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INDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 1

1. CONDICIONES PREVIAS PARA EL PREDICADOR .............................................................................. 2

a) REGENERACIÓN EN EL ESPÍRITU SANTO .................................................................................... 2

b) PURIFICACIÓN DE LA VIDA ESPIRITUAL ...................................................................................... 2

c) COMPROMISO CON LA OBRA DEL SEÑOR ................................................................................... 2

d) DON DEL ESPÍRITU SANTO. ........................................................................................................ 3

2. PREPARACIÓN DEL MENSAJE ......................................................................................................... 3

LA ORACIÓN .................................................................................................................................... 4

NECESIDADES ESPIRITUALES DE LOS OYENTES: .............................................................................. 5

EL TRABAJO EN LA OBRA: ................................................................................................................ 5

EVITAR LA REPETICIÓN: ................................................................................................................... 6

3. CLASES DE MENSAJES ...................................................................................................................... 7

1. En cuanto a su Propósito ............................................................................................................. 8

a ) EL MENSAJE EVANGELIZADOR ............................................................................................... 8

b) EL MENSAJE DOCTRINAL ....................................................................................................... 8

c) EL MENSAJE DEVOCIONAL ..................................................................................................... 9

2. En cuanto a su contenido .......................................................................................................... 10

a) EL MENSAJE TEXTUAL ............................................................................................................ 10

b) EL MENSAJE EXPOSITIVO ...................................................................................................... 10

c) EL MENSAJE BIOGRÁFICO ...................................................................................................... 10

d) MENSAJE HISTÓRICO ............................................................................................................ 11

e) EL MENSAJE TEMÁTICO ........................................................................................................ 11

f) EL MENSAJE NOVEDOSO ........................................................................................................ 12

4. CÓMO HACER UN BOSQUEJO ....................................................................................................... 13

¿QUÉ ES UN BOSQUEJO? .............................................................................................................. 13

a) EL TÍTULO .............................................................................................................................. 13

b) EL PROPÓSITO ....................................................................................................................... 14

c) EL TEXTO ................................................................................................................................ 14

d) INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 14

e) CUERPO DEL MENSAJE .......................................................................................................... 14

f) LA CONCLUSIÓN ..................................................................................................................... 16

g) EJEMPLOS PRÁCTICOS DE BOSQUEJOS Y HOJAS DE TRABAJO .............................................. 16

5. EL MOMENTO DE LA PREDICACIÓN ............................................................................................. 22

a) LA MODULACIÓN DE LA VOZ ..................................................................................................... 22

b) EL TIEMPO DE LA PREDICACIÓN ............................................................................................... 23

c) LA MIRADA A LOS OYENTES ...................................................................................................... 24

d) EL VOCABULARIO ...................................................................................................................... 24

e) PRÁCTICAS INADECUADAS AL PREDICAR .................................................................................. 24

P á g i n a | 1

INTRODUCCIÓN

Predicar la Palabra de Dios forma parte de la vida misma de la iglesia. Desde los primeros años

de su formación, el Señor dotó del Poder del Espíritu Santo a los primeros creyentes, para

presentar el testimonio del Señor Jesucristo con denuedo y cumplir así de manera efectiva con el

plan de salvación (Hechos 1:8). A medida que la iglesia fue creciendo, el Espíritu Santo dirigió a

quienes habían demostrado un alto grado de responsabilidad y compromiso en la Obra,

capacitándolos para ser buenos sembradores de la semilla de salvación, así como para impulsar la

fe de los nuevos cristianos (Hechos 14:21-22).

Estos principios tejidos por el Espíritu Santo, se fueron transmitiendo a través de muchas

generaciones de creyentes, hasta llegar a nuestros tiempos.

El Señor dijo en una oportunidad “la mies a la verdad es mucha, pero los obreros son pocos; por

tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.

Con la mente puesta en los obreros que han sido llamados por el Señor a su mies, es que surge

este trabajo, con el propósito de compartir la experiencia obtenida por hermanos que han hecho

de la predicación de la verdad de Dios, una verdadera vocación de servicio.

En la escuela del Señor todos estamos llamados a aprender diariamente del maestro, Pablo nos

dice: “no que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto” (Filipenses 3:12), lo que significa que

en este proceso de la vida cristiana todos tenemos diariamente algo que aprender, siempre que

estemos dispuestos a hacerlo.

Predicar la Palabra de Dios es un deber (2 Timoteo 4:2), una necesidad (1 Corintios 9:16) y un alto

privilegio que nos corresponde como embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20), por lo tanto

debemos responder al tamaño de tal investidura, capacitándonos a través de la Palabra de Dios

diariamente y enriqueciéndonos de la experiencia obtenida por otros hermanos probados en la

fe y en el estudio de la Sagradas Escrituras, con el fin de que el ministerio al cual hemos sido

llamados, sea entregado cada día mejor para la Gloria de su Nombre.

Hace dos años, el Señor nos permitió compartir la primera parte de este tema, abordando la

preparación para el Ministerio desde el punto de vista interno del predicador, puntos cuya esencia

se comparten al inicio de este trabajo, con el fin de que el lector no los pierda de vista y forme el

eslabón que se necesita para continuar hacia el momento preciso de la predicación, que

constituye el motivo principal de esta propuesta.

“Corregir lo deficiente”, (Tito 1:5) debe ser una preocupación permanente de todo buen obrero,

está dispuesto a hacerlo?.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que

avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. (2 Timoteo 2:15).

“Ocùpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Timoteo 4:15)

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QUE PREDIQUES LA PALABRA

1. CONDICIONES PREVIAS PARA EL PREDICADOR

a) REGENERACIÓN EN EL ESPÍRITU SANTO

Es absolutamente necesario que el predicador sea hombre transformado. Si no tiene esta

cualidad esencial, su predicación será acaso una pieza literaria, un discurso mas o menos

arreglado, pero no será nunca un mensaje de Dios, ni afectará seriamente a los que le escuchen, ni

moverá los sentimientos y la voluntad (1 Corintios 2: 1-5). El predicador tiene que hablar en el

púlpito de la condición perdida del hombre, de la necesidad del arrepentimiento y la conversión,

del nuevo nacimiento, de la fe personal en Cristo, de la vida santa y de otras muchas cosas que se

tienen por experiencia personal, pero sus palabras serán sin valor, si el mismo no es convertido

(Juan 3: 1-10). Si se quiere tener éxito en el púlpito, es necesario hablar con verdadera convicción

y por experiencia personal. Ningún valor tienen las palabras de quien no cree ni ha

experimentado lo que está diciendo. Si no se puede decir “nosotros somos testigos de estas

cosas,” “hablamos lo que nuestros ojos han visto,” es inútil predicar, pues la gente pregunta al

predicador “¿qué dices de ti mismo?”.

b) PURIFICACIÓN DE LA VIDA ESPIRITUAL

(Hebreos 1:3) “..habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí

mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”. En otras palabras, debe ser

consagrado al Señor. “Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en

medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová” (Isaías 52: 11); “Pero el

fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:

apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2: 19)

c) COMPROMISO CON LA OBRA DEL SEÑOR

(Hebreos 6: 10) “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que

habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos, y sirviéndoles aún”. El trabajo

de la obra es de carácter ininterrumpido, pues, cada día se presentarán necesidades entre el

pueblo de Dios, tales como: visita a un hermano que está enfermo; restauración de alguien que lo

solicita; reconciliación de hermanos en pugna; tomar medidas urgentes por fallecimiento de un

hermano de escasos recursos, etc. “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin

de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (2 Timoteo 2: 4). El compromiso con la obra del

Señor se evidenciará trabajando por:

Amor al Señor (2 Corintios 5: 14, 15)”Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando

esto que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los

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que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (1 Juan 4: 7-

12, 19-21)

Amor a las almas. Cuando hablamos de almas, nos referimos a los inconversos. Es

imposible dejar de amar a las almas porque “..el amor de Cristo ha sido derramado en

nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Y si tenemos el Espíritu Santo,

el primer fruto del mismo es el amor (Romanos 5:5b; Gálatas 5:22).”El fruto del justo es

árbol de vida; y el que gana almas es sabio” (Prov. 11: 30) Debemos orar por la conversión

de ellos.

d) DON DEL ESPÍRITU SANTO.

Es deber de todos los cristianos evangelizar a las almas sin Cristo; contando cuán grandes cosas

el Señor ha hecho con nosotros y como transformó nuestras vidas al recibirle por la fe como

Salvador y Señor. Tenemos como ejemplo la conversión de Saulo de Tarso: “..solamente oían

decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo

asolaba. Y glorificaban a Dios en mí” (Gálatas 1: 23, 24). Sin embargo al Señor en su gracia, le

agradó dotar del don de evangelista, a hermanos rendidos y consagrados a El, dando como

resultado la conversión de cientos de almas. “De manera que teniendo diferentes dones,

según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe”

(Romanos 12:6) Pablo aconseja a Timoteo: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don

de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu

de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. “Haz obra de evangelista, cumple

tu ministerio” (2 Timoteo 1: 6,7; 4:5).

2. PREPARACIÓN DEL MENSAJE

(De qué?, Por qué? y Para qué?)

LA SELECCIÓN DEL TEMA Y SUS FUENTES:

Antes de proceder a la preparación de un mensaje, todo predicador debe responderse esta

sencilla pregunta: ¿De qué voy a hablar?. Mientras el predicador no pueda contestar claramente

tal pregunta debe detenerse; si el tema está en duda, también los estará todo lo que pertenece al

mismo, su introducción, su arreglo y propósito etc.

El tema debe ser la expresión exacta del asunto o la respuesta a la pregunta: ¿De qué voy a

hablar?. Nunca debe escogerse un tema por bonito, sino que ha de expresar claramente el

propósito que el mensaje percibe.

Ahora bien, el propósito del mensaje, lo encontramos al responder la siguientes preguntas:

¿Por qué voy a hablar de este tema?, ¿Qué fin debo lograr?, ¿Para qué?.

SUS FUENTES:

No debemos olvidar que la principal fuente para la preparación del mensaje es La Palabra de

Dios. 2 Timoteo 3:16-17 nos dice que: Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,

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para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea

perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

El mensaje espiritual debe estar sustentado en la Palabra de Dios, la cual debe obrar para

salvación o edificación del oyente mediante el poder y la dirección del Espíritu Santo. (Hechos

1:8, (Juan 14:26 y 16:13). Generalmente, el mensaje es generado a través de:

LA ORACIÓN

La predicación efectiva requiere meditación, estudio, trabajo diligente y MUCHA ORACIÓN.

La oración debe ser no solo una necesidad, sino una disciplina permanente en la vida del

creyente; principalmente del predicador. El apóstol Pablo vivió esta experiencia al inicio de su

llamamiento, como señal de su nueva relación con Dios (Hechos 9:11).

Sin embargo, en su calidad de instrumento escogido para pregonar el mensaje de Dios, él solicita

a la iglesia del Señor:” Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando

en ello con toda perseverancia y suplica con todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi

boca me sea dada la palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio” (Efesios

6:18-19).

En las palabras “ y por mí” notamos cómo el Apóstol hace partícipe a la iglesia de la prioridad y

el sitio de privilegio que ocupó siempre en su vida el cumplimiento eficaz de su ministerio. Había

muchas necesidades personales que satisfacer, no obstante, conforme a la necesidad que en sí

mismo se impuso, predicar eficazmente fue el objetivo más grande de su vida, para lo cual no

confiaba en sí mismo, sino en la ayuda del Señor a través de la oración.

Es a través de la oración que pedimos sabiduría (Santiago 1:5), (Proverbios 2:6), preguntamos a

Dios de qué hablar y cómo hablar (Jeremías 33:3) y estamos pendientes de recibir la respuesta.

(oramos, oímos y leemos la palabra del Señor).

Daniel oraba tres veces al día, Nehemías oraba día y noche (Nehemías 1:6); Jeremías dijo: ”no se

hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: porque a todo lo que te envíe iras tú, y dirás todo lo

que te mande” (Jeremías 1:6-7).

Como siempre, el mejor ejemplo lo encontramos en nuestro Señor. El evangelista Lucas lo

describe así: Y aconteció que, como todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y

orando, el cielo se abrió… (Lucas 3:21-22). Acá se deja en evidencia que el ministerio público del

Señor caminó de la mano con la obediencia y la oración. Es la misma actitud que encontramos

antes de llamar a sus discípulos, … y pasó la noche orando a Dios (Lucas 6:12-13).

Si la dificultad de escoger un tema o un texto como punto de partida para el mensaje se hace

difícil, multipliquemos nuestras oraciones y será una gran bendición, porque si no dependemos

de Dios, será como cuando el sembrador tiene la tierra lista, pero sin semilla buena para la

siembra. Podemos conocer las necesidades de los oyentes, pero quien las conoce mejor es el

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Señor, a fin de guiarnos hacia el verdadero contenido que cumplirá sus propósitos eternos

conforme a su infinita sabiduría.

LECTURA DE LA PALABRA DE SEÑOR:

(Colosenses 3:16)

Cuando un predicador que no escudriña las escrituras, ni medita en ellas, es un indicador que se

encuentra en una pereza espiritual; pues es el Señor quien demanda diligencia para escudriñar las

escrituras. (Juan 5:39).

El Señor le dice a Josué: “ … sino que de día y de noche meditarás en el. La palabra MEDITAR

denota una forma de recitación, es decir, repeticiones de versículos con propósito de

memorizarlos; como consecuencia; nunca se apartará de tu boca este libro de la ley. (Josué 1:8).

¿Para qué? Para tener al alcance versículos que el Espíritu Santo pueda dar en el momento de la

predicación de acuerdo al tema, además, como dice la escritura: “de su interior correrán ríos de

agua viva” (Juan 7:38).

NECESIDADES ESPIRITUALES DE LOS OYENTES:

El predicador debe estar consciente de la variedad de necesidades, problemas, y preocupaciones

de sus oyentes (Lucas 18:1).

El predicador tiene sus propias necesidades espirituales, sin embargo una vida de oración y el ser

nutrido con la palabra del Señor, lo impulsará siempre hacia adelante en el cumplimiento de su

ministerio. Cuando el predicador está desnutrido espiritualmente no puede alimentar bien a sus

oyentes. Cuando esto sucede, el pueblo no crece, la alimentación espiritual es pobre, deficiente,

con poco contenido y el resultado será decadencia, debilidad, vidas apagadas, llegando al extremo

que, si las ovejas se preocupan por su alimento espiritual, buscarán mejores pastos en otros

lugares.

Se recomiendan los mensajes doctrinales, los relacionados al hogar, sobre el crecimiento de la

personalidad cristiana. Los dirigidos a la juventud son de mucho provecho a la vida de los

oyentes, los mensajes relacionados a la oración, la fe, los dones y especialmente los evangelísticos

con temas de actualidad que tomen en cuenta la clase de oyentes a quienes van dirigidos.

Una relación positiva y buena comunión entre el predicador y la congregación ayuda en la

recepción del mensaje. “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por

tus rebaños” (proverbios 27:23). ¿Qué fue lo que sostuvo de pie al salmista David en el valle de

sombra de muerte y en presencia de angustiadores?, fue el alimento sólido, variado, bien

sazonado y condimentado. (Salmo 23:5). El Señor Jesucristo como buen pastor no solo le daba a

la gente, los saciaba y llenaba toda necesidad humana y espiritual. (Mateo 15:32).

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EL TRABAJO EN LA OBRA:

El trabajo en la obra del Señor es una fuente en la cual encontramos diversas situaciones o

vivencias que pueden dar origen a los mensajes de la palabra de Dios. Cuando estamos en el

campo de trabajo, somos testigos de acontecimientos pequeños o grandes, que pueden servir

como una fuente de inspiración que nos enfoque hacia un objetivo al momento de prepararnos.

No olvidemos que en nuestra convivencia diaria con la congregación o con los oyentes de la

palabra, podemos darnos cuenta de las necesidades espirituales que puedan tener. De esta

manera acudimos muchas veces a la oración y a la Palabra del Señor, pensando en algunos

problemas o debilidades que la congregación está atravesando y el Espíritu Santo se ha

manifestado sobre la forma de contribuir a través de la palabra de Dios a derribar los obstáculos

que impiden el crecimiento de la vida espiritual de los creyentes y como consecuencia de la Obra

del Señor. (Hebreos 4:12).

Sin embargo, no olvidemos que el predicador no debe alimentar a otras almas manteniendo la

suya a escasa dieta, este es el efecto de algunos predicadores “excesivamente ocupados” según

ellos. La lectura devocional diaria, personal, proporcionará al predicador: limpieza, nutrición y

tesoros de riqueza espiritual que descubrirá en pasajes insospechables. Anote también

cuidadosamente las ideas que surgen en tales momentos. Siempre los mejores mensajes del

predicador son aquellos que primero han hecho bien a sí mismo.

Que penoso será para el predicador que llega a los cultos solo cuando él considera que va a

predicar; se trata también de que el predicador escuche para aprender y alimentarse oyendo a

otros predicadores, tan importante es escuchar cómo saber leer las escrituras (1 Tesalonicenses

5:21). La palabra nos enseña el hacerlo bien para comprender mejor y que nos comprendan, este

ejemplo nos deja Esdras cuando leyó en la plaza ante hombres y mujeres. “ Y leían en el libro de

la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura”. (Nehemías

8:8).

EVITAR LA REPETICIÓN:

Al predicador le es conveniente tener el cuidado de archivar sus bosquejos de mensajes

predicados y tener el cuidado de no repetirlos en la misma asamblea. Tendremos mejor éxito, si

estudiamos con el propósito de conseguir la variedad en cuanto a la temática; no obstante, si el

Señor lo permite, pasado el tiempo, aquellos bosquejos pueden ser mejorados con oración,

lectura y estudio continúo de la palabra, lo que dará como resultado una inspiración fresca y

actualizada a las necesidades de los oyentes.

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que

avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Timoteo 2:15). Entre tanto que voy, ocúpate

en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti. (1 Timoteo

4:13-14).

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En una reunión de predicadores; uno de ellos dijo: “Yo no creo que haga falta tanto estudio y

preparación, yo dependo del Espíritu Santo y con solo oración ministro a la congregación; hasta

ahora no he visto fracasar mi método.” Hubo silencio mientras todos pensaban en aquellas

palabras.

Luego se levanto un miembro que asistía a la congregación del que acababa de hablar y dijo:

“disculpe predicador, pero debo decirle que no creo que el Espíritu Santo sea tan aburrido,

repetidor, y falto de originalidad como lo veo en sus mensajes”.

Algo importante a recordarles es; no dar suficiente tiempo a la oración y preparación del mensaje

trae consecuencias negativas al predicador y a sus oyentes, debido a muchas actividades

“necesarias” en la vida del predicador que reclaman tiempo y le quedan pocas horas para la obra

de Dios. Sin embargo ama la obra y quiere ocuparse de ella; pero el resultado es que prepara sus

mensajes con excesiva prisa; tiene que repetir una y otra vez su mensaje e ideas favoritas,

porque carece de otras, y no realiza la labor eficaz para su maestro. Todo tiene su tiempo, y todo

lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1)

Amados predicadores estos son consejos que nos ayudaran a reflexionar de cómo estamos

trabajando, porque el propósito es mejorar siendo diligentes y no perezosos tratando de creer y

vivir el mensaje que prediquemos.

3. CLASES DE MENSAJES

Existe una gran variedad de Temas para predicar, desde la creación, la caída del hombre, su redención, la vida cristiana, el hogar, hasta la consumación de todas las cosas según el plan de Dios para el hombre, en el estado eterno. Cada tema a su vez puede presentarse con muchos enfoques o de muchas formas; por lo tanto, debemos evitar la monotonía en la predicación. El predicador debe variar sus temas así como el tipo de mensaje, lo que dará como resultado, que las personas no se aburran ni se duerman durante la predicación. Según el tema que se desea presentar, es necesario determinar el tipo de mensaje que se usará, a fin de que se logre mayor efectividad. Existen diferentes tipos de mensajes, dependiendo del propósito, el contenido o presentación. Veamos nueve tipos básicos. 1. En cuanto a su Propósito:

a. El mensaje Evangelizador b. El mensaje Doctrinal c. El mensaje Devocional

2. En cuanto a su Contenido:

a. El mensaje Textual b. El mensaje Expositivo c. El mensaje Biográfico d. El mensaje Histórico e. El mensaje Temático f. El mensaje Novedoso

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Veremos cada tipo de mensaje por separado, sin embargo, es importante tomar en cuenta que un tema puede presentarse en casi todas estas variedades de mensajes.

1. En cuanto a su Propósito

a ) EL MENSAJE EVANGELIZADOR

El mensaje evangelizador se dirige hacia las personas inconversas, es decir, quienes no han recibido al Señor como Salvador de sus almas. Esta predicación es una exposición de las verdades esenciales del evangelio de Jesucristo, con el propósito de convencer al oyente de su necesidad de la reconciliación con Dios, y motivarlo a recibir a Jesucristo como su Salvador. Un buen mensaje evangelizador debe ser sencillo, porque el inconverso no está acostumbrado a escuchar predicaciones complicadas con muchas citas bíblicas y muchos conceptos nuevos. Es importante usar ilustraciones, historias que explican la verdad presentada. Paso a paso, al presentar verdades, se irán dando ejemplos de la vida real; no olvidemos que las estadísticas y otros informes dan realce al tema, por ejemplo: al hablar de que “por cuantos todos pecaron”, se podrá presentar una estadística del crimen y cuantas personas guardan prisión en el país. El mensaje evangelizador, al igual que otras predicaciones, exige la repetición de los pensamientos básicos para que se graben en la mente y el corazón del oyente. Esto es muy importante dentro de la predicación evangelizadora porque el inconverso muchas veces no vuelve a oírlo. Un mensaje evangelizador deberá terminar con un llamamiento para recibir a Cristo. Cuanto más determinada la invitación, más definida será la experiencia del inconverso. Si la persona se levanta de su lugar y confiesa recibir a Cristo, su decisión será mucho más firme que si sólo levanta su mano. Como dice Romanos 10:10 “porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación”. Un ejemplo de un mensaje evangelizador es el siguiente: TEMA: “Los Pasos de la Salvación”

1. Admitir su pecado (Isaías 53:6). 2. Reconocer el amor de Dios (Juan 3:16). 3. Creer que Dios le recibe (Juan 6:37). 4. Confesar sus pecados (Romanos 10:9-10). 5. En Jesucristo hay perdón ( 1 Juan 1:7) 6. Recibir a Cristo como Salvador (Juan 1:12).

b) EL MENSAJE DOCTRINAL

El mensaje doctrinal enseña principios básicos de las Escrituras para que los oyentes sepan lo que deben creer y porqué lo deben creer. Pablo en sus cartas a los Romanos, Corintios, Gálatas, Efesios, etc. enseñó doctrina sobre el pecado, la vida en el Espíritu, deberes cristianos, salvación por la gracia, la reconciliación, etc. Los mensajes doctrinales son necesarios y un buen predicador ministrará sobre temas doctrinales, pero tratará de hacerlos interesantes no sólo informando a los oyentes de lo que deben creer. Aquí hay algunos de los grandes temas doctrinales de las Escrituras:

a. Dios El Padre b. Dios El Hijo c. Dios El Espíritu Santo

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d. Los Ángeles e. El Arrepentimiento f. La Redención g. La Iglesia h. La Santificación i. Satanás j. El Hombre k. La Creación l. El Pecado m. La Regeneración n. La Comunión con Dios o. La Segunda Venida de Cristo

Mensajes sobre temas doctrinales se acostumbran predicar en las reuniones durante la semana con los miembros de la iglesia. También se debe incluir doctrina como parte de otras predicaciones. Un ejemplo de un mensaje Doctrinal es el siguiente: TEMA: “El Espíritu Santo”

1. Quién es el Espíritu Santo 2. Qué hace el Espíritu Santo 3. Su relación con el hombre 4. La llenura del Espíritu Santo

c) EL MENSAJE DEVOCIONAL

El mensaje devocional es más corto que los demás. Es una predicación sencilla que apela sobre todo a los sentimientos profundos de los oyentes. Requiere que el predicador tenga cierta elevación espiritual al entregarlo o no tendrá el efecto positivo esperado. Una predicación devocional es un mensaje de corazón a corazón. Incluye una porción bíblica pero no entra en un estudio intensivo de la misma. El mensaje devocional tiende a ser un tanto informal, el bosquejo es sencillo y su aplicación es directa a la vida de los oyentes. Asimismo, incluye ilustraciones, pequeñas historias de la vida real. Esta clase de predicación estimula a los oyentes a vivir la vida cristiana más dedicadamente, aviva su fe, los mueve a la adoración, les fortalece frente a la tentación, aumenta su celo para servir al Señor. Los temas para un mensaje devocional pueden ser: el amor, el perdón, la presencia de Dios, la adoración, la oración, la consagración, el servicio, etc. Estos pensamientos devocionales podrán entregarse en eventos especiales como la celebración de un matrimonio, un entierro, una reunión de oración en los hogares, un culto de acción de gracias, en fin, en circunstancias que no exigen temas formales y largos, sino pensamientos que nos hacen reflexionar, nos hacen mirar adentro de nuestro ser y mirar hacia Dios.

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2. En cuanto a su contenido

a) EL MENSAJE TEXTUAL

El mensaje Textual se basa en un versículo de la Biblia, el cual se constituye en el eje de toda la predicación. Hay muchos textos bíblicos que en sí tienen una serie natural de pensamientos, los cuales se prestan para una predicación textual. Por ejemplo: a) Romanos 8:35 habla de las cosas que podrían separarnos del amor de Cristo: tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro y espada. Estas siete cosas podrán ser siete puntos en un mensaje textual; b) Deuteronomio 10:12 sobre los verbos: temer, andar, amar y servir y c) Filipenses 4:8 nos habla acerca de las ocho cosas en que debemos pensar. El mensaje, textual no prohíbe pero si limita el uso de otros textos bíblicos.

b) EL MENSAJE EXPOSITIVO

El mensaje Expositivo abarca varios textos bíblicos, en ocasiones hasta un capítulo completo, se tomarán todos los versículos necesarios que traten sobre el tema o el asunto del cual se va a predicar. Estos textos vendrán a ser la base para todos los pensamientos que presentará el predicador. Se ha dicho, y con mucha razón, que el mensaje expositivo es quizás el más difícil para preparar, ya que no es fácil coordinar todo un pasaje bajo un orden lógico. Sin embargo, el predicador que logra dominar esta clase de mensaje, podrá ser un buen instrumento del Señor, para bendecir mucho a la congregación, porque es un mensaje muy efectivo. Podemos tomar como ejemplo 1 Corintios 13, enfocado sobre: “La preeminencia del amor”.

1. Obras sin amor: versículos 1 al 3 2. Lo que el amor es: versículos 4 y 7 3. Lo que el amor no es: versículos 4 y 6 4. El amor y los dones espirituales: versículos 8 y 9

5. Qué pasará y qué permanecerá: versículos 10 al 13 En Efesios 6:10-20 se enseña sobre la armadura de Dios. Allí hay un buen elemento para un mensaje expositivo. En 1 Pedro 3:1-7 hay una serie de pensamientos sobre la vida matrimonial como también, la porción de Efesios 5:21 hasta 6:4. En 1 a Timoteo 3:1-13, encontramos una porción que presenta los requisitos para ancianos y diáconos de la iglesia, un tema muy práctico.

c) EL MENSAJE BIOGRÁFICO

El mensaje Biográfico es el que tiene como base la vida de un personaje bíblico, sobre su vida completa, o solo una parte de su vida. Se podrá escoger personas muy conocidas por ejemplo: Abraham, Moisés, David, Pedro, Pablo y desde luego la personal del Señor Jesucristo, o algunos menos conocidos como: Aaron, Caleb, Mardoqueo y Filemón. Es agradable oír un buen mensaje biográfico; es interesante y al mismo tiempo presenta verdades espirituales ejemplificadas en la vida de una persona. Puede presentar una persona cuya vida es digna de imitar (1 Corintios 11:1), o presentar a alguien cuya vida nos enseña que no debemos hacer. También se puede predicar sobre personajes que se equivocaron o pecaron, exponiendo el porqué, por ejemplo: Judas Iscariote, Absalón, Balaam, Jezabel o el rey Manasés.

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Se escucha muy poco los mensajes biográficos desde los púlpitos de nuestras asambleas, sin embargo, son mensajes que apelan a las personas y dejan una gran enseñanza. A todos nos agrada oír la historia de alguien, saber qué logró hacer, dónde se equivocó y cómo logró la restauración. El mensaje Biográfico sobre la vida de Juan Marcos se basaría en: Hechos 12:12, 25; 13:5, 13; 15:37-39; Colosenses 4:10; 2 Timoteo 4:11 y Filemón 24. Es la historia de un joven que tuvo un mal comienzo, pero al final logró madurez en el servicio del señor. De la vida de Pedro hay muchas enseñanzas: sus experiencias como pescador, su llamado al apostolado, su aprendizaje a los pies del Señor Jesucristo, su debilidad negando a su Señor, su arrepentimiento, lleno del Espíritu Santo en el aposento alto, y luego predicador poderoso del evangelio en el día de Pentecostés. Sobre la vida de nuestro Señor Jesucristo obtenemos muchas enseñanzas: su vida de oración, su conocimiento de las Escrituras, su poder para obrar milagros, su amor por los niños, su ministerio como predicador y maestro, cómo enfrentó la cruz y el sufrimiento, cómo perdonó a sus enemigos, y cómo nos perdonó. Al reflexionar en los predicadores que han influido en nuestras vidas, quizás podamos ver en ellos un ministerio efectivo de predicación, además de una vida ejemplar como dice Hebreos 13:7. ¿Qué tipo de mensaje usaron aquellos influyentes ministros de la Palabra? ¿Eran aburridos o interesantes? ¿Repetían siempre los mismos mensajes o había variedad?.

d) MENSAJE HISTÓRICO

El mensaje Histórico toma como base un evento o una serie de eventos en la historia bíblica y de estos eventos aplica verdades a nuestra vida. Esta clase de mensaje puede necesitar mucha preparación porque a veces los detalles de la historia se encuentran en diferentes partes de las Escrituras y será necesario no confundir la información histórica. El mensaje histórico es similar al mensaje biográfico, pero en vez de tener a una persona como centro del tema, es un evento histórico que ocupa el lugar central del mensaje. Un ejemplo podría ser cuando los israelitas cruzaron el desierto durante 40 años. Paso a paso se podrá presentar puntos clave del cruce del desierto, aplicando diferentes situaciones a nuestra vida; por ejemplo: la salida de Egipto, la provisión de Dios en el desierto, la ley de Dios dada en el Sinaí, la desobediencia de los israelitas, y la entrada a la tierra prometida. No se podrá usar todos los detalles sino apuntar algunos hechos principales. De otra manera, habrá que preparar una serie de mensajes sobre el cruce del desierto. Un mensaje histórico podrá centrarse en el crecimiento de la iglesia en el Nuevo Testamento. Los puntos podrán ser: la inauguración de la iglesia en el día de Pentecostés, el crecimiento en Jerusalén, el esparcimiento por la persecución, y el establecimiento de iglesias en cada ciudad. Notemos que no se destacan personajes sino EVENTOS O HECHOS HISTÓRICOS. Otro mensaje histórico podrá ser sobre “La reconstrucción del Templo”, usando porciones de Esdras, Nehemías, Hageo y Zacarías. Los puntos podrían ser: los israelitas en cautividad en Babilonia, Ciro da permiso para volver a Jerusalén, el primer grupo vuelve con Zorobabel, el segundo grupo vuelve con Esdras, el tercer grupo vuelve con Nehemías.

e) EL MENSAJE TEMÁTICO

Este tipo de mensaje enfoca un tema cualquiera como el perdón, la salvación, la fe, el matrimonio, la familia, etc. y lo desarrolla usando diferentes versículos, diferentes libros de la Biblia o diferentes capítulos de la misma, que hablen en relación al tema que se haya elegido.

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Se puede preparar un buen mensaje temático usando una concordancia (algunas Biblias la traen en la parte final). Si escoge el tema del amor, se podrá buscar en la concordancia bajo la palabra “amor” o “amar” y anotar los textos que se relacionen con ese tema. El tema de “El amor de Dios” podrá usar como puntos los siguientes:

1. Dios es amor en esencia ( 1 Juan 4:8). 2. Dios ha derramado su amor ( Romanos 5:5) 3. Dios muestra su amor para con nosotros (Romanos 5:8) 4. Dios amó al mundo y dio a su Hijo (Juan 3:16).

El tema de “Amor en la vida del cristiano”, podrá incluir:

1. Amémonos unos a otros (1 Juan 4:7) 2. Vestíos de amor: ( Colosenses 3:14). 3. Andad en amor: (Efesios 5:2). 4. Servíos por amor: (Gálatas 5:13).

De igual manera se podrá preparar mensajes sobre la Iglesia, la mujer, el hombre, la disciplina, el temor y la ansiedad, la depresión, el poder de Dios, la fe, el perdón, la santidad, etc.

f) EL MENSAJE NOVEDOSO

El mensaje novedoso presenta el tema de una manera creativa y nueva. Cada mensaje novedoso tendrá su característica propia y será diferente completamente de las demás predicaciones. El mensaje novedoso rompe la monotonía y añade interés en la predicación de la Palabra de Dios. Un mensaje novedoso podrá presentar la fabricación del pan, con sus aplicaciones a la vida de cada uno, usando textos bíblicos sobre “El Pan de Vida”. Un mensaje sobre el PAN podrá incluir:

1. Siembra y cosecha del trigo, 2. Los ingredientes del pan, 3. La elaboración del pan, 4. El horneo del pan y 5. El uso del pan.

Se podría relatar cómo se hacía el pan en el tiempo de Jesucristo. Esta información estará en un diccionario bíblico. Otro mensaje novedoso podrá tratar acerca de la elaboración de un vaso de barro. Una enciclopedia tendrá información de cómo se hacían vasos de barro en tiempos bíblicos y se podría usar la porción de Jeremías 18 para presentar un fondo bíblico-histórico. Las aplicaciones de esta predicación son muchas: Dios nos moldea, nos cambia, nos transforma de algo inútil a algo útil, nos pone al fuego para que seamos fuertes y nos hace “vasos de honra” (Ver Romanos 9:21). Otros mensajes novedosos podrían hablar de ciertas clases de plantas, las cuales menciona la Biblia, pero usando detalles de un diccionario bíblico o enciclopedia. Se podrá presentar la planta, su crecimiento, su cuidado, su fruto, su uso, plantas como la palmera, los cedros de Líbano, la higuera, el olivo, o la parra de uvas. Estudios novedosos sobre estos temas darán una perspectiva muy interesante de la Biblia. Un mensaje novedoso podrá presentar la forma que ha tenido la Biblia desde su origen: en rollos de cuero o en rollos de papiro, explicando cómo se usaban, cómo se escribía a mano, etc. Se puede referir a pasajes bíblicos que hablan sobre “rollos”, “libros de la ley de Dios” o “pergaminos”. (2 Timoteo 4:13).

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4. CÓMO HACER UN BOSQUEJO

¿QUÉ ES UN BOSQUEJO?

El mensaje o predicación se define como una presentación ordenada, que tiene un principio y llega hasta su fin. Para que un mensaje sea ordenado, debe haber una lógica secuencia de pensamientos, los cuales el predicador ya preparó de antemano. El mensaje efectivo no es leído palabra por palabra, sino que se predica usando una hoja pequeña de notas, la cual fácilmente cabe en la Biblia. El predicador puede referirse a su hoja ocasionalmente durante el mensaje. No debemos olvidar el papel que juega la memoria en la predicación. A veces resulta difícil traer a la memoria lo más apropiado en el momento oportuno. A veces no es que uno lo haya olvidado, sino que no viene a la mente en el instante en que lo necesitamos. El recurso de las notas, para salvar esta dificultad, merece detenida consideración, porque puede aumentar o disminuir notoriamente el valor del mensaje. Aquí se impone un equilibrio adecuado. Conozco un hombre que puede recitar íntegramente de memoria el pasaje de la Escritura y luego predica un bien planeado y vigoroso mensaje sin una sola nota escrita. Quisiéramos poder hacerlo así, la mayoría de predicadores, pero carecemos de esa capacidad. Existen también predicadores que llevan al púlpito su mensaje íntegramente escrito, palabra por palabra. Han desarrollado tanta habilidad que casi ninguno se percata de ello. Leen sus notas con esa característica habilidad, que no les significan ninguna desventaja, y no ofenden ni molestan a sus congregaciones. Los dos casos que acabamos de mencionar no son típicos sino excepcionales. A la mayoría de predicadores le resulta difícil sostener un mensaje durante treinta minutos o más sin notas, a menos que haya predicado ese tema tantas veces que ya está totalmente familiarizado con su mensaje. Lo aconsejable es, por lo menos, un bosquejo básico, enumerando las ideas o pensamientos principales y auxiliándolos con unas que otras frases auxiliares. También una breve cita o una nota para recordar una ilustración. La experiencia nos dice que es suficiente, como regla general, un lado de una hoja media carta. Ocasionalmente habrá necesidad de escribir algunas palabras al dorso. Lo ideal es tener en el archivo un mensaje íntegramente escrito, para consultar de antemano, y aparte de ello un bosquejo condensado para llevar al púlpito. Aún así, no debemos atarnos a lo que ya tenemos escrito, sea breve o largo, sino que debemos dejar en libertad a nuestras mentes para captar nuevos pensamientos que vendrán de Dios. Estos apuntes deben ser escritos con letra clara y con los puntos más importantes únicamente. Los demás detalles podrán agregarse espontáneamente a medida que se va predicando. Un bosquejo es la síntesis del mensaje, que con pocas palabras da las ideas claves del mismo. Un bosquejo incluye: el título, el propósito, el texto, la introducción, el cuerpo principal y la conclusión. Veamos cada uno de ellos.

a) EL TÍTULO

El tema del mensaje dará la clave para el título que se usará, el cual presenta la idea central del mensaje. El título deberá ser:

1. Corto: con pocas palabras 2. Interesante: llamará la atención 3. Presentará el tema o contenido del mensaje.

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b) EL PROPÓSITO

El predicador deberá definir el propósito del mensaje. Cada mensaje deberá tener un objetivo específico. El propósito apunta a resultados que se espera ver en la congregación, decisiones, acción, cambios. El propósito es lo que el predicador desea lograr con su mensaje: La conversión de los oyentes, enseñanza sobre algo práctico en la vida personal, cómo enfrentar problemas, cómo recibir al Señor Jesucristo, cómo recibir al Espíritu Santo, la consagración para la obra del Señor, etc.

c) EL TEXTO

El texto es la porción bíblica que se usará para el mensaje. Al elegir su texto, el predicador deberá estudiarlo bien y meditar sobre él, para absorber todo lo que pueda, y hacer de esa porción parte de su vida misma. Al estudiar el texto, deberá anotar todos los pensamientos que le vienen a la mente.

d) INTRODUCCIÓN

La introducción es lo primero que se dice a los oyentes del mensaje. La introducción debe ser interesante para despertar las mentes distraídas, y lograr captar la atención de la congregación. Podrá durar unos cinco minutos y deberá motivar interés al tema que se piensa desarrollar. Una introducción puede tomar varias formas, así:

1. Un suceso o evento de actualidad: “Ayer hubo un accidente en…” 2. Una cita de una persona célebre o conocida: “Dijo un famoso presidente…” 3. Una anécdota o historia apropiada:”Sucedió el año pasado que…” 4. Una pregunta o serie de preguntas: “¿Qué problema le preocupa hoy? 5. Una declaración sorprendente: “Sabía usted que…”

e) CUERPO DEL MENSAJE

Esto constituye la parte más importante del mensaje y está a base de la Palabra de Dios. Esta parte puede tomar de 20 a 40 minutos según el tiempo que se crea más adecuado. El mensaje largo no necesariamente trae más bendición pero un mensaje demasiado corto puede dejar el tema incompleto. El cuerpo del mensaje presenta un pensamiento. Luego otro pensamiento, y lleva al otro, hasta que se llega a explicar bien, a convencer, a aclarar, y mover a la congregación a que seamos hacedores de la Palabra. Un buen mensaje apela a todo el hombre; a su razón o intelecto, presentando conceptos y enseñanzas. Apela a su emoción o sentimientos, usando ilustraciones que identifiquen al oyente con el mensaje; a su voluntad, desafiándole a tomar decisiones que modifiquen su vida. Para preparar el cuerpo del mensaje y el bosquejo, deberá anotarse los puntos principales en forma de una lista enumerada. Tome en cuenta que:

1. Cada punto debe tener relación con la porción bíblica. 2. Cada punto debe tener relación con los demás puntos. 3. Debe haber un orden lógico entre los puntos. 4. No debe haber demasiados puntos. Lo ideal son tres a cinco, usando los llamados “sub-

puntos”. 5. Cada punto debe abarcar algo diferente a los demás puntos y no invadir el campo de otro

punto. 6. Cada punto debe ser breve y claro.

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A continuación tenemos un ejemplo de un bosquejo realizado con puntos solamente.

DAVID UN DIRIGENTE APROBADO

1 Samuel 16:12 Propósito: Desarrollar mejores dirigentes en la iglesia. Introducción: hablar brevemente sobre la falta dirigentes capacitados. Presentar a David como un dirigente aprobado. Cuerpo: 1. Tenía muchos talentos ( 1 Samuel 16:18). 2. Iba delante de la gente como ejemplo (1 Samuel 18:13,16). 3. Sabía llevarse bien con gente difícil (1 Samuel 22:2). 4. Estaba dispuesto a cambiar de planes cuando fuera necesario (1 Samuel 25:13,33-35). 5. Preguntaba a Dios antes de tomar decisiones ( 2 Samuel 5:19-23). 6. Distribuía la responsabilidad, no lo hacía todo solo (2 Samuel 8:16-18). Conclusión: Oración pidiendo que Dios desarrolle más dirigentes en la iglesia con estas Características.

Un ejemplo de bosquejo con puntos y sub-puntos, usando números romanos es el siguiente:

PABLO UN SIERVO DE DIOS Hechos 9:15

Propósito: Conseguir más siervos para la obra de Dios. Introducción: Compartir un breve testimonio personal sobre el llamado a servir en la obra del Señor. Cuerpo: I. SU PREPARACIÓN PARA EL MINISTERIO a. Su educación (Hechos 22:3) b. Su conversión( Hechos 22:6-10; 14-16) c. Su comunión con Dios (Gálatas 1:15-19) d. Anécdota (testimonio del predicador Clemente) II. SUS PROPÓSITOS EN EL MINISTERIO a. Evangelizar a los inconversos (Romanos 15:20-21). b. Enseñar a los nuevos en la fe (Hechos 18:11; 14:22 y 19:9-10). c. Exhortar a todos los cristianos (Tito 2:6,8). III. LOS PREMIOS DEL MINISTERIO a. Conversiones Hechos 16:30-34 (carcelero de Filipos) b. Crecimiento y cambios de vida Hechos 19:9-10 (escuela en Éfeso) c. Consagración de jóvenes a la obra (Hechos 16:1-3). Conclusión: Invitar a nuevos hermanos a servir en áreas especificas de la iglesia.

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f) LA CONCLUSIÓN

El mensaje debe terminar con una conclusión. Es el punto máximo de la predicación y lleva a la congregación a tomar decisiones. La conclusión presenta un desafío. Donde cada persona debe reflexionar sobre una decisión. La conclusión puede incluir un breve repaso del mensaje, con aplicación y un llamado a la obediencia. Es difícil definir el tiempo de duración de la conclusión. Es necesario ser sensible al Espíritu Santo para definir cuánto se ha de esperar para que las personas respondan, si es un llamado al arrepentimiento y a la fe no se debe insistir hasta llegar a un extremo exasperante. El predicador debe saber que aunque no se dé un resultado visible, la Palabra de Dios no volverá vacía.

g) EJEMPLOS PRÁCTICOS DE BOSQUEJOS Y HOJAS DE TRABAJO

MENSAJE EXPOSITIVO

LA BONDAD DIVINA Salmos 103:8-13

INTRODUCCIÓN: los escritores del Antiguo Testamento tenían un alto concepto de la bondad divina. Para ellos, Dios, sobre todas las cosas es un Dios bueno. De ahí que en las versiones castellanas del Antiguo Testamento se asocie a Dios con términos tales como: amor, misericordia, generosidad, paciencia, fidelidad, compasión, benevolencia, perdón, socorro, etc. ¿Cómo describe a Dios el autor del Salmo 103? I.”Misericordioso y clemente es Jehová” (v. 8).

a. La misericordia es la virtud que inclina el ánimo de Dios a compadecerse de las miserias de los hombres.

b. Su clemencia significa que no castiga con el rigor que ameritan las faltas de los hombres. c. La misericordia de Dios fue el tema principal sobre el cual escribieron los autores del

Antiguo Testamento, ejemplos: 1. Salmo 136 2. Jeremías fue testigo de la rebelión de Israel. Sabía que merecía ser castigado, sin

embargo escribió: (Lm. 3:22,23) d. Ilustración (lo que le paso al tío Tomás)

II.”No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo” (v.9)

a. Dios no solamente es lento para airarse sino que además es breve en su enojo. b. ¡Qué contraste! Cuando se describe el amor de Dios se dice de él que es eterno: (Jer.

31:3); pero cuando se habla de su enojo se dice que es breve: (Sal. 30:5) c. Miqueas 7:18

III. “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”. (v.10)

a. El castigo de Dios nunca es en proporción a las rebeliones de los hombres. b. Además, Dios castiga no por placer, sino para corregir a su pueblo. c. Esdras 9:13

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IV. “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. (v.11)

a. El Salmo 36:5 ilustra la misericordia de Dios de manera muy parecida. b. Cuando David huía de Saúl y se refugió en la cueva, escribió el Salmo 57, que contiene uno

de los pasajes más bellos del Antiguo Testamento (vers. 7-10)

V. “Cuando está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”. (v. 12)

a. ¡Qué manera de perdonar! ¡Llevarlo de un extremo del mundo hasta el otro! b. Miqueas 7:19

VI. “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen”. (v. 13)

a. En el Antiguo Testamento se usan varias figuras para ilustrar el amor que Dios tiene hacia su pueblo: 1. El amor de una madre hacia su hijo. 2. El amor de un pastor hacia sus ovejas. 3. El amor de un esposo hacia su esposa. 4. El amor de un padre hacia su hijo.

b. Malaquías 3:17 c. Anécdota (el pollito desamparado)

CONLUSIÓN: ¡Qué grande necesidad existe de redescubrir el verdadero carácter de Dios! ¡Qué grande necesidad existe de recordar que sobre todo Él es bondadoso! EJEMPLO DE BOSQUEJO MENSAJE TEXTUAL

CRUCIFICADO CON CRISTO Gálatas 2:20

INTRODUCCIÓN: En el versículo anterior Pablo declara estar muerto y vivo a la vez: muerto

espiritualmente en el sentido de que no puede cumplir con los requisitos de la ley, sin embargo

vivo para Dios. Esta aparente contradicción la aclara en nuestro versículo: en qué sentido está

muerto y en qué sentido está vivo.

I.”Con Cristo estoy juntamente crucificado”.

a. Como el verbo está, en el griego, en el tiempo perfecto, la traducción debe ser: “Con Cristo

he sido crucificado” o “Con Cristo fui crucificado”. Una acción que tomó lugar en el tiempo

pasado.

1. Una acción simultánea a la muerte de Cristo.

2. Sin embargo, esta acción se hizo efectiva en el momento de su conversión.

b. Con estas palabras el apóstol desea expresar su íntima unión con Cristo.

1. Por causa de la crucifixión Cristo quedó insensible a los reclamos de la ley, del mundo

y del pecado.

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2. Al identificarse con su Maestro, Pablo, en principio se insensibilizó al mundo y al

pecado los cuales perdieron para él sus atractivos.

c. Este acto de crucifixión que hace nulos los atractivos del pecado lo expresa el apóstol en

otros versículos:

1. Gálatas 5:24

2. Gálatas 6:14

3. Romanos 6:6

II. “y ya no vivo yo”.

a. En varios pasajes el apóstol se presenta muerto al mundo y al pecado, por ejemplo:

1. Romanos 6:2

2. Romanos 6:4

3. Romanos 6:11

b. El yo inconverso, con sus antiguas prioridades y deseos, apegado al pecado, ése ya no

vivía.

III. “mas vive Cristo en mí”. a. ¡Cristo habitaba en él! ¡La vida de Cristo se había convertido en su vida! b. Figurativamente, el apóstol se consideraba un tabernáculo donde residía la persona de

Cristo. ¡Qué enseñanza! c. El apóstol consideraba la presencia de Cristo como fuente de vida:(Romanos 8:10). d. La presencia de Cristo en los creyentes era la oración del apóstol: (Efesios 3:17) e. Anécdota (la nueva vida del rey Arturo)

IV. “y lo que ahora vivo en la carne”.

a. Por “carne” no se debe entender una cualidad moral, o sea, que Pablo vivía en el pecado. b. “Carne” aquí significa “humanamente”, su existencia en la vida presente.

V. “lo vivo en la fe del Hijo de Dios”.

a. Estas palabras pueden significar dos cosas: 1. “Vivo en la fe”, O sea, la atmósfera que me da vida y en la cual me encuentro es la fe

del Hijo de Dios. 2. “Vivo por la fe”, o sea, por causa del don de la fe que me concedió Dios para que

crea en su Hijo, ahora tengo vida. b. Cristo dijo: (Juan. 6:40).

VI. “el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí”.

a. “el cual me amó”. 1. Efesios 5:25 2. Romanos 8:37 3. 1 Juan 4:19

b. “y se entregó a sí mismo por mí” 1. La muerte de Cristo no fue forzada; fue un acto voluntario. 2. Gálatas 1:4 3. Tito 2:14

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c. Ilustración (no sabía que Él me amaba tanto)

CONCLUSIÓN: ¿Ha pensado qué tan grande es el amor de Cristo hacia usted? EJEMPLO DE BOSQUEJO MENSAJE TEMÁTICO

LA VOCACIÓN MINISTERIAL Marcos 3:13-18

INTRODUCCIÓN: Cuando se habla de la vocación ministerial, una de las preguntas que surge es, ¿qué viene siendo? ¿Cómo se explica? La persona que se siente atraída a esta vocación se verá en ocasiones confrontada ante varias interrogantes: ¿Por qué estoy dentro del ministerio? ¿Qué área del ministerio cautiva mi interés? ¿Cómo me sentiría si abandonase el ministerio? Por lo tanto, veamos lo que es el ministerio.

I. Una vocación divina. a. Del llamamiento de los apóstoles, Marcos nos dice que Cristo: (Marcos. 3:13). 1. Cristo fue el de la iniciativa. 2. No fue una elección personal. b. Pablo se consideró escogido para el ministerio desde el mismo vientre de su madre: 1. Gálatas 1:15 2. Romanos 1:1 3. 1 Corintios 1:1 c. En el caso del profeta Jeremías encontramos: 1. Que Dios lo llamó desde el vientre de su madre: (Jeremías 1:5) 2. Que él consideró su ministerio como una seducción divina: (Jeremías 20:7) d. De hecho, todos los grandes siervos de Dios dieron testimonio de haber sido llamados directamente por Dios. 1. Moisés escuchó la voz que dijo: (Éxodo 3:10). 2. Josué también escuchó la voz que le asignaba una tarea: (Josué 1:1, 2) 3. Isaías de la misma manera fue llamado: (Isaías 6:9) e. La grandeza del ministerio consiste, precisamente, en que tiene su origen en Dios. 1. Si Dios es el que escoge, sabe por qué lo hace; El no se equivoca. 2. Esta divina elección le da dignidad y seguridad al ministerio. 3. Ilustración (me llamó a mí)

II. Una vocación definida. a. El ministerio consiste en un llamamiento definido del cual no hay dudas. b. Es tan definido que es visto, como una misión única a la cual uno se entrega en cuerpo y

alma. c. Así será todo el tiempo, evitando que sea visto como una alternativa entre varias

ocupaciones. d. En Pablo, la vocación ministerial era definida, que descuidarla significaría juicio para él:

(I Corintios 9:16). e. Fue tan definida esta vocación que produjo cambios fundamentales:

1. De perseguidor de la iglesia, vino a ser su más dinámico defensor. 2. De fariseo se convirtió en el creyente más sincero y esclarecido que el cristianismo

ha tenido. 3. De enemigo de Jesús, en siervo y apóstol.

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4. De destructor, en su más apasionado e incansable misionero: (Romanos 15:19) f. El tipo de tareas heroicas típicas en el ministerio solamente las realiza quien tiene un

concepto definido de su vocación.

III. Una vocación apasionada. a. Este apasionamiento es como un fuego en el alma: (Jeremías 20:9). b. Este apasionamiento lleva al ministro siempre hacia adelante:(2 Corintios 10:16). c. Ilustración (hasta la último de mis fuerzas)

CONCLUSIÓN: ¿Son estas las cualidades que identifican su vocación ministerial?. EJEMPLO DE BOSQUEJO MENSAJE DOCTRINAL

BENDITA TRINIDAD 1 TIMOTEO 2:5; Judas 25

INTRODUCCIÓN: En la Biblia el concepto que más se enfatiza es el que hay un Ser personal, con existencia propia, consciente de sí mismo, todo poderoso, quien es creador de todas las cosas y a quien el nombre “Dios” es aplicado. Según la Biblia, Dios es la base de todas las cosas y todo lo que existe es sólo por su voluntad. Su existencia nunca se cuestiona, sino al contrario siempre es presupuesta. I.El testimonio de las Escrituras.

a. En el Antiguo Testamento el articulo fundamental de fe es que hay un Dios y que este Dios es uno: 1. Deuteronomio 6:4 2. Isaías 44:6

b. Este fundamental artículo de fe es preservado con toda fidelidad en el Nuevo Testamento, tanto por el Señor Jesucristo como por los autores sagrados: 1. Marcos 12:29 2. Juan 17:3 3. 1 Corintios 8:6, versión 1909. 4. 1 Timoteo 2:5 5. Véase también Efesios 4:4-6; 1 Timoteo 1:17; Judas 25

II. Aunque la Biblia habla de la unidad de Dios, afirma su existencia en tres personas divinas.

a. Aunque los pasajes bíblicos arriba considerados hablan de las unidad de Dios, la Biblia afirma la existencia de tres personas divinas en la Deidad, identificadas como Padre, Hijo y Espíritu Santo, las cuales se distinguen una de las otras desde la eternidad y por sus funciones en la historia de la salvación. Sin embargo son tan iguales entre ellas que el Hijo y el Espíritu Santo no pueden ser considerados como inferiores al Padre en esencia y dignidad.

b. Todo lo que se diga de la Trinidad debe ser entendido como un misterio que no puede ser conocido sin la auto-revelación de Dios en la persona de Cristo y por medio de los dones comunicados a la iglesia por medio del Espíritu. Aún después de esta revelación, la Trinidad no puede ser entendida en su totalidad.

c. El testimonio de las Escrituras es que hay un Dios que existe desde la eternidad en tres personas, iguales en naturaleza y majestad, y que la auto-revelación de Dios en su

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triplicidad viene a ser el objeto de la experiencia cristiana cuando Dios se acerca al hombre como un principio activo de salvación en Cristo y aceptado como un don en el Espíritu.

d. Ilustración (tres en uno)

III. Las fórmulas trinitarias del Nuevo Testamento. a. Mateo 28:19

1. Según Mateo, estas palabras fueron pronunciadas por nuestro Señor a sus discípulos después de su resurrección.

2. Aunque se pudiera afirmar que este texto representa la creencia de la iglesia primitiva más bien que las palabras del Señor sin embargo si representan la teología de la iglesia primitiva cuando el evangelio de Mateo fue escrito.

3. Si la iglesia primitiva en el tiempo de Mateo no hubiera creído en la distinción de las personas divinas, Mateo 28:19 hubiera sido una afirmación muy difícil de comprender.

b. 2 Corintios 13:14 1. Estas palabras, que constituyen lo que comúnmente se conoce como “la bendición

apostólica”, le atribuyen a cada persona de la Trinidad bendiciones particulares aunque no exclusivas para la iglesia.

2. Cada una de las personas divinas participa en la comunicación de gracia, amor y comunión ya que estos tres atributos corresponden a las tres; sin embargo Pablo le atribuye a cada una de las tres una importancia especial en la comunicación de una bendición particular.

3. Las tres se mencionan como iguales pero se hace una distinción en la función de edificar la iglesia. La bendición presenta a cada uno de las tres Padre, Hijo, Espíritu Santo de tal manera que sugiere una igualdad común como el origen de la bendición divina. Así como el Padre imparte su amor a la iglesia, así el Hijo su gracia, y el Espíritu Santo su comunión.

c. 1 Corintios 12:4-6 1. En este pasaje Pablo presenta la diversidad de los dones espirituales con que la iglesia

es bendecida en una manera triple, y conecta estos dones con las tres personas divinas.

2. La operación del Espíritu, como un agente consciente que capacita al creyente con dones especiales que cumplen la variedad de ministerios que Cristo ha puesto en la iglesia, está en igualdad con las diferentes operaciones de Dios el Padre.

3. De esta manera, la función del Espíritu, del Hijo y la del Padre son puestas como de igual importancia en la edificación de la iglesia.

4. Los dones del Espíritu, los ministerios del Señor, y las operaciones del Padre son de igual importancia en esta tarea edificadora; la igualdad de estos dones corre paralela con la igualdad de las personas divinas.

d. Además de los pasajes ya mencionados (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; 1 Corintios 12:4-6) donde la fórmula trinitaria se usa, hay varios pasajes con un modelo trinitario, entre ellos; 1. Romanos 15:16 2. Romanos 15:30 3. 2 Corintios 1:21,22 4. Efesios 2:18 5. Ilustración (el haz luminoso)

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CONCLUSIÓN: Como hemos podido ver, de acuerdo a la Palabra de Dios, hay un solo Dios. Pero aunque la Palabra de Dios habla de la unidad de Dios, también afirma su existencia en tres personas. Esto se afirma en las formulas trinitarias que encontramos en el Nuevo Testamento, y en aquellos pasajes que contienen un modelo trinitario.

h) ARCHIVO DE BOSQUEJOS Ya que Dios nos ayudó a mostrarnos ciertas verdades y conceptos mientras preparábamos el mensaje, sería una pereza no anotarlas y guardarlas para otra oportunidad. Se podrá usar un cartapacio para archivar los bosquejos en una forma ordenada, por ejemplo: Los bosquejos de doctrina en un lugar, así mismo los de oración, con sus respectivos separadores para su fácil localización. Se podrá volver a predicar el mismo mensaje pero con nueva meditación y nuevas aplicaciones, preferiblemente en otras congregaciones.

5. EL MOMENTO DE LA PREDICACIÓN

a) LA MODULACIÓN DE LA VOZ

Cuando nos llega el momento de Predicar, ya sea que estemos nerviosos o emocionados, en algunas ocasiones no nos damos cuenta de la importancia de saber utilizar bien nuestro tono de voz. Y debido a que nuestro tono de voz no es claro para nuestro público, el mensaje en si no es del todo bien captado por ellos.

Ese es uno de los grandes dilemas que nos enfrentamos los que predicamos o enseñamos La Palabra de Dios. A que se debe? y, ¿Cómo podemos solucionar o cambiar esa situación para que nuestros oyentes nos entiendan y lo que es más, capten el mensaje que queremos transmitirle?

Tenemos el ejemplo de Esdras, quien usó un púlpito de madera para poder dirigirse mejor a la gran multitud de personas cuando leía la ley al pueblo. (Nehemías 8:4). En el versículo 8 dice: “ y leían en el libro de la Ley de Dios claramente y ponían sentido de modo que entendían la lectura”.

Puede haber varias razones, por las cuales en ocasiones no es entendible nuestro Tono de Voz, como por ejemplo:

1. El Nerviosismo,

2. Una Respiración Inadecuada

3. Utilizar el Micrófono Inadecuadamente

4. simplemente, hacemos lo que otros hacen: Gritar!

Estas son algunas de las muchas razones, y muchas veces se debe a que quizás así fuimos formados, o así lo aprendimos de otros predicadores.

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APRENDER A RELAJARSE… Si. Recordemos que si ya tenemos preparada la predicación, ya

estudiamos, oramos al Señor, entonces comencemos poco a poco sin fatiga.

RESPIRACIÓN ADECUADA... Recordemos que una buena respiración nos ayudará a alejar

de nosotros toda ansiedad.

VARIAR EL TONO DE VOZ... Esta considero que es lo más importante. No muy bajo,

porque los oyentes pensarán que estamos inseguros o con miedo, Ni tan alto, porque los

oyentes pensarán que somos muy agresivos! Utilicemos varios volúmenes y tonos,

subamos el volumen cuando sea necesario, bajémoslo cuando necesitemos atraer la

atención de los oyentes. Algunos predicadores creen que predicar fuerte y rápido es

sinónimo del poder del Espíritu Santo y convierten su predicación en una narración

deportiva.

La próxima vez que tengamos que dar una predicación, utilicemos estas técnicas, y además, hagamos una grabación de nuestra predicación o enseñanza para que nosotros mismos nos escuchemos y nos demos cuenta de lo que hemos mejorado y lo que necesitamos trabajar para mejorar. Podemos también pedirle a una persona de nuestra entera confianza y capacidad, para que nos sirva de ayuda, y que nos diga qué y dónde debemos mejorar.

b) EL TIEMPO DE LA PREDICACIÓN

Cuando se trata de la Predicación del evangelio, estamos hablando de entregar a nuestros oyentes un mensaje, que no solamente requiere conocimiento de la Palabra de Dios, sino que además tenemos la responsabilidad de saber dominar el tiempo que tenemos para entregar ese mensaje.

Es de tanta importancia este punto debido a que, sea cual sea la cantidad de tiempo que vamos a utilizar, debemos sacarle el máximo provecho, considerando que nuestros oyentes se darán cuenta cuándo en realidad sabemos valorar ese tiempo que ellos también han dedicado para escucharnos.

Decidir por anticipado cuanto tiempo vamos a utilizar para nuestro mensaje

Antes de que llegue ese momento de la predicación, debemos estar ya seguros cuanto tiempo vamos a utilizar para dar un mensaje. No tenemos por qué caer en el error de dejarlo todo para última hora, y peor aún, creer que haremos lo que Dios nos indique en ese momento.

Dividamos el tiempo en segmentos, de acuerdo a las partes del mensaje

Esta es una técnica muy sencilla pero importante en Como Predicar. Si nuestro mensaje contiene tres puntos importantes, Y, suponiendo que vamos a predicar treinta (30) minutos, entonces dividamos el tiempo en cinco partes, es decir:

a. 5 minutos en el desarrollo de la introducción en el mensaje.

b. Primer punto del mensaje 10 minutos.

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c. Segundo punto 5 minutos.

d. Tercer punto 5 minutos.

e. 5 minutos para la conclusión de tu mensaje.

Seamos prudentes, en cuanto a la respuesta que los oyentes están concediendo.

Debemos ser prudentes en este punto, debido a que es mejor terminar cinco o diez minutos antes de lo planeado y no quedarnos sin argumento para el mensaje, y vamos a echar a perder todo lo que hemos conseguido hasta aquí.

c) LA MIRADA A LOS OYENTES

La mirada directa del predicador a la congregación aumentará el interés de quienes escuchan. Las

personas sienten que el mensaje es para ellos y no para el piso ni el techo. El contacto visual

permite al predicador relacionarse con la congregación, porque verá si se distraen, si no oyen

bien, o si la gente duerme. En ese sentido, en su contacto visual, el predicador no debe olvidar a

los que están muy atrás, ni los de la primera fila, tampoco los del costado. El predicador

controlará mejor el volumen de su voz cuando mira a sus oyentes. Hablará lo suficientemente

fuerte para que los de atrás oigan la Palabra de Dios. Jeremías 1:17 “Tu, pues, ciñe tus lomos,

levántate y háblales todo cuanto te mandé; no temas delante de ellos.” El temor no permite que

el predicador mire a los ojos de las personas. Lucas 6: 10 nos indica que Jesús los miró a todos.

Pablo miró fijamente al concilio cuando les habló (Hechos 23:1).

d) EL VOCABULARIO

El vocabulario que usa el predicador debe ser sencillo y directo. No debemos complicar los

pensamientos usando palabras rebuscadas que den como resultado que el mensaje no pueda ser

captado por los oyentes. El buen predicador usa el lenguaje de la congregación para que capte el

mensaje de Dios y sin problemas. Si necesita usar palabras técnicas, debe explicarlas.

e) PRÁCTICAS INADECUADAS AL PREDICAR

INADECUADA PRESENTACIÓN PERSONAL: Como embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20), nuestra

presentación personal debe ser la adecuada a la exposición de la Palabra de Dios. Con esto no nos

estamos refiriendo a un vestuario ostentoso, pero tampoco a predicar en un estado lamentable,

de tal manera que en lugar de prestar atención al mensaje los oyentes estarán más generando un

sentimiento de lástima hacia el predicador. Un traje descocido, corbata mal puesta o sucia, la falta

de un botón, el cuello de la camisa levantado, son cosas que distraen la mente de los oyentes y

quitan efectividad y fuerza al mensaje. La humildad no debe ser confundida con la pereza en el

cuidado personal. Ya que hablamos de cuidado, no olvidemos que los predicadores debemos ser

ejemplo a la congregación, no solo de la forma de vivir, sino de la manera como nos presentamos

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frente a ellos, incluyendo la Biblia con la cual predicamos, la cual debe conservarse en buen

estado, no sucia, rota o rayadas de lapicero o marcadores por los niños.

MALAS COSTUMBRES QUE DISTRAEN:

Las malas costumbres que algunos predicadores tienen, distraen a la congregación hasta el

punto de que no pueden oír lo que dicen por estar poniendo atención a los modos extraños.

Veamos algunos manierismos: a) movimientos de nariz, b) expresiones raras de la boca; c)

frotarse las manos o la nariz continuamente, d) manos en los bolsillos; e) tocarse la corbata o el

cabello, quitar y ponerse los anteojos; f) apoyarse perezosamente sobre el púlpito, etc.

EXPRESIONES INCORRECTAS:

Aunque se recomienda que nuestro lenguaje al predicar debe ser sencillo y directo, no significa

que descuidemos el uso apropiado de las palabras. Una palabra mal pronunciada puede causar

risa o burla entre los oyentes, como el caso del predicador que confundía los brazaletes con los

brassieres. Se debe tener cuidado que en el mensaje no se incluyan frases o expresiones de

canciones mundanas para ilustrar, porque puede dejar lastimada la conciencia de los que

escuchan. (1ª. Corintios 8:9).

EXAGERACIÓN DE CHISTES:

El mensaje del Señor debe ser expuesto con la mente puesta en la responsabilidad que este

conlleva. Es el Señor el que está hablando a través de nosotros a los oyentes, por lo tanto no

debe tomarse con demasiada liberalidad este privilegio, sino que con la responsabilidad de

saber que “somos embajadores en nombre de Cristo”, (2 Corintios 5:20). Representar a Cristo,

nos lleva a pensar seriamente en nuestra predicación, puesto que cuando él exponía su

Palabra, lo hacía con autoridad, lo cual causaba no poca admiración entres los oyentes (Mateo

7:29, Marcos 1:22, Lucas 4:32). Puede ser que en el transcurso del mensaje, el predicador

aproveche para comentar alguna anécdota graciosa a sus oyentes que tenga relación con lo que

está tratando, pero esto se hará con la finalidad de encaminarlos hacia el verdadero contenido

de su mensaje, el cual deberá retomar prontamente.

El inconveniente sería que el predicador exagere contando chistes desde el púlpito, que no solo,

no tengan que ver son su mensaje, sino que lo haga con tal frecuencia, que al final, los oyentes

salgan mas complacidos por lo bien que la pasaron con los comentarios graciosos, que por la

reflexión que llevó la Palabra de Dios a sus vidas.

MENSAJES DE CARÁCTER PERSONAL:

Este asunto no lo debemos tomar a la ligera; puesto que desafortunadamente, en muchas

asambleas se está convirtiendo en una mala práctica. El púlpito no debería ser un lugar para

solucionar las controversias personales, mucho menos para dejar en ridículo a algún o algunos

oyentes. El practica esto con frecuencia, no es mas que un cobarde que aprovecha la ocasión

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para hacer llegar su molestia, enojo o resentimiento hacia alguien en particular, causando

malestar entre la congregación, debido a que la mayoría de los presentes, por lo general

advierten hacia quien va dirigido el mensaje.

Esto de ninguna manera traerá bendición a los oyentes, puesto que inmediatamente ellos se

excluirán de la responsabilidad de prestarle toda la atención a este mensaje y estarán pensando

en el hermano o hermana que está recibiendo tal reprimenda, dividiendo a la congregación

entre sentimientos de alegría o lástima, según corresponda.

En este caso, el predicador no está “usando bien la Palabra de Verdad” (2 Timoteo 2: 15), sino

que le está faltando el respeto al Señor primeramente, a la persona a quien dirige su mensaje y

a la congregación. En tal caso, la actitud más correcta debería ser llamar al hermano o hermana

y darle el consejo de la Palabra de Dios con todo amor, “…considerándote a ti mismo, no sea que

tú también seas tentado” (Gálatas 6:1) “…repréndele estando tú y el solos…”Mateo 18:15-17)