (Rapoport, 1989),
relacionado con esto se ha descrito una sublínea de ratas de la cepa Sprague Dawley que
presenta una alta frecuencia de episodios de aseo con lo reportado previamente en esa cepa
(Moyaho y cols, 1995), por lo que este modelo pudiera ser interesante en el estudio de las
vías participantes propuestas en dichos desórdenes.
I.II.III. Neurotransmisores implicados en la conducta de aseo.
En la conducta de aseo se ven involucrados diversos tipos de neurotransmisores
como la acetilcolina (ACh), serotonina (5-HT) y dopamina (DA) (Lucki y Kucharik, 1988;
Ferrari y cols., 1992; Eguibar y Moyaho, 1997).
Se sugiere que la ACh juega un papel inhibitorio, ya que con la administración de
pilocarpina un agonista colinérgico de receptores muscarínicos de éste sistema se ve
inhibida la ejecución del aseo (Eguibar y Moyaho, 1997).
Se propone que la serotonina (5-HT) juega un papel inhibitorio del sistema
dopaminérgico que influencia de forma directa la aparición del aseo, ya que cuando se
destruyen neuronas serotoninérgicas y se administra un agonísta de DA se aumenta
significativamente la conducta de aseo, comparada con los controles (Lucki y Kucharik,
1988).
En el caso de la DA que es la catecolamina que se presenta en mayor porcentaje en
el SNC (Goodman y cols., 1991; Missale y cols., 1998; Levant, 1997; Bahena-Trujillo y
cols., 2000), se hace notoria su participación cuando se administran drogas agonistas de
receptores específicos de la familia D1, como lo es el SKF-38393 (Molloy y Waddington,
1984; Lucki y Kucharik, 1988, Jacksson y Danielsson, 1994).
Estos neurotransmisores son necesarios para la regulación de la misma conducta, y
juegan diferentes funciones ya sea como inhibidores o excitadores de neuronas en algunos
centros cerebrales como el estriado, imprescindibles para la ejecución del aseo (Berridge y
Whishaw, 1992).
I.II.IV. Péptidos implicados en la conducta de aseo.
En la mediación de esta conducta también se ven involucrados péptidos, entre ellos
la bombesina, la hormona adrenocorticotropa (ACTH), la oxitocina, y la hormona
estimulante de los melanocitos (αMSH), ya que cuando se administra cualquiera de estos
péptidos por vía intracerebroventricular (i.c.v.) se incrementa la cantidad total de aseo pero
no se modifica la frecuencia de los episodios de aseo (Gispen y cols., 1975; Argiolas y
cols., 1988; Argiolas y Melis, 1998).
I.III. LA CONDUCTA DE BOSTEZO.
I.III.I. Generalidades de la conducta de bostezo.
Aunque ya desde 1873 el evolucionista Charles Darwin definió el bostezo como:
“una inspiración profunda seguida de una espiración larga y fuerte, que se acompaña de
movimientos oculares. Durante este acto frecuentemente se secretan lágrimas, y se
asocia también a una inflación de los carrillos”, a la fecha no se ha podido determinar
cuales son las causas que influencian la probabilidad de aparición del bostezo (Holmgren y
cols., 1980a; Baenninger, 1987; Holmgren y Urbá-Holmgren, 1994).
I.III.II. Contexto conductual del bostezo.
El bostezo parece tener diversas funciones fisiológicas, Barbizet realiza estudios con
radiografías seriadas concluyendo que el bostezo tiene una duración de 4 a 7 segundos, y
puede distinguirse una fase inspiratoria, con un acmé mas o menos nítido, de inspiración
mantenida y una breve fase espiratoria (ver Holmgren y cols., 1980a), a ésta conducta se le
ha asociando incluso a las fases de transición del sueño a vigilia y viceversa, puesto que se
presenta con mayor frecuencia horas antes de acostarse y después de despertar, esto
estudiado en humanos (Provine y cols., 1987), igualmente se le asocia al estrés debido a
que se genera cuando las personas están en alguna fila para donar sangre, o cuando van a
realizar un examen oral (Greco y cols., 1993), de la misma forma que se le ha asociado al
aburrimiento, desinterés, fatiga o somnolencia (Provine, 1986; Provine y Hamernik, 1986;
Provine y cols., 1987).
Cabe mencionar que las diferentes formas en que se puede inducir esta conducta da
una gran dificultad para poder explicar el papel funcional de la misma.
Esta conducta se ha observado es contagiosa, ya que se ha visto que cuando un
individuo bosteza y es observado por otro, se contagia dicha conducta en forma inminente
(Baenninger, 1987), estudios realizados por Provine (1986) mostraron que se puede
incrementar la probabilidad de aparición de bostezo en humanos cuando se les lee un texto
relacionado con el bostezo.
I.III.III. Neurotransmisores implicados en la conducta del bostezo.
Se conocen neurotransmisores que están involucrados en la ejecución de esta
conducta, esto mediante la administración de drogas con acciones específicas sobre los
distintos sistemas de neurotransmisores. Entre ellos se encuentran la acetilcolina (ACh),
norepinefrina (NE), la dopamina (DA), así como la serotonina (5-HT), (Anías y cols., 1984;
Doger y cols., 1989). La ACh parece tener un efecto facilitador del bostezo, esto debido a
que cuando se administra colinomiméticos como la pilocarpina (agonista de receptor
muscarínico) o de fisostigmina (inhibidor de acetilcolinesterasa) en los primeros días de
vida postnatal se induce bostezo, lo que además sugiere que esta vía colinérgica implicada
en esta conducta, se encuentra completamente desarrollada al momento en que nace la rata
(Holmgren, 1980). En forma contraria, la administración de escopolamina (antagonista
muscarínico) inhibe completamente el efecto de los colinomiméticos, lo cual pone de
manifiesto que los receptores colinosensibles implicados en el bostezo son del tipo
muscarínico y no del nicotínico (Urbá-Holmgren y cols., 1977; Holmgren y Urbá-
Holmgren, 1980).
En el caso de la DA, se ha observado su influencia cuando se administran bajas
dosis de apomorfina, que actúa preferencialmente en receptores presinápticos a bajas
concentración provocando la parición del bostezo (Urbá-Holmgren y cols., 1985). Por otra
parte, la administración de espiroperidol abate por completo la aparición del bostezo, lo
cual sugiere la participación de la familia de receptores D2. Dado el efecto causado con
dosis bajas de agonístas de DA o inhibidores de recaptura del mismo neurotransmisor, se
postula que el receptor presináptico regula la frecuencia de bostezo (Urbá-Holmgren, 1982;
Urbá-Holmgren, 1985).
En el caso de la 5-HT, se probó su participación mediante la administración del
antagonista de receptores serotoninérgicos como el 8-OH-DPAT, el cual inhibe la aparición
del bostezo provocado por la administración de apomorfina (Portáis y cols., 1995). Otros
estudios administrando quipazina, un agonista serotoninérgico, se aumenta la frecuencia de
bostezos respecto del grupo control y este efecto es bloqueado por metergolina que es un
antagonista de receptores 5-HT, lo que sugiere que la 5-HT juega un papel facilitador del
bostezo (Holmgren y cols., 1980; Holmgren y Urbá-Holmgren 1994)
El GABA tiene efecto inhibitorio sobre esta conducta, ya que la administración de
baclofen un agonista del receptor GABAB bloquea el bostezo inducido por fisostigmina,
mientras que la administración de agonistas del receptor GABAA como la bicuculina y
picrotoxina también disminuyen la frecuencia de bostezos, pero cuando se administran
conjuntamente con fisostigmina no se observan cambios, lo que sugiere que este receptor
de GABA se encuentra modulando la actividad del tono dopaminérgico mientras que el
receptor GABAB modula el tono colinérgico en su sus fibras terminales (Doger y cols.,
1989).
Con estos resultados se propuso un circuito para la generación del bostezo, en este
modelo se incluyen los neurotransmisores y péptidos involucrados (Fig. 1), en el modelo
las neuronas DAérgicas inhiben a las colinérgica, las cuales activan un Centro Generados
de Bostezo (CGB) (Holmgren y cols., 1980; Holmgren y Urbá-Holmgren 1980). Este eje
central que controla la frecuencia de bostezo es modulado positivamente por neuronas
serotoninérgicas y péptidos como la ACTH, prolactína y oxitocina (Doger y cols., 1989),
además de ser influenciado en forma negativa por el neurotransmisor GABA ( Holmgren y
cols., 1980a; Doger y cols., 1989).
Figura 1. Esquema hipotético que muestra las influencias de los diferentes neurotransmisores
y péptidos involucrados en la génesis del bostezo. Dopamina (DA), Norepinefrina (NE), Serotonina (5-HT), Ácido Gama Amino Butírico (GABA), Acetíl Colina (ACh), Hormona Adenocorticotropa (ACTH), Hormona Estimulante de los Melanocitos (MSH). Centro Generador del Bostezo (CGB). Modificado de Doger y cols., 1989.
I.III.IV. Neurotransmisores de tipo peptídico implicados en el bostezo.
Inicialmente la administración de ACTH, αMSH o de péptidos derivados de la pro-
opiomelanocortina administrados en conejos por vía i.c.v. indujeron un síndrome
conductual que consistía en la presencia de bostezos, sacudidas semejantes a las de un perro
mojado y estiramientos, a lo que se le denominó síndrome de bostezo-estiramiento (Ferrari
y cols., 1967). Posteriormente, trabajos realizados por Segawa y cols. (1973) administrando
ACTH por vía sistémica observaron un incremento significativo en el número de bostezos,
al igual que la administración crónica de α-MSH en altas dosis (Gispen y cols., 1975).
Se ha probado que hormonas esteroides como la testosterona, o péptidos como la
prolactina y la oxitocina, esta ultima sintetizada en el núcleo paraventricular, inducen
bostezo (Holmgren y cols., 1980b; Argiolas y cols., 1988). Por su parte la oxitocina
administrada por vía i.c.v. provoca un incremento de bostezos y de erecciones del pene,
siendo el péptido más potente en la inducción de estas conductas (Argiolas y cols., 1992).
I.III.V. Estructura del SNC implicadas en el bostezo.
Inicialmente se postuló que el CGB se encuentra conformado por un grupo de
neuronas localizadas probablemente en el tallo cerebral y cuya activación produce bostezo
estereotipado (Holmgren y cols., 1980a), esta idea se originó de observaciones de recién
nacidos mesencefálicos que presentan solamente el tallo cerebral bien desarrollado, se ha
reportado que en ellos se presentan bostezos (Holmgren y cols., 1980a). Otros
experimentos en los cuales se deprime la expresión de la onda cortical da como resultado la
inducción de bostezo, lo que sugiere que de alguna manera el bostezo es modulado por la
corteza (Huston, 1971).
Otras estructuras involucradas en la ejecución del bostezo, se ha propuesto, son el
puente, el bulbo raquídeo, y se ha sugerido la existencia de un “Centro de iniciación del
bostezo” que se encuentra localizado de manera independiente en la parte medial
(Holmgren y cols., 1980a).
Por otra parte, se ha observado que el número de bostezos se incremento cuando se
administra algún agonista de receptores de DA en el núcleo paraventricular del hipotálamo,
lo cual sugiere que este núcleo esta involucrado en la mediación del bostezo (Argiolas,
1988), al igual que la substancia nigra parte reticulada, la cual al ser lesionada con 6-
OHDA seguida de la administración de agonistas dopaminérgico se observó un decremento
en esta conducta lo que sugiere su papel inhibidor en el bostezo (Dourish y Cooper, 1985).
Otros datos importantes son los hallazgos de sinapsis neuronales entre DA y ACh
que se llevan acabo en la vía septo-hipocampal y en el estriado (Buyenet, 1974), así como
la determinación de que las lesiones de esas estructuras inhibe el bostezo inducido por
apomorfina (Dourish y Cooper, 1985).
Se ha observado también que la bicuculina que es un agonista de GABAB se
encuentra en regiones presinapticas y es incluida en la modulación de la liberación de ACh
(Karbon, 1983, Doger y cols. 1989).
En el caso de los neuropéptidos se ha propuesto que el hipotálamo es una estructura
que tiene que ver con la mediación de esta conducta, ya que cuando se administra ACTH
en el tercer ventrículo se facilita la respuesta en una latencia más corta, a diferencia de las
administraciones realizadas en el ventrículo lateral o en la cisterna magna (Gessa, 1967).
Estos resultados muestran que las vías centrales que están involucradas para el
desencadenamiento de la conducta de bostezo pudieran ser neuronas del núcleo
paraventricular del hipotálamo las cuales se ha observado sintetizan péptidos como la
oxitocina y la prolactina así como el neurotransmisor dopamina, lo cual concuerda con los
resultados obtenidos después de la administración de DA y ACTH en este núcleo en donde
se ha observado un aumento en la frecuencia de bostezo (Argiolas y cols., 1987c; Argiolas
y cols., 1988; Argiolas y Melis, 1998).
I.IV. LA CONDUCTA DE BOSTEZO Y SU RELACIÓN CON LAS ERECCIONES
DE PENE.
Se ha observado que la aparición de bostezos tienen una alta correlación con la
conducta de erecciones del pene producidos de manera espontánea (Urbá-Holmgren y cols.,
1985), esa correlación se ha observado también cuando se administran agonistas
dopaminérgicos D2 como la bromocriptina (Urbá-Holmgren y cols., 1985), o también con
la administración de péptidos como la ACTH (Argiolas y cols., 1988; Barajas, 1998).
I.V. LA DOPAMINA.
I.V.I. Características de la dopamina.
Este neurotransmisor pertenece al grupo de las denominadas catecolaminas, las
cuales están formadas por un núcleo catecol (un anillo de benceno con dos hidroxilos) y
una cadena de etilamina o alguno de sus derivados (Goodman y cols., 1991; Bahena-
Trujillo y cols., 2000). Aún cuando se creía que la dopamina era solo un paso en la síntesis
de NA se comprobó que es independiente y se localiza en algunas zonas del cerebro en
forma independiente de los demás neurotransmisores de este grupo (Goodman y cols.,
1991).
La DA se sintetiza a partir del aminoácido L-tirosina, el que es hidroxilado para
formar L-DOPA, el que a su vez se carboxila para dar origen a la DA (Fig. 2). Se ha
comprobado que la concentración de tirosina no modifica en forma relevante la síntesis de
DA, no así el factor biopterin que es un componente de la tirosina hidroxilasa, por lo que
esta enzima y no el precursor se considera como el paso limitante en la síntesis de dicho
neurotransmisor.
Figura 2. Pasos en la síntesis de dopamina, norepinefrina y epinefrina (Modificado de Goodman y cols., 1991).
Ordinariamente bajas concentraciones de DA se encuentra en forma libre en el
citosol donde puede ser metabolizada por la enzima monoaminoxidasa (MAO) que se
encuentra fuera de la membrana de la mitocondria, aunque la DA es sintetizada en el citosol
y llevada al interior de vesículas para su almacenamiento a través de una bomba de
protones dependiente de ATP (Bahena-Trujillo y cols., 2000)
Aunque la MAO degrada la DA del citosol, se encuentra otra enzima encargada de
la misma acción, solo que esta es localizada en la membrana postsináptica y solo se activa
cuando se da una liberación de altos niveles de aminas biogénicas (Bahena-Trujillo y cols.,
2000).
I.V.II. Receptores de dopamina.
Los receptores a dopamina se han clasificado en dos familias D1 y D2, los de la
familia D1 se caracterizan por incrementar las concentraciones de AMPc mientras que los
de la familia D2 disminuyen las concentraciones de AMPc o no la modifican (Civelli y
cols., 1993; Missale y cols., 1998; Bahena-Trujillo y cols., 2000). Estudios posteriores de
clonación de los mismos receptores llevaron a la conclusión de que la familia de los D1
esta compuesta por 2 subtipos de receptores: los D1 y los D5 que difieren en un asa entre
los dominios transmembranales (TM) 4 y 5 (Fig. 5.3), además de que son aproximadamente
iguales en un 80 %, (Levant, 1997; Missale y cols., 1998).
Por su parte los receptores de la familia D2 se han subdividido en D2, D3 y D4,
entre ellos existe una similitud del 75% entre los sitios TM de D2 y D3, por otro lado, la
similitud presentada entre D2 y D4 es de un 53% (figura 3, Levant, 1997; Missale y cols.,
1998). Los diferentes subtipos de receptores a DA desde el punto de vista de la
farmacología conductual no muestran diferencias en su acción con respecto a la
clasificación inicial como familias, por lo que para los estudios conductuales se toman en
como familias de receptores y no como subtipos (Levant, 1997; Missale y cols., 1998).
La actividad fisiológica de los receptores a DA es distinta para ambas familias de
receptores, por un lado, los receptores de la familia D1 incrementan la concentración de
AMPc mediante la activación de proteinas Gs (Bahena-Trujillo y cols., 2000). En el caso de
los receptores de la familia D2, se media la inhibición de la síntesis de AMPc a través de la
estimulación de una proteína Gαi y se ha evidenciado también su acoplamiento a la
proteína Gαo, además pueden modular corrientes iónicas activadas por voltaje, inhibiendo
canales de Ca2+ presumiblemente mediado por las proteínas Gαo o facilitando la apertura
de canales de K+ mediante proteínas Gi (Jacksson y Danielsson, 1994; Bahena-Trujillo y
cols., 2000).
Figura 3. Dendograma de la familia de receptores de dopamina. Los receptores D1 y D5 son caracterizados por la tercera asa corta intracelular y una larga terminal carboxilo intracelular. Los receptores D2, D3 y D4 poseen una tercera asa intracelular larga y una terminal carboxilo intracelular corta. Los receptores D3 y D4 de la rata exhiben 52 y 41% de homología con el receptor D2, respectivamente. Los receptores D3 y D4 son en 39% homólogos. La topografía de receptores propuesta esta representada esquemáticamente. Los cuadros representan dominios transmembranales I-VII. (Modificado de Levant, 1997).
I.V.III. Localización de receptores a dopamina en el SNC.
Los receptores D1 son los más expresados en comparación con los demás subtipos
de receptores de DA (Missale y cols., 1998), su ácido ribonucleico mensajero (ARNm) ha
sido encontrado en el estriado, tubérculo olfatorio, hipotálamo y el tálamo. Por otra parte, el
receptor se ha encontrado en el núcleo entopeduncular y la substancia nigra reticulada,
además de que se coexpresa con la sustancia P en neuronas GABAérgicas (Missale y cols.,
1998). Tabla 1.
El receptor D5 se localiza en el hipocampo, núcleo parafascicular del tálamo,
estriado dorsal, núcleo accumbens y tubérculo olfatorio, y su ARNm se ha encontrado en
las regiones de la corteza cerebral, tálamo lateral, tálamo medial e hipocampo (Missale y
cols., 1998).
Tabla 1. Sitios del cerebro en donde se ha localizado receptores a DA y/o RNAm.
Datos tomados de Levant, 1987; Missale y cols., 1998 y Bahena-trujillo y cols., 2000.
Los receptores D2 se encuentran principalmente en el estriado, tubérculo olfatorio,
mientras que su RNAm es expresado en la corteza prefrontal, cingulada, temporal y
entorrinal, en la región septal, amígdala y células granulares de la región hipocampal
(Missale y cols., 1998).
El receptor D3, se localiza en células ventromediales del núcleo accumbens en
donde es expresado por neuronas que sintetizan substancia P y neurotensina (Levant, 1997;
Misale y cols., 1998), también se localiza en el tuberculo olfatorio y las islas de calleja
(Levant, 1997). El ARNm de D3 se ha encontrado en la substancia nigra compacta, área
ventral tegmental, células de Purkinje en los lóbulos 9 y 10 del arquicerebelo (Missale y
cols., 1998).
RECEPTOR
Núcleo entopeduncular, sustancia nigra parte reticulada, estriado, neuronas piramidales de la corteza prefrontal, premotora, entorrinal, amígdala, hipocampo, giro dentado
D1
RNAm
Estriado, núcleo accumbens, tubérculo olfatorio, hipotálamo, tálamo.
RECEPTOR
Hipocampo, núcleo laminar lateral, núcleo parafascicular del tálamo. Neuronas piramidales de la corteza prefrontal, premotora, entorrinal y amígdala.
D1
D5
RNAm
Estriado dorsal, núcleo accumbens y tubérculo olfatorio, corteza cerebral, tálamo lateral, área de la banda diagonal, tálamo medial e hipocampo.
RECEPTOR
Estriado, tubérculo olfatorio, centro y polo septal de la concha del núcleo accumbens.
D2
RNAm
Corteza prefrontal, cingulada, temporal, entorrinal, región septal, amígdala y células granulares de la región hipocampal, hipocampo, substancia nigra parte reticulada y en el área tegmental ventral, neuronas espinales mediales del estriado.
RECEPTOR
Células ventromediales del núcleo accumbens, tubérculo olfatorio, islas de calleja. Estriado dorsal, hipocampo, área septal, placas corticales y subregiones del lóbulo temporal medial.
D3
RNAm
Substancia nigra compacta, área ventral tegmental, islas de calleja, células de Purkinje en los lóbulos 9 y 10 del arquicerebelo.
RECEPTOR
Corteza frontal, amígdala, hipocampo, mesencéfalo. Neuronas piramidales y no piramidales, globo pálido, sustancia nigra reticulada, asi como el núcleo reticular del tálamo coexpresada con neuronas GABAérgicas.
D2
D4
RNAm Ganglios basales y retina.
El receptor D4 ha sido localizado en la corteza frontal, amígdala, hipocampo y
mesencéfalo, mientras que su ARNm se ha encontrado en los ganglios basales y retina
(Missale y cols., 1998).
V.IV. Papel que juega en el SNC.
Debido a que la DA está abundantemente distribuida en el SNC, se le ha
involucrado en la mediación de una gran cantidad de procesos (Jacksson y Danielsson,
1994), se ha determinado su participación en conductas primarias como la locomoción
(Serra, 1990), conducta sexual (Hull, 1999), las conductas estereotipadas (Molloy y
Waddington, 1984), y en la conducta de aseo (Star y Star, 1986; Argiolas y cols., 1988;
Ferrari y cols., 1992).
En las conductas de locomoción y erguido se propone que actúa sobre receptores del
tipo presináptico que se postula son de la familia D2, ya que se genera un incremento en
estas conductas después de la administración del agonistas D2 (Molloy y Waddington,
1985). En el caso de las conductas estereotipadas como los movimientos orales, protrusión
de la lengua y movimientos repetitivos de la boca similares al mordisqueo (chewin), se
sugiere que también son debidas a la activación de receptores D2 (Johansson y Danielsson,
1987).
Para el bostezo se propone que la DA actúa sobre receptores del tipo presináptico
(D2), dado que la administración de agonistas inespecíficos como la apomorfína que a bajas
dosis actúa preferencialmente sobre receptores de la familia D2 incrementa la frecuencia de
bostezo (Urbá-Holmgren y Holmgren, 1980), mientras que el agonista D1 LY 17555 y el
antagonista D2 BHT-920 inhiben la aparición del bostezo (Urbá-Holmgren y Holmgren,
1980; Spina y cols., 1989).
Se ha propuesto que el bostezo requiere del efecto sinergístico de ambos receptores
D1 y D2, ya que la administración del agonista D2 quinpirole incrementa la frecuencia de
bostezo, mientras que cuando se administra conjuntamente con bajas dosis del agonista D1
SKF 38393 se incrementa la frecuencia de bostezo en mayor proporción (White y cols.,
1988), lo que sugiere que los receptores implicados en la generación del bostezo se
localizan en la membrana postsináptica (Serra y cols., 1986; Argiolas y Melis, 1998).
I.V.V. Variabilidad conductual inducida por las drogas dopaminergicas.
La función de cada una de las familias de receptores de DA se ha estudiado
mediante la administración de drogas que actúan preferentemente en uno u otro receptor,
aunque cabe señalar que un mismo agonista induce efectos distintos dependiendo del
modelo experimental utilizado, como en el caso del ratón y de la rata, ya que resultados
experimentales como después de la administración de SCH 23390 un antagonista D1 inhibe
la conducta de aseo ( Neisewander y cols., 1991), mientras que en ratones no se observa el
mismo efecto, en estos la conducta de aseo se incrementa (Starr y Star, 1986).
Agentes farmacológicos como el SKF-38393 que tienen la característica de ser
agonistas selectivos y que actúan preferencialmente en D1, en la rata aumentan la conducta
de aseo en comparación con sus controles (Stoessl, 1994; Murray y Waddington, 1989;
Molloy y Waddington, 1984), aseo intenso caracterizado por una mayor actividad sobre la
cabeza y el cuerpo (Walters y cols., 1987; Molloy, 1987), esta misma droga también tiene
efectos facilitadores en las conductas de la locomoción y erguido cuando se administra en
altas dosis (Serra y cols., 1990; Arnt, 1985).
Por otra parte, la conducta de husmeo al igual que la del aseo se encuentra mediada
por receptores D1, mientras que la conducta de erguido por el receptor D2 (Molloy y
Waddington, 1984).
El aseo, se sabe, es inducido por drogas estereoselectivas, ya que enantiómeros del
antagonista D1 SKF 83566 bloquea estereoselectivamente el aseo inducido por SKF-38393
(O´Boyle, 1984. tomado de Molloy y Waddington, 1985), y en el caso del SKF 38393, su
enantiómero R es más potente que el S en la potenciación de las conductas de erguido,
husmeo y de la locomoción (Molloy y Waddington, 1987; Stephen, y cols., 1992).
La especificidad de cada una de las drogas que actúan selectivamente sobre algún
tipo de receptores a DA es parcial, ya que con la técnica de ligando se pone de manifiesto
que el antagonista SCH 23390 tiene una débil afinidad por el receptor D2, al igual el
antagonista D1 SKF 83566, el cual tiene una baja afinidad por el receptor D2 (O´Boyle,
1984. Tomado de Molloy y Waddington, 1985b). En el caso del SKF 38393 se ha
propuesto activa receptores D2 cuando se administran dosis altas (Jacksson y Danielsson,
1994), lo cual sugiere que las conductas presentadas cuando se administran agonistas y
antagonistas pueden no solamente ser debidas a la activación de un solo tipo de receptores,
especialmente a dosis altas (Molloy y Waddington, 1985a).
I.VI.- NUESTRO MODELO EXPERIMENTAL.
I.VI.I. Generalidades de nuestro modelo de estudio.
En el Instituto de Fisiología se cuenta con dos sublíneas de ratas de la cepa
Sprague-Dawley que difieren en su frecuencia de bostezo producido en forma espontánea,
una de ellas es denominada High Yawning (HY) o ratas de alto bostezo que en promedio
bostezan 20 veces/hora, la otra sublínea es nombrada Low Yawning (LY) o de bajo bostezo
y su promedio es de 1 bostezo/hora. Estas sublíneas de ratas fueron obtenidas por
hibridación a partir de un grupo de ratas obtenidas del Centro Médico Nacional I.M.S.S.
A partir de la obtención de los primeros modelos experimentales HY, se ha logrado
mantener una cepa isogénica de animales con una alta frecuencia de bostezos única en el
mundo (Holmgren y Urbá-Holmgren, 1994), que nos permite realizar experimentos
encaminados a explicar como se median diversas conductas a nivel del SNC, entre ellas el
bostezo.
I.VI.II. Trabajos relacionados con las conductas de aseo, bostezo y erecciones de pene
en estos modelos.
Inicialmente en nuestro laboratorio se estudió el bostezo utilizando métodos
neurofarmacológicos para conocer su fisiología, mediante la administración sistémica de
fisostigmina, un inhibidor de la acetilcolinesterasa, se observó un mayor número de
bostezos en las ratas HY que en las LY, a diferencia de la administración de la pilocarpina,
un agonista de los receptores muscarinicos post-sinápticos (Eguibar y Moyaho, 1997).
Otra conducta estudiada en estas sublíneas es la conducta de aseo, la cual se
caracteriza por el acicalamiento del cuerpo y movimiento de las manos sobre la cabeza de
la rata. Se ha probado que las ratas LY tienen un patrón de secuencia característico de la
gran mayoría de los demás roedores, es decir, tiene una organización céfalo-caudal,
mientras que en el caso de la sublínea HY, pueden presentar el inicio de un episodio de
aseo en cualquier zona del cuerpo, aseándose incluso más tiempo la región caudal que la
cefálica (Moyaho y cols., 1995), Además, se ha cuantificado el número de episodios de
aseo que presenta cada sublíneas cuando se induce por mojado, observándose que las ratas
HY tienen un mayor número de episodios de aseo que las LY (Moyaho, 1995), mientras
que la duración media de cada episodio también varía, en las ratas HY se tiene una
duración media menor que en las ratas LY. Se ha determinado que la reactividad emocional
es diferente entre sublíneas, siendo mayor en las HY (Moyaho, 1995; Moyaho y cols.,
1995).
La administración i.c.v de la hormona adrenocorticotrópica tiene un efecto diferente
sobre las sublíneas HY y LY, en las LY aumento la duración promedio y no el número de
episodios de aseo, a diferencia de las HY, en las que se denota un aumento en el número de
episodios pero no la duración promedio (Barajas, 1998). En el caso del bostezo, al igual que
el número de aseos, las HY tiene una mayor frecuencia que las LY (Barajas, 1998).
Finalmente, otros neuropéptidos como la oxitocina y bombesina muestran un mayor
efecto en la conducta de aseo en las HY que en las LY, mientras que en el caso del bostezo
el efecto es mayor en las LY (Diaz y cols., 1999).
II. JUSTIFICACIÓN
Dado que las ratas HY y LY difieren en la conducta de aseo y la frecuencia de
bostezo espontáneos o inducidos por la administración de péptidos neuroactivos, es
necesario conocer las diferencias en las conductas de aseo, bostezo y erecciones del
pene después de la administración de agonistas dopaminérgicos, dado que se ha
sugerido que la vía substancia nigra-ganglios basales está involucrada en la
organización del patrón de la conducta de aseo, siendo estas estructuras
primordialmente dopaminérgicas.
III . HIPÓTESIS.
• Con base en los datos obtenidos en nuestro laboratorio cuando se administra
ACTH intracerebroventricular, en los cuales se observa una clara diferencias
conductual en las conductas de aseo, bostezo y erecciones de pene entre ambas
sublíneas, las ratas HY presentarán una frecuencia mayor en el número de
bostezos que las LY bajo la acción de drogas dopaminérgicas con mayor afinidad
por el receptores presinápticos.
• En el caso del aseo y con respecto a la duración total, duración promedio y
número de episodios, será significativamente mayor en las HY respecto a las LY,
dado que se ha postulado una mayor sensibilidad a la DA entre ambas sublíneas
(Urbá-Holmgren y cols., 1990).
IV. OBJETIVOS.
O B J E T I V O G E N E R A L.
1. Caracterizar la participación del sistema dopaminérgico en las sublíneas LY y HY
mediante la observación conductual.
O B J E T I V O S P A R T I C U L A R E S.
1. Diferenciar conductualmente las influencias de los receptores dopaminérgicos
presinápticos (D2) en ambas sublíneas después de la administración del agonista
específico quinpirole.
2. Determinar mediante la observación conductual las influencia de los receptores
dopaminérgicos postsinápticos D1 en las sublíneas LY y HY después de la
administración del agonista específico SKF-38393.
3. Conocer las diferencias conductuales entre ambas sublíneas después de la
administración del agonista indirecto de dopamina D-anfetamina.
V. MATERIAL Y METODOS.
V.I Sujetos experimentales y condiciones del bioterio.
Para la realización de este proyecto contamos con las facilidades otorgadas por el
Instituto de Fisiología de la B.U.A.P., empleamos dos sublíneas de ratas de la cepa
Sprague-Dawley que difieren en la expresión espontánea de bostezo, una de ellas
denominada de bajo bostezo o Low Yawning (LY) que presenta una frecuencia <2 b/h y la
otra llamada de alto bostezo o High Yawning (HY) que presenta una frecuencia de
alrededor de 20 b/h.
Las ratas fueron destetadas a los treinta días de edad y se colocaron en cajas de
acrílico transparente en grupos de 2 a 3 animales, en la que se les colocó una cama de viruta
de madera estéril (Aspen Beta-Chip).
Durante todo el periodo experimental se les mantuvo con libre acceso a alimento
balanceado para roedores (Lab. Diet, PMI 15008) y agua purificada. Además se mantuvo
un ciclo luz/obscuridad artificial de 12 horas, encendiéndose las luces a las 7:00 A.M.
Se emplearon ratas machos de las sublíneas LY y HY con un peso de alrededor de
300 gramos, con edades fluctuantes entre 2.5 y 3.5 meses de edad. El número total de
animales empleados para este proyecto fueron 40; 8 de la sublínea LY y 8 de la HY para la
administración de SKF 38393, 6 de cada sublínea para el quinpirole y 6 de cada sublínea
para la D-anfetamina.
Los animales fueron habituados a manipulación durante un periodo de ocho días
previos al experimento, esto con el fin de disminuir el estrés el día de la prueba.
V.II DROGAS Y SOLUCIONES.
Utilizamos las drogas SKF-38393 y quinpirole (RBI, U.S.A.), así como D-
anfetamína (Aldricht, USA.).
El quinpirole se disolvió en 1 ml de solución salina 0.09% NaCl (PISA) para las
dosis de 25, 50, 100 y 200 µg (el peso de la droga fue libre de sal), por su parte la D-
anfetamina se diluyó en 1 ml solución salina 0.09 % NaCl (PISA) para las dosis de 250,
1000, 1750 y 2500 µg. El SKF-38393, se diluyó en 4 ml de agua inyectable para las dosis
de 0.5, 1.0, 2.0, 4.0, 8.0, 16.0 y 32.0 mg/kg libre de sal.
Las drogas fueron pesadas un día antes del experimento en una microbalanza
(Mettler MT5) o en balanza granataria (Mettler AE160) dependiendo de la droga y dosis a
administrar. Inmediatamente después de ser pesadas se colocaron en frascos de vidrio color
ámbar de 5 ml, se prepararon en fresco 15 minutos previos a la administración y se
protegieron de la luz cubriendo los frascos con papel aluminio. El volumen de solución
salina se midió con una micropipeta manual de 5 ml (Beta-Pette, β5000), después de
agregársele el volumen correspondiente de solución salina para el caso del quinpirole y de
la D-anfetamina y de agua inyectable para el caso del SKF 38393 al frasco que contenía la
droga, se procedió a colocarla en un vórtex por un minuto a su máxima velocidad y
finalmente se corroboró su disolución observándose la solución sin granos de sal.
V.III PROCEDIMIENTO EN LA ADMINISTRACIÓN DE LAS DROGAS.
Los animales fueron llevados al cuarto de observación y pesados 30 min previos al
experimento, esto con el fin de habituarlos al medio ambiente del sitio de observación. Las
drogas fueron tomadas y administradas con jeringas desechables de insulina, a las que les
cambiamos las agujas por unas de 25 X 16 mm para el caso de la administración de las
drogas quinpirole y D-anfetamina, para el caso del SKF-38393 se utilizaron jeringas de 3
ml y se les cambio la aguja por una de 25 X 16 mm. Todas las jeringas fueron utilizadas
para una sola dosis y una sola preparación.
Para la administración utilizamos una franela para sujetar al animal, cubriendo la
parte del dorso con la franela se sujeto y se procedió a la administración de la droga por vía
intraperitoneal para el quimpirole y D-anfetamina, en el caso del SKF-38393 se administró
por vía subcutánea.
V.IV OBSERVACIÓN DE LA CONDUCTA.
Para realizar las observaciones de la conducta, utilizamos una caja de observación
conductual de acrílico transparente (23 X 32 X 20 cm) que fue dividida a la mitad por un
plástico del mismo material (figura 4). La parte superior de la caja fue cubierta con una
tapa de acrílico transparente inmediatamente después de introducir al animal. Para
favorecer la observación de las conductas, utilizamos espejos que fueron colocados por
fuera de la caja en forma vertical para poder observar con detalle las conductas realizadas
por la rata.
Fig. 4 Caja de observación conductual en la que realizamos experimentos de
la conducta de aseo. Las medidas se especifican en el texto.
Los experimentos fueron realizados de 9:00 a 14:00 hr en un cuarto de observación,
en el que se registró la temperatura, la cual oscilo alrededor de 22±1 ºC. En el cuarto de
observación se mantuvo un absoluto silencio.
Inmediatamente después de la administración de la droga, se colocaron los sujetos
experimentales en la caja de observación y en ese momento se inició el periodo de registro,
en el que se anotaron la duración de los episodios de aseo, así como la frecuencia de
bostezos y erecciones del pene, para los cuales se tomó el minuto y el segundo en que se
presentó.
V. ANÁLISIS ESTADÍSTICO.
Los datos obtenidos fueron tratados estadísticamente mediante la prueba del análisis de
varianza (ANOVA) para medidas repetidas, el valor que tomamos como estadísticamente
significativo fue de p<0.05. Si los datos tratados fueron estadísticamente significativos con
el ANOVA de medidas repetidas procedimos a aplicarles como prueba de Duncan como
post hoc, el valor que tomamos como estadísticamente significativo fue de p<0.05.
VI RESULTADOS.
VI.I RESULTADOS OBTENIDOS DESPUÉS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL
AGONISTA D1 SKF-38393.
VI.I.I FRECUENCIA DE EPISODIOS DE ASEO.
La administración de éste agonista específico para los receptores dopaminérgicos D1
produjo un efecto similar en ambas sublíneas de ratas en la frecuencia de los episodios de
aseo.
El análisis del efecto producido por las drogas sobre las sublíneas muestra que en el
caso de las LY se dio un incremento dosis-dependiente, con las dosis de 0.5, 1, 2 y 4 mg
hubo un incremento no mayor del 50 %, sin existir diferencias estadísticamente
significativas, a las dosis de 8 y 16 mg se incremento la frecuencia de los episodios en un
68 y 79 %, respectivamente, alcanzando diferencias estadísticamente significativas después
de compararse con el grupo tratado con solución salina (F(7,98)=20.01;p<0.001, seguido de
Duncan p<0.01). El incremento máximo obtenido fue de un 131 % y se alcanzó a la dosis
de 32 mg (F(7,98)=20.01;p<0.001, seguido de Duncan p<0.001), véase tabla 1.1.
TABLA 1.1 Frecuencia de episodios de aseo después del tratamiento con diferentes dosis de SKF-38393
Dosis (mg/kg) LY HY
0 20.50 ± 6.03 18.13 ± 4.92 0.5 24.00 ± 5.16 21.75 ± 6.85
1 25.13 ± 5.20 21.50 ± 4.01 2 29.63 ± 3.41 23.63 ± 2.99 4 30.63 ± 6.25 27.88 ± 3.05
8 34.50 ± 6.43● 41.13 ± 5.63◙ 16 36.75 ± 5.77● 49.50 ± 3.26◙ 32 47.50 ± 6.06◙ 43.88 ± 4.19◙
Los símbolos muestran las diferencias estadísticamente significativas entre los grupos tratados con SKF-38393 y su grupo control. ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los datos son la media ± error estándar.
Para el caso de la sublínea HY se notó también un incremento dosis dependiente,
este incremento fue paulatino y no mayor de un 50 % con las dosis de 0.5, 1, 2, y 4 mg/kg
sin ser estadísticamente diferentes respecto a su grupo control, mientras que con las dosis
de 8, 16 y 32 mg/kg el incremento fue de alrededor de un 150 % comparado con el control
y siendo estadísticamente diferente (F(7,98)=20.01; p<0.001, seguido de Duncan p<0.001),
ver tabla 1.1.
Con respecto a la comparación del incremento de las frecuencias de los episodios
entre las sublíneas, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas
(F(1,14)=0.0007;p>0.05), aunque la frecuencia máxima observada en la sublínea HY fue a la
dosis de 16 mg/kg, mientras que para la LY se alcanzó con la dosis de 32 mg/kg, véase
figura1.A.
Dosis de SKF-38393 (mg/kg)0.0 0.5 1.0 2.0 4.0 8.0 16.0 32.0
FREC
UEN
CIA
DE
ASEO
S
10
20
30
40
50
60
LY HY
Figura 1A. Efecto del SKF-38393 sobre el número de episodios de aseo. La frecuencia de episodios de aseo se incremento en la sublíneas LY y HY después de la administración del agonista dopaminérgico D1. Observe en la sublínea HY el ligero decremento de la frecuencia de episodios a la dosis máxima respecto a la frecuencia máxima alcanzada con la dosis de 16 mg/kg lo cual no se observa en las HY. El período de observación fue de 90 min (n=8). Los datos mostrados en los puntos son media ± error estándar. VI.I.II DURACIÓN TOTAL DEL ASEO.
Con respecto a la medición de este parámetro de la conducta de aseo, notamos un
incremento dosis dependiente, en la sublínea LY el incremento fue de un 40 % a la dosis de
0.5 existiendo diferencias estadísticamente significativas respecto a su control
(F(7,98)=63.32;p<0.001; seguido de Duncan p<0.05). En las dosis restantes la duración total
se incremento un 76 % a la dosis de 1 mg/kg, y hasta un 115 % con la dosis de 32 mg
(Duncan p<0.001), véase tabla 1.2.
TABLA 1.2 Comparación del tiempo total del aseo (seg) después del tratamiento con diferentes dosis de SKF-38393.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 664.38 ± 109.03 453.00 ± 63.07 0.5 926.75 ± 109.50* 799.88 ± 91.67 ● 1 1145.88 ± 147.73● 1219.75 ± 68.11 ◙ 2 1355.38 ± 83.67 ◙ 1501.00 ± 90.77 ◙ 4 1619.00 ± 141.24◙ 1825.13 ± 89.46 ◙ 8 1620.88 ± 93.70◙ 2049.75 ±152.64 ◙ 16 1806.13 ± 78.50◙ 2042.50 ± 104.38 ◙ 32 1962.63 ± 182.71◙ 1430.13 ± 120.10 ◙
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas del grupo tratado con SKF-38393 respecto al grupo control. *=p<0.05, ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los valores son la media ± error estándar. n=8.
Con respecto a la sublínea HY se observó un incremento del 76 % a la dosis de 0.5
mg/kg, siendo estadísticamente diferente del grupo control (F(7,98)=63.3;p<0.001, Duncan
p<0.01). A las dosis de 1 mg/kg se observó un incremento que fue de 169 %, mientras que
a la dosis de 8 mg/kg se obtuvo la duración total máxima alcanzada que fue del 350% más
que el control de esta sublínea (Duncan p<0.001), véase tabla 1.2. A la dosis de 32 mg/kg
se notó un decremento respecto de los valores alcanzados con la dosis de 16 mg/kg, sin
embargo la duración total fue de 215 % más que la mostrada por el grupo tratado con agua
inyectable (Duncan p<0.001).
En la comparación entre ambas sublíneas no se observaron diferencias
estadísticamente significativas, aunque a la dosis de 8 mg/kg se obtuvo un incremento
mayor en la sublínea HY respecto de la LY, mientras que a la dosis de 32 mg/kg en la
sublínea HY se observo un decremento respecto a lo alcanzado con las dosis de 8 y 16
mg/kg, y en el caso de la sublínea LY se sigue incrementando, véase figura 1B.
Dosis de SKF-38393 (mg/kg)0.0 0.5 1.0 2.0 4.0 8.0 16.0 32.0
TIEM
PO T
OTA
L D
E AS
EO (s
eg)
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
2000
2200
2400
LY HY
Figura 1B. Efecto de la administración sistémica de SKF-38393 sobre la duración total del aseo. En círculos negros se ve el efecto dosis dependiente de la droga sobre el tiempo de aseo para la sublínea LY, en círculos vacíos puede notarse el efecto del SKF-38393 para la sublínea HY. El efecto máximo alcanzado es a la dosis de 8 mg/kg, mientras que a las dosis subsiguientes se observa un decremento en el tiempo empleado en aseo. El tiempo de observación fue de 90 min (n=8). Los datos graficados son la media ± error estándar.
VI.I.III DURACIÓN PROMEDIO DE LOS EPISODIOS DE ASEO.
Con respecto al cálculo de éste parámetro notamos que el efecto de la droga es
diferente entre ambas sublíneas. En las ratas LY se observó que esta no varía en gran
proporción, ya que el incremento máximo fue del 52 % y con la dosis de 4 mg/kg, dosis que
estadísticamente marca diferencias al comparase con el grupo tratado con el control
(F(7,98)=8.3;p<0.001; seguido de Duncan p<0.05). A las dosis de 8 y 16 mg/kg se
incremento en un 35 y 40 % respectivamente comparado con su control, mientras que a la
dosis de 32 mg/kg solo se incremento un 8 % respecto de los valores basales. En el caso de
la sublínea HY se observó un incremento marcado que fue del 68 % a la dosis de 0.5
mg/kg, siendo estadísticamente significativo (F(7,98)=8.3;p<001; seguido de Duncan
p<0.01). Este efecto se incremento y osciló entre los 124 y 100 % entre las dosis de 1, 2 y
4 mg/kg (Duncan p<0.001), a la dosis de 8 mg/kg el incremento fue del 71 % comparado
con el grupo control siendo estadísticamente distinto de su grupo control (Duncan p<0.01).
A las dosis de 16 y 32 mg/kg la duración promedio fue muy similar a la presentada por el
grupo control, véase tabla 1.3.
TABLA 1.3 Duración promedio (seg) de los episodios de aseo después del tratamiento con diferentes dosis de SKF-38393.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 39.79 ± 5.04 31.53 ± 5.19 0.5 43.59 ± 5.52 53.28 ± 10.50● 1 50.73 ± 4.77 69.60 ± 11.07◙ 2 47.85 ± 2.80 63.68 ± 7.43◙ 4 60.73 ± 5.73* 70.69 ± 7.62◙ 8 53.92 ± 6.36 54.23 ± 7.77● 16 56.01 ± 6.70 42.81 ± 4.27 32 43.19 ± 3.94 33.22 ± 2.20
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas de la droga respecto del grupo control. *=p<0.05, ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los valores son la madia ± error estándar. n=8.
En el caso de la sublínea HY se presentó un mayor incremento con las primeras
cinco dosis de SKF 38393, mientras que se obtuvo un decremento a las dos dosis más altas
del fármaco. En las LY se dió un incremento paulatino y se observa un decremento solo a la
dosis máxima de 32 mg/kg (Figura 1C).
La comparación entre ambas sublíneas muestra que no existen diferencias
(F(1,14)=0.2;p>0.5), aunque el efecto de incremento de la duración promedio es más
pronunciado en las HY que en las LY, y de la misma forma, el decremento se presento
primero en las HY (Figura 1C).
Dosis de SKF-38393 (mg/kg)0.0 0.5 1.0 2.0 4.0 8.0 16.0 32.0
DU
RAC
IÓN
PR
OM
EDIO
DE
ASEO
20
30
40
50
60
70
80
90 LY HY
Figura 1C. Efecto del SKF-38393 sobre la duración promedio de los episodios de aseo en las ratas LY y HY. Note que la duración promedio de los episodios de aseo no se modificó en ninguna de las dos sublíneas de ratas Sprague-Dawley por el agonista dopaminérgico. El periodo de observación fue de 90 min. (n=8). Las barras muestran la media ± el error estándar.
VI.I.IV FRECUENCIA DE BOSTEZOS.
El SKF-38393 mostró efectos diferentes sobre la frecuencia bostezo en ambas
sublíneas. A) En el caso de la sublínea LY se notó un decremento del 43 % con las dosis de
0.5 y de 1 mg/kg. Con las dosis restantes se observó un oscilamiento en el porcentaje de
efecto entre un 27 % menos y un 46 % de incremento respecto del control. Sin embargo, las
frecuencias de bostezo obtenidas en la sublínea LY mostraron diferencias estadísticamente
significativas respecto a su grupo control cuando fueron analizadas con el analisis de
varianza (F(7,98)=4.49;p<0.001), pero no cuando fueron analizadas con la prueba post hoc
(Tabla 1.4). B) En el caso de la sublínea HY, en la que se observa una alta frecuencia de
bostezos en el grupo tratado con agua inyectable, se ve a lo largo del tratamiento una
disminución en la frecuencia de bostezos (Tabla 1.4), a las dosis de 0.5 y 1 mg/kg se obtuvo
una disminución de un 31 y 33 %, respectivamente (F(7,98)=4.49;p<0.001, seguido de
Duncan p<0.05), con la dosis siguientes la inhibición se incremento en un 49 %, mientras
que para la dosis de 4 mg/kg fue de un 65 % (Duncan p<0.001). Con la administración de 8
mg/kg se notó una inhibición de 46 % (Duncan p<0.01). El grado de inhibición máxima
alcanzada en estos experimentos fue de un 91 % y se alcanzó con la dosis de 32 mg/kg, que
al igual que con la dosis de 16 mg/kg en donde la inhibición fue del 76 %, se obtuvieron los
mayores porcentajes de inhibición (Duncan p<0.001, Tabla 1.4).
TABLA 1.4 Frecuencia de bostezos antes y después del tratamiento con diferentes dosis de SKF-38393.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 6.50 ± 2.71 35.38 ± 11.33 0.5 3.75 ± 1.41 24.63 ± 7.29* 1 3.75 ± 1.79 24.00 ± 2.21* 2 6.38 ± 2.76 18.25 ± 6.04◙ 4 4.75 ± 1.88 16.00 ± 3.95◙ 8 9.00 ± 4.84 19.25 ± 4.26● 16 9.50 ± 5.00 8.75 ± 3.92◙ 32 5.00 ± 1.77 3.25 ± 1.69◙
Los símbolos muestran el valor de las diferencias estadísticas alcanzadas al comparar a los grupos tratados contra el grupo control (n=8). *=p<0.05, ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los valores son media ± error estándar.
En lo que concierne a las diferencias entre ambas sublíneas de la cepa Sprague-
Dawley, podemos notar en la gráfica 1D, que estas se presentaron desde los grupos tratados
con solución salina dado que la selección de nuestras sublíneas se basa en dicho parámetro
conductual (Urbá-Holmgren y cols., 1990). Entre estos grupos se alcanzó una diferencia en
la frecuencia de bostezo estadísticamente significativa (F(1,14)=6.24;p<0.05, seguido de
Duncan p<0.001), a las dosis de 0.5 y 1 mg/kg se mantuvieron las diferencias entre ambas
sublíneas (Duncan p<0.001), a pesar de que se produjo una inhibición de la frecuencia de
bostezo en ambas sublíneas. En las dosis restantes, la frecuencia de bostezos para la
sublínea LY se mostró un incremento con las dosis bajas y en las HY se obtuvo siempre un
decremento respecto a la frecuencia mostrada por el grupo control, de tal forma que a las
dosis de 2, 4 y 8 mg/kg se presentaron diferencias estadísticamente significativas (Duncan
p<0.05). Finalmente, con la frecuencia del bostezo observada después de la administración
de esta droga podemos mencionar que para las dosis más altas que administramos que
fueron de 16 y 32 mg/kg no se observan diferencias estadísticamente significativas entre
ambas sublíneas, aunque podemos notar que la frecuencia fue menor en la sublínea HY
respecto a su grupo control y en el caso de la LY no se observan grandes cambios respecto
a la frecuencia obtenida al administrar solución salina.
Dosis de SKF-38393 (mg/kg)0.0 0.5 1.0 2.0 4.0 8.0 16.0 32.0
FREC
UEN
CIA
DE
BOST
EZO
0
10
20
30
40
50
LY HY
***
****** *
**
Figura 1D. Efecto del SKF-38393 en la frecuencia de bostezos observados en las dos sublíneas de ratas Sprague-Dawley. En el caso de la sublínea HY note el decremento dosis dependiente, mientras que en la LY las frecuencias de bostezo oscilaron poco respecto al grupo control. El período de observación fue de 90 min (n=8). (F(1,14)=6.24,p<0.05, seguido de Duncan *=p<0.05, ***=p<0.001. Los datos graficados son la media ± error estándar.
VI.I.V FRECUENCIA DE ERECCIONES DEL PENE.
La administración sistémica de SKF-38393 produjo efectos variables en ambas
sublíneas de ratas. A) En el caso de la sublínea LY se observó un incremento del 80 % a la
dosis de 0.5 mg/kg, muy similar al alcanzado para la dosis de 16 mg/kg en donde el
incremento fue del 98 % siendo el máximo alcanzado para esta sublínea sin diferencias
significativas respecto al grupo control. Para las dosis restantes el porcentaje fue muy
similar a lo obtenido en el grupo control. B) En el caso de la sublínea HY se observó un
incremento porcentual del 72 % a la dosis de 16 mg/kg respecto a su grupo control (n.s.),
mientras que a la dosis de 0.5 y 32 mg/kg se notó la frecuencia mínima en estas sublíneas,
ya que se inhibió en un 46 % (n.s.).
Al compar ambas sublíneas, las dosis de 1, 2 y 4 mg/kg se mostráron un decremento
en las frecuencias de erecciones del pene en la sublínea LY, mientras que en las HY se
observa un incremento con respecto a su grupo control (Figura 1D), lo cual marco
diferencias estadísticamente significativas entre ambas sublíneas, en el caso de las dosis de
1 y 2 mg/kg se alcanzó de diferencias significativas (F(1,14)=16.75;p<0.01; seguida de
Duncan p<0.05), con la dosis de 4 mg/kg éste efecto se acentúo (Duncan p<0.01).
Dosis de SKF-38393 (mg/kg)0.0 0.5 1.0 2.0 4.0 8.0 16.0 32.0
FREC
UEN
CIA
DE
EREC
CIO
NES
DEL
PEN
E
0
1
2
3
4
LY HY
* *
**
Figura 1E. Efecto del SKF-38393 en las erecciones del pene en las sublíneas de ratas LY y HY. El tiempo de observación fue de 90 min. (n=8). Los símbolos muestran los valores de significancia (F(1,14)=16.75;p<0.01, seguida de Duncan *=p<0.05, **=p<0.01. Los datos graficados son la media ± el error estándar.
VI.II ADMINISTRACIÓN DEL AGONISTA ESPECIFICO D2 QUINPIROLE.
VI.II.I FRECUENCIA DE EPISODIOS DE ASEO.
Como puede observarse en la gráfica 2.1 las sublíneas presentan diferentes
respuestas ante el agonista específico dopaminérgicos D2 quinpirole. A) En la sublínea LY
se observó un decremento dosis dependiente, teniendo una inhibición del 28% a la dosis de
25 µg, mientras que a la dosis de 50 µg/kg la disminución fue de un 56% respecto al
control (F(4,40)=9.92; p<0.001, seguido de Duncan p<0.01). A las dosis de 100 y 200 µg/kg
el efecto fue menor respecto al grupo control, con un 74% y un 80%, respectivamente
(Duncan p<001, Tabla 2.1). B) Para el caso de la sublínea HY el efecto también fue
inhibitorio siendo de un 30 % a la dosis de 25 µg/kg siendo estadísticamente diferente
respeto al grupo control (Duncan p<0.05), mientras que a la dosis de 50 µg/kg esa
inhibición fue apenas de un 19%, a las dosis de 100 y 200 µg/kg se incrementaron a 41% y
43%, respectivamente (Duncan p<0.01). A pesar de la inhibición diferencial entre las
sublíneas, en ambas se vio la inhibición máxima con la dosis de 200 µg/kg (Tabla 2.1).
TABLA 2.1. Frecuencias de episodios de aseo antes y después del tratamiento con quinpirole en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (μg/kg) LY HY
0 14.00 ± 2.99 20.50 ± 3.42 25 10.17 ± 1.56 14.33 ± 1.80* 50 6.17 ± 0.79● 16.67 ± 2.28 100 3.67 ± 0.67◙ 12.17 ± 2.43● 200 2.83 ± 0.91◙ 11.67 ± 3.23●
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas al comparar los grupos tratados con droga contra el grupo control. *=p<0.05, ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los datos son media ± error estándar.
Se puede observar que se presentaron diferencias entre sublíneas en la frecuencia de
los episodios de aseo presentados, además, esas diferencias se mantuvieron durante toda la
fase experimental, excepto a la dosis de 25 µg/kg en donde el grado de inhibición fue
similar en ambas sublíneas (F(1,10)=12.40;p<0.01, seguido de Duncan p<0.05). A la dosis
de 50 μg/kg se obtuvo la máxima diferencia entre ambas sublíneas (Duncan p<0.001),
mientras que a dosis más altas 100 y 200 μg/kg se mantuvieron las diferencias (Duncan
p<0.01, Figura 2.A).
Dosis de Quinpirole (µg/kg)
0 25 50 100 200
FREC
UEN
CIA
DE
ASEO
S
0
5
10
15
20
25
30 LY HY
*
***
** **
Figura 2.A. Efecto del quinpirole sobre la frecuencia de los episodios de aseo en las sublíneas de ratas LY y HY. Observe las diferencias entre sublíneas en la respuesta cuando se administra la misma dosis de droga. El tiempo de observación fue de 90 min. (n=6). Los valores de diferencias estadísticamente significativas fueron (F(1,10)=12.40;p<0.01, seguido de Duncan *=p<0.05, **=p<0.01, ***=p<0.001. Los datos graficados son la media ± error estándar.
VI.II.II DURACIÓN TOTAL DEL ASEO.
Con respecto a este parámetro se observó desde el inicio una diferencia entre ambas
sublíneas. A) El efecto de la droga fue inhibitorio para el caso de la sublínea LY en forma
dosis dependiente, aunque una inhibición del 69% del tiempo empleado en el aseo se
observó desde la administración de la primera dosis de quinpirole que fue de 25 µg/kg, con
50 µg/kg el decremento fue de un 79% sin ser este estadísticamente significativo. El efecto
inhibitorio máximo se obtuvo con la dosis de 200 µg/kg siendo de un 93% el cual fue muy
similar al alcanzado con la dosis de 100 µg/kg marcando diferencias respecto al control
(F(4,40)=46.47; p<0.001, seguido de Duncan p<0.001).
B) En la sublínea HY se notó un decremento del 64% con la dosis de 25 µg/kg, y al
igual que en la sublínea LY, las dosis de 100 y 200 µg/kg mostraron el máximo efecto
incrementando en un 81% y un 85% del control respectivamente (F(4,40)=46.47;p<0.001,
seguido de Duncan p<0.001), véase tabla 2.2.
TABLA 2.2 Tiempos empleados en el aseo antes y después del tratamiento con quinpirole en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (μg/kg) LY HY
0 360.50 ± 40.95 530.67 ± 63.59 25 113.33 ± 36.51 ◙ 201.00 ± 29.70 ◙ 50 77.67 ± 10.88 ◙ 257.00 ± 49.79 ◙ 100 31.50 ± 4.98 ◙ 101.50 ± 18.24 ◙ 200 28.67 ± 9.53 ◙ 82.33 ± 21.86 ◙
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas resultantes de la comparación entre los grupos tratados y solución salina. ◙=p<0.001. Los datos son la media ± error estándar.
El tratamiento estadístico comparando los efectos en ambas sublíneas de ratas
mostró que solo en los grupos controles y la dosis de 50 µg/kg se notaron diferencias
estadísticamente significativas (F(1,10)=21.78;p<0.001, seguido de Duncan p<0.001). Las
duraciones del tiempo de aseo fueron inhibidas en forma dosis dependiente en ambas
sublíneas, aunque con la dosis de 50 µg/kg se observó una mayor inhibición para la
sublínea LY que para la HY existiendo diferencias estadísticamente significativas al
compararse entre ellas (Duncan p<0.001). A las dosis de 100 y 200 µg/kg se obtuvieron las
inhibiciones máximas alcanzadas en ambas sublíneas sin ser diferentes estadísticamente
(Figura 2B.)
Dosis de Quinpirole (µg/kg)
0 25 50 100 200
TIEM
PO T
OTA
L D
E AS
EO (s
eg)
0
100
200
300
400
500
600
700
LY HY
***
***
Figura 2B. Efecto del quinpirole sobre el tiempo total de aseo en ambas sublíneas de ratas. En las dos sublíneas el decremento es dosis dependiente. El tiempo de observación fue de 90 min (n=6). Los símbolos muestran el grado de significancia estadística (F(1,10)=21.78;p<0.001, seguido de Duncan ***=p<0.001. Los datos graficados son la media ± error estándar.
VI.II.III DURACION PROMEDIO DE LOS EPISODIOS DE ASEO.
De la misma forma que la frecuencia de los episodios de aseo, la duración promedio
se vio afectada en forma inhibitoria y de manera dosis dependiente en ambas sublíneas.
A) El efecto inhibitorio en la sublínea LY fue de un 65% a la dosis de 25 µg/kg,
muy similar a la mostrada a la dosis de 50 µg/kg que fue de un 61%, mientras que con la
dosis de 100 µg/kg se obtuvo una inhibición del 70% (F(4,40)=6.57;p<0.001, seguida de
Duncan p<0.01). En el caso de la dosis de 200 µg/kg la inhibición fue de tan solo el 49%,
siendo diferente respecto al grupo control (Duncan p<0.05), Tabla 2.3.
B) En la sublínea HY se notó también un decremento dosis dependiente, a la dosis
de 25 µg/kg se obtuvo una inhibición del 50%, muy similar al 55% mostrado con la dosis
de 50 µg/kg. Sin embargo con dosis de 100 µg/kg la inhibición fue de un 78% y con la
dosis de 200 µg/kg de un 75%, estas disminuciones mostradas tuvieron diferencias
estadísticamente significativas (F(4,40)=6.57;p<0.001, seguido de Duncan p<0.01), Tabla
2.3.
TABLA 2.3. Tiempos promedios (seg) obtenidos para los episodios de aseo en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (μg/kg) LY HY
0 32.97 ± 8.78 27.68 ± 3.42 25 11.54 ± 3.12● 14.50 ± 1.96 50 13.03 ± 1.61● 15.49 ± 1.95 100 10.03 ± 2.10● 8.90 ± 1.52* 200 16.86 ± 10.98* 7.07 ± 0.67●
Los símbolos muestran las diferencias estadísticamente significativas de los grupos tratados comparados con el control. *=p<0.05, ●=p<0.01. Los valores son la media ± error estándar.
El efecto inhibitorio se observa desde la administración de la primera dosis con 25
µg/kg, a dosis crecientes sucesivas: 50, 100 y 200 µg/kg la inhibición es parecida a las
obtenidas con la primera dosis aunque finalmente se alcanzó el mayor efecto inhibitorio
con la dosis de 200 µg/kg para el caso de la sublínea LY, a diferencia de la sublínea HY
donde se obtuvo un ligero incremento pero con una gran dispersión de los datos (Figura
2C).
Dosis de Quinpirole (µg/kg)
0 25 50 100 200DU
RAC
IÓN
PR
OM
EDIO
DEL
ASE
O (s
eg)
0
10
20
30
40
50
LY HY
Figura 2C. Efecto del quinpirole sobre la duración promedio de aseo en ambas sublíneas de ratas de la cepa Sprague-Dawley. Note que el efecto del quinpirole fue muy parecido en ambas sublíneas. El período de observación fue de 90 min (n=6). Se graficaron la media ± error estándar.
VI.II.IV EFECTO DEL QUINPIROLE SOBRE LA FRECUENCIA DE BOSTEZOS.
El efecto del quinpirole sobre la aparición del bostezo en ambas sublíneas fue
diferente. A) En el caso de la sublínea LY se vio un incremento 9 veces en la frecuencia de
bostezo respecto al grupo control con la dosis de 25 µg/kg (F(4.40)=69.72;p<0.001, seguida
de Duncan p<0.05), con las dosis de 50 y 100 µg/kg se obtuvo un incremento que fue de 14
y 11 veces más respecto a su grupo control (Duncan p<0.001). Finalmente, en la dosis de
200 µg/kg el incremento en la frecuencia de bostezos fue de 7 veces más que el control
(Duncan p<0.01, Tabla 2.4).
B) Para la sublínea HY se alcanzó la frecuencia máxima de bostezos a la dosis de 50
µg/kg, esta fue de 10 veces mayor que el control, mientras que para las dosis de 25 y 100
µg/kg se incremento 7 y 4 veces (F(4,40)=69.78;p<0.001, seguido de Duncan p<0.001). Por
último, a la dosis de 200 µg/kg mostró poca variación respecto al grupo tratado con
solución salina (Tabla 2.4).
TABLA 2.4. Frecuencia de bostezo antes y después del tratamiento con quinpirole en las sublíneas LY y HY.
Dosis (μg/kg) LY HY
0 3.50 ± 1.06 11.67 ± 1.98 25 32.67 ± 5.86 ● 103.83 ± 9.45◙ 50 49.33 ± 2.94 ◙ 129.50 ± 14.77◙ 100 41.50 ± 2.42 ◙ 47.83 ± 6.76◙ 200 27.33 ± 6.82 ● 23.17 ± 4.81
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas entre los grupos tratados con droga comparados contra su grupo control. ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los datos son la media ± error estándar.
Las dosis de 25 y 50 µg/kg produjeron un mayor incremento en la frecuencia de
bostezo en la sublínea HY comparado con la LY siendo estadísticamente diferentes entre
ambas sublíneas (F(1,10)=22.62;p<0.001, seguida de Duncan p<0.001), por su parte para las
dosis de 100 y 200 µg/kg se observo una frecuencia similar de bostezo en las dos sublíneas
(n.s.), Figura 2D.
Dosis de Quinpirole (µg/kg)
0 25 50 100 200
FREC
UEN
CIA
DE
BOST
EZO
0
20
40
60
80
100
120
140
160
LY HY
***
***
Figura 2D. Frecuencia de bostezo después de la administración de diferentes dosis de quinpirole. Observe el mayor incremento de las frecuencias en la sublínea HY a las dosis de 25 y 50 µg/kg mientras que a las dosis siguientes se obtuvo un decremento, en el caso de la sublínea LY se observo un incremento permanentemente con las distintas dosis administradas. Tiempo de observación 90 min (n=6). Los símbolos muestran los valores estadísticamente significativos (F(1,10)=22.62;p<0.001, seguido de Duncan ***=p<0.001. Se graficaron la media ± error estándar.
VI.II.V FRECUENCIA DE RECCIONES DEL PENE.
A) El efecto del quinpirole sobre las erecciones del pene en la sublínea LY tuvo
como resultado un incremento, para la dosis de 25 µg/kg se obtuvo un incremento de 32
veces por encima del grupo control, mientras que a la dosis de 50 µg/kg el incremento fue
de 40 veces encima del valor. Finalmente a las dosis de 100 y 200 µg/kg el incremento
obtenido fue de 15 y 8 veces comparado con el grupo. Sin embargo, a pesar de esos
incrementos muy marcados no se muestran diferencias estadísticamente significativas al
compararlas con su grupo control (Tabla 2.5).
B) En el caso de la sublínea HY también se observaron incrementos en la frecuencia
de erecciones del pene, a la dosis de 25 µg/kg se incremento 5 veces, mientras que a la
dosis de 50 µg/kg el incremento fue de 6 veces respecto del grupo control. En ambos casos
se notaron diferencias estadísticas al compararse con el grupo control
(F(4,40)=11.08;p<0.001, seguida de Duncan p<0.001), a la dosis de 100 µg/kg la frecuencia
de las erecciones se vio incrementada 4 veces respecto al grupo inyectado con solución
salina (Duncan p<0.01), por último, en la dosis de 200 µg/kg se cuantificaron frecuencias
muy similares al de su grupo control (n.s.), (Tabla 2.5).
TABLA 2.5. Efecto del quinpirole sobre la frecuencia de ereccione de pene en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (μg/kg) LY HY
0 0.02 ± 0.00 0.33 ± 0.21 25 0.67 ± 0.33 2.17 ± 0.31◙ 50 0.83 ± 0.17 2.50 ± 0.43◙ 100 0.33 ± 0.21 1.83 ± 0.60●
200 0.17 ± 0.17 0.33 ± 0.33
Los símbolos muestran las diferencias estadísticamente significativas de los grupos tratados con quinpirole comparados con su grupo control. ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los datos son la media ± error estándar.
De la misma manera que la frecuencia de bostezos, la comparación entre los grupos
control no mostró una diferencia estadísticamente significativa entre ambas sublíneas, solo
que en el caso de la sublínea HY se presentaron erecciones a diferencia de las LY en donde
no se registraron (Tabla 2.5).
La dosis de 50 µg/kg produjo la frecuencia máxima en las erecciones del pene en
ambas sublíneas de ratas, sin embargo, para la sublínea LY el incremento en las frecuencias
fue menor que para el caso de las HY que tuvo un promedio de hasta 2.5 erecciones de
pene después de la administración de la droga, lo cual se vio reflejado en las diferencias
estadísticamente significativas al compararse con su control (F(4,40)=11.08;p<0.001,
seguida de Duncan p<0.001), véase figura 2E.
A las dosis de 25 y 100 µg/kg el incremento en las frecuencias de las erecciones del
pene en ambas sublíneas de ratas fue cercana a la alcanzada por las dosis de 50 µg/kg,
teniendo diferencias estadísticamente significativas en la comparación entre sublíneas
(F(1,10)=15.75, seguida de Duncan p<0.01), mientras que a la dosis de 200 µg/kg la
frecuencia de las erecciones del pene se vio reducida a un nivel similar en ambas sublíneas
(Figura 2E).
Dosis de Quinpirole (µg/kg)
0 25 50 100 200
FREC
UEN
CIA
DE
EREC
CIO
NES
DEL
PEN
E
-1
0
1
2
3
4 LY HY
*****
**
Figura 2E. Efecto del quinpirole sobre la frecuencia de erecciones de pene en las sublíneas de ratas LY y HY. Note el mayor incremento de erecciones del pene en las ratas HY con las dosis de 25 y 50 µg/kg, aunque con la misma dosis se alcanzo también la frecuencia máxima en la sublínea LY la magnitud del incremento fue menor. Tiempo de observación 90 min (n=6). Los asteriscos muestran el grado de significancia estadística (F(1,40)=15.75;p<0.05, seguido de Duncan *=p<0.05, **=p<0.01, ***=p<0.001. Se graficaron la media ± error estándar.
VI.III ADMINISTRACIÓN DE LA D-ANFETAMINA.
VI.III.I FRECUENCIA DE EPISODIOS DE ASEO.
La administración del agonista dopaminérgico indirecto indujo un incremento en las
frecuencias de episodios de aseo en ambas sublíneas. A) En el caso de la sublínea LY se
obtuvo un incremento de un 17% en los grupos tratados con las dosis de 250 µg/kg, para la
dosis de 1,000 µg/kg el incremento fue de un 68 %, siendo en esta dosis donde se obtuvo el
incremento máximo, la administración de 1,750 µg/kg el número de episodios de aseo
incremento un 34 % con respecto a su grupo control. Aunque se dieron incrementos en las
frecuencias del número de episodios de aseo al administrar las dosis más bajas de D-
anfetamina existen diferencias estadísticamente significativas únicamente cuando se hizo el
análisis de varianza, mientras que cuando se hace la prueba post hoc no se observan
diferencias estadisticamente significativas al comparar los grupos tratados contra el grupo
control (F(4,40)=5.32;p<0.01, seguida de Duncan p>0.05). Finalmente, a la dosis máxima
que fue de 2,500 µg/kg se observó un decremento del 39 % respecto al control (n.s.), Tabla
3.1.
B) En la sublínea HY la frecuencia se incrementó en todas las dosis respecto al
grupo tratado con solución salina, a las dosis de 250 y 750 µg/kg se observaron
incrementos de alrededor de un 60 % respecto al control (F(4,40)=5.32;p<0.01, seguido de
Duncan p<0.05). De la misma forma que para la sublínea de bajo bostezo, en las HY a la
dosis de 1,000 µg/kg se notó la frecuencia máxima del número de episodios de aseo, ya que
se incremento un 87 % (Duncan p<0.01), por ultimo, a la dosis de 2,500 µg/kg no se
observo cambio respecto de su control (Tabla 3.1).
TABLA 3.1 Se muestran las frecuencias de episodios de aseo antes y después del tratamiento con D-anfetamina en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 7.83 ± 1.08 11.83 ± 1.35 250 9.17 ± 1.25 18.83 ± 4.51* 1000 13.17 ± 2.39 22.17 ± 3.39● 1750 10.50 ± 1.88 18.67 ± 3.89*
2500 4.83 ± 1.17 13.17 ± 2.21
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas de los grupos tratados con D-anfetamina comparados con su grupo control. Los símbolos muestran el valor de la diferencia estadísticamente significativa al compararse con su grupo control *=p<0.05, ●=p<0.01. Los datos son la media ± error estándar.
La administración de la D-anfetamina en nuestras sublíneas mostró un efecto
creciente en las frecuencias a dosis bajas en ambos grupos de ratas. Con la administración
de 250 µg/kg se observó un efecto diferencial entre ambas sublíneas (F(1,10)=10.57;p<0.01,
seguida de Duncan p<0.01), aunque a la dosis de 1,000 µg/kg se alcanzó la máxima
frecuencia de episodios de aseo en ambos grupos respecto de su control (Duncan p<0.05).
Las frecuencias de episodios de aseo a las dosis de 1,750 y 2,500 µg/kg mostraron una
disminución de los valores respecto a los alcanzados con las dosis bajas, teniendo ambas
sublíneas una disminución muy similar respecto al grupo control (Duncan p<0.05), (Figura
3).
Dosis de D-Anfetamina (µg/kg)
0 250 1000 1750 2500
FREC
UEC
IA D
E AS
EOS
0
5
10
15
20
25
30 LY HY
***
*
*
Figura 3.A El efecto del agonista indirecto D-anfetamina sobre los episodios de aseo en las dos sublíneas de ratas de la cepa Sprague-Dawley. Note que a la dosis más baja, el incremento de los episodios es mayor en la sublínea HY que en la LY, mientras que a las dosis siguientes el comportamiento de las curvas de frecuencia fue muy similar. Periodo de observación 90 min (n=6). Los asteriscos muestran el valor de diferencias estadísticamente significativas entre las sublíneas: (F(1,10)=10.79;p<0.01, seguido de Duncan *=p<0.05, **=p<0.01. media ± error estándar.
VI.III.II DURACIÓN TOTAL DEL ASEO. La administración de este agonista trajo como consecuencia la disminución del
tiempo total empleado en el aseo, esta disminución fue mayor al incrementarse las dosis de
D-anfetamina. A) En la sublínea LY se notó unicamente a la dosis de 250 µg/kg un
incremento del 11 % respecto a su grupo control, a la dosis de 1,000 µg/kg hubo un ligero
decremento del 6 % respecto al valor obtenido con solución salina, mientras que para las
dosis de 1,750 se notó un decremento de un 60 % teniendo diferencias estadísticamente
significativas (F(4,40)=9.02;p<0.001, seguido de Duncan p<0.05), y con 2,500 µg/kg el
decremento alcanzo un 84 % (Duncan p<0.01), Tabla 3.2.
B) En el caso de la sublínea HY disminuyó un 21 % el tiempo de aseo con la dosis
de 250 µg/kg, con la administración de 1,000 disminuyo 16 % y con 1,750 µg/kg la
inhibición fue de un 25 % con respecto al grupo control (n.s.). Al administrar 2,500 µg/kg
D-anfetamina se observo una disminución del 65 % en el tiempo utilizado en aseo
(F(4,40)=9.02;p<0.001, seguido de Duncan p<0.01), Tabla 3.2.
TABLA 3.2 Se muestran el tiempo de aseo que utilizaron las ratas antes y después del tratamiento con D-anfetamina en las sublíneas de ratas LY y HY.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 319.83 ± 48.81 378.67 ± 80.49 250 357.50 ± 52.99 300.83 ± 68.95 1000 302.17 ± 74.87 320.00 ± 54.58
1750 132.50 ± 15.09* 275.33 ± 51.54 2500 53.00 ± 11.71● 129.00 ± 22.92●
Los símbolos muestran los grados de las diferencias estadísticamente significativas al comparar los grupos tratados con droga contra su grupo control. *=p<0.05, ●=p<0.01. Los datos son la media ± error estándar.
Cabe destacar que a la dosis de 250 µg/kg de D-anfetamina el efecto obtenido fue
antagónico, ya que en la sublínea LY se incrementa el tiempo de aseo y se inhibió en la
sublínea HY. Posteriormente se observa una inhibición en el tiempo utilizado en el aseo en
ambas sublíneas, siendo mayor en la LY que en la HY. A pesar de esas diferencias no se
notaron diferencias estadísticas entre las sublíneas (F(1,10)=1.48;p>0.5), Figura 3B.
Dosis de D-Anfetamina (µg/kg)
0 250 1000 1750 2500
TIEM
PO T
OTA
L D
E AS
EO (s
eg)
0
100
200
300
400
500 LY HY
Figura 3B. Efecto de la D-anfetamina sobre el tiempo utilizado en aseo por las ratas de las sublíneas de la cepa Sprague-Dawley. Note que a la dosis más baja de droga se incrementa el tiempo en la sublínea LY mientras que para la HY se obtuvo una inhibición. La respuesta presentada con las dosis altas fue de una inhibición mayor para la sublínea LY, aunque no se observaron diferencias estadísticamente significativas. El periodo de observación fue de 90 min (n=6). Las datos graficados fueron la media ± error estándar.
VI.III.III DURACIÓN PROMEDIO DE LOS EPISODIOS DE ASEO.
En éste parámetro se notó una disminución en forma dosis dependiente muy similar
para ambas sublíneas, la máxima inhibición se alcanzó a la dosis más alta.
A) En la sublínea LY se observó un valor muy similar entre el grupo control y el
tratado con 250 µg/kg de D-anfetamina, mientras que a la dosis de 1,000 µg/kg se obtuvo
un decremento de 48 % respecto al basal (F(4,40)=19.63;p<0.001, seguido de Duncan
p<0.001), en tanto que a la dosis de 1,750 µg/kg la inhibición fue de un 54 %, muy similar
a la porcentaje obtenido con la dosis de 2,500 µg/kg que fue de un 69 % (Duncan p<0.001,
Tabla 3.3). B) Por otra parte, la sublínea HY presentó grandes cambios desde la
administración de la dosis de 250 µg/kg, en la que se presento una inhibición del 49 %, la
que se mantuvo constante con las dosis de 1,000 y 1,750 µg/kg (F(4,40)=19.63;p<0.001,
seguida de Duncan p<0.001), en el caso de la administración de 2,500 µg/kg observamos la
inhibición máxima que fue de 70 % respecto a la basal (Duncan p<0.001), Tabla 3.3.
TABLA 3.3 Tiempo promedio (seg) para episodio de aseo después del tratamiento con D-anfetamina en las ratas LY y HY.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 43.22 ± 6.15 32.63 ± 5.42 250 40.40 ± 6.64◙ 16.81 ± 2.51●
1000 22.83 ± 2.50◙ 14.96 ± 1.73● 1750 13.83 ± 1.87◙ 15.02 ± 1.31● 2500 10.88 ± 3.62◙ 10.12 ± 1.43◙
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas de los grupos tratados con droga comparados con su grupo control. ●=p<0.01, ◙=p<0.001. Los datos son media ± error estándar.
Con respecto a la comparación entre ambas sublíneas, se observaron diferencias
estadísticamente significativas únicamente a la dosis de 250 µg/kg (F(1,10)=7.51; p<0.05,
seguido de Duncan p<0.001), el efecto fue mayor en la sublínea LY respecto de la HY. En
las dosis siguientes se notó una disminución muy similar en ambas sublíneas, Figura 3C.
Dosis de D-Anfetamina (µg/kg)
0 250 1000 1750 2500DU
RAC
IÓN
PR
OM
EDIO
DEL
ASE
O (s
eg)
0
10
20
30
40
50
60 LY HY
***
Figura 3C. Efecto de la D-anfetamina sobre la duración promedio de aseo en ambas sublíneas de ratas. Puede notarse la drástica reducción en el promedio para los episodios de aseo en la sublínea HY a diferencia de la sublínea LY. Tiempo de observación de 90 min (n=6). El símbolo muestra el grado de diferencias estadísticamente significativas (F(1,10)=7.51;p<0.05, seguido de Duncan ***p<0.001. Las datos graficados fueron la media ± error estándar. VI.III.IV FRECUENCIA DE BOSTEZOS.
La frecuencia de bostezos se vio afectada en forma diferencial en nuestras dos
sublíneas. A) En el grupo de las LY se notó un incremento similar de 166 y 187 % para las
dosis de 250 y 1,000 µg/kg respectivamente. Para las dosis de 1,750 y 2,500 µg/kg
observamos un efecto antagónico al mostrado por las dos primeras dosis, ya que inhibió los
bostezos, un 63 y un 70 % (F(4,40)=5.54;p<0.01, seguida de Duncan p>0.05), Tabla 3.4.
B) En la sublínea HY se obtuvo con la dosis de 250 µg/kg un incremento del 14 %
comparado con su control, mientras que a las dosis de 1,000 y 1,750 µg/kg se obtuvo un
decremento con respecto a su grupo basal (n.s.). Mientras que con la dosis de 2,500 µg/kg
se dio un decremento de un 93 % (Duncan p<0.001), Tabla 3.4.
TABLA 3.4 Frecuencias de bostezos de las ratas LY y HY antes y después del tratamiento con D-anfetamina.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 4.00 ± 2.18 26.33 ± 7.59 250 10.67 ± 3.20 30.17 ± 6.18 1000 11.50 ± 5.53 20.50 ± 4.79 1750 1.50 ± 0.62 25.83 ± 4.03 2500 1.17 ± 0.65 2.00 ± 1.18◙
Los símbolos muestran las diferencias estadísticas de los grupos tratados comparados con su grupo control. ◙=p<0.001. Los datos son media ± error estándar.
En la comparación estadística entre las dos sublíneas, notamos en la primera dosis
de droga administrada diferencias estadísticamente significativas en los grupos controles
(F(1,10)=29.31;p<0.001, seguida de Duncan p<0.01), Tabla 3.4. La dosis de 1,000 µg/kg
produjo efectos diferenciales estadísticamente significativos, mientras que a las siguientes
dosis 1,750 µg/kg se observo un decremento en la sublínea LY y no en la HY en la cual
produjo un ligero incremento (Duncan p<0.001). Finalmente, con la administración de la
dosis más alta de D-anfetamina se dio un decremento en la frecuencia de bostezos similar
en ambas sublíneas (Figura 3D).
Dosis de D-Afetamina (µg/kg)
0 250 1000 1750 2500
FREC
UEN
CIA
DE
BOST
EZO
0
10
20
30
40
LY HY
** ***
***
Figura 3D. Efecto de la D-anfetamina sobre la frecuencia de bostezos en las sublíneas de ratas HY y LY. Note que hubo un mayor incremento en la frecuencia de bostezos en la sublínea LY que en la HY, así como el efecto inhibitorio fue presentado a dosis más bajas en la sublínea HY que para en LY. El período de observación fue de 90 min (n=6). Los asteriscos muestran los diferentes valores de diferencias estadísticas entre sublíneas (F(1,10)=29.31;p<0.001, seguido de Duncan **=p<0.01, ***=p<0.001 Las datos graficados fueron la media ± error estándar.
VII.III.V FRECUENCIA EN EL NÚMERO DE ERECCIONES DEL PENE.
En cuanto a la frecuencia de erecciones del pene presentadas después de la
administración de D-anfetamina se mostró un decremento de las frecuencias en ambas
sublíneas. A) Para el caso de la LY hubo una inhibición total después de la administración
de las dosis de 250, 1,750 y 2,500 µg (F(4,40)=3.95;p<0.01, seguido de Duncan p<0.05 vs
grupo control), mientras que a la dosis de 1,000 µg/kg la inhibición de la frecuencia de
erecciones fue del 75 % respecto al grupo control (n.s.), Tabla 3.5.
B) Con respecto a la sublínea HY se notó un incremento del 34 % después de la
administración de 250 µg/kg, mientras que a la dosis de 1,000 µg/kg se obtuvo una
inhibición total de esta conducta. A la dosis de 1,750 µg/kg observamos una inhibición de
un 65 %, mientras que con 2,500 µg/kg se inhibió completamente la frecuencia de
erecciones del pene. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas al realizar la
prueba de análisis de varianza de medidas repetidas, pero no cuando aplicamos la prueba
post hoc (F(4,40)=3.95;p<0.01, seguida de Duncan p>0.05 vs grupo control), Tabla 3.5.
TABLA 3.5 Frecuencia de erecciónes del pene presentadas antes y después de la administración de la D-anfetamina en las ratas LY y HY.
Dosis (mg/kg) LY HY
0 0.67 ± 0.21 0.50 ± 0.34 250 0.02 ± 0.00* 0.67 ± 0.33 1000 0.17 ± 0.17 0.02 ± 0.00 1750 0.02 ± 0.00* 0.17 ± 0.17 2500 0.02 ± 0.00* 0.02 ± 0.00
El asterisco muestra el valor de la diferencias estadísticas después de la comparación entre los grupos tratados con D-anfetamina y el control, *=p<0.05. Los datos son la media ± error estándar.
La comparación entre ambas sublíneas no mostró diferencias estadísticamente
significativas en todas las dosis probadas, aunque en algunas dosis se observaron
erecciones y en algunas se inhibió completamente la frecuencia (F(1,10)=0.52;p>0.05),
(Figura 3E).
Dosis de D-Anfetamina (µg/kg)
0 250 1000 1750 2500
FREC
UEN
CIA
DE
EREC
CIO
NES
DEL
PEN
E
0.00
0.25
0.50
0.75
1.00
1.25
LY HY
Figura 3E. Efecto del agonista indirecto de receptores dopaminérgicos D-anfetamina sobre la frecuencia de erecciones del pene en las sublíneas de ratas HY y LY. En la sublínea LY el efecto de la D-anfetamina tiende a disminuir la frecuencia de erecciones del pene, en la sublínea HY se observo un ligero incremento después de la administración de la dosis más bajas de la droga. Tiempo de observación de 90 min (n=6). Las datos graficados fueron la media ± error estándar.
VII DISCUSIÓN.
Los resultados obtenidos con la duración total del aseo presentado después de la
administración del agonista dopaminérgico D1 SKF-38393 en la sublínea LY son similares
a los reportados en trabajos en los cuales utilizaron como modelo a la cepa original
Sprague-Dawley, ambas muestran un incremento dosis dependiente (Molloy y Waddington,
1984; Braun y Chase, 1986; Wachtel y cols., 1992; Berridge y Aldridge, 1999a,b). En la
sublínea HY el efecto máximo en el tiempo total de aseo y en el tiempo promedio para los
episodios de aseo se observó a la dosis de 16 mg/kg, a diferencia de las LY que presentaron
un efecto dosis dependiente. Estos datos sugieren que la capacidad de respuesta del sistema
dopaminérgico en estas sublìneas es distinta, siendo mayor en la sublínea HY.
Se ha postulado que el sistema dopaminérgico nigroestriatal esta implicado en la
organización temporal de la conducta de aseo (Berridge y Fentress, 1987; Berridge y
Whishaw, 1992), y estudios realizados por Moyaho y cols., (1995) demuestran que existe
una desorganización del aseo en las ratas HY, así como un mayor número de episodios de
aseo cuando se coloca una rata en un ambiente novedoso o cuando se moja al animal, por lo
que las diferencias en la capacidad de respuesta del sistema dopaminérgico en esta sublínea
podrían estar dadas por cambios a nivel del estriado. La distinta capacidad de respuesta es
apoyada por el hecho de que la sublínea Taiep que se caracteriza por presentar deficiencias
en el patrón motor, y que es descendiente de la sublínea HY, presenta altos niveles de los
metabolitos de la DA, los cuales fueron cuantificados en el núcleo caudado (Calderón,
2000).
La activación de los receptores D2 efectuada por la administración del agonista
quinpirole produjo una disminución en el tiempo utilizado en el aseo y un decremento en el
número de episodios de aseo en ambas sublíneas. Se sabe que la activación de los
receptores D2 provoca la aparición de conductas estereotipadas como son el bostezo, el
husmeo, el mordisqueo y los movimiento de la cabeza (Crees y Iversen, 1974; Braun y
Chase, 1986). En este trabajo no cuantificamos estas conductas pero pudimos observar que
se incrementan con las dosis más altas, mientras que el aseo es desplazado por estas
conductas estereotipadas.
La administración de bajas dosis de D-anfetamina incrementó en mayor proporción
la frecuencia de aseos en la sublínea HY, lo que concuerda con la propuesta de su mayor
sensibilidad a las drogas dopaminérgicas (Urbá-Holmgren y cols., 1992). Este incremento
en la frecuencia de episodios de aseo solo se observó con las dosis más bajas, mientras que
los promedios y la duración total se vieron disminuidas con todas las dosis. Este resultado
podría deberse a que, como se ha sugerido, el núcleo caudado tiene el papel de iniciar los
episodios de aseo incrementando la probabilidad de aparición de las cadenas sintácticas
(Berridge Y Whishaw, 1992), y posiblemente la mayor sensibilidad de la sublínea HY hace
posible el mayor incremento comparado con las LY.
La D-anfetamina provoca la liberación e inhibe la recaptura de la dopamina
(Trujillo-Bahena y cols., 2000), lo que causa la activación de los receptores de DA. Cuando
la cantidad de DA liberada es pequeña activa preferentemente receptores D2, ya que esta
familia tiene una mayor afinidad por la DA que los de la familia D1 (Holmgren y cols.,
1980a; Levant, 1997; Missale y cols., 1998; Trujillo-Bahena y cols., 2000), asociado a la
activación de los receptores D2 esta el incremento en la frecuencia de bostezo, sin embargo,
aún con la dosis más baja que administramos no se notó incremento en el número de
bostezos, esto pudiera deberse a que las dosis administradas son altas comparadas con las
administradas por Mogilnicka y Klimek (1977), por lo que las dosis que administramos
posiblemente alcanzan activar receptores D1 que al actuar sinergísticamente provocan
conductas como el husmeo, la locomoción y los erguidos, conductas que fueron
frecuentemente observadas.
Cuando se administran altas dosis de D-Anfetamina se observa un decremento en el
tiempo y duración promedio de aseo, se ha reportado que la activación de receptores D2
produce la aparición de conductas estereotipadas (Braun y Chase., 1986), y que la
activación de los receptores D1 producen conductas estereotipadas como la locomoción, el
husmeo y los erguidos (Braun y cols., 1986), que fueron frecuentemente en nuestros
experimentos.
Se ha propuesto que la activación de los receptores de la familia D2 involucrados en
las conductas estereotipadas se localizan en la membrana postsináptica (Molloy y
Waddington, 1984; Braun y Chase, 1986; Wachtel y cols., 1992), dé ser así, y dado que
nuestra sublínea HY es más sensible a los agentes dopaminérgicos debe tener una mayor
cantidad de receptores a la dopamina, que se expresarán mediante una mayor intensidad las
conductas estereotipadas.
Se ha propuesto que los receptores D2 implicados en la génesis del bostezo se
encuentran localizados en la membrana presináptica (Anias y cols., 1984; Holmgren y
Urba-Holmgren, 1980a), o en la membrana postsináptica (Argiolas y Melis, 1998).
Independientemente de estas hipótesis, las diferencias encontradas en nuestras sublíneas
pudieran deberse a las diferencias en la capacidad de respuesta del receptor a dopamina D2
en el núcleo paraventricular (NPV) como estructura que modula el bostezo (Melis y cols.,
1996; Argiolas y Melis, 1998), además se sabe que en el núcleo paraventricular se sintetiza
Oxido Nítrico (ON) como producto de la activación de los receptores D2 que puede
funcionar como neurotransmisor o como neuromodulador (Argiolas, 1994). Sin embargo, la
apomorfina incrementa las concentraciones de oxitocina en el hipotálamo (Argiolas cols.,
1986, Argiolas y Melis, 1998), y se han encontrado receptores a DA que se localizan en
neuronas oxitocinérgicas hipotálamicas (Melis y cols., 1986), lo que sugiere que en este
núcleo se encuentra la vía común para la génesis del bostezo para la oxitocina, la dopamina,
los péptidos opioides y el N-metil-D-aspartato (ver fig. 7, y Argiolas y Melis, 1998). Sin
embargo, este modelo no explica las influencias serotoninérgicas, ni de la ACh, este ultimo
neurotransmisor ha sido propuesto como la vía final común para producir el bostezo
(Holmgren y cols., 1980a)
Esta probable mayor cantidad de NO en la sublínea HY involucraría la mayor
facilitación de zonas cercanas al NPV implicadas en la génesis del bostezo. El núcleo
paraventricular tiene receptores de la familia D2 implicados en la generación del bostezo y
y se ha demostrado que su activación incrementa la concentración de ON (Melis y cols.,
1996).
Una posibilidad es que el NO incrementa la velocidad de disparo de neuronas
oxitocinérgicas y/o la síntesis de DA. Estas neuronas presentan receptores a oxitocina y a
dopamina (Melis y cols., 1996).
Figura 7. Representación esquemática de un mecanismo de acción hipotético por medio del cual neuronas oxitocinérgicas proyectan a las áreas extrahipotalámicas mediando la conducta del bostezo inducido por diferentes neurotransmisores y/o neuropéptidos en el núcleo
paraventricular del hipotálamo. De acuerdo con este modelo, la activación de neuronas por la dopamina aminoácidos exitatorios y de la oxitocina causan bostezo, y es inhibido por péptidos opioides. La dopamina, la oxitocina y los aminoácidos excitatorios activan esas neuronas que proyectan a áreas extrahipotalámicas del cerebro, los primeros dos por estimulación de receptores específicos acoplados a canales de calcio sensibles a ω-conotoxina por una proteína Go/Gq sensible a la toxina de pertussis, y el segundo por estimulación de canales de calcio acoplados a receptores NMDA. Esto puede causar la entrada de iones de Ca+2 que pueden actuar como un segundo mensajero, y pueden activar óxido nítrico sintetaza (ON-síntetasa) dependiente de Ca+2-Calmodulina. El ON formado endógenamente puede activar procesos independientes de GMPc aún desconocidos, dentro del cuerpo celular de la neurona oxitocinérgica que conduce a su activación, por lo tanto la liberación de oxitocina un sitio distante del NPV, por ejemplo: el hipocampo, el puente y el tallo cerebral. El mecanismo por el cual los opioides inhiben la transmisión oxitocinérgica es poco conocido, evidencias experimentales muestran que receptores opioides pueden ser localizados en los cuerpos celulares de las neuronas oxitocinérgicas y que su activación inhibe a la ON-sintetaza
activada por la dopamina, la oxitocina y los aminoácidos excitatorios. (modificado de Argiolas y Melis, 1998).
Para tratar de explicar las diferencias en el sistema dopamiérgico nigroestriatal
se pueden plantear 3 hipótesis: 1) menor número de receptores siendo menor para la
sublínea HY, ya que con la administración de una misma dosis de droga se obtiene un
mayor efecto; 2) por la velocidad de degradación del neurotransmisor por la mono-
amino-oxidasa (MAO) y catecol-orto-metil-transferasa (COMT); y finalmente, 3) las
capacidades de amplificación de los segundos mensajeros acoplados a los receptores,
para los receptores D1 la adenilato ciclasa y el ON para los D2, estén modificados y
sean más sensibles en la sublínea HY, como se ha demostrado para los receptores de la
familia D2 en el estriado (Kostrzewa y Brus, 1991; Kostrzewa y cols., 1993).
VIII. CONCLUSIONES.
• Las sublíneas HY y LY difieren en la intensidad de respuesta conductual
después de la administración los agonistas dopaminérgicos.
• El aseo y la asociación bostezo-erecciones del pene se presentaron en forma
antagónica después del tratamiento con dopaminérgicos en ambas sublíneas.
• La activación de los receptores D1 produce un mayor incremento porcentual de
la conducta de aseo en la sublínea HY que en la LY.
• La activación de los receptores D2 produce un mayor incremento porcentual del
número de bostezos y de las erecciones del pene en la sublínea LY que en la HY.
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