TÍTULO: “Implantación del ABP en contabilidad financiera: los seminarios como

entorno de aprendizaje sostenible”

AUTORAS: Marcela Espinosa Pike, Blanca Arosa de la Torre y Itsaso Barrainkua

Aroztegi

NIEVEL EDUCATIVO: Grado universitario

La convergencia al EEES requiere la aplicación de nuevas metodologías activas de

enseñanza-aprendizaje que favorezcan procesos formativos centrados en el aprendizaje activo

del estudiante, y que garanticen la calidad de los procesos y de los resultados. El objetivo de

este cambio es formar a los estudiantes no solo en los aspectos más técnicos de la disciplina en

cuestión sino también en otras competencias y habilidades exigidas por el mercado. El

estudiante debe alcanzar los conocimientos, actitudes y habilidades necesarios para un adecuado

desempeño profesional tras la finalización de los estudios. Numerosos estudios abogan por la

implantación de nuevas metodologías activas de enseñanza, y en particular, la metodología ABP,

para lograr el desarrollo de las competencias y habilidades que el nuevo EEES demanda. Sin

embargo, la literatura sobre la bondad de esta metodología para el proceso de enseñanza-

aprendizaje de las distintas asignaturas de contabilidad es todavía escasa. Nuestro objetivo con

este trabajo es aportar nuevos datos sobre la bondad de esta metodología para desarrollar en los

estudiantes las competencias y habilidades fijadas, así como presentar un diseño específico para

la asignatura de Contabilidad Financiera.

El contexto de la asignatura en la que se ha llevado a cabo esta experiencia es una

asignatura del Módulo 1 de Materias básicas de primer curso, segundo cuatrimestre, y se ha

implantado en los 8 grupos que se imparten, cinco en castellano y tres en euskera, con una

matriculación de alrededor de 100 alumnos por grupo. La docencia presencial de la asignatura

se divide en 42 horas de clases magistrales de una hora, 9 prácticas de una hora y 6 seminarios

de hora y media. Bajo este contexto, el diseño del proceso de enseñanza-aprendizaje de esta

asignatura se ha realizado siguiendo la metodología ABP y en particular, se ha centrado en los

siguientes objetivos: motivación del alumno, implicación activa en su propio aprendizaje,

adquisición de autonomía por parte del estudiante, actividades cooperativas, trabajo en equipo y

evaluación continua que conlleve una retroalimentación constante y continuada del proceso de

enseñanza-aprendizaje.

Para alcanzar dichos objetivos se ha diseñado un modelo que combina un proyecto en

equipo, unos exámenes de contenidos mínimos y una serie de entregables a lo largo de la

asignatura. Pero no solo se trata de diseñar un modelo que permita y potencie la implicación

activa del estudiante, el desarrollo de su autonomía o el trabajo cooperativo sino que es

necesario para conseguir la motivación del alumno que el sistema de evaluación favorezca y

valore estos elementos. Los nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje suponen reconsiderar la

evaluación y otorgarle un papel mucho más importante que en el modelo tradicional. Así la

evaluación dejaría de tener únicamente un objetivo calificativo para convertirse en parte del

proceso de retroalimentación necesaria que se debe producir en el proceso de enseñanza-

aprendizaje. Así, el sistema de evaluación que hemos diseñado trata de conseguir dichos

objetivos. En concreto, la evaluación se ha dividido de la siguiente forma: 40% de la

calificación final para el proyecto en equipo, 40% para los exámenes de contenidos mínimos, y

20% para los entregables de la asignatura. Pero además el feedback no se produce únicamente

por parte del profesor que irá detectando errores de comprensión y aprendizaje, a tiempo para su

reconducción, sino que este sistema permite una confrontación y retroalimentación procedente

de los compañeros y fundamentalmente del equipo en el que el estudiante desarrolla su

proyecto.

Los resultados del estudio muestran como la aplicación de la metodología ABP, y en

particular, el diseño implantado, consigue, no solo unos resultados académicos muy superiores

por parte de los estudiantes que han seguido la misma, sino también una gran satisfacción de los

estudiantes con el diseño, implantación y evaluación llevado a cabo. Además, el estudio

demuestra como el proyecto en equipo y el uso de los seminarios para su seguimiento supone

una importante fuente de retroalimentación para el estudiante que favorece el proceso de

aprendizaje. En particular, los estudiantes consideran que las explicaciones que ellos mismos

ofrecen a sus compañeros de equipo y las que reciben de éstos, así como las correcciones a lo

largo del cuatrimestre que el profesor realiza del proyecto en cuestión, mejoran

significativamente su aprendizaje. En definitiva, la retroalimentación generada entre pares,

constituye un elemento importante a tener en cuenta para conseguir una evaluación continua

realmente dirigida a un aprendizaje sostenible.