i domingo de adviento 3 de diciembre de 2017
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CORAZÓN AGUSTINIANO
Boletín litúrgico dominical. Parroquia Santo Tomás de Villanueva.
Agustinos Recoletos. Granada. Tlf. 958 095807
I DOMINGO DE ADVIENTO
3 DE DICIEMBRE DE 2017
REFLEXIÓN PARA EL DOMINGO
Velad: Es el Señor quien nos la recomienda
insistentemente: "Al atardecer, a medianoche,
al canto del gallo, al amanecer", las cuatro
vigilias en que se dividía la noche. Velad
como el vigilante de una obra en
construcción, como el jugador que espera que
el entrenador le ponga a calentar, o el hombre
de negocios la ocasión propicia; como el
profeta a la escucha de cualquier signo, como
la esposa que espera la llegada del amado,
como el guardaespaldas para defender a la
persona encomendada. Necesitamos velar
para reconocerlo y acogerlo. Es lo propio del
Adviento. El Señor está cerca. El Señor
viene. Es el tiempo de la preparación de
nuestro interior. “Mirad, vigilad, Velad”. Son
tres palabras y una misma actitud. Mirar es
ver con detenimiento y profundidad. Mirar es
fijar los ojos con interés y con alguna
esperanza. Mirar es dejarse sorprender.
Miremos de verdad a las personas, a las
cosas, a los acontecimientos, a la vida. La
vigilancia es fruto de la fe, de la esperanza y
del amor. Vigilamos cuando esperamos,
vigilamos cuando creemos, vigilamos cuando
confiamos, vigilamos cuando amamos. No
dejemos de velar. Velad, porque Dios es
sorprendente.
Abrimos un nuevo tiempo litúrgico, el de
Adviento, con este Primer Domingo, que
lo es también de nuevo ciclo, del B, en el
cual será San Marcos quien nos narre a lo
largo de todo un año la vida de Jesús de
Nazaret. Jesús nos pide hoy que estemos
vigilantes. Y es que nuestra espera tendrá
recompensa: llegará el Hijo de Dios, hecho
Hombre, para enseñarnos el camino de la
Salvación. Nos abrimos pues a ese tiempo
de esperanza total que nos produce la
cercanía del Nacimiento del Niño Dios.
CANTO DE OFERTORIO
A ti Señor, levanto mi alma,
Dios mío, en ti confío,
Enséñame tus caminos,
Instrúyeme en tus sendas,
Los que esperan en ti no quedan
defraudados,
Recuerda, Señor que tu ternura es eterna.
CANTO DE COMUNIÓN
.
Abre tu tienda al Señor,
recíbele dentro,
escucha su voz.
Abre tu tienda al Señor
prepara tu fuego
que llega el amor.
El adviento es esperanza,
la esperanza, salvación,
ya se acerca el Señor;
preparemos los caminos,
los caminos del amor,
escuchemos su voz.
Que se rompan las cadenas,
que se cante libertad,
el Señor nos va a salvar;
sanará nuestras heridas,
nuestro miedo y soledad;
El será nuestra paz.
NOTICIAS PARA LA SEMANA
Los beneficios del Rastrillo
solidario del pasado domingo
para Cáritas fueron de 450 euros.
Gracias por vuestra colaboración.
El día 7 tendrá lugar la Vigilia de
la Inmaculada a las 19:30.
El Día 8, solemnidad de la
Inmaculada Concepción,
haremos el Rosario de la Aurora
a las 7:30 de la mañana, a
continuación celebraremos la
Santa Misa. Es día precepto. Las
misas serán igual que los
domingos.
Hoy estamos realizando la
Colecta para Cáritas parroquial.
CANTO DE ENTRADA
Preparemos los caminos– ya se acerca el
Salvador –y salgamos, peregrinos,
al encuentro del Señor. (bis)
Ven, Señor, a liberarnos, ven, tu pueblo a
redimir; purifica nuestras vidas y no tardes
en venir.
Monición de entrada: Bienvenidos hermanos. Iniciamos hoy
un nuevo Ciclo Litúrgico –Ciclo B- con el
Tiempo de Adviento, que viene cargado de gracia
y esperanza, y que la Iglesia nos lo ofrece para
preparar el nacimiento del Salvador. Un tiempo
para estar vigilantes -“vosotros que aguardáis la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo”-, que
nos invita a permanecer despiertos y a leer con
atención los signos de su venida. Entramos en un
tiempo de preparación para la Navidad “Dios con
nosotros”. Tiempo propicio para cambiar de
mentalidad, para vivir la conversión y dar frutos
de justicia. ¡Dichosos quienes esperamos su
venida, porque Él llenará nuestros deseos más
profundos y vitales! Estemos atentos a ese Dios,
que se manifiesta ahora sobre el Altar.
Lectura del libro de Isaías. Is 63, 16c-17.
19c; 64, 2b-7
TÚ, Señor, eres nuestro padre,
tu nombre desde siempre es «nuestro
Libertador» .¿Por qué nos extravías, Señor,
de tus caminos, y endureces nuestro corazón
para que no te tema? Vuélvete, por amor a
tus siervos y a las tribus de tu heredad.
¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses!
En tu presencia se estremecerían las
montañas. «Descendiste, y las montañas se
estremecieron». Jamás se oyó ni se escuchó,
ni ojo vio un Dios, fuera de ti,
que hiciera tanto por quien espera en él.
Sales al encuentro de quien practica con
alegría la justicia y, andando en tus caminos,
se acuerda de ti. He aquí que tu estabas
airado y nosotros hemos pecado.
Pero en los caminos de antiguo seremos
salvados. Todos éramos impuros,
nuestra justicia era un vestido manchado;
todos nos marchitábamos como hojas,
nuestras culpas nos arrebataban como el
viento. Nadie invocaba tu nombre,
nadie salía del letargo para adherirse a ti;
pues nos ocultabas tu rostro
y nos entregabas al poder de nuestra
culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro
padre, nosotros la arcilla y tú nuestro
alfarero: todos somos obra de tu mano.
Salmo responsorial
Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)
R/. Oh, Dios, restáuranos, que brille tu
rostro y nos salve.
V/. Pastor de Israel, escucha;
tú que te sientas sobre querubines,
resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
V/. Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida cepa que tu diestra plantó,
y al hijo del hombre que tú has
fortalecido. R/.
V/. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos
tu nombre. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san
Pablo a los Corintios. 1 Cor 1, 3-9
HERMANOS: A vosotros gracia y paz de
parte de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo. Doy gracias a mi Dios
continuamente por vosotros, por la gracia de
Dios os ha dado en Cristo Jesús; pues en él
habéis sido enriquecidos en todo: en toda
palabra y en toda ciencia; porque en vosotros
se ha probado el testimonio de Cristo, de
modo que no carecéis de ningún don gratuito,
mientras aguardáis la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo.
Él os mantendrá firmes hasta el final, para que
seáis irreprensibles el día de nuestro Señor
Jesucristo. Fiel es Dios, el cual os llamó a la
comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro
Señor.
Lectura del santo Evangelio según san
Marcos. Mc 13, 33-37
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo
es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y
dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su
tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá
el señor de la casa, si al atardecer, o a
medianoche, o al canto del gallo, o al
amanecer: no sea que venga inesperadamente y
os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos:
¡Velad!».
CREDO
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Llenos de filial confianza presentemos al
Señor nuestras súplicas.
1.- Por la Iglesia: para que, llena de gozo por
este tiempo de espera, haga partícipes a los
hombres de la esperanza que ilumina su
camino y despierte en todos la certeza de su
salvación. R. al S.
2.- Por el Papa, los obispos, sacerdotes y
laicos comprometidos: para que manifiesten
con sus obras, la fe y la esperanza en la
venida de Cristo.
R. al S.
3.- Por los gobernantes: para que trabajen
por un mundo más justo y más libre, y
promuevan la paz y el respeto a los derechos
de todos los hombres. R. al S.
4.- Por aquellos en quienes la dureza de la
vida ha apagado toda ilusión: para que
nuestra oración y fraternidad, hagan florecer
en ellos la esperanza en un mundo mejor. R.
al S.
5.- Con filial confianza presentamos al Señor
nuestro agradecimiento por la lluvia de estos
días y pedirle que la siga enviando pues la
necesitamos. R. al S.