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SÍNTESIS EL CONTENIDO DE LA PREDICACIÓN BASADO EN LOS PILARES TEOLÓGICOS DEL ADVENTISMO Y SU RELACIÓN CON EL ESTILO DE VIDA, EL COMPROMISO CON LA MISIÓN Y LA RELACIÓN CON CRISTO, EN LA ASOCIACIÓN OLMECA DE MÉXICO Por Israel Robles Pérez Asesor: Félix Hadid Cortez Valles

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Page 1: Israel Robles

SÍNTESIS

EL CONTENIDO DE LA PREDICACIÓN BASADO EN

LOS PILARES TEOLÓGICOS DEL ADVENTISMO Y

SU RELACIÓN CON EL ESTILO DE VIDA, EL

COMPROMISO CON LA MISIÓN Y LA

RELACIÓN CON CRISTO, EN LA

ASOCIACIÓN OLMECA

DE MÉXICO

Por

Israel Robles Pérez

Asesor: Félix Hadid Cortez Valles

Page 2: Israel Robles

SÍNTESIS DE TESIS DOCTORAL

Disertación

SEMINARIO TEOLÓGICO ADVENTISTA INTERAMERICANO

Recinto Universidad de Montemorelos

Título: EL CONTENIDO DE LA PREDICACIÓN BASADO EN LOS PILARES

TEOLÓGICOS DEL ADVENTISMO Y SU RELACIÓN CON EL

ESTILO DE VIDA, EL COMPROMISO CON LA MISIÓN Y

LA RELACIÓN CON CRISTO EN LA ASOCIACION

OLMECA DE MÉXICO

Investigador: Israel Robles Pérez

Asesor: Félix Hadid Cortez Valles, Ph.D.

Fecha de terminación: Julio de 2012

Problema

La iglesia adventista basa en gran parte su identidad teológica en las siete creencias

fundamentales conocidas como los pilares del adventismo. Sin embargo, en la actualidad no se

cuenta con un parámetro para evaluar en qué medida estos pilares se están predicando en los

servicios de adoración y cómo esta predicación está impactando la experiencia cristiana del

adventismo. El presente estudio procuró medir la frecuencia de estos pilares en la predicación

y en qué grado explican el estilo de vida, el compromiso con la misión y la relación con

Cristo.

Page 3: Israel Robles

Método

Se aplicó una encuesta de 36 ítems a una muestra de 161 miembros de diez distritos de

la Asociación Olmeca. Los datos recolectados se analizaron mediante un diagrama de “caja y

bigotes”, la media aritmética, la relación de Pearson y regresión lineal simple y múltiple.

Resultados

Al aplicar el modelo estadístico de regresión lineal simple para medir el grado en que

la variable independiente explica a las variables dependientes, se encontró en primer lugar,

que el contenido de la predicación explica positivamente al estilo de vida, ya que ([F

(7,152)=3.545, p=.001]). En este sentido se puede decir que si hubiera una mejora o varianza

en la predicación de los pilares se vería reflejada positivamente en el estilo de vida; ya que

estadísticamente si el valor p es menor a 0.05 indica una relación significativa y en este primer

caso (p=.001).

De igual manera el contenido de la predicación explica positivamente al compromiso

con la misión, ya que sus valores fueron [F (7,152)=3.797, p=.001]; en donde nuevamente se

observa que p es menor a 0.05; lo cual se puede interpretar que donde exista una mejora en la

predicación de los pilares, también mejoraría el compromiso con la misión. En cuanto a la tercera

variable dependiente “relación con Cristo” los resultados fueron ([F (7,152)=4.594, p=.000]); en

donde también se observa una relación significativa, concluyéndose que la predicación de los

pilares también explica positivamente a la relación con Cristo. Finalmente, al analizar el

comportamiento de los pilares teológicos en función de su contenido de la predicación

adventista, se encontró que el pilar más predicado es el sábado y el menos predicado es el

santuario.

Page 4: Israel Robles

Conclusiones

Al aprobarse estadísticamente las hipótesis de investigación, se puede decir que existen

evidencias sólidas de que el contenido de la predicación, basado en los pilares del adventismo,

explica positivamente el estilo de vida, el compromiso con la misión y la relación con Cristo.

Se infiere, que en donde se realice una predicación con alto contenido de los pilares teológicos

habrá un mejor desempeño en las tres dimensiones de la experiencia cristiana adventista que

se tomaron como variables dependientes. Adicionalmente, la investigación presenta evidencias

de que si la iglesia adventista quiere fortalecer su identidad, debe prestar más atención a sus

pilares teológicos, ya que el análisis de frecuencia mostró que pilares como el santuario, el

mensaje de los tres ángeles y la no inmortalidad del alma evidencian una baja frecuencia en la

predicación.

Page 5: Israel Robles

Abstract

SEMINARIO TEOLÓGICO ADVENTISTA INTERAMERICANO

Recinto Universidad de Montemorelos

Title: THE CONTENT OF PREACHING BASED ON THE THEOLOGICAL PILLARS OF

ADVENTISM AND THEIR RELATIONSHIP WITH THE LIFE STYLE,

COMMITMENT TO THE MISSION AND THE RELATIONSHIP

WITH CHRIST IN THE OLMECA CONFERENCE

OF MEXICO

Name: Israel Robles Pérez

Advicer: Félix Hadid Cortez Valles, Ph.D.

Date: July 2012

Problem

The Adventist Church based its identity on the theological beliefs known as the pillars

of Adventism. However, the church currently has no parameter to assess how these pillars are

predicated on the worship services and how they impact the lifestyle of Adventists. This study

attempted to measure the frequency of these pillars in the preaching and to what extent they

explain the lifestyle, the commitment to the mission and the relationship with Christ of

Adventists in ten districts of the Olmeca Conference.

Page 6: Israel Robles

Method

A survey with 36 items was applied to 161 members of ten districts of the Olmeca

Conference. The data collected were analyzed statistically by means of a diagram of "box and

whiskers", the arithmetic mean, Pearson R correlation and simple and multiple linear

regressions.

Results

After applying the simple lineal regression statistic model to measure the extent in

which the independent variable explains the dependent variables, it was found that the content

of preaching explains positively lifestyle, since ([F (7.152) = 3,545, p = .001]). In this sense it

can be said that if there is a positive variation or more preaching of the pillars it will affect

positively lifestyle; because from the point of view of statistics if the value of p is less than

0.05, this would indicate a significant relationship and in this case (p=.001).

Similarly, the content of preaching explains positively the commitment to mission,

since the values were [F (7,152)=3.797, p=.001]. Note again that p was less than 0.05, which

indicates that if there is a positive change in the preaching of the pillars, there will also be a

positive change in the commitment to mission. Regarding the third dependent variable,

“relationship with Christ,” the results were ([F (7,152)=4.594, p=.000]). Note again that there

was a significant relationship and we can conclude that the preaching of the pillars also

explains positively the relationship with Christ. Finally, it was also found that the pillar

preached more frequently is Sabbath and the one that was preached the less is the sanctuary.

Conclusions

The content of preaching based on the pillars of Adventism explains positively

lifestyle, the commitment to mission and the relationship with Christ. This means that where

Page 7: Israel Robles

preaching of the pillars is done more frequently, the church will also improve in the three

aspects of the Christian Adventist experience that were chosen as dependent variables.

Further, research shows evidences that if the Adventist Church wants to strengthen its identity,

it must pay more attention to its theological pillars since the analysis of frequency showed

that the pillar of the sanctuary, the message of the three angels and the non immortality of the

soul have a low frequency in preaching.

Page 8: Israel Robles

SEMINARIO TEOLÓGICO ADVENTISTA INTERAMERICANO

Recinto Universidad de Montemorelos

EL CONTENIDO DE LA PREDICACIÓN BASADO EN

LOS PILARES TEOLÓGICOS DEL ADVENTISMO Y

SU RELACIÓN CON EL ESTILO DE VIDA, EL

COMPROMISO CON LA MISIÓN Y LA

RELACIÓN CON CRISTO, EN LA

ASOCIACIÓN OLMECA

DE MÉXICO

Tesis

presentada en cumplimiento parcial

de los requisitos para el título de

Doctor en Ministerio

Por

Israel Robles Pérez

Julio de 2012

Page 9: Israel Robles

A Blanca Leticia:

Mi inspiración en todo proyecto.

A Leticia,

Salem

y

Jahaziel:

La alegría, la perfección y el don que Dios me dio.

Page 10: Israel Robles

RECONOCIMIENTOS

En primer lugar reconozco que todo lo debo “Al que hizo el cielo y la tierra, el mar y

las fuentes de las aguas” (Ap 14: 6).

En segundo lugar, expreso mi agradecimiento a las personas que en algún momento,

desde el inicio hasta el final del curso doctoral, fueron un factor decisivo para culminarlo.

Al pastor Abraham Sandoval Jiménez, líder y administrador adventista, por brindarme

todo su apoyo para iniciar este proyecto de estudio. Al Dr. Félix Hadid Cortez Valles, no solo

un excelente educador y asesor, sino un gran amigo. A los pastores Aarón Omaña Pliego,

Pedro López, Gregorio Avilés, Obed Ortiz Rinza y José Luis García, por su apoyo oportuno

para continuar en cada etapa. Al C.P. Arturo Domínguez por su preocupación administrativa

para que el proyecto avanzara. Al Dr. Jaime Rodríguez, quien aportó generosamente para esta

tesis sus consejos sobre estadística. Al Dr. J. Omar Velázquez, por sus valiosas sugerencias

para enriquecer el trabajo final. Al Dr. Moisés Espinoza Almazán por su ayuda excepcional

para familiarizarme con el lenguaje bíblico del Nuevo Testamento.

A los pastores Eleuterio García, Oscar de los Santos, Lázaro Mazariego, Julio Abel

Rodríguez, Urías Leyva, Román Hernández, José de Jesús Gamas, Irán González y Leonel

Jiménez por su ayuda en la aplicación de las encuestas.

Page 11: Israel Robles

v

TABLA DE CONTENIDO

DEDICATORIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iii

RECONOCIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iv

LISTA DE FIGURAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x

LISTA DE TABLAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xi

Capítulo

I. NATURALEZA Y DIMENSIÓN DEL PROBLEMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

¿Está perdiendo la iglesia adventista su identidad

escatológica? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Tendencias que amenazan la identidad del adventismo . . . . . . . . . . . 4

Definición del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Objetivos de la investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Preguntas de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Hipótesis de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Propósito del estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Justificación e importancia del estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Limitaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Delimitaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Trasfondo filosófico/supuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Definición de términos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

II. MARCO TEÓRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

La necesidad de evaluar el contenido de la predicación adventista . . . . . . 16

Una teoría de contenido: los pilares teológicos del

adventismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Naturaleza de los pilares teológicos del adventismo . . . . . . . . . . . . . . 18

Qué y cuáles son los pilares teológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Descubrimiento bíblico de los pilares teológicos . . . . . . . . . . . . . 23

Función hermenéutica de los pilares teológicos. . . . . . . . . . . . . . . 27

Relación con otras variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Una aproximación al adventismo en Apocalipsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

El origen profético de la iglesia adventista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

El librito abierto de Apocalipsis 10 y la revolución

teológica iniciada por Guillermo Miller . . . . . . . . . . . . . . . . 33

La experiencia dulce y amarga del adventismo . . . . . . . . . . . . . . 35

Naturaleza misiológica del adventismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

La identidad profética de la iglesia adventista . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Guardan la ley de Dios en medio del conflicto final . . . . . . . . . . 38

Tienen el don profético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Naturaleza profética del mensaje adventista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

El rol de la predicación en el tiempo del fin . . . . . . . . . . . . . . . . 44

Page 12: Israel Robles

vi

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

Elena de White, los pilares teológicos del adventismo, la predicación

y la identidad de la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

La identidad de la iglesia en los escritos de Elena de White . . . . . . . 50

Primera visión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

El nombre de la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

1888 y la identidad cristiana del adventismo . . . . . . . . . . . . . . . 53

La predicación en los escritos de Elena de White . . . . . . . . . . . . . . . 56

La predicación de la verdad terminará la obra . . . . . . . . . . . . . . 57

Los pilares teológicos del adventismo en los escritos de

Elena de White . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

La segunda venida de Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

El santuario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

La ley de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

El sábado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

La no inmortalidad del alma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

El mensaje de los tres ángeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

El don profético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

El carácter inamovible de los pilares teológicos . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Función teológica de los pilares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

Tensión entre los pilares y la revelación progresiva . . . . . . . . . . . 66

Peligro latente de cambiar los pilares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 Relación entre los pilares teológicos, la predicación,

y la identidad del adventismo en los escritos

de Elena de White . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

Los pilares teológicos como contenido de la predicación

actual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

La identidad de la iglesia como resultado de la predicación

de los pilares teológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Pilares teológicos del adventismo, predicación e identidad en el

pensamiento adventista al principio del siglo XXI . . . . . . . . . . . . . . . 73

Antecedentes históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

Voces de alerta en cuanto a una crisis de identidad en la

predicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Fernando Canale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

George R. Knight . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

Alberto R. Timm . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

Alberto Treiyer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

Un caso de predicación e identidad en la

investigación reciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

Estilo de vida, compromiso con la misión y la relación con Cristo

como dimensiones de la experiencia religiosa adventista . . . . . . . . . . 90

Estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91

Antecedentes históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

Page 13: Israel Robles

vii

Énfasis en la salud preventiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

La dieta más recomendable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Relación entre la mente y el cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

Cómo se mide el estilo de vida y con qué otras variables

se relaciona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

Compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

¿Qué es para los adventistas el compromiso con la

misión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

La misión y el mensaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102

Compromiso personal con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103

Cómo se ha medido el compromiso con la misión y con qué

otras variables se relaciona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103

Relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Contexto histórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Hacia una definición de la relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . 107

Dimensiones de la relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Cómo se mide la relación con Cristo y con qué otras

variables se relaciona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110

III. METODOLOGÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

Descripción de la metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

Operacionalización de las variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

Definición conceptual de las variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

Variable independiente: contenido de la predicación adventista

y sus dimensiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

Los pilares como dimensiones de contenido . . . . . . . . . . . . . . . 114

Variables dependientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116

Estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116

Compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

Relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

Definición instrumental de las variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

El contenido de la predicación y sus dimensiones . . . . . . . . . . 118

El estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Definición operacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Hipótesis y alcance de variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121

Proceso de recolección de datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122

Proceso de análisis de datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

Proceso de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

IV. RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

Descripción demográfica de la muestra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

Comportamiento de las variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126

Frecuencia de predicación de los pilares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126

Page 14: Israel Robles

viii

El sábado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

La segunda venida de Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

La ley de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

El don profético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

El santuario, el mensaje de los tres ángeles

y la no inmortalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Comportamiento de los pilares teológicos en la predicación,

según la media aritmética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Análisis del comportamiento de las variables por ítems . . . . . . . . . . 131

Ítems del santuario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Ítems de la no inmortalidad del alma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

Ítems del mensaje de los tres ángeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

Ítems del don profético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Ítems de la ley de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Ítems de la segunda venida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Ítems del sábado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Ítems del estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

Ítems del compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

Ítems de la relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136

Confiabilidad y validez del instrumento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138

Pruebas de las hipótesis nulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140

Primera hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140

Segunda hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142

Tercera hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145

Otros resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

El compromiso con la misión y el nivel académico . . . . . . . . . . . . . 146

La relación con Cristo y la edad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148

Formas de vida y la variable nominal predicador . . . . . . . . . . . . . . . 148

Relación entre si es predicador y el género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150

V. RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES . . . . . . . . . . . . . 152

Una marco teórico para la identidad adventista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153

Función hermenéutica de los pilares teológicos

del adventismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156

De la teoría a la investigación empírica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160

Planteamiento del problema de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163

La metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163

Los resultados más relevantes a la luz del marco teórico . . . . . . . . . . 164

Comportamiento de la variable contenido de la

predicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

Algunas consideraciones resultantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

Recomendaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Nuevas investigaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Método de adoctrinamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

Preparación ministerial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

Page 15: Israel Robles

ix

Capacitación laica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

Teología sistemática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

Simposio teológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

Publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

La Unión Interoceánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

Apéndice

A. INSTRUMENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171

B. CORRIENTES RELIGIOSAS QUE SURGIERON DEL

CHASCO DE 1844 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175

C. SALIDAS ESTADÍSTICAS COMPUTARIZADAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

LISTA DE REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197

Page 16: Israel Robles

x

LISTA DE FIGURAS

1. Cuadro comparativo de los pilares según Elena de White

y otros autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

2. “Diagrama de Caja y Bigotes”. Frecuencia de los pilares

en la predicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

3. Gráfica de predicación de los pilares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130

Page 17: Israel Robles

xi

LISTA DE TABLAS

1. Media de los pilares teológicos del adventismo

en la predicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130

2. Media de los ítems del santuario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

3. Media de los ítems de la no inmortalidad del alma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

4. Media de los ítems del mensaje de los tres ángeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

5. Media de los ítems del don profético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

6. Media de los ítems de la ley de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

7. Media de los ítems de la segunda venida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

8. Media de los ítems del sábado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

9. Media de los ítems del estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

10. Media de los ítems del compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

11. Media de los ítems de la relación con cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138

12. Confiabilidad y validez de los constructos: Contenido

de la predicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

13. Confiabilidad y validez de las variables dependientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

Page 18: Israel Robles

xii

14. Prueba de la primera hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

15. Como explican los pilares teológicos del adventismo

el estilo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142

16. Prueba de la segunda hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

17. Como explican los pilares teológicos del adventismo

el compromiso con la misión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

18. Prueba de la tercera hipótesis nula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

19. Como explican los pilares teológicos del adventismo

la relación con Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

20. Compromiso con la misión y el nivel académico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

21. Correlación entre la relación con Cristo, el compromiso

con la misión, el estilo de vida y la edad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148

22. Correlación entre si es o no predicador y las demás

variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

23. Relación entre el género y si es predicador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150

Page 19: Israel Robles

1

CAPÍTULO I

NATURALEZA Y DIMENSIÓN DEL PROBLEMA

La Iglesia Adventista del Séptimo Día atribuye su origen a un reavivamiento

escatológico,1 en el cual el contenido profético de la predicación

2 definió en gran medida su

identidad. Este reavivamiento ocurrió principalmente en Norteamérica entre 1831 y 1844

como resultado del estudio y predicación del retorno premilenial de Cristo a esta tierra. Tuvo

como dirigente principal a Guillermo Miller, quien apoyado en sus estudios de Daniel 8: 14

colocó una fecha para el regreso de Cristo, que terminó en el denominado gran chasco de

1844.3

Antecedentes

Posteriormente, entre 1844 y 1860, un grupo de pioneros movidos por la convicción de

1“Las raíces históricas y teológicas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día descansan en el

movimiento Millerita de 1830s y 1840s” (Hans K. La Rondelle, “Beyond disappointment”, Adventist Review

[junio 1,1989], 8).

2Entre 1831 y 1844, se estima que entre 1500 a 2000 sermones fueron predicados proclamando el

mensaje del advenimiento. (Alberto R. Timm, El santuario y el mensaje de los tres ángeles [Lima, Perú: SALT y

Escuela de Posgrado Universidad Peruana Unión, 2004], 20).

3“De acuerdo con la tradición hermenéutica protestante convencional, Miller usó el método historicista -

premilenial de la interpretación profética y aplicó el principio de año por día a tales períodos apocalípticos como

los 2300 días de Daniel 8: 14, los 1290 y 1335 días de Daniel las 12: 11, 12, y los 1260 días de Apocalipsis 11: 3

y 12: 6 (cf. 7: 25 de Dan; Ap 11: 2; 12: 14; 13: 5). Sus intentos para comprender y poner en armonía esos

períodos lo llevaron a la conclusión que terminarían ‘cerca del año 1843 A.D.’, cuando el Segundo Advenimiento

de Cristo tendría lugar. Mas tarde Samuel S. Snow dijo más precisamente que los 2300 días de Daniel 8: 14

serían cumplidos en el décimo día del séptimo mes del año religioso judío de 1844 (el 22 de octubre de 1844)”

(Alberto R. Tim, recopilador, “La eclesiología adventista del séptimo día, 1844-2001, una breve visión histórica”,

Historia del desarrollo de las doctrinas adventistas [Textos para la materia de Desarrollo de las Doctrinas

Adventistas Seminario Adventista Latinoamericano de Teología, 2009], 187).

Page 20: Israel Robles

2

que el chasco de 1844 debería tener un significado profético,1 concentraron su atención en los

capítulos 10 al 14 de Apocalipsis, en donde desde una perspectiva historicista, construyeron

una plataforma doctrinal de siete creencias que llegarían ser consideradas como los hitos o

pilares teológicos del adventismo. Estos pilares son: (1) la segunda venida de Cristo, (2) el

santuario celestial, (3) la ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el

mensaje de los tres ángeles y (7) el don profético. Los cuales cumplieron la función de definir

la identidad del movimiento, identificándolo como el remanente de Apocalipsis 12: 17.2

En esta etapa que abarcó de 1844 a 1860, estas creencias fundamentales fueron

estudiadas en congresos, predicadas en reuniones públicas y en pequeños grupos y analizadas

en encuentros personales. Así, proveyeron la identidad teológica que integró poco a poco a los

creyentes esparcidos y desorientados por el chasco de 1844 en un movimiento con conciencia

histórica y valor profético.3

1Véase Ron du Preez, “1844: ¿Coincidencia o providencia?”, Diálogo Universitario 18/3 (2006), 13-

15.

2“Los adventistas han aplicado la referencia al remanente en Apocalipsis 12: 17 basados en tres

argumentos principales. En primer lugar, utilizando el método historicista de interpretación, han encontrado en

Apocalipsis 12 una descripción profética de la historia de la iglesia cristiana desde el Siglo I hasta el fin de la

controversia. Los 1260 días se han tomado como un período profético que llegó a su fin en 1798. El remanente

vino a la existencia después de ese año. En segundo lugar, el remanente se caracteriza por su fidelidad a los

mandamientos de Dios, entendidos como los Diez Mandamientos. Esto incluye de manera particular el cuarto

mandamiento que fue rechazado por la mayoría del mundo cristiano. En tercer lugar, tienen el testimonio de

Jesús, que fue interpretado basado en Apocalipsis 19: 10, como una referencia al espíritu de profecía. Este don se

manifestó entre los adventistas en el ministerio profético de Elena de White” (Ángel Manuel Rodríguez, “The

Remnant and the Adventist Church”, en http: //biblicalresearch.gc.adventist.org/documents/remnantSDA

church.htm [12 octubre 2011]).

Adicionalmente, los pilares teológicos definen la identidad desde el punto de vista de la teología. Esto es

lo que en esta investigación se identifica como el contenido de la predicación. Knight argumenta que “el

desarrollo histórico de la teología adventista del séptimo día, puede entenderse como una búsqueda continua de

identidad” (George R. Knight, Nuestra identidad. Origen y desarrollo [Miami: Asociación Publicadora

Interamericana, 2007], 17).

3“[1] Es el único pueblo que encuentra sus raíces proféticas, o su historia en Apocalipsis 10. [2] Es el

único pueblo que encuentra su identidad profética definida en Apocalipsis 12. [3] Y es el único pueblo que

encuentra su mensaje y misión profética dada en Apocalipsis 14” (James R. Nix, “Seventh day adventism: a

unique prophetic movement”, Adventist World [junio 2009], 14, 15).

Page 21: Israel Robles

3

En contraste, las otras corrientes que no conservaron su conexión con 1844, perdieron

su relevancia y su razón de existir (véase apéndice B, página 174).1 Solo la iglesia adventista

se mantuvo como la única heredera de 1844.2 Así, después de integrar un sistema de verdades

teológicas, los pioneros llegaron a la conclusión de que también debían identificarse con un

nombre, por consiguiente, en 1860 eligieron denominarse Iglesia Adventista del Séptimo Día,3

hecho que terminó separándolos no solo de los no creyentes, sino de otros grupos religiosos

existentes.

¿Está perdiendo la iglesia adventista su

identidad escatológica?

Hoy, sin embargo, a 167 años de su origen, la iglesia adventista enfrenta el impacto de

una espera prolongada que sus pioneros no previeron, y con ella, el riesgo latente de perder la

visión apocalíptica que trajo el movimiento a la existencia. Por lo que uno podría preguntarse:

¿En qué medida puede estar ocurriendo esta imperceptible pérdida de vitalidad y su resultante

crisis de identidad profética? ¿Ha afectado este envejecimiento también a la predicación?

1Históricamente se sabe que emergieron del chasco por lo menos tres corrientes principales: (1) los que

creyeron que en 1844 no ocurrió nada significativo y se caracterizaron por seguir poniendo fechas para la venida

del Señor, (2) los que creyeron que la fecha estaba equivocada pero el evento era correcto, y que por lo tanto, la

venida de Cristo se había cumplido en forma espiritual y (3) los que comprendieron que el evento estaba

equivocado pero la fecha era correcta, es decir, que en 1844, realmente había sucedido algo importante en el

cielo: El comienzo de la purificación del santuario celestial; y no la segunda venida como se había pensado. De

este tercer segmento surgió la Iglesia Adventista del Séptimo Día. (Timm, El santuario, 63-66).

2“Estos adventistas llegaron a verse así mismos como los únicos y verdaderos herederos del adventismo

pre-chasco, continuaron sosteniendo el advenimiento literal a diferencia de los espiritualizadores, y sosteniendo

los principios de interpretación profética de Miller a diferencia de los adventistas de Albany” (Knight,

“Adventism at 150”, Ministry [octubre 1994], 5).

3“El nombre Adventista del Séptimo Día lleva al frente las verdaderas características de nuestra fe y

convencerá a la mente inquisitiva. Como una flecha de la aljaba del Señor herirá a los transgresores de la ley de

Dios, y llevará al arrepentimiento para con Dios y a la fe en nuestro señor Jesucristo” (E. White, Testimonios

para la iglesia, Vol. 1 [Miami: Asociación Publicadora Interamericana, 2003], 223).

Page 22: Israel Robles

4

¿Se está convirtiendo la predicación que trajo notabilidad al movimiento en un factor de

pérdida de identidad? 1 ¿Han perdido los pilares del adventismo su jerarquía teológica llegando

a convertirse únicamente en reliquias veneradas del pasado?2 Todos estos riesgos son

posibles,3 si los adventistas se olvidan de la lección histórica que sobrevive en una sentencia

de sus pioneros: “No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en

que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada”.4

Tendencias que amenazan la identidad

del adventismo

Según lo anterior, hay dos aspectos de su historia que los adventistas no deben olvidar:

(a) la manera en que el Señor los ha conducido y (b) y lo que el Señor les ha enseñado en su

historia pasada. Especialmente, el segundo aspecto ha sido el más difícil de mantener en la

memoria. Por ejemplo, Treiyer, en un análisis rápido de la historia agrupa en cuatro grandes

bloques las tendencias que han amenazado la sana doctrina5 del adventismo: (1) movimientos

pentecostales, carismáticos y celebracionistas, (2) corrientes espiritualizadoras, (3) tendencias

1“Pero más allá del tema del envejecimiento, algunos sectores del adventismo del séptimo día en la

década de 1990 (particularmente en lugares tales como Norteamérica, Europa, y Australia) parecen estar

enfrentando todas las amenazas que erosionaron a los otros cuerpos adventistas. Así en su búsqueda de

significado en lo que parece ser un cada vez más retrasado fin del mundo, algunos creyentes se sienten tentados a

espiritualizar la venida de Cristo. Sin embargo, el perder la fe en un advenimiento real e histórico, es perder el

adventismo mismo” (Knight, “Adventism at 150”, 12).

2Knight, “Adventism”, 8.

3Knight, “Adventism, Institutionalism and the Challenge of Secularization”, Ministry (junio1991), 6-10.

4E. G.White, Notas biográficas de Ellen G. White (Mountain View, CA: Pacific Press Publ. Assn.,

1981), 21.

5Tito 2: 1. Todas las referencias bíblicas están tomadas de la versión Nueva Reina Valera Siglo XXI

(Doral, FL: Sociedad Bíblica Emanuel, 2009), a menos que se indique lo contrario.

Page 23: Israel Robles

5

originadas en el dualismo griego y (4) preteristas, futuristas e idealistas.1 A su vez, Canale

habla de los peligros actuales que enfrenta la teología adventista, en términos de una

desintegración, e identifica cuatro tendencias o escuelas de pensamiento con referencia a sus

características más salientes. Estas escuelas son: (1) la evangélica, (2) la modernista-liberal,

(3) la histórica y (4) la bíblica.2 Él advierte especialmente que los defensores de las corrientes

evangélica, modernista-liberal e histórica, pretenden colocar sus ideas como los nuevos pilares

del adventismo. Por lo que exhorta a los teólogos a no perder de vista el proyecto iniciado por

los pioneros del adventismo.

Debido al descuido del proyecto teológico inicial y a la intrusión de ideas tomadas de

la tradición evangélica, la teología adventista se encuentra actualmente en un estado de

fragmentación y carente de un crecimiento saludable y consecuente. Sus disciplinas

teológicas están desconectadas entre sí, incluso de la vida y de la misión de la iglesia.

Los adventistas actuales necesitan urgentemente completar el proyecto teológico de los

pioneros para salvaguardar la unidad y la misión de la iglesia adventista.3

Así mismo, Knight señala una tendencia a perder la visión apocalíptica en la

predicación, que califica como una castración del adventismo. En su análisis, presenta tres

formas de borrar la relevancia apocalíptica en la predicación: (1) Un énfasis desmedido en los

símbolos proféticos, al grado de dejar a Cristo fuera del mensaje, (2) un énfasis desequilibrado

1Alberto R. Treiyer, “Herederos del Chasco de 1844”, www.tagnet.org/distinctivemessages (20

septiembre 2011).

2Fernando Canale, “Completando la teología adventista I: la tarea teológica en la vida de la iglesia”,

DavarLogos 6.1 (2007), 59.

3Ibíd., 55. En otro artículo Canale explica en que consiste la inconclusión del proyecto teológico de los

pioneros adventistas. “Por el contrario, al surgir de una aplicación consistente del principio protestante de la sola,

tota et prima Escritura el proyecto adventista iniciado por los pioneros implícitamente cambió el contenido de

las presuposiciones hermenéuticas que la teología cristiana había tomado de la filosofía griega y de las ciencias

humanas. Este cambio en el paradigma hermenéutico requiere una reinterpretación de la totalidad de las doctrinas

bíblicas del cristianismo que el Adventismo todavía no ha desarrollado a nivel de investigación teológica erudita,

y muy poco a nivel de divulgación” (“Completando la teología adventista II: el proyecto teológico adventista y su

impacto en la iglesia”. DavarLogos 6.2 [2007], 131).

Page 24: Israel Robles

6

que deja al sacrificio sustitutivo de Cristo fuera de la predicación apocalíptica y (3) un énfasis

que descuida en la predicación la justicia y la ira del Cordero. El advierte que donde se de esta

esterilización, solo quedará un adventismo cultural.1 A su vez, Timm señala que en algunas

partes del mundo, los candidatos al bautismo carecen de una preparación doctrinal suficiente,

que les permita una vez bautizados defender las doctrinas cardinales del adventismo.2

En base a los antecedentes anteriores, la presente investigación proyectó hacer una

aproximación empírica al contenido de la predicación adventista, a través del lente de los

pilares que constituyen su plataforma teológica. Con este propósito, los pilares teológicos del

adventismo se tomaron como los supuestos fundamentales de la propuesta.3 Es decir, se

reafirmaron como creencias teológicas que no necesitaban demostración, pues son hechos

plenamente aceptados. Se presupone que estos pilares definen la identidad de la iglesia, por lo

tanto, fueron el parámetro para evaluar el contenido de la predicación adventista.

Además, estos pilares no solo definieron la identidad temprana del adventismo,

también se constituyeron en los elementos espirituales que guiarían a los adventistas a hacer

decisiones éticas en el contexto de la espera. Por lo tanto; un cambio en el contenido podría

afectar el estilo de vida,4 el compromiso con la misión y hasta la relación espiritual con Cristo.

1Knhigt, La visión apocalíptica y la castración del adventismo (Doral, FL: Asociación Publicadora

Interamericana, 2209), 43,44.

2Timm, “La preparación para el bautismo”, Revista Adventista Sudamericana, (agosto 2004), 11-13 (Ver

E G. White, El evangelismo [Buenos Aires, Argentina: ACES, 1993], 235).

3“Un supuesto es aquel principio o idea guiadora que fundamente una acción o conducta. Se trata de

creencias filosóficas o teóricas que no se pretende demostrar, sino que se dan como un hecho aceptado” (Tevni

Grajales Guerra, Repensar en la educación [Montemorelos, NL: Publicaciones Universidad de Montemorelos,

2004], 58).

Page 25: Israel Robles

7

Esto también lo sugirió el Señor Jesús al final de su discurso apocalíptico de Mateo 24, en

donde se percibe que a la expresión “mi Señor se tarda en venir” (Mt 24: 48), le sigue la

descripción de la conducta del siervo malo quien empieza a “golpear a sus consiervos y a

beber con los borrachos” (Mt 24: 49).

Hasta aquí, se ha entendido que la identidad del adventismo depende en gran medida de

la solidez de una plataforma de contenido, que en su caso está constituida principalmente por

sus pilares teológicos, los cuales a su vez proveen el contenido esencial de la predicación y la

plataforma de la praxis religiosa. Por lo tanto, se espera hipotéticamente que los miembros al

ser expuestos a una predicación basada en los pilares teológicos, sean impactados

positivamente en su forma de vida. Un descuido podría también producir resultados contrarios.

Por ello, también, la presente investigación buscó medir este impacto. Es decir, a la variable

contenido de la predicación, se la relacionó con tres variables que tienen que ver con la

experiencia religiosa del adventismo.

Definición del problema de investigación

En qué medida el contenido de la predicación de los siete pilares teológicos del

adventismo [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) la ley de Dios, (4)

el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles, y (7) el don

profético] explican (a) el estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación con

Cristo, en diez distritos de la Asociación Olmeca, durante el año 2011.

4“Ella incluyó en el mensaje de preparación la reforma práctica de un nuevo estilo de vida. ‘La

temperancia en todas las cosas debe ser conectada con el mensaje, debe hacer volver al pueblo de la idolatría, la

glotonería, y de su extravagancia en el vestido y otras cosas’” (E. White, Testimonios, Vol. 3, 62)”, citado en

Hans K. La Rondelle, “In the spirit of Elijah”, Adventist Review [junio 15, 1989], 9, 10.

Page 26: Israel Robles

8

Objetivos de la investigación

1. Determinar en qué medida el contenido de la predicación de los pilares del

adventismo explican: (a) el estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación

con Cristo.

2. Determinar en qué medida se relacionan cada uno de los pilares de la predicación

adventista [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) la ley de Dios, (4)

el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles y (7) el don

profético] con (a) el estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación con

Cristo.

3. Observar si las variables demográficas referentes a los encuestados: (a) zona de

residencia, (b) género, (c) nivel académico, (d) edad, (e) cargo en la iglesia, (f) si es o no

predicador y (g) tiempo en la iglesia, guardan alguna relación positiva con el estilo de vida, el

compromiso con la misión y la relación con Cristo.

Preguntas de investigación

1. ¿Explica la predicación con alto contenido de los pilares del adventismo la

experiencia cristiana de los miembros; especialmente su estilo de vida, su compromiso con la

misión y su relación con Cristo?

2. ¿Qué relación existe entre cada uno de los pilares [(1) la segunda venida de Cristo,

(2) la doctrina del santuario, (3) la ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma,

(6) el mensaje de los tres ángeles y (7) el don profético] en su función de contenido de la

predicación con (a) el estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación con

Cristo?

3. ¿En qué medida impactan las variables demográficas a las variables cuantitativas?

Page 27: Israel Robles

9

Hipótesis de investigación

H1: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) el santuario, (3) la

ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles y

(7) el don profético] tiene relación significativa con el estilo de vida de los adventistas en la

Asociación Olmeca.

H2: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) el santuario, (3) la

ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles y

(7) el don profético] tiene relación significativa con el compromiso con la misión de los

adventistas en la Asociación Olmeca.

H3: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) el santuario, (3)

la ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles

y (7) el don profético] tiene relación significativa con la relación con Cristo de los adventistas en

la Asociación Olmeca.

Propósito del estudio

Esta investigación se hizo con el propósito primario de contar con un diagnóstico del

estado de la predicación adventista en un sector determinado. Una vez concluido el diagnóstico,

se presentarán las recomendaciones –a las instancias correspondientes y en el tiempo oportuno–

para que se puedan tomar las decisiones que correspondan a las conclusiones y generalizaciones

estadísticas. Un segundo propósito de esta investigación fue llamar la atención del adventismo

hacia el punto donde comienza su identidad, es decir, en sus creencias; y contando con la

evidencia histórica y profética de que la predicación de los pilares teológicos fue lo que trajo a la

existencia a la iglesia adventista, se pueda actualmente usar toda la creatividad para liberar el

Page 28: Israel Robles

10

potencial de esta predicación, en un tiempo cuando el reavivamiento y la reforma son la primera

necesidad del adventismo.

Justificación e importancia del estudio

A continuación s exponen algunas razones que justifican la investigación que se ha

realizado en relación al contenido de la predicación.

Implicaciones homiléticas

La identidad de la iglesia adventista depende en gran medida del contenido de su

predicación. La espiritualidad, el compromiso con la misión, el estilo de vida, y el destino mismo

del movimiento están vinculados con la instrucción que reciben los miembros desde el púlpito.

La misma naturaleza escatológica del adventismo requiere un énfasis que no se puede suplir con

otros temas, u otras corrientes, porque en su comprensión profética los adventistas tienen la

convicción de que fueron levantados para un tiempo que no corresponde a ninguna otra época de

la historia. Sin embargo, en este momento, la iglesia adventista no está usando un parámetro para

evaluar el contenido homilético de sus mensajes, lo cual puede ser un factor de riesgo para su

identidad. En este sentido, el presente estudio considera que lo que más se acerca a un parámetro

para evaluar el contenido de la predicación adventista, son las presuposiciones teológicas

conocidas como los pilares teológicos o hitos del adventismo.1 En consecuencia, se decidió

1 “Durante más de medio siglo [desde 1844], los temas principales de la verdad presente han sido

cuestionados y combatidos. Se han presentado nuevas teorías como verdaderas, las cuales no constituían la

verdad, y el Espíritu de Dios reveló su error. Cuando los grandes pilares de nuestra fe fueron presentados, el

Espíritu Santo dio testimonio de ellos, especialmente en lo concerniente a las verdades de la cuestión del

Santuario. Una y otra vez el Espíritu Santo apoyó en forma notable la predicación de esta doctrina. Pero hoy,

como en el pasado, algunos serán impulsados a elaborar nuevas teorías y a negar las verdades a las cuales el

Espíritu de Dios ha dado su aprobación” (E. White, Alza tus ojos [Buenos Aires: Asociación Casa Editora

Sudamericana, 1982], 197). “Nuestra fe en referencia a los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles era

correcta. Los grandes hitos por los que hemos pasado son inamovibles. Aunque las huestes del infierno puedan

tratar de quitarlas de su fundamento, y triunfar pensando que han tenido éxito, no tendrán éxito. Esos pilares de la

Page 29: Israel Robles

11

utilizarlos como los constructos del instrumento que evaluó la predicación en un sector

determinado de la iglesia.

Valor teológico

Se espera que tanto el instrumento, como los resultados puedan ser aplicados en otros

sectores de la iglesia para intensificar el conocimiento acerca del impacto de la predicación de

los pilares teológicos en la identidad eclesiástica. Así, al reavivar la función de los pilares

teológicos, se facilitará también la integración del quehacer académico de los teólogos y la

praxis de los administradores, pastores y predicadores laicos, en un terreno que resulta común

a todos, es decir, la predicación.

Relevancia eclesiológica

Si la predicación tiene una conexión directa con el estilo de vida, el compromiso con

la misión y la relación con Cristo, entonces lo que sucede en ella afecta el avance de la iglesia.

En esta investigación se diagnosticó esta dinámica, por lo que se resalta la necesidad de

equilibrio entre la predicación y los fundamentos teológicos, solo así se hablaría de una iglesia

remanente en todo el sentido que demanda el reclamo profético.

Limitaciones

Cuando se proyectó la investigación se planeó incluir en la muestra a una iglesia

organizada de cada uno de los 28 distritos de la Asociación Olmeca. Sin embargo, debido al

verdad permanecen firmes como las colinas eternas, inamovibles ante todos los esfuerzos de los hombres que se

combinan con los de Satanás y su hueste […] El pueblo de Dios ahora debe fijar sus ojos en el santuario celestial

donde se está llevando a cabo la ministración final de nuestro gran Sumo Sacerdote en la obra de juicio—donde

él está intercediendo por su pueblo” (E. White, Rewied and Herald, noviembre 27, 1883).

Page 30: Israel Robles

12

carácter voluntario de la participación solo respondieron diez distritos, por lo que la encuesta

se aplicó a diez iglesias, una de cada distrito participante, y a un total de 160 unidades de

observación. De igual manera, debido a razones de aplicación práctica, el número de

declaraciones para medir las variables del instrumento se redujo al mínimo aceptable para

medir un constructo.

Delimitaciones

En esta investigación se tomó de entre las muchas dimensiones de la predicación, la

subdivisión contenido. Pero aun el contenido resultaba ser un universo inalcanzable para una

sola propuesta; por ello, nuevamente se subdividió el contenido para tomar una variable más

ponderable. Quedando así delimitada la investigación a los pilares teológicos del adventismo

como contenido de la predicación.

De igual manera, el estudio de la identidad aunque tiene muchos enfoques más

recientemente se ha abordado desde su dimensión social.1 En el caso del adventismo, también

se han hecho aproximaciones desde otros ángulos, como la salud y su estilo de vida,2 su

1“Por tanto, podríamos decir que la identidad socialmente construida presenta una cara personal,

individual, que recoge los aspectos que nos hacen únicos, peculiares y otra cara, social, que aglutina las

características compartidas con nuestros semejantes en el seno de diferentes grupos” (Rosana Peris Pichastor y

Sonia Agut Nieto, “Evolución conceptual de la Identidad social. El retorno de los procesos emocionales”. Revista

Electrónica de Motivación y Emoción. REME Volumen X Diciembre 2007 Número 26 – 27, en http:

//reme.uji.es [29 agosto 2012]).

2“Entre 1976 y 1988, los institutos nacionales para la Salud de Estados Unidos patrocinaron un estudio

de 34 mil adventistas de California, para ver si su estilo de vida, orientado hacia la salud, incidía en sus

expectativas de vida y en los riesgos de enfermedades del corazón y de cáncer. El estudio encontró que el hábito

de los adventistas de comer habichuelas, leche de soya, tomates y otros frutos disminuía su riesgo de contraer

ciertos tipos de cáncer. También sugería que consumir pan de trigo entero, tomar cinco vasos de agua al día, y, lo

más sorprendente, el consumo de cuatro porciones de nueces por semana, reducía el riesgo de contraer

enfermedades del corazón. Otra conclusión fue que no comer carnes rojas había coadyuvado para evitar tanto el

cáncer como las enfermedades del corazón. Al final, el estudio llegó a una asombrosa conclusión, afirma Gary

Fraser de la Universidad de Loma Linda: el adventista vegetariano promedio vive entre cuatro y diez años más

que el californiano promedio” (Dan Buettner, “En busca de la eterna juventud. Los secretos de una larga vida”,

Page 31: Israel Robles

13

sistema educativo, alguna de sus doctrinas en particular, como su aserto de ser los

continuadores de la Reforma en cuanto a la justificación por la fe1 y muchos otros. En este

proyecto, una vez elegido el contenido de la predicación como la variable que llevaría a la

investigación al lugar donde comienza la identidad social-religiosa de un grupo, es decir, a lo

que cree;2 se decidió enseguida, establecer una relación con tres dimensiones de la experiencia

religiosa del adventismo: (1) el estilo de vida, (2) el compromiso con la misión y (3) la

relación con Cristo. Variables que también fueron delimitadas al contexto donde viven las

unidades de observación.

Trasfondo filosófico/supuestos

La presente investigación se basó fundamentalmente en tres grandes principios que

explican la amplitud mundial del adventismo y su naturaleza peculiar entre los demás grupos

religiosos: (1) La aceptación de la autoridad total de la Biblia, (2) la perspectiva historicista de sus

interpretaciones proféticas, y (3) el enfoque escatológico de su predicación como factor de éxito

respaldado en su historia.

Estos principios que guiaron el quehacer teológico de los pioneros en el siglo XIX,

produjeron el legado más importante de la teología adventista, los así llamados pilares teológicos.

National Geographic, noviembre 2005, en http: //www.abo.org.ar/web/NationalGeographicAdv.htm [10 octubre

2011]). 1Véase Geoffrey J. Paxton, El zarandeo del adventismo (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones,

1971).

2“La identidad colectiva se conforma como el conjunto de creencias compartidas por una sociedad que

implican una visión de sí misma como “nosotros”, es decir, una auto representación de “nosotros mismos” como

estos y no otros. Por ello se puede hablar de una “comunidad de los creyentes” que tienen una visión del mundo,

una energía y unas imágenes en común. Es el “verse como” de Paul Ricoeur comentado por Sánchez Capdequí, o

el “imaginarse como” de las “comunidades imaginadas” [cfr. Anderson 1983]” (Daniel H. Cabrera “Imaginario

social, comunicación e identidad colectiva”, en http: //www.portalcomunicacion.com/dialeg/paper/ pdf/143_

cabrera. pdf [29 enero 2012]).

Page 32: Israel Robles

14

Los cuales a su vez, trajeron a la existencia a la iglesia adventista en el período comprendido

entre los años 1844 y 1860.

Definición de términos

Adventistas. Se deriva de advenimiento o adviento, que se refiere a la venida de Cristo. En

primer lugar se llamó así a los seguidores de Guillermo Miller, quienes creyeron que Jesús podría

venir en 1844. Actualmente el término es usado más para referirse a las iglesias que poseen esta

doctrina y especialmente a los adventistas del séptimo día. Según el contexto, se usará para

cualquiera de los tres casos anteriores.

Pilares. Conceptos teológicos o doctrinas cardinales que sostienen el edificio doctrinario

de un movimiento. Por ejemplo, en el caso del protestantismo un pilar sería la justificación por la

fe. En el caso del adventismo, sus pilares son las verdades integradas entre 1844 y 1860, pilares

que lo han convertido en un pueblo peculiar en el último segmento de la historia.

Escatología. Parte de la teología que estudia los eventos finales.

Reavivamiento y reforma. Expresión que se refiere a un despertar espiritual y a un cambio

en el estilo de vida.

Chasco del adventismo. Desilusión que se produjo el 22 de octubre de 1844 cuando los

adventistas milleritas esperaban que Jesús apareciera y no vino.

Distrito. Conjunto de iglesias con un promedio de ochocientos miembros a cargo de un

pastor adventista.

Page 33: Israel Robles

15

Perspectiva historicista. El historicismo entiende las profecías como la descripción de

una marcha continua de la historia ordenada y dirigida por Dios desde el tiempo del profeta hasta

el clímax final de la historia de la tierra.1

Asociación Olmeca. Territorio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que abarca cinco

municipios del estado de Tabasco, México: Paraíso, Comalcalco, Cunduacán, Cárdenas y

Huimanguillo.

Remanente. Término que aparece en Apocalipsis 12: 172 para referirse a los hijos de Dios

en el tiempo del fin. Constituyen una minoría fiel en medio de un mundo que da la espalda a Dios

y a sus mandamientos.

1 Jon Paulien “The end of historicism? Reflections on the adventist approach to biblical apocalyptic. Part

One”, Journal of the Adventist Theological Society 14/2 (otño 2003), 15–43.

2La palabra loipos –remanente, aparece 6 veces en Apocalipsis (2: 24; 9: 20; 11: 13; 12: 17; 19: 21 y 20:

5). Estos pasajes muestran que hay un remanente y un “contra” remanente. El remanente es fiel al Cordero; el

“contra” remanente es fiel a las potencias enemigas. Sus lealtades son opuestas, como lo son su destino y su vida

ética. En resumen, está de por medio la lealtad al pacto, a pesar del engaño, la calamidad y la persecución” (Larry

L. Lichtenwalter, “Estructure and theology of Revelation”. Apuntes de la clase “Predicación del Apocalipsis”

Verano 2011). “El concepto de remanente corre a través de la Biblia y se expresa en una multiplicidad de

imágenes y término específicos. El tema fundamental en este concepto es el de alguien que ha pasado por la

confrontación de la vida y la muerte y la posibilidad total de extinción. Confrontado por una amenaza natural o

militar la cuestión de la supervivencia es levantada. ¿Quedará alguien vivo después del desastre o todos

perecerán? En la Biblia este concepto es empleado teológicamente como un elemento indispensable en la historia

de la salvación. En el conflicto entre Dios y las fuerzas del mal el enemigo nunca es capaz de exterminar al

pueblo de Dios, porque Dios siempre preserva un remanente de para cumplir su intención divina” (Rodríguez,

“The Remnant”). Véase también (Hans K. La Rondelle, “Prophetic basis of adventism”, Adventist Review, [junio

1-julio 20, 1989]) y (James R. Nix, “Seventh-Day Adventism”, 14-15).

Page 34: Israel Robles

16

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Este capítulo establece una base teórica para la presente investigación. La forma en que

está organizado permite no solo tener un marco teórico, sino también un marco histórico-

profético con los siguientes propósitos: Contextualizar el origen del movimiento adventista,

entender la naturaleza de su identidad escatológica, hacer una aproximación a los pilares

teológicos de su mensaje y analizar las formas de vida resultantes. Está dividido en cinco

secciones principales: (1) la necesidad de evaluar el contenido de la predicación adventista, (2)

una aproximación al adventismo en el Apocalipsis, (3) Elena de White, los pilares del

adventismo, la predicación y la identidad de la iglesia, (4) pilares teológicos del adventismo,

predicación e identidad en el pensamiento adventista a principio del siglo XXI y (5) estilo de

vida, compromiso con la misión y la relación con Cristo como dimensiones de la experiencia

cristiana del adventismo.

La necesidad de evaluar el contenido de

la predicación adventista

El Seminario Teológico Adventista Interamericano está preparando a sus estudiantes

de posgrado para realizar investigaciones empíricas, con el fin de diagnosticar, describir o

explicar aquellos fenómenos que inciden en la vida de la iglesia. Pues solo si se sigue una

metodología científica, en sectores específicos y en un tiempo establecido, se podrá contar con

resultados confiables para elegir de entre las estrategias disponibles, aquellas que

correspondan a las necesidades diagnosticadas.

Page 35: Israel Robles

17

Una de las áreas de la vida de la iglesia donde existe la necesidad de un diagnóstico, es

en la predicación de las reuniones públicas, pues es allí donde cae o se levanta la vida de la

iglesia.1 Es allí, donde, por medio del contenido y de las creencias se define la identidad y

donde se espera producir como antaño el reavivamiento y la reforma. Se necesita también

examinar la profundidad o superficialidad del contenido que define la calidad de la

predicación para saber si los casi veinte millones de adventistas que asisten cada sábado a la

iglesia alrededor del mundo, están siendo atendidos en sus necesidades espirituales más

profundas.

Por lo tanto, es necesario contar con una teoría y un parámetro para medir el contenido

de la predicación adventista; por ello en la siguiente sección se buscará la teoría que más se

aproxima a tal requerimiento.

Una teoría de contenido: los pilares

teológicos del adventismo

Se podría decir que lo que más se aproxima a una teoría2 para entender la naturaleza,

las dimensiones y el alcance de la predicación adventista, son las presuposiciones teológicas

conocidas como los pilares teológicos del adventismo pues constituyen un conjunto de

proposiciones interrelacionadas, capaces de explicar por qué y cómo ocurrió el fenómeno

1“Brunner diagnosticó la enfermedad moderna de la iglesia como una crisis que está exactamente donde

su vida de fe es generada –en su predicación” (Herbert E. Douglas, “Emil Brunner’s Theology of Preaching”,

Andrews University Seminary Studies Volume V, Número 1 [enero 1967], 1)

2“Una teoría es un conjunto de constructos (conceptos), definiciones y proposiciones relacionadas entre

sí, que presentan un punto de vista sistemático de fenómenos especificando relaciones entre variables, con el

objeto de explicar y predecir los fenómenos”. Sampieri también enumera tres funciones principales de una teoría

en una investigación empírica: 1) decirnos por qué, cómo y cuándo ocurre un fenómeno, 2) sistematizar o dar

orden al conocimiento y 3) predicción. (Roberto Hernández Sampieri, Metodología de la investigación [México:

Mac Graw-Hill, 1997], 6).

Page 36: Israel Robles

18

adventista del siglo XIX.1 Estas presuposiciones ayudan a ordenar y sistematizar el

conocimiento acerca del adventismo. Además, como pilares teológicos, ofrecen a la

investigación cuatro características indispensables: (1) contenido doctrinal, (2) función

hermenéutica, (3) capacidad integradora y (4) solidez para seguir construyendo sobre ellos el

quehacer teológico.2 De esta manera, se puede decir que los pilares teológicos son el resultado

final de la discusión en torno a quiénes son los adventistas del séptimo día.3 Por lo tanto, cada

uno de los pilares fue tomado como los constructos (conceptos) dimensionales de la variable

contenido de la predicación, que será definida y operacionalizada en la sección metodológica.

Naturaleza de los pilares teológicos del

Adventismo

A continuación se hará una aproximación a la naturaleza de estos pilares teológicos, se

espera conocer su alcance y por qué se consideran el parámetro de la predicación del

adventismo. Para este fin se abordarán las siguientes secciones: (1) los pilares del adventismo,

(2) su descubrimiento en la historia y (3) su función hermenéutica y teológica.

1Véase La Rondelle, “Prophetic Basis of Adventism”, Adventist Review, June 1-July 20, (1989).

2Actualmente la iglesia adventista ha hecho una declaración de 28 creencias agrupadas en 6 doctrinas,

(1) la doctrina de Dios, (2) la doctrina del hombre, (3) la doctrina de la salvación, (4) la doctrina de la iglesia, (5)

la doctrina de la vida cristiana y (6) la doctrina de los acontecimientos finales. (Creencias de los adventistas del

séptimo día, [Nampa, ID: Publicaciones Interamericanas, 2006]) En este sentido Müller dice: “Las doctrinas

bíblicas son independientes de la época y de la cultura” (Ekkehard Müller, “Pautas para la interpretación de las

Sagradas Escrituras”, en Entender las Sagradas Escrituras [Colombia: Asociación Publicadora Interamericana,

2009], 159). Cuando se hace referencia a los “pilares” no se refiere a estas doctrinas ni a las creencias sino a lo

esencial y lo sustancial de la teología adventista. “Antes de 1850 había unidad sustancial en lo esencial […]

Había acuerdo sobre los fundamentos” (George W. Reid, “Another look at adventist hermeneutics” [Biblical

Research Institute General Conference of Seventh-day Adventists, 2011], en http: //biblicalresearch.gc

.adventist.org/documents/Adventist%20Hermeneutics.htm [25 julio 2011]).

3Véase Canale, “Completando, Parte II”, LeRoy Edwin Froom, Movement of destiny (Washington, D C:

Review and Herald Publishing Association, 1971). Timm, El santuario, Knight, Nuestra identidad.

Page 37: Israel Robles

19

Qué y cuáles son los pilares teológicos

En la siguiente declaración, Elena de White, una de los pioneros del adventismo, alude

a los pilares teológicos o hitos inamovibles de la teología adventista.

El tiempo transcurrido en 1844 fue un período de grandes eventos, que abrió ante

nuestros ojos asombrados la [1] purificación del santuario que se llevaba a cabo en

el cielo, y tuvo una decidida relación con el pueblo de Dios sobre la tierra;

[también con] [2] los mensajes del primero, segundo, y tercer ángel, y desplegó el

estandarte en el cual estaba inscrito: [3] “Los mandamientos de Dios y la fe de

Jesús”. Uno de los hitos de este mensaje fue el templo de Dios, visto en el cielo por

su pueblo amante de la verdad, y el arca que contenía la ley de Dios. [4] La luz del

día de reposo del cuarto mandamiento resplandeció con sus fuertes rayos en el

camino de los transgresores de la ley divina. La [5] no inmortalidad del alma es un

antiguo hito. No puedo recordar nada mejor que pueda colocarse bajo el título de

los antiguos hitos.1 (Numeración agregada).

La cita data de 1889, se refiere a un momento cuando era necesario consolidar los

avances de una comprensión más amplia de la justicia de Cristo, que había iniciado el año

anterior. Sin embargo, este avance fue visto por algunos líderes de la iglesia como una

amenaza para la integridad de los pilares. En respuesta, Elena de White aclaró que el temor era

infundado y que en realidad se debía al hecho de que quienes levantaban las críticas no sabían

cuáles eran los hitos antiguos. En medio de este debate, White reafirmó la solidez de los

pilares, sin negar la necesidad de avanzar en la comprensión de nuevas verdades.

En Minneapolis Dios dio a su pueblo, en un nuevo engarce, algunas gemas de verdad.

Esta luz del cielo fue rechazada por algunos con toda la testarudez que los judíos

mostraron al rechazar a Cristo, y se habló mucho de mantenerse junto a los hitos

antiguos. Pero había evidencias de que no sabían cuáles eran los hitos antiguos. Había

evidencia y lógica procedentes de la Palabra que la recomendaban a la conciencia; pero

la mente de los hombres estaba cerrada, sellada contra la entrada de luz, porque habían

decidido que era un error peligroso modificar los “hitos antiguos”, cuando en realidad

no se movía ninguno de esos hitos antiguos, sino que esos hombres habían pervertido

el concepto de lo que era un hito antiguo.2

1E. G. White, El otro poder (Buenos Aires: Asociación Casa Publicadora Sudamericana, 1996), 30-31.

2Ibíd.

Page 38: Israel Robles

20

A diferencia de Elena de White, parece que en esa fecha no todos sabían cuáles eran

los pilares y qué relación tenían con la naturaleza progresiva de la revelación. Quizás los

consideraban como doctrinas, pero no tenían presente todo lo que implicaba el concepto de un

pillar teológico. Por lo tanto, el primer desafío en este marco teórico es identificar cuáles son

estos pilares, qué características tienen y qué función habrían de cumplir.

Canale al tratar de establecer un punto de partida, resume en cuatro los pilares

teológicos: (1) las doctrinas del santuario, (2) el mensaje de los tres ángeles, (3) la no

inmortalidad del alma, y (4) la ley de Dios y el sábado1 (Figura 1, página 22). A su vez, Froom

había señalado que el núcleo de la estructura doctrinaria de los adventistas del séptimo día

estaba formado por tres doctrinas: (1) El santuario, (2) el sábado y (3) el espíritu de profecía.2

Por su parte, Tim presenta una lista en donde agrega la segunda venida de Cristo y el don

profético: (1) la segunda venida de Cristo, (2) el ministerio celestial de Cristo, (3) la

perpetuidad de la ley de Dios y del sábado, (4) la inmortalidad condicional del alma y (5) el

don de profecía manifestado en la persona y escritos de Elena de White.3 De igual manera,

Knight en su libro Nuestra identidad. Origen y desarrollo, confirma que el “santuario

celestial, la segunda venida de Cristo y el sábado […] son el meollo de la teología adventista

del séptimo día”. Sin embargo, más adelante incluye “la no inmortalidad del alma” y “el don

profético”.4 La Rondelle concuerda esencialmente con los otros autores. Su lista contiene: (1)

1Canale, “Completando. Parte II”, 130.

2Froom, Movement, 77.

3Timm, El santuario, 67.

4Knight, Nuestra identidad, 80, 84 y 98. En otra obra agrega: “Para comienzos de 1848 los líderes

adventistas observadores del sábado, por medio de un estudio amplio y detallado de la Biblia, habían llegado a un

Page 39: Israel Robles

21

la segunda venida de Cristo, (2) el sábado, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) el ministerio

de Cristo en el santuario celestial y (5) la no inmortalidad del alma.1

Como se puede notar, los especialistas se adhieren a lo esencial, y concuerdan con la

cita de Elena de White. La diferencia de las listas, más bien se debe al énfasis y propósito de

sus obras (Figura 1, página 22). Conviene agregar que con el fin de relacionar los pilares con

la identidad de la iglesia adventista, se toman los años 1844, fecha del gran chasco, como el

inicio de la etapa de consolidación de la identidad, y el año 1860, fecha en que se elige el

nombre de la denominación, como el final de este período. En este lapso se consolidaron e

integraron los pilares teológicos. Estas creencias fundamentales reunieron primeramente a los

esparcidos del chasco millerita, también los separaron de las otras denominaciones, y

colocaron al adventismo dentro de la corriente profética del tiempo del fin. Así el adventismo

arribó las siguientes siete presuposiciones teológicas: (1) la segunda venida de Cristo, (2) la

doctrina del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la

ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don profético.2

acuerdo básico en al menos cinco puntos doctrinales: (1) El regreso personal, visible y premilenario de Jesús,(2)

la purificación del santuario, habiéndose iniciado el ministerio de Cristo en el segundo departamento el 22 de

octubre de 1844: el comienzo del día de la expiación antitípico; (3) la validez del don de profecía, considerando

cada vez más creyentes que el ministerio de Elena de White era una manifestación moderna de ese don; (4) la

obligatoriedad de la observancia del sábado como día de reposo y el papel del sábado en el gran conflicto del fin

del tiempo profetizado en Apocalipsis 11-14; y (5) que la inmortalidad no es una cualidad inherente del ser

humano, sino algo que las personas reciben únicamente a través de la fe en Cristo. Los adventistas observadores

del sábado y luego los adventistas del séptimo día, llegaron a considerar esas cinco doctrinas como ‘hitos’ o

‘pilares’. En su conjunto, separaban esta rama del adventismo no solo de otros cuerpos milleritas, sino también de

otros cristianos en general. Esas cinco doctrinas distintivas permanecieron en el corazón del adventismo sabático

en desarrollo e hizo de ellos un pueblo peculiar. Como tal, el pueblo del sábado valoraba mucho estas creencias y

las predicaba ávidamente” (Nuestra iglesia. Momentos históricos decisivos [Doral, FL: Asociación Publicadora

Interamericana, 2004], 48, 49).

1La Rondelle, “Beyond Disappointment”, 9.

2Se pueden inferir algunas razones por las que nuestros pioneros no elaboraron una lista de estos pilares:

(1) Ellos veían la verdad más como un sistema que como una lista de doctrinas desintegradas. (2) Ellos rehusaron

Page 40: Israel Robles

22

Esta integración tuvo una singularidad que los mismos pioneros no imaginaron. En

primer lugar, estuvo basada en la autoridad total de las Escrituras. En segundo lugar,

desarrolló una comprensión profética que ninguna otra iglesia protestante había logrado. En

tercer lugar, mantuvo su conexión con el enfoque escatológico del movimiento millerita y por

último llegó a ser la plataforma teológica que terminó separando al adventismo del séptimo día

los otros grupos religiosos de su tiempo.

vez tras vez redactar un credo porque veían en los credos una restricción para el carácter progresivo de la

revelación. (3) Creían que su credo era la Biblia. Véase (Kwabena Donkor, “Why a Statement of Beliefs?”

Perspective Digest 11/3 [Fall 2006], 34-53).

Fernando

Canale

Elena de

White

Leroy E.

Fromm

Alberto R.

Timm George Knight

Hans K. La

Rondelle

Davar

Logos,6.2,

(2007),130

El otro

poder, 30-31

Movement of

Destiny , 77

El Santuario,

7.

Nuestra iglesia,

48, 49

Adventist

Review, June 1-

July 20, 1989

(1) El

santuario

(1) El

santuario

(1) El

Santuario

(1) La ley y el

sábado

(1) Segunda

venida

(1) La segunda

venida

(2) Los tres

ángeles,

(2) Los tres

ángeles

(2) El

Sábado

(2) El

santuario (2) El santuario (2) El sábado.

(3) La no

inmortalidad

del alma

(3) La ley de

dios.

(3) El don

profético

(3) La segunda

venida

(3) El don

profético

(3) Los tres

ángeles

(4) La ley de

Dios (4) El sábado

(4) La no

inmortalidad (4) El sábado (4) El santuario

(5) El

sábado

(5) La no

inmortalidad

(5) El don de

profecía

(5) La no

inmortalidad

(5) La no

inmortalidad

Figura 1. Cuadro comparativo de los pilares teológicos según

Elena de White y otros autores.

Page 41: Israel Robles

23

Descubrimiento bíblico de los pilares teológicos

Desde su conversión en 1816, Guillermo Miller quien predicó –entre 1831 y 1844–

acerca del retorno premilenial de Cristo a esta tierra; tomó la decisión de estudiar la Biblia sin

el apoyo de ningún comentario de su tiempo, llegando a desarrollar todo un sistema de

principios hermenéuticos que lo condujeron a creer que, según la profecía de Daniel 8: 14,

Cristo regresaría a esta tierra en 1844. Su hermenéutica llegó a constar de trece principios,’8

de los cuales citamos cuatro a manera de ejemplo.

(1)Toda la Escritura es necesaria y puede ser comprendida por el estudio y la

aplicación diligente. [2 Ti 3: 15-17]. (2) Cada palabra debe tener su rumbo apropiado

sobre los temas presentados en la Biblia. [Mt 5: 18]. (3) La Escritura debe ser su propio

expositor, puesto que es una regla en sí misma. [Sal 19: 7-11, 119: 97-105; Mt 13: 8-

10; 1 Co 2: 12-16; Ez 14: 18-19; Lc 11: 52; Mal 2: 7,8] y (4) Para comprender la

doctrina, trae toda la Escritura sobre el tema que deseas conocer; entonces cada palabra

tendrá su propia influencia y si puedes formar tu teoría sin una contradicción, no

puedes estar en un error. [Is 18: 7-29, 35: 8; Pr 19: 27; Lc 15: 27, 44, 45; Ro 16: 26;

Stg 5: 19; 2 P 1: 19, 20].1

Como se puede observar Miller fue consistente con la autoridad de la Biblia entera, y

sin saberlo inició una revolución teológica al intensificar el principio de la Reforma conocido

como Sola Scriptura, principio que ayudaría a establecer las bases de la Iglesia Adventista del

Séptimo Día.2 Después del chasco de 1844, los pioneros continuaron utilizando este principio

y eventualmente corrigieron la interpretación del evento equivocado de la segunda venida de

Cristo por la purificación del santuario celestial. Al dar este paso se separaron totalmente de la

teología protestante. El historiador adventista C. Mervyn Maxwell destaca esta congruencia

bíblica que habría de seguir la teología adventista, en contraste con la teología protestante.

1P. Gerard Damsteegt, Foundations of the seventh-day adventist message and mission (Berrien Springs,

MI: Andrews University Press, 1995), 299-300.

2Canale, “Completando. Parte II”, 130.

Page 42: Israel Robles

24

Los Reformadores insistieron en la superlativa autoridad de la Escritura, sin embargo,

los adventistas mostraron un vivo interés por la autoridad de la Biblia entera. Lutero es

bien conocido por su tendencia a rechazar Santiago, hacer poco uso de Hebreos y

establecer un canon dentro del canon. Calvino prácticamente rechazó el libro de

Apocalipsis. Más tarde los reformadores escoceses –americanos, Tomás y Alexander

Campbell, contemporáneos de los pioneros adventistas, rechazaron por entero el AT.

Pero los adventistas, y especialmente los Adventistas del Séptimo Día, tomaron la

verdad de la Biblia entera.1

Esta solidez bíblica llevó primero a los adventistas a entender que el chasco de 1844

estaba previsto en la profecía del librito dulce y amargo de Apocalipsis 10 y en seguida los

llevó a interpretar que Daniel 8: 14 señalaba la purificación del santuario celestial2y no a la

segunda venida, como se había creído. Estos descubrimientos dieron comienzo a una

revolución teológica anunciada para el tiempo del fin, pues así lo interpretó Elena de White al

decir que “el asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del chasco de 1844.

Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto armonioso…”.3 De esta

manera dos doctrinas quedaban conectadas como una firme plataforma: El segundo

advenimiento4 y el santuario celestial. Inmediatamente después, José Bates puso el

fundamento teológico para la doctrina del sábado, al descubrir su conexión con el santuario de

Apocalipsis 11: 19, en donde dice: “Entonces fue abierto el Santuario de Dios en el cielo, y

quedó a la vista el Arca de su Pacto en su Santuario”. Este texto aseguró a los pioneros

1C. Marvin Maxwell, “A brief history of adventist hermeneutics”, Journal of the Adventist Theological

Society 4/2 (1993), 213-214.

2Merlin, D. Burt, “The Day-Dawn of Canandiagua, New York: Reprint of a significant Millerite

Adventist Journal”. Andrews University Seminary Studies Vol. 44, No. 2 (2006), 317-330.

3E. G. White, El conflicto, 476.

4“Los disciplinados adventistas sabatarios no solamente seguían los principios milleritas de

interpretación bíblica, sino que también aceptaron sus principales conceptos escatológicos. Específicamente,

creían en el regreso premileniarista de Jesús en las nubes de los cielos” (Knight, Nuestra identidad, 72).

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25

adventistas que estaban en lo correcto al interpretar la purificación del santuario que tenía que

ver con la apertura del lugar santísimo del santuario celestial, además, llamó su atención hacia

la ley de Dios contenida en el arca del pacto y especialmente al cuarto mandamiento. Esta

relación también ayudó a José Bates a descubrir la conexión del sábado con el llamado del

primer ángel: “adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” de

Apocalipsis 14: 7,1 en donde la fraseología es asombrosamente similar a Éxodo 20: 11.

2 De

esta forma el sábado fue visto como el mandamiento que señala a Dios como el

Creador.3 Además, Bates agregó la dimensión escatológica del sábado como el sello de Dios

en contraste con la marca de la bestia presentados en el mensaje del tercer ángel.4 Así la ley de

1“Lo interesante es que el lenguaje de esta afirmación central se basa en las expresiones del cuarto

mandamiento en Éxodo 20: 11. Allí se dice: ‘En seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que

hay en ellos…’ Este lenguaje se refleja en Apocalipsis 14: 7 ‘Adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las

fuentes de las aguas’. En el punto central y decisivo de la descripción del Apocalipsis de la crisis final, es una

alusión directa a Éxodo 20. El prestar atención al mandamiento del sábado es, por lo tanto, la respuesta ideal al

llamado final de Dios a la adoración, la respuesta ideal a Los siete llamados de la bestia (Ap 13: 4, 8, 12, 15, 14:

9, 11) para adorar a la trinidad profana” (Paulien, “Revisiting the sabbath in the book of Revelation”, Journal of

the Adventist Theological Society 9/1-2 [1998], 183).

2“Bates publicó una serie de libritos que no solamente presentaban al séptimo día como el sábado

verdadero, sino que a la vez desarrollaban una teología que integraba las doctrinas básicas del Santuario celestial,

la segunda venida de Cristo y el sábado. Además, Bates ubicó estas doctrinas en el devenir histórico de los

acontecimientos que comienzan en Apocalipsis 11: 17 y concluyen al final del capítulo 14. Su desarrollo de esa

fórmula integrada le dio cuerpo a lo que habría de convertirse en el meollo de la teología adventista del séptimo

día” (Knight, Nuestra identidad, 80).

3“Levantó Jesús la cubierta del arca y vi las tablas de piedra en que estaban escritos los diez

mandamientos. Me asombré al ver el cuarto mandamiento en el mismo medio de los diez preceptos, con una

aureola luminosa que lo circundaba. El ángel dijo: ’Este es, entre los diez mandamientos, el único que define al

Dios vivo, que creó los cielos y la tierra y todas las cosas que en ellos hay.’ Cuando Dios asentó los cimientos de

la tierra, también asentó el cimiento del sábado. Se me mostró que si se hubiese guardado el verdadero día de

descanso, nunca hubiera habido incrédulos ni ateos. La observancia del sábado hubiera preservado al mundo de la

idolatría” (E. G. White, Notas biográficas, 104).

4 “La perpetuidad de la ley de Dios y del sábado fue conectada en forma directa con los tres mensajes

angélicos de Apocalipsis 14: 6-12 por la alusión del tercer ángel a ‘los mandamientos de Dios’ y ‘la fe de Jesús’

(v. 12) J. N. Andrews escribió en 1853, que ‘el tercer ángel con los mandamientos de Dios y la fe de Jesús’ da el

‘último mensaje de misericordia’ al mundo, ‘mientras nuestro Sumo Sacerdote ministra a nuestro favor delante

del arca que contiene los mandamientos” (Timm, El santuario, 257).

Page 44: Israel Robles

26

Dios y el sábado eran colocados junto a la segunda venida de Cristo y la purificación del

santuario celestial.1

Posteriormente, el concepto de la primera y la segunda resurrección derivadas de la

comprensión que ya se tenía de la segunda venida y del milenio ayudaron a establecer la

doctrina de la no inmortalidad del alma y del estado inconsciente de los muertos que llegó a

ser otro de los pilares doctrinarios.2 De singular importancia sería también el don profético

manifestado en los escritos y en la persona de Elena de White; que desempeñaría una función

confirmadora sobre las doctrinas que surgían por el estudio de la Biblia, desde finales de

1844.3

Se cierra esta breve historia de los pilares, con el mensaje de los tres ángeles, en el cual

los pioneros vieron desde un principio la historia secuencial de su propio movimiento.

Primeramente, al incluir en el mensaje de la segunda venida la advertencia del primer ángel

“la hora del juicio ha llegado” (Ap 14: 7); en seguida en la experiencia de exclusión de sus

iglesias de origen en 1843, interpretada como la caída de Babilonia del segundo ángel (Ap 14:

8), y posteriormente en la identificación de un remanente en el tiempo del fin, los santos que

guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús de Apocalipsis 14: 12.

1 “Es imposible sobreestimar las importancia de las contribuciones de Bates al desarrollo de la teología

adventista del sábado. En calidad del primero de sus teólogos, elaboró un sistema de conceptos que unificaba las

doctrinas de la segunda venida, el sábado, y el santuario dentro del ámbito de la gran controversia entre el bien y

el mal” (Knight, Nuestra identidad, 80).

2Todos los primeros dirigentes adventistas encontraron que la explicación que dio George Storrs acerca

de la muerte como un sueño inconsciente era bíblica. Un alma inmortal que ya estaba en el cielo o en el infierno

parecía eliminar la necesidad de las resurrecciones premilenial y la posmilenial que ellos encontraban que

enseñaba la Biblia. De este modo, desde el principio los adventistas enseñaron la inmortalidad condicional, que

recibirán los justos vivos y muertos, en ocasión de la segunda venida de Cristo. Véase (Knight, Nuestra iglesia,

48).

3Knight, Nuestra identidad, 100. “…las visiones de Elena de White tuvieron más bien un papel de

confirmación que de iniciación”.

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27

Función hermenéutica de los pilares teológicos

En la siguiente sección se hará una aproximación a la función hermenéutica y teológica

de tres de los grandes pilares teológicos del adventismo: El santuario, el mensaje de los tres

ángeles y el don profético. Acerca del primero, Canale dice lo siguiente:

La metáfora del ‘pilar’ apunta que estas doctrinas bíblicas fundamentales son la base

desde la cual la teología cristiana debe ser construida. El hecho de que Elena de

White reportó que uno de los pilares, la doctrina del santuario, como abriendo el

panorama “a un completo sistema de verdad conectado y armonioso” sugiere que

los pilares funcionaron como principios rectores en la interpretación hermenéutica

de la Escritura y la comprensión de sus doctrinas.1

Esta función es ampliamente confirmada por la siguiente cita de Elena de White.

El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del chasco de 1844.

Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto armonioso, y

demostraban que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento

adventista, y al poner de manifiesto la situación y la obra de su pueblo le

indicaba cual era su deber de allí en adelante.2

Así, pues, el mensaje del santuario facilitó la integración teológica3 del movimiento ya

que verdades como la perpetuidad de la ley de Dios, el sábado, el ministerio sacerdotal de

Cristo y la segunda venida de Cristo tenían una relación estructural con el santuario.4

En cuanto al mensaje de los tres ángeles, Timm agrega cuatro aspectos o funciones de

esta doctrina como pilar teológico: (1) función histórica, al poner el sistema en un período

1Canale, “From vision to system: Finishing the task of adventist theology. Part I: Historical Review”,

Journal of the Adventist Theological Society 15/2 (otoño 2004), 11. Véase además su artículo: (“Philosophical

foundations and the biblical sanctuary”, Andrews University Seminary Studies Vol. 36, No. 2 [otoño 1998], 183-

206), en donde se refiere al rol del santuario como una “clave heurística” dentro del sistema bíblico de verdades.

2E. White, El conflicto, 476.

3“El santuario constituye el principio organizador para la teología sistemática” (Richard M. Davidson,

“Cosmic Metanarrative for the coming millennium”, Journal of the Adventist Theological Society 11/1-2 [2000],

102-119).

4Timm, El santuario, 20.

Page 46: Israel Robles

28

histórico que se cumplió en la década de 1840, llamado “el tiempo del fin”, o el esjaton, (2)

función teológica, por su contenido doctrinal, (3) función eclesiológica, ya que los mensajes

no son para nuestra curiosidad, sino para generar un pueblo identificado como “los santos”, el

“remanente fiel” (Ap 14: 12; 12: 17) y (4) la función misiológica porque los mensajes no son

únicamente declaraciones, son proclamaciones: (1) “con gran voz” (Ap 14: 7), (2) “diciendo”

(Ap 14: 8) y (3) “con gran voz” (Ap 14: 9). Una proclamación universal que va a generar una

polarización de la verdad.1

Por último, se resalta la función hermenéutica del don profético. Al respecto, Knight 2

destaca la importancia de este pilar en la identidad del movimiento adventista en la siguiente

visión que él considera la más importante de las visiones de Elena de White:

Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el Espíritu Santo descendió sobre

mí, y me pareció que me elevaba más y más, muy por encima del tenebroso

mundo. Miré hacia la tierra para buscar al pueblo adventista, pero no lo hallé en

parte alguna, y entonces una voz me dijo: “Vuelve a mirar un poco más arriba”.

Alcé los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo.

El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a la ciudad que se veía

en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban,

había una brillante luz, que, según me dijo, un ángel, era el “clamor de media

noche”. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los pies de los

caminantes para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la

ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en

cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con

haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso

brazo derecho, del cual dimanaba una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y

exclamaban: “¡Aleluya!” Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras

ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se

extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo

que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero

abajo, en el mundo sombrío y perverso.3

1Timm, El santuario, 20.

2Knight, La visión apocalíptica., 101, 102.

3E. White, Testimonios para la iglesia, 61

Page 47: Israel Robles

29

La visión en sí misma es reveladora, confirma que la doctrina de la purificación del

santuario, incluida en la expresión “el clamor de media noche”1 era un fundamento confiable

para el naciente pueblo adventista. También, muestra una aterradora advertencia acerca de la

suerte que correrían aquellos que negaran que “la mano de Dios había dirigido el gran

movimiento adventista, revelando su deber actual, y trayendo a la luz la posición y el trabajo

de su pueblo”. 2 Pero además, la visión confirma el rol que habría de jugar el don profético en

la teología adventista, un papel confirmador de las doctrinas que emanaban del estudio de la

Biblia3 y no una fuente primaria de doctrina.

La distinción entre el rol del don profético4 y la autoridad de la Biblia se mantiene

firme en la teología adventista5 como desde el principio. Al respecto Smith probó que la Biblia

1Por su referencia a la parábola de las diez vírgenes “A media noche oyeron el clamor: ‘¡Ahí viene el

novio! ¡Salid a recibirlo!’” (Mt 25: 6), que designaba al movimiento adventista que aunque se equivocaron al

establecer el evento de la segunda venida, fue dirigido por Dios hacia la purificación del santuario.

2E. White, El conflicto, 476.

3Desde un principio los pioneros tuvieron en claro la relación correcta entre la Biblia y los escritos de la

Sra. White. Al respecto Jaime White escribió lo siguiente: “La Biblia es una revelación perfecta y completa. Es

nuestra única norma de fe y práctica. Pero esta no es una razón por la que Dios no pueda mostrar el cumplimiento

pasado, presente y futuro de su palabra en estos últimos días mediante sueños y visiones de acuerdo al testimonio

de Pedro. Las verdaderas visiones son dadas para conducirnos a Dios y a su Palabra escrita”. Véase (Jaime

White, A word to the little flok [1846], 13).

4Como reza la creencia no. 18 “Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una

marca que identifica a la iglesia remanente y que se manifestó en el ministerio de Elena de White. Como la

mensajera del Señor, sus escritos son una fuente de verdad continua y autorizada que provee a la iglesia con

consuelo, guía, instrucción y corrección. También dejan en claro que la Biblia es la norma por la cual toda

enseñanza y experiencia debe ser probada” (Creencias de los adventistas, 246).

5 Denis Fortin hace una excelente defensa de la aportación teológica de la Sra. White, con relación a los

que piensan que fue demasiado dependiente o influenciada por otros pioneros del movimiento. “Hay razones para

creer, sin embargo, que este no era el caso y que ella era una pensadora libre y teológicamente independiente en

su propio derecho, guiada por el Espíritu Santo en su ministerio profético. Ella fue capaz de articular y definir

doctrinas dentro de un sistema particular de pensamiento (por ejemplo, el tema de la gran controversia, y el amor

de Dios por la humanidad perdida), para solucionar las dificultades y los problemas doctrinales, y para escribir

artículos y manuscritos sobre temas teológicos que estaban en desacuerdo con algunos de sus amigos de más

Page 48: Israel Robles

30

enseña la continuidad de los dones en los últimos días, obligando a aceptar esas

manifestaciones genuinas si verdaderamente se está basado en la Biblia, y solo la Biblia.

El principio protestante de “la Biblia y solo la Biblia”, es en sí mismo bueno y cierto; y

nos afirmamos en él tanto como nadie lo ha hecho; pero cuando se reitera en conexión

con denuncias osadas de las visiones, tiene una sospechosa apariencia para el mal.

Usado de esa forma, contiene una insinuación encubierta, calculada en la forma más

efectiva para corromper el juicio de los descuidados, que piensan que creer en las

visiones es dejar de lado la Biblia, y que asirse de la Biblia es descartar las visiones.

Cuando pretendemos basarnos en la Biblia y solo la Biblia, nos unimos para recibir, en

forma plena e inequívoca, todo lo que la Biblia enseña.1

No es de sorprenderse que los chasqueados adventistas empezaran a reagruparse en

torno a estas columnas doctrinarias que les daban seguridad sobre el pasado chasco y les

proporcionaban identidad como pueblo remanente.

Relación con otras variables

Ya se ha mencionado indirectamente que a los pilares teológicos se les suele relacionar

con las doctrinas o con las creencias fundamentales. Sin embargo, por sus funciones teológicas

se podría decir que los pilares en realidad son principios hermenéuticos. Además, su relación

más cercana está con los tres grandes principios que constituyen el genio del adventismo: La

autoridad total de las Escrituras, la perspectiva historicista de las profecías, y el enfoque

escatológico de la predicación. Cuando los pioneros pusieron en juego en sus estudios estos

tres grandes principios, el resultado más importante fue el descubrimiento de los pilares

teológicos. Estos conceptos serán ampliados en las siguientes secciones.

confianza” (“The Cross of Christ: Theological Differences between Joseph H. Waggoner and Ellen G. White”,

Journal of the Adventist Theological Society 14/2 [otoño 2003], 131–140).

1Urías Smith, “Do we discard the Bible by endorsing the visions?”, Review and Herald, (enero 13,

1863).

Page 49: Israel Robles

31

En cuanto a cómo se los observa, sería bueno recordar lo sucedido en 1889, cuando Elena

de White dijo de algunos líderes, que “había evidencias de que no sabían cuáles eran los hitos

antiguos”.1 Esta tensión ha continuado hasta nuestros días. Por ejemplo, en 1957, en el libro

Preguntas sobre doctrina, se los llamó simplemente “doctrinas distintivas”, más tarde en 1980

hubo una corriente que intentó desplazar el pilar del santuario. Más recientemente ha habido

un renovado énfasis acerca de las funciones integradora y hermenéutica de los pilares. (Ver

esta discusión en las páginas 76-83).2

Una aproximación al adventismo en

Apocalipsis

Desde sus inicios la iglesia adventista ha luchado con la definición de lo que es una

forma auténtica de fe.3 El principio hermenéutico al cual ha recurrido para describir con éxito

su identidad es definirse a sí misma como un movimiento profético, cuyo origen, naturaleza y

1E. White, El otro poder, 30.

2Es necesario que se tome en cuenta la diferencia entre pilar, doctrina y creencia. Como pilares aludimos

a los conceptos teológicos que se integraron entre 1844 y 1860 como respuesta a la búsqueda de identidad

después del chasco. Estos pilares tienen características hermenéuticas, por ejemplo se dice del santuario “fue la

clave que aclaró el misterio del chasco de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto

armonioso, y demostraban que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento adventista” (E. White, El

conflicto, 476). Las doctrinas en cambio aluden a un conjunto de creencias en torno a un punto central de la

Escritura, como la doctrina de la Deidad. Las creencias son las partes indivisibles de esas doctrinas como Dios el

Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. “La primera sinopsis de nuestra fe se hizo en 1872, la editorial

adventista de Battle Creek, ciudad del estado de Michigan, publico una lista de 25 proposiciones. Este

documento, ligeramente revisado y ampliado a 28 secciones, apareció en el anuario denominacional de 1889. No

se lo incluyó en las ediciones inmediatamente posteriores, pero en 1905 fue insertado nuevamente en el anuario,

y continuó apareciendo lasta 1914. Una declaración de 22 creencias fundamentales fue publicada por primera vez

en el anuario de 1931 la cual permaneció hasta que la sesión de la Asociación General de 1980 la remplazó con

un resumen general pero más abarcante que contenía 27 párrafos, publicado bajo el título de Creencias

fundamentales de los adventistas del séptimo día. Pero una expansión ocurrió en 2005 en el Congreso de St.

Louis Missouri, Estados Unidos, cuando se aprobó una creencia fundamental adicional respecto del poder de

Dios para otorgar una vida victoriosa sobre los poderes del mal a los creyentes en Jesucristo” (Creencias de los

adventistas, 5, 6).

3 Paul E. McGraw, “Rescuing the Remnant: LeRoy Froom and the definition of adventism”, en http:

//sandiegoadventistforum.org/node/14 (25 enero 2012).

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32

misióno, pueden ser respaldados por Apocalipsis 10 al 14. Estos capítulos ayudan a responder

algunas preguntas en relación a la identidad adventista y el contexto del cual habría de surgir.

Algunas preguntas involucradas son: ¿Cuál es la relación entre la iglesia adventista y el

remanente formado al final del tiempo? ¿En qué forma se puede usar el término remanente

para designar a estas dos entidades religiosas? ¿Cuál es el rol de las marcas de identidad del

remanente? ¿Son indispensables para definir al remanente? ¿Excluyen estas marcas a otros

grupos cristianos del remanente apocalíptico?1 Estas preguntas guían la definición del

remanente, y del mensaje con el cual enfrentará el engaño final del dragón. Es por ello que se

ha considerado pertinente en este marco, hacer una aproximación a la identidad del remanente

en los capítulos 10 al 14 de Apocalipsis.2 Este análisis comprenderá los siguientes puntos: (1)

el origen profético de la iglesia adventista, (2) su identidad profética, (3) su mensaje profético,

y (4) el rol de la predicación y su contenido en el tiempo del fin.

1 Se podría decir que en esta dinámica se encuentra “el genio del adventismo”. “El genio del adventismo

del séptimo día no radica tanto en sus doctrinas distintivas o en las creencias que comparte con otros cristianos.

Éste consiste, más bien, en la combinación de ambos dentro de la estructura proporcionada por el tema de la gran

controversia que encontramos en Apocalipsis 11: 19-14-20. Esta visión profética distingue a los adventistas del

séptimo día de los demás adventistas, de los demás observadores del sábado, y del resto de la cristiandad. La

teología del gran conflicto (desarrollada primeramente por Bates, a mediados de la década de 1840), ha llevado al

adventismo a considerarse como un pueblo profético. Esta convicción ha llevado a los adventistas a predicar el

mensaje de los tres ángeles en los rincones más apartados de la tierra, antes del gran día de la cosecha final. Si

perdemos esta visión, habremos perdido el genio del adventismo. Habremos llegado a ser meramente otra de la

denominaciones cristianas intrascendentes, con algunas doctrinas francamente peculiares, en vez de ser un

movimiento profético dinámico” (Knight, Nuestra identidad, 239, 240).

2 “La teología del Antiguo Testamento para el remanente es usada para designar tres tipos de

remanentes. El primero es llamado el remanente histórico y describe a un grupo de individuos quienes sobreviven

a una experiencia que ha amenazado la vida; una experiencia de tal magnitud que podría haber resultado en la

extinción del grupo más grande al cual ellos pertenecen. El segundo es designado un remanente fiel. Con respecto

al remanente histórico este se distingue a sí mismo por su fe comprometida al Señor. Es a través de este

remanente que Dios cumple su eterno propósito dentro de la historia. Finalmente, existe un remanente

escatológico, aquellos quienes pasarán a través de los juicios de limpieza y los ayes apocalípticos del tiempo del

fin y emergen victoriosamente después del Día del Señor como el recipiente del reino eterno de Dios”

(Rodríguez, “The Remnant”).

Page 51: Israel Robles

33

El origen profético de la iglesia adventista

Actualmente, cuando se estudia Apocalipsis 10-14 desde una perspectiva historicista,

se puede demostrar el origen, la historia y el rol que jugará la iglesia adventista como un

movimiento profético del tiempo del fin. 1 Empezando por Apocalipsis 10, se puede encontrar

el tiempo, las circunstancias y la razón para irrumpir como movimiento profético en el tiempo

final.2

El librito abierto de Apocalipsis 10 y la

revolución teológica iniciada por

Guillermo Miller

Apocalipsis 10 contiene varios elementos de considerable valor teológico, pero por

ahora se señalará el librito abierto que “el ángel fuerte” sostiene en su mano (Ap 10: 1,2). La

interpretación histórica del adventismo afirma que esta expresión es una alusión a la orden

dada al profeta Daniel en su tiempo: “Cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del

fin” (Dn 12: 4).3 En otras palabras, el librito abierto que el ángel fuerte tiene en su mano

1Estos puntos han sido propuestos de una o de otra forma por muchos escritores adventistas. (Nix,

“Seventh-day adventism ”, La Rondelle “Prophetic basis of adventism”, Rodríguez, “The Remnant”) y también

del mismo autor, (“The adventist church and the christian world”, Perspective Digest 13/1 [invierno 2008], 13-

26).

2Este capítulo es parte de un “período de transición” entre la sexta y la séptima trompeta, un “interludio

que hace una pausa para echarle una mirada al campamento de Dios” (Jacques B. Doukhan, Secretos del

Apocalipsis [Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2008], 91). Los interludios “son breves

interrupciones entre las series de amenazas y castigos, para alentar al pueblo de Dios que vive en la tierra” (C.

Mervyn Maxwell, Dios revela el futuro, Tomo 2, el mensaje del Apocalipsis [Miami, FL: Asociación

Publicadora Interamericana, 1993], 269). “Este paréntesis, 10: 1-11: 14, es previo a la apertura del Lugar

Santísimo en el Santuario celestial (11: 19) y antes de la visión del conflicto de las fuerzas del mal (12-14)”.

[William G. Johnsson, “La victoria escatológica de los santos sobre las fuerzas del mal”, en Simposio sobre

Apocalipsis-II, editor Frank B. Holbrook [Ave. Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2011], 14). R.

H. Mounce dice que el propósito de este paréntesis es instruir a la iglesia “tocante a su papel y su destino durante

el período final de la historia del mundo” (The Book of Revelation, NICNT [Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1977],

205).

3Doukhan, Secretos, 91. De igual forma Shea escribe: “Al comparar esta profecía con la iconografía de

Daniel 12.4-12, se descubren vislumbres importantes para su interpretación”, (William H. Shea, “El ángel fuerte

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34

derecha es el libro de Daniel que había permanecido sellado hasta el tiempo del fin;1 pero el

hecho de que ahora aparezca abierto, indica que había llegado el tiempo cuando sus profecías

debían ser entendidas para producir el movimiento al que se va a aludir en el resto del

capítulo.

Este reavivamiento profético basado en el estudio de las profecías de Daniel se

cumplió puntualmente a finales del siglo XVIII y a principios del XIX, cuando el terremoto

social producido por la Revolución Francesa (1789-1799),2 encendió la alarma respecto al

tiempo del fin. Especialmente dos profecías del libro de Daniel, la de los 1,260 días y la de los

2,300 días, llamaron la atención de los estudiosos en varias partes del globo. Aunque el

nombre de Guillermo Miller, quien predicó entre 1831 y 1844 en Estados Unidos acerca del

fin del mundo y la segunda venida de Cristo, es el más conocido por los adventistas, hubo

voces que participaron en este reavivamiento en varias partes del mundo.

Wolff predicó en el Oriente Medio y en el norte del África (desde Egipto a Afganistán

y desde Inglaterra a la India). En 1837 visitó los Estados Unidos. En la India, Daniel Wilson,

obispo episcopal de Calcuta, predicó y escribió folletos sobre las profecías de Daniel.3 En

Adelaida, Australia, el mensaje del retorno del Salvador fue predicado por Thomas Playford.4

y su mensaje”, en Simposio sobre Apocalipsis-I, ed. Frank B. Holbrook [Doral, FL: Asociación Publicadora

Interamericana, 2010], 333).

1 Knight, señala los dos elementos proféticos que fueron sellados del libro de Daniel, son las profecías

referentes a los 1,260 días y la de los 2,300 días. (La visión apocalíptica, 35).

2R. R. Palmer, “The age of the democratic revolution”, Tomo I, The Challenge (Princeton: Pirnceton

University Press, 1959), 13-20.

3LeRoy. E. Froom, Prophetic faith of our fathers, Vol. 3 (Washington, D.C.: Review and Herald

Publishing Association, 1946), 617-622.

Page 53: Israel Robles

35

Todos ellos lograron atraer multitudes ansiosas de escuchar el mensaje del advenimiento. Así

se cumplía la profecía de la multiplicación del conocimiento profético en el tiempo del fin (Dn

12: 4).

La experiencia dulce y amarga del adventismo

Sin embargo, este movimiento profético se caracterizaría por un elemento adicional: La

experiencia agridulce de Juan, quien aparece en este punto de la línea profética, como

representante de la iglesia cristiana. “Fui donde el ángel, diciéndole que me diera el librito. Y

él me dijo: ‘Toma y cómelo; te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel’.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel y lo comí. En mi boca era dulce como la miel,

pero cuando lo hube comido amargó mi vientre” (Ap 10: 9,10). La asimilación de las profecías

de tiempo, especialmente la de los 2,300 días de Daniel 8: 14, es aludida en la expresión

“comer el libro”. Esto se cumplió cuando los adventistas de aquel tiempo se posesionaron del

contenido de las profecías, cuando percibieron que el fin del mundo se acercaba con la venida

de Cristo, y recibieron esta verdad en su mente de la misma forma en que se recibe la comida

para la alimentación espiritual.1

Como se sabe ahora con la ventaja de la historia, en varias partes del mundo estudiosos

de las profecías pensaban que el advenimiento podría ocurrir alrededor de 1840, época en que

colocaban el final de los 2,300 días proféticos de Daniel 8: 14. Para ellos, la purificación del

santuario, el cual se creía en aquel tiempo era la tierra, estaba a las puertas. En el movimiento

millerita de los Estado Unidos, fueron más específicos y fijaron el año de 1844 para la

4Mahlon Ellsworth Olsen,“Origin and progress of seventh-day adventists”, The Advent Review and

Sabbath Herald No. 38, (1924), 56-59.

1A. Barnes, Notes on the book of Revelation (Londres: Harper, 1852), 262.

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36

limpieza de la tierra por fuego, en alusión a 2 Pedro 3: 10. Este conocimiento del futuro les

produjo una inigualable dulzura espiritual, porque anticipaba el momento cuando habrían de

reunirse con el amado Salvador.

Tal como lo describe la expresión “será dulce en tu boca”, los milleritas prepararon sus

vidas para el encuentro con Cristo a través de una experiencia espiritual genuina. El sentirse

cerca de la eternidad, los elevó a la experiencia más dulce que se pueda tener. Por ello, cuando

sus esperanzas no se cristalizaron, de igual manera experimentaron la desilusión más amarga

que se pueda imaginar. Tan grande fue la desilusión de 1844, que es considerada en la historia

del adventismo como el gran chasco. De esta manera, en su experiencia se cumplió también la

sentencia “cuando lo hube comido amargó mi vientre” (Ap 10: 10).

Naturaleza misiológica del adventismo

Un tercer elemento que aporta Apocalipsis 10 a la identidad profética del adventismo

está en la aseveración de que el aspecto misiológico del movimiento se puede probar con la

expresión del verso 11, “es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones,

lenguas y reyes”, expresión que se podría considerar el clímax de la secuencia misiológica del

capítulo. Quizás, los milleritas entre 1831 y 1844, creían que el mundo ya estaba listo para la

segunda venida de Cristo; no imaginaban que su movimiento era apenas el comienzo de una

onda que iba a circundar al globo. A partir de entonces, la necesidad de esperanza en el mundo

iría en aumento, pero Dios ya estaba levantando un pueblo para ofrecerla. De esta manera, el

chasco era un alto forzado en la marcha, para apoderarse de un mensaje antes de involucrarse

en la empresa evangelizadora que no iba parar hasta abarcarlo todo.

Page 55: Israel Robles

37

Este ímpetu misiológico es reforzado por la iconografía del Ángel fuerte que desciende

del cielo a la tierra en el momento más apremiante de la historia,1 cuando la decadencia

espiritual descrita en los primeros seis sellos (Ap 6: 1-17) y las primeras seis trompetas (Ap 8:

2-9:21) debía confrontarse. “La espectacular aparición de una figura procedente del cielo

cargada de autoridad se alza en marcado contraste con el cuadro inmediatamente anterior de la

idolatría e inmoralidad rebeldes del ser humano”.2 Por ello, después de la experiencia dulce y

amarga de 1844, los adventistas debían apropiarse de un mensaje, de un contenido, que cual

verdad presente para su tiempo los condujera paso a paso hacia “la consumación del misterio

de Dios” (Ap 10: 7) Es decir, consumar la predicación del evangelio en el mundo.

Aunque llegar a un conocimiento maduro de su misión profética llevaría a los

adventistas algunos años, finalmente comprendieron su identidad profética y misiológica,

convirtiéndose en el último movimiento misionero mundial de la profecía que hoy conocemos.

“Así, después de que Juan come el libro, le es dicho que debe profetizar otra vez (10: 11). La

segunda escena, entonces, describe a los cristianos viéndose a sí mismos como profetas”.3

Quienes hablan en nombre de Dios, pero más específicamente, quienes tienen un mensaje

profético, al que se alude en Apocalipsis 10, es decir el proveniente del libro profético de

Daniel.4

1Shea, “El ángel fuerte ”, 342.

2Mounce, 208.

3Andrew E. Steimann, “The tripartite structure of the sixth seal, the sixth trumpet, and the sixth bowl of

John’s Apocalypse (Revelation 6: 12-7: 17; 9: 13-11: 14; 16: 12, 16)”, Journal Evangelical Theological Society

35/1 (marzo 1992), 69-79.

4Shea, “El ángel fuerte”, 382.

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38

La identidad profética de la iglesia adventista

Knight nota que a partir de Apocalipsis 10 parece haber una explosión de referencias a

la profecía de los 1,260 días (Ap 11: 2, 11: 3; 12: 6, 12: 14 y 13: 5);1 especialmente en

Apocalipsis 12: 13-16, se la representa como el período más prolongado de persecución contra

la iglesia. Etapa que encuadra perfectamente con la intolerancia papal de la Edad Media, que

los exégetas han ubicado entre el año 538 y 1798.2 Inmediatamente después de este período se

describe el surgimiento de un remanente que tiene dos características sobresalientes: (1)

guardan los mandamientos de Dios y (2) tienen el “testimonio de Jesús” (12: 17), que en

Apocalipsis 19: 10 es definido como el “espíritu de la profecía”. A continuación se analizará

en qué consisten estas marcas de identidad.

Guardan la ley de Dios en medio del

conflicto final

El remanente es parte de una iglesia en conflicto, el dragón derrotado en el cielo

(Ap 12: 7,8) y en la cruz (Ap 12: 9-12)3 se presenta para el ataque escatológico que tiene como

centro y razón la observancia de los mandamientos de la ley de Dios (Ap 12: 17; 14: 12), es

por ello que este conflicto final está caracterizado por la imposición de la marca de la bestia

(Ap 13: 17; 14: 9 y16: 2) o la recepción del “sello de Dios” (Ap 7: 2,3; 14: 1).4

1Knight, La visión apocalíptica, 73,74.

2Shea, “Las profecías cronológicas de Daniel 12 y Apocalipsis 12-13”, en Simposio sobre Apocalipsis-I,

ed. Frank B. Holbrook. Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2010), 387-425.

3 “Los versículos 7-12 parecen hacerse eco de otros dos pasajes en particular. Cuando Jesús hablo de su

muerte venidera y de sus resultados, afirmó: ‘Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo

será echado fuera’ (Jn 12: 31). El segundo pasaje es Génesis 3: 15” (Johnsson, “La victoria escatológica”, 23,

24).

4Johnsson, “La victoria escatológica”, 17.

Page 57: Israel Robles

39

Para los adventistas esta conciencia profética se intensificó después del chasco de

1844, teniendo una comprensión madura de la obra de Cristo en el santuario celestial, la

atención de los pioneros fue atraída hacia Apocalipsis 11: 19 que dice: “entonces fue abierto el

santuario de Dios en el cielo, y quedó a la vista el arca de su pacto en su santuario. Y hubo

relámpagos, voces y truenos y una fuerte granizada”.

Especialmente José Bates, uno de los pioneros, notó que además de la apertura del

lugar santísimo del santuario celestial, este pasaje es una clara alusión al arca del pacto.

Sabiendo lo que había dentro del arca (Éx 25: 16; 40: 20; Dt 10: 5; Hb 9: 4), sus reflexiones lo

llevaron al final del capítulo 12, en donde encontró, esta vez, una alusión al contenido del arca,

“entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que

guardan los mandamientos y tienen el testimonio de Jesucristo”.1 Entonces comprendió que

cerca del tiempo del fin, cuando se abriera el segundo departamento del santuario celestial, los

mandamientos de Dios se convertirían en un asunto importante y que el Señor tendría un

pueblo que guardaría todos los mandamientos.2 Obviamente, para aquel tiempo las iglesias

protestantes aceptaban la obediencia de los mandamientos de la ley de Dios, pero solo estaban

guardando nueve. Pronto los pioneros también comprendieron que especialmente el cuarto

mandamiento estaría en el centro del conflicto.3 Para ese tiempo los bautistas del séptimo día

1“Sobre la base de la analogía derivada del tabernáculo terrestre, los dos aspectos más significativos de

esa arca serían la ley de los diez mandamientos y el propiciatorio (Éxodo 40: 20). Por ello resulta interesante

observar que en la siguiente “descripción profética”, la significativa lucha que el remanente tiene contra el dragón

es por lo que está representado por esas dos características del arca: “los mandamientos de Dios” y “el testimonio

de Jesucristo (Apocalipsis 12: 17)” (Kenneth A. Strand, “Escenas de ‘introducción victoriosa’”, en Simposio

sobre Apocalipsis II, ed. Frank B. Holbrook [Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2010], 67).

2Knight, La visión apocalíptica, 46.

3“Juan prevé una época en que los mandamientos de Dios serán una señal mediante la cual se reconocerá

a los auténticos seguidores de Dios, porque el resto de la cristiandad tendrá mandamientos que no corresponden

al original. Ya Daniel previó la época en que se cambiaría la ley de Dios (Daniel 7: 25)” (Gerhard Pfandl, “La

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40

hicieron una aportación importante al adventismo con respecto a la observancia del sábado,

pero la comprensión adventista del sábado habría de tener de allí en adelante una dimensión

escatológica y profética que no alcanzó a desarrollar la comprensión bautista.1

Tienen el don profético

El remanente no solo se aferra a los Diez Mandamientos, sino también al testimonio

que Jesús dio, a la verdad que enseñó, y a la cual se aferra a pesar de la persecución del

dragón. El testimonio de Jesús evoca la obra del Espíritu Santo al enseñar, guiar y otorgar

dones a la iglesia naciente (Jn 16: 13-15, 1 Co 12: 7-11)2. Es por ello que en Apocalipsis 19:

10 se explica que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía, o el Espíritu Santo que

inspira a los profetas. Mas adelante en Apocalipsis 22: 9 se especifica que este don no incluye

a todos los miembros del remanente, sino solo a aquellos que, como Juan, tienen el don

profético (Ap 1: 9). Es como si el Apocalipsis quisiera asegurar que así como al comienzo de

la historia de la iglesia cristiana, al cual alude el contexto del comienzo del libro, el mensaje

fue autenticado por Dios a través del don profético concedido a Juan (Ap 1: 9), de la misma

manera el mensaje del remanente escatológico es autenticado al recibir el don profético al final

de los tiempos (Ap 12: 17; 19: 10). De esta manera el remanente enfrenta el conflicto

escatológico con los mandamientos provenientes de Dios, los originales, tal como están en el

arca (Ap 11: 19), de igual forma es equipado con un mensaje autenticado por el don profético,

para hacer frente a las falsas manifestaciones del dragón descritas en Apocalipsis 13.

iglesia remanente y el espíritu de profecía”, en Simposio sobre Apocalipsis II, ed. Frank B. Holbrook [FL:

Asociación Publicadora Interamericana, 2010], 383).

1Knight, Nuestra identidad, 77-84.

2Pfandl, “La iglesia remanente”, 400-401.

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41

En este sentido, Treiyer sugiere que así como la iglesia primitiva recibió el don de

lenguas para la predicación del evangelio en el siglo I, la iglesia remanente recibió el don

profético, como algo esencial en su tiempo para concluir la tarea de evangelización en el

mundo.

Mientras que la entronización del Señor en el cielo se marcó en la tierra mediante el

“don de lenguas”, el don que más necesitaba entonces la naciente iglesia cristiana para

salir del cascarón judío y llegar a todo el mundo conocido de entonces (Hch 2); el pase

el Señor al lugar santísimo para volver a ser coronado, esta vez como Rey de la

Nueva Jerusalén, se vio señalado en la tierra por el “don de profecía” (Ap 12: 17; cf.

19: 10; 2 P 1: 19-21). Ese era el don que más necesitaba el remanente final para salir

del caos y la confusión del chasco, y agruparse en torno a las verdades que emanasen

de la nueva luz del santuario celestial.1

En el tiempo oportuno, Dios equipó a su iglesia con el don profético, no solo para darle

certeza profética, sino para cumplir su tarea de dar el último pregón al mundo. Al respecto

Loughborough, dijo en 1892:

Estamos en los días en que por doquier abundan las señales de que el día del Señor está

a las puertas. Estamos en el mismísimo período de tiempo en que había de surgir un

pueblo que guardaría todos los mandamientos y que también tendría “el testimonio de

Jesús”: el “espíritu de profecía”. ¿Qué encontramos? Que durante los pasados 46 años

ha surgido tal pueblo, portador precisamente de tal mensaje, entre cuyos miembros se

ha manifestado el don de profecía. Poniendo a prueba el don, tal como se ha

manifestado por medio de la Sra. Ele na. G. de White, según las reglas de la Biblia,

hemos visto que supera la prueba en cada detalle.2

Desde sus inicios, los adventistas del séptimo día se han visto como el cumplimiento

de Apocalipsis 12.17. Han reivindicado las dos marcas identificativas y las han aplicado a los

Diez Mandamientos –en particular al sábado– y a la vida y obra de Elena de White.3

1Treyer, “Herederos”.

2John N. Loughborough, The rise and progress of seventh-day adventists (Battle Creek, MI, 1892), 388.

3Pfandl, “La iglesia remanente”, 413.

Page 60: Israel Robles

42

Naturaleza profética del mensaje adventista

El capítulo 14 de Apocalipsis retoma en su primera parte (Ap 14: 1-5) la descripción de

quienes serán el pueblo escatológico de Dios. En la segunda parte (Ap 14: 6-12) se hace un

despliegue del último mensaje de parte de Dios (Ap 14: 6-12). Se presentan tres mensajes

divinos que han de circundar al globo. En estos mensajes los adventistas hallan la razón de su

existencia. Se consideran a sí mismos los mensajeros representados por los tres ángeles.

En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el

mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de

dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta

sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido

confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra

obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella. Con el

gran instrumento de la verdad, los sacado de la cantera del mundo y lo ha relacionado

consigo. […] Les ha encargado que proclamen al mundo la mayor suma de verdad que

se haya confiado alguna vez a seres mortales, las advertencias más solemnes y terribles

que Dios haya enviado alguna vez a los hombres.1

De igual forma los adventistas han visto en la progresión de los mensajes de

Apocalipsis 14: 6-12 la secuencia histórica de su propio movimiento.2 En este sentido el

mensaje del primer ángel con su advertencia de que “la hora del juicio ha llegado” (Ap 14: 7)

tuvo su cumplimiento en la predicación millerita que comenzó en 1831, la cual aglutinó a

creyentes de varias iglesias existentes en Norteamérica en torno a una sola doctrina: La

segunda venida de Cristo.3

Como se sabe, al principio los milleritas mantuvieron su feligresía en sus iglesias de

origen, pero en 1843 fueron expulsados debido a sus creencias acerca del fin. En este acto

1E. White, Eventos de los últimos días, Vol. 9 (Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1992), 43.

2Timm, El santuario, 96.

3Ibíd., 51.

Page 61: Israel Robles

43

ellos vieron el cumplimiento del mensaje del segundo ángel: “¡Ha caído, ha caído la gran

Babilonia!” (Ap 14: 8), y aplicaron por primera vez el concepto de la “confusión religiosa” no

solo al catolicismo, sino también a las iglesias protestantes que rechazaban el mensaje del

retorno premilenial de Cristo.1

Mas tarde, después del chasco de 1844, un grupo de pioneros seguía creyendo que

aunque se habían equivocado en cuanto al evento, ese año debería tener un significado

profético que no habían percibido.2 En su búsqueda de significado descubrieron que en

realidad en 1844 había comenzado la purificación del santuario celestial, del cual el santuario

terrenal era solo una copia (Dn 8: 14; Heb 8: 1-4).3 Este concepto empezó a funcionar como

una clave heurística que integraba otros conceptos en torno suyo.4

Por ejemplo, notaron que Apocalipsis 11: 19 llamaba la atención hacia el “arca del

pacto” del santuario que está en el cielo y especialmente hacia su contenido: Los diez

andamientos originales de la ley de Dios; a la par que aquí en la tierra, cobraba relevancia la

observancia de los mandamientos de la ley de Dios, especialmente del sábado. Los pioneros

también notaron que el mensaje del tercer ángel presentaba una fuerte advertencia contra la

marca de la bestia (Ap 14: 9-11), asunto que los llevó a la conclusión de que así como el

sábado conmemora el poder creador de Dios5 (Éx 20: 11) y su observancia se convierte en la

1Carlos Fitch, “Come out of her”, Midnight Cry, september 21, 1843.

2Martin Weber, “1844 is it biblical?”, Ministry (octubre1994), 14-18; Ron Du Preez, “1844:

¿Coincidencia?”, 13-15, 31.

3Rodríguez, “The sanctuary and its cleansing”, Supplement to Adventist Review, (November 1994),

North American Division Issue.

4Davidson, “Cosmic Metanarrative”, 105.

5Paulien, “Revisiting the sabbath”, 179-186.

Page 62: Israel Robles

44

señal de sus auténticos seguidores, la bestia también impondría “su marca” a través de un falso

día de reposo.1 De esta manera, la llegada del sábado a las filas adventistas post chasco, marcó

el cumplimiento del mensaje del tercer ángel.2

Aunque la iglesia adventista conserva la interpretación histórica de los pioneros,

actualmente la complementa con el enfoque de que los mensajes de los tres ángeles son

simultáneos y contemporáneos. “El primero y segundo mensaje continuarán siendo predicados

al mundo tanto como dure el tiempo de prueba. Están diseñados para preparar al pueblo para

la venida del Señor, y por lo tanto serán proclamados al mundo hasta que el Señor termine su

obra en el santuario celestial”.3 Por último, en relación al mensaje de los tres ángeles, cabe

citar que los adventistas del séptimo día, resaltan el hecho de que no solo constituyen un

mensaje que debe ser predicado, sino que estos mensajes generan un pueblo4 para el tiempo

del fin: “los santos, los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús” (Ap 14: 12).5

El rol de la predicación en el tiempo

del fin

Aunque la apertura de las profecías del fin halló su cumplimiento principalmente en la

predicación del movimiento millerita, la predicación del adventismo del séptimo día es

1Anthony MacPherson, “The mark of the beast as a ‘sign commandment’ and ‘Anti-Sabbath’ in the

Worship crisis of Revelation 12-14”, Andrews University Seminary Studies 43, Vol. 2, 267-283.

2Timm, El santuario, 106.

3W. H. Littlejohn, “The temple in heaven: The second angel’s message considered”, Review and Herald,

diciembre 23, 1884.

4“Estos tres mensajes iban a ser el foco permanente en la predicación del evangelio eterno y fueron de

gran importancia para la identidad adventista” (Reinder Bruinsma, The body of Christ: A biblical understanding

of the church [Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 2009], 184).

5Timm, El santuario, 104.

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45

reiterada en Apocalipsis 10: 11: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, y

naciones, lenguas y reyes”. Mounce hace hincapié en la naturaleza profética de este mensaje

final. “Es el último acto del gran drama de la actividad creadora y redentora de Dios. El

significado de la historia se pone claramente de manifiesto en el punto final del tiempo […].

Su profecía es la culminación de todas las profecías anteriores, por cuanto lleva la destrucción

del mal y a la inauguración de la condición eterna.1

Para los adventistas esta culminación de todas las profecías fue su comprensión pos

1844 referente a que la purificación del santuario de Daniel 8: 14 no era la tierra en la segunda

venida, sino el inicio de la segunda fase de la obra de Cristo en el santuario celestial,2 tal como

estaba tipificado en el santuario terrenal en el día de la expiación (Lv 16). El santuario empezó

a ser comprendido como la doctrina integradora que permitía recuperar la visión de conjunto

del plan de salvación y del gran conflicto3. Sin esta visión el mundo religioso seguiría a

merced de la filosofía griega, la tradición medieval y el error como arma del enemigo para el

tiempo del fin. El santuario llegó a ser la llave hermenéutica que puso al alcance del

remanente el conjunto de verdades que la profecía demanda llevar al mundo. “El asunto del

santuario fue la clave que aclaró el misterio del chasco de 1844, reveló todo un sistema de

1Mounce, The Book of Revelation, 217.

2Apocalipsis 11: 19.

3Canale, llama la atención hacia niveles teológicos más abarcantes en relación al Santuario. “El sistema

del santuario tiene tres niveles de integración. (1) Nivel cósmico, presenta una historia más allá de la historia

humana que se relaciona con nuestra historia, presenta el conflicto cósmico, especialmente con el macho cabrío

Azasel que representa a Satanás que es condenado al final del milenio; además cuando vemos el Juicio

Investigador. (2) Nivel social, la iglesia se reúne y existe en donde Dios está, en el desierto el santuario estaba en

el centro del pueblo y el pueblo existía porque Dios estaba presente con ellos formando la estructura fundamental

de su pueblo, en el futuro vamos a tener lo mismo con la Nueva Jerusalén. (3) Nivel individual, con los sacrificios

diarios, el sacrificio continuo, la justificación que ocurría y la santificación que se iba dando” (Canale,

“Uniéndonos, Santuario, Cristo y salvación” Audio-conferencia en https: //www.audioverse.org/espanol/

sermones/presenters/167/fernando-canale.html [15 febrero 2012]).

Page 64: Israel Robles

46

verdades, que formaban un conjunto armonioso […].1 Quizás sin saberlo los adventistas

empezaron un proyecto teológico que los separó completamente no solo de la teología

católica, sino aun de la protestante y que los llevó a enraizarse en la autoridad total de las

Escrituras. Preparándose así para el gran conflicto anticipado en Apocalipsis 12.

De igual manera, en la medida en que se vieron reflejados en la dinámica del mensaje

de los tres ángeles (Ap 14: 6-12) comprendieron la naturaleza mundial de su movimiento y

percibieron que el éxito estaba asegurado en proporción a su fidelidad al contenido del

mensaje. Al respecto, Knight explica que los adventistas del séptimo día siguieron la misma

línea hermenéutica de los milleritas: “el desarrollo racional de su doctrina central”.2 El tener

una doctrina central como la segunda venida, lógicamente articulada, lo suficientemente

atrayente para los demás grupos religiosos, pero además enmarcada en el premilenialismo que

los demás rechazaban, se convirtió en el primer elemento distintivo de su predicación que les

redituó un considerable número de seguidores. Así, la convicción de tener la verdad presente

los llevó a ser el pueblo que debía convertir a la gente a “la verdad”.3 Knight agrega un

segundo aspecto de esta peculiaridad:

Un segundo elemento que parece haber dirigido el éxito evangelístico del millerismo y

del adventismo del séptimo día es el contenido o factor doctrinal en su punto de vista

de la verdad. Así el millerismo tenía lo que era considerado una importante verdad

bíblica para ofrecer a los individuos que andan en busca de significado. El Retorno

premilenial de Cristo no fue solo una parte de la madera eclesiástica, sino que

representaba algo distinto a los otros grupos religiosos. Así cuanto ellos tuvieron un

mensaje para predicar muchos respondieron a ese mensaje.4

1E. White, El conflicto, 476.

2Knight, “Adventism”, 5-13.

3Ibíd. .

4Ibíd.

Page 65: Israel Robles

47

El ser diferentes en el contenido doctrinal, o en el estilo de vida, en vez de alejar a los

buscadores de la verdad, los atrae, esta fuerza centrípeta también fue desplegada por los

adventistas después del chasco.

Por el otro lado, los adventistas del séptimo día desarrollaron un conjunto de

creencias no convencionales que vieron como su misión especial compartir con el

mundo. Al igual que un cometa vuela contra el viento, así hay una dinámica en los

movimientos religiosos que es vitalizada por las diferencias y aún por la oposición. Ser

diferente da sentido a individuos y grupos sociales. Y ser diferente desarrolla

compromiso con una causa, sobre todo cuando se trata de quemar el puente cuando

uno se une a una subcultura religiosa.1

De igual manera, estas convicciones firmemente fundamentadas en la Palabra,

produjeron el andamiaje de la identidad del remanente. “Las creencias y prácticas distintivas

de la denominación, al mismo tiempo que provocan que sea visto con sospecha por muchos

cristianos tradicionales, parecen haber dado a sus miembros fieles una firmeza de carácter

individual y e grupo que va más allá para explicar sus éxitos”.2 Vale decir que lo contrario

también se cumple, la pérdida de las doctrinas distintivas en la predicación de una iglesia

significa su muerte.3 Es por ello que los adventistas del siglo XXI tienen que ser conscientes

del deber que les impone su historia, de conocer y conservar esas marcas o hitos que han

tenido el efecto de atracción en su predicación.4

1Knight, “Adventism”, 5-13.

2Ibíd.

3Knight, en La visión apocalíptica, 20, 21 refiere algunas fuentes que tratan sobre este tema: Kenneth L.

Woodward, “Dead end for the mainline religion?: The mightiest protestants are running of money, members, and

meaning”, Newsweek, 9 de agosto de 1993, 46-48. Thomas C. Reeve, The Empty Church; the suicide of Liberal

Christianity, (Nueva York; Free Press, 1996). Wade Clark Roof y William MacKinney, American mainline

religion: Its changing shape and future (New Brunswick, New Jersey: Rutgers University Press, 1987), 234-241.

4“Las denominaciones adventistas que crecieron fuera del Millerismo están enfrentando su posible

muerte. Esa es la inferencia de Richard C. Nickels, quien concluyó en 1973, su historia de la Iglesia de Dios del

Séptimo Día, con una sección titulada: “¿Una iglesia muriendo?” La últimas palabras del ominoso volumen son

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48

Conclusión

En el análisis anterior se ha visto que Apocalipsis 10-14 describe la identidad de un

movimiento profético que surge después de 1798, específicamente en 1844, en el

reavivamiento millerita de los Estados Unidos. Este movimiento, tiene las dos características

del remanente descrito en Apocalipsis 12: 17: (1) guardan los mandamientos de Dios y (2)

tienen el testimonio de Jesucristo. Además, se le ha confiado la predicación de los mensajes de

los tres ángeles que constituyen el último llamado de Dios para este mundo, antes de la

segunda venida de Cristo (Ap 14: 6-12). Por lo tanto, se puede decir que:

Todas las profecías fechadas de la Biblia tuvieron su cumplimiento, y su surco se

puede trazar sin dificultad y con claridad desde su punto de partida hasta su punto de

llegada. El único evento que puede referirse en la tierra para la profecía de los 2300

días-años, es el despertar adventista que se vio especialmente en el gran movimiento

millerita. De manera que ninguna otra iglesia, ningún otro pueblo, puede adjudicarse la

herencia del Gran Chasco en conexión con la profecía de Daniel 8: 14 que constituyó

la razón de ser de ese movimiento, a no ser la Iglesia Adventista del Séptimo Día.1

Este uso que los pioneros hicieron “del cumplimiento profético como herramienta

hermenéutica”2 se ha constituido en el elemento principal para entender la identidad adventista

y su predicación escatológica.

las palabras de Cristo a la iglesia de Sardis: ‘Tienes nombre de que vives pero estás muerto’”. De igual forma, la

sección final de los tres volúmenes de la Historia de los Cristianos del Advenimiento de Hewitt, es: ‘¿Debería

decírsele a una denominación que está muriendo?’ Esta sección publicada en 1990 contiene un sentido análisis de

corazón que describe la situación de la denominación. Las últimas palabras de la trilogía de Hewitt son: ‘Espero

con devoción que alguien esté escuchando. Amén’” , citado en (Knight, “Adventism”, 11).

1Treiyer, “Herederos”.

2Maxwell, “A brief history”, 213-214. Canale agrega: “El historiador adventista C. Mervyn Maxwell

identificó correctamente cuatro características básicas de la hermenéutica y método sobre los cuales la teología

adventista temprana fue construida. Tres de ellas, como veremos son intensificaciones de los principios recibidos

de la teología protestante. La cuarta es la visión macro hermenéutica sobre la cual la teología adventista vino a la

existencia: (1) Deconstrucción de la tradición, (2) el principio de la tota Scriptura, (3) Comprensión tipológica y

(4) la visión” (Canale, “From Vision”, 9-10).

Page 67: Israel Robles

49

Elena de White y los pilares teológicos del adventismo,

la predicación, y la identidad de la iglesia

El desarrollo histórico de la teología adventista del séptimo día –y de la predicación

como medio para convertir esta teología en un mensaje para el mundo– puede verse como una

búsqueda continua de identidad.1 En esta búsqueda, la obra de Elena de White juega un papel

sobresaliente, pues estuvo ligada al movimiento desde sus inicios en 1844, cuando tenía

apenas 17 años, hasta su muerte el 16 de julio de1915.2 También, en su obra se puede

encontrar la aproximación más exacta a los resultados que los pioneros pensaron

obtener siguiendo los principios hermenéuticos que denominaron como pilares teológicos del

adventismo. Un ejemplo de esta dinámica pilares-identidad se encuentra en las siguientes

referencias.

Los que recibieron la luz relativa al santuario y a la inmutabilidad de la ley de

Dios, se llenaron de alegría y admiración al ver la belleza y armonía del

conjunto de verdad que fue revelado a sus inteligencias.3 El tabernáculo y

templo de Dios en la tierra fueron copia del original que estaba en el cielo. El

santuario y sus solemnes servicios estaban rodeados místicamente de las

grandes verdades que se revelarían a través de generaciones sucesivas.4

Como podemos notar, los pioneros descubrieron esas llaves hermenéuticas en la etapa

formativa del adventismo del séptimo día y Elena de White reafirma la visión de un sistema de

1Knight, Nuestra identidad, 17.

2“La historia de su vida es la historia de este movimiento” (F. M. Wilcox, Review and Herald, febrero

27, 1913). “Elena White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día están totalmente integrados. Algunos han

observado que Elena White ‘durante su larga vida [...] ejerció la influencia personal más poderosa sobre los

creyentes adventistas del séptimo día’” (Douglas, “Elena White y la teología adventista”, Diálogo Universitario

10 /1 [1998], 13-15). “La Sra. White fue la inspiración reconocida del movimiento [...]. Sus ideas establecieron el

mundo del adventismo en su obra médica, educacional y misionera alrededor del mundo” (Hartzell Spence, “The

story of religions in America —Seventh-day Adventists”, Look, XXII [24 de junio de 1958], 79).

3E. White, El conflicto, 506, 507.

4E. White, Fe por la cual vivo (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1959), 196.

Page 68: Israel Robles

50

verdades que afectarían la predicación, el estilo de vida y la identidad del pueblo remanente de

allí en adelante. Es por ello que en esta sección se va a considerar la percepción de la Sra.

Elena de White en relación con la identidad, la predicación y los pilares teológicos del

adventismo. Con este fin se abordarán las siguientes subdivisiones: (1) la identidad de la

Iglesia en los escritos de Elena de White, (2) la predicación en los escritos de Elena de White,

(3) los pilares del adventismo en los escritos de Elena de White y (4) relación entre los pilares,

la predicación y la identidad de la iglesia en los escritos de Elena de White.

La identidad de la Iglesia en los escritos de

Elena de White

En cuanto a la identidad de la iglesia, se considerarán tres momentos críticos en los que

la percepción profética de Elena de White ejerció una influencia notable en el proceso de

búsqueda de identidad del adventismo.

Primera visión

En 1843, un año antes del gran chasco, los adventistas habían sido separados de sus

iglesias de origen por el énfasis premileniarista de su única doctrina: La segunda venida de

Cristo. Por lo que al sobrevenir el chasco del 22 de octubre de 1844 quedaron esparcidos sin

identidad, sin iglesia y sin una teología que les explicara lo sucedido. Justo en ese omento, en

diciembre de 1844, 1

Elena de White recibió su primera visión (páginas 27, 28).

Se considera que esta visión es la más importante,2 porque muestra la conducción de

Dios hacia su pueblo1 a partir del chasco, hasta la segunda venida de Cristo. En un momento

1Arthur L. White, Elena de White mujer de visión (Miami: Asociación Publicadora Interamericana,

2003), 24.

Page 69: Israel Robles

51

cuando nadie se atrevía a dar algún valor a aquel desarticulado movimiento, esta visión les

daba elementos importantes acerca de su identidad profética. Además, proveyó a los pioneros

de un marco de referencia que habría de protegerlos de olvidar la historia pasada, tanto como

animarlos a avanzar hacia el cumplimiento pleno del plan de Dios. “La visión revelaba que

ellos estaban al comienzo del sendero en vez de hallarse al final del mismo”.2

Algunos elementos que destacan en esta visión son los siguientes: (1) Coloca la venida

de Jesús como un tema central y todavía en el futuro, (2) muestra la preocupación de Dios por

su pueblo al guiarlo a lo largo del sendero, (3) “en el cielo ocurrió algo de gran importancia el

22 de octubre de 1844, y que los adventistas nunca deberían olvidar su lugar en la historia

profética”3 y (4) la luz que estaba detrás de ellos al comienzo del sendero y que representaba

“el clamor de medianoche”, tenía un significado teológico; ignorar este significado conduciría

al abandono del camino.

Esta visión ayudaría a los pioneros a organizar ciertos conceptos y aclarar el orden de

los eventos. Por ejemplo, en 1845, previno del error de fijar fechas cuando se les mostró a

través de Elena de White, que antes de que Cristo regresase, “los santos deberían pasar por el

tiempo de angustia de Jacob, el cual estaba en el futuro”.4

De forma independiente, pero en el mismo sentido de búsqueda de identidad, al día

siguiente del chasco, el 23 de octubre de 1844, Hiram Edson, tuvo aquella penetrante

2Knight, La visión apocalíptica, 101.

1A. L. White, Elena de White, 26.

2Ibíd.

3Knight, Nuestra identidad, 39.

4E. White, Primeros escritos (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1976), 37.

Page 70: Israel Robles

52

percepción, de que el movimiento hecho por Cristo no era del cielo hacia la tierra como se

espera en la segunda venida, sino del lugar santo al lugar santísimo en el santuario celestial.

En concordancia, Elena de White recibió a principios de 1845 otra visión en la que endosaba

esta interpretación.

Vi al Padre levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al

interior del velo, y se sentó. Entonces Jesús se levantó del trono, y la mayoría de los

que estaban prosternados se levantó con él. No vi un solo rayo de luz pasar de Jesús a

la multitud indiferente después que él se levantó, y esa multitud fue dejada en perfectas

tinieblas. Los que se levantaron cuando se levantó Jesús, tenían los ojos fijos en él

mientras se alejaba del trono y los conducía un trecho. Alzó entonces su brazo derecho,

y oímos su hermosa voz decir: ‘Aguardad aquí; voy a mi Padre para recibir el reino;

mantened vuestras vestiduras inmaculadas, y dentro de poco volveré de las bodas y os

recibiré a mí mismo’. Después de eso, un carro de nubes, cuyas ruedas eran como

llamas de fuego, llegó rodeado de ángeles, adonde estaba Jesús. El entró en el carro y

fue llevado al lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a Jesús,

el gran Sumo sacerdote, de pie delante del Padre. En la orla de su vestidura había una

campana y una granada; luego otra campana y otra granada. Los que se levantaron con

Jesús elevaban su fe hacia él en el lugar santísimo, y rogaban: ‘Padre mío danos tu

Espíritu.’ Entonces Jesús soplaba sobre ellos el Espíritu Santo. En ese aliento había

luz, poder y mucho amor, gozo y paz.1

Sin embargo, con todo y el peso que podrían tener estas visiones, en ningún momento

ocuparon el lugar de la investigación bíblica. Al contrario, ellos percibieron en la naturaleza de

esos acontecimientos la voluntad de Dios que los inducía a depender enteramente de la Biblia.

Esta prueba revelaría la fuerza de aquellos que con verdadera fe habían obedecido a lo

que creían ser la enseñanza de la Palabra y del Espíritu de Dios. Ella les enseñaría,

como sólo tal experiencia podía hacerlo, el peligro que hay en aceptar las teorías e

interpretaciones de los hombres, en lugar de dejar la Biblia interpretarse a sí misma. La

perplejidad y el dolor que iban a resultar de su error, producirían en los hijos de la fe el

escarmiento necesario. Los induciría a profundizar aún más el estudio de la palabra

profética.2

1E. White, Primeros escritos, 5.

2E. White, El conflicto, 402.

Page 71: Israel Robles

53

El nombre de la iglesia

Un segundo momento importante en la búsqueda de identidad del movimiento

adventista sería el año de 1860. Este momento es importante, porque el movimiento ya

contaba con una plataforma doctrinal y ahora iba considerar la necesidad de elegir un nombre;

lo cual finalmente hicieron en 1860. El nombre Iglesia Adventista del Séptimo día fue el

elegido e inmediatamente Elena de White escribió lo siguiente:

El nombre Adventista del Séptimo Día es un firme reproche al mundo

protestante. Aquí está la línea de distinción entre los adoradores de Dios y

aquellos que adoran a la bestia y reciben su marca…El nombre “Adventista del

Séptimo Día,” lleva al frente las verdaderas características de nuestra fe y

convencerá a la mente inquisitiva. Como una flecha de la aljaba del Señor herirá

a los transgresores de la ley de Dios, y llevará al arrepentimiento para con Dios

y a la fe en nuestro señor Jesucristo.1

Con la elección del nombre los adventistas cerraban una etapa que era especialmente

importante porque su identidad teológica quedaba bien definida. Quedaban completamente

separados del mundo y de los demás grupos existentes, no solo de las denominaciones

conocidas, sino especialmente de los grupos que se habían derivado del gran chasco.

1888 y la identidad cristiana del adventismo

Otro momento crítico en la búsqueda de identidad de la iglesia adventista sucedería en

torno al congreso de la Asociación General de 1888 celebrado en Minneapolis, cuando la

iglesia tuvo la oportunidad de escuchar con mayor claridad la doctrina de la justificación por

la fe. Sin embargo, este énfasis no sería recibido sin oposición. El debate principalmente se dio

entre dos bandos. Por un lado estaban los portavoces de este nuevo énfasis en la justificación

1E. White, Joyas de los testimonios, tomo 1 (Mountain View, CA: Asociación Publicadora

Interamericana, 2003), 80-81.

Page 72: Israel Robles

54

por la fe, Alonso T. Jones y J. E. Waggoner y por el otro estaban Urías Smith y George I.

Butler, secretario y presidente de la Asociación General, quienes sostenían una postura rayana

en el legalismo.

Se podría decir que una declaración del pastor Butler resume gráficamente la

preocupación que levantaba este nuevo énfasis en relación directa con la identidad del

movimiento. “Sostengan los hitos antiguos”, había telegrafiado a los de su bando, desde Battle

Creek donde estaba en recuperación.1 Como podemos notar, había una fuerte preocupación de

que el nuevo énfasis en la justificación por la fe echase por tierra las marcas de identidad que

el movimiento había sostenido en sus años formativos; especialmente, en lo relacionado a la

vigencia de la ley de Dios y a la observancia del sábado. En este momento crucial,

nuevamente la pluma de Elena de White habría de fortalecer la identidad en una forma que

trajo el equilibrio y mantuvo la tensión apropiada entre lo “antiguo” y lo “nuevo”. Así escribió

en 1889:

En Minneapolis Dios dio a su pueblo, en un nuevo engarce, algunas gemas de verdad.

Esta luz del cielo fue rechazada por algunos con toda la testarudez que los judíos

mostraron al rechazar a Cristo, y se habló mucho de mantenerse junto a los hitos

antiguos. Pero había evidencias de que no sabían cuáles eran los hitos antiguos. Había

evidencia y lógica procedentes de la Palabra que la recomendaban a la conciencia; pero

la mente de los hombres estaba cerrada, sellada contra la entrada de luz, porque habían

decidido que era un error peligroso modificar los ‘hitos antiguos’, cuando en realidad

no se movía ninguno de esos hitos antiguos, sino que esos hombres habían pervertido

el concepto de lo que era un hito antiguo.2

Los hitos o pilares del adventismo aluden especialmente a las características distintivas

del movimiento adventista; es decir, aquellas marcas que habían unificado a los

1Knight, “The men of Minneapolis”, Ministry (febrero1988), 10-14.

2E. White, El otro poder, 30-31.

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55

pioneros después de 1844. Entre las cuales estaban la purificación del santuario, los mensajes

de los tres ángeles, la importancia del sábado, y la no inmortalidad del alma. La expresión no

alude a los hitos del cristianismo en general –como la autoridad de la Sagradas Escrituras, el

bautismo y la justificación por la fe, entre otros– sino específicamente a los pilares del

adventismo, en relación a los cuales Elena de White agregó:

Todo este movimiento acerca de cambiar los hitos es pura imaginación. Ahora, en este

tiempo, Dios quiere dar un nuevo y fuerte impulso a su obra. Satanás lo percibe y está

decidido a impedirlo. Si él puede engañar a las personas que pretenden creer la verdad

presente, [y hacerles creer que] la obra que Dios quiere hacer en favor de su pueblo es

modificar los hitos antiguos (lo que deberían resistir con el celo más decidido),

entonces se alegra por haberlos engañado.1

En conclusión a esta sección, se puede decir que Elena de White mantuvo una tensión

apropiada entre lo inamovible de la identidad y lo progresivo de la teología, entre los hitos de

los años pasados y el avance siempre necesario de nuevos descubrimientos. Este equilibrio

queda reflejado en las siguientes declaraciones que parecen concluyentes. La primera tiene

que ver con la validez de 1844: “Entre todos los grandes movimientos religiosos habidos

desde los días de los apóstoles, ninguno resultó más libre de imperfecciones humanas y

engaños de Satanás que el del otoño de 1844”.2 En la segunda se enfatiza la confianza en la

historia pasada del movimiento:

Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condición presente, al

repasar la historia pasada puedo decir: “¡Alabado sea Dios!” Al ver lo que el

Señor ha hecho, me lleno de admiración y de confianza en el liderazgo de

Cristo. No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera

en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia

pasada.3

1E. White, El otro poder, 30-31.

2E. White, El conflicto, 453.

3E. White, Notas biográficas, 21.

Page 74: Israel Robles

56

La predicación en los escritos de

Elena de White

En los escritos de Elena de White, se pueden encontrar valiosas aportaciones para la

predicación adventista, quizás no una metodología explícita, pero sí bases firmes sobre las

cuales se puede construir una predicación relevante, que exalte sobre todo la primacía de la

Biblia.

Existe un poder vivo en la verdad, y el Espíritu Santo es el agente que abre las mentes

humanas a la verdad. Pero los pastores y obreros que la proclaman deben manifestar

certidumbre y decisión. Deben avanzar por fe, y presentar la Palabra como si la

creyeran. Haced que aquellos por quienes trabajáis entiendan que se trata de la verdad

de Dios. Predicad a Jesucristo y a él crucificado. Esto hará frente a las mentiras de

Satanás.1

En sus obras se nota una preocupación abarcante por la predicación, no solo por la

proclamación de argumentos bíblicamente correctos,2 también existen fuertes apelaciones a la

dimensión ética de la misma,3 como también la preocupación por una predicación profética,

como lo muestra la siguiente cita.

El mensaje de la segunda venida de Cristo debe tener el concurso de un poder viviente.

[…] En los días de los apóstoles el mensaje que éstos predicaron efectuó una obra real

al apartar a las almas de los ídolos para hacerlas servir al Dios viviente. La obra que

hoy debemos hacer es igualmente real, y la verdad de ahora sigue siendo verdad tanto

como entonces; sólo que debemos predicar el mensaje con mucho más fervor debido a

que la venida del Señor está más cercana.4

1E. White, Carta 34, 1896.

2 “Cientos de hombres quienes ministran en el púlpito son débiles en las cualidades esenciales de la

mente y el carácter porque ellos no se aplican a sí mismos al estudio de las Escrituras. Están contentos con un

conocimiento superficial de las verdades de la Palabra de Dios prefieren perder mucho en el camino que

investigar diligentemente por el tesoro escondido” (E. White, Obreros Evangélicos [Buenos Aires: Asociación

Casa Editora Sudamericana: 1986], 249, 250). 3“El mundo no necesita tanto a grandes intelectos como a hombres buenos, que sean una bendición en

sus hogares” (E. White, El ministerio pastoral [Silver Spring, MD: Asociación General de los Adventistas del

Séptimo Día, 1995], 102).

4E. White, Review and Herald, noviembre 13, 1913.

Page 75: Israel Robles

57

La predicación de la verdad terminará la obra

También es cierto que la predicación puede tener sus propias variantes, dimensiones y

énfasis; pero su lugar en la proclamación del evangelio hasta el fin del tiempo está asegurado.

El último mensaje de misericordia será proclamado al mundo mediante la predicación

de la verdad del Evangelio. La verdad, la verdad de la Biblia, esto es lo que necesita la

gente. Debemos reclamar las promesas de la Palabra de Dios sobre nuestras rodillas,

solicitando la recepción de la verdad pura, no adulterada, y que seamos capaces de

comprender la necesidad de dar esa verdad a otros. Entonces los hombres y las mujeres

serán convertidos. Será reconocida la mano de Dios en la organización de nuevas

iglesias. El Señor bautizará con el Espíritu apostólico a muchos que saldrán a realizar

trabajo misionero en los lugares donde la gente no conoce la verdad.1

Los pilares del adventismo en los escritos

de Elena de White

Como se ha notado anteriormente, en la obra de Elena de White se puede encontrar la

aproximación más exacta del proyecto teológico que los pioneros iniciaron y que debía

continuar. A través de sus escritos, ella reafirma la solidez de los pilares teológicos del

adventismo. Principalmente durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX,

su influencia como el último de los pioneros, ayudó a organizar todo un sistema de verdades

que afectaría gradualmente todos los aspectos de la vida del movimiento.

Es por ello que en la siguiente revisión de los escritos de Elena de White se hará una

aproximación a estos conceptos bajo los siguientes encabezados: (1) Los siete pilares

teológicos del adventismo, (2) el carácter inamovible de los pilares teológicos, (3) funciones

teológicas de los pilares, (4) tensión entre los pilares y la revelación progresiva y (5) el peligro

latente de cambiar los pilares del adventismo por fuerza internas y externas.

1E. White, Exaltad a Jesús (Coral Gables, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 1988), 117.

Page 76: Israel Robles

58

La segunda venida de Cristo.

Los adventistas se consideran verdaderos herederos de la principal doctrina millerita, el

regreso premileniarista de Jesús en las nubes de los cielos. Por lo tanto, esta sería su primera

doctrina pilar. Al respecto Elena de White afirmó. “La doctrina del segundo advenimiento es

verdaderamente la nota tónica de las Sagradas Escrituras”.1 Además, al considerar la segunda

venida dentro del sistema de verdades, escribió: “La comprensión de la esperanza en la

segunda venida de Cristo es la clave que abre toda la historia futura, y explica todas las

lecciones del porvenir”.2

El santuario

Inmediatamente después del chasco, el grupo formado por Hiram Edson, O. R. Crosier

y el Dr. Franklin B. Hann expusieron la mejor explicación a través de una exposición de los

servicios del santuario. En seguida, a principios de 1845, Elena de White publicó: “Vi al Padre

levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al interior del velo, y

se sentó”. En la misma visión, vio que Jesús “entró en el carro y fue llevado al lugar santísimo,

donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a Jesús, el gran Sumo sacerdote, de pie delante

del Padre”.3

Posteriormente, en relación a la explicación de Crosier, afirmó: “El Señor me mostró

en visión, hace de más de un año, que el hermano Crosier tiene la luz verdadera acerca de la

purificación del santuario, y que era su voluntad que el hermano Crosier escribiera la

1E. White, El conflicto, 301.

2E. White, Carta 218, 1906.

3 E. White, Primeros escritos, 55.

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59

interpretación que nos brindó en el Day Star Extra del 7 de febrero de 1846”. 1 En una

interpretación posterior a estos momentos ella escribió: “El asunto del santuario fue la clave

que aclaró el misterio del chasco de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban

un conjunto armonioso”.2

De esta manera, el santuario llegó a considerarse no solo como el pilar principal de la

teología adventista, sino como el principio rector de toda la experiencia espiritual del

remanente. “El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del santuario y del

juicio investigador. Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran

Sumo Sacerdote. De otro modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros

tiempos, o desempeñar el puesto al que Dios los llama”.3

Finalmente, se puede notar que para Elena de White, el santuario no era una doctrina

aislada, sino un conjunto de verdades, algo que apuntaba a un sistema teológico y doctrinario.

Por ello, lo llegó a considerar como la verdad más completa, como la columna principal de la

fe adventista.

Por más de medio siglo los diferentes puntos de la verdad presente han sido

cuestionados y opuestos. Se avanzaron nuevas teorías como verdad, que no eran

verdad, y el Espíritu de Dios reveló el error. Así como las grandes columnas de nuestra

fe fueron presentadas, el Espíritu Santo testificó acerca de ellas, y especialmente es

esto así en relación con las verdades del tema del santuario. Vez tras vez de nuevo el

Espíritu Santo apoyó de una manera destacada la predicación de esta doctrina.4

1E. White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1990), 10.

2E. White, El conflicto, 476.

3E. White, El evangelismo, 165. “La correcta comprensión del ministerio en el santuario celestial es el

fundamento de nuestra fe”. Ibíd. “El tema del santuario debiera ser cuidadosamente examinado, puesto que en el

descansa el fundamento de nuestra fe y esperanza” (E. White, Cristo en su santuario (Buenos Aires: Asociación

Casa Editora Sudamericana, 1990), 10.

4Ibíd., 167.

Page 78: Israel Robles

60

La ley de Dios

El siguiente pilar del núcleo doctrinal adventista, es la ley de Dios. Pasajes como

Apocalipsis 11: 19, 12: 17 y 14: 12 llamaron la atención de la naciente iglesia a la importancia

de la ley de Dios en el tiempo del fin. Al respecto Elena de White escribió:

Los pasados cincuenta años no han atenuado ni un ápice ni principio de nuestra fe así

como recibimos las evidencias grandes y maravillosas que fueron hechas ciertas en

1844, con el correr del tiempo. Ninguna palabra se ha cambiado o negado. Lo que el

Espíritu Santo testificó como verdad con el correr del tiempo, en nuestro gran chasco,

es el fundamento sólido de la verdad. Los pilares de la verdad fueron revelados, y

aceptamos los principios fundacionales que hicieron de nosotros lo que somos –

Adventistas del Séptimo Día, que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de

Jesús”.1

El Sábado

De igual manera, cuando el sábado fue fundamentado por José Bates en el contexto del

tiempo del fin, se convirtió en una columna del edificio doctrinario adventista, llegándose a

considerar como la señal distintiva del movimiento. Por lo que Elena de White confirmó: Allí

están los principales pilares de nuestra fe, temas que son de vital interés, el sábado, el guardar

los mandamientos de Dios”.2

La no inmortalidad del alma

La influencia griega en el cristianismo del siglo I no solo afectó algunas doctrinas, sino

que llegó a convertirse en una corriente de interpretación a lo largo de los siglos. El

adventismo definió su postura en relación al estado de los muertos, yendo en contra de la

generalizada aceptación de la filosofía griega de la inmortalidad del alma. “En el error

1E. White, Alza tus ojos, 350.

2E. White, El otro poder, 77.

Page 79: Israel Robles

61

fundamental de la inmortalidad natural, descansa la doctrina del estado consciente de los

muertos, doctrina que, como la de los tormentos eternos, está en pugna con las enseñanzas de

las Sagradas Escrituras, con los dictados de la razón y con nuestros sentimientos de

humanidad”.1 Así, al definir su postura bíblica en cuanto al estado inconsciente de los muertos

y de la no inmortalidad del alma, los adventistas agregaron otra columna en la edificación de

su edificio doctrinario. “La no inmortalidad del alma es un antiguo hito”.2 Un pilar que habría

de proteger al adventismo del engaño del espiritismo moderno.3

El mensaje de los tres ángeles

Un pilar de un valor incalculable por su función integradora, sería el mensaje de los

tres ángeles. Pronto en su comprensión teológica los adventistas aplicarían estos mensajes a la

historia temprana de su movimiento. Así, vieron el mensaje de juicio del primer ángel (Ap 14:

7) cumplirse en la predicación millerita y en su llamado para prepararse para la venida del

Señor. Pero cuando ellos mismos fueron expulsados de sus iglesias de origen en 1843,

interpretaron este rechazo de parte de las iglesias protestantes como la caída de Babilonia del

segundo ángel (Ap 14: 8).4 Posteriormente, cuando la verdad acerca del sábado se hizo

evidente, entendieron que esta sería el sello de Dios (Ap 7: 1-3), en contraste con la marca de

la bestia, cuya advertencia presenta el mensaje del tercer ángel (Ap 14: 9-12). En cuanto a

1E. White, El conflicto, 533.

2E. White, El otro poder, 30-31.

3“Aferrándose al error papal de la inmortalidad natural del alma y al del estado consciente de los

muertos, han rechazado la única defensa posible contra los engaños del espiritismo” (E. White, El conflicto, 573).

4“Los mensajes del primer y del segundo ángel fueron proclamados en su debido tiempo, y cumplieron

la obra que Dios se había propuesto cumplir en ellos” (Ibíd., 401).

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62

estos mensajes Elena de White declaró:

Nuestra fe en referencia a los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles era

correcta. Los grandes hitos por los que hemos pasado son inamovibles. Aunque las

huestes del infierno puedan tratar de quitarlas de su fundamento, y triunfar pensando

que han tenido éxito, no tendrán éxito. Esos pilares de la verdad permanecen firmes

como las colinas eternas, inamovibles ante todos los esfuerzos de los hombres que se

combinan con los de Satanás y su hueste.1

Como se puede notar, la comprensión histórica de los mensajes de los tres ángeles es

considerada en los escritos de Elena de White como una columna inamovible, además de que

resalta su función en cuanto a la identidad de la iglesia.

Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó al antiguo Israel, para que se

destaque como luz en la tierra. Por la poderosa hacha de la verdad —los mensajes

de los ángeles primero, segundo y tercero —, la ha separado de las iglesias y del

mundo para colocarla en sagrada proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria de su

ley, y le ha confiado las grandes verdades de la profecía para este tiempo. Como los

santos oráculos confiados al antiguo Israel, son un sagrado cometido que ha de ser

comunicado al mundo. Los tres ángeles de Apocalipsis 14 representan a aquellos que

aceptan la luz de los mensajes de Dios, y salen como agentes suyos para pregonar las

amonestaciones por toda la anchura y longitud de la tierra.2

Actualmente, sin dejar a un lado la primera aplicación histórica, se considera la

necesidad de predicar los tres mensajes en forma simultánea y contemporánea. “El mensaje

del tercer ángel […] es el mensaje para este tiempo. Es la verdad presente”.3 Además, se debe

“dejar que los grandes principios del mensaje del tercer ángel se destaquen en forma clara y

distinta”.4

1E. White, Review and Herald, noviembre 27, 1883.

2E. White, Joyas de los testimonios, tomo 2, 156.

3E. White, Manuscrito 15, 1888.

4E. White, El Cristo triunfante (Miami: Asociación Publicadora Interamericana, 1999), 65.

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63

El don profético

Como es de esperarse, Elena de White no reclamó para sí un lugar entre los pilares del

adventismo, pero es innegable que en su obra se cumplió la segunda marca identificatoria que

Apocalipsis 12: 17 otorga al remanente: “el testimonio de Jesús”, que según Apocalipsis 19:

10 es “el espíritu de profecía”. Nótese al respecto.

No tengo pretensiones para presentar salvo la que se me ha dado, de que soy

la mensajera del Señor. Al comienzo de mi obra varias veces se me preguntó: “¿Es

usted profetisa?” Siempre respondí: “Soy la mensajera del Señor”. Sé que muchos me

han llamado profetisa, pero yo no he reclamado este título. Mi Salvador me declaró

su mensajera. “Tu obra -me instruyó-, es llevar mi Palabra. Surgirán cosas extrañas. En

tu juventud te aparté para llevar el mensaje a quienes yerran, para llevar la Palabra a

los incrédulos y para que con la pluma y la voz repruebes sobre la base de la Palabra

las acciones que no son correctas. Exhorta con la Palabra. Voy a abrir mi

Palabra delante de ti […] Mi Espíritu y mi poder estarán contigo”.1

El carácter inamovible de los pilares

Elena de White se refirió en varias ocasiones a estos pilares como verdades eternas e

inamovibles, de los cuales ninguna parte puede ser alterada.

Deben mantenerse firmes las verdades que han sido confirmadas por la obra manifiesta

de Dios. Que nadie presuma quitar una clavija o piedra fundamental de la estructura.

Los que intentan socavar los pilares de nuestra fe se encuentran entre los que la Biblia

dice que “en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, dando oído a espíritus

seductores y a doctrinas de demonios”.2 Queremos pilares sólidos para nuestro

edificio. Ninguna clavija debe ser removida.3

Siguiendo la metáfora del edificio, consideró los pilares como una eterna plataforma

para las generaciones sucesivas:

1E. White, Alza tus ojos, 158.

2E. White, Carta 87, 1905.

3E. White, El otro poder, 53.

Page 82: Israel Robles

64

Debemos como pueblo permanecer firmes sobre la plataforma de la verdad eterna que

ha soportado el examen y la prueba. Tenemos que aferrarnos a las columnas seguras de

nuestra fe. Los principios de la verdad que Dios nos ha revelado son nuestro único

fundamento verdadero. Ellos han hecho de nosotros lo que somos. El lapso de tiempo

no disminuyó su valor.1 Guardemos delante de la gente las verdades que son el

fundamento de nuestra fe […]. Los pilares de nuestra fe son las verdades que han

hecho de nosotros un pueblo como el que somos, guiándonos paso a paso.2 Debemos

dejar que los grandes principios del mensaje del tercer ángel se destaquen en forma

clara y distinta. Los grandes pilares de nuestra fe soportarán todo el peso que pueda ser

puesto sobre ellos.3

Función teológica de los pilares

En cuanto a la función teológica de los pilares, Elena de White tuvo una percepción

amplia, pues más que considerarlos como doctrinas, los vio como llaves teológicas o

hermenéuticas. En su obra llegó a desarrollar la aproximación más completa del proyecto que

los pioneros vislumbraron. A continuación se mencionan algunos ejemplos en donde se resalta

esta función guiadora o explicativa de los pilares.

El mensaje de los tres ángeles

“Apocalipsis 14: 6, 7, si se presta atención a este mensaje, inducirá a cada nación,

tribu, lengua y pueblo a examinar cuidadosamente la Palabra, y los conducirá a la verdadera

luz concerniente al poder que ha cambiado el séptimo día de reposo por un día de reposo

espurio”.4

1E. White, El otro poder, 53.

2Ibíd., 29.

3E. White, El Cristo, 365.

4E. White, Mensajes selectos, tomo II, 121. Véase además: “Cuanto más nos afirmemos bajo el

estandarte del mensaje del tercer ángel, tanto más claramente comprenderemos la profecía de Daniel; porque el

Apocalipsis constituye el suplemento de Daniel”. Ibíd., 130.

Page 83: Israel Robles

65

El santuario

“La correcta comprensión del ministerio en el santuario celestial es el fundamento de

nuestra fe”.1

El sábado

“El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente

controvertido”.2

La ley de Dios

“Estudiad la Palabra de Dios con oración. Ella os presenta, en la ley de Dios y en la

vida de Cristo, los grandes principios de la santidad, ‘sin la cual nadie verá al Señor’.

Convence de pecado; revela plenamente el camino de la salvación. Prestadle atención como

a la voz de Dios hablando a vuestra alma”.3

El don profético

El Señor ha enviado a su pueblo mucha instrucción, línea sobre línea, precepto sobre

precepto, un poquito aquí y un poquito allá. Poco caso se hace de la Biblia, y el Señor

ha dado una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a la luz mayor. ¡Oh,

cuánto bien podría haberse realizado si los libros que contienen esta luz hubiesen sido

leídos con una determinación de practicar los principios que contienen! Habría una

vigilancia, una abnegación y un esfuerzo resuelto mil veces mayores. Y muchos más se

regocijarían ahora en la luz dela verdad presente.4

1E. White, El evangelismo, 165.

2E. White, El conflicto, 591. “La cuestión del sábado será el punto culminante del gran conflicto final en

el cual todo el mundo tomará parte” (E. White, Joyas de los testimonios III, 19).

3E. White, El camino, 31. Badenas también comenta: “En su misión de guiar al ser humano, la Ley es,

finalmente un camino de espiritualidad (Sal119: 105). Su rumbo apunta a la vida eterna, por la vía de la santidad

(Mt 19: 17 ss.)” (Roberto Badenas, Más allá de la Ley [Madrid: Editorial Safeliz, 2000], 299).

4E. White, El colportor evangélico (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana,

1976), 129.

Page 84: Israel Robles

66

En la comprensión de Elena de White en relación a la función teológica de los pilares,

estaba presente el hecho de que habrían de guiar a las generaciones sucesivas de adventistas al

estudio de nuevas verdades integradas al sistema doctrinario, como se había dicho del

santuario. “El santuario y sus solemnes servicios estaban rodeados místicamente de las

grandes verdades que se revelarían a través de generaciones sucesivas”.1

Quizás este punto sea el más desafiante para la teología adventista actual, pues es un

hecho que sus teólogos deben continuar la investigación, pero siempre dentro de las fronteras

hermenéuticas de los pilares. “Los grandes hitos de la verdad, que muestran nuestro rumbo en

la historia profética, deben ser cuidadosamente protegidos para que no sean demolidos y

remplazados con teorías que producirían confusión antes que luz verdadera”. 2

Tensión entre los pilares y la revelación progresiva

De la misma forma en que la luz de la aurora asegura que un nuevo día está

comenzando,3 los pilares de la teología adventista llamaron la atención hacia un nuevo

amanecer en la profecía. Y de la misma forma en que la aurora no detiene la intensidad de la

luz que llegará al pleno día, los pilares teológicos tampoco detienen la revelación que por

naturaleza es progresiva. “La verdad es una verdad que avanza y debemos caminar en la luz

creciente”.4 Nótese la siguiente admonición.

Necesitamos ungir nuestros ojos para poder ver la luz de la verdad. No debemos

pensar, ‘bien, tenemos toda la verdad, entendemos los pilares principales de nuestra fe,

1E. White, Fe por la cual vivo, 196.

2 E. White, Mensajes Selectos, tomo 2,116.

3Proverbios 4: 18.

4E. White, El otro poder, 33.

Page 85: Israel Robles

67

y podemos descansar en este conocimiento.’ La verdad es una verdad progresiva, y

debemos caminar en la luz creciente […] Tenemos que tener fe viviente en nuestros

corazones, y extender la mano a un conocimiento más amplio y a una luz más

avanzada.1

Peligro latente de cambiar los pilares

Por último, es importante hacer notar las advertencias puntuales que quedaron escritas

acerca del peligro de cambiar los hitos en lo sucesivo.

Si somos los mensajeros designados por el Señor no apareceremos con nuevas ideas y

teorías que contradigan el mensaje que Dios ha dado a través de sus siervos desde 1844

[…] Si los que reclaman hoy tener nueva luz y contradicen las enseñanzas de los

mensajeros ordenados por Dios, con nuevas teorías que quitan los pilares de nuestra fe,

no están haciendo la voluntad de Dios, sino trayendo falacias de su propia invención

que, si se las recibe, desprenderán a la iglesia del ancla de la verdad, y los establecerán

desviándolos, en donde recibirán toda clase de sofisterías que puedan levantar.2

Se advierte el origen de tales intentos. “El enemigo de las almas ha procurado

introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del

séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como

las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización”.3

El enemigo pondrá en operación todo lo que sea para desarraigar la confianza de los

creyentes en los pilares de nuestra fe en los mensajes del pasado, que nos han puesto

sobre la plataforma elevada de la verdad eterna… El Señor Dios de Israel ha conducido

a su pueblo, desplegándoles una verdad de origen celestial. Su voz ha sido escuchada,

y es aún escuchada, diciendo: “Vayan hacia delante de fuerza en fuerza, de gracia en

gracia, de gloria en gloria. La obra está reforzándose y expandiéndose, porque el Señor

Dios de Israel es la defensa de su pueblo”.4 Entonces oí una voz que decía: “¿Dónde

están los atalayas que deberían estar de pie sobre las murallas de Sion? ¿Están

durmiendo? Este fundamento fue construido por el Obrero Maestro y soportará la

tormenta y la tempestad. ¿Permitirán que este hombre presente doctrinas que nieguen

1E. White, Review and Herald, marzo 25,1890.

2E. White, Manuscrito 75, 1905.

3E. White, Mensajes selectos, tomo I, 238.

4E. White, Mensajes selectos, tomo 2 (Mountain View CA: Publicaciones Interamericanas, 1967), 447.

Page 86: Israel Robles

68

la experiencia pasada del pueblo de Dios? Ha llegado el tiempo de actuar

decididamente”.1

Este intento de cambiar los pilares de la fe adventista forma parte de la conspiración

final del enemigo contra la verdad de Dios.

Después de que la verdad se haya proclamado como testigo a todas las naciones, todo

poder concebible de maldad será puesto en operación, y las mentes serán confundidas

por muchas voces clamando: ‘Miren, aquí está el Cristo. “Miren, allí está. Esta es la

verdad. Yo tengo el mensaje de Dios. Él me envió con una gran luz”. Entonces habrá

un quitamiento de los hitos, y un intento de tirar abajo los pilares de nuestra fe. Un

esfuerzo más decidido se hará para exaltar el falso sábado.2

Relación entre los pilares teológicos del adventismo,

la predicación, y la identidad de la iglesia en los

escritos de Elena de White

En esta última sección se expone la relación entre los pilares, la predicación y la

identidad. El planteamiento se divide en las siguientes partes: (a) los pilares como contenido

de la predicación final y (b) la identidad de la iglesia como resultado de la predicación de los

pilares.

Los pilares teológicos como contenido

de la predicación actual

La predicación actual debe nutrirse en el contenido de los pilares teológicos que

definieron la identidad temprana del movimiento. Además, son la verdad que la gente necesita

escuchar en este tiempo y conforme avancen las últimas escenas de la historia de este mundo

su valor salvífico se incrementará. Nótense las siguientes admoniciones en cuanto a la

relevancia de los pilares en la predicación:

1E. White, Mensajes selectos, tomo I, 238.

2E. White, Maranatha, 198.

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69

El mensaje del tercer ángel

“El mensaje del tercer ángel es verdad, luz y poder, y el presentarlo de manera que

produzca las debidas impresiones en el corazón debe ser obra de nuestras escuelas tanto como

de nuestras iglesias, del maestro como del ministro”.1

El santuario

“A medida que se presentaban los grandes pilares de la fe, el Espíritu Santo les

prestaba su testimonio y especialmente esto es cierto con respecto a las verdades del santuario.

Muy repetidamente el Espíritu Santo ha respaldado de una manera notable la predicación de

esta doctrina”.2

La segunda venida

“La segunda venida del Hijo del Hombre ha de ser el tema maravilloso que se

mantenga ante la gente. He aquí un tema que no debe descartarse de nuestros discursos”.3

La ley

“El último mensaje de amonestación al mundo ha de hacer ver a los hombres la

importancia que Dios concede a su ley. Tan claramente ha de ser presentada la verdad que

ningún transgresor que la oiga tenga excusa por dejar de discernir la importancia de la

obediencia a los mandamientos de Dios”.4

1E. White, La educación (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1974), 92.

2E. White, El evangelismo (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1976), 167.

3Ibíd.

4“La luz concerniente a las declaraciones obligatorias de la ley de Dios ha de ser presentada por doquier.

Esto ha de ser una cuestión decisiva. Probará al mundo” (Ibíd., 168).

Page 88: Israel Robles

70

El sábado

“El Señor tiene un mensaje especial que sus embajadores deben llevar. Deben dar a la

gente la amonestación, llamándola a reparar la brecha que ha hecho el papado en la ley de

Dios. El sábado ha sido anulado, convirtiéndoselo en un requisito no esencial, que una

autoridad humana puede poner a un lado”.1

La no inmortalidad del alma

“El problema de la no inmortalidad del alma también necesita ser tratado con gran

cuidado, para que al introducir el tema no se despierte una profunda y excitante controversia

que cierre la puerta a la futura investigación de la verdad”.2 “La correcta comprensión de lo

que dicen las Escrituras concerniente al estado de los muertos es esencial”.3

El don profético

“A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación al mundo se

extiende, se va haciendo más importante que aquellos que aceptan la verdad presente tengan

una clara comprensión de la naturaleza e influencia de los testimonios que Dios en su

providencia ha vinculado con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo

surgimiento”.4

1Véase además lo siguiente en cuanto al sábado como tema de predicación. “Se me ha ordenado que

diga: Reunid las pruebas bíblicas de que Dios santificó el séptimo día y leed estas pruebas ante la congregación.

Mostrad a los que no oyeron la verdad que todos los que se apartan de un claro ‘Así dice Jehová’, deberán sufrir

el resultado de su conducta. En todos los siglos, el sábado ha sido la prueba de la lealtad de Dios. ‘Señal es para

siempre entre mí y los hijos de Israel’, declara el Señor” (E. White, Obreros evangélicos [Buenos Aires:

Asociación Casa Editora Sudamericana: 1986], 154, 155).

2E. White, El evangelismo, 183.

3Ibid., 185.

4Ibíd., 190.

Page 89: Israel Robles

71

La identidad de la iglesia como resultado de la

predicación de los pilares teológicos

Desde que Elena de White recibió sus primeras visiones, se sintió compelida por Dios

para compartirlas con los esparcidos por el chasco. En 1848, cuando los pioneros ya

contaban con un núcleo doctrinal, empezaron a realizar una serie de congresos campestres

para unificar la fe del naciente grupo. Como resultado de esos congresos el movimiento llegó

finalmente a definir su identidad entre los demás grupos en que se había divido el adventismo

millerita. La predicación de estos pilares tuvo el efecto de hacer de aquel grupo lo que es hasta

el día de hoy, un movimiento con identidad profética. Nótese este efecto en la siguiente cita:

Los pasados cincuenta años no han atenuado ni un ápice, ni principio de nuestra fe así

como recibimos las evidencias grandes y maravillosas que fueron hechas ciertas en

1844, con el correr del tiempo. Ninguna palabra se ha cambiado o negado. Lo que el

Espíritu Santo testificó como verdad con el correr del tiempo, en nuestro gran chasco,

es el fundamento sólido de la verdad. Los pilares de la verdad fueron revelados, y

aceptamos los principios fundacionales que hicieron de nosotros lo que somos—

Adventistas del Séptimo Día, que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de

Jesús.1

De la misma forma, se podría decir que el mensaje de los tres ángeles proporciona el

contenido de la predicación y al mismo tiempo es el mensaje que genera a un pueblo. Por ello

está en el mismo corazón de la identidad adventista del séptimo día, así lo entendió Elena de

White. Ella sostuvo desde el comienzo de su ministerio hasta el fin del mismo, unos 71 años

después, que Dios había comisionado especialmente al adventismo para predicar el mensaje

del tercer ángel:

En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el

mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de

dirigir la última amonestación a un mundo que perece. Una obra de la mayor

importancia les ha sido confiada: Proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer

1E. White, Alza tus ojos, 350.

Page 90: Israel Robles

72

ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra

atención de ella.1

Es así como la iglesia adventista se considera un pueblo distinto con un mensaje

decisivo.

El Señor se ha agradó en dar a su pueblo el mensaje del tercer ángel como un mensaje

decisivo para presentar al mundo. Juan contempla a un pueblo distinto y separado del

mundo, que se rehúsa a adorar a la bestia o a su imagen, que tiene la señal de Dios, que

guarda su sábado, el séptimo día, que ha de ser mantenido santo como un monumento

conmemorativo del Dios viviente, el Creador de los cielos y de la tierra. De este pueblo

escribe el apóstol: “Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de

Jesús”.2

Indudablemente esto requiere un plan de predicación tanto interno como hacia el

exterior, la identidad depende de estos dos movimientos. “Las verdades que debemos

proclamar al mundo son las más solemnes que jamás hayan sido confiadas a seres mortales.

Nuestra tarea consiste en proclamarlas. El mundo debe ser amonestado, y el pueblo de Dios

tiene que ser fiel a su cometido”.3

Conclusión

En los escritos de Elena de White se encuentra la definición más completa de los

pilares teológicos del adventismo. Su obra representa la aproximación más fiel del proyecto

teológico que los pioneros iniciaron en 1844 y que habría de continuarse en las generaciones

sucesivas. Para ella los pilares representan lo esencial de la teología adventista y deben

considerarse como principios guiadores en la investigación, la enseñanza y la predicación, ya

que significan el fin de la discusión respecto a quienes son los adventistas del séptimo día.

1E. White, El evangelismo, 92.

2E. White, Carta 98, 1900.

3E. White, El evangelismo, 92.

Page 91: Israel Robles

73

Pilares teológicos del adventismo, predicación e identidad en

el pensamiento adventista al principio

del siglo XXI

Habiendo establecido que la identidad de la iglesia adventista descansa sobre las siete

doctrinas pilares, que se descubrieron en su etapa formativa, se pasa ahora a una revisión del

pensamiento de autores más recientes sobre el estado de la identidad de la iglesia. Esta

aproximación se hará sobre los siguientes puntos: (a) antecedentes históricos, (b) voces de

alerta en cuanto a la crisis de identidad en la predicación y (c) un ejemplo de predicación e

identidad en la investigación reciente.

Antecedentes históricos

Como es de suponerse, la repercusión de la segunda venida de Cristo como tema

prevalente en la predicación de Guillermo Miller entre 1831 y 1844, definió la identidad del

movimiento. “En su predicación y reavivamiento, los milleritas enfatizaron fuertemente las

profecías bíblicas, interpretándolas para describir los últimos días y la inminente segunda

venida de Cristo. Por causa de su énfasis en el advenimiento los diferentes grupos milleritas

fueron también llamados adventistas”.1 Respecto al impacto de su predicación el mismo Miller

revela lo que sucedió.

La primera vez que hablé en público de estos temas fue el año de 1832. El Señor

derramó su gracia sobre la congregación, y muchos creyeron en la salvación de

sus almas. Desde aquel día a éste, las puertas han sido abiertas para mí, para

proclamar esta doctrina de la segunda venida de Cristo entre casi todas las

denominaciones, por lo que he sido capaz de cumplir con solo una parte de las

invitaciones. 2

1LeRoy Edwin Fromm, Movement of destiny (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing

Association, 1971), 199, 200.

2Citado por J. N. Loughborough, Rise and progress of the seventh day adventists (Battle Creek,

Michigan: General Conference Association of the Seventh Day Adventists, 1892), 31-32.

Page 92: Israel Robles

74

Más que en cualquier otro movimiento, el contenido de la predicación definió en gran

medida la identificación del millerismo. Se calcula que en Estado Unidos entre 50,000 a

100,000 personas se unieron al movimiento como resultado de escuchar entre 1,500 a 2,000

sermones proclamando el mensaje del advenimiento.1 Un testigo describió vívidamente el

fenómeno de la predicación millerita.

El interés despertado por sus conferencias es de la más deliberada y apasionada

clase, y aunque es el más grande reavivamiento que he visto, también está

acompañado de apasionado entusiasmo. […] Lo que produce el efecto es esto: El

hermano Miller simplemente toma la espada del Espíritu desenvainada y desnuda

y coloca su borde afilado en el corazón, y ¡corta! Eso es todo. Ante el filo de esta

poderosa arma, la infidelidad cae, y lo mundano se marchita. Los falsos

fundamentos se desvanecen y los mercaderes de Babel se maravillan. Me parece

que éste debe estar más cerca de los reavivamientos apostólicos que cualquier

otro en los tiempos modernos en que he sido testigo.2

Hay razones para creer que el contenido de la predicación jugó un rol sobresaliente en

este reavivamiento. Knight, enumera las siguientes causas del éxito del millerismo y

posteriormente del adventismo del séptimo día: (1) el punto de vista racional de la verdad, (2)

un contenido doctrinario de la verdad que ofrecer, (3) organización estructural, (4) conciencia

profética y (5) misión profética.3 Se puede decir, que aparte de su organización,

tuvieron un mensaje que predicar y muchos respondieron a éste. Cuando el reloj profético

marcó la hora, fieles heraldos levantaron sus voces con el irresistible poder de una verdad

cuyo tiempo había llegado.

1Timm, El santuario, 20. Schantz, Borge, The development of Seventh Day Adventist Missionary

Thought: Contemporary appraisal (An Arbor, Michigan: University Microfilms International, 1983), 199,205,

218.

2L. D. Fleming, pastor del Casco Street Christian Church. Citado por J. N. Loughborough, Rise and

Progress, 32.

3Knight, “Adventism ”, 5-13.

Page 93: Israel Robles

75

No hay nada en este viejo mundo más poderoso que una verdad acusada del cielo

cuyo tiempo ha llegado. Ninguna mano humana puede resistirla o rechazarla.

Todo el cielo está detrás de su proclamación. Con la venida del tiempo equipado

ambos el mensajero y el mensaje están destinados a triunfar. Algunos pueden

ignorarla, minimizarla, oponerse, o rechazarla, pero su testimonio está destinado a

ser llevado y tener su efecto destinado. Si los hombres fallaran en darlo, Dios

podría convocar a cada roca, si fuere posible, a declararlo.1

Está en las manos de la predicación moderna del adventismo concluir el proyecto de

sus pioneros. Hasta aquí, se ha visto que su plataforma es inamovible en sí misma y que la

identidad del remanente profético no es otra cosa sino el resultado de la predicación de los

llamados pilares teológicos del adventismo. Sin embargo, los resultados finales dependerán de

las decisiones del adventismo actual.

Voces de alerta en cuanto a una crisis de

identidad en la predicación

A continuación se hace una breve revisión de los escritos de algunos autores que han

levantado sus voces de alerta en cuanto a una crisis de identidad más reciente.

Fernando Canale

Canale analiza la crisis de identidad que enfrenta la teología adventista a principios del

siglo XXI y la califica como una crisis de desintegración teológica. Identifica las tendencias

desintegradoras o escuelas de pensamiento, con las cuales está luchando el adventismo

moderno y expone desde su punto de vista, la causa de esta desintegración.

Debido al descuido del proyecto teológico inicial y a la intrusión de ideas tomadas de

la tradición evangélica, la teología adventista se encuentra actualmente en un estado de

fragmentación y carente de un crecimiento saludable y consecuente. Sus disciplinas

teológicas están desconectadas entre sí, incluso de la vida y de la misión de la iglesia.

1Froom, Movement, 55.

Page 94: Israel Robles

76

Los adventistas actuales necesitan urgentemente completar el proyecto teológico de los

pioneros para salvaguardar la unidad y la misión de la iglesia adventista.1

Canale explica que este descuido sutil se ha producido en relación con la función

metodológica/hermenéutica de los pilares. Toma como punto de partida la función

hermenéutica del santuario.

La metáfora del “pilar” apunta que estas doctrinas bíblicas fundamentales son la

base desde la cual la teología cristiana debe ser construida. El hecho de que Elena de

White reportó que uno de los pilares, la doctrina del santuario, como abriendo el

panorama “a un completo sistema de verdad conectada y armoniosa” sugiere que los

pilares funcionaron como principios rectores en la interpretación hermenéutica de la

Escritura y la comprensión de sus doctrinas. Podría decirse que la doctrina del

santuario es la doctrina más completa o un modelo, en la Escritura y por lo tanto

juega un papel decisivo en la orientación de la interpretación bíblica y la

construcción de la teología adventista.2

En su análisis, Canale recuerda por ejemplo, que la doctrina de la expiación

interpretada a la luz del santuario, más que una doctrina aislada, es un sistema y un proceso

fundamentado en toda la Biblia. Algo que también es ratificado por otros autores como Timm,

quien recalca el desarrollo del plan de salvación a través de los altares, el tabernáculo del

desierto, el templo de Salomón, el templo de Jerusalén, la cruz y el santuario celestial,

puntualizando que en la historia, la salvación siempre estuvo disponible en el santuario.3 En

contraste, la teología protestante ha caído en una dicotomía entre la ley y la gracia entre el

Antiguo y Nuevo Testamento en la presentación de su doctrina pilar de la justificación por la

fe.4

1Canale, “Completando”. Parte 1, 55-68.

2E. White, El conflicto, 476. Canale, “From vision to system: Finishing the task of adventist theology.

Part I: Historical review”, Journal of the Adventist Theological Society, 15/2 (otoño 2004), 11. Canale identifica

al santuario como una “clave heurística dentro del sistema de verdades” (“Philosophical foundations and the

biblical sanctuary”, Andrews University Seminary Studies Vol. 36, No. 2 [otoño 1998], 183-206).

3Timm, El santuario, 20.

Page 95: Israel Robles

77

Pero la convicción de conservar el santuario como pilar hermenéutico no ha sido fácil

de manejar.1 Canale hace un amplio análisis de la tendencia de sustituir el santuario como

principio hermenéutico por el principio soteriológico del protestantismo.2 Partiendo de su

análisis se ubican tres momentos decisivos en esta crisis de identidad: (1) Después de 1888,

cuando aumentó el énfasis en la justificación por la fe, (2) los años 1955-1957, cuando se

produjo el diálogo entre adventistas y evangélicos y (3) la década de 1980, cuando se produjo

el desafío de Desmond Ford a la doctrina del santuario.

En torno al tema de la justificación por la fe que fue presentado con renovado énfasis

en 1888, Elena de White dijo al respecto que era “en verdad el mensaje del tercer ángel”.3 Y

de esta manera conectaba esta importante doctrina al engranaje de los pilares. Pero en 1920,

Prescott estaba afirmando en The doctrine of Christ que los grandes “hechos acerca de Cristo”,

es decir, su muerte, ascensión a los cielos, la segunda venida, y su glorioso reino eterno, “son

4Canale. “Completando. Parte I”, 65. “Como ejemplo de esta situación basta considerar que algunos

eruditos protestantes entienden claramente que el Antiguo y el Nuevo Testamento muestran al mismo Dios y un

único plan de salvación. Sin embargo, la doctrina protestante de la salvación, implícita o explícitamente, se basa

en la dicotomía entre la ley y la gracia. De acuerdo con esta idea casi universalmente aceptada por los cristianos,

se supone que Dios salva a los judíos por medios de la obediencia a la Ley (Antiguo Testamento) y a los

cristianos por medio de la gracia (Nuevo Testamento). Esto deja a los teólogos protestantes sin el contexto

revelado necesario para entender el Nuevo Testamento que el mismo Jesucristo utilizara y, por consiguiente, los

hace dependientes del método teológico católico basado en las tradiciones y las filosofías humanas”. Véase

también, (Canale, “Sola Scriptura y la Hermenéutica: ¿Son la teología evangélica y la adventista compatibles?”

DavarLogos X, 1 [Otoño, 2011], 107 -139).

1“Cuando el poder de Dios testifica en cuanto a lo que es verdad, esa verdad ha de mantenerse para

siempre... Al mismo tiempo que las Escrituras son la Palabra de Dios y deben ser respetadas, constituye un gran

error su aplicación, si ésta mueve un puntal del fundamento que Dios ha sostenido durante estos cincuenta años.

El que lo hace no conoce la maravillosa demostración del Espíritu Santo que dio poder y fuerza a los mensajes

del pasado que recibió el pueblo de Dios... La presentación del tema del santuario se dio bajo la dirección del

Espíritu Santo. Los que no participaron en la gestación de nuestra fe serán elocuentes si guardan silencio. Dios

nunca se contradice” (E. White, Cristo en su santuario, 80).

2Canale, “From Vision: Part I”, 5 –39.

3“Varias personas me han escrito preguntando si el mensaje de la justificación por la fe es el mensaje del

tercer ángel, y les he respondido ‘es ciertamente el mensaje del tercer ángel” (E. White, El evangelismo, 142-

143).

Page 96: Israel Robles

78

algunos de los fundamentos de todo un sistema de pensamientos […], y cuando se les enseña

como tal que se conviertan en un esquema de la doctrina”.1 Siguiendo este énfasis

A. G. Daniells fue más allá; después de enumerar 22 temas doctrinales, pasó a explicar que se

trataba de “la gran extensión de la verdad contenida en la breve frase justificación por Fe”.

“La breve frase, ‘justificación por la Fe’, [añade Daniells] abre la puerta del almacén de las

inestimables riquezas y la gloria del evangelio de Cristo Jesús, Señor nuestro”.2

De acuerdo a Daniells, entonces, la doctrina de la justificación por la fe “abre la

visión” al esquema entero de verdades bíblicas y su interconexión. “Para Daniells, la justicia

por la fe juega el mismo rol hermenéutico desempeñado hasta ese momento por la doctrina del

santuario y los pilares del adventismo. Inconscientemente estaba introduciendo una tensión en

el nivel macro hermenéutico de la teología adventista”.3 Esta tensión aumentó en 1960,

cuando la matriz teológica se trasladó de la esfera práctica a la esfera de la erudición, de la

escuela sabática a la universidad, allí los eruditos adventistas enfrentaron nuevos desafíos sin

una visión unificada, pues el adventismo estaba operando con dos visiones en competencia: El

santuario y la justificación por la fe.

Consecuentemente, durante este período los eruditos adventistas enfrentaron una tarea

de enormes proporciones, superar las ambigüedades teológicas heredadas de los

períodos previos y los nuevos desafíos presentados por el mundo académico sin una

comprensión explícita de la visión hermenéutica o de la forma en la cual funciona el

método teológico.4

1W. W. Prescott, The Doctrine of Christ: A Series of Bible Studies for Use in Colleges and Seminaries,

(Takoma Park: Review and Herald, 1920), 37, citado en Canale, “From Vision: Part I”, 13.

2A. G. Daniells, Christ our righteousness: A study of the principles of righteousness by faith

as set forth in the Word of God and the writings of the Spirit of Prophecy (Washington D.C.: Review

and Herald, 1941), 70.

3Canale, “From Vision: Part I”, 13.

4Ibíd., 14.

Page 97: Israel Robles

79

Este desafío no fue superado del todo. “La competencia contra la visión del santuario

adventista del sábado creció. Así la iglesia se olvidó de la única visión sobre la cual debería

estar firme”.1 El olvido de la doctrina del santuario y su rol hermenéutico como la llave que

abre un completo sistema de verdades armoniosas y conectadas se intensificó.

Estos momentos de olvido produjeron al menos cuatro cambios paradigmáticos en

algunos sectores del liderazgo de Norteamérica y Europa. Cuando la comunidad olvidó el rol

hermenéutico de la doctrina del santuario: (1) nuevas generaciones de adventistas llegaron a

ser incapaces por sí mismos de completar el sistema de verdades descubiertas por los pioneros.

Como consecuencia, (2) un cambio macrohermenéutico tomó lugar. Un nuevo principio

hermenéutico tomó lugar y empezó a expandirse en algunos sectores del adventismo que (3)

abrió un nuevo sistema de verdades diferente al que los pioneros descubrieron. El cambio en la

comprensión de la visión hermenéutica y teológica (4) desató una reacción en cadena de

cambios paradigmáticos en los fundamentos (fuentes de la teología), la práctica del ministerio,

y la autoconciencia de la iglesia.2

Un segundo momento de tensión se produjo entre 1955 y 1957, cuando la iglesia

adventista tendió la mano al protestantismo, en un acercamiento que resultó en la publicación

del libro Questions on doctrine, [Preguntas sobre doctrina].3 En este libro se propuso una

nueva forma de integración de las creencias adventistas, las cuales fueron agrupadas en tres

categorías: “(1) doctrinas que el adventismo tiene en común con todos los cristianos, (2)

1Canale, “From Vision: Part I”, 15.

2Ibíd., 14.

3 Este libro fue la contraparte de la obra de Walter Martin, The truth about seventh-day adventism, en

donde corrige la percepción sectaria que antes tenía acerca de la naturaleza del adventismo.

Page 98: Israel Robles

80

doctrinas que el adventismo tiene en común con algunos cristianos y (3) las doctrinas

distintivas del adventismo”. 1

Sin claridad respecto a su plataforma hermenéutica en este acercamiento evangélico

producido por Questions on doctrine, la teología adventista reconoció la diferencia entre las

así llamadas “verdades eternas” y las “verdades de prueba”; de acuerdo a este punto de vista

las verdades eternas incluyen los temas fundamentales de la teología, incluyendo el camino de

la salvación.

Las otras verdades como el santuario, el juicio investigador, el espíritu de profecía

manifestado en el ministerio y escritos de Elena de White, y el mensaje de los tres ángeles de

Apocalipsis 14, solo están para diferenciar a los adventistas de entre los otros grupos

evangélicos. “Obviamente, los adventistas comenzaron a relacionar el santuario bíblico como

una doctrina entre otras sin percibir explícitamente su guiador rol hermenéutico”.2

Esto llevó a muchos miembros a pensar que los adventistas tienen la misma plataforma

teológica y hermenéutica que los demás protestantes, que en realidad hay poca diferencia entre

los adventistas y los evangélicos. Para algunos, la iglesia adventista no era más la iglesia

remanente en el sentido de ser la única iglesia visible sobre la tierra, en vez de ello, vieron el

adventismo como una denominación más. Imperceptiblemente se estaba produciendo un

cambio en lo fundamental. El santuario y el mensaje de los tres ángeles no fueron más

concebidos como pilares sobre los cuales descansa un completo sistema de verdad, sino como

1George R. Knight, editor, Preguntas sobre doctrina (Berrien Springs, MI: Andrews University Press,

2003), 21-23. Froom, quien fue uno de los participantes de este diálogo, establece que hay 19 creencias que los

adventistas comparten con todos los evangélicos, 12 doctrinas que se comparten con algunos y cinco doctrinas

separativas que no son compartidas con ninguna denominación (Froom, Movement, 478-479).

2Canale, “From Vision: Part I”, 16.

Page 99: Israel Robles

81

piezas del edificio evangélico de la verdad.1

Así, se dio un paso más hacia el problema que se produciría en la década de los

ochenta, época en que se ubica el tercer momento de tensión seleccionado en este análisis.

Sobre este cambio, Froom reconoció que sin la doctrina del santuario en el centro de la

teología adventista “no se tiene un lugar justificable dentro del mundo religioso, no se tiene

una misión ni un mensaje denominacional que distinga al adventismo, no hay razón para

funcionar como una entidad religiosa separada”.2

La visión hermenéutica del santuario empezaba a ser remplazada por la visión

soteriológica hermenéutica del protestantismo. Esta tensión llegó a su punto crítico, cuando

Desmond Ford expresó en teoría y explícitamente esta sustitución. Ford articuló su postura en

forma erudita y presentó su rechazo de la doctrina del santuario, argumentado que era

incompatible con la justificación por la fe de los reformadores.3 Así, él “remplazó el pilar

fundamental sobre el cual descansa la teología adventista con la visión soteriológica de la

teología protestante”.4 Con esta acción se desató una época de cambios en los paradigmas

hermenéuticos y teológicos en la iglesia.

Este paso hacia la protestantización del adventismo le afectaría por lo menos en dos

direcciones, primero en un desplazamiento del santuario como elemento integrador y segundo

1Canale, “From Vision: Part I”, 16.

2Froom, Movement, 542.

3En pro de lo que él llama “el evangelio eterno”, Ford rechazó la doctrina del santuario, el juicio

investigador, el método historicista, y aunque sigue citando a Elena de White, en el fondo la rechaza, pues ella

confirmó ampliamente lo que él niega. (“Una entrevista con el Dr. Desmond Ford”, Foro Adventist Today, en

http: //www.geocities.com/alfil2_1999/entrevistaford1.html, [14 octubre 2011]).

4Canale, “From Vision: Part I”, 18-19.

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82

en la consideración de la iglesia adventista como una iglesia evangélica más. Canale, responde

a la pregunta: ¿Puede la iglesia adventista ser considerada como una iglesia evangélica más?

“Si esto fuera así, la iglesia adventista no sería la iglesia remanente de la profecía bíblica sino

una denominación más de la iglesia evangélica ecuménica protestante”.1

George R. Knight

Por su parte, el historiador adventista George R. Knight identifica una crisis de

identidad en la forma de una tendencia que ha llevado al adventismo a perder la visión

apocalíptica en su predicación, la cual califica como una “castración del adventismo”.2 Él

enumera tres formas en las cuales el adventismo se ha auto esterilizado:

1. A través de “una predicación zoológica”; es decir una “predicación que fracasa en

colocar a Cristo y el amor de Dios en el centro del mensaje apocalíptico”, y que solo enfatiza

las bestias simbólicas y las cronologías proféticas,3

2. Al remover de la predicación el elemento sacrificial y sustitutivo del Cordero, ya que

“la única cosa que tiene el cristianismo –para ser cristianismo– es el Cordero de Dios que fue

inmolado y cuya sangre allana el camino para la salvación a través de un método diferente al

del esfuerzo humano. Si se le quita esto al Cordero que murió en nuestro lugar, lo único que

quedará es la ética”.4

1Canale, “Completando”, 67.

2Knight intuye “[…] que el adventismo está apartándose de su senda”, y que “muchos de sus pastores y

miembros más jóvenes nunca han oído nada sobre la visión apocalíptica, a la vez que muchos de los más viejos

cuestionan si pueden seguir creyéndola y predicándola” (La visión apocalíptica, 124).

3Ibíd., 21.

4Ibíd.

Page 101: Israel Robles

83

3. Al remover el aspecto de la justicia y de la ira del León de la tribu de Judá incluido

en el carácter del Cordero, “la ira del Cordero (Ap 6: 16), es decir, la actuación de Cristo para

poner fin al problema del pecado”. 1

De esta manera, Knight puede deducir que hay miembros en la iglesia que al no tener

una relación con los fundamentos apocalípticos del adventismo, han llegado a ser solo

adventistas culturales. Knight fundamenta su tesis en el fenómeno de castración que

experimentó el liberalismo protestante en la década de 1920, cuando las principales iglesias

protestantes de Norteamérica decidieron parecer relevantes ante el racionalismo de la época, y

se desembarazaron de ideas tan “primitivas” como el nacimiento virginal, la resurrección de

Cristo, la expiación sustitutiva, los milagros, la segunda venida, el creacionismo y,

naturalmente una Biblia divinamente inspirada.2 Y así, al perder su mensaje cristiano

distintivo, se autocastraron. ¿Cuál fue el resultado?

La pérdida de millones de personas en la feligresía de las principales denominaciones

de Norteamérica. Entre 1965 y la década de 1990, por ejemplo, la feligresía

presbiteriana bajó en picada de 4.2 millones de a 2.8 millones de miembros, una caída

del 34 por ciento. Durante el mismo período el metodismo pasó de 11 millones a 8.7

millones. El episcopalismo de 3.6 a 2.4 millones, y los discípulos de Cristo de dos

millones a un millón; declives del 21 por ciento, el 34 por ciento, y 50 por ciento,

respectivamente.3

Esto llevó a especialistas a establecer a posteriori conclusiones que son dignas de

reflexión. Por ejemplo, Finky y Stark sostienen que: “Las organizaciones religiosas son más

fuertes en la medida en que impongan a sus miembros costos significativos en términos de

sacrificio y hasta de estigma […]. La gente tiende a valorar la religión basándose en lo que

1Knight, La visión apocalíptica, 25.

2Ibíd., 19.

3Ibíd., 25.

Page 102: Israel Robles

84

cuesta a la feligresía: cuanto más haya que sacrificar para estar bien considerado, mayor valor

tiene la religión”.1

Otra conclusión especializada dice: “Las iglesias conservadoras crecen porque están a

favor de algo. La única razón por la que la gente entra a formar parte de una iglesia es que esta

represente una verdad especial y que lo sepa. Es decir las personas buscan una iglesia que

destaque por encima de la cultura, una iglesia que sea lo bastante arrogante como para creer

que hay verdad y error y que ella tiene la verdad”.2

Para Knight, otra dimensión de la crisis de identidad del adventismo moderno está en

el problema del envejecimiento. El tiempo que ha pasado el adventismo en este mundo no

estaba previsto, y su impacto está afectando principalmente en los lugares donde inició el

movimiento.

Es difícil para los sectores más viejos de la población de la denominación mantener su

identidad adventista. Después de todo, es difícil mantener a la gente emocionada acerca

de la Segunda Venida por 150 años. Los adventistas del séptimo día enfrentan todos

los problemas de envejecimiento de una denominación que afligieron a todos los

movimientos religiosos anteriores y que desaparecieron de la historia. Vez tras vez, el

mundo ha sido testigo de que como vibrantes movimientos de reforma se endurecen y

pierden su vitalidad con la edad. Pero más allá de la cuestión del envejecimiento

algunos sectores del adventismo del séptimo día en los 1990s (particularmente en

países como Norteamérica, Europa y Australia) parecen estar enfrentando todas las

amenazas que erosionaron los otros cuerpos adventistas. Así en su búsqueda de

sentido, de lo que parece un retardado fin del mundo, algunos creyentes son tentados a

espiritualizar la naturaleza de la venida de Cristo. Pero perder la fe en un advenimiento

histórico y real es perder el adventismo mismo.3

1Roger Finky y Rodney Stark, Ther churching of America 1776-1990: Winners and losers in our

Religious economy (New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1992), 238. Citado en Knight, La visión

apocalíptica, 19.

2Knight, La visión apocalíptica, 21.

3Knight, “Adventism”, 12. Véase Knight, “Adventism, Institutionalism”, 6-10, 29; Derek Tidball, The

social context of the New Testament: A sociological analysis (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1984).

Page 103: Israel Robles

85

Las reflexiones anteriores recuerdan la naturaleza del adventismo que “se fortaleció

proclamando que tenía un mensaje profético para este tiempo. Y ese mensaje remozado para el

Siglo XXI, es el que dará fuerza al adventismo tanto en el presente como en el futuro”.1

Alberto R. Timm

A su vez, Timm, un especialista en el desarrollo doctrinario del movimiento adventista,

nota que en algunas partes del mundo los candidatos al bautismo carecen de una profunda

preparación doctrinaria que les permita una vez bautizados defender las doctrinas cardinales

del adventismo. Esto como consecuencia de un paulatino descuido en tres áreas críticas: la

conversión, el conocimiento doctrinal y el estilo de vida. “La presentación de los principios

del estilo de vida adventista debe abarcar los hábitos de devoción personal y familiar, la

reforma pro salud, la mayordomía financiera, la vestimenta y el arreglo personal”.2 De esta

manera, “si se afecta decisivamente la identidad espiritual del miembro, consecuentemente se

afectará la de la iglesia misma”.3

Alberto R. Treiyer

Este teólogo analiza los factores de riesgo que ha enfrentado el adventismo desde sus

orígenes.4 Sus amonestaciones se basan en una visión panorámica de la historia del

adventismo. Recuerda la advertencia incluida en la primera visión de Elena de White. “En el

comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz que, según me dijo

1Knight, La visión apocalíptica, 22.

2Timm, “La preparación para el bautismo”,11-13.

3Ibíd.

4Treiyer, “Herederos”, 4.

Page 104: Israel Robles

86

un ángel, era el ‘clamor de medianoche’. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y

alumbraba los pies de los caminantes para que no tropezaran”.1

La expresión “clamor de medianoche”, alude a la convicción de que Cristo vendría el

22 de octubre de 1844 y también a su posterior comprensión de que el año era correcto pero el

evento al que señalaba la profecía de Daniel 8: 14 no era la segunda venida sino el comienzo

de la purificación del santuario celestial. ¿Qué pasó con aquellos que abandonaron esta luz? Es

decir, ¿aquellos que negaron la relevancia de estos hitos? “Se extinguió para ellos la luz que

estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el

blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso”.2

Por ello, el autor prevé que no debe quedar ninguna grieta en cualquiera de las

doctrinas pilares, porque esto sería suficiente para que el error entrara, por muy pequeña que

fuere la rendija. De igual manera, el autor presenta cuatro tendencias que han amenazado la

sana doctrina3 del adventismo y que eventualmente se han ido perdiendo en la nada de la historia:

(1) movimientos pentecostales, carismáticos y celebracionistas,4 (2) corrientes

espiritualizadoras,5 (3) tendencias originadas en el dualismo griego

1 y (4) preteristas, futuristas

e idealistas.2

1E. White, Primeros escritos, 14.

2Ibíd., 15.

3Tito 2: 1.

4“Fanatismo y ruido considerados como evidencias especiales de fe. Algunos no están satisfechos con

una reunión a menos que les proporcione un momento excitante y feliz. Trabajan para que esto ocurra y logran

una creciente excitación del sentimiento. Pero la influencia de reuniones tales no es benéfica. Cuando se pasa ese

vuelo feliz de los sentimientos, se deprimen aún más de lo que lo estaban antes de la reunión debido a que su

felicidad no procede de la fuente correcta” (E. White, Joyas de los testimonios T I [Mountain View, CA:

Publicaciones Interamericanas, 1971], 161).

Page 105: Israel Robles

87

Un caso de predicación e identidad

en la investigación reciente

La predicación y su contenido siguen siendo los medios para definir la identidad de

cualquier movimiento religioso, especialmente cuando este es amenazado por factores

externos. Un ejemplo de cómo funciona esta dinámica se puede ver en los Khutbahs o

predicaciones de los viernes en los principales centros musulmanes en Estados Unidos y

Canadá. Estas predicaciones cobraron un nuevo énfasis después de los atentados del 11 de

septiembre del 2001, cuando se produjo un rechazo generalizado hacia la religión islámica.

En su búsqueda de solución, los líderes religiosos concluyeron que debían recurrir a la

predicación –al mejor recurso que disponen los predicadores– para sacar del desánimo a sus

seguidores y revertir la alarmante pérdida de identidad del Islam, principalmente en Estados

Unidos y Canadá.

Como parte de la estrategia, se destinaron recursos a la búsqueda de especialistas en el

contenido doctrinal del Islam, algunos de ellos con posgrado en estudios islámicos. Hecho que

no ha pasado desapercibido por eruditos cristianos quienes al comparar la naturaleza y el

contenido de estos sermones de los viernes en el Islam con los modelos cristianos de

5El punto crítico de esta tendencia se manifestó en las ideas panteístas introducidas por el Dr. Kellogg,

acerca de las cuales Elena de White advirtió: “En el libro Living temple se presenta el alfa de herejías

mortíferas. La omega seguirá y será recibida por los que no están dispuestos a prestar atención a la amonestación

que Dios ha dado” (E. White, Mensajes selectos, tomo I, 233).

1El autor alude a los resultados de creer que el cielo y la tierra no tienen relación alguna y aplicar esto a

la comprensión adventista del santuario celestial. “Muchos terminaron concluyendo que, en lugar de hablar de la

geografía del santuario celestial, era mejor concentrarse en su funcionalidad. Pero los frutos de tal prédica han

demostrado que el primer paso para terminar negando la funcionalidad del santuario celestial, es negar su

división espacial” (Treiyer, “Herederos”).

2“En el método idealista para interpretar las profecías bíblicas, se busca extraer de la profecía el

mensaje, la idea, sin procurar descubrir ‘el tiempo y las circunstancias’ en que debe cumplirse” (Treiyer,

“Herederos”).

Page 106: Israel Robles

88

predicación, han observado que este nuevo énfasis consiste en un tipo de predicación

narrativa;1 en la cual ofrecen “un principio clave relacionado con un verso o una breve porción

del Corán. Los predicadores de ciertos khutbahs presentan una estructura fenomenológica

destinada a una interrupción y reconfiguración para capacitar a los oyentes para hacer frente al

desánimo”.2

En un análisis de 10 khutbahs o sermones, se encontraron los siguientes contenidos

temáticos: (a) “Los musulmanes de Norteamérica finalmente prosperarán”, (b) “los

musulmanes pueden mejorar la sociedad de Norteamérica” y (c) “los musulmanes de

Norteamérica deben enfocarse en su propia necesidad de Reforma”.3

Esta notable convicción, de que la inalterable escritura y contenido del Corán no

impide que se aplique a una situación crítica en un mundo cambiante; ha llamado la atención

de los especialistas en predicación, no solo por el uso de la predicación narrativa, que no es ni

nueva ni ajena en los modelos de predicación cristiana, sino por los efectos producidos al

enfrentar al desánimo, al rechazo y a la pérdida de identidad en un momento crítico;

situaciones en las cuales algunas veces el cristianismo ha perdido terreno.

En otro análisis realizado en khutbahs presentados principalmente en el Sur de

California, se observa a los predicadores ir un paso adelante para reafirmar la identidad en los

musulmanes de Norteamérica, al pasar de los contenidos escriturales al terreno ético o al estilo

1“Reimaginative preaching”, un tipo de predicación –discutida por Walter Brueggemann, un erudito en

Antiguo Testamento– “que capacita a los oyentes para interpretar su existencia en forma diferente a causa de

nuevas posibilidades” (Steven R. Fink, “Preaching as reimagining: Post-9/11 Khutbahs in the United States and

Canada” Comparative Islamic Studies [2007], 195).

2Ibíd.

3Ibíd., 197, 200, 202.

Page 107: Israel Robles

89

de vida que debe proyectar la comunidad hacia el mundo. Aquí utilizan con destreza el

significado religioso del Ummah, la comunidad que trasciende el espacio y el tiempo –que es a

la vez global y local– y que desafía a los practicantes musulmanes a colocar su vida dentro de

tres parámetros que solo pueden ser logrados dentro de esta comunidad: (1) “el potencial del

Ummah para ser un modelo de la conducta correcta”, (2) “el deber de ayudar a su pueblo” y

(3) “la importancia de la unidad frente a las divisiones sociales del ummah”. De esta manera,

la comunidad islámica puede experimentar estos valores en cualquier parte del mundo donde

vivan.1

En conclusión, se observa que los predicadores islámicos pudieron mantener el valor

inalterable de los principios del Corán. No buscaron disminuir o comprometer estos principios,

al contrario, los reafirmaron como pilares en la plataforma de su identidad y manejaron con

gran destreza la naturaleza peculiar de su comunidad para reafirmar su identidad en el mundo.

Conclusión

Se ha notado que a partir de 1955 se intensificó la tensión entre la teología adventista y

sus pilares teológicos. La clasificación de los pilares teológicos como doctrinas distintivas,

entre otras en el libro Preguntas sobre doctrina de 1957, puede ser considerado como un sutil

alejamiento de la función hermenéutica de los pilares. Este alejamiento llegaría a un punto

1“La idea de la ummah no denota un grupo étnico concreto, en vez de ello establece una comunidad

virtual por excelencia, Faruqi sucintamente declara que la palabra Ummah (ocurre 60 veces en el Corán) y tiene

un significado primordial en la literatura musulmana, una comunidad religiosa vinculada por la fe y que

trasciende a todas las otras marcas de pertenencia. Así era y permanece aun extensamente usado. Tal idea flotante

que es inminente, es rica en opuestos generativos: un ummah que está prevaleciendo pero está enferma, cuidando

pero fuera de alcance, llena de color pero con el mismo aroma, fuerte pero sin poder, bien intencionada pero mal

comprendida, inocente pero temida. Por lo tanto el ummah en la conciencia musulmán se levanta como un nexo

de seguridad ontológica” (Mazem Hashem, “The ummah in the khutba: A religious sermon or a civil discourse?”

Journal of Muslim Minority Affairs, Vol. 30, No. 1, [marzo 2010], 52).

Page 108: Israel Robles

90

crítico en 1980 con el desafío de Desmond Ford, quien propuso en forma erudita el cambio del

santuario como pilar hermenéutico, por el pilar soteriológico de la justificación por la fe

protestante.

Aunque la iglesia adventista oficialmente mantiene la integridad de sus doctrinas y

creencias, autores como Canale, Timm, Knight y Treiyer entre otros, han estado advirtiendo

de un posible descuido en otros niveles, especialmente en cuanto a la función integradora y

hermenéutica de los pilares teológicos, fenómeno que debe ser enfrentado si los adventistas

quieren conservar su identidad profética

Estilo de vida, compromiso con la misión y la

relación con Cristo, como dimensiones de la

experiencia religiosa adventista

En la sección anterior se documentó el hecho de que las siete doctrinas pilares del

adventismo constituyen los elementos teológicos de su identidad. Con esa plataforma

doctrinal, ya contaban con un mensaje relevante para empezar una misión de proporciones

mundiales; antes de este momento el movimiento no tenía ni mensaje, ni organización, ni un

estilo de vida definido. Ahora podían interactuar con otros movimientos y con el mundo

exterior sin riesgos de comprometer su identidad. Pero, ¿habría algo más qué necesitasen –

además del mensaje– para vencer la presión de la crisis final? ¿Habían llegado ya al corazón

del mensaje del tercer ángel, que apunta no solo al compromiso con la misión, sino a una

profunda relación con Cristo?

En esta cuarta y última sección del marco teórico, se da respuesta a las preguntas

anteriores y se colocarán las bases teóricas para las últimas tres variables: Estilo de vida,

Page 109: Israel Robles

91

compromiso con la misión y la relación con Cristo; consideradas en esta investigación como

“formas de vida” de la iglesia adventista.1

Sin embargo, antes de avanzar es pertinente preguntarse: ¿Por qué estas dimensiones

no surgieron –en la historia adventista– de una investigación bíblica que necesitara un

consenso, sino más bien en una forma más casual? Además, ¿en qué sentido estas dimensiones

son diferentes a las doctrinas pilares? Nótese lo que un autor responde:

Quizá la diferencia girase en torno al hecho de que las doctrinas definen a una

denominación. Por lo tanto, la doctrina entre los primeros adventistas observadores del

sábado era un asunto crucial y recibía mucha atención. Los puntos del estilo de vida,

por otro lado, tienden a ser preocupaciones de segundo orden para una denominación.

Muchos temas del estilo de vida no son determinantes básicos para la identidad de una

denominación, sino que son formas de vida que facilitan su misión para diseminar el

mensaje doctrinal.2

Hecha la aclaración anterior, se abordan las tres dimensiones en el mismo orden en el

cual se resolvieron como preocupaciones en la historia adventista: (1) Estilo de vida, (2)

compromiso con la misión y (3) relación con Cristo.

Estilo de vida

A continuación se hace un acercamiento teórico a la variable estilo de vida bajo los

siguientes puntos: (a) antecedentes históricos del estilo de vida saludable en la iglesia

adventista, (b) énfasis en la salud preventiva y el estilo de vida, (c) la dieta más recomendable,

1“La identidad de un grupo capacita a sus miembros para determinar quién pertenece y quién no. Dado

que los individuos casi siempre interactúan con los representantes de grupos sociales particulares, ellos son

constantemente obligados a afirmar su propia identidad y comprobar las identidades de otras personas. En otras

palabras, están en constante necesidad de realizar identificaciones particulares” (Vladimir Rimskii, “The

influence of the internet on active social involvement and the formation and development of identities”, Russian

Education and Society, vol. 52, no. 8, [agosto 2010], 13–14).

2Knight, Nuestra iglesia, 94.

Page 110: Israel Robles

92

(d) relación entre la mente y el cuerpo y (e) cómo se ha medido el estilo de vida y con qué

otras variables se relaciona.

Antecedentes históricos

Después de establecer una sólida plataforma doctrinal entre 1844 y1860, la iglesia

adventista eligió en 1860 el nombre que la identificaría. Posteriormente, en 1863 dio el primer

paso en su organización y tan solo 15 días después de la organización formal de la iglesia;

Dios llamó su atención hacia el estilo de vida saludable, a través de una visión dada a Elena de

White el 5 de junio de 1863.

Vi que era un deber sagrado atender nuestra salud, y despertar a otros ante su deber

[…] tenemos el deber de hablar, de oponernos a la intemperancia en todas sus formas

intemperancia en el trabajo, en el comer, en el beber, intemperancia en el consumo de

drogas, y entonces señalarles la gran medicina de Dios: el agua, el agua pura y suave,

para la enfermedad, para la salud, para la limpieza y la higiene, […] Vi que no

debíamos guardar silencio sobre el asunto de la salud, sino que debíamos despertar las

mentes a este tema. La obra de Dios exige que no nos despreocupemos del cuidado de

nuestra salud. Cuanto más perfecta sea nuestra salud, más perfecto será nuestro

trabajo.1

Es sabido que antes de este momento los pioneros no le habían dado importancia al

cuidado de la salud, hasta el punto en que algunos de ellos ya no podían continuar con la

misión por su agotamiento. Por lo tanto, “la reforma pro salud no solo era una nueva luz: era

una necesidad crucial”.2 A mediados del siglo XIX la salud preventiva estaba en ciernes, no

solo en la iglesia sino también en el mundo. Y aunque los adventistas no serían los primeros

en proponer esta perspectiva de la salud como resultado del estilo de vida, estarían entre los

primeros en utilizar este revolucionario enfoque.3

1E. White, Exaltad a Jesús, 318.

2Knight, Nuestra iglesia, 84.

Page 111: Israel Robles

93

Énfasis en la salud preventiva

En la actualidad el concepto del cuidado de la salud se ha trasladado de la esfera

institucional al estilo de vida.1 Se ha llegado a la conclusión de que la salud está en manos de

cada individuo, de las decisiones diarias y de la calidad de sus hábitos.2 Además, se sabe que

las creencias culturales y religiosas influyen en la adquisición de hábitos, principalmente

alimentarios.3 En consecuencia, los adventistas consideran que la Biblia contiene los

principios que Dios como Creador ha dejado para el cuidado de la salud.4 Además, también

3“El Instituto Occidental de Reforma Pro Salud de Batlle Creek abrió sus puertas el 5 de septiembre de

1866 […] bajo el liderazgo del doctor Kellog llegaría a ser el primero en el mundo”. En http:

//www.pmministries.com/centrowhite/Temas/cwmpm34.htm. (7 de junio de 2012).

1En 1980, Sidney Katz, un funcionario canadiense, revisando los datos acumulados sobre los beneficios

del estilo de vida adventista, comentó: “He obtenido consejo sobre cómo mejorar la salud de los canadienses y al

mismo tiempo eliminar miles de millones de dólares de nuestros costos anuales de salud. Pienso que tenemos

que estudiar el estilo de vida de los adherentes de la Iglesia Adventista y entonces explorar medios y maneras de

persuadir al público a fin de emular a los adventistas en por lo menos algunas cosas” (Kathleen H. Liwidjaja-

Kuntaraf, “Alternativas saludables y opciones vitales”, Diálogo Universitario 12/1, [2000], 13-15, 19). “La

historia de la salud y la medicina indica que las iniciativas del gobierno tienen influencia sobre la salud de la

sociedad. Sin embargo, no podemos ignorar la importancia de las actitudes individuales hacia la salud, la

enfermedad, la muerte y otros factores que afectan la conducta humana y eventualmente impactan a la sociedad.

Varios estudios antropológicos y psiquiátricos interculturales concuerdan en que los sistemas de salud preventiva

y curativa reflejan una actitud cultural. Vale decir, son influidos por ‘el sistema de creencias compartidas,

valores, costumbres, conductas y artefactos que los miembros de una sociedad emplean para hacer frente al

mundo y para relacionarse entre sí, los cuales se transmiten a la siguiente generación mediante el aprendizaje’.

Las personas que se interesan activamente en su propia salud examinan los conceptos de salud y enfermedad, y

evalúan cómo su actitud ante la salud se ve influida por la cultura en que están inmersas. Por ejemplo, un

individuo que cultiva un estilo saludable de vida no ingiere las comidas grasosas o fritas que son típicas de su

cultura” (Esteban Poni-Ravagli, “Toma control de tu propia salud”, Diálogo Universitario 16 /1 [2004], 14,15,

34).

2Esteban S. Poni y Carlos Poni, “La salud está en tus manos”, Diálogo Universitario, 18 /1 (2006): 12-

14, 32.

3Jo Ann Davidson, “World religions and the vegetarian Diet”, Journal of the Adventist Theological

Society 14/2 (otoño 2003), 114–130.

4“Un concepto fundamental en relación con el tema de la salud en el Antiguo Testamento es la

convicción de que Dios es el Creador de la vida y por lo tanto la Dador de la salud y el bienestar. La realidad

representada en Génesis 1-2 comunica un orden perfectamente creado y el medio ambiente que “bueno en gran

manera (Gén 1: 31). La humanidad así mismo fue creada como una entidad total y en perfecto estado (Gén 2: 7,

Page 112: Israel Robles

94

creen que el don profético les fue dado para mostrar cómo aplicar estos principios a la época

moderna.1

En este sentido, Elena de White resumió con bastante precisión en solo ocho

principios toda una filosofía del cuidado de la salud. “El aire puro, el sol, la abstinencia, el

descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder

divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza

provee como remedios, y saber aplicarlos”.2 A partir de aquellos comienzos, los adventistas

progresivamente fueron adoptando un estilo de vida basado en los ocho principios anteriores.

¿Cuáles han sido los resultados? ¿Hace alguna diferencia practicar estos principios en el

cuidado de la salud? “Desde 1950 los adventistas han llegado a ser uno de los sectores de la

población del mundo más estudiado por los investigadores. Se han publicado

aproximadamente 250 estudios en periódicos científicos mostrando los beneficios del estilo de

vida adventista”.3

21-22). Gen 1-2 describe un mundo totalmente diferente al que existió (Gén 3), donde los procesos degenerativos

causados por el pecado minaron las fuerzas hasta la llegada de la muerte. Por lo tanto, un concepto central de la

religión bíblica es que la salud y el bienestar son el diseño de Dios y que la enfermedad en cualquier forma que

parece que no es una parte establecida del orden divino de la realidad” (Gerhard Hasel, “Health and Healing in

the Old Testament”, Andrews University Seminaries Studies 21 [1983], 191-202).

1Knight enumera 6 propósitos del don profético en la iglesia adventista: [1] exaltar la Biblia y guiar a los

hombres y mujeres a ella, [2] aclarar las grandes verdades de la Biblia para la vida diaria para que las personas no

tengan excusas de sus mandatos, [3] reprender el pecado y ayudar a ser obedientes a la Biblia, [4] aplicar los

principios bíblicos a la vida moderna, (5) señalar a Cristo como la única solución al problema del pecado

humano, y [6] preparar a un pueblo para los días finales de la historia de la tierra. (Knight, Cómo leer, 17-22).

2E. White, Consejos sobre salud (Coral Gables, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 1989), 89,

90.

3Liwidjaja-Kuntaraf, 13-15, 19. Véase también Larry Beeson, “La ventaja adventista”, Diálogo

Universitario 11/2, (1999),8-11, 28).

Page 113: Israel Robles

95

La dieta más recomendable

El punto de partida de los adventistas en cuanto a la dieta, es que esta debe estar lo más

cerca de la prescripción original de Génesis 1: 29. También existe la convicción, basados en

Isaías, de que en la Tierra renovada no se sacrificarán animales y que la dieta será como en el

Edén. Así que movidos por esta convicción recomiendan los siguientes pasos: Primero, hacer

una distinción entre los animales limpios e inmundos como lo establece Levítico 11.1 Y

segundo, procurar bajo una información nutricional básica evitar el consumo de carne.2

Y aunque el vegetarianismo no es una prueba de discipulado, lo consideran como un

ideal altamente apreciado.

Tal vez el grupo más grande e importante de cristianos vegetarianos en la actualidad se

encuentra dentro de la tradición Adventista del Séptimo Día. Esta denominación

protestante recomienda el vegetarianismo a sus miembros, de los cuales casi la mitad

no come carne. Aquellos que eligen comer carne son cuidadosos en observar la

distinción limpio/inmundo. Debido a sus hábitos alimentarios, los Adventistas del

Séptimo Día con frecuencia han sido objeto de estudios científicos que implican la

relación de la dieta con la salud. Los resultados publicados han encontrado

consistentemente que los adventistas viven más tiempo y gozan de mejor salud que el

resto de la población en los Estados Unidos.3

1Jiri Moskala documenta claramente la naturaleza universal del mandato divino en relación con el

consumo de carne permitida. “La distinción entre carnes limpias e inmundas es claramente evidente en los

primeros capítulos del Génesis mucho antes de que la nación judía viniera a la existencia. Y más tarde, cuando

los principios limpio/inmundo es resaltado en Levítico 11, al final de la discusión está la palabra (Kodesh) santo.

La conclusión de este pasaje comienza con la auto presentación de de un Dios santo. Su santidad debe estar

presente entre el pueblo de Israel. El corazón de la fórmula se repite dos veces: “ser santos porque yo soy santo”.

Cabe destacar que tanto (Lv 11: 44-45; 20: 25-26) y (Dt 14: 2) muestran que la normativa sobre animales limpios

tiene referencia a las elecciones de Israel. A medida que Dios elige y separa a su pueblo de todas las naciones que

están sobre la faz de la tierra serán un reino de sacerdotes y gente santa (Dt 7: 6; Éx 19: 6) por lo que Él llama a

establecer una distinción entre animales” (Jiri Moskala, “The Laws of clean and unclean animals in Leviticus 11:

Su naturaleza, teología, y justificación. Un estudio intertextual”; citado en Jo Ann Davidson, 114–130).

2“Los escritores judíos también describen la considerable evidencia en la Biblia hebrea de que la última

esperanza de Dios es por un mundo en el cual los animales no sean muertos aún por otros animales. Esto describe

un mundo, en el que con respecto a la dieta es como el jardín del Edén. A través de los profetas Dios promete un

mundo donde los animales carnívoros serán vegetarianos otra vez. El lobo, la oveja, el leopardo, el ganado, el

oso, la cobra y los pequeños animales salvajes vivirán pacíficamente unos con otros. ‘No afligirán ni harán mal

en todo mi santo monte, porque como las aguas llenan el mar, así la tierra será llena con el conocimiento del

Señor’ (Isaías 11: 9)”. Esta profecía es repetida en Isaías 65: 25” (Jo Ann Davidson, 114–130).

Page 114: Israel Robles

96

Respaldados tanto por las evidencias bíblicas como científicas, de que los beneficios de

hacer decisiones correctas ayudarán a mejorar la calidad de vida, los adventistas han

considerado su deber continuar promoviendo una dieta preventiva, no tanto restrictiva ni

curativa.1

Relación entre la mente y el cuerpo

Adicionalmente, debe entenderse que para los adventistas el estilo de vida no es un fin

en sí mismo, sino más bien, un medio para una misión efectiva. “La reforma pro salud permite

que las personas sean mejores misioneros y permite que las personas que gozan de buena

salud y las que han sido sanadas lleguen al lugar donde puedan aceptar mejor el evangelio […]

los asuntos del estilo de vida debieran considerarse como medios para el fin de predicar la

doctrina en el contexto de la salvación”.2

En este sentido se podría pensar que la aportación más importante del estilo de vida

adventista está en la comprensión de la íntima relación que existe entre la mente y el cuerpo y

el impacto de ambos sobre la vida espiritual. “Solamente cuando disponemos de cuerpos

saludables podemos tener mentes saludables, permitiéndonos comunicarnos con Dios y los

demás de manera clara”.3 Nótese también lo que Elena de White dice sobre este tema:

3Jo Ann Davidson, “World Religions”, 114–130.

1“Entre los estudios en las dietas están las que se designan como dietas terapéuticas. Pueden ser

restrictiva o restaurativas en naturaleza. Tanto las dietas restrictivas o de restauración son designadas para hacer

frente a situaciones anormales, cuando la enfermedad de algún tipo está involucrada. El punto de vista bíblico

sobre la dieta, sin embargo, no es tanto restrictiva o de reparación. Por el contrario, es principalmente, si no

exclusivamente, preventivo en naturaleza. La promoción y el mantenimiento de la buena salud está en el primer

plano de las regulaciones dietéticas en la Escritura” (Hasel, “Health and Healing”, 191-202).

2Knight, Nuestra iglesia, 94.

3Liwidjaja-Kuntaraf, 13-15, 19.

Page 115: Israel Robles

97

Una vida pura y saludable es apta para el perfeccionamiento del carácter cristiano y

para el desarrollo de sus facultades mentales y físicas.1 Puesto que la mente y el alma

hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual

dependen en gran parte de la fuerza y la actividad físicas; todo lo que promueva la

salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado. Sin

salud, nadie puede comprender distintamente ni cumplir completamente sus

obligaciones para consigo mismo, con sus semejantes, o con su Creador. Debiera

cuidarse por lo tanto tan fielmente la salud como el carácter.2

Actualmente, esta realidad se ha confirmado ampliamente por estudios acerca de la

íntima relación que existe entre la mente y el cuerpo. Se ha entendido que el creyente no solo

debe preocuparse por cultivar su espiritualidad, debe aprender a cuidar su salud, además de sus

emociones, si quiere tener una creciente santidad. Caviness, una investigadora en este campo,

ha dicho lo siguiente:

Considerando la conexión cuerpo-mente desde una perspectiva más amplia, el cerebro

(mente) controla la cognición, el cuerpo (físico) aporta información para estimular la

función cerebral, y se produce la actividad neuroquímica (emocional-social-espiritual)

mediante la estimulación sensorial —mayormente a partir del ambiente—, que activa

las sustancias neuroquímicas para actuar en red y conectar el cuerpo y el cerebro. Sin

lugar a dudas, la interacción cuerpo-mente-espíritu afecta las partes constitutivas. 3

Se podría preguntar si el cerebro necesita restauración tanto como el cuerpo y el

espíritu. Así lo sugiere, Griffin, “el cerebro y la vida que han sido devastados por el stress, por

actos de vandalismo, por el pecado, vencido por los malos hábitos y adicciones, inundado por

pensamientos negativos y por la depresión, y abrumado por las tormentas de la vida. Este

cerebro que está a modo de supervivencia, habiendo perdido el auto control está perdido con la

necesidad de renovación, restauración y reparación”.4

1E. White: Consejos sobre salud, 41, 42.

2E. White, La educación, 191.

3Linda Caviness, “La interconexión entre la mente y el cuerpo: Algunos descubrimientos recientes”,

Dialogo Universitario 16 /2 (2004), 11-14, 35.

Page 116: Israel Robles

98

Para los adventistas no hay dudas de que el plan de redención involucra la restauración

de todas las dimensiones de la vida, pues todas son afectadas por la desorganización producida

por el pecado. Sin embargo, son conscientes de que el poder para efectuar cambios en el estilo

de vida viene de Dios.

Cómo se mide el estilo de vida y con qué

otras variables se relaciona

Actualmente los beneficios del estilo de vida adventista han llamado la atención, no

solo en el mundo religioso, sino aun de los investigadores de la salud en el campo científico.

Instituciones como los institutos nacionales de salud, la Sociedad Americana de Cáncer, la

Asociación Americana del Corazón, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los

Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud, han provisto evidencias

epidemiológicas en cuanto a qué características del estilo de vida promueven la salud y frenan

el proceso de la enfermedad.1

Dichas investigaciones se han concentrado en los adventistas por dos razones. Primero,

ellos tienden a ser más homogéneos en muchas de sus elecciones relacionadas con el

estilo de vida, tales como el evitar el alcohol y el tabaco. Segundo, los adventistas son

más heterogéneos en sus hábitos nutricionales: varían desde vegetarianos estrictos

(dieta sin productos animales) hasta lacto-ovovegetarianos (dieta que incluye

productos lácteos y huevos, pero no carne) y omnívoros (consumidores de todo,

incluso carne).2

Se han hecho estudios acerca de la mortalidad -comparando los certificados de

defunción-, encontrándose menos incidencia de cáncer, también un retraso de muerte por

4Vicki Griffin, “Healing the broken brain”, Perspective Digest 13/2 (primavera 2008), 52-55. Véase

también, Merlin D. Burt “Elena White y la salud mental”, Diálogo Universitario 21/1 (2009), 12-15.

1Beeson, 8-11, 28.

2Ibíd.

Page 117: Israel Robles

99

problemas cardiovasculares. Otro estudio hecho acerca de la salud adventista, también basado

en los certificados de defunción, demostró además una notable ventaja sobre quienes practican

el estilo de vida adventista reflejado en los ocho principios.1

La mayoría de los estudios que han observado el estilo de vida y otras variables

relacionadas como la actitud, la esperanza, la participación individual, la disposición para

informarse respecto a la salud han demostrado que vale la pena efectuar cambios y han

corroborado que lo que los adventistas creen, tiene sentido.

Compromiso con la misión

La naturaleza de la misión adventista se puede entender mejor desde la perspectiva de

su historia profética, porque ellos se ven a sí mismos como el remanente apocalíptico llamado

a cumplir el imperativo divino de predicar el evangelio eterno en todo el mundo (Ap 10: 11).

Tienen la convicción de que Dios los levantó con el propósito primario de presentar al mundo

el último llamado al arrepentimiento, que se encuentra en Apocalipsis 14: 6-12.2 Por lo tanto,

para los adventistas, el compromiso con la misión no es una opción, es inevitable. Se les

podría aplicar la declaración de Brunner: “La iglesia existe para la misión, tal como el fuego

existe para quemar”.3

1Beeson, 8-11, 28.

2“El remanente bíblico siempre ha tenido un mensaje de relevancia para el pueblo de Dios en un

momento particular de la historia. Este a menudo contenía elementos de juicio contra la comunidad religiosa más

grande, pero su intento era proclamar la salvación (Isaías 58: 9-14). El blanco real del mensaje del remanente ha

sido siempre salvar y puede haber incluido la restauración de la verdad y el rechazo a la apostasía (Isaías 8: 16-

20; Apocalipsis 14: 6-12) Esto es lo que encontramos en los profetas bíblicos, en Jesús y en la iglesia apostólica”

(Ángel Manuel Rodríguez, “God’s end-time remnant and charges of exclusivism and triumphalism”, en http:

//www.adventistbiblicalresearch.org/documents/God's%20End-time%20Remnant.pdf, [15 abril 2012]).

3Emil Brunner, The Word and world, (New York: Charles Scribners’s Son, 1931), 108.

Page 118: Israel Robles

100

En este sentido el combustible que alimenta la misión adventista es su teología. Por eso

la misión y el contenido del mensaje están íntimamente relacionados.1 Por lo tanto, el

compromiso con la misión involucra un compromiso con el mensaje. Y ya que otra de las

variables a medir es el compromiso con la misión, se va a colocar un marco que ayude a

entenderla. Primero (1) qué es para los adventistas el compromiso con la misión, después (2)

la misión y el mensaje; enseguida (3) el compromiso personal, y por ultimo (4) cómo se ha

medido esta variable, y con qué otras variables se relaciona.

¿Qué es para los adventistas el compromiso

con la misión?

Desde sus orígenes, los adventistas se han visto a sí mismos como los únicos

depositarios del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12, llegándolo a considerar

como la declaración de misión de su movimiento.2 Sin embargo, su historia temprana refleja

un entendimiento progresivo de lo que ello implica. Se pueden notar tres pasos progresivos en

su concepto de misión, que a su vez están relacionados con el desarrollo progresivo de su

teología. Un primer momento se limita a la búsqueda de los esparcidos del chasco de 1844.

Para luego avanzar hacia una predicación enfocada hacia las iglesias evangélicas existentes y

finalmente la comprensión de una misión mundial “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Ap

14: 6).

1“La habilidad de los adventistas para involucrar a personas de otras religiones y convicciones

filosóficas. Valida aún más su existencia y propósito” (Emmanuel Millen, “Adventist beliefs and practices

provide unique bridges to Christ for people of other world faiths”, en http: //www.perspectivedigest.org/

article/58/ archives/17-1/ well-positioned [22 junio 2011]).

2“En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como

centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo

que perece. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo

y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella”

(E. White, Eventos, 46).

Page 119: Israel Robles

101

En este sentido, sabemos que los adventistas después del gran chasco, seguían

abrazando el concepto millerita de la “puerta cerrada” de Mateo 25: 10, entendiéndolo como el

cierre del tiempo de gracia, por lo que consideraban que solo debían predicar a los esparcidos

del chasco. Se podría describir este inicio como “una puerta cerrada al trabajo misionero”.1

Sin embargo, este error los conduciría providencialmente, antes de un gran despertar

misiológico –tal como estaba profetizado en el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:

6-12– a construir una sólida plataforma teológica. Primero, deberían tener un mensaje antes de

predicarlo. Una vez establecida esta plataforma, se intensificó la búsqueda de los esparcidos

del chasco, para “convencer a otros milleritas de sus planteamientos doctrinales así como de

su interpretación profética, esto tuvo lugar entre 1848 y 1850”.2 Pero las cosas empezaron a

tomar otro giro a partir de una visión de Elena de White, en donde se les empezó a mostrar una

obra de carácter mundial.

En la reunión realizada en Dorchester, Massachusetts, en noviembre de 1848, recibí

una visión referente a la proclamación del mensaje del sellamiento y al deber de los

hermanos de publicar la luz que brillaba en nuestro sendero. Después de salir de la

visión, le dije a mi esposo: ‘Tengo un mensaje para ti. Has de comenzar a imprimir un

pequeño periódico y enviarlo a la gente. Será pequeño al comienzo; pero a medida que

la gente lea, te enviará medios con los cuales imprimir; y será un éxito desde el mismo

principio. Se me ha mostrado que desde este pequeño comienzo saldrán rayos de luz

que han de circuir el globo’.3

Por cierto esta visión señalaba la importancia de las publicaciones adventistas, las

cuales llegarían a ser un símbolo importante de su identidad misiológica. Pero el verdadero

cambio habría de venir cuando comprendieron que “la puerta cerrada” no era la puerta de la

1Knight, Nuestra iglesia, 53

2Ibíd.

3E. White, Notas biográficas, 137.

Page 120: Israel Robles

102

gracia, sino la puerta del lugar santo, que se cerró al abrirse el lugar santísimo. Nuevamente un

cambio en sus creencias produciría un cambio en su forma de actuar, en este caso en la misión

que ya estaba predicha en los mensajes de los tres ángeles como una obra de carácter mundial.

Sin duda el momento más destacado en la historia de la misión mundial de la iglesia

adventista sería el año de 1874, cuando enviaron a John Nevins Andrews como el primer

misionero de ultramar. A partir de entonces la iglesia se ha extendido hasta abarcar todo el

mundo. Han entendido a partir de Apocalipsis 14: 6 la necesidad de predicar el evangelio “a

toda nación, tribu, lengua y pueblo”, así como la necesidad universal de evitar la “ira de Dios”

(Ap 14: 10).

La misión y el mensaje

En Apocalipsis 14: 6-12 la proclamación del evangelio en el tiempo del fin tiene tres

características básicas:

1. El juicio divino como parte integral del evangelio [vv. 6b-7a].

2. La respuesta apropiada a la proclamación del evangelio: temer a Dios y darle gloria

como el Creador del mundo [v. 7, 9-11].

3. El papel activo de la ley junto a la fe en la vida del cristiano [v. 12].1

Muchos podrían pensar que estos elementos son mutuamente excluyentes, sin embargo

correctamente entendidos constituyen el mensaje que el mundo necesita para el tiempo del fin.

Por lo tanto, el compromiso adventista con la misión es a su vez un compromiso con el

mensaje, tal como aparece en Apocalipsis 14: 6-12.

1 Richard Choi, “Paul and Revelation 14”, Journal of the Adventist Theological Society 20/1-2 (2009),

223-243.

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103

Compromiso personal con la misión

Sin embargo, el elemento esencial de la misión adventista no se encuentra en lo que se

hace a nivel institucional, sino en el plano personal. Cuando entendieron que sobre cada uno

de sus miembros descansa el “sacerdocio de todos los creyentes”1 y se les dijo que “cada

verdadero discípulo nace en el reino de Dios como un misionero”,2 entonces reafirmaron la

identidad misiológica de sus miembros.

Además, comprendieron el concepto de utilidad dentro del grupo3 cuando se les dijo:

“Dios podría haber alcanzado su objeto de salvar a los pecadores, sin nuestra ayuda; pero a fin

de que podamos desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en su obra. A

fin de entrar en su gozo -el gozo de ver almas redimidas por su sacrificio-, debemos participar

de sus labores en favor de su redención”.4 A este doble efecto que produce la misión algunos

investigadores le llaman la “teoría de la realidad compartida de la identidad social”.5

Cómo se mide y con qué otras variables se relaciona

El compromiso es un término muy usado en las investigaciones que enfocan el

comportamiento organizacional. Sin embargo, el compromiso en la misión evangélica se

establece sobre bases diferentes, se fundamenta en creencias, más que en incentivos

1(Éx 19: 6; 2 Co 5: 18; Ef 4: 12; 1 P 2: 9).

2E. White. Servicio cristiano eficaz (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1981), 14.

3“La pertenencia significativa a un grupo social hace que las personas satisfagan sus diversas

necesidades de autoconservación, protección, reconocimiento, autorrealización, y otros factores que motivan a las

personas a participar en la identificación” (Rimskii, 13–14).

4Ibíd., 12.

5Alison Ledgerwood and Ido Leviatán, “The price of a shared vision: group identity goal and the social

creation of value”, Social Cognition, Vol. 28, No. 3, 2010, 401-421.

Page 122: Israel Robles

104

de tipo empresarial que expliquen un compromiso positivo.1Actualmente también se ha

intentado medir empíricamente el crecimiento de las iglesias a través de sus factores

cualitativos.2 En el caso de la iglesia adventista, su compromiso con la misión se podría

explicar más apropiadamente por la peculiaridad de su mensaje y por la estructura

organizacional que desarrolló el movimiento. En este sentido Knight enumera tres elementos

internos para ponderar el notable éxito de la misión adventista:

1. Una de las fortalezas del Millerismo fue el desarrollo racional de su doctrina central.

Ese elemento atrajo a los creyentes a su causa a través de su propia lógica.

2. El contenido o factor doctrinal y el punto de vista de la verdad. La gente anda en

busca de significado y el mensaje adventista lo tiene. El ser diferentes da a los individuos y

grupos sociales significado.

3. Un tercer elemento que dirigió el éxito adventista del séptimo día fue su estructura

organizacional, suficiente para llevar a cabo la misión y enfrentar los desafíos de su mensaje.3

En varias partes del mundo la iglesia adventista ha colocado la participación de los

miembros en el compañerismo y trabajo misionero de los grupos pequeños. Siguiendo el

1El compromiso organizacional ha sido usado para describir tres aspectos de la actitud del personal: (1)

El grado en que el empleado demuestra un fuerte deseo por permanecer como un miembro de la organización. (2)

La voluntad por ejercer altos niveles de esfuerzo a favor de la organización y (3) creencia y aceptación de los

valores y metas principales de la organización. (Mowday, Steers y Porter, 1979; Meyer y Allen, 1991; Hacket,

Bycio y Hausdoft, 1992. En tesis, uson.mx/digital/docs/8036/Capitulo7.pdf: [15 junio 2012]).

2Schwarz ha propuesto 8 características cualitativas para evaluar la salud misionera de una iglesia:

liderazgo capacitador, ministerio según los dones, espiritualidad ferviente, estructuras funcionales, culto

inspirador, células funcionales, evangelismo según las necesidades y relaciones afectivas. (Christian A. Schwarz,

El ABC del desarrollo natural de la iglesia [Barcelona: Editorial CLIE, 1999], 12-20).

3Knight, “Adventism”, 5-13. De igual manera Ángel Manuel Rodríguez, establece: “Nuestros pioneros

pronto reconocieron que la organización y la naturaleza de la iglesia eran inseparables y que la unidad teológica y

doctrinal y la organización eclesiástica estaban profundamente interrelacionadas y eran interdependientes con la

vida corporativa de la iglesia” (“Ecclesiology and reorganization: the oneness of the Church” [Biblical Research

Institute, 2006], 1-19).

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105

consejo de que “si hay un gran número de hermanos en la iglesia, organícense en grupos

pequeños, para trabajar no solamente por los miembros de la iglesia, sino por los no creyentes

también”.1 Bajo este principio, se ha logrado incrementar la participación de los miembros en

la actividad misionera.

Los grupos pequeños básicamente han desplegado dos fortalezas: (1) han creado un

ambiente irresistible de amistad para atraer a nuevos creyentes y (2) han liberado el potencial

de que los “miembros se preocupen los unos por los otros” (1 Co 12: 25, 26) garantizando la

permanencia de los nuevos conversos. Esto también permite involucrarse en nuevas

experiencias de testificación, poniendo en práctica el principio pedagógico de aprender

haciendo. De esta manera el trabajo de los grupos pequeños se ha relacionado con la misión.

Relación con Cristo

Siguiendo el curso de la historia y de la búsqueda de la identidad adventista, se

encontró la tercera variable o forma de vida con que se abordó la investigación, a saber, la

relación con Cristo. Y para entender su importancia en la investigación se abordaron los

siguientes puntos: (a) contexto histórico, (b) hacia una definición de la relación con Cristo (c)

cómo medir la relación con Cristo y (d) con qué otras variables se relaciona.

Contexto histórico

Como se ha notado en el caso de la misión, los adventistas consideraron en un

principio que esta se limitaba a predicar a los miembros de las iglesias protestantes existentes,

1E. White, El evangelismo, 90.

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106

lo cual los llevó a enfatizar en su predicación las doctrinas distintivas y a descuidar aquellas

doctrinas que tenían en común con ellos, como el plan de salvación centrado en

Cristo Jesús y la justificación por la fe. Ellos creían que no era necesario predicar estas

doctrinas a una audiencia principalmente evangélica que ya las conocía. Adicionalmente, un

énfasis desmedido en las doctrinas de la ley y el sábado y la actitud apologética de los

predicadores, los llevaría, inconscientemente, a descuidar el corazón del mensaje del tercer

ángel: la relación con Cristo. Esto llevó a Elena de White a escribir: “hemos predicado tanto

de la ley que hemos quedados secos como las colina de Gilboa”.1 Y este descuido condujo al

movimiento a enfrentar una nueva crisis de identidad.

Fue en 1888 cuando se produjo un punto de inflexión. Cuando después de muchos años

de predicar las doctrinas distintivas habrían de reconocer que ellas en realidad estaban

integradas en el mensaje de los tres ángeles tanto como lo estaba la justificación por la fe. “La

verdadera significación del mensaje de Mineapolis de 1888, tal como Waggoner y Elena de

White lo expresaron, es que unió la fe en Jesús con el mensaje del tercer ángel”.2

Lo lamentable de enfatizar las doctrinas distintivas es que el creyente puede terminar

relacionándose con ellas en vez de mantener en el centro de su corazón la relación con Cristo.

Pareciera que la iglesia adventista estaba en ese peligro, como lo demuestran algunas

declaraciones fuertes de Elena de White en torno a la crisis de 1888. “Mi gran preocupación

durante las reuniones era presentar a Jesús y su amor ante mis hermanos, porque percibí la

evidencia definida de que muchos de ellos no poseían el espíritu de Cristo”. 3 Eventualmente,

1Véase a E. White, Review and Herald, agosto 13, 1889.

2Knight, Nuestra iglesia, 106, 107.

3E. White, 1888 Materials, 216, citado por Knight, Nuestra iglesia, 105.

Page 125: Israel Robles

107

la iglesia adventista superó este desequilibrio en el énfasis y avanzó hacia el siguiente siglo

con una renovada comprensión de la integralidad de su mensaje.

Hacia una definición de la relación con Cristo

Una de las dimensiones del mensaje que no debe descuidarse, es la espiritualidad que

se manifiesta en todas las áreas de la vida del creyente, y que a su vez tiene su base en la

relación con Cristo. Relación que se cultiva y se evidencia en áreas específicas como la

oración, el estudio de la Biblia y la adoración. La espiritualidad adventista, además, se

contextualiza en sus creencias escatológicas, pues “es en última instancia, la experiencia de

vivir (frente al retraso escatológico) la convicción de que ahora es el momento de prepararse

para la vida eterna en la presencia de Dios”.1

Dimensiones de la relación con Cristo

Básicamente, la relación con Cristo se experimenta a través de la oración personal y el

estudio de la Biblia. Es a través de estas acciones concretas como se puede observar y medir.

La oración personal

Para entender la espiritualidad adventista, se debe recordar que el movimiento tuvo en

sus raíces la influencia del Segundo Gran Reavivamiento (1790-1830), del cual recibió

especialmente una fuerte motivación para la oración en pequeños grupos y en forma personal.

El propósito era prepararse para la vida en la Nueva Jerusalén. Después del chasco la oración

siguió siendo un medio para mantener la espiritualidad. Recuérdese, por ejemplo, a Hiram

Edson, quien con unos amigos se reunió para orar al día siguiente del chasco, con el propósito

1Beverly Beem y Ginger Hanks Harwood, “‘My soul is on the wing for glory’: Adventist spiritually,

1850-1863”, Andrews University Seminary Studies, Vol. 44, No. 1 (2006), 157.

Page 126: Israel Robles

108

de pedir una explicación respecto a la forma en que habían entendido la Biblia.1 De igual

manera, fue en una reunión de oración familiar donde Elena de White recibió su primera

visión respecto al pueblo de Dios.2 A partir de entonces los adventistas tendrían su propia

comprensión de la oración.

Quizá para los adventistas las palabras más familiares para definir la oración sean:

“Orar es el acto de abrir el corazón a Dios como a un amigo […] la oración es la llave en la

mano de la fe para abrir los almacenes del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos

de la Omnipotencia”.3 De igual manera habrían de entender su dependencia de Dios a través

de la oración comparándola con el acto divino de la creación que une el cuerpo, la mente y el

espíritu: “La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual. No se lo puede

sustituir. La oración pone al corazón en íntimo contacto con la Fuente de la Vida, y fortalece

los tendones y los músculos de la experiencia religiosa. Descuídese el ejercicio de la oración u

órese esporádicamente, de vez en cuando, según parezca propio, y se perderá la fortaleza en

Dios”.4 Entonces, la oración llega ser el aliento de vida especialmente para las personas

nacidas de nuevo.5

1Fernand Fisel,“Edson’s Cornfield Vision, Frisson or Fiction?” Adventist Currents Vol. I, (julio 1

(1983), 25-27.

2“Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el Espíritu Santo descendió sobre mí” (White,

Primeros escritos, 13-20.

3E. White, El camino a Cristo, 93, 95.

4E. White, Obreros evangélicos, 268.

5“Jesús viene a recrearnos para ser nuevas personas con nuevas relaciones, nuevas formas de

pensamiento, nuevas formas de hablar y nuevas formas de hacer las cosas” (Thomas K. Johnson, “Christ and

Culture”, Evangelical Review and Theology 35 [2011], 1, 4-16).

Page 127: Israel Robles

109

Estudio de la Biblia

De igual manera la espiritualidad adventista estaría definida por un fuerte apego al

estudio de la Biblia. Esta práctica quizás recibió su influencia más fuerte del millerismo.

Miller recurrió al estudio sistemático de la Biblia para fundamentar su creencia en la segunda

venida de Cristo y su comprensión de las profecías. Desde su conversión en 1816, tomó la

decisión de estudiar la Biblia por sí misma, llegando a desarrollar todo un sistema de principios

hermenéuticos que lo condujeron a creer que según la profecía de Daniel 8: 14, Cristo regresaría

a esta tierra en 1844.

Desde los inicios del movimiento, los pioneros se preocuparon por proveer a los

creyentes de un medio que impulsara el estudio de la Biblia y la oración. Fue así como

primero fue la Review1 y posteriormente la Guía de estudio para la escuela sabática, que han

llegado a ser un efectivo recurso de formación espiritual.

Sin embargo, para los adventistas, el estudio de la Biblia no tiene como fin último el

obtener conocimiento doctrinal, sino establecer una relación real con Cristo,2 una relación

personal e histórica, porque han entendido que a través del santuario Dios ha entrado al tiempo

y a la historia humana3 para vivir entre su pueblo: “Y me harán un santuario, para que yo

1“Las páginas de la temprana Review estaban llenas con ánimo e instrucción en las disciplinas

espirituales, particularmente la oración, la lectura de la Escritura, el culto familiar y el servicio activo” (Eem y

Anksh Arwood, 169).

2“Cuando Pablo habla de estar “en Cristo” o “Cristo en nosotros” (o expresiones similares), el

significado más profundo de estas palabras es que los cristianos está incorporados no solamente en una historia –

aun si la historia está centrada en la muerte y resurrección de Cristo– con todos los beneficios salvíficos que la

historia trae, sino en una persona, la persona de Cristo mismo” (Ivan T. Blazen, In Christ: Union with Him as

Savior and Lord in Paul [Loma Linda University: Biblical Research Institute, 2005], 8).

3“Dios no es reticente para vivir con su pueblo en la materialidad de su creación; el tabernáculo y el

templo dan a entender esto, y la encarnación de la Palabra lo confirma” (Jn 1: 18)” (Terry J Wright, “How is

Christ present to the world?” International Journal of Systematic Theology Volume 7 Number 3, [julio 2005],

305).

Page 128: Israel Robles

110

habite entre ellos” (Éx 25: 8). Y así como el santuario estaba en el centro del campamento

israelita en el desierto (Nm 2: 2), cada aspecto de la vida de los miembros debe planearse en

torno a su relación con Cristo.

Cómo medir la relación con Cristo y con

qué otras variables se relaciona

Aunque la espiritualidad es un fenómeno no tangible, cuando se trae al campo de la

investigación empírica se convierte en una variable que puede ser medida y estudiada a través

de sus manifestaciones en la conducta de alguien que ha pasado por la experiencia de la

conversión,1 como lo sugiere el Señor Jesús. “Por sus frutos los conoceréis” (Mt 7: 15). Se han

hecho considerables estudios acerca de la espiritualidad, tanto cualitativos como cuantitativos.

Estos estudios han utilizado escalas métricas y entrevistas acerca de las dimensiones de la

espiritualidad tales como la oración, el estudio de la Biblia, la asistencia a los servicios

religiosos, la participación en los ritos, etc.2

Conclusión

Se han considerado tres dimensiones de la experiencia cristiana adventista: El estilo de

vida, el compromiso con la misión y la relación con Cristo; de esta manera se ha pasado de las

creencias a las dimensiones de la experiencia cristiana. Así, con un entendimiento más amplio

1Ian Randall menciona cuatro manifestaciones de la espiritualidad evangélica tradicional: La conversión,

el estudio de la Biblia, la centralidad de la cruz, un servicio activo y la adoración (“Recovering evangelical

spirituality”. Evangelical Journal Theology 19: 1 [2010], 33–44).

2Meli Ling Chung, “Chinese young people and spirituality: an australian study” (Tesis doctoral,

Australian Catholic University, Australia, 2006.), Mohammad Mehdi Rajabzadeh , “Relationship between

religion, spirituality and global citizenship” (Tesis doctoral, Alliant International University, San Francisco Bay,

2011), Timothy Barron, “Spiritual openness and spiritual competencies of college counselors: A correlation study

and discussion of the implications on practice and training” (Tesis doctoral, Northern Kentucky University,

2012).

Page 129: Israel Robles

111

de la identidad adventista, se procede a la aproximación a la etapa empírica de la

investigación.

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112

CAPÍTULO III

METODOLOGÍA

El estudio siguió un diseño explicativo de análisis bivariado. El objetivo fue hacer una

aproximación a la noción de identidad a través del contenido de la predicación adventista

considerada como una variable independiente y su relación con el estilo de vida, el

compromiso con la misión y la relación con Cristo, consideradas como variables dependientes.

Descripción

El parámetro que se usó para la primera parte está basado en los siete conceptos

teológicos que definen la identidad adventista y, por ende, describen el contenido y naturaleza

de su predicación. La segunda parte está basada en tres formas de vida resultantes. Esta

perspectiva es innovadora, ya que se toman como parámetro las presuposiciones conocidas

como pilares teológicos del adventismo, por ser consideradas teóricamente como el fin de la

discusión acerca de la identidad del adventismo.

Además, se usó un diseño transversal y un enfoque cuantitativo. Transversal, porque los

instrumentos de medición se aplicaron una sola vez para obtener las relaciones entre variables y

cuantitativo, por la forma de recolección de los datos a través de una escala métrica y el

tratamiento estadístico de los mismos. Esto permitirá en lo futuro realizar investigaciones de

mayor alcance, una vez que se definan algunos conceptos que puedan acercarse a la

formulación de una teoría.

Page 131: Israel Robles

113

La población hacia la que se generalizan los resultados de la investigación está

conformada por diez distritos de la Asociación Olmeca. De cada distrito se seleccionó una

iglesia organizada para la aplicación del instrumento. De cada iglesia a su vez, se tomó una

muestra por conveniencia de 15 miembros que finalmente se convirtieron en las unidades de

observación.

Operacionalización de las variables

Este estudio está basado en un instrumento con siete variables demográficas o nominales:

(a) zona de residencia, (b) género, (c) nivel académico, (d) edad, (e) cargo en la iglesia, (f) si

es o no predicador y (g) tiempo en la iglesia). Además, contiene una variable métrica que mide

el contenido de la predicación, la cual tiene siete dimensiones, que son: (1) la segunda venida de

Cristo, (2) el santuario, (3) la ley de Dios, (4) el sábado, (5) la no inmortalidad del alma, (6) el

mensaje de los tres ángeles y (7) el don profético. Por último, contiene tres variables

dependientes (a) el estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación con Cristo.

Definición conceptual de las variables

Las variables nominales se definen como sigue: (1) Zona de residencia, que se refiere a

si el medio donde viven las unidades de observación es urbano o rural. (2) Género, para saber

quiénes son hombres y quiénes mujeres. (3) Nivel académico, que va desde primaria hasta

posgrado. (4) Edad en años cumplidos. (5) Cargo en la iglesia, para saber si al momento de la

encuesta están participando directamente en una responsabilidad. (6)Predicador, si participa en

la predicación. Y (7) el tiempo que tiene de ser miembro en la iglesia.

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114

Variable independiente: Contenido de

la predicación adventista

El contenido de la predicación se refiere al grado en que se tomaron en cuenta los siete

pilares del adventismo en la predicación. Cada uno de los pilares fue conceptualizado para que

los encuestados los identificaran en la frecuencia de predicación de los servicios regulares en

que participaron.

Los pilares como dimensiones de contenido

A continuación se presentan las definiciones conceptuales fundamentadas en el marco

teórico del capítulo dos.

La segunda venida de Cristo

Creencia de que Jesús vendrá a esta tierra por segunda vez en forma visible, con el

propósito de juzgar al mundo y dar a cada uno su recompensa. Las señales y las enseñanzas

del Señor en cuanto a la preparación motivan a los creyentes a velar, puesto que no se sabe la

hora de su regreso. Como pilar teológico, el advenimiento es la nota tónica del adventismo,

pues desde 1844 ha mantenido viva la esperanza.

El santuario

Pilar hermenéutico del movimiento adventista. Señala a Cristo como el gran Sumo

Sacerdote, quien inició la segunda fase de su ministerio en el santuario celestial al final de los

2,300 días, es decir en 1844. En esta fase, el Señor elimina de los registros celestiales el

pecado de los santos. Pecados que previamente han sido perdonados al creer en el sacrificio de

Cristo en la cruz; tal como era tipificado en el Día de la Expiación. La conclusión del

ministerio de Cristo señalará el fin del tiempo de prueba otorgado a los seres humanos antes de

su segunda venida.

Page 133: Israel Robles

115

El mensaje de los tres ángeles

Pilar integrador que ubica al movimiento adventista dentro de la corriente profética, al

proporcionarle en cada uno de los tres mensajes una explicación para los períodos iniciales de

su historia. Estos mensajes, contienen también los elementos proféticos para comprender el

evangelio eterno: (a) el juicio divino que crea la necesidad de la gracia, (b) la respuesta

apropiada en temor y adoración a Dios como Creador y (c) la ley junto a la fe en la vida

cristiana. Para los adventistas, además, es el móvil de la misión mundial.

La no inmortalidad del alma

Es el pilar protector en el tiempo del fin, pues al dar una perspectiva correcta de la vida

y la muerte, protege al movimiento de los engaños del espiritismo moderno. Invita al creyente

a permanecer en Cristo para participar de la primera resurrección y recuerda al hombre su

dependencia de Dios, quien es el único inmortal.

La ley de Dios

Pilar que engloba los diez mandamientos entregados por Dios en dos tablas de piedra,

que estarán en el centro del conflicto final, especialmente los primeros cuatro, que definen la

adoración correcta a Dios. También ayudan a entender el evangelio eterno, pues constituyen la

única norma para el juicio, realidad que a su vez hace que el creyente perciba su necesidad de

la gracia. Los creyentes los obedecen gracias a las promesas del nuevo pacto.

El sábado

Pilar sellador, el día que el creyente guarda por la fe, reconociendo a Dios como

Creador. En el tiempo del fin, su observancia será la señal que producirá el sello de Dios. En

Page 134: Israel Robles

116

contraste, los que adoren a la bestia, será porque conscientemente aceptan un falso día de

reposo y lo reconocen como la marca de su autoridad.

El don profético

Es el don de profecía otorgado a la iglesia remanente, en la persona y obra de Elena de

White, es considerado como “la luz menor” que conduce hacia “luz mayor” que es la Biblia.

Fue el medio de confirmación, no la fuente, en el período de formación doctrinal del

adventismo. Resalta la importancia que Dios le da a la inspiración-revelación en la

comunicación de su voluntad.

Variables dependientes

Se eligieron tres formas de vida del adventismo para medir el impacto del contenido de

la predicación. Estas son las variables dependientes y sus definiciones conceptuales son las

siguientes:

Estilo de vida

En esta investigación, se refiere principalmente al cuidado de la salud desde un

enfoque preventivo. Este estilo de vida está basado en la relación íntima entre la mente y el

cuerpo, considerado este último como el “templo del Espíritu Santo”. En su conceptualización

más amplia, este estilo de vida comprende ocho hábitos de salud (agua, descanso, ejercicio,

luz solar, aire, nutrición, temperancia y esperanza en Dios).

En la encuesta solo se midió –por conveniencia metodológica– lo relacionado con la

alimentación, por ser el área donde los adventistas se separan de los demás grupos religiosos

en el contexto donde se realizó la investigación. Se espera que el creyente haga una decisión

Page 135: Israel Robles

117

inicial en su dieta de eliminar las carnes inmundas y posteriormente se le anima a avanzar

hacia la eliminación de la carne en su alimentación.

Adicionalmente, se incluyen dos ítems que aluden al estilo de vida en la vestimenta, en

la cual se espera se tomen en cuenta la modestia y sencillez y un ítem relacionado a la práctica

de devolver el diezmo bíblico como parte del estilo de vida.

Compromiso con la misión

Cuando los adventistas llegan a la convicción de que se les ha confiado un mensaje

considerado como la verdad que el mundo necesita para el tiempo actual, también descubren

el gozo de compartirlo con sus conocidos. El grado de compromiso con la misión se mide por

el grado de participación en las actividades en las cuales se busca compartir sus creencias y

valores con sus conocidos y la comunidad. En el contexto del universo donde se aplicó la

encuesta, las actividades misioneras giran en derredor de los grupos pequeños, de los cuales se

espera que cada adventista sea miembro.

Relación con Cristo

El adventista que espera el retorno de Cristo a esta tierra, vive su espiritualidad en el

marco de la espera. Así, el estudio diario de la Biblia, es considerado el medio por el cual Dios

se comunica personalmente con el creyente y fortalece su fe en este mundo. La oración es la

respuesta personal del creyente en su necesidad de abrir cada día su corazón a Dios. De igual

manera, la adoración en los servicios y el sábado distinguen a los creyentes que han nacido de

nuevo.

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118

Definición instrumental de las variables

A continuación se presentan los ítems del instrumento con los que se midió cada una

de las variables.

El contenido de la predicación y sus dimensiones

Una vez que se definieron conceptualmente los pilares teológicos como contenidos de

la predicación adventista, a continuación se presentan los ítems que midieron

instrumentalmente estos conceptos.

La segunda venida de Cristo

Señales del regreso de Cristo.

El regreso personal y visible de Cristo.

El chasco de 1844 y el librito dulce y amargo de Apocalipsis 10.

Las parábolas de la preparación: El portero, el padre de familia, el siervo fiel y prudente,

las diez vírgenes, los talentos y las ovejas y los cabritos.

El santuario

El santuario celestial en Apocalipsis y Hebreos.

El sacerdocio de Cristo en el santuario celestial.

La profecía de los 2,300 días y el juicio investigador.

El mensaje de los tres ángeles

La misión y el discipulado en la iglesia remanente.

La caída de Babilonia.

La doctrina de la creación en el tiempo del fin.

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119

La no inmortalidad del alma

El estado inconsciente de los muertos.

El espiritismo moderno.

Las dos resurrecciones y el milenio.

La ley de Dios

La ley y la gracia en el plan de salvación.

La ley y el cuerno pequeño.

La ley moral y la ley ceremonial.

El propósito de la ley moral.

El sábado

Cómo llegó el sábado a la iglesia adventista.

El sello de Dios y la marca de la bestia.

La adoración y el sábado en el tiempo del fin.

El don profético

La doctrina de los dones espirituales en el Nuevo Testamento.

La inspiración y la revelación.

Vida y obra de Elena de White.

El propósito del don profético en la iglesia remanente.

Variables demográficas o nominales. Las variables nominales por su propia naturaleza

no se miden métricamente, pero son datos muy valiosos que los encuestados proporcionan al

principio de la encuesta y que al relacionarlos con las otras variables arrojan mayor riqueza en

la investigación.

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120

De igual manera, las variables que aluden a las formas de vida del adventismo se

midieron con los siguientes ítems.

Estilo de vida

No consumo café, coca cola y refrescos.

Consumo solo carnes limpias.

He pensado en eliminar la carne de mi dieta algún día.

Experimento la bendición de devolver el diezmo.

Compromiso con la misión

Asisto a mi grupo pequeño.

Llevo visitas a la reunión del grupo pequeño.

Ofrezco estudios bíblicos a mis conocidos.

Relación con Cristo

Disfruto buscando a Dios a través de la oración personal.

Dedico por lo menos 15 minutos al estudio diario de la Biblia.

Participo con entusiasmo en la Cena del Señor.

Adoro al Señor con mi puntualidad en los sábados.

Definición operacional

La medición de las variables se realizó mediante un instrumento divido en dos partes.

La primera con 27 ítems, para medir el contenido de la predicación adventista y por una

segunda parte para medir el estilo de vida, el compromiso con la misión y la relación con

Cristo. Ambas partes con el formato de la escala de Likerth.

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121

La variable contenido de la predicación se midió en las respuestas que los miembros

dieron a la indicación: “Por favor indique la frecuencia con que ha escuchado en la

predicación –del año anterior- los temas que se indican a continuación. En la escala que se le

presenta a la derecha usted deberá marcar con una x la columna que más describa esa

frecuencia de predicación (marque solo uno)”.

De igual manera para las variables dependientes o formas de vida adventista se le pidió

que conteste “con qué frecuencia realizó las siguientes actividades”.

La escala de respuestas que se utilizó para obtener la medida de los ítems y variables es

la siguiente:

1. Nunca.

2. Casi nunca.

3. A veces.

4. Frecuentemente.

5. Muy Frecuente.

Hipótesis y alcance de variables

A continuación se presentan las tres hipótesis nulas que se sometieron a prueba

estadística para ver si la investigación las descartaba o se quedaba con ellas.

H01: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético] no tiene relación significativa con el estilo de vida.

H02: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

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122

(6) el sábado y (7) el don profético] no tiene relación significativa con el compromiso con la

misión.

H03: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético] no tiene relación significativa con la relación con Cristo.

Las técnicas estadísticas que se usaron para someter a prueba las hipótesis nulas fueron

en primer lugar el coeficiente de correlación lineal de Pearson, para saber el grado de relación

entre la variable independiente contenido de la predicación y las variables dependientes estilo

de vida, compromiso con la misión y relación con Cristo.

En segundo lugar se utilizó la regresión lineal simple para saber el grado en que la

variable independiente explica a las variables dependientes. Por último, se usó la regresión

lineal múltiple para saber en qué medida las dimensiones de la variable independiente explican

a las variables dependientes. En relación al nivel de significación que se usó para rechazar las

hipótesis nulas fue si el modelo de regresión lineal mostraba un valor menor a .05.

Proceso de recolección de los datos

Una vez diseñado y validado el instrumento, se procedió a la aplicación a las unidades

de observación. Se les pidió a los pastores de los 28 distritos de la Asociación Olmeca que

participaran voluntariamente en la aplicación, seleccionando una de sus iglesias organizadas,

de los cuales diez respondieron positivamente. Al aplicar las encuestas a la iglesia

seleccionada en cada distrito, se eligieron a las unidades de observación por el criterio de

conveniencia, ya que hay miembros que no sabían leer. Una vez concentradas las encuestas, se

eliminaron aquellas que no fueron correctamente contestadas, quedando un total de 161.

Page 141: Israel Robles

123

Proceso de análisis de datos

Teniendo las encuestas para el análisis, se concentraron los datos en una hoja de

cálculo Ecxel y en seguida se pasaron al paquete estadístico (SPSS) el cual permite trabajar

con gran tamaño de datos y variables. Así se tuvo una base de datos lista para el análisis. Los

pasos y técnicas que se usaron para el análisis son los siguientes:

Primeramente se construyó un diagrama de “Caja y bigotes” para analizar la frecuencia

de cada dimensión de la variable contenido de la predicación. Este diagrama muestra

gráficamente la distribución de las frecuencias en cuartiles, es decir en segmentos que

representan un 25 por ciento de las frecuencias. También se obtuvo la media aritmética para

elaborar una gráfica de barras que mostrara la frecuencia en la cual cada pilar teológico estuvo

presente en la predicación del año de medición.

Posteriormente, midió el grado de relación entre la variable independiente y las

variables dependientes a través del coeficiente de correlación de Pearson. Por último, se aplicó

la técnica estadística de la regresión lineal simple y regresión lineal mhyúltiple para probar las

hipótesis nulas a través de los valores de explicación obtenidos.

Proceso de la investigación

El proceso de investigación cubrió tres etapas.

Etapa no. 1. Recolección de datos. En esta etapa se validó la encuesta, se seleccionó la

muestra y se aplicó a las unidades de observación.

Etapa no. 2. Análisis estadístico de los datos. En esta segunda etapa se formó la base

de datos, se aplicaron las técnicas estadísticas y se elaboraron las tablas y modelos estadísticos

que se utilizaron en la descripción de resultados.

Page 142: Israel Robles

124

Etapa no. 3. Interpretación de los datos. En esta última etapa se aplicaron las técnicas

estadísticas seleccionadas para poder contestar las preguntas de investigación, así como para

descartar o aprobar estadísticamente las hipótesis nulas. En seguida se preparó el informe

final.

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125

CAPÍTULO IV

RESULTADOS

En este capítulo se presentan los resultados más sobresalientes de la investigación.

Partiendo de una descripción de la muestra, se pasa al comportamiento de las variables,

enseguida se presentan los coeficientes de fiabilidad del instrumento, para luego dar paso al

punto esencial de la investigación: La prueba de hipótesis. El capítulo termina haciendo

alusión a otros resultados de interés que también se desprenden del análisis de datos.

Descripción demográfica de la muestra

La Asociación Olmeca de los Adventistas del Séptimo Día, abarca territorialmente

cinco municipios del estado de Tabasco: Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán, Comalcalco y

Paraíso. A su vez está organizada en 28 distritos pastorales, de los cuales 10 distritos

participaron en la muestra. De Cunduacán, 4: Cucuyulapa, Cunduacán II, Cunduacán III y

Tulipán II; de Cárdenas, 4: Villa Benito, Ingenio, Ocampo y C 10; y de Huimanguillo, 2:

Huimanguillo I y Huimanguillo II.

En cada distrito se seleccionó una iglesia de la cual se tomó una muestra de 15

miembros que fueron elegidos por conveniencia. Participando en total 161 miembros, de los

cuales el 63.3 por ciento viven en medio rural y el 36.7 por ciento en medio urbano; el 59.6

por ciento son hombres y el 40.4 por ciento son mujeres. La edad osciló entre los 12 y los 70

años, siendo la edad promedio 36.8 años.

Page 144: Israel Robles

126

El tiempo de los miembros en la iglesia se distribuye entre 1 y 58 años, siendo el

promedio 15.23 años. En cuanto al nivel académico, el 3.1 por ciento no tienen la primaria, el

15.7 por ciento terminaron la primaria, el 37.7 por ciento tienen estudios de secundaria, el 20.8

por ciento de preparatoria, el 18.2 por ciento tienen estudios universitarios y un 4.4 por ciento

tienen estudios de postgrado. Además, el 80.9 por ciento de los encuestados tienen cargos en

la iglesia y el 19.1 por ciento no tienen. Finalmente, de la muestra 54.8 por ciento son

predicadores y el 45. 2 por ciento no han predicado.

Comportamiento de las variables

Lo que se midió fue el grado de relación de la variable contenido de la predicación

basado en las presuposiciones teológicas conocidas como pilares del adventismo [(1) la

segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la

no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don profético] con: (a) el

estilo de vida, (b) el compromiso con la misión y (c) la relación con Cristo, consideradas como

formas de vida del adventismo, en los diez distritos anteriormente mencionados, durante el

año 2011.

Frecuencia de predicación de los pilares

Lo primero que se considera oportuno analizar es el comportamiento de las

dimensiones de la variable contenido de la predicación. Es decir, en qué medida los pilares

teológicos del adventismo estuvieron presentes en la predicación de las iglesias del universo

de estudio, durante el año previo a la encuesta. Para ello, vamos a utilizar el siguiente

diagrama denominado “caja y bigotes” (Figura 1) que distribuye las frecuencias de las

respuestas en cuartiles o segmentos que representan cada uno 25 por ciento de las respuestas.

Además, presenta la mediana, medida que divide en dos partes iguales las respuestas, es decir,

Page 145: Israel Robles

127

nos muestra desde qué punto están abajo el 50 por ciento de las respuestas o viceversa, desde

que punto están hacia arriba.

Si se considera que la escala métrica es del 1 al 5 en el eje vertical y corresponden a: 1.

Nunca 2. Casi nunca 3. A veces 4. Frecuentemente 5. Muy Frecuente y las doctrinas pilares

están colocadas en el eje horizontal, se puede observar hasta donde se distribuyó el primer

cuartil o 25 por ciento, la mediana el 50 por ciento o el tercer cuartil el 75 por ciento. Además

de ver la respuesta mínima y máxima en cada caso.

El sábado

Se observa que en el comportamiento de la predicación del pilar teológico acerca del

sábado; en donde la mediana es la más alta en la escala cercana al punto 4, es decir el 50 por

ciento de las respuestas se distribuyen de frecuentemente hacia muy frecuente. Si se toma en

cuenta ahora del primer cuartil hacia arriba, se va a observar que el 75 por ciento de los

miembros reportaron haber escuchado entre a veces hasta muy frecuentemente este pilar

teológico en la predicación. De igual forma cuando se observa el valor mínimo del sábado, se

nota que no hay respuestas en nunca.

La segunda venida

En segundo lugar, se analizó la predicación referente a la segunda venida, en la cual, la

mediana aparece entre 3 y 4 colocando un 50 por ciento notablemente arriba; de igual forma al

observar su primer cuartil se ve que el punto donde arranca el 75 por ciento de las respuestas

es el más alto en comparación a los demás pilares. Al observar las cajas se ve que el 50 por

ciento de los miembros se distribuyeron entre el punto 3 y 4, es decir entre a veces y

frecuentemente. Se nota además, que su respuesta mínima es la más elevada, es decir nadie

respondió nunca ni a veces en la frecuencia de esta predicación; pero se nota que su respuesta

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128

mayor no llegó al punto de muy frecuente; es decir, ningún miembro dijo haber escuchado

muy frecuentemente esta predicación. Solo cuando se recurra a la media aritmética se sabrá

exactamente entre el sábado y la segunda venida de Cristo, cuál se predicó con mayor

frecuencia.

Figura 1. “Diagrama de caja y bigotes”. Frecuencia de los pilares teológicos

en la predicación

La ley de Dios

En el comportamiento del pilar teológico la ley de Dios, se observa que un 75 por

ciento de las respuestas están distribuidas desde el punto 3 hacia el 5. También en este pilar no

hubo respuestas para nunca y muy pocas para casi nunca. Si se observa la caja superior, se

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129

notará que hay un 25 por ciento de miembros que dijeron haber escuchado esta predicación

entre a veces y frecuentemente.

El don profético

Llama la atención el hecho de que al comparar la mediana de la ley de Dios y la del

don profético se las ve en el mismo punto de la escala; pero el valor mínimo del don profético

es inferior al de la ley de Dios.

El santuario, el mensaje de los tres

ángeles y la no inmortalidad

Se observan que en el santuario, el mensaje de los tres ángeles y la no inmortalidad el

75 por ciento de las respuestas no alcanzaron el punto frecuentemente, aunque en el caso del

mensaje de los ángeles y la no inmortalidad, el número máximo alcanzó el punto muy

frecuente; no así el del santuario, cuyo nivel máximo es inferior a todos los demás pilares. Se

infiere que el pilar más desconocido entre los miembros de la muestra es el santuario.

Comportamiento de los pilares teológicos

del adventismo según la media aritmética

Para tener otra idea del comportamiento de las dimensiones del contenido de la

predicación, se recurrió a la media aritmética o promedio de las respuestas, medida que se

observa en la tabla 1. Con ella se estableció un orden, de la doctrina menos predicada a la de

mayor frecuencia: (1) el santuario cuya media es de 2.74, (2) la no inmortalidad 2.78, (3) el

mensaje de los tres ángeles 2.98, (4) el don profético 3.23, (5) la ley de Dios 3.27, (6) la

segunda venida 3.48 y (7) el sábado 63. Nuevamente vemos que la doctrina pilar más

predicada fue la del sábado, con una media de 3.63 y la menos predicada fue la del santuario,

con una media de 2.74.

Page 148: Israel Robles

130

Tabla 1

Media de los pilares teológicos del

adventismo en la predicación

Pilares N Mínimo Máximo Media

Segunda Venida 161 2 5 3.48

El Santuario 160 1 5 2.74

Mensaje de los tres

Ángeles

161 1 5 2.98

No inmortalidad 161 1 5 2.78

La Ley de Dios 161 1 5 3.27

El Sábado 161 1.25 5 3.63

El Don Profético 161 1 5 3.23

Si se colocan datos anteriores en una gráfica de barras se notará la misma información

pero ahora en barras representando a cada uno de los pilares (Figura 2).

Figura 2. Gráfica de frecuencia de predicación de los pilares

teológicos del adventismo.

0

1

2

3

4

Sant No inm Tres áng Don prof Ley 2 Ven Sáb

Page 149: Israel Robles

131

Análisis del comportamiento de las

variables por ítems

A continuación se hará un acercamiento al comportamiento de los ítems con que se

midieron las dimensiones de la variable contenido de la predicación; esto se hará a través de la

media de cada ítem colocado en las tablas que siguen. Se empezará con la doctrina pilar el

santuario, en la cual se observan las frecuencias de predicación de los ítems que la midieron;

el orden en que aparecen es de más alto en la parte superior y la frecuencia más baja en la

parte inferior.

Ítems del santuario

Este es el pilar con el comportamiento más bajo en las frecuencias (Tabla 2) y los ítems

que lo midieron. En este sentido, el tema menos frecuente en la predicación del santuario fue:

La contaminación y limpieza del santuario terrenal y celestial y el de más frecuencia en este

pilar fue el sacerdocio de Cristo en el santuario celestial.

Tabla 2

Media de los ítems del santuario

Ítems del santuario N Mínimo Máximo Media

El sacerdocio de Cristo en el

santuario celestial

151 1 5 2.97

La profecía de los 2,300 días y el

juicio investigador.

156 1 5 2.85

El santuario celestial en

Apocalipsis y Hebreos

152 1 5 2.72

La contaminación y limpieza del

santuario terrenal y celestial

155 1 5 2.47

Page 150: Israel Robles

132

Ítems de la no inmortalidad del alma

La siguiente doctrina pilar que aparece en orden de menor a mayor frecuencia es la no

inmortalidad del alma. Los ítems que la midieron están en la tabla 3. Se observa también a un

pilar teológico con baja frecuencia en la predicación. En este caso, el tema menos predicado

acerca de la no inmortalidad del alma es el espiritismo moderno, con una media de 2.58. En

tanto que el tema más predicado fue el de las dos resurrecciones y el milenio con 2.98.

Tabla 3

Media de los ítems de la no

inmortalidad del alma

La no inmortalidad del

alma

N Mínimo Máximo Media

Las dos resurrecciones y el

milenio

156 1 5 2.98

La no inmortalidad del

alma

160 1 5 2.77

El espiritismo moderno 158 1 5 2.58

Ítems del mensaje de los tres ángeles

El comportamiento de los ítems que midieron al pilar teológico del mensaje de los tres

ángeles aparece en la tabla 4. En este caso el tema menos predicado fue el de la caída de la

Babilonia espiritual, con una media de 2.74. En tanto que el tema de la misión y el discipulado

en la iglesia remanente, fue el más predicado con 3.39.

Page 151: Israel Robles

133

Ítems del don profético

En cuanto al don profético (Tabla 5), el tema más escuchado fue el del propósito del

don profético en la iglesia remanente, con 3.42. Y el menos escuchado fue el de la vida y obra

de Elena de White, con 3.11.

Tabla 4

Media de los ítems del mensaje de los tres ángeles

El mensaje de los tres

ángeles

N Mínimo Máximo Media

La misión y el

discipulado en la iglesia

remanente

159 1 5 3.39

La doctrina de la creación 157 1 5 3.01

Los distintivos del

remanente

153 1 5 2.83

La caída de Babilonia

espiritual

157 1 5 2.74

Tabla 5

Media de los ítems del don profético

El don profético N Mínimo Máximo Media

El propósito del don profético

en la iglesia remanente

159 1 5 3.42

La doctrina de los dones

espirituales en el NT

157 1 5 3.31

La inspiración y la revelación 159 1 5 3.16

Vida y obra de Elena de White 159 1 5 3.11

Page 152: Israel Robles

134

Ítems de la ley de Dios

En relación con la ley de Dios (Tabla 6), el tema que reporta más frecuencias es el de

la ley y la gracia en el plan de salvación, con 3.65 y el menos oído en la predicación fue el de

la ley y el cuerno pequeño, con 2.93.

Tabla 6

Media de los ítems de la ley de Dios

La ley de Dios N Mínimo Máximo Media

La ley y la gracia en el plan de

salvación

159 1 5 3.65

El propósito de la ley moral 153 1 5 3.24

La ley moral y la ley

ceremonial

154 1 5 3.22

La ley y el cuerno pequeño 157 1 5 2.93

Ítems de la segunda venida

En el pilar teológico de la segunda venida de Cristo (Tabla 7), el ítem más predicado es

el regreso personal y visible de Cristo, con 3.96; y el que tiene menos frecuencia en este pilar

es el chasco de 1844 y el librito dulce y amargo, con 2.59.

Ítems del sábado

El pilar teológico del sábado resultó ser el más predicado, (ver la tabla 8), y se nota que

el ítem con más frecuencia es el de Cristo y el sábado con una media de 3.96 y el que reporta

menos frecuencia es cómo llegó el sábado a la iglesia remanente, con 3.14.

Page 153: Israel Robles

135

Tabla 7

Media de los ítems de la segunda

venida

La segunda venida N Mínimo Máximo Media

El regreso personal y

visible de Cristo 156 1 5 3.96

Señales del regreso de

Cristo 159 1 5 3.91

Las parábolas de la

preparación 156 1 5 3.5

El chasco de 1844 y el

librito dulce y amargo 158 1 5 2.59

Tabla 8

Media de los ítems del sábado

El sábado N Mínimo Máximo Media

Cristo y el sábado 160 1 5 3.96

La adoración y el

sábado en el tiempo

de fin. 161 1 5 3.83

El sello de Dios y la

marca de la bestia 158 1 5 3.58

Cómo llegó el

sábado a la iglesia

adventista 157 1 5 3.14

En resumen, se puede decir que los 5 ítems más predicados fueron: (a) Cristo y el

sábado con una media de 3.96; (b) el regreso personal y visible de Cristo igual con 3.96, (c)

señales del regreso de Cristo con 3.91, (d) La adoración y el sábado en el tiempo del fin con

3.83 y (e) la ley y la gracia en el plan de salvación con 3.65. De igual forma, se puede notar

Page 154: Israel Robles

136

que los menos predicados fueron: (a) la contaminación y limpieza del santuario terrenal y

celestial 2.47, (b) el espiritismo moderno con 2.58, (c) el chasco de 1844 y el librito dulce y

amargo con 2.59, (d) la caída de la Babilonia espiritual con 2.74 y (e) y la no inmortalidad del

alma con 2.77.

Antes de analizar la relación que existe entre la variable contenido de la predicación y

las variables dependientes, se muestra el comportamiento de estas variables solas, es decir, se

observan las frecuencias con que aparecieron.

Ítems del estilo de vida

Esta variable fue medida por cuatro ítems que son consignados en la siguiente tabla en

la cual aparecen ordenados de acuerdo a la media de sus frecuencias (tabla 9). Es notable que

para el ítem consumo solo carnes limpias la media es 4.40; si el punto máximo de la escala es

5, podemos decir que casi el 100 por ciento de los miembros consume solo carnes limpias. La

media más baja en el estilo de vida corresponde al consumo de café, coca cola y refrescos.

Ítems del compromiso con la misión

En esta variable o dimensión de la experiencia cristiana del adventismo, la pregunta

(tabla 10), con la media más alta corresponde a la asistencia al grupo pequeño, con una media

de 4.31, es decir una media bastante significativa, ya que casi el 100 por ciento de los

miembros está asistiendo a los grupos pequeños. Pero el punto más bajo en el compromiso con

la misión está en llevar visitas al grupo pequeño con una media de 2.99.

Ítems de la relación con Cristo

En esta última variable dependiente (tabla 11), se nota que la asistencia y adoración al

Señor en los sábados tiene una media de 4.27, la cual es bastante aceptable. En tanto que el

Page 155: Israel Robles

137

ítem más bajo es el estudio diario de la Biblia, con 3.94. Sin embargo, muestra que en

promedio los miembros estudian frecuentemente, lo cual es significativo.

Tabla 9

Media de los ítems del estilo de vida

Estilo de vida N Mínimo Máximo Media

Consumo solo carnes

limpias

161 1 5 4.4

Experimento la

bendición de devolver

el diezmo

158 1 5 4.2

Cuando me visto pienso

en la modestia y

sencillez

155 1 5 3.79

He pensado eliminar la

carne de mi dieta algún

día

159 1 5 3.2

No consumo café, coca

cola y refrescos

160 1 5 3.01

Tabla 10

Media de los ítems compromiso con la misión

Compromiso con la

misión N Mínimo Máximo Media

Asisto a mi Grupo

Pequeño 156 1 5 4.31

Ofrezco estudios bíblicos

a mis conocidos 159 1 5 2.99

Llevo visitas a la reunión

del Grupo Pequeño 151 1 5 2.99

Page 156: Israel Robles

138

Tabla 11

Media de los ítems relación con Cristo

Relación con Cristo N Mínimo Máximo Media

Adoro al Señor con mi

puntualidad en los sábados

158 1 5 4.27

Disfruto buscando a Dios a

través de la oración personal

158 1 5 4.23

Participo con entusiasmo en la

cena del Señor

160 1 5 4.14

Dedico por lo menos 15

minutos al estudio de la Biblia

160 1 5 3.94

Confiabilidad y validez del instrumento

El instrumento de medición que se usó para probar las hipótesis contiene una variable

independiente y tres variables dependientes. A su vez, la variable independiente contenido de

la predicación, tiene siete dimensiones, las cuales se midieron a través de cuatro ítems cada

una, excepto una de ellas con tres (apéndice A, páginas 169-172).

Las variables dependientes que aluden a tres formas de vida del adventismo: El estilo

de vida, el compromiso con la misión y la relación con Cristo, fueron medidas con cinco, tres

y cuatro ítems respectivamente. El instrumento fue elaborado expresamente para esta

investigación, por lo que primeramente se hizo una validación de contenido, en la cual dos

especialistas Armando Juárez y Loron T. Wade, validaron la pertinencia y claridad de los

ítems. Finalmente, en cuanto a la fiabilidad de la escala de medición, se aplicó el coeficiente

del Alfa de Cronbach, resultando loa valores que aparecen en la tablas 12 y 13, que muestran

que mientras más se acerca el alfa a 1, mayor es la fiabilidad de la escala.

Page 157: Israel Robles

139

Como puede observarse en la tabla 13, solo en la variable estilo de vida el coeficiente

es bajo. En cuanto a los demás valores, el alfa de Cronbach da evidencias de que la escala

mide lo pretende medir. Sin embargo, debido a que por razones prácticas el instrumento se

limitó al número mínimo de declaraciones aceptables para medir un constructo, se recomienda

en futuras investigaciones, considerar el uso de instrumentos con más indicadores para obtener

resultados con mayor validez.

Tabla 12

Confiabilidad y validez de los constructos: Contenido de la

predicación

VI dimensiones del contenido de la

predicación

Alfa de

Cronbach No. de ítems

Segunda Venida 0.518 4

El santuario 0.824 4

El mensaje de los tres ángeles 0.728 4

La no inmortalidad del alma 0.767 3

La ley de Dios 0.752 4

El sábado 0.751 4

El don profético 0.781 4

Tabla 13

Confiabilidad y validez de las variables dependientes

VD formas de vida Alfa de Cronbach No. de ítems

Estilo de vida 0.434 5

Compromiso con la misión 0.651 3

Relación con Cristo 0.635 4

Page 158: Israel Robles

140

Prueba de las hipótesis nulas

Considerando que en las hipótesis de investigación se tomó la variable contenido de la

predicación como independiente, es decir como la variable que explica a las variables

dependientes o dimensiones de la experiencia cristiana del adventismo, es necesario notar cuál

es el grado de relación para determinar si se rechazan las hipótesis nulas (en donde la relación

es igual a cero) y se aceptan las hipótesis de investigación. Con este fin, se utilizó la regresión

lineal como técnica estadística, ya que tiene la bondad de explorar o cuantificar la relación

entre una variable llamada dependiente o criterio y una o más variables llamadas

independientes o predictoras, con un doble propósito: (a) Averiguar en qué medida la variable

dependiente puede estar implicada o explicada por la variable independiente, (b) obtener

predicciones en la variable dependiente a partir de la variable independiente. A continuación,

la prueba de las hipótesis nulas.

Primera hipótesis nula

H0: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético] no explica significativamente el estilo de vida de los

miembros en diez distritos de la Asociación Olmeca.

En este primer caso los resultados de la regresión lineal (tabla 14) son los siguientes: [F

(7,152)=4.594, p=.000] cuando el nivel de significación del modelo de regresión lineal es

menor a .05, lo que nos lleva en este caso a rechazar la primera hipótesis nula y a aceptar la

primera hipótesis de investigación.

Lo cual da evidencias de que la H1: El contenido de la predicación [(1) la segunda

venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no

Page 159: Israel Robles

141

inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don profético] tiene relación

significativa con el estilo de vida de los miembros de la Asociación Olmeca. Lo que equivale a

decir que el contenido de la predicación también predice el estilo de vida de los adventistas en

un 13 por ciento.

Tabla 14

Prueba de la primera hipótesis nula

R R

cuadrado R cuadrado corregida Error típ. de la estimación

.418a 0.175 0.137 0.55064

a. Variables predictoras: El don profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de Dios,

el santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles.

ANOVAb

Modelo Suma de

cuadrados gl Media cuadrática F Sig.

Regresión 9.75 7 1.393 4.594 .000a

Residual 46.087 152 0.303

Total 55.838 159

a. Variables predictoras: El don profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de Dios,

el santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles b. Variable dependiente: Estilo de Vida.

Por otro lado, también se observa el grado de relación existente entre las dimensiones

del contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario,

(3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el

sábado y (7) el don profético], y la variable dependiente estilo de vida (tabla 15).

Los resultados de aplicar la técnica estadística de regresión múltiple muestran cuáles

dimensiones de la predicación resultaron significativamente predictoras en relación con el

estilo de vida. En este caso, se encuentra que es la ley de Dios, pues los resultados muestran

Page 160: Israel Robles

142

una relación significativa y un valor explicativo (β = .234, p = .020). De igual forma, la

predicación de la no inmortalidad tiene cierta significación para explicar al estilo de vida por

sobre los otros pilares teológicos del adventismo, pues sus valores así lo muestran (β=-0.2,

p=0.31). Pero en este caso la explicación es negativa. Por lo cual, se podría decir que donde se

predique más de la ley de Dios y menos de la inmortalidad del alma, podría haber una mejora

en el estilo de vida.

Tabla 15

Cómo explican los pilares teológicos del adventismo al estilo de vida

Coeficientes no

estandarizados

Coeficientes

tipificados t Sig.

B Error típ. Beta

(Constante) 2.415 0.29 8.326 0

Segunda Venida 0.119 0.086 0.117 1.392 0.166

El Santuario -0.023 0.075 -0.03 -0.305 0.761

Mensaje de los tres

Ángeles 0.107 0.082 0.143 1.309 0.192

No inmortalidad -0.129 0.059 -0.2 -2.179 0.031

La Ley de Dios 0.18 0.077 0.234 2.351 0.02

El Sábado 0.06 0.075 0.081 0.801 0.424

El Don Profético 0.058 0.074 0.085 0.783 0.435

a. Variable dependiente: Estilo de Vida

Segunda hipótesis nula

H0: El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético] no explica el compromiso con la misión de los miembros de

diez distritos de la Asociación Olmeca.

Page 161: Israel Robles

143

Los resultados que arrojó el modelo estadístico (tabla 16), en cuanto a la segunda

hipótesis nula son los siguientes: [F (7,152)=3.797, p=.001] cuando el nivel de significación

del modelo de regresión lineal es menor a .05, lo que nos lleva rechazar la segunda hipótesis

nula y a aceptar la segunda hipótesis de investigación.

Esto quiere decir que según la H2: El contenido de la predicación [(1) la segunda

venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no

inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don profético] tiene relación

significativa con el compromiso con la misión de los miembros de la Asociación Olmeca. De

igual manera, el modelo muestra que el porcentaje de predicción del contenido de la

predicación sobre el compromiso con la misión es de un 11por ciento.

Por otro lado, también se puede observar el grado de relación existente entre las

dimensiones del contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina

del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de

Dios, (6) el sábado y (7) el don profético], y la variable dependiente compromiso con la

misión (Tabla 17). Los resultados de aplicar la técnica estadística de regresión múltiple

muestran que la predicación de la ley de Dios es significativamente predictora, pues (β = .313,

p = .032) y también el don profético, en donde (β=.239, p=.032); lo cual permite inferir que

cuando se predique más de la ley de Dios y del don profético, también habrá un incremento en

el compromiso con la misión.

Page 162: Israel Robles

144

Tabla 16

Prueba de la segunda hipótesis nula

R R cuadrado R cuadrado corregida

.386a 0.149 0.11

a. Variables predictoras: El don Profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de

Dios, el santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles b) Variable dependiente:

Compromiso con la misión

ANOVAb

Suma de

cuadrados gl

Media

cuadrática F Sig.

Regresión 18.325 7 2.618 3.797 .001a

Residual 104.798 152 0.689

Total 123.122 159

a. Variables predictoras: El don profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de Dios,

el santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles

Tabla 17

Como explican los pilares teológicos del adventismo al compromiso con la misión

Coeficientes no

estandarizados

Coeficientes

tipificados t Sig.

B Error típ. Beta

(Constante) 2.151 0.437 4.918 0

Segunda Venida -0.053 0.129 -0.035 -0.41 0.682

El Santuario 0.127 0.113 0.114 1.126 0.262

Mensaje de los tres

Ángeles -0.214 0.123 -0.192 -1.735 0.085

No inmortalidad -0.015 0.089 -0.015 -0.167 0.868

La Ley de Dios 0.357 0.115 0.313 3.09 0.002

El Sábado -0.074 0.113 -0.068 -0.659 0.511

El Don Profético 0.24 0.111 0.239 2.163 0.032

a. Variable dependiente: Compromiso con la Misión

Page 163: Israel Robles

145

Tercera hipótesis nula

H0 El contenido de la predicación [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético] no explica la relación con Cristo de los miembros de la

Asociación Olmeca.

En cuanto a la tercera hipótesis nula, los resultados del modelo análisis ANOVA

(Tabla 18), muestran que [F (7,152)=3.545, p=.001] cuando el nivel de significación del

modelo de regresión lineal es menor a .05; por lo tanto, se rechaza la tercera hipótesis nula y

se acepta la tercera hipótesis de investigación: H1 El contenido de la predicación [(1) la

segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la

no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don profético] tiene relación

significativa con la relación con Cristo de los miembros de diez distritos de la Asociación

Olmeca. En este mismo sentido, el modelo (tabla 14, columna R cuadrado corregida) nos

muestra que la variable contenido de la predicación explica en un 10 por ciento a la dimensión

de identidad o forma de vida “relación con Cristo” de los adventistas.

Considerando que la variable independiente predicación tiene siete dimensiones de

contenido [(1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del santuario, (3) el mensaje de los

tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios, (6) el sábado y (7) el don

profético], se aplicó también la técnica estadística regresión lineal múltiple para saber qué grado

de predicción existía entre estas dimensiones de contenido y la variable dependiente relación con

Cristo (tabla 15). Aquí se nota que hay dos dimensiones que sobresalen por su medida beta alta y

su significación menor a .05, la ley de Dios en donde (β = .205, p = .046) y el don profético en

Page 164: Israel Robles

146

donde (β=.283, p=.012), en donde se podría predecir que a mayor predicación acerca de la ley de

Dios y el don profético, mayor será la relación con Cristo.

Tabla 18

Prueba de la tercera hipótesis nula

Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida

1 .375a 0.14 0.101

a) Variables predictoras: El don profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de Dios, el

santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles. b) Variable dependiente: Relación con

Cristo.

ANOVAb

Modelo Suma de cuadrados gl Media

cuadrática F Sig.

1

Regresión 8.863 7 1.266 3.545 .001a

Residual 54.279 152 0.357

Total 63.141 159

a) Variables predictoras: El don profético, segunda venida, no inmortalidad, la ley de Dios, el

santuario, el sábado, mensaje de los tres ángeles. b) Variable dependiente: Relación con

Cristo.

Otros resultados

Los siguientes resultados, aunque no formaron parte de las preguntas iniciales de

investigación, pueden enriquecer la comprensión del fenómeno del contenido de la

predicación adventista.

El compromiso con la misión y el

nivel académico

Se observa una ligera mayor participación de los miembros cuyo nivel académico

oscila entre primero y sexto grado de primaria con una media aritmética de 3.42 (tabla 20).

Page 165: Israel Robles

147

Tabla 19

Cómo explican los pilares teológicos del adventismo a la relación con Cristo

Modelo

Coeficientes no

estandarizados

Coeficientes

tipificados

t

Sig. B Error típ. Beta

(Constante) 3.113 0.315 9.889 0

Segunda Venida 0.07 0.093 0.065 0.756 0.451

El Santuario 0.064 0.081 0.08 0.784 0.434

Mensaje de los tres

Ángeles

-0.054 0.089 -0.068 -0.613 0.541

No inmortalidad -0.032 0.064 -0.047 -0.499 0.619

La Ley de Dios 0.167 0.083 0.205 2.014 0.046

El Sábado -0.095 0.081 -0.121 -1.176 0.241

El Don Profético 0.204 0.08 0.283 2.549 0.012

a. Variable dependiente: Relación con Cristo

Tabla 20

Compromiso con la misión y el nivel académico

N Media Desviación típica

1. Ninguno 5 2.9333 1.2561

2. 1 a 6 de primaria 25 3.5933 0.81092

3. 1 a 3 de secundaria 60 3.4222 0.86709

4. Bachillerato 33 3.3232 0.72402

5. Universidad 29 2.8793 0.93954

6. Posgrado 7 3.1429 0.92009

Total 159 3.3019 0.87896

Page 166: Israel Robles

148

La relación con Cristo y la edad

Existe relación significativa entre la edad y la relación con Cristo, el compromiso con

la misión y el estilo de vida (Tabla 21). A mayor edad se eleva la correlación con cada una de

las tres dimensiones de la experiencia cristiana adventista, según la correlación de Pearson.

Tabla 21

Correlación entre la relación con Cristo, el compromiso con la

misión, el estilo de vida y la edad

Correlación de Pearson Edad

Relación con

Cristo

Correlación de Pearson 344**

Sig. (bilateral) 0

N 156

Compromiso

con la misión

Correlación de Pearson 352**

Sig. (bilateral) 0

N 156

Estilo de vida

Correlación de Pearson 257**

Sig. (bilateral) 0.001

N 156

**La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

*La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Formas de vida y la variable nominal predicador

Al comparar la media aritmética de la variable demográfica si es predicador o no (tabla

22) se observa una diferencia significativa en relación al estilo de vida, el compromiso con la

misión y la relación con Cristo. Los predicadores mostraron un mejor desempeño en estas tres

dimensiones de la experiencia cristiana, en relación a los que no son predicadores. Así lo

muestra la siguiente tabla.

Page 167: Israel Robles

149

Tabla 22

Correlación entre si es o no predicador y las demás

variables

Es

predicador… N Media

Segunda Venida 1 Si 86 3.4738

2 No 71 3.5023

El Santuario 1 Si 86 2.7287

2 No 70 2.7595

Mensaje de los tres Ángeles 1 Si 86 2.9777

2 No 71 3.0235

No inmortalidad 1 Si 86 2.876

2 No 71 2.6925

La Ley de Dios 1 Si 86 3.3372

2 No 71 3.2148

El Sábado 1 Si 86 3.5339

2 No 71 3.7535

El Don Profético 1 Si 86 3.2752

2 No 71 3.2171

Relación con Cristo 1 Si 86 4.3527

2 No 71 3.9249

Compromiso con la Misión 1 Si 86 3.5911

2 No 71 2.993

Estilo de Vida 1 Si 86 3.8355

2 No 71 3.5838

Relación entre si es predicador y el género

La siguiente tabla (tabla 23) indica que los hombres tienen más relación con la

predicación que las mujeres, pues de un total de 83 predicadores 63 son hombres y 20 son

mujeres.

Page 168: Israel Robles

150

Tabla 23

Relación entre el género y si es predicador

Recuento

Género

Total 1

Masculino

2

Femenino

Es

predicador

1 Si 63 20 83

2 No 29 40 69

Total 92 60 152

Conclusión

Al rechazar las hipótesis nulas con los resultados de las pruebas estadísticas

permanecen las hipótesis de investigación, las cuales establecen que la variable independiente

contenido de la predicación puede explicar a las variables dependientes estilo de vida,

compromiso con la misión y la relación con Cristo. Aunque los resultados no establecen

causalidad, proporcionan evidencias de un grado de predicción significativo, lo que lleva a

reafirmar la teoría de que lo que una persona cree afecta su conducta y su identidad.

Por otro lado, los resultados también dieron evidencias del estado actual de los pilares

teológicos en su función de contenido de la predicación. En este sentido, cuando se establece

un orden de menor a mayor frecuencia, según la media aritmética, los pilares teológicos

quedan como sigue: (7) el santuario con una media de 2.74, (6) la no inmortalidad con 2.78,

(5) el mensaje de los tres ángeles con 2.98, (4) el don profético con 3.23, (3) la ley de Dios con

3.27, (2) la segunda venida con 3.48 y (1) el sábado con 3.63. Las evidencias que

proporcionan los resultados colocan al sábado como el pilar teológico del adventismo más

Page 169: Israel Robles

151

predicado, con una media de 3.63 y el santuario como el menos predicado, con una media de

2.74.

Page 170: Israel Robles

152

CAPÍTULO V

RESUMEN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El adventismo como cualquier otro movimiento religioso necesita definirse para

justificar su existencia en el mundo. Necesita autoevaluarse para saber si está proveyendo a

sus miembros de un núcleo de creencias que afirman su identidad. Necesita convencer acerca

del hecho de que ser diferentes le da sentido a los individuos y a los grupos sociales. Y sobre

todo, necesita garantizar a quien se une al movimiento que vale la pena pagar el costo de la

lealtad. Por lo tanto, es de suma importancia examinar la legitimidad del adventismo histórico

y actual.

Es necesario dar una respuesta puntual a las interrogantes, ya sean desgastadas o

inéditas, acerca de que si el adventismo es tan solo una modificación del protestantismo del

siglo XIX, o una versión mejorada de la teología de la Reforma que ya existía y continúa

existiendo sin mayores cambios. O como señalan sus críticos, una ocurrencia creativa de sus

pioneros para superar el trauma del chasco de 1844.1

O acaso, padecen los adventistas de inmadurez teológica a causa de sus doctrinas

distintivas, que son rechazadas por la mayoría de las iglesias evangélicas. O como se afirma:

¿Realmente es el resultado directo del cumplimiento de las profecías de Daniel y Apocalipsis

1“Quizás la más distintiva de todas las creencias adventistas es la del santuario. Esta doctrina resultó

como una explicación del fracaso del movimiento millerita en 1844” ( Kenneth R. Samples “De la controversia a

la crisis: una evaluación actualizada del adventismo del séptimo día”, Christian Research Journal Vol. 11,

Número 1 [Verano 1988], en http://www.geocities.com/alfil2_1999/crisis.html (20 enero 2012)

Page 171: Israel Robles

153

para el tiempo del fin? Al considerar las fronteras que dividen las etapas de la historia

adventista, se destacan las marcas que se han forjado en el crisol de cada crisis de identidad.

Además, se distinguen los conflictos teológicos que libraron los pioneros para definir sus

creencias y defenderlas palmo a palmo en el terreno profético que reclamaban haberles sido

asignado por Dios.

¿Qué ha mantenido incólume a los adventistas en sus más de 160 años de existencia?

¿Cómo han respondido a cada crisis de identidad? ¿Cuál es el genio del adventismo que lo

proyecta como el remanente visible de la escatología? ¿Son conscientes de los peligros

actuales que enfrenta su identidad? Para responder a estas y otras interrogantes, se realizó la

presente investigación acerca del contenido de la predicación y la identidad adventista.

En este último capítulo se reitera el marco teórico que fundamentó la investigación, de

donde se extrajo la teoría más aceptable para estudiar la identidad adventista, a saber, las

presuposiciones teológicas conocidas como pilares teológicos del adventismo; enseguida se

presenta la metodología que permitió obtener conclusiones con validez estadística, después de

lo cual se exponen los resultados más relevantes y finalmente se dan las recomendaciones

derivadas de la investigación.

Un marco teórico para la identidad adventista

El adventismo emergió en 1831 como resultado del estudio historicista de las profecías

de Daniel y Apocalipsis para el tiempo del fin. El énfasis escatológico y racional de su

principal doctrina, el retorno premilenial de Cristo, atrajo a miles de creyentes de varias de las

Page 172: Israel Robles

154

iglesias protestantes de Norteamérica, que pensaron que Jesús podría venir entre 1843 y 1844.1

Al principio las iglesias protestantes vieron con agrado al movimiento y lo apoyaron,

pero en 1843 el efecto aglutinador de las profecías estremeció a aquellas iglesias que

terminaron excluyendo de sus filas a los adventistas. Esta fue su primera crisis de identidad. El

manejo que hicieron de ella dejó un precedente histórico. En ese entonces, hicieron su primera

aproximación al mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12; en donde identificaron

que el mensaje del primer ángel, que anuncia que “la hora del juicio ha llegado” (Ap 14: 7), se

estaba cumpliendo en su propio movimiento.

Y el mensaje del segundo ángel, que proclama la caída de Babilonia (Ap 14: 8),

representaba el rechazo de las iglesias protestantes hacia la doctrina del regreso premilenial de

Cristo y la exclusión resultante de los adventistas.2 Así, esta primera crisis fue superada al

aplicar a su propio movimiento los mensajes del primer y segundo ángel de Apocalipsis 14, y

a su vez, dejaba un precedente hermenéutico para manejar las futuras crisis.

Con el arribo de 1844, el año fijado para la culminación de los 2,300 días y la

consecuente venida de Cristo según Daniel 8: 14, los adventistas enfrentaron la mayor crisis

de su historia: El denominado gran chasco de 1844. Esta crisis llevó prácticamente al

movimiento a la desintegración, aunque no significó el fin. Sin embargo, este trance les dejaba

un desafío por resolver para mantener su derecho a la existencia. El misterio que había de

1David L. Rowe, Thunder and trumpets: Millerites and disserting religion in upstate New York, 1800-

1850 (Chico, CA: Scholars Press, 1985), 48, 70, 71, 93. Michael Barkun, Crucible of the millennium: The burned

over district of New York in the 1849s, (Siracuse, NY: Syracuse University Press, 1986), 103, 11, 112, 117-119,

139, 143. Ruth Alden Doan, The Miller heresy, millennialism, and American culture (Philadelphia, PA: Temple

University Press, 1987), 12, 13.

2Charles Fitch, “Come out of her”, MC, septiembre 21, 1843, 33-36, citado en Timm, El santuario, 52.

Page 173: Israel Robles

155

develar era, si 1844 tenía realmente algún significado teológico. Varios de los grupos que se

derivaron de este despertar religioso y del consecuente chasco, pronto abandonaron su

conexión con 1844. Solo un grupo reducido de pioneros mantuvo su vínculo con los tres

principios del adventismo pre-chasco; principios que al resolver el enigma hermenéutico de

1844, dieron origen al adventismo del séptimo día. Estos principios son: (a) la autoridad total

de la Escritura, (b) la perspectiva historicista de las profecías y (c) el enfoque escatológico de

la predicación.1

El resultado más sobresaliente de esta dedicación fue la consolidación –en los

siguientes quince años– de los así llamados pilares teológicos del adventismo. Estos pilares

son: (1) la segunda venida de Cristo, (2) el santuario celestial, (3) la ley de Dios, (4) el sábado,

(5) la no inmortalidad del alma, (6) el mensaje de los tres ángeles y (7) el don profético.

En la etapa que abarcó de 1844 a 1860, una a una estas creencias fundamentales

integraron de entre los esparcidos y desorientados del chasco de 1844, un movimiento con

conciencia histórica y valor profético. Finalmente, llegaron a la conclusión de que debían

identificarse con un nombre. Así, en 1860, los pioneros eligieron el nombre Iglesia Adventista

del Séptimo Día.2 Esto terminó separándolos, no solo de los no creyentes, sino de otros grupos

1 Se podría decir que en esta dinámica se encuentra “el genio del adventismo”. “El genio del adventismo

del séptimo día no radica tanto en sus doctrinas distintivas o en las creencias que comparte con otros cristianos.

Éste consiste, más bien, en la combinación de ambos dentro de la estructura proporcionada por el tema de la gran

controversia que encontramos en Apocalipsis 11: 19-14-20. Esta visión profética distingue a los adventistas del

séptimo día de los demás adventistas, de los demás observadores del sábado, y del resto de la cristiandad. La

teología del gran conflicto (desarrollada primeramente por Bates, a mediados de la década de 1840), ha llevado al

adventismo a considerarse como un pueblo profético. Esta convicción ha llevado a los adventistas a predicar el

mensaje de los tres ángeles en los rincones más apartados de la tierra, antes del gran día de la cosecha final. Si

perdemos esta visión, habremos perdido el genio del adventismo. Habremos llegado a ser meramente otra de las

denominaciones cristianas intrascendentes, con algunas doctrinas francamente peculiares, en vez de ser un

movimiento profético dinámico” (Knight, “Nuestra identidad, 239, 240).

2 “El nombre Adventista del Séptimo Día lleva al frente las verdaderas características de nuestra fe y

convencerá a la mente inquisitiva. Como una flecha de la aljaba del Señor herirá a los transgresores de la ley de

Page 174: Israel Robles

156

religiosos existentes. De esta manera, su identidad quedaba definida por las fronteras

teológicas de sus pilares.

Función hermenéutica de los pilares teológicos

del adventismo

A partir de entonces, los pilares teológicos no solo explicarían la naturaleza

escatológica y profética del adventismo, además llegaron a ser los factores integradores de

todo su sistema doctrinario y por extensión los principios hermenéuticos de la teología

adventista. No se debería perder de vista lo que se dijo respecto a la función hermenéutica del

santuario como pilar teológico principal: “El asunto del santuario fue la clave que aclaró el

misterio del chasco de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto

armonioso, y demostraban que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento adventista,

y al poner de manifiesto la situación y la obra de su pueblo le indicaba cuál era su deber de allí

en adelante”.1

Se podría esperar que habiendo establecido esta sólida plataforma, la historia del

adventismo transcurriera de ahí en adelante sin alteraciones teológicas. Pero lejos de ello, la

tensión continuaría a lo largo de su existencia. Los pilares teológicos no solo han sido

desafiados como tales,2 sino aun más críticamente, ha habido intentos de desplazarlos de su

Dios, y llevará al arrepentimiento para con Dios y a la fe en nuestro señor Jesucristo” (E. White, Testimonios

para la iglesia, T 1, 223).

1E. White, El conflicto, 476. Notemos además, “los que recibieron la luz relativa al santuario y a la

inmutabilidad de la ley de Dios, se llenaron de alegría y admiración al ver la belleza y armonía del conjunto de

verdad que fue revelado a sus inteligencias”. Ibíd., 506, 507. Y nuevamente, “el tabernáculo y templo de Dios en

la tierra fueron copia del original que estaba en el cielo. El santuario y sus solemnes servicios estaban rodeados

místicamente de las grandes verdades que se revelarían a través de generaciones sucesivas” (E. White, Review

and Herald, marzo 2, 1886).

2Pfandl, “The Remnant Church”, Journal of the Adventist Theological Society, 8/1-2 (1997), 19-22.

Page 175: Israel Robles

157

función hermenéutica. Olvidando que el adventismo no fue una modificación o mejora de las

doctrinas protestantes, sino el cumplimiento directo de las profecías de Daniel y Apocalipsis,

que llevó a los pioneros a salir del protestantismo de sus días.

El adventismo actual se ha visto amenazado por una protestantización,1 que ha

intentado desplazar el rol hermenéutico de su pilar teológico central: el santuario, por el

paradigma hermenéutico del protestantismo: La justificación por la fe. Este cambio se puede

percibir sutilmente a partir de 1955, a raíz del diálogo que el liderazgo adventista tuvo con

Donald Grey Barnhouse y Walter Martin, líderes evangélicos, que solicitaron hacer una

evaluación de la teología adventista para escribir un libro sobre cultos.2

Como resultado de la investigación la iglesia adventista terminó siendo aceptada como

una iglesia evangélica y publicó a su vez en 1957 el libro Preguntas sobre doctrina. En este

libro es donde se clasificó por primera vez a los pilares teológicos, simplemente como

doctrinas entre otras, sin percibir explícitamente su función hermenéutica. Se las vio

solamente como doctrinas que distinguen a los adventistas de otros evangélicos, en vez de

reafirmar su función integradora. Nótese la revaluación que hizo Samples en 1988 respecto a

aquel diálogo evangélico-adventista.

1“La doctrina protestante de la salvación, implícita o explícitamente, se basa en la dicotomía entre la ley

y la gracia. De acuerdo con esta idea casi universalmente aceptada por los cristianos, se supone que Dios salva a

los judíos por medios de la obediencia a la Ley (Antiguo Testamento) y a los cristianos por medio de la gracia

(Nuevo Testamento). Esto deja a los teólogos protestantes sin el contexto revelado necesario para entender el

Nuevo Testamento que el mismo Jesucristo utilizara y, por consiguiente, los hace dependientes del método

teológico católico basado en las tradiciones y las filosofías humanas” (Canale. “Completando. Parte I”. 65). En

lugar de ello doctrina adventista de la expiación interpretada a la luz del santuario es coherente con toda la Biblia,

pues muestra el desarrollo del plan de salvación a través de los altares, el tabernáculo del desierto, el templo de

Salomón, el templo de Jerusalén, la Cruz y el santuario celestial. Enfatizando que en la historia, la salvación siempre

estuvo disponible en el santuario. (Véase Timm, El santuario, 20).

2En 1960 se publicó el libro de Walter Martin The truth about seventh-day adventism, en donde con una

amplia documentación, terminó convenciendo al mundo evangélico de que la iglesia adventista no era una secta.

Page 176: Israel Robles

158

Aunque Martin quedó impresionado con el compromiso de los adventistas con los

elementos esenciales de la fe, todavía había cierto número de doctrinas adventistas

distintivas que por mucho tiempo habían impedido que se les aceptara como hermanos

cristianos. La mayoría de los eruditos evangélicos que habían escrito negativamente

sobre los adventistas centraban sus críticas sobre estas pocas doctrinas distintivas, que

ellos creían socavaban cualquier ortodoxia que el adventismo pudiera tener. Martin,

que estaba decidido a entender al adventismo con exactitud, solicitó una explicación

completa de estas peculiares creencias.1

El autor es bastante objetivo en su apreciación a posteriori de aquel momento histórico

del diálogo entre evangélicos y adventistas. Recalca por un lado el compromiso de los

adventistas con los elementos esenciales de la fe del protestantismo y, por otro lado, reconoce

algo que le causa escozor, “todavía había cierto número de doctrinas adventistas distintivas

que por mucho tiempo habían impedido que se les aceptara como hermanos cristianos”.

Nótese su siguiente declaración.

Como estas doctrinas controvertidas expresan la singularidad de la teología adventista,

y como alcanzar un entendimiento en relación con ellas era importante para la

evaluación de Barnhouse y Martin, es necesario que se discutan brevemente. […] así

que discutiremos tres de los distintivos que han sido fuente principal de malos

entendidos. La Conferencia Evangélica/ASD reveló que la teología adventista difería

de la corriente principal del cristianismo en los siguientes tres puntos en controversia:

El sábado, la autoridad de Elena G. White, la figura principal de la secta, y la doctrina

del “juicio investigador”.2

Desafortunadamente para los adventistas el autor tiene razón, pues en Preguntas sobre

doctrina se propuso una nueva forma de integración de las creencias adventistas al agruparlas

en las siguientes tres categorías: “(1) doctrinas que el adventismo tiene en común con todos

los cristianos, (2) doctrinas que el adventismo tiene en común con algunos cristianos y (3) las

doctrinas distintivas del adventismo”.3

1Samples, 9.

2Ibíd.

3Knight, Ed. Preguntas, 21-23.

Page 177: Israel Robles

159

Los pioneros habían entendido que “el asunto del santuario fue la clave que aclaró el

misterio del chasco de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto

armonioso”.1 Pero en Preguntas sobre doctrina ya no era más así. Se consideró solo como una

doctrina que distinguía a los adventistas del protestantismo, pero no era una verdad esencial.2

Esto llevaría a muchos miembros a pensar que los adventistas tienen la misma plataforma que

los demás protestantes, que en realidad hay poca diferencia entre los adventistas y los

evangélicos. “El santuario y el mensaje de los tres ángeles no fueron más concebidos como

pilares sobre los cuales descansa un completo sistema de verdad, sino como piezas del edificio

evangélico de la verdad”.3

Sin embargo, el problema no radicaría solo en considerar a los pilares teológicos como

doctrinas distintivas; aún otros críticos de la época sospechaban que en realidad los adventistas

no habían cambiado, como habían prometido a Martin; solo habían usado un lenguaje

aclaratorio para el mundo evangélico.4

1E. White, El conflicto, 476. Notemos además: “Los que recibieron la luz relativa al santuario y a la

inmutabilidad de la ley de Dios, se llenaron de alegría y admiración al ver la belleza y armonía del conjunto de

verdad que fue revelado a sus inteligencias”. Ibíd., 506, 507.

2“Sin claridad respecto a su plataforma hermenéutica en este acercamiento evangélico producido por

“Preguntas sobre doctrina”, la teología adventista “reconoció” la diferencia entre las así llamadas “verdades

eternas” y las “verdades de prueba” de acuerdo a este punto de vista las “verdades eternas” incluyen los temas

fundamentales de la teología incluyendo el camino de la salvación. Las otras verdades como el santuario, el juicio

investigador, el Espíritu de Profecía manifestado en el ministerio y escritos de Elena de White, y el mensaje de

los tres ángeles de Apocalipsis 14 solo están para diferenciarnos” (Fernando Canale, “From Vision to System:

Finishing the Task of Adventist Theology Part I: Historical Review,” Journal of the Adventist Theological

Society 15/2 (otoño 2004), 16. Véase (Knight, ed. Preguntas, 21-23).

3Canale, “From Vision: Part I”, 16.

4“Algunos perciben que el libro Questions on doctrine representa un gran cambio teológico emprendido

por la Iglesia Adventista del Séptimo Día en los años 1950, un cambio que muchos repudian. Y el entendimiento

de otros es que Questions on doctrine simplemente refleja una clarificación de aquello que los Adventistas del

Séptimo Día siempre han creído, para borrar así los prejuicios en contra de ellos” (Dave Fiedler, “El Adventismo

y Walter Martin. La sorprendente historia de la influencia de un hombre”, en www.

laicos.org/waltermartinyeladventismo.doc, [27 de junio 2012]).

Page 178: Israel Robles

160

En parte tenían razón, oficialmente el adventismo no ha cambiado. Sin embargo, la

sustitución del rol hermenéutico del santuario por el principio protestante de la justificación

por la fe, había empezado. Poco a poco el énfasis soteriológico fue aumentando. La visión

hermenéutica del santuario estaba siendo remplazada por la visión soteriológica hermenéutica

del protestantismo. Hasta que llegaría a su punto más crítico, cuando Desmond Ford en 1980,

expresó en teoría y explícitamente esta sustitución. Con esta acción se desató una época de

cambios en los paradigmas hermenéuticos y teológicos en la iglesia. Ford articuló su postura

en forma erudita y presentó su rechazo de la doctrina del santuario atrayendo la atención de la

iglesia.1 Aunque su postura fue repudiada y eventualmente perdió sus credenciales, la crisis

dejaría secuelas.

Este paso hacia la protestantización del adventismo afectaría por lo menos en dos

direcciones, primero en un desplazamiento del santuario como elemento integrador, segundo

en la consideración de la iglesia adventista como una iglesia evangélica más. Canale, responde

a la pregunta: ¿Puede la iglesia adventista ser considerada como una iglesia evangélica más?

“Si esto fuera así, la iglesia adventista no sería la iglesia remanente de la profecía bíblica, sino

una denominación más de la iglesia evangélica ecuménica protestante”. 2

De la teoría a la observación empírica

Hasta aquí se puede percibir el fenómeno de este cambio de paradigma hermenéutico

en el pensamiento de algunos teólogos, y en algunos sectores del adventismo, aunque no en las

1Ford no pudo resistir la tendencia soteriológica para interpretar el adventismo, hasta el día de hoy su

énfasis está en lo que él llama “el evangelio eterno”. Ford rechazó la doctrina del santuario, el juicio investigador,

el método historicista, y aunque sigue citando a Elena de White, en el fondo la rechaza pues ella confirmó

ampliamente lo que él niega. (Una entrevista con el Dr. Desmond Ford. Foro Adventist Today, en http:

//www.geocities.com/alfil2_1999/entrevistaford1.html, [14 octubre 2011]).

2Canale, “Completando .Parte I”, 67.

Page 179: Israel Robles

161

declaraciones oficiales de la iglesia. Sin embargo, se han estado levantando voces de alerta de

teólogos, investigadores e historicistas que han estado documentando con rigor académico la

realidad de este problema y existe el temor hipotético de que puede generar efectos en otras

áreas de la vida de la iglesia.1

Como parte de la solución, el Seminario Teológico Adventista Interamericano, ha

animado a sus estudiantes a realizar investigaciones empíricas con el fin de diagnosticar

estadísticamente el alcance de problemas como estos. Es por ello que en la presente

investigación se consideró pertinente hacer una aproximación empírica a este fenómeno. Así,

si hubieren cambios en algunas áreas de la iglesia, se podrá observarlos, documentarlos,

medirlos, diagnosticarlos, y eventualmente, enfrentarlos.

Con este fin, en la presente investigación se decidió adoptar las presuposiciones

teológicas conocidas como los pilares teológicos del adventismo como la teoría 2sobre la cual

se fundamentaría el estudio. Pues estos pilares constituyen un conjunto de proposiciones

interrelacionadas,3 capaces de explicar por qué y cómo ocurrió el fenómeno adventista del

siglo XIX. Además, ayudan a ordenar y sistematizar el conocimiento acerca del adventismo.

Y aunque el fenómeno adventista es irrepetible como tal; a través de los pilares –en su

función de teoría– se puede predecir que cada vez que se apliquen los principios de estudio y

predicación que se dieron cuando nació el movimiento, axiomáticamente se producirán los

1(Canale, “The eclipse of Scripture and the protestantization of the adventist mind: Part 1: The assumed

compatibility of adventism with evangelical theology and ministerial practices”, Journal of the Adventist

Theological Society 21/1-2 [2010], 133-165).

2Sampieri también enumera tres funciones principales de una teoría en una investigación empírica: (1)

decirnos por qué, cómo y cuándo ocurre un fenómeno, (2) sistematizar o dar orden al conocimiento y (3)

predicción. (Hernández Sampieri, 60)

3 Ibíd.

Page 180: Israel Robles

162

mismos resultados: un remanente fiel y comprometido con la misión.1 Y se afirmará,

recuperará o redefinirá la identidad del movimiento, al mismo tiempo que se supliría la

necesidad más apremiante de la iglesia: “la de un reavivamiento de la verdadera piedad en

nuestro medio”.2 De esta manera, se puede decir que los pilares son el resultado final de la

discusión en torno a quiénes son los adventistas del séptimo día.3

En resumen, estas presuposiciones teológicas ofrecen a la investigación cuatro

funciones indispensables: (1) contenido doctrinal, (2) función hermenéutica, (3) capacidad

integradora y (4) solidez para seguir construyendo sobre ellos el quehacer teológico.4 Por lo

tanto, en la investigación, cada uno de los pilares llegó a considerarse una dimensión de la

variable contenido de la predicación, para que en primer lugar se pudiese observar su

comportamiento en la predicación de un sector de la iglesia y en segundo lugar se midiese

estadísticamente el grado de relación que guardan con tres formas de vida del adventismo

previamente delimitadas: (1) el estilo de vida de los miembros, (2) el compromiso con la

misión y (3) la relación con Cristo.

1Este despertar religioso a finales del siglo XVIII y a principios del siglo XIX también había sido

anunciado en Daniel 12: 4.

2E. White, Mensajes selectos, T 1, 141.

3“En su conjunto, separaban esta rama del adventismo no solo de otros cuerpos milleritas, sino también

de otros cristianos en general. Esas cinco doctrinas distintivas permanecieron en el corazón del adventismo

sabático en desarrollo e hizo de ellos un pueblo peculiar. Como tal, el pueblo del sábado valoraba mucho estas

creencias y las predicaba ávidamente” (Knight, Nuestra iglesia, 49).

4La iglesia adventista actualmente tiene 28 creencias agrupadas en 6 doctrinas, (1) la doctrina de Dios,

(2) la doctrina del hombre, (3) la doctrina de la salvación, (4) la doctrina de la iglesia, (5) la doctrina de la vida

cristiana y (6) la doctrina de los acontecimientos finales. Así, “las doctrina bíblicas son independientes de la

época y de la cultura” (Müller, 159). Cuando se hace referencia a los “pilares” no se refiere a estas doctrinas ni a

las creencias sino a lo esencial y lo sustancial de la teología adventista. “Antes de 1850 había unidad sustancial en

lo esencial […] Había acuerdo sobre los fundamentos” (Reid, “Another Look at Adventist Hermeneutics”).

Page 181: Israel Robles

163

Planteamiento del problema de investigación

La investigación buscó en primer lugar explorar en qué medida están presentes en la

predicación de las iglesias de 10 distritos de la Asociación Olmeca las siete presuposiciones

teológicas o pilares del adventismo: (1) la segunda venida de Cristo, (2) la doctrina del

santuario, (3) el mensaje de los tres ángeles, (4) la no inmortalidad del alma, (5) la ley de Dios,

(6) el sábado y (7) el don profético. En segundo lugar, se buscó medir el grado de relación o

explicación que el contenido de la predicación, basado en los pilares teológicos del

adventismo, pudiera tener con tres de las dimensiones de la experiencia cristiana del

adventismo: (1) la relación con Cristo, (2) el compromiso con la misión y (3) el estilo de vida

de los miembros. Esto se hizo durante el año 2011.

La metodología

La investigación realizada puede clasificarse como explicativa, ya que buscó medir el

grado de relación y explicación de la variable independiente contenido de la predicación

(basado en los pilares teológicos) con tres variables dependientes consideradas como

dimensiones de la experiencia cristiana del adventismo (estilo de vida, compromiso con la

misión y relación con Cristo). Además, se usó un diseño transversal y un enfoque cuantitativo.

Transversal, porque los instrumentos de medición se aplicaron una sola vez, y con esto se llegó al

conocimiento del comportamiento y las relaciones entre variables. Y cuantitativo por la forma de

recolección de los datos a través de una escala numérica tipo Likert y por el tratamiento

estadístico de la información.

Page 182: Israel Robles

164

Los resultados más relevantes a luz del

marco teórico

Una vez recolectados los datos, se analizaron estadísticamente y se obtuvieron los

siguientes resultados:

Comportamiento de la variable contenido

de la predicación

Para medir el comportamiento de las variables se utilizó una escala tipo Likert que

permitió cuantificar la frecuencia de los ítems –temas– en la predicación. En este caso los

niveles fueron: 1= Nunca, 2= Casi nunca, 3= A veces, 4= Frecuentemente y 5= Muy Frecuente.

Una vez procesados los datos, se tomó como primera medida de análisis la media

aritmética, para establecer un orden de menor a mayor frecuencia en que fueron incluidas en la

predicación las siete doctrinas pilares; obteniéndose los siguientes resultados: (1) el santuario

resultó con una media de 2.74, (2) la no inmortalidad con 2.78, (3) el mensaje de los tres

ángeles con 2.98, (4) el don profético con 3.23, (5) la ley de Dios con 3.27, (6) la segunda

venida con 3.48 y (7) el sábado con 3.63. Así se encontró que la doctrina pilar más predicada

fue la del sábado, con una media de 3.63 y la menos predicada fue la del santuario, con una

media de 2.74.

Algunas consideraciones resultantes

Si se considera que el rol del sábado en Apocalipsis, es la de una doctrina selladora, la

que define la verdadera adoración a Dios como Creador y la que mostrará, llegado el

momento, sobre quiénes se pondrá el sello de Dios en contraste con la marca de la bestia. Se

puede decir que en estos distritos donde el sábado obtuvo mayor frecuencia de predicación,

existe un buen grado de identidad.

Page 183: Israel Robles

165

Sin embargo, al considerar que la doctrina del santuario es la menos frecuente, y

sabiendo que es el pilar hermenéutico del movimiento adventista, la que además señala a

Cristo como el gran Sumo Sacerdote quien inicia la segunda parte de su ministerio celestial en

1844, en la cual elimina el pecado de los santos como es tipificado en el Día de la Expiación.

Se podrían advertir fisuras en una dimensión crucial de la identidad.

Además, si este pilar se debilita se afectará todo el sistema de verdades. De igual

manera, llama la atención la baja frecuencia en la predicación de la no inmortalidad del alma,

apenas un poco mayor que el santuario. Si se considera que esta es la doctrina protectora en el

tiempo del fin, la que da una perspectiva correcta de la vida y la muerte y protege al

movimiento de los engaños del espiritismo moderno, y recuerda al hombre su dependencia de

Dios, quien es solo inmortal; entonces también sería notable la necesidad de incrementar la

enseñanza y predicación en este pilar teológico.

Relación entre el contenido de la predicación

y las formas de vida del adventismo

En el discurso apocalíptico de Mateo 24, el Señor Jesús enfatizó la necesidad de

mantener la pureza de la verdad profética1 como la base de una forma de vida correcta ante la

espera escatológica. Y en la conclusión del mismo, destacó que el conocimiento del tiempo

por parte del siervo fiel, sería el criterio para explicar su compromiso con la misión de “dar el

alimento a tiempo” (Mt 24: 45). En contraste, la maldad del siervo infiel sería explicada por

una disonancia doctrinal: “mi señor se tarda en venir” (Mt 24: 48).

1 Ente sus advertencias están: “Mirad que nadie os engañe” (Mt 24: 4), en cuanto a las profecías del

tiempo del fin, especialmente de Daniel, dijo: “el que lea entienda” (Mt 24: 15), respecto a los falsos cristos dijo:

“No lo creáis” (Mt 24:16).

Page 184: Israel Robles

166

Tratando de aplicar esta realidad en la investigación, se consideró pertinente medir el

grado de relación que pudiera existir entre el contenido de la predicación y tres dimensiones

de identidad resultantes o formas de vida del adventismo, las cuales fueron: (1) el estilo de

vida, (2) el compromiso con la misión y (3) la relación con Cristo.

Relación con Cristo

Al aplicar la técnica estadística conocida como regresión lineal, se encontraron

evidencias de que si hay una relación positiva entre el contenido de la predicación como

variable predictora y la relación con Cristo como variable dependiente. En forma

probabilística se puede decir que el contenido de la predicación explica en un 10 por ciento la

dimensión de identidad o forma de vida relación con Cristo de los adventistas.

Compromiso con la misión

De igual manera, se midió el grado de relación entre el contenido de la predicación y el

compromiso con la misión, encontrándose evidencias de una relación positiva. Se podría decir

entonces, que a mayor exposición a la predicación con pilares teológicos del adventismo,

habrá mejor desempeño en el compromiso con la misión. Estadísticamente el contenido de la

predicación explica en un 11 por ciento al compromiso con la misión.

Estilo de vida

En cuanto al grado de relación entre el contenido de la predicación y el estilo de vida

también se encontraron evidencias de que sí existe estadísticamente una relación positiva. En

este caso el grado de explicación es de un 13 por ciento.

Page 185: Israel Robles

167

Los resultados anteriores son importantes, pues reafirman que el adventismo necesita

combinar en cada época, su apasionada creencia en el pronto regreso de Cristo, la observancia

del séptimo día y la presencia transformadora de Dios que se manifiesta en un estilo de vida

equilibrado.

Recomendaciones

A partir de las evidencias encontradas en la investigación empírica, especialmente en

las áreas donde el diagnóstico enciende una luz de advertencia, se proponen las siguientes

recomendaciones:

Nuevas investigaciones

Realizar nuevas investigaciones con otras variables, y con instrumentos de mayor

alcance para enriquecer el conocimiento acerca del fenómeno de la identidad del adventismo.

El método de adoctrinamiento

Si se quiere que el adventismo preserve su identidad, se debe prestar atención al

método de adoctrinamiento. Además de la enseñanza tradicionalmente aceptada, es

recomendable incluir lo esencial del conocimiento profético. Puede haber muchas formas de

lograrlo, se recomiendan por lo menos tres:

1. Una presentación narrativa de los pilares teológicos del adventismo según el orden

histórico de su descubrimiento, esto podría ser especialmente útil para los jóvenes.

2. Una aproximación a los pilares a partir del Apocalipsis, especialmente de los

capítulos 10-14.

3. Una guía para estudiar los pilares con un enfoque cristocéntrico.

Page 186: Israel Robles

168

Preparación ministerial

Desarrollo de los pilares teológicos. Diseñar el currículo de una clase que estudie el

fundamento teológico del adventismo siguiendo el bosquejo histórico de los pilares.

Predicación escatológica. Diseñar cursos, seminarios o talleres de predicación

escatológica, en los cuales participen los estudiantes de teología como instructores.

Capacitación laica

Diseñar un curso homilético de predicación apocalíptica para los predicadores laicos.

Elaborar un programa de certificación para líderes basado en los pilares teológicos del

adventismo y su historia.

Teología sistemática

Trabajar en la producción de un libro de texto adventista de teología sistemática; para

disminuir el uso de fuentes evangélicas en las clases. Continuar el proyecto teológico de los

pioneros.

Simposio teológico y predicación de los pilares

Sugerir al Centro White y a la Facultad de Teología de Montemorelos la realización de

un simposio acerca de los pilares teológicos, su función hermenéutica y cómo predicarlos en

este tiempo.

Publicaciones

Producir un número especial de la revista Enfoque, Prioridades u otra, con el tema de

los pilares teológicos del adventismo, con un diseño atrayente para el lector promedio.

Page 187: Israel Robles

169

Preparar un libro mediano con relación al tema del atractivo o genio del adventismo

con el fin de poner al alcance de los miembros de iglesia, en un lenguaje accesible, la riqueza

teológica que los eruditos adventistas han desarrollado.

Unión Interoceánica

Puesto que la Unión Interoceánica tiene la estructura de los grupos pequeños, se recomienda

estudiar durante un trimestre, la historia del desarrollo doctrinal de los siete pilares teológicos

y su impacto en la identidad adventista en la etapa formativa. Además, incluir

sistemáticamente, sermones acerca de los pilares teológicos en el libro que enlaza a la unión

con la iglesia local.

Conclusión

La historia confirma que la identidad del adventismo temprano se fortaleció por la

interacción dinámica de tres grandes principios: La autoridad total de las Escrituras, el enfoque

historicista de las profecías y la perspectiva escatológica de la historia. El producto más

valioso de este equilibrio de principios fue el descubrimiento de los siete pilares teológicos del

adventismo. Cuando estos pilares se predicaron, dieron origen al adventismo del séptimo día.

En la actualidad, en el nivel oficial, la iglesia adventista se mantiene firme en cuanto a

sus creencias fundamentales, pero existen evidencias de que se está presentando un problema

en otro frente: sutilmente se ha estado desplazando la función hermenéutica de los pilares en el

nivel teológico, y está disminuyendo el énfasis apocalíptico en la predicación. En este sentido,

las evidencias de la investigación realizada confirman que la predicación con contenido acerca

de los pilares teológicos, afecta positivamente la experiencia cristiana del adventismo en áreas

como el estilo de vida, el compromiso con la misión y la relación con Cristo.

Page 188: Israel Robles

170

Pero lo contrario, también podría suceder: Sin una protección en el nivel teológico y en

la predicación, las prácticas eclesiásticas también pueden ser afectadas. Por lo que hoy, más

que nunca, el adventismo debe reflexionar en la admonición de uno sus pioneros:

Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condición presente, al

repasar la historia pasada puedo decir: “¡Alabado sea Dios!” Al ver lo que el Señor ha

hecho, me lleno de admiración y de confianza en el liderazgo de Cristo. No tenemos

nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha

conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada.1

1E. White, Notas biográficas, 21.

Page 189: Israel Robles

APENDICE A

INSTRUMENTO

Page 190: Israel Robles

172

ESTUDIO SOBRE EL CONTENIDO DE LA PREDICACION ADVENTISTA TOMANDO

EN CUENTA LAS SIETE DOCTRINAS DISTINTIVAS Y SU IMPACTO EN LA

RELACION CON CRISTO, EL COMPROMISO CON LA MISION Y EL ESTILO DE

VIDA EN LA ASOCIACION OLMECA.

INDICACIONES GENERALES

Estamos trabajando en un estudio que servirá para elaborar una investigación profesional sobre el

contenido de la predicación adventista en relación con las siete doctrinas distintivas y el impacto que ocasiona la

presencia o ausencia de las mismas en la relación con Cristo, el compromiso con la misión y el estilo de vida.

Deseo pedir su ayuda para que conteste unas preguntas que no le llevarán mucho tiempo. Sus respuestas son

anónimas, y las opiniones de todos los encuestados serán sumadas e incluidas en el informe final, pero nunca se

comunicarán datos individuales.

Le pido que conteste este estudio con la mayor sinceridad posible. No hay respuesta correcta e

incorrecta. En todas las declaraciones solo podrá seleccionar una opción. Los resultados de esta investigación se

usarán para mejorar el contenido de nuestra predicación sobre las doctrinas distintivas.

1721. DATOS GENERALES

Distrito al que pertenece:

1. Amado Gómez 2. C 10 3. C 25

4. Cárdenas II 5. Cárdenas II 6. Cárdenas III

7. Chimalapa 8. Chontalpa I 9. Chontalpa II

10. Chontalpa III 11. Comalcalco I 12. Comalcalco II

13. Cucuyulapa 14. Cunduacán I 15. Cunduacán II

16. Cunduacán III 17. El Edén 18. Huimanguillo I

19. Huimanguillo II 20. Huimanguillo III 21. Ingenio

22. Libertad 23. Ocampo 24. Once de Febrero

25. Paraíso 26. Tulipán I 27. Tulipán II

28. Villa Aldama 29. Villa Benito

Zona de Residencia. 1. Rural 2. Urbana

Género 1. Masculino 2. Femenino

Nivel Académico máximo 1. Ninguno 2. 1 a 6 primaria 3. 1 a 3 secundaria

4. Bachillerato 5. Universidad 6. Posgrado

Edad _________años. Si es menos de un año indique los meses_________

Tiene cargo en la iglesia _____. Es predicador ______. Tiempo de ser miembro de la iglesia

adventista______ años. Si es menos de un año indique los meses _____ 172

Page 191: Israel Robles

173

11. CONTENIDO DE LA PREDICACION

Por favor indique la frecuencia con que ha escuchado en la predicación –del año anterior- las doctrinas que se

indican. En la escala que se le presenta a la derecha usted deberá marcar con una “x” la columna que más

describa esa frecuencia de predicación (marque solo uno).

Con qué frecuencia escucha en la predicación los siguientes

temas…

Nunca

Cas

i n

unca

A v

eces

Fre

cuen

tem

ente

Muy F

recu

ente

men

te

1. Señales del regreso de Cristo

2. El chasco de 1844 y el librito dulce y amargo de Apocalipsis 10

3. El regreso personal y visible de Cristo

4. Las parábolas de la preparación: el portero, padre de familia, el siervo

fiel y prudente, las 10 vírgenes, los talentos, las ovejas y los cabritos

5. El santuario celestial en Apocalipsis y Hebreos

6. El sacerdocio de Cristo en el santuario celestial

7. Contaminación y limpieza del santuario terrenal y celestial

8. La Profecía de los 2,300 días y el juicio investigador

9. La misión y el discipulado en la iglesia remanente

10. La caída de Babilonia espiritual

11. Los distintivos del remanente

12. La doctrina de la creación en el tiempo del fin

13. La no inmortalidad del alma

14. El espiritismo moderno

15. Las dos resurrecciones y el milenio

16. La ley y la gracia en el plan de salvación

17. La ley y el cuerno pequeño

18. La ley moral y la ley ceremonial

19. El propósito de la ley moral

20. Cómo llegó el sábado a la iglesia adventista

21. El sello de Dios y la marca de la bestia

22. Cristo y el sábado

23. Adoración y el sábado en el tiempo del fin

24. La doctrina de los dones espirituales en el NT

25. La inspiración y revelación

26.- Vida y obra de Elena de White

27. El propósito del don profético en la iglesia remanente

Page 192: Israel Robles

174

III RELACION CON CRISTO, COMPROMISO CON LA MISION Y ESTILO DE VIDA

Esta parte contiene una serie de actividades relacionadas con la identidad adventista. Agradecemos nos

diga con que frecuencia las realiza. En la escala que se le presenta a la derecha usted deberá marcar con una “X”

la columna que más describa su situación espiritual (marque solo una).

Con que frecuencia realizo las siguientes actividades…

Nu

nca

Cas

i N

unca

A V

eces

Fre

cuen

tem

ente

Mu

y F

recu

ente

men

te

1. Disfruto buscando a Dios a través de la oración personal

2. No consumo café, coca cola y refrescos.

3. Participo con entusiasmo en la Cena del Señor

4. He pensado en eliminar la carne de mi dieta algún día

5. Cuando me visto pienso en la modestia y sencillez.

6. Llevo visitas a la reunión del grupo pequeño

7. Ofrezco estudios bíblicos a mis conocidos

8. Dedico por lo menos 15 minutos al estudio diario de la

Biblia

9. Consumo solo carnes limpias

10. Adoro al Señor con mi puntualidad en los sábados

11. Experimento la bendición de devolver el diezmo

12. Asisto a mi grupo pequeño

Page 193: Israel Robles

APENDICE B

FIGURA 1.CORRIENTES RELIGIOSAS QUE SURGIERON DEL

CHASCO DE 1844. CENSO EN EU.

Page 194: Israel Robles

176

PRINCIPALES

CORRIENTES

IGLESIAS QUE SURGIERON

DE 1844

AÑO DE

ORIGEN

CENSO TAYLOR

1860

CENSO GOBIERNO US,

1890

CENSO

1990

I ESPIRITUALIZADORES. Creyeron que Cristo vino en

forma espiritual

II ADVENTISTAS DE

ALBANY Creyeron que la fechas estuvo equivocada

siguieron poniendo fechas

para la venida

Asociación Evangélica

Americana 1858

51,000

1,147

Cristianos del Advenimiento 1860 25,816 27,590

Iglesia de Dios (Oregon, Illinois) 1850s 2,872 5,688

Unión Vida y

Advenimiento 1863 1,018

III ADVENTISTAS DEL SABADO Creyeron que el

evento estaba equivocado,

descubrieron que era la purificación del santuario

celestial.

Adventistas del 7o Día 1860-1863

3,000

28,991 717,446

Iglesia de Dios del Séptimo Día

1866 647 5,749

Figura 1. Corrientes religiosas que surgieron del Chasco de 1844.Censo en EU. (Fuente: George R. Knight,

"Adventism at 150", Ministry October 1994: 5-13.

Page 195: Israel Robles

APENDICE C

SALIDAS ESTADISTICAS COMPUTARIZADAS

Page 196: Israel Robles

178

DATOS DEMOGRAFICOS

Distritos al que pertenecen

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

lidos

2 C10 18 11.2 11.2 11.2

13 Cucuyulapa 18 11.2 11.2 22.4

15 Cunduacán II 17 10.6 10.6 32.9

16 Cunduacán III 20 12.4 12.4 45.3

18 Huimanguillo I 13 8.1 8.1 53.4

19 Huimanguillo II 18 11.2 11.2 64.6

21 Ingenio 15 9.3 9.3 73.9

23 Ocampo 22 13.7 13.7 87.6

27 Tulipán II 15 9.3 9.3 96.9

29 Villa Benito 5 3.1 3.1 100

Total 161 100 100

Zona de residencia

Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

Válidos

1 Rural 100 62.1 63.3 63.3

2 Urbano 58 36 36.7 100

Total 158 98.1 100

Perdidos Sistema 3 1.9

Total 161 100

Género

Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

Válidos

1 Masculino 93 57.8 59.6 59.6

2 Femenino 63 39.1 40.4 100

Total 156 96.9 100

Perdidos Sistema 5 3.1

Total 161 100

Page 197: Israel Robles

179

Nivel Académico Máximo

Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

lidos

1. Ninguno 5 3.1 3.1 3.1

2. 1 a 6 de primaria 25 15.5 15.7 18.9

3. 1 a 3 de secundaria 60 37.3 37.7 56.6

4. Bachillerato 33 20.5 20.8 77.4

5. Universidad 29 18 18.2 95.6

6. Posgrado 7 4.3 4.4 100

Total 159 98.8 100

Perdidos Sistema 2 1.2

Total 161 100

Tiene cargo en la iglesia

Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

Válidos

1 Si 127 78.9 80.9 80.9

2 No 30 18.6 19.1 100

Total 157 97.5 100

Perdidos Sistema 4 2.5

Total 161 100

Es predicador

Frecuencia Porcentaje Porcentaje

válido Porcentaje acumulado

Válidos

1 Si 86 53.4 54.8 54.8

2 No 71 44.1 45.2 100

Total 157 97.5 100

Perdidos Sistema 4 2.5

Total 161 100

Tiempo de ser miembro de iglesia

Page 198: Israel Robles

180

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Válid

os

1 13 8.1 8.2 8.2

2 6 3.7 3.8 12

3 6 3.7 3.8 15.8

4 4 2.5 2.5 18.4

5 13 8.1 8.2 26.6

6 10 6.2 6.3 32.9

7 7 4.3 4.4 37.3

8 5 3.1 3.2 40.5

10 10 6.2 6.3 46.8

12 5 3.1 3.2 50

13 5 3.1 3.2 53.2

14 3 1.9 1.9 55.1

15 5 3.1 3.2 58.2

16 1 0.6 0.6 58.9

17 1 0.6 0.6 59.5

18 3 1.9 1.9 61.4

20 10 6.2 6.3 67.7

21 4 2.5 2.5 70.3

22 4 2.5 2.5 72.8

23 5 3.1 3.2 75.9

24 1 0.6 0.6 76.6

25 5 3.1 3.2 79.7

26 2 1.2 1.3 81

27 4 2.5 2.5 83.5

28 5 3.1 3.2 86.7

30 8 5 5.1 91.8

32 1 0.6 0.6 92.4

33 1 0.6 0.6 93

35 1 0.6 0.6 93.7

37 2 1.2 1.3 94.9

38 1 0.6 0.6 95.6

39 2 1.2 1.3 96.8

40 1 0.6 0.6 97.5

43 1 0.6 0.6 98.1

46 1 0.6 0.6 98.7

51 1 0.6 0.6 99.4

58 1 0.6 0.6 100

Total 158 98.1 100

Perdidos Sistema 3 1.9

Total 161 100

Page 199: Israel Robles

181

Histograma de las edades

Page 200: Israel Robles

182

Page 201: Israel Robles

183

VARIABLE CONTENIDO DE LA PREDICACIÓN

Media Aritmética de los pilares

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.

Segunda Venida 161 2 5 3.4808 0.58276

El Santuario 160 1 5 2.7458 0.79288

Mensaje de los tres Ángeles

161 1 5 2.9876 0.79266

No inmortalidad 161 1 5 2.7878 0.92176

La Ley de Dios 161 1 5 3.2733 0.78091

El Sábado 161 1.25 5 3.6346 0.80251

El Don Profético 161 1 5 3.2396 0.87434

válido (según lista) 160

Page 202: Israel Robles

184

Media aritmética de los Ítems contenido de la predicación

N Mín Máx Media Desv. típ.

1.Señales del regreso de Cristo 159 2 5 3.91 0.814

2. El chasco de 1844 y el librito dulce y amargo de Apocalipsis 10

158 1 5 2.59 0.978

3. El regreso personal y visible de Cristo 156 1 5 3.96 0.857

4. Las parábolas de la preparación 156 1 5 3.5 0.905

5. El santuario celestial en Apocalipsis y Hebreos 152 1 5 2.72 0.924

6. El sacerdocio de Cristo en el santuario celestial 151 1 5 2.97 0.887

7. Contaminación y limpieza del santuario terrenal y celestial

155 1 5 2.47 1.059

8. La Profecía de los 2,300 días y el juicio investigador 156 1 5 2.85 0.914

9 La misión y el discipulado en la iglesia remanente 159 1 5 3.39 0.987

10. La caída de Babilonia espiritual 157 1 5 2.74 0.988

11. Los distintivos del remanente 153 1 5 2.83 1.087

12. La doctrina de la creación en el tiempo del fin 157 1 5 3.01 1.163

13. La no inmortalidad del alma 160 1 5 2.77 1.167

14. El espiritismo moderno 158 1 5 2.58 1.078

15. Las dos resurrecciones y el milenio 156 1 5 2.98 1.116

16. La ley y la gracia en el plan de salvación 159 1 5 3.65 1.001

17. La ley y el cuerno pequeño 157 1 5 2.93 1.007

18. La ley moral y la ley ceremonial 154 1 5 3.22 0.945

19. El propósito de la ley moral 153 1 5 3.24 1.094

20. Cómo llegó el sábado a la iglesia adventista 157 1 5 3.14 1.201

21. El sello de Dios y la marca de la bestia 158 1 5 3.58 1.078

22. Cristo y el sábado 160 1 5 3.96 0.938

23. Adoración y el sábado en el tiempo del fin 161 1 5 3.83 1.032

24. La doctrina de los dones espirituales en el NT 157 1 5 3.31 1.067

25. La inspiración y revelación 159 1 5 3.16 1.041

26.- Vida y obra de Elena de White 159 1 5 3.11 1.204

27. El propósito del don profético en la iglesia remanente

159 1 5 3.42 1.115

N válido (según lista) 110

Page 203: Israel Robles

185

VARIABLE ESTILO DE VIDA

Media Aritmética de los ítems de la Variable dependiente Estilo de Vida

N

Mínimo

Máximo

Media

Desv. típ.

No consumo café, coca cola y refrescos.

160 1 5 3.01 1.093

He pensado en eliminar la carne de mi dieta algún día

159 1 5 3.2 1.195

Cuando me visto pienso en la modestia y sencillez.

155 1 5 3.79 1.032

Consumo solo carnes limpias 161 1 5 4.4 0.794

Experimento la bendición de devolver el diezmo

158 1 5 4.2 1.057

N válido (según lista) 151

Page 204: Israel Robles

186

VARIABLE DEPENDIENTE COMPROMISO CON LA MISION

Media aritmética de los ítems de la variable dependiente compromiso con la misión

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.

Llevo visitas a la reunión del grupo pequeño

151 1 5 2.6 1.184

Ofrezco estudios bíblicos a mis conocidos

159 1 5 2.99 1.214

Asisto a mi grupo pequeño 156 1 5 4.31 1.039

N válido (según lista) 146

Page 205: Israel Robles

187

VARIABLE DEPENDIENTE RELACION CON CRISTO

Media Aritmética de los ítems Relación con Cristo

N Mínimo Máximo Media Desv. típ.

1. Disfruto buscando a Dios a través de la oración personal

158 2 5 4.23 0.748

3. Participo con entusiasmo en la Cena del Señor

159 1 5 4.14 0.954

8. Dedico por lo menos 15 minutos al estudio diario de la Biblia

160 1 5 3.94 1.109

10. Adoro al Señor con mi puntualidad en los sábados

160 1 5 4.27 0.816

N válido (según lista) 155

Page 206: Israel Robles

188

Como explica cada pilar a la Relación con Cristo. Coeficientes

a

Modelo

Coeficientes no estandarizados

Coeficientes tipificados

t

Sig. B Error típ. Beta

1 (Constante) 3.113 0.315 9.889 0

Segunda Venida 0.07 0.093 0.065 0.756 0.451

El Santuario 0.064 0.081 0.08 0.784 0.434

Mensaje de los tres Ángeles

-0.054 0.089 -0.068 -0.613 0.541

No inmortalidad -0.032 0.064 -0.047 -0.499 0.619

La Ley de Dios 0.167 0.083 .205 2.014 0.046

El Sábado -0.095 0.081 -0.121 -1.176 0.241

El Don Profético 0.204 0.08 0.283 2.549 .012

a. Variable dependiente: Relación con Cristo

Prueba de la hipótesis No. 1

Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

1 .375a 0.14 0.101 0.59758

a. Variables predictoras: (Constante), El Don Profético, Segunda Venida, No inmortalidad, La Ley de Dios, El Santuario, El Sábado, Mensaje de los tres Ángeles

ANOVAb

Modelo Suma de

cuadrados gl Media cuadrática F Sig.

1

Regresión 8.863 7 1.266 3.545 .001a

Residual 54.279 152 0.357

Total 63.141 159

a. Variables predictoras: (Constante), El Don Profético, Segunda Venida, No inmortalidad, La Ley de Dios, El Santuario, El Sábado, Mensaje de los tres Ángeles

b. Variable dependiente: Relación con Cristo

Page 207: Israel Robles

189

Como explica el Contenido de la predicación al estilo de vida

Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

1 .418a 0.175 0.137 0.55064

a. Variables predictoras: (Constante), El Don Profético, ven Segunda Venida, No inmortalidad, La Ley de Dios, El Santuario, El Sábado, Mensaje de los tres Ángeles

ANOVAb

Modelo Suma de

cuadrados gl

Media cuadrática

F Sig.

1

Regresión 9.75 7 1.393 4.594 .000a

Residual 46.087 152 0.303

Total 55.838 159

a. Variables predictoras: (Constante), El Don Profético, Segunda Venida, No inmortalidad, La Ley de Dios, El Santuario, El Sábado, Mensaje de los tres Ángeles

b. Variable dependiente: Estilo de Vida

Como explica cada pilar al estilo de vida. Coeficientes

a

Modelo

Coeficientes no estandarizados

Coeficientes tipificados t Sig.

B Error típ. Beta

1

(Constante) 2.415 0.29

8.326 0

Segunda Venida 0.119 0.086 0.117 1.392 0.166

El Santuario -0.023 0.075 -0.03 -0.305 0.761

Mensaje de los tres Ángeles 0.107 0.082 0.143 1.309 0.192

No inmortalidad -0.129 0.059 -0.2 -2.179 0.031

La Ley de Dios 0.18 0.077 0.234 2.351 0.02

El Sábado 0.06 0.075 0.081 0.801 0.424

El Don Profético 0.058 0.074 0.085 0.783 0.435

a. Variable dependiente: Estilo de Vida

Page 208: Israel Robles

190

Resumen del modelo

Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

1 .386a 0.149 0.11 0.83034

a. Variables predictoras: (Constante), don El Don Profético, ven Segunda Venida, inm No inmortalidad, ley La Ley de Dios, san El Santuario, sab El Sábado, ang Mensaje de los tres Ángeles

ANOVAb

Modelo Suma de

cuadrados gl

Media cuadrática

F Sig.

1

Regresión 18.325 7 2.618 3.797 .001a

Residual 104.798 152 0.689

Total 123.122 159

a. Variables predictoras: (Constante), El Don Profético, Segunda Venida, No inmortalidad, La Ley de Dios, El Santuario, El Sábado, Mensaje de los tres Ángeles

b. Variable dependiente: cm Compromiso con la Misión

Como explican los pilares al Compromiso con la misión. Coeficientes

a

Modelo

Coeficientes no estandarizados

Coeficientes tipificados

t

Sig. B Error típ. Beta

1

(Constante) 2.151 0.437 4.918 0

Segunda Venida -0.053 0.129 -0.035 -0.41 0.682

El Santuario 0.127 0.113 0.114 1.126 0.262

Mensaje de los tres Ángeles

-0.214 0.123 -0.192 -1.735 0.085

No inmortalidad -0.015 0.089 -0.015 -0.167 0.868

La Ley de Dios 0.357 0.115 0.313 3.09 0.002

El Sábado -0.074 0.113 -0.068 -0.659 0.511

El Don Profético 0.24 0.111 0.239 2.163 0.032

a. Variable dependiente: cm Compromiso con la Misión

Page 209: Israel Robles

191

OTROS RESULTADOS

Variables y Género

sexo Género N

Media

Desviación típ.

ven Segunda Venida 1 Masculino 93 3.4489 0.58811

2 Femenino 63 3.545 0.57829

El Santuario 1 Masculino 93 2.6935 0.74689

2 Femenino 62 2.8683 0.80123

Mensaje de los tres Ángeles 1 Masculino 93 2.9534 0.82537

2 Femenino 63 3.0886 0.6735

No inmortalidad 1 Masculino 93 2.6703 0.89651

2 Femenino 63 2.9127 0.95596

La Ley de Dios 1 Masculino 93 3.2168 0.83993

2 Femenino 63 3.3571 0.71474

El Sábado 1 Masculino 93 3.4534 0.83374

2 Femenino 63 3.9061 0.70226

El Don Profético 1 Masculino 93 3.1694 0.88127

2 Femenino 63 3.3849 0.82894

Relación con Cristo 1 Masculino 93 4.1613 0.66766

2 Femenino 63 4.1667 0.5444

Compromiso con la Misión 1 Masculino 93 3.3746 0.85644

2 Femenino 63 3.2249 0.8986

Estilo de Vida 1 Masculino 93 3.7525 0.59488

2 Femenino 63 3.736 0.53468

Descriptivos

Compromiso con la Misión y nivel académico

N Media Desviación típica

1. Ninguno 5 2.9333 1.2561

2. 1 a 6 de primaria 25 3.5933 0.81092

3. 1 a 3 de secundaria 60 3.4222 0.86709

4. Bachillerato 33 3.3232 0.72402

5. Universidad 29 2.8793 0.93954

6. Posgrado 7 3.1429 0.92009

Total 159 3.3019 0.87896

Page 210: Israel Robles

192

Pilares, y variables dependientes con el lugar de residencia

res Zona de residencia

N

Media

Desviación típ.

ven Segunda Venida 1 Rural 100 3.4858 0.60361

2 Urbano 58 3.4856 0.55828

san El Santuario 1 Rural 99 2.7744 0.76721

2 Urbano 58 2.7701 0.78923

ang Mensaje de los tres Ángeles 1 Rural 100 3.0225 0.76586

2 Urbano 58 3 0.77658

inm No inmortalidad 1 Rural 100 2.7933 0.91751

2 Urbano 58 2.7672 0.95918

ley La Ley de Dios 1 Rural 100 3.2025 0.76489

2 Urbano 58 3.4009 0.81656

sab El Sábado 1 Rural 100 3.575 0.77845

2 Urbano 58 3.7543 0.85133

don El Don Profético 1 Rural 100 3.275 0.85588

2 Urbano 58 3.2371 0.87635

rc Relación con Cristo 1 Rural 100 4.2008 0.54486

2 Urbano 58 4.0934 0.72094

cm Compromiso con la Misión 1 Rural 100 3.3467 0.8401

2 Urbano 58 3.2529 0.94551

ev Estilo de Vida 1 Rural 100 3.7518 0.5491

2 Urbano 58 3.7098 0.61381

Page 211: Israel Robles

193

Correlaciones: EDAD Y VARIABLES

Edad

Segunda Venida Correlación de Pearson 0.041

Sig. (bilateral) 0.614

N 156

El Santuario Correlación de Pearson 0.033

Sig. (bilateral) 0.684

N 155

Mensaje de los tres Ángeles Correlación de Pearson 0.07

Sig. (bilateral) 0.387

N 156

No inmortalidad Correlación de Pearson 0.038

Sig. (bilateral) 0.633

N 156

La Ley de Dios Correlación de Pearson 0.129

Sig. (bilateral) 0.109

N 156

El Sábado Correlación de Pearson -0.051

Sig. (bilateral) 0.529

N 156

El Don Profético Correlación de Pearson 0.105

Sig. (bilateral) 0.19

N 156

Relación con Cristo Correlación de Pearson .344**

Sig. (bilateral) 0

N 156

Compromiso con la Misión Correlación de Pearson .352**

Sig. (bilateral) 0

N 156

Estilo de Vida Correlación de Pearson .257**

Sig. (bilateral) 0.001

N 156

Edad Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Page 212: Israel Robles

194

Correlaciones: TIEMPO EN LA IGLESIA Y VARIABLES

Tiempo de ser miembro de

iglesia

Segunda Venida

Correlación de Pearson -0.034

Sig. (bilateral) 0.667

N 158

El Santuario

Correlación de Pearson 0.011

Sig. (bilateral) 0.89

N 157

Mensaje de los tres Ángeles

Correlación de Pearson .180*

Sig. (bilateral) 0.024

N 158

No inmortalidad

Correlación de Pearson .177*

Sig. (bilateral) 0.026

N 158

La Ley de Dios

Correlación de Pearson 0.136

Sig. (bilateral) 0.088

N 158

El Sábado

Correlación de Pearson 0.06

Sig. (bilateral) 0.45

N 158

El Don Profético

Correlación de Pearson 0.133

Sig. (bilateral) 0.095

N 158

Relación con Cristo

Correlación de Pearson 0.155

Sig. (bilateral) 0.052

N 158

Compromiso con la Misión

Correlación de Pearson 0.151

Sig. (bilateral) 0.058

N 158

Estilo de Vida

Correlación de Pearson .178*

Sig. (bilateral) 0.025

N 158

Tiempo de ser miembro de iglesia

Correlación de Pearson 1

Sig. (bilateral) N 158

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Page 213: Israel Robles

195

Estadísticos de grupo: CARGO Y VARIABLES

Tiene cargo en la iglesia

N

Media

Desviación típ.

Segunda Venida 1 Si 127 3.5046 0.56688

2 No 30 3.4111 0.67058

El Santuario 1 Si 126 2.8102 0.77105

2 No 30 2.4583 0.86623

Mensaje de los tres Ángeles 1 Si 127 3.0276 0.77066

2 No 30 2.875 0.91149

No inmortalidad 1 Si 127 2.8517 0.8877

2 No 30 2.5444 1.02641

La Ley de Dios 1 Si 127 3.2992 0.78225

2 No 30 3.2083 0.7908

El Sábado 1 Si 127 3.6004 0.79788

2 No 30 3.7722 0.83159

El Don Profético 1 Si 127 3.3091 0.85327

2 No 30 2.9944 0.95265

Relación con Cristo 1 Si 127 4.252 0.57816

2 No 30 3.7667 0.66285

Compromiso con la Misión 1 Si 127 3.4252 0.869

2 No 30 2.8778 0.81407

Estilo de Vida 1 Si 127 3.7638 0.56779

2 No 30 3.5433 0.68453

Page 214: Israel Robles

196

Variables y cargo en la iglesia

Es predicador

N

Media

Desviación típ.

Segunda Venida 1 Si 86 3.4738 0.60705

2 No 71 3.5023 0.56554

El Santuario 1 Si 86 2.7287 0.76453

2 No 70 2.7595 0.84575

Mensaje de los tres Ángeles 1 Si 86 2.9777 0.8369

2 No 71 3.0235 0.75477

No inmortalidad 1 Si 86 2.876 0.89923

2 No 71 2.6925 0.94182

La Ley de Dios 1 Si 86 3.3372 0.76578

2 No 71 3.2148 0.80187

El Sábado 1 Si 86 3.5339 0.79051

2 No 71 3.7535 0.81057

El Don Profético 1 Si 86 3.2752 0.8135

2 No 71 3.2171 0.95675

Relación con Cristo 1 Si 86 4.3527 0.49154

2 No 71 3.9249 0.68576

Compromiso con la Misión 1 Si 86 3.5911 0.85469

2 No 71 2.993 0.80742

Estilo de Vida 1 Si 86 3.8355 0.59207

2 No 71 3.5838 0.57482

So es predicador y Género

sexo Género

Total 1 Masculino 2 Femenino

pred Es predicador 1 Si 63 20 83

2 No 29 40 69

Total 92 60 152

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CURRICULUM

INFORMACIÓN PERSONAL

NOMBRE: Israel Robles Pérez.

FECHA DE NACIMIENTO: 01 abril de 1960.

LUGAR DE NACIMIENTO: Tehuantepec, Oax.

INFORMACIÓN PROFESIONAL

Normal Básica, Tiripetío, Mich.

Inglés Comprensión de Texto, Instituto de Idiomas Universidad Veracruzana, Poza Rica, Ver.

Inglés Conversacional, Instituto de Idiomas Universidad Veracruzana, Poza Rica, Ver.

Licenciatura en Religión, Universidad de Montemorelos, N. L.

Maestría en Teología Pastoral, Seminario Teológico Adventista Interamericano.

Doctorado en Ministerio, Seminario Teológico Adventista Interamericano.

INFORMACION LABORAL

Profesor de educación primaria, Sistema Federal estado de Veracruz.

Profesor de Educación primaria, Colegio “Ignacio Allende”, Poza Rica, Ver.

Pastor de distrito, Asociación Hidalgo Veracruzana.

Departamental de Educación, Mayordomía y Comunicación, Asociación Hidalgo

Veracruzana.

Capellán y maestro de Biblia, Colegio “Lázaro Cárdenas del Río”, Nanchital, Ver.

Pastor de distrito, Asociación Olmeca.