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MUSEOS DE DÉNIA

Dénia inició, haceveinticinco años,una peculiar sin-gladura en torno

a un patrimonio cultural enestado de “shock”. El boomturístico ejercía efectos per-niciosos, aunque limitados,sobre la integridad del mis-mo. Recuerdo con nostalgiala primera vez que ascendípor la colina del castillo, pa-ra descubrir lo que sin dudaconstituía uno de los valoresmás destacables de esta ciu-dadela urbana; las exclusi-vas vistas hacia mi país decuna, al mar ignoto, haciauna/s marina/s aún verde/sy con reflejos de aguas es-tancadas, hacia el horizonterestringido y, a su vez, infi-nito que alcanzaba la mira-da. Era la segunda primave-ra de los ochenta.

Ya entonces las heridas dela sinrazón eran bien evi-dentes en la fortaleza. Hacíaya dos décadas que el traza-do de una carretera para as-cender sin dificultad a lafortaleza, tras un zigzag acordel, había cortado sinpudor las ruinas de las casasy calles de la villa medievaly moderna, destruida en laGuerra de Sucesión; espejoy reflejo de uno de los espa-cios más singulares de laDénia tardo-medieval y delos Austria. Las heridas toda-vía hoy estremecen en la la-dera sur de la ciudadela.

En la Torre denominada delConsell, la de arquitecturamás relevante de la fortale-

Ex libris y emblema de Roque Chabàs Llorens (1844-1912).Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia. Biblioteca.

Balsamario de Mercurio, descubierto enexcavaciones arqueológicas en 1985.

Siglos I-II. d. C.Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

JOSEP A. GISBERT SANTONJA

Arqueólogo.

za, se hallaba expuesta unabreve exposición de piezasarqueológicas, algunas ex-celentes, halladas en la ciu-dad. Una gran tinaja sus-pendida en un anillo trípo-de de forja ocupaba el cen-tro de la sala. Epígrafes lapi-darios romanos ocupabanlos espacios de las tronerasde antaño. Tres vitrinas em-butidas en los vanos de lasventanas ofrecían un con-

junto de piezas, entre lasque destacaban un frag-mento de sarcófago romanode mármol, con un erotecon guirnaldas en las ma-nos, los quebrados frag-mentos de piezas broncíne-as procedentes de la magní-fica colección de bronces is-lámicos de origen oriental,o las escudillas de orejetas yplatos de loza dorada que,rescatados de las ruinas de

una casa de la Vila Vellaque sucumbió a las bombasdel Borbón, marcaban el finde la Dénia foral.

El Museo Arqueológico Mu-nicipal de Dénia se habíacreado en 1957, aunque fuea mediados de los setenta,de la mano amable de JoséCarrasco Ferrer, cuando em-pezó a ser destino ocasionalpara el investigador y objetode visitas por un públicoaún restringido e inhabitual.

Dos torres más del castilloalbergaban el resto de la co-lección o fondos de la glo-riosa institución museística.Herrumbre de lo que en sudía fueron proyectiles de ca-ñón, culebrinas y arcabucespertenecientes a un galeónhundido en las arenas de lesDeveses. Ánforas fragmenta-rias y cántaros hallados elmar, almacenados tras suencuentro ocasional o pro-ducto de la munificencia denotables ciudadanos. Y un

En portada:

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Gran ataifor de Qairawan (Túnez), con representación de nave andalusí. Siglo XI.Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

surtido de cajas con cerámi-cas procedentes de algunoshallazgos acaecidos en elombligo de la ciudad mu-sulmana.

En 1982, fui afortunado tes-tigo accidental, más que ar-te y parte, del espléndidotrabajo que desarrollaba ungrupo de estudiantes y do-centes franceses, bajo la di-rección de Marie Pascal

Lamblin y Andrée Bazzana,bajo los auspicios de la Ca-sa de Velázquez, con dosobjetivos: el catálogo de al-gunos de los fondos anda-lusíes del museo y el estu-dio de los graffiti medieva-les existentes en los murosy estancias del castillo.

Sin afán de compilación al-guna, sirvan estas pincela-das para ofrecer, con sumo

respeto y consideración ha-cia el pasado, el estado dela cuestión a inicios de losochenta.

La historia de la creaciónde los museos de Dénia,en aquella década prodi-giosa en que hubo unaparticipación interinstitu-cional activa a favor delproyecto, una actividadtrepidante y una voluntad

Diana de Dénia. Mármol. Siglos I-II. d. C. Descubierta en el siglo XIX yadquirida por el Ayuntamiento en 2002.

Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

Los museos de Dénia han dado

paso a la formación de

unos fondos y un patrimonio que han colmado y multiplicado las

expectativas

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Cerámica verde y manganeso. Siglo XI. Alfar de Dénia. Cordón de la eternidad y peces.

Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

En la imagen superior:Patio con fuente polícroma, hallada en excavaciones

en la Madina de Daniya, en 1998.Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

En la imagen inferior:Fuente polícroma, siglo XII, expuesta en el museo.

Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

política transparente, ya hasido glosada en otros fo-ros. Hubo unos años enque nuestro proyecto seconsideró, en su conjunto,como una singular iniciati-va local y un modelo derespuesta a la demanda deuna sociedad. Dan fe deello nuestra contribución alas Jornadas Internaciona-les Arqueología de Inter-vención, celebradas en SanSebastián en 1992, o loscontenidos de la ponenciapresentada a las Jornadassobre Patrimonio y Histo-ria Local, celebradas enSant Feliu de Guixols en1995, en que se dejaba en-trever las relaciones inces-tuosas entre el binomiocultura turística & turismocultural, como dos concep-tos en permanente pugna.

Las fechas de 1987, 1991 y1999, en todos los casos amenos de un mes de citaselectorales, prueba eviden-te de confluencia de volun-tades, marcan la aperturade las puertas de la sededel museo arqueológico enel Palau del Governador,

en el castillo de Dénia, ladel museo etnológico, enuna histórica casona, trastres años de cuidada y ar-tesanal rehabilitación deledificio, o la del museo desite dedicado a la industriadel juguete de Dénia, queahora cumple una fecundadécada, en el edificio de lalínea de tren perdida; l’Es-tació de València.

Los museos de Dénia handado paso a la formaciónde unos fondos y de un pa-trimonio, de titularidad mu-nicipal, que han colmado ymultiplicado las expectati-vas con que contábamos amedida que desarrollába-mos, sin prisa pero sin pau-sa, esta peculiar singladura.

El museo arqueológico hasido y es el receptor y de-positario de una rica colec-ción de piezas arqueológi-cas procedentes de las nu-merosas intervenciones ur-banas, sin olvidar importan-tes ingresos procedentes delentorno comarcal. El museoetnológico, que se inauguróen 1991 con mas del 50%

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de las piezas prestadas porparticulares, se ha converti-do en un receptor de arte-factos y de incontables testi-monios de las dos últimascenturias. Nació con la pasacomo ámbito temático de laexposición permanente yha conseguido crear unacolección dignísima, sufi-ciente para abordar unapropuesta museográfica so-bre los últimos siglos de vi-da de la ciudad. Una políti-ca de adquisición ha permi-tido lograr un buen bancode imágenes, así como detestimonios impresos. Parti-mos de cero y, en la actua-lidad, de sus fondos se hanutrido parte esencial decolecciones museográficasde la Marina Alta; como laexposición permanente de-dicada al arroz, con sede enPego, o el Museo que enXaló ofrece una particularvisión de lo tradicional através de imágenes y obje-tos. En similar medida, lasentidades reciben numero-

sas solicitudes de préstamo,bien de obra de arte, predo-minantemente de naturale-za arqueológica, bien deimágenes, con destino a lasmás rutilantes exposicionesen el ámbito estatal y euro-peo. La arqueología de Dé-nia viaja y, con ello, crecedía a día.

El museo dedicado al ju-guete de Dénia, que ahoracumple 10 años, se inaugu-ró en 1999 con más de 400juguetes expuestos. Unafrenética actividad, de másde cinco años de recopila-ción de documentación eimágenes, y de adquisiciónde juguetes made in Denia,tras arduas prospeccionesen el mercado anticuario yde almoneda de las ciuda-des receptoras de nuestrosjuguetes, como Madrid,Barcelona o Sevilla, hizoque, de la nada, contára-mos con una colección pú-blica, y reitero que de titu-laridad municipal, de más

En la imagen superior:Peto de armadura. Siglo XVI- XVII. Adquisición 2006.

Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

En la imagen inferior:Grabado del siglo XVIII. Atlante, de Espinalt. Adquisición 1992.

Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia.

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de quinientos juguetes yaen el momento de abrir suspuertas. Ahora, se ha dupli-cado la colección y el cam-bio en la política de adqui-siciones hacia piezas másrelevantes, o la colabora-ción de la Asociación Ami-gos del Juguete, con la ce-sión de sus fondos, ha sig-nificado una susceptiblemejora en la selección y elvalor didáctico y patrimo-nial de las piezas expues-tas.

La gestión conjunta de losmuseos de Dénia, de su di-fusión, servicios, la de susfondos, así como la luchacontinuada y activa por con-tar con un edificio con ca-pacidad y dignidad paracontener un nuevo proyectomuseográfico que sistemati-ce y cree un halo o aureolaintegradora del conjunto deinfraestructuras existentes,bajo la marca de MUSEU DELA CIUTAT DE DÉNIA, es elyou are here; el punto en

que en estos momentos es-tamos.

El concepto de los museosde Dénia, desde los primerosbalbuceos de su construc-ción, era presentar, en distin-tos contenedores, periodossingulares y representativosde la historia de una ciudadfecunda y emprendedora.

Una vez puestas las picasen la piel de la ciudad, elpaisaje urbano ha sidonuestro compromiso esen-cial. Hemos trabajado sintregua en el catálogo de re-cursos patrimoniales exis-tentes en el centro históricoy sus contornos. Y luchadopara que a él se le imple-menten medidas que paren

Acuarela marsellesa del siglo XIX. Representa navío de familia dianense.Legado Familia Riera Bosch. Dénia.Museu Etnològic de Dénia.

La visita de las tres propuestas museísticas de

Dénia ofrece una jornada de ocio

cultural o de cultura ociosa muy sugerente

Juego de bolos. Fabrica de José Monllor. Dénia.

Museu dels Joguets de Dénia.

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---Decessit in pace tertius idus februarii, 2009.

el reloj secular de la des-trucción y creen fórmulasde conservación del mismo.

Ahora, concebimos a losmuseos de Dénia comopostas integradas en un pa-seo desde los contornos delensanche urbano de losaños dorados de la pasa,por el centro histórico de laciudad y hasta el punto másálgido de la acrópolis de laantigüedad clásica. O desdela cima del castillo hasta loscontornos del Saladar. Y,para ello, contamos y nossentimos apoyados y prote-gidos por un entorno urba-no que, pese a quien pese,casi hemos logrado prote-ger y, así, asegurar su pervi-vencia. La lectura del mis-mo, las vistas y vivencias,en un paisaje urbano mile-nario en donde la red decomercios y propuestas deocio no es extraña sino ge-néticamente hermana, y lavisita de las tres propuestasque les ofrecen nuestros

museos, ofrece al visitanteuna jornada de ocio cultu-ral, o de cultura ociosa,ciertamente sugerente. Y alciudadano, instalaciones yobjetos que rememoran as-pectos de la vida y el dina-mismo de sus ancestros yde su ciudad, con una invi-tación en clave a la refle-xión.

Ahora estamos inmersos enun mundo en que nacen yflorecen museos, productode la sinrazón o la egolatríade pseudo-mecenas, a me-nudo sobre sólidos pero efí-meros pedestales de dineropúblico, producto de rapi-ñas al resto de los proyectosmortales; museos sin Musas,en los que no se encuentranni justificaciones de ámbitostemáticos, ni tan siquiera laspiezas; la gloria de una co-lección de artefactos/obrasde arte que los justifique.

En un mundo en que los ri-tos y mitos crecen y se hin-

chan, mientras ciudades mi-lenarias ofrecen el semblan-te propio de ciudades enruinas, en la olvidada Dé-nia, aunque no por los dio-ses, iniciamos un camino,sin rosas pero con clima be-nigno, y el resultado es loque glosa y describe esteAnuario de los museos va-lencianos.

Le invitamos a un viaje ennuestro laúd, ahora desali-ñado por tormentas y vien-tos encontrados; a este par-ticular paseo por la memo-

ria de la ciudad. Le ofrece-mos cuanto poseemos; unproyecto que nació haceun cuarto de siglo y que,con la entrada al nuevo mi-lenio, ha sentido demasia-dos episodios de indiferen-cia, aunque no el olvido.Más de cien mil visitantesnos acompañan cada año.Algunos llaman a menudoa la puerta y nos confíanaquello que ellos y sus an-cestros han custodiado ycuidado durante años o si-glos. Ellos, ustedes, sonnuestra fuerza.

Ilustración del Convento de Jesús Pobre, Dénia. Semanario Pintoresco Español, 1849. Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia. Biblioteca.

Barco a motor. C. 1945. I. A. U. C. C. A. Dénia. Museu dels Joguets de Dénia.

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