jesús vázquez - seprot · 2016-12-19 · las preocupaciones de jesús alrededor de un proyecto o...
TRANSCRIPT
1
Poetómica
Jesús Vázquez
Edición conmemorativa del décimo aniversario de la fundación de la Sociedad Española de Proteómica
Portada de Almudena Vázquez de Miguel
2
3
A Beatriz, Almudena y Jesús A Encarna
4
5
Presentación Dicen que el arte es la expresión del alma y quizás la poesía sea la manifestación que mejor refleja nuestra esencia. Recientemente se ha cumplido el décimo aniversario de la fundación de la Sociedad Española de Proteómica (SEProt), una asociación de investigadores con ilusión por contribuir a la implantación de una naciente disciplina y proyectarla a nivel internacional. Durante estos primeros diez años muchos han sido los avances realizados gracias al esfuerzo generoso de un puñado de amigos que han dedicado tiempo, trabajo y una montaña de buenos ratos a hacer posible esta aventura. Buenos ratos, decía, y es que nuestra andadura se ha basado en una estrecha relación humana salpicada de momentos inolvidables, que dotan a nuestro proyecto de algo muy especial, que nos une, quizás porque cada uno hemos dejado parte de nosotros mismos en el empeño. En definitiva, un proyecto con alma, y quien ha sido capaz de ponerle voz a su esencia más íntima ha sido nuestro querido colega Jesús Vázquez. Jesús ha demostrado su entusiasmo no sólo en los pormenores recónditos de la espectrometría de masas y de la bioinformática, como gran experto que es, sino que ha sido incansable impulsor de algunas de las iniciativas más entrañables de la SEProt, como el manual de proteómica o las jornadas dedicadas a nuestros más jovenes investigadores. No contento con ello, ha salpicado todas las actividades con las gotas de poetómica que se compendian en esta obra. He de reconocer, en honor a la verdad, que el brío de Jesús se percibe de igual modo cuando presenta sus geniales aproximaciones matemáticas que cuando
6
escribe sus versos. Aunque, eso sí, las métricas son distintas y, creo yo, la de éstos últimos ensalza sustancialmente más el espíritu del receptor que los abstractos y etéreos principios de incertidumbre estadística. Entre proteínas, mitocondrias, comienzos de siglo y hasta odas al ruido, la proteómica se convierte en poetómica de la mano de Jesús. Espero que el lector disfrute con su lectura tanto como nosotros hemos disfrutado y disfrutamos construyendo juntos, con el autor, un manojo de sueños.
Fernando Corrales Presidente de la Sociedad Española de Proteómica
(2009-‐2015)
7
Prólogo La actividad científica es con frecuencia absorbente y deja poco tiempo para cultivar otras actividades del espíritu, máxime si tenemos en cuenta los compromisos sociales y familiares habituales. Jesús Vázquez, hombre de excepción en tantos ámbitos, nos demuestra que la conciliación intelectual y lírica es posible y en un segundo giro aun más inverosímil nos enseña que es posible hacer poesía de calidad utilizando como material de cocción el estudio del proteoma en sus diferentes vertientes y desafíos. En su fondo los poemas de Jesús nos cuentan la pequeña, pero fructífera, historia de la proteómica en España a través de reuniones y congresos y de las ciudades que los albergaron: Iruña, Córdoba, Madrid, Barcelona, Cádiz... A través de ellos podemos adivinar la evolución de las técnicas y detectar los retos de cada momento o las preocupaciones de Jesús alrededor de un proyecto o de un manuscrito. Como todo buen orfebre Jesús nos ofrece varias versiones de un mismo poema, ninguna mejor que otra, cambiando eso sí el matiz en un verso particular o afinando una tonalidad del mismo modo que se descifra una secuencia o se interpreta un espectro. Formalmente Jesús es versátil, cultivando el romance, el soneto italiano y los guiños satíricos de Quevedo, la tierna musicalidad de Lorca o más explícitamente la estética de Jorge Guillén. También atrevido cuando evoca maravillosamente la melancolía de Bertolt Brecht al describir la inanición de nuestra ciencia, tristemente perpetuada. Siempre nos deja sin embargo apuntes de esperanza, cimentados quizá en su ejemplo diario de entrega inquebrantable a la busca del método perfecto. Uno de los ejemplos más bellos queda reflejado en este verso: ¡Cómo pugna el azar hacia la vida! Y es quizá el que resume todo el espíritu de lucha contra el secreto enmarañado de la modificación perdida, el
8
mismo que anima a seguir cada mañana, más allá de la desesperanza o la desilusión. Estas contribuciones de Jesús no son casuales. He tenido el privilegio de leer varios de sus poemas dedicados a cuestiones más íntimas, donde todo el poderío de su sensibilidad se muestra sazonado de las emociones más puras y relleno de la belleza y musicalidad que sólo su corteza auditiva sabe construir. Desde el universo insonoro en el que habita, Jesús quiebra y enmudece definitivamente todos los silencios, de modo que si bien aquél le permite el aislamiento necesario para generar ideas y emociones profundas, su actitud vital vierte torrencialmente su contenido sobre su entorno a través de poros nucleares, transmutados en artilugios originalmente diseñados Disfrutar del cine o del baile como lo hace él es algo al alcance de muy pocos porque en su existencia prevalece el principio de la esencia sobre el de la apariencia, fenómeno tan raro en nuestros tiempos como la captación inequívoca de una modificación postraduccional redox in vivo. Jesús, añoro mucho la frecuencia de nuestra intensa colaboración científica de otra época, pero sobre todo extraño la magia inaprehensible de tu lírica insondable, la misma que ahora compartes con la comunidad científica a través de este libro. En nombre de todos, muchas gracias.
Santiago Lamas Profesor de Investigación del CSIC
9
Notas del autor Soy consciente de que los poemas de este libro adentran al lector en territorio poco conocido para los amantes de la poesía, con alusiones, guiños y dobles significados que sólo entenderán mis compañeros de profesión. Pero no es mi intencion desvelar aquí las claves científicas de estos poemas, pues no sólo se nutren de ciencia y además no creo que se pueda explicar lo que en la creación artística pertenece al ámbito del subconsciente. Lo que quiero es contar al lector algunas anécdotas en torno a la escritura de estos poemas. Todas estas composiciones han sido escritas, sentado al volante, durante los atascos matutinos, de camino a mi trabajo. Así se fraguaron mis Poemas de la N-‐VI, y ya en ese libro hay algunos que podrían considerarse verdaderos poetomas. Y esos momentos en los que, atrapado entre lo inmóvil y lo inamovible, la prisa no tiene razón de ser, han sido también muy fructíferos para mi creación científica. Todavía tengo la costumbre de aplazar para el atasco de mañana, aprovechando ese destiempo de frescura y claridad de ideas, las reflexiones inacabadas sobre conceptos estadísticos o proyectos de investigación. Ascensión de la Proteína es un poema con el que disfruté enormemente y escribí casi de un tirón, lo que es raro en mi caso. Yo no era por entonces un poeta de rimas; lo era más bien de cadencias, y siempre he valorado más la musicalidad de las propias palabras, por su acento y su colocación en el verso. Mi intención era publicar en el segundo número del boletín de la SEProt una glosa en tono jocoso sobre la ciencia y las obsesiones que en aquella época teníamos los proteómicos. Y puesto a escribir poesía científica, se me ocurrió volver a los clásicos, y para mi sorpresa campé a mis anchas en el alejandrino de Darío y de Miguel Hernández, donde entre compases y consonancias se desenvolvieron con naturalidad los términos científicos de nuestro argot cotidiano. Año 2000 es un soneto que escribí a finales del 1999, aprovechando la polémica que se creó en torno a la entrada en el segundo milenio. No es un poema proteómico, pero he creído interesante incluírlo en esta colección. High Throughput fue mi primer soneto poetómico, un resultado muy estimulante, pues aunque admirador acérrimo de Quevedo y de Gerardo Diego, nunca he sido tampoco un poeta de sonetos. Este poema debería haberse llamado el soneto del “jai zrupú”, según la transcripcion literal y chistosa de Toño Bárcena. Una de mis experiencias científicas más gratificantes en el campo de la proteómica ha sido la interpretación de espectros de fragmentación, con esa inenarrable sensación de estar tocando los péptidos, desgranando sus aminoácidos uno a uno. Muchos de ellos eran verdaderos rompecabezas que nos llevaron a desarrollar programas informáticos, con los que Fernando Maroto, que
10
por entonces hacía la prestación social en nuestro laboratorio, trataba de emular y automatizar las interpretaciones de Anabel Marina, y que más adelante, gracias a la intervención de Bernabé Bodas, dieron lugar a un programa comercial..., pero ésa es otra historia, que debería contar en otra ocasión. Estas experiencias se reflejan en Denovo sequencing. En Donde falló Sequest repetí soneto, pero empleando de nuevo el alejandrino. El resultado es un poema cuya forma melodiosa contrasta de forma curiosa con su contenido. Por una extraña asociación de ideas, la expresión como en el arpa el plectro se remonta a los atentados del 11S. Se me ocurrió terminar el segundo verso en espectro, y me vi incapaz de encontrar palabras que rimaran en consonante. Pero en vez de buscar otra terminación, que hubiera sido lo propio de un poeta juicioso, recurrí a uno de esos buscadores de rimas que pululan en internet, donde encontré la palabra plectro. Que inmediatamente me trajo a la memoria un poema sobre los atentados contra las Torres Gemelas que con motivo del aniversario de la masacre había leído hacía poco. Una de las imágenes más bellas de aquel poema era plectro de arpa, con la que su autor describía el último resquicio humeante que quedaba de las torres. Expresión que rehice a mi manera, en un contexto y con una connotación diferentes. En el último verso de este poema hice mi primera alusión al ruido. Para mí esta palabra, entendida como manifestación del azar, refleja un concepto con el que nos tropezamos continuamente los científicos y que debemos entender para poner en su justa medida nuestros resultados experimentales, hasta el punto de que podríamos pensar que todo el esfuerzo cientifico no es sino una lucha contra el ruido. Y además el ruido está presente a nuestro alrededor y se revela en las cosas más insospechadas. Siempre había querido explorar esta idea y de esta vieja obsesión surge el poema Review del ruido, donde se desarrolla en cada estrofa una manifestación diferente del mismo fenómeno. En este poema me permití el lujo de abundar en conceptos para nada científicos como las nubes, el amanecer o las montañas. El soneto Gracias, Coe está dedicado a la memoria de José Luis López Rodríguez, cuyo fallecimiento truncó una entusiasta carrera. Del poetoma Hacia Iruña escribí muchas versiones diferentes. He conservado varias de ellas y creo que el lector tendrá curiosidad por ver cómo se fraguó la versión definitiva, con ese rogando arrojo que desatascó el final. Pasando por las dos versiones válidas de la palabra Nobel, con diferente acento, y que zanjaron en empate técnico la jugosa polémica que al respecto tuve con Juanjo Calvete. Por cierto, Juanjo se adelantó a los isótopos de acero con el logo del congreso de Pamplona, ése que comparte portada con el toro atolondrado y el elefante volador. También recuerdo que una de las proteómicas más cultas que conocemos, Michaela Scigelova, me pidió que le explicase el poema, y las dificultades que tuve me hicieron reflexionar sobre el enorme acervo cultural que sin ser plenamente conscientes compartimos todos los españoles. La escritura de Biología de Sistemas fue otra interesante experiencia. Mi intención era homenajear a Jorge Guillén; pero me resultó imposible siquiera
11
aproximarme al tono poético de Más allá, ese poema prodigioso y absolutamente irrepetible, y además el resultado de la primera versión me pareció discordante con el de poemas anteriores, así que opté por una segunda versión más relajada, pero no menos elaborada. Aunque algunos lectores, como Santiago Lamas, se han fijado más en la primera versión guilleniana, entre azares, mitos y fractales. Mientras que a otros, como Juan Miguel Redondo, les llamaron la atención el eco y su rubor de oscuridades en la segunda. De Jornadas de Córdoba guardo también varias versiones, en las que fui añadiendo giros cada vez más cordobeses, apareciendo Averroes, mihrabs y atauriques. Glosa Redox narra nuestras obsesiones en la por entonces incipiente proteómica redox, con la cisteína en papel estelar. Hala Madriz es un boceto sin pulir, que escribí cuando la SEProt planeaba organizar el congreso del 2011 en Madrid, que finalmente tuvo lugar en Segovia. Es ante todo un intento castizo, con guiños que siguen aún vigentes, de cuando Madrid no había hecho todavía su tercera intentona de albergar las olimpiadas. Por aquél entonces muchos centros madrileños de investigación perdieron la oportunidad de adquirir grandes equipamientos científicos, que habían sido aprobados con fondos FEDER, por falta de cofinanciación de la Comunidad, que, pese a todo, seguía y sigue siendo la más fina. En SEProt en Segovia me dejé llevar por el atractivo medieval de esta ciudad y casi me olvidé de mis deberes poetómicos. Pero el resultado me gustó y en vez de equilibrar el contenido del poema decidí apretar el componente proteico en sólo dos versos. A pocos días de cerrar la edición de este libro, me animé a escribir una nueva versión incluyendo el segundo río de Segovia, que de forma inexplicable dejé fuera en la primera. En Peregrinos en Compostela el embrujo de Santiago también resultó irresistible y mientras intentaba escribir el soneto no pude quitarme de la cabeza el que tal vez sea, en mi opinión, el más grande de todos los sonetos contemporáneos, Torres de Compostela, de Gerardo Diego. Entre unas cosas y otras no es de extrañar que el soneto termine convirtiéndose en un homenaje a Santiago y al gran maestro. La idea de escribir Bad Time for Science surgió de un intercambio de correos con Santiago Lamas, donde salió a relucir la figura de Bertolt Bretch a propósito de la situación de la ciencia en nuestro país. En este poema utilicé el verso libre para conseguir un tono melancólico, y, en contraste con el resto del libro, intenté usar términos poéticos universales. La versión en inglés de Jesse Jackson quedó muy fiel al original y me animó a intentar la traducción del soneto Mitochondrial Whereabouts. Tarea que resultó más difícil de lo que esperábamos y que nos obligó a preparar numerosas versiones, hasta conseguir una satisfactoria, con algunas variantes sobre el texto castellano. La versión del DiS, escrita posteriormente con el entusiasmo de quien ve por fin publicados los frutos de una tecnología nueva en la mejor de las revistas, no podía faltar a esta cita.
12
En Open Search intenté reflejar la luminosidad de Cádiz regresando al alegre soneto alejandrino, y en el empeño de terminar con el nombre de esta ciudad el primer verso no me percaté de que en castellano no existen palabras que con aquélla rimen en consonante. Así que decidí emplear licencias asonantes, que espero que me perdonen los lectores y los organizadores del congreso de Cádiz. Más tarde me di cuenta de que el verso final es exactamente igual que uno de los versos de Ascensión de la Proteína, cerrando así, sin pretenderlo, el ciclo de los diez años de la SEProt. Y aquí, en retrospectiva, veo que el paso del tiempo resulta patente, y la frescura del primer poema contrasta con la estética más elaborada del último. Y que nosotros también hemos madurado como científicos, y al idealismo soñador de los comienzos le sustituye una decidida apuesta por una puerta nueva, por un cambio de concepto, sabiendo que los resultados estarán ahí, tarde o temprano.
13
Ascensión de la proteína Esta proteína aleve que en la membrana encalla tiene, sí, su isoeléctrico punto tan desplazado que más que migrar vuela, tal campo de batalla fuera el gel inocente, rabiosa hacia su cátodo. Se sale la proteína y asesina mi gozo sustentado en artículos de astronómico impacto donde ella sería mi invento y mi alborozo, mi trampolín de fama, mi medio de contacto. Y yo que ya pensaba medir su raudo vuelo, atraparla y contar sus enlaces peptídicos, glosar su homología -‐tan alto era mi anhelo-‐ y discutir sus roles, ¿utópicos? ¿Verídicos? ¡Qué suculento alijo de péptidos daría, tan luenga y tan repleta de azufres y de bases! ¡Qué lista de fragmentos sin par, en sintonía con su papel en cáncer, telómeros, profases!
14
Sospechan que es sustrato de frágiles quinasas, transloca si se altera la tirosina veinte... ¡Qué ciega apoteosis de espectros y de masas sería demostrarlo en vivo y de repente! Para colmo regula la NO sintasa en endotelio, dicen... ¿Qué no haría esta perla, oh joya, no va más desmedido y sin tasa para el voraz proteómico? ¡Sólo es cuestión de verla! Mas la proteina escapa, sólo queda un fantasma de manchas y de iones cercanos mas sin dueño. Sólo queda un proyecto cuyo cántaro plasma en pedazos la historia repetida de un sueño. Publicado en el Boletín de la Sociedad Española de Proteómica, num. 2,junio 2006, pp 47, Madrid
15
Año 2.000 Estoy harto de oír la tontería, que un nuevo siglo empieza en el enero del 2.000; que ese año es el primero del tercer milenio en cristianía. Lo dice hasta la prensa,... ¡qué osadía! Clarísimo: no existe el siglo cero; no es el cero el milenio que es primero. Por tanto el año cero es utopía, y entonces el primero es año uno. Y el último del siglo es año ciento. Nuestro año no es sino el 2.001, primero del milenio, ved: no miento, y primero del siglo veintiuno. Mirad que hasta me rima el argumento.
16
Fundación SEProt (Valencia 2004). Bilbao (2005). CBMSO (2006). Con Santiago Lamas y Juanmi Redondo (2007). Bremen (2008).
17
High Throughput Una obsesión de números me guía; un vendaval de trazas y fragmentos, un huracán de péptidos hambrientos me velan en la noche y en el día. Desayuno proteínas de utopía; los espectros me acechan por momentos, insinuando series, elementos y databases en la lejanía. Los quicios de mi estrés se queratinan tiznando de secuencias las mañanas; no son cromatogramas, son montañas donde riscos de isótopos se inclinan. Y en mi libro las letras no son tales, sino aminoácidos a raudales. Publicado en Proteómica, num. 0, julio 2007, pp 78, Córdoba
18
19
Valencia (2007).
20
Valencia (2007).
21
Donde falló Sequest Donde falló Sequest sólo el ingenio vale Para entender qué ocurre con el sabroso espectro, Por más que la estadística, a diestro y a siniestro, En demostrar se empeñe que la secuencia sale. Cuando arremangue brazos y con mi pecho inhale Estudiaré los datos, metiéndome bien dentro, Por si un indicio canta, como en el arpa el plectro, Que la armonía quiebre y la sospecha instale... -‐¡Pero mirad qué series, qué fabulosos restos, Qué fragmentos sin torso, rutilantes, intensos! ¡Romperían el techo de los altos scores Si su secuencia fuera entre los genes puestos! El match no es sino fruto de azares indigestos, Es ruido culminado, maravilla entre errores. Publicado en Proteómica, num. 1, febrero 2008, pp 160, Barcelona
22
Denovo sequencing -‐Y mira que no cuadra la arginina: me salen diecinueve, así no acierto. -‐Tu hipótesis me sume en desconcierto. -‐Escucha, que tampoco la lisina encaja, ni nos puede la tripsina fallar -‐lo dijo Mann, así que es cierto-‐. -‐¿No será el DTT, que estaba muerto?... ¡Pues menuda es entonces la cisteína! -‐Yo creo que se cicla y así salta por dentro la glicina que nos falta. -‐Aclárate, que el jefe está que trina. -‐¿Y al muy… del referee, qué contestamos? -‐¡Que lo mire Anabel! ¡Y así zanjamos la discusión eterna y bizantina!
23
Review del ruido El ruido campa Por edredones De madrugada. El ruido traza De sombra y grana Largos girones En la mañana. El ruido alegre Fragmenta en serio. El ruido pierde El agua duende Y amonio entero. Pero no tiene Secuencia, anhelo Mi ruido verde. La nube es ruido De azul prendido Que al sol venera. La nube llena De azar fluído Es un latido De altura etérea.
24
Los cambios claros Se ven a ojo Mas los dudosos No son tan raros. Y el ruido, ¿es cojo? Va retozando, Cambios creando De puro antojo. Umbral de gloria Rozan espectros Frente a los péptidos Vueltos de cola. Y aunque se asoman Entre los ciertos Ruido son, vértigo De carambola. Del ruido brota La maravilla. El ruido borda De pliegue y roca La cumbre alpina. De ruido herida Y arista rota,
25
La nieve explota De luz, arriba. La ciencia inquiere Si el ruido puede Copiar su esquema. ¿Tendrá la idea Cimiento fuerte Si unidos crean Azar y suerte Indicio leve De coincidencia? El ruido es vida Si se elimina Su torbellino. La vida es ruido Con lente fina. Mas con precisa tecnología Salen del ruido -‐¡Fourier, amigo!-‐ Las proteínas. SEProt, pequeña, Tú ya lo sabes,
26
El euro, ingrave, Nos escasea. Mas, eupera, Tu joven gesta Saldrá adelante Seguro, a base De ruido y clase. Llevan al ruido Todas las rutas, Donde se busca Siempre escondido. ¡Pero mi ruido! Ruido dormido, Ruido que arrullas Hasta en mi oído. El ruido corre Lleno de arrojos Ante mis ojos. Y sin sonrojo La tarde escoge Para su pose Fractales rojos. Publicado en Proteómica, num. 2, diciembre 2008, pp 68, Córdoba
27
Sitges (2008).
28
Sitges (2008). Córdoba (2008).
29
Gracias, Coe En memoria de José Luis López-‐Rodríguez A Amalia y Esther No sé si el corazón al recordarte Es puño de dolor o es alegría. Oh, cómo mantener la mente fría En esta soledad de no encontrarte. Yo no pude palabras regalarte Cuando llegó la cumbre de tu día; Perdida por un túnel de agonía, Quebró mi voz ante la liz de hablarte. Qué clara la amistad que aquí nos dejas Y qué triste su azul, sin luz ni dueño. Después, mucho después de este homenaje, Tras la estela del mar en que te alejas, Nos guiarán tu afán en pos de un sueño, Tu fé de roca y ola y tu coraje.
30
Hacia Iruña (versión 1) Proteómica: hacia Iruña vas ahora Haciendo un nuevo julio de febrero; Veníamos de Góngora y Romero De Torres a través de la memoria Del Turia ajardinada que al sol dora Un pájaro quizá -‐¿o es un guerrero?-‐, Donde en marco de isótopos ligero Un nóbel, levitando, abrió la hora. Con la txapela y el pañuelo rojo Emulando a Miguel degustaremos La chistorra y el néctar con endrinas. Que San Fermín se ande con buen ojo, Que a falta de una res nos lidiaremos Las proteínas de choque y anexinas.
31
Hacia Iruña (versión 2) Proteómica: hacia Iruña vas ahora Naciendo un nuevo julio de febrero; Veníamos de Góngora y Romero De Torres a través de la memoria Del Turia ajardinada donde mora Un pájaro quizá -‐¿o es un guerrero?-‐, Y un palacio de isótopos de acero Que un nóbel, levitando, conmemora. Henchidos, cual Miguel, de aire norteño, Con el pañuelo rojo y la txapela, La chistorra y el néctar de la endrina, Qué cambios de expresión, en este empeño, Habremos de lidiar, carmín y tela, A San Fermin cantando en la hornacina.
32
Hacia Iruña (versión 3) Proteómica: hacia Iruña vas ahora Naciendo un nuevo julio de febrero; Veníamos de Góngora y Romero De Torres a través de la memoria Del Turia ajardinada, donde mora Un párpado, quizá -‐¿o es un guerrero?-‐, Y en palacio de isótopos de acero Un nóbel, levitando, rememora. ¡Henchidos, cual Miguel, de aire norteño, Con el pañuelo rojo y la txapela, La chistorra y el néctar de la endrina, Qué cambios de expresión, en este empeño, Habremos de lidiar, poniendo vela Al socio San Fermín en su hornacina!
33
Pamplona (2009).
34
Pamplona (2009).
35
Hacia Iruña Proteómica: hacia Iruña vas ahora Naciendo un nuevo julio de febrero; Veníamos de Góngora y Romero De Torres a través de la memoria Del Turia ajardinada, donde mora Un párpado, quizá, -‐¿o es un guerrero?-‐, Y en palacio de isótopos de acero, Levitando, un Nobel que rememora. ¡Henchidos, cual Miguel, de aire norteño, Con la camisa y el pañuelo rojo, La chistorra y el néctar de la endrina, Qué cambios de expresión, en este empeño, Habremos de lidiar, rogando arrojo Al socio San Fermín en su hornacina! Publicado en Proteómica, num. 3, febrero 2009, pp. 216, Pamplona
36
Biología de Sistemas (versión 1) a Jorge Guillén Cambiante firmamento, mar de estrellas, delirio de proteínas en maraña, uncidas a una seda, en telaraña de rutas y cascadas y epopeyas, ¡Cómo chocan, se enlazan, qué querellas de impensable arrebol! Su suma engaña en pos de finitud. ¡Oh cuán extraña unidad que hace más que sólo ellas! ¡Qué nuevo mito emerge en sus telares -‐oh pura creación, oh los fractales del árbol y la arteria-‐! Ved, herida la duda de razón tan manifiesta, se hace la totalidad más nuestra. ¡Cómo pugna el azar hacia la vida!
37
Biología de Sistemas Cambiante firmamento, mar de estrellas; delirio de proteínas en maraña, uncidas a una seda, en telaraña de rutas y cascadas y epopeyas, ¡cómo chocan, se enlazan! ¡Qué querellas, en red, de mil quinasas! ¡Qué migraña! Los nodos, ¿son verdad o son patraña que explica un confluir de leves huellas? Globalizando así todos los datos, Los cambios, las uniones, los sustratos, ¿emergerán las nuevas propiedades, las claves de la vida?... ¿Y la consciencia? ¿Es sistema, es el clúster de una herencia? El eco es un rubor de oscuridades. Publicado en Proteómica, num. 4, noviembre 2009, pp 54, Córdoba
38
39
Córdoba (2010).
40
Córdoba (2010).
41
Jornadas de Córdoba (versión 1) ¡Oh Córdoba otra vez, donde nacimos! No puedo competir con la solera De tus ilustres plumas. Da dentera Leerme donde a Góngora leímos. Otra vez somos jóvenes. Venimos Dispuestos a cambiar esa manera. Todo vale. La idea más señera Florecerá en un delta de racimos. La flor, la luz, el agua... Todo inspira. La acequia, el arrayán será testigo. Mirad cuán sabe el arco que nos mira, Unidos a la luz azul y clara De un rapto de azulejo en Azahara, Córdoba, con jazmines y contigo.
42
Jornadas de Córdoba (versión 2) ¡Oh Córdoba otra vez, donde nacimos! ¡Oh muro inmemorial, calma ribera, Columna en flor, umbrías en hilera Donde nos perdemos y nos reconstruímos! De nuevo somos jóvenes. Venimos A rebatir, crear de otra manera. Todo cabe. La idea más señera Florecerá en tu delta de racimos. La torre, el arco, el agua... Todo inspira. La judería en flor será testigo. Mirad hacia el Mihrab, que ya nos mira, Y unidos a la luz azul y clara De un rapto de arabesco en Azahara, Esplenderemos, Córdoba, contigo.
43
Jornadas de Córdoba ¡Oh Córdoba, otra vez a ti acudimos! ¡Oh calles sin edad, calma ribera, Columna oculta, umbrías en hilera, Oh cuna del saber donde nacimos! De nuevo somos jóvenes. Venimos Al reto de crear de otra manera. Todo cabe. La idea más ligera Florecerá en tu vega en mil racimos. La torre, el arco, el agua... Todo inspira. La huella de Averroes es testigo. Mirad hacia el Mihrab, cómo nos mira, Raptores de la luz profunda y clara De un bosque de ataurique en Azahara, En tus murallas, Córdoba, y contigo. Publicado en Proteómica, num. 5, febrero 2010, pp 179, Córdoba
44
45
Glosa Redox ¿Oh cómo atrapar ese sulfuro, Esa antena, ese imán con su aureola De oxígeno y protón, su larga cola De glutatión, su nitro azul oscuro? ¿Oh cómo desvelar este conjuro Que la edad, la hipoxia, el mar sin ola De la sangre convierte en barcarola De electrones cambiando su futuro? Imposible. No hay rastro. Está escondida, Más sutil que el fosfato y la lisina, Escurridiza y honda, la cisteína. Es ella quien lo siente, quien se oxida, El corazón que late en la proteína, La que tiende los puentes de la vida. Publicado en Proteómica, num. 6, diciembre 2010, pp. 77. Córdoba
46
Hala Madriz Y ahora es la paloma -‐y la sardina-‐, El labrador -‐garbanzo y panderetas-‐, El chasco dos tres del COI -‐qué caretas-‐, La galaxia cristiana y florentina, La caja que hace rato desatina, La esperanza gallarda -‐jugarretas, Chacotas, chirigotas, cuchufletas...-‐. Y pese a todo eres la más fina. Mas yerras de la ciencia la conciencia -‐!Qué ardor de plataformas oxidadas!-‐. Sonrían las proteínas desoladas, Regrese el pregón tierno -‐no el barranco-‐, La audacia, la visión y la paciencia Y prime el porvenir, no el tiempo estanco.
47
Segovia (2011).
48
Segovia (2011).
49
SEProt en Segovia Ese tesón de piedra milenaria Unida sólo por la fuerza pura De prismas y tangentes, esa altura Que hace volar el agua sedentaria; Ese asombro del aire, vuelto en aria Cuando ciñe del muro la estatura; Esa emoción de torres que perdura Hecha cisne en almena legendaria; Ese aplomo del tiempo, lustre y calma, Cansado de perderse en tus esquinas; Esa paz de una plaza donde el alma Olvida, sea a nuestras proteínas, Nuestra ciencia extendida, cumbre entorno, Musa de Eresma, numen sin retorno. Publicado en Proteómica, num. 7, febrero 2011, pp 223, Segovia
50
SEProt en Segovia (versión de clamores) Ese tesón de piedra milenaria Unida sólo por la fuerza pura De prismas y tangentes, esa altura Que hace volar el agua sedentaria; Ese asombro del aire, vuelto en aria Cuando ciñe del muro la estatura; Esa emoción de torres que perdura Hecha cisne en almena legendaria; Ese aplomo del tiempo, lustre y calma, Cansado de perderse en tus esquinas; Esa paz de una plaza donde el alma Olvida, rinda a nuestras proteínas, Nuestra extendida ciencia, los honores, Musa de Eresma, numen de Clamores.
51
Santiago (2012).
52
Santiago (2012).
53
Peregrinos en Compostela "...Creced, mellizos lirios de osadía, Creced, pujad, torres de Compostela..." Gerardo Diego Humilde el corazón, gacha cabeza, Con cayado y vieira, peregrinos, Ajados, polvorientos, numantinos, Al límite de fuerzas de flaqueza, Así hemos de ganar esta grandeza Donde confluyen todos los caminos, Encomendando anhelos y destinos Al apóstol de toda la entereza. ¡Hacia este cielo que al saber desvela, Creced, mellizos lirios de osadía! ¡Creced, pujad, torres de Compostela, Milagros de una fe que ansiamos nuestra, Que ayudara a encontrar, que fuera guía, Heraldo de una luz y una respuesta! Publicado en Proteómica, num. 8, febrero 2012, pp 158 Santiago de Compostela
54
Bad Time for Science
A S.L. In my song a rhyme Would seem to me almost like insolence. Fighting within me are Enthusiasm about the blooming apple tree And the horror of the house painter’s speeches. But only the second thing Drives me to my desk. Bertolt Brecht (Schlechte Zeit für Lyrik, “Bad time for Poetry”)
Now that I write I cannot ignore the evidence, I cannot deny That we feel the moan of defeat, That roads are closing and hopes shut down And a thick despondency clouds us.
55
Bad Time for Science
A S.L. In meinem Lied ein Reim Käme mir fast vor wie Übermut. In mir streiten sich Die Begeisterung über den blühenden Apfelbaum Und das Entsetzen über die Reden des Anstreichers. Aber nur das zweite Drängt mich, zum Schreibtisch. [En mi canción una rima casi me resultaría una insolencia. En mí luchan el entusiasmo por el manzano en flor y el espanto ante los discursos del pintor de brocha gorda. Pero sólo lo segundo me impulsa a escribir.] Bertolt Brecht (Schlechte Zeit für Lyrik, “Malos tiempos para la lírica”)
Ahora que escribo No puedo ignorar la evidencia, No puedo negar Que sentimos el clamor de una derrota, Que se ciegan caminos y se truncan esperanzas Y nos nubla un espeso desaliento.
56
It is bitter to face that harsh reality, That woodworm That undermines decades of effort, The building We built with the cement of enthusiasm, The stone of imagination, And that devastates Our fresh sap, the flower of our youth. All around I find nothing But autumn’s traces, A misty horizon, a leafless wind. And the slow, insidious, Damp of discouragement leaks in. Where is the dawn, the air? The light flees, Cracks, unravels. And the haunting Shadows of doubt lurk. I wonder If there is any use to this stubborn struggle Against all the obstacles and all The impossibilities, These long detours that hardly advance us, This endless movement toward a goal That is never within sight, This tenacity that steadies us,
57
Es amargo enfrentarse a esa cruda realidad, A esa carcoma Que desmorona un esfuerzo de décadas, El edificio Que construimos con el cemento del entusiasmo, La piedra de la imaginación, Y que también desola Nuestra savia más joven, nuestro mejor retoño. Alrededor no encuentro Sino huellas de otoño, Un horizonte en brumas, un viento deshojado. Y se filtran, insidiosas, Las lentas humedades del desánimo. ¿Dónde está la claridad, el aire? La luz huye, Se agrieta, se deshila. Y amenazan Las inquietantes sombras de la duda. Me pregunto Si sirve de algo esta obstinada lucha Contra todas las barreras y todos Los imposibles, Este largo rodeo para avanzar apenas, Este constante progresar hacia una meta Que no se avista nunca, Este tesón que nos mantiene
58
Keeps us trustworthy Guardians of an idea, This captive and measureless time, This crucible where we forge In our image The new face of nature, This slow walk toward the origin, Discovering a step in a cloud And creating a past in the sand, This learning from hidden evidence And symmetry’s silent edge, This fight against errors that rise up, Against a wave of chance, the liquid noise, I wonder if it is any use, If it has any worth. And a breath rises, A sudden impulse, A resentment that smolders, a cry still Suppressed in its birth, the seed of rage, The desperation that struggles and sparks, The lash of anger.
59
Enteros, fidedignos Guardianes de una idea, Este tiempo cautivo y sin medida, Este crisol donde forjamos A nuestra imagen El nuevo rostro de la naturaleza, Este lento caminar hacia el origen Descubriendo un peldaño en una nube Y creando un pasado entre la arena, Este aprender de la evidencia oculta Y el filo callado de la simetría, Este luchar contra el error que aflora, La ola de un azar, el ruido líquido, Me pregunto si vale para algo, Si tiene algún sentido. Y surge un hálito, Un repentino impulso, Un resquemor que prende, un grito todavía Callado en su nacer, el germen de la ira, La desesperación que puja y que crepita, El latigazo de la rabia.
60
A certainty emerges, Dark and torrential, in the marrow, With a jolt, With the crack of a branch. I'm sure now, Convinced. I affirm. I place myself. Everything Becomes solid, takes shape, has a place, makes sense. We have not come here to hunker down. The mountain is there, but clear in contour. And with it, the evidence, The clear inertia of our own weight, The passion of our hands. Yes, surely And emphatically, I trust. And so, strengthened and free, I rejoin the effort On the common front of fortitude, Following Our nearest And decisive example: the river of life Moving ever forward. English version by Jess Jackson
61
Una certeza emerge, Torrencial y oscura, entre la médula Con una sacudida, Con un crujir de rama. Estoy seguro Ahora, convencido. Me afirmo. Me sitúo. Todo adquiere Opacidad, contorno, rol, cordura. No hemos llegado aquí para agacharnos. La montaña está ahí, mas despejada. Y con ella, la evidencia, La clara inercia de nuestro propio peso, La pasión de nuestras manos. Sí, seguro Y rotundo, ya confío. Y así, fortalecido y libre, Me sumo de nuevo a nuestro esfuerzo En el frente común de la entereza, Siguiendo Nuestro más cercano Y decisivo ejemplo: el río de la vida, Avanzando siempre hacia adelante. Publicado en Proteómica, num. 9, febrero 2013, pp 152-‐153, Barcelona
62
Madrid (2014).
63
Madrid (2014).
64
Mitochondrial whereabouts Labyrinth of cristae, strung walnuts, That sifts the tumbling electrons; Irreducible Niagara of ions; Wasps’ nest of ROS, and their targets. Raw energy that in phosphates posits The redox miracle of the protons. Complexes are myriad constellations In the abyss of the membrane’s secrets. I long to delve into their assemblage, To trace from King Thiol the vassalage Of flavin-‐adenine and of quinone, See how the cytochrome swerves, retreats, And wakes the enemy, who defeats The fluted marvel that has no throne. English version by Jess Jackson and Jesús Vázquez
65
Mitochondrial whereabouts Laberinto de crestas; filigrana Por donde se despeñan electrones; Irreducible Niágara de iones; Avispero de ROS, y su diana. Energía que en fósforos hilvana El milagro redox de los protones; Los complejos son mil constelaciones Por el cielo abisal de la membrana. ¡Qué ansias de explorar el ensamblaje, Trazar del rey tiol el vasallaje Del flavín-‐adenín y la quinona! ¡Y cómo el citocromo esquiva y huye, Y delata al enemigo: se destruye La estriada maravilla sin corona! Publicado en Proteómica, num. 10, junio 2015, Bilbao
66
Mitochondrial whereabouts (DiS version) Labyrinth of cristae, strung walnuts, That sifts the tumbling electrons; Irreducible Niagara of ions; Wasps’ nest of ROS, and their targets. Raw energy that in phosphates posits The redox miracle of the protons. Complexes are myriad constellations In the abyss of the membrane’s secrets. I long to delve into their assemblage, To trace from King Thiol the vassalage With NEM and FASILOX and rotenone, See how SCAFI fits, and DiS reveals The starring trimer code that conceals The fluted marvel that has no throne.
67
Mitochondrial whereabouts (versión del DiS) Laberinto de crestas; filigrana Por donde se despeñan electrones; Irreducible Niágara de iones; Avispero de ROS, y su diana. Energía que en fósforos hilvana El milagro redox de los protones; Los complejos son mil constelaciones Por el cielo abisal de la membrana. ¡Qué ansias de explorar el ensamblaje, Trazar del rey tiol el vasallaje Con NEM y FASILOX y rotenona! ¡Y cómo con SCAFI el DiS encaja El trímero estelar y en clave saja La estriada maravilla sin corona!
68
69
Bilbao (2015).
70
Bilbao (2015). Juan Pablo en el Polo Sur (2015). Salamanca (2015).
71
Open Search En esta singladura hacia la luz de Cádiz No han de faltar las masas que sin azar se aúnan Quebrando la cadencia de olas y de dunas Con un rotundo trazo, con un pujar de mástil. Un mar de henchida espuma en un binario cáliz De innúmeras secuencias el clúster nos satura. ¡Se modifican tantas! Buscarlas es locura, Y es una puerta nueva, y es un taimado áspid. Se oxida al fin triptófano... si no es la metionina. ¿Un TMT que falta?... ¿No corta por lisina? ¡Valina que se escapa rompiéndose en la fuente! ¡Qué química recóndita! ¡Qué péptido en harapos! ¡Qué cambio de concepto, qué afán de sucios trapos Sería demostrarlo en vivo y de repente! Publicado en Proteómica, num. 11, noviembre 2016, Cádiz
72
73
Miraflores (2016). CNIC (2016). Con Paco Sánchez-‐Madrid. (2016). Con Toño Enríquez (2016).