INSTITUCIONAL1SMO ECONÓMICO (*)

El cambio de las condiciones políticas y económicas que ha te*nido lugar durante los últimos tres o cuatro decenio» en el mundoentero nos obliga a buscar un nuevo acercamiento a lo» problemaseconómicos. Necesitamos métodos para evaluar las condicione» bajolas cuales vivimos hoy y bajo las cuales tendremos que vivirmañana.

Las teorías de los economistas clásicos tienen sin duda un granvalor histórico y pedagógico. El estudio de esas teorías nota sirvecomo una buena gimnasia intelectual. Tenemos que conocer el pa-sado para poder evaluar el presente. Las condiciones en muchosramos han cambiado tan profundamente, que algunas teorías clá-sicas, cuando las examinamos hoy, nos parecen pertenecer a unambiente extraño.

La tarea de establecer un nuevo cuerpo de teorías económicasno es simple, y hemos de decir francamente que hasta hoy no fuelograda. No significa eso que los esfuerzos en esa dirección fueroncompletamente estériles. Nos parece a nosotros que ninguna otraépoca de nuestra historia ha sido testigo de tantos esfuerzos, tanta»investigaciones y tantos estudios en varias ramas del organismoeconómico. De todos esos esfuerzos surgirá, sin duda, un nnevo-monumento científico, una entidad de conocimientos útiles paracomprender los acontecimientos de hoy y para ayudarnos en la so-lución de los modernos y complejos problemas económicos.

Para empezar tenemos que declarar que el institucionalismo-económico no es una "escuela" distinta con un jefe y discípulos.El institucicnalismo es un esfuerzo de muchos economistas, es un

(*) Como fuentes para ese estudio han servido las numerosas publicacio-nes originales de VEBLEN, MITCHEL, MEANS, CLARK, TUCWELL. También ha con-

sultado el autor los trabajos críticos e interpretativos de GRUCHY, SCHUMPETER,ROIX, GAMBS, SPIEGEL y otros.

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movimiento que ha empezado en los EE. UU. con Thorstein Ve-blen, pero que después de Ve-blen ha ganado muchísima envergadu-ra. El objeto de ese esfuerzo es de estudiar nuestras instituciones, desaber cómo funcionan, de mejorar su funcionamiento y de contro-larlas.

Los economistas clásicos no tenían que enfrentarse con los pro-blemas de la producción en masa, de compañías anónimas con ca-rácter monopolístico u oligopolístico. Los economistas de hoy, nosolamente han de tratar con problemas complejos de administra-ción industrial, de paro, de intervención gubernamental, de pre-supuestos, de finanzas internacionales, de problemas, demográficos,,de ciclos, de crecimiento y depresión económica, sino que han deestar preparados para tratar nuevos problemas. La era del poderatómico ya ha empezado. El automatismo en la producción indus-trial progresa y nos pone enfrente de un problema muy delicado,a saber: el empleo de los obreros que tendrán que dejar su trabajopresente y acoplarse a otros empleos. Un orónico estado de "gue-rra fría" obliga a los economistas a tomar en cuenta las consecuen-cias de una "carrera de armamentos", a saber: déficit en el pre-supuesto, ayudas considerables para los aliados, una gran parte dela mano de obra constantemente trabajando para las necesidadesde una guerra posible, etc.

Lo» economistas, un grupo de gente que están atormentándosecon problemas actuales, reales, no podrían resolverlos por medio-de hipótesis y de modelos lo que el dinamismo de la vida econó-mica pone enfrente de ellos. Los economistas que clasificamos como"institucionalistas" no se distinguían por una entidad formal deideas económicas, sino por el método de acercarse a los problemaseconómicos.

¿Cuáles son los procedimientos consecutivos de análisis en lasinvestigaciones económicas? Podríamos distinguir las cuatro clási-cas etapa» siguientes (ver Ruggles, Methodological Developments enSurvey of Contemporary Econ., 1952):

1." — la exploración del problema, esto es, su definición im-plícita o explícita. El objeto y la envergadura del problema tienenque ser establecidos. Es menester saber de qué se trata; si no lainvestigación tendría un carácter amorfo. El siguiente paso de la:investigación es

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2.° — el desarrollo de una hipótesis. Como cada hipótesis vincu-la ciertos supuestos, es menester "analizar las hipótesis para llegara. los supuestos implícitos y las consecuencias lógicas". Despuéssigue

3." —• la prueba empírica de la hipótesis. Esa etapa de la in-vestigación puede exigir más trabajo que las otras y puede condu-cir a la consecución de cierta cantidad de informes adicionales. Des-pués de la eliminación de las hipótesis que son falsas, las que no«están en contradicción con los datos empíricos permanecen en elcuerpo de la doctrina económica.

Al fin, la última etapa4.° — o la evaluación de las conclusiones a las cuales el eco-

nomista ha llegado. Consideraciones éticas pueden ser parte de unaevaluación de las conclusiones.

Cada una de esas varias etapas pueden desarrollarse de una uotra manera, según el método específico adoptado para el análisis.

. Antes de explicar lo que entedemos bajo el método institucio-nalista, tenemos que precisar la función de cada una de las men-cionadas etapas en varios métodos.

El método matemático, que debe su origen a la escuela de Lau-sanne, a Walras y Vilfredo Pareio, puede aplicarse solamente enla segunda etapa, en el desarrollo teórico de la hipótesis. Sin dudauna buena aplicación de reglas matemáticas puede eliminar pen-samientos vagos. Para trabajar con el método matemático, el eco-nomista tiene que estar bien versado en matemáticas. Si no lo es,es mejor que se quede en un buen economista literario.

El método matemático necesita una traducción para los que noson bien versados en su funcionamiento. Sin traducción, ese méto-do se quedaría para ser usado pseudocientíficamente por aquellosque gustan de la mutua alabanza.

Las investigaciones estadísticas o método estadístico se aplicancon éxito en la etapa primera, para explicar la importancia y en-vergadura del problema. Se aplica también con éxito en la etapatercera, esto es, para hacer una prueba empírica de la hipótesis.Distinguiendo el análisis de probabilidad, la serie de tiempo, análi-sis de las técnicas informativas, tenemos que calificar estas tres téc-nicas de muy eficaces en la primera y tercera etapa de la investi-gación.

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£1 método eoonométrico es el tipo de análisis que oombina elacercamiento teorético —expresado en lengua matemática— conprocedimientos estadístico». Su aplicación es eficaz en la segunday tercera etapa, eso es, en el desarrollo de la hipótesis y en la prue-ba empírica de la hipótesis.

El método institucionalista en su sentido moderno, puede teneraplicación en cada una de las cuatro etapas de la investigación eco-nómica.

El institucionalismo fue definido como la actitud del analistaque utiliza las instituciones no solamente como fondo de su análi-sis, sino también como factores determinantes de su análisis; tratade explicar las relaciones económicas por el cambio de esas insti-tuciones. Algunos entusiastas del institucionalismo querían "echarafuera" todo lo que es teoría abstracta, y concentrar todos los es-fuerzos sobre lo práctico. Nadie toma en serio esa actitud extrema,pero el hecho mismo que ese género de actitud haya tenido defen-sores basta para obligar a los inclinados a consideraciones pura-mente teoréticas a descender del Parnaso y tomar contacto con larealidad concreta.

Un gran mérito de los insthucionalistas es la introducción deconsideraciones psicológicas. El hombre que produce, consume, dis-tribuye, compra, vende, transporta no es un hombre mecánico; Lasdecisiones de comprar, vender, trabajar, descansar, jubilarse, etcé-tera son decisiones de conducta humana. La gran cuestión antenosotros es decidir si podemos tener una ciencia económica sin psi-cología. La psicología es una disciplina empírica y tiene como fuen-te de evidencia solamente una observación controlada. Su objetoes establecer relaciones entre condiciones específicas y específicasformas de conducta. Esa conducta tiene una influencia sobre lasdecisiones económicas. ¿Qué sucede cuando las personas compran,venden, cambian, cesan de utilizar cosa» compradas, hacen inver-siones? ¿Cuáles son las conductas humanas bajo varias circunstan-cias? Los seres humanos no son marionetas económicas que se pue-dan mover y que siempre reaccionen de la misma manera. Los mo-tivos, actitudes y percepciones diferentes pueden ser observados ymedidos y pueden ser relacionados con factores causales.

La literatura que se refiere a psicología aplicada es bastante vo-luminosa. Los grandes almacenes distribuyen entre sus empleados

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folletos, enseñándoles cómo comportarse delante de un comprador;en las fábricas enseñan a los jefes cómo comportarse con los em-pleados. Los empleados, aunque no han estudiado nunca psicolo-gía, saben que los jefes tienen humores y caprichos y que bajo cier-tas circunstancias es mejor no acercarse a ellos. Hay libros sobrela psicología práctica de negocios, sobre psicología industrial. Cur-sos especiales enseñan a los futuros jefes de oficinas, jefes de talle-res, cómo tratar a los empleados. Toda esa literatura, aunque nomenciona a los institucionalistas, tiene su origen en los esfuerzosde los que han dirigido los pasos del pensamiento económico en ladirección de la psicología. A pesar de la literatura popular tene-mos también obras serias y verdaderamente científicas, que tratande análisis de, la psicología de la conducta económica. El terrenoentero está, no obstante, virgen y muchas más investigaciones sonnecesarias para continuar lo que los institucionalistas han empezado.

Después de haber acentuado el acercamiento empírico y prác-tico, la necesidad de tomar en consideración los momentos psicoló-gicos, nos parece apropiado mencionar los más importantes econo-mistas, que clasificamos como institucionalistas, y bosquejar las ideasque propagaron.

Veblen define una institución como un modo habitual de pen-sar o como una "costumbre fija de pensar que es común a la ge-neralidad de los hombres". "Las fuerzas dominantes que determi-nan el curso de la conducta individual-económica son institucionescomo la propiedad privada, el crédito, la propiedad de los ausen-tes, la ociosidad" (véase Gruchy, Modem econ. thought, 1947,páginas 68-69). Veblen desarrolló su teoría de las institucionessobre las bases habituales de la conducta humana. Dos factores,según Veblen, constituyen el crecimiento y desarrollo de las insti-tuciones —a saber, el ambiente material y las inclinaciones persis-tentes de la naturaleza humana—. Bajo el ambiente material, Ve-blen comprende las condiciones económicas o los métodos de pro-ducción, a saber, la tecnología industrial. Como las tendencias bá-sicas de la naturaleza humana no cambian, los cambios en la tec-nología industrial son responsables para el, cambio en las institu-ciones. El hombre es lo que hace: actúa del mismo modo- o comosiente y piensa. La manera de vivir tiene una gran influencia sobresus hábitos mentales. En cuanto cambia la tecnología con la cual

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gana su vida, se establecen nuevos hábitos mentales, los cuales seafirman por nuevos arreglos institucionales. De esa manera el com-plejo institucional que guía la conducta humana se vuelve1 sujetode la presión disjuntiva de una tecnología cambiante.

Loe economistas españoles e hispanoamericanos conocen bienlos trabajos de Veblen, su interpretación de capitalismo moderno,8us opiniones sobre las consecuencias de la "revolución de corpora-ciones (sociedades anónimas)" y sus teorías de valores económicosy pecuniarios. Lo que Veblen ha hecho es "dar a su economíaevolucionista una tendencia "futurista". Veblen no quería haceipredicciones a largo plazo, pero manifestaba su interés en un "fu-turo calculado". Veblen pensaba que su análisis del desarrollo delcapitalismo permitiría a los economistas ver él futuro próximo conuna cierta objetividad. Lo importante para él fue crear una basepara la formación de una política de asuntos públicos ("public po-licy making"). La posibilidad de una acción colectiva para con-trolar las tendencias económicas, eso fue el objeto principal. Loseconomistas clásicos y ortodoxos no se ocupaban de las tendenciasni ofrecían una interpretación de las tendencias.

Basta tener en la mano un boletín de estadísticas de un paísmoderno, leer las columnas económicas de un diario o semanario,mirar a los gráficos dibujados en publicaciones oficiales, para verque los esfuerzos de los escritores económicos, de los economistasestán dirigidos en una dirección, a saber: pronosticar el futuro.

El público espera del economista que haga pronósticos, y tieneque hacerlos, quiera o no quiera. Lo que los bancos centrales ha-cen en conjunto subiendo y bajando el tipo de interés, con la com-pra y la venta de obligaciones del Estado, con las reservas, todo esotiene un solo objeto: influir el futuro. La literatura moderna sobrelas investigaciones de mercados, sobre la manera a prever el futurobasándose en el pasado, todo eso es un desarrollo moderno muyalejado de los que pensaban en categorías de "laissez-faire" y delequilibrio.

No pretendemos que el movimiento en la dirección de lo prác-tico, de la previsión del futuroi, sea enteramente debido a Veblen.No hay duda ninguna, no obstante, que Veblen ha contribuidomuchísimo al impulso en esa dirección, ¡en la buena dirección!

Mientras que el excéntrico Veblen ha tenido una vida de escri-

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tor, observador e instructor, una vida dura llena, de desilusiones,otro institucionalista más eminente, Commons, han pasado la ma-yor parte de su vida en contacto inmediato eon la realidad eco-nómica.

Nacido en un ambiente rural de parientes intelectuales, peropobres, Commons tuvo que luchar para terminar sus estudios. Em-pezó su carrera académica en Indiana, enseñó después en la Uni-versidad de Syracusa, de donde fue expulsado debido a la presiónde los círculos comerciales locales. Durante cinco años estuvo fuerade la vida académica, trabajando para el Gobierno y para una or-ganización que se dedicaba a la conciliación entre empleados yempresarios. Commons recibió una cátedra en la Universidad deWisconsin, donde permaneció hasta el fin de su carrera académica.

Commong fue un profesor que no podía y no quería conformar-se con un procedimiento sistemático. En lugar de perseguir un pro-grama bien definido, Commons salía a discutir con sus estudianteslos problemas corrientes que le interesaban en el momento. Se in-troducía en los dominios de la sociología, la jurisprudencia, lapsicología, la ciencia política. Como muy a menudo trabajaba parael Gobierno sobre un asunto especial, utilizaba la ayuda de los es-tudiante*.

Su mayor interés fueron las relaciones entre empresarios y em-pleados y además las utilidades públicas. Tenía pasión por recogerlos resultados. Ha estudiado las razones de varias huelgas, buscan-do remedios para evitarlas en el futuro; ha hecho varios estudiosindustriales, ha contribuido a proyectos de legislación social. Elseguro contra el paro, establecido en 1932 es, en parte, el resultadode «us esfuerzos.

Commons consideraba el estudio de posibilidades futuras másimportante que la investigación del pasado. En su libro intituladoInstitucional Economics, dedica el capítulo más largo a la Fu-turidad".

No consideraba correcto el concepto de los economistas clásicos,de que cuando cada uno persigue su interés propio, todos serándirigidos por una mano invisible al bienestar general. No vio lasolución del problema económico en la libre competencia. Reem-plaza ese concepto con la idea de la "acción colectiva". Los hom-bres siguen las costumbres de sus antepasado*, nacen en un am-

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biente de disciplina y de obediencia, tienen que conformarse conla conducta usual: solamente conformándose ai lo usual puedenganar su vida. Conducta usual o acostumbrada es el cemento queliga individuos y grupos y da coherencia a la sociedad. Commonsdice: "... acción colectiva es el hecho general y dominante de la

.vida social. Los «eres humanos nacen en un ambiente de ese pro-ceso de acción colectiva y se individualizan según las reglas deacción colectiva. Así, una institución es una acción colectiva queestá bajo el control de la acción individual."

En lo que concierne al capitalismo, Commons ha expresado laopinión de que comenzamos con un capitalismo mercantil, despuésvino un capitalismo industrial y hoy tenemos un capitalismo ban-quero. Los banquero», dice Commons, han tomado lá iniciativa delas manos de los industriales y eetán interesados en los constantes,beneficios, no en el constante empleo. Commons quería convertirel capitalismo banquero en "capitalismo razonable".

Como causa de fluctuaciones económicas, considera en primerlugar el abuso de crédito.

Los conceptos de "conflicto" y de "coerción" toman un lugarespecial en los estudios de Commons. No vio la solución del con-flicto de intereses económicos en el marxismo, sino en una solida-ridad semejante a la concepción de León Bourgeois, en una "soli-daridad creciente entre los empleados y los patronos". En lo queconcierne a la "coerción" como problema público, él vio la solu-ción en la admisión en el gobierno de un mayor número de gruposy en la progresiva socialización. Cuando las clases menos privile-giadas son admitidas en participación en los negocios del Gobierno,no están obligadas coercitivamente, porque forman parte de laAdministración.

De interés especial es el punto de vista de Commons encuestiones de métodos de investigación; citamos sus propias pala-bras: "El método de averiguar semejanzas y diferencias importan-tes en las actividades (económicas) puede ser llamado el método derazonamiento comparativo. Esto se opone a los métodos deductivosempleados generalmente en la economía ortodoxa. El primero esel método de investigación para aislar semejanzas. El segundo es elmétodo de generalización, llegando a universalidades (conceptosgenerales)".

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Commons fue uno de los pocos economistas que, a pesar de serun gran erudito, ha sido también un excelente hombre de estado.Ha llevado a muchos estudiantes a trabajar en asuntos de la vidapráctica, y muchos de ellos han tenido puestos importantes en elGobierno y en la vida académica.

No menos distinguido institucionalista que Commons fue Wes-ley Mitchell, uno de los primeros directores de la National Bureauof Economic Research, organización dedicada a estudios económi-cos. Cuando después del segundo ataque de corazón Mitchell con-tinuó trabajando con su intensidad habitual, el presidente HerbertHoover le escribió que tenía que afanarse y que así lo exigía elinterés nacional.

Estudiando Filosofía y Economía política al mismo tiempo,empezó sus estudios como un joven prometedor, y sus profesoresle animaron a conseguir la carrera académica.

Consideraba como objeto de la Economía política:0) La investigación de la evolución de las instituciones eco-

nómicas.b) Un análisis del funcionamiento corriente de esas institu-

ciones.c) La proyección de los procesos actuales económicos en el

futuro.Mitchell deseaba que los economistas incluyeran en sus trabajos

cuatro géneros de investigaciones; sugería que se ocupasen del:1) Proceso continuo de cómo procurar y usar los productos y

servicios.2) Proceso de ganar y gastar dinero, empezando con la pre-

paración de un sencillo presupuesto de una familia y terminandocon los problemas de alta finanza.

3) El "oscuro reino interior de la conciencia", en el cual latécnica científica ha hecho poco progreso.

4) El bienestar de lo que se llama en Norteamérica la comu-nidad, y que podríamos traducir por "ambiente social".

Dedicando mucha atención a la moneda como institución eco-nómica, ha tratado de estudiar cómo su influencia penetra todos losramos de actividades económicas. Ha examinado problemas mo-netarios mirando a la moneda coma a una institución potencialque influye en la vida de varias maneras. Mitohell ha explicado

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algunas veces la opinión de que la economía política puede tenermayores éxitos cuando nuestro conocimiento del papel de la mo-neda sea más extenso.

En lo que se refiere al método científico, Mitchell aborrecía ladisputa larga y prolongada que ha tenido lugar en esa materia. Con-sideraba la disputa inútil y estéril. Considerando el gran número deproblemas en Economía y las variadas aptitudes de los que se ocu-pan de ellos, la tolerancia es necesaria en lo que se refiere a losmétodos. El mismo empleaba el método inductivo, basando susestudios sobre estadísticas, cuando y donde estaban disponibles.

Mitchell se interesaba en particular en las instituciones queforman el sistema comercial o sistema de negocios y a las re-laciones entre la dirección de negocios y la eficiencia industrial.También se interesaba mucho en los problemas a los cuales elGobierno tenía que hacer frente en conjunto con la reorganizaciónsocial y económica, a la evolución de las instituciones económicasy a las relaciones de esas instituciones al bienestar general.

Según la interpretación de Mitchell, el sistema económico com-bina tres procesos que se simultanean, a saber: el sistema de nego-cios o el proceso que llaman en inglés "to make money" (hacerdinero), el proceso industrial de fabricación y transporte y el pro-ceso comercial de distribución de 'las mercancías.

Como existe un conflicto entre el deseo de las empresas priva-das de realizar beneficios y el objeto público de realizar un bien-estar, falta un "programa común", un plano sistemático que toma-ría en consideración las necesidades económicas de las masas.

Con el crecimiento de* las empresas industriales nos encontra-mos enfrente de una gran concentración de poder en las manos dedirectores profesionales que no son propietarios. Las actividadesde esos directores tienen una influencia sobre el bienestar de lacomunidad, que ha tenido que sufrir mucho debido a las repetidascrisis. No se puede contar sobre los directores de empresas priva-das para salvaguardar el bienestar de las masas. Lo que es menes-ter, según Mitchell, en un "guía económico". Ese guía económicoMitchell lo ve en la acción de "planear". Con esa acción quiereMitchell evitar las crisis, las fluctuaciones de los ciclos económi-cos, las depresiones.

Mitchell ha abogado por la introducción de un cuerpo de con-

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trol, independiente del mundo de negocios. Mitchell estaba profun-damente convencido que el sistema de empresas privadas o delcapitalismo moderno puede continuarse solamente cuando adap-temos un plano pana la regulación de las actividades económicas.El "laissez-faire, laissez-passer" del siglo xix sería el fin del capita-lismo, en su forma presente, ei no tenemos el coraje de planearsobre una gran escala. Tenemos que contar en el futuro con másy no con menos planes económicos.

Mitchell ha expresado la opinión de que no se puede contarcon acciones racionales de la humanidad; Mitchell, como los psi-cológicos modernos, estaba convencido de la naturaleza instintivadel hombre. Las acciones del hombre están guiadas por las exis-tentes instituciones sociales. £1 hombre hace lo que* es "conven-ción", no hace lo que dicta el razonamiento. Compra, por ejemplo,lo que le venden con propaganda, no lo que necesita.

Pensando siempre en el bienestar general como objeto supremo,Mitchel distinguía dos problemas: en primer lugar, la definicióno determinación de lo que se debe comprender bajo el bienestar,y en segundo lugar, los medios para lograr ese bienestar.

Mitchell no ha dado una definición bien precisa del conceptoeconómico de bienestar. Dice en uno de sus numerosos artículosque una abundancia de mercancías no basta, pero que es tambiénnecesaria una vida llena de actividades agradables e interesantes.

En sus estudios de las crisis comerciales, Mitchell dice que? losprocesos económicos son recurrentes y acumulativos, que cada fasedel ciclo se funde (merges) con la siguiente fase, y por eso son con-tinuos. Mitchell describía una especie de ciclo que se genera (gene-rates) de sí mismo. Prosperidad, recesión, depresión, recobramien-to, eran para Mitchell fenómenos que se repetían, y sugeríaremedios para impedir o interrumpir las consecuencias, las rece-siones y depresiones y acelerar la reanimación. Se interesaba enlas posibilidades de una economía planificada con el objeto deeliminar, o al menos de reducir, las fluctuaciones que son causa degrandes daños para la nación entera. La concentración de los gas-tos e inversiones por el Gobierno en períodos críticos, mejoramien-to del plan de Seguridad Social, uso de medios de la política mo-netaria para promover las inversiones y las compras a créditofueron sugeridas en los numerosos estudios publicados por Mitchell,

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que, sin duda, fue uno de los más eminentes economistas modernos.Como autor, profesor, innovador, administrador, investigador, seha distinguido de una manera notable. Cuando una historia de lasdoctrinas se publique sobre el año 1975 ó 1980, probablementeMitchell será considerado como el más prominente y fecundo detodos los institucionalistas y todos los economistas modernos delos Estados Unidos.

Merece una mención especial John M. Clark, economista ameri-cano más conocido por su estudio de los gastos generales (overheadcosts) y lo que él llamaba "pluralistic economy", en la cual lasEmpresas del Gobierno, las Empresas de grandes compañías anó-nimas y las Empresas privadas, trabajan codo a codo, lo que estádando un "cachet" especial a la estructura de la economía ame-ricana.

El economista Rexford G. Tugwell se dedicó, en principio, a lacarrera académica. Después de haber enseñado trece años en laColumbia University, trabajó para el Gobierno Federal. Fue Sub-secretario en el Ministerio de Agricultura durante el período crí-tico de 1933 hasta 1937. Dejando él Gobierno, fue Comisario delDepartamente de Planificación de la ciudad de New York. Por al-gunos años tuvo el cargo de Gobernador de Puerto Rico, donde sededicó a la tarea difícil de organizar los asuntos económicos ysociales bajo condiciones adversas. Volvió a la carrera académica,en 1946, como profesor en Chicago.

Su papel importante durante su servicio en el Gobierno fuepreparar el público americano a las nuevas medidas para terminarel caos del período de después de. la crisis. No tenía miedo de ini-ciar programas económicos completamente nuevos, siempre tenien-do como último objeto el bienestar general.

Tugwell ha tratado de llegar a una explicación del aspecto com-plicado de la vida cultural investigando el sistema "pluralístico"de la economía americana.

Distinguía cuatro sectores en la estructura económica del país:—• El sector de las actividades en agricultura, en el cual la

competencia es muy grande, debido al gran número de granjeros.La disminución de los rigores de la competencia ee el gran proble-ma de este sector.

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—• El segundo sector está compuesto de un gran número depequeñas empresas.

— El tercer sector está compuesto de empresas monopolísticasy semi-monopolísticas, las cuales son bastante importantes parainfluir el funcionamiento de la vida económica en general.

— El cuarto sector lo constituyen las empresas del Gobierno.Estos sectores juntos, según Tugwell, forman el complejo de

la complicada economía americana. La contraposición de estos sec-tores no contribuyen siempre a una armonía perfecta; al contrario,hay lugar a conflictos serios. La preservación del sistema presentey la reducción de los conflictos es el problema que Tugwell tratóde atacar en su papel como reformador. La gran tarea del econo-mista, según Tugwell, es la de resolver las discrepancias entre losobjetos perseguidos por individuos y por grupos como sindicatosde obreros, asociaciones de fabricantes y negociantes y formacio-nes políticas, y de contribuir a la armonía de los objetivos perse-guidos por todos para el bienestar general.

Otro institucionalista eminente que merece mencionarse es Gar-diner C. Means. Se interesaba en primer lugar en el desarrollo delas sociedades anónimas y en la influencia de esas sociedades sobrelas condiciones sociales y económicas. ¿Cuáles serán las conse-cuencias del desarrollo de esas sociedades, que llevan el controlsobre las mayores producciones del país? ¿Cuáles «eran las rela-ciones entre los poderes políticos y los imperios industriales diri-gidos por especialistas que no son propietarios? ¿Cómo ese des-arrollo va a influir sobre el consumidor, el obrero, el que inviertesus ahorros? Means trataba de analizar los varios aspectos de eseproblema y veía la solución, en un programa de planificación sobreuna base nacional.

Muchos, si no todos los economistas que trabajaban para elGobierno americano desde la crisis de1 los años 1929-32 pueden serconsiderados como institucionalistas. Loe economistas que trabajanhoy para el Presidente, y que forman el Council of EconomicAdviser®, son discípulos de institucionalistas. Si no mencionamoslos contemporáneos es por la única razón de que tendríamos quemencionar muchos.

El profesor Gruchy ha dedicado un libro sobre los institucio-nalistas mencionados, y también artículos interesantes, en los cua-

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les hace una comparación entre las teorías de Keynes y el acerca-miento de los institucionalistas. Según Gruchy, Keynes era uncontemporáneo de los institucionalistas americanos. Parece intere-sante averiguar cuáles son las semejanzas y las divergencias entreKeynes y varios institucionalistas. El profesor Gruchy ha hecho unestudio en esa materia, y dice1 que Keynes, como los instituciona-listas, lia rechazado el acercamiento ortodoxo del estudio "abstrac-to y universal de la disposición de medios escasos entre los finesdados" ("abstract and universal study of scarce taeans among givenends").

Keynes y sus contemporáneos americanos han estudiado la rea-lidad concreta, a saber: el sistema económico en el cual nosotrosvivimos. Keynes se ha dedicado al estudio de los problemas realeseconómicos y ha recurrido a la teoría buscando instrumentos ana-líticos, los cuales pudieron ayudarle en la solución de los proble-mas agudos del capitalismo inglés.

Keynes acentuaba la inhabilidad de proveer el pleno empleo,mientras que loe institucionalistas tomaban la posición de quela Economía americana no producía siempre bastante, que no hacíauso de sus posibilidades de producir, que no producía lo que lagente necesitaba. Según Veblen, por ejemplo, el objeto principalera el "hacer dinero", no el hacer mercancías, ya que el "sistemade precio" no aseguraba una abundancia de bienes (goods). Yebleny sus seguidores han estipulado que los factores de1 la producciónfueron mal empleado», que el desarrollo hacia la desaparición delpequeño empresario era malo, nefasto. Keynes tomaba la posicióndtí que todos los valores producidos por el sistema económico debíanser considerados al mismo tiempo como valores privados y valoressociales.

Keynes y los institucionalistas hablaban de la economía de lamadurez, pero mientras que Keynes considera como madurez unasituación en la cual encontramos dificultades de hacer inversiones,los institucionalistas piensan en la dominación de algunas indus-trias claves por pocas compañías y en el cambio de la estructuraeconómica que sigue como consecuencia de la concentración depoder económico. Los institucionalistas no han contradicho a Key-nes en sus teorías acerca de la determinación del nivel de empleopor el nivel de consumo y de las inversiones. Han perseguido estu-

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dios estadísticos muy meticulosos en todo lo que se refiere al con-sumo, producción, pagos, renta nacional, empleo, paro, etc., pen-sando siempre en la necesidad de mantener el flujo de ingresos yde gastos, y dedicando mucha atención a la tecnología industrial,al cambio de las condiciones económicas, al control monopolígticode materias primas y de las fuentes de producción.

A los institucionalistas también les llaman "holistic economista",derivando la palabra "holistic" de "whole" o totalidad. Con laexpresión "holistic" quieren manifestar el deseo de abrazar el con-junto de los problemas económicos.

Es de poca importancia el nombre que les den a este grupo demodernos economistas americanos; lo importante es saber que setrata de intervencionistas. Quieren estudiar el estado actual de lascosas, averiguar loe defectos y buscar los medios prácticos paraeliminarlos. No se contentan con la construcción de modelos teo-réticos y con discusiones abstractas. Buscan y sugieren solucionespara el bienestar general. En la enseñanza podemos constatar lainfluencia del acercamiento práctico en la tendencia de organizarinstitutos de investigaciones en las escuelas de alta enseñanza.También «e manifiesta esa tendencia en su preferencia de temasprácticos para las disertaciones. En lugar de inducir al estudianteen profundizar una serie de abstracciones, le sugieren hacer elestudio de una industria, de una fase de los negocios, de un pro-blema concreto que necesita solución. Un buen estudio prácticoayuda y prepara muy a menudo al estudiante a encontrar un buenempleo. Los economistas que trabajan para el Gobierno son muya menudo seguidores de la escuela institucionalistá y dan esta im-pronta en las obras prácticas que acometen.

Una gran parte de los jóvenes que dejan cada año las escuelasamericanas de alta enseñanza están bajo la influencia de este nue-vo espíritu que los lleva hacia el práctico y fuera de lo abstracto.Sin negar el valor del acercamiento puramente teorético, pensamosque ese movimiento ya ha contribuido y continuará contribuyendoal bien común.

MICHAEL ALBERY