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PERSONAJES MORONENSES UNA BREVE HISTORIA AÑO 1 - Nº2 Instituto y Archivo Historico MUNICIPAL -IAHMM- DIRECCIÓN DE ARTE Y CULTURA MUNICIPIO DE MORÓN El Instituto y Archivo Histórico Municipal, dependiente de la Dirección de Arte y Cultura del Municipio de Morón fue creado en el año 1989. Es una institución de servicio a la comunidad dedicada a la investigación, conservación y difusión de la historia y el patrimonio moronense. Ofrece documentación histórica, biblioteca, hemeroteca y archivo audiovisual . Hace más de 20 años el Instituto publica la Revista de Historia Bonaerense, de amplia difusión a nivel nacional. Realiza talleres de historia en los barrios, muestras fotográficas y documentales, recorridos histórico-turísticos, cursos y congresos, interactuando con todos los niveles educativos. Entre otras actividades, asesora a entidades e investigadores en cuestiones de historia local y regional. Propicia acciones para la conservación del patrimonio urbano y la preservación de la memoria colectiva. Busca, en síntesis, estimular el sentido de pertenencia y la identidad local de la comunidad moronense. Foto aérea de la manzana que corresponde a la Parroquia Sagrada Familia de Haedo, sobre la calle Estrada, mediados de la década de 1930. Puede observarse el terreno de la quinta Pisani, colindante con la Avenida Rivadavia, que fue loteada a fines de la década siguiente. En 1916 se llamó a concurso para erigir el monumento a la Jura de la Independencia, que se levantaría en el centro de la plaza, el mismo se colocó recién en 1937 y reemplazó a la pérgola antes descripta (Este monumento fue trasladado en 1950 a la Plaza Alsina de Villa Sarmiento). La siguiente renovación se produjo en la década de 1930. El principal cambio fue la construcción del Palacio Municipal, inaugurado en 1939. Con él la plaza adquirió una nueva fisonomía “plana” erradicando el arbolado y todo aquello que impidiera la vista del edificio. Los terrenos se nivelaron, se construyeron las rampas para entrada de automóviles del Palacio, entre otras obras. En aquellas décadas la plaza y su entorno fueron escenario de desfiles escolares en festividades cívicas y religiosas, que congregaban un numeroso público. En los años ’50 la plaza adquirió el nombre de Libertador General José de San Martín y se transformó en la plaza de las muchedumbres, ya que allí se realizaron actos masivos como la inauguración del monumento central, al que asistieron 50. 000 personas. En las décadas siguientes se fueron incorporando los otros monumentos que hacen a la identidad moronense: la escultura del Gallo de Morón, la placa que recuerda a los desaparecidos de la zona durante la última dictadura militar, el monumento a los soldados de Morón caídos en la Guerra de Malvinas, entre otros monumentos a personalidades destacadas de la historia argentina. En la última década, la renovación edilicia incluyó mejoras en los caminos internos y espacios verdes y el rediseño del área central para usos significativos que permitieran la realización de eventos masivos. Escenario tanto de la vida cotidiana como de acontecimientos políticos, religiosos e institucionales, la plaza de Morón fue y es el corazón del pueblo. Dirección: Estrada 17, Haedo. Tel: (011) 4650-2580 Mail: [email protected] Parroquia Sagrada Familia FOTO HISTÓRICA NUESTRA HISTORIA LA PLAZA DE MORÓN En 1769 el vecino Marcos de Alarcón donó una manzana de terreno para que se levantara una capilla bajo la advocación Nuestra Señora del Buen Viaje (actual Catedral), finalmente construida en 1776. La misma familia reservó una manzana para que sirviera de plaza, espacio en el que los fieles pudieran escuchar misa, incluso de a caballo, dadas las reducidas dimensiones de la iglesia. También iniciaron el loteo de los terrenos aledaños. Así surgió un pequeño caserío en torno a la capilla, un conjunto de diez manzanas alrededor de la plaza de Morón. Un largo litigio por la propiedad de los terrenos hizo que durante una parte del siglo XIX la plaza se considerara parte de la propiedad ubicada en el predio que hoy ocupa el Palacio Municipal. Hacia 1865 este problema fue superado y la Municipalidad procedió a arreglar el solar con nuevos senderos y árboles. Sin embargo la plaza volvió a quedar en el abandono, hasta los animales pastaban allí. En la década de 1880 se realizó la primera gran reforma, atribuida al paisajista Carlos Thays: se mejoró el arbolado con hileras de paraísos, se construyó una pérgola central y se dotó al predio de un cercado de rejas con tres portones sobre las calles Belgrano, San Martín y Nuestra Señora del Buen Viaje. Ésta era una plaza tradicional, con arboledas alineadas, senderos, bancos y césped bien cuidado, con una vereda perimetral de mosaico y las primeras farolas de alumbrado eléctrico (1906). Fue en esos años en que recibió el nombre de Plaza Adolfo Alsina. La plaza era un paseo muy concurrido por aquel entonces, verdadera “vidriera social” para las familias acomodadas de Morón, que amenizaban sus encuentros en el lugar escuchando las bandas de música que tocaban en el kiosco central. Eran las famosas retretas, que continuaron realizándose hasta mediados de los años ‘20. Juan Manuel Giuffra nació el 14 de junio de 1878 en la ciudad de Buenos Aires. Fue educador, se desempeñó como profesor de letras en escuelas normales y llegó a ocupar el cargo de vicerrector del Colegio Nacional deBuenos Aires. En 1910, junto a su familia, se afincó en el recién nacido pueblo de El Palomar y se convirtió con el tiempo en una de las personalidades más sobresalientes de la historia de la localidad. En 1911 don Juan Manuel creó y presidió la primera Sociedad de Fomento del pueblo, desde la que se trabajó para obtener el alumbrado a kerosén, que los vecinos se ocupaban de prender Durante las primeras décadas del siglo XX doña María Fernández de Rouco, española, ocupó junto a su esposo, una casilla de guardabarrera en la esquina de Zapiola y Rivadavia en Castelar. En aquellos años doña María comenzó a vender los primeros diarios a los vecinos, una actividad que su familia continuó hasta hoy en la esquina de Rivadavia e Irigoyen. Los vecinos más antiguos la recuerdan como un referente de ese pueblo que recién nacía: “Ibamos en bicicleta hasta la barrera de Doña María, tenía cabritos, patos, pavos, gansos...” (Sra. Marta Troisi). “Cuando llovía íbamos a pie por los campos hasta llegar a la guardabarrera, que era Doña María y le dejábamos los zapatos embarrados y nos cambiábamos para viajar en el tren...” (Sra. Sayago). Educador, profesor, vicerrector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Con el tiempo se convirtió en una de las personalidades más sobresalientes de la historia de la localidad. Creó y presidió la primera Sociedad de Fomento del pueblo. La biblioteca popular, lleva su nombre. Juan Manuel Giuffra Vecino ilustre de El Palomar (1878-1930) LA GUARDABARRERA DE CASTELAR y apagar diariamente, hasta que en 1922 se gestionó el alumbrado público. Entre otras obras, esta institución se ocupó de la construcción de la primera vereda de ladrillos, en la calle Victorica; y también de la instalación del destacamento policial que funcionó en sus comienzos en una vieja casa de adobe en las calles Victorica y Urquiza. Otra de las iniciativas de Giuffra fue la fundación de la Escuela Nº 5, en 1912. Este destacado vecino de El Palomar falleció el 4 de abril de 1930. La biblioteca popular de la localidad, lleva su nombre. LOS NOMBRES DE LA CIUDAD EN EL DIARIO DE AYER Villa Sarmiento, y los nombres de sus primeras calles En 1900 esta localidad recibió la denominación de Villa Progreso. Los nombres impuestos a las calles en ese momento fueron el reflejo del imaginario de la época, recogiendo la idea de “progresode aquella generación positivista y orgullosa de una Argentina en su esplendor agroexportador. A partir de 1914 y hasta 1932, doce grandes premios organizados por el Automóvil Club Argentino tuvieron su largada y llegada en el cruce de las avenidas Gaona y Vergara. Allí se encontraba el almacén de Cagnone, donde los corredores arreglaban sus autos, esperaban los controles y confeccionaban las planillas. Las carreras se realizaban en dos circuitos: el legendario Circuito Grande comprendía 40 kilómetros y era un triángulo cuyos vértices eran Morón, Moreno y San Miguel. En su variante Chica medía 18.5 km, cortando por la avenida Pedro Díaz. También estaba el circuito “La Pomona”, ubicado entre las calles Arenales, Córdoba y Bernardo de Irigoyen de Morón. COPÉRNICO CALLE EL IMPARCIAL, 1914 La nomenclatura homenajeaba a grandes personalidades de la ciencia y la técnica. Así por ejemplo las actuales calles Pastor Obligado, Rivera Indarte y Brasil recibían el nombre de Laplace, Copérnico y Darwin, respectivamente. Este es sólo un ejemplo entre muchos otros nombres que pueden consultarse en los antiguos planos de la localidad

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Page 1: Instituto y Archivo Historico MUNICIPAL AÑO 1 - Nº2 · -IAHMM- DIRECCIÓN DE ARTE Y CULTURA MUNICIPIO DE MORÓN El Instituto y Archivo Histórico Municipal, ... Independencia, que

P E R S O N A J E S M O R O N E N S E S

U N A B R E V E H I S T O R I A

AÑO 1 - Nº2 Instituto y Archivo Historico MUNICIPAL

-IAHMM- DIRECCIÓN DE ARTE Y CULTURA MUNICIPIO DE MORÓN

El Instituto y Archivo Histórico Municipal, dependiente de la Dirección de Arte y Cultura del Municipio de Morón fue creado en el año 1989. Es una institución de servicio a la comunidad dedicada a la investigación, conservación y difusión de la historia y el patrimonio moronense.

Ofrece documentación histórica, biblioteca, hemeroteca y archivo audiovisual. Hace más de 20 años el Instituto publica la Revista de Historia Bonaerense, de amplia difusión a nivel nacional.

Realiza talleres de historia en los barrios, muestras fotográficas y documentales, recorridos histórico-turísticos, cursos y congresos, interactuando con todos los niveles educativos.

Entre otras actividades, asesora a entidades e investigadores en cuestiones de historia local y regional. Propicia acciones para la conservación del patrimonio urbano y la preservación de la memoria colectiva.

Busca, en síntesis, estimular el sentido de pertenencia y la identidad local de la comunidad moronense.

Foto aérea de la manzana que corresponde a la Parroquia Sagrada Familia de Haedo, sobre la calle Estrada, mediados de la década de 1930. Puede observarse el terreno de la quinta Pisani, colindante con la Avenida Rivadavia, que fue loteada a fines de la década siguiente.

En 1916 se llamó a concurso para erigir el monumento a la Jura de la Independencia, que se levantaría en el centro de la plaza, el mismo se colocó recién en 1937 y reemplazó a la pérgola antes descripta (Este monumento fue trasladado en 1950 a la Plaza Alsina de Villa Sarmiento).

La siguiente renovación se produjo en la década de 1930. El principal cambio fue la construcción del Palacio Municipal, inaugurado en 1939. Con él la plaza adquirió una nueva fisonomía “plana” erradicando el arbolado y todo aquello que impidiera la vista del edificio. Los terrenos se nivelaron, se construyeron las rampas para entrada de automóviles del Palacio, entre otras obras. En aquellas décadas la plaza y su entorno fueron escenario de desfiles escolares en festividades cívicas y religiosas, que congregaban un numeroso público.

En los años ’50 la plaza adquirió el nombre de Libertador General José de San Martín y se transformó en la plaza de las muchedumbres, ya que allí se realizaron actos masivos como la inauguración del monumento central, al que asistieron 50. 000 personas.

En las décadas siguientes se fueron incorporando los otros monumentos que hacen a la identidad moronense: la escultura del Gallo de Morón, la placa que recuerda a los desaparecidos de la zona durante la última dictadura militar, el monumento a los soldados de Morón caídos en la Guerra de Malvinas, entre otros monumentos a personalidades destacadas de la historia argentina.

En la última década, la renovación edilicia incluyó mejoras en los caminos internos y espacios verdes y el rediseño del área central para usos significativos que permitieran la realización de eventos masivos.

Escenario tanto de la vida cotidiana como de acontecimientos políticos, religiosos e institucionales, la plaza de Morón fue y es el corazón del pueblo.

Dirección: Estrada 17, Haedo. Tel: (011) 4650-2580

Mail: [email protected]

Parroquia Sagrada Familia

F O T O H I S T Ó R I C A

N U E S T R A H I S T O R I A

LA PLAZA DE MORÓN

En 1769 el vecino Marcos de Alarcón donó una manzana de terreno para que se levantara una capilla bajo la advocación Nuestra Señora del Buen Viaje (actual Catedral), finalmente construida en 1776. La misma familia reservó una manzana para que sirviera de plaza, espacio en el que los fieles pudieran escuchar misa, incluso de a caballo, dadas las reducidas dimensiones de la iglesia. También iniciaron el loteo de los terrenos aledaños. Así surgió un pequeño caserío en torno a la capilla, un conjunto de diez manzanas alrededor de la plaza de Morón.

Un largo litigio por la propiedad de los terrenos hizo que durante una parte del siglo XIX la plaza se considerara parte de la propiedad ubicada en el predio que hoy ocupa el Palacio Municipal. Hacia 1865 este problema fue superado y la Municipalidad procedió a arreglar el solar con nuevos senderos y árboles. Sin embargo la plaza volvió a quedar en el abandono, hasta los animales pastaban allí.

En la década de 1880 se realizó la primera gran reforma, atribuida al paisajista Carlos Thays: se mejoró el arbolado con hileras de paraísos, se construyó una pérgola central y se dotó al predio de un cercado de rejas con tres portones sobre las calles Belgrano, San Martín y Nuestra Señora del Buen Viaje. Ésta era una plaza tradicional, con arboledas alineadas, senderos, bancos y césped bien cuidado, con una vereda perimetral de mosaico y las primeras farolas de alumbrado eléctrico (1906). Fue en esos años en que recibió el nombre de Plaza Adolfo Alsina.

La plaza era un paseo muy concurrido por aquel entonces, verdadera “vidriera social” para las familias acomodadas de Morón, que amenizaban sus encuentros en el lugar escuchando las bandas de música que tocaban en el kiosco central. Eran las famosas retretas, que continuaron realizándose hasta mediados de los años ‘20.

Juan Manuel Giu�ra nació el 14

de junio de 1878 en la ciudad de

Buenos Aires. Fue educador, se

desempeñó como profesor de

letras en escuelas normales y

llegó a ocupar el cargo de

vicerrector del Colegio Nacional

deBuenos Aires.

En 1910, junto a su familia, se

afincó en el recién nacido pueblo

de El Palomar y se convirtió con el

tiempo en una de las personalidades

más sobresalientes de la historia

de la localidad.

En 1911 don Juan Manuel creó y

presidió la primera Sociedad de

Fomento del pueblo, desde la que

se trabajó para obtener el

alumbrado a kerosén, que los

vecinos se ocupaban de prender

Durante las primeras décadas del siglo XX doña María Fernández de Rouco, española,

ocupó junto a su esposo, una casilla de guardabarrera en la esquina de Zapiola y

Rivadavia en Castelar. En aquellos años doña María comenzó a vender los primeros

diarios a los vecinos, una actividad que su familia continuó hasta hoy en la esquina

de Rivadavia e Irigoyen. Los vecinos más antiguos la recuerdan como un referente

de ese pueblo que recién nacía: “Ibamos en bicicleta hasta la barrera de Doña María,

tenía cabritos, patos, pavos, gansos...” (Sra. Marta Troisi). “Cuando llovía íbamos a pie

por los campos hasta llegar a la guardabarrera, que era Doña María y le dejábamos

los zapatos embarrados y nos cambiábamos para viajar en el tren...” (Sra. Sayago).

Educador, profesor, vicerrector del Colegio Nacional

de Buenos Aires. Con el tiempo se convirtió en una de

las personalidades más sobresalientes de la historia

de la localidad. Creó y presidió la primera Sociedad

de Fomento del pueblo.

La biblioteca popular, lleva su nombre.

Juan Manuel Giu�ra Vecino ilustre de El Palomar (1878-1930)

LA GUARDABARRERA DE CASTELAR

y apagar diariamente, hasta que

en 1922 se gestionó el alumbrado

público.

Entre otras obras, esta institución

se ocupó de la construcción de la

primera vereda de ladrillos,

en la calle Victorica; y también de

la instalación del destacamento

policial que funcionó en sus

comienzos en una vieja casa de

adobe en las calles Victorica y

Urquiza. Otra de las iniciativas de

Giu�ra fue la fundación de la

Escuela Nº 5, en 1912.

Este destacado vecino de El

Palomar falleció el 4 de abril de

1930. La biblioteca popular de la

localidad, lleva su nombre.

L O S N O M B R E S D E L A C I U D A D

E N E L D I A R I O D E AY E R

Villa Sarmiento, y los nombres de sus primeras calles

En 1900 esta localidad recibió la

denominación de Villa Progreso.

Los nombres impuestos a las

calles en ese momento fueron el

reflejo del imaginario de la época,

recogiendo la idea de “progreso”

de aquella generación positivista

y orgullosa de una Argentina en

su esplendor agroexportador.

A partir de 1914 y hasta 1932, doce grandes premios organizados por el Automóvil Club Argentino tuvieron su largada y llegada en el cruce de las avenidas Gaona y Vergara. Allí se encontraba el almacén de Cagnone, donde los corredores arreglaban sus autos, esperaban los controles y confeccionaban las planillas. Las carreras se realizaban en dos circuitos: el legendario Circuito Grande comprendía 40 kilómetros y era un triángulo cuyos vértices eran Morón, Moreno y San Miguel. En su variante Chica medía 18.5 km, cortando por la avenida Pedro Díaz. También estaba el circuito “La Pomona”, ubicado entre las calles Arenales, Córdoba y Bernardo de Irigoyen de Morón.

COPÉRNICOCALLE

EL IMPARCIAL, 1914

La nomenclatura homenajeaba a grandes personalidades de la ciencia y la técnica.

Así por ejemplo las actuales calles Pastor Obligado, Rivera Indarte y Brasil recibían

el nombre de Laplace, Copérnico y Darwin, respectivamente. Este es sólo un ejemplo

entre muchos otros nombres que pueden consultarse en los antiguos planos de

la localidad