incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

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Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y el desarrollo del turismo metropolitano Caso: Girardot - Cundinamarca Alejandro Delgado Ballesteros Universidad Nacional de Colombia Facultad de Arquitectura Escuela de Planeación Urbano-Regional Medellín, Colombia 2020

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Page 1: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y el desarrollo del

turismo metropolitano Caso: Girardot - Cundinamarca

Alejandro Delgado Ballesteros

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Arquitectura

Escuela de Planeación Urbano-Regional

Medellín, Colombia

2020

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Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y el desarrollo del

turismo metropolitano Caso: Girardot - Cundinamarca

Alejandro Delgado Ballesteros

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:

Magíster en Estudios Urbano-Regionales

Director (a):

Ph.D. Luis Aníbal Vélez Restrepo

Línea de Investigación:

Paisaje, medio ambiente y territorio

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Arquitectura

Medellín, Colombia

2020

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Page 5: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

Agradecimientos

Quiero agradecer a la Universidad Nacional de Colombia por todos los aprendizajes que

me ha brindado tanto en el pregrado como en la maestría. También agradezco a los

profesores de la Escuela de Planeación Urbano-Regional por brindarme sus

conocimientos; y especialmente a mi director de tesis, Luis Aníbal Vélez, por ser receptivo

con mi idea de investigación y guiarla en su elaboración.

Agradezco a mi familia por todo el apoyo que me dio para continuar en la maestría,

especialmente a mi mamá por inculcarme el interés de conocer más acerca de mi lugar de

origen.

También quiero agradecer a todos los funcionarios de las administraciones municipales de

Girardot, Ricaurte y Flandes que me ayudaron con la adquisición de datos y las visitas a

campo.

Igualmente, le agradezco a Sergio por su acompañamiento en los recorridos en campo, y

en general por estar presente animándome para desarrollar mi investigación.

Por último, le doy las gracias a todos mis amigos y colegas de Medellín y Bogotá que

estuvieron presentes durante este proceso, y que con sus comentarios o palabras me

animaron para culminar esta investigación.

Page 6: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y
Page 7: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

7

Resumen

La incompatibilidad territorial se refiere a un conflicto por ocupación del suelo entre

actividades económicas o usos del suelo en un territorio específico. Dentro de esta

investigación se analizan los niveles de incompatibilidad existentes entre el turismo

metropolitano y las dinámicas rurales asociadas a actividades agropecuarias en Girardot,

Cundinamarca, y sus municipios aledaños. Se revisan estas categorías debido a que se

presentan procesos de suburbanización a partir de instalaciones turísticas compuestas por

segundas viviendas y comercios que modifican los espacios rurales, promoviendo

procesos de desagrarización.

Para este estudio, se revisaron los cambios en las coberturas de la tierra y en la producción

agropecuaria del área de estudio para identificar los cambios en las dinámicas agrarias y

el incremento de las áreas urbanas o turísticas. Igualmente, se realizaron dos evaluaciones

multicriterio para evaluar la capacidad de acogida de las actividades agropecuaria y la

aptitud turística de la región, tomando diferentes criterios físico-bióticos y

socioeconómicos. También se elaboró una evaluación multiobjetivo que reconociera los

niveles de incompatibilidad territorial existentes entre las dos actividades anteriormente

mencionadas. Finalmente, se proponen algunos lineamientos con los resultados obtenidos

para el mantenimiento de las actividades rurales y su articulación con el turismo.

Palabras clave: Incompatibilidad territorial, turismo metropolitano, ruralidad metropolitana,

evaluación multicriterio, evaluación multiobjetivo.

Page 8: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

8

Abstract

Territorial incompatibility between rural dynamics and

the development of metropolitan tourism

Case: Girardot - Cundinamarca

Territorial incompatibility refers to a conflict over land occupation between economic

activities or land uses in a specific territory. Within this investigation, the levels of

incompatibility between metropolitan tourism and the rural dynamics associated with

agricultural activities in Girardot, Cundinamarca, and its neighboring municipalities are

analyzed. These categories are reviewed because suburbanization processes are

presented based on tourist facilities composed of secondary residence and malls that

modify rural spaces, promoting processes of de-agrarianization.

For this study, changes in land cover and agricultural production of the study area were

reviewed to identify changes in agricultural dynamics and the increase in urban or tourist

areas. Likewise, two multicriteria evaluations were carried out to assess the carrying

capacity of agricultural activities and the tourist aptitude of the region, taking different

physical-biotic and socioeconomic criteria. A multi-objective evaluation was also

developed, that recognized the levels of territorial incompatibility between the two activities

mentioned above. Finally, some guidelines are proposed with the results obtained for the

maintenance of rural activities and their articulation with tourism.

Keywords: Territorial incompatibility, metropolitan tourism, metropolitan rurality,

multicriteria evaluation, multi-objective evaluation.

Page 9: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

9

Contenido

Pág.

Introducción .................................................................................................................. 12

1. Marco teórico-conceptual ...................................................................................... 17 1.1 El turismo metropolitano en el marco de los procesos de suburbanización ...... 17

1.1.1 Procesos de suburbanización ........................................................................ 17 1.1.2 Turismo metropolitano en áreas suburbanas ................................................. 21

1.2 La ruralidad metropolitana y las actividades turísticas ...................................... 27 1.2.1 Nueva ruralidad y ruralidad metropolitana...................................................... 27 1.2.2 Transformación de lo rural por el turismo metropolitano ................................ 32

1.3 Incompatibilidad territorial entre actividades rurales y turísticas ....................... 36 1.3.1 La incompatibilidad territorial ......................................................................... 36 1.3.2 Potencial del territorio para el uso del suelo ................................................... 41

2. Metodología ............................................................................................................ 45 2.1 Descripción del área de estudio ....................................................................... 45 2.2 Identificación de cambios en las actividades agropecuarias ............................. 46 2.3 Evaluación multicriterio y evaluación multiobjetivo ........................................... 48

3. Resultados .............................................................................................................. 62 3.1 Cambios de las actividades agropecuarias y turísticas en la región de Girardot, Cundinamarca ............................................................................................................ 62

3.1.1 Condiciones físico-bióticas del área de estudio.............................................. 62 3.1.2 Cambios en las coberturas terrestres ............................................................ 66 3.1.3 Cambios en la producción agropecuaria ........................................................ 70

3.2 Identificación de la incompatibilidad territorial entre actividades agropecuarias y la aptitud turística ........................................................................................................ 75

3.2.1 Evaluación multicriterio de la capacidad de acogida para la actividad agropecuaria ............................................................................................................ 75 3.2.2 Evaluación multicriterio de la amenaza a las actividades agropecuarias por aptitud turística ......................................................................................................... 85 3.2.3 Evaluación multiobjetivo para la identificación de incompatibilidad territorial en la región de Girardot ................................................................................................. 98

4. Discusión .............................................................................................................. 103

5. Conclusiones y recomendaciones ...................................................................... 110

Bibliografía .................................................................................................................. 113

Page 10: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

10

Lista de figuras

Pág.

Figura 1: Municipios y veredas que conforman el área de estudio de la investigación. .. 45

Figura 2. Mapa de clasificación del suelo por capacidad de uso en el área de estudio. . 64

Figura 3. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 1991. .................... 67

Figura 4. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 2002. .................... 68

Figura 5. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 2018. .................... 68

Figura 6. Cultivos de algodón en zona rural del municipio de Flandes. .......................... 71

Figura 7. Mapa del criterio clasificación del suelo por capacidad agrológica. ................. 76

Figura 8. Mapa de clasificación del criterio distancia a cuerpos de agua. ....................... 79

Figura 9. Mapa de clasificación del criterio tamaño de los predios rurales. .................... 81

Figura 10. Mapa de clasificación del criterio distancia a vías para la actividad

agropecuaria. .................................................................................................................. 83

Figura 11. Mapa de la EMC de la capacidad de acogida para la actividad agropecuaria.

....................................................................................................................................... 85

Figura 12. Zona de pastos aledaña a nuevos tejidos urbanos en el municipio de Ricaurte.

....................................................................................................................................... 87

Figura 13. Mapa de clasificación del criterio coberturas de la tierra para el año 2018. ... 88

Figura 14. Mapa de clasificación del criterio precio del suelo por metro cuadrado. ........ 91

Figura 15. Mapa de clasificación del criterio distancia a vías para la aptitud turística. .... 93

Figura 16. Mapa de clasificación del criterio pendiente en grados. ................................. 95

Figura 17. Mapa de la EMC amenaza a actividades agropecuarias por aptitud turística. 97

Figura 18. Mapa de la EMO de la incompatibilidad territorial dentro del área de estudio.

..................................................................................................................................... 101

Page 11: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

11

Lista de tablas

Pág.

Tabla 1. Veredas seleccionadas dentro del área de estudio para levantamiento de usos

del suelo. ........................................................................................................................ 46

Tabla 2. Reclasificación de coberturas de la tierra identificadas por CORINE Land Cover

a usos del suelo. ............................................................................................................ 48

Tabla 3. Criterios para la evaluación multicriterio de la capacidad de acogida para

actividades agropecuarias. ............................................................................................. 54

Tabla 4. Clasificación de criterios para la evaluación multicriterio de amenaza a

actividades agropecuarias por aptitud turística. .............................................................. 58

Tabla 5. Matriz de comparación de pares para evaluaciones multicriterio. ..................... 59

Tabla 6. Matriz de niveles de incompatibilidad territorial para la evaluación multiobjetivo.

....................................................................................................................................... 61

Tabla 7. Extensión por hectáreas de la clasificación del suelo por capacidad agrológica

en el área de estudio. ..................................................................................................... 65

Tabla 8. Área en hectáreas y porcentaje de participación de los usos del suelo en el área

de estudio, años 1991, 2002 y 2018. .............................................................................. 69

Tabla 9. Producción agrícola en el municipio de Flandes entre 1992 y 2013. ................ 72

Tabla 10. Producción agrícola en los municipios de Girardot y Ricaurte entre 1991 y

2016. .............................................................................................................................. 74

Tabla 11. Producción pecuaria en Girardot y Ricaurte entre 1990 y 2015. ..................... 73

Tabla 12. Extensión por hectáreas del criterio clasificación del suelo por capacidad

agrológica. ...................................................................................................................... 77

Tabla 13. Extensión por hectáreas del criterio distancia a fuentes de agua. .................. 78

Tabla 14. Número de predios y su extensión por hectáreas dentro del área de estudio. 80

Tabla 15. Clasificación por distancia a vías dentro del área de estudio para la actividad

agropecuaria. ................................................................................................................. 82

Tabla 16. Resultados de la EMC de la capacidad de acogida para la actividad

agropecuaria, en extensión por hectáreas ...................................................................... 84

Tabla 17. Extensión por hectáreas del criterio coberturas de la tierra. ........................... 87

Tabla 18. Extensión por hectáreas del criterio precio del suelo por metro cuadrado. ..... 90

Tabla 19. Clasificación por distancia a vías dentro del área de estudio para la actividad

agropecuaria. ................................................................................................................. 92

Tabla 20. Extensión en hectáreas del criterio pendiente en grados. ............................... 94

Tabla 21. Resultados de la EMC amenaza a actividades agropecuarias por aptitud

turística........................................................................................................................... 96

Tabla 22. Resultados de la EMO de la incompatibilidad territorial dentro de la región de

Girardot. ........................................................................................................................100

Page 12: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

12

Introducción

El turismo metropolitano se presenta como un fenómeno reciente relacionado con

los procesos de suburbanización, en el cual las zonas urbanas se van expandiendo

espacialmente hacia sus periferias por medio de desarrollos inmobiliarios

destinados para actividades de recreación vacacional; estas pueden asociarse a

hoteles, segundas residencias u otras infraestructuras relacionadas con

actividades de ocio. Este tipo de turismo se incentiva a través de la adquisición de

segundas residencias por parte de turistas, los cuales habitan en estas viviendas

solamente por algunas temporadas del año, pero promueven la construcción de

proyectos inmobiliarios que van extendiendo las urbes por medio de esta

adquisición.

Al tiempo que se expanden las zonas urbanas, se transforman los espacios rurales

contiguos a las periferias urbanas. Por un lado, se modifican los usos del suelo,

debido a que los nuevos desarrollos inmobiliarios se van emplazando en zonas que

anteriormente se dedicaban a actividades agropecuarias, las cuales se van

reduciendo o deben ser localizadas en nuevos lugares. Asimismo, se modifican las

dinámicas rurales de la población local que deja de dedicarse a actividades

primarias para depender de otras actividades económicas, incluyendo trabajos en

los sectores turísticos. Se conforma una nueva ruralidad, denominada ruralidad

metropolitana, caracterizada por la pluriactividad de los habitantes rurales.

Sin embargo, no solo se presentan transformaciones dentro de la ruralidad;

también se producen pérdidas de dinámicas rurales más tradicionales, debido a la

baja rentabilidad de las economías agropecuarias con respecto a las dinámicas

inmobiliarias ligadas a las actividades turísticas. Esto se debe a que el turismo se

convierte en una actividad generadora de empleo, facilitando a muchos habitantes

rurales obtener una nueva fuente de ingresos más estable que las actividades

agrarias. También, la construcción de inmuebles para el turismo promueve la

especulación del precio del suelo, de manera que los predios se vuelven

demasiado caros para que la población local los conserve o pueda mantenerlos.

Page 13: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

13

Se produce un cambio en la forma de valorar el suelo, el cual pasa de verse por su

valor de uso, relacionado con su producción agropecuaria, a verse por su valor de

cambio, expresado en el incremento del precio por especulación inmobiliaria.

Con la transformación de las actividades económicas mencionadas anteriormente

no solo se pierden producciones agrarias, también se producen desplazamientos

de la población rural. Ellos pueden ser desplazados de sus lugares de origen,

debido a que los procesos inmobiliarios comienzan a demandar más tierras rurales

para expandir sus construcciones; así que estos habitantes optan por vender sus

tierras a los promotores inmobiliarios y mudarse a territorios rurales más aislados

o a zonas urbanas ya consolidadas.

Igualmente, la administración pública tiene implicaciones en la relación entre el

turismo y la ruralidad metropolitana, porque interviene en la incentivación o

deterioro de las actividades económicas. En muchos casos, las políticas públicas

han sido insuficientes para incentivar el desarrollo de actividades agropecuarias y

mantener a la población campesina en las zonas rurales en condiciones de vida

adecuadas. Al tiempo, han propiciado la expansión urbana por medio de

instrumentos de planificación que promueven la construcción de segundas

residencias o de infraestructuras de ocio y de comercio para promover el turismo;

o no han desarrollado instrumentos suficientes que permitan un mayor control de

un crecimiento urbano desorganizado, a partir de dichas construcciones.

Aun así, las mismas entidades estatales pueden promover políticas públicas e

instrumentos de planificación que permitan una mayor articulación entre dos

actividades que presentan incompatibilidades entre sí. Las transformaciones e

incompatibilidades producidas por la expansión del turismo sobre las dinámicas

rurales puedan ser mitigadas; se puedan identificar estrategias que permitan

articular ambas actividades en un mismo territorio. De manera más práctica, la

administración pública puede desarrollar políticas públicas que promuevan el

desarrollo de actividades agropecuarias, y permitan una mayor pluriactividad en la

ruralidad metropolitana, en donde actividades económicas de diferente índole

Page 14: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

14

permitan la permanencia de la población rural en su territorio con condiciones

óptimas de vida e ingresos económicos suficientes.

Al mismo tiempo, pueden promover instrumentos de planificación que identifiquen

sectores con un mayor potencial territorial para el desarrollo de actividades

agrarias, incluyendo una vocación del territorio que tome en cuenta las condiciones

físico-bióticas y socioeconómicas que faciliten el desarrollo de dichas actividades.

Además, dichos instrumentos deben propiciar un crecimiento más controlado de

las zonas urbanas, especialmente las relacionadas con la actividad turística; a la

vez que restrinja la construcción de desarrollos inmobiliarios en zonas con un alto

potencial agropecuario, o que al menos proponga espacios en donde el turismo y

la ruralidad puedan desarrollarse de manera conjunta, reduciendo impactos

negativos sobre la población local.

Esta problemática se presenta en diferentes regiones, tanto de Colombia como de

otros países. Sin embargo, en esta investigación se tomará como referente

empírico el municipio de Girardot, Cundinamarca, y su aglomeración urbana,

conformada por su conurbación con los municipios de Ricaurte, Cundinamarca, y

Flandes, Tolima. Se toma este estudio de caso por ser una zona con una fuerte

influencia de turismo de aguas interiores y de balnearios, con turistas provenientes

principalmente de la capital colombiana, Bogotá, los cuales visitan esta zona

especialmente los fines de semana y las temporadas de vacaciones. Este turismo

estacional ha promovido una mayor construcción de equipamientos turísticos en la

zona, como también ha incentivado la conformación de conjuntos residenciales

para segundas viviendas en áreas que originalmente tenían un uso agrario,

transformando el medio rural en las periferias de los cascos urbanos y en las

veredas más próximas a las cabeceras municipales.

Por ende, el objetivo general de este trabajo es analizar las condiciones

determinantes de los niveles de incompatibilidad territorial entre las dinámicas

rurales y los procesos asociados al turismo metropolitano en Girardot,

Cundinamarca. Para lograr ello, se reconocerán las características y problemáticas

de la interacción entre la ruralidad existente y la actividad turística dentro del

Page 15: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

15

territorio, tomando en cuenta sus condiciones físico-bióticas y socioeconómicas.

Después se identificarán las transformaciones generadas por las interacciones

entre ambas actividades, y con ello los niveles de incompatibilidad existente entre

ambas; y con esta información, proponer algunos lineamientos desde el

ordenamiento territorial para reducir la incompatibilidad entre las dos actividades.

El contenido de este trabajo se presentará de la siguiente manera. El primer

capítulo discute el concepto de turismo metropolitano como forma de

suburbanización influenciada por actividades turísticas y segunda vivienda, y la

ruralidad metropolitana como forma de nueva ruralidad con una mayor influencia

de lo urbano, pero en la que se presentan procesos de descampesinización y

desagrarización. Después la discusión se centra en el concepto de incompatibilidad

territorial, entendida como un conflicto por la ocupación del suelo de un territorio,

en el que la actividad más rentable tiene un mayor fomento. También se presentan

algunas alternativas con respecto a una posible articulación que reduzca la

incompatibilidad entre lo turístico y lo rural.

El segundo capítulo describe la metodología utilizada. La primera parte presenta

las veredas seleccionadas como área de estudio. Después muestra las fuentes que

permitieron reconocer cambios en la cobertura del suelo y de la producción

agropecuaria, identificando transformaciones en las economías agrarias y en la

extensión de coberturas turísticas. Luego se expone la elaboración de dos

evaluaciones multicriterio, una para evaluar la capacidad de acogida de la actividad

agropecuaria y otra para identificar las áreas de amenaza hacia estas economías

por aptitud turística; se describirán los criterios utilizados, el método de ponderación

de las evaluaciones y las calificaciones otorgadas a cada criterio. Finalmente, se

explica la realización de una evaluación multiobjetivo en la cual se identifica la

incompatibilidad territorial entre las actividades agropecuarias y el turismo

metropolitano.

Dentro del tercer capítulo se muestran los resultados obtenidos. Primero se

muestra una descripción de las características físico-bióticas del área de estudio,

seguido de los cambios en las coberturas terrestres y la producción agropecuaria

Page 16: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

16

entre los años 1991 y 2018. Posteriormente, se detallan los datos obtenidos a partir

de las evaluaciones multicriterio y multiobjetivo, mostrando en un primer momento

la expresión espacial de cada uno de los criterios evaluados; luego se presentan

los diferentes niveles de aptitud tanto para la actividad agropecuaria como turística,

y finalmente los resultados obtenidos para conocer los niveles de incompatibilidad

existentes entre las dos actividades dentro del área de estudio.

En el cuarto capítulo se realiza la discusión, que en su primera parte busca conectar

los resultados obtenidos de las tres evaluaciones realizadas con los cambios

identificados en coberturas y producción agropecuaria, reconociendo las

incompatibilidades presentes entre lo rural y lo turístico dentro del área de estudio.

También se sugieren algunos lineamientos desde el ordenamiento para el

mantenimiento de las actividades agropecuarias. En la segunda parte, se discute

cómo el uso de las evaluaciones anteriormente mencionadas son técnicas

adecuadas para identificar el potencial del territorio y la incompatibilidad territorial,

pero también se presentan las limitaciones encontradas durante la elaboración de

la investigación. Finalmente, se discute la forma en que los resultados obtenidos

evidencian el problema de la incompatibilidad territorial existente entre el turismo

metropolitano con respecto a las dinámicas rurales.

Por último, el quinto capítulo presenta las conclusiones, dando respuesta a los

objetivos de investigación propuestos, comentando la forma en que los resultados

obtenidos permiten evidenciar la incompatibilidad territorial entre los dos ámbitos

objeto de estudio y presentando algunas recomendaciones para futuras

investigaciones.

Page 17: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

17

1. Marco teórico-conceptual

1.1 El turismo metropolitano en el marco de los procesos de suburbanización

El turismo metropolitano se puede considerar parte de los procesos de expansión

urbana actual, debido a que las actividades turísticas se están asociando al

crecimiento de las ciudades, dada su promoción de servicios y usos similares a los

ofrecidos dentro de las aglomeraciones urbanas (Agudelo Patiño, 2012). Por ende,

es necesario discutir cómo se definen esos procesos de expansión a través del

concepto de suburbanización, con el fin de reconocer los rasgos que caracterizan

al turismo metropolitano y que permitirían clasificarlo dentro de dicho concepto.

1.1.1 Procesos de suburbanización

Durante las últimas décadas del siglo XX, la mayoría de las ciudades en el mundo

han tenido un aumento significativo de su tamaño, dificultando establecer sus

límites físicos o los de sus áreas de influencia. Ahora son más difusas las

diferencias entre lo urbano y lo rural, y se constituyen nuevos procesos espaciales

resultantes de la interacción entre estos dos ámbitos que ya no pueden verse como

elementos separados; lo rural y lo no urbano también es transformado por los

procesos de urbanización (Brenner, 2013; Nel-Lo, 1998). Se crean nuevas formas

urbanas, resultantes de los cambios producidos por otras actividades económicas

sobre el espacio. Han emergido nuevas aglomeraciones urbanas en forma de

anillos suburbanos que fragmentan las áreas urbanas, tornándolas policéntricas y

discontinuas. Las áreas suburbanas periféricas empiezan a diversificar las

actividades; ya no solo incluyen espacios residenciales, sino también usos

industriales, comerciales, de servicios, incluyendo al turismo. Con el tiempo esa

diversificación permite la conformación de nuevas centralidades en dichas

periferias (Soja, 2008).

Page 18: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

18

El concepto de suburbanización se refiere a los procesos que permiten la

expansión de los espacios urbanos hacia las zonas rurales localizadas en sectores

periféricos de las urbes. Ese proceso resulta de los desplazamientos de

poblaciones que vivían en sectores centrales de las ciudades hacia nuevas áreas,

en busca de lugares nuevos asociados tanto a ventajas objetivas, como el amplio

tamaño de predios para la construcción de viviendas de mayor área, como a

aspectos subjetivos relativos al ideario de los paisajes bucólicos campestres

(Bernal Villegas, 2013; Hidalgo, Arenas, & Santana, 2016), que se hacen atractivos

para las personas citadinas. Lo anterior puede conllevar a una reducción de la

población dentro de algunos centros urbanos, al tiempo que genera un crecimiento

demográfico en las periferias. Las ciudades se van expandiendo de dos formas: a

través de las ramificaciones radiales de un polo urbano que incentivan algún

servicio particular -reduciendo las posibilidades de acceder a otros servicios o

actividades productivas-1, o por difusión reticular, que desarrolla un tejido con

mayor mixtura entre usos residenciales y productivos, incluyendo las actividades

agro-industriales y turísticas (Dematteis, 1998).

Los procesos de suburbanización, al estar localizados en zonas de frontera entre

lo urbano y lo rural, presentan diferentes formas de expansión de las urbes.

Dematteis (1998) propone dos modelos de suburbanización: uno nombrado Modelo

Anglosajón, en el cual el paisaje rural se sustituye completamente por otro urbano

a través de suburbios caracterizados por la ubicación de varias casas unifamiliares

en hilera, y donde el único elemento rural que se conserva son algunos jardines en

sus inmediaciones; y otro modelo denominado Latino-Mediterráneo, en el cual los

dos ámbitos han tenido una interdependencia más fuerte, de manera que en las

zonas suburbanas se mantienen actividades de índole rural, como la agricultura, y

por ello el asentamiento de habitantes urbanos no ha resultado por procesos de

1 A este proceso, concentrado en un solo polo urbano, Dematteis (1998) lo conceptualiza como un proceso de mera periurbanización. Sin embargo, en otros casos la periurbanización se plantea como un concepto más general, que incluye las diversas formas en las cuales se expande la ciudad y las trasformaciones que estas realizan sobre las zonas rurales aledañas (Bernal Villegas, 2013).

Page 19: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

19

expansión sino por la ubicación de segundas viviendas destinadas para atender

asuntos económicos o para aislarse de la ciudad. Tomando en cuenta el último

caso, también se plantea el concepto de rururbanización, referido: “al proceso de

urbanización de lo rural donde hay una difusión de las dinámicas metropolitanas

hasta los antiguos espacios rurales, originando formas híbridas entre lo rural y lo

urbano” (Bernal Villegas, 2013, p. 17), que transforman las actividades tradicionales

de las zonas rurales cercanas a las periferias urbanas, en otras destinadas a

residencia u ocio de población urbana, extendiendo también la influencia de las

áreas metropolitanas.

Las actividades turísticas se están convirtiendo en un factor promotor de los

procesos de suburbanización, debido a que el turismo se interesa en la promoción

de particularidades locales ubicadas en los cinturones rurales de las periferias

metropolitanas, para la atracción de visitantes. Lopes Brenner (2005) revisa este

asunto en el caso de áreas de turismo de balnearios, y evidencia que dicha

actividad económica va promoviendo el crecimiento poblacional en sectores

aledaños al atractivo turístico, los cuales anteriormente tenían una vocación rural;

pero con la llegada de actores externos, como personas jubiladas o interesadas en

trabajar en el sector turístico, van reduciendo los sectores donde habita la población

rural y consigo sus actividades económicas asociadas.

Este crecimiento se refleja en la extensión de las manchas urbanas las cuales se

expanden con mayor facilidad sobre sectores en donde no existen accidentes

geográficos de gran tamaño, como zonas litorales y cadenas montañosas de gran

altura, pero que va produciendo un crecimiento desordenado y discontinuo de las

mismos. Simultáneamente, se presentan otras problemáticas resultantes de dicha

expansión, como el aumento de la contaminación sobre cuerpos de agua y sobre

el ambiente en general, o la desaparición de paisajes rurales y de espacios verdes;

con todo esto se excedería la capacidad de carga que puede soportar el territorio

sobre el cual se emplaza dicha actividad (Dematteis, 1998; Lopes Brenner, 2005).

Page 20: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

20

Por otra parte, estas formas de crecimiento diversas y fragmentadas generan

procesos de segregación dentro del territorio. Se aprovecha el crecimiento hacia

las zonas periféricas como un proceso de segregación voluntario de personas con

mayor nivel adquisitivo con respecto a otros grupos sociales de menor capacidad

económica, lo cuales están presentes en otros sectores del área urbana. Para ello,

se crean en las periferias conjuntos residenciales cerrados conformados por

viviendas de alto costo, conectadas con las zonas centrales de las ciudades a

través de autopistas para que dichos habitantes puedan acceder a los servicios

ofrecidos en dichas centralidades. Al tiempo, se conforman espacios

monofuncionales con pocos espacios públicos y un alto nivel de infraestructura

para la seguridad (Nardelli & Szupiany, 2017). Se crean polígonos homogéneos

espacial y socialmente, que solo permiten el acceso de unos grupos sociales

específicos a dichos sectores, y producen límites tantos físicos como

socioeconómicos que los separan de otras comunidades con menores ingresos.

El turismo, al ser una actividad que promueve la suburbanización, también se

convierte en un factor que fomente dicha segregación dentro del crecimiento

urbano. En las ciudades donde se fomenta la vocación turística se realizan

acciones para atraer turistas a través de la explotación de algún atractivo o

característica particular, con el fin de obtener una mayor inversión y beneficios

económicos, los cuales se esperan captar a través de la construcción de hoteles,

zonas de ocio, entre otros servicios de la actividad turística. Sin embargo, Pérez

Campuzano, Tello, & Everitt (2014) analizan que las trasformaciones para la

construcción de dichos servicios se realizan en sectores donde hay pocos

desarrollos urbanos, y con ello no se tiene en cuenta la participación de los

habitantes locales de los territorios transformados, quedando excluidos de dichos

procesos. Un ejemplo es el acceso a servicios públicos, que comienzan a

extenderse hacia las zonas turísticas, mientras los grupos de menores ingresos

presentan mayores dificultades para acceder a ellos, aumentando su segregación

socioespacial. Si bien dichos autores se centran en los habitantes urbanos de

menores ingresos, también suceden fenómenos de segregación similares sobre las

Page 21: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

21

poblaciones campesinas con menor poder adquisitivo frente a la población turista,

y que pueden verse segregados por el desarrollo de construcciones para segunda

vivienda (Gascón, 2016).

Por lo tanto, el turismo hace parte de las actividades económicas que promueven

la suburbanización, a través de la expansión de los procesos de urbanización hacia

territorios que originalmente tenían una vocación más rural; y con lo cual va

aumentando tanto la fragmentación espacial como la mixtura de usos del suelo en

los bordes urbano-rurales, generando más interacciones entre los dos ámbitos,

volviendo más difusas sus fronteras y produciendo nuevas formas de segregación

socioespacial (Brenner, 2013; Lopes Brenner, 2005; Soja, 2008). A partir de lo

anterior, se plantea la existencia de un turismo metropolitano, en el cual la actividad

turística se convierte en un proceso promotor de la metropolización de algunos

núcleos urbanos.

1.1.2 Turismo metropolitano en áreas suburbanas

Anteriormente se realizaron comentarios sobre la relación entre actividades

turísticas y procesos de suburbanización; por lo tanto, es necesario tratar más a

fondo el concepto del turismo metropolitano, relacionado con los procesos de

expansión urbana. Sin embargo, primero debe definirse el concepto de turismo. Si

bien existen diferentes concepciones, la mayoría coinciden con la definición de la

Organización Mundial del Turismo (OMT) y las Naciones Unidas, que lo refieren

como “un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el movimiento de

las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia habitual,

normalmente por motivos de ocio” (Naciones Unidas & Organización Mundial del

Turismo, 2010, p. 1). Por lo tanto, el turismo es una actividad realizada en lugares

opuestos a espacios de trabajo o de residencia permanente de la persona, en la

que el turista se desplaza hacia nuevas zonas mínimo durante una noche en la

búsqueda de nuevas experiencias y paisajes; y su finalidad se relaciona con

actividades de ocio, de negocios, de salud u otros motivos que no impliquen ser

empleado por una entidad o empresa localizada en el sitio que se está visitando

Page 22: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

22

(Bejarano Martínez, 2009; Naciones Unidas & Organización Mundial del Turismo,

2010; Urry & Larsen, 2011). Es característico que diferentes tipos de turismo se

desarrollen como un fenómeno en masa, donde una gran cantidad de turistas se

trasladan hacia los lugares en los que se promociona dicha actividad.

El turismo fomenta la realización de viajes, implicando un desplazamiento de los

turistas hacia espacios en donde su ubican sitios de interés, al tiempo que se

producen transformaciones dentro de aquellos espacios, modificando procesos

sociales relacionados con actividades económicas y formas de producción, y

alterando prácticas culturales de las poblaciones locales (Hiernaux, 2006). Debido

a este conjunto de transformaciones, deben reconocerse las interacciones entre el

espacio geográfico y la sociedad que son producidas a partir de las actividades de

ocio, y proponer diferentes formas de analizar los fenómenos turísticos, tomando

en cuenta los diferentes elementos existentes dentro de los espacios en donde se

desarrollan aquellas dinámicas.

Por lo anterior, las definiciones anteriormente dadas sobre el turismo necesitan

agregar un componente espacial y territorial a este concepto. De acuerdo con

Bejarano Martínez (2009) hay dos enfoques para abordar el turismo: uno desde el

espacio, en el cual se analizan las características físico-bióticas y paisajísticas en

los sectores donde se desarrollan actividades turísticas; y otro desde el territorio,

entendido como un espacio de poder en el que se sobreponen las territorialidades

tanto de los turistas como las comunidades receptoras, en donde se producen

relaciones de cooperación o conflicto entre dichos actores y se revisan los aspectos

subjetivos resultantes de estos procesos, centrados en las percepciones y las

relaciones de poder producidas entre los actores implicados. Por lo tanto, los

análisis no deben centrarse exclusivamente en la descripción de la actividad

turística, sino en el reconocimiento de las interacciones entre la sociedad y su

medio a través del turismo, identificando las relaciones producidas en el territorio y

las percepciones que genera dicha actividad sobre la población local (Bejarano

Martínez, 2009; Bustos Cara, 2001). Puede revisarse el fenómeno turístico desde

Page 23: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

23

ambos enfoques, evidenciando tanto los elementos biofísicos como sociales

asociados, y las interacciones entre los dos ámbitos.

Sin embargo, la clasificación anterior no presenta un enfoque interesado en revisar

los efectos económicos de las actividades turísticas sobre el espacio, a pesar de

sus implicaciones dentro de este ámbito. Es necesario analizar estos impactos,

porque se producen diferentes fenómenos que transforman el territorio para

fomentar en él actividades secundarias y terciarias. En el caso del sector

secundario, el turismo puede promover economías relacionadas con la producción

de alimentos o artesanías, como también fomenta la construcción de viviendas y

de instalaciones hoteleras o de ocio. Sin embargo, es mucho más evidente la

terciarización de la economía por el turismo, en donde se promocionan nuevas

necesidades sobre el turista a través del aumento de servicios para incrementar el

consumo dentro de estos espacios. Las actividades relacionadas con el turismo,

como comercio, hostelería o transporte, se convierten en las de mayor crecimiento

económico (Callizo Soneiro, 1991).

Ahora bien, el turismo no se presenta de la misma manera en todos los espacios,

ni produce las mismas transformaciones sociales y territoriales; por el contrario,

existen diferentes tipos de espacios de turismo, clasificados según sus

características particulares. La OMT establece diferentes tipos de turismo, según

la motivación o atractivo principal que justifica la realización del viaje; existe turismo

cultural, gastronómico, de negocios, de salud, entre otros. Sin embargo, este

trabajo se centrará en dos tipos: turismo de aguas interiores y turismo rural. El

turismo de aguas interiores se refiere a un conjunto de actividades recreativas que

se realizan en áreas localizadas dentro de fronteras terrestres y donde hay

influencia de algún cuerpo de agua como ríos, lagos o pozas; mientras tanto, el

turismo rural se centra en experiencias relacionadas con entornos naturales,

actividades agrícolas y las formas de vida de la población rural (Organización

Mundial del Turismo, 2019). Con el fin de mantener la distribución temática de este

trabajo, la discusión con respecto al turismo rural será abordada en el tercer

apartado del marco teórico.

Page 24: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

24

Otros autores plantean la existencia de un turismo costero y un turismo de interior,

los cuales tienen similitudes a pesar de desarrollarse en espacios con

características diferentes. La OMT define el turismo costero como un conjunto de

actividades de ocio que se realizan en zonas de costa o litoral, como la natación,

tomar el sol, la visita de playas o la práctica de deportes (Organización Mundial del

Turismo, 2019). Es importante tener en cuenta esta definición, porque algunas

actividades de ocio asociadas a los espacios costeros también se realizan en zonas

turísticas que no se encuentran en áreas litorales. Por lo tanto, Pillet Capdepón

(2015) plantea la existencia del turismo de interior, que se caracteriza porque los

atractivos turísticos se ubican en regiones no costeras y están asociados a otras

características del medio natural, o a atracciones relacionadas con lo rural o lo

urbano, y en el cual se incluiría el turismo de aguas interiores propuesto por la OMT;

además se caracteriza porque presenta una masificación de las visitas turísticas

hacia regiones no litorales. También presenta rasgos comunes a otros tipos de

turismo, como impactos sobre las condiciones ambientales del lugar de recepción

y la mercantilización de aspectos culturales de las comunidades locales (Pillet

Capdepón, 2015). En este tipo de turismo de interior, centrado en aguas interiores,

se presentan actividades de ocio similares a la búsqueda de sol y playa, aunque

las playas son reemplazadas por otros cuerpos de agua natural, por piscinas o por

balnearios (Lopes Brenner, 2005).

Si bien esta tipología permite una clasificación de acuerdo con los espacios o

actividades de ocio que se realizan, ninguno de estos tipos de turismo menciona

que la masificación de esta actividad ha generado una dualidad entre el

mantenimiento de la oferta hotelera y el aumento de viviendas de alquiler; si bien

este es un fenómeno que originalmente se presentaba dentro del turismo costero,

actualmente se está intensificando en zonas asociadas al turismo de interior. Las

ciudades no litorales con algún sitio turístico están atrayendo más visitantes

interesados en obtener viviendas cercanas a dichos lugares; como consecuencia,

se fomenta la expansión urbana de los centros poblados aledaños, un mayor

crecimiento poblacional urbano y un aumento de los impactos negativos sobre las

condiciones ambientales del territorio (Lopes Brenner, 2005). Por lo cual, se debe

Page 25: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

25

identificar otra clasificación del turismo de interior que reconozca cómo los

procesos de expansión urbana se fomentan a través de infraestructuras y proyectos

relacionados con la construcción de hoteles y viviendas de alquiler.

Los tipos de turismo mencionados anteriormente fomentan la promoción de

viviendas para turistas, que se manifiesta tanto en el alquiler temporal de

apartamentos como en la adquisición de una segunda vivienda en lugares

turísticos. Este suceso se denomina turismo residencial y es definido como una

"actividad económica que se dedica a la urbanización, construcción y venta de

viviendas que conforman el sector extrahotelero, cuyos usuarios las utilizan como

alojamiento para veranear o residir, de forma permanente o semipermanente, fuera

de sus lugares de residencia habitual" (Aledo, Mazón, & Mantecón, 2007, p. 191).

Este turismo se caracteriza por la adquisición de lotes individuales o en

parcelaciones para su construcción, o de vivienda ya construida dentro de

urbanizaciones desarrolladas por empresas del sector inmobiliario; se ubican en

sectores aledaños a un atractivo turístico, cercanos a diferentes equipamientos de

transporte o de otros servicios, y con algún atractivo paisajístico asociado a las

condiciones biofísicas de la zona. Otros rasgos son que las urbanizaciones y los

turistas que hacen uso de ellas guardan muy poca relación con las prácticas de la

población local (Gascón, 2016; Madrid Restrepo, Aguilar Castro, Vélez Vargas, &

Muriel Ruíz, 2017).

Otro aspecto que lo distingue es que se compone de propiedades con un uso

destinado principalmente al ocio, ubicadas tanto en zonas urbanas como rurales y

utilizadas por sus propietarios durante los tiempos libres; este último rasgo define

el tipo de vivienda que se adquirirá y el lugar donde estará localizada, de acuerdo

con la distancia, tiempo y el costo que conlleve llegar a ella. En consecuencia, estas

solo pueden ser adquiridas por personas con una cantidad de ingresos económicos

suficientes para realizar tanto la compra del inmueble como su mantenimiento; por

lo cual el perfil de quienes las ocupan suele ser parejas con hijos o personas

jubiladas que cuentan con dichos ingresos, y tengan la posibilidad de visitar

aquellos destinos con cierta regularidad (Justino De Oliveira, 2015).

Page 26: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

26

Asimismo, el turismo metropolitano puede contener diferentes modalidades de

turismo, como el turismo residencial o de aguas interiores, y también incluye las

actividades de comercio, las infraestructuras hoteleras y las opciones de segunda

vivienda relacionadas a aquellas dinámicas turísticas. Su principal característica es

la construcción de desarrollos inmobiliarios asociados a aquellas actividades

turísticas, las cuales promueven procesos de suburbanización hacia sectores más

periféricos de las cabeceras urbanas. El turismo se convierte en un nuevo proceso

que fomenta la expansión urbana y se va localizando sobre áreas originalmente

rurales, en donde se va produciendo una fragmentación del territorio y consigo una

mayor mixtura de usos del suelo (Aledo et al., 2007; Gascón, 2016; Lopes Brenner,

2005).

Profundizando lo anterior, las formas de turismo metropolitano transforman el uso

del suelo originalmente agrario hacia actividades económicas relacionadas con lo

turístico, produciendo una mayor especulación dentro del mercado del suelo, y por

ende un incremento en el precio de la tierra (Gascón, 2016). Se modifican

actividades productivas en el territorio, promoviendo las que no produzcan

conflictos con el turismo por la ocupación del suelo; y cambiando las dinámicas

laborales de la población, que comienza a trabajar en ofertas laborales dentro de

estas nuevas actividades, pero que solo son rentables en las épocas de mayor

turismo (Callizo Soneiro, 1991; Vera, López Palomeque, Marchena, & Anton, 1997).

De igual modo, se reduce la ocupación laboral en actividades agropecuarias por su

baja rentabilidad.

Bajo este escenario, las actividades rurales asociadas a lo agropecuario y el

turismo metropolitano no podrían considerarse actividades compatibles, ya que

este tipo de ruralidad tendría conflictos de ocupación del suelo con respecto al

turismo (Vera et al., 1997). La actividad turística o inmobiliaria demanda por un área

disponible exclusivamente para su desarrollo, el cual tiene una relación muy baja o

nula con las actividades agropecuarias; y que no permite la realización de ambas

en un mismo sector. Se van perdiendo las actividades rurales debido a la alta

rentabilidad del turismo, de manera que el turismo metropolitano va reduciendo las

Page 27: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

27

áreas disponibles para zonas agrarias y modifica las dinámicas rurales, planteando

la existencia de una ruralidad metropolitana transformada por la influencia de

entornos urbanos aledaños (Agudelo Patiño, 2012; Brenner, 2013).

1.2 La ruralidad metropolitana y las actividades turísticas

Los procesos de suburbanización van transformando zonas rurales colindantes a

las áreas metropolitanas; por ende, deben revisarse las características de dichos

espacios y los cambios producidos en lo rural. Se pondrá en discusión el concepto

de nueva ruralidad y ruralidad metropolitana, identificando cómo se ha modificado

la concepción de los espacios rurales con respecto a sus interacciones con las

áreas urbanas; como también se revisarán los cambios en las características

socioeconómicas de lo rural, originalmente relacionado con actividades agrarias,

pero que actualmente se han transformado por la presión de la expansión urbana.

Además, se realizará un mayor énfasis respecto a la manera en la que el turismo

metropolitano se convierte en un factor que transforma las dinámicas rurales y va

produciendo nuevas ruralidades.

1.2.1 Nueva ruralidad y ruralidad metropolitana

Anteriormente, lo rural se había visto como un opuesto a lo urbano, en donde las

familias campesinas representan la unidad de producción, mantienen elementos

culturales más tradicionales y relaciones sociales más comunitarias. Al tiempo, lo

rural se identificaba como algo atrasado en contraposición a lo urbano, visto como

los espacios relacionados a la modernización y al alcance de un mayor desarrollo

económico (Garcia Bartolomé, 1991). Sin embargo, enfoques más recientes

plantean que lo urbano y lo rural no son dos aspectos divididos de manera absoluta,

sino que existe un cambio gradual entre uno y otro ámbito; si bien se mantienen

características particulares dentro de la ruralidad, como las actividades laborales

ligadas a lo agrario, una baja densidad demográfica o una baja diferenciación

social, también se presentan interacciones entre los dos aspectos, siendo más

interdependientes entre sí e inclusive desarrollándose actividades rurales y

Page 28: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

28

urbanas dentro de un mismo espacio. Si se considera que la ruralidad se refiera a

las diferentes formas en que se relaciona las sociedades con entornos rurales, y

con ello el sentido social dado a lo rural a partir de dicha interacción (Mikkelsen,

2013); se puede plantear un cambio en el concepto de ruralidad tradicional, que

observaba los espacios rurales como sectores atrasados y con pocas

oportunidades para la población, por otra concepción en la cual se reconoce las

transformaciones de lo rural producidas desde sus interacciones con lo urbano y

en las que se presentan cambios en las actividades laborales de la población rural,

que ya no dependen exclusivamente de economías agropecuarias (Garcia

Bartolomé, 1991).

Se reconocen cambios en las dinámicas rurales a partir de esta interacción, en

donde se “rompen con los rasgos característicos de las espacialidades y

sociedades rurales tradicionales, identificándose nuevas configuraciones en las

estructuras sociales y territoriales que asignan renovadas lógicas y

representaciones en las funciones de esas estructuras.” (Castaño Cuervo, 2014, p.

49). Estas dinámicas se van modificando en parte por el debilitamiento de las

economías agrícolas en las zonas rurales, conformando nuevos espacios rurales

de multifuncionalidad, en donde se transforman los aspectos económicos y

culturales de la población local, sus formas de organización y su relación con el

territorio. Además, cambia la concepción de las interacciones del campo con la

ciudad, porque los espacios de multifuncionalidad pueden desarrollar actividades

que sirven para sociedades tanto urbanas como rurales (Castaño Cuervo, 2014).

Ambas se vuelven más interdependientes, rompiendo la noción de lo rural y lo

urbano como ámbitos separados.

Al revisarse históricamente las interacciones entre campo y ciudad, las zonas

urbanas se consideraban dependiente de las zonas rurales; inclusive en el siglo

XIX, cuando los procesos de industrialización aceleran el crecimiento de las

ciudades, estas dependían de los insumos producidos en las áreas rurales,

especialmente los productos obtenidos de actividades agrícolas, para satisfacer las

demandas de alimentos de la población urbana y de materias primas para la

Page 29: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

29

industria. Es a mediados del siglo XX cuando toman más fuerza las percepciones

de lo rural como un espacio atrasado, mencionada anteriormente, lo cual resulta

de un conjunto de factores que fomentan idearios concibiendo la ciudad como

símbolo de modernidad, al ser las áreas urbanas en donde existía una mayor

preponderancia de las actividades económicas secundarias y terciarias. Estos

imaginarios serían acompañados con el aumento del éxodo rural, resultante tanto

de las condiciones precarias del campo como de dicha imagen de modernidad

promovida sobre las áreas urbanas; y daría paso a una generación urbana reciente

que desconocería los procesos presentes dentro de los espacios rurales (Moltó &

Hernández, 2004).

Como una crítica de estas concepciones, se replantea la existencia de un

continuum rural-urbano, propuesto originalmente como una transición en donde lo

rural se iría transformando hacia lo urbano con el fin de alcanzar los niveles de

progreso y modernidad presentes en las ciudades. Sin embargo, esta noción

recientemente ha cambiado; ya no se considera la existencia de la aniquilación

gradual de lo rural por lo urbano, sino que ambos ámbitos deben permanecer en el

espacio y se vuelven complementarios, en la medida que las particularidades de

cada uno pueden permitir una mayor integración entre sí (Garcia Bartolomé, 1991;

Mikkelsen, 2013). Las funciones socialmente designadas a cada ámbito satisfacen

necesidades para los habitantes de ambos espacios; pero los cambios producidos

en lo rural por dicha interacción también conllevan a analizar estas nuevas formas

de relacionarse con lo urbano, y los efectos producidos sobre las características de

la ruralidad.

Este cambio de concepción se presenta desde las últimas décadas del siglo XX,

en donde los habitantes urbanos comienzan a tener un mayor conocimiento sobre

las características presentes en entornos rurales, volviéndose un atractivo

paisajístico para ellos debido a la existencia de paisajes más naturales y con mayor

vegetación, áreas menos contaminadas y con una mayor percepción de

tranquilidad; en contraposición con las características negativas de las áreas

urbanas, representadas como la contraparte de dichos rasgos (Moltó & Hernández,

Page 30: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

30

2004). Existe un mayor interés de los habitantes urbanos por ubicar su vivienda en

sectores rurales cercanos a las ciudades, promoviendo una mayor diversidad en

los usos y funciones de los territorios rurales.

Sin embargo, se han generado nuevas problemáticas por la llegada de estos

nuevos habitantes urbanos, debido a que sus idearios con respecto a la

organización de los espacios rurales no son necesariamente concordantes con los

de la población rural original; y tampoco son compatibles con los procesos rurales

existentes en dichos sectores. En consecuencia, se desarrollan diferentes prácticas

que transforman los usos del suelo de tipo rural hacia otros usos más urbanos. Se

conforma un ámbito de ruralidad metropolitana producido por paisajes presentes

en las zonas de frontera urbano-rural; caracterizado por la convivencia entre

habitante rurales y urbanos, que genera un espacio híbrido el cual mantiene

elementos característicos de espacios agrarios o de ruralidad tradicional, pero con

una fuerte influencia de los sectores urbanos, especialmente con la llegada de

equipamientos y servicios de la ciudad implantados en las áreas rurales. Se

transforman las prácticas en el espacio y se modifica la forma de transar el suelo;

este deja de verse por su valor de uso, ligado a su capacidad de producción, y se

valoriza a partir de su valor de cambio, asociado más a procesos de especulación

que aumentan el precio del suelo (Agudelo Patiño, 2012; Gascón, 2016).

Agudelo Patiño (2012) propone dos principios para identificar la influencia de los

espacios urbanos sobre los rurales: el principio de gradiente, donde la influencia de

una ciudad sobre un sector rural se reduce a medida que la zona urbana sea de

menor tamaño y haya una mayor distancia entre ambas, dependiendo de la

conectividad vial y de transporte existente; y el principio de diferenciación en donde,

a menor tamaño de la ciudad o a mayor distancia de la misma, se reduce la

diferenciación espacial y especialización de actividades dentro de los espacios

rurales. Estos gradientes reconocen las transformaciones producidas por estos

procesos en la evolución del paisaje, especialmente por actividades agrícolas o de

urbanización que modifican la composición de paisajes y ecosistemas; en donde

las transformaciones de los bordes entre usos agropecuarios, urbanos e inclusive

Page 31: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

31

las coberturas naturales, vienen acompañados de impactos tanto el entorno físico-

biótico como en las actividades económicas (Vizzari, Hilal, Sigura, Antognelli, &

Joly, 2018). Ejemplos de estos impactos medioambientales son el aumento en la

erosión del suelo, la pérdida de tierras aptas para la producción agrícola, el

reemplazo de coberturas agrícolas por coberturas urbanas, y la reducción de las

coberturas boscosas o de origen natural debido a la expansión de la frontera

agrícola (García Martín, 2014).

De esta manera, en la nueva ruralidad se presenta una reducción, e inclusive una

pérdida, de las economías agrarias (Castaño Cuervo, 2014) por la extensión de las

periferias de espacios urbanos. Se evidencia un fenómeno de desagrarización,

proceso característico de espacios rurales de pluriactividad en donde se reduce la

participación de las actividades agrícolas dentro de los ingresos totales de los

hogares rurales; y se obtienen nuevos ingresos a partir de otras actividades

económicas. Por un lado, se reduce el desarrollo de actividades agrarias dentro de

la ruralidad metropolitana; por el otro, se fomenta el surgimiento de una población

rural no campesina, personas que viven en áreas rurales pero con ingresos

económicos procedentes de actividades no agropecuarias, que pueden ser

realizadas tanto en su hogar como en espacios urbanos aledaños o zonas rurales

externas a donde habitan. Se opta por realizar dichas labores porque son una

mayor fuente de ingresos y generan una mayor rentabilidad económica. Esto

desincentiva la actividad agropecuaria, que deja de practicarse o pasa a ser una

actividad secundaria, porque los precios de productos agrícolas se reducen o

quedan estancados mientras aumentan los costos de producción (Carton De

Grammont, 2009). De ahí que los habitantes rurales terminan optando por otras

fuentes de ingresos económicos más rentables.

La ruralidad metropolitana es una forma reciente de la nueva ruralidad,

caracterizada por espacios en donde los procesos de urbanización se van

extendiendo hacia las zonas rurales y se produce una mayor influencia urbana

sobre estos; al tiempo que se presentan procesos de persistencia y resistencia

dentro de dichos territorios para mantener una ruralidad más tradicional (Agudelo

Page 32: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

32

Patiño, 2012; Castaño Cuervo, 2014). Dentro de estos procesos, el turismo es uno

de los fenómenos que transforma las dinámicas de la nueva ruralidad con una

fuerte influencia metropolitana. Si bien existen diferentes tipos de turismo que se

van articulando con dinámicas rurales más tradicionales (Leonardi Bricalli, 2005;

Vera et al., 1997), el turismo metropolitano vendría a desincentivar aún más las

economías basadas en la agricultura y la ganadería, siendo un factor causante de

desagrarización en dichos territorios. Por lo cual, debe identificarse los cambios

producidos por el turismo metropolitano sobre lo rural.

1.2.2 Transformación de lo rural por el turismo metropolitano

Anteriormente se comentaron los efectos generados por la transformación de las

áreas rurales a causa de procesos de suburbanización; sin embargo, deben

revisarse específicamente los efectos del turismo metropolitano en las dinámicas

rurales. Además de los cambios en el uso del suelo, las formas de producción

agrícola se modifican dentro de los espacios de borde urbano-rural, con el fin de

abastecer de alimentos a la nueva población que está en incremento. Se presenta

una especialización hacia una producción más intensiva y en productos con una

mayor posibilidad de exportación, en declive de cultivos menos atractivos para

exportar y que suelen ser recolectados por familias campesinas tradicionales. Con

ello, se conforman agroindustrias que explotan los cultivos de exportación,

presionando a los antiguos campesinos para vender sus tierras a empresarios

agroindustriales; al tiempo, ellos dejan de ser propietarios y se convierten en

asalariados de la agroindustria, o deben desplazarse a zonas rurales más aisladas

donde puedan mantener sus dinámicas tradicionales. Esto aumenta el crecimiento

poblacional sobre los bordes urbano-rurales, especialmente en ciudades

intermedias o centros poblados menores, que comienzan a tener características de

un proceso de periurbanización (Armijo, 2000; Zuluaga Sánchez, 2008).

Un ejemplo son los diferentes desarrollos inmobiliarios construidos en décadas

recientes y que se han destinado para realizar actividades turísticas, principalmente

asociada a la adquisición de segunda vivienda por parte de turistas. Su

Page 33: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

33

construcción se ha destinado para una población creciente con características

socio-culturales urbanas que va ocupando zonas con una vocación

tradicionalmente rural, especialmente agrícola (Gómez Moreno, 1983).

Considerando la poca relación existente entre este turismo metropolitano y las

actividades de la población local, se generan dos problemáticas: primero, las

transformaciones del uso del suelo producidas por estos desarrollos reducen los

espacios disponibles para actividades rurales; y segundo, esta transformación trae

procesos de desplazamiento de la población local y de descampesinización.

El turismo metropolitano no solo transforma el uso del suelo; también puede influir

en modificaciones futuras de la clasificación normativa del suelo que establecen las

administraciones locales, los cuales terminarían adecuando su clasificación a los

crecimientos suburbanos que se hayan construido (Bernal Villegas, 2013). De igual

modo, las transformaciones generadas incrementan el precio de los suelos en

donde se implanta la actividad turística, como también extienden el aumento de

dicho valor hacia los predios aledaños a los nuevos inmuebles, afectando inclusive

a parcelas de poca extensión que no son de interés para promotores turísticos. Con

este proceso se promueve la especulación de tierras, en donde la cercanía a este

tipo de actividades económicas incrementa el valor del suelo, independientemente

del uso real que se esté dando, presentando un aumento de capital para los

propietarios de los predios a partir de los procesos especulativos (Gascón, 2016).

En estos lugares se producen procesos de acumulación de capital, promoviendo

espacios de consumo; se transforman características sociodemográficas,

socioambientales y culturales del territorio; y se obtiene el control sobre el espacio

y los recursos presentes en el mismo a través del desarrollo de la actividad turística

(Cruz-Coria, Zizumbo-Villarreal, Cruz-Jiménez, & Quintanilla-Montoya, 2012). De

manera que priman los intereses de agentes inmobiliarios y turísticos en la

promoción de actividades económicas en la ruralidad metropolitana y en el

ordenamiento territorial y se producen impactos negativos en las comunidades

rurales asociados a la desagrarización, el éxodo rural, la segregación y la pérdida

de prácticas comunitarias.

Page 34: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

34

Uno de los impactos negativos está asociado a los procesos de especulación, que

han aumentado el precio del suelo a un valor mayor con respecto a la capacidad

adquisitiva de los campesinos, reduciendo sus posibilidades de adquirir nuevas

tierras o inclusive mantener sus terrenos actuales. Esto disminuye la posibilidad de

mantener su reproducción social, al haber menos tierras disponibles para heredar

a las nuevas generaciones de familias campesinas, aspecto cultural característico

dentro de este tipo de comunidades, y aumenta la emigración rural. De igual modo,

se pierden prácticas culturales y usos comunitarios locales por otros de índole más

privada, individual y mercantil (Cruz-Coria et al., 2012; Gascón, 2016), más

característicos de las comunidades urbanas que se van asentando por medio del

turismo metropolitano.

A su vez, diferentes actividades rurales dejan de realizarse dentro de los territorios

por problemáticas de índole económico o social que no son producto de la

expansión urbana o a la proliferación del turismo, y desincentiva su desarrollo en

favor a la realización de otras actividades económicas más rentables. Por ejemplo,

se presenta una baja tecnificación de las actividades agropecuarios y poca

capacitación de la población local, reflejada en una baja productividad de dichas

economías; grandes extensiones de tierra en reposo o subutilizadas; técnicas con

un alto impacto ambiental sobre las condiciones del suelo, las especies vegetales

y las fuentes de agua; y poco acceso de pequeños productores a espacios para la

comercialización de productos (Chong Chong, 2012). Esto resulta de la falta de

políticas públicas o programas que promuevan mejoras tanto en la producción

agropecuaria como en las condiciones sociales de las áreas rurales, reduciendo el

bienestar social de la población rural, y facilitando la llegada de nuevas actividades

económicas de mayor rentabilidad como el turismo (Echeverri Perico, 1998).

Por lo tanto, se producen dos procesos de emigración rural ya mencionados: el

primero es el desplazamiento de la vida rural, en donde las comunidades

campesinas pierden el acceso a sectores más centrales del territorio y con mayor

cantidad de recursos, debido a la transformación de los usos agropecuarios a

zonas turísticas. Esto resulta por la presión sobre la población local para vender

Page 35: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

35

sus tierras a agentes inmobiliarios relacionados con el turismo; al vender sus

propiedades, deben buscar nuevos asentamientos en sectores periféricos de las

zonas rurales, con menor accesibilidad a equipamientos, recursos y otros

elementos presentes en las centralidades que anteriormente habitaban (Díaz-

López, Restrepo-Uribe, & Castañeda-Gómez, 2017).

El segundo proceso es la descampesinización, en el cual no solo se trasladan los

campesinos a zonas periféricas, sino que son completamente expulsados del

territorio, debido a la misma presión ejercida por agentes foráneos a través de la

actividad turística, que buscan conservar un paisaje natural prístino en donde no

se desarrollen actividades agrarias. Estas últimas dejan de realizarse en favor a

otros usos que tengan una menor transformación de la base natural y demanden

por una menor cantidad de mano de obra, reduciendo la cantidad de población

dedicada a actividades rurales (Gascón, 2016). En ambos procesos se evidencia

la pérdida de las dinámicas rurales, debido a la expulsión de la población local en

la búsqueda del cambio en la vocación de suelos hacia la promoción del turismo, y

sin realizarse una integración significativa de los campesinos hacia las nuevas

actividades.

Por lo tanto, se produce una ruralidad metropolitana en la que las dinámicas rurales

se han transformado debido a la baja rentabilidad de actividades agropecuarias,

ligadas a una ruralidad tradicional, y se producen diferentes procesos promovidos

por el turismo metropolitano, como la desagrarización o el éxodo rural, en donde la

población rural tradicional es expulsada o debe adaptarse a la llegada de nuevas

actividades económicas, volviendo sus actividades laborales más dependientes al

turismo metropolitano (Carton De Grammont, 2009; Gascón, 2016; Gómez Moreno,

1983). Se promueve una incompatibilidad territorial, la cual evidencia conflictos

entre actividades por la ocupación del suelo, y en donde la desventaja que presenta

lo agrario con respecto a lo turístico termina promoviendo espacios de ruralidad

metropolitana donde no pueden coexistir ambas actividades, y solamente se

promueve una mayor dependencia de la población rural a los desarrollos turísticos

y sus servicios asociados.

Page 36: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

36

1.3 Incompatibilidad territorial entre actividades rurales y turísticas

Debido a las distintas dinámicas presentes entre las actividades rurales con el

turismo y su incompatibilidad en el territorio, se presentan problemáticas dentro de

los espacios de la ruralidad metropolitana. Es necesario profundizar en las causas

que producen la incompatibilidad territorial existente entre ambas partes, en donde

se promueve las actividades asociadas al turismo metropolitano con el fin de

obtener una mayor rentabilidad. De la misma manera, deben revisarse prácticas o

modalidades de turismo más compatibles con las actividades rurales, o formas de

regulación que mantengan a la población local en su territorio y protejan las

actividades rurales tradicionales. Además, es necesario reconocer métodos que

permitan identificar la incompatibilidad territorial entre las dos actividades y

propongan bases para promover una articulación entre ambas.

1.3.1 La incompatibilidad territorial

Existen problemáticas propias de las zonas rurales que no permiten el

mantenimiento de las actividades agropecuarias, y, por el contrario, facilitan la

inserción de actividades más rentables, como el turismo. Esto produce

incompatibilidad territorial entre actividades, entendida como la existencia de un

conflicto por ocupación del suelo entre dos o más actividades económicas las

cuales no se pueden desarrollar dentro de un mismo territorio, al no tener

condiciones aptas para desarrollarse o complementarse entre sí sin que se afecte

la realización de una sobre la otra (Vera et al., 1997). Por ende, termina primando

una de las dos actividades, generalmente la que tiene una mayor rentabilidad sobre

el valor del suelo.

Desde esta perspectiva, se propicia una lógica empresarial dentro de las

economías asociadas al turismo metropolitano, caracterizado por empresas

inmobiliarias que buscan obtener beneficios económicos inmediatos a través de la

construcción y el desarrollo de actividades de ocio, dejando las externalidades

negativas a la población local cuando dichos agentes se retiran del territorio, como

Page 37: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

37

impactos ambientales asociados a contaminación, aumento de los gastos en

servicios públicos por parte de las administraciones locales e inclusive crisis

económica cuando la dinámica inmobiliaria se desacelera. Y por el contrario, se

desincentiva una lógica de naturaleza local que busca conformar modelos de

producción más comunitarios y viables a largo plazo, en donde los beneficios e

impactos se repartan de manera equitativa entre los diferentes actores (Aledo et al.,

2007). La primacía de esta lógica empresarial promueve la incompatibilidad

territorial, en la cual se incentiva un conflicto de usos entre lo agrario y lo turístico.

Debido al aumento de áreas con usos destinados al turismo o a sus servicios

complementarios y a la baja rentabilidad de las actividades agropecuarias

tradicionales en diferentes partes del mundo, se produce una mayor pluriactividad

dentro de las áreas rurales. Las familias campesinas ya no se dedican

exclusivamente a actividades agrícolas en los ámbitos de ruralidad metropolitana,

sino que desarrollan otras actividades diferentes, tanto dentro como fuera de sus

propiedades, con el fin de incorporarse al mercado laboral y aumentar sus ingresos

económicos. Varios integrantes de las comunidades rurales solo dedican medio

tiempo a las actividades que tradicionalmente realizaban y el resto lo emplean

trabajando externamente o prestando servicios dentro de sus propias parcelas,

distintos a la actividad rural tradicional (Martínez, 2010), fomentando la

terciarización de sus economías.

Sin embargo, no es solamente la llegada de nuevas actividades económicamente

más rentables al territorio la que produce dicha incompatibilidad. Otras

problemáticas, como la reducción de los ingresos de la población rural campesina

y la fragmentación predial, desincentivan el desarrollo de actividades agrarias y

facilitan la llegada de nuevas economías con mayor rentabilidad. En el caso de la

fragmentación, se reduce el área disponible para producciones agropecuarias,

fomenta la especulación sobre el precio del suelo y presiona a los habitantes

rurales para que vendan sus parcelas a foráneos, quienes cambian su uso hacia

fincas de recreo o vivienda campestre (Castaño Cuervo, 2014). Además, el

desarrollo de dichas actividades no se ve asociado a las condiciones físico-bióticas

Page 38: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

38

del territorio, presentando discrepancias entre los usos actuales del suelo y el uso

potencial o la vocación más adecuada a la que podrían destinarse dichos suelos

(Echeverri Perico, 1998). Todas estas problemáticas exacerban la incompatibilidad

territorial entre las actividades agropecuarias y el turismo metropolitano, en donde

este último solo desplaza las actividades rurales del territorio con el fin de obtener

una mayor acumulación de capital.

Esto plantea la promoción de expansión territorial del capital sobre lo rural, en la

búsqueda de obtener suelos para desarrollar usos más productivos y rentables. Sin

embargo, dicha expansión también promueve el desarrollo de formas de resistencia

creadas desde las mismas comunidades para no ser expulsados de sus territorios

y para conservar prácticas de producción tradicional campesina que se ven

amenazadas por la expansión de estas nuevas economías (Madrid Restrepo et al.,

2017). Esta divergencia en la percepción sobre el uso del suelo entre actores

fomenta la incompatibilidad entre los usos, la cual se exacerba si hay falta de

cohesión o de organización de las organizaciones sociales y del Estado en dichos

territorios; se destruyen las formas sociales que promueven dicha cohesión y se

promueven procesos de desagrarización y descampesinización (Bendini &

Steimbreger, 2011).

Todo lo anterior reduce la permanencia de las actividades agropecuarias dentro de

territorios históricamente agrarios, a pesar de que cuenten con condiciones físico-

bióticas aptas para su realización, y fomenta la realización de otras actividades con

más posibilidades de incrementar los ingresos de las familias campesinas, como

las actividades turísticas. Sin embargo, las poblaciones rurales pueden ingeniar

estrategias de asociatividad rural y conformación de redes comerciales que

permitan su persistencia en los territorios que han habitado, desplegando espacios

organizativos para la mejora de sus condiciones socioeconómicas y desarrollar una

identidad relacionada con su territorio (Bendini & Steimbreger, 2011). Estas son

formas de reaccionar por parte de las comunidades locales en contra de

actividades económicas que van transformando las prácticas tradicionales y

comienzan a expulsar a la población original; y por el contrario, se vuelve una forma

Page 39: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

39

de resistencia de los campesinos para permanecer en sus territorios y adaptarse a

nuevas formas de producción o de empleo que les permita mantener sus prácticas

económicas y culturales.

De igual manera, el turismo no puede verse exclusivamente como una actividad

con impactos negativos en los territorios rurales. Callizo Soneiro (1991) enumera

algunos impactos positivos del turismo sobre las zonas rurales como la

recuperación de territorios degradados a través de acciones relacionadas a la

restauración de ecosistemas, la generación de nuevos empleos directos e

indirectos en donde las actividades agrarias están en declive, la atracción de

población al territorio con el fin de reducir la emigración rural, un mayor equilibrio

poblacional y de distribución espacial de rentas en el territorio, e inclusive la

posibilidad de proponer formas de compatibilizar ambas actividades en un mismo

territorio.

Dentro de los espacios de ruralidad metropolitana se pueden presentar relaciones

más articuladas entre las diferentes actividades económicas. La articulación

territorial identifica las diferentes formas en que interactúan las actividades

económicas dentro de un mismo territorio, revisando la manera en que el turismo

se relaciona con otras economías en un mismo espacio, y proponiendo métodos

de implementación que se articulen a las condiciones territoriales preexistentes

(Vera et al., 1997). Para que esto se presente, no solo deben identificarse las

interacciones; también se deben conectar las diferentes políticas públicas

asociadas con estos sectores, con el fin de regular las actividades en el territorio y

dar lineamientos que permitan conectar el turismo con otras formas de producción;

al tiempo que permita tomar decisiones desde consensos entre diferentes actores,

y los beneficios se repartan de manera más equilibrada a escala local (Betancourt

García, Viamontes Cardoso, & Torrens Amador, 2015).

La pluriactividad puede promover un turismo que se articule con actividades

rurales, y reduzca la incompatibilidad territorial. Existe el turismo rural en el que la

actividad turística se adapta a las actividades agropecuarias, manteniendo las

economías agrarias en el territorio; al tiempo que se desarrollan otros

Page 40: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

40

equipamientos ligados al turismo. Esto permite que los habitantes urbanos realicen

actividades de ocio en zonas lejanas de su residencia habitual, especialmente con

la creciente motivación de buscar lugares descanso en áreas rurales (De Souza,

2012), al tiempo que se mantienen actividades agrarias en el territorio. En algunos

casos, se presenta como una modalidad denominada agroturismo, donde los

visitantes interactúan tanto con la comunidad local como con las prácticas

productivas desarrolladas volviéndose este atractivo el principal interés turístico.

Pero también existe un turismo en espacio rural, en donde se ofrecen diferentes

servicios para el turista en las parcelas rurales, centrados especialmente en el

hospedaje y en visitas de atractivos naturales; pero las poblaciones campesinas

realizan sus actividades agropecuarias de manera separada al turismo, sin que los

visitantes participen en dichas prácticas durante su estancia (Leonardi Bricalli,

2005).

Estas formas de turismo rural también se clasifican de acuerdo con los actores que

gestionan dichas actividades. De un lado, hay una gestión familiar donde las

familias campesinas se encargan directamente de desarrollar la actividad turística;

es el mismo núcleo familiar el encargado de la presentación de los atractivos

naturales y culturales, el mantenimiento de las instalaciones, y de desarrollar las

actividades agropecuarias existentes. En el otro extremo, existe una gestión

empresarial en la cual los propietarios de los establecimientos turísticos no viven

dentro de ellos, y tiene contratada a toda la mano de obra, que reside normalmente

en sectores rurales aledaños al establecimiento. Esto ha permitido la creación de

nuevos empleos por dicha actividad, pero suelen ser emplazamientos de poca

interacción con las dinámicas rurales del territorio, centrándose meramente en el

turismo de recreación asociado a balnearios (Leonardi Bricalli, 2005). También se

pueden presentar casos mixtos, en donde instalaciones de turismo rural presentan

características de modelo de gestión tanto familiar como empresarial. Debe tenerse

en cuenta si cada tipo de gestión permite articular lo rural con lo turístico dentro del

territorio; o por el contrario, termina generando nuevas formas de incompatibilidad

por su poca relación con las dinámicas rurales.

Page 41: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

41

Identificar las formas de articulación territorial podría reducir la incompatibilidad

territorial entre el turismo metropolitano y las actividades agrarias en la ruralidad

metropolitana, buscando alternativas en las que ambas actividades puedan

relacionarse entre sí, y se mitiguen los impactos negativos producidos por dicha

interacción (Vera et al., 1997). Además, la promoción de procesos de asociatividad

rural mejoraría las condiciones productivas de las economías agropecuarias y las

condiciones sociales de los habitantes rurales, para la permanencia de estas

sociedades en sus territorios (Basanta Fernández, 2012; Bendini & Steimbreger,

2011), aprovechando los beneficios que se puedan producir por la influencia

metropolitana. Para lograr ello, se deben identificar las potencialidades de los

territorios con respecto a sus condiciones socioeconómicas y físico-bióticas, con el

fin de analizar las discrepancias entre el uso real del suelo y las actividades que

potencialmente se desarrollarían en un territorio; de esta manera, se pueden

reconocer las incompatibilidades territoriales existentes.

1.3.2 Potencial del territorio para el uso del suelo

Existen diferentes características particulares que facilitan el desarrollo de ciertas

actividades económicas dentro de un territorio en particular, y la identificación de

estas permite reconocer actividades económicas que tendrían un mayor potencial

de ser realizadas según las características socioeconómicas y biofísicas del

territorio, y establecer una vocación territorial; además de promover una mayor

articulación de actividades acorde con estas condiciones. Mikery Gutiérrez &

Pérez-Vazquez (2014) presentan diferentes términos para representar esta

caracterización, como la aptitud del territorio, la cual identifica las vocaciones

existentes dentro de un área de interés, resultado de las interacciones existentes

entre factores socioeconómicos y biofísicos, a través de los cuales se proponen

posibles usos adecuados para realizar dentro de un espacio específico. También

se puede establecer un potencial del territorio, referido a “la capacidad o aptitud de

éste para desarrollar actividades dada las cualidades que se posee en sus

diferentes dimensiones” (Mikery Gutiérrez & Pérez-Vazquez, 2014, p. 1733), de

modo que permita establecer usos prioritarios a desarrollar en el territorio.

Page 42: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

42

El término potencial no se refiere solamente al territorio de manera global, sino que

permite el análisis de una sola dimensión o un grupo específico de dimensiones

biofísicas o socioeconómicas. Por ejemplo, existe un potencial natural el cual revisa

las aptitudes naturales presentes en una zona, a través de la definición de unidades

de paisaje basadas en los elementos físico-bióticos existentes. También se puede

analizar el potencial turístico a partir de las características naturales y sociales

existentes en una porción del espacio; la suma de ellas establecerá unas

condiciones tanto objetivas como subjetivas para el desarrollo de actividades

turísticas, tomando en cuenta los aspectos existentes y las posibilidades a futuro

de este desarrollo, de acuerdo con la capacidad para su realización (Iatu & Bulai,

2011; Mikery Gutiérrez & Pérez-Vazquez, 2014).

La identificación de estos tipos de potenciales ayuda a reconocer condiciones de

incompatibilidad entre actividades rurales y del turismo metropolitano, si se retoma

que dentro del territorio se presentan divergencias entre las diferentes vocaciones

o usos potenciales a los cuales se puede destinar un territorio con respecto al uso

actual del suelo, que no necesariamente coincide con el potencial del territorio

(Echeverri Perico, 1998). Un ejemplo de este problema sería precisamente los

desarrollos inmobiliarios asociados al turismo que se van construyendo sobre áreas

con condiciones agrológicas adecuadas para economías agrarias, y en las que

históricamente las comunidades rurales se dedicaban a actividades de este tipo;

por lo cual no se aprovecha el potencial del territorio en una actividad económica

ligada a su vocación.

Por otro lado, debido a que se puede identificar el potencial del territorio para

actividades económicas específicas, como la agricultura o el turismo (Mikery

Gutiérrez & Pérez-Vazquez, 2014), la identificación de diferentes potenciales

dentro de un mismo territorio puede producir conflictos en la definición del uso más

adecuado para desarrollar y convertirse en un factor de incompatibilidad, debido a

que las condiciones de un espacio pueden ser adecuadas para el desarrollo de

más de una actividad económica, especialmente si las vocaciones para dos o más

actividades están presentes dentro de un mismo sitio (Vera et al., 1997). Esto

Page 43: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

43

complejiza definir cuál sería el tipo de actividades que se permitiría desarrollar

dentro del territorio, dependiendo de otros factores asociados a la rentabilidad

económica o aspectos establecidos por la administración pública de los municipios.

Aun así, se pueden desarrollar mediciones de potencial del territorio que

identifiquen el desarrollo de actividades económicas en conjunto.

Por lo tanto, este potencial se aplica a diferentes aspectos específicos, incluyendo

a los ámbitos presentes en el territorio más relacionados con las dinámicas rurales.

De hecho, Mikery Gutiérrez, Pérez-Vázquez, Piñar Álvarez, García Albarado, &

Asiain Hoyos (2014) proponen la existencia de un potencial agroturístico, en el cual

ambas actividades se realizan de manera conjunta en un mismo territorio;

considerando que el agroturismo permite desarrollar actividades primarias ligadas

a la agricultura junto con actividades terciarias relacionadas con el turismo en un

mismo espacio (Leonardi Bricalli, 2005). Para su elaboración, se debe conocer los

recursos disponibles en el territorio, como los elementos físico-bióticos, los cuales

condicionan el tipo de actividades agrícolas que pueden realizarse en la zona de

interés al tiempo que permite identificar posibles atractivos turísticos naturales.

También deben considerarse las prácticas productivas y culturales de los

campesinos, las cuales condicionan este potencial ya sea por su posibilidad de ser

un nuevo atractivo para el turista, como por la disponibilidad de otros servicios

asociados al alojamiento, la alimentación u otras actividades recreativas. Esto se

establece teniendo en cuenta las preferencias de los turistas, pero también debe

darse especial relevancia a las perspectivas de los habitantes locales sobre dicha

actividad.

Por lo tanto, se contempla la existencia de una capacidad de acogida del territorio,

entendida como un indicador para reconocer la aptitud del territorio con respecto a

cuál es el mejor uso que podría realizarse dentro de un territorio, o inclusive

considerando albergar diferentes tipos de uso de diversa índole, de acuerdo a las

condiciones de la zona que satisfacen los requerimientos de localización de alguna

actividad, y los impactos generados por la misma (Henríquez Ruiz & Qüense

Abarzúa, 2010; Ríos Gallego, 2014). Se espera encontrar una mayor

Page 44: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

44

compatibilidad entre los usos considerados aptos para realizar en el territorio con

una mayor conservación de las condiciones del medio; de modo que las actividades

económicas de una zona permitan producir beneficios para el humano sin que se

produzcan altos impactos sobre lo ya existente, o al menos se propongan

estrategias de mitigación.

Con respecto a la integración entre actividades turísticas y dinámicas rurales, se

deben identificar las condiciones naturales y socioeconómicas que permiten el

desarrollo de las actividades agropecuarias (Henríquez Ruiz & Qüense Abarzúa,

2010), para proteger los sectores donde existen actividades agrarias o cuentan con

el potencial de territorio para su realización. Se comienzan a identificar tipologías

de turismo que coexistan de manera más armónica con dichas actividades, o se

ubiquen en áreas de mayor potencial para el turismo; y en donde los conflictos por

ocupación del suelo con otras actividades rurales sean más mitigables (Vera et al.,

1997), para no desaprovechar suelos con alto potencial para la producción

alimentaria. Igualmente, la identificación de diferentes alternativas económicas a

partir de la identificación del potencial del territorio, por medio del reconocimiento

de la capacidad de acogida, permitiría reducir la incompatibilidad territorial entre las

dinámicas rurales más tradicionales y el turismo metropolitano.

Page 45: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

45

2. Metodología

2.1 Descripción del área de estudio

Para el desarrollo de la investigación se recolectó información relacionada con

características físico-bióticas y socioeconómicas del área de estudio, compuesta

por la región de Girardot, Cundinamarca, para reconocer transformaciones en sus

actividades agropecuarias y turísticas. Esta área está propuesta como una

aglomeración urbana dentro del documento CONPES 3819, que presenta el

sistema de ciudades para Colombia (Departamento Nacional de Planeación, 2014).

Se eligieron los municipios que conforman dicha aglomeración, Girardot, Ricaurte

y Flandes, como referente empírico para esta investigación. Los dos primeros se

localizan en el suroccidente del departamento de Cundinamarca, y el tercero en el

oriente del departamento de Tolima (Figura 1).

Figura 1: Municipios y veredas que conforman el área de estudio de la investigación. Fuente: Elaboración propia a partir de bases de datos geográficas del DANE (2005).

Page 46: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

46

Se escogieron estos municipios debido a su cercanía entre sí, a que mantienen

condiciones bio-físicas y socioeconómicas similares, y porque en los tres se

presenta un aumento de áreas de vivienda y ocio asociado al turismo de balnearios,

influenciado por la llegada de turistas provenientes de Bogotá en fines de semana

o época de vacaciones. La mayoría de las variables se revisaron en las veredas

más cercanas a las cabeceras municipales, que son más propensas a verse

afectadas por la transformación del suelo rural a urbano (Tabla 1). Como

excepción, los datos de producción agropecuaria se presentan solo a nivel

municipal, debido a que no cuentan con un nivel de desagregación a nivel veredal.

Tabla 1. Veredas seleccionadas dentro del área de estudio para levantamiento de

usos del suelo.

Fuente: elaboración propia a partir de bases de datos de DANE (2005).

2.2 Identificación de cambios en las actividades agropecuarias

Definida el área de estudio, se revisaron sus características físico-bióticas y

dinámicas de cambio en los usos del suelo durante las últimas décadas,

identificando zonas que presentaban actividades rurales, zonas urbanas o áreas

turísticas. Esto define un primer nivel de revisión de las transformaciones

territoriales resultantes por los cambios de la actividad rural a la turística (Gómez

Moreno, 1983). Para su desarrollo, se revisaron fuentes secundarias para

Municipio Vereda Área ha.

Girardot

Zona urbana 2.104

Guabinal Plan 1.410

Aguablanca 917

Santa Helena 1.092

Potrerillo 1.202

Ricaurte

Zona urbana 1.306

El Paso 178

La Virginia 461

Limoncitos 568

Tetilla 1.656

Manuel del Sur 1.320

Flandes

Zona urbana 616

El Topacio 608

Paradero 1 3.008

Page 47: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

47

caracterizar las condiciones físico-bióticas del área de estudio, como también

anuarios estadísticos que detallaran las actividades rurales realizadas en diferentes

años, comparando los cambios en la producción agropecuaria en los años 1991,

1998, 2009 y 2016 tanto en extensión por hectáreas como en producción en

toneladas de productos agropecuarios.

Para revisar los cambios en el uso del suelo, se utilizaron imágenes satelitales

obtenidas por el sensor Landsat para los años 1991 y 2002; y del sensor Sentinel

2 para el año 2018. Se seleccionaron estos tres años tomando en cuenta la

disponibilidad de imágenes y la existencia de poca nubosidad sobre el área de

estudio, con el fin de tener un mayor detalle en el levantamiento de coberturas del

suelo. Asimismo, se eligieron estos años con el fin de obtener un mayor rango

temporal que permitiera reconocer si se produjeron cambios en las coberturas de

interés dentro del estudio.

En el levantamiento de coberturas se utilizó la metodología CORINE Land cover.

En esta se propone la clasificación “de la cubierta biofísica [o cobertura] de la

superficie de la tierra a partir de la interpretación visual de imágenes de satélite

asistida por computador y la generación de una base de datos geográfica” (IDEAM,

2010, p. 9), adaptada a las condiciones del territorio colombiano. Dado que esta

propuesta basa su interpretación tanto en las características de la cobertura

biofísica como en el uso del suelo, se reclasificaron las coberturas obtenidas al

tercer nivel propuesto en esta metodología, en siete usos del suelo y dos

coberturas, con el fin de simplificar los datos obtenidos y facilitar la comparación

entre variables (Tabla 2). Como resultado, se obtuvo la zonificación por usos del

suelo de los años 1991, 2002 y 2018 desde las coberturas de la tierra identificadas.

Estos cambios se complementan con un análisis de los cambios en la producción

agropecuaria enlistadas dentro de los anuarios, comparando si se existen

tendencias similares entre ambas variables.

Page 48: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

48

Tabla 2. Reclasificación de coberturas de la tierra identificadas por CORINE Land

Cover a usos del suelo.

Uso del suelo Descripción Códigos

reclasificados

Zonas urbanas Tejidos urbanos continuos o discontinuos y zonas verdes urbanas.

111, 112, 141

Industria, comercio e infraestructura

Instalaciones destinadas a industria, comercio o servicios sociales de gran extensión o no incluidas en tejidos urbanos. Incluye autopistas y aeropuertos.

121, 122, 124

Minería Zonas de extracción minera 131

Turismo Instalaciones recreativas y zonas destinadas a actividades de ocio o segunda vivienda.

142

Agrícola Coberturas asociadas a actividades agrícolas, incluyendo cultivos transitorios o permanentes.

211, 212, 222, 223, 241, 245

Pecuario Coberturas asociadas a actividades pecuarias, principalmente coberturas de pastos.

231, 232, 233, 244

Áreas agropecuarias heterogéneas

Coberturas de mosaicos en donde existen al tiempo usos agrícolas (cultivos) y usos pecuarios (pastos).

242, 243

Cobertura Descripción Códigos

reclasificados

Bosques y áreas naturales

Coberturas asociadas a zonas de origen natural, incluyendo bosques, herbazales o tierras desnudas.

313, 314, 321, 322, 323, 332, 333

Cuerpos de agua Cauces de ríos u otros cuerpos de agua. 413, 511

Sin información Zonas cubiertas por nubes, sin posibilidad de identificar la cobertura existente.

99

Fuente: Elaboración propia a partir de IDEAM, 2010.

2.3 Evaluación multicriterio y evaluación multiobjetivo

Con la información anterior, se reconocieron los cambios en las condiciones

agropecuarias de la región, los cuales sirvieron de base para identificar las

incompatibilidades existentes entre las actividades rurales y los usos turísticos,

junto con las afectaciones generadas sobre las dinámicas rurales en el territorio

(Gascón, 2016; Gómez Moreno, 1983). Para ello, se propuso la elaboración de dos

evaluaciones multicriterio y una evaluación multiobjetivo que permitieron identificar

las áreas con aptitud territorial adecuada para realizar actividades agropecuarias y

turísticas; así como identificar el conflicto por usos del suelo existente entre ambas,

a partir de algunas condiciones biofísicas y socioeconómicas existentes. Los

resultados de estas evaluaciones señalan los sectores con mayor potencial del

Page 49: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

49

territorio para desarrollar las dos actividades e identificar los diferentes niveles de

incompatibilidad existentes. Estos resultados sirvieron de base para proponer

actividades económicas más adecuadas a realizar en el territorio estudiado (Mikery

Gutiérrez & Pérez-Vazquez, 2014; Sanabria Artunduaga, 2010; Vera et al., 1997).

La evaluación multicriterio (EMC) se refiere a un conjunto de técnicas y

herramientas utilizadas dentro de la toma de decisiones con el fin de encontrar

alternativas a problemáticas presentes dentro de un espacio, a través de la

comparación de diferentes variables o criterios que permitan identificar áreas más

adecuadas para el desarrollo de una actividad o la resolución de un problema, que

es identificado dentro de un objetivo. Se apoya en el uso de Sistemas de

Información Geográfica (SIG) para el manejo de información espacial (Ceballos-

Silva & López-Blanco, 2003; Malczewski & Rinner, 2015). Una de las aplicaciones

de estas técnicas es identificar las actividades económicas más adecuadas que

deberían realizarse dentro de un territorio específico, analizando las condiciones

existentes en el territorio y los usos que podrían desarrollarse de acuerdo con estas

características. Esta evaluación puede aplicarse para identificar la localización de

varios usos, interesándose por la resolución de varios objetivos o para un solo uso

(Sanabria Artunduaga, 2010). Para esta etapa de la investigación se utilizaron

ambos enfoques, aspecto que será detallado más adelante.

Si bien existen diferentes métodos para desarrollar una EMC, una de las técnicas

más utilizadas es la Suma Lineal Ponderada, clasificada como un método

compensatorio aditivo porque debe establecer un peso de ponderación a cada

criterio valorado de manera numérica; el mayor valor obtenido indique la alternativa

y el lugar más adecuado para el objetivo de estudio (Ríos Gallego, 2014). Este

método consiste en multiplicar el valor obtenido en cada criterio con un peso de

ponderación asignado, y luego sumar los productos obtenidos de todos los criterios

elegidos. En el SIG, se produce una capa ráster en donde cada celda contiene el

valor de la suma obtenida por este método, de manera que los valores más altos

localizan las áreas más aptas para el objetivo (Henríquez Ruiz & Qüense Abarzúa,

2010; Santé-Riveira, Crecente-Maseda, & Miranda-Barrós, 2008).

Page 50: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

50

Para la definición de ponderaciones se elabora una matriz de comparación que

contrasta entre sí los criterios seleccionados, la cantidad de filas y columnas será

igual a la cantidad de criterios a revisar, comparando la importancia de cada uno

de los factores con respecto a los demás. La matriz se califica con valores entre 1

a 9 y entre 1/2 a 1/9, siendo 9 cuando el criterio de una fila es de mayor importancia

respecto al de la columna, y 1/9 cuando el criterio de la fila es de menor importancia;

si ambos criterios se consideran igual de importantes, se les asigna el valor 1

(Ceballos-Silva & López-Blanco, 2003; Henríquez Ruiz & Qüense Abarzúa, 2010).

Los resultados de esta matriz deben ser normalizados para poder definir los valores

de ponderación, por lo cual se deben dividir los valores de la matriz por la suma de

la columna en la que el valor se encuentre; después, se deberá sacar el promedio

de los valores obtenidos en el paso anterior para cada una de las filas de la matriz.

El resultado de este promedio por fila será el valor de ponderación de cada criterio,

y la suma de todos los valores de ponderación deberá ser igual a 1 o 100%

(Malczewski & Rinner, 2015).

Para definir la escala de medición de la evaluación, se tomaron ochos variables

que permitieron identificar las áreas con mayor potencial para el desarrollo de

actividades agrarias en el área de Girardot. Todas las variables se estandarizaron

con una clasificación de 1 a 5, siendo 5 las características de cada variable que

son más adecuadas para el desarrollo de lo agropecuario y 1 las que menos

satisfacen esta aptitud. Todos los archivos utilizados dentro de estos criterios

debían ser representados en formato ráster; debido a que varios se presentaban

como archivo vector, fue necesario convertirlos a ráster para procesar la suma

lineal ponderada dentro del SIG. Dado que la información de uso del suelo se

levantó a escala 1:50.000, el tamaño de pixel adecuado para el trabajo se calcula

multiplicando el número de escala por el factor de Precisión de Localización

Máxima, o Maximum Location Accuracy en inglés, el cual equivale a un valor de

0,00024 dentro de la fórmula (Hengl, 2006). De acuerdo con esto, el tamaño de

pixel utilizados en todos los archivos fue de 12x12.

Page 51: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

51

Para la revisión de los criterios utilizados se elaboraron dos evaluaciones

multicriterio. La primera permitió identificar la capacidad de acogida para

actividades agropecuarias dentro del área de estudio, identificando las áreas más

idóneas para el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias en las veredas

seleccionadas (Sanabria Artunduaga, 2010). Los criterios utilizados para esta

medición fueron la clasificación del suelo por capacidad agrológica, la distancia a

fuentes hídricas como indicador de disponibilidad de agua, la distancia a vías como

medida de accesibilidad y el tamaño de los predios en el área rural2. La segunda

evaluación se centró en identificar áreas con mayor amenaza para las actividades

agropecuaria por aptitud turística, que tuvo por objetivo identificar las zonas con

condiciones más aptas para el desarrollo de turismo metropolitano y que pueden

amenazar o desplazar a futuro las actividades agropecuarias existentes (Madrid

Restrepo et al., 2017). Como criterios de evaluación se utilizaron las coberturas

terrestres para el año 2018, el precio del suelo por metro cuadrado, la distancia a

las vías también como factor de accesibilidad y la pendiente del terreno en grados

de inclinación.

Con los resultados obtenidos de ambas evaluaciones, se elaboró una Evaluación

multiobjetivo (EMO) que permitiera comparar ambos escenarios y localizar las

áreas con incompatibilidad territorial entre la actividad agropecuaria y el turismo

metropolitano. Esta evaluación es una técnica que permite “la consideración de

múltiples objetivos para soportar adecuadamente cualquier proceso de toma de

decisiones” (Ríos Gallego, 2014, p. 34); de manera que compara los valores de

aptitud de los diferentes objetivos revisados por medios de EMC, y desde estas

combinaciones propone alternativas para la toma de decisiones, en este caso

relacionadas con la localización de actividades económicas en el territorio

(Henríquez Ruiz & Qüense Abarzúa, 2010). Para este trabajo, el desarrollo de una

EMO permitió conocer las áreas en las cuales se presentan conflictos entre las

2 Para esta evaluación no se tomó como criterio la pendiente del terreno, considerando que la clasificación del suelo por capacidad agrológica ya tiene implícito este atributo dentro de su evaluación (Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2004).

Page 52: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

52

actividades agropecuarios y el turismo metropolitano dentro del área de estudio,

clasificándolos en diferentes niveles de conflicto sobre los cuales se proponen

lineamientos con respecto a los usos del suelo más adecuados a implementar.

En cuanto a los criterios utilizados, primero se explicarán los que componen la

evaluación de capacidad de acogida para actividades agropecuarias. El primero

fue la clasificación del suelo por capacidad agrológica, obtenido del estudio de

suelo realizados por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi para los

departamentos de Cundinamarca y Tolima a escala 1:100.000 (Instituto Geográfico

Agustín Codazzi, 2000, 2004); dado que este criterio no se pudo obtener a una

escala más detallada, se ajustó el tamaño de pixel en la transformación a archivo

ráster de acuerdo con la escala propuesta para el estudio. Esta variable clasifica

los suelos de acuerdo con sus condiciones físico-bióticas para identificar cuáles

son más aptos para desarrollar actividades agrícolas, pecuarias o de conservación.

Se divide en ocho clases de suelo enumeradas en número romanos, siendo la clase

I el suelo con mayor soporte para actividades agrícolas y la clase VIII los no aptos

para este tipo de usos, por lo que deberían destinarse para conservación forestal y

ambiental (Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2004). Debido a que la cartografía

se encontró separada por departamento, se extrajo la información del área de

estudio por departamento y después se unió para generar una sola capa de

capacidad agrológica; posteriormente, se transformó el archivo a formato ráster. En

cuanto a los criterios, los suelos de clase II y III se calificaron con un puntaje de 5

al ser los más aptos de la zona para realizar actividades agropecuarias; y los de

clase VIII o cubiertos con zonas urbanas se puntuaron con 1 (Tabla 3).

El segundo criterio fue la distancia en metros a fuentes de agua, utilizado como

característica para identificar la disponibilidad del recurso hídrico para el desarrollo

de actividades agropecuarias. De acuerdo con Akpoti, Kabo-bah, & Zwart (2019),

se considera necesario conocer la disponibilidad de agua para la agricultura y otras

economías agrarias, con el fin de evaluar el desarrollo de sistemas de irrigación, el

mantenimiento de las actividades pecuarias y el manejo de cuencas afectadas por

este tipo de economías agrarias. Es necesaria la cercanía a fuentes hídricas que

Page 53: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

53

estén presentes como cuerpos de agua superficial, de manera que los productores

rurales puedan obtener el agua necesaria tanto para la irrigación de cultivos como

para el mantenimiento de especies animales. Si bien el acceso al recurso hídrico

también se ve afectado por la pendiente sobre la cual se ubica el predio respecto

al cuerpo de agua, esta variable de inclinación está incluida dentro de las

características de la capacidad agrológica, mencionada anteriormente; por ende,

la pendiente quedaría evaluada bajo este criterio.

Para la clasificación de este criterio, la aptitud se va reduciendo conforme sea

mayor la distancia a algún río, quebrada u otro drenaje permanente. Si bien las

áreas menores a 30 metros de distancia a cuerpos de agua deben ser delimitadas

como rondas de protección ambiental, de acuerdo con el Decreto Ley 2811 de 1974

(Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2014), por generalización

cartográfica se incluirán todas las áreas a más de 200 metros de distancia a una

fuente hídrica dentro de la calificación de mayor valor. Para la revisión de este

criterio, se obtuvieron los drenajes sencillos permanentes de bases cartográficas

del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a) a escala 1:25000. Se calculó la

distancia euclidiana desde dichos cuerpos de agua, generando un archivo ráster

que representaba la distancia de cada píxel con respecto a los cauces

permanentes; el tamaño del píxel se ajustó acorde con la escala propuesta para el

trabajo. La calificación del criterio se realizó de manera que la valoración fuera

menor conforme el píxel estuviera más alejado de los drenajes (Tabla 3).

El tercer criterio fue la distancia a las vías de la región. El acceso de los predios a

la red vial permite identificar áreas que están mejor conectadas a otros servicios de

la región y de otras ciudades, facilitando la comercialización de productos a través

de las vías para su transporte; se consiguen mayores oportunidades y servicios

para los predios rurales al estar conectados con otros lugares (Ubilla-Bravo, 2017).

Para elaborar este criterio, se obtuvo el trazado vial de la región de las bases de

datos geográficas del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a), utilizando tanto

vías pavimentadas y sin pavimentar existentes. A partir de este archivo, se calculó

la distancia euclidiana desde las vías, generando un archivo ráster que

Page 54: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

54

representaba la distancia de cada píxel con respecto al sistema vial. La calificación

del criterio se realizó de manera que la valoración fuera menor conforme el píxel

tuviera mayor distancia a alguna de las carreteras (Tabla 3).

Por último, se revisó el tamaño de los predios del área rural de los municipios. El

tamaño de los predios permite identificar el espacio disponible de las fincas para

que cada propietario pueda desarrollar actividades agropecuarias. Para establecer

su valoración, se utilizó el concepto de Unidad Agrícola Familiar (UAF), definida

como una empresa básica de producción agropecuaria en la que su extensión

ayuda a las familias campesinas a obtener ingresos remunerados, generando un

excedente que forme un patrimonio a partir de la explotación de su predio por parte

del propietario y su familia (Congreso de Colombia, 1994). Para la calificación de

este criterio se revisó el tamaño de la UAF en los municipios de estudio; sin

embargo los tamaños de estas unidades son distintos por departamento, de

manera que en Ricaurte y Girardot se encuentra entre 20 a 35 hectáreas, mientras

que en Flandes puede ser de 10 a 16 hectáreas si es principalmente agrícola o de

27 a 37 hectáreas si se destina para ganadería (Instituto Colombiano de la Reforma

Agraria, 1996). Por consiguiente, se generalizaron estos datos y se calificaron con

el valor 4 los predios con una extensión entre 10 a 20 hectáreas, y con 5 los que

tuvieran más de 20 hectáreas, al tener un tamaño igual o mayor a la UAF

establecida para los municipios de estudio. Los demás predios se calificaron con

1, debido a que tienen un área menor a la establecida por la UAF (Tabla 3).

En relación con la elaboración de la EMC para la amenaza a las actividades

agropecuarias a causa de la aptitud turística, su elaboración se realizó con los

siguientes criterios. El primero fue la clasificación de coberturas terrestres,

retomando la clasificación de coberturas de la tierra en metodología CORINE Land

Cover elaborada anteriormente con el análisis de imágenes satelitales (Tabla 2).

Esta variable se tomó con el fin de identificar las coberturas con actividades que

presentan actualmente formas de turismo metropolitano o que podrían a futuro

verse afectadas por esta actividad. Las coberturas asociadas a territorios

artificializados se consideran las más adecuadas para el desarrollo del turismo

Page 55: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

55

metropolitano, porque actualmente presentan procesos de urbanización y áreas

destinadas a instalaciones turísticas (IDEAM, 2010) y se continuarán realizando

dichas actividades dentro de ellos. También se incluyen las zonas de pastos dentro

de esta calificación, debido a que son coberturas más vulnerables para presentar

procesos de urbanización a futuro.

Tabla 3. Criterios para la evaluación multicriterio de la capacidad de acogida para

actividades agropecuarias.

Calificación Capacidad agrológica del suelo

Distancia a fuentes hídricas

en m.

Distancia a vías en m.

Tamaño del predio en ha.

5 II, III Menos de 200 Menos de

200 Más de 20

4 IV 200 a 500 200 a 500 10 a 20

3 VI 500 a 750 500 a 1.000 -

2 VII 750 a 1.000 1.000 a 2.000

-

1 VIII, ZU Más de 1.000 Más de 2.000

Menos de 10

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2000, 2004)

Por el contrario, las coberturas asociadas a bosques o áreas naturales se

calificaron con el valor más bajo, al ser poco aptas para la construcción de

edificaciones o grandes instalaciones turísticas, siendo aconsejable su destinación

para protección ambiental o promoción de actividades ecoturísticas (Tabla 4). En

cuanto a los cultivos, estos se calificaron con 3, debido a que no son las coberturas

más adecuadas para continuar el desarrollo de segundas residencias o

parcelaciones, pero son vulnerables a que se realicen desarrollos turísticos sobre

ellos. Sin embargo, si se elaboraran propuestas de agroturismo en los municipios,

este tipo de coberturas también podría ser aprovechado como atractivo turístico

(Leonardi Bricalli, 2005).

Otro criterio utilizado fue el precio del suelo por metro cuadrado. Esta variable

identifica la variación del valor del suelo en diferentes partes del territorio, asociado

a otras características como la cercanía a vías, a centros poblados o

Page 56: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

56

equipamientos, que influyen en la valorización de los predios (Kumar & Shaikh,

2013). Esto influye en la localización de futuros desarrollos inmobiliarios en áreas

con una mayor valorización, desplazando a las poblaciones locales preexistentes.

Para identificar este criterio, se revisó el precio del suelo en diferentes puntos de la

región por medio de fuentes secundarias; concretamente, se encontró el precio por

metro cuadrado de 59 puntos entre las áreas urbanas y las veredas de estudio

revisando diferentes buscadores para la venta de inmuebles, incluyendo

apartamentos, casas, lotes o fincas. De cada uno se calculó el precio del metro

cuadrado y se georreferenció su localización.

A partir de los puntos obtenidos, se realizó una interpolación a través de la

herramienta IDW para obtener un valor aproximado de precios que cubriera toda el

área de estudio. Se eligió este método porque permite establecer los valores de

una celda a partir de unos puntos de muestra, representados en este caso por el

precio del suelo, por medio de la combinación lineal ponderada de estos; de

manera que los puntos más lejanos tienen una menor influencia con respecto a los

que estén más cercanos entre sí (Esri, 2016), lo cual permite tener una

aproximación respecto a donde se concentran los puntos con un mayor precio

dentro del área de estudio. Los valores de calificación se clasificaron a partir del

método de cortes naturales aplicado a la capa de interpolación, calificando con un

mayor puntaje a los que presentan un precio del suelo más alto (Tabla 4) y por

ende los que presentan una amenaza alta para las economías agrarias.

El tercer criterio utilizado fue la accesibilidad vial. Esta variable se vuelve a utilizar

dentro de la segunda evaluación multicriterio porque la cercanía a las vías influye

en la localización de actividades turísticas y desarrollos inmobiliarios asociados,

con el fin de facilitar su conexión a otros equipamientos y con los lugares de origen

de los turistas; de manera que existe una aptitud turística alta conforme exista

cercanía a alguna carretera (Kumar & Shaikh, 2013). Para la evaluación de este

criterio se partió de la misma capa de distancia euclidiana a vías elaborada para la

EMC de capacidad de acogida para actividades agropecuarias y el método de

valoración se mantuvo similar, de manera que la calificación para esta aptitud es

Page 57: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

57

más alta conforme más cerca se encuentra la carretera. Sin embargo, los rangos

de calificación se modificaron para este objetivo, debido que las actividades

turísticas necesitan una mayor cercanía a las vías con respecto a las agrarias

(Tabla 4); haciendo que la amplitud de los rangos fuera menor. Cabe resaltar que,

si bien pueden presentarse obstáculos que dificultan la accesibilidad entre los

predios y las vías, como parches de bosque o cuerpos de agua, dentro del área de

estudio no se encontraron este tipo de problemáticas; esto es en parte a que no se

presentaban o porque varios cuerpos de agua son angostos, por lo que los predios

suelen estar conectados a las vías por medio de puentes cortos.

Como último criterio, se elaboró una clasificación de pendiente del terreno medida

en grados de inclinación. La inclinación del terreno puede facilitar o dificultar la

construcción de desarrollos inmobiliarios turísticos; una pendiente muy inclinada

reduce las posibilidades de construcción por ser terrenos susceptibles a erosión

durante los procesos de construcción, incrementando los costos para su desarrollo

(Kumar & Shaikh, 2013). Asimismo, los terrenos con una baja pendiente reducen

los costos y, en asuntos técnicos, facilita el emplazamiento de dichas edificaciones.

Por lo tanto, se consideraron los terrenos con menores a 10° y 5° de pendiente

como los más aptos para el turismo metropolitano, siendo calificados con 4 y 5

respectivamente; mientras que los terrenos con más de 30° se valoraron como los

menos aptos para este tipo de actividad (Tabla 4). Este criterio se obtuvo a partir

de un modelo digital de elevación del satélite ALOS – PALSAR; a partir de dicho

modelo, se calculó la pendiente para el área de estudio.

Page 58: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

58

Tabla 4. Clasificación de criterios para la evaluación multicriterio de amenaza a actividades agropecuarias por aptitud turística.

Calificación Coberturas de la

tierra (nivel 3) Precio del suelo

por m2. Distancia a vías en m.

Pendiente en grados

5 111, 112, 121, 122,

124, 141, 142 Más de

$2.000.000 Menos de 200 < 5

4 231, 232, 233 $1.200.000 - $2.000.000

200 a 450 5 - 10

3 211, 212, 222, 223,

241, 242, 333 $600.000 - $1.200.000

450 a 700 10 - 15

2 131, 243, 244, 245,

321, 332 $200.000 - $600.000

700 a 900 15 - 30

1 313, 314, 315, 323,

413, 511 Menos de $

200.000 Más de 900 > 30

Fuente: Elaboración propia a partir de IDEAM, 2010 e Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2000, 2004.

Con la valoración de los criterios definida, se sobrepusieron las capas de las

variables para desarrollar ambas evaluaciones a través de una suma ponderada

realizada en el SIG. En esta herramienta se pusieron los datos de las variables

propuestas con los respectivos valores de calificación, y se agregaron los

porcentajes de ponderación obtenidos a partir de una matriz de comparación entre

los criterios evaluados (Tabla 5). La definición de los valores de ponderación se

realizó tomando como referencia clasificaciones y ponderaciones utilizadas en

otros estudios que aplicaron evaluaciones multicriterio, las cuales tenían como

objetivo identificar áreas aptas en actividades agropecuarias, zonas turísticas o

crecimientos urbano, y que utilizaron criterios de evaluación similares a los

mencionados anteriormente (Henríquez Ruiz & Qüense Abarzúa, 2010; Kumar &

Shaikh, 2013; Ríos Gallego, 2014; Santosh, Krishnaiah, & Deshbhandari, 2018).

El resultado fue una capa ráster del área de estudio para los dos objetivos

propuestos con una puntuación de 1 a 5. Para el ráster de capacidad de acogida

para actividades agropecuarias 5 equivale a las áreas como mayor aptitud para

realizar actividades agropecuarias, y 1 las zonas donde las condiciones no

presentan potencial para su desarrollo. Para el resultado de amenaza por aptitud

turística, 5 representa sectores donde la aptitud es muy alta para el desarrollo del

Page 59: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

59

turismo y por ende podría entrar en conflicto con las actividades agrarias, y 1 señala

los sitios donde las condiciones son poco propicias para la extensión del turismo

metropolitano.

Tabla 5. Matriz de comparación entre criterios para evaluaciones multicriterio.

Ponderación capacidad de acogida para actividad agropecuaria

Criterios Capacidad agrológica

Acceso a fuentes hídricas

Distancia a vías

Tamaño predial

Ponderación

Capacidad agrológica

1 1/2 3 3 34%

Acceso a fuentes hídricas

2 1 2 1/3 27%

Distancia a vías 1/3 ½ 1 1/2 10%

Tamaño predial 1/3 3 2 1 29%

Ponderación amenaza por aptitud turística

Criterios Cobertura de la tierra

Precio del suelo

Distancia a vías

Pendiente Ponderación

Coberturas de la tierra

1 3 3 1/3 32%

Precio del suelo 1/3 1 2 2 26%

Distancia a vías 1/3 ½ 1 1/2 11%

Pendiente 3 ½ 2 1 31% Fuente: Elaboración propia con base en Malczewski & Rinner (2015).

Por último, se elaboró la EMO para identificar el conflicto existente entre la

capacidad de acogida para actividades agropecuarias y la amenaza por aptitud

turística. Desde este conflicto, se clasificaron las diferentes zonas del área de

estudio según el nivel de incompatibilidad entre actividades. Para definir estos

niveles, se elaboró una matriz en la cual se compararon las calificaciones de ambas

EMC, estableciendo una categorización en cinco niveles que caracteriza la

interacción entre las calificaciones de las evaluaciones multicriterio y la existencia

de incompatibilidades entre ambas actividades (Tabla 6). Cada combinación se

Page 60: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

60

codificó con un número romano para indicar el nivel de conflicto existente (Márquez

Calle, 2000).

La clasificación de los diferentes niveles de incompatibilidad territorial dentro de

esta evaluación se realizó en las siguientes categorías:

• V – Incompatibilidad alta en áreas con aptitud alta para actividades

agropecuarias y turísticas: Identifica zonas con aptitud alta o muy alta para

las actividades turísticas y capacidad de acogida alta o muy alta para las

actividades agropecuarias, siendo las de mayor conflicto por ocupación del

suelo.

• IV – Incompatibilidad media en áreas con aptitud media para actividades

agropecuarias y turísticas: Representa los sectores con aptitud media para

las actividades turísticas y capacidad de acogida media para las actividades

agropecuarias.

• III – Incompatibilidad baja en áreas con aptitud alta solo para actividades

agropecuarias: Caracteriza las zonas con capacidad de acogida alta o muy

alta para actividades agropecuarias, y aptitud media, baja o muy baja para

las actividades turísticas.

• II – Incompatibilidad baja en áreas con aptitud alta solo para actividades

turísticas: Representa los sitios con aptitud alta o muy alta para actividades

turísticas, y capacidad de acogida media, baja o muy baja para actividades

agropecuarias.

• I – Incompatibilidad baja por aptitud baja para actividades agropecuarias y

turísticas: Identifica sectores con aptitud baja o muy baja para las actividades

turísticas y capacidad de acogida baja o muy baja para las actividades

agropecuarias, por lo que representan el menor conflicto por ocupación del

suelo.

Page 61: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

61

Tabla 6. Matriz de niveles de incompatibilidad territorial para la evaluación multiobjetivo.

Amenaza por aptitud turística

5 4 3 2 1

Capacidad

de acogida

actividad

agropecuaria

5 V V III III III

4 V V III III III

3 II II IV IV IV

2 II II IV I I

1 II II IV I I

Fuente: Elaboración propia con base en Márquez Calle (2000).

Para identificar estas áreas dentro del SIG, se realizó una sobreposición

cartográfica de las capas resultantes de ambas evaluaciones multicriterio por medio

de la herramienta Combinación, obteniendo una nueva capa con todas las

clasificaciones posibles presentes dentro de la matriz. El resultado de este proceso

se reclasificó, asignando la codificación presentada en la Tabla 6 para clasificar los

diferentes niveles de conflicto existentes entre ambas actividades económicas.

Page 62: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

62

3. Resultados

3.1 Cambios de las actividades agropecuarias y turísticas en la región de Girardot, Cundinamarca

Dentro del área de estudio se han identificado cambios con respecto a las

actividades económicas realizadas en diferentes épocas. Estas transformaciones

están asociadas a las características físico-bióticas del territorio que condicionan el

tipo de usos del suelo existentes; e igualmente están influenciadas por las

dinámicas que ha tomado el turismo y las economías agrarias en la zona. Por lo

tanto se presentarán estos aspectos, comenzando con la caracterización de las

condiciones físico-bióticas como base natural de la región de Girardot; y

posteriormente se mostrarán los cambios identificados en las coberturas del suelo

y la producción agropecuaria entre los años 1991 y 2018.

3.1.1 Condiciones físico-bióticas del área de estudio

Para presentar las características físico-bióticas de la región de Girardot, primero

se comenzará con sus principales características geológicas y geomorfológicas.

Dentro de estos municipios se presentan cuchillas con escarpes de inclinación alta

al costado oriental y occidental del área de estudio, resultado de fallas inversas y

de cabalgamiento existentes asociadas a los sistemas de fallas del Valle del Río

Magdalena y de Agua de Dios, que conforman este conjunto de zonas montañosas

paralelas con poca posibilidad para el desarrollo de actividades agrícolas de gran

extensión. En medio de las dos cuchillas se presenta un valle conformado por

terrazas aluviales compuestas de los depósitos aluviales del cuaternario de los ríos

Bogotá y Magdalena; área en la cual se están concentrando las actividades

agropecuarias, urbanas y turísticas de las zonas. En el municipio de Flandes se

presentan un relieve de valle bastante plano, conformado principalmente por el

abanico de Guamo, conformado principalmente de material volcánico; igualmente

se presentan depósitos aluviales del cuaternario en las orillas del río Magdalena.

Las rocas ubicadas hacia el departamento de Cundinamarca, dentro del área de

Page 63: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

63

estudio, son principalmente sedimentarias; y están asociadas a las estribaciones

del flanco occidental de la cordillera oriental (INGEOMINAS, 2002; Instituto

Geográfico Agustín Codazzi, 2000).

En cuanto a las condiciones climáticas, toda el área de estudio se encuentra en la

zona de bosque seco tropical, de acuerdo con el sistema de clasificación de zonas

de vida de Holdridge; esta tiene una temperatura promedio mayor a 24 °C, una

precipitación anual promedio entre los 1000 y 2000 mm, y se localiza en altitudes

menores a los 1100 msnm. Comparando con datos climáticos específicos de los

municipios estudiados, toda el área se encuentra por debajo de los 600 msnm,

incluyendo sus áreas montañosas; sus cabeceras municipales tienen una

temperatura promedio de 27°C y una precipitación anual promedio de entre 1026 y

1100 mm, presentando un régimen de lluvias bimodal que se extiende entre los

meses de marzo-mayo y octubre-diciembre. Además, presenta una

evapotranspiración anual de 1600 mm, mayor al promedio de precipitaciones, lo

cual le da su característica de clima cálido y seco (Instituto Geográfico Agustín

Codazzi, 2000). Estas condiciones climáticas se vuelven uno de los principales

factores que genera atractivos para desarrollar un turismo de balnearios en la zona;

sin embargo, también permiten la producción de algunos productos agrícolas,

especialmente si esta condición se asocia con las características edafológicas

presentes.

Para caracterizar los suelos del área de estudio, se toma en cuenta la clasificación

de suelo por su capacidad de uso o capacidad agrológica que clasifica de uno a

ocho cada tipo de suelo, de acuerdo a las actividades agropecuarias más

adecuadas para realizar sobre los mismos; la clase I se refiere a los suelos más

fértiles y con mejores condiciones para la agricultura, y la clase VIII los que cuentan

con pocas condiciones para desarrollar agricultura o ganadería, y por ende deben

ser destinados para actividades protección y conservación (Instituto Geográfico

Agustín Codazzi, 2000). Para el área de estudio, los tipos de suelo de mayor

extensión son la clase II, ubicada sobre las veredas del municipio de Flandes, y la

clase III, localizada en la mayoría de las veredas de Ricaurte y Girardot (Figura 7).

Page 64: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

64

Estos tipos de suelo se caracterizan por tener terrenos planos a ligeramente

inclinados, ser moderadamente profundos, bien drenados, y tener una fertilidad

moderada a alta; estas condiciones los vuelven muy aptos para desarrollar

actividades agrícolas intensivas, permitiendo el desarrollo de cultivos transitorios o

anuales, aunque también se pueden presentar ganadería. Están localizados

principalmente en las terrazas y depósitos aluviales asociadas a los valles del río

Bogotá y del río Magdalena; y cabe destacar que el municipio de Flandes se

localiza sobre un abanico conformado por materiales de origen ígneo, lo cual

facilitar que sus tierras sean las más fértiles de la zona, y por ello presenten una

alta aptitud para la agricultura.

Figura 2. Mapa de clasificación del suelo por capacidad de uso en el área de estudio.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004).

Page 65: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

65

En cuanto a las demás clases agrológicas, estas representan el 39,3% del área de

estudio (Tabla 7). De estas, se presentan algunos sectores de clase IV repartidas

en diferentes sectores de los tres municipios, con pendientes ligeras a fuertemente

inclinadas aledañas a los valles existentes; este tipo de suelo permite el desarrollo

de agricultura con algunas restricciones en las técnicas de cultivo, pero también

son suelos aptos para el desarrollo de ganadería semi-intensiva de manera

controlada. Los suelos de clase VI, VII y VIII se encuentran ubicados sobre

pendientes escarpadas con gradientes de inclinación iguales o mayores al 25%,

por lo cual se ubican en las cuchillas de origen estructural, localizadas a los

costados oriental y occidental del área de estudio. Estos suelos son poco aptos

para la agricultura y solamente la clase VI es apta para desarrollar algunos cultivos

forestales o para el desarrollo rentable de explotaciones ganaderas. Las demás

clases son poco aptas para actividades agropecuarias rentables, por lo que es

aconsejable que su uso se destine a actividades de protección forestal,

reforestación y conservación (Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2000, 2004).

Tabla 7. Extensión por hectáreas de la clasificación del suelo por capacidad

agrológica en el área de estudio.

Clase agrológica

Extensión hectáreas

Porcentaje

II 3.557 21,8%

III 6.366 38,9%

IV 1.548 9,5%

VI 589 3,6%

VII 1.962 12,0%

VIII 927 5,7%

Zona urbana

1.403 8,6%

Total 16.352 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004).

Page 66: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

66

3.1.2 Cambios en las coberturas terrestres

En la identificación de coberturas y su reclasificación a usos del suelo, se observa

diferentes transformaciones en las áreas destinadas tanto para actividades

agropecuarias como para el turismo, y de las zonas urbanas entre el periodo 1991

a 2018 (Tabla 8). Existe una reducción de las zonas con usos agrícolas y en áreas

heterogéneas con usos agropecuarios, pasando a representar del 26,8% al 9,1% y

del 11,8% al 7,5% respectivamente del área de estudio; se identifica la pérdida de

áreas destinadas a actividades agrícolas hacia otros usos del suelo. Por el

contrario, existe un aumento de las áreas destinadas a actividades pecuarias, del

17,1% al 25,8% del área de estudio, de manera que otras coberturas se han ido

transformando en pastizales utilizados para actividades ganaderas, especialmente

zonas en donde originalmente los usos eran ocupados por cultivos.

Por otra parte, la reducción de áreas agrícolas o agropecuarias heterogéneas no

se dio de la misma manera entre los periodos 1991-2002 y 2002-2018 (Figura 3,

Figura 4, Figura 5). El cambio en este tipo de coberturas fue mucho más

acentuado para el último periodo, por lo que su transformación hacia usos de tipo

pecuario, urbano o turístico se dio de manera más acelerada durante los últimos

años. Esto coincide con los crecimientos urbanos que se han expandido hacia las

zonas de cultivo más cercanas a las cabeceras municipales; y también evidencia

la desincentivación de actividades agrícolas, las cuales son menos rentables frente

a otras actividades y, por ende, la población local está dejando de practicarlas.

Page 67: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

67

Figura 3. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 1991. Fuente: Elaboración propia a partir de imágenes satelitales Landsat para el año 1991.

Por otro lado, las zonas urbanas y de turismo han aumentado entre los tres años

revisados. Ha habido procesos de expansión urbana relacionados con actividades

turísticas, como hoteles, condominios o conjuntos residenciales para segunda

vivienda; pero también se puede estar presentándose expansión de estas zonas

debido a otros procesos urbanos. En los usos clasificados como zonas urbanas, se

puede dificultar la diferenciación en zonas destinadas a usos turísticos de zonas

residenciales para la población local; de modo que las áreas de expansión de esta

coberturas pueden estar asociadas a instalaciones meramente turísticas, a

proyectos inmobiliarios que cumplen una doble función de segunda vivienda o de

residencia permanente para personas oriundas de Girardot, o inclusive son

resultado de crecimientos urbanos asociados a nuevos asentamientos formales o

informales destinados exclusivamente a la población local. El tercer caso no será

revisado, por no ser objeto central del estudio.

Page 68: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

68

Figura 4. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 2002. Fuente: Elaboración propia a partir de imágenes satelitales Landsat para el año 2002.

Figura 5. Mapa de usos del suelo en el área de estudio para el año 2018. Fuente: Elaboración propia a partir de imágenes satelitales Sentinel 2 para el año 2018.

Page 69: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

Tabla 8. Área en hectáreas y porcentaje de participación de los usos del suelo en el área de estudio, años 1991, 2002 y 2018.

Fuente: Elaboración propia a partir de imágenes satelitales Landsat para los años 1991 y 2002, y Sentinel 2 para el año 2018.

Uso/Cobertura 1991 2002 2018

Cambio área entre 1991 y 2002

Cambio área entre 2002 y 2018

Área Porcentaje Área Porcentaje Área Porcentaje Área Porcentaje Área Porcentaje

Agrícola 5.232 31,8% 4.531 27,6% 2.286 13,9% - 701 - 13,4% - 2.245 - 49,5%

Áreas agropecuarias heterogéneas

2.084 12,7% 2.043 12,4% 1.340 8,1% - 41 - 2% - 703 - 34,4%

Bosques y áreas naturales

4.014 24,4% 4.135 25,1% 5.005 30,4% + 121 + 3% +870 + 21%

Cuerpos de agua 392 2,4% 384 2,3% 352 2,1% - 8 - 2% - 32 - 8,3%

Industria, comercio e infraestructura

74 0,4% 92 0,6% 168 1,0% + 18 + 24,3% + 76 + 82,6%

Minería 11 0,1% 8 0,0% 38 0,2% - 3 - 27,3% + 30 + 375%

Pecuario 2.630 16,0% 3.204 19,5% 4.255 25,9% + 574 + 21,8% + 1051 + 32,8%

Turismo 568 3,5% 928 5,6% 1.371 8,3% + 360 + 63,4% +443 + 47,7%

Zonas urbanas 874 5,3% 1.120 6,8% 1.631 9,9% + 246 + 28,1 % +511 + 45,6%

Sin información 567 3,4% 0 0% 0 0% -- -- -- --

Área total 16.446 100% 16.446 100% 16.446 100% -- -- -- --

Page 70: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

70

Al comparar las áreas en donde se localiza la expansión de los usos urbanos o

turísticos (Figura 3, Figura 4, Figura 5), dichos crecimientos se presentan sobre

algunos ejes asociados a vías principales de la zona. El principal aumento de

instalaciones turísticas se encuentra sobre la vía que conecta los cascos urbanos

de Girardot y Ricaurte, vía principal de salida para la ciudad de Bogotá de donde

proviene gran parte de los visitantes de dichos municipios. Igualmente, el casco

urbano del municipio de Girardot se está extendiendo hacia el norte sobre el eje

que conecta con el municipio de Tocaima, y que también funciona como vía alterna

a Bogotá. Al tiempo, se presenta un aumento del área urbana del municipio de

Flandes hacia el sur, sobre la vía que conecta con los municipios de Espinal o

Ibagué. De manera que los crecimientos urbanos, incluyendo las áreas asociadas

con usos turísticos, se extienden a través de los ejes principales que atraviesan

esta área metropolitana y conectan con las ciudades de mayor tamaño de la región,

especialmente de Bogotá de donde proviene gran parte de los turistas que poseen

segundas viviendas en la zona, o hacen uso de las instalaciones recreativas

existentes; transformando los diferentes usos que anteriormente eran rurales y que

estaban localizados sobre dichos ejes.

3.1.3 Cambios en la producción agropecuaria

También es necesario identificar la manera en que se ha transformado la

producción agropecuaria durante los últimos años, al ser la actividad económica

principal que tradicionalmente se ha desarrollado en los espacios rurales y en las

que históricamente se han empleado sus pobladores (Garcia Bartolomé, 1991).

Estas transformaciones muestran cambios en las prácticas desarrolladas por la

población rural, incluyendo su pérdida. También permite reconocer la manera en

que lo rural se transforma a partir de otras prácticas que históricamente no eran

consideradas rurales, pero que actualmente se implementan en estos espacios y

modifican los mismos procesos asociados a la dicotomía rural-urbano.

Page 71: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

71

Al revisar los datos de producción agrícola a nivel municipal, se observa una

reducción en la mayoría de los cultivos para los municipios de Girardot y Ricaurte

entre los años 1991 y 2016, tanto en las áreas cosechadas como en la producción

por toneladas, disminuyendo la producción agrícola dentro del área de estudio

(Tabla 11). Por ejemplo, la producción de algodón perdió el 88,9% de su área

cosechada en Girardot y el 95% en Ricaurte entre 1991 y 2009. Por otra parte,

algunos productos aumentaron su producción entre 1991 y 2005, como el sorgo o

el arroz de riego, pero para el año 2016 vuelven a reducirse significativamente.

Figura 6. Cultivos de algodón en zona rural del municipio de Flandes. Fuente: fotografía del autor tomada en visitas a campo.

En cuanto a los datos de producción de cultivos para el municipio de Flandes entre

1992 y 2013, se redujeron en un 51,2% de la extensión total de áreas cosechadas

sin embargo, la producción total en toneladas se incrementó en un 192,9% (Tabla

9). Este cambio sugiere que, si bien se han reducido las áreas de cultivo, la

producción en las mismas se ha intensificado para volverlas más productivas en un

área mucho menor, aumentando la rentabilidad (Figura 6). Sin embargo, debido a

las diferencias en la forma de presentar los datos de producción agrícola en las

fuentes consultadas (Alcaldía de Flandes, 2016; Gobernación del Tolima, 1993) y

por la falta de datos en otros años intermedios al periodo estudiado, no se puede

revisar en detalle los cambios producidos en cada cultivo, siendo insuficiente para

identificar en detalle los cambios de rendimiento en cada producto.

Page 72: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

72

Tabla 9. Producción agrícola en el municipio de Flandes entre 1992 y 20133.

Cultivos

1992

Tipo de cultivo

2013

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Arroz 647 4.205 Semestrales 2.456 15.792

Sorgo 1.814 5.805 Anuales 260 5.200

Yuca 17 136 Semi-

permanentes 0 0

Maní 858 1.551 Permanentes 665 13.480

Ajonjolí 15 9 Total 3.381 34.472

Algodón 3.246 6.167

Total 6.597 17.873

Fuente: Elaboración propia a partir de Alcaldía de Flandes, 2016 y Gobernación del Tolima, 1993.

De este modo, se ha reducido la producción de la mayoría de los productos

agrícolas en los municipios del departamento de Cundinamarca para el 2016,

presentando una pérdida de las prácticas de estas actividades dentro del área de

estudio. Sin embargo, el municipio de Flandes presenta un comportamiento distinto

al aumentar su producción, pero al reducirse las áreas cultivadas también se

evidencia la disminución de la vocación agrícola del municipio, de manera que hay

menos productores y menos áreas agrícolas, en donde la producción se ha vuelto

más intensiva. Además, la dinámica de este cambio no ha sido igual entre

productos durante la época de estudio; algunos han tenido una reducción

progresiva tanto en su producción como en el área cosechada, mientras que otros

han tenido momentos de aumento seguidos de una reducción reciente. Como

excepciones, aparecen los cultivos de mango y sábila, los cuales aparecen como

nuevos productos cultivados o que han tenido un leve aumento en su producción

durante los últimos años. Sin embargo, son incipientes si se comparan con los

niveles de producción alcanzados por algunos cultivos en periodos anteriores.

3 Los datos de cultivos de algodón presentados en la tabla 9 corresponden al año 1991, debido a que es la información disponible más cercana a la fecha presentada; no se pudieron obtener datos para el año 1992.

Page 73: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

73

En cuanto a la producción pecuaria, solo se tomaron los datos obtenidos para los

municipios de Girardot y Ricaurte en los anuarios estadísticos (Gobernación de

Cundinamarca, 1991, 2002, 2010, 2016), debido a que no se encontró información

suficiente para la producción ganadera en Flandes para realizar una comparación

rigurosa. Dentro de los municipios mencionados, el cambio de la producción

pecuaria no presenta una tendencia clara como en las actividades agrícolas (Tabla

10). Algunos productos, como el ganado porcino y bovino ha tenido momentos de

mayor y menor producción en diferentes años, de modo que no se establece si la

tendencia es decreciente o en aumento. Inclusive, entre los mismos municipios los

cambios en la producción presentan comportamientos diferentes. Por ejemplo,

mientras las áreas de pastos para ganadería en Girardot tuvieron una reducción

hacia 1998, a partir de este año se incrementó la extensión de dicha cobertura,

quedando para el año 2015 con un área mucho mayor que en 1990. Por el

contrario, en Ricaurte se ve una reducción de estas áreas durante todo el periodo

de estudio, siendo mayor su disminución entre 1990-1998 y 2009-2015.

Tabla 10. Producción pecuaria en Girardot y Ricaurte entre 1990 y 2015.

Municipio Producción 1990 1998 2009 2015

Girardot

Bovinos (cabezas)

7.983 5.317 7.312 5.388

Leche (Lt. /día)

- 3.000 13.868 3.804

Pastos (Ha.) 13.300 5.212 6.223 17.060

Porcinos (cabezas)

2.450 462 648 6.980

Avícola (individuos)

100.000 55.500 37.000 -

Ricaurte

Bovinos (cabezas)

5.267 6.550 7.838 7.820

Leche (Lt. /día)

- 6.000 3.299 6.194

Pastos (Ha.) 12.500 8.310 7.814 2.278

Porcinos (cabezas)

940 2.750 13.940 3.270

Avícola (individuos)

- 5.300 15.800 -

Fuente: Elaboración propia a partir de anuarios estadísticos (Gobernación de Cundinamarca, 1991, 2002,

2010, 2016).

Page 74: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

74

Tabla 11. Producción agrícola en los municipios de Girardot y Ricaurte entre 1991 y 2016.

Municipio Tipo Cultivos

1991 1998 2009 2016

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Área cosechada

(ha.)

Producción (Ton.)

Girardot

Transitorios

Algodón 750 1500 200 360 83,2 208 - -

Maíz 200 360 190 315 150 217 8 7

Sorgo 150 375 1100 2850 570 2148 66 165

Permanentes

Mango - - - - - - 41 123

Plátano - - 43 301 40 200 26 312

Sábila - - - - - - 6 120

Anual Yuca 20 80 5 25 - -

Ricaurte

Transitorios

Algodón 3200 6400 250 375 160 320 - -

Maíz - - 250 355 312 722,5 - -

Sorgo 240 600 2200 3640 2650 6085 50 125

Arroz riego

230 1380 300 2100 300 2130 40 200

Permanentes

Cítricos - - 15 30 25 275 30 120

Mango - - 20 80 21 210 58 290

Plátano - - 150 450 30 300 50 200

Sábila - - - - - - 70 840

Fuente: Elaboración propia a partir de anuarios estadísticos (Gobernación de Cundinamarca, 1991, 2002, 2010, 2016).

Page 75: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

75

3.2 Identificación de la incompatibilidad territorial entre actividades agropecuarias y la aptitud turística

Se han observado cambios en las dinámicas de las actividades turísticas y

agropecuarias dentro del área de estudio, demostrando que esta región cuenta con

un alto potencial para la realización de ambas. Sin embargo, es evidente la pérdida

de algunos usos relacionados con una ruralidad tradicional, al tiempo que las

economías relacionadas con el turismo metropolitano van en aumento. Se presenta

la existencia de incompatibilidades entre ambos tipos de uso dentro de los

municipios, por lo que la medición de la capacidad de acogida para la actividad

agropecuaria y la aptitud para el turismo permitirá identificar los sectores más

adecuados para el desarrollo de ambas, y asimismo reconocer las áreas en donde

este potencial genera conflictos para acceder a los suelos con mejor aptitud. Por lo

tanto, en este apartado se presentarán los resultados obtenidos de las

evaluaciones multicriterio (EMC) y la evaluación multiobjetivo (EMO) que

permitieron identificar la incompatibilidad entre estos dos ámbitos.

3.2.1 Evaluación multicriterio de la capacidad de acogida para la actividad agropecuaria

En la elaboración de la evaluación multicriterio de la capacidad de acogida para la

actividad agropecuaria se utilizaron cuatro variables que identifican las áreas con

un potencial del territorio apto para realizar actividades agropecuarias dentro de la

región de Girardot. Resulta adecuado presentar las particularidades de cada una

de estas variables para presentar su comportamiento y contextualizar las

características que conllevaron a la identificación de las áreas más adecuadas para

desarrollar economías agrarias.

La primera variable, la clasificación de suelo por su capacidad de uso o capacidad

agrológica, se caracteriza porque clasifica de uno a ocho cada tipo de suelo de

acuerdo a las actividades agropecuarias más convenientes a realizar, siendo la

clase I los suelos con mejores condiciones para la agricultura, y la clase VIII los

que cuentan con pocas condiciones para desarrollar agricultura o ganadería

Page 76: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

76

(Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2000). Para el área de estudio, los tipos de

suelo de mayor extensión son la clase II, ubicada sobre los veredas del municipio

de Flandes, y la clase III, localizada en la mayoría de veredas de Ricaurte y Girardot

(Figura 7); estos suelos se caracterizan por tener terrenos planos a ligeramente

inclinados, ser moderadamente profundos, bien drenados, y tener una fertilidad

moderada a alta. Estos rasgos los vuelven suelos muy aptos para actividades

agrícolas intensivas en cultivos transitorios o anuales; aunque también pueden

presentar ganadería. Estos suelos se localizan principalmente en las terrazas y

depósitos aluviales de los valles del río Bogotá y del río Magdalena. Debido a estas

condiciones, la valoración de ambos suelos en la evaluación fue de 5, debido a sus

condiciones adecuadas para el desarrollo de actividades agrarias y representa el

63,6% de toda el área de estudio.

Figura 7. Mapa del criterio clasificación del suelo por capacidad agrológica. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004).

Page 77: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

77

En cuanto a las demás clases agrológicas, representan el 36,4% del área de

estudio (Tabla 12). De estas, existe zonas de clase IV repartidas en diferentes

sectores de los tres municipios, en zonas de pendientes ligeras a fuertemente

inclinadas aledañas a los valles existentes; este tipo de suelo permite el desarrollo

de agricultura con algunas restricciones en las técnicas de cultivo, pero también

son suelos aptos para el desarrollo de ganadería semi-intensiva de manera

controlada; por lo cual fueron calificados con el valor de 4. Los suelos de clase VI,

VII y VIII se encuentran ubicados en las cuchillas de origen estructural a los

costados oriental y occidental del área de estudio; son poco aptos para la

agricultura y solamente la clase VI es apta para desarrollar algunos cultivos

forestales, siendo calificado con el valor 3. Para las demás clases se aconseja que

su uso se destine a actividades de protección forestal, reforestación y conservación

(Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 2000, 2004) debido a su baja adecuación de

desarrollar actividades agropecuarias. Por ende, las clases VII y VIII se calificaron

con 2 y 1 respectivamente.

Tabla 12. Extensión por hectáreas del criterio clasificación del suelo por capacidad agrológica.

Calificación Clases

agrológicas Extensión

ha. Porcentaje

5 II/III 7.875 63,6%

4 IV 1.026 8,3%

3 VI 589 4,8%

2 VI 1.905 15,4%

1 VII/ZU 983 7,9%

Total 12.378 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004).

El segundo criterio se refiere a la distancia a las fuentes de agua, representados

en escorrentía superficial permanente y canales artificiales para irrigar cultivos. En

general, las calificaciones que tienen una mayor extensión en el área de estudio

son 5 y 4, que corresponden a una distancia menor a 200 m. y entre 200 a 500 m.

a fuentes de agua, respectivamente; en conjunto, ambas representan el 78,5% de

la zona de estudio (Tabla 13). Esta región cuenta con diferentes cauces

permanentes que permiten el acceso al recurso hídrico en la mayor parte del

Page 78: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

78

territorio, la cual puede ser aprovechada para actividades agro-productivas. Son

menos significativas las áreas que se encuentran a más de 500 m. de algún cuerpo

de agua, equivaliendo al 21,5% del área de las veredas analizadas.

Tabla 13. Extensión por hectáreas del criterio distancia a fuentes de agua.

Calificación Distancia a

fuentes de agua Extensión

ha. Porcentaje

5 Menos de 200 m. 5.345 43,0%

4 200 a 500 m. 4.409 35,5%

3 500 a 750 m. 1.699 13,7%

2 750 a 1000 m. 690 5,6%

1 Más de 1000 m. 276 2,2%

Total 12.418 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

En cuanto a su distribución geográfica, la mayoría de las veredas presentan una

calificación de 4 y 5 dentro de sus territorios porque son atravesadas por varias

quebradas, ríos o canales, facilitando el acceso al agua para los productores

agropecuarios. Sin embargo, algunas veredas concentran las áreas con las

menores calificaciones de este criterio, en este caso 1 y 2, encontrándose más

retiradas de dichos cuerpos de agua, dificultando el acceso a este recurso y

restringiendo el desarrollo de estas economías rurales. Los casos más

representativos son la vereda El Topacio, y sectores de Potrerillo y Manuel del Sur

en donde no transcurren cuerpos de agua permanente (Figura 8).

El tercer criterio, el tamaño de los predios de las zonas rurales, presenta diferentes

características. La mayoría de predios presentan un tamaño menor a 10 hectáreas,

representando el 95,4% del total de predios existentes dentro de las veredas

estudiadas, demostrando una alta fragmentación predial en el área de estudio

fomentada para la construcción de segundas viviendas o condominios que se están

emplazando sobre los suelos rurales de los municipios cerca a la cabeceras

urbanas Debido al poco tamaño de estos predios, en extensión representan el

24,1% del área de estudio, y se valoraron con la calificación 1 debido a que su

tamaño es inferior al área mínima definida para la UAF de los municipios, por lo

que es poco apta para el desarrollo de actividades agrarias (Tabla 14).

Page 79: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

79

Figura 8. Mapa de clasificación del criterio distancia a cuerpos de agua. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

Por lo tanto, solo el 4,6% de los predios existentes tienen un tamaño igual o superior

al definido por la UAF para los municipios de estudio, calificados con los valores 4

y 5. Es baja la cantidad de predios disponibles dentro de estas veredas para el

desarrollo de actividades agropecuarias, especialmente que solo hay 147 predios

valorados con la calificación 5, los cuales tienen la valoración más alta de aptitud

agropecuaria al contar con una extensión mayor a 20 hectáreas; facilitando el

desarrollo de actividades agrarias de gran extensión o de otras explotaciones

dentro de un mismo terreno. Aun así, estos predios representan la mayor extensión

dentro del área de estudio debido a su gran tamaño, equivaliendo al 75,9% de la

extensión total de predios rurales identificados (Tabla 14). Por lo mismo, existe un

área de gran tamaño dentro del área de estudio que podría ser utilizada para

Page 80: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

80

desarrollar actividades agropecuarias a partir de su tamaño predial, que sin

embargo se encuentran concentrados en unos pocos propietarios.

Tabla 14. Número de predios y su extensión por hectáreas dentro del área de estudio.

Calificación Tamaño del

predio No.

Predios Porcentaje

Extensión ha.

Porcentaje

5 Más de 20 ha. 147 2,5% 7.736 64,2%

4 De 10 a 20 ha. 121 2,1% 1.405 11,7%

1 Menos de 10 ha. 5.585 95,4% 2.904 24,1%

Total 5.853 100,0% 12.045 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019b).

En cuanto a su localización, no se encuentra una tendencia espacial

completamente definida. Los predios calificados con 1 suelen ubicarse cerca a

otros con este mismo valor porque se encuentran dentro de condominios o

parcelaciones, ya construidas o proyectadas, producto de la fragmentación predial

producida por el fenómeno de segundas viviendas; esto explica la razón de que

sea tan alta la proporción de predios menores a dos hectáreas en el área de

estudio. Sin embargo, no se sitúan en un solo punto del suelo rural, sino que están

presentes de manera dispersa dentro de las veredas. Suelen concentrarse cerca

de las vías principales por accesibilidad, pero pueden estar en las periferias de los

suelos urbanos, en suelos suburbanos, o incluso en áreas propiamente de suelo

rural. Igualmente, los predios de mayor extensión se localizan de manera dispersa

dentro del área: si bien algunos se encuentran retirados de los suelos urbanos,

sobres las zonas montañosas o en los límites con veredas fuera del área de

estudio, otros están contiguos al suelo urbano, existiendo predios mayores a 20

hectáreas aledaños a los límites de las cabeceras municipales (Figura 9).

Page 81: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

81

Figura 9. Mapa de clasificación del criterio tamaño de los predios rurales. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019b).

Con respecto al último criterio, la distancia a las vías, la región se encuentra

conectada con diferentes carreteras tanto pavimentadas como sin pavimentar,

porque esta zona se localiza en medio de diferentes carreteras principales que

conectan con otras ciudades de mayor tamaño e importancia como Bogotá, Ibagué

y Neiva. También hay una red de carreteras secundarias y terciarias distribuidas

entre las diferentes veredas, facilitando su acceso a la red vial primaria y haciendo

que la región sea considerada con una amplia accesibilidad. El 31,9% del área de

estudio se ubica a menos de 200 metros de distancia a alguna de las vías, al tiempo

que el 29,7% se ubica a entre 200 y 500 metros, por lo que el 61,6% del área de

estudio está a menos de 500 metros de distancia de alguna vía pavimentada o sin

pavimentar (Tabla 15). Con este acceso se facilita el transporte de los productos

agropecuarios para su comercialización, por lo que estos rangos fueron calificados

en la evaluación con valor 5 y 4.

Page 82: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

82

Tabla 15. Clasificación por distancia a vías dentro del área de estudio para la actividad agropecuaria.

Calificación Distancia a vías Extensión ha. Porcentaje

5 Menos de 200 m. 3.959 31,9%

4 De 200 a 500 m. 3.688 29,7%

3 De 500 a 1.000 m. 2.997 24,1%

2 De 1.000 a 2.000 m. 1.607 12,9%

1 Más de 2.000 m. 168 1,4%

Total 12.419 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

En cuanto a las zonas de menor accesibilidad, los sectores ubicados a más de

1.000 metros de distancia representan el 14,3% del área de estudio, e inclusive las

áreas a más de 1.500 metros solo equivalen al 1,4% (Tabla 15), por lo que la región

presenta pocas zonas con una baja accesibilidad vial. Estas se ubican hacia el

costado occidental del área de estudio (Figura 10), caracterizada por tener un

relieve montañoso y con suelos de baja fertilidad, clasificados en clase VII y VIII,

factores que justifica la existencia de pocas carreteras dentro de la zona y, por lo

tanto, su alejamiento a la red vial existente. Aun así, debido a que estas distancias

dificultan el acceso a las vías y con ello la comercialización de productos

agropecuarios, se valoraron con las calificaciones 2 y 1 dentro de la evaluación.

La suma ponderada de los cuatro criterios arrojó el resultado de la evaluación

multicriterio para identificar la capacidad de acogida de la actividad agropecuaria.

Con la capa obtenida se observa que el área de estudio cuenta con condiciones

aptas para el desarrollo de actividades agropecuarias. La capacidad de acogida

alta y muy alta para este tipo de economías, calificados con los valores 4 y 5

respectivamente, representan el 70,6% del área de estudio (Tabla 16), siendo

significativa la extensión de zonas veredales en las cuales se pueden preservar las

economías agrarias existentes dentro del territorio y desarrollar nuevos proyectos

asociados a cultivos o actividades pecuarias.

Page 83: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

83

Figura 10. Mapa de clasificación del criterio distancia a vías para la actividad agropecuaria.

Por otra parte, las zonas con una capacidad media son iguales al 25,9% del

territorio. Estas presentan restricciones para desarrollar economías agrarias,

debido a que presentan algunas condiciones muy aptas para estas actividades

agropecuarias, como la cercanía a fuentes de agua o predio de gran extensión,

pero con otras características que dificultan su desarrollo, como una clasificación

agrológica de baja fertilidad o una distancia muy extensa a la red vial. Por lo tanto,

estas restricciones dificultan el desarrollo de actividades agropecuarios y por ende

no son las áreas más adecuadas realizar este tipo de usos. En cuanto a los suelos

con capacidad de acogida baja y muy baja, solo representan el 3,5% del área de

estudio (Tabla 16), por lo cual es poco significativa la extensión de las zonas en las

cuales no se puede desarrollar actividades agropecuarias. Se deduce que la

Fuente: Elaboración propia a partir de bases de datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

Page 84: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

84

mayoría de las veredas estudiadas presentan condiciones aptas para el desarrollo

de las economías anteriormente mencionadas.

Tabla 16. Resultados de la EMC de la capacidad de acogida para la actividad agropecuaria, en extensión por hectáreas

Calificación Capacidad de acogida

Extensión ha.

Porcentaje

5 Muy alta 4.633 38,5%

4 Alta 3.864 32,1%

3 Media 3.120 25,9%

2 Baja 423 3,5%

1 Muy baja 0 0,0%

Total 12.040 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004, 2019a).

Con respecto a la distribución geográfica de los resultados de esta EMC, todas las

veredas presentan áreas con capacidad de acogida alta o muy alta. Sin embargo,

las veredas con las mejores condiciones en los cuatro criterios evaluados son

Paradero 1, Manuel del Sur, Tetilla y Guabinal Plan. Estas veredas se caracterizan

por tener suelos de clase II o III, tener vías cercanas, estar contiguos a algún

drenaje o canal de irrigación y tener predios de tamaño igual o mayor al definido

por la UAF, lo cual les da una aptitud muy alta para estas actividades. Por el

contrario, las zonas con una capacidad de acogida media o baja se ubican

principalmente en las zonas montañosas del área de estudio con suelos de clase

VII y VIII, alejadas de fuentes de agua o de vías, como en zonas montañosos de

las veredas Potrerillo, Santa Helena, Guabinal Plan o La virginia; o con predios con

extensión menor a la establecida por la UAF, como en sectores de Manuel del Sur,

Limoncitos y El Topacio (Figura 11). Todas estas características dificultan el

Page 85: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

85

desarrollo de actividades agropecuarias dentro de estos terrenos, y por ende,

podrían ser más aptos para otros usos del suelo.

Figura 11. Mapa de la EMC de la capacidad de acogida para la actividad

agropecuaria. Fuente: Elaboración propia a partir de bases de datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004,

2019a).

3.2.2 Evaluación multicriterio de la amenaza a las actividades agropecuarias por aptitud turística

Para el desarrollo de la evaluación multicriterio de la amenaza a las actividades

agropecuarias por aptitud turística también se evaluaron cuatro variables para

delimitar las zonas que presenten condiciones adecuadas para el desarrollo del

turismo metropolitano y podrían amenazar o restringir el desarrollo de economías

agrarias en Girardot, Ricaurte y Flandes. Al igual que el apartado anterior, primero

se caracterizará los resultados obtenidos para cada variable evaluada en el área

Page 86: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

86

de estudio dentro de esta EMC, y posteriormente se presentarán los resultados

finales obtenidos con la evaluación.

La primera variable evaluada fue la cobertura de la tierra para el año 2018, la cual

se clasificó a partir del nivel 3 propuesto en la técnica CORINE Land Cover,

mencionado previamente en la metodología. Las coberturas más aptas para el

desarrollo del turismo metropolitano representan solo el 3,6% del área de estudio,

debido a que la mayoría de los tejidos urbanos o territorios artificializados se

encuentran dentro de los suelos urbanos delimitados por los tres municipios, y solo

algunas parcelaciones, condominios y centros poblados se encuentran en las

veredas. Sin embargo, las coberturas asociadas a pastos representan el 23,1%

(Tabla 17), por lo que se encuentra una extensión más significativa de áreas que

por su cobertura estarían amenazadas para la implementación de desarrollos

inmobiliarios turísticos considerando que estas coberturas tienen mayor

probabilidad de permitir construcciones y transformarse hacia usos urbanos

(Vizzari et al., 2018)

Con respecto a los cultivos, calificados en 3 y representando el 25,4% de las

veredas, siguen representando una extensión significativa y también se pueden ver

amenazados por el aumento del turismo; por lo que es necesario aplicar la

normativa existente para la protección de este tipo de economías e inclusive

desarrollar estrategias para integrar las actividades turísticas con las

agropecuarias. Por último, las coberturas con una menor aptitud para el turismo

metropolitano asociadas a bosques, áreas seminaturales o áreas agrícolas

heterogéneas con presencia de espacios naturales, valoradas con 2 y 1, se

extienden en el 47,8% del área de estudio (Tabla 17), que equivale casi a la mitad

del área analizada. Por ende, se identifica una cantidad significativa de terreno con

coberturas que deben propender por la protección de las coberturas boscosas, y

prevenir la transformación de estas zonas hacia desarrollos turísticos de índole

urbano.

Page 87: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

87

Tabla 17. Extensión por hectáreas del criterio coberturas de la tierra.

Calificación Coberturas de la tierra Extensión

ha. Porcentaje

Código Descriptor

5 111, 112, 121, 122,

124, 141, 142 Territorios

artificializados 446 3,6%

4 231, 232, 233 Pastos 2.873 23,1%

3 211, 212, 222, 223,

241, 242, 333 Cultivos 3.158 25,4%

2 131, 243, 244, 245,

321, 332 Zonas mineras y áreas agrícolas heterogéneas

1.299 10,5%

1 313, 314, 315, 323,

413, 511 Bosques y áreas

seminaturales 4.643 37,4%

Total 12.418 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de interpretación de imágenes satelitales Sentinel 2 del año 2018.

En cuanto a la distribución espacial de este criterio, las áreas de mayor amenaza

por aptitud para el turismo se encuentran aledañas a las cabeceras urbanas y a las

vías principales, posición que les facilita la accesibilidad vial y el desarrollo

inmobiliario. Asimismo, durante visitas a campo se identificaron sectores de pastos

cercanos a coberturas de tejidos discontinuos o instalaciones recreativas y a vías

principales (Figura 12); en algunos se encontraban vallas publicitarias de nuevos

proyectos inmobiliarios que serán construidos a futuro o que comenzarán su

construcción. Se corrobora que estas coberturas están asociadas a lotes sin uso o

en espera para desarrollar nuevas actividades turísticas metropolitanas.

Figura 12. Zona de pastos aledaña a nuevos tejidos urbanos en el municipio de Ricaurte. Fuente: Fotografía del autor tomada en visitas a campo.

Page 88: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

88

Los cultivos se encuentran dispersos en diferentes sectores de las veredas, aunque

se observan más agrupaciones de estos en las veredas Manuel del Sur, Tetilla,

Paradero 1 y Potrerillo (Figura 13). Esto coincide con la existencia de suelos de

clase II y III que facilitan el desarrollo de estas coberturas; asimismo, siguen

quedando remanentes de la actividad agrícola que históricamente se ha

presentado dentro de los tres municipios, a pesar de la reducción de la producción

agrícola tanto en extensión como en toneladas producidas. Por otra parte, Las

áreas de menor aptitud, asociadas a bosques y espacios seminaturales se sitúan

principalmente en las zonas montañosas, en donde las condiciones topográficas

dificultan el emplazamiento de grandes proyectos inmobiliarios, o en zonas de

cercanas a cuerpos de agua, como bosques de galería o vegetación secundaria,

en los cuales debe haber prelación para la protección de estas coberturas.

Figura 13. Mapa de clasificación del criterio coberturas de la tierra para el año 2018.

Fuente: Elaboración propia a partir de interpretación de imágenes satelitales Sentinel 2 del año 2018.

Page 89: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

89

Con respecto al criterio precio del suelo por metro cuadrado, hay amplias

diferencias de valores entre diferentes predios dentro del área de estudio,

encontrando desde fincas o viviendas con un valor del metro cuadrado menor a

$10.000 pesos4, hasta terrenos con precios mayores a los $3’000.000. Por lo

mismo hay una distribución muy desigual de esta variable, en donde algunos

sectores concentran una mayor riqueza a partir de la especulación del suelo,

mientras otros siguen manteniendo un precio del suelo muy bajo, de manera que

la cercanía a algunos proyectos de segundas viviendas encarece el valor del suelo,

y eso amenaza la continuidad de las actividades rurales que se pueden ir

desplazando debido a la presión inmobiliaria.

Sin embargo, al revisar la extensión de esta variable se observa una baja extensión

de las áreas con un precio mayor a $950.000, que serían las zonas donde la

actividad turística ya ha incrementado significativamente los precios y genera más

vulnerabilidad para la perdida de economías agropecuarias; la extensión de estas

zonas se valoró con 4 y 5 y equivale al 15,1% del área de estudio. Por el contrario,

las áreas con un precio del suelo menor a $550.000 por metro cuadrado, calificados

con 1 y 2 en la EMC, representan el 60,4% de toda el área de estudio (Tabla 18);

de manera que más de la mitad de este sector no se ha visto afectado por un

aumento excesivo del valor del suelo asociada a la especulación por construcción

de segunda vivienda destinada para el turismo, y sugiere que las zonas con un alto

precio del suelo se están concentrando solo en sectores específicos de estas

veredas.

Siguiendo la idea anterior, efectivamente las zonas con valor 3, 4 y 5 de la EMC se

concentran alrededor de los suelos urbanos de los municipios, dentro de los cuales

ya se ha construido proyectos de vivienda con precios mayores a $550.000 por

metro cuadrado, y se incrementa el precio del suelo sobre las veredas aledañas,

especialmente en los límites con las áreas urbanas como se observa en Tetilla,

4 Para esta investigación, la moneda usada dentro de esta variable se refiere al peso colombiano.

Page 90: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

90

Paradero 1 y Santa Helena (Figura 14). Sin embargo, la mayoría de las zonas

veredales más periféricas presentan una clasificación de 1 y 2, en donde el valor

del suelo sigue presentando un valor significativamente más bajo en comparación

con los sectores urbanos.

Tabla 18. Extensión por hectáreas del criterio precio del suelo por metro cuadrado.

Calificación Precio del suelo en pesos Extensión ha.5 Porcentaje

5 Más de $1.500.000 393 3,3%

4 De $950.000 a $1.500.000 1.426 11,8%

3 De $550.000 a $950.000 2.955 24,5%

2 De $350.000 a $550.000 2.934 24,4%

1 Menos de $ 350.000 4.335 36%

Total 12.043 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

Como caso particular, se encuentra que la zona norte de la vereda Manuel del Sur

presenta un sector con zonas calificadas con 3 y 4 dentro de la EMC, influenciadas

por condominios localizados en la zona rural con un precio por metro cuadrado

igual o mayor a $2’700.000, el cual aumenta el valor del suelo en sus áreas

aledañas, a pesar de no estar contigua al suelo urbano. Se demuestra que la

cercanía al suelo urbano no es el único elemento con influencia en el aumento del

precio del suelo sobre las zonas veredales. La construcción de proyectos de

vivienda campestre y parcelaciones alejados del suelo urbano también pueden

incrementar estos precios y amenazar a la actividad rural en zonas que no son

directamente contiguas a las cabeceras municipales.

5 Para calcular la extensión por hectáreas de este criterio se identificó el precio del suelo promedio por predio, a partir de los datos obtenidos por la interpolación; después se clasificaron según los rangos propuestos en la evaluación multicriterio y se realizó la suma respectiva.

Page 91: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

91

Figura 14. Mapa de clasificación del criterio precio del suelo por metro cuadrado. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

El comportamiento del tercer criterio, la distancia a la red vial, es similar a la

accesibilidad a vías evaluada en la capacidad de acogida para las actividades

agropecuarias, donde la aptitud al turismo disminuye conforme la distancia a la

carretera es mayor. Sin embargo, los rangos de cada calificación se modifican

porque los desarrollos y equipamientos turísticos necesitan estar más cerca a

alguna vía para tener una mayor accesibilidad (Kumar & Shaikh, 2013). Las áreas

más aptas para el desarrollo del turismo metropolitano, equivalentes a todas las

que se encuentren a menos de 450 metros de distancia a alguna vía, representan

el 57,5% del área de estudio; por lo que más de la mitad presenta un acceso

cercano a las vías, facilitando la implantación del turismo dentro de la zona. Sin

embargo, el 42,5% restante presenta distancias que no son tan aptas para el

turismo, en inclusive las áreas con una distancia mayor a 900 metros representan

el 17% de las veredas (Tabla 19); de manera que las zonas de mejor aptitud para

Page 92: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

92

el turismo por este criterio son mucho menores con respecto a las áreas con

capacidad de acogida para las actividades agropecuarias evaluadas en esta

variable.

Tabla 19. Clasificación por distancia a vías dentro del área de estudio para la actividad agropecuaria.

Calificación Distancia a vías Extensión

ha. Porcentaje

5 Menos de 200 m. 3.959 31,9%

4 De 200 a 450 m. 3.187 25,7%

3 De 450 a 700 m. 2.098 16,9%

2 De 700 a 900 m. 1.046 8,4%

1 Más de 900 m. 2.128 17,1%

Total 12.418 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

En cuanto a su localización, todas las veredas revisadas presentan una red vial

extensa que permite una alta accesibilidad dentro de esta región, e inclusive

permite conectarla con otras regiones, principalmente con Bogotá de donde

provienen la principal cantidad de turistas. Esto lleva a que gran parte del área de

estudio cuente con una aptitud alta o muy alta por este criterio, permitiendo la

construcción de diferentes tipologías de segunda vivienda y de infraestructura para

servicios en zonas contiguas a las vías. Sin embargo, las áreas que presentan una

baja aptitud para al turismo se concentran hacia el costado occidental del área de

estudio (Figura 15), en donde se presenta una cadena montañosa que restringe el

desarrollo de vías por sus condiciones topográficas, dificultando el emplazamiento

de instalaciones recreativas sobre ellas.

Page 93: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

93

Figura 15. Mapa de clasificación del criterio distancia a vías para la aptitud turística. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

El último criterio de esta EMC, la pendiente medida en grados, es la que presenta

una mayor favorabilidad para el desarrollo del turismo debido a las llanuras de

inundación que permiten la existencia de un relieve plano con solo algunos sectores

montañosos. El 53,9% del área de estudio tiene una pendiente menor de 5°, y sí

se agregan las pendientes menores a 10°, las áreas con una aptitud alta o muy alta

para el turismo por pendientes suman un 75,4% de todas las veredas revisadas,

facilitado la construcción de segundas viviendas y de otros equipamientos de estos

sectores. Por el contrario, el 24,6% representa a las pendientes con aptitud media

o baja para el desarrollo de actividades turísticas por este criterio; de hecho, solo

hay un 2,2% de la zona de estudio con zonas de pendiente mayor de 30° (Tabla

20). En conclusión, el área cuenta con condiciones de baja pendiente que facilitan

la implantación de desarrollos turísticos metropolitanos dentro de la región.

Page 94: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

94

Tabla 20. Extensión en hectáreas del criterio pendiente en grados.

Calificación Pendiente Extensión ha. Porcentaje

5 Menor a 5° 6.697 53,9%

4 Entre 5° y 10° 2.664 21,5%

3 Entre 10° y 15° 1.100 8,9%

2 Entre 15° y 30° 1.685 13,6%

1 Más de 30° 269 2,2%

Total 12.415 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

La distribución de este criterio se extiende por casi toda el área de estudio de la

siguiente manera. Las zonas de menores pendientes, calificadas con 4 y 5, se

localizan en las llanuras de inundación de los ríos Bogotá y Magdalena, por lo que

las veredas más cercanas a estas fuentes de agua son las que presentan las

pendientes más bajas y la mayor aptitud para el turismo desde este criterio, como

Manuel del Sur, Tetilla, Guabinal Plan, Paradero 1 y El topacio. Por el contrario, las

zonas de mayor pendiente coinciden con las cadenas montañosas localizadas

hacia el oriente y occidente del área de estudio, en donde se encuentran las zonas

con mayores escarpes y un relieve más abrupto, siendo las veredas más

características La Virginia, Agua Blanca, Santa Helena, y sectores de Potrerillo,

Guabinal Plan y Manuel del Sur (Figura 16). Las veredas del municipio de Flandes

presentan un relieve bastante plano, asociado a la llanura de inundación del río

Magdalena y no presentan áreas significativas con pendientes mayores a 10°.

Page 95: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

95

Figura 16. Mapa de clasificación del criterio pendiente en grados. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2019a).

Finalmente, los resultados de la evaluación multicriterio para la amenaza a

actividades agropecuarias por aptitud turística muestran que si existen áreas con

condiciones muy adecuadas para el desarrollo del turismo metropolitano, el cual

podría entrar en conflicto con las actividades agropecuarias. El 28,5 % del área de

estudio se calificó con valores 4 o 5 (Tabla 21), presentando características muy

aptas para realizar actividades turísticas, y en las que incluso se encuentran

algunos emplazamientos turísticos como condominios o balnearios. Si bien existe

una extensión significativa de estas zonas con alta aptitud, su extensión no es tan

representativa si se compara con la extensión de las zonas de alta capacidad de

acogida para la actividad agropecuaria que duplica en área los resultados obtenido

por la EMC; de manera que el turismo tiene sectores óptimos para su desarrollo

dentro de las veredas analizadas, pero concentrado en sectores más específicos.

Page 96: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

96

La calificación 3, que identifica las áreas con una aptitud media para el turismo,

presenta una mayor extensión equivalente al 44,6% del área de estudio. Estos

sectores, si bien presentan algunas condiciones ideales para desarrollar el turismo,

no todos los criterios son satisfechos y tendrían que desarrollar adecuaciones en

el territorio para su implementación; incluso podrían ser territorios en donde las

condiciones pueden ser más aptas para otros usos del suelo. Con respecto a las

zonas una baja o muy baja aptitud, equivalen al 26,9% del área analizada (Tabla

21); hay un área significativa en donde los criterios evaluados no cuentan con

rasgos adecuados para permitir actividades del turismo metropolitano y es

aconsejable proponer otros usos sobre ellos, dependiendo de sus características.

Tabla 21. Resultados de la EMC amenaza a actividades agropecuarias por aptitud turística.

Calificación Aptitud turística

Extensión ha.

Porcentaje

5 Muy alta 92 0,7%

4 Alta 3.442 27,7%

3 Media 5.537 44,6%

2 Baja 3.134 25,2%

1 Muy baja 212 1,7%

Total 12.417 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004, 2019a).

Las zonas con aptitud alta o muy alta para el turismo estas se encuentran

localizadas en sectores aledaños a los suelos urbanos de los tres municipios, en

donde se ha concentrado el principal desarrollo inmobiliario turístico y su influencia

se extiende hacia sus zonas periféricas; la amenaza de transformación de las

dinámicas rurales por este tipo de economías es mucho mayor en estas áreas. Sin

embargo, la amenaza también se va extendiendo por los principales ejes viales de

la región, en donde las condiciones de accesibilidad son más atractivas para el

emplazamiento de segundas viviendas y de equipamientos o actividades

comerciales que complementan a las actividades turísticas. Considerando esto, las

veredas Paradero 1, El Topacio, Tetilla, Manuel del Sur y Potrerillo son las que

concentran más áreas con mayor aptitud para el turismo (Figura 17).

Page 97: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

97

Figura 17. Mapa de la EMC amenaza a actividades agropecuarias por aptitud

turística. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004, 2019a).

Por otra parte, las áreas de menor aptitud, calificadas con 1 y 2 en la EMC, se

localizan en las áreas montañosas, en donde las condiciones de los criterios

resultaron más desfavorables como altas pendientes, una mayor distancia a vías,

coberturas poco asociadas al turismo metropolitano y precios del suelo bajos. Por

todo esto resulta poco atractivo concentrar este tipo de ocio dentro de dichos

sectores, los cuales se ubican en las zonas altas de las veredas La Virginia, El

Paso, Agua Blanca y Potrerillo. Por último, la extensión de las zonas con una aptitud

media está presente dentro de todas las veredas. En algunos casos se sitúa hacia

las áreas más periféricas como en Paradero 1 o Tetilla; mientras que en otros están

aledañas al suelo urbano, como Guabinal Plan, El Paso, El Topacio o Potrerillo

(Figura 17). Esto dificulta establecer un patrón espacial específico para esta

calificación, dado que no depende de la distancia a los cascos urbanos para su

Page 98: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

98

ubicación, y está influenciada por la localización de tipos de cobertura con aptitud

media, presencia de pendiente moderadas, zonas alejadas a las vías y precios del

suelo medios o bajos, reduciendo la amenaza para desplazar la actividad

agropecuaria por implantaciones turísticas. Aunque se podría desarrollar formas de

turismo metropolitano dentro de estas, presentarán muchas más restricciones del

mismo territorio para poder tener una realización adecuada.

3.2.3 Evaluación multiobjetivo para la identificación de incompatibilidad territorial en la región de Girardot

Para identificar la incompatibilidad territorial entre el turismo metropolitano y las

actividades agropecuarias se cruzó la información de las dos capas obtenidas por

ambas EMC, identificando las áreas con conflictos entre los sitios más adecuados

para realizar economías agrarias y las zonas con alta aptitud para el turismo. Este

proceso también permitió conocer los diferentes niveles de incompatibilidad

existentes entre ambas actividades, obteniendo una primera aproximación a los

lugares más aptos para una u otra actividad sin presentar conflictos con otro tipo

de economía, e inclusive áreas con una baja aptitud para ambos tipos de uso en

los cuales será aconsejable realizar otro tipo de dinámicas.

Las zonas que presentan una alta incompatibilidad debido a su alta capacidad de

acogida y alta aptitud turística, identificadas con la categoría V, representan el

24,1% del área de estudio. Estos lugares tienen una alta presión por la expansión

de diferentes formas de turismo metropolitano, pero presentan condiciones físico-

bióticas y socioeconómicas adecuadas para el desarrollo de agricultura o

ganadería; por lo que debería promoverse el desarrollo de actividades

agropecuarias en estos sectores y protegerlos para que el turismo no desplace sus

dinámicas rurales. Por otro lado, la categoría III cuenta con la mayor extensión

dentro de la zona estudiada, con una extensión del 46,4% de las veredas

estudiadas (Tabla 22). Esta categoría identifica las zonas de baja incompatibilidad

por su alta capacidad para desarrollar actividades agropecuarias y su bajo conflicto

con la aptitud turística, que cuenta con una aptitud media o baja; estas condiciones

permiten fortalecer el desarrollo de economías agrarias dentro de esta región e

Page 99: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

99

inclusive puede volverse la principal vocación económica dentro de las veredas con

estas características. Aun así, cada municipio o comunidad deberá decidir si

desarrollas actividades agrícolas, pecuarias, mixtas o inclusive proyectos

agroturísticos.

Con respecto a las categorías que no presentan una capacidad de acogida alta o

muy alta para la actividad agropecuaria, se presentan los siguientes aspectos. La

categoría II, caracterizada por incompatibilidad baja debido a su alta aptitud

turística y capacidad media o baja para actividades agrarias, representa una

extensión equivalente al 4,3% del área de interés. Estas áreas son las que cuentan

con mejores condiciones para desarrollar el turismo metropolitano sin que presente

una alta incompatibilidad con respecto a las dinámicas agro-productivas. Si bien es

una baja extensión, se podría permitir el desarrollo de los proyectos asociados a

este tipo de turismo dentro de la zonificación de la categoría II o dentro de los suelos

urbanos de los municipios.

En cuanto a las categorías IV y I, que representan respectivamente las áreas donde

la incompatibilidad es media o baja entre ambas actividades, su extensión territorial

equivale al 25,1% del área de estudio (Tabla 22). Esto sucede porque ninguna de

las dos categorías representa las áreas óptimas para realizar actividades

agropecuarias o turísticas, y no se presentaría un conflicto significativo por el

acceso al suelo, siendo aconsejable que ambas se promuevan en otros sectores.

Sin embargo, las zonas de categoría IV podrían soportar alguna de las actividades,

aunque con restricciones y adecuaciones del territorio para su realización. Por lo

tanto, en estas categorías de incompatibilidad se aconseja realizar otro tipo de

usos, como los que están asociados a la conservación ecológica.

Page 100: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

100

Tabla 22. Resultados de la EMO de la incompatibilidad territorial dentro de la región de Girardot.

Incompatibilidad Extensión ha.

Porcentaje Código Categoría Descripción

V Incompatibilidad alta en áreas

con aptitud alta para actividades agropecuarias y turísticas

Representa las áreas con aptitud alta o muy alta para las actividades turísticas y capacidad de acogida alta o muy alta para

las actividades agropecuarias. Identifica las áreas con mayor conflicto por ocupación del suelo dentro del área de estudio. 2.907 24,1%

IV

Incompatibilidad media en áreas con aptitud media para

actividades agropecuarias y turísticas

Representa sectores con aptitud media para las actividades turísticas y capacidad de acogida media para las actividades

agropecuarias. 2.708 22,5%

III Incompatibilidad baja en áreas

con aptitud alta solo para actividades agropecuarias

Representa zonas con una capacidad de acogida alta o muy alta para actividades agropecuarias, y una aptitud media, baja o muy

baja para las actividades turísticas. 5.590 46,4%

II Incompatibilidad baja en áreas

con aptitud alta solo para actividades turísticas

Representa sectores con una aptitud alta o muy alta para actividades turísticas, y una capacidad de acogida media, baja o

muy baja para las actividades agropecuarias. 523 4,3%

I Incompatibilidad baja por aptitud

baja para actividades agropecuarias y turísticas

Representa zonas con aptitud baja o muy baja para las actividades turísticas y capacidad de acogida baja o muy baja para las actividades agropecuarias. Identifica las áreas con el menor conflicto por ocupación del suelo en el área de estudio. 310 2,6%

Total 12.039 100,0% Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004, 2019a).

Page 101: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

101

Figura 18. Mapa de la EMO de la incompatibilidad territorial dentro del área de

estudio. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (2000, 2004, 2019a).

Igualmente, la distribución geográfica de los resultados de la EMO es similar a la

presentada en los mapas las dos EMC elaboradas anteriormente. Las zonas de

categoría V, con alta incompatibilidad entre las dos actividades, se concentran

principalmente en las veredas Paradero 1, Tetilla, Manuel del Sur y Potrerillo;

dentro de estas, se localizan en los sectores contiguos al límite del suelo urbano y

sobre los principales ejes viales de la región (Figura 18). Debido a estas

características de accesibilidad y su cercanía a áreas urbanas, el conflicto por el

uso del suelo es alto, de modo que se deben establecer medidas para definir los

tipos de uso a desarrollar en estos sectores, protegiendo las economías agrarias.

En cuanto a la categoría III, su localización se presenta en diferentes parches del

área de estudio, pero con una mayor extensión en Paradero 1, Limoncitos, Tetillas,

Manuel del Sur, Guabinal Plan, Agua Blanca y Potrerillo (Figura 18). La región

Page 102: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

102

cuenta con un área extensa para dinamizar actividades agro-productivas,

considerando que históricamente se han desarrollado dentro de los tres municipios

y que sus condiciones físicas o socioeconómicos facilitan a su fomento.

Las áreas clasificadas con categoría II se ubican de manera más dispersa a causa

de su menor extensión, pero se concentran en algunos núcleos de las veredas El

Topacio, Paradero 1, Manuel del Sur, Limoncitos, Tetilla y Guabinal Plan; cerca de

las cabeceras municipales o sobre las vías principales. Estos factores son

atractivos para la implementación de instalaciones turísticas en la zona, y se

podrían fomentar en estas áreas. Finalmente, las categoría IV y I se sitúan en las

áreas montañosas del área de estudio, en las que también se han presentado las

menores calificaciones dentro de las dos EMC realizadas; por ende presentan una

baja aptitud para el desarrollo tanto del turismo como de las economías agrarias,

ubicándose especialmente en los sectores montañosos de las veredas Santa

Helena, Guabinal Plan, Aguablanca, Potrerillo, La Virginia y El Paso (Figura 18).

A causa de las condiciones de pendiente, su geomorfología asociada a cadenas

montañosas y cimas, y la existencia de una cobertura boscosa frondosa, se

aconsejaría implementar usos asociados a la protección ambiental; o en algunos

sectores de categoría IV, desarrollar de manera restringida alguna de las dos

actividades económicas analizadas.

Page 103: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

103

4. Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos dentro del presente estudio, los

municipios analizados presentan características que les permiten desarrollar tanto

actividades agrarias como turísticas en distintas partes de sus zonas rurales. En

efecto, cerca del 70% de la zona presenta una capacidad de acogida alta o muy

alta para las actividades agropecuarias (Tabla 16); al tiempo, aproximadamente el

28% del área tiene una aptitud alta o muy alta para la actividad turística. La relación

entre las dos actividades se convierte problemática en los sectores en donde los

valores altos o muy altos de aptitud para ambas coinciden en los mismos ámbitos

geográficos o veredas, en donde el potencial del territorio es adecuado para las

dos. Esto produce un conflicto socioespacial, que se interpreta en términos de

incompatibilidad territorial de una respecto a la otra.

En efecto, aproximadamente un 24% del área de estudio presenta una alta

incompatibilidad territorial entre las actividades turísticas con respecto a las

dinámicas rurales tradicionales, identificadas con la categoría V en los resultados

de la evaluación multiobjetivo (Tabla 22). Las condiciones que llevan a dicho

conflicto se deben a un conjunto de características que permiten un potencial alto

del territorio para la realización de las dos actividades. En cuanto a los aspectos

físicos, el área de estudio se encuentra en un clima cálido seco y un relieve de

llanuras de inundación con pendientes menores a los 10° de inclinación,

convirtiéndola en un sitio muy atractivo para desarrollar el turismo de balnearios e

incrementar la construcción de segundas viviendas.

Al mismo tiempo, las veredas analizadas cuentan con suelos muy aptos para la

explotación agrícola y ganadera. Los suelos de clase II y III ocupan cerca del 63,6%

de las veredas estudiadas, presentando una alta capacidad para este tipo de

economías. Estos municipios también son irrigados por varias fuentes de agua y

presentan una red vial extensa, características que facilitan la producción

agropecuaria, pero que también son ideales para la implementación del turismo

residencial. Igualmente, las veredas presentan una alta fragmentación espacial,

Page 104: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

104

con el 95,4% de los predios existentes con un tamaño menor a 10 hectáreas (Tabla

14); aspecto que reduce el área disponible para la implementación de economías

agrarias, dificulta la permanencia de las familias campesinas en su territorio y

facilita la construcción de condominios o parcelaciones en áreas con un alto

potencial para promover economías rurales más tradicionales.

Por estas condiciones, existe una incompatibilidad alta porque ambas actividades

deben competir dentro del territorio para acceder a sectores con una aptitud

adecuada para su realización, y en donde el turismo tiene un mayor fomento por

su alta rentabilidad. Esto se corrobora con los cambios en los usos del suelo y en

la producción agropecuaria, ya que algunos cultivos han reducido sus áreas

cosechadas hasta en un 90% durante las últimas tres décadas, mientras las zonas

urbanas y turísticas han mantenido un crecimiento constante durante este periodo

de tiempo (Tabla 8, Tabla 11). Se observa una relación entre la reducción de estas

coberturas agrícolas con la expansión de instalaciones turística o de segunda

vivienda sobre coberturas que anteriormente presentaban cultivos o pastos.

Sin embargo, las áreas con alta incompatibilidad deberían destinarse

principalmente para el desarrollo de actividades agro-productivas y restringir sobre

ellos la expansión de procesos de suburbanización. Estos deberían concentrarse

sobre los suelos clasificados con categoría II en la evaluación multiobjetivo, con

una alta aptitud turística que no presenta un conflicto significativo con la producción

agrícola o ganadera. Además, debe aprovecharse el extenso potencial de la

categoría III de dicha clasificación, equivalente al 46% del área de estudio (Tabla

22) en donde la capacidad de acogida es alta para los usos agropecuarios y la

competencia territorial no es tan relevante debido a su media o baja aptitud

turística. Se deduce que el potencial del territorio de las veredas estudiadas en

Girardot, Ricaurte y Flandes está fuertemente ligado a una vocación agraria.

A causa de lo anterior, se reconoce que el desplazamiento de las economías

agrarias a causa del desarrollo de actividades turísticas o urbanas es un problema

presente dentro del caso de estudio, y que también se ha señalado reiterativamente

en diferentes planes de ordenamiento territorial y en la gestión territorial. Aun así,

Page 105: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

105

el abordaje de esta problemática no se ha realizado con un análisis técnico

detallado que ayuda a evaluar y espacializar el nivel de presión de las dinámicas

turísticas sobre lo agropecuario en las zonas de frontera urbano-rural, sin darle una

valoración adecuada la incompatibilidad existente.

En este sentido, el método desarrollado en esta investigación es una herramienta

adecuada para identificar la incompatibilidad territorial, a partir del análisis de un

conjunto de atributos físicos y socioeconómicos del territorio que espacializa el

conflicto existente entre las actividades turísticas y las dinámicas rurales

tradicionales, identificando los sectores en los que se localiza cada nivel de

incompatibilidad territorial entre ambas actividades. A pesar del bajo uso que se les

ha dado a las herramientas mencionadas dentro de esta problemática, su

utilización facilita la toma de decisiones porque permite proponer una clasificación

más adecuada de los usos del suelo dentro de los municipios, con base en los

conflictos territoriales identificados entre actividades económicas. Igualmente, la

metodología de la evaluación multicriterio es adecuada para identificar el potencial

del territorio en diferentes sectores económicos, presentando zonificaciones

construidas a partir de la combinación de distintas variables que delimitan los

sectores más aptos para realizar alguna actividad dentro del territorio.

Sin embargo, se encontraron limitantes que dificultaron la revisión de las

actividades económicas estudiadas, y que hubieran permitido la elaboración de una

metodología con más detalle en los resultados. Por ejemplo, no se encontraron

suficientes datos con respecto a la ocupación laboral de los habitantes rurales.

Desde las bases de datos del DANE, la información no estaba disgregada a nivel

veredal; mientras que los datos de la encuesta SISBEN, la cual presenta algunas

características del origen de las fuentes de ingreso de los pobladores encuestados,

solo se obtuvieron por parte de la administración municipal de Ricaurte; de los

demás municipios la información no pudo ser suministrada. Por ende, esta variable

no se pudo integrar como criterio en la evaluación, pero sería adecuado que estos

datos pudieran ser accesibles para próximas investigaciones. También, se

aconseja que en esta encuesta sean incluidas preguntas asociadas a asuntos

Page 106: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

106

agrarios, para tener un mayor detalle de la ocupación laboral y las fuentes de

ingreso de los habitantes rurales.

Por otra parte, algunos criterios podrían tener un nivel de detalle más alto y producir

información de mayor precisión. A modo de ejemplo, la escala de la clasificación

de suelos por capacidad de usos es de 1:100.000 cuando para este tipo de estudios

de nivel veredal sería más adecuado que se presentara a 1:25.000 para tener una

delimitación de suelos más detallada. Igualmente, datos como el precio del suelo

por metro cuadrado estarían mejor representados si se encontrara valorado para

cada predio o con una clasificación geoeconómica más precisa. Por lo tanto, todos

estos problemas metodológicos quedan como recomendaciones a futuro para que

las entidades desarrollen estudios más precisos en estas variables y puedan ser

aplicados en nuevas investigaciones.

Se recalca que la metodología para estas investigaciones debe acompañarse de

visitas a campo que corroboren los resultados obtenidos desde las evaluaciones

multicriterio o multiobjetivo. Si bien este instrumento no fue un elemento central

dentro de la investigación, las visitas en campo permitieron reconocer la reducción

en las coberturas asociadas a la agricultura y la expansión de los desarrollos

inmobiliarios turísticos. Además, ayudaron a conocer las percepciones de

diferentes funcionarios públicos y campesinos con respecto a los cambios en las

dinámicas rurales, y corroborar con los habitantes locales la pérdida de las

actividades agrícolas y pecuarias, conforme se ha incrementado la vocación

turística dentro de los municipios estudiados.

Por otra parte, será necesario que la toma de decisiones realizada con base en los

resultados de las técnicas utilizadas esté acompañada de su respectiva

normatividad en el ordenamiento territorial, especialmente la relacionada con los

usos del suelo rural y suburbano de los municipios. El decreto 1077 de 2015

establece que los planes de ordenamiento deberán incorporar las áreas para la

producción agrícola y ganadera dentro de sus categorías de protección del suelo

rural, incluyendo los suelos clasificados con clase I, II y III (Ministerio de Ambiente

Vivienda y Desarrollo Territorial, 2007); por lo cual las áreas que presentan una alta

Page 107: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

107

capacidad de acogida en este ámbito deberán ser clasificados como suelos de

protección destinados para actividades agro-productivas. Asimismo, las

administraciones locales deberían identificar las diferentes políticas públicas

rurales existentes, como la Ley 1876 de 2017 y el documento CONPES 3866, en

los cuales se proponen estrategias para la incentivación de las actividades

productivas agrarias a través de programas para la innovación, capacitación y

financiamiento de proyectos agro-productivos.

Al revisar los planes de ordenamiento de los tres municipios, en todos se presentan

diferentes categorías asociadas a la protección y mantenimiento de áreas para

actividades agropecuarias; como también delimitaciones de las áreas para la

vivienda campestre; incluyendo las respectivas normas de densidad de vivienda

rural, índice de ocupación, entre otras reglamentaciones. Sin embargo, se

presentan diferencias en los usos que se permiten entre municipio. Por ejemplo, en

las zonas agropecuarias está prohibida la vivienda campestre dentro del Plan de

ordenamiento de Girardot, mientras que el Esquema de ordenamiento de Flandes

las permite como un uso condicionado. Además, este último es más permisivo y

fomenta áreas donde se permiten actividades turísticas asociadas a segundas

residencias en sectores aledaños al aeropuerto Santiago Vila, en el municipio de

Flandes, y en centros poblados rurales.

El caso más crítico es del Esquema de ordenamiento de Ricaurte, el cual solo

cuenta con su primera formulación y no se ha actualizado desde el año 2000; si

bien presenta normativa para la parcelación y para los usos del suelo relacionados

con actividades agropecuarias, la norma es muy general y no ha incorporado los

lineamientos de ordenamiento rural establecidos en el decreto 3600 de 2007, que

después se incorporaron en el decreto 1077 de 2015, y que si fueron acogidos por

los otros dos municipios. De esta manera, será necesario que los municipios

cumplan con las normativas propuestas dentro de estos planes, protegiendo las

actividades rurales tradicionales, como también deben promover usos del suelo

que articulen las actividades agropecuarias y turísticas en sectores de parcelación

o vivienda campestre. Asimismo, se aconseja que el municipio de Ricaurte realice

Page 108: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

108

la revisión y ajuste de su Esquema de ordenamiento territorial, acogiendo la nueva

normativa.

Finalmente, el análisis de los resultados obtenidos permite identificar un fenómeno

de incompatibilidad territorial en sectores de frontera urbano-rural, en donde los

procesos de suburbanización fomentados por el turismo transforman las dinámicas

rurales y conforman una ruralidad metropolitana, en la cual se presentan conflictos

por la ocupación del suelo y se crean una mixtura entre usos rurales y urbanos.

Para los tres municipios analizados, la actividad agrícola se ha reducido en

extensión porque debe competir por el acceso a suelos que también son muy aptos

para el turismo metropolitano, caracterizado por el emplazamiento de condominios,

parcelaciones y zonas de balnearios. En esta competencia, el turismo tiene una

mayor promoción debido a su alta rentabilidad frente a las economías agrarias,

evidenciado en el incremento de la extensión de coberturas urbanas o turísticas.

Esta incompatibilidad produce procesos de desagrarización y descampesinización,

relacionados también con problemáticas estructurales de la misma ruralidad que

dificulta el mantenimiento de la población dentro de los espacios rurales.

Este caso de estudio es ejemplo de una problemática presente en diferentes zonas

del país e inclusive en otros países (Gascón, 2016), en donde la expansión del

turismo residencial ha transformado las dinámicas de la población rural, la cual deja

de practicar las economías agrarias que anteriormente realizaban y ahora se

dedican a actividades turísticas, o que debe ceder sus tierras para que sean

adquiridas por promotores inmobiliarios. Sin embargo, desde el ordenamiento

territorial hacen falta más estudios que revisen este asunto; las investigaciones no

deben centrarse solo en reconocer la existencia de procesos de desagrarización

causados por procesos de turismo metropolitano. También es necesario proponer

métodos para evaluar este fenómeno y, con los resultados obtenidos, presentar

lineamientos que puedan controlar este conflicto por ocupación del suelo y

desincentivar los procesos de descampesinización generados.

Es importante que los resultados obtenidos desde las evaluaciones desarrolladas

en esta investigación promuevan estrategias para la protección de las economías

Page 109: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

109

agrarias en los sectores con alta aptitud para su desarrollo. Sin embargo, es

importante proponer formas de articular estas actividades con el turismo en los

sectores que cuentan con suficiente capacidad de acogida para su realización.

Estas zonas podrían destinarse para la implementación de proyectos

agroturísticos, que no se centren solamente en la construcción de segundas

viviendas, y por el contrario reconozca las dinámicas rurales preexistentes.

Al final, esto presenta un conflicto existente en las nuevas ruralidades, donde se

configuran espacios rurales influenciados por lo urbano con una mayor amenaza

causada por la pérdida de dinámicas rurales agrarias. Por tanto, el ordenamiento

territorial deberá proponer medidas para la coexistencia de las formas del turismo

metropolitano con las actividades rurales preexistentes; y permitir la configuración

de espacios de ruralidad metropolitana donde se mitiguen los procesos de

desagrarización y se fomente el mantenimiento de las economías agrarias.

Page 110: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

110

5. Conclusiones y recomendaciones

Con los resultados obtenidos de las evaluaciones multicriterio y multiobjetivo se

corrobora la existencia de incompatibilidad territorial entre las formas del turismo

metropolitano con respecto a las dinámicas rurales asociadas a las actividades

agropecuarias en los municipios de Girardot, Ricaurte y Flandes. Esto se debe a

que el territorio analizado cuenta con condiciones físico-bióticas y socioeconómicas

adecuadas para el desarrollo de ambas actividades, como: bajas pendientes, un

clima cálido seco y una red vial densa, entre otros factores. Por ende, se presentan

conflictos causados por la ocupación del suelo entre los dos ámbitos, dado que

compiten por acceder a los suelos más aptos. Además son dinámicas excluyentes

entre sí, al no permitir desarrollar ambas actividades en un mismo terreno; y se

termina promoviendo la de mayor rentabilidad que, por el incremento de los precios

del suelo y la extensión de los territorios artificializados, es el turismo. Esto plantea

un problema socioeconómico, debido a que la baja rentabilidad económica de las

actividades agrarias es la que no permite a la población local mantenerlas dentro

del territorio; convirtiéndola en una de las principales razones por la que se

presenta esta incompatibilidad.

Sin embargo, la evaluación multiobjetivo presenta diferentes niveles de conflicto.

Aunque se reconocen las áreas que presentan una alta incompatibilidad dentro del

caso de estudio, también se encuentran sectores con mayor aptitud para alguna de

las dos actividades estudiadas sin tener un conflicto significativo con la otra; incluso

se presentaron sectores en donde la incompatibilidad es baja a causa de que los

criterios revisados evidencian una aptitud baja o muy baja tanto para la producción

agropecuaria como para el turismo. Estas clasificaciones sirven de base no

solamente para identificar los conflictos existentes entre usos de suelo, sino para

proponer lineamientos a cada categoría de conflicto con respecto al tipo de uso del

suelo que debería promoverse en ellos.

Por lo tanto, se aconseja que la vocación en los suelos con capacidad alta o muy

alta para la realización de actividades agropecuarias se enfoque principalmente a

Page 111: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

111

este tipo de economías. En el caso de las áreas con alta incompatibilidad se deberá

dar prelación al fomento de economías agrarias por encima del turismo, o por lo

menos proponer iniciativas de agroturismo o turismo en espacios rurales que

permitan la articulación entre ambas. Asimismo, se propone que los desarrollos

inmobiliarios asociados al turismo metropolitano se localicen en las áreas donde la

aptitud turística es alta y no entra en conflicto con las economías agrarias. Todo

esto se sugiere tomando en cuenta que los lugares destinados a la producción

agrícola y ganadera se definen como suelos de protección dentro del ordenamiento

rural nacional.

Sin embargo, aunque existen normas e instrumentos que protegen los suelos

destinados a la producción agropecuaria, parecieran ser insuficientes para resolver

el problema de la incompatibilidad territorial dentro de los espacios de la ruralidad

metropolitana. Esto genera dos inquietudes que se centran en si estas

problemáticas se mantienen debido a problemas en la aplicación del marco

normativo existente, o debido a un conjunto laxo de normas que necesita ser más

riguroso en las categorías del suelo rural. Igualmente, se debería evaluar qué tanta

articulación existe entre los instrumentos de ordenamiento rural y los programas o

políticas públicas para los incentivos de economías agrarias. Se dejan planteadas

estas problemáticas como posibles asuntos a estudiar en futuras investigaciones,

debido a que exceden los alcances de la investigación actual.

Retomando todo lo anterior, se concluye que la incompatibilidad territorial sirve

como un referente conceptual para identificar conflictos entre actividades

económicas o usos del suelo dentro de un territorio. Para este caso, permitió

identificar las problemáticas existentes entre el turismo metropolitano y las

dinámicas de la ruralidad metropolitana, espacios en los cuales se van extendiendo

las manchas urbanas por procesos de suburbanización turística hacia espacios

rurales, los cuales se ven afectados por fenómenos de desagrarización y

descampesinización. Es necesario, por tanto, proteger las economías agrarias para

que se mantengan en estos lugares y fomentar su desarrollo desde el

ordenamiento territorial; siendo las evaluaciones multicriterio y multiobjetivo

Page 112: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

112

metodologías adecuadas para identificar incompatibilidades y potencialidades en

el territorio.

Finalmente, se recomienda realizar nuevos estudios desde el ordenamiento

territorial que identifiquen formas de incompatibilidad territorial relacionadas con las

actividades agrarias, y propongan nuevas estrategias para su preservación. Es

aconsejable que en futuras investigaciones se utilicen variables con un nivel de

escala mucho más detallado para obtener datos más refinados y evaluar cada

variable con más detalle. Igualmente se sugiere tomar en cuenta los datos de

ocupación laboral de la población rural, los cuales darían rasgos más específicos

de las principales formas de trabajo existentes en las veredas, y permitirá identificar

si los habitantes se dedican a actividades agrarias, turísticas o realizan ambas

actividades en diferentes momentos. Por último, se aconseja seguir investigando

teóricamente el concepto de incompatibilidad territorial, debido a que hace falta el

desarrollo de más investigaciones sobre el manejo de conflictos por ocupación del

suelo desde el ordenamiento territorial.

Page 113: Incompatibilidad territorial entre las dinámicas rurales y

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