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INSTITUTO DE ECOLOGÍA, A.C. MAESTRÍA EN CIENCIAS “Relación entre el estado ambiental del paisaje costero y las características socioeconómicas y de bienestar humano” PRESENTA: Ocean. Blanca Mónica García García

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INSTITUTO DE ECOLOGÍA, A.C.

MAESTRÍA EN CIENCIAS

“Relación entre el estado ambiental del paisaje

costero y las características socioeconómicas y de

bienestar humano”

PRESENTA:

Ocean. Blanca Mónica García García

2

RESUMEN

3

1. INTRODUCCIÓN

Todos los organismos modifican su ambiente y el ser humano no es la excepción;

dicha consigna actualmente aplica en mayor o menor medida a todos los ecosistemas

sobre la Tierra (Vitousek, et al, 1997). Muchos ecosistemas están dominados

directamente por el ser humano y ningún ecosistema sobre la Tierra está libre de tal

influencia, por lo que la mayoría de los aspectos sobre la estructura y el

funcionamiento de los ecosistemas no pueden ser entendidos sin considerar la

influencia de la actividad humana sobre éstos (Vitousek, et al, 1997).

El uso de la tierra para obtener bienes y servicios representa la más sustancial

alteración humana sobre la Tierra (Vitousek, et al, 1997). Dichas alteraciones sobre los

ecosistemas operan a través de la suma de procesos; el crecimiento de la población

humana está sostenido por una serie de empresas como la agricultura, la pesca, la

industria y el comercio. Estas actividades transforman la superficie de la tierra

(mediante cultivos, silvicultura, urbanización, etc); muchos de estos cambios son

importantes y pueden ser cuantificados, de modo que, es bien conocido como los

humanos inducen estresores que van desequilibrando progresivamente la capacidad

de los ecosistemas para proveer servicios esenciales a la humanidad (Daily, 1997).

Según la Evaluación del Milenio, la demanda de los servicios que prestan los servicios

es tan elevada en la actualidad que las contraprestaciones entre los diversos servicios

se han transformado en un fenómeno común. Un país puede, por ejemplo, aumentar el

suministro de alimentos convirtiendo un bosque en suelo agrícola; pero en dicha

transformación, disminuye la oferta de servicios que pueden tener igual o mayor

importancia tales como el agua potable, las fibras, el ecoturismo o el control de las

inundaciones y las sequías. El problema que plantea la creciente demanda de los

servicios que prestan los ecosistemas se combina con una degradación cada vez más

dramática de la capacidad que tiene los ecosistemas para prestar dichos servicios.

La zona costera en particular, es un área que se caracteriza por sus grandes riquezas

naturales, y por su alta productividad biológica resultado de la geomorfología propia de

las costas y de las interacciones entre los sistemas terrestres y marinos que la

engloban. Debido a estas características, casi una tercera parte de la población

4

mundial reside en esta delgada franja del continente, lo que resulta de gran

importancia para comprender el enorme impacto que ejerce en el área la presión

constante de las actividades humanas (Moreno-Casasola, 2004).

En las últimas décadas, los ecosistemas costeros se han deteriorado

considerablemente en función de las actividades humanas y de la escasa planificación

que se tiene hacia el aprovechamiento de los recursos. Este desarrollo acelerado y

poco sostenible ha ocasionado una degradación de los recursos naturales que se ve

reflejada en la pérdida del potencial productivo de la tierra y en marcados cambios en

la hidrología de los sistemas.

Muchas de las actividades que afectan los ecosistemas de la zona costera, provienen

de las partes altas y medias de las cuencas. El deterioro de las cuencas hidrológicas

es resultado directo del uso inadecuado de la tierra (verbigracia, la deforestación

indiscriminada, los cultivos inapropiados, la construcción de caminos), lo que además

de una acelerada degradación ecológica conlleva pérdidas económicas y costos

sociales importantes para las poblaciones humanas.

En lo que respecta a mantener los sistemas fluviales sanos y productivos no siempre

se ha asignado a las cuencas la prioridad acorde con las funciones que desempeñan.

En éste sentido, la escasez de agua, su deterioro progresivo, su contaminación

creciente y las infraestructuras creadas para su aprovechamiento provocan cada vez

más conflictos en torno a los distintos usos de éste recurso. Respecto a o anterior, es

importante señalar, que solo una cantidad muy pequeña (solo el 0.77% del agua que

existe en la tierra) es fácilmente aprovechable en ríos, lagos y mantos freáticos poco

profundos (Shiklomanov, 1993).

Por otro lado, cuando los flujos de agua atraviesan la tierra durante los eventos de

precipitación desde las partes altas de las cuencas, acarrean fertilizantes, arena,

sólidos perdidos por la erosión y otros contaminantes; como resultado, todo lo que

hacemos en la tierra afecta la calidad de los ecosistemas de la zona costera. Debido a

esto, los recursos naturales y su la calidad están directamente afectados (positiva o

5

negativamente) por el camino de un plan de manejo integral que considere una

perspectiva de cuencas.

Por otro lado, la vulnerabilidad de las zonas costeras amenaza la integridad de sus

ecosistemas y los servicios ambientales que brindan. El futuro manejo sustentable de

los recursos costeros es una importante política para todos los gobiernos de países

con costas (Turner, 2000). De esta forma, la protección y el manejo adecuado de la

zona costera son esenciales para que los ecosistemas puedan sobrevivir y continuar

suministrando

En México, las ciudades costeras han crecido aceleradamente en los últimos 10 años

(león 2004) y la tendencia sigue incrementándose en el futuro, por lo que el tema no

es ajeno al país y se torna igualmente prioritario a nivel mundial (García-Gastelum…).

Esto ha motivado que en los últimos años se exploren distintas metodologías de

planificación costera, como el caso de los indicadores ambientales, tendientes a

sintetizar la complejidad ambiental y que apoyen la toma de decisiones (garcia –

gastelum:::).

La zona costera es un sistema natural de importancia ecológica debido a que es la

franja donde confluyen al mar, la tierra y la atmósfera. Reconocer a la zona costera

como un conjunto integral de ecosistemas, permite identificarlas como proveedoras de

bienes y servicios ambientales que satisfacen determinadas necesidades humanas de

forma directa e indirecta (James ,200 en Popota…) Por lo que, el mantenimiento de

sus cualidades esta directamente relacionado con la posibilidad de adaptación a los

cambios provocados por agentes tanto de carácter natural como antrópico.

Económicamente, la zona costera es una fuente de ingresos donde el valor más

representativo es la recreación. En México el turismo ocupa el segundo lugar como

actividad económica más redituable. A pesar de la importancia económica de estos

ecosistemas, en nuestro país aún se carecen de planes de manejo realmente

sustentables, que muchas veces se debe a la carencia de conocimientos y

especialmente de esquemas de evaluación y administrativas que faciliten y

simplifiquen la planeación que pueda atender las necesidades de cada zona.

6

En años recientes la demanda por las propiedades con vista al mar se ha

incrementado considerablemente, convirtiéndose en una situación de riesgo debido a

que ésta área es particularmente susceptible a fenómenos naturales como el impacto

de las tormentas, el oleaje y las inundaciones. Al respecto, los impactos naturales más

significativos en las costas son ocasionados por huracanes, tormentas y erosión

eólica, por lo que la infraestructura ubicada frente al mar representa riesgos

económicos y pérdidas humanas para las poblaciones ubicadas en esta área debido a

la migración natural de la línea de costa.

Uno de los mayores problemas en estás áreas es la erosión, ya que actualmente a

nivel mundial, el 70% de las playas se encuentran en estado de retroceso, el 20% se

encuentran en estado estable y solo el 10% de las playas se encuentra en estado de

acreción (O”Riordan, 1995 en Valpreda y Simeoni, 2003). Debido a que las tasas a las

cuales se erosionan las playas pueden ser cuantificadas a escalas de tiempo humano,

gran parte de los estudios sobre indicadores de la condición de las playas se

encuentran constituidos por trabajos sobre evaluación de la erosión y retroceso de la

línea de costa (Lizárraga et al, 2001., Valpreda y Simeóni 2003., Domínguez et al,

2005).

La elección de indicadores ambientales que se utilicen para el manejo de la zona

costera, deben reflejar tanto a la sociedad como al medio natural, ya que si existe

degradación y riesgo en los factores naturales, estos eventualmente afectarán a la

sociedad y de igual forma, el medio natural es susceptible a las presiones que ejercen

los seres humanos al usar los recursos naturales (Kaly et al 1999 en García-

Gastelum).

El alto valor económico y socio-antropológico de la zona costera, es bien conocido

por las autoridades locales y nacionales, pero integrar el valor ambiental de estos

ecosistemas depende de nuestro conocimiento y de las posibilidades que tengamos

para monitorear el estado en que se encuentran. Tales esquemas de monitoreo y

evaluación actualmente se encuentran en desarrollo y aunque muchos de los

esquemas de evaluación, particularmente los de vulnerabilidad son muy completos

muchas veces resulta imposible medir todos los aspectos que estos integran por lo

7

que resulta de enorme importancia el desarrollar esquemas de evaluación que

integran factores accesibles para todos los casos y que al mismo tiempo puedan

reflejar la condición ambiental de las costas y puedan ser integrados fácilmente en la

toma de decisiones.

Esta tesis propone integrar un esquema de indicadores ambientales para la

caracterización del estado ambiental de los ecosistemas costeros, así como de

vulnerabilidad, integrando a su vez indicadores de presión social y económica ejercida

en la zona de estudio.

Para efecto de este trabajo, se consideró que una acción de desarrollo implica una

modificación del ambiente biofísico. Dicha modificación genera una condición de

cambio o efecto físico que puede ser medible a través de algún parámetro del

ambiente.

Para elaborar una buena planeación de la zona costera se debe contemplar un

espacio multidimensional e incorporar tres componentes básicos: los recursos

naturales, los aspectos socioculturales y la aplicación de un sistema de manejo

(James, 2000).

La publicación del informe “Nuestro Futuro Común” (WCDE 1987), mejor conocido

como informe Bruntland, es considerada como una piedra fundamental en el proceso

de tratamiento de los temas relacionados con el uso de los recursos y el cuidado del

ambiente, debido a que posiciono el concepto de sustentabilidad en el centro de la

discusión publica.

El futuro manejo sustentable de los recursos costeros es una importante política para

todos los gobiernos de países con costas (Turner, 2000). De esta forma, la protección

y el manejo adecuado de la zona costera son esenciales para que los ecosistemas

puedan sobrevivir y continuar suministrando importantes bienes y servicios a las

comunidades locales y a la sociedad en general. Con la tendencia de la población

humana a duplicarse para el año 2050, particularmente en zonas costeras, se prevé

un impacto considerable sobre los recursos naturales.

8

El manejo de los recursos costeros en México se encuentre en una etapa inicial

caracterizada por la carencia de estrategias direccionalas hacia el desarrollo

sustentable de esta zona y por el poco conocimiento científico integral de los

subsistemas que la integran (socioeconómico y ambiental) (Barragán, 2001). Como

investigadores y manejadores debemos tener una visión más amplia y holística de los

patrones y procesos costeros. Los factores naturales y humanos están

inexorablemente ligados y juntos definen la salud de los ecosistemas y la calidad de

vida de un lugar (Patil et al. 2001).

El interés y la necesidad de un desarrollo sustentable y la toma de conciencia frente a

las amenazas que pesan sobre el ambiente y el manejo inadecuado de los recursos

naturales han llevado a que los planificadores, tomadores de decisión y los

organismos no gubernamentales, re-examinen los medios de los que se dispone para

evaluar la evolución y las tendencias en el estado del ambiente, del uso de los

recursos naturales y de los procesos de desarrollo (Winograd el al 1996 en garcia-

gastelum…).

La evaluación del impacto de los cambios en la zona costera por el uso humano de

recursos, requiere la aplicación de técnicas y métodos de investigación

socioeconómica dentro de un contexto de evaluación y manejo de recursos (Turner,

2000). Aumentar el entendimiento de la relación que existe entre los ecosistemas y los

sistemas socioeconómicos a través del tiempo y el espacio es esencial para el diseño

de políticas económicas y ambientales que aspiren a lograr resultados sustentables

con altos niveles de salud ambiental y calidad de vida humana (Abler et al 2000;

Bockstael 1996; Shortle y Horan 2001; Deacan et al 1998; Pickett y Rogers 1997; en

Patil et al, 2001).

La clave para el adecuado manejo es usar los recursos tan eficientemente como sea

posible con un mínimo de disturbio en el entorno, tomando en cuenta que toda

actividad terrestre tiene el potencial de afectar la calidad del agua, de los recursos y

de los ecosistemas. El éxito de un plan de manejo parte de la premisa fundamental de

9

un enfoque global en la cual se entienda la zona de estudio como un sistema social,

económico, físico y biológico.

El manejo integral con un enfoque global debe incluir el aspecto ecológico y el impacto

ambiental, así como el desarrollo y papel del ser humano, además de incorporar las

funciones socio-ambientales y los criterios de sustentabilidad de los recursos

naturales. De esta forma, el manejo requiere de la participación social para crear

condiciones de continuidad y sostenimiento en el desarrollo y la gestión. El manejo

integral sustentable entonces, es un proceso de gestión para lograr el uso adecuado

de los recursos naturales en función de las necesidades humanas, propiciando al

mismo tiempo la sostenibilidad, el desarrollo, la mejora en la calidad de vida, y el

equilibrio ambiental.

2. MARCO CONCEPTUAL

El marco conceptual de este trabajo sitúa el bienestar humano como el foco central del

análisis. Este marco plantea que existe una interacción dinámica entre las personas y

los ecosistemas, la que se traduce por una parte, en que las cambiantes condiciones

humanas actúan impulsando cambios directa e indirectamente en los ecosistemas, y

por otra parte, en que los cambios en los ecosistemas provocan cambios en el

bienestar humano (Evaluación del Milenio….)

Esta tesis además enmarcada bajo dos grandes conceptos que confluyen

teóricamente: el análisis de un sitio desde la perspectiva de la ecología del paisaje y el

de planeación para el desarrollo sustentable. Así mismo, se explora la selección de

indicadores ambientales que simplifican la complejidad espacial y evalúan el estado

socio-ambiental de la franja costera.

2.1. Ecología del Paisaje

Los patrones espaciales observados en los paisajes son el resultado de las complejas

interacciones entre las fuerzas físicas, biológicas y sociales (Turner MG, 1989). En

cualquier área costera existe una distribución espacial de actividades socioeconómicas

relacionadas con usos de suelo – urbanos, agricultura, ganadería, pesca, y servicios.

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La presión ambiental de estas fuerzas socioeconómicas estimula cambios en el estado

de los sistemas ambientales. Un elemento crítico de la biocomplejidad envuelve el

complejo espacial y temporal en relación con las dinámicas ecosistémicas y las

variables socioeconómicas (Patil et al., 2001). La mayoría de los ecosistemas han

estado influenciados por el uso de suelo de las actividades humanas, lo que resulta en

un mosaico paisajístico, que es una mezcla de parches naturales y de manejo humano

que varían en tamaño, en su forma y en arreglo (Turner, 1989).

Cada lugar sobre el planeta está asociado a una serie de características naturales y

humanas que definen su salud en el más amplio sentido de la palabra: características

climáticas, geológicas, hidrológicas, biológicas y factores inductores humanos, las

cuales al combinarse producen una serie de funciones ecológicas, económicas y

sociales que caracterizan un lugar y determinan su biocomplejidad y su complejidad

socioeconómica (Patil et al, 2001).

Las áreas costeras necesitan ser vistas desde un contexto espacial y temporal para

determinar conjuntamente sistemas socioeconómicos y ecológicos sobre una

trayectoria co-evolutiva de desarrollo (Turner, Perrings y Folke, 1997). Dada la

dramática expansión de la escala en la cual se dan los problemas ecológicos,

considerar una escala espacial y temporal en los análisis ecológicos podría ser una

necesidad más grande que nunca (Turner, 1990). Tales efectos son considerados

dentro de la ecologia del paisaje (Turner MG, 1989).

Todos los procesos humanos y ecológicos están espacialmente diferenciados en

mosaicos, y la estabilidad de éstos es clave importante para el desarrollo sustentable

(Forman, 1995 en Marichal…). La distinción de paisajes y mosaicos o patrones que

pueden presentar influencias sociales hacen a estas unidades útiles para la planeación

y el manejo de recursos. La planeación y el manejo sustentable requieren el

entendimiento de la estructura del territorio, de su funcionamiento y el de las fuerzas

culturales que los dictan y las interrelaciones existentes, pilares de la ecología del

paisaje.

11

El enfoque de paisaje sirve como base para el desarrollo de esquemas de manejo

integral de recursos (Velásquez et al, 2001 en Marichal) y es fundamental para poder

visualizar los elementos del medio relevantes para el análisis de un proyecto de

desarrollo como una entidad holística (sebastián et al., 1998 en marichal). Este

enfoque parte de la concepción de unidades integrales que conjuntan los diversos

componentes de un ecosistema (Fragoso et al 2001 en marichal). Por lo tanto, la

ecología del paisaje se basa en la regionalización del territorio en unidades de paisaje,

siendo la mínima unidad cartografiable homogénea aquella que permite denotar

espacialmente los principales componentes de un ecosistema estructural y

funcionalmente (Fragoso et al 2001).

Según The Nature Conservancy (2000), los paisajes funcionales representan unidades

geográficas (ambientales) particularmente efectivas para conservar la biodiversidad,

ya que éstas responden de distintas maneras a los disturbios humanos o naturales.

Por ello el paisaje refleja el estado o situación del territorio en un momento

determinado. De esta forma, el concepto de paisaje toma relevancia al permitir agrupar

diferentes elementos analizados del espacio en unidades cartografiables

sintetizadoras de información (Sebastián et al 1998).

El enfoque global que permite el desarrollo de dicho entendimiento es la Teoría

General de Sistemas, la cual implica el tratamiento holístico referido en el que se

abarca la totalidad de los componentes ambientales (García-Romero et al 2002). El

análisis sistémico parte del axioma de que “el todo es más que la suma de sus partes”

por lo que propone que el estudio y manejo de la naturaleza debe hacerse en conjunto

(Maass, 2003), considera a cada uno de los componentes del territorio como un

subsistema y por tanto su estudio debe centrarse en la consideración sucesiva y

ordenada del contenido (marichal…). En esta integración el enfoque de la ecología del

paisaje es de suma importancia pues su estudio y analizarlas dentro de un esquema

sistémico (marichal….).

La valoración ambiental de este trabajo se basa en el análisis del espacio físico en el

que se entiende al territorio como un ente complejo en el que intervienen diversos

componentes (ecológicos y sociales) de cuyas interacciones resultan configuraciones

12

paisajísticas. De esta forma, se adopta al paisaje como una perspectiva de análisis

ambiental.

1.2. Indicadores Ambientales

Los indicadores ecológicos son un componente de la condición ambiental, los cuales

cuantitativamente estiman la condición ecológica de los recursos, la magnitud de

estrés o una condición de la cantidad de cambios (Arnold y Gibbons, 1996). Los

indicadores ecológicos pueden ser usados para evaluar la condición del ambiente,

para proveer una señal temprana de los cambios en el ambiente o para diagnosticar la

causa de un problema ambiental (Dale et al, 2001). Idealmente estos indicadores

deben representar información clave sobre la estructura, la composición y el

funcionamiento de los sistemas ecológicos y deben seguir los siguientes criterios: ser

fácilmente medibles, ser sensibles al estrés del sistema, responder al estrés de

manera predecible, ser anticipatorios, predecir cambios que puedan ser advertidos por

acciones de manejo, tener una respuesta conocida a los disturbios, al estrés

antropogénico y a los cambios en el tiempo, así como tener una baja variabilidad de

respuesta (Dale et al, 2001). La selección de indicadores efectivos es clave para el

éxito de cualquier programa de monitoreo o evaluación. En general los indicadores

ecológicos deben capturar la complejidad de los ecosistemas y ser lo más simples y

de fácil medición.

Los indicadores son una medida que caracteriza los componentes del sistema y

reduce la complejidad e información que integran, estos pueden servir como

instrumentos para mostrar las relaciones complejas y simplificarlas. Es decir, los

indicadores se elaboran para cumplir con las funciones de simplificación,

cuantificación, análisis y comunicación, permitiendo entender fenómenos complejos,

haciéndolos cuantificables y comprensibles, de manera tal que puedan ser analizados

en un contexto dado y comunicarse a los diferentes niveles de la sociedad. Por lo

tanto, un indicador conlleva dos funciones básicas: reducir el número de mediciones y

parámetros que normalmente se requieren para reflejar una situación dada y

simplificar el proceso de comunicación con el usuario (Merkle y Kaupenjohann,2000 en

Arredondo…). Deben entonces, representar tendencias de los cambios ambientales,

de los aspecto significante del estado del ambiente, de la disponibilidad de recursos

13

naturales y de las actividades humanas relacionadas, centrarse en las tendencias de

los cambios ambientales, las presiones causadas y como los ecosistemas y sus

componentes reaccionan a estos cambios (Vandermulen, 1998 e Arredondo…).

La evaluación de los ecosistemas necesariamente debe integrar indicadores

ambientales discutidos en un contexto de indicadores de calidad de vida humana y de

funcionamiento y estructura de los sistemas socioeconómicos (Conforth 1997;

Michalos, 1999). De igual forma, es necesario integrar indicadores de sustentabilidad.

Existen dos caminos para diseñarlos, la aproximación monetaria y la aproximación

física (Azar el al, 1996). Desde un punto de vista ecosistémico, la sustentabilidad

generalmente se refiere a la habilidad que tiene un ecosistema de mantenerse por sí

solo por largos periodos de tiempo y sin requerir subsidios externos (Rapport et al.,

1998, Constanza, 1992).

El proceso de toma de decisiones y el análisis y seguimiento de las políticas de

desarrollo utiliza frecuentemente datos, estadísticas e indicadores económicos y

sociales (UNEP, 1993), sin embargo en la parte ecológica, la información equivalente

no se encuentra disponible para los usuarios o en muchas ocasiones no existe, lo que

se ve reflejado en el deterioro ambiental de los sistemas naturales durante el proceso

de desarrollo. Los indicadores son una herramienta sintética que puede ser fácilmente

utilizada para comunicar y hacer accesible la información científica y técnica a los

diferentes grupos de usuarios de los recursos naturales.

El programa de Acción para el Desarrollo Sustentable o Agenda 21, en el párrafo 40.4

describe que “los indicadores de desarrollo sustentable necesitan ser desarrollados

para proporcionar bases sólidas para la toma de decisiones en todos los niveles y

contribuir a autorregular la sustentabilidad de los sistemas integrados del ambiente y el

desarrollo” Estos indicadores constituyen un punto de referencia para la evaluación de

bienestar y de la sustentabilidad de un país, una región, un estado, un municipio o una

localidad (Arredondo…). México se comprometió a adoptar medidas nacionales en

materia de sustentabilidad en concordancia a la Agenda 21, desde entonces desarrolla

acciones orientadas a la generación de tales indicadores (INEGI-INE, 2000).

14

La sustentabilidad también expresa la interrelación entre los humanos y el uso

biofísico de los recursos (Bertollo, 2001). En este trabajo nos enfocaremos sobre

indicadores físicos utilizando el esquema de presión-estado-respuesta (PER)

desarrollado por la OCDE (1994). Este esquema es un mecanismo usado en el campo

de la ciencia y el manejo costero para detectar problemas y sus derivados (Turner,

Lorenzoni et al., 1998; Olsen, Tobey y Kerr, 1998).

Por su parte Cendrero 1997 menciona que aún cuando los indicadores e índices estén

orientados a la medición del grado de sustentabilidad, y estos no permiten establecer

de manera taxativa que una política de desarrollo es sostenible, estos deberán reunir

las siguientes características: a) ambientalmente realista, es decir acorde con el

funcionamiento y limitaciones de los sistemas naturales, b) socialmente justo, evitando

desigualdades que no son éticamente admisibles y que pueden dar lugar a tensiones

que hagan al sistema inviable, económicamente viable, de forma que no requiera

recursos muy cuantiosos y d) políticamente aceptable, es decir que no sea rechazado

por la sociedad.

Al utilizar expresiones algebraicas con dos o más indicadores se generan índices, los

cuales definen el estado del ambiente con una expresión adimensional (Monti, 2000 en

popota). En cuanto a su función los índices agregados proporcionan una imagen

sinóptica del estado del ambiente (lo que se relaciona con el grado de sustentabilidad),

lo cual permite transmitir una visión global e integrada de un conjunto de

características que pueden expresarse por separado mediante indicadores

(Fermán,2005). Los indicadores cumplen con tres funciones principales, simplifican,

cuantifican y ayudan a comunicar la información de manera que resulta más fácil su

comprensión para los tomadores de decisiones o al público en general (Arredondo….).

BIENESTAR HUMANO

Este trabajo se centra en los vínculos que existen entre el estado o condición en que

se encuentran los ecosistemas y el bienestar humano. El análisis aborda los

ecosistemas a través de una perspectiva de paisajes con patrones mixtos de actividad

15

humana y ecosistemas manejados y modificados intensamente por los seres

humanos, tales como los suelos agrícolas y las zonas urbanas.

Según la Evaluación del Milenio, el bienestar humano tiene múltiples componentes,

entre los que se incluyen los materiales básicos para una buena vida, la libertad

y las opciones, la salud, las buenas relaciones sociales y la seguridad. Juntos

proveen satisfactores físicos, sociales, psicológicos y espirituales. 2 bienestar es

uno de los extremos de un continuo cuyo opuesto es la pobreza, que se define como

una “privación ostensible del bienestar”.

Los componentes del bienestar, tal como las personas los experimentan y perciben,

dependen de la situación, reflejan la geografía, la cultura y las circunstancias

ecológicas locales. En todos los contextos, sin embargo, los ecosistemas son

esenciales para el bienestar humano gracias a sus servicios ambientales.

La intervención humana en los ecosistemas puede ampliar los beneficios para la

sociedad. Sin embargo, las evidencias que se acumulan en las últimas décadas

referidas a los progresivos impactos humanos en los sistemas ecológicos de todo el

mundo plantean inquietudes en torno a las consecuencias espaciales y temporales

que producen cambios en los ecosistemas en detrimento del bienestar humano.

Según la Evaluación del Milenio, el cambio en los ecosistemas afecta el bienestar

humano en los siguientes aspectos:

La seguridad se ve afectada, en primer lugar, a raíz de los cambios que se

producen en los servicios de suministro – que afectan los abastecimientos de

alimentos y otros bienes, y que posibilitan los conflictos en torno a los recursos

escasos- y, en segundo término, producto de los cambios de servicios de

regulación, que pueden influir en la frecuencia y magnitud de las inundaciones,

las sequías, los deslaves entre otras. También se pueden ver afectados por

cambios en los servicios culturales, como en casos en que la pérdida de

importantes rasgos ceremoniales o espirituales de los ecosistemas contribuyen

al debilitamiento de las relaciones sociales al interior de una comunidad. Estos

16

cambios a su vez afectan el bienestar material, la salud, la libertad y las

opciones, la seguridad y las buenas relaciones sociales.

El acceso a bienes materiales básicos para una buena vida. Se relaciona

estrechamente con los servicios de suministro, como la producción de

alimentos y fibras y los servicios de regulación incluyendo la purificación del

agua.

La Salud se relaciona estrechamente con los servicios de suministro, como la

producción de alimentos y los servicios de regulación incluyendo aquellos que

influyen en la distribución de transmisores de enfermedades y de sustancias

patogenas a través del agua y el aire. La salud también puede relacionarse con

los servicios culturales a través de los servicios recreacionales y espirituales.

Las relaciones sociales se ven afectadas por los cambios en los servicios

culturales que afectan la calidad de la experiencia de vida de las personas.

La libertad y las opciones se apoyan ampliamente en la existencia de los

demás componentes del bienestar y por ende se ven influenciadas por los

cambios en los servicios de suministro de regulación y culturales que prestan

los ecosistemas.

Debido a la inercia que se percibe en los sistemas ecológicos y humanos, las

consecuencias de los cambios actuales en los ecosistemas perfectamente pueden no

sentirse hasta varias décadas después. Entonces, para que los servicios de los

ecosistemas y por ende, el bienestar humano sean sostenibles se necesita un

conocimiento cabal y un manejo acertado de las relaciones entre las actividaes

humanas, el cambio de los ecosistemas y el bienestar.

El bienestar humano y el avance hacia el desarrollo sostenible dependen

fundamentalmente de un mejor manejo de los ecosistemas de la Tierra para poder

asegurar la conservación y utilización sostenible de éstos. Pero, al mismo tiempo que

crecen las demandas por los servicios prestados por los ecosistemas, como alimento y

agua pura, las actividades humanas disminuyen la capacidad de muchos ecosistemas

para satisfacer tales demandas.

17

Los servicios que prestan los ecosistemas son los beneficios que las personas

obtienen de los ecosistemas. La evaluación del milenio los describe en términos de

servicios de suministro, regulación, de base y culturales (Cuadro 1). Los cambios que

experimentan estos servicios afectan de diversas maneras el bienestar humano.

La combinación de demandas en constante crecimiento, que recae en ecosistemas

cada vez más degradados, disminuye ostensiblemente las proyecciones de desarrollo

sostenible. El bienestar humano se ve afectado no sólo por las brechas que existen

entre la oferta y la demanda de los servicios que prestan los ecosistemas, sino

también por la mayor vulnerabilidad de las personas, las comunidades y las naciones.

El mundo ha sido testigo en las últimas décadas no sólo de los dramáticos cambios en

los ecosistemas, sino también de los igualmente profundos cambios en los sistemas

sociales que dan lugar tanto a las presiones sobre los ecosistemas como a las

oportunidades de respuesta.

Al igual que los beneficios que genera un mejor nivel de educación o una mejor

gobernabilidad, la protección y restauración de los servicios que prestan los

ecosistemas tienden a tener beneficios múltiples y sinérgicos. A estas alturas muchos

gobiernos comienzan a reconocer la necesidad de un manejo más efectivo de estos

sistemas básicos en los que se sustenta la vida.

El marco conceptual de este trabajo sitúa el bienestar humano como el foco central de

la evaluación. Este trabajo plantea que existe una interacción dinámica entre las

personas y los ecosistemas, la que se traduce, por una parte, en que las cambiantes

condiciones humanas actúan impulsando los cambios directa e indirectamente en los

ecosistemas y, por la otra, en que los cambios en los ecosistemas provocan cambios

en el bienestar humano (Evaluación del Milenio) (Cuadro 2).

Este trabajo aborda los paisajes con patrones mixtos de actividad humana y

ecosistemas manejados y modificados intensamente por los seres humanos, como los

suelos agrícolas y las zonas urbanas.

18

Figura x. Los servicios que prestan los ecosistemas son los beneficios que la gente

obtiene de los ecosistemas. Estos incluyen prestaciones de suministros, regulación y

19

servicios culturales, los cuales afectan directamente a las personas. Los cambios que

experimentan estos servicios afectan el bienestar humano a través de los impactos en

la seguridad, en las necesidades materiales básicas para el buen vivir, la salud y las

relaciones sociales y culturales. Los componentes del bienestar están influenciados

por las libertades y las opciones de las personas y, a su vez, afectan estas libertades y

opciones.

Los cambios en los factores que afectan indirectamente los ecosistemas, tales como la

población, la tecnología y el estilo de vida (cuadro superior derecho de la figura),

pueden provocar cambios en los factores que afectan directamente los ecosistemas

(cuadro inferior derecho). Los consiguientes cambios en los ecosistemas (cuadro

inferior izq) provocan cambios en los servicios que prestan los ecosistemas, con lo

cual influyen en el bienestar humano.

20

La evaluación de el estado humano ha sido expresado por el termino calidad de vida a

través de múltiples disciplinas incluyendo la psicología, la medicina, la economía, las

ciencias ambientales y la sociología. Recientes investigaciones sobre la calidad de

vida se han enfocado en dos metodologías. Un método utiliza indicadores sociales y

económicos cuantificables para reflejar el estado. La otra visión reporta niveles de

felicidad, placer, satisfacción y ha sido llamado “bienestar subjetivo (constanza et al,

2006).

Las entonces llamadas mediciones objetivas de calidad de vida, generalmente se

centran sobre indicadores sociales, económicos y de salud, utilizando herramientas

como el Índice de Desarrollo Humano y el Producto Interno Bruto/capita. En lo que se

refiere a salud se utilizan estadísticas de edad, decesos y condición. Estas mediciones

pueden proveer información sobre algunas necesidades físicas y sociales aunque son

muy limitadas.

Las mediciones subjetivas se enfocan típicamente sobre reportes personales de

experiencias de vida que son complementados con indicadores sociales, económicos

y de salud……………………

Constanza… propone una lista de necesidades humanas usadas como base para

generar un grupo de indicadores que miden calidad de vida (objetivos) y bienestar

humano subjetivo

Subsistencia

Material necesario para una buena vida

Alimentación, refugio, servicios

ecológicos vitales (aire y agua limpia),

acceso a salud, descanso

Salud Alimentación de los niños, embarazos,

transmisión de cultura, cuidados de casa

Seguridad

Buenas relaciones sociales y afecto Solidaridad, respeto, tolerancia,

21

generosidad, amor, receptividad

Entendimiento Acceso a la información, intuición y

racionalidad

Participación Actuar significativamente, contribuir en el

control de políticas, social y en la

comunidad

Empleo significativo

Ciudadanía

Tiempo libre Recreación, relajación, tranquilidad,

acceso a la naturaleza, viajar

Espiritualidad Atracción por experiencias trascendentes,

acceso a la naturaleza, participación en

una comunidad de fe

Creatividad/expresión Juego, imaginación, inventividad,

expresión artística

Identidad Estatus, reconocimientos, sentido de

pertenencia

Libertad y opciones ser capaz de vivir su vida propia, garantía de

elegir y tener opciones como elegir casarse, tener hijos, expresión sexual, hablar y

empleo.

1.4. Modelo de Presión- Estado- Respuesta (OCDE)

Uno de los modelos de indicadores ambientales más aceptados a escala global y en

México (Semarnap, 1996) debido a su simpleza, facilidad de uso y posibilidad de

aplicación a diferentes niveles y escalas es el propuesto por la Organización para la

Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) denominado Presión, Estado y

Respuesta (PER). El modelo fue desarrollado a partir de 1988 cuando el grupo de los

Siete solicitó la identificación de indicadores ambientales para apoyar un sistema de

toma de decisiones universal que tomará en consideración factores mesurables de

desarrollo sustentable tanto ecológicos como socioeconómicos. No obstante, dadas

22

las características y naturaleza de los problemas de desarrollo y ambiente a nivel

regional o local el modelo debe ser adaptado y refinado.

El esquema PER se basa en el concepto de causalidad, en el cual, las actividades

humanas ejercen Presiones sobre el ambiente y cambian de esta manera la calidad y

cantidad de recursos naturales (ESTADO). La sociedad RESPONDE en estos cambios

a través de políticas ambientales, económicas y sociales (Fig.1).

El objetivo de esta aproximación es aclarar las interrelaciones multisectoriales y

destacar las características dinámicas de los ecosistemas y los cambios

socioeconómicos (Turner, R.K. 2000). El esquema de PER provee un camino para

identificar cuestiones clave, información y datos sobre patrones de uso de suelo y

Figura…. Modelo Presión, Estado y Respuesta. OCDE, Hacia un Desarrollo

Sustentable. París 1998.

INDICADOR SIGNIFICADO

PRESION ESTADO RESPUESTA

Actividades humanas Energía Transporte Industria Agricultura Otros

Ambiente y recursos naturales Aire Agua Suelo Recursos biológicos

Presiones (contaminación, agotamiento de recursos)

Presiones (contaminación, agotamiento de recursos)

Agentes económicos y ambientales Ecosistemas Empresas Internacional Instituciones políticas y económicas

Información

Respuestas sociales (decisiones y acciones)

Información

Respuestas sociales (decisiones y acciones)

23

PRESION Describe las presiones ejercidas sobre el ambiente por las actividades humanas, como es el caso de las emisiones de gases a la atmósfera y su evolución en el tiempo.

ESTADO Se refiere a la calidad del ambiente, así como a la cantidad y estado de los recursos naturales, por ejemplo, la calidad del aire evaluada a través de la medición de las concentraciones de contaminantes atmosféricos.

RESPUESTA Presentan los esfuerzos realizados por la sociedad o por las autoridades para reducir o mitigar la degradación del ambiente. Estos indicadores son de los más embrionarios en su desarrollo, debido a la complejidad de medir cuantitativamente como una acción de respuesta contribuye a la solución de un problema ambiental.

esquemas institucionales existentes. Este esquema refleja es una herramienta

analítica e integradora que clasifica la información sobre el estado de los recursos

naturales y sus interrelaciones con las actividades sociodemográficas y económicas a

través de indicadores ambientales (Turner, 2000). La planeación de desarrollo

sustentable que más se aplica en el mundo es el modelo PEIR (Figura 1) y es

probablemente el modelo conceptual más aceptado a nivel mundial debido a su

simpleza, facilidad de uso y su facilidad de aplicación a diferentes niveles, escalas y

actividades humanas (Winogrand, 1995 en Arredondo…).

La OCDE (1993) estableció ciertos criterios para el desarrollo de los indicadores

ambientales: a) ser de fácil medición, b) permitir comparaciones entre diferentes áreas

costeras, c) ser integradores, d) proporcionar una base para las comparaciones

escalares, e) ser sensible a la presión de los sistemas y f) responder a tal presión en

una manera previsible (Arredondo….).

En este trabajo el modelo es utilizado para presentar un esquema integrador de las

principales actividades antropogénicas generadoras de presión sobre los recursos

naturales de la zona de estudio. En términos metodológicos este trabajo esta orientado

en la generación de indicadores ambientales, utilizando parcialmente el modelo PER al

desarrollarse solamente indicadores de Presión como un factor de fuerzas motrices

PRESION

24

que inducen cambios en el ambiente costero e Indicadores de Estado en términos de

la calidad como una condición especifica del estado del medio natural.

1.5. Enfoque Sintético y Analítico

El enfoque sintético o integrado, considera a la superficie terrestre como un mosaico

de unidades ambientales integradas homogéneas, las cuales son utilizados en la

planificación ambiental como unidades de diagnóstico (Cendrero, 1982 y1989). Por

otro parte, el enfoque analítico considera a la superficie terrestre como resultado de

una superposición de una serie de elementos temáticos que son evaluados

individualmente para posteriormente ser integrados y obtener así mapas de

diagnóstico o interpretativos; estos elementos temáticos se despliegan a través de la

identificación, selección y desarrollo de indicadores y la construcción de índices de

estado como descriptores del medio físico natural y de presión como descriptores del

medio físico transformado (socioeconómico) (Arredondo…).

Ambos enfoques permitirán analizar los aspectos importantes en el ámbito de la

ecología del paisaje y la planificación ambiental a través del análisis espacial de los

componentes naturales y socioeconómicos y sus interacciones, para finalmente

integrar un esquema de indicadores ambientales.

FUERZAS MOTRICES

ESTADO

25

Las unidades con que se trabajo utilizando técnicas de superposición de mapas

temáticos fueron:

a) Criterios Hidrológicos: (ecológicamente representan flujo de energía y materiales) y

se obtuvieron de acuerdo a la división de Cuencas y subcuencas del INEGI.

b) Criterios Administrativos: se superpusieron los límites de municipios ya que

representa un atributo administrativo que influye en las decisiones de manejo.

c) Criterios Geomorfológicos: (ecológicamente representan un mismo origen y

estabilidad natural frente a los agentes que modelan el paisaje), se obtuvieron

unidades naturales de acuerdo a los rasgos fisiográficos y topoformas en cada sitio,

componentes de relieve que tienen respuestas específicas y homogéneas a los

agentes ambientales que modelan el paisaje.

d) Criterios Socio-Demográficos:….

3. DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO

3.1. Descripción Geográfica

El municipio de Tecolutla se encuentra ubicado en la Región Totonaca del Estado de

Veracruz, a una altura de 10 metros sobre el nivel del mar. Limita al norte con

Papantla, al este con el Golfo de México, al sur con Martínez de la Torre y al oeste con

Gutiérrez Zamora y Papantla. Tiene una superficie de 471.31 Km2, cifra que

representa un 0.65% total del Estado. Se encuentra situado en la zona centro del

estado, en las estribaciones del río Tecolutla y cercano a su desembocadura. Se

encuentra regado por pequeños arroyos que son tributarios del río Tecolutla.

Pertenece a la Región Hidrológica No. 27 y a la subcuenca del río Tecolutla, que

constituye un importante recurso hidrográfico para la región. En la planicie costera del

territorio de la cuenca el clima es tropical húmedo y la orientación predominante de los

26

vientos es del noreste que al modificar su dirección por la orografía, ascienden y

provocan las lluvias en la zona montañosa de la Sierra Madre Oriental. La

precipitación media anual es de 1891 mm para la Región Administrativa X del Golfo

Centro a la que pertenece, superior al promedio nacional de 777mm (Fuente Unidad

de Servicio Meteorológico Nacional).

Como resultado de las variantes topográficas, se establecen diferentes condiciones

que definen la presencia y distribución de varios tipos de vegetación: manglares y tular

seguidos de selvas bajas y altas subperennifolias entremezclados con matorral (Fig.2).

El municipio cuenta con 31 km de playa y existe una reserva ecológica con 3 900

hectáreas, las Ciénagas del Fuerte que actualmente se encuentran en disputa por

dotación de tierras. Dentro de la zona turística de Tecolutla, se encuentran playas

extensas, esteros y manglares.

27

Figura 2. Inventario Nacional Forestal 2000.

3.2. Características Socioeconómicas

3.2.1. Demografía

El municipio de Tecolutla, Veracruz cuenta con una población de 35,680 habitantes

fijos y una población flotante, producto de la oferta turística, en promedio de 30 mil

28

personas. De la población fija, el 4.85% es población indígena; tenemos una superficie

de 471.31 km2, lo cual refleja una cifra de 55 habitantes por kilómetro cuadrado.

3.2.2. Economía

El 86% de la población sobrevive con ingresos menores a 2 salarios mínimos.

Ante ello, el índice de marginación es alto y la categoría del municipio es semi-urbano.

Predominan las viviendas que tienen servicios de drenaje y electricidad con un 49.95%

y el 33.52% tienen drenaje y agua de pozo, río, lago, arroyo u otro. El 78.84% de las

viviendas carecen de agua entubada; el 56.26% vive con hacinamiento y el 43.28%

tiene piso de tierra. 100% de las localidades del municipio tienen menos de 3 mil

habitantes.

El sector primario es el más importante en el ámbito municipal, ya que participa con el

55% del Producto Interno Bruto (PIB) y ocupa el 72% de la población económicamente

activa (PEA), le sigue en orden de importancia el sector terciario con el 33% del PIB y

demanda el 20% de la PEA; y por último, el sector secundario con el 12% del PIB y

con el 8% de ocupación de la PEA.

En materia educativa existe una alta deserción derivada de la emigración

consecuencia de falta de fuentes de empleo. Más de 45% de la población mayor de 15

años no concluyo la primaria; la población analfabeta de 15 años o más, es del

15.37%.

SECTOR PRIMARIO

En Tecolutla, predomina el tipo de tenencia ejidal, ya que esta dividido en 29 ejidos y

además, la pequeña propiedad, colonos y fondo legal. La actividad económica

predominante es la agropecuaria, donde sobresalen los cítricos y el ganado bovino de

doble propósito.

29

Agricultura

Una superficie de 9 534.5 hectáreas son dedicadas a la agricultura y los principales

productos agrícolas y la superficie que se cosecha en hectáreas es la siguiente:

cítricos 7 234.5; maíz 1,530; sandía 200; fríjol 150, pipián 145; plátano enano 90;

vainilla 61; chile 55; tomate verde 30 y otros cultivos que suman más de 100. Además,

existen 396 unidades de producción rural con actividad forestal, de las que 39 se

dedican a productos maderables.

Ganadería

Existe una superficie de 128,780 hectáreas dedicadas a la ganadería, en donde se

ubican 1 524 unidades de producción rural con actividad de cría y explotación de

animales. Cuenta con 48, 493 cabezas de ganado bovino de doble propósito, además

la cría de ganado porcino con 13, 868 cabezas, ovino 450 cabezas, aves 135, 574 y

abejas 1 770. Las granjas avícolas y apícolas tienen cierta importancia. 128 mil

hectáreas dedicadas a la ganadería con 1 524 unidades para la cría y explotación de

animales: 48 493 cabezas de ganado bovino y 13 868 cabezas de ganado porcino. N o

cuentan con tecnología ni con certificaciones sanitarias.

Pesquerías

En la actividad pesquera existe una escasa normatividad federal que regule el

aprovechamiento racional del agua y el otorgamiento de concesiones para cultivos y

extracciones sustentables. Existe escasa capacitación y recursos para instrumentar y

aprovechar la infraestructura acuícola y pesquera. Se han integrado cooperativas, 2

muelles, 1 embarcadero y 1 varadero, su pesca se caracteriza por la mojarra, jaiba,

camarón, ostión, sábalo y robalo. Actualmente, se cuenta con 8 granjas acuícola que

están despertando interés por sus bondades y su menor impacto ambiental.

Forestales

Existe una sobreexplotación de los Recursos Forestales, lo cual ha ocasionado una

degradación de los ecosistemas como producto de las actividades agrícolas y

ganaderas extensivas.

SECTOR SECUNDARIO

30

Hacia el año 2000, según las cifras del Sistema Nacional de Información Municipal,

Tecolutla contaba con 1 051 personas ocupadas por el Sector Secundario de la

Economía y representaba el 12.20% de la Población Económicamente Activa.

Su distribución es la siguiente:

A la minería se dedican 22 personas, esto es, el 0.25% de la PEA; la industria

Manufacturera ocupa 386 habitantes, representado el 4.48% de la Población

Económicamente Activa de Tecolutla; sólo cuatro personas efectúan actividades

relacionadas con la Energía Eléctrica y Agua (0.04%) y al ramo de la Construcción se

dedican 639 individuos, alcanzando el 7.41% del total de la PEA del municipio. La cifra

de vendedores ambulantes supera los 2 mil en todo el municipio.

3.2.3. DESARROLLO URBANO

La acelerada urbanización de Tecolutla en los últimos 10 años, derivó en una

ocupación explosiva de la tierra en la que destacaron fenómenos de invasión de

terrenos, generando un desarrollo urbano caótico e irregular. Las cifras de crecimiento

urbano contrastan con la población, misma que ha disminuido, tan solo en el último

quinquenio, en aproximadamente 400 personas.

La división del municipio de Tecolutla por la vía terrestre, y la propia relación

productiva y de servicios que estableció el municipio con la región, configuró una

estructura urbana y de vialidades en donde es más fácil transportarse al exterior que la

comunicación entre las propias comunidades del municipio.

La infraestructura y servicios urbanos deficientes: Limpia publica, drenaje,

señalización, pavimentación. Datos del INEGI señalan que al año 2000 existían 14

tiendas CONASUPO y un mercado público. Además de este espacio comercial, al año

2003 en Tecolutla operaban entre otros giros, 51 tiendas de abarrotes y 53

restaurantes y loncherías. Una biblioteca y cero Museos o espacios Culturales.

31

Actualmente en el municipio de Tecolutla se encuentran empadronados un total de

10,688 predios clasificados de la siguiente manera:

Predios suburbanos 3,694

Predios urbanos 5,007

Predios rurales 1,987

Se estima que el déficit de vivienda asciende 500 unidades con tendencia a aumentar

debido al crecimiento demográfico. El Instituto Nacional para el Federalismo y el

Desarrollo Municipal contabilizó 5 983 viviendas en el año 2000. Un gran porcentaje (el

19.38%) están construidas con techo de losa de concreto, el 46% tiene techo de lámina

de asbesto y metal, el 20% tiene techo de lámina de cartón y el resto tiene techo de

materiales diversos.

Diversos asentamientos irregulares se encuentran en terrenos federales, estatales,

municipales, reservas ecológicas y zonas de alto riesgo. Ello provoca conflictos

sociales, políticos y técnicos por cuanto a los servicios básicos se refiere. Estos

asentamientos han provocado entre otras cosas, controversias sobre la tenencia de la

tierra y posesiones al margen de la ley, con su secuela de viviendas carentes de las

condiciones mínimas de higiene y ausencia de servicios.

La creciente demanda de espacios habitacionales, ha generado la venta ilegal de

terrenos de origen ejidal y/o comunal por especuladores que los venden de manera

fraudulenta, afectando principalmente a la población de escasos recursos y provocando

incertidumbre en la tenencia de la tierra. Esto ha propiciado además, invasiones en las

áreas de protección ecológica y en zonas de alto riesgo.

Según señala el Programa de Ordenamiento Urbano de Tecolutla, de las 2,057.57

hectáreas con que cuenta el municipio, 115.54 Has. (5.62%) son urbanas, localizadas

en la delimitación actual de la cabecera municipal; 202.35 Has. (9.83%) son ejidales,

que corresponden al ejido Cruz de los Esteros y 1,739.6 hectáreas (84.55%), tienen

otros usos, dispersas en todo el territorio municipal. Lo anterior muestra que casi el

95% del territorio del municipio tiene usos no urbanos.

32

Por las características geográficas del municipio, debido entre otras causas a la

separación natural por el Río Tecolutla, de la Cabecera Municipal con el resto de

municipio, dificulta la operación de programas y acciones de financiamiento y de

inversión de manera uniforme. Por un lado la mayor concentración de los servicios y

de población en la Cabecera Municipal con características bien definidas en cuanto a

la actividad económica predominando el turismo y se observan grandes contrastes

urbanos, mezclándose hoteles bien cimentados con casas habitación construidas con

materiales rústicos. Por otro lado la pobreza extrema en las comunidades y

rancherías, contrasta con la zona Hotelera de Costa Esmeralda.

El municipio de Tecolutla cuenta con:

126 establecimientos de hospedaje en la cabecera.

67 establecimientos de servicio de hospedaje en la Costa Esmeralda.

193 hoteles en servicio, con un promedio de 17.2 habitaciones por hotel.

Más de 3 300 habitaciones disponibles en el municipio.

4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Se propone un estudio para evaluar las condiciones ambientales a nivel paisaje y

determinar el papel que juegan las variables socioeconómicas propias de la zona. Así

mismo se plantea desarrollar una serie de indicadores ambientales que permita el

análisis de la relación ambiente-sociedad en la franja costera.

Debido a que el presente trabajo busca analizar la relación existente entre la condición

ambiental de los ecosistemas y las actividades productivas, el área de estudio se

analizará en 3 zonas para la obtención de los datos en campo, de acuerdo a las

actividades predominantes. La parte central de Tecolutla (cabecera municipal)

identificada por actividades urbano-turísticas, la parte norte (Boca de Lima) caracteriza

por actividades ganaderas y la parte sur del municipio (Casitas en la Costa Esmeralda)

caracterizada por turismo.

33

5. IMPORTANCIA TEÓRICA Y APLICADA

Este trabajo dará información centrada en el diagnóstico y el entendimiento de las

condiciones existentes entre los ecosistemas costeros y las características

socioeconómicas y de bienestar humano en el municipio de Tecolutla.

Desde el punto de vista teórico se generará una metodología basada en el uso de

indicadores ecológicos, sociales y económicos y una integración de los mismos para

generar un diagnóstico.

Se generarán una serie de productos (Mapas temáticos) para la toma de decisiones

basado en un SIG.

6. OBJETIVOS

General

Describir y analizar la relación existente entre las condiciones ecológicas del ambiente

costero y las condiciones socioeconómicas y de bienestar humano bajo tres

condiciones de desarrollo generado por actividades humanas en la cuenca baja del

municipio de Tecolutla. Esta descripción y análisis permitirá determinar y entender el

impacto que el actual desarrollo socioeconómico está teniendo en el paisaje costero y

en la calidad de vida de los habitantes.

Específicos:

Generar información socioeconómica y ecológica de los ecosistemas (centrándose en

la planicie costera) naturales y transformados, para analizar y elaborar un diagnóstico

de la condición de los ecosistemas en relación con el tipo de actividad socioeconómica

así como de calidad de vida de los habitantes.

Analizar la información comparando tres zonas con diferente tipo de actividad

socioeconómica: zonas con desarrollo turístico de playa (Costa Esmeralda) y zona

urbano-turística (Cd. deTecolutla) y ganadera (Boca de Lima).

34

Establecer indicadores que permitan establecer la relación entre el estado ambiental

y las presiones socioeconómicas que generan estos cambios.

7. HIPÓTESIS

Las condiciones ambientales de los ecosistemas costeros se encuentran altamente

relacionadas con el tipo de actividad humana, por tanto habrá diferencias entre - Costa

Esmeralda – Tecolutla- Boca de Lima.

El tipo de desarrollo socioeconómico no refleja mejores condiciones de bienestar

humano en la mayor parte de la población local.

8. METODOLOGÍA

Se propone un diagnóstico y análisis ambiental general del paisaje costero a través de

la zonificación y valoración de unidades ambientales mediante la utilización de

indicadores de Presión (socioeconómicos) y Estado (ecológicos). El modelo utilizado

es una modificación del modelo propuesto por Arredondo… Este pretende ser una

herramienta de diagnóstico para la planeación costera. Se incluyen tres dimensiones,

la ecológica (atributos físicos del territoro), la social (variables demográficas) y la

dimensión económica ( con un indicador indirecto que se deduce del uso de suelo. Así

mismo se desarrolla una serie de indicadores del nivel de bienestar humano para lo

cual fueron desarrollados indicadores tanto objetivos como subjetivos. Estos son

analizados con los indicadores de presión y estado.

Este trabajo es resultado de la integración de las metodologías PER y el procedimiento

seguido se describe a continuación:

Se realizará un análisis de cambio de uso de suelo así como una delimitación de

unidades ambientales con el fin de hacer un diagnóstico a nivel de paisaje mediante la

selección e implementación de una serie de indicadores sociales (PRESIÓN) y

35

ecológicos (ESTADO) que permitirán realizar un análisis del estado ambiental del

área de estudio a nivel de paisaje.

Se aplica un enfoque a escala subregional (1:50 000) en donde el énfasis se hace

sobre los procesos, al evaluar el estado del ambiente y la presión asociada a los

cambios en el uso de suelo y la densidad poblacional. Esto se vincula desde una

perspectiva a nivel de cuencas hidrológicas.

Con base en las unidades ambientales definidas y mapeadas se asignarán

valoraciones sobre las características geomorfológicas, biológicas, dinámica de los

ecosistemas y las actividades humanas en los ecosistemas costeros. Se definirán

indicadores ambientales de presión y de estado con base en una investigación

documental y mediante una discusión del grupo de trabajo se definirá cuales son

factibles de aplicar y se desarrollarán otros específicos, con el conocimiento que se ha

obtenido para la zona.

8.1. Zonificación: delimitación de unidades de evaluación

El área de estudio será dividida en unidades ambientales que se derivan a partir del

método de zonificación integrada (Cendrero 1989, Cendrero y Sanchez, 1990, Gomez-

Morín et al 1991, Gomez Orea 2001, Espejel et al 2004, INE 2004, Fermán-Almada,

1991). El proceso de regionalización tiene un enfoque sintético o integrado, que

considera a la superficie de la tierra como un mosaico de unidades ambientales

integradas, donde el elemento básico es la región o unidad ambiental. Esta se define

como un área homogénea desde el punto de vista de los elementos o atributos físicos.

Con base en las unidades definidas y mapeadas se asignarán valoraciones sobre las

características biológicas, dinámica de los ecosistemas y las actividades humanas en

los ecosistemas costeros. Se elaborará un diagnóstico ambiental.

8.2. Elaboración de Cartografía Temática en un Sistema de

Información Geográfica

36

El uso de los Sistemas de Información Geográfica para la planeación y valoración de

las condiciones ambientales y de la dinámica de la cobertura de suelo, es hoy una

herramienta ampliamente aceptada debido a que se ha convertido en un instrumento

efectivo para la modelación espacial.

Esta etapa involucró la generación de mapas en formato digital como se describe a

continuación: La generación del sistema de información geográfica esta compuesta

por tres fases: a) integración de la base de datos y b) edición de mapas.

a) Integración de la Base de Datos

Esta fase constituye el acopio, tranformación y almacenamiento de las bases de datos

ambientales y socioeconómicas como factores demográficos, localidades etc..

b) Edición

Esta fase constituye el procesamiento de los archivos cartográficos vectoriales

(polígonos) y raster (fotografías aereás e imágenes spot). Este procedimiento incluye

la clasificación de vegetación transformada y vegetación natural.

8.3. Caracterización Socioeconómica e Integración de la base

de datos

En el apartado 3.2.2.se describe la situación socioeconómica del municipio con base

en la información estadística de INEGI. Se presenta información sobre número y

densidad de habitantes, ubicación y tamaño de asentamientos, grado de marginación,

analfabetismo, servicios, tenencia de la tierra, principales componentes de la

infraestructura, entre otros.

Esta información se incorpora al Sistema de información Geográfica, generando

mapas donde se ubican zonas de actividad pesquera, ganadera, turística (playas y

centros de recreo) y de estructuras costeras y marinas (espigones, escolleras, etc.).

8.4. Selección de Indicadores Ambientales y Socioeconómicos

37

Se organizará un seminario-taller de trabajo para revisar los indicadores ambientales

que aparecen en la literatura, se analizará la factibilidad de los mismos, bajo los

criterios de: facilidad de medición, sensibilidad a los cambios, capacidad de integrar

información y de reflejar la vulnerabilidad de la zona costera. Con base a esta

discusión se seleccionarán los indicadores a aplicar en la zona.

8.5. Selección de Indicadores de Bienestar Humano.

9. RESULTADOS PARCIALES

9.1. Delimitación del espacio y Zonificación

Los límites de la zona de estudio fueron definidos en una escala subregional,

utilizando cartografía de INEGI 1:50000. Esta se delimitó a partir de la línea de costa

hasta una distancia arbitraria de 20 km. Los límites Norte - Sur se marcaron

superponiendo los límites municipales. El área total delimitada corresponde a una

superficie de xxx Ha.

La segunda estapa consistió en la delimitación de las unidades naturales mediante el

proceso de regionalización integrada. A partir del sistema de clasificación de unidades

ambientales se obtuvieron xxx unidades ambientales.

9.2. Sistema de Información Geográfica

Se inició la elaboración de un Sistema de Información Geográfica (Figura 8) para el

municipio de Tecolutla, donde se sobrepondrán capas de vegetación y uso de suelo

escala 1:75,000, capas de corrientes y vías de conducción de agua, cuerpos de agua,

rasgos urbanos, vías de comunicación y transporte, localidades, áreas naturales y

protegidas, así como todos los datos que resulten relevantes durante la realización del

presente estudio. Así mismo se sobrepuso una capa con los datos estadísticos del

conteo 2005. Todas las capas exceptuando la digitalización de los polígonos fueron

tomadas de los datos vectoriales y estadísticos de INEGI.

38

9.2.1. DIGITALIZACIÓN DE POLÍGONOS

Debido a que los mapas de vegetación y uso de suelo escala 1:250,000 no permiten

identificar la vegetación existente a escala local, se elaboró un mapa de vegetación

transformada y natural digitalizando polígonos a partir de las ortofotografías de 1995

tomadas por el INEGI escala 1:75000 (Figura 4, 5, 6 y 7). Fueron calculadas las áreas

(Tabla 1) por cada tipo de vegetación para determinar indicadores de estado. Es

importante tomar en cuenta que las áreas calculadas actualmente, solo son parciales

ya que muchos de los polígonos digitalizados necesitan ser validados en campo, lo

que se realizará posteriormente.

9.2.2. Elaboración de Cartografía Temática

Se elaboró un mapa a partir del modelo digital de elevaciones de INEGI, al cual se

sobrepuso el inventario nacional forestal y un mapa de las cuencas del norte de

Veracruz. Se identificaron las cuencas que desembocan en la zona costera del

Municipio de Tecolutla, así como los diversos usos de suelo y vegetación dentro de las

cuencas comprendidas a la zona de estudio (Figura 2).

Las cuencas identificadas fueron 5: la cuenca del Río Bobos, la cuenca del Río Arroyo

Blanco, la cuenca del Río Tecolutla, la cuenca del Estero Lagartos y la cuenca del Río

Tenixtepec. Éstas se encuentran ubicadas dentro de 5 estados de la República:

Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. La cuenca principal es la del Río Tecolutla

abarcando un área de 7,786 km², se encuentra integrada por 98 microcuencas y la

altitud máxima es de 3500 m sobre el nivel medio del mar. Los principales usos de

suelo desde la parte alta de la cuenca y hasta la planicie costera se encuentran

dominados por la agricultura y la ganadería. Estas actividades representan la

vegetación dominante dentro de las 5 cuencas. En lo que respecta a la vegetación

natural, en las partes altas de la cuenca principal la vegetación predominante es la

boscosa, mientras que en las partes medias solo se pueden identificar algunos

remanentes de selvas. En la planicie costera la principal vegetación natural

identificada a ésta escala son los manglares y los tulares.

Se elaboró un segundo mapa donde fueron identificados los principales municipios del

estado de Veracruz que se encuentran dentro de las cuencas comprendidas en la

39

zona de estudio: Nautla, Misantla, Altotonga, Perote, Jalacingo, Atzalan, Tlapacoyan,

Martínez de la Torre, San Rafael, Espinal, Papantla, Gutierrez Zamora y Tecolutla

(Figura 2). Posteriormente se sobrepuso un mapa del sistema fluvial de las cuencas

pertenecientes a la zona de estudio (Figura 3), donde se identificó a los ríos

principales que vierten sus aguas en la planicie costera del municipio de Tecolutla,

éstos son: el Río Bobos, el Río Arroyo Blanco, el Río Tecolutla, el Estero Lagartos y el

Río Tenixtepec. El río de mayor importancia por el aporte de agua a esta zona es el

río Tecolutla.

Los municipios de mayor influencia en el sistema fluvial que desemboca en los

ecosistemas de humedales que se encuentran en la parte centro y norte del municipio

de Tecolutla (el río Tecolutla, el río Tenixtepec y el Estero Lagartos) son: Gutiérrez

Zamora y Papantla. Mientras que los municipios de mayor influencia en el sistema

fluvial que desemboca en los ecosistemas de humedales de la parte sur del área de

estudio (río Arroyo Blanco y río Bobos) son: Martínez de la Torre, San Rafael, Misantla

y Nautla.

El conocimiento de estos aspectos es de enorme importancia para la gestión y el

manejo de la zona costera. El estado o condición ambiental en que se encuentran los

ecosistemas de esta zona está determinado por las actividades y las políticas que los

municipios ubicados en las partes altas de la cuenca llevan a cabo, así como por las

características del sistema fluvial que se vierte en la zona. Para que un plan de manejo

integral de la zona costera sea exitoso, es necesario considerar la presión que ejercen

estas áreas, las cuales se encuentran fragmentadas administrativamente para un

manejo político pero que resultan inadecuadas para el manejo de los ecosistemas

costeros. Para que la implementación de un plan de manejo sea exitoso es necesario

por lo tanto, gestionar con las áreas administrativas que se encuentran en las partes

altas de la cuenca y no limitarnos a las áreas administrativas en que se encuentran

contenidos nuestros ecosistemas de estudio.

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Figura 2. Mapa de uso de suelo y vegetación de las cuencas que desembocan en la planicie costera del

municipio de Tecolutla (escala 1:250,000). Las actividades humanas predominantes son la agricultura y la

ganadería y la vegetación natural predominante en la planicie costera son los manglares y los tulares.

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Figura 3.

Mapa de los municipios del estado de Veracruz que se encuentran dentro de las cuencas que

desembocan en la planicie costera de Tecolutla.

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Figura 3. Mapa de Ríos principales que se encuentran dentro de las cuencas que vierten sus aguas en la

zona costera del municipio de Tecolutla.

9.3. Selección de Indicadores

Para los propósitos de ésta tesis fueron seleccionados indicadores que calculan

cuantitativamente las diferentes características ambientales. Los valores de todos los

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indicadores fueron transformados a una escala cualitativa de x intervalos que van de

bajo a alto. Esta clasificación se obtiene de acuerdo a los puntos de inflexión de las

curvas generadas por los valores cuantitativos estandarizados de los indicadores

(Arredondo …).

Con base en el modelo PER de la OCDE 1993, se diseño un esquema de evaluación

con dos componentes 1) de la presión, que esta representado por la condición

antropogénica y el medio transformado, 2) de estado, que esta representado por la

condición del medio natural en términos de su calidad ecológica.

El nivel de análisis utilizado corresponde al enfoque de unidad natural (o fragmento)

para estudiar su complejidad social y física, para finalmente realizar un análisis a nivel

de paisaje orientado a describir el ambiente como un todo analizando la estructura del

sistema, como un área heterogénea compuesta de un mosaico de fragmentos que

interactúan por medio de procesos naturales y antropogénicos, este análisis está

orientado a mostrar los impactos (cambios-disturbios) antropogénicos y las

interrelaciones espaciales entre unidades naturales (Arredondo…).

El componente de presión, esta compuesto por el arreglo socioeconómico que es

resultado de las diversas formas de utilización de la superficie y de sus recursos, el

arreglo social describe la composición y estructura demográfica. El arreglo económico

representa el arreglo espacial y dinámico de la sociedad con la naturaleza, que se

describe a través del sistema productivo. Se analizan las interacciones

socioeconómicas a nivel de paisaje a través de la cuantificación de infraestructura de

comunicación que fragmenta las unidades ambientales.

El componente de estado muestra la organización espacial basada en la ocurrencia

natural de los componentes y sus interacciones. Combina atributos de la estructura, la

composición y el funcionamiento de los paisajes, para lo cual se utilizan indicadores de

la estructura y composición geomorfológico, en la base biótica se utilizan indicadores

de coberturas naturales de vegetación y finalmente el análisis entre unidades naturales

y paisaje como un todo a través de los escurrimientos hidrológicos superficiales dentro

del paisaje (Arredondo…).

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Indicadores de Presión Seleccionados

Los indicadores de presión se muestran en la Figura x. Con un total de 10 indicadores,

de los cuales 3 representan los aspectos demográficos, 5 están relacionados al

sistema productivo a través de los usos de suelo y 2 indicadores se relacionan con la

infraestructura vial.

Los indicadores demográficos se relacionan con el medio natural a través de dos

variables principales: la población y la vivienda. Estos guardan una relación directa con

la presión, es decir a mayor número de habitantes y viviendas mayor presión sobre la

unidad natural.

Los indicadores de usos de suelo, parte del supuesto de que una vez que se ha

generado un cambio en la cobertura natural, este se considera un espacio

transformado, el cual puede interrumpir la integridad estructural y funcional de los

paisajes (Arredondo) Estos indicadores tienen una relación directa con la presión

donde a mayor grado de transformación del territorio mayor presión antropogénica

dentro del paisaje.

En cuanto a la infraestructura, los indicadores también tienen una relación directa con

la presión, donde a mayor densidad de vías de comunicación, mayor es la

fragmentación, debido a que actúan como límites impuestos artificialmente y

constituyen un “aislamiento funcional” de la unidad natural………………………

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Figura x. Se presenta un esquema donde se describen los indicadores que se relacionan con la

presión ejercida hacia los ecosistemas. Estos se encuentran desglosados en tres aspectos

principales: demográficos, uso de suelo e infraestructura.

Indicadores de Estado

Los indicadores de estado, se muestran en la figura xx , está compuesto por 14

indicadores, 10 describen los factores abióticos, 2 están orientados a describir las

coberturas naturales y los restantes muestran las interconexiones entre unidades

naturales.

El indicador, se relaciona con la geometría del fragmento y esta basado en la cantidad

relativa del perímetro por unidad de área, guarda una relación directa con el estado a

mayor complejidad en la forma mayor calidad del medio físico.

El indicador de cobertura vegetal natural considera como natural a un fragmento que

no ha sufrido intervenciones directas por las actividades humanas. La relación de

PRESIÓN Indicadores del

medio transformado

Indicadores

demográficos

Indicadores de usos de suelo

(transformado)

Indicadores de

infraestructura

Proporción de: Habitantes Viviendas y

Localidades

Proporcióne de usos:

Agrícola Urbano

Turístico Area natural

Desmonte

Extensión de: Carreteras y

caminos

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estos indicadores también es directamente proporcional con la calidad ambiental o el

estado, el supuesto ecológico dice que a mayor grado de naturalidad del espacio

costero mayor es la calidad de la unidad natural.

9.4. Indicadores de bienestar humano.

Para efecto del presente trabajo seleccionamos una serie de indicadores de tipo

objetivo y una serie de indicadores de tipo subjetivo. Los indicadores objetivos se

encuentran basados en las evaluaciones de CONAPO y CONEVAL mientras que los

indicadores subjetivos se obtienen mediante una serie de entrevistas.

Con base en la definición de la Evaluación del Milenio acerca de que el bienestar

humano tiene múltiples componentes, entre los que se incluyen los materiales

básicos para una buena vida, la libertad y las opciones, la salud, las buenas

relaciones sociales y la seguridad. Juntos proveen satisfactores físicos, sociales,

psicológicos y espirituales. Y las necesidades propuestas por Constanza, y el estudio

Estado Indicadores del Medio Natural

Indicadores del

Medio Físico

Proporción de: Barras llanuras

Ciénegas lomeríos

Dunas valles inundación

cuerpos de agua (Indicador de

similitud)

Superficie de:

Áreas con vegetación

natural

Áreas sin vegetación aparente

Indicadores de

Cobertura Natural

Indicadores de

Escurrimiento Superficial

Extensión de:

Ríos y arroyos

Forma del

Fragmento

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de las problemáticas propias de la zona de estudio, se desarrollaron una serie de

indicadores para determinar el nivel de bienestar humano, los cuales se presentan a

continuación.

BIENESTAR

HUMANO

Indicadores Objetivos Indicadores Subjetivos

Tipo de vivienda Energía eléctrica Agua entubada Drenaje Sanitario Hacinamiento (promedio de ocupantes por cuarto) Nivel de Ingreso Nivel de Educación Derechohabiente a Servicio de Salud Lugares de recreación y cultura Acceso a áreas verdes y

naturales

- opciones (empleo,

escuelas,…)

- tiempo libre (para

hacer deporte,

cultura, actividades

recreativas)

- grado de cohesión

social

- grado de

participación social

- libertad de expresión

y de elección

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La calidad de vida como propósito superior de las políticas públicas aparece asociada a la satisfacción del conjunto de necesidades que se relacionan con la existencia y bienestar de los ciudadanos. La disponibilidad y acceso de la población a los satisfactores es lo que va a permitir cubrir los requerimientos de los individuos, grupos sociales y comunidades respecto a un determinado componente de necesidad. El comportamiento de la generación, disponibilidad y acceso a los satisfactores se evalúa en términos de indicadores, los cuales no solo deben condensar la dimensión objetiva sino también la subjetiva, asociada esta última a la percepción y las características del sujeto en relación con los niveles de vida. Ello se basa en la existencia de una relación imperfecta entre las condiciones objetivas de vida y la percepción que tiene el ciudadano de aquella.

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