jorge reynolds 16 08 09 17

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www.lapatria.com DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2009 5 b EN DOMINGO JORGE REYNOLDS POMBO ESTUVO EN MANIZALES EL PASADO VIERNES “El corazón El científico colombiano ahora desarrolla el nanomarcapaso. Es un optimista de Colombia. Hace énfa- sis en la necesidad de hablar de lo que se hace. Conocimiento. FOTO/MARTHA ELENA MONROY/LA PATRIA El científico colombiano Jorge Reynolds Pombo estuvo en Manizales invitado por la Universidad de Caldas. FERNANDO ALONSO RAMÍREZ EDITOR DE NOTICIAS/LA PATRIA MANIZALES - - - - - ¿Cuantos guiones contó? Equivalen a cinco marcapasos. Es decir, cada uno de estos signos es igual, más o menos a la cuarta parte de un grano de arroz. Ese es el tamaño que tendrá el próximo nanomarcapaso que se desarrolla en Colombia. No es ciencia ficción. Es el trabajo que ade- lanta hoy el científico Jorge Reynolds Pombo, inventor del marcapaso artificial interno, el mismo que ha ido perfeccionando en calidad y tamaño hasta este diminuto aparato que espera tener terminado con su grupo de colaboradores en dos o tres años, para seguir trabajando con y por su pasión: el corazón. Él insiste, es puro desarrollo científico co- lombiano, porque es un optimista con el país, a pesar de trabajar en uno de los campos más complicados para obtener apoyo, la ciencia. Gracias a su invento se estima que en este momento hay muy cerca de 80 millones de per- sonas con marcapaso en el mundo. “Estamos hablando del doble de la población colombiana”, remarca. Vino invitado por la Universidad de Caldas a la presentación de dos nuevos doctorados en esa institución, en donde se quejó porque el país no les da opción a los nuevos doctores. “Es una problemática muy seria, hacer doctores para que se frustren y les toque irse a tratar de trabajar con su profesión afuera, casi siempre con gran éxito. El colombiano es excepcional”. No más frustraciones - ¿Cómo pueden las universidades aprovechar a esos doctores? Con una política conjunta entre universidades, gobierno, para darles los medios y que puedan trabajar en su especialización. Si no lo hacemos estamos creando más frustraciones y Colombia necesita desarrollarse, pero aquí no hay interés en ciencia y tecnología. Hay científicos colom- bianos en el mundo que los conocen en todas partes, menos en Colombia, aquí no les interesa. Tenemos que darles espacio a la ciencia y la tec- nología, es lo único que nos hará competitivos en un mundo que se desarrolla tecnológicamente a velocidades monstruosas. Fíjese cuántos años duramos exportando el café sin ningún valor agregado. Perdimos muchísimo tiempo y así tenemos que pensar en todo, ¿cuánto campo tenemos para agricultura? - Cuando han venido científicos europeos se sorprenden con solo sobrevolar Colombia. Exactamente, y terrenos más áridos como Israel están productivos y aquí no. Tenemos que cambiar la mentalidad del industrial, del político, del banquero, pero si no se hace todo esto de una misma manera, con un mismo plan de futuro perdemos el tiempo. El mundo está dando pasos y nosotros no todavía. - ¿Hace 50 años, cómo logra un ingeniero eléctrico convencer para trabajar con el co- razón? Sencillamente metiéndome, diciendo: vamos a trabajar en Colombia, pero como aquí no hay campo promocionaremos las cosas fuera del país y demostramos que sí se pueden hacer. Cuando comencé, hace 51 años, con los mar- capasos todo mundo se me reía. Ahora con el nuevo que estamos trabajando demostramos que hay un avance con una tecnología de punta, y lo estamos haciendo en Colombia con las uñas y alianzas con universidades en el exterior, pero un producto colombiano, diseñado y hecho por colombianos. - ¿Cuántos científicos se han formado a su lado? En este tiempo han estado alrededor de 200. - ¿Dónde están? La mayoría de ellos se han ido a especializarse fuera del país, y se han quedado fuera, porque Colombia no tiene nada que ofrecerles, eso es muy triste. - ¿Su caso demuestra que en ciencia lo inter- disciplinario es clave? Por supuesto. En el grupo cabe un comunica- dor social, porque hay que preparar a los comu- nicadores sociales en ciencia y tecnología, para que divulguen lo que estamos haciendo, como cabe un odontólogo o un economista, porque hoy en día son grupos interdisciplinarios, cada uno para un fin específico de desarrollo científico. Si se va a hacer esto hay que tratarlo como una empresa, esta producirá patentes, entonces el abogado tiene que estar ahí. Ese es el mundo. - ¿Qué piensa de la nueva ley de ciencia y tecnología? Aquí hay leyes para todo, que no las sabemos o no las queremos aplicar. La ley de tecnología pueda ser que tenga un futuro, pero tengo mu- chas dudas. Detrás de las ballenas - Cuando hablan de sus expediciones al Pa- cífico eso suena como a safari. ¿Cómo llega a eso? El corazón ha sido mi pasión. En algún mo- mento nos cuestionamos con el capitán Ospina Navia, en Santa Marta, cómo será el corazón más grande que ha habido en el mundo. ¿Los dino- saurios? Y encontramos que eran las ballenas y si están ahí, veamos cómo funciona ese corazón. La sorpresa es que es un corazón de mamífero, que ha tenido una evolución como no ha tenido el corazón de ningún otro animal. Y esto nos ha enseñado a hacer tecnología para poder estudiar el corazón y cómo ha evolucionado en 70 millones de años y poder llevarlo a hacer el nanomarcapaso. Muchos de los principios son lo que hemos aprendido de la evolución de las ballenas. - ¿Pero cómo es ese estudio, ya la mecánica en el mar? No se puede tener un animal en cautiverio o semicautiverio. Había que crear los sistemas de telemetría, o sea radio, poder disparar un dardo y lograr que transmitiera el electrocardiograma; luego la parte acústica, usamos los submarinos de la armada nacional, que se hicieron para localizar al enemigo y destruirlo, en este caso para localizar las ballenas y grabar los sonidos de su corazón, que estaban interferidos por su canto, por el sonido del mar, pero con el software que se hizo para los grandes conciertos de rock pudimos filtrar todos esos sonidos y poder oír el corazón, es funcionamiento acústico en un patrón mecánico y saber exactamente cómo funciona. Todo desarrollo colombiano. - Usted repite que cada vez que conoce más del corazón de las ballenas se da cuenta de que lo conoce menos. ¿Qué decirles a las nuevas generaciones, más inmediatistas, cuando se frustran con facilidad? Cuando se comienza a hacer investigación se tiene que tener pasión y estar convencido de que en algún momento va a llegar que no puede continuar, por diferentes razones, se le cierra el panorama para estudiar, no hay recursos econó- micos, no hay el medio para poderlo hacer; hay que ser absolutamente recursivos y lograr cómo se vende, mostrar lo que hacemos, porque si no mostramos no vendemos y si no vendemos no hay recursos con qué trabajar. - ¿Y tampoco conoce los secretos del corazón todavía? Exactamente, es decir, 51 años metido entre el corazón y todavía no sé cómo funciona. Muestre lo hecho - Otras personas quieren desarrollar co- nocimiento y son dados a quedarse en los prolegómenos, en la prefactibilidad, ¿cuál es su consejo? Hay que tener rigor académico con lo que se está haciendo, pero ese rigor tiene un límite. No puedo vivir en un experimento toda mi vida, en que por diversas razones, por temor a que lo que voy a mostrar me lo rechacen o me lleguen a tildar de que no está bien hecho. Hoy en día no se puede dar ese lujo, o muestra lo que se hace o en casi 7 mil millones de personas en el mundo, alguien está pensando igual y está haciendo cosas iguales y el primero que muestre es el que va a tener algo. Otra cosa, no es el caso mío, pero la mayoría de las veces la investigación se está haciendo con plata de los impuestos, uno está trabajando con la plata del pueblo y tiene que mostrar lo que hace. - ¿Rendición de cuentas? Uno no se puede guardar una cosa que se la ha financiado la comunidad, y usted oye muchas personas que dicen: “esto lo voy a patentar, es mi invento”. ¿Cómo llegó a él?, se le olvida que eso es en gran parte patrimonio nacional, claro que puede haber una compensación, pero no puede olvidar de dónde vienen los recursos con que se hizo la investigación. Estamos trabajando en Colombia y tenemos que mostrar lo que hacemos en nombre del país donde estamos trabajando o si no para qué nos quedamos aquí. En miniatura - ¿Ahora que está en la nanotecnología, cómo fue ese paso desde una caja externa hace 50 años? El mundo tomó ese primer modelo y lo fue modernizando más cada vez, grupos de investi- gación de todas partes del mundo fueron mejo- rando los materiales, transformando todas estas cosas y logrando de esta manera desarrollos más confiables, más pequeños, menos costosos y esa ha sido más o menos la trayectoria. Ahora con la nanotecnología es mostrar que a los 51 años de haber hecho el marcapaso, somos los únicos en el mundo que estamos haciendo un sistema con nanotecnología para el corazón. - ¿De qué tamaño estamos hablando? La cuarta parte de un grano de arroz. - ¿Y en qué etapa está? Probablemente lo tendremos en dos o tres años. Hay que trabajar a un ritmo económico con lo que puede haber de plata y como aquí no creemos, hay que conseguir pequeñísimos recursos en el exterior. - Universidades de muchas partes del mundo producen importantes productos y de eso vi- ven. ¿Por qué nos cuesta creer en ese final? Porque la academia, la industria, la banca, el gobierno, todos, vamos por un lado diferente, no hay coordinación. Optimista - ¿Cuando un colombiano va al mundo a contar sus éxitos científicos lo miran con respeto? Hoy en día sí. - ¿Hace 50 años? No, hace 50 años Colombia no sonaba. Tal vez, eso es como parte del Brasil, es parte de Panamá. Pablo Escobar nos cambió la visión de Colombia, y muchos más. Pero eso de que al colombiano en el exterior la gente lo tiene de lejos no es así. El colombiano profesional, trabajador, lo tienen en un nivel muy alto y lo miran con mucho respeto. - A lo largo de esta entrevista, lo escucho y lo veo como un hombre optimista. Hay que ser optimista. Colombia tiene que salir adelante, sin lugar a duda. El futuro no es tan malo para Colombia, es bueno. A pesar de toda la problemática del mundo estamos de cuartos, más o menos, en lo económico dentro de los países latinoamericanos, eso es mucho cuento. El país tiene algo muy especial y es la inventiva del colombiano. - ¿Eso no es un mito? No es un mito. Es cierto. Son condiciones que se han hecho a través de las situaciones que he- mos tenido. Colombia nunca ha tenido paz y eso nos ha creado un colombiano muy curioso que vive paralelamente, un país que vive en guerra, que dice aquí no ha pasado nada, que vive tran- quilo, eso no es posible en ninguna otra parte. ha sido mi pasión” Jorge Reynolds es un melómano consumado. Logró, por ejemplo, que vía satélite el canto de las ballenas en el mar adornaran una cantata de Marta Zen en la Cate- dral de sal de zipaquirá. “Lo hicimos también en Hannover, en la feria mundial, en el pabellón de Zeri, que en Maniza- les construyó su modelo, y allá se invitaron a can- tar de los más importan- tes cantantes del mundo con los cantos de las ballenas enviados por sistema satelital”. Contó que casualmente el mes entrante se hará otra vez ‘Pacificanto’, en Medellín, pero ya con la sinfónica de Eafit y Martha Zen pasará de una cantata a una pieza completa musical. “Mire cómo estamos combi- nando ciencia con arte, con el canto lírico, y se puede hacer”. Pero insiste en que si bien le gusta la música no es extremista y por eso no tiene un equipo de sonido muy sofistica- do: “Soy común, con un oído común y corriente y me gusta la música”. Dice que la música es un sistema de ingeniería, de matemáticas, de física. “Todos los instrumentos tienen un principio físico y la armonía de todos se crea producto de la física. Por ejemplo, los caracoles gigantes que usamos en ‘Pacificanto’, que fueron el primer sis- tema de comunicación del hombre, los quería- mos meter y yo les di el tono sin saber música y teniendo oído de arti- llero, pero matemática- mente saqué cómo debía ser la caja de resonancia y salió, porque eso es matemáticas”. Música y ciencia

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Entrevista al científico colombiano Jorge Reynolds. "El corazón ha sido mi pasión".

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Page 1: Jorge Reynolds 16 08 09 17

w w w . l a p a t r i a . c o m DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2009 5 be n d o m i n g oJorge reynolds Pombo estuvo en manizales el Pasado viernes

“El corazón el científico colombiano ahora

desarrolla el nanomarcapaso. es un optimista de Colombia. Hace énfa-sis en la necesidad de hablar de lo

que se hace. Conocimiento.

FOTO/MARTHA ELENA MONROY/LA PATRIA

El científico colombiano Jorge Reynolds Pombo estuvo en Manizales invitado por la Universidad de Caldas.

Fernando alonso ramírez editor de noticias/la Patria

manizales

- - - - - ¿Cuantos guiones contó? Equivalen a cinco marcapasos. Es decir, cada

uno de estos signos es igual, más o menos a la cuarta parte de un grano de arroz. Ese es el tamaño que tendrá el próximo nanomarcapaso que se desarrolla en Colombia.

No es ciencia ficción. Es el trabajo que ade-lanta hoy el científico Jorge Reynolds Pombo, inventor del marcapaso artificial interno, el mismo que ha ido perfeccionando en calidad y tamaño hasta este diminuto aparato que espera tener terminado con su grupo de colaboradores en dos o tres años, para seguir trabajando con y por su pasión: el corazón.

Él insiste, es puro desarrollo científico co-lombiano, porque es un optimista con el país, a pesar de trabajar en uno de los campos más complicados para obtener apoyo, la ciencia.

Gracias a su invento se estima que en este momento hay muy cerca de 80 millones de per-sonas con marcapaso en el mundo. “Estamos hablando del doble de la población colombiana”, remarca.

Vino invitado por la Universidad de Caldas a la presentación de dos nuevos doctorados en esa institución, en donde se quejó porque el país no les da opción a los nuevos doctores. “Es una problemática muy seria, hacer doctores para que se frustren y les toque irse a tratar de trabajar con su profesión afuera, casi siempre con gran éxito. El colombiano es excepcional”.

No más frustraciones - ¿Cómo pueden las universidades aprovechar a esos doctores?

Con una política conjunta entre universidades, gobierno, para darles los medios y que puedan trabajar en su especialización. Si no lo hacemos estamos creando más frustraciones y Colombia necesita desarrollarse, pero aquí no hay interés en ciencia y tecnología. Hay científicos colom-bianos en el mundo que los conocen en todas partes, menos en Colombia, aquí no les interesa. Tenemos que darles espacio a la ciencia y la tec-nología, es lo único que nos hará competitivos en un mundo que se desarrolla tecnológicamente a velocidades monstruosas. Fíjese cuántos años duramos exportando el café sin ningún valor agregado. Perdimos muchísimo tiempo y así tenemos que pensar en todo, ¿cuánto campo tenemos para agricultura?

- Cuando han venido científicos europeos se sorprenden con solo sobrevolar Colombia.

Exactamente, y terrenos más áridos como Israel están productivos y aquí no. Tenemos que cambiar la mentalidad del industrial, del político, del banquero, pero si no se hace todo esto de una misma manera, con un mismo plan de futuro perdemos el tiempo. El mundo está dando pasos y nosotros no todavía.

- ¿Hace 50 años, cómo logra un ingeniero eléctrico convencer para trabajar con el co-razón?

Sencillamente metiéndome, diciendo: vamos a trabajar en Colombia, pero como aquí no hay campo promocionaremos las cosas fuera del país y demostramos que sí se pueden hacer. Cuando comencé, hace 51 años, con los mar-capasos todo mundo se me reía. Ahora con el nuevo que estamos trabajando demostramos que hay un avance con una tecnología de punta, y lo estamos haciendo en Colombia con las uñas y alianzas con universidades en el exterior, pero un producto colombiano, diseñado y hecho por colombianos.

- ¿Cuántos científicos se han formado a su lado?

En este tiempo han estado alrededor de 200.

- ¿Dónde están? La mayoría de ellos se han ido a especializarse

fuera del país, y se han quedado fuera, porque Colombia no tiene nada que ofrecerles, eso es muy triste.

- ¿Su caso demuestra que en ciencia lo inter-disciplinario es clave?

Por supuesto. En el grupo cabe un comunica-dor social, porque hay que preparar a los comu-nicadores sociales en ciencia y tecnología, para que divulguen lo que estamos haciendo, como cabe un odontólogo o un economista, porque hoy en día son grupos interdisciplinarios, cada uno para un fin específico de desarrollo científico. Si se va a hacer esto hay que tratarlo como una empresa, esta producirá patentes, entonces el abogado tiene que estar ahí. Ese es el mundo.

- ¿Qué piensa de la nueva ley de ciencia y tecnología?

Aquí hay leyes para todo, que no las sabemos o no las queremos aplicar. La ley de tecnología pueda ser que tenga un futuro, pero tengo mu-chas dudas.

Detrás de las ballenas - Cuando hablan de sus expediciones al Pa-cífico eso suena como a safari. ¿Cómo llega a eso?

El corazón ha sido mi pasión. En algún mo-mento nos cuestionamos con el capitán Ospina Navia, en Santa Marta, cómo será el corazón más grande que ha habido en el mundo. ¿Los dino-saurios? Y encontramos que eran las ballenas y si están ahí, veamos cómo funciona ese corazón. La sorpresa es que es un corazón de mamífero, que ha tenido una evolución como no ha tenido el corazón de ningún otro animal. Y esto nos ha enseñado a hacer tecnología para poder estudiar el corazón y cómo ha evolucionado en 70 millones de años y poder llevarlo a hacer el nanomarcapaso. Muchos de los principios son lo que hemos aprendido de la evolución de las ballenas.

- ¿Pero cómo es ese estudio, ya la mecánica en el mar?

No se puede tener un animal en cautiverio o semicautiverio. Había que crear los sistemas de telemetría, o sea radio, poder disparar un dardo y lograr que transmitiera el electrocardiograma; luego la parte acústica, usamos los submarinos de la armada nacional, que se hicieron para localizar al enemigo y destruirlo, en este caso para localizar las ballenas y grabar los sonidos de su corazón, que estaban interferidos por su canto, por el sonido del mar, pero con el software que se hizo para los grandes conciertos de rock pudimos filtrar todos esos sonidos y poder oír el corazón, es funcionamiento acústico en un patrón mecánico y saber exactamente cómo funciona. Todo desarrollo colombiano.

- Usted repite que cada vez que conoce más del corazón de las ballenas se da cuenta de que lo conoce menos. ¿Qué decirles a las nuevas generaciones, más inmediatistas, cuando se frustran con facilidad?

Cuando se comienza a hacer investigación se tiene que tener pasión y estar convencido de que en algún momento va a llegar que no puede continuar, por diferentes razones, se le cierra el panorama para estudiar, no hay recursos econó-micos, no hay el medio para poderlo hacer; hay que ser absolutamente recursivos y lograr cómo se vende, mostrar lo que hacemos, porque si no mostramos no vendemos y si no vendemos no hay recursos con qué trabajar.

- ¿Y tampoco conoce los secretos del corazón todavía?

Exactamente, es decir, 51 años metido entre el corazón y todavía no sé cómo funciona.

Muestre lo hecho - Otras personas quieren desarrollar co-nocimiento y son dados a quedarse en los prolegómenos, en la prefactibilidad, ¿cuál es su consejo?

Hay que tener rigor académico con lo que se está haciendo, pero ese rigor tiene un límite. No puedo vivir en un experimento toda mi vida, en que por diversas razones, por temor a que lo que voy a mostrar me lo rechacen o me lleguen a tildar de que no está bien hecho. Hoy en día no se puede dar ese lujo, o muestra lo que se hace o en casi 7 mil millones de personas en el mundo, alguien está pensando igual y está haciendo cosas iguales y el primero que muestre es el que va a tener algo. Otra cosa, no es el caso mío, pero la mayoría de las veces la investigación se está haciendo con plata de los impuestos, uno está trabajando con la plata del pueblo y tiene que mostrar lo que hace.

- ¿Rendición de cuentas? Uno no se puede guardar una cosa que se la

ha financiado la comunidad, y usted oye muchas personas que dicen: “esto lo voy a patentar, es mi invento”. ¿Cómo llegó a él?, se le olvida que eso es en gran parte patrimonio nacional, claro que puede haber una compensación, pero no puede olvidar de dónde vienen los recursos con que se hizo la investigación. Estamos trabajando en Colombia y tenemos que mostrar lo que hacemos en nombre del país donde estamos trabajando o si no para qué nos quedamos aquí.

En miniatura - ¿Ahora que está en la nanotecnología, cómo fue ese paso desde una caja externa hace 50 años?

El mundo tomó ese primer modelo y lo fue modernizando más cada vez, grupos de investi-gación de todas partes del mundo fueron mejo-rando los materiales, transformando todas estas cosas y logrando de esta manera desarrollos más confiables, más pequeños, menos costosos y esa ha sido más o menos la trayectoria. Ahora con la nanotecnología es mostrar que a los 51 años de haber hecho el marcapaso, somos los únicos en el mundo que estamos haciendo un sistema con nanotecnología para el corazón.

- ¿De qué tamaño estamos hablando? La cuarta parte de un grano de arroz.

- ¿Y en qué etapa está? Probablemente lo tendremos en dos o tres

años. Hay que trabajar a un ritmo económico con lo que puede haber de plata y como aquí no creemos, hay que conseguir pequeñísimos recursos en el exterior.

- Universidades de muchas partes del mundo producen importantes productos y de eso vi-ven. ¿Por qué nos cuesta creer en ese final?

Porque la academia, la industria, la banca, el gobierno, todos, vamos por un lado diferente, no hay coordinación.

Optimista - ¿Cuando un colombiano va al mundo a contar sus éxitos científicos lo miran con respeto?

Hoy en día sí.

- ¿Hace 50 años? No, hace 50 años Colombia no sonaba. Tal

vez, eso es como parte del Brasil, es parte de Panamá. Pablo Escobar nos cambió la visión de Colombia, y muchos más. Pero eso de que al colombiano en el exterior la gente lo tiene de lejos no es así. El colombiano profesional, trabajador, lo tienen en un nivel muy alto y lo miran con mucho respeto.

- A lo largo de esta entrevista, lo escucho y lo veo como un hombre optimista.

Hay que ser optimista. Colombia tiene que salir adelante, sin lugar a duda. El futuro no es tan malo para Colombia, es bueno. A pesar de toda la problemática del mundo estamos de cuartos, más o menos, en lo económico dentro de los países latinoamericanos, eso es mucho cuento. El país tiene algo muy especial y es la inventiva del colombiano.

- ¿Eso no es un mito? No es un mito. Es cierto. Son condiciones que

se han hecho a través de las situaciones que he-mos tenido. Colombia nunca ha tenido paz y eso nos ha creado un colombiano muy curioso que vive paralelamente, un país que vive en guerra, que dice aquí no ha pasado nada, que vive tran-quilo, eso no es posible en ninguna otra parte.

ha sido mi pasión” Jorge Reynolds es un melómano consumado. Logró, por ejemplo, que vía satélite el canto de las ballenas en el mar adornaran una cantata de Marta Zen en la Cate-dral de sal de zipaquirá. “Lo hicimos también en Hannover, en la feria mundial, en el pabellón de Zeri, que en Maniza-les construyó su modelo, y allá se invitaron a can-tar de los más importan-tes cantantes del mundo con los cantos de las ballenas enviados por sistema satelital”. Contó que casualmente el mes entrante se hará otra vez ‘Pacificanto’, en Medellín, pero ya con la sinfónica de Eafit y Martha Zen pasará de una cantata a una pieza completa musical. “Mire cómo estamos combi-nando ciencia con arte, con el canto lírico, y se puede hacer”. Pero insiste en que si bien le gusta la música no es extremista y por eso no tiene un equipo de sonido muy sofistica-do: “Soy común, con un oído común y corriente y me gusta la música”. Dice que la música es un sistema de ingeniería, de matemáticas, de física. “Todos los instrumentos tienen un principio físico y la armonía de todos se crea producto de la física. Por ejemplo, los caracoles gigantes que usamos en ‘Pacificanto’, que fueron el primer sis-tema de comunicación del hombre, los quería-mos meter y yo les di el tono sin saber música y teniendo oído de arti-llero, pero matemática-mente saqué cómo debía ser la caja de resonancia y salió, porque eso es matemáticas”.

Música y ciencia