introducción a la oratoria moderna - loprete

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    CARLOS

    ALBERTO LOPRETEjy/

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  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

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  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

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    1

    INTRODUCCIÓN L OR TORI MODERN

    LA COMUNICACIÓN ORAL

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    4/112

     

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    PLUS ULTRA

    INTRODUCCiÓN

    lA

    OR TORI

    MODERN

    La

    omunicación Oral

    4ta edición aumentada

    I

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  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    5/112

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    I

    I

    I.S.B.N. 950 - 21 - 0390 - 4

    I

    © 1992 by Editorial Plus tntra

    1 Callao 575 - 1022 Buenos Aires

    Impreso en la Argentina - Printed n Argentina

    1 Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

    l

    I

    INTRODUCCIÓN

    H i s t ó r i c a m ~ n t e primero existió

    la

    lengua y lue-

    go

    la

    grp.mátiCa

    justificada

    como

    una codijkación

    ordenadora

    del

    fenómeno

    lingüís Hco, con fines

    normativos

    y

    didácticos.

    n

    forma análoga pri-

    mero existieron los oradores y después la retóri-

    ca concebida como sistematización transferible

    de

    las técnicas recursos expresivos empleados

    por

    aquéllos. ra natural que

    así

    acaeciera porque

    la.

    ciencia no sustituye

    a la

    naturaleza sino que

    la

    interpreta.

    La

    retórica entendida como metodología delfe-

    nómeno oratorio. no como sustituto estaba ya

    constituida entre los griegos y los romanos y go-

    zaba

    de

    gran

    prestigio

    en el

    mundo de

    la

    antigüe-

    dad. que no conoció la prensa. la radiofonía la te-

    levisión. y escasamente

    el

    libro y

    la

    escuela.

    n

    ese periodo de comunicación esencialmente oral

    la

    palabra

    hablada estaba sometida con igual ri-

    gor a exigencias estéticas y prácticas.

    Con

    la marcha de los siglos algunos tratadistas

    y maestros. corifundiendo el mapa con el terreno.

    hicieron de la retórica

    unfin en sí

    mismo y llega-

    ron a mezclarla con la poética. la estética la pre-

    ceptiva literaria cuando no con lafilosofía ideoló-

    gica que abarcaba en

    una

    misma pretensión a la

    lógica

    la

    metafísica y

    la

    retórica. Sobrevino

    el

    7

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    6/112

    i :

    desprestigio

    de esta

    disciplina, que el romanticis-

    mo, con

    su

    carga de libertarismo y de individua

    lismo, acabó de consumar.

    n la

    actualidad

    la retórica ha renacido

    como arte de la palabra hablada. Se la considera

    una disciplina instrumental sinfin en sí misma,

    o

    más exactamente, como una técnica para encau-

    zar en formas verbales el fenómeno profundo de

    la

    expresión

    del

    hombre.

    n

    este sentido,

    se

    la

    ha

    separado

    con meritoria

    prudencia

    del ámbito es-

    trictamente literario para combinarla con los do-

    minios de la psicología,

    la

    sociología y las ciencias

    de

    la

    educación y de

    la

    comunicación.

    Este

    enfoque

    ha ampliado

    y superado a

    la

    vieja

    retórica. Ésta pretendía que el orador expresara,

    con belleza,

    sus

    ideas y sentimientos, mientras

    que el

    moderno arte de la palabra busca que

    el

    individuo

    se exprese , esto es, que consiga entre-

    gar objetivamente, con palabras su subjetividad,

    en

    todas las circunstancias

    de la

    vida.

    Tal planteo

    comporta una

    problemática

    distinta

    de

    la

    clásica grecolatina, por cuanto aspira, des-

    de el punto de vis ta formativo general, a

    facilitar

    la realización

    del

    ser humano, que no es plena

    mientras

    se ahoga

    en

    la incomunicación expresi-

    va y, desde el

    punto

    de

    vista

    particular

    de

    su ac-

    tividad profesional

    y

    social, a otorgarle un instru-

    mento

    técnico valioso.

    También el contenido de la oratoria se ha visto

    enriquecido con nuevas especies impuestas por la

    evolución social de nuestra época, que h conver-

    tido

    al

    diálogo,

    en

    todas

    sus formas

    en

    el vehícu-

    lo insustituible para el acuerdo de voluntades, el

    análisis de los problemas y la toma de decisiones.

    l lado

    del

    clásico monólogo,

    la

    oratoria moderna

    h t

    instalado, con

    igualdad

    de títulos, a la delibe-

    ración.

    En un

    mundo

    que desborda las añejas-jormas

    de comunicación humana, se comprende que los

    8

    \

    1

    nuevos planteas, métodos, formas y

    fines

    encuen-

    tren una debidajustificación.

    El arte

    de

    la palabra

    oral, así concebido, se ha

    constituido paulatinamente a través de los siglos

    en

    un patrimonio

    cultural

    sin dueños nifórmulas

    mágicas. y la tipificación de los temas o capítulos

    que lo componen se

    ha

    ido formando

    por

    acumu-

    lación sucesiva de aportes. que en última instan

    cia

    reconducen a los maestros

    de

    Grecia

    y

    Roma.

    El

    presente trabqjo

    intenta

    ofrecer al lector

    un

    panorama estructurado

    y

    actualizado de la orato-

    ria con su temática y metodología,

    tanto

    antigua

    como moderna compuesto a partir de los

    más

    reputados tratadistas del género.

    9

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    1.

    FUND MENTOS DE L

    ORATORIA

    1

    EL RTE E L P L BR

    El hombre es el único ser viviente que habla y

    la palabra

    es

    uno de los dones

    más

    extraordina-

    rios que posee

    pues

    le permite manifestar

    la

    prodigiosa riqueza de su alma y establecer rela-

    ción con sus semejantes.

    El ejercicio efectivo de

    la palabra se

    apoya en

    dos bases:

    la naturaleza

    y la educación.

    Todas

    las personas hablan, pero muy pocas

    lo

    hacen

    con eficacia pues la facultad elocutiva requiere

    como cualq uier otra facultad del hombre cultivo

    y educación. Los

    seres

    elocuentes

    por naturaleza

    son la excepción del orden normal

    humano.

    La elocuencia ha sido definida de

    las

    más di-

    versas formas tanto por los antiguos como por

    los modernos. Para Cicerón el máximo

    orador

    romano es un movimiento continuo del alma y

    Dionisia de Halicarnaso la ha definido como el

    arte de hacerse creer. Podríanse agregar así mu -

    chas otras definiciones pero en la aparente disi-

    militud de todas ellas hay un fondo común de

    coincidencia: la elocuencia es el testimonio ex-

    terno de un alma profunda.

    11

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    8/112

    La

    gramática y la retórica

    La

    gramática

    tradicional se

    ha

    definido como

    el arte de

    hablar

    y escribir correctamente .

    Sin

    embargo,

    la

    experiencia ha

    demostrado

    que el

    conocimiento teórico de

    las

    formas de una len

    gua-cualquiera

    no es suficiente

    para

    dotar al in

    dividuo de

    una buena

    capacidad expresiva. Por

    ello. los

    estudios

    de

    gramática se

    han comple

    mentado

    desde

    la

    antigüedad

    con otras

    discipli

    nas

    más

    pragmáticas. La corrección gramatical

    es sólo un aspecto del arte de hablar.

    En tiempos de los griegos y los romanos , exis

    tía

    una disciplina

    llamada

    retórica , que

    trataba

    particularmente del arte de hablar y escribir,

    no

    ya desde

    un mero punto

    de vista gramaticalista,

    sino

    desde

    un

    ángulo real y práctico. Numerosos

    tratados

    nos

    han llegado de aquellos tiempos,

    entre

    los cuales sobresalen el de Aristóteles Arte

    relórica),

    y los de Cicerón

    De

    la

    invención,

    Del

    orador, Bruto, El orador y

    De

    la perfección orato-

    ria y Quintiliano Instituciones oratorias).

    En los tiempos actuales, esos

    tratados

    han

    co

    brado

    nueva

    vigencia, pero

    modernizados

    y

    adaptados a las necesidades del hombre con

    temporáneo. Es

    así

    como han surgido tratados

    especializados de 'elocuencia', 'arte de la palabra',

    arte

    del bien decir'. 'oratoria' y otras denomina

    ciones que enseñan

    a

    las

    personas a expresarse

    con eficiencia. En esto,

    las

    universidades y los

    tratadistas norteamericanos tienen la

    primacía

    de

    la

    originalidad

    con sus cursos

    de

    speech,

    professional speech,

    public speaking,

    modem

    speech, eifective

    speaking,

    speech

    arts,

    discus-

    sion, argumentation, persuasion, etcétera.

    1

    1 Sobre otras formas modernas de las artes

    habladas

    y métodos de

    enseilanza. consultar AuCE EVELffi CRAlG, The

    speech arts;

    a

    textbook

    of

    oral English

    Nueva

    York. The

    Macmillan Company.

    1937.

    i

    libro

    El lenguqje oral: Fundamentos fonn s

    y

    técnicas (Bs. As., Plus Ultra.

    1984).

    trata

    del mismo asunto.

    12

    En lo esencial,

    estas

    disciplinas son derivaciones

    de la retórica clásica, complementadas con apor

    tes

    de

    la

    psicología,

    la

    sociología y

    las

    ciencias

    de la comunicación, que han llegado a

    penetrar

    con notable profundidad en el fenómeno de la

    creación literaria, en

    la intimidad

    anímica ~

    orador,

    así

    como

    también en la

    del público o el /

    participante

    de

    una

    discu$ión.

    Siempre se ha debatido sobre la p O S i b i l i d ~ d y

    utilidad de

    sistematizar

    en cuerpos de ensenan

    za

    la

    oratoria, pero en

    la

    actualidad parece pre

    valecer

    la

    opinión de que

    toda

    persona puede

    ser

    elevada sobre

    su rutina

    expresiva

    por

    medio de

    métodos, procedimientos y

    maestros

    adecuados.

    El oficio hace al maestro, se ha dicho desde an

    tiguo.

    A L e t ó r i < ; l ~

    e l

    arte

    del

    bien decir_

    Se

    denomina

    retórica

    del

    griego rhétor, ora

    dor

    al arte del

    bien

    decir,

    de

    embellecer

    la

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    presión

    de los conceptos, de

    dar

    al

    l e n ~ j

    e

    ~ § :

    c '

    hablado

    eficacia

    bastante para d ~ ~ ~ i t a L

    ersua r

    conmover. srífeza eTIéxico

    de

    la

    Aca emm spano a.

    La retórica es,

    pues,

    un

    conjunto

    de preceptos

    y

    eglas

    para bien hablar. Esta

    definición

    presu

    pone, lógicamente,

    la

    posibilidad

    de hacer

    elo

    cuente al hombre mediante la enseñanza de

    ciertos principios. Acerca de

    esta

    posibilidad

    se

    ha

    discutido y

    aún

    hoy se discute

    si el

    orador

    nace o

    se

    hace. Si

    nace, la

    retórica

    no

    tiene juS-

    tificación.

    l -

    De

    ninguna

    manera podría sostenerse que no

    hay

    hombres naturalmente elocuentes.

    pues la

    experiencia lo desmentiría. La genialidad y el ta

    lento

    no

    reconocen

    escuela. ya que

    el hombre

    superior lleva en sí el asiento de

    toda

    sabiduría y

    13

    )

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    9/112

    conocimientos. Pero los preceptos de

    la

    retórica

    no son una creación arbitraria de los hombres

    sino

    que han sido tomados de la realidad

    m i s m ~

    de la palabra humana, del verbo de los hombres

    t a ~ e n t o s o s

    Esto equivale a afirmar, pues, que

    pnmero existieron los

    grandes

    oradores y la gran

    oratoria, y luego surgió

    la

    retórica, como codiIi

    cación de los mejores ejemplos de elocuencia.

    Por

    otra parte, si bien

    es

    cierto que los genios

    lo

    encuentran todo en sí mismos, no

    lo

    es

    menos

    q ~ e la mayor parte de los hombres no son genios

    ru talentos y

    necesitan

    de la retórica para apren-

    . d e ~ o perfeccionar

    su

    habitual decir y que, ade

    mas,

    hasta

    los mismos genios de la oratoria han

    llegado al dominio de la palabra por el estudio.

    Dentro de

    esta

    línea de pensamiento debe inscri

    birse la opinión de Baudelaire: Las retóricas y

    las prosodias no son tiranías inventadas arbitra

    riamente

    sino

    una colección de reglas reclama

    das por la

    organización

    misma

    del

    ser

    espiri

    tual 2.

    Por

    supuesto

    que no

    hay

    arte que pretenda

    formar genios, ni tampoco lo pretendería la retó

    rica. Pero se puede llegar a ser un discreto ora

    dar

    o conferenciante por medio de esta discipli

    na. El grado de altura de

    la

    elocuencia a que lle

    gue cada uno

    dependerá

    de las condiciones que

    traiga de nacimiento. Pero todos pueden ascen

    der por virtud de ella más alto de donde los dejó

    la

    n a t u r a l e ~ a

    El espíritu se enriquece y perfec

    ciona con este

    o

    cualquier

    otro aprendizaje.

    La

    retórica tiene legítimos títulos

    para

    existir

    en el mundo de la

    cultura,

    a condición de que

    no

    la

    confun?a con un recetario de farmacopea,

    c?n

    una o ~ u l mágica capaz de dotar de ge

    ruahdad a qUIen no

    la

    tiene, y siempre que se la

    •• HOUGARDY, MAuRlCE. La

    parole au

    publico Essai sur la rhétorique et

    1

    eloquence

    ruyourd hui

    et dans le passé.

    p. 21. Paris-Bruselas

    Baude

    1946. . .

    14

    interprete como

    una·

    transferencia util de expe

    riencias ajenas

    en

    beneficio de

    la

    propia capaci

    dad expresiva. Nunca será

    sana

    la disciplina que

    intente

    sobreponerse

    y asfixiar al

    espíritu

    del

    hombre o que intente trastrocar la

    naturaleza

    en

    vez de encauzarla o conducirla. Ocurriría enton

    ces lo denunciado por Pascal en su frase: La

    elocuencia

    se burla

    de

    la

    elocuencia .

    Cicerón, con haber escrito varios tratados re

    tóricos, ha dejado

    bien

    clartllcada su opinión al

    respecto, declarando que, a

    su

    entender, la retó

    rica deriva de la

    palabra

    elocuente y no la elo

    cuencia de la retórica.

    3

    Concebida así. la retórica o

    arte

    de la

    palabra

    responde al pensamiento del más

    grande

    precep

    tista

    de

    la

    antigüedad. el romano Quintiliano,

    quien lo dejó definitivamente establecido

    en

    una

    . frase inmortal: El orador se hace, el poeta nace .

    Los ( mes de la elocuencia

    Los fines específicos de

    la

    elocuencia han sido

    también materia de debate desde los tiempos

    antiguos. Historiar la diversidad de opiniones se

    ria

    caer

    en una bizantina y fatigosa enumeración,

    ya

    que. en esencia, coinciden

    casi todas

    ellas. La

    divergencia de opiniones tiene su origen en los

    cambios de perspectivas de las distintas épocas,

    países u oradores.

    Para Cicerón, la elocuencia tiene por fines ins

    truir, deleitar

    y conmover. Aristóteles

    señala:

    alabar y vituperar, persuadir y disuadir,

    acusar

    defender.

    San

    Agustín, por lo que se refiere a

    la

    elocuencia religiosa, pide enseñar, conmover y

    agradar, Fenelón, refiriéndose a

    la

    elocuencia

    en

    general. postula: probar, conmover

    pintar

    3 CICERÓN.

    MARco

    Tt)uo.

    Del

    orador. libro 111

    cap. l.

    146:

    lntellego esse

    non

    eloquentiam

    ex

    artifICio sed art f icium

    ex

    eloquentia ,

    15

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    10/112

    . Y 9 ~ r p . a U e n Í ~ .

    André Siegfried sost iene:

    ha

    _ l ª - R ª ' ~ conmover, para

    persuadir

    o para é n ? ~ : -

    \ ñar. S e n c í l i é m r e n t e ; - S ~ l r á t a Q e c o n v e n c e r o

    de

    i,exponer

    . > t ' " - - · · , _ · > · · _ · · · · · · _ = ' ~ ~ « w _ - - - - -

    ; ~ s ' - c o i l l c i d e n c i a s

    son lógicas. pues todas tienen

    fen

    cuenta el repertorio posible de intenciones hu

    ; manas y la aparente diferenciación no es

    más

    que

    . un desdoblamiento sutil de los conceptos.

    La

    tota-

    lidad

    del ámbito oratorio

    queda

    abarcada

    adop

    tando la clasificación que sigue. con todas las im

    plicaciones que cada término encierra:

    a ~ y ense }dr:. es decir.

    transmitir

    co-

    nocim,ientosa-=-otraS

    personas

    o investigarlos y

    adquirirlos en délioeraciones.

    b)

    s u a d i r ,

    o

    sea

    convencer a

    otras personas

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    11/112

    /

    :

    .'

    :

    II :

    )

    )

    H

    )

    )

    ,

    )

    I

    )

    ir:

    )

    I (

    '¡ í

    ")

    tados

    positivoS sobre los oyentes. exponiendo

    la

    verdad

    y el bien. La palabra es

    un

    don

    gratuito

    en el ser humano. y es lícito exigir a quienes se

    sirven de ella,

    para

    comunicarse

    con

    el semejan

    te, que

    hagan un uso

    acorde

    con su alta

    digni

    dad

    de origen

    y

    destino.

    Elementos

    de la elocuencia

    La elocuencia. como cualquier arte, tiene sus

    propios elementos que q , e . h ~ c o P : 9 C . , ~ L ~ t 9 d a perso

    na que aspirare

    a la

    jerarquía o r a a o f : ~ N t r - s e

    'viOÍan impunemente las experiencias CUlturales.

    J ¿ L n r a t o . r . i a . . . . e S . . J d . l _ i l l ' i ~ _ en L g : l ~ ~

    sx steE: ..tres

    elemenlOs.-

    cada

    uno

    de ellos tan importante

    c'()"nÍólos otros. Tomemos la enseñanza del anti

    guo

    u i e n

    en

    su

    célebre

    Arte

    retórica

    expresaba:

    " ~ L ~ ' J i : ? . ~ " ~ r s 2 ~ s t a

    de

    t r ~

    t ~ S 5 1 r ~ ª ~ ~

    a Q ~ ~ ~ L e m 1 i 1 1 L ~ u l d

    y

    el

    auditorio

    al

    cual

    se a s r a ~ H a y

    que evitar

    1 a " e i T o ñ e " a ~ c r e e n c i a Q e ( Í L i " e '

    éCst':ijeto de este oficio

    es

    sólo el orador. Toda elocuencia es una comu

    nicación

    entre

    orador

    y

    público

    por

    medio

    de-

    un

    instrumento, la palabra hablada. ~ d ~

    es J IL hecho sodal y

    no individuql.

    -Por esta

    razón,

    todo

    estudio o crítica de la elo

    cuencia debe hacerse analizando estos elemen

    tos, y

    es también por esta razón por

    la

    cual

    todo

    tratado

    de retórica estudia separadamente al

    orador, al discurso y al público.

    ~ l a ~ e l o c u e n c i a

    I1ay

    t a E t a ~ . , ª ~ __ 2 ~ ~ ~ g ~ - ª ._.:. . " " ' - ' . > . , ••_-i. " " ~ . , w I i l ' ~ _ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ L ~ ~ . I . . . :w __

    3 L E l O C l J I : J : J & ~ § . _ q j u q i c ; j g J ,

    es

    la que tiene

    lugar en el ejerciciO del derecho.

    ~ } . ~ E l { ) c U e l l c i ª " . [ ~ I f . . g j Q ~ a .

    denominada también

    'sacra' o sagrada . E . s J ; ; L m J . ~ c J : r ~ t a sobre asuntos

    de fe y

    religión.··· ·····

    'Ó. · . ' . '

    ) I 2 Q f Y ; , t } ) ~ l 9 : . . . E e ' { J ~ l J l Q l J . t a l ,

    llamada también

    augurar,

    es fá

    que

    tiene

    por

    ámbito propio

    las

    múltiples ceremonias

    humanas.

    .

    )

    6

    Elocuencia

    artística,

    cuyo objeto

    es producir

    p l a c e r - e s t e t 1 c o ' ~ ~ ~ ' " ' ~ ' ' ' ~ ' ' ~ ' " ' ' ' ' ' ' " ' ' ' ' '

    ....,,,---.,.

    7

    E l Q C ~ i 1 . i . t a J : ; .

    que

    tiene por objeto

    ins

    pirar la defensa

    de

    la

    patria

    y estimuI'ar

    las

    vir

    tudes

    patrióticas y el heroísmo en los soldados.

    8 ElocuenCia deliberativa, es la que tiene

    por

    objeto -ercreoareodiscusioñ,

    y

    ocurre en las

    • ¡¡

    ~ " " _ 7 . " . . p . ¡ ; ¡ " _ " , , , , " , " " " ' ' ' ' , I I 7 " , , , , , , , , ~ ~ , , , , , , · - , , , , , · c , , ~ · ~ : ' ' , , , 1 _ " . - ¡ . - , . . r ~ ~ • ' ' ' ' ' ' , , , : : _ ~

    ....

    - : :

    •.

    19

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    12/112

    I

    I

    el

    I

    I

    Ji

    asambleas, reuniones o ~ t s en.

    que

    suelen

    f ~ ~ _ ~ i l l J § i J r 2 . t ~ ] f [ : R f t . r l l , , ~ ~ ~ " E S : 9 1 q E ~ . ~ d ~ _ t r

    contrastar opini9nesL )

    .

    , " " ' C a a : a ~ u ñ o " d e e'stas tipos de elocuencia tiene

    i

    f sus leyes propias y sus fonnas típicas usuales. )

    " ./

    El ejercicio de

    la oratoria no puede

    desenten-

    derse de la

    verdad

    y

    la

    moral.

    En

    los

    últimos

    tiempos se vienen realizando esfuerzos p e ? a g ~ ~ i -

    cos

    por poner fin al vicio llamado "prevancaclOn

    lingüística" _que consiste en

    e I , ~ l e ~ E _ l a

    . ; p a l a . ? r ~

    .12ara glen.1ir ocultar L Q e n s a m l e n t ~ . _ ~ tingUIS

    ta Max Blackha denunciado categoncamente

    esta práctica

    malsana:

    "

    .

    ª J : . ~ ~ l Ó ; d e . l l e n g ~ e

    consiste

    tanto en

    Q,isimular el p e n s a m i e g ~ ,

    GQillo

    efifraúsmiÜrlo".

    - - ~ - Y ~ J , , , , ~ r

    ' E n ~ I e n g i i a j e corriente se la d e ~ o m i n a ~ a m b i é n

    "doble lenguaje". Sus manllestaclOnes mas gene-

    ralizadas

    son

    el empleo de palabras sin sentido

    (anemia semántica), ambigüedad en las afinnacio-

    nes, palabras o frases

    hechas

    que ocultan un jui

    cio (estereotipos), vocablos e l e g a I 1 ~ e _ ~ . q l l : ~ _ Q < ? u l t " , a n

    ideas duras ( e u f e m i S i ñ o s } , ' ~ l r a s é s rituales engano-

    SltstITsó"presimbólico del lenguaje), mentiras

    s o ~ a

    padas, hablas en clave, deCir indirecto, expreslO-

    nes incOñiprens{5 €S Uergas exóticas}, lenguaje

    meramente emocional (palabras coloreadas) y otros

    dislates que

    resultaría

    muy

    extenso detallar.

    En

    cierto país un organismo estat al tiene prohibida la

    frase "crimen político" la cual debe ser reemplaza-

    da por "privación ilegítima de la vida". En una

    provincia extranjera se decretó prohibir el uso del

    término "Dios" para evitar así en las escuelas las

    controversias religiosas con

    lo

    cual quedó automá-

    ticamente permitida la palabra "Diablo".

    20

    Aunque

    resultaría

    Utópico establecer

    un

    códi-

    go de ética para quienes hablan en público, las

    recomendaciones morales que se

    han

    fonnulado

    estriban en lo siguiente:

    «J

    N Q

    usar

    @ ~ . 2 E e s persuasivas para con-

    ~ c k . . M . ~ ª ~ _ . i l l l L ~ t 2 r o b = < Í i l l i .

    i l e J ' P ~ ~ ~

    a n ~ ~ a r l ~ g ~ b ~ m e n t ~

    (,>

    -: \

    ~ J ; i o . . i u n d a m e n t a L J J D . a - Q P i D i ó . n

    p r o ~ -

    . . . . r r . i e r l d c L a . . , m : g u m ~ n l Q § ~ ~ . § l Y l 1 , @ _ c º r ~ : L < i ~ L 2 Q Q l . - . ~ l

    f ~ t i s ~ _ t ; I ~ ~ ~ 2 9 ~ E " , Q t m ~ L . R a s t Q ~ ~ 2 . . ~ ~

    ~ J > . { Q . _ 9 . ~ V l t J i l L , ~ I . g g f t 5 ~ § g 1 e l t ~ J l , . l t m , ' Q Q § t º J ~ e , -

    ~ ª t P J J l : U , i ~ , q h , - 1 > . ~ § g n ª L Q j § , t t l ~ ~ g l J , ~ " h ~ ~ i l l : _

    . d ~ i r ~ ~ L l Y ~ ~ , , , § . ~ . , J ? r ~ ~ y , g t ~ _ ~ ~ , , , ~ . ~ , ~ ~ t ?

    , ~ ~ ~ ~

    ,

    __

    yl a ; . ~ " ' .

    ' ~ : ~ : : ~ ~ Q , S i m u l a r : , , a u t O r i d a t l . t í t u l o _ , n r.epres eJlta7 .. ,

    ció:h que no se

    tiene realmente para ganar

    pres-

    ~ ~ § 1 Ú r g t ~ ; , , · ~ ~ J ¡ ; ¡ ' l O \ ~ ~ : ~ ' ~ : ~ e v - ,

    No

    dañar

    a

    n a d i ~ ; ~ . , _ , , , _ ~ ~

    í6)

    d.t¡,:,-, ,,, .,

    21

    )

    )

    )

    )

    )

    )

    )

    :

    )

    ) i

    )

    )

    )

    {

    )

    ),

    )

    )

    .

    \

    )

    ) .

    )

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    13/112

    ~

    : ; i

    ")1:

    111

    ./ ~ ~ p ; J E & i f ~ l ü l ~ i ~ ~ ~ ~ - ; ~ -

    • f) calIdad a la

    segunda, pues

    no pasa, ~ o r Icn::o":

    )

    ~ : a e : u r r a u { a r o r t a c I r c ü ñ S r a r r c t m .

    -

    En átt1fno

    l\ análisis, la

    i i ñ P r o ~ ñ 1 O ~ s t e ,

    Siem-,

    • f ( l l I , ~ , J ? ~ : ~ ? l a E ~ J º . - 9 . l d ~ , § _ ~ , ~ ª J 2 e ~ e ,

    improvisan

    la

    L

    1)

    l..estructu[.9- y las palabras,

    no

    las i d e a ~ .

    ( ;í)?1

    I

    í)

    -

    ®14iscursº-

    com ?:illctdo.

    - En elocuencia, como

    ) en todo lo

    nemas, la

    bondad suele estar en

    un

    n /\ A plano intermedio. Es

    rarísima

    la improvisación

    I

    ¡

    J J

    absoluta.

    ~ l _ q . i S C . 1 l . § Q . ~ § ~ l 2 i l ~ i p n

    ,

    . _tí _

    s a b i a d e D r ~ ~ 1 i ~ ~

    • I nlll

    j (1)''

    t

    01 :];: tw;ii es pIezas ora arias

    n o . ~ i g l - R L Q , \ 1 § , ª . u ~ m á s ,

    en

    - e sentrcroa 11Smüfo.La improvisación . , . - ~ ~ ¡ ; ; ~ ~ ~

    _ ___ _ .

    ~ ,---- '-»=---

    ~

    ly ' l i - ,

    ), ""

    ¡LO

    ' I f t.í :i

    ~

    f' ,V

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    14/112

    2.

    LA FORMACIÓN

    DEL-º.RADOR

    ~ _ --------•

    Esta

    necesidad de

    comunicar

    el propio pensa

    miento

    es

    inherente a la

    naturaleza

    del hombre ,

    ha

    dicho Hugo Foscolo.

    Ésta

    es

    una

    de las

    ten

    dencias

    innatas

    que

    mueven

    ser humano.

    To-

    dos desean expresarse, porque la

    palabra

    es un

    placer. Hay una alegría de la palabra, que la ex-

    perimenta

    en

    su propio

    ser

    quien convence, per-

    suade, conmueve o enseña. Pero este

    profundo

    y

    sano

    regocij o del

    alma

    sólo

    es

    patrimonio de

    quienes dominan el instrumento expresivo.

    ¿Tienen

    todos

    los

    seres humanos

    el

    don

    de

    ha

    blar con

    poder de conviccióri,

    claridad

    y elegan-

    cia? Con esta ardua

    pregunta se relaciona

    el

    don

    oratorio, en que intervienen,

    en

    distinta propor-

    ción y según los individuos, las condiciones

    na

    turales

    y

    las

    condiciones adquiridas.

    El orador debe reunir en sí,

    para

    el ministerio

    de la palabra pública, cualidades físicas, intelec-

    tuales y morales.

    í

    Cualidades

    físicas

    t;

    \

    En

    el orden de las condiciones físicas hay un

    ideal, pero muy pocos hombres puede decirse

    que lo satisfacen. Como estos atributos no de-

    penden del individuo ni

    pueden

    modificarse, vale

    27

    )

    )

    )

    , :

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    15/112

    :j

    :1

    1

    11

    ]

    1I

    11

    1

    C2..,ualidades i n t e l c : : c t ~ ~

    El ejercicio de la

    palabra

    requiere inteligencia,

    sensibilidad, imaginación y memoria en

    tanto

    grado como

    cualquier otra

    actividad profesional.

    Inteligencia En la relación verbal

    no

    sólo

    t i e n e a e r e c ñ ( r s ~ e l talento excepcional o geniali

    dad. Hay

    también lugar para

    la inteligencia me

    dia

    o el sentido común

    puesto que

    no

    toda

    ora

    toria

    es

    científica o académica. Hay oratoria de

    todos los

    asuntos

    y en todas las ocasiones. Por

    otra parte, es

    cierta

    aquella afirmación de que

    el sentido

    común

    es

    la cosa

    mejor

    distribuida

    del

    mundo , como sostenía Descartes. Es muy

    raro

    que

    a

    un hombre

    de mentalidad media le falte el

    sentido común necesario como para enfrentar a

    un auditorio. Lo

    importante

    es

    contenerse

    en las

    ambiciones, no ceder al peligro de sobreestimar

    se en

    demasía

    y saber impostar la pretensión de

    su

    conferencia en el cuadro de la humanidad y

    de

    la sinceridad. Además,

    es

    de

    pensar

    que ante

    8

    la

    duda el conferenciante

    sabrá

    tomar el conse

    jo

    de los maestros y trabajar lo suficiente en el

    estudio de su asunto.

    Una cultura

    general adquirida en

    el aprendiza-

    _$_:p.aciente a través de los años

    es

    una efectiva

    garantía de sabiduría. Esto es innegable,

    porque

    da al hombre una visión total de la vida,

    los

    he-

    chos

    y

    las personas capaz

    de

    interesar

    a

    cual-

    quier auditorio. ~ s

    es

    posible, también

    una

    i n ~ ¡

    . 9 I T E ~ ~ n Q ~ a s l Q l l ª L § . Q l n : ~ ~ 1 l : g ~ 1 ~ } : r l a deteITIlinaoa: / . W ( ~ ,

    ~ r l E l ~ ~ 5 } i ~ 2 " Y . , ~ . f L ~ n i ~ < p ~ a r ~ ~ ~ ~ ~ Y i t : a i . i l : ~ ~

    ;

    § ª Q ~ Q . _ 1 n ª , . , ~ , ? ~ r « ª i v Q j l ~ ~ , " 1 } ~ t l l L ~ ~ ~ ~ . : e n c i a

    ó un

    \

    _ e ~ ~ t e . En

    una palabra

    o se

    t i e h e p r é v m m ~ r r t e

    lacultura necesaria para exponer un

    asunto

    ante

    el auditorio , o

    se

    la adquiere

    en

    cada ocasión por

    los maestros los libros o la investigación. Como

    no

    es

    fácil improvisarse en hombre culto, convie

    ne ir haciendo el propio equipo de conocimientos

    paulatinamente

    día a día,

    para estar bien

    dota

    do

    en

    cualquier

    momento.

    sobre

    todo

    si

    nuestro

    modo discursivo ha de ser la improvisación. No

    pensemos. con

    esto,

    que la

    elocuencia

    sea

    un

    arte selectivo, privilegio de gente ilustrada , dice

    Joseph

    Folliet

    1

    Aunque

    la

    competencia de

    un orador

    depende

    en gran parte

    de su

    capacidad

    y acervo intelec

    tual conviene

    sin

    embargo prevenirse contra la

    idea de que un discurso debe estar hecho sola

    mente

    sobre la

    base de la inteligencia. Un exceso

    ~ ~ \ € ~ ~ ~ i f ~ ~ ~ ~ ~ ~

    La inteligencia sirve para hacemos conocer con

    claridad y

    distinción

    los problemas y asuntos;

    desarrollarlos analíticamente;

    captarlos en

    sus

    relaciones

    con

    los demás temas afines u opues-

    1

    FOLUET.

    JOSEPH. Oratoria; introducción l arte de la palabra pública

    p. 21.

    Buenos

    Aires. Ediciones del Atlántico. 1958.

    9

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    16/112

    , 1

    11,1'

    "'¡

    tos;

    coordinarlos y conciliarlos con el complejo

    total de las

    cosas

    que

    sabemos

    e incorporarlos

    como

    sustancia viva a

    nuestro

    mundo

    de

    ideas,

    opiniones

    y

    creencias y, sobre

    todo,

    no pensar

    que la ciencia

    cubre toda la

    realidad.

    Hay un

    gi

    gantesco mundo de

    lo desconocido,

    adonde no

    ha

    llegado la ciencia, y

    éste es un sector de

    la reali

    dad

    que también

    debe

    merecer nuestra medita

    ción.

    No

    tomar las

    cosas por las palabras,

    pues

    las

    palabras son nada más que un signo conven

    cional de las cosas mismas.

    Es ineludible para

    un

    orador el cultivo de su

    inteligencia. Éste puede hacer confonne a las re

    glas, métodos y procedimientos expuestos por fi

    lósofos

    y

    maestros. y

    aunque

    no existe.

    en

    ver

    dad. método alguno infalible y cada

    persona

    puede crear el propio,

    no

    debe olvidarse tampoco

    que

    l

    comercio con

    las

    personas cultivadas. la

    observación. la lectura y el sentido

    común

    son

    métodos también

    de aprendizaje.

    e n s i b i l i d ~

    - La inteligencia sola no basta

    para hacer

    un

    buen discurso. Es

    una

    condición

    fundamental, por supuesto, pero

    no

    lo

    es

    todo.

    Los oradores esencialmente intelectualistas co

    rren el riesgo

    de limitar

    su público a

    un

    número

    restringido de especialistas.

    de

    no

    hacerse en

    tender

    por

    los

    grandes

    auditorios o de

    dejar

    indi

    ferentes a los oyentes. Salvo excepciones raras,

    el

    tono

    exclusivamente intelectual de un discur

    so

    lo deshumaniza. lo

    seca,

    lo desvitaliza. Hace

    falta otra condición más humana.

    más

    común.

    ,más

    conm6\redora:

    la

    sensibilidad.

    \

    ej

    La

    sensibilidad es la capacidad

    de

    c o n m c r u e r ~ 1

    \:. J n ~ l ~ . < ~ L ~ , : ~ J ? ~ c t _ ~ c _ ~ I o ?: la vida y _ ~ o s h - : ¿ ~ . · l i t ~ ~ ~ g ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ . § & i I ~ ~ ~ : :

    p

    f : D t ~ ~ b - : ~ a ; ~ ~ ~ ~ ~ : ~ : ~ ; o : i a ~ ~ ~ a ~ ~

    que por el cerebro. Muchos

    discursos

    ejemplares

    30

    pierden

    al

    poco tiempo su vigencia y su

    actuali

    dad

    por no

    haber

    sido

    más que

    un amontona

    miento de razones, por haberles

    faltado emoción.

    "En la carrera de un orador. un alma

    sensible

    es

    una

    fuerza

    considerable", recuerda Maurice

    Hougardy2. La oratoria tiene

    algunos

    puntos de

    <

    contacto con el lirismo y la poesía. .Jf,

    I

    El secreto de la sensibilidad está

    en

    el amor

    Oi

    las cosas

    y

    a

    las

    personas.

    Se

    siente

    emoción

    por

    :

    ,

    aquello

    que se ama, y este sentimiento afectivo ./fl l¡

    es

    el que

    despierta

    en

    un alma las simpatías,

    i

    generosidad,

    el patriotismo,

    la

    fe. la piedad,

    la

    clemencia. la

    compasión. Quintiliano pedía

    una

    elocuencia

    saturada de

    sentimiento.

    Horacio.

    por

    su parte,

    exigía,

    al

    orador: "Si

    quieres

    que yo llo-

    re, llora tú antes"3. .

    El público reacciona inmediatamente, como

    diapasón, a la

    emoción

    y sensibilidad del orador;

    liLfibra

    s e n ~ ~ ~ n : : l

    tes

    }a f 1ás.

    ~ i ~ ~

    segura. e , l ~ . 9 r a l Q . r . ~ § l . U'ébeTenena

    siempre

    el

    orador. a condición

    de que

    sea

    verdadera,

    since

    ra y esté sometida a

    la honestidad

    de fines.

    La sensibilidad quiere también

    sus

    límites. La

    sensiblería

    es el defecto paralelo

    que

    debe evitar

    se,

    pues

    es ridículo, poco edificante y nada con

    vincente.

    El sentimiento es un ingrediente

    más

    del dis

    curso y no

    la

    médula sustancial. Los oradores

    excesivamente afectos a esta

    tendencia

    son des

    cubiertos en

    seguida

    por el público, que los re

    chaza a poco de conocerlos. pues el ansia de ide

    as,

    natural

    al

    espíritu del hombre,

    queda

    insa

    tisfecho.

    Un

    exceso

    de sensiblería

    es

    sospechoso

    y poco

    duradero

    en vez de conmover, provoca ri

    sas; en

    vez

    de

    emocionar,

    aburre

    y

    disgusta.

    2 HOUGARDY. MAUruCE.

    op

    cit

    p.

    53.

    3 HORACIO. Arte poética v 102-103: Si vis m flere doleundum

    st

    primum ipsi ttbL

    31

    .

    .

    í

    :

    .

    1

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    17/112

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    1:;

    No existe regla

    para

    desarrollar o perleccionar

    la

    sensibilidad. Ella

    se

    origina

    en

    una compren

    sión

    especial de la vida, que

    puede

    explicarse,

    comunicarse, pero esto no es suficiente: requiere

    ser sentida. La sensibilidad debe ser

    pura

    sin

    contaminación, sincera.

    para

    ser oratoria y mo

    ral. El fingimiento y la mezcla con finalidades in

    confesables llevan

    en

    sí su

    propia

    condena

    y re

    pudio. La conCiencia de

    cada uno dirá cuándo

    debe

    apelar en su discurso

    a

    la

    sensibilidad y

    cuándo será moral su empleo.

    Imaginación - La imaginación es

    la

    facultad,

    \1

    1

      que permite

    c O l l . ~ i r

    las ideas d e ~ c ~ " . u n

    nueYQ

    \

    ¡1 I i i ¡ i f t Q . ~ V [ ~ ~ ¡ ¡ l l E . l i í i l l ] ' f g ª T Ó ~ a s

    concre.-

    1I ~ ~ t i ~ i ? M : t i ~ : § ) J e e s ~ · = ; : r ~ ~ Y ~

    1¡ atractivo cuño. U 1 T r m r g i n a e i Ó r C ' 1 ) u e s , ~ D a f . i ~ . -

    1\\,\ c u 1 t a d " a e ' ~ c ' r e a C i ó n

    original y embellecimient

    >l

    é l e ' · é 1 i a ' ñ o ~ U e d e ' ' - ñ a ~ ~ ~ n i ñ g ú n

    arte.

    ~ ' s ~ ~ c r e > ' ~ u c - ¡ i ' a ' s ~ v e c e s ' q ü é ~ g r a ñ C í e S ' ~

    son,

    demasiado conocidas y que ex

    resadas en

    forma

    r .erden el encanto de

    la

    origina

    1

    ad y

    la

    novedad.- TócaTe

    entonces

    a

    la5.i.l:J2acidad

    la

    ginativa del

    orador

    revestirlas de formas origina

    les d e c i r I ~ ( f e - s c 6 n o c m a s ' · 1 i a s 1 : a ' ' ' e n -

    ~ f ~ i ~ ~ f c ~ g ~ ~ ~ ~ k ~ ~ : ~ ~ I ~ ~ p ~ f t ~ c : t ~ ~

    r a s : ¡ F a - ñ c r e s " ~ r E a l f á c l o n e s de los

    hombres

    sobre

    el destino,

    las costumbres

    la política, la vida, la

    amistad

    están encerradas

    en

    fórmulas envejeci

    das

    y

    son bastante

    conocidas, porque las ideas

    sustanciales

    y mayores de la

    humanidad

    no son

    tantas ni tan desconocidas como pudiera creer

    se. Si

    ante

    estos asuntos

    el orador

    no las

    recrea,

    no las rejuvenece, no las informa de nuevas pa

    labras,

    correrá el riesgo de

    caer

    en la vulgar re

    petición de cosas ordinarias. Hay que recurrir a

    nuevas fuentes, a nuevos motivos. y esto se lo

    gra por medio de

    la

    imaginación; ella. a poco que

    32

    se la

    estimule.

    habrá

    de proveernos de los

    nue-

    vos trajes. '

    De la imaginación ha dicho

    un autor

    que colo

    rea

    los

    acontecimientos con un tinte

    mágico,

    desarrolla un magnífico cortej o de sueños y

    "transforma

    lo

    cotidiano

    en

    eterno,

    lo

    relativo

    en

    absoluto". El hombre debe

    mostrar en

    imágenes

    ~

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    18/112

    r ~ o en c u a ~ i e r ITlQ..lJlentQ

    el

    manantial

    de ide:

    as

    que puede necesitar paiaelatrornr-t11í15'tiéñ

    C f i s e t r r s t J . " r s - e r T e s o t o - c r e t ~ C í f t t d u r . " ' d o n d e " ' s ~ s

    tód'fá'n'1

    as

    O> riquezas que o f r e c e r ~

    en

    su momento.

    Todo cabe

    en

    él:

    frases, vocablos, citas, imáge

    nes, ideas, pensamientos.

    No

    todos tienen

    una

    memoria feliz. Pero todos

    pueden

    perfeccionarla,

    más

    quizá que

    la

    inteli

    gencia,

    la

    imaginación o

    la

    sensibilidad.

    Hay varios tipos de memoria,

    según

    el órgano

    en

    que

    ésta se

    apoya. Hay

    una

    memoria intelectual.

    que recoge

    las

    ideas y

    las

    palabras

    en

    general; y

    hay

    también

    una

    memoria visual,

    una

    auditiva,

    una

    motor, que retienen las formas y colores, los

    sonidos, las acciones, respectivamente. El orador

    bien dotado necesita de todas estas formas, pero

    la

    más importante. la que conviene estimular y

    ejercitar,

    es la

    intelectual.

    Cualidades morales

    Un

    orador es,

    ante

    todo,

    un

    hombre.

    y

    esto de

    ser hombre es una gran

    responsabilidad. Las

    cualidades morales que

    adornan

    al orador tienen

    decisiva importancia

    en

    su

    carrera. Sucede como

    expresa un antiguo adagio: se puede engañar

    siempre a

    una

    persona. muchas veces a algunas,

    pero siempre a todas, no. El orador con fallas

    morales, pronto será descubierto por el público y

    repudiado.

    El orador, por la seducción que ejerce sobre el

    público, debe

    ser un

    hombre de profunda mora

    lidad. La oratoria es

    una

    de

    las artes

    que

    más

    exige

    esta

    condición,

    precisamente

    porque el

    fundamento del poder de convicción radica en el

    prestigio y

    la

    confianza. La antigüedad exigía que

    el orador fuera

    un

    bonus

    vir un

    hombre hones-

      4

    to, y Aristóteles recordaba que el orador persua

    de

    por tres

    medios:

    la

    razón. la probidad y la be

    n ~ v o l e n c i a . El público

    guarda

    respeto y admira

    Clon por la

    virtud. y esto obedece a

    una

    razón

    que

    la

    psicología colectiva aclara. El triunfo de la

    inmoralidad o el demérito

    es una

    excepción pa

    sajera en

    la historia de

    la

    oratoria.

    Fenel?n ha expresado

    en una gran

    frase es

    te

    reqUIsito

    de la palabra

    pública: El

    hombre

    digno

    de ser escuchado es

    aquel que no se sir

    ve de

    la palabra

    sino

    para

    el pensamiento. y del

    p e n s a ~ i e n t o

    sino para

    la verdad y la virtud .

    QuinUhano.

    por su parte. enumeró

    las

    cuatro

    cualidades

    principales

    que

    el

    orador

    debía po

    seer: probidad. benevolencia. modestia.

    pru-

    dencia. .

    Los antiguos tratados de retórica enumeran y

    analizan

    en

    detalle

    cada

    una de las cualidades

    morales y. al respecto.

    son

    severos en sus exi

    gencias. Algunos tratados modernos también 10

    hacen. Todo esto

    puede

    resumirse

    en

    una

    sola

    palabra: carácter. El orador deberá

    ser

    un carác

    ter.

    un

    modelo

    humano. si es que

    pretende eri

    girse en conductor

    de sus

    oyentes.

    ~ convenienci s o prec uciones or tori s

    --------_.

    _

    ____

    ----

    En

    el orden de

    la

    práctica profesional. convie

    ne tomar nota de algunas actitudes directamen

    te relacionadas con el ejercicio de la palabra o

    cualidades

    específicas. profesionales

    d i r i a m ~ s

    que no

    excluyen.

    por supuesto

    el fondo alta

    mente moral que conviene al orador,

    en cuanto

    ser humano

    y social. A ellas

    se

    las, denomina

    conveniencias o precauciones oratorias.

    ~ : : ~ ª . s : ~ n v ~ e n ~ p r o f ~ Q . ~ l e s

    o e s p ~ . n c a s

    s Q n ; . ~ ~ ~ o l e ñ C I a : - á u f o r i d a a : ·

    .ªmbicion. . - - - - - - ~ ~ _

    ......

    -

    35

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  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    19/112

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    J

    Cada

    una de

    estas

    cualidades tiene

    su

    opues

    ta, que es el vicio concomitante. Bien entendido,

    el ejercicio

    de cualquiera

    de estas

    cualidades

    presupone un

    justo equilibrio que asegure

    al

    orador un comportamiento correcto, pero al mis

    mo tiempo efectivo, en el ejercicio de su impor

    tante [unción.

    ~

    es

    lo mismo que

    la

    compostura

    o

    fdrmalidad,

    y s ~ 1 l T c a : - p o r

    éonsigüIente, una ac

    t i f ü C f C 1 ~ J 1 I T $ . . ª Q } I ~ [ [ f ~ a s · C i r . s . u n s ~ a n

    ~ a a s ~ ~ á ~ I ~ ~ 2 : § . . y ' , . ~ ª , J , 9 ~ L 9 y ' e n ~ ~ . _ § ~ , [ ~ ~ = a

    1 W r l u a ¿ i ~ ~ e ~ . ( ) k l ' ~ ¿ r ~ d ~ 9 á ~ ó ~ ? ~ ~ ~ ; : ~ u ~ ~ ~ s ~ ~ : ~

    poFerracIo"'serio, grave, responsable. Esto impli

    ca

    una selección de

    las

    ideas, los argumentos, las

    frases,

    para

    no

    caer

    en la ligereza o la superficia

    lidad. Tampoco

    se

    opone la seriedad a

    la

    clari

    dad

    y a

    la

    sencillez de

    la

    exposición, requisitos

    que deberán considerarse

    cuando la

    mentalidad

    mayoritaria del auditorio

    no

    esté

    en

    situación de

    comprender.

    Por

    la

    modestia, el orador evitará las

    posturas

    de petulancia,

    o 111 llQ,

    "pedantería, fatuidad.Es

    tos son

    vicios

    que

    el público ñ'(:)'U)lera

    ni

    perdo

    ~ y

    q u ~ , , § e r m º a ~ § t Q . _ ~ g J º ~ g ~ § @ __

    en

    la

    p r e s i ó n : ~ e i i ~ l a e s t i m a c i ó n , " d ~ _

    ...

    t ~

    ~ e . . . : . ~ n

    Jgualceio cuidará

    el orador de nCLCa

    er

    . en la Jal

    sa

    modestia,

    porque ésta

    tampoco

    es aceptada

    por

    "los oyentes y

    por la

    sociedad. La falsa mo

    destia

    es en esencia

    una forma del orgullo y

    la

    vanidad.

    Hay

    que permanecer

    simple, sincero,

    mostrar las propias

    condiciones y

    la sabiduría

    -

    si

    se

    la t iene-,

    pero con honradez espiritual.

    Está

    reñida con

    esta

    condición el falso patetis

    mo,

    la

    simulación de pasiones y sentimientos, la

    teatralidad

    de los gestos.

    La

    benevolencia supone un

    especial

    senti

    miento

    hacia .el

    público y su capacidad, o

    hacia

    nuestros

    adversarios

    en

    el debate. Debe llevarse

    36

    con

    particular

    diplomacia

    la

    controversia y la

    oposición de ideas,

    para no herir ni

    ofender y,

    sobre todo,

    para

    tratar de comprender,

    con

    ge

    nerosidad

    y

    altura,

    aun

    las

    opiniones

    más

    ilógi

    cas

    de los demás. Se debe

    superar

    al adversario

    si

    es

    necesario y justo, pero es prudente no ava

    sallarlo ni aplastarlo.

    En

    todo momento, tenga

    mos

    presente que el opositor

    nuestro

    tiene dere

    cho a sus propias ideas, y que

    no

    siempre una

    idea errada procede de una mala fe. La benevo

    lencia se manifiesta en comprensión y generosi

    dad

    para con la

    ignorancia

    aj

    ena, tolerancia

    para

    los error es y flexibilidad espi ritual para adaptar

    se

    al tono

    mental

    del adversario u oyente.

    ~ a u t º r ~ d a d _ es

    el sentido interno que cada

    orador tiene de

    su

    mensaje y de sus conocimien

    tos.

    Es

    una condición neces aria

    para

    dirigirse al

    público.

    ~ l p ú b l i c ~ ,

    en general,

    e . § R ~ E - ª - " ~ ~ ~ R : e

    ~ 1 l ª - ~ ~ ~ ~ ~ . _ , ~ _ ~ l . l ~ _ ~ ~ d a ~ - , " l l g = ~ § ? , 2 . ~ ~ ~ i Ó ~

    sus

    ~ J g U l e t u d e s ,

    una

    enseñanza

    a

    su

    aescó'nocF--d

    I D i e ñ t o ~ E ñ 1 O n c e s el orador deberá

    tener la

    sufi

    fiente autoridad para atender, a satisfacción, es

    tas req

    · s . , ~ t o r i a s

    en cuanto se

    presente

    la opor

    tunida i se habla en nombre de un grupo o

    de una sociación,

    este

    hombre deberá tener

    presente

    que a su autoridad personal, se suma

    la autoridad del grupo que lo delegalt.La autori

    dad supone un imperio sobre los d ~ á s

    en

    el

    sentido

    más cabal

    del término, porque

    la

    verdad

    tiene necesariamente

    su

    imperio

    sobre la

    igno

    rancia.

    La ambición no es lo mismo que el orgullo. El

    concepto ambición tiene un sentido noble, y es

    el de superación de la propia persona,

    el

    de as

    cender siempre en la vida, hacia mej ores y más

    altos destinos. Es lícita, así, la ambición en el

    orador, lo mismo proyectada

    en el orden perso

    nal y

    humano

    que en el profesional. Distinta de

    la ambición noble es la concupiscencia,

    la

    codi-

    37

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    20/112

    ,

    I

    i l ~ 1

    1

    cía irrefrenable de posiciones o

    de

    glorias.

    a

    competencia limpia

    es

    legítima en el hombre, y

    por

    ella el

    orador

    tiene el derecho de lograr los

    éxitos que su virtud. su mensaje o

    sus

    cualida

    des le merecen.

    El

    miedo oratorio

    . _ . _ _ . _ ~

    ~ m , ~ : ~ ~ ~ ~ l i ~ ~ " ; J l t ; :

    gárita,produce'tráiísplracIoñ:--eYfgenafa

      ~ ' i ' ~ ' ¡ : - - ·t··.· · m· , ·s ·d'e l····cu·· m o · : l o s . , . b r . a z ' - - ~ s pler-

    m en .

    os o ~ . r . e , , ~ , I ' ~ ~ ~ ~ __

    r i á s " ' ( r a b á l a ' ~ 1 1 1 ¡ c u í a c i ó n y la y ~ ~ que

    es

    p e ó i ~ " ' o b l i U ' 6 I I a " ' I a ' ~ e ñ ª : " ' E ñ " " i i n a

    palabra, es

    un

    f e n ó m e n o p s i q m c ó ~ p a r a l i z a n t e . Para

    comprender

    y superar este fenómeno

    tan

    frecuente en la ca

    rrera

    oratoria. conviene estar advertido sobre al-

    gunos puntos.

    ,

    El miedo

    es

    un

    fenómeno

    común en

    casi todos

    los oradores, incluso en

    los

    más

    famosos. Lo

    mismo

    sucede

    con los artistas en el escenario.

    Cicerón mismo consideraba muy feliz al orador

    que no sintiera erizarse los cabellos ~ n t e la pre

    sencia del público.

    Juvenal

    se refirio a la emo

    ción

    que

    experimenta

    quien habla

    en público,

    asemejándola a

    la

    de

    quien

    pone un pie

    desnudo

    sobre un reptil.

    Pero si el miedo no

    es

    morboso y obsesivo,

    desaparece a poco de comenzar a hablar. ~ s t i

    des

    Briand, el famoso parlamentario frances, re

    éonocía

    que Jamás pudo

    abordar

    un

    público

    sin

    un verdadero

    malestar

    ftsico: boca seca, gargan

    ta cerrada. manos muertas. Pero confesaba

    que

    este estado duraba más o

    menos

    el mismo tiem

    po

    que

    el exordio. pues luego volvía a ser amo de

    sí mismo. Tener miedo antes de hablar, perder

    lo

    cuando se

    habla, es la

    marca

    del buen artis

    ta , dice un experto.

    38

    Por

    otra parte

    el miedo no está en relación con

    el

    número

    de oyentes y

    con

    la calidad del audito

    rio. Algunos oradores

    no temen

    frente a

    grandes

    públicos. pero se atemorizan ante un grupo de

    salón,

    mientras

    que otros

    temen

    al público grue

    so de

    las

    asambleas

    públicas, y en cambio

    se

    desempeñan

    a

    la

    maravilla delante de auditorios

    escogidos o académicos. Cada orador deberá dis

    criminar con exactitud cuáles

    son

    los públicos

    y

    circunstancias

    que 10 atemorizan, pues de esta

    manera habrá avanzado un paso en la elimina

    ción de ese temor.

    En cierto sentido, la timidez

    es un

    signo posi

    tivo en el

    ser humano, pues

    obedece. desde el

    punto

    de vista psicológico, a una especial sensi

    bilidad del alma y,

    muy

    a menudo, a una inten

    sa vida interior. Esta condición es preferible a la

    inconsciente temeridad del ignorante pues, su -

    perado el temor, quedará como fondo importante

    para la oratoria el riquísimo caudal de

    las

    inten

    sas

    experiencias internas.

    Hay que poner

    toda

    la voluntad y decisión po

    sibles para evitar que el m i ~ d o natural

    se

    con

    vierta en manía obsesiva. Esta implicaría una

    falta de confianza en

    la

    propia personalidad y

    una falla grave de

    la voluntad.

    En realidad,

    cuando

    un hombre siente que tiene algo impor

    tante que

    decir, que su mensaje

    es

    útil, verdade

    ro y valioso, tiene motivos suficientes como para

    anular el temor inicial y lanzar se en el campo de

    la oratoria.

    ¿Existe algún remedio con tra el temor oratorio?

    Si el miedo

    es

    el que naturalmente experimenta

    todo orador o artista que se presenta ante el pú-

    blico, lo hay. Pero en el caso de que este miedo

    sea

    terror

    obsesivo, la solución

    se

    interna en el

    dominio de la psicoterapia. En numerosísimos

    tratados de oratoria, particularmente en los mo

    dernos, se proponen métodos interesantes para

    39

    )

    J ,

    I

    i

    \

    :

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    21/112

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    t

    )

    1

     

    superar las inhibiciones propias del orador inci

    piente.

    Se parte por

    supuesto

    de una investigación

    psicológica del fenómeno del miedo, el que

    en

    definitiva

    se

    origina

    en un

    estado físico de ner

    viosidad patológica, en un complejo de inferiori

    dad -permanente o transitorio-

    en una

    sobre- .

    estimación excesiva del propio yo

    -que

    lo

    torna

    sumamente celoso e intolerante con el mínimo

    fracaso- en la falta de suficiente preparación o

    en

    la natural reacción que experimenta toda per

    sona al

    internarse

    en una situación inhabitual.

    El orador tiene miedo a olvidarse su discurso, a

    equivocarse, a promover

    un

    espectáculo ridículo,

    a transmitir un

    mensaje

    mediocre y deslucido, a

    atemorizarse ante

    el

    püblico, a enfrentarse

    con

    eventos azarosos e imprevistos.

    Del

    análisis de

    este

    fenómeno, sus causas

    manifestaciones y efectos, se derivan los conse

    jos para

    vencer el miedo oratorio. De los

    nume

    rosos métodos

    propuestos son especialmente

    recomendables el de Lew Sarett y William Tru

    fant Foster, expuesto en su tratado asic princi-

    ples 01

    speech

    4

    y el de Donald

    C. Bryant

    y Karl

    R. Wallace, desarrollado en el libro Fundamentals

    oJ

    public

    speakinif·

    Sintéticamente expuesto, el método de Sarett y

    Foster

    contiene sugestiones

    para 1) controlar

    los

    signos

    externos

    de inestabilidad emocional; 2)

    hacer un

    buen

    uso de

    las

    reacciones fisiológicas

    naturales

    en

    el momento de hablar; 3) simplifi

    car

    la

    situación

    compleja

    de

    la

    oratoria;

    4)

    tras

    ladar la

    atención

    que el orador

    se

    presta a sí

    mismo, hacia los demás y sus intereses.

    43ARETI.

    LEw y

    FOSTER. Wn.uAI {

    TRUFAI'IT. asic

    principles 01

    speech.

    edición revisada.

    ps. 52-76.

    Boston.

    Houghton.

    Mifflin Company.

    1946.

    . 5 BRYAlvr. DONALD C. y WAllACE.

    KAru.

    L • Fundamentals 01

    pub/.ic spe

    aking ps. 60-84.

    Nueva York-Londres. D. Appleton-Centu ry

    Company

    Ine

    1947.

    40

    Esto debe b a c e : t s e . ~ a tr.allés

    1 1 ~ 9 Í 2 l . f . e t t ~ a : Elija un

    tema

    de .su pro

    pia experiencia. Elija un tema que provoque

    en

    usted

    una actitud mental de apoyo. Elija un

    tema

    que

    provoque

    en

    usted un espíritu de lu

    cha.

    2) ~ Pr,epare un esque

    ma en

    que

    .lª s ide,as

    t < ? ? g ~ _ 1 . ~ a ~ . L : ' o : ~ ~ ~ ~ .

    Escriba completamente las tres o cuarro pnme-

    ras

    frases y memorícelas. Escriba c o m p l e t a ~ e n -

    te y memorice las

    últimas

    frases. Memorice el

    esquema

    tan

    a fondo

    que

    cuando usted cierre los

    ojos pueda verlo

    claramente en su

    totalidad. Lle

    ve

    su

    esquema

    al

    estrado y

    si

    es necesario, coló

    quelo en el pupitre.

    3)

    C o n t r ; q ~ 4 L l g . J r i ~ s ; l J J J j k ( L . ~ C Q 1 ; P . J l C J J l : Rompa el

    círculo vicioso de la tensión

    muscular

    el miedo

    produce temblor y el sentirse tembloroso

    aumenta

    el miedo) mediante el relajamiento muscular.

    l i l l ~ ~ e en su

    s i ~ ~ ~ ~ ~ q ~ ~ l a r .

    Relájese

    en

    el

    e s t r a Q o : ~

    una

    actituQ comoaa en el estrado.

    Realice algunos movimientos corporales que le ali

    vien la tensión (tome un libro, acomode las fichas,

    tome un diagrama, escriba algo en el encerado,

    acomode

    sus

    libros de citas, etc.). R ~ ' § J 2 ~ ~ h o n d a -

    m e n l ~ r

    calmarJa

    tensión. .

    . . " " ' " ' ~ , , , . , .

    o . ~ ~ M o ~ ; ' R " 1 ' \ . " " ' ; r " . ~ , " : r , ~ " - " : ; , .

    4

    l J , c s ~ ~ " J n e I i C f . . ~ e . § " " " " , d f

    s o s ~ t :

    Existen tres actitudes

    mentales

    P 2 : : ~ . _ , ~ 1 ? ~ o

    Y§lrse

    P s i c o 1 6 g f c a i i i e ñ l e : ~ a r T a a c f í f u a - ' a e '

    ansia por

    dis

    tribuir

    eager-to-shareJ:

    Cuando tiene para entre

    gar algo qqe entusiasme a

    su

    espíritu, el

    orador

    tiende a olvidarse de sí mismo;

    b)

    la

    actitud

    de

    deseo de

    combatir

    will-to-flfJhtJ:

    Si

    el

    orador

    se

    enfrenta al auditorio con decidido espíritu de

    lucha tiene grandes probabilidades de' atraerlo;

    el la actitud de hablar por una causa

    speaking

    Jor-a-cause): Cuando el orador habla fuertemen

    te convencido de la

    bondad

    de

    su

    causa o princi-

    pios, se

    toma

    naturalmente elocuente.

    / - - /

    41

    )

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    22/112

    Sarett y Fuster agregan a este método otros

    consejos para desarrollar el aplomo: pensar que

    la anticipación a la turbación es peor que la tur-

    bación misma: no

    hablar

    sobre las propiq.s apre

    hensiones: no mezclarse con el público

    antes

    de

    hablar, salvo raras excepciones: recordar que la

    mayor parte de las catástrofes que tememos no

    suceden

    y, finalmente, no avegonzarse de la pro

    pia

    nerviosidad,

    ya que ésta es

    una

    situación

    normal

    en

    el

    ser

    humano.

    Más importantes, aún son los métodos de com

    pensación psicológica tendientes a suprimir o sus-

    tituir. real o imaginariamente. los propios defectos.

    La compensación psicológica es el esfuerzo cons

    ciente efectuado por el orador en estado de infe

    rioridad

    para

    balancear

    un

    rasgo o una circuns

    tancia

    indeseable

    por

    otra deseable. atraído

    intencionadamente. Entre los métodos de com

    pensación recomendados se

    cuentan

    estos:

    l

    Compensación por ataque directo

    del

    defecto:

    El orador

    hace

    un

    esfuerzo consciente

    y

    sosteni

    do, enfrentando

    su

    minusvalía,

    hasta

    destruirla.

    2 Compensación por desarrollo de otras virtu-

    des: Si

    un

    defecto no puede vencerse directa

    mente

    el

    orador desarrollará méritos

    en otro

    sentido: la nerviosidad física

    puede

    compensarse

    con la

    simpatía

    la poca originalidad

    con

    una

    evidente

    buena

    disposición de ánimo hacia el

    público, y así otros muchísimos casos.

    3 Compensación

    por ayuda

    a otros in fortuna-

    dos: Este proceso de

    ayuda

    a quienes son más

    infortunados, fortifica la moral del individuo. Un

    orador puede tonificarse espiritualmente y reco

    brar

    la confianza en

    mismo. si entiende que

    su

    palabra

    sirve al prójimo.

    4 Compensación

    por

    hallazgo de un puesto de

    autoridad Toda persona puede compensar su

    sentimiento de inferioridad si

    encuentra

    en

    la

    vida social o en el trabajo un empleo o situación

    42

    en que

    sean notorios

    su superioridad

    y cono

    cimientos

    con

    respecto a los demás. Lo mismo

    sucede con

    el

    orador

    cuando encuentra el te

    ma

    en que puede desenvolverse con autoridad y

    éxito.

    5 Compensación por consagración a

    una

    cau§t l f

    o

    institución :

    MuChOS

    d

    oradorels

    d u ~ d e n 10d

    grar

    la t

    superación dedicán ose a a elensa e una

    causa

    o institución. Esto permite

    ganar poder

    personal. social y profesional.

    El método propuesto por Bryant y Wallace no

    difiere sustancialmen te del anterior y se apoya

    en

    fundamentos psicológicos

    más

    o

    menos

    seme

    jantes.

    Comprende estas reglas:

    l

    Minimizar el riesgo: Recqnocer que hablar

    en público

    no

    difiere mayormente de una con

    versación en privado. Conocer

    tanto

    como sea

    pOSible al público.

    Comprender

    en la

    práctica

    cómo los demás

    soportan

    las mismas experien

    cias. Comenzar la preparación de un discurso lo

    más

    tempranamente

    posible y prepararlo total

    mente.

    2 Enfrentar el riesgo: Disipar la idea de que el

    peligro sólo

    puede ser

    combatido

    mediante

    el

    aislamiento o la fuga. Reemplazar el miedo

    por

    otra

    emoción (indignación.

    humor

    piedad. sim

    patía, etc.). Evitar los movimientos de huida y

    sustituirlos

    por

    otros de confianza y equilibrio.

    Los

    tratadistas rechazan

    en general los esti

    mulantes

    artificiales, porque

    con

    ellos

    se

    arries

    ga

    más de lo

    que se puede ganar y además

    porque

    su

    empleo

    es

    una

    manera

    de eludir el

    problema y

    no

    de resolverlo. En

    lo

    físico,

    se

    reco

    mienda la

    respiración abdominal que desconges-

    tiona y tranquiliza.

    En síntesis,

    todas

    las teorías y métodos acon

    sejan, con mínimas diferencias entre sí,

    D pre

    f 3 e l 1 . ~ ~ , . s ~ ~ ~ n . ~ ·

    el

    tema

    y conocer la

    totalidad

    de ,los

    f a c t o r t ~

    . --_.

     

    , ~ , . < i : ~ . . , ~ ~ m ~ ' : r ~ , l>; = ~ ~ ~ ' o $ ~ ' ' ' . t f , , ~ , ~ . . I > I ~ ¡ ; ; ; ; ¡ : ;

    43

    )

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  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    23/112

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    c o n c u r r e n t ~ ~ t ~ J _ ~ l º ~ l ~ t ~ ~ ~ de Qyentes. sus

    f f i f é ~ s , ~ ~ i ~ p r < ? b a b I . ~ ~ , ~ l 3 , c j t g ~ etc? .

    ~ e n t r con

    OecIslOn el riesgo, apoyado psico-

    loglcamente

    en una

    favorable y firme

    actitud

    es-

    piritual dispuesto

    a

    aceptar

    como precio del

    aprendizaje los fracasos y contratiempos even-

    tuales,

    hasta

    llegar al dominio de

    la actitud

    ora-

    toria.

    ·Por último,

    son

    auxiliares algunos trucos o es-

    tratagemas

    como

    por

    ejemplo, el de

    mirar

    fija-

    mente

    a

    una

    sola persona;

    suponer

    que

    se habla

    sin

    público;

    mirar

    lo

    menos

    posible a la sala di-

    rigiendo

    la

    vista

    un

    poco

    por

    encima

    de ~ l l a

    nunca a b ~ j o cerrar momentáneamente

    los

    oj

    os:

    como h ~ c l e n d o coincidir este gesto con

    algún

    pensamIento de nuestro discurso, y abrirlos sólo

    ~ u ~ n d o

    h a y ~

    pasado el temor. No

    por

    simple de-

    Jara

    de

    ser

    util el humorístico consejo de

    Joseph

    Folliet: En todos los casos, repít ase a

    mismo

    que nadie queda

    nunca

    libre del

    susto.

    Conviene

    tomar las cosas con

    filosofía 6.

    6 FOLUEr JOSEPH.

    op

    cit.

    p.

    28.

    44

    n

    ELABORACIÓN DEL DISCURSO

    3 L BÚSQUED PE IDE S

    O INVENCION

    El tema es el punto de

    partida

    de la

    tarea

    ora-

    toria. Suele

    hacerse

    a menudo distinción entre el

    tema

    elegido libremente y el

    tema

    impuesto. Este

    distingo se refiere nada más que a los orígenes

    posibles de

    un discurso

    y de

    ninguna

    manera

    señala una diferencia del t rabaj o intelectual en

    sí,

    pues

    la

    elaboración sigue

    un

    proceso

    común.

    El

    tema

    Lo

    ideal es poder elegir

    en

    cada

    oportunidad el

    tema de la propia disertación, pero esto

    no

    siem-

    pre es posible. El

    buen

    orador debe estar en am-

    plia

    d i s p O n i b i l i d a t F l Í l t e l e c 1 u a r Q e - S á l l s t a ~ r ~

    q i i e l i i ñ i e m n ~ ' ' a l e f r o S : ' ' ' ' S i n ' ' ' e h i 6 a J g ' ' ' o ' ' ' c o n v t e h ~ ' ' ' t l t s -

     

    . . , . , , ~ , , ~ , · . , , ~ . . , . . 1 t ' 7 - ' ; ' . I . ~ " . , . . ~ ~ · . ' ' ' ' ~ = ? . , , . -

    tinguir esta alspoIDollidad de

    la

    charlatanería del

    ignorante o el audaz, capaces de

    aceptar

    irrespon-

    sablemente

    cualquier

    compromiso oratorio. El

    sentido moral indicará a

    cada

    orador las fronteras

    de sus compromisos, pues

    no hay

    elocuencia po-

    sible fuera de

    la

    sabiduría y el conocimiento.

    No

    se trata,

    en

    muchos casos, de tener en el instante

    mismo de contrae r el compromiso

    la suma

    de co-

    nocimientos totales del tema, sino de estar poten-

    cialmente

    en

    condición de adquirirlos con profun-

    didad hasta el momento de la disertación.

    45

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    24/112

    Ciertos temas pueden ser afrontados por la ge

    neralidad de los hombres. mientras que otros.

    por su carácter técnico o científico: están reser

    vados únicamente

    para

    los especialistas. Similar

    reserva debe formularse con respecto a la

    jerar-

    quía del auditorio y

    la

    ocasión del discurso.

    ya

    que ellos condicionan también al orador. Salvo

    en

    el tipo de disertación científica o académica. y

    otras pocas

    especies. como

    la

    oratoria

    sagrada

    o

    la forense. queda siempre abierta la posibilidad

    de que un orador interese a

    su

    auditorio. porque

    todo hombre es en

    mismo una permanente

    instancia de atracción. Todo dependerá del men-

    saje que tenga para transmitir. de la forma como

    lo

    transmita y de la circunstancia

    en

    que

    lo

    haga.

    Contrariamente a la temeridad de algunas per

    sonas.

    están

    otras inhibidas por falsos prejuiciOS

    acerca del uso de la palabra. pensando que

    para

    hablar

    en público

    son

    necesarios arrebatos pasio

    narios. inspiración esotérica. exclusividad de algún

    conocimiento. nivel intelectual óptimo. excelencia

    insuperable

    en

    el dominio gramatical o literario y

    muchos otros sofismos de perfil vulgar. Todo lo

    que inhiba o limite la posibilidad expresiva de un

    hombre debe desterrars e de la conciencia. ponien

    do en

    su

    lugar una exacta y ecuánime valoración

    de las propias condiciones e ideas.

    La

    frase del poeta romano Horacio. inserta en

    su Arte

    poélia

    seguirá siendo la mejor recomen

    dación para el orador y el artista: proponerse un

    asunto

    al

    alcance de sus fuerzas y meditarlo lar

    gamente. que a quien elige el tema que le convie

    ne.

    no

    le faltará

    ni la

    abundancia

    ni

    la

    claridad

    ni el orden .

    IlloMCIO.

    rte poética. V. 38 41: Sumite materiam vestlis qui scribitis

    aequam

    /

    viribus ..

    Cuí leda potenter eri s

    res

    / nec

    facundia deseret

    hunc nec

    lucidus

    ardo.

    46

    Etapas de la

    elaboración

    Una vez determinado el tema y compilado el

    material. debe elaborarse el discurso.

    Esta tarea

    se

    descompone en

    tres pasos

    distintos. que en

    sustancia. son las mismas etapas

    de

    toda

    labor

    literaria: 1 invención; 2 composición; 3 elocu

    ción. Esta división del trabaja literario y retórico

    proviene de los antiguos griegos y

    romanos

    y

    ha

    conservado vigencia a través del tiempo.

    La invención

    es la búsqueda

    y elección de los

    pensamientos. La composición es el ordenamien

    to y desarrollo de esos pensamientos. La elocu

    ción es la expresión de esos pensamientos me-

    diante las palabras. , .

    Estas tres operaciones son sustancialmente

    distintas

    pero no

    inseparables.

    pues muchas

    veces se encuentra el pensamiento y la expresión

    simultáneamente. y otras nos ocurren los

    pensa-

    mientos ya ordenados. De todos modos. esta da-

    sificación tiene

    un

    valor práctico inestimable. a

    condición de que no se la interprete con exceso.

    La mecánica de la creación estética

    es

    bastante

    más complicada que cualquier simplificación di

    dáctica.

    La inspiración inicial

    La invención

    parte

    siempre de una inspiración

    inicial. Acerca de la inspiración se ha

    escrito

    mucho.

    pero. en

    última

    instancia.

    su naturaleza

    permanece todavía

    en

    el dominio de lo misterio

    so. lo incomprensible o lo inexplicable. Existen

    excelentes y cautivantes definicione 5

    sobre la

    inspiración, pero ninguna

    es

    completa. En gene

    ral.

    es

    primariamente una idea confusa que

    se

    nos

    presenta

    al espíritu en un momento deter

    minado y se nos impone

    con

    una

    especie de en-

    47

    ,

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    25/112

    )

    )

    )

    )

    tusiasmo que

    nos

    seduce y nos domina. Atisba-

    mos presentimos que esta idea es fecunda, que

    tiene encerrada en su seno una serie de deriva-

    ciones y consecuencias valiosas, y

    que

    merece

    ser aceptada

    y analizada. Todo hombre

    puede

    confirmar

    en su

    experiencia cotidiana

    casos

    de

    inspiración dentro de la actividad en

    que

    se

    ocupa. La inspiración

    no es

    patrimonio exclusivo

    de los oradores o de los escritores, sino que se

    presenta en el arte, el comercio, la industria, la

    conversación, y todo otro lugar donde hay crea-

    ción

    2

    La idea inicial de

    una

    obra es siempre confu-

    sa amorfa, y por consiguiente debe ser desple-

    gada. Esto presupone un estudio del tema, infor-

    mación y meditación. Es importante darse tiem-

    po

    para poder hacer estos trabajos: Por no haber

    pensado

    bastante

    sobre su tema,

    es por

    lo que

    un

    autor

    se ve embarazado para escribir , solía

    decir

    Buffon.

    En

    efecto,

    las ideas no

    siempre

    aparecen en el momento en que las necesitamos.

    Esto

    significa que el asunto no está lo suficiente-

    mente

    maduro. Habrá que seguir meditando y

    esperar

    a que el tema se tome fecundo. La ma

    durez se logra a veces sin que tengamos necesi-

    dad de meditar directamente sobre el asunto. El

    subconsciente tiene

    una gran

    importancia

    en

    la

    invención, y

    trabaja

    por nuestra cuenta mientras

    nosotros dormimos o estamos dedicados a otras

    cosas.

    Las facultades psíquicas trabajan

    por

    nosotros y.nos dan gratuitamente la solución de

    muchos

    de

    nuestros

    problemas que

    en

    la vigilia

    nos preocupaban y no podíamos resolver. Se ad-

    judica a un poeta ruso

    esta

    expresión: "Yo no sé

    lo

    que voy a cantar pero

    mi

    canción

    está

    madu

    rando .

    2

    cr

    HAYARAWA.

    s

    l..

    Languaje

    in

    action; a

    guide to

    accurate thinking

    reading and writing Nueva York. Harcourt.

    Brace

    and Company.

    1948.

    48

    Aunque parezca extraño, esto es así, y puede

    confirmarlo todo artista escritor u orador. La

    inspiración es un fenómeno absolutamente mis

    terioso.

    No

    existen,

    en

    verdad, reglas sobre ella,

    ni podrían existir desde que no

    están

    conocidos

    sus

    detalles. Lo recomendable es

    estimular

    la

    creación

    por

    medios indirectos, como ser la lec-

    tura

    de modelos,

    la

    observación, etcétera.

    La búsqueda

    de

    pensamientos

    Una vez delimitada la idea esencial del discur-

    so, viene la tarea de buscar la materia·

    que

    acompañará

    a este núcleo primero. lo desarrolla-

    rá y le dará fuerza demostrativa yelegancia con-

    ceptual. En esto los métodos difieren, según la

    idiosincrasia del autor. Es natural entonces, que

    cada uno elija el que más se adapte a su perso-

    nalidad

    3

    Algunos

    oradores

    suelen escribir primero el

    plan

    desarrollado de su discurso y luego giran

    alrededor de él, tratando de encontrar pensa

    mientos que puedan incluirse dentro del esque-

    ma así preparado. Trabajan de

    esta

    manera has

    ta

    que el

    discurso queda

    concluido. Otros,

    en

    cambio,

    no

    escriben

    su

    plan por extenso, sino

    que trabajan al azar,

    dando

    vueltas en tomo al

    asunto

    principal, anotan por separado todos los

    pensamientos que se les van presentando en la

    meditación, sin orden y a medida que ocurren.

    Al

    final

    buscan

    un

    plan

    que

    se adapte

    a la serie

    3 Para

    un

    estudio detallado del método de trabajo intelectual. pue

    den consultarse: JE N GurITON. El trabajo intelectual; consejos a los que

    escriben

    Buenos Aires.

    Ediciones

    Criterio, 1955:

    CHAVlGNY.

    PAUL MARrE

    V¡CfOR Organización del trabqjo intelectuaL Barcelona-Buenos Aires,

    Labor 1932;

    SERTILLA. \IGES, A.

    D •

    La vida

    intelectual;

    espúitu

    condicio·

    nes métodos

    Buenos

    Aires, Sinopsis. 1958: RAMÓN

    y

    CAJAL,

    SAN 1AGO,

    Tónicos de l

    voluntad; reglas y constVos sobre investigación científICa

    Buenos Aires, Espasa-Calpe Argentina. 1945.

    49

    )

  • 8/9/2019 Introducción a La Oratoria Moderna - Loprete

    26/112

    f i l, . ,

    ;

    I

    ,

    .

    de ideas encontradas, dándoles una motivación

    y derivación lógicas. Cualquiera de los dos pro

    cedimientos es bueno: todo depende de las pre

    ferencias y modalidades psicológicas del orador.

    A

    primero de los procedimientos

    se

    le

    puede

    ad

    judicar la ventaja de que permite conducir la re

    flexión en orden y en forma sistemática, con lo

    que

    gana

    la

    unidad

    del discurso,

    mientras que

    al

    segundo

    se

    le otorga

    la

    excelencia de permitir al

    espíritu desplegarse con mayor libertad.

    No

    hay

    inconveniente alguno, por supuesto, en

    que ambos métodos

    se

    apliquen

    combinados.

    Puede elaborarse previamente el plan, buscar las

    ideas que se

    adapten a su estructura, anotar

    también las ideas que

    ocurran

    y

    no

    guarden es

    tricta relación con ese esquema fijado, y reformar

    finalmente el plan hasta ajustarlo al material ob

    tenido. Si

    bien

    el

    plan

    facilita el ordenamiento del

    trabajo, tampoco

    debe concebírselo como una

    norma rigida, inflexible, que

    no

    permita el agre

    gado o

    supresión

    de ideas

    en

    el

    transcurso

    del

    desarrollo. En definitiva. éste es el mejor de los

    métodos y el que mejor responde a

    la

    dinámica

    psíquica.

    El testimonio histórico

    prueba

    que excelentes

    oradores

    han aplicado uno y otro métodos en la

    invención y búsqueda de ideas. Nada

    nos

    obliga.

    al comienzo del trabajo, a comprometemos con

    un

    plan

    riguroso y severo, que a

    lo

    mejor

    no

    po

    demos luego cumplir. Muchas

    veces, a

    punto

    de

    concluir el discurso descubrimos una idea supe-

    rior

    a la inicial. o

    se han

    producido aconteci

    mientos que obligan a modificar nuestro primer

    punto

    de vista.

    Insensato

    sería

    no tirar

    al cesto

    el plan primero y recomenzar la

    tarea con

    otra

    perspectiva

    que nos

    garantice

    un

    mejor resulta

    do.

    En materia

    espiritual.

    la

    libertad es una de

    las condiciones del éxito y resulta triste conver

    tirse en esclavo de

    uno

    mismo. La opinión de

    50

    Sertillanges merece cuidadosa atención en este

    punto: Componer así.

    por

    medio de islotes que

    se

    fusionan para

    formar

    el

    futuro

    continente,

    hacer

    preceder el trabajo de organización por una

    libre inspiración esporádica

    o, si se

    quiere, fijar

    puntos para la curva

    y multiplicarlos

    para trazar

    la línea de

    un

    golpe en el momento oportuno, es

    librarse de

    la

    fatiga de

    una

    composición ob.liga

    toria

    y

    de la

    ansiedad que

    provoca

    la

    página

    blanca: es

    asegurarse

    el trabajo creador 4.

    ¿Cómo

    encontrar ideas?

    ¿Dónde

    buscarlas

    para nuestro

    discurso?

    Ha llegado

    uno

    de los

    momentos

    más decisivos de

    nuestro

    trabajo. Las

    fuentes de

    ideas son muchas

    y es saludable te

    nerlas presentes para contar

    con ellas en el ins-

    tante

    preciso. .

    Los más famosos retóricos y preceptistas

    se

    han

    preocupado intensamente de encontrar re

    cursos y procedimientos que beneficien la labor

    de creación intelectual. En general. el acto crea

    dor

    proviene siempre de

    un

    antecedente, y a ellos

    conviene

    acudir para nuestro

    objeto. Las princi

    pales fuentes de información son: 1 la

    cultura

    propia;

    2 las

    lecturas; 3 la observaCión; y 4) la

    reflexión e imaginación.

    La cultura

    propia

    - Cicerón ha dicho: El

    fundamento de la elocuencia. como el de cual

    quier

    otra

    cosa,

    es la

    sabiduría . Evidentemente,

    toda comunicación espiritual

    con

    el prójimo pre

    supone un

    conocimiento previo.

    personal,

    del

    mensaje

    que

    deseamos

    transmitir.

    En

    el precep

    to ciceroniano,

    la

    palabra

    'sab iduría ' no Significa

    un conocimiento radical y supremo de

    las

    cosas,

    sino lo que en castellano entendemos por 'saber'

    o buen sentido'. Si así no fuera. quedaríamos

    excluidos del

    uso

    público de la palabra la

    gran

    4

    SERIlUA. liGES. O. P . op

    cit

    p.

    300.

    51

    )

    )

    )

    )

    )

    )

    )

    )

    )

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    )

    )

    J

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    )