humedales y ramblas (q-3.3) - carm

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HUMEDALES Y RAMBLAS DE LA REGIÓN DE MURCIA Ana Isabel Fernández Martínez, Rosa Gómez Cerezo, Isabel Hurtado Melgar, Eduardo Martín de Valmaseda y Francisco Robledano Aymerich 3

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Page 1: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

HUMEDALES Y RAMBLASDE LA REGIÓN DE MURCIA

Ana Isabel Fernández Martínez, Rosa Gómez Cerezo, Isabel Hurtado Melgar,Eduardo Martín de Valmaseda y Francisco Robledano Aymerich

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Dirección técnica y coordinación de la edición:Ramón Ballester Sabater

Dirección y coordinación científica:Mª del Rosario Vidal-Abarca GutiérrezMiguel Ángel Esteve SelmaMaría Luisa Suárez Alonso

Inventario Regional de Zonas Húmedas: equipo investigador:Ana Isabel Fernández MartínezRosa Gómez CerezoIsabel Hurtado MelgarEduardo Martín de ValmasedaFrancisco Robledano Aymerich

Las ramblas de la Región de Murcia: equipo investigador:Isabel Hurtado MelgarRosa Gómez Cerezo

Asesoramiento y supervisión para el Mar Menor:Ángel Pérez RuzafaConcepción Marcos Diego

Asesoramiento y supervisión de factores físicos:Francisco López Bermúdez

Colaboradores:José Mª Caballero Fernández-RufeteEster Cerezo ValverdeMª Ángeles Climent ValienteVicente Hernández GilMarcelo Martínez PalaoMª Teresa Pardo Sáez

Mapas:Ana Isabel Fernández Martínez

ISBN:84-688-2567-0

D.L.:MU-1.446-2003

Impresión:Novograf, S.A.

Preimpresión:S.G. Formato, S.A.

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Presentación

Los espacios naturales ligados al agua,aquellos que denominados como “humeda-les”, en territorios como Murcia donde esterecurso es escaso, adquieren un especial in-terés ecológico y valor paisajístico.

Ante la importancia de estos enclaves hú-medos, la Consejería de Agricultura, Agua yMedio Ambiente tuvo la iniciativa de firmarun convenio con la Fundación Universidad-Empresa de la Región de Murcia para la rea-lización de diversos trabajos de investiga-ción sobre “El conocimiento y conservación

de humedales de zonas áridas”, los cualesfueron financiados a través de los fondos FE-DER, en concreto gracias a la Iniciativa Co-munitaria Interreg II-C.

Fruto de dicho convenio ha sido la realiza-ción del trabajo denominado “Humedales yramblas de la Región de Murcia”, el cual seda a conocer a través de esta publicacióncon el ánimo de que contribuya a un mejorconocimiento por parte de todos estos valio-sos ecosistemas.

Presentación

Carlos Brugarolas Molina

Director General del Medio Natural

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AGRADECIMIENTOSJosé Francisco Calvo SendínJosé Miguel Gutiérrez OrtegaGonzalo González BarberáRubén Vives López

Consejo Regulador de la D.O. “Calasparra”Pedro Antonio Martínez Robles

Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA)José Luis Pérez Salinas

TRAGSAMaría Riaza Luján

Dirección General de Conservación de la Naturaleza (Ministerio de Medio Ambiente)Magdalena Bernués de CastroJosé Luis González

Departament de Medi Ambient (Generalitat de Catalunya)Lluís Balaguer

Instituto Universitario del Agua y del Medio Ambiente (INUAMA)Jumsal, S.A. (Salinas de la Rosa, Jumilla)

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Los humedales constituyen anomalías paisa-jísticas y biogeográficas que, conforme nos aleja-mos de las regiones climáticas húmedas, se tor-nan cada vez más singulares y valiosos. Los hu-medales de las regiones áridas y semiáridas re-presentan el destilado de una biodiversidadadaptada a rigurosas condiciones ambientales,modelada por usos y culturas ancestrales, y so-metida en la actualidad a una intensa presiónpor el hombre, que compite por sus recursos ypor el espacio físico que ocupan (ESTEVE et al.,1995; VIDAL-ABARCA et al., 2000).

Todas las decisiones que afectan a la conser-vación y el uso sostenible de este patrimonioambiental y cultural deben ser tomadas sobreuna base fiable de conocimientos (COSTA et al.,1996). Obtenerla fue precisamente el objetivodel proyecto, cuyos resultados recoge la presen-te edición, integrado en los “PROYECTOS DE IN-VESTIGACIÓN A REALIZAR EN 1999-2000” den-tro del convenio de colaboración entre la Conse-jería de Medio Ambiente, Agricultura y Agua yla Fundación Universidad-Empresa de la Regiónde Murcia para la realización de trabajos de in-vestigación sobre el “Conocimiento y conser-vación de humedales de zonas áridas”, y quecomprende: “Revisión y actualización del Inven-tario Regional de Zonas Húmedas” y “Las Ram-blas de la Región de Murcia. Caracterizaciónpreliminar”.

Los citados trabajos responden al interés dela Consejería de Agricultura, Agua y Medio Am-biente por establecer directrices y programas deconservación, restauración e interpretación rela-tivos a los humedales de la Región de Murcia,promoviendo para ello la actualización y mejorade la base de conocimientos disponible sobreeste tipo de ecosistemas.

Por ello se parte de la puesta al día del Inven-tario Regional de Humedales elaborado en 1989-90 (ÁREA DE ECOLOGÍA, 1989), actualizándolotanto en términos cuantitativos como cualitati-vos, para realizar propuestas y diseñar materia-les de apoyo para la conservación, restauracióne interpretación. El objetivo general es proporcio-nar herramientas para estas tareas, poniéndolasa disposición de los responsables de la toma dedecisiones políticas, administrativas y técnicascon incidencia sobre los humedales, mientrasque los objetivos específicos del proyecto son:

• Utilizando como base el Inventario de Hu-medales de la Región de Murcia (1989-90), lle-var a cabo su revisión y actualización, utilizandocuantas fuentes bibliográficas o documentalesestén disponibles y en base a distintas condicio-nes técnicas.

• Adaptación de la información existente enel inventario utilizando las herramientas informá-ticas y cartográficas (SIG), de manera que seaposible su explotación informativa y su perma-nente actualización.

La presente edición se ha organizado en dospartes. La primera constituye la revisión propia-mente dicha del Inventario Regional de Hume-dales realizado en 1989-90. En la segunda serealiza una primera aproximación al estudio sis-temático de las ramblas de la Región de Mur-cia. Ambas constituyen partes independientesdel trabajo, pero evidentemente están relacio-nadas entre sí. Las ramblas y los humedalescomparten algunas características como es sudependencia de procesos hidrológicos superfi-ciales y subterráneos, a escala de cuenca hi-drográfica.

La consideración independiente de ambosecosistemas obedece, no obstante, a las nota-

1. Preámbulo

1. Preámbulo

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bles diferencias que existen en su estructura yfuncionamiento.

Junto al presente proyecto (fase I) se realiza-ron de forma paralela: “Recopilación de valoresfaunísticos asociados a humedales de zonas ári-das” (fase II) e “Interpretación, conservación yrestauración de humedales de zonas áridas” (fa-se IV). Estas tres fases o subproyectos han reci-bido un tratamiento conjunto, tanto en su direc-ción como en la composición y funcionamientode los equipos de investigación, y en el desarro-

llo coordinado de las tres fases, entre las queexisten estrechas relaciones de dependencia.Este tratamiento conjunto obedece a razones deíndole científica, logística y metodológica.

Los tres subproyectos se complementan conel estudio “El componente vegetal de los hume-dales de la Región de Murcia: catalogación,evaluación de la rareza y propuesta de medidaspara su conservación” (fase III), desarrollado enel Departamento de Biología Vegetal de la Univer-sidad de Murcia.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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INVENTARIO REGIONAL DE ZONAS HÚMEDAS

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Esta primera sección constituye la revisiónpropiamente dicha del Inventario Regional deHumedales (en adelante IRH) y la contribución re-gional a la base de datos del Inventario Nacionalde Humedales (INH).

Teniendo en cuenta las diferencias, anterior-mente comentadas, entre humedales y ramblas yel concepto de humedal utilizado, algunos hume-dales del Inventario Regional de 1989-90 (enadelante IRH 90) han sido desclasificados, porconsiderarlos en realidad tramos de ramblas.

En consecuencia, esta primera sección secircunscribe a la actualización del IRH y a su pre-sentación en un formato adecuado para quepueda ser usado como herramienta de conser-vación y gestión, proporcionando la base infor-mativa necesaria para un amplio abanico de ob-jetivos y usuarios potenciales. Entre las funcio-nes que puede satisfacer se cuentan la evalua-ción del estado de los humedales en distintosámbitos geográficos y administrativos, el desa-rrollo de normas y directrices de protección ygestión, el diseño de programas educativos y di-vulgativos, y la identificación de prioridades, ob-jetivos y contenidos básicos de los proyectos deconservación.

Aunque el objetivo principal de este trabajoes actualizar y mejorar la funcionalidad del in-ventario regional, debe desterrarse desde elprincipio la idea de que el IRH 90 era un trabajoincompleto, que ha venido a ser concluido porel IRH 2000. El presente trabajo incrementa elalcance del inventario, la cobertura de determi-nados tipos de humedales y la precisión en elregistro de algunos aspectos, pero sigue tenien-do un carácter abierto, por lo que podrá –y de-berá– ser objeto de actualizaciones y mejorasen el futuro.

1.1. CONCEPTO DE HUMEDAL

El presente proyecto toma como marco con-ceptual la siguiente definición de humedal, quecoincide en sus términos básicos con la propues-ta por GONZÁLEZ-BERNÁLDEZ (1989).

“Se considera humedal, a los efectos delpresente trabajo, a cualquier anomalía hídri-ca positiva en el paisaje, de origen natural oartificial, que no es un río ni un lago, y que secaracteriza por presentar comunidades bioló-gicas o usos característicos que la diferen-cian del entorno.”

Esta definición tiene en cuenta la presenciade agua libre en la superficie del terreno o de unnivel freático lo suficientemente próximo a ellapara condicionar el tipo de vegetación, fauna yusos característicos. Excluye de forma explícitalos hábitats de aguas profundas o corrientes(costas, lagos y ríos), incluidos en otras definicio-nes como la del Convenio de Ramsar.

Con ello, la definición presta especial atencióna los aspectos funcionales que determinan la exis-tencia de esas unidades paisajísticas diferencia-das. No obstante, las fronteras de los humedalescon respecto al territorio circundante no son fáci-les de determinar, en especial cuando intervienengradientes espaciales o temporales de encharca-miento o simple proximidad al agua subterránea.

La situación se complica cuando, en muchoscasos, los humedales son, en sí mismos, am-bientes fronterizos entre ecosistemas terrestresy acuáticos (continentales o marinos), transiciónque en las riberas fluviales, lacustres o marinas,se extiende hasta los dominios de las aguas co-rrientes o profundas (CASADO y MONTES, 1995).

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1. Introducción

1. Introducción

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1.2. TIPOLOGÍA

Existen diversas clasificaciones o tipologíasde humedales que, en general, guardan una rela-ción estrecha con la definición de humedal sobrela que se basan, con su ámbito de aplicación, ycon los fines y objetivos del estudio, proyecto oiniciativa en cuyo marco se generan. Existen al-gunos ejemplos a escala internacional, nacional(VARIOS AUTORES, 1999) y otros de ámbito auto-nómico, previamente comentados.

La tipología del Inventario Abierto de Hume-dales de la Región de Murcia (ÁREA DE ECO-LOGÍA, 1989) incluía a los humedales inventaria-dos en 11 tipos, posteriormente revisados y re-ducidos a 10 por ESTEVE et al., (1995). Estas ti-pologías se basan en criterios estructurales,atendiendo a las unidades de paisaje que com-ponen el humedal y al modo en que se organizan

en el espacio y en el tiempo. Se asume que estaestructura viene determinada por razones genéti-cas, geomorfológicas, hidrogeológicas, dinámi-cas y con frecuencia a intervenciones humanasasociadas a determinados usos (ÁREA DE ECO-LOGÍA, 1992).

Como adaptación de dichas tipologías, en elpresente proyecto se consideran 10 tipos de hu-medales, descritos en la tabla siguiente.

Se establece una distinción clara entre estos10 tipos de humedales (naturales, seminaturaleso artificiales) y cuerpos de agua estrictamenteartificiales (balsas de riego y depuradoras de la-gunaje). Estos dos últimos, aunque se ajustan ala definición de anomalía hídrica en el paisaje,son en realidad el subproducto de determinadasactividades humanas. Su inclusión al mismo ni-vel que el resto de tipos desvirtuaría la finalidaddel Inventario.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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HUMEDALES:

LAGUNA COSTERA(MAR MENOR)MM

CRIPTOHUMEDALESCR

FUENTES YMANANTIALESF

BOSQUES DE RIBERABR

CHARCAS Y POZASC

MARISMASPSEUDOMAREALES(ENCAÑIZADAS)ENC

HUMEDALES CONSALINAS COSTERASH

EMBALSESE

Humedal costero, originado a partir del cierre de una cubeta preexistente por pro-cesos litorales de depósito de arenas sobre basamentos rocosos (areniscas cal-cáreas y afloramientos volcánicos), dando lugar a una barra interrumpida por ca-nales naturales o artificiales denominadas golas.

Humedales crípticos, aquellos en los que la lámina de agua superficial no existeo presenta una extensión muy reducida y carácter temporal, si bien el nivel freáti-co siempre queda lo suficientemente próximo al suelo como para permitir el de-sarrollo de una comunidad de plantas freatófilas y la presencia de un sustrato sa-turado en agua y generalmente rico en sales.

Se incluyen bajo esta denominación aquellos nacimientos de agua (y sus hume-dales asociados) que se encuentren en estado natural o con un grado de inter-vención humana moderada.

Humedales en terrazas fluviales, ocupadas por árboles de ribera y vegetaciónacompañante, caracterizados por una alta productividad biológica y estructuraciónhorizontal en bandas paralelas al río.

Se incluyen bajo esta denominación tanto las charcas y pozas de origen naturalcomo las artificiales (charcas ganaderas, graveras...).

Zona de comunicación entre una laguna costera –Mar Menor– y el Mediterráneo(golas) estabilizada por infraestructuras pesqueras tradicionales (encañizadas).Mantiene un notable dinamismo reflejado en procesos de sedimentación, coloni-zación vegetal y alternancia de inundación-desecación, que permiten el desarrollode una notable biodiversidad acuática y una alta densidad de aves.

Explotaciones salineras en funcionamiento (tanto si son económicamente renta-bles como si están subsidiadas con fines conservacionistas), siempre que semantenga en ellas el gradiente espacial de salinidad.

Cuerpo de agua generado por la interrupción de una red de drenaje, mediante un di-que de obra (grandes diques de tierra se consideran análogos), con fines de retenciónde agua. Se incluye toda la masa de agua, colas y recodos con vegetación palustre.

TIPO (CÓDIGO) DEFINICIÓN (CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN)

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Esta tipología agrega algunos tipos anteriores,como los criptohumedales, inicialmente clasifica-dos en asociados o no a sistemas de drenaje. Elloobedece a la separación que en el presente traba-jo se establece entre humedales y ramblas, consi-derando incluidos en los primeros sólo aquellosque no guardan una relación funcional y espacialdirecta con la red hidrográfica, aunque pueden te-ner relaciones de proximidad y un origen ligado adicha red. ESTEVE et al., (1995) se refieren a las

ramblas todavía como humedales “con un funcio-namiento netamente vectorial”, aunque al mismotiempo reconocen que sería necesario un esfuerzoespecífico para abordar su inventario y tipología.

La actual tipología también incorpora nuevostipos de humedales naturales (fuentes y manan-tiales, bosques de ribera). Los bosques de riberaya aparecen en la tipología de ESTEVE et al.,(1995), junto con los arrozales, dentro del tipo“Humedales en terrazas fluviales”.

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1. Introducción

HUMEDALES:

ARROZALESARR

SALINAS INTERIORESSA

Áreas artificiales temporalmente encharcadas para el cultivo del arroz, localiza-das en antiguas llanuras de inundación fluviales. A su importancia cultural, comoactividad agrícola tradicional y sostenible, se une el valor ecológico y biogeográfi-co como refugio de ciertas especies palustres.

Explotaciones salineras interiores, en su mayor parte artesanales, destinadas ala producción de sal por evaporación de salmueras de diverso origen (ramblas,manantiales, aguas subterráneas o diapiros salinos). Su interés es básicamentecultural, pero también biológico, por representar una lámina de agua hipersalinapermanente en la que destacan las comunidades de microorganismos, algas e in-vertebrados.

TIPO (CÓDIGO) DEFINICIÓN (CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN)

CUERPOS DE AGUA ESTRICTAMENTE ARTIFICIALES:

BALSAS DE RIEGOBA

DEPURADORASPOR LAGUNAJEDL

Cuerpos de agua artificiales, de sustrato artificial impermeable (recubierto o nopor grava); por norma general, no interrumpen redes de drenaje ni tienen comoprincipal fuente de alimentación aguas residuales.

Grandes balsas o lagunas (o conjuntos de ellas), con sustrato artificial impermea-ble, creadas para la depuración de aguas residuales de origen doméstico. Su va-lor es básicamente faunístico (hábitat de aves acuáticas).

TIPO (CÓDIGO) DEFINICIÓN (CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN)

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Este trabajo comprende la puesta al día de lasituación de los humedales incluidos en el Inven-tario Regional realizado en 1989-90 (IRH 90) y eldesarrollo de una serie de contenidos y formatosadicionales que actualizan y mejoran la presenta-ción y funcionalidad de dicho inventario.

Ello ha exigido analizar y completar la informa-ción de base, que ha sido actualizada medianterecorridos de campo y consultas de diverso tipo(bibliográficas, entrevistas, peticiones de infor-mación, etc.).

Al mismo tiempo, se ha adaptado la metodo-logía utilizada en los trabajos precedentes, paradotar de la máxima operatividad y utilidad prácti-ca al inventario. De acuerdo con COSTA et al.,(1996), para resultar útil a efectos de selecciónde espacios a proteger, evaluación ambiental,planificación y gestión, seguimiento, difusión eintercambio de información, un inventario debe:

• Utilizar una metodología estandarizada: tipo-logía, formularios de toma de datos, sistema dealmacenamiento de información, criterios de inclu-sión, identificación y delimitación, y cartografía.

• Incorporar datos cualitativos y cuantitativos,para proporcionar una base de referencia para elseguimiento de pérdidas y cambios en los hume-dales.

• Permitir el análisis funcional (seguimientode la pérdida de funciones de los humedales).

• Ser actualizado regularmente.• Ser divulgado a los gestores de humedales,

a los responsables de la toma de decisiones re-lativas a ellos y al público en general.

Por ello, antes de actualizar la información,se han revisado determinados criterios de inclu-sión, tipificación y evaluación ecológica de hume-dales, y se han desarrollado o adaptado nuevosformatos, tanto para la toma de datos como para

el almacenamiento de la información y su puestaa disposición de los usuarios del trabajo.

2.1. REVISIÓN DE CRITERIOS DE INCLUSIÓN,TIPIFICACIÓN Y EVALUACIÓN ECOLÓGICA

El primer paso del trabajo ha consistido en larevisión de la definición y tipología de humedalesa utilizar, con la finalidad operativa de acotar elnúmero de humedales a incluir en el inventario yel tratamiento que iba a recibir cada tipo.

El resultado ha sido la adopción de un con-cepto de humedal, de una tipología (sobre la ba-se de la utilizada en el IRH 90) y de un conjuntocriterios para:

a) el reconocimiento de cada tipo de humedal yb) la inclusión de sitios individuales en el in-

ventario.El concepto de humedal utilizado ya ha sido

presentado en la introducción general al trabajo.Los criterios de reconocimiento e inclusión quese han desarrollado de forma individualizada pa-ra cada tipo de humedal se describen en la se-gunda columna de la tabla siguiente.

Los criterios de inclusión se adoptaron en fun-ción de la frecuencia de aparición de cada tipode humedal, sus características, su distribucióne interés ecológico, guiando la prospección decampo bajo las premisas de:

• Realizar una revisión exhaustiva de todoslos humedales incluidos en el IRH 90 (74 si-tios individuales), con vistas a establecer susituación global (número y superficie, estadode conservación) e individual (variación de su-per ficie, cambios ecológicos, estado de con-servación...).

• Incorporar nuevos sitios pertenecientes aaquellos tipos ya incluidos en el IRH 90 más ra-

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2. Metodología

2. Metodología

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ros o de mayor interés ecológico, cultural o so-cial (por ejemplo, salinas de interior).

• Incluir ejemplos representativos de nuevostipos, que por su extensión, abundancia o tipo dedistribución no se prestaran a una prospecciónexhaustiva (dentro de los límites de tiempo y me-dios disponibles): por ejemplo, bosques de riberao fuentes y manantiales.

• Incluir ejemplos representativos y descrip-ciones generales de aquellos tipos de humeda-

les de menor interés ecológico, muy numerosos yde amplia distribución: por ejemplo, humedalesartificiales como balsas de riego y depuradorasde lagunaje.

Se han utilizado criterios auxiliares para la de-limitación de los humedales sobre el terreno, ba-sados en el concepto de humedal utilizado en eltrabajo. Esto ha llevado a incluir dentro de los lí-mites sólo aquellas unidades de paisaje (defini-das por la vegetación o ciertos tipos de usos)

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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HUMEDALES:

LAGUNA COSTERA(MAR MENOR)MM

CRIPTOHUMEDALESCR

FUENTES YMANANTIALESF

BOSQUES DE RIBERABR

CHARCAS Y POZASC

MARISMASPSEUDOMAREALES(ENCAÑIZADAS)ENC

HUMEDALES CONSALINAS COSTERASH

EMBALSESE

ARROZALESARR

SALINAS INTERIORESSA

Humedal único.(1)

Todos los sitios > 6 ha., (mínimo 20, según inventario 1990; posibilidad de nue-vas inclusiones).

(Ejemplos representativos 13; posibilidad de nuevas inclusiones).

Ejemplos más representativos.(2, Cañaverosa y Almadenes).

Ejemplos representativos, (mínimo 32, según inventario 1990; posibilidad de nue-vas inclusiones).

Humedal único.(1)

Todos.

Los ya incluidos en el inventario 1990; (mínimo 10, más todos los de nueva crea-ción que mantengan una lámina de agua.

Humedal único (1). Coto arrocero de Calasparra y Salmerón.

Todas (9)

TIPO (CÓDIGO) CRITERIO DE INCLUSIÓN (NÚMERO)

CUERPOS DE AGUA ESTRICTAMENTE ARTIFICIALES:

BALSAS DE RIEGOBA

DEPURADORASPOR LAGUNAJEDL

Sólo ejemplos.

Sólo ejemplos.

TIPO (CÓDIGO) CRITERIO DE INCLUSIÓN (NÚMERO)

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consideradas características de humedales. Laforma de identificar cada una de estas unidadesse describe de forma más detallada para cada ti-po de humedal.

Estos criterios han resultado operativos parala mayoría de humedales, cuya extensión y acce-sibilidad ha permitido la georreferenciación direc-ta de los límites o su traslado a mapas o fotosaéreas para su posterior digitalización. En otroscasos esto no ha sido posible (por ejemplo, paralos embalses), optándose entonces por delimita-ciones convencionales que se comentarán en elmomento oportuno.

En cuanto los criterios de evaluación ecológi-ca, se tuvieron en cuenta los considerados en elIRH 90 (ÁREA DE ECOLOGÍA, 1989), incorporandoademás los que se contemplan dentro de las fi-chas del INH que desarrolla el Ministerio de Me-dio Ambiente (ver más adelante). La evaluaciónecológica de los humedales en el IRH 90 se basa-ba en criterios de representatividad y rareza, co-mo expresión de la contribución de éstos a la bio-diversidad (a distintas escalas). Los criterios utili-zados para el conjunto de los humedales fueron:

Avifauna:• Criterios de la Sociedad Española de Ornito-

logía (S.E.O.) para las Zonas de Especial Protec-ción Para las Aves.

• Importancia nacional y regional para la in-vernada de acuáticas.

• Áreas prioritarias para aves esteparias

Otros taxones animales:Fartet (Aphanius iberus).

Especies vegetales:Especies protegidas en la Región de Murcia.Para los cuerpos de agua, los criterios utiliza-

dos fueron de tres tipos:

Criterios sobre el ambiente físico-químico:Características fisicoquímicas de las aguas,

en especial la salinidad y la proporción relativade iones.

Criterios sobre las comunidades biológicas:Macroinvertebrados acuáticos (sobre todo),

macrófitos y peces, atendiendo a:• Especies nuevas para la ciencia.

• Endemismos.• Nuevas citas.• Especies raras (con distintos patrones de

rareza).

Criterios sobre la singularidad del hábitat:Conservación del hábitat acuático, con espe-

cial referencia a la integración de los usos antrópi-cos y otros aspectos difícilmente cuantificables.

Con contadas excepciones (ver una revisiónen ROBLEDANO, 1997a), durante la décadatranscurrida desde el IRH no se ha avanzado deforma sistemática en el estudio de la biodiversi-dad asociada a los humedales, lo que dificulta laactualización de estos criterios. Existen algunasrevisiones generales (por ejemplo, ESTEVE et al.,1995; VIDAL-ABARCA et al., 2000) que aportandatos de interés, pero existen notables lagunasen el seguimiento de especies, comunidades yprocesos característicos de los humedales.

No obstante, el desarrollo de ciertas normati-vas de conservación ha llevado aparejado un es-tudio extensivo del territorio que permite dispo-ner de nuevos elementos de valoración para loshumedales.

De esta manera se han actualizado los crite-rios teniendo en cuenta la nueva normativa co-munitaria, estatal y autonómica. En concreto, loscriterios considerados en la base de datos delINH incluyen:

• Criterios generales del Convenio de Ramsar.• Criterios Ramsar específicamente aplicados

al caso de España (ornitológicos y botánicos).• Criterios de la Directiva de Aves (79/409/

CEE) para selección de Zonas de Especial Protec-ción para las Aves.

• Criterios derivados de la Directiva Hábitat(92/43/CEE): hábitats y especies.

• Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.Por otra parte, se dispone de campos descrip-

tivos (otras valoraciones, valoración sociocultu-ral) que permiten una evaluación cualitativa delos humedales en base a criterios ecológicos,culturales y socioeconómicos. Esto facilita, enparticular, la valoración de los sitios en un con-texto regional o local, para el que resultan de es-casa utilidad los criterios de mayor ámbito.

En la medida en que no ha sido posible reali-zar una prospección detallada y un registro ex-haustivo de valores ecológicos como especies

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2. Metodología

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animales y vegetales, aspectos funcionales, etc.,la valoración ecológica se ha basado en la infor-mación previa, con las debidas reservas con res-pecto a posibles cambios no detectados. Cuandono ha sido posible obtener nuevos datos, se ha-ce constar el origen de los consignados. En otrossubproyectos se aborda precisamente la evalua-ción y sistematización de la información florísticay faunística, información que deberá facilitar enel futuro la alimentación de datos del inventario.

2.2. PROSPECCIÓN Y ACTUALIZACIÓNDE DATOS DE CAMPO

Una vez adoptada la tipología y los criteriosde inclusión de sitios en el inventario se realizóuna primera selección de lugares a visitar, quese organizaron en itinerarios de campo. Para laidentificación de nuevos sitios se utilizaron diver-sas fuentes de información:

• Estudios, planes y proyectos recientes so-bre zonas específicas (por ejemplo, estudios bá-sicos de Planes de Ordenación de los RecursosNaturales).

• Inventarios comarcales o locales.• Comunicaciones personales de otros inves-

tigadores y datos propios acumulados desde larealización del anterior inventario.

• Encuesta a colaboradores.• Información de otros organismos (Consejo

Regulador de la D.O. “Calasparra” sobre arroza-les, Confederación Hidrográfica del Segura sobrenuevos embalses).

• Análisis de cartografía: se ha utilizado co-mo base la edición más reciente del mapa1:50.000 del Servicio Geográfico del Ejército, cu-

ya simbología y toponimia resultan bastante úti-les para la identificación de determinados tiposde humedales.

• Información recogida “in situ” durante lasprospecciones de campo (información facilitadapor la población local, tanto sobre humedales de-saparecidos como sobre otros no reflejados enla cartografía).

El rendimiento de cada una de estas fuentesha sido variado, debiendo destacar la utilidad dealgunas, como la cartografía militar 1:50.000 pa-ra identificar pequeños humedales (charcas ga-naderas) o la información recibida directamentesobre el terreno no sólo acerca de nuevos sitios,sino sobre usos tradicionales y actuales asocia-dos a ellos. La toponimia aporta en este sentidoinformación útil sobre humedales desapareci-dos. Topónimos como almarjal (en Cartagena yCehegín), ojos (en el Valle del Guadalentín), nava-jo (en Lorca), charco (en Cieza), saladar (en Tota-na), hoya (en Yecla), salina, salero..., muchos deellos recogidos por GONZÁLEZ-BERNÁLDEZ(1992), aluden a antiguos humedales, hoy trans-formados por cambios ambientales o interven-ciones humanas (agricultura, polígonos industria-les, expansión urbana...) de los que apenas que-dan vestigios.

En el extremo opuesto, las aportaciones decolaboradores han sido escasas, aunque hanpermitido visitar y, en algunos casos, incorporaral inventario determinados sitios.

Con respecto a los estudios previos se hanutilizado fundamentalmente los estudios básicosy proyectos de ordenación y otras investigacionesrelacionadas con los espacios naturales protegi-dos del humedal de Ajauque y Rambla Salada(RAMÍREZ-DÍAZ, 1995) y los saladares del Guada-lentín (EQUILOGO, 1996; CABALLERO, 1999), enparticular como base para la actualización carto-gráfica de los límites de estos humedales.

Para los embalses se han consultado docu-mentos editados por la Confederación Hidrográfi-ca del Segura (Plan Hidrológico de la Cuenca).Para guiar la prospección de fuentes y manantia-les han resultado de utilidad las publicacionesrecientes sobre enclaves de interés geológico enla Región de Murcia (ARANA, 1999; RODRÍGUEZ-ESTRELLA, 2000).

Otro tipo de trabajo previo consultado ha sidola cartografía correspondiente al inventario de

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Toma de datos sobre el terreno en el embalse del Moro

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hábitats de la Directiva 92/43 CEE, que ha servi-do para delimitar los ejemplos de humedales deltipo bosques de ribera que han sido incluidos,como ejemplos, en el inventario.

Como inventarios y catálogos comarcales olocales cabe citar los elaborados para el conjun-to del Altiplano por MARTÍNEZ y ORTUÑO (1996),dentro del Atlas de las Aves del Norte de Murcia,y para el municipio de Jumilla por A.N.I.D.A.(ANÓNIMO, 2000a) para el término municipal deYecla, que han servido como base y complemen-to de la prospección de dichas zonas.

Para humedales artificiales como balsas deriego y depuradoras de lagunaje se han consul-tado diversos trabajos e inventarios parciales(ver referencias en el capítulo correspondiente),como base para realizar una estima de su núme-ro y seleccionar ejemplos representativos. La lo-calización de las depuradoras también se puedeestablecer a partir de la cartografía topográficamás reciente del S.G.E.

Finalmente, se confeccionaron los itinerariosde campo, excluyendo aquellos humedales queno requerían una prospección de campo, por reci-bir un tratamiento genérico en el estudio y/o dis-poner de suficiente información de fuentes se-cundarias para su caracterización. Con todo,prácticamente el 100% de los tipos y humedalesindividuales incluidos en el presente estudio fue-ron reconocidos, al menos superficialmente, du-rante su realización.

Los itinerarios fueron diseñados para cubrir lamayor parte de los humedales inventariados en1990 e incorporar nuevos humedales identifica-dos con los criterios anteriormente descritos. Es-to supuso prospectar tanto las zonas ya visita-das en el anterior inventario como otras insufi-cientemente prospectadas entonces. Algunos hu-medales incluidos en los itinerarios de prospec-ción fueron desechados por resultar inaccesi-bles, haber desaparecido o ser escasamente re-presentativos. Al mismo tiempo, se incorporaronalgunos humedales descubiertos directamentesobre el terreno.

Se han realizado un total de 20 recorridos decampo, visitando en promedio 7 humedales porjornada, si bien el esfuerzo de prospección fuevariado dependiendo de diversos factores (dis-tancia, accesibilidad, meteorología...). Ademásse realizaron visitas puntuales a determinados

humedales para completar la toma de datos. Es-to permitió visitar un total de 145 humedales, in-cluyendo los 74 de 1990. De entre ellos, paralos que cumplían los criterios de inclusión secumplimentó una ficha de campo y se tomaronfotografías, para su posterior incorporación a labase de datos y otras aplicaciones. De aquellossitios considerados redundantes no se registróinformación. El caso más típico fueron sistemasrelativamente numerosos de charcas ganaderasde las que sólo se inventariaron unos pocosejemplos representativos.

Para cada humedal visitado se obtuvo tres ti-pos de información, registrados en otros tantossoportes:

Fichas de campo: En ellas se describen lascaracterísticas más relevantes del humedal y sereflejan los datos faunísticos, de vegetación,usos... directamente registrados sobre el terrenodurante la visita.

Ficheros GPS: Se realizó un esfuerzo parageorreferenciar los límites de todos los humeda-les visitados, mediante el uso de un receptorGPS Trimble, modelo GEO-Explorer 3. Este recep-tor está especialmente indicado para trabajar conSistemas de Información Geográfica (SIG), ya quepermite exportar cartografía e importarla para suactualización. La precisión que proporciona es de1 metro o inferior, previa corrección diferencial.

Durante la prospección de campo se recorrie-ron a pie o en vehículo los límites de los humeda-les tomando posiciones a intervalos regulares. Enla práctica, esto no fue posible en algunos casos,como en los embalses y otros humedales, de pe-rímetros muy largos, complejos o cambiantes.

19

2. Metodología

Vista de la depuradora de lagunaje de San Javier

Page 18: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Las formas geométricas así obtenidas fueronpolígonos (para humedales de tamaño pequeñoo mediano) y puntos (para fuentes y manantia-les). En algunos casos, únicamente se georrefe-renciaron cambios en los límites anteriores, re-gistrados como líneas.

Para la corrección diferencial se utilizaron losservicios de la Antena GPS de la Comunidad Au-tónoma de Murcia.

Fotografía digital: De cada humedal visitadose ha obtenido una serie de imágenes digitalesque reflejan como mínimo el aspecto general delmismo y aquellos detalles adicionales que se hanconsiderado de interés, tanto relativos a su des-cripción y evaluación ecológica como a los usos,actividades e impactos detectados durante su re-conocimiento. Para ello se ha utilizado una cáma-ra digital Fuji modelo MX-500. Las imágenes hansido obtenidas en calidad normal, con una resolu-ción de 118 píxeles/cm, lo que supone un tama-ño de archivo de 1280x1024 pixels, equivalenteaproximadamente a 300-400 Kb por imagen.

2.3. ALMACENAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Se utilizaron tres sistemas de almacenamien-to de información, correspondientes a cada unode los tipos de registros obtenidos.

2.3.1. Base de datos

Los datos de localización, características físi-cas y biológicas, régimen de uso y administra-ción, impactos, etc., fueron incorporados a la ba-se de datos del Inventario Nacional de Humeda-

les elaborada por la Dirección General de Conser-vación de la Naturaleza (DGCN) del Ministerio deMedio Ambiente. La utilización de esta herra-mienta tiene como justificación principal la posibi-lidad de incorporar directamente al Inventario Na-cional los datos sobre los humedales murcianos.

No obstante, la utilización de dicha base dedatos no es fruto de una mera cesión, sino que esel resultado de la participación del equipo investi-gador en la puesta a punto de dicha herramienta,a través de reuniones de trabajo con técnicos dela DGCN y de la Comunidad Autónoma de Galicia.Posteriormente, en reuniones del Comité de Hu-medales se adoptó el acuerdo de utilizar una ficharesumida como contribución al Inventario Nacionalde Humedales y una base de datos extensa (lautilizada en el presente trabajo) como herramientapara almacenar información detallada sobre cadahumedal inventariado. La versión definitiva de di-cha base de datos estuvo disponible para la cargade información el 31 de enero de 2001.

Las características de la base de datos delINH se describen en sus Instrucciones de Mane-jo (TRAGSA, 2000). Se trata de una aplicacióncreada mediante el programa Access 98 de Mi-crosoft, que cuenta con 11 apartados de infor-mación alfanumérica, más un apartado de carto-grafía que lleva asociados archivos de imagencon la localización y límites de los humedales(cuando ésta haya sido facilitada o esté disponi-ble por tratarse de espacios naturales protegidoso designados conforme a normas internaciona-les). Los once apartados de información son:

1. Identificación.2. Localización geográfica y administrativa.3. Climatología.4. Geología y Geomorfología.5. Hidrología.6. Vegetación y Flora.7. Fauna.8. Usos del suelo y estado de conservación.9. Valoración ambiental.10. Referencias.11. Cartografía.Estos apartados incluyen campos de informa-

ción de los siguientes tipos:Texto: A rellenar por el informador que intro-

duce o actualiza los datos.Desplegable: Incluye varias opciones preesta-

blecidas para seleccionar una entre ellas.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

20

Georreferenciación de los límites de la charca de Los Chorri-llos (Mula) mediante GPS

Page 19: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Autorrellenable: Se rellena automáticamenteuna vez se ha cumplimentado otro con el que es-tá relacionado.

Si/No: Casilla de verificación (presencia/au-sencia).

2.3.2. Documentación gráfica

En total se han obtenido más de 550 archivosde imagen, con un tamaño de 175 Mb. A ellas sehan añadido algunas imágenes escaneadas apartir de originales (fotografías y diapositivas) ob-tenidos con cámaras convencionales. Todas hansido almacenadas en formato .jpg, incluyéndosepara su visualización en el CD-ROM autoejecuta-ble que acompaña a la memoria del proyecto.

2.3.3. Cartografía digital

Los ficheros obtenidos en el campo medianteGPS fueron volcados a un PC, mediante el pro-grama Pathfinder Office 2.51 (Trimble NavigatorLimited) tanto para visualizar e identificar los dis-tintos tipos de entidades (polígonos, líneas ypuntos) como para realizar la corrección diferen-cial de las mismas, tomando como base la infor-mación obtenida por el servicio de Antena deGPS que gestiona la Comunidad Autónoma de laRegión de Murcia.

Una vez corregidos fueron exportados e incor-porados a un SIG vectorial (Atlas Gis 2.1), parasu posterior tratamiento.

También con este SIG, y mediante el uso detableta digitalizadora (Calcomp Drawing BoardIII), se incorporaron tanto los límites del inventa-rio de 1990, representados sobre ortofotomapas1:5.000, como los límites recientes de otros hu-medales cuya actualización proviene de distintostrabajos o fuentes cartográficas:

Saladares del Guadalentín: Se han utilizadolos límites de las superficies de saladar digitali-zadas por CABALLERO (1999) actualizadas hasta1998; se ha incluido un fragmento adicional in-corporado al ámbito del P.O.R.N. aprobado inicial-mente (saladar en la confluencia del Río Guada-lentín con la Rambla de Salinas).

Humedales de Ajauque y Derramadores: Loslímites se han asimilado a las superficies de lasunidades de vegetación características de hume-dales (saladares, juncales, estepas salinas, tara-

yales y carrizales), digitalizados en los estudiosbásicos realizados por RAMÍREZ-DÍAZ (1995).

Bosque de ribera de Cañaverosa y Almade-nes: El criterio para la delimitación de los dosejemplos incluidos (Cañaverosa y Almadenes) hasido adoptar el límite de los polígonos de inventa-riación que contienen los siguientes hábitats deinterés comunitario (BARAZA et al., 1999):

92A0. Bosques galería de Salix alba y Populus al-ba (alamedas ribereñas y saucedas mediterráneas).

92D0. Galerías y matorrales ribereños termo-mediterráneos (Nerio-Tamaricetea y Securinegiontinctoriae).

El único tipo de humedal que no ha sido obje-to de una delimitación precisa fueron los embal-ses, cuya representación cartográfica es el resul-tado de digitalizar sus límites sobre los mapas1:50.000 del Servicio Geográfico del Ejército.Las superficies de los polígonos así obtenidosno han sido consideradas en los análisis, ya querepresentan el área de máxima inundación ex-cepcional del embalse.

Como resultado de todo este trabajo, y gra-cias al tratamiento GIS de esta información, sehan podido comparar las superficies de los hu-medales inventariados en 1989-90 con las de2000, así como realizar una estima de la superfi-cie total de humedales identificados en la Regiónhasta el momento.

Finalmente, la cartografía resultante se entre-ga en formato Autocad R 14.0 (Autodesk. Inc.),conteniendo dos tipos de entidades, polígonospara los humedales y puntos para las fuentes ymanantiales, todos etiquetados con el códigocon el que se incluye cada humedal en el IRH.

21

2. Metodología

Depósito regulador del Mayés (término municipal de Ojós)

Page 20: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM
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3.1. ANÁLISIS GENERAL

Como ya se ha expuesto, el IRH 2000 siguesiendo un inventario abierto, que no tiene un ca-rácter exhaustivo, aunque supone, con respectoal trabajo de 1989-90, un avance en la coberturageográfica y en la representación de diferentes ti-pos de humedales.

3.1.1. Número de humedales

Como resultado de la prospección de campo yde la revisión del inventario anterior, la base dedatos del IRH 2000 contiene información sobre107 humedales, incluyendo los 74 de 1990. Sudistribución por tipos es:

Se ha constatado la desaparición de 7 humeda-les inventariados en 1990. El resto de humedales dedicho inventario (67) siguen existiendo, aunque mu-chos han sufrido cambios cuantitativos (en superfi-cie) y/o cualitativos (en su estado de conservación).De ellos, dos han sido desclasificados (pasan a serconsiderados tramos de ramblas). Se han incluidoademás en el inventario 33 nuevos humedales.

Los humedales desaparecidos se mantienenen la base de datos por dos razones: porque hansido incluidos por el Ministerio de Medio Ambien-

te en la base de datos del INH y por considerarque el tiempo transcurrido entre los dos inventa-rios regionales no es suficiente para certificar sudesaparición definitiva, pudiendo ser objeto derecuperación. Si ésta no se produce deberían sereliminados en una revisión posterior. También fi-guran todavía en la base de datos del INH losdos humedales desclasificados. Descontadosestos nueve humedales, el Inventario Regionalestaría integrado en la actualidad por 98 hume-dales, cuya distribución por tipos es:

23

3. Resultados del inventario

3. Resultados del inventario

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Humedales incluidos en la base de datos

ARR BR C CR E ENC F H MM SA

Tipos

1990

2000

Page 22: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Sin embargo, conviene matizar la representa-ción de humedales por tipos, dentro del IRH2000, en función de la cobertura estimada paracada tipo (número de humedales inventaria-dos/número de humedales totales existentes enla Región). Esta proporción resulta difícil de esti-mar en algunos tipos (humedales muy numero-sos y dispersos) y se establece sólo de formaaproximada. Estas estimas se representan gráfi-camente en la siguiente tabla:

La siguiente tabla resume la comparación delos dos inventarios (1990-2000):

Durante el presente trabajo se visitaron otros38 sitios, que no se incluyen en el inventario porser redundantes o no ajustarse a los criterios deinclusión. En muchos casos, estos sitios formanparte de complejos que ya cuentan con algunarepresentación en el inventario. La distribuciónpor tipos de estos sitios es la siguiente (nóteseque se añaden los tipos “Balsas de Riego” = BAy “Depuradoras de Lagunaje” = DL).

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

24

Cobertura enTipo Código el IRH 2000

Arrozales ARR

Bosque de ribera BR

Charcas y pozas C

Criptohumedales CR

Embalses E

Marismas pseudomarealesENC

(encañizadas)

Fuentes y manantiales F

Humedales con salinas costeras H

Mar Menor MM

Salinas interiores SA

IRH Desa- Descla- De nueva IRHTipo 1990 parecidos sificados inclusión 2000

ARR 1 1

BR n.i. 2 2

C 32 7 10 35

CR 20 2 1 19

E 10 4 14

ENC 1 1

F n.i. 13 13

H 3 3

MM 1 1

SA 6 3 9

TOTAL: 74 7 2 33 98

Humedales IRH 2000

0

5

10

15

20

25

30

35

40

ARR BR C CR E ENC F H MM SA

Tipos

2000

Page 23: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Como se puede apreciar, se trata principal-mente de charcas (20 sitios) y fuentes (10) delas que sólo se dispone de información sobre sulocalización.

3.1.2. Distribución por tipos

Las siguientes gráficas reflejan la distribuciónporcentual por tipos de los humedales del IRH2000, tanto entre tipos generales (litorales/inte-riores) como específicos (tipología del inventario).

Numéricamente dominan los humedales inte-riores, debido fundamentalmente al elevado nú-mero de charcas incluidas en el inventario, en sumayoría localizadas en el interior de la Región(sólo hay tres charcas litorales). Las charcas su-ponen el 37% de todos los humedales y juntocon los embalses (el segundo tipo más numero-so) superan el 50% del total.

Las siguientes gráficas resumen la distribu-ción por tipos específicos dentro de los humeda-les litorales e interiores:

25

3. Resultados del inventario

Humedales IRH 2000

LITORALES18%

INTERIORES82%

IRH 2000 - Humedales por tipos

EMBALSES14%

CHARCAS37%

CRIPTOHUMEDALES19%

BOSQUE RIBERA2%

ENCAÑIZADAS1%

FUENTES13%

SALINASCOSTERAS

3%

MAR MENOR1%

SALINASINTERIORES

9%

ARROZALES1%

Humedales no inventariados

0

5

10

15

20

25

ARR BR C CR E ENC F H MM SA BA DL

Tipos

Page 24: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

En el interior de la Región, las charcas siguensiendo el tipo dominante, con un 40% de los hu-medales interiores inventariados, mientras queentre los litorales el tipo más frecuente son loscriptohumedales, que superan el 50%.

3.1.3. Distribución por municipios

La distribución de humedales por municipioses la siguiente:

Cartagena, Jumilla y Cieza son los municipioscon mayor número de humedales incluidos totalo parcialmente dentro de sus términos municipa-les. El primero incluye la mejor representación dehumedales costeros de la Región: Mar Menor,salinas del Rasall y Marchamalo, humedales deLa Manga, saladares de Lo Poyo y Punta de lasLomas y Marina del Carmolí. Los dos segundosmunicipios incluyen sobre todo embalses, char-cas y salinas interiores. Los municipios que hanperdido humedales desde el IRH de 1990 sonMula (6) y Molina de Segura (1).

3.1.4. Superficie total de humedales.Variación desde 1990

Los 98 humedales inventariados representanuna super ficie mínima de humedales de18.539,12 hectáreas. Este valor es el resultadode sumar las superficies delimitadas sobre el te-

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

26

Humedales interiores por tipos

CRIPTOHUMEDALES

11%

ARROZALES

1%B. RIBERA

3%

SALINAS

INTERIORES

11%

FUENTES

16%

EMBALSES

18%

CHARCAS

40%

COSTERAS

Humedales litorales por tipos

SALINAS

17%

ENCAÑIZADAS

6%MAR MENOR

6%

CRIPTOHUMEDALES

55%

CHARCAS

16%

Municipio Número de humedales

Cartagena 8

Jumilla 7

Cieza 7

Calasparra 6

Caravaca 6

Alhama de Murcia 5

Mazarrón 5

Mula 4

Moratalla 4

Águilas 4

San Javier 4

Lorca 3

Fortuna 3

Los Alcázares 3

Abanilla 3

Yecla 2

Molina de Segura 2

San Pedro del Pinatar 2

Ojós 2

Municipio Número de humedales

Librillla 1

Pliego 1

Abarán 1

Bullas 1

Alcantarilla 1

Murcia 1

Blanca 1

Ulea 1

Totana 1

Page 25: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

rreno mediante GPS (o digitalizadas a partir deanotaciones de campo sobre mapa), salvo en loscasos en los que se ha utilizado una fuente dife-rente (ver apartado “Metodología”).

La cifra global del IRH 2000 no incluye losnuevos embalses incorporados al inventario, porlas dificultades encontradas en su delimitación,que exigirían el desarrollo de una metodologíaespecífica.

Tampoco se ha asignado superficie a los hume-dales incluidos en el tipo “Fuentes y manantiales”.

Para establecer los cambios recientes en lasuperficie de humedales se ha tomado como ba-se el IRH 90. No obstante, la comparación condicho inventario no refleja directamente la varia-ción real de superficie, siendo necesario descon-tar los efectos de la incorporación de nuevos hu-medales, de superficies no inventariadas previa-mente (pero que ya existían en 1990) y de cam-bios en los criterios de delimitación y en la preci-sión de la cartografía.

En consecuencia, no intervienen en la compa-ración aquellos humedales cuya superficie ha va-riado únicamente en virtud de la precisión en elcálculo de la superficie (como es el caso del MarMenor y las Encañizadas). Se asume que estoshumedales no han sufrido ninguna variación. Uncaso similar es el tipo charcas y pozas, cuya su-perficie fue establecida en 1990 con muy pocaprecisión, sobre la base de estimas visuales. Delmismo modo, algunos humedales fueron delimita-dos incluyendo en su interior superficies que noeran propiamente humedal y que ahora han sidoexcluidas al registrar los límites mediante GPS.

No intervienen en la comparación los nuevostipos que sólo aparecen en el IRH 2000 (fuentesy bosques de ribera).

Tampoco puede compararse la superficie dearrozales, ya que en 1990 se estimó como la su-perficie potencial de cultivo de arroz, referidapresumiblemente a la totalidad del coto arrocerode Calasparra. En el presente trabajo, en cam-bio, se han incluido datos precisos de la superfi-cie inscrita en el coto arrocero perteneciente alos municipios de Moratalla y Calasparra (fuente:Consejo Regulador de la Denominación de Origen“Calasparra”), que con toda seguridad se aproxi-ma mucho más a la superficie real de este tipode humedal. Esto se confirma al digitalizar lassuperficies cartografiadas como “arrozal” en elIRH 90, sobre mapas del S.G.E. (1:50.000); ac-tualizando la extensión de estas superficies conla propia información de la edición más recientede estos mapas, resultan un total de 1123,57ha, cifra casi idéntica a la proporcionada por elConsejo Regulador de la D.O.

Descontando la mayor parte de la variaciónatribuible a los factores antes expuestos se hapodido establecer la variación de algunos tipos,considerando sólo los humedales directamentecomparables e intentando reflejar la variaciónatribuible a la destrucción o a la creación/expan-sión efectiva de humedales.

La tabla siguiente resume las superficies to-tales, por tipos de humedales, en los dos inven-tarios y la variación neta de superficie (pérdida-ganancia) no atribuible a una mejor prospeccióno a otros aspectos metodológicos.

27

3. Resultados del inventario

IRH 90Nueva

Excluido IRH 00Pérdida Ganancia Variación

inclusión neta neta neta

TOTAL 19.544 122,91 213,5 18.539,1 1.017,96 163,70 - 854,25

Charcas 7,84 1,33 20,42 2,13 11,81 9,68

Criptohumedales 2.719,5 116,62 213,5 1.805,71 970,16 149,87 - 820,28

Embalses 797 0 0 797 0 – –

Encañizadas 181 0 0 179,73 0 0 0

Humedales con 824,2 0 0 818,92 45,66 1,46 - 44,2salinas costeras

Salinas interiores 14,5 4,97 0 21,43 0 0,55 0,55

Arrozales 1.500 0 0 1.120 – – –

Mar Menor 13.500 0 0 13.435 0 0 0

Bosque de ribera 0 0 0 341,54 – – –

Fuentes 0 0 0 0 – – –

Page 26: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Esta variación no considera, evidentemente, elaumento no cuantificado en la superficie de em-balses, el único tipo que ha experimentado conseguridad un incremento apreciable en extensión.

Hay que señalar, por otra parte, que la varia-ción global dentro de cada tipo enmascara cam-bios individuales e incluso variaciones internasdentro de un mismo humedal (que puede experi-mentar pérdidas de su superficie original com-pensados por aumentos en otras zonas). Estosaspectos se analizan en el apartado 3.2.

3.1.5. Distribución de la superficie por tipos

Las gráficas siguientes muestran la distribu-ción de la superficie de humedales del IRH 2000por tipos. Se han excluido los embalses, por nodisponer de datos de los de nueva creación.

La mayor parte de la superficie correspondeal Mar Menor (tipo “Laguna costera”). La siguien-te gráfica representa la distribución de superfi-cies excluyendo también a este humedal.

El Mar Menor engloba el 76% de la superficietotal de humedales de la Región que no son em-balses; si se excluye del cómputo, el tipo más ex-tenso son los criptohumedales, a los que corres-ponde el 42% de la superficie restante.

3.2. ANÁLISIS POR TIPOS

En este apartado se describe con mayor deta-lle la situación de cada tipo de humedal. Se pro-porcionan los datos sobre el número y superficiede humedales incluidos en él y sobre los tipos deusos e impactos que le afectan.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

28

VARIACIÓN (%) CON RESPECTO A 1990

Neta Pérdida Ganancia

TOTAL - 4,37 5,21 0,83

Charcas 105,79 23,27 129,07

Criptohumedales - 30,16 35,67 5,51

Humedales con salinas costeras - 5,36 5,53 0,17

Salinas interiores 3,79 0 3,79

El balance global refleja la desaparición netade una superficie de 854,25 ha de humedales,resultante en su mayor parte de la reducción enla superficie de criptohumedales (820,28 ha).Sólo han experimentado aumentos netos de su-

perficie las charcas y pozas y las salinas interio-res, aunque se trate de variaciones poco signifi-cativas. La tabla siguiente expresa la variaciónneta de superficie (total y por tipos) como por-centaje de la superficie inventariada en 1990.

Superficie IRH 2000 (excepto embalses)

MAR MENOR76%

BOSQUES DERIBERA

2%

CRIPTOHUMEDALES11% CHARCAS Y POZAS

0,1%SALINAS

INTERIORES0,1%

ARROZALES6%

SALINASCOSTERAS

5%

MARISMASPSEUDOMAREALES

1%

Superficie IRH 2000(excepto embalses y Mar Menor)

ARROZALES

26%

BOSQUES DERIBERA

8%

CHARCAS Y POZAS

0,4%MARISMAS

PSEUDOMAREALES

4%

SALINASCOSTERAS

19%

SALINAS INTERIORES

0,4%

CRIPTOHUMEDALES

43%

Page 27: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Se realiza asimismo una evaluación ecológi-ca general del tipo considerado y se analiza suvariación entre el inventario actual y el de 1990para aquellos casos en los que existen datoscomparables.

A continuación de los datos descriptivos ge-nerales y la evaluación global se describen breve-mente algunos ejemplos representativos y casossingulares, en particular de los tipos que no hansido individualizados o tratados exhaustivamenteen el inventario (balsas de riego, depuradoras delagunaje, bosques de ribera, fuentes y manantia-les). De esta manera se pretende ilustrar la va-riabilidad interna existente dentro de cada tipode humedal y que no resulta adecuadamentedescrita por las magnitudes y datos generales.

Al final de cada capítulo se incluye una tablaresumen con los datos de superficie de todoslos humedales incluidos en él, indicando las su-perficies perdidas y ganadas, las nuevas incorpo-raciones y exclusiones, así como el balance netode superficie y la variación en %. Se indican conflechas las tendencias de variación (en número ysuperficie) de cada tipo, en negro si se han cuan-tificado en el IRH 2000 y en gris cuando se dedu-cen de otras fuentes de información.

3.2.1. Laguna costera (Mar Menor)

El Mar Menor es una laguna hipersalina de135 km2 de superficie, lo que hace que, ademásde ser la única laguna costera de la Región deMurcia, sea el humedal de mayor extensión. Enel IRH 2000, el Mar Menor representa el 76% detoda la superficie de humedales, excluidos losembalses. Su profundidad media es de 3 a 4 m.y su profundidad máxima alcanza los 6 m. Estáseparado del mar Mediterráneo por una bandaarenosa de 22 km de longitud, La Manga, atrave-sada por cinco canales o golas más o menos fun-cionales que sirven de comunicación entre am-bos mares.

En el Mar Menor confluyen numerosos usos eintereses, al mismo tiempo que, a lo largo de suhistoria reciente, ha sido objeto de todo tipo deagresiones ambientales (relleno de terrenos, aper-tura y dragado de canales, vertidos mineros, urba-nos y agrícolas, desarrollo urbano, construcciónde puertos, creación de playas artificiales, draga-dos y vertidos de arenas y sedimentos, etc.).

Como ambiente emblemático por sus valorespaisajísticos, ecológicos y culturales en la Regiónde Murcia, en la que está ubicado, presenta unelevado interés turístico y para actividades recrea-tivas, al tiempo que sigue soportando importan-tes pescas que mantienen una economía localgracias a la calidad y precio que alcanzan susproductos y que consisten principalmente en pe-ces (anguilas, mújoles, doradas, magres, sargos,lenguados, lubinas, etc.) y crustáceos (langosti-nos). Los valores ecológicos y culturales del MarMenor han sido ampliamente divulgados. Los pri-meros, en particular las aves y los hábitats natu-rales, satisfacen diversos criterios establecidospor normativas de protección de la biodiversidad,en especial a escala europea (BARAZA, 1999).

Todo ello hace que exista una elevada sensi-bilidad social ante los problemas que afectan alMar Menor. No obstante, en el terreno de lagestión ambiental de los usos y recursos hay uncierto abandono, como se deduce de la ausen-cia de planes de seguimiento y de financiaciónpara la elaboración de estudios ambientales yecológicos.

De forma genérica se desconoce el impactooriginado sobre la dinámica lagunar por las nu-merosas actividades desarrolladas en el área, apesar de que algunas de ellas, como el ensan-che y dragado del canal de El Estacio a principiosde la década de 1970 para construir un puertodeportivo y un canal navegable, han producidoprofundos cambios en la hidrografía, comunida-des biológicas y producción pesquera, con impor-tantes repercusiones socioeconómicas (MAR-COS, 1991).

29

3. Resultados del inventario

Vista de la laguna desde la Marina del Carmolí

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De acuerdo con los datos incluidos en elIRH2000, en el Mar Menor se desarrollan funda-mentalmente actividades recreativas (náutico-de-portivas, baño, etc.), medicinales (baños tera-péuticos), de extracción de arena (para regenera-ción de playas), militares, de transporte (líneasde transporte de turistas), pesca, marisqueo yacuicultura. No todos estos usos tienen la mis-ma intensidad ni afectan a la misma extensióndel humedal. Los más extendidos e intensivosson los usos recreativo-turísticos. La pesca seencuentra en declive por la disminución de lascapturas, pero tiene una gran extensión superfi-cial (probablemente en un intento por compensarsu escaso rendimiento).

Al mismo tiempo, este humedal experimentaprobablemente la más amplia variedad de impac-tos que puede encontrarse en la Región: vertidode residuos sólidos, alteración del régimen hídri-co (por apertura de canales), presión recreativa,cultivos y urbanizaciones en el entorno, draga-dos, drenaje y residuos agrícolas, residuos líqui-dos urbanos, vuelo de aeronaves, tráfico de em-barcaciones a motor, rellenos y eutrofización. Co-mo en el caso de las actividades, estos impactosvarían en intensidad, extensión y localización.

Los primeros impactos se remontan a los si-glos XVI y XVII y se intensifican a finales del sigloXIX, cuando la deforestación y la minería en lacuenca circundante indujeron un incremento dediez veces las tasas de sedimentación en la la-guna desde los 30 mm/siglo a los 30 cm/siglo.

La minería es una de las actividades más anti-guas de las desarrolladas en el área del Mar Me-nor, remontándose a 2000 a. C. Su incremento

en intensidad hasta la pasada década condujo aun fuerte aumento del contenido en metales pe-sados del sedimento. Desde la década de los 50,los vertidos fueron desviados hacia la bahía dePortmán y, desde entonces, los niveles de meta-les se mantienen altos, pero constantes.

Estas actividades, junto con el desarrollo desalinas en las lagunas marginales (San Pedro,Los Narejos, Lo Poyo, Cabo de Palos o Marcha-malo) y el desarrollo de planes de drenaje parausos agrícolas, junto a los procesos naturales desedimentación y colmatación, han jugado un pa-pel decisivo en la pérdida de superficie y profun-didad del Mar Menor.

Desde el inicio de los primeros asentamien-tos turísticos, en la primera mitad del siglo XIX,hasta el presente, la reducción del tamaño de lalaguna se ha visto acelerada. Entre 1937 y 1976,la superficie de ribera ocupada por edificacionesse incrementó desde el 12% al 54%.

En la actualidad, las actividades que condu-cen al relleno de terrenos ganados al mar inclu-yen la creación de nuevas playas, la construcciónde paseos marítimos, la construcción de puertose incluso carreteras. La incompatibilidad de algu-nos usos, como el desarrollo urbano y los usosmilitares o las salinas, junto con las iniciativasde protección de estos lugares, ha impedido queel porcentaje de superficie construida haya se-guido creciendo al mismo ritmo. Ahora el creci-miento se produce más en profundidad que a lolargo de la línea de costa. El incremento de lasáreas turísticas lleva consigo la construcción depuertos. Actualmente, su densidad es casi de 2puertos/10 km y algunos de ellos están separa-dos por menos de 800 m.

La elevada evapotranspiración potencial de lazona, próxima a 900 mm, conduce a un déficit delbalance hídrico que excede los 60.000 m3/km2.Las condiciones hídricas que esto implica condi-cionan el funcionamiento del Mar Menor (LÓPEZBERMÚDEZ et al., 1981) y que se comporte comouna cuenca de concentración. Los vientos domi-nantes, levantes y lebeches, son los que ejercenuna mayor influencia en el oleaje y en la dinámicade las corrientes.

Con excepción de la rambla del Albujón, y apesar de que hay una veintena de ramblas quedesembocan en el Mar Menor, no hay caucescon un flujo de agua permanente hacia la laguna

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Canal del Estacio. Principal vía de intercambio de agua entreel mar Mediterráneo y el Mar Menor

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(LILLO, 1981). La puesta en regadío del Campode Cartagena, a raíz del trasvase Tajo-Segura, esel principal responsable de la subida del nivel freá-tico y del aporte de aguas de la rambla del Albu-jón, que es el principal colector de la cuenca,aportando un elevado contenido en nutrientes,principalmente nitratos, que actualmente alcan-zan concentraciones en el agua diez veces mayo-res que hace apenas 9 años.

Por lo que se refiere a la hidrografía de la la-guna, las corrientes están marcadas por el vien-to. El balance hídrico y la salinidad han ido cam-biando a lo largo de la evolución de la laguna co-mo consecuencia de los distintos grados de ais-lamiento respecto al mar abierto, dependientesde los cambios en el nivel del mar y de los tem-porales que rompían La Manga. Actualmente, ydesde el ensanchamiento de El Estacio, la diná-mica del Mar Menor está marcada por los inter-cambios de agua a través de dicha gola (ARÉVA-LO, 1988), lo que ha incrementado la tasa de re-novación y reducido la salinidad, que ahora oscilaentre el 42‰ y 46‰. A su vez, las temperaturasextremas se han hecho más moderadas (PÉREZ-RUZAFA, 1989a). El modelo circulatorio constade dos giros principales en sentido contrario alas agujas del reloj.

La entrada total anual de agua dulce por llu-vias y escorrentía oscila entre 27.9 y 122 millo-nes de m3, frente a los 155 a 205 millones de m3

que se evaporan. La pérdida neta de agua porevaporación se compensa con entradas de aguadel mar Mediterráneo (ARÉVALO, 1988; PÉREZ-RUZAFA, 1989a). El estado ecológico a largo pla-zo depende de tales intercambios.

De las tres cuencas diferenciables, la nortees la que presenta valores de salinidad más ba-jos, mientras que la sur expone los valores másaltos y las temperaturas más extremas, aunque,en general, las diferencias espaciales no supe-ran los 2°C en cualquier momento del año.

Tradicionalmente, las aguas del Mar Menor sehan considerado oligotróficas con niveles de nu-trientes bajos. Es posible distinguir dos situacio-nes: una de aguas claras, con valores bajos denutrientes y clorofila durante casi todo el año, yuna situación de aguas más turbias a final de ve-rano debida a un aumento de la productividad yde la densidad del zooplancton (GILABERT,1992). Debido a su oligotrofia, el Mar Menor no

ha registrado crisis distróficas. La transmisión dela luz es buena y no constituye un factor limitantede la producción biológica.

Los fondos del Mar Menor están cubiertosprincipalmente por dos categorías de sedimen-tos, de acuerdo con su composición granulomé-trica, fangosos y arenosos, existiendo tambiénalgunas zonas con fondo rocoso. Los fondos fan-gosos cubren toda el área central de la cubeta ylos fondos someros, donde el hidrodinamismo esbajo y están cubiertos por un denso césped delalga Caulerpa prolifera, introducida en la lagunadespués de la ampliación del canal de El Estacio.Los fondos arenosos, con un contenido de arenasde hasta el 89%, están localizados en los márge-nes de la cuenca y en las bahías que rodean lasislas, mostrando pequeñas manchas de la fane-rógama Cymodocea nodosa.

El contenido de materia orgánica de los sedi-mentos del Mar Menor es muy variable, oscilandodesde menos de 0,34% en arcillas rojas compac-tadas hasta más de 8,6% en las áreas de Cauler-pa prolifera. Estacionalmente, desde el otoño alinvierno se observa un incremento en el conteni-do de materia orgánica en los sedimentos, tantoen fondos fangosos como en arenosos. Este in-cremento se explica por la contribución de lasfrondas del alga Caulerpa prolifera y la faneróga-ma Cymodocea nodosa, respectivamente.

Las actuaciones de dragado y rellenado, parala generación de nuevas playas, provocan una si-tuación de estrés que es explotada por especiesoportunistas como las masas flotantes de Chae-tomorpha linum y los céspedes de Caulerpa proli-fera. Como resultado de esto, los fondos claros

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3. Resultados del inventario

Desembocadura de la rambla del Albujón en el mar Mediterráneo

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arenosos son sustituidos por fondos fangosos,con un consiguiente aumento del contenido demateria orgánica (PÉREZ-RUZAFA et al., 1991).

Los valores de oxígeno disuelto muestran un al-to rango de variación, oscilando entre las condicio-nes anóxicas o concentraciones menores de 2mg/l en áreas con céspedes densos o fondos fan-gosos y altas concentraciones de materia orgánicay bajo hidrodinamismo, hasta valores en el rangode 11 mg/l. Sin embargo, estas variaciones co-rresponden a diferencias locales a nivel del fondo.Por otro lado, las aguas subsuperficiales muestranvalores homogéneos, generalmente de saturación.

Como hemos visto, la vegetación bentónicade los fondos blandos del Mar Menor está com-puesta principalmente por céspedes, monoespe-cíficos de Cymodocea nodosa y Caulerpa prolife-ra y praderas mixtas de C. nodosa-C. prolifera. Enlas zonas más someras y calmas hay manchas,más o menos extensas, de Ruppia cirrhosa.

Las praderas de C. nodosa, Zostera marina y Z.nana que dominaban los fondos del Mar Menor an-tes de 1970 (SIMONNEAU, 1973), ahora, despuésde la ampliación del canal de El Estacio, se hanvisto reducidas a los fondos arenosos (la primera)o han desaparecido (PEREZ-RUZAFA et al., 1989).

La propagación de los céspedes de C. prolife-ra ha aumentado a lo largo de los últimos años aexpensas de los céspedes monoespecíficos deC. nodosa. Se han sugerido algunas causas paraexplicar este incremento: el aumento del estrésdemográfico en la laguna (principalmente, polu-ción doméstica), la construcción de infraestructu-ras para facilitar los deportes náuticos, el draga-do de parte de los fondos de la laguna, la rege-neración de playas, el aporte de materiales terrí-genos alóctonos debido a lluvias torrenciales, laapertura de golas, etc. Pero el hecho principal esque el incremento del intercambio de agua con elvecino mar Mediterráneo ha provocado un proce-so de “mediterraneización” tanto del agua comode la biota del Mar Menor. El importante descen-so de la salinidad y el suavizamiento de las tem-peraturas más extremas, principalmente las ba-jas, tuvieron, sin lugar a dudas, una marcada in-fluencia en el crecimiento y expansión de C. proli-fera, que no puede soportar temperaturas pordebajo de los 10ºC (PÉREZ-RUZAFA, 1989a), fre-cuentemente alcanzados en los meses de invier-no antes de la ampliación de El Estacio.

Respecto a los poblamientos faunísticos hansido inventariadas hasta 433 especies incluidasen 13 phyla. Las comunidades bentónicas mues-tran unos patrones de zonación que recuerdan alos de las comunidades de mar abierto, pero mi-niaturizados (CALVIN et al., 1999).

El Mar Menor difiere de otras lagunas coste-ras mediterráneas en varios aspectos relaciona-dos con su heterogeneidad medioambiental. Susdimensiones, su profundidad, la naturaleza delos sustratos rocosos relacionados con aflora-mientos volcánicos y diques, el proceso de medi-terraneización relacionado con el incremento deintercambio de agua, etc., pueden explicar su ac-tual diversidad bionómica.

De hecho, no todas las actuaciones humanas,como resultado de la demanda de uso del MarMenor, son negativas. La construcción de balnea-rios sobre pilares de madera o cemento, tan ca-racterísticos del paisaje del Mar Menor, han per-mitido la aparición de hábitats de sombra, muy es-casos en muchas lagunas costeras. En este senti-do, el asentamiento y desarrollo de poblamientosesciáfilos ha sido favorecido. Estas comunidadesestán constituidas, básicamente, por organismosfiltradores (ascidias, esponjas, briozoos, etc.) queincrementan la biodiversidad y contribuyen activa-mente a la depuración del agua.

Las transformaciones hidrográficas ocurridasen los últimos años en el Mar Menor y la dismi-nución del confinamiento conllevan un enriqueci-miento en número de especies (PÉREZ-RUZAFAet al., 1987;1993). Por el momento, ninguna es-pecie (con excepción quizás de Zostera) ha desa-parecido como resultado de la mediterraneiza-ción del Mar Menor; más bien ha habido una dis-minución de su abundancia.

Desde un punto de vista bionómico, estoscambios han conllevado el reemplazo de algunasfacies por otras dentro de una comunidad dada.Así, en la comunidad de roca fotófila, los pobla-mientos de Ceramium ciliatum var. robustum yCladophora sp, registrados antes (GARCÍA,1982), han sido reemplazados principalmente porfacies de Acetabularia acetabulum, Jania rubens,Padina pavonica y Laurencia obtusa, dependiendode las zonas (PÉREZ-RUZAFA, 1989b). Al mismotiempo, las comunidades fotófilas de sustrato ro-coso han sido reemplazadas actualmente porcéspedes de Caulerpa prolifera en roca.

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De hecho, los poblamientos biológicos delMar Menor han estado cambiando en función delgrado de aislamiento y las condiciones medioam-bientales. Después de la última regresión marinaen el Cuaternario y el progresivo aislamiento, lasalinidad aumentó, teniendo su máximo a finalesdel siglo XVIII, llegando hasta un 70‰. Esta si-tuación cambiaba cuando, debido a tormentasesporádicas, la barra de arena se rompía, permi-tiendo variaciones en la salinidad y la coloniza-ción de organismos, peces en su mayoría. Hay re-ferencias históricas de alguno de estos eventos.Una de las últimas, en 1869, probablemente re-forzado por la posterior construcción de un canalartificial de comunicación con el Mediterráneo,(la gola de Marchamalo en 1878), causó la caídade salinidad de las aguas de la laguna, cayendode un 60-70‰ a un 50- 52‰. Esto supuso unfuerte cambio en la biología de la laguna con laintroducción de Cymodocea y Zostera sobre todala cubeta y Posidonia oceanica en las áreas are-nosas del sur de la cubeta. Además, casi cercade treinta especies de moluscos y peces se esta-blecieron en la laguna. El incremento de la biodi-versidad resultante conllevó también la caída delas pesquerías, principalmente de mújoles.

El mismo proceso ha tenido lugar tras la am-pliación del canal de El Estacio. El mencionado in-cremento en las tasas de intercambio de agua en-tre la laguna y el mar ha permitido la colonización

de nuevas especies marinas. En los últimos 15años, el número de especies de moluscos y pecesse ha duplicado. Relacionado con estos cambiosha habido una importante caída en los stocks pes-queros de las especies más relevantes (principal-mente, de nuevo, Mugilidae y Sparus aurata).

Otras especies han sido introducidas más re-cientemente. Algunas de ellas, como las medu-sas Cotylorhiza tuberculata y Rhizostoma pulmo,han llegado a ser una plaga como consecuenciatambién de los cambios en el estado trófico de lalaguna (VARIOS AUTORES, 1997; MARTÍNEZ y ES-TEVE, 2000). Estas especies llegan a densida-des mayores a 40 individuos/100 m3 (VARIOSAUTORES, 1996). Es interesante remarcar que apesar del cambio significativo del estado tróficode la laguna, la pendiente y forma del espectrode tamaños en el sistema pelágico continúasiendo casi la misma que hace diez años, cuan-do las medusas no estaban presentes.

Obviamente, para controlar el proceso que hapermitido la degradación del Mar Menor o decualquier otra laguna, es necesario conocer enprofundidad éstos y las relaciones causales en-tre ellos y las actividades humanas que los hanoriginado. Estas relaciones causa-efecto, en ge-neral, son desconocidas y establecerlas deman-da un seguimiento detallado, que a veces es in-compatible con la acelerada evolución de la lagu-na forzada por el hombre.

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3. Resultados del inventario

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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TIPO: LAGUNA COSTERA (MAR MENOR)

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 1 TOTAL 1990 13.500 (respecto

INVENTARIADOS 1990 1 TOTAL 2000 13.434,80 a 1990)

DESAPARECIDOS 0 PÉRDIDA: – –

DE NUEVA INCORPORACIÓN 0 GANANCIA: – –

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 1 = VARIACIÓN NETA: – – =

VALORES AMBIENTALES: Comunidades sumergidas. Aves acuáticas invernantes (Serreta Mediana, Zampullín Cuelline-gro) y nidificantes (Tarro Blanco); islas con vegetación halonitrófila, espinares termófilos y maquia (Isla del Barón); inte-rés paisajístico.

ACTIVIDADES: Recreativas (náutico-deportivas, baño, etc.), medicinales, extracción de arena, militares, de transporte,pesca, marisqueo y acuicultura.

IMPACTOS: Vertido de residuos sólidos, alteración del régimen hídrico (apertura de canales), presión recreativa, culti-vos y urbanizaciones en el entorno, dragados, drenaje y residuos agrícolas, residuos líquidos urbanos, vuelo de aerona-ves, tráfico de embarcaciones a motor, rellenos y eutrofización.

Observaciones: Variación de superficie obedece únicamente al origen de la información; se asume que no hay cambios.

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Mar Menor MM 13.500 13.434,80

TOTAL: MM 13.500 0 0 0 0 13.434,80 0

Laguna costera(Mar Menor)

Km

0 20 40

CartagenaMM

San PedroSan Javier

Los Alcázares

del Pinatar

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3.2.2. Criptohumedales

El tipo criptohumedales ha sido revisado enel presente inventario. Se ha considerado que al-gunos humedales incluidos en 1990 bajo estadenominación son en realidad tramos de ramblaen los que el componente vectorial predominasobre otro tipo de factores, diferenciándolos delos criptohumedales propiamente dichos que res-ponden a otro tipo de factores genéticos o fun-cionales y adoptan una configuración espacial di-ferente (con independencia de que estén o no enrelación con la red hidrográfica). Quedan así in-cluidos en este tipo todos aquellos humedalescarentes de lámina de agua libre en la mayor par-te de su superficie, que se desarrollan sobre lla-nuras de inundación relictas de ríos o ramblas(Guadalentín), planicies y depresiones costerasendorreicas o de drenaje difuso –marinas, depre-siones dunares, marismas y lagunas colmata-das, antiguas salinas (Carmolí, Lo Poyo, PuntaGalera, Mazarrón)– y otras zonas llanas o de es-casa pendiente y drenaje difuso, receptoras deescorrentías y descargas laterales y subterrá-neas, pero topográfica y funcionalmente indepen-dientes de la red hidrográfica asociada (Ajauque,Derramadores, Boquera de Tabala, Cañada Brus-ca, Matalentisco).

Esto ha supuesto la exclusión del inventario dedos lugares: Los Rameles y El Salar de Blanca,aunque se mantienen en la base de datos al estarincluidos en el inventario de 1990, utilizado por laDGCN para alimentar la base de datos del INH.

En consecuencia, el presente inventario sóloincluye 19 criptohumedales, frente a los 20 de1990 (se ha incluido además un nuevo humedal,el saladar de la playa del Sombrerico, en Águi-las). Suponen el 19% de todos los humedales in-ventariados, el 11% de los interiores y el 55% delos litorales. Ocupan una super ficie total de1.805,71 ha, que supone un 10,17% de la su-perficie incluida en el IRH 2000 (excluidos losembalses) y un 41,9% excluyendo también alMar Menor.

En comparación con el IRH de 1990, los crip-tohumedales han experimentado una pérdida desuperficie de 820,29 ha, lo que supone con mu-cho la mayor reducción sufrida por cualquier tipode humedal (el 30,1% de la superficie inventaria-da en 1990).

Los humedales individuales que mayor varia-ción neta han sufrido han sido también criptohu-medales: los saladares de la margen izquierdadel Guadalentín (CR6), de los que han desapare-cido 596,29 ha (69% de la superficie inventaria-da en 1990), Altobordo (CR17; 138,8 ha, 76%de pérdida), La Alcanara (CR5; 108,8 ha, 33,9%)y el Salar Gordo (42,6 ha, 55%). El mayor incre-mento neto de superficie lo ha experimentadotambién un criptohumedal, la Marina del Carmolí(CR10; 67,1 ha o un 27,1%).

Tal como se ha expuesto, estos humedalesrepresentan situaciones diversas, dependiendode su localización y características geomorfológi-cas e hidrológicas, pero se ven afectados en mu-chos casos por perturbaciones de origen similar.Adoptan fisonomías variadas dependiendo de lasinfluencias que reciben, sean de origen natural oartificial. En particular responden a variacionesen la profundidad de la capa freática y en la sali-nidad del medio, evolucionando desde formacio-nes esteparias hasta marismas o pequeñas lagu-nas, en gradientes que pueden manifestarse sin-crónicamente en una dimensión espacial (distin-tas bandas o sectores dentro del humedal) o aescala temporal (en una misma zona). Cuandodeterminadas influencias se acentúan por proce-sos de origen antrópico pueden producirse rápi-dos cambios en la fisonomía del humedal.

Los usos registrados en las fichas del IRH re-velan que los criptohumedales son utilizados prin-cipalmente para el pastoreo (50%) y también paraactividades recreativas (45%), caza (30%) y agri-cultura (20%). Esto implica que su uso tradicionalse basa en sistemas de aprovechamiento extensi-vos, que se encuentran en franco retroceso frentea la expansión de la agricultura de regadío y el de-sarrollo de infraestructuras y edificaciones (polígo-nos industriales, granjas, urbanizaciones, etc.).

El declive de los sistemas de uso tradicional,unido a la proximidad de zonas urbanas o en pro-ceso de urbanización, hace que los criptohume-dales se vean sometidos además a una fuertedegradación de fondo que corre paralela a su es-casa valoración social.

Así, entre los impactos que les afectan desta-ca el vertido de residuos sólidos (presentes enun 95%), el drenaje agrícola (55%), la presión re-creativa (50%) y la alteración de la cubierta vege-tal. Además sufren un amplio abanico de impac-

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3. Resultados del inventario

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tos como el abandono de usos, la carga ganade-ra, la alteración del régimen hídrico, la urbaniza-ción y el cultivo parcial (roturación), todos ellosafectando a un 30% de los humedales de este ti-po. Estas cifras son el resultado de la combina-ción de impactos sobre criptohumedales coste-ros e interiores, predominando en los primeroslos impactos urbanísticos y recreativos y en lossegundos las roturaciones y la sobreexplotaciónde acuíferos, siendo comunes a ambos los verti-dos de residuos sólidos y el drenaje agrícola.

La agricultura de regadío constituye un factorde alteración para la mayor parte de los criptohu-medales, tanto de forma directa (roturación yocupación) como indirecta (modificación del régi-men hídrico, alteración del paisaje). Los criptohu-medales litorales se ven amenazados además,en algunos casos, por procesos de urbanizacióndentro del propio humedal.

La expansión de regadíos a lo largo de la últi-ma década se traduce en un incremento de los fe-nómenos de carrizalización en criptohumedales,en el que se sustituyen gradualmente comunida-des de saladar por carrizal y se produce la inva-sión de pequeñas lagunas o charcas por masasmonoespecíficas de carrizo (Phragmites austra-lis). Estas situaciones se pueden ver compensa-das por un desplazamiento de las formaciones desaladar hacia la periferia del humedal, con el re-sultado de un aumento neto de su superficie, sibien en otros casos es el propio carrizal el que seexpande fuera de los límites del antiguo humedal.

Un fenómeno cada vez más frecuente es ladescarga o afloramiento directo de aguas de dre-naje en el criptohumedal, creando encharcamien-tos cada vez más permanentes. Esta descarga,motivada por la elevación de los niveles piezomé-tricos, se ha puesto en relación, en el Campo delMar Menor, con la recuperación de los acuíferosal cesar la extracción de aguas subterráneas,tras la llegada del trasvase Tajo-Segura, unido ala influencia directa de los excedentes de riegoprocedentes de los nuevos regadíos (RODRÍ-GUEZ-ESTRELLA y LILLO, 1992). Todo ello se tra-duce en cambios en la composición y estructurade la vegetación de los criptohumedales y, conse-cuentemente, en sus comunidades faunísticas.

En el caso de criptohumedales afectados porroturaciones agrícolas, a la pérdida de superficiehay que añadir los efectos negativos, sobre sus

comunidades de fauna, de la fragmentación delhábitat. En algunas zonas, no obstante, existeuna dinámica de roturación y abandono que posi-bilita la recuperación del humedal, aunque nosiempre con la misma estructura espacial. Unejemplo es la Marina de Cabo Cope (CR2), que haganado 3,1 ha netas, básicamente a expensas deterreno anteriormente cultivado y ahora abando-nado, donde el saladar ha vuelto a aparecer. Sinembargo, también se han perdido 1,2 ha de sala-dar, actualmente en cultivo. La superficie ganadaes periférica, mientras que la roturación y puestaen cultivo se han producido en el centro del hume-dal, provocando su división en dos fragmentos.

Los criptohumedales litorales incluidos ensuelo urbanizable, como los humedales de LaManga (CR12), han sufrido una pérdida gradualde superficie al irse ejecutando las construccio-nes programadas sobre ellos, lo que ha incre-mentado su ya de por sí alto grado de fragmenta-ción. Los humedales de La Manga se han vistoreducidos en 12,8 ha, un 6,8% de su extensiónanterior. Esta pérdida de superficie a expensasde las urbanizaciones ya fue pronosticada en elIRH 90, aunque su escasa magnitud sugiere queal menos una parte de estos humedales podríasustraerse del proceso urbanizador. Hay que ha-cer notar, no obstante, que en muchos casos–como la zona norte de la Manga (urbanizaciónVeneziola)– la superficie total ocupada por el hu-medal resulta engañosa, pues se trata de un sa-ladar altamente fragmentado, disgregado entreparcelas urbanizadas, lo que resta valor al siste-ma desde el punto de vista funcional.

El estado de conservación de la mayoría delos fragmentos de estos humedales es bastantemalo, detectándose el mismo tipo de impactos(fundamentalmente vertido de escombros) queya fueron descritos en el inventario del 90, con laagravante de que la extensión del territorio quelos sufre es cada vez mayor. A pesar de la esca-sa extensión de las manchas de humedal y delos impactos sufridos se continúa observando lapresencia como nidificante del Chorlitejo Patine-gro (Charadrius alexandrinus) e incluso una colo-nia de Charrancito (Sterna albifrons).

El saladar de Lo Poyo (CR13) ha sufrido unareducción en su extremo sur de 6,2 ha, actual-mente urbanizadas, lo que supone una pérdidadel 3% de la superficie inventariada en 1990.

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Otra importante alteración observada en el hu-medal ha sido el aumento de la extensión del ca-rrizal, fundamentalmente en la zona próxima alas antiguas cubetas salineras, en detrimento delas comunidades de saladar. En el extremo nortedel humedal, el carrizal entra directamente encontacto con los cultivos circundantes, hacia losque tiende a expandirse.

Esta proliferación del carrizal, observada igual-mente en otros saladares de la ribera del Mar Me-nor, parece estar directamente relacionada con elincremento de los caudales de riego que drenanhacia el humedal y que invariablemente conducena una salinización de los terrenos circundantes,en los que se establece una sucesión hacia el sa-ladar de almarjos (Sarcocornia, Arthrocnemum).Antes de que el proceso de salinización se acen-túe, los cultivos del entorno pueden frenar tempo-ralmente la expansión del humedal.

Los criptohumedales interiores localizados enterrenos regables, como los saladares del Guada-lentín y Altobordo, han experimentado reduccio-nes mucho más importantes, estén o no protegi-dos legalmente. El caso del Guadalentín (humeda-les CR5, 6 y 7) ha podido ser bien documentadogracias al trabajo de CABALLERO (1999 y datosinéditos del mismo autor). Entre los años 1990 y1998, cada uno de estos humedales ha visto re-ducida su extensión original. Aunque se ha incor-porado al inventario un nuevo fragmento, de 114ha, en la confluencia de la rambla de Las Salinascon el Guadalentín (ha sido asignado al complejoCR7), la superficie total ha disminuido de 1.294a 696,32 ha. Descontando el efecto de la incor-poración de este fragmento, que obviamente yaexistía, la pérdida neta es de 711,68 ha (55% dela superficie inventariada en 1990), a lo que hayque añadir los efectos negativos de la fragmenta-ción. Previamente, CABALLERO et al., (1995) yahabían mencionado una reducción en la superfi-cie total de saladares, desde 929 ha en 1991 a755 en 1993, fundamentalmente a causa de laconstrucción de la autovía Murcia-Lorca.

La pérdida proporcional de superficie ha sidoincluso mayor en los saladares de Altobordo(CR17), cuya reducción con respecto al IRH 1990es de un 76% (138,8 ha). La inercia hacia la trans-formación que experimenta este humedal vaticinasu virtual desaparición, ya que por otra parte nogoza de ninguna protección legal. Recientes estu-

dios (MERLOS et al., 1995) ponen de manifiestoel interés geológico, geomorfológico e hidrológicode este criptohumedal, llamando la atención so-bre su problemática con una aproximación geográ-fica integrada, que hasta la fecha no ha tenidoeco en las instituciones locales o regionales.

También se ha reducido considerablemente lasuperficie de criptohumedales litorales como laMarina de Punta Galera (CR20), a causa de la ur-banización de las antiguas salinas del mismonombre (reducción neta de 25,46 ha, un36,37%), y en menor medida el de Cañada Brus-ca (CR3), por roturaciones agrícolas en su zonainterior (6,81 ha, 18,6%). En el interior, el SalarGordo (CR16) ha perdido 42,6 ha –el 55% de susuperficie de 1990–, fundamentalmente por ver-tidos y rellenos para infraestructuras y edificacio-nes, además de sufrir una extensa carrizalizaciónpor el incremento del drenaje agrícola.

En la cuenca de Abanilla-Fortuna, los criptohu-medales de Ajauque y Rambla Salada represen-tan dos situaciones claramente diferentes, den-tro de un mismo sistema de humedales. El pri-mero se encuentra ampliamente afectado pordrenajes agrícolas, habiendo sufrido una extensacarrizalización. Derramadores, por el contrario,se mantiene en una situación poco alterada, quese interpreta como la que podría encontrarse enAjauque antes de que se implantara en su entor-no la agricultura de regadío. Ambos humedalesse encuentran actualmente propuestos para suprotección dentro del PORN de Ajauque y RamblaSalada y se incluyen en la Zona de Especial Pro-tección Para las Aves y el Lugar de ImportanciaComunitaria del mismo nombre. Las superficiesreflejadas en el IRH 2000 son superiores a lasde 1990, pero esto no obedece a un aumento real, sino a un cambio de criterio en la delimita-ción. En el presente trabajo se han consideradoparte integrante de estos dos sitios todas las su-perficies pertenecientes a las unidades de vege-tación características de humedales (saladares,juncales, estepas salinas, tarayales y carrizales)según RAMÍREZ-DÍAZ (1995), resultando exten-siones mayores que en 1990. Esta variación ob-viamente no ha intervenido en el cálculo de lapérdida de superficie del tipo.

En cambio, en otros criptohumedales sí sehan registrado aumentos de superficie motiva-dos por el incremento del drenaje agrícola hacia

37

3. Resultados del inventario

Page 36: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

sus cubetas. La Boquera de Tabala (CR19) havisto cómo la aparición de un extenso carrizal yla expansión del saladar en la cañada de Tabala,ha incrementado su superficie en un 241% (38ha). El saladar de las salinas de Mazarrón(CR18) no sólo ha aumentado en super ficie(19,21 ha, un 75,8% de su extensión en 1990),sino que ha generado un encharcamiento perma-nente que alberga importantes poblaciones deaves acuáticas. Puede destacarse la observa-ción, durante la fase de campo de este trabajo,de dos ejemplares de Cerceta Pardilla (Marmaro-netta angustirostris), que constituye una cita deposible reproducción. Sin embargo, este hume-dal se encuentra en un pésimo estado de conser-vación, sufriendo vertidos de escombros y todotipo de residuos, que amenazan con provocar elrelleno de las zonas encharcadas.

En resumen, por lo tanto, el panorama deconservación de los criptohumedales es uno delos más preocupantes, entre los distintos tiposde humedales considerados en este inventario.No sólo están desapareciendo de forma acelera-da, sino que sufren una pérdida de calidad y fun-

cionalidad ecológica como resultado de su frag-mentación y de las influencias externas.

Con todo, la importancia de los valores ecoló-gicos que residen en estos humedales es desta-cable, incluyendo especies y comunidades de fau-na acuática y terrestre (anátidas y larolimícolas,fartet, aves esteparias, coleópteros), así comohábitats halófilos de interés singular. Destacan laestepas salinas y saladares, que constituyen há-bitats de interés comunitario y contienen espe-cies protegidas como Tamarix boveana y Halocne-mum strobilaceum (especie de distribución ibero-irano-turaniana, de interés biogeográfico). En de-terminados criptohumedales se cita la presenciade invertebrados de interés conservacionista,sea por una distribución muy restringida, como Ta-enidia deserticoloides (en los Saladares del Gua-dalentín), por ser endémicos, como Alphasidalor-cana y otros (en Altobordo) o específicos de estoshábitats, como Megacephala euphratica.

Lamentablemente, esta concentración de bio-diversidad ha despertado escaso interés y com-prensión entre sus usuarios tradicionales y propie-tarios, la Administración, y el público en general.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

38

CR20

San PedroSan Javier

Los Alcázares

del Pinatar

CR12CR10CR13

Cartagena

CR18

CR11

Lorca

Águilas

MazarrónCR17

CR21

CR5

CR6CR7

Alhama

Totana

CR3 CR4

CR2Km

0 20 40

Criptohumedales

MurciaCR19

Abanilla

CR14

CR1CR15

CR16

FortunaMolina

Page 37: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

39

3. Resultados del inventario

TIPO: CRIPTOHUMEDALES

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 21 TOTAL 1990 2.719,5 (respecto

INVENTARIADOS 1990 20 TOTAL 2000 1.805,7 a 1990)

DESAPARECIDOS 0 PÉRDIDA: 970,1 35,67

DE NUEVA INCORPORACIÓN 1 GANANCIA: 149,8 5,5

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 19 = VARIACIÓN NETA: - 820,2 30,16

VALORES AMBIENTALES: Vegetación halófila (saladares, juncales y estepa salina). Aves acuáticas invernantes (ardei-das, paseriformes) y nidificantes (larolimícolas, Tarro Blanco, Cerceta Pardilla, Aguilucho Cenizo); aves esteparias (Si-són, Ortega, paseriformes). Invertebrados acuáticos y terrestres. Fartet. Interés paisajístico. Usos tradicionales (gana-dería, rotación agrícola, vestigios de antiguas explotaciones salineras).

ACTIVIDADES: Pastoreo, actividades recreativas, caza y agricultura.

IMPACTOS: Vertido de residuos sólidos, drenaje agrícola, presión recreativa, alteración de la cubierta vegetal.

Observaciones: Dos humedales (CR8 y 9) han sido excluidos –desclasificados– por ser considerados como tramos de rambla.

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Saladar del Chícamo CR1 25,8 25,58

Saladar de la Marina de Cope CR2 27,5 4,23 1,16 30,02 -3,07

Saladar de la Cañada Brusca CR3 36,6 6,80 29,80 -6,80

Saladar de Matalentisco CR4 8,5 2,33 10,84 -2,34

La Alcanara CR5 321 108,88 212,12 -108,88

Saladares del Guadalentín - CR6 864 596,29 267,71 -596,29Margen izquierda

Saladares del Guadalentín - CR7 109 6,40 113,89 216,49 -6,40Margen derecha

El Salar de Blanca CR8 110,9 110,9

Los Rameles CR9 102,6 102,6

Marina del Carmolí CR10 241,7 2,04 69,15 310,41 67,11

Saladar de Punta de las Lomas CR11 5,1 4,97

Humedales de La Manga CR12 186,4 12,8 173,54 -12,8

Saladar de Lo Poyo CR13 186,2 6,11 4,56 180,55 -1,55

Saladar de Ajauque CR14 103,7 77,93

Saladar de Derramadores CR15 19 56,01

El Salar Gordo CR16 77,5 42,59 34,91 -42,59

Saladares de Altobordo CR17 182,5 144,39 5,59 40,75 -138,8

Saladar de las Salinas CR18 25,7 7,24 26,72 44,92 18,49de Mazarrón

Saladar de la Boquera CR19 15,8 38,10 53,53 38,10de Tabala

Marina de Punta Galera CR20 70 30,06 4,6 32,53 -25,46

Saladar de la Playa CR21 2,73 2,73del Sombrerico

TOTAL: CR 2719,5 970,17 149,88 116,62 213,5 1805,71 -820,29

Page 38: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

3.2.3. Fuentes y manantiales

Se trata de un tipo de nueva inclusión. Com-prende las surgencias de aguas subterráneas enestado natural o escasamente artificializadas,que constituyen una de las manifestaciones mássingulares y valiosas de nuestro patrimonio hi-drogeológico (RODRÍGUEZ-ESTRELLA, 2000). Si-guiendo a este autor, se incluyen en este tipo losmanantiales naturales y las fuentes en las que laconstrucción o estructura de captación se locali-za en el mismo lugar de nacimiento del agua ytienen al mismo tiempo alguna singularidad geo-lógica, geomorfológica o cultural.

En el IRH 2000 se incluyen 13 humedales deeste tipo, que representan el 13,26% de todoslos inventariados (el 16% de los interiores).

Su interés ecológico radica en distintos valo-res y funciones (AMBIENTAL, 1995). Por lo ge-neral, tienen valor como hábitat de plantas e in-vertebrados acuáticos, así como de anfibios,reptiles e incluso peces. En algunos de los si-tios inventariados, como La Fuente del Mula(hoy seca) o La Muralla de Archivel, se han cita-do poblaciones de Barbos (Barbus sclateri), ca-paces en algún caso de atraer a aves piscívoras(durante la fase de campo del IRH 2000 se ob-servó en la segunda localidad una Garza RealArdea cinerea).

Los humedales de este tipo son cada vezmás escasos, por el manejo tradicional orientadoal aprovechamiento de sus caudales, que artifi-cializan los ecosistemas asociados a la surgen-cia de agua, y por actuaciones más recientes (eimpactantes), tanto en el propio manantial comoen el conjunto del acuífero que lo alimenta, quepueden suponer incluso la desaparición del hu-medal. AMBIENTAL (1995) establece un bosque-jo histórico de la desaparición de fuentes y sur-gencias –desde 1916– por sobreexplotación deacuíferos. Aunque las cifras globales no permitenuna adecuada comparación, a escala comarcal síse observan balances muy negativos: en las uni-dades hidrogeológicas de Mazarrón y Aguilas, ladescarga de fuentes y manantiales desciende de3,6 a 0,6 Hm3/año, y en las correspondientes alAltiplano de Jumilla-Yecla, la descarga se reducea 0,7 Hm3/año, cuando en 1916 la salida sólo

por manantiales era de casi 8,5 Hm3, sin contarlos 6,5 que eran extraídos mediante galerías.

Todavía existen, no obstante, muestras de es-tas descargas de agua subterránea, que originananomalías paisajísticas y biológicas de gran sin-gularidad. Además de los inventariados, en la Re-gión se pueden encontrar algunos ejemplos más,integrantes de un patrimonio que se va tornandocada vez más escaso (ARANA, 1999).

Los fenómenos de sobreexplotación de acuí-feros y detracción de caudales afectan tanto alos manantiales naturales como a muchas fuen-tes y otros elementos del patrimonio hidrogeoló-gico e hidráulico (pequeños embalses, balsas deriego, acequias, sistemas presa-boquera...). Es-tos elementos están asociados secularmente aaprovechamientos tradicionales con una comúndependencia del agua como recurso básico: agri-cultura de escorrentía, pequeñas huertas, gana-dería trashumante, recolección y transformaciónde plantas aromáticas, que pivotan en torno aciertos manantiales y fuentes.

De acuerdo con los resultados del IRH 2000,las fuentes y manantiales tienen como usos prin-cipales los de abrevadero para el ganado, sumi-nistro de agua para riego (38,4% en cada caso) yen menor medida actividades recreativas (23%).

En cuanto a impactos, se ven afectados so-bre todo por el ver tido de residuos sólidos(46,1%) y por la sobreexplotación de acuíferosque reduce su caudal y el número de surgencias(en un 38,4% de los inventariados). Ejemplos deesto último son los manantiales de la comarcadel noroeste, como los Ojos de Archivel, LasFuentes del Marqués o el Manantial de Archita-na, donde la perforación de pozos para la crea-ción de nuevos regadíos ha causado una dismi-nución de los caudales dedicados a cultivos tra-dicionales, con la pérdida en algunos casos deotros usos asociados, como los recreativos. Enel caso de manantiales con varias ramas o sur-gencias, parte de ellas han llegado a secarsecompletamente (Architana).

Entre los impactos que afectan a más de un15% de las fuentes y manantiales, se citan la al-teración del régimen hídrico, la expansión agríco-la o la degradación del paisaje en su entorno, lapresión recreativa y el drenaje.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

40

Page 39: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

41

3. Resultados del inventario

Km

0 20 40

Fuentes y manantiales

Caravaca

MoratallaF8

F11F9

F12

F10

F7

F13

F5Bullas

Mula

F3

F4

Cieza

F6

Jumilla

F2

Mazarrón

F1

TIPO: FUENTES Y MANANTIALES

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 13 TOTAL 1990 (respecto

INVENTARIADOS 1990 – TOTAL 2000 a 1990)

DESAPARECIDOS – PÉRDIDA:

DE NUEVA INCORPORACIÓN 13 GANANCIA:

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 13 VARIACIÓN NETA:

VALORES AMBIENTALES: Vegetación sumergida. Invertebrados acuáticos. Bebedero para fauna. Diversos usos tradi-cionales asociados (pastoreo, recolección y transformación de plantas aromáticas...).

ACTIVIDADES: Abrevadero para el ganado, riego y en menor medida actividades recreativas.

IMPACTOS: Vertido de residuos sólidos y sobreexplotación de acuíferos. También la alteración del régimen hídrico, laexpansión agrícola o la degradación del paisaje en su entorno, la presión recreativa y el drenaje.

Observaciones: No se le asigna superficie (puntos).

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3.2.4. Bosques de ribera

Su inclusión en el inventario constituye tam-bién una novedad, ya que aunque en diversos es-tudios y publicaciones recientes se viene consi-derando a estas formaciones freatofíticas comoun tipo de humedal (ESTEVE et al., 1995), en elinventario de 1989-90 no había ninguna referen-cia, cualitativa ni cuantitativa, a ellas.

La consideración de este tipo implica una evi-dente dificultad, que deriva de su gran extensióny su carácter lineal, distribuyéndose a lo largo delos cursos de agua temporales o permanentesde toda la Región. En sentido estricto, el bosquede ribera es una formación de extensión muy re-ducida en la Región de Murcia, tanto por razonesclimáticas como de alteración humana. Pero nosucede lo mismo con otras formaciones ripariascomo los bosquetes o galerías de tarays (Tama-rix spp.), que orlan una gran extensión de caucesfluviales y de ramblas.

Por ello, sólo se han incluido, a título de ejem-plo, dos muestras representativas, las de mayorextensión y grado de conservación de la Región.Se trata de los bosques de ribera de Cañaverosay Almadenes, que representan la situación máscompleja, en cuanto a estructura y funcionalidad,de este tipo de formación, la mejor preservadahistóricamente, y con mejores perspectivas de

conservación (en virtud de su declaración comoespacios naturales protegidos). La Reserva Natu-ral de los Sotos y Bosques de Ribera de Cañave-rosa y el Espacio Natural Protegido del Cañón deAlmadenes se extienden a lo largo de unos 20 ki-lómetros del curso del río Segura.

Estos dos humedales representan el 2% detodos los inventariados y el 3% de los humedalesinteriores.

Con carácter general, la distribución del bosquede ribera en la Región de Murcia resulta descrito porla extensión de los tipos de hábitat que mejor des-criben a este tipo de humedal, cartografiados duran-te la realización del inventario de hábitats de interéscomunitario (BARAZA, 1999). Estos hábitats son:

92A0. Bosques galería de Salix alba y Populus al-ba (alamedas ribereñas y saucedas mediterráneas).

92D0. Galerías y matorrales ribereños termomedi-terráneos (Nerio-Tamaricetea y Securinegion tinctoriae.

El criterio seguido para la delimitación de losdos ejemplos incluidos (Cañaverosa y Almade-nes) ha sido precisamente el límite de los polígo-nos de inventariación que contienen dichos hábi-tats en ambos parajes. Las superficies así obte-nidas son las que se recogen en la tabla final,que totalizan 341,5 ha.

En la Vega Media, la alameda (el bosque de ri-bera autóctono de la zona, de acuerdo con RÍOS yALCARAZ (1996) se encuentra casi destruida y

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

42

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Sondeo del Saladillo F-1

Manantial de la Presa de Román F-2

Fuente Caputa F-3

Manantial de la Cañada F-4de la Carrasca

Fuente del Mula F-5

Fuente del Charco Lentisco F-6

Fuente de Architana F-7

Fuentes del Marqués F-8

Nacimiento de Ojico F-9

Manantial de Guarino F-10

Ojos de Archivel F-11

La Muralla de Archivel F-12

Manantial de Los Charcos F-13

Page 41: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

sobrevive en contados enclaves como El Menjú,Azud de Ojós, Balneario de Archena, tramo La Al-gaida-Los Torraos, Llano de Molina y El Malecón.De ellos, sólo el segundo se incluye en el presen-te inventario como embalse. Otras formacionesriparias que se podrían incluir en este tipo sonlas olmedas (como la de Tobarrillas) y las galeríastermomediterráneas (tarayales y adelfares). Laextensión de estas últimas, de acuerdo con el in-ventario de hábitats, es de 1.469 ha.

El bosque de ribera tiene un interés fundamen-talmente biogeográfico, al representar el único bos-que de frondosas que se desarrolla en el territoriosemiárido del sureste, facilitando la llegada de es-pecies que en zonas más septentrionales tienenuna distribución generalizada (no ligada a los cau-ces). Las alamedas ribereñas características de lavega del Segura representan un puente de uniónentre el bosque fluvial europeo y la vegetación deoasis del norte de África, con la que están estre-chamente emparentadas (RÍOS y ALCARAZ, 1996).

Otros valores y funciones destacables delbosque de ribera son la protección de las márge-nes del río frente a la erosión y la de hábitat parala fauna, siendo de destacar la presencia en lostramos inventariados de la Nutria (Lutra lutra), yde una alta diversidad de aves e invertebrados.

El bosque de ribera de Cañaverosa (BR1) era,antes del incendio que lo arrasó en 1994, el másextenso y mejor conservado de la Región. La ve-getación arbórea, en proceso de recuperación,estaba compuesta fundamentalmente por unaalameda de Populus alba acompañada de Tarays(Tamarix sp.) y Almeces (Celtis australis) y un so-tobosque compuesto por enredaderas, zarzales,sauces y esparragueras (ESTEVE et al., 1995).

De acuerdo con la información incluida en labase de datos del IRH 2000, los bosques de ri-bera únicamente son utilizados para actividadesrecreativas (los dos ejemplos incluidos en esteInventario). Este tipo de uso se basa en la ate-nuación del rigor climático del entorno por la pro-ximidad de agua (que además puede ser utiliza-da para el baño) y por la presencia de vegetaciónexuberante con densa cobertura arbórea.

Aunque de este uso pueden derivar impactosrelacionados con una excesiva presión recreativa,los que afectan con mayor intensidad a este tipode humedales son los incendios y la regulación hí-drica (cada uno de ellos afecta al 50% de la mues-tra incluída en el IRH 2000). Concretamente, Ca-ñaverosa se ha visto afectada por un incendio, delque afortunadamente la vegetación riparia se re-cupera con facilidad por su alta capacidad de re-generación (crecimiento rápido y fácil propagaciónvegetativa), y Almadenes sufre especialmente laregulación hídrica que detrae caudales del caucedel río. Ambos tramos sufren períodos de interrup-ción del flujo debido a la derivación de caudalespara la producción de electricidad.

Históricamente, los principales impactos so-bre el bosque de ribera son alteraciones irrever-sibles como las que han eliminado este ecosiste-ma de la mayor parte de la cuenca del Segura: latransformación agrícola (y posteriormente, enmuchos casos, urbanística) de los terrenos devega y la consolidación de las riberas, creandocauces artificiales mediante diques y escolleras,que han sustituido a los pocos retazos linealesde arbolado. Todavía en la actualidad los proyec-tos de consolidación de riberas suponen unaamenaza para este tipo de humedal.

43

3. Resultados del inventario

Page 42: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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TIPO: BOSQUES DE RIBERA

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 2 TOTAL 1990 – (respecto

INVENTARIADOS 1990 – TOTAL 2000 341,55 a 1990)

DESAPARECIDOS – PÉRDIDA: –

DE NUEVA INCORPORACIÓN 2 GANANCIA: –

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 2 VARIACIÓN NETA: –

VALORES AMBIENTALES: Vegetación leñosa característica y plantas acompañantesde alto interés biogeográfico; hábitat de fauna (Nutria, gran diversidad de aves e in-vertebrados); protección de las riberas fluviales frente a erosión.

ACTIVIDADES: Recreativas.

IMPACTOS: Incendios, regulación hídrica.

Observaciones:

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Cañaverosa BR-1 225,23

Almadenes BR-2 116,31

TOTAL: BR 0 0 0 0 0 341,55

Bosques de ribera

Km

0 20 40

Moratalla

BR1BR2

Cieza

Ca

lasp

arra

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3.2.5. Charcas y pozas

El presente inventario incluye 35 charcas y po-zas, a las que hay que sumar las no inventaria-das (al menos 20 más), lo que califica a este tipocomo el más abundante en la Región, si excep-tuamos las balsas de riego de reciente creación.

Las charcas y pozas inventariadas suponen el37% del total de humedales, el 17% de los litora-les y el 40% de los interiores. Su contribución ensuperficie es en cambio muy reducida: el 0,1%de todos los humedales (excluidos los embalses)y el 0,4 sin incluir tampoco al Mar Menor.

En la mayor parte de los casos se trata de hu-medales artificiales o seminaturales, situadosen posiciones imposibles para la formación dehumedales naturales (laderas y vaguadas de cier-ta pendiente). Se basan, no obstante, en la re-tención de escorrentías naturales cuya produc-ción (y recogida) ha sido favorecida tradicional-mente por el hombre. En algunos casos recibentambién aportes de agua de pozo, aunque éstosdeben ser de poca entidad en comparación conlos de precipitación y escorrentía.

Este es el patrón típico de las charcas ganade-ras, que constituyen el grueso de los humedalesde este tipo. La cosecha de agua se facilita me-diante el mantenimiento de un mosaico paisajísticode zonas sin roturar, destinadas a la generación deescorrentías, insertas generalmente en una matrizpaisajística natural (matorral, pastizal) o agrícola.

La asociación de estas charcas a vías pecuariasha sido confirmada en bastantes casos, si bien exis-ten otras de uso más local, asociadas a determina-das fincas o a desplazamientos del ganado de al-cance, a lo sumo, local. Algunos sistemas importan-tes de charcas ganaderas se localizan a lo largo decañadas, cordeles o veredas, pudiendo destacarse:

Balsa del Gaitán (C33) y charca de la Casa deFrasquito (C34): integradas en la “Cañada delÁguila”, junto con otras charcas ganaderas no in-ventariadas. Se localizan a escasa distancia delCordel de Hellín a Yecla (vía pecuaria clasificadacon el nº 302232).

En Caravaca, el sistema de charcas de la “Ca-ñada del Hambre”, del que forma parte la Charcade la Casa “El Cajitán” (C41), se localizan en laintersección de tres Cañadas Reales: la del Mo-ral (301501), la del Cortijo del Espín (301502) yla de Archivel (301503).

Charcas de El Barbo (C11), de la Casa de Bulle-ros (C13) y del camino a la Casa de Bulleros (C14):se localizan junto a la Vereda de Rosique (302906).

Charca de Yéchar (C25): junto a ella finaliza laCañada Real de Calasparra (302901), en su ex-tremo oriental.

Las charcas C15, C16, C18, C19, C20, C24,C26 se distribuyen a lo largo de la Cañada Realde Calasparra (sobre la misma vía o a escasadistancia) y sobre otras veredas asociadas a és-ta: del Ardal (302907), de Valentín (302908) yde la Venta del Humo (302909).

Las charcas C39 (Charco “Cartagena”) y C40(Charco “Vereas”) se localizan próximas al Cor-del de Cehegín (301302), en la denominada “Ca-ñada de los Carpinteros”. Otro conjunto de char-cas (C2, próxima a las anteriores) y las situadasen el área de Los Rameles-Cagitán (C3, C4, C23y algunas más no inventariadas), sin mostrar unarelación espacial directa con ninguna vía, se lo-calizan en una importante zona de ganadería ex-tensiva en la que confluyen varias vías de distin-to rango (Cañada Real de Calasparra, Cordel deCehegín, Vereda de la Manga del Fraile). En estey otros casos parece que las charcas están liga-das a las zonas de pastoreo de rebaños sedenta-rios, o a las zonas de origen y destino de los re-baños trashumantes, más que a la propia vía pe-cuaria. Los sistemas de explotación de ganade-ría extensiva que se desarrollan a partir del decli-ve de la trashumancia, basados en extensos mo-saicos de vegetación natural y cultivos de cereal(SOTOMAYOR y MUÑOZ, 1999), podrían explicarla distribución de algunas charcas y pozas.

Existe, en cualquier caso, una asociación evi-dente entre charcas y vías pecuarias, sea comohitos o descansaderos que jalonan las rutas –tan-to locales como comarcales, e incluso transregio-nales–, o como necesario complemento en las zo-nas de presencia estival/invernal de los rebaños.Algunos nombres de charcas desaparecidas, co-mo el “Charco del Cuerno” (Cieza), guardarían re-lación con las rutas locales de traslado de los to-ros de lidia desde las fincas ganaderas hasta laspoblaciones. Además del interés cultural e históri-co que atesoran, la localización de las charcas alo largo de vías pecuarias, en las que la recienteLey 3/1995 pretende fomentar usos recreativos(senderismo, rutas hípicas...), plantea un escena-rio interesante para el diseño de itinerarios inter-

45

3. Resultados del inventario

Page 44: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

pretativos. En ellos se podría interpretar el valorbiológico de las charcas, como el producto de lainteracción de la actividad ganadera con el medioa lo largo de la historia.

Finalmente, sin duda existe un condicionante li-tológico para la creación de charcas ganaderas típi-cas, como es la disponibilidad de sustratos imper-meables (margas y arcillas), que favorecen la esco-rrentía superficial y resultan de fácil modelado.Donde éstas no están presentes, las charcas sonsustituidas por otro tipo de cubetas, normalmentede fábrica (balsas), con sistemas diferentes de ali-mentación. Aun así, incluso en zonas con otra litolo-gía, a veces se crean charcas análogas a las gana-deras, interceptando líneas de escorrentía natural eimpermeabilizando la cubeta con un sustrato artifi-cial (un ejemplo es la charca de Carrascoy (C1).

Otras charcas o pozas, como el sistema delcharco del Zorro de Jumilla, son el resultado delrepresamiento de arroyos o surgencias, o por laextracción de gravas o arcillas (gravera de la rambla de las Moreras, C7; charcas de la Fuentedel Pinar, C35 y C36). Existen, finalmente, char-cas naturales como la situada en la desemboca-dura de la rambla de Las Moreras (C8), pero és-tas son las más escasas.

Según los datos del inventario, en las charcaspredomina el uso ganadero (68,5%) y, en menormedida, recreativo (14,2%). En menor proporciónsirven para abastecimiento de agua o para riego.

En cuanto a los impactos, se ven afectadassobre todo por la carga ganadera (22,85% de lasinventariadas), con efectos como la compacta-ción del sustrato, eliminación de la vegetaciónpalustre, aumento de la turbidez y eutrofización,si bien se trata de consecuencias colaterales deluso que garantiza su mantenimiento. Tambiéndestaca por su frecuencia (17,14%) el vertido deresiduos sólidos. Un 14% de las charcas se venafectadas también por el abandono de su uso(equivalente a falta de mantenimiento, que difi-culta o impide la captación de agua) y un porcen-taje similar por incendios que destruyen la vege-tación palustre. La falta de uso y mantenimientoprovoca normalmente la marginación del hume-dal dentro del sistema de explotación de la fincay aumenta la probabilidad de relleno, roturación...

En conjunto, la situación de este tipo de hu-medal dista de ser satisfactoria. Pese a su valorcomo refugio de biodiversidad y a las diversas

funciones que pueden desempeñar (abrevaderode ganado, bebedero para la fauna cinegética,aprovisionamiento localizado de agua...), estascharcas son en algunos casos destruidas direc-tamente por roturación, infraestructuras..., o al-teradas indirectamente por acciones sobre suszonas de alimentación o recogida de agua, dese-cándolas. La falta de mantenimiento de sus cu-betas puede ser también un factor de alteraciónde las charcas ganaderas, dado que sufren unaintensa colmatación y la colonización por vegeta-ción durante la fase seca, que facilita su aterra-miento e incrementa su temporalidad.

Obviamente, no puede realizarse un análisiscomparativo con el inventario de 1990, ya que en2000 se han incorporado muchas nuevas char-cas que ya debían existir entonces. Las variacio-nes de superficie tampoco son un indicador fia-ble de tendencia, ya que en 1990 este atributono fue establecido con gran precisión. Sí se hapodido constatar la desaparición completa de 7charcas, por dos causas fundamentales: la rotu-ración directa (charca de la Casa de Bulleros,C13; charca en el camino a la Casa de Bulleros,C14), y la construcción de infraestructuras (char-co del Buey, C16, afectado por el trazado del ga-soducto Cartagena-Puertollano; charca de la Ven-ta Puñales, C29, destruida durante la construc-ción de la Autovía Murcia-Madrid).

La variación de superficie en este tipo de hu-medal arroja un balance positivo, con un aumentode 11,2 ha (123%) que resulta sobre todo del au-mento de superficie de la gravera de la rambla delas Moreras (C7). Este humedal ha recibido unaporte creciente de las aguas residuales de Maza-rrón (MÉNDEZ et al., 1996), por lo que el aumentoglobal del tipo “charcas y pozas” obedecería enrealidad a un impacto, el vertido de residuos líqui-dos urbanos. La charca litoral situada aguas aba-jo, en la desembocadura de la rambla (C8), ha dis-minuido aparentemente de superficie, pese a queactualmente recibe un aporte continuo de aguaprocedente de una cercana desaladora.

La proximidad de algunas charcas a carrete-ras las hace muy sensibles a la destrucción porobras de ampliación o rectificación de trazado.Alguna charca se ha visto también alterada porestas actuaciones, de forma indirecta, cuando eldrenaje que la alimenta se ve interrumpido por lainfraestructura (charca “El Barbo”, C11).

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Page 45: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

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3. Resultados del inventario

TIPO: CHARCAS Y POZAS

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 42 TOTAL 1990 9,68 (respecto

INVENTARIADOS 1990 32 TOTAL 2000 20,42 a 1990)

DESAPARECIDOS 7 PÉRDIDA: 2,13 22

DE NUEVA INCORPORACIÓN 10 GANANCIA: 11,82 122,1

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 35 VARIACIÓN NETA: 9,68 100

VALORES AMBIENTALES: Invertebrados acuáticos. Refugio de anfibios y reptiles acuáticos y bebedero para aves y ma-míferos. Interés cultural (asociación con rutas ganaderas y usos tradicionales).

ACTIVIDADES: Ganadería, uso recreativo, abastecimiento de agua y riego.

IMPACTOS: Carga ganadera, residuos sólidos, abandono de uso.

Observaciones:

Las charcas y pozas se ven negativamenteafectadas por la actividad agraria, aun sin llegar adestruirlas. Acciones como la extracción de aguao la modificación de sus márgenes y cubetas parautilizarlas como balsas de riego son comunes enlas charcas que quedan inmersas en fincas some-tidas a transformación en regadío. Ejemplos son

la charca de Yéchar (C25), virtualmente desapare-cida, o la balsa en la finca “El Bárbol” (C12), gra-vemente amenazada (ha perdido la mayor partede su vegetación ribereña). Se da la circunstanciade que ambas charcas constituyen (constituían,en el primer caso) un hábitat de importancia ex-cepcional para anfibios y reptiles acuáticos.

Charcas y pozas

CaravacaC41

Km

0 20 40

Lorca

C42

ÁguilasC5

MazarrónC7

C8

CartagenaC30

C6

MurciaC11

C21C17

C37

C1Alhama

MulaPliegoC12

C15 C25C10

Molina

C3C4

C2

C40C39

RicoteC26

C19C28

C24

C23

C20C18

Calasparra

Cieza

C-34

Jumilla

C38

C-33

C-36C-35

Yecla

Page 46: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

48

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Charca en la cumbre C1 0,003 0,003de Carrascoy

Charca “Carpinteros” C2 0,02 0,04

Charca “Casa del Ramel” C3 0,03 0,05

Charca “Casa de la Parra” C4 0,2 0,08

Balsa de Tébar C5 0,01 0,18

Charca de la rambla de Lorca C6 0,03 0,14

Gravera de la rambla C7 4 11,82 15,82 11,82de las Moreras

Charca Litoral de la rambla C8 3 1,86 1,13 -1,86de las Moreras

Charca frente Urb. C9 0,001 0,001 0 -0,001“Los Conejos”

Charca en Urb. “Los Conejos” C10 0,003 0,03

Charca “El Barbo” C11 0,03 0,45

Balsa Finca “El Bárbol” C12 0,04 0,17

Charca de la Casa de Bulleros C13 0,01 0,01 0 -0,01

Charca en el camino a Casa C14 0,01 0,01 0 -0,01de Bulleros

Charca “de Ardal” C15 0,01 0,07

Charco del Buey C16 0,003 0,003 0 -0,003

Charca “Los Chorrillos” C17 0,01 0,04

Charca Casa Geromo C18 0,01 0,05

Charca de Casa Hita C19 0,01 0,09

Charca El Hoyo C20 0,01 0,04

Charca de “Lacuas” C21 0,002 0,04

Charca “Malvariche” C22 0,01 0,01 0 -0,01

Charca del Ramel C23 0,07 0,04de las Contiendas

Charca Villa Antonia C24 0,04 0,11

Charca “de Yéchar” C25 0,03 0,43

Charca de la Casa Zapata C26 0,01 0,06

Laguna dulce de Lacuas C27 0,2 0,2 0 -0,2

Charca Bermeja C28 0,001 0,07

Charca de “La Venta Puñales” C29 0,04 0,04 0 -0,04

Charca de Calblanque C30 0,003 0,003

Balsa en saladar del Chícamo C31 0,005 0,005

Charca en el Saladar C32 0,0003 0,0003del Chícamo

Balsa del Gaitán C33 0,08 0,08

Charca de la Casa de Frasquito C34 0,07 0,07

Charca Fuente del Pinar I C35 0,23 0,23

Charca Fuente del Pinar II C36 0,13 0,13

Charca Casa de Perea C37 0,03 0,03

Charco del Zorro C38 0,65 0,65

Charco “Cartagena” C39 0,03 0,03

Charco “Vereas” C40 0,03 0,03

Charca Casa “El Cajitán” C41 0,009 0,01

Charca Casa Puerto Blanco C42 0,04 0,04

TOTAL: C 7,85 2,13 11,82 1,31 0 20,42 9,68

Page 47: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

3.2.6. Marismas pseudomareales (encañizadas)

Se trata de un tipo de humedal con una únicarepresentación en la Región, las encañizadas ogolas de la Torre y el Ventorrillo, situadas al sur delas salinas de San Pedro del Pinatar. El términoencañizadas, aunque se refiere en sentido estric-to al arte de pesca tradicional emplazado en estetipo de humedal, se ha asignado por extensión alsistema hidrográfico formado por las golas (cana-les de comunicación de la laguna costera del MarMenor con el Mediterráneo) y los depósitos sedi-mentarios que se organizan en torno a él.

En número representa el 1,02% de todos loshumedales inventariados y el 5,55% de los litora-les. En superficie aporta el 1,01% del total (em-balses excluidos) y el 4,17% si se excluye tam-bién al Mar Menor.

Se trata de un sistema dinámico sometido ala acción de las corrientes marinas y temporales,que determinan variaciones relativamente rápi-das en la topografía y batimetría del humedal.Existe una tendencia a la colmatación de los ca-nales por el depósito de sedimentos y restos or-gánicos, que se ve alterada por rupturas bruscasque ponen en contacto la laguna con el mar. Estadinámica natural ha sido atenuada por el manejohumano encaminado a mantener abiertos los ca-nales para facilitar el trasiego y la captura de pe-ces en las encañizadas. Lo que no impide queexistan, junto a las golas todavía funcionales,amplias extensiones de marisma pseudomarealformada por bajíos limosos y arenosos, aguassomeras rasas, isletas y lenguas de tierra máselevada cubiertas de vegetación halófila, conte-niendo a menudo charcos de desecación y acu-mulaciones de restos orgánicos (fundamental-mente de plantas marinas y algas). A estos am-bientes se suman elementos artificiales comomuros de piedra, postes de madera y pantallasde cañas, que generan microhábitats adicionalespara la fauna acuática, o reposaderos y perchaspara las aves acuáticas y marinas.

El conjunto se ve sometido a fluctuacionesaperiódicas motivadas por el desplazamiento deagua entre la laguna y el mar. De esta manera al-ternan períodos de inundación, en los que sóloemergen los puntos topográficamente más eleva-dos, y de desecación, en los que quedan expues-tas amplias superficies de sedimentos ricos en

invertebrados, y zonas de agua poco profunda,proporcionando hábitats de alimentación para li-mícolas, ardeidas, flamencos y láridos.

El conjunto del humedal inventariado está pro-tegido dentro del Parque Regional de las Salinas yArenales de San Pedro del Pinatar, perteneciendoademás a Dominio Público Marítimo-Terrestre.Junto con el resto del Mar Menor y sus humedalesasociados, se haya incluida en un sitio Ramsar.

En las encañizadas se desarrollan activida-des de pesca, marisqueo, acuicultura y recreati-vas. Tras un largo período de inactividad, actual-mente se encuentran nuevamente en uso, al ha-ber sido recuperadas por una empresa particularque las explota en régimen de concesión (CAVE-RO, 1998). En dos años las capturas han aumen-tado en un 63%, hasta aproximarse en 1999 alos 10.000 kilos, fundamentalmente de Dorada(ANÓNIMO, 2001).

Como impactos más frecuentes se registranvertidos de residuos sólidos, dragados, presiónrecreativa, abandono de usos (hoy en parte recu-perados), vuelo de aeronaves y urbanizacionesen su entorno.

El estado de conservación es en general bue-no, si bien se identifican en la zona algunos im-pactos, motivados por la proximidad de zonas congran desarrollo urbano-turístico, unida a una acce-sibilidad relativamente alta. Pese a tratarse deuna zona encharcada y fangosa, en verano es muyfrecuentada por turistas, pescadores y curiosos, ydurante todo el año por recolectores de bivalvos.

El interés ecológico de las encañizadas radicaen su singularidad, en su dinámica hidrográfica ygeomorfológica, en sus valores culturales e his-tóricos y en la presencia de especies y comuni-dades biológicas. Entre éstas cabe destacar lasformadas por diversas algas y fanerógamas mari-nas, sobre las que viven distintas especies demoluscos y crustáceos herbívoros, y las comuni-dades de fondos fangosos en las que se entie-rran poliquetos y bivalvos, y sobre las que vivenmoluscos carroñeros y predadores, cangrejos yotros crustáceos.

La superficie de este humedal no ha sufridovariación desde el inventario de 1989-90, siendosu extensión total actual de 179,73 ha. La ligeradiferencia con respecto a la superficie reflejadaen el IRH 90 (181 ha) se atribuye exclusivamentea la digitalización de la cartografía.

49

3. Resultados del inventario

Page 48: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

50

TIPO: MARISMAS PSEUDOMAREALES (ENCAÑIZADAS)

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 1 TOTAL 1990 181 (respecto

INVENTARIADOS 1990 1 TOTAL 2000 179,73 a 1990)

DESAPARECIDOS 1 PÉRDIDA: – –

DE NUEVA INCORPORACIÓN 1 GANANCIA: – –

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 1 = VARIACIÓN NETA: =

VALORES AMBIENTALES: Comunidades sumergidas (algas, macrófilos e invertebrados); aves piscívoras nidificantes; li-mícolas (zona de alimentación para invernantes y nidificantes); vegetación halófila. Valor cultural e histórico de las ins-talaciones tradicionales de pesca.

ACTIVIDADES: Pesca, marisqueo, acuicultura; recreativas.

IMPACTOS: Residuos sólidos, dragados, presión recreativa, abandono de usos tradicionales, vuelo de aeronaves y ur-banizaciones en su entorno.

Observaciones:

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Encañizadas ENC 181 179,73 - 1,27

TOTAL: ENC 181 0 0 0 0 179,73 - 1,27

Marismas pseudomareales(encañizadas)

San PedroSan Javier del Pinatar

ENC

Km

0 20 40

Page 49: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

3.2.7. Humedales con salinas costeras

Los 3 humedales con salinas costeras acti-vas representan el 3,06% de todos los humeda-les inventariados en 2000 y el 16% de los hume-dales litorales. Con 818,92 ha contribuyen conun 4,6% a la superficie total inventariada (sin losembalses) y con un 19% descontado además elMar Menor.

Las superficies de explotación salinera mues-tran una gran estabilidad. Las salinas costerasactivas no han variado en número ni en superfi-cie desde el IRH 90. No obstante, sólo el hume-dal más extenso de este tipo, las salinas de SanPedro del Pinatar, se mantiene realmente en acti-vo como explotación salinera, dependiendo lasotras dos salinas de subsidios públicos para sumantenimiento. En las salinas de Marchamalo(H2) y del Rasall (H1), la administración ha teni-do que intervenir para evitar su desecación. Laconservación de estos sistemas depende de laprotección legal de la que gozan, como parquesregionales y paisajes protegidos, pero el mante-nimiento de todos sus valores y funciones re-quiere además rentabilidad económica.

Los valores ambientales de los humedalescon salinas activas dependen en parte de su he-terogeneidad espacial y también del funciona-miento de la explotación, que superpone a la di-versidad física y biológica un gradiente espacialde salinidad. Esto permite que se desarrollen in-teresantes comunidades halófilas, desde bacte-rias y algas hasta plantas e invertebrados acuáti-cos. Su valor trófico y la seguridad y protecciónque brindan los recintos cerrados y vigilados delas salinas, les otorgan una gran importancia or-nitológica, tanto para la nidificación como para lainvernada o la parada migratoria de aves acuáti-cas, limícolas y marinas.

Sin embargo, no toda la superficie de este ti-po de humedales se ha conservado con la mis-ma integridad. Desde 1990 han sufrido una pér-dida neta de 44,2 ha, correspondiente a terre-nos externos a las cubetas salineras, como carri-zales y saladares. Han experimentado esta re-ducción dos humedales, el de las salinas de SanPedro del Pinatar (H3), con 24,9 hectáreas de re-ducción neta, y el de las salinas de Marchamalo(H2) con 20,1 ha. Generalmente, se trata de te-rrenos carentes de protección legal específica.

En el caso de Marchamalo se han perdido terre-nos urbanizables situados al oeste de las salinas(playa Paraíso), que han sido preparados muy re-cientemente para su urbanización. Pero tambiénse han destruido superficies protegidas legal-mente (como paisaje protegido), fundamental-mente por rellenos y vertidos diversos (al sur yeste de las salinas).

En San Pedro del Pinatar, la reducción se ve-rifica en los carrizales situados al noroeste, fue-ra del parque regional, pero en parte afectadospor el P.O.R.N. correspondiente. Esta orla de ca-rrizal, muy favorecida por la elevación general delos niveles piezométricos (motivada por la ex-pansión del regadío), se localiza en terrenos dedifícil drenaje que representan la zona de mayorinfluencia continental del humedal. Pese a su in-terés como elemento diversificador dentro delhumedal, y como hábitat de fauna, estos terre-nos son objeto de permanentes alteraciones yvan siendo paulatinamente ocupados por infra-estructuras y vertidos.

En 1999, el Ayuntamiento de San Pedro delPinatar convocó un concurso de ideas para la ela-boración de un anteproyecto de obras e instala-ciones en el denominado “Parque Urbano Lineal”,la franja de 100 m de carrizales y saladares ad-yacente a las salinas (ANÓNIMO, 2000b). Dichoanteproyecto aún no ha sido ejecutado.

En conjunto, los tipos de usos más frecuente-mente registrados en las salinas activas son laextracción de sal (en todos ellos), el pastoreo ylos usos medicinales (66,6% cada uno).

Los impactos más comunes son la presiónrecreativa, el vuelo de aeronaves y la predaciónno natural (afectando los tres al 100% de las sa-linas). Dos tercios de ellas sufren vertidos de re-siduos sólidos, están rodeados por urbanizacio-nes o han perdido virtualmente su uso tradicio-nal, por falta de rentabilidad, manteniéndose gra-cias a ayudas públicas.

Los vertidos son los causantes de la reduc-ción de superficie. La presión recreativa tiene suorigen en las urbanizaciones y zonas turísticaspróximas, que se han aproximado a los límitesde estos humedales en muchas zonas. Este tipode impactos presionan también de forma indirec-ta acelerando el abandono de los usos ante laexpectativa de revalorización de los terrenos. Noobstante, incluso sin este tipo de estímulo, las

51

3. Resultados del inventario

Page 50: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

pequeñas explotaciones se abandonan por sufalta de rentabilidad en el mercado salinero.

El panorama de conservación de las salinascosteras es, en consecuencia, problemático, pe-se a su alto grado aparente (y nominal) de pro-tección. Sobre todo, por la necesidad de adoptarenérgicas medidas para contrarrestar la presión

directa que ejercen los espacios urbanos y agrí-colas inmediatos y la población turística, en au-sencia de zonas de transición o amortiguación.La puesta en valor de estos humedales como re-curso turístico, recreativo y educativo-interpretati-vo, no puede hacerse a costa de su integridadecológica.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

52

TIPO: HUMEDALES CON SALINAS COSTERAS

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 3 TOTAL 1990 (respecto

INVENTARIADOS 1990 3 TOTAL 2000 a 1990)

DESAPARECIDOS – PÉRDIDA: - 45,66 5,5

DE NUEVA INCORPORACIÓN – GANANCIA: 1,46 0,17

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 3 = VARIACIÓN NETA: - 44,2 5,36

VALORES AMBIENTALES: Gradiente espacial de salinidad; fauna y flora acuática (algas, macrófilos e invertebrados);Fartet; larolimícolas nidificantes; invernada e intentos de reproducción de Flamenco, invernada y reproducción de TarroBlanco, acuáticas y láridos invernantes, en general; vegetación freatófila de distinto tipo (saladar, carrizal, arenales hú-medos). Valor cultural e histórico de la arquitectura y los procedimientos de explotación.

ACTIVIDADES: Explotación de sal, pastoreo y usos medicinales.

IMPACTOS: Presión recreativa, vuelo de aeronaves y predación no natural; residuos sólidos; rodeados por urbanizacio-nes; pérdida de uso tradicional.

Observaciones:

Humedales consalinas costeras

Km

0 20 40

San Pedrodel PinatarH3

San Javier

Cartagena H2

H1

Page 51: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

3.2.8. Embalses

Los embalses no son, en sentido estricto, hu-medales, sino cuerpos de agua de origen artifi-cial que generan humedales en determinadas zo-nas, como son sus colas o riberas de menorpendiente, en los que se desarrollan biotopospalustres (carrizales, tarayales, etc.). La exten-sión de estos biotopos es muy variable, depen-diendo de las características de la cubeta, el usodel embalse y el régimen hídrico. En determina-dos casos, el conjunto del embalse funciona co-mo un humedal, una situación frecuente en laRegión de Murcia. Como consecuencia de proce-sos de colmatación o de usos como el de controly defensa frente a avenidas (sin retención deagua), muchos de los embalses de la Región pre-sentan durante largos períodos de tiempo una lá-mina de agua muy somera, lo que facilita su co-lonización por macrófitos emergentes (e inclusosumergidos).

Otra característica relevante de los embalsesde la Región es la fuerte oscilación de nivel, mo-tivada por la irregularidad de los aportes hídricosy el régimen de uso. Las fluctuaciones que expe-rimenta la superficie y profundidad de la láminade agua facilitan la colonización de amplias su-perficies por comunidades como el Tarayal.

Todo lo anterior determina dificultades para ladelimitación de los humedales asociados a losembalses, lo que a su vez impide establecer conprecisión la variación de su superficie durante elperíodo transcurrido desde el inventario anterior.A ello hay que añadir la escasa representatividadque, con respecto a la variabilidad temporal deestos sistemas acuáticos, tiene la “foto fija” queconstituye el inventario y cartografía instantánea.

Tal como ya se ha indicado en el apartado “Meto-dología”, en este trabajo no se ha realizado unadelimitación precisa de los humedales asociadosa embalses, por la imposibilidad de abordar estatarea con los mismos criterios que para otros ti-pos de humedales, con el tiempo y recursos dis-ponibles. Por ello no se analiza la variación de lasuperficie global de este tipo, que en 1989-90era de 797 hectáreas. Aunque en la actualidaddicha superficie debe indudablemente haber au-mentado, no puede precisarse la magnitud deeste incremento.

No obstante lo anterior, resulta fácil estable-cer la variación cuantitativa de este tipo de hu-medal, atendiendo exclusivamente al número deembalses construidos –y en funcionamiento– enel momento de la revisión del inventario. Esta va-riación refleja un aumento del número de embal-ses incluidos en el inventario, pasando de 10 en1990 a 14 en 2000.

Esta variación obedece a la ejecución de lasobras del Plan de Defensas de Avenidas de laCuenca del Segura, iniciado en 1987 y que constade 23 obras. Entre ellas se incluyen 12 embal-ses, de los que ya están en funcionamiento loscuatro que se han incorporado al IRH 2000: Alge-ciras (E11), Pliego (E12), del Judío (E13) y delCárcabo (E14). También se incluyen obras de re-crecimiento de presas que ya existían, como lasde Puentes y La Cierva.

En lo que se refiere al estado global del tipo,aun sin disponer de datos sobre la variación glo-bal de super ficie, pueden apuntarse algunascuestiones. La superficie total indudablementeha aumentado, ya que ningún embalse ha desa-parecido, y se han creado otros nuevos que in-crementan la extensión de biotopos palustres. Al-

53

3. Resultados del inventario

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Humedal de las Salinas H-1 41,7 43,12del Rasall

Humedal de las Salinas H-2 98 20,96 0,95 77,78 -20,01de Marchamalo

Humedal de las Salinas H-3 684,5 24,7 0,51 698,02 -24,19de San Pedro del Pinatar

TOTAL: H 824,2 45,66 1,46 0 0 818,93 -44,2

Page 52: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

gunos embalses se han encontrado prácticamen-te secos, por razones puramente climáticas (porejemplo, los embalses de Puentes o Valdeinfier-no) o de uso. Aun así, en ningún caso se ha pro-ducido una alteración irreversible de las cubetaso una reducción importante de las comunidadesvegetales asociadas (carrizales, eneares, junca-les o tarayales).

Los nuevos embalses generan biotopos pa-lustres interesantes desde el punto de vista dela gestión, ya que se localizan en terrenos públi-cos y pueden contribuir a diversas funciones,desde la de reservas de biodiversidad hasta lapuramente recreativa, además de aquellas paralas que fueron creados. Al mismo tiempo, pue-den generar efectos negativos sobre los biotopospreexistentes, como las ramblas o saladares quese han visto o pueden ver afectados por ellos. Esel caso de humedales como la Boquera de Taba-la (CR19), afectado por la construcción del em-balse del mismo nombre, que figura en el PlanHidrológico de la Cuenca del Segura.

En general, los usos registrados con mayorfrecuencia son la regulación hídrica y el controlde avenidas (85,7%), el uso recreativo (78,5%) yel suministro de agua para riego (57,14%). Tam-bién son frecuentes el pastoreo (42,8%) y la caza(28,5%).

Los impactos más frecuentes son los resi-duos sólidos (42,8%), la presión recreativa

(28,5%) y la carga ganadera (21,4%). Residuos lí-quidos (urbanos e industriales), colmatación y ex-tracción de áridos son otros impactos relativa-mente frecuentes.

Los valores ambientales de los embalses sondiversos y se manifiestan de forma muy dinámi-ca, según la situación climática y el tipo de usoque reciben. Algunos embalses tienen un notableinterés cultural por su antigüedad (Puentes, E5;Valdeinfierno, E6; BÚRDALO, 1988).

Otros tienen interés faunístico, como hábitatde ardeidas y otras aves acuáticas (Quípar, Ar-gos, Santomera, azud de Ojós). Entre las espe-cies nidificantes en los últimos años se citan laGarza Real (Ardea cinerea), el Martinete (Nyctico-rax nycticorax), la Gar za Imperial (Ardeapurpurea), el Porrón Común (Aythya ferina) y elPato Colorado (Netta rufina). También se destacala presencia de anfibios y reptiles acuáticos, co-mo el Galápago Leproso (Mauremys leprosa).

Durante la prospección de campo del IRH2000 se ha registrado la rápida colonización delos nuevos embalses por la avifauna, sobre todoen los embalses de laminación con agua muy so-mera, y las colas o recodos con orillas e isletasfangosas, que son utilizados por la Cigüeñuela(Himantopus himantopus) y el Chorlitejo Chico(Charadrius dubius). También destaca la presen-cia de una colonia de Avión Zapador (Riparia ripa-ria) en el embalse de Pliego (E12).

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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3. Resultados del inventario

TIPO: EMBALSES

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 14 TOTAL 1990 797 (respecto

INVENTARIADOS 1990 10 TOTAL 2000 797+ a 1990)

DESAPARECIDOS 0 PÉRDIDA: –

DE NUEVA INCORPORACIÓN 4 GANANCIA: +

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 14 VARIACIÓN NETA: + ?

VALORES AMBIENTALES: Hábitat de fauna, especialmente avifauna (ardeidas y larolimícolas nidificantes, acuáticas yfochas invernantes), anfibios y reptiles acuáticos. Valor histórico-cultural.

ACTIVIDADES: Regulación hídrica y control de avenidas, uso recreativo, suministro de agua para riego, caza y pastoreo.

IMPACTOS: Residuos sólidos, dragados, presión recreativa, carga ganadera, residuos líquidos urbanos e industriales,colmatación y extracción de áridos.

Observaciones:

Embalses

Km

0 20 40

Lorca

E6

E5

Pliego

Librilla

Alhama

E12

E11

CehegínE2

Mula E7Ojós

E9

Blanca

Ricote

E8

Fortuna

E10Santomera

AbaránCieza

E3 E4E14

E13

Ca

lasp

arra

E1

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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3.2.9. Arrozales

En el inventario 1990 se delimitó la superficiede este tipo de humedal artificial sobre mapas1:50.000. En el presente inventario no se ha rea-lizado una actualización cartográfica detallada,dado que la gran extensión de arrozales hacía in-viable su georreferenciación directa medianteGPS. Tampoco existe una cartografía oficial delcoto arrocero de Calasparra. Por otra parte, loslímites del arrozal tienen el carácter dinámicoque deriva de los ciclos y rotaciones de cultivodel arroz.

No obstante lo anterior, se han obtenido da-tos, facilitados por el Consejo Regulador de laDenominación de Origen “Calasparra”, de super-ficie del coto arrocero perteneciente a los térmi-nos municipales de Calasparra y Moratalla. Es-tos datos representan la superficie potencial dearrozal de la Región de Murcia, valor que figuraen el inventario 2000.

El inventario sigue incluyendo un solo hume-dal de este tipo, que engloba los arrozales deSalmerón y Calasparra. Suponen el 1% de todoslos humedales inventariados y el 1,25% de losinteriores. Ocupan 1.120 ha que representan el

6,3% de la superficie inventariada (excepto em-balses) y el 26% sin el Mar Menor. Sería, portanto, el segundo humedal individual más exten-so de la Región, después del Mar Menor.

La superficie realmente sembrada de arroz va-ría según los años y ha venido aumentado duran-te la última década desde 434,6 hasta 726 ha.

El interés ecológico de este tipo de humedales básicamente biogeográfico, albergando espe-cies de flora y fauna acuática muy característi-cas. La importancia cultural de los arrozales estambién notable, por su evolución histórica y porlas técnicas de cultivo específicas (flujo constan-te de agua, rotación de cultivos...). Representanademás un modelo de producción basada en lacalidad y el respeto al medio, con técnicas deagricultura integrada y ecológica. La producciónecológica de arroz oscila en los últimos años en-tre 200 y 300 toneladas de un total de 2.500-3.000 (datos de la D.O.).

Los arrozales tienen como única actividad laagricultura. Son el único tipo de humedal para elque no se han registrado impactos, si bien sobreellos planea la amenaza de la compra de los cau-dales que tienen asignados, para su destino aotras zonas de regadío.

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Embalse del Quípar E-1 188 188

Embalse de Argos E-2 82 82

Embalse de Almadenes E-3 7,2 7,2

Embalse del Moro E-4 8,4 8,4

Embalse de Puentes E-5 241,9 241,9

Embalse de Valdeinfierno E-6 143,6 143,6

Embalse de la Cierva E-7 21,9 21,9

Azud de Ojós E-8 51,1 51,1

Depósito Regulador del Mayés E-9 10,5 10,5

Embalse de Santomera E-10 42,4 42,4

Embalse de Algeciras E-11

Embalse de Pliego E-12

Embalse del Judío E-13

Embalse del Cárcabo E-14

TOTAL: E 797 0 0 0 0 797+

Page 55: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

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3. Resultados del inventario

Arrozales

Moratalla

ARR

Calasparra

Km

0 20 40

TIPO: ARROZALES

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 1 TOTAL 1990 1.500 (respecto

INVENTARIADOS 1990 1 TOTAL 2000 1.120 a 1990)

DESAPARECIDOS 1 PÉRDIDA: –

DE NUEVA INCORPORACIÓN 1 GANANCIA: –

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 1 = VARIACIÓN NETA: –

VALORES AMBIENTALES: Interés biogeográfico (invertebrados acuáticos y especies vegetales características); valorpaisajístico (singularidad y dinamismo), interés cultural y socioeconómico (técnicas de cultivo y variedades tradiciona-les; agricultura ecológica).

ACTIVIDADES: Agricultura.

IMPACTOS:

Observaciones: El dato del IRH 90 es una estima de la superficie potencial de cultivo de arroz; el del IRH 2000 es la su-perficie inscrita como arrozal en el CRDO, la superficie sembrada anualmente es siempre inferior.

Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Arrozales de Calasparra ARR 1.500 1.119,54

TOTAL: ARR 1.500 0 0 0 0 1.120

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3.2.10. Salinas interiores

El actual inventario incluye 9 salinas interio-res, tres más que en 1990. De ellas, sólo tres(salinas del Principal, SA2, salinas de la Rosa,SA3, y salinas de Molina, SA4) se mantienen enexplotación. El resto son salinas artesanales dereducida extensión, asociadas a manantiales sa-linos que se han secado o han sido abandona-dos, aunque en dos salinas más se mantiene elbombeo de salmuera (salinas del Águila, SA7) ola elevación de agua hasta las cubetas (salinasde Rambla Salada, SA8), con otros fines.

Estas 9 salinas representan el 9,18% de to-dos los humedales y el 11,25% de los interiores.En superficie, en cambio, sólo aportan el 0,12%del total (embalses excluidos) y el 0,5% descon-tando el Mar Menor. Su superficie ha sufrido unaumento neto de 0,55 ha, un 3,79% de la super-ficie inventariada en 1990, debido a la creaciónde una nueva cubeta en las salinas del Principal.

Las salinas de la Rosa, en Jumilla, son en rea-lidad un complejo de salinas asociadas al diapirosalino del cabezo de la Rosa, cuya explotación seremonta a la época romana. Del conjunto de ex-plotaciones existentes (una galería de mina y 3grupos de balsas de evaporación sólo una semantiene activa, gracias a un moderno sistemade producción basado en el bombeo de agua apresión hacia el interior del diapiro y en el vertidode la salmuera resultante a un sistema de bal-sas para su cristalización.

Las salinas de Molina y del Principal se ali-mentan a partir del bombeo de agua desde po-zos salinos. Las segundas sólo mantienen activauna balsa, de reciente creación, junto a dichobombeo, y no el conjunto original dispuesto enlos márgenes de una rambla.

Las otras seis salinas de interior inventaria-das se encuentran en desuso, de manera que en

muchos casos sólo almacenan agua de origen at-mosférico (lluvia o escorrentía superficial). Estopermite que sigan viviendo en ellas invertebra-dos acuáticos de interés singular, como ciertoscoleópteros.

En algunos casos, prácticamente sólo perma-necen sus elementos arquitectónicos, cuyo valorcultural es indudable, pese a lo cual tienden adesaparecer gradualmente si no se abordan ac-tuaciones de recuperación como las que ha reali-zado la administración en Rambla Salada, conuna finalidad interpretativa. Especialmente dete-rioradas están las salinas de la Casa del Salero(SA9), situadas en el lecho de una rambla, perotambién empiezan a sufrir un alarmante deteriorootras como las de Sangonera (SA6) o las de laRamona (SA1), hasta hace poco en uso.

El uso más frecuente es la extracción de sal(aunque sólo se desarrolla en tres de ellos), lomismo que el uso recreativo.

Siete de las nueve salinas interiores se venafectadas por el abandono total o parcial de suuso tradicional, al que se asocia la ausencia demantenimiento de manantiales o el cese delbombeo desde pozos de agua salina, lo que su-pedita el régimen de inundación a la escorrentíasuperficial o a la precipitación. Impactos tambiénregistrados, aunque minoritariamente (afectancada uno al 11,1% de estos humedales) son re-siduos sólidos y alteraciones del entorno (expan-sión de la agricultura o degradación del paisaje).

Las salinas interiores concentran importantesvalores ambientales, incluyendo el de hábitat deespecies singulares de fauna, su valor paisajísti-co y el interés histórico-cultural de sus sistemasde explotación y arquitectura asociada. Algunastienen un valor productivo importante y una po-tencialidad de uso basada en la explotación desus recursos minerales, terapéuticos, recreati-vos y educativos.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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3. Resultados del inventario

TIPO: SALINAS INTERIORES

NÚMERO DE HUMEDALES SUPERFICIE ha %TOTAL EN BASE DE DATOS: 9 TOTAL 1990 14,5 (respecto

INVENTARIADOS 1990 6 TOTAL 2000 21,43 a 1990)

DESAPARECIDOS 0 PÉRDIDA:

DE NUEVA INCORPORACIÓN 3 GANANCIA: 0,55

INVENTARIADOS 2000 (TOTAL): 9 = VARIACIÓN NETA: 0,55 3,79

VALORES AMBIENTALES: Invertebrados acuáticos. Vegetación acompañante (estepa salina). Interés paisajístico y ar-quitectónico. Valor histórico-cultural y entográfico.

ACTIVIDADES: Explotación de sal, uso recreativo.

IMPACTOS: Abandono de uso, residuos sólidos, alteración de su entorno (expansión de la agricultura, deterioro del paisaje).

Observaciones:

Salinas interiores

Km

0 20 40

SA5 MoratallaC

ala

spa

rraSA1 SA9

Cieza

SA3

SA2Jumilla

SA-7

FortunaMolina SA8

SA4

SA6

Murcia

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Código Superf. PERDIDO GANADO NUEVA Superf. VARIACIÓNHUMEDALESRM

IRH901990-2000 1990-2000

INCLUSIÓN EXCLUIDO IRH00NETA(ha) (YA EXISTENTE) (ha)

Salinas de la Ramona SA-1 4,3 1,43

Salinas del Principal SA-2 0,4 0,55 1,07 0,55

Salinas de la Rosa SA-3 6,4 12,17

Salinas de Molina SA-4 1 1,17

Salinas del Zacatín SA-5 1,4 0,48

Salinas de Sangonera SA-6 1 0,12

Salinas del Águila SA-7 1,73 1,73

Salinas de Rambla Salada SA-8 3,20 3,20

Salinas de la Casa del Salero SA-9 0,05 0,05

TOTAL: SA 14,5 0 0,55 4,98 0 21,44 0,55

3.2.11. Balsas de riego

Las balsas de riego constituyen un humedalartificial de amplísima distribución, asociado alos nuevos regadíos. Desde el punto de vistaecológico, su interés es escaso, aunque puedenjugar un papel destacable como hábitat de fauna,facilitando la expansión de determinadas espe-cies en comarcas que anteriormente resultabaninhóspitas para ellas. Incluso puede citarse suimportancia como hábitat de ciertas especiesamenazadas, que las utilizan en determinadasfases de su ciclo vital. No todas las balsas deriego tienen características que permitan la colo-nización vegetal y faunística. Factores como el ti-po de sustrato, calidad de las aguas o fluctua-ción del nivel influyen sobre el desarrollo de lavegetación emergente y sumergida y sobre lapresencia de especies de fauna.

En el peor de los casos, el único sustrato esla lámina de polímero aislante con la que seconstruyen, lo que limita considerablemente eldesarrollo de flora y fauna. Pero es frecuenteque dispongan de un lecho de grava, sobre elque se puede desarrollar un cinturón de vegeta-ción palustre. En muchas balsas se combate sudesarrollo mediante herbicidas, creando un le-cho desnudo de grava. Si no es así, estos cuer-pos de agua pueden alcanzar un grado importan-te de naturalización, desarrollando cinturones dehelófitos y tapices o masas de algas y macrófitossumergidos.

Su número es muy elevado y se ha incremen-tado con seguridad a lo largo del período trans-currido hasta la revisión del inventario. No obs-tante, las balsas de riego no fueron incluidas enel inventario 89-90 y tampoco han sido tratadasexhaustivamente en el presente inventario, loque impide cuantificar su variación en número osuperficie.

Pese a lo anterior, se dispone de algunos da-tos que permiten, al menos, una aproximación ala abundancia y distribución de este tipo de hu-medal en la Región de Murcia. Existen datos pa-ra los siguientes sectores o comarcas:

Campo de Cartagena - Mar Menor: BARBERÁet al., (1990) obtienen densidades de 1,2 bal-sas/km2 en el entorno del Mar Menor. Durante larealización del Atlas de las Aves Nidificantes enEspaña, en 1999, en una cuadrícula de 10x10km del Campo de Cartagena (junto a Torre Pa-checo) se obtienen densidades menores (0,2balsas/km2).

Altiplano de Jumilla - Yecla: MARTÍNEZ y OR-TUÑO (1996), citan un censo total de 176 balsasde riego en los términos municipales de Jumilla yYecla, en 1992. Considerando las superficies re-gables de esta comarca, se podría estimar ladensidad de balsas en 1,6 por km2.

Saladares del Guadalentín: NÚÑEZ (1997)identifica 35-40 balsas dentro del conjunto dehumedales de interés ornitológico del área some-tida a seguimiento, en este espacio natural. Algu-nas de estas son balsas con sustrato y paredes

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de fábrica que habitualmente no se contabilizanen otras zonas. Considerando la superficie deseguimiento, de aproximadamente 30 km2, sepuede estimar una densidad no inferior a 1 balsapor km2.

Mazarrón - Águilas: Es la comarca donde másbalsas y más superficie dedicada a ellas hay. Se-gún MARTÍNEZ (2000) existen 779 ha ocupadaspor balsas de riego en 71.000 ha de territorio(de las que 17.000 son de regadío). Esto suponeaproximadamente 5 ha de balsas por km2 o 5balsas/km2 (asumiendo una superficie media de1 ha por balsa, razonable en esta comarca, don-de estos cuerpos de agua son comparativamentegrandes).

Las tres primeras zonas han sido objeto de al-gún tipo de seguimiento o investigación biológi-ca, disponiendo de datos a escala comarcal so-bre la distribución y el uso de estas balsas pordistintas especies de fauna. También se ha eva-luado la importancia ornitológica de otras bal-sas, en contextos más locales, e incluso de bal-sas aisladas, incluidas en programas de censodespués de constatar su interés ornitológico(BLANCO et al., 1990; TRAGSA, 1999). Aunqueproporcionan datos útiles, esta incorporación nosupone una aproximación sistemática al valorfaunístico de estos humedales artificiales, quesería deseable abordar, al menos para conocerel tamaño de las poblaciones regionales de lasespecies que más las utilizan.

Si las densidades anteriores se consideranrepresentativas de los regadíos regionales, sepodría estimar una densidad próxima a 1 bal-sa/km2 o una cifra no inferior a 2.000 balsas enel conjunto de las zonas regables de la Región.Esta es el resultado de la construcción de un nú-mero creciente de balsas durante las tres últi-mas décadas, en algunos casos a expensas deotros tipos de humedales (charcas y pozas). Aun-que algunas han sido abandonadas, el ritmo decreación supera ampliamente el de abandono opérdida por otras razones (deterioro, construc-ción de infraestructuras...).

Pese a su carácter artificial, el papel biológicode las balsas de riego es notable. Destaca su im-portancia para la nidificación de aves acuáticascomo la Cigüeñuela, el Chorlitejo Chico, la Focha

Común y el Zampullín Chico (BARBERÁ et al.,1990; NÚÑEZ, 1995 y 1997; ROBLEDANO,1997b). Fuera de la época de reproducción sonvisitadas por especies en migración o invernada,sobre todo por la Garza Real, la Garcilla Bueyeray diversas limícolas (NÚÑEZ, 1995 y 1997;TRAGSA, 1999). Existen también observaciones(fuera de la época de reproducción) de especiesamenazadas globalmente como la Cerceta Pardi-lla o a escala regional como el Aguilucho Lagune-ro, el Aguilucho Cenizo y la Garza Imperial (NÚ-ÑEZ, 1995 y 1997). En los saladares del Guada-lentín (CR5 y CR6), las balsas de riego son uti-lizadas por especies de aves esteparias amena-zadas en la Región de Murcia, como la Ortega (Pterocles orientalis), que realiza desplazamien-tos casi diarios a determinadas balsas (NÚÑEZ,1995).

Su importancia para anfibios y reptiles acuáti-cos no ha sido evaluada recientemente, peroexisten citas de diversas especies, algunas am-pliamente distribuidas (Rana Verde Común, Cule-bra Viperina) y otras más raras (Sapillo Moteado,Galápago Leproso). Esta última especie es unbuen ejemplo del papel de refugio de fauna quepueden ejercer estos humedales artificiales. Enlos saladares del Guadalentín, el único hábitatnatural que ocupa son escasos tramos de la ram-bla de las Salinas, que sufren un creciente dete-rioro. De desaparecer, las balsas constituirían unreservorio de las poblaciones para una futura re-colonización de estos hábitats, en el caso de quepudieran ser restaurados.

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3. Resultados del inventario

Balsa de riego en las estribaciones de Sierra Espuña

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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TIPO: BALSAS DE RIEGO

NÚMERO DE HUMEDALES

TENDENCIA

VALORES AMBIENTALES: Hábitat para avifauna acuática (nidificante y en migración);anfibios y reptiles acuáticos.

ACTIVIDADES: Suministro de agua para riego, depuración de aguas residuales.

IMPACTOS: Vertidos líquidos, alteración del régimen hídrico (oscilación), herbicidas, que-ma de la vegetación.

Observaciones:

3.2.12. Depuradoras de lagunaje

El número de depuradoras de lagunaje se ha incrementado en los últimos años, al haber adop-tado este sistema de depuración varios municipiosde la Región. Aunque este tipo de humedal artifi-cial no estaba incluido en el inventario de 1989, yaen aquella época se habían construido las prime-ras depuradoras de lagunaje en la Región. En1986 se construyeron las de Los Alcázares y Jumi-lla y en 1995 ya estaban en funcionamiento las deBullas, Cieza, Alcantarilla, Alguazas, Lorquí-Ceutí,Mula, Molina de Segura, Las Torres de Cotillas y Alhama (SOLER et al., 1995). Posteriormente sehan construido las de San Javier, El Algar-La Loma-Los Urrutias y Cabezo Beaza (Cartagena).

Por lo general, se trata de sistemas totalmen-te artificiales integrados por varias balsas o lagu-nas similares en su estructura a balsas de riego.Como sustrato constan de una lámina de polieti-leno recubierta habitualmente de grava, aunqueno se permite el desarrollo de vegetación ribere-ña sobre ella. No obstante, debido a un manteni-miento inadecuado, en ocasiones se desarrollanpuntualmente pequeñas masas de carrizo o cin-turones de plantas anuales. Algunas balsas deriego, en especial en el Campo de Cartagena, al-macenan aguas residuales, que experimentan enellas un cierto grado de depuración. Sistemasanálogos son las balsas de estabilización de pu-rines en granjas porcinas, que tendrían que serconsideradas como depuradoras por razones deuso (no tienen función primaria de abastecimien-to para riego), si bien su estructura es idéntica alas balsas de riego.

En otros casos, la depuración por lagunaje serealiza en antiguas graveras o charcas acondicio-

nadas para este fin. Es el caso de Mazarrón, muni-cipio que ha utilizado una gravera de la rambla delas Moreras (humedal C7 en el inventario de1989), como lugar de vertido de las aguas residua-les de sus urbanizaciones, antes de construir unadepuradora en el mismo lugar. Aún en la actuali-dad un volumen importante de estas aguas toda-vía se vierte en esa gravera, desde donde se filtrarambla abajo hasta alcanzar la charca litoral (C8).

Además de su función de purificación deaguas residuales, el principal interés de las de-puradoras de lagunaje radica en su valor comohábitat de aves acuáticas.

Su valor biológico se debe a que se trata demasas de agua permanentes, con una alta pro-ducción de recursos tróficos explotables por al-gunas especies de aves o que constituyen recin-tos seguros para la nidificación (al estar valladasy a salvo de molestias y predadores). Así, en losúltimos años varias depuradoras de lagunaje sehan incorporado al listado de humedales en losque se realizan programas de seguimiento o cen-sos de aves acuáticas invernantes y nidificantes(NATURCAZA, 1995; NÚÑEZ, 1995 y 1997;EGUIA, 1998). También se han dedicado algunostrabajos específicos al estudio de sus poblacio-nes y comunidades de aves (GARCÍA-MORENO etal., 1996).

Las especies de aves más frecuentes en estetipo de humedales son las limícolas, como la Ci-güeñuela y los Chorlitejos Chico y Patinegro, to-das ellas nidificantes, lo mismo que el TarroBlanco. Las aves estrictamente piscívoras sonmás raras, aunque se han observado garzas,que probablemente las utilicen únicamente parareposar. También se instalan en las depuradorascolonias de nidificación de láridos, principalmen-

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63

3. Resultados del inventario

te de Charrancito. No obstante, en migración oinvernada es posible encontrar en estos siste-mas prácticamente a todas las especies de avesacuáticas registradas en la Región de Murcia, in-cluyendo especies raras o amenazadas como laCerceta Pardilla (Marmaronetta angustirostris), oel Flamenco (Phoenicopterus ruber), citadas enla depuradora del Cabezo Beaza de Cartagena(GARCÍA-MORENO et al., 1996).

En los últimos años se detecta una pérdidade valor de las depuradoras como hábitat de nidi-ficación de aves acuáticas, debido a un incre-mento de la predación que se atribuye al aprendi-zaje, por predadores oportunistas, de la concen-tración de aves en estos recintos. Aunque resul-tan lugares seguros con respecto a la intrusiónhumana, los sistemas de vallado pueden permitirel acceso de perros, zorros, gatos, que al igualque predadores aéreos como la Gaviota Patiama-

rilla (Larus cachinnans) localizan las colonias deaves acuáticas, depredando intensamente sobrehuevos y pollos.

Aunque existen algunas propuestas de manejoque podrían incrementar el valor biológico de es-tos sistemas, incluyendo la posibilidad de preve-nir la predación sobre las especies nidificantes,este tipo de intervención no parece una directrizde gestión aconsejable. Sería mejor evitar interfe-rir con el funcionamiento del sistema de depura-ción y utilizar los efluentes, donde sea posible,para la creación de humedales artificiales, cuyafunción podría ser la de dar un tratamiento tercia-rio a vertidos que incidan sobre zonas sensibles.La creación de humedales que actúen como “fil-tros verdes” y en este tipo de zonas constituye uncampo prometedor de investigación y experimen-tación, existiendo algunas propuestas para zonasconcretas (ÁREA DE ECOLOGÍA, 1998).

TIPO: DEPURADORAS DE LAGUNAJE

NÚMERO DE HUMEDALES

TENDENCIA

VALORES AMBIENTALES: Hábitat para avifauna acuática (nidificante y en migración).

ACTIVIDADES: Depuración de aguas residuales.

IMPACTOS: Vertidos líquidos, alteración del régimen hídrico (oscilación), herbicidas, que-ma de la vegetación.

Observaciones:

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Conforme a los resultados anteriormente ex-puestos y a las tendencias que se desprendende la revisión del estado de los humedales, pue-de trazarse un diagnóstico global del estado deconservación de los humedales murcianos, tantoen términos de cambios de superficie como delos usos y actividades que soportan, y de los ti-pos de impactos que inciden sobre ellos, su ex-tensión e intensidad.

4.1. NÚMERO Y SUPERFICIE DE HUMEDALES.VARIACIÓN GLOBAL E INDIVIDUALEXPERIMENTADA

Los 98 humedales inventariados en 2000abarcan una extensión mínima de 18.539,12hectáreas, equivalente al 1,59% de la superficiede la Región de Murcia. La extensión real no pue-de precisarse por no haberse delimitado los nue-vos embalses que han entrado a formar partedel inventario. Como referencia, los humedalesincluidos en el inventario de la Dirección Generalde Obras Hidráulicas de 1991 totalizan 120.537ha, el 0,24% de la superficie de la España penin-sular (VARIOS AUTORES 1999). En este inventa-rio no se consideran los embalses y sólo figuranen él los humedales de más de 0,5 ha.

Por lo que se refiere al número de humeda-les, considerando sólo los inventariados en1990, la revisión de 2000 indica que únicamentehan desaparecido por completo 7 humedales, to-dos ellos pertenecientes al tipo charcas y pozas.Este hecho confirma la relación inversa, por otraparte obvia, entre tamaño del humedal y riesgode desaparición. Esta relación se manifiesta tam-bién en otros tipos de humedales, como las sali-nas costeras y de interior, en las que una menorsuperficie hace menos rentable la explotación

que las sustenta, incrementando la probabilidadde abandono. Es evidente, no obstante, que lacapacidad de restauración y el coste de gestiónson también más asumibles cuanto más peque-ño es el humedal.

En lo relativo a la variación de la superficie dehumedales, la revisión del inventario refleja ladesaparición de 855,52 ha de humedales (equi-valentes al 4,37% de la superficie total inventa-riada en 1990).

Los tipos de humedales que han sufrido unamayor pérdida neta de la superficie inventariadaen 1990 han sido los criptohumedales, tanto entérminos absolutos (820,29 ha) como relativos(un 30% de la original). Esta reducción explica ensu mayor parte la variación regional. En el extremoopuesto, el tipo que mayor incremento de superfi-cie ha experimentado, embalses aparte, ha sidoel de las charcas y pozas (sólo 9,6 ha, pero querepresentan un 123% de la superficie original).

Los humedales individuales que mayor varia-ción neta han sufrido han sido, en términos rela-tivos, los saladares de Altobordo (CR17), quehan perdido un 76% de la superficie inventariadaen 1990, y en términos absolutos los de la mar-gen izquierda del Guadalentín (CR6), de los quehan desaparecido 596,29 ha (69%). Les siguenLa Alcanara (CR5; 108,8 ha o un 33,9% de pérdi-da) y el Salar Gordo (42,6 ha o un 55%). El mayorincremento lo ha experimentado, en superficie,la Marina del Carmolí (CR10; 67,1 ha o un27,1%), y en porcentaje, la gravera de la ramblade las Moreras (C7; 11,8 ha o un 295%).

No obstante, el estado de conservación delos humedales que se mantienen varía notable-mente, dependiendo del tipo de humedal consi-derado y de otros factores. Características comola localización, las actividades que se desarro-

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4. Diagnóstico de conservación

4. Diagnóstico de conservación

Page 64: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

llan en ellos o en su entorno, la situación hidroló-gica a escala de sistema o cuenca hidrográfica oel propio tipo de uso humano que sustenta el hu-medal, influyen sobre la situación global de cadatipo y sobre la situación particular de algunos si-tios individuales.

Pese a su singularidad, algunos tipos repre-sentados por un único sitio o por unos pocos hu-medales se encuentran en un estado satisfacto-rio de conservación, mientras que otros más nu-merosos pueden hallarse en una grave situaciónde amenaza, al haber desaparecido o habersevuelto marginal el uso humano que garantizabasu persistencia. Ejemplo del primer caso seríanhumedales como las encañizadas, actualmenteen recuperación, y del segundo las charcas gana-deras, en casi total desuso.

Pese a lo anterior, dependiendo de su locali-zación comarcal y, por ende, del modelo de desa-rrollo socioeconómico global de la zona en la quese encuentran enclavados, humedales del mis-mo tipo pueden tener una situación de conserva-ción muy diferente. Lo mismo es válido si anali-zamos la situación a escala local, sufriendo loshumedales periurbanos alteraciones mucho másintensas que los localizados en entornos rurales,

pudiendo persistir ejemplos aislados en comar-cas intensamente desarrolladas, en virtud de sualejamiento de los núcleos urbanos.

4.2. ACTIVIDADES QUE SE DESARROLLANEN LOS HUMEDALES

El estado de conservación de los humedalesguarda una estrecha relación con el tipo de acti-vidades que se desarrollan en ellos y que les in-fluyen de muy diversa forma. Las actividadespueden ser fuente de impactos, pero en muchoscasos han contribuido tradicionalmente a la con-servación de los humedales, resultando muchomás perjudicial su abandono que la actividad pro-piamente dicha.

Del mismo modo, determinados usos actua-les –como los recreativos– causan impactos, pe-ro al mismo tiempo favorecen la conservación delos humedales incrementado su conocimiento yvaloración social.

En este trabajo se han identificado un total de19 tipos de actividades, partiendo de la tipologíade la base de datos del INH (las 10 primeras) yañadiendo nuevos tipos dentro del apar tado“Otras”. Estas actividades son las siguientes:

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Actividad Descripción

Abastecimiento de agua Obtención de agua para usos no agrícolas

Extracción de sal Producción de sal por evaporación a partir de agua marina, manantiales o pozos deagua hipersalina o disolución de diapiros salinos.

Pesca Pesca comercial o artesanal (no deportiva).

Uso recreativo Incluye tanto las actividades deportivas, de esparcimiento y contacto con la Natu-raleza como la educación e interpretación ambiental.

Aprovechamiento vegetación Recolección de productos vegetales (carrizo, juncos, siemprevivas...) para uso or-namental, agrícola, en revestimientos, vallados.

Caza Uso cinegético (coto de caza).

Pastoreo Uso como pastos, zona de descanso y abrevadero de ganado.

Marisqueo Recolección artesanal o comercial de moluscos y crustáceos.

Acuicultura Cultivo de peces, moluscos o crustáceos.

Extracción de sedimentos Explotación de lechos de arena, grava o arcilla.

Otros: medicinal Baños y aplicación de lodos con fines terapéuticos.

Otros: agricultura Cultivo directo sobre la superfice del humedal.

Otros: militar Maniobras o ejercicios militares.

Page 65: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

La distribución de estas actividades en el con-junto de los 98 humedales inventariados indicaque las más frecuentes son el pastoreo (presen-te en el 48,9% de ellos), el uso recreativo(38,7%), el abastecimiento de agua para riego(15,3%), la regulación hídrica y el control de ave-

nidas (12,2%) y la caza (12,2%).En más de un 5% de humedales se realizan

actividades como el cultivo agrícola, la extracciónde sal, el abastecimiento de agua y el uso tera-péutico o medicinal. El resto de actividades se si-túan por debajo de este porcentaje.

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4. Diagnóstico de conservación

Actividad Descripción

Otros: transporte Navegación a través del humedal (excepto la deportiva).

Otros: equipamientos Instalaciones como camping, áreas recreativas y otras similares.

Otros: regulación hídrica Almacenamiento de caudales para distribución de agua y laminación de crecidas.y control de avenidas.

Otros: riego Suministro de agua para uso agrícola.

Otros: producción de energía Aprovechamiento hidroeléctrico.

Otros: vertido de aguas residuales Almacenamiento de aguas residuales previo a su tratamiento o en ausencia de éste.

Actividades que se realizan en los humedales

0

10

20

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PA UR RI CZ RH AG ES AA MD

% d

e h

um

edal

es

Obviamente, estas proporciones varían de-pendiendo del tipo de humedal considerado. Portipos, las actividades más frecuentes son:

En las charcas predomina el uso ganadero ytambién experimentan algún uso recreativo, sir-viendo en menor medida para abastecimiento deagua o para riego.

Los criptohumedales son utilizados principal-mente para el pastoreo y también para activida-

des recreativas, caza y agricultura.Las actividades más frecuentes en los embal-

ses son la regulación hídrica y el control de ave-nidas, el uso recreativo y el suministro de aguapara riego. También son frecuentes el pastoreo yla caza.

En los humedales con salinas costeras acti-vas predominan la extracción de sal (en todosellos), el pastoreo y los usos medicinales.

PA = Pastoreo;UR = Uso Recreativo;RI = Riego;CZ = Caza;RH = Regulación Hídrica;AG = Agricultura;ES = Extracción de Sal;AA = Abastecimiento de Agua;MD = Medicinal.

Page 66: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

En las salinas interiores, el uso más frecuentees también la extracción de sal (aunque sólo sedesarrolla en un 33,3% lo mismo que el uso re-creativo.

Los bosques de ribera únicamente son utiliza-dos para actividades recreativas (los dos ejem-plos incluidos en este Inventario).

Las fuentes y manantiales se utilizan funda-mentalmente como abrevadero para el ganado ypara riego y en menor medida para actividadesrecreativas.

En las encañizadas se desarrollan actividadesde pesca, marisqueo, acuicultura y recreativas.

En cuanto al Mar Menor, en él se desarrollanactividades recreativas, medicinales, extracción

de arena, militares, de transporte, pesca, maris-queo y acuicultura.

Los arrozales tienen como única actividad laagricultura.

4.3. IMPACTOS Y SUS CAUSAS

Por lo que se refiere a los tipos de impactosque afectan preferentemente a los humedalesmurcianos, puede realizarse también un diagnós-tico global y por tipos.

La tipología de impactos está también basadaen la del INH, añadiendo “Otros” hasta comple-tar 31 tipos de impactos, que se describen en latabla siguiente:

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Actividad Descripción

Drenado Desecación mediante actuaciones que facilitan el desagüe del humedal.

Rodeado por cultivos Presencia de cultivos en el límite o muy cerca del humedal, en gran parte de su perímetro.

Sobreexplotación del acuífero Descenso del nivel freático que alimenta al humedal.

Residuos líquidos urbanos Vertido directo al humedal de aguas residuales urbanas.

Resíduos líquidos industriales Vertido directo al humedal de aguas residuales de origen industrial.

Resíduos sólidos urbanos Vertido localizado de escombros y otros tipos de residuos sólidos urbanos, incluyendoresiduos domésticos.

Presión recreativa Impactos resultantes de la alta afluencia de gente al humedal y su entorno inmediato,por pisoteo, molestias, abandono de basuras, etc.

Alteración cubierta vegetal Corta, arranque o desbroce deliberado de la vegetación natural del humedal.

Dragado Alteración por extracción de una parte o todo el sustrato para contrarrestar la sedimen-tación natural (por ejemplo, en el mantenimiento de canales).

Introducción especies Presencia de especies vegetales o animales alóctonas, causada por el hombre, tanto sialóctonas es de forma dirigida como casual.

Embalse Creación de un embalse u otra estructura de almacenaje de agua (balsa, estanque), so-bre la cubeta natural del humedal.

Rellenado Vertido deliberado de grandes cantidades de materiales con el objeto de desecar el humedal.

Cultivado parcialmente Roturaciones agrícolas en el interior de la superficie del humedal (sobre todo en crip-(roturaciones) tohumedales).

Urbanización Urbanización subsiguiente a la desecación de todo o parte del humedal. Incluye tam-bién la construcción de infraestructuras como carreteras, paseos marítimos, etc., sobrela superficie del humedal.

Plaguicidas Vertido directo de plaguicidas al humedal o a las aguas de drenaje que desembocan en él.

Carga ganadera Sobrepastoreo en la cubeta o su entorno inmediato, con el resultado de la compacta-ción del sustrato, eliminación de la vegetación ribereña y eutrofización del agua.

Extracción de áridos Canteras, graveras y otras extracciones de sedimentos de la cubeta.

Regulación hídrica Presencia de estructuras artificiales orientadas específicamente al control de la hidro-logía del humedal.

Page 67: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

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4. Diagnóstico de conservación

Actividad Descripción

Otros: abandono uso Fin de la actividad tradicional que había motivado la creación del humedal o que garan-tizaba su mantenimiento.

Otros: predación no natural Presencia de predadores no naturales introducidos por el hombre que afectan negativa-mente a la biodiversidad del humedal.

Otros: rodeado por Presencia de edificaciones en el límite o muy cerca del humedal.urbanizaciones

Otros: drenaje agrícola Vertido puntual o difuso de aguas de drenaje agrícola en la cubeta del humedal.

Otros: tráfico terrestre Tránsito de vehículos por carreteras que atraviesan el humedal afectando a sus carac-terísticas ambientales o a las especies que habitan en él.

Otros: embarcaciones a motor Circulación de embarcaciones a motor por el interior de la masa de agua, causando mo-lestias o contaminación.

Otros: alteración paisaje Movimiento de tierras u otras alteraciones paisajísticas que afectan negativamente a ladel entorno calidad escénica, pero no al funcionamiento del humedal.

Otros: aeronaves Vuelo frecuente de aeronaves militares o civiles a baja altura, causando molestias a lafauna del humedal.

Otros: alteración régimen Alteración no dirigida de la hidrología del humedal, mediante canalizaciones u otras es-hídrico tructuras sin esa finalidad primaria.

Otros: incendio Quema intencionada o negligente de la vegetación del humedal.

Otros: colmatación Aceleración del depósito de sedimentos por actuaciones en la cubeta o en la cuencavertiente.

Otros: eutrofización Incremento de la carga orgánica de la masa de agua, originado por la actividad antrópica.

Otros: repoblación cuenca Disminución del drenaje natural hacia el humedal por reforestación de la cuencavertiente vertiente.

Estos impactos en última instancia se descom-ponen en acciones individuales, o conjuntos deellas, con una repercusión sobre el humedal quepuede manifestarse sobre su estructura física, so-bre su funcionamiento o sobre sus comunidadesbiológicas. Dependiendo de esto, se puede produ-cir la pérdida total o parcial del humedal, la pérdi-da de alguna de sus funciones o la alteración o de-saparición de uno o más de sus valores. La altera-ción funcional del humedal puede desencadenar la

implantación de usos que, secundariamente, su-pongan la pérdida total o parcial de su superficie.

En términos generales, los impactos más fre-cuentes son el vertido de residuos sólidos (afec-ta al 42,85% del total de humedales), la presiónrecreativa (23,46%) y el abandono de usos tradi-cionales (21,42%). La frecuencia de estos yotros impactos, registrados todos en al menosun 10% de los humedales, se representa en lasiguiente gráfica:

Page 68: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Por tipos, los impactos más frecuentes sonlos siguientes:

Las charcas se ven afectadas sobre todo porla carga ganadera, si bien se trata de un impactocolateral al uso que garantiza su mantenimiento.También destaca por su frecuencia el vertido deresiduos sólidos. Algunas charcas se ven afecta-das también por el abandono de su uso (equiva-lente a falta de mantenimiento, que dificulta oimpide la captación de agua) y por incendios quedestruyen la vegetación palustre.

A los criptohumedales les afectan sobre todolos residuos sólidos y el drenaje agrícola. Tam-bién la presión recreativa y la alteración de la cu-bierta vegetal. Además, sufren un amplio abani-co de impactos como el abandono de usos tradi-cionales, la carga ganadera, la alteración del ré-gimen hídrico, la urbanización y las roturaciones.Estas cifras son el resultado de la combinaciónde impactos sobre criptohumedales costeros einteriores, predominando en los primeros los detipo urbanístico y recreativo, y en los segundoslas roturaciones y la sobreexplotación de acuífe-ros, siendo comunes a ambos los vertidos de re-siduos sólidos y el drenaje agrícola.

A los embalses les afectan sobre todo los re-siduos sólidos, la presión recreativa y la cargaganadera. Residuos líquidos (urbanos e indus-triales), colmatación y extracción de áridos sonotros impactos relativamente frecuentes.

En los humedales con salinas costeras acti-vas predominan la presión recreativa, el vuelo deaeronaves y la predación no natural (afectando atodos). Dos tercios sufren vertidos de residuossólidos, están rodeados por urbanizaciones ohan perdido virtualmente su uso tradicional, porfalta de rentabilidad, manteniéndose gracias aayudas públicas.

Las salinas interiores se ven afectadas sobretodo por el abandono de su uso tradicional, alque se asocia la ausencia de mantenimiento demanantiales o el cese del bombeo desde pozosde agua salina. Impactos también registrados,aunque minoritariamente son residuos sólidos yalteraciones del entorno (expansión de la agricul-tura o degradación del paisaje).

Los impactos más frecuentes sobre la reduci-da muestra de bosques de ribera incluida en es-te inventario son la presión recreativa, los incen-dios y la regulación hídrica.

Las fuentes y manantiales se ven afectadossobre todo por el vertido de residuos sólidos y porla sobreexplotación de acuíferos. Otros impactoscitados son la alteración del régimen hídrico, la ex-pansión agrícola o la degradación del paisaje ensu entorno, la presión recreativa y el drenaje.

En las encañizadas se registran vertidos deresiduos sólidos, dragados, presión recreativa,abandono de usos (en parte recuperados), vuelode aeronaves y urbanizaciones en su entorno.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

70

Impactos sobre los humedales

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

RS PR AU CG DA ARH RC ACV VAE IN

de

hu

med

ales

RS = Residuos Sólidos;PR = Presión Recreativa;

AV = Abandono Usos;CG = Carpa Ganadera;DA = Drenaje Agrícola;

ARH = Alteración Régimen Hídrico;RC = Rodeado por Cultivos;

ACV = Alteración Cobertura Vegetal;VAE = Vuelo de Aeronaves;

IN = Incendio.

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4. Diagnóstico de conservación

En cuanto al Mar Menor experimenta quizá lamás amplia variedad de afecciones: residuos só-lidos, alteración del régimen hídrico (por aperturade canales), presión recreativa, cultivos y urbani-zaciones en el entorno, dragados, drenaje y resi-duos agrícolas, residuos líquidos urbanos, vuelode aeronaves, tráfico de embarcaciones a motor,rellenos y eutrofización.

Los arrozales son el único tipo para el que nose han registrado impactos.

Si se analizan por separado los humedales in-teriores y litorales, se aprecian algunas diferen-cias en la frecuencia con que les afectan los dis-tintos impactos. En los interiores, los impactosregistrados con mayor frecuencia son los resi-duos sólidos (en un 31,2%), el abandono de usosy la sobreexplotación de acuíferos (en un 20% omás). Carga ganadera, presión recreativa y altera-ción del régimen hídrico se citan en más del 10%.

En los litorales, también el impacto más co-mún son los residuos sólidos (88,8%), pero lessiguen la presión recreativa (77,7%), el vuelo deaeronaves (55,5%), el drenaje agrícola (50%) y lapresencia de urbanizaciones y cultivos en el en-torno, así como la alteración de la cubierta vege-tal, presentes en un 30% de humedales o más.

Finalmente, las cifras anteriores no reflejan laextensión o intensidad con que cada impactoafecta a los humedales. Un análisis somero de lacontribución de los impactos a la destrucción dehumedales revela que las infraestructuras (carre-teras, polígonos industriales), las roturaciones ylas instalaciones agropecuarias (granjas, naves)explican una proporción muy alta de las pérdidasen criptohumedales interiores: prácticamente to-das las superficies desaparecidas de CR17 (Alto-bordo) y una gran extensión de los saladares delGuadalentín (CR5, CR6 y CR7). También tienencierta importancia los vertidos de residuos sóli-dos, tanto en los saladares del Guadalentín co-mo en el Salar Gordo, donde todas las superfi-cies desaparecidas obedecen a esta causa.

En cambio, las superficies perdidas en el lito-ral resultan sobre todo del vertido de residuossólidos y la urbanización. Los primeros han oca-sionado la principal reducción de superficie delos humedales de las salinas de San Pedro (H3)y Marchamalo (H2), y la urbanización, la de loscriptohumedales de La Manga (CR12), Lo Poyo(CR13) y Punta Galera (CR20).

Lo mismo puede decirse de las acciones res-ponsables de cambios ecológicos, del deteriorode la calidad ambiental o de la funcionalidad delhumedal –sin pérdida de superficie–. No siemprelos impactos más frecuentes son los que máscontribuyen al cambio ecológico o los más irrever-sibles. Dependiendo del tipo de humedal, caracte-rísticas, localización y otros factores, una mismaacción puede tener un efecto muy diferente.

En general, los impactos que más contribuyenal cambio ecológico son, tanto en los humedalesinteriores como en los litorales, los derivados deldrenaje agrícola, el abandono de los usos tradi-cionales y la alteración del régimen hídrico. Otrosimpactos afectan específicamente a ciertos valo-res, como la presión recreativa, el tráfico terres-tre o la predación no natural, que degradan la ve-getación o las condiciones de vida de la fauna.

En cuanto a las causas últimas que originanlos factores de degradación previamente descri-tos, las tendencias generales en los usos quecompiten por el espacio o los recursos hídricosson las más importantes, en especial con rela-ción a la agricultura y al turismo.

A ello se unen los condicionantes de propie-dad, ordenación urbanística e insuficiencia delas políticas públicas (informativas, financieras,de planificación, de coordinación...) de gestiónde estos medios.

4.4. PROTECCIÓN LEGAL Y MEDIDAS DE GESTIÓN

Finalmente, resulta conveniente incorporar aeste diagnóstico el estado de protección legal ylas medidas de gestión aplicadas sobre los hu-medales inventariados. Para ello se analizan lasfiguras de protección basadas en la legislaciónregional, estatal e internacional de conservaciónde la biodiversidad.

4.4.1. Espacios con régimen especialde protección

De los 98 humedales incluidos en el IRH2000, 57 (58,16%) cuentan con algún régimende protección.

La figura de protección más frecuente es lade Área de Sensibilidad Ecológica (ASE), estable-cida por la Ley 1/1995, de Protección del MedioAmbiente de la Región de Murcia, y que integra:

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• Los espacios naturales protegidos o no, alos que hace mención la Ley 4/1992, de Ordena-ción y Protección del Territorio de la Región deMurcia, y todos aquellos que sean declaradospor ley.

• La Red de Áreas de Protección de Fauna sil-vestre, en la que a su vez se integran las ZEPAS,conforme al artículo 22 de la Ley 1/1995, de laFauna Silvestre, Caza y Pesca Fluvial.

Esta figura de protección tiene exclusivamen-te efectos sobre la Evaluación de Impacto Am-biental, estableciendo para estas zonas un régi-men especial. No incide sobre otras cuestiones,que son reguladas por los criterios y procedi-mientos específicos de protección utilizados encada una de ellas. Además de los anteriores,otros 7 humedales (7,14%) están incluidos en laPropuesta de Áreas de Sensibilidad Ecológica dela Región de Murcia realizada por el Departamen-to de Ecología e Hidrología de la Universidad deMurcia en el año 1996.

Según la información contenida en la base dedatos del IRH, 40 humedales (40,81%) están in-cluidos en ZEPAs designadas por la ComunidadAutónoma hasta el 30 de marzo de 2001. La pro-porción de humedales incluidos en Áreas de Pro-tección de Fauna Silvestre (APFS) es la misma.Un 30,61% (30 humedales) se incluyen total oparcialmente en la Lista de Lugares de Importan-cia Comunitaria (LIC) aprobada por el Consejo deGobierno de la Región de Murcia.

La cuarta parte de los humedales inventaria-dos está protegida a escala regional por la Ley4/1992. 21 humedales (21,42%) se incluyen (to-tal o parcialmente) en espacios naturales prote-gidos, a lo que hay que sumar otros 4 (4,08%) in-cluidos en esa misma ley sin figura de protec-ción: Almadenes (BR2) y los saladares del Gua-dalentín (CR5, 6 y 7). Los espacios protegidosque contienen humedales son parques regiona-les (9 humedales), paisajes protegidos (10) y re-servas naturales (2).

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

72

Estas figuras de protección tienen la virtud deincluir específicamente los valores ambientalesde los humedales en sus criterios de declara-ción. Otro tanto sucede con los LIC, que en mu-chos casos se designan por la presencia de hábi-tats característicos de humedales. No tanto lasZEPAs, que en muchos casos incluyen casual-

mente los humedales, aunque han sido designa-das por aves terrestres. La ZEPA no es sólo la fi-gura de protección que afecta a más humedales,sino también a una mayor diversidad tipológica.Mucho más específica es la Lista de Humedalesde Importancia Internacional del Convenio deRamsar, figura que afecta en la Región de Murcia

FIGURAS PROTECCIÓN

0

10

20

30

40

50

60

Parqu

e R.

Paisaje

Pr.

Reser

va N

.ENP

ZEPALI

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ASE (pro

p)

APFS

RAMSAR

% d

e h

um

edal

es

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73

4. Diagnóstico de conservación

TIPOParque Paisaje Reserva

ENPRED ENP

ZEPA LICNATURA

RAMSARReg. Prot. Natural RM 2000

C 3 0 0 0 3 14 3 17 0

CR 2 5 0 3 10 8 10 10 3

E 0 2 0 0 2 6 4 8 0

ENC 1 0 0 0 1 1 1 1 1

H 2 1 0 0 3 3 3 3 3

SA 1 1 0 0 2 3 3 4 0

ARR 0 0 1 0 1 1 1 1 0

MM 0 1 0 0 1 1 1 1 1

BR 0 0 1 1 2 2 2 2 0

F 0 0 0 0 0 1 0 1 0

TOTAL 9 10 2 4 25 40 28 48 8

a 8 humedales, incluidos en el Humedal Ramsardenominado “Mar Menor”.

En la siguiente tabla se reflejan el número y ti-po de humedales que protege cada una de las nor-mativas previamente analizadas. Permite comparar

la contribución de distintas redes (ENP de la Re-gión de Murcia, NATURA 2000) a la protección delos humedales inventariados. No se incluyen lasAPFs ni las ASEs porque generalmente coincidencon otras figuras de protección o derivan de ellas.

De los humedales protegidos, sólo una pe-queña parte cuentan con planes o medidas degestión en vigor. En otros casos, la normativa degestión se encuentra aprobada sólo inicialmentey se utiliza con carácter indicativo para prevenirposibles impactos. En conjunto, menos de un20% de los humedales inventariados tiene algu-na norma o plan de gestión.

De entre los humedales protegidos a escalaregional, sólo 6 (6,12%) se incluyen en el ámbitode un PORN aprobado definitivamente y 13(13,26%) están afectados por uno aprobado ini-cialmente.

A la protección que brindan las figuras ante-riores hay que añadir la protección genérica queotorga a los humedales la Ley de Aguas, así co-mo la Legislación de Costas con respecto a loshumedales costeros y la normativa urbanísticaen muchos casos (ver apartados siguientes).

4.4.2. Protección basada en la legislaciónde aguas

Los humedales inventariados se ven afectadospor la Ley 29/1985, de Aguas, y el Reglamentodel Dominio Público Hidráulico que la desarrolla.

Con respecto a la protección de los humeda-les, el Reglamento de Dominio Público Hidráulico(RDPH, en adelante) considera incluidas en elloslas márgenes de las aguas y las tierras limítro-fes, inclusión condicionada a la necesidad de di-cha medida para evitar daños graves a la flora ya la fauna. Según esto, las tierras limítrofes a loshumedales podrían integrarse en una unidad cu-ya gestión integrada permita proteger a la faunay flora de éstos.

La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conser-vación de los Espacios Naturales y de la Flora yFauna Silvestres, establece que la planificaciónhidrológica deberá prever en cada cuenca hidro-gráfica las necesidades y requisitos para la con-servación y restauración de los espacios natura-les, y en particular de las zonas húmedas. Paraello, esta ley señala, en su artículo 25, la conve-niencia de elaborar y mantener permanentemen-te actualizado un Inventario Nacional de ZonasHúmedas, a fin de conocer su evolución e indicarlas medidas de protección que los planes hidro-lógicos de cuenca deban cumplir.

El artículo 276 del RDPH establece que en es-tos inventarios deben figurar no sólo los humeda-les delimitados, sino también aquellas superfi-

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

74

cies que, mediante las adaptaciones correspon-dientes, pudieran recuperar o adquirir la condi-ción de zona húmeda, lo que genera una opciónpara la creación o adecuación de humedales condiversos fines. Los artículos 278 y 279 del RDPHincluyen otra serie de medidas de protección quepueden aplicarse a los humedales delimitados(perímetros de protección), que en última instan-cia exigiría someter a autorización e incluso auna “evaluación previa de su incidencia ecológi-ca” a determinados usos.

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura(1997) incluye como humedales pertenecientes a lamisma a todos los incluidos en el inventario abiertode 1989-90 (ÁREA DE ECOLOGÍA, 1989), con indica-ciones sobre sus necesidades hídricas, en la mayorparte de los casos poco fundamentadas.

Otra norma de protección que se refiere espe-cíficamente a la protección de los recursos hídri-cos es la Directiva 91/271 CEE, de 21 de mayode 1991, sobre el Tratamiento de Aguas Resi-duales Urbanas: el desarrollo de esta directivaen la Región de Murcia implica la designación deun humedal inventariado (el Mar Menor) como zo-na sensible, en aplicación de su artículo 5, loque exigirá un tratamiento para las aguas de ver-tido más estricto que el descrito en su artículo 4(que exige un tratamiento secundario o procesoequivalente para todos los vertidos procedentesde aglomeraciones urbanas de distinto tamaño,en horizontes temporales que van del año 2000a 2005 según el número de habitantes).

4.4.3. Protección basada en la legislaciónde costas

La Ley 22/1988 de Costas tiene por objetola determinación, protección, utilización y policíadel dominio marítimo-terrestre y especialmentede la ribera del mar, incluyendo dentro de dichodominio las marinas, albuferas, marjales, este-ros y, en general, los terrenos bajos que se inun-dan como consecuencia de las mareas, de lasolas o de la filtración de agua de mar. Tambiénlas playas o zonas de depósito de materialessueltos (dunas) e incluso los terrenos ganados almar como consecuencia de obras y desecacio-nes. Incide, por lo tanto, sobre las zonas húme-das costeras propiamente dichas (marismas, al-buferas, lagunas), sobre los humedales asocia-

dos a sistemas dunares (depresiones interduna-res húmedas) y sobre antiguos humedales recu-perables (ÁREA DE ECOLOGÍA, 1992).

La Ley de Costas afecta al régimen de titulari-dad y protección de los humedales litorales dedos formas:

• por la existencia, dentro de algunos deellos, de sectores ya deslindados como zona ma-rítimo-terrestre estatal, pertenecientes a la ribe-ra del mar (en este caso, tanto el Mediterráneocomo el Mar Menor), y por las servidumbres queello conlleva en la zona terrestre adyacente.

• por su consideración (total o parcial) comozonas húmedas costeras y por lo tanto pertene-cientes al dominio público marítimo-terrestre, talcomo se recoge en el art. 3º del Reglamento Ge-neral para el desarrollo de dicha Ley (Real Decre-to 1471/1989, de 1 de diciembre).

Lamentablemente, el deslinde del dominio pú-blico litoral, en los tramos en los que se ha pro-ducido, no adopta el criterio de incluir todos loshumedales costeros. Tampoco parecen haberseaplicado en rigor los criterios para el reconoci-miento de este tipo de humedales contempladosen la Ley. Por ello, en algunos humedales coste-ros (Punta Galera, Lo Poyo, salinas de San Pedrodel Pinatar), la línea de deslinde del dominio pú-blico litoral no guarda relación con rasgos físicoso hidrológicos claros.

4.5. DISTRIBUCIÓN Y VARIACIÓN DEL NÚMERODE HUMEDALES POR MUNICIPIOS

A los efectos de diagnosticar su estado y pro-poner medidas de conservación y gestión, resul-ta conveniente evaluar la situación de los hume-dales por municipios, así como los cambios quehan experimentado desde 1990. La escala deactuación municipal es, además, el destino deuna gran parte de las propuestas que puedendesprenderse de este trabajo.

La distribución de humedales por municipiosha sido presentada en el apartado 3.1. Cartage-na, Jumilla y Cieza son los municipios con mayornúmero de humedales incluidos en sus términosmunicipales. En el de Cartagena se incluye lamejor representación de humedales costeros,con una gran parte del Mar Menor, los humeda-les de las salinas del Rasall y Marchamalo, partede los humedales de La Manga, los saladares de

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4. Diagnóstico de conservación

Lo Poyo y Punta de las Lomas y la Marina del Car-molí. Jumilla y Cieza incluyen sobre todo charcas,embalses y salinas interiores.

Los municipios que han perdido humedalesdesde el IRH de 1990 son Mula (6) y Molina deSegura (1). El caso de Mula es destacable, yaque ha perdido el 60% de sus humedales desde1990; se trataría de otro modo del municipio conmayor número de humedales (10 en total).

4.6. CLASIFICACIÓN URBANÍSTICA

La gran mayoría de humedales están clasifi-cados como suelo no urbanizable. Una excepciónson los criptohumedales de La Manga (CR12) yMazarrón (CR18), en parte urbanizables y some-tidos a diversas tensiones por este motivo (relle-nos, edificación, etc.).

Dentro de los considerados como suelo no ur-banizable, la diversidad de clasificaciones y nor-mas de uso en los distintos municipios hace quealgunos humedales estén a merced de procesosde transformación basados en los usos autoriza-dos (roturaciones agrícolas, naves industriales oagropecuarias...).

Algunos humedales tienen una protección ur-banística específica, como los considerados co-mo espacios naturales de especial protección enel nuevo PGOU del municipio de Murcia. Esto in-cluye al saladar de la Boquera de Tabala (CR19),a las salinas de Sangonera (SA6) y, por su perte-nencia al Parque Regional de Carrascoy-El Valle,a la charca en la cumbre de Carrascoy (C1).

4.7. SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO DE USOY CONSERVACIÓN DE LOS DISTINTOSTIPOS DE HUMEDALES

En este último apartado se va a realizar unalectura conjunta de las actividades humanas quese desarrollan en los humedales; en particular,de aquellas que han contribuido tradicionalmentea su creación, transformación o mantenimiento.Se pretende con ello trazar un esquema generalde las relaciones entre actividades y humedalesy sus implicaciones conservacionistas.

Para ello se identificarán los tipos de humeda-les cuyo origen y evolución se asocian de formacaracterística a determinadas actividades, asícomo los valores naturales que éstas contribu-

yen a mantener y los principales impactos queguardan relación con ellas. Se citan algunosejemplos de humedales representativos extraí-dos del IRH.

4.7.1. Humedales y ganadería

La ganadería se relaciona con carácter gene-ral con la creación y mantenimiento de humeda-les seminaturales o artificiales como charcas ypozas y con el mantenimiento de humedales na-turales como fuentes y manantiales, en amboscasos para abrevadero del ganado. También conla preservación de criptohumedales (saladares ypastizales halófilos) integrados en áreas de pas-toreo extensivo, como zona de alimentación. Engeneral, cabe esperar una distribución de estostipos de humedales que guarde estrecha rela-ción con las vías pecuarias y zonas de presenciade rebaños sedentarios, lo que se ha confirmadoen bastantes casos para las charcas. Algunosmanantiales conservados en un estado práctica-mente natural, se asocian típicamente al uso ga-nadero (manantial de la cañada de la Carrasca),aunque también es frecuente que, una vez garan-tizado el suministro de los abrevaderos, se cana-licen o entuben para derivar la mayor parte delcaudal hacia otros usos.

Valores naturales como la avifauna estepariadependen estrechamente del uso ganadero quegarantiza la conservación de su hábitat (crip-tohumedales) y la introducción de cultivos forra-jeros, integrados en el mosaico paisajístico, queles favorecen indirectamente proporcionando há-bitats adicionales de alimentación (como ocurre

Vista del humedal de la boquera de Tabala (Murcia)

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en los saladares del Guadalentín). Otro tipo devalores, como la flora o vegetación, pueden re-sultar negativamente afectados por el sobrepas-toreo. En las charcas se cita la carga ganaderacomo un impacto, que se manifiesta en el piso-teo de la vegetación, la compactación del sus-trato y el incremento de la turbidez de la masade agua; no obstante, este impacto es de bajaintensidad y en parte reversible, y se ve com-pensado sobradamente por el mantenimientodel humedal como hábitat de macrófitos, inver-tebrados, anfibios y reptiles acuáticos, y comobebedero de la fauna silvestre del entorno (in-cluida la fauna cinegética).

4.7.2. Humedales y uso agrícola

La agricultura está en relación directa con lacreación de embalses, arrozales y balsas de rie-go, si bien los primeros no tienen con carácterexclusivo funciones de suministro de agua parariego, compartiéndolas con otras de regulación ydefensa frente a avenidas. Los embalses puedengenerar humedales de interés biológico y paisa-jístico en sus riberas o colas, cuando se dan lascondiciones apropiadas de pendiente, fluctua-ción de la masa de agua, sedimentación, etc.,que permiten la formación de cinturones de heló-fitos, bosquetes riparios, playas fangosas, etc.En ocasiones, una gran parte o la totalidad delembalse se comporta como un humedal, espe-cialmente si se mantiene a un bajo nivel de llena-do (por ejemplo, el embalse de Santomera (E10)durante la prospección de campo del presenteproyecto) o si presenta una gran estabilidad, en

función del régimen de explotación (azud deOjós; E8). En otros casos, un régimen excesiva-mente fluctuante impide o dificulta la formaciónde los hábitats arriba citados.

El uso agrícola se asocia también a determi-nadas fuentes y manantiales, si bien en estecaso es raro que se mantenga el carácter natu-ral de la surgencia, siendo mucho más frecuentesu canalización y entubamiento para el aprove-chamiento de caudales. En general, es el usoganadero el que con más frecuencia permite elmantenimiento de surgencias en un estado casinatural, aunque también se conservan en esteestado algunos manantiales utilizados para rie-go, cuando no son captados en el propio naci-miento; Ojos de Archivel, (F11) y manantial deArchitana (F7).

Como factor de alteración, la agricultura com-pite por el espacio con los criptohumedales, me-diante la roturación de terrenos, y altera su fun-cionamiento mediante la extracción de aguassubterráneas, el drenaje de aguas de regadío ha-cia el humedal y la contaminación orgánica y quí-mica (localizada o difusa).

4.7.3. Humedales y actividadesde regulación hídrica

Las actividades de regulación hídrica, parafunciones de control de avenidas, suministro deagua para actividades urbanas e industriales yotros usos no agrarios, guardan relación tambiéncon la creación de embalses. Este tipo de activi-dades afectan negativamente a las fuentes y ma-nantiales, cuando son utilizadas para suministrode agua a la población, por las mismas razonesque el aprovechamiento para riego (canalizacióny/o entubamiento).

4.7.4. Humedales y actividad pesquera

La pesca está tipicamente asociada al mante-nimiento de humedales artificiales como las ma-rismas pseudomareales o encañizadas, siendoeste uso el que precisamente condiciona la es-tructura del humedal, permitiendo la existenciade determinados microhábitats. Los valores na-turales asociados son comunidades muy diver-sas de fauna y flora litoral, aves acuáticas (enparticular limícolas) y marinas.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Manantial de la presa de Román

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4.7.5. Humedales y actividades extractivas

Las actividades extractivas, incluyendo enellas a la producción de sal (englobada desde elpunto de vista administrativo-legal en el ámbitode la minería), son responsables de la creaciónde salinas costeras, salinas interiores y algunascharcas y pozas. Todos los casos incluidos en elIRH provienen de humedales naturales (criptohu-medales o lagunas costeras) transformados endistintas épocas en sistemas de estanques sali-neros. Éstos permiten mantener un gradiente es-pacial de salinidad y una heterogeneidad estruc-tural que incrementa la diversidad biológica delhumedal. En virtud de estas características, enlas salinas se dan condiciones que van desdelas marinas o lagunares a las hipersalinas extre-mas. Entre los valores faunísticos que contribu-yen a conservar se pueden citar peces, inverte-brados y aves acuáticas con distintos requeri-mientos ecológicos, a los que proporcionan unaamplia variedad de microhábitats, lugares segu-ros de reproducción (islas, recintos cerrados alpúblico) y encharcamientos estables.

Las salinas interiores son sistemas general-mente más artificiales, ya que no suelen crearsea partir de la cubeta de un humedal preexistente.Aun así, muchas de estas salinas se localizan enlechos de rambla o en terrazas aluviales inmedia-tas (salinas de la Ramona, del Águila, del Princi-pal, de la Casa del Salero, de Rambla Salada),en los que se han construido estanques de eva-poración y cristalización, a los que se derivabanlas surgencias hipersalinas que de otro mododiscurrirían por el cauce; otras, en cambio, se lo-calizan en interfluvios hacia los que se derivanaguas procedentes de surgencias o cauces natu-rales (salinas de Sangonera). El carácter artificialde las salinas se ve reforzado por la tendenciahistórica a sustituir la alimentación natural (ma-nantiales, ramblas) por bombeos artificiales. Porsu carácter netamente artificial son de destacarlas salinas alimentadas por sondeos que provo-can la disolución de yacimientos minerales (sali-nas de la Rosa).

Además de su interés cultural e histórico me-rece destacarse el valor que tienen las salinasinteriores como hábitat de invertebrados acuáti-

cos y sobre todo de microorganismos (bacteriasy algas) hiperhalófilos.

Las charcas y pozas originadas a partir deactividades extractivas son encharcamientos ar-tificiales originados en antiguas graveras (ram-bla de las Moreras) o explotaciones de arcilla(fuente del Pinar). Pueden adquirir un grado denaturalización importante, por la heterogenei-dad estructural de la cubeta, el desarrollo de ve-getación palustre y la colonización faunística,especialmente por una gran variedad de avesacuáticas.

4.7.6. Humedales y actividadesde saneamiento urbano

El saneamiento urbano, y concretamente eltratamiento de aguas residuales de origen do-méstico, ha originado cuerpos de agua estricta-mente artificiales como depuradoras de laguna-je. Algunas balsas de riego, charcas y pozas seusan también como depósito de este tipo deaguas, con o sin algún grado de tratamiento pre-vio, si bien esto constituye una función secunda-ria que tiene la consideración de impacto en es-tos tipos de humedales (por ejemplo, en las char-cas de la rambla de las Moreras).

4.7.7. Otras actividades

Otras actividades, como la industria, la urba-nización y la construcción de infraestructuras yobras públicas (carreteras, canales, tendidoseléctricos, gasoductos...), son en general fuentede impactos sobre los humedales, causando unareducción en su superficie, valores y funciones ola desaparición total de éstos. Ocasionalmente,las infraestructuras pueden generar humedalescomo charcas y pozas por intercepción de drena-jes, excavaciones, filtraciones... Finalmente, elturismo es también una fuente de impactos víapresión recreativa, contaminación, urbanización,rellenos y dragados (asociados a instalacionesnáutico-deportivas). Su contribución a la creacióny mantenimiento de cuerpos de agua es anecdó-tica y se circunscribe a los estrictamente artifi-ciales como balsas y estanques ornamentalespara riego.

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4. Diagnóstico de conservación

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Uno de los objetivos de los trabajos de inves-tigación realizados en el marco de este convenio,es disponer de directrices de tipo técnico y socio-educativo basadas en el análisis de las principa-les tensiones que sufren los humedales segúnsectores de actividad.

Del anterior diagnóstico se desprenden algu-nas guías generales, que constituyen un primerpaso para el establecimiento de propuestas es-pecíficas de acción dirigidas a un amplio espec-tro de agentes y destinatarios.

Estas directrices derivan del análisis y diag-nóstico global de los humedales inventariados ydel análisis particular de cada tipo, por lo que sepresentan en esa misma secuencia, con inde-pendencia del sector de actividad con el que serelacionen o de los posibles responsables de suimplementación.

Como preámbulo a esa fase propositiva, serealiza una evaluación preliminar (apartado5.3) del grado de ejecución actual de las pro-puestas y acciones de conservación que enca-jan dentro de las directrices de actuación aquíexpuestas.

5.1. DIRECTRICES GENERALES

Con carácter general, se considera convenien-te promover el uso de este inventario y de la me-todología y herramientas en él utilizadas, para laconservación, gestión y divulgación de los valo-res de los humedales a distintas escalas de in-tervención (estatal, autonómica, comarcal, lo-cal...). Para ello, el inventario incluye informaciónsobre la distribución geográfica, evolución recien-te y problemática específica de los distintos tiposde humedales de la Región. Esto no excluye laposibilidad de desarrollar inventarios de mayor

detalle en ámbitos territoriales específicos (co-marcas, municipios).

No obstante lo anterior, se considera necesa-rio promover la mejora del inventario regional endistintos aspectos cualitativos, como puede serla puesta a punto de una metodología de identifi-cación y delimitación de humedales asociados aembalses.

Al margen de esta recomendación sobre lanecesaria mejora y replicabilidad del inventario,se considera conveniente adaptar, como directri-ces generales, los objetivos del Plan EstratégicoEspañol para la Conservación y el Uso Racionalde los Humedales (VARIOS AUTORES, 1999).

A partir de ellos, se establecen como directri-ces generales de conservación para los humeda-les de la Región de Murcia las siguientes:

1. Incrementar el conocimiento, a todos los ni-veles, acerca de los humedales de la Región deMurcia.

2. Concienciar a toda la sociedad sobre losvalores y funciones de los humedales.

3. Establecer mecanismos para dotar de pro-tección legal a todos los tipos de humedales na-turales y seminaturales incluidos en el inventarioregional y reforzar los marcos legales relevantes.En especial, se deberá proporcionar un estatusde protección individual a todos los humedales in-ventariados o al menos a una muestra represen-tativa de ellos cuando sean muy numerosos.

4. Reforzar la capacidad de las instituciones,organizaciones y entidades regionales, comarca-les y locales con el fin de conseguir la conserva-ción y el uso racional de los humedales.

5. Garantizar que todos los humedales de laRegión sean gestionados de forma efectiva e in-tegrada, en particular aquellos que resulten le-galmente protegidos.

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5. Directrices de actuación

5. Directrices de actuación

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6. Reforzar la coordinación y cooperación en-tre instituciones, organismos y entidades, tantogubernamentales como no gubernamentales, in-cluyendo las entidades locales y el sector privado.

7. Reforzar la dotación presupuestaria y movi-lizar cuanta ayuda financiera sea posible para laconservación y el uso racional de los humedalesde la Región, siempre que las actuaciones con-cuerden con los objetivos aquí enunciados.

8. Contribuir al cumplimiento efectivo de loscompromisos internacionales del Estado españoly de las obligaciones de la Comunidad Autónomade la Región de Murcia, en relación con los con-venios, acuerdos, directivas y políticas europease internacionales relacionados con los humeda-les y fomentar la colaboración a escala nacionale internacional.

9. Difundir y conseguir la adhesión a estas di-rectrices y a las prescripciones y recomendacio-nes que las desarrollan, del máximo número deinstituciones, organismos y entidades, tanto pú-blicos como privados, así como su compromisopara su efectiva aplicación.

10. Garantizar el desarrollo, la aplicación, elseguimiento y la evaluación de estas directricesy de las actuaciones que de ellas se deriven.

5.2. DIRECTRICES POR TIPOS DE HUMEDALES

5.2.1. Laguna costera (Mar Menor)

Por sus especiales características, que lo si-túan en la frontera entre los humedales litoralespropiamente dichos y el medio marino, el Mar

Menor ha sido objeto de numerosas investigacio-nes, referidas tanto a su cubeta como a su cuen-ca hidrográfica, en los que se combinan muy di-versos enfoques. Estas investigaciones abarcandesde estudios de hidrografía, hidroquímica y bio-nomía bentónica hasta modelizaciones sobre elefecto de la agricultura intensiva en su cuencavertiente, pasando por estudios biológicos y eco-lógicos sobre diversos grupos de plantas y ani-males (algas, fanerógamas acuáticas, invertebra-dos, peces, aves acuáticas...). Por ello existe unabase considerable de conocimientos sobre la es-tructura y funcionamiento de este ecosistema,aplicables a su conservación, si bien la mayoríade investigadores coinciden en demandar unamayor continuidad en los estudios, con progra-mas de seguimiento a medio y largo plazo quepermitan gestionarlo adecuadamente.

Lamentablemente, ni estas recomendacioneshan encontrado hasta la fecha demasiado eco nila base de conocimientos disponibles ha servidopara adoptar medidas de conservación con unfundamento científico razonablemente sólido. Laactuación pública sobre el Mar Menor ha oscila-do entre la producción de normas y documentosde planificación que rara vez se han llevado a lapráctica y la adopción de medidas que podríamoscalificar de emergencia ante determinados pro-blemas o síntomas de degradación.

La necesaria ruptura de esta dinámica es laprincipal directriz de gestión para el Mar Menor.La investigación y el seguimiento ecológico nopueden ser un mero proceso a posteriori quetrate de esclarecer las causas últimas de de-terminados problemas ambientales, sino unaherramienta de prevención que informe la pla-nificación integral del sistema, entendiendo co-mo tal la cubeta de la laguna y su entorno deinfluencia.

Siendo el Mar Menor un emblema y un impor-tante motor del desarrollo turístico del litoral mur-ciano, resulta necesario establecer el modelo decrecimiento y planificación territorial que se adap-te a sus singulares características ecológicas,así como el tipo de actividades productivas y re-creativo-turísticas compatibles con la conserva-ción de la laguna y con el uso sostenible de susvalores y funciones.

Para ello se considera conveniente adoptar, almenos, los siguientes objetivos:

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Los valores culturales del Mar Menor también son merecedo-res de protección

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• La regeneración integral de la laguna, me-diante el reforzamiento de los mecanismos na-turales que regulan su funcionamiento, y laprohibición de las actividades que deterioranesos mecanismos (dragados, regeneración deplayas, drenajes...). En particular, se deberán li-mitar de forma rigurosa todas aquellas activida-des que provocan una reducción de las dimen-siones de la laguna (construcción de espigones,playas artificiales...).

• La creación de una infraestructura de con-servación de la biodiversidad, mediante la cone-xión del Mar Menor con los espacios naturalesprotegidos y otras zonas de alto valor ecológicode su entorno, y la restauración de ecosistemasdegradados, utilizando como base los terrenos detitularidad pública (vías pecuarias, dominio públi-co hidráulico y litoral), siempre que sea posible.

• La protección y restauración de paisajes cul-turales relevantes, como cultivos tradicionales,por su funcionalidad ecológica y como mejora dela calidad del Mar Menor, como destino turístico.

• La regeneración e integración paisajísticas yambientales de las áreas ribereñas más degrada-das por un desarrollo urbanístico incontrolado, co-mo base para la mejora de estas zonas como des-tino turístico, adoptando criterios de sostenibilidad.

• La adopción de prácticas sostenibles, concódigos claramente definidos y objetivos cuantifi-cables, por los sectores económicos con mayorimpacto sobre el Mar Menor, fundamentalmenteagricultura y turismo.

• La puesta en marcha de una estrategia ge-neral de prevención de la contaminación orgánicay química, complementando las actuaciones con-vencionales (depuradoras y colectores), con me-canismos de depuración natural, mediante hume-dales creados o regenerados por el hombre en elentorno de la laguna y limitaciones en otras fuen-tes contaminantes (embarcaciones a motor).

• El desarrollo de una zonificación interna deprotección y uso de la laguna, con delimitacionesfísicas, en su caso. La implementación de estasdelimitaciones puede apoyarse en la experienciade balizamiento y protección de zonas de baño.

• La colaboración y coordinación de las dis-tintas entidades públicas y privadas en la adop-ción de criterios de sostenibilidad, tanto en laadaptación de las actividades ya en curso comoen la programación de futuros desarrollos.

• El fomento de la investigación y seguimien-to, tanto de valores y procesos ambientales co-mo de aspectos sociales y económicos, aplican-do los resultados a la planificación y gestión delsistema y estableciendo mecanismos de evalua-ción de los progresos obtenidos.

5.2.2. Criptohumedales

El diagnóstico de uso y conservación de loscriptohumedales revela una fuerte dependenciade sistemas extensivos de aprovechamiento (ga-nadería, agricultura tradicional, caza...) que sehan tornado marginales o evolucionan hacia si-tuaciones de progresiva desvinculación con res-pecto a estos sistemas. Coincidiendo con estatendencia, los criptohumedales experimentanfuertes presiones procedentes de actividades co-mo la agricultura intensiva, el turismo, la edifica-ción y la construcción de infraestructuras, que re-ducen su superficie o generan impactos indirec-tos (presión recreativa, drenaje, vertidos...). Supérdida de superficie a lo largo de la última dé-cada es la más importante tanto en términos ab-solutos (más de 800 ha) como relativos (más deun 30% de la extensión original).

Además, su fuerte degradación, como conse-cuencia de frecuentes vertidos de escombros,roturaciones, fragmentación y pérdida de valorbiológico y paisajístico, les otorga una malaimagen que dificulta el reconocimiento públicode su valor. A ello se unen unos mecanismos deprotección débiles, debido al lastre que suponenlos derechos de uso preexistentes (no pocoscriptohumedales son suelo regable o urbaniza-

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5. Directrices de actuación

Señalizaciones en la marina de Punta Galera

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ble) y al escaso desarrollo de la normativa con-servacionista, tanto a nivel de planificación co-mo de gestión.

Por ello, el esfuerzo de gestión debería con-centrarse en los siguientes aspectos:

• Mantener los sistemas tradicionales de apro-vechamiento extensivo sobre los que se sustentala conservación de los criptohumedales, en parti-cular los criptohumedales interiores, recurriendo alos mecanismos generales de ayuda al desarrollorural, medidas agroambientales y desarrollandomecanismos específicos cuando proceda.

• Fomentar la práctica sostenible de activida-des compatibles con la conservación, como lacaza, colaborando con las asociaciones del sec-tor en la aplicación de medidas de fomento y ar-monización.

• Realizar actuaciones enérgicas de restaura-ción, limpieza y mantenimiento de zonas afecta-das por impactos puntuales como vertidos de es-combros y otros residuos, roturaciones y cons-trucciones.

• Reforzar la vigilancia y los sistemas de iden-tificación y señalización normativa como vía parala prevención de impactos que deterioren la ima-gen externa de los criptohumedales.

• Incrementar el esfuerzo de divulgación y de-sarrollar recursos educativos e interpretativosque permitan transmitir a la población los valoresy funciones de los criptohumedales.

• Acometer la regeneración ambiental y laadecuación para el uso interpretativo de crip-tohumedales representativos, en particular delos situados en zonas litorales con un uso turís-

tico desarrollado, como valor añadido para losdestinos turísticos cercanos.

• Adoptar prácticas sostenibles, con códigosclaramente definidos y objetivos cuantificables,en las actividades económicas con mayor impac-to sobre los criptohumedales, fundamentalmenteagricultura y turismo.

• Incrementar la colaboración y coordinaciónentre las distintas administraciones y otras enti-dades públicas y privadas, en la regulación y pla-nificación de actividades que inciden sobre loscriptohumedales, con especial hincapié en la im-plantación de nuevos regadíos e infraestructuras.

• Fomentar la investigación y seguimiento,tanto de valores y procesos ambientales comode técnicas de gestión y modelos novedosos deaprovechamiento del territorio, compatibles conla conservación.

5.2.3. Fuentes y manantiales

Las fuentes y manantiales constituyen, desdeun punto de vista estrictamente hidrológico, indi-cadores excepcionales de la situación de lasaguas subterráneas, en calidad y cantidad. La in-formación recopilada durante la revisión del in-ventario revela una importante reducción de loscaudales de determinadas fuentes, que inclusollegan a secarse total o parcialmente por diver-sas causas. Esta reducción afecta indudable-mente a los valores ecológicos asociados al hu-medal, pero también a los aprovechamientos yusos tradicionales que dependen de él.

Por otra parte, como consecuencia del inten-so aprovechamiento de los recursos hídricos quese realiza en la Región de Murcia, cada vez sonmás raras las surgencias de agua en estado na-tural o poco alterado, siendo comunes las cana-lizaciones o el entubamiento de numerosas fuen-tes para evitar pérdidas, con lo que se eliminantambién todos los valores biológicos y paisajísti-cos y sus funciones (recreativa, fuente de aguapotable, bebedero de ganado...). Por ello es ne-cesaria una intervención que se guíe por los si-guientes objetivos:

• Dotar de protección legal y conservar en suestado actual todos aquellos manantiales que seencuentren en un estado natural o seminatural yaquellos que tengan una especial significacióncultural o histórica.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Entre las actividades propuestas para la conservación de loscriptohumedales resulta urgente la retirada y limpieza de es-combros y residuos

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• Promover el mantenimiento de los sistemasde uso tradicional asociados a las fuentes (agri-cultura, ganadería, transformación de plantasaromáticas...) por su interés cultural y comoejemplos de aprovechamientos sostenibles.

• Adoptar el concepto de caudal ecológicoasociado a todos los nacimientos de agua some-tidos a aprovechamiento, garantizando que unaparte del caudal sirva para el mantenimiento dela fauna, flora y usos característicos del naci-miento o para la alimentación de balsas o en-charcamientos que cumplan un papel similar.

• Realizar actuaciones enérgicas de restau-ración, limpieza y mantenimiento de fuentes ymanantiales afectados por impactos derivadosde la presión recreativa, reforzando la vigilanciay los sistemas de identificación y señalizaciónnormativa.

• Realizar e implementar una ordenación delas actividades que se desarrollan en el entornode fuentes y manantiales con un uso múltiple,permitiendo la coexistencia de los usos agrope-cuarios con el recreo, la educación y la interpre-tación ambiental.

• Incrementar el esfuerzo de divulgación y de-sarrollar recursos educativos e interpretativosque permitan transmitir in situ a los visitantes losvalores y funciones de las fuentes y manantiales.

• Integrar a las fuentes y manantiales en lositinerarios y recorridos turísticos, como estrate-gia para la divulgación de sus valores y funcionesy promover su conservación a escala local.

• Promover el seguimiento del estado de con-servación de los manantiales, mediante el usode parámetros físico-químicos y biológicos, comosistema indicador de los recursos hídricos super-ficiales y subterráneos de la Región.

5.2.4. Bosques de ribera

Por su localización, la conservación de losbosques de ribera está íntimamente ligada al mo-delo de gestión hidráulica de los cauces fluviales,viéndose negativamente afectados tanto por laregulación hídrica como por las intervencionessobre las márgenes de los cauces, para su recti-ficación o consolidación.

Los bosques de ribera juegan un papel bioló-gico importante, siendo también escenariosapropiados para el uso público en actividades de

recreo, baño, observación de la naturaleza, etc.Por otra parte, el papel del bosque en la estabili-zación de las riberas y en la disipación de la ener-gía del río ha sido establecido con claridad.

Cabe citar, además, la notable capacidad deregeneración y el rápido crecimiento de la vege-tación forestal riparia, lo que facilita las actua-ciones de restauración ambiental no sólo en elcauce actual, sino en brazos y meandros aban-donados sin significación hidráulica.

Todo ello dibuja un escenario favorable a laconservación y recuperación del bosque fluvial,siendo en última instancia la autoridad hidráulica(Confederación Hidrográfica) la responsable deplanificar, ejecutar, coordinar y autorizar las inter-venciones que se realicen. Para ello, se conside-ra esencial:

• Prohibir estrictamente la detracción de todoel caudal del río, imponiendo un suministro míni-mo de agua al cauce, en los tramos fluviales conaprovechamientos hidroeléctricos, para permitirla conservación de los ecosistemas riparios.

• Dotar de protección legal estricta y conser-var en su estado actual todos aquellos tramos derío con vegetación forestal bien desarrollada yuna muestra representativa con los mejoresejemplos de formaciones arbustivas riparias (ta-rayales y adelfares).

• Desarrollar modelos basados en la estruc-tura del bosque de ribera original, para la realiza-ción de actuaciones de restauración ambiental,diseño de parques fluviales y otras intervencio-nes sobre las riberas de los cauces.

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5. Directrices de actuación

Fuentes y manantiales se asocian a diferentes usos tradicio-nales como la ganadería o el aprovechamiento de plantas aro-máticas. En la imagen, horno para la extracción de esenciasen la fuente de Zaen de Abajo

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• Integrar los requerimientos del bosque de ri-bera, y de sus comunidades y especies de mayorvalor (por ejemplo, Nutria), en la gestión hidráuli-ca de los tramos en los que se presenta.

• Facilitar el acceso del público y la utilizacióneducativa e interpretativa del bosque de ribera,con las restricciones que proceda, para incre-mentar la difusión de sus valores y la sensibili-dad a favor de su conservación.

• Promover la investigación y el seguimientode los valores ecológicos del bosque de ribera,haciendo hincapié en aquellas especies y comu-nidades de mayor valor indicador acerca de la ca-lidad del hábitat fluvial.

5.2.5. Charcas y pozas

La conservación de estos humedales semina-turales o artificiales pasa casi siempre por elmantenimiento integral de los sistemas de losque dependen, como las zonas de alimentaciónde aguas pluviales (a escala local) o las rutas/co-marcas ganaderas tradicionales en las que seinscriben.

Para ello deberá mantenerse la gestión tradi-cional de tales sistemas y ordenar la implantaciónde nuevos usos, bajo las siguientes premisas:

• Evitar acciones incompatibles como la refo-restación de vertientes y otras que alteren su ré-gimen hídrico, a través del control y reformula-ción de los mecanismos de ayuda financiera.

• Dado que a menudo se localizan en zonasde interés cinegético, se deberá fomentar elmantenimiento de charcas ganaderas como ele-

mento beneficioso para la fauna, ahorrando almismo tiempo la necesidad de crear bebederosartificiales.

• Los sistemas de charcas ligados a activi-dades agropecuarias tradicionales deberán sertenidos en cuenta dentro de las acciones enca-minadas a conservar estos sistemas, como losprogramas de ayuda dirigidos a la conservaciónde prácticas agrícolas de valor paisajístico oecológico.

• Deberá promoverse la conservación de es-tos humedales en el marco de las acciones derecuperación de vías pecuarias allí donde se aso-cien a ellas. La nueva Ley de Vías Pecuarias pro-mueve usos alternativos, como los ecoturísticos,que se verán enriquecidos por la conservación deestos elementos de valor paisajístico, cultural ybiológico.

• Realizar e implementar una ordenación delas actividades que se desarrollan en el entornode charcas y pozas con un uso múltiple, permi-tiendo la coexistencia de los usos agropecuarioscon el recreo, la educación y la interpretaciónambiental.

• Incrementar el esfuerzo de divulgación y de-sarrollar recursos educativos e interpretativos(señalización, publicaciones...) que permitantransmitir in situ a los visitantes los valores y fun-ciones de las charcas y pozas.

• Integrar a las charcas y pozas en los itinera-rios y recorridos y promover su integración en alo-jamientos y equipamientos turísticos, como estra-tegia para la divulgación de sus valores y funcio-nes y promover su conservación a escala local.

5.2.6. Marismas pseudomareales (encañizadas)

La singularidad de las encañizadas se mani-fiesta tanto en sus valores ecológicos como ensu importancia cultural e histórica. Constituyenun humedal único tanto desde el punto de vistade la conservación de la biodiversidad como dela práctica de la sostenibilidad, ya que actual-mente funcionan como explotación pesquera so-bre la base de los sistemas tradicionales deaprovechamiento.

Por ello deberá adoptarse una estrategia deactuación que compagine la conservación de susvalores naturales y la no interferencia con el usopesquero, siendo ambos incompatibles con un

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Las charcas ganaderas diversifican el paisaje a la vez queconstituyen elementos beneficiosos para la fauna silvestre ycinegética

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uso público intensivo. Al mismo tiempo, resultaconveniente un desarrollo controlado de meca-nismos de información e interpretación que per-mitan comunicar dichos valores y la experienciade uso compatible que allí se desarrolla. Paraello resulta necesario:

• Reforzar los marcos de cooperación con lostitulares de la explotación pesquera, establecien-do acuerdos para la vigilancia, uso educativo, co-mercialización de la producción pesquera bajoetiqueta ecológica, etc.

• Desarrollar estructuras de identificación,protección y control (vigilancia, señalización, me-didas físicas...) para controlar el acceso del pú-blico, especialmente desde las zonas turísticasinmediatas (La Manga).

• Establecer mecanismos de información einterpretación que permitan transmitir al públicola importancia ecológica, histórica y cultural delas encañizadas, por medio de infraestructurassituadas en su periferia (observatorios, sende-ros, miradores...) o mediante la restauración deequipamientos de acceso restringido (visitasguiadas).

• Promover el uso científico y el seguimientodel humedal, y especialmente investigaciones so-bre la dinámica hidrológica y sedimentaria, en re-lación con la configuración de los distintos hábi-tats y microhábitats, y la distribución de las es-pecies y comunidades, como base para armoni-zar el uso pesquero con la conservación de labiodiversidad.

5.2.7. Humedales con salinas costeras

Las salinas costeras comparten con las en-cañizadas algunos rasgos generales, como es lacoexistencia de valores naturales relevantes conun aprovechamiento compatible. En este caso,los valores naturales dependen directamente dela presencia del uso salinero, si bien existenotros muchos factores que inciden sobre la con-servación de este tipo de humedales, originandouna situación relativamente compleja.

Las salinas costeras son humedales relativa-mente heterogéneos, que integran zonas muytransformadas con vestigios de ecosistemas na-turales relativamente poco alterados en unos ca-sos (arenales costeros) y sometidos en otros afuertes presiones externas (carrizales y salada-

res periféricos). Impactos como el drenaje agrí-cola, los vertidos y la urbanización se verifican enla periferia, y en el corazón de los humedales in-cide la presión recreativa y, en ocasiones, la ero-sión costera y otros procesos de degradación.

El abandono de la actividad salinera condicio-na notablemente el funcionamiento de una parteimportante del humedal, siendo un fenómenomuy probable en las pequeñas explotaciones.

En las salinas más extensas, la gestión basa-da exclusivamente en criterios de rentabilidadconlleva el uso de técnicas de explotación inten-siva, que pueden reducir la heterogeneidad am-biental del humedal, eliminando microhábitats oreduciendo la fluctuación, lo que puede conducira una pérdida de biodiversidad.

La gestión de las salinas activas resulta por lotanto compleja y se relaciona estrechamente consu localización y estatus económico. Como prin-cipales directrices de actuación para este tipo seproponen:

• Incentivar la protección y restauración deecosistemas en el entorno de las explotacionessalineras activas, como medida general de incre-mento de la biodiversidad y como estrategia degestión (para establecer zonas de amortiguaciónen las transiciones bruscas hacia zonas urbani-zadas y otros usos intensivos, como áreas deuso interpretativo, etc.).

• Desarrollar mecanismos eficaces de ayudafinanciera a las pequeñas explotaciones saline-ras que, sin influir sobre el mercado de la sal, ga-ranticen la conservación de sus valores ecológi-cos y culturales, manteniendo la producción confines ecoturísticos o educativos.

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5. Directrices de actuación

Vista de las salinas de Marchamalo

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• Establecer o reforzar los acuerdos de coo-peración con las compañías salineras, integran-do en ellos la realización de medidas de protec-ción y restauración del medio afectado por la ac-tividad industrial, la vigilancia, el uso educativo einterpretativo y la conservación del patrimoniocultural.

• Promover líneas de ayuda financiera y ase-soramiento técnico para las explotaciones sali-neras, en el marco de los acuerdos de colabora-ción, de carácter compensatorio o para remune-rar los compromisos y actuaciones conservacio-nistas asumidas.

• Fomentar la ecocertificación, como basepara la comercialización de la producción saline-ra, bajo la etiqueta de producto ecológico o pro-ceso ecológicamente respetuoso, incluyendo laposibilidad de generar marcas específicas paraeste tipo de humedales o el uso de los logotiposde los espacios naturales protegidos en los quese incluyen.

5.2.8. Embalses

Como humedales artificiales asociados a di-versas funciones (abastecimiento de agua, regu-lación de caudales, control de avenidas...), lagestión de los embalses no puede supeditarseexclusivamente a la conservación de la biodiver-sidad o a otros usos secundarios (recreo, inter-pretación...). Sin embargo, no es conveniente ninecesario renunciar a estos valores asociados aluso principal, siendo posible incrementar el valorambiental y social de estos humedales a un cos-te relativamente reducido.

Como en el caso de los bosques de ribera, lacompetencia de gestión de los embalses recaefundamentalmente sobre la autoridad hidráulica,en este caso la Confederación Hidrográfica delSegura, si bien existen oportunidades de coope-ración con diversas entidades administrativas, in-vestigadoras y del tejido social, vinculadas al usode los embalses (Ayuntamientos, Comunidad Au-tónoma, Universidad, asociaciones deportivas...).

En consecuencia, la principal directriz es ela-borar planes de mejora ambiental de los embal-ses de la Región de Murcia, que permitan opti-mizar su papel como elemento generador de bio-diversidad (a través de la creación de nuevos há-bitats utilizables por la fauna y flora acuática) yotras funciones diversas relacionadas con la uti-lización de los embalses como recurso recreati-vo, interpretativo y educativo.

Para ello se hace necesario:• Promover la investigación a distintos nive-

les, realizando un inventario de la biodiversidadasociada a los embalses de la Región (especies yhábitats), un análisis de la distribución de los dis-tintos hábitats acuáticos y palustres característi-cos y su relación con la dinámica del embalse.

• Poner a punto la metodología para la delimi-tación de los humedales asociados a los embal-ses y para la cartografía de sus hábitats, utilizan-do técnicas de teledetección apoyadas en reco-rridos de campo, que posibiliten el seguimientoen el tiempo de la dinámica de dichos hábitats.

• Elaborar planes de gestión que tengan encuenta el tipo de uso del embalse (riego, regula-ción, defensa...) y su régimen habitual de mane-jo, así como los requerimientos de las especiesy hábitats y el potencial de utilización recreativa,didáctica e interpretativa.

• Establecer, dentro de los citados planes,una zonificación espacial y temporal de activida-des, determinando aquellas zonas que deban serobjeto de medidas de acondicionamiento de há-bitats en beneficio de la biodiversidad (contraem-balses, isletas), áreas de acceso restringido, etc.

• Establecer itinerarios ambientales –genera-les y locales–, basados en la creación de una redde infraestructuras y equipamientos de uso pú-blico (itinerarios, observatorios y miradores, cen-tros de visitantes) en el conjunto de embalses dela Región, para la divulgación de sus valores na-turales y culturales.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Embalse de Santomera

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• Establecer o reforzar los acuerdos de coo-peración con el organismo de cuenca (Confede-ración Hidrográfica del Segura) para la protecciónde este tipo de humedales y para la realizaciónde los planes de mejora ambiental.

5.2.9. Arrozales

Los arrozales tienen un moderado interés eco-lógico, en comparación con su importante valorcultural e histórico. Su contribución a la biodiver-sidad de los humedales radica fundamentalmen-te en sus valores biogeográficos y paisajísticos.

El sistema de cultivo, basado en técnicas tra-dicionales de rotación de cultivos, y con una cre-ciente orientación hacia la producción integrada yecológica, hace que los arrozales representenuno de los mejores laboratorios de sostenibilidaddel panorama agrario regional. Las ventajas parala comercialización del producto son considera-bles, ya que permite adoptar una imagen de mar-ca basada en un sistema de producción limpio,que contribuye a la conservación del paisaje y delpatrimonio genético (variedades locales), históri-co y cultural.

Las directrices de actuación, en consecuen-cia, deben ir orientadas a reforzar esa imagen depaisaje cultural relevante, asociado a una pro-ducción ambientalmente respetuosa, que tienecomo resultado un producto de alta calidad. Paraello resulta imprescindible:

• Garantizar una asignación de caudales sufi-cientes, en cantidad y calidad, para el manteni-miento del coto arrocero, estableciendo meca-nismos para evitar la adquisición de los derechosde uso por otros usuarios (tal como se ha pro-puesto al amparo del nuevo mercado del agua).

• Cooperar con el Consejo Regulador de laDenominación de Origen y de otras entidades re-lacionadas a la mejora ambiental de la produc-ción y a la difusión de la imagen de marca, dan-do a conocer su importancia en el marco de laconservación y uso sostenible de los humedalesde la Región de Murcia.

• Establecer mecanismos de identificaciónespecíficos para la producción arrocera que severifique en el interior de espacios naturales pro-tegidos (Cañaverosa).

• Difundir el valor ecológico y cultural del pai-saje arrocero y de sus ecosistemas asociados a

través de publicaciones que faciliten su interpre-tación y visita, informando sobre la historia, téc-nicas de cultivo, variedades cultivadas y valoresbiológicos asociados.

• Promover el uso ecoturístico de los arroza-les, a través del establecimiento de itinerarios,sistemas de identificación y señalización y equi-pamientos interpretativos de carácter ecológico yetnográfico.

5.2.10. Salinas interiores

Como los arrozales, las salinas interioresconstituyen paisajes culturales relevantes aso-ciados al uso del agua (superficial y subterránea)como fuente de recursos minerales. Su interésecológico en muchos casos es alto, ya que al-bergan especies de invertebrados típicas deaguas hipersalinas, con el valor científico añadi-do de constituir en ocasiones las primeras locali-dades en las que se han citado e incluso aque-llas en las que han sido descritas.

Las salinas servían tradicionalmente para unagran variedad de usos y aún en la actualidad al-gunas se mantienen con carácter artesanal e in-cluso industrial. Sin embargo, estos casos cons-tituyen excepciones a la regla general, que es ladel abandono de estas explotaciones por falta derentabilidad. Sólo tres salinas interiores se man-tienen activas y otra ha sido recuperada parcial-mente, para uso educativo. Otras, que abaste-cían mercados locales muy reducidos, han deja-do de producir recientemente.

Lo anterior sugiere que la supervivencia deestos paisajes culturales, de gran interés históri-co, ecológico y cultural, pasa por su restauracióny utilización como recursos interpretativos y eco-

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5. Directrices de actuación

Vista parcial de los arrozales de Calasparra

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turísticos. Lo que debe integrar, hasta donde seaposible, la recuperación del funcionamiento delhumedal y de las actividades asociadas (produc-ción de sal, usos terapéuticos...). Para ello resul-ta necesario:

• Aprovechar las líneas financieras de ayudaexistentes, o desarrollar otras específicas, parala conservación de los elementos arquitectóni-cos y la recuperación de los mecanismos de fun-cionamiento de las salinas interiores, como basepara su uso educativo e interpretativo.

• Poner en marcha un programa de recupera-ción de las salinas interiores, como elementosde interés etnográfico integrados en equipamien-tos turísticos, destinando parte de las edificacio-nes propias o anejas a alojamientos rurales.

• Implicar a los agentes implicados (Ayunta-mientos, particulares, asociaciones...) en lapuesta en marcha de iniciativas de conserva-ción y recuperación de las salinas interiores y enla búsqueda de recursos económicos para su financiación.

• Establecer itinerarios temáticos, regionalesy locales, apoyados en sistemas de identificaciónespecíficos y señalización interpretativa, sobrelas salinas interiores.

• Establecer equipamientos intepretativos,como ecomuseos o centros de visitantes, de ca-rácter mixto (ecológico-etnográficos), en aquellosconjuntos de salinas de interior que concentrenmayor variedad de rasgos de interés cultural, his-tórico y ambiental.

• Promover el ecoetiquetado de la sal produ-cida en las salinas interiores, proporcionando elasesoramiento técnico necesario a las explota-

ciones, en materia de certificación con respectoa las normas que lo regulan.

5.2.11. Balsas de riego y depuradorasde lagunaje

Los cuerpos de agua artificiales, como bal-sas de riego o depuradoras de lagunaje, debenser contemplados como escenarios apropiadospara la experimentación de técnicas aplicadas ala gestión y restauración de humedales natura-les y a la creación de humedales artificiales másque como áreas de interés natural per se. Debi-do a su uso principal, dicho interés constituyeúnicamente un subproducto o característica se-cundaria, aunque en zonas que han perdido suscuerpos de agua naturales pueden adquirir cier-ta relevancia.

En consecuencia, las directrices de actuaciónpara este tipo de sistemas artificiales, son:

• Identificar las balsas de riego con un papelimportante como refugio biológico en humedalesnaturales (o en zonas que los han perdido) yadoptar medidas encaminadas a su protección yuso como reservorio para la conservación deesas especies o su futura reintroducción.

• Establecer acuerdos con propietarios y me-didas compensatorias o de ayuda para el man-tenimiento y gestión apropiada de aquellas bal-sas de riego con un papel funcional importantecon respecto a determinadas especies raras oamenazadas.

• Promover investigaciones sobre la coloniza-ción y uso de las balsas de riego por especies defauna y flora y su respuesta al manejo del cuerpode agua, con el fin de establecer medidas de ges-tión, acondicionamiento de hábitats, propuestaspara la creación o restauración de humedales.

• Complementar las depuradoras de lagunajecon humedales artificiales que proporcionen untratamiento terciario, generando al mismo tiemporeservorios de biodiversidad.

5.3. GRADO DE EJECUCIÓN DE PROPUESTASY ACCIONES DE CONSERVACIÓN

Tal como se desprende del análisis de las fi-guras de protección que afectan a los humedalesexiste una proporción importante (cercana al50%) de humedales protegidos específicamente

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Balsa de riego en la Marina de Cope

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por la normativa de conservación de la naturale-za y una muy superior que gozan de la proteccióngenérica que otorga la Ley de Aguas.

No obstante, existe una minoría de humeda-les gestionados atendiendo a sus requerimientosecológicos –más allá de la mera acumulación defiguras de protección superpuestas– y una inter-vención muy desigual de los responsables yagentes implicados en la adopción de medidasefectivas de conservación y gestión.

Esto se debe, en ocasiones, a que la protec-ción tiene un carácter “sobrevenido”, no motiva-da por el humedal, pero en otros casos es esteel objetivo primario de la medida de conserva-ción. En el primer caso, no cabe esperar una ges-tión específica. No obstante, la contribución delos humedales a la diversidad ambiental del es-pacio protegido debería ser valorada.

La protección legal no ha impedido cambiosecológicos y, en algunos casos, la degradacióndel humedal en una amplia extensión, aunquepuede que la haya en cierta medida “ralentizado”.

En este contexto son escasas las actuacionesdesarrolladas, tanto en el ámbito de la gestión es-trictamente conservacionista como en el más am-plio de la promoción del uso racional, o sosteni-ble, de los humedales. Pero se pueden citar algu-nas acciones que desarrollan parcialmente las di-rectrices expuestas en los apartados anteriores:

Los humedales protegidos del entorno delMar Menor (salinas costeras y criptohumedales)son objeto de un seguimiento biológico regulardesde 1994, que también se desarrolló entre1994 y 1997 en los criptohumedales del paisajeprotegido de Ajauque-Rambla Salada y en los sa-ladares del Guadalentín.

Por lo que se refiere al seguimiento de carac-terísticas fisicoquímicas de los humedales, la ad-ministración ambiental financió un seguimiento hi-drológico detallado del humedal de Ajauque, desa-rrollado entre 1994-98 (GÓMEZ et al., en prensa).

Recientemente se vienen utilizando los resul-tados del seguimiento de los humedales del MarMenor como base para determinadas medidasde gestión, entre las que se puede citar el con-trol de niveles hídricos en un estanque salinerorecuperado, el control de predadores oportunis-tas (Gaviota Patiamarilla) y la construcción de is-

lotes artificiales en zonas de nidificación de avesy el control del carrizal y la creación de pequeñasmasas de agua libre en la periferia de la Marinadel Carmolí.

Algunos humedales incluidos en parques re-gionales (salinas y arenales de San Pedro y Cal-blanque, monte de las Cenizas y peña del Águi-la) y paisajes protegidos (Ajauque y Rambla Sa-lada) se integran en programas e información alvisitante e interpretación. Concretamente, lassalinas de San Pedro (H3) y Rasall (H1), y las sa-linas de Rambla Salada (SA8). En San Pedro delPinatar y Rambla Salada existen centros de in-terpretación y circuitos de visita con una orienta-ción temática muy relacionada con los humeda-les, que cubren aquellos que se encuentran ensu ámbito cercano: los anteriores, más el MarMenor, el embalse de Santomera (E10) y los crip-tohumedales de Ajauque (CR14) y Derramadores(CR15). Sin llegar a contar con este tipo de in-fraestructuras, otros humedales tienen sende-ros, observatorios y/o señalización interpretati-va: salinas del Rasall (H1) y Marina del Carmolí(CR10).

Además de estas actuaciones existen algu-nas que desarrollan directamente los Ayunta-mientos, como proyectos de recuperación yadecuación de humedales para uso público(charco del Zorro, C38; Jumilla), campañas deinformación (Fuente Caputa, F3; Mula), itinera-rios o senderos interpretativo-turísticos (variosmunicipios).

Como iniciativas de recuperación de activida-des tradicionales compatibles, o de reconversióna la producción ecológica, se puede citar la recu-peración de la pesca en las encañizadas del MarMenor y la incorporación gradual de los agriculto-res del coto arrocero de Calasparra a la produc-ción integrada o ecológica.

Pueden citarse también las iniciativas de co-mercialización de determinados productos de loshumedales bajo la etiqueta del espacio naturalen el que se localizan, como ocurre con la salmarina envasada por Salinera Española en el Par-que Regional de las Salinas y Arenales de SanPedro del Pinatar o el agua embotellada del ma-nantial de Fuente Dueñas, en el Parque Regionalde Sierra Espuña.

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5. Directrices de actuación

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Las ramblas constituyen un rasgo morfológi-co típico de áreas de clima semiárido y árido,siendo uno de los elementos paisajísticos máspeculiares del ambiente mediterráneo. Son, portanto, características de todo el sureste ibérico,en donde alcanzan especial desarrollo y enver-gadura. Además de esta peculiaridad de tipo cli-mático tienen otra de tipo funcional: las ram-blas se caracterizan por carecer de flujo hídricosuper ficial durante largos períodos que, en al-gunos casos, pueden ser de varios años (PULI-DO BOSCH, 1993). Por el contrario, las peculia-ridades climáticas del Mediterráneo pueden ha-cer que las ramblas lleguen a evacuar elevadoscaudales durante breves intervalos de tiempo.Las riadas o avenidas de agua constituyen unfenómeno hidrológico natural de escasa prede-cibilidad, a nivel plurianual, que forma parte delrégimen de perturbaciones naturales al que es-tán sometidas las zonas áridas y semiáridas(SUÁREZ et al., 1995).

Este funcionamiento hídrico tan particular (al-ternancia de períodos de sequía y avenidas) de-termina que las ramblas posean unas caracterís-ticas ecológicas muy peculiares marcadas, preci-samente, por la inestabilidad e irregularidad (VI-DAL-ABARCA et al., 1992). Asimismo, en las ram-blas es frecuente la concentración, en mayor omenor grado, de cloruros y sulfatos en el suelo,consecuencia del lavado lateral o ascendente desales minerales, lo que explica el elevado gradode salinidad que puede llegar a alcanzar el aguacuando circula por ellos.

Reúnen por tanto las ramblas una serie decondicionantes físicos y químicos que les dotande un enorme interés desde el punto de vistaecológico, tanto por las comunidades animales yvegetales que albergan (MORENO et al., 1996)

como por la función que desempeñan como ele-mentos vectoriales de transporte y distribuciónde materia y energía.

Otra característica particular de las ramblas,en determinados dominios geológicos, es su aso-ciación con humedales, dando lugar a sistemascomplejos desde el punto de vista funcional (GÓ-MEZ et al., 1995) y de reconocido valor natura-lístico y ecológico a nivel internacional (VIDAL-ABARCA et al., 1996). Este hecho justifica el in-terés de considerar las ramblas, dentro de unapartado especial, en el Inventario Regional deHumedales como sistemas acuáticos de especialinterés sobre los que dirigir las apropiadas medi-das de gestión encaminadas a la conservación yprotección de humedales.

En esta línea es objetivo del presente estudiorealizar una caracterización preliminar de las ram-blas de la Región de Murcia, que nos acerque alconocimiento de su funcionamiento, composiciónbiológica, amenazas y propuestas de gestión en-caminadas a una mejor protección de estos sin-gulares sistemas acuáticos.

1.1. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

Bajo la denominación de rambla se englobanuna gran variedad de sistemas de drenaje demuy diversa tipología. A pesar de que gran partedel territorio peninsular está drenado por ram-blas u otro tipo de cursos de agua efímeros (ba-rrancos, torrentes, cañadas, etc.), no ha existidoun verdadero interés por parte de los geógrafosfísicos por realizar estudios en profundidad sobreeste tema. Si bien es cierto que abundan los tra-bajos de geomorfología escasean los que se re-fieren al comportamiento hidrológico de dichoscauces (SEGURA, 1990).

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1. Introducción

1. Introducción

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Tras consultar la bibliografía existente al res-pecto queda patente que no existe unanimidad nien la terminología, ni en la morfología, ni en loscondicionantes climáticos e hidrológicos que de-terminan este tipo de circulación efímera propiade las ramblas (VIDAL-ABARCA, 1990).

Lo que podríamos denominar cauces secosse desarrollan en todo el globo y bajo climas muydiferentes, denominándose en cada país connombres muy distintos: chapp, en el Gobi; laaga-te, en Kalahari; ued, en el Magreb y Arabia; don-ga, en Sudáfrica; nullah, en la India; fiumara, enel sur de Italia; arroyo, en Estados Unidos; dry va-lley, en Inglaterra, etc. En general, todos estostérminos transmiten la idea de falta o escasez decirculación hídrica, así como de la magnitud y po-tencia de sus crecidas. Sin embargo, a la hora decaracterizarlos en detalle surgen notables dife-rencias entre ellos (SEGURA, 1990). Fundamen-talmente existen discrepancias en la duración yfrecuencia de las avenidas, así como en el tipode litología sobre las que se asientan (calizas,sustratos graníticos o basálticos, etc.).

Algo similar sucede con los cursos efímerosen la Península Ibérica. La palabra rambla, deri-va del árabe rámla (= arenal), hace referencia ala naturaleza pedregosa de este tipo de cauces(SEGURA, 1990); sin embargo, otros términosutilizados para referirse a esta misma idea son:torrente, río seco, riera, barranco, ramblizo, ca-ñada, vaguada, vallejo, etc. Todos ellos, sin res-ponder a una geomorfológia diferenciada, evo-can inmediatamente una circulación hídrica es-casa y esporádica. Desde el punto de vista geo-morfológico, quizá los términos entre los cualespodemos encontrar mayor diferencia son entrebarranco y rambla. El primero hace referencia acauces estrechos, con fuertes pendientes y es-casa ratio anchura-profundidad, en contraposi-ción al segundo, que sugiere gran anchura decauce y menores pendientes. Esta diferencia jus-tificaría el cambio de denominación de muchoscauces cuando llegan a zonas de menor pen-diente; sin embargo, según ciertos autores, eluso del término rambla, en ciertas regiones,obedece antes a factores lingüísticos que a fac-tores físicos.

Tampoco existe unanimidad respecto al papelde la litología ni a la influencia del clima sobre sugénesis, ya que ciertos autores le dan más oigual importancia a la hidrogeología.

La Región de Murcia es un claro ejemplo de lafalta de unanimidad en el empleo del términorambla. Por ejemplo, nos referimos con la deno-minación de rambla del puerto de la Cadena a uncurso de aguas permanentes cuyas característi-cas son más propias de arroyo de montaña quede rambla, ya que se trata de un cauce estrechode elevada pendiente y con abundante vegeta-ción. Sin embargo, se denomina río Chicamo a unamplio cauce de escasa pendiente en el que elagua circula, de forma intermitente, por una es-trecha lámina de escasa profundidad. Caracterís-ticas, todas ellas, más propias de una ramblaque de un río, en sentido estricto.

En este estudio, cuando, independientementede la toponimia local, se aplica el término ram-bla, se hace referencia a: cauces anchos y desustrato pedregoso, que sólo transportan aguadurante unos pocos días del año como resultadode intensas precipitaciones, según la definiciónde Mateu (1989); o que transportan agua per-manentemente, pero sometida a acusadas fluc-tuaciones de nivel, espacial o temporalmente; oque transportan agua de forma temporal, que-dándose secos durante los meses de estiaje; oque transportan agua de forma espacialmente in-termitente, con tramos que pueden ser perma-nentes y tramos temporales, según la tipologíade Suárez y Vidal-Abarca (1993).

En cualquier caso, e independientemente dela duración de la circulación hídrica en el cauce,otras características comunes a las ramblas son:

• Lámina de agua (cuando está presente) deescasa profundidad y anchura, en relación a laamplitud del cauce. Con frecuencia anastomosa-da en varios pequeños brazos de agua.

• Abundancia de sedimentos de textura y dis-posición heterogénea en el lecho.

• Escasez de vegetación de ribera, cuya co-bertura y densidad es función de la severidad delas avenidas de agua.

• Sometidas a perturbaciones por sequías yriadas.

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Como ya ha sido comentado, a pesar de quebajo el término rambla se reúnen una serie de ti-pos de cauces con características comunes, ladiversidad entre ellos sigue siendo grande. Diver-sidad que diferentes autores han intentado tipifi-car utilizando características geomorfológicas ehidrológicas (MORISAWA, 1968; PASKOFF, 1973;GUIDICELLI et al., 1985, entre otros). Las rela-ciones agua superficial-subterránea, el régimenestacional de las precipitaciones o el efecto de latorrencialidad del flujo de agua (riadas) sobre lamorfología del cauce, han sido algunas de las ca-racterísticas utilizadas.

En la Región de Murcia, además, se añadeotro factor que viene a incrementar la diversidadde ramblas existentes: la salinidad del agua. Da-da la variada y compleja litología regional, un ele-vado número de ramblas se caracterizan por elcarácter salino de sus aguas, existiendo todo ungradiente desde las ramblas de aguas hipersali-nas hasta las de aguas dulces. La salinidad delagua no sólo está asociada a la proximidad de larambla al mar, caso de los tramos bajos de lasramblas litorales, sino a fenómenos de disolu-ción, arrastre y deposición de sales en ciertascuencas interiores con predominio de materialesyesíferos (margas del Keuper y del Neogeno).Existen diferencias, además, en la proporción re-lativa de aniones y cationes en disolución, ele-mento que se utiliza con frecuencia, a nivel po-pular, para designar el nombre de las ramblas(p.e. el apelativo amarga, como rambla de AguaAmarga, viene a indicar el predominio de los sul-fatos frente a los cloruros).

Si bien el contenido de sales en el agua de lasramblas constituye un excelente indicador de la li-tología local de su cuenca de drenaje, puede sertambién consecuencia de procesos de evapora-

ción y concentración salina e incluso del grado deenvejecimiento de las aguas subterráneas, queen muchos casos las sustentan (GONZÁLEZ BER-NÁLDEZ, 1989). Lo que incrementa aún más lavariedad de tipos de ramblas existentes. Sin em-bargo, para realizar esta primera caracterizaciónde las ramblas de la Región de Murcia se ha es-cogido la litología como primer descriptor de los ti-pos observados. Así hablaremos de las ramblasde cuencas margosas, calizas y metamórficas.

La razón de dicha elección está en que la lito-logía incide en la geomorfología de los cauces ydetermina la permeabilidad de los sedimentos ysu salinidad. Factores que condicionan la formade los cauces, su anchura y perfil, la distribucióny tipo de sedimentos, la relación agua subterrá-nea-superficial y la composición de sus comuni-dades biológicas. Sin embargo, la disponibilidadde agua y su distribución en el tiempo y el espa-cio, factores decisivos en este tipo de ecosiste-mas, vendrán determinados por otros factores:climáticos, topográficos, hidrogeológicos y huma-nos, variables en cada uno de los dominios lito-lógicos citados.

Los resultados de este estudio se sustentan,por una parte, en las salidas de campo realiza-das por toda la geografía regional durante el año2000. Por otra, se ha utilizado una parte impor-tante de la información existente en el Departa-mento de Ecología e Hidrología, dada la experien-cia y trabajo realizado en las ramblas de la Re-gión por miembros del equipo de trabajo. En oca-siones, los datos e información reflejada en estamemoria forman parte de artículos científicos yapublicados (y que son citados en el texto); otroshan sido extraídos de trabajos de tesis de licen-ciatura y doctorado, previa autorización de los au-tores y que son así reflejados en la memoria.

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2. Metodología

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3.1. ANÁLISIS GLOBAL DE LAS RAMBLASDE LA REGIÓN DE MURCIA

Las ramblas se distribuyen ampliamente portoda la geografía regional, siendo un elemento tí-pico de su paisaje. Constituyen el principal siste-ma de distribución y evacuación del agua de es-correntía que generan las escasas, pero intensas,precipitaciones que tienen lugar en la Región.

Las cuencas de drenaje de las ramblas for-man un sistema torrencial con origen en nume-rosos cauces menores en las sierras (barrancos,ramblizos, cárcavas) que recogen las aguas dearroyada y confluyen en la rambla propiamente di-cha, que discurre típicamente por una depresiónsedimentaria de escasa pendiente (LÓPEZ BER-MÚDEZ, 1973). Son, por tanto, especialmenteabundantes en aquellas zonas de la Región conpredominio de materiales sedimentarios, másblandos y erosionables (p.e. cuencas del río Mu-la y río Chicamo). Así como en el sur, en toda lafranja litoral donde alternan los materiales meta-mórficos y sedimentarios. Al noroeste de la Re-gión, con predominio de litologías más duras (ca-lizas, conglomerados, areniscas), las ramblas si-guen estando presentes, aunque son superadasen número por los barrancos y arroyos que dre-nan la mayor parte de su superficie.

Dada la variedad de litologías, relieves y con-diciones climáticas en la Región, entre otros fac-tores, las ramblas muestran aspectos diferentesdesde el punto de vista morfológico, hidrológicoy biológico.

3.1.1. Hidrología y calidad del agua

La presencia de agua en las ramblas, su cau-dal y permanencia dependen, fundamentalmen-

te, de factores hidrogeológicos tales como lapresencia de descargas de agua subterránea(MORENO, 1994). Aunque un elevado númerode ramblas de la Región son cauces secos (oaparentemente secos) durante la mayor partedel año, en otras existen tramos o puntos don-de afloran aguas subterráneas, lo que determi-na un flujo permanente de agua durante todo elaño. Los materiales que albergan estas reser-vas de agua subterránea (acuíferos) son de di-ferente litología, siendo los más comunes losacuíferos aluviales (aguas subálveas), constitui-dos por los propios materiales detríticos que larambla ha ido transportando y depositando ensu lecho. Dependiendo del nivel piezométricodel acuífero y de la topografía del terreno exis-ten tramos donde el agua aflora en superficie yotros donde ésta se infiltra, lo que genera unflujo de agua espacialmente intermitente. Enotras ocasiones, el cauce de la rambla inter-cepta acuíferos más profundos, produciéndoseentonces la descarga de agua subterránea, quecon cierta frecuencia supone el aporte deaguas de diferente calidad físico-química (p.e.surgencias salinas).

En cuanto a la temporalidad del agua en lasramblas existe todo un gradiente entre aquellasen las que el agua permanece durante todo el ci-clo hidrológico y aquellas que actúan como merocanal de evacuación, transportando agua única-mente tras intensas precipitaciones y durante unbreve espacio de tiempo (ramblas torrenciales).Entre ambos extremos se sitúan las ramblastemporales, en las que el agua está ausente du-rante los meses de estiaje, cuya duración de-penderá del año hidrológico, y las espacialmenteintermitentes, que pueden contener tramos deaguas permanentes (normalmente alimentados

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3. Resultados

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por descargas de agua subterránea) alternandocon otros de carácter temporal.

Lógicamente, la principal repercusión delgrado de permanencia del agua en los cauceses la composición y diversidad de las comuni-dades animales y vegetales. En las ramblas to-rrenciales, por ejemplo, apenas se puede hablarde una vegetación asociada, pues ésta es bási-camente la misma que se localiza en el entornocircundante. Este hecho, junto a la tipología ydistribución de los sedimentos en el lecho, sondos buenos indicadores de la presencia esporá-dica del agua en el cauce. Frente a la distribu-ción homogénea, en bandas paralelas, de lossedimentos de ramblas permanentes o tempo-rales, las ramblas torrenciales muestran unadisposición altamente heterogénea de los sedi-mentos. Bloques, cantos y arenas se entremez-clan a lo ancho del cauce configurando un per filirregular. Son algunos ejemplos las ramblas dela Cingla (Jumilla), Belén (Alcantarilla) y la ram-bla de Lébor (Lorca), entre otros muchos.

Desde el punto de vista hidroquímico, el pará-metro que marca las principales diferencias en-tre unas ramblas y otras es la salinidad. El origende las sales está en la disolución de materialesevaporíticos (fundamentalmente, yesos) que for-man parte de la litología de las cuencas vertien-tes de las ramblas. El sustrato de cuencas mar-gosas, rico en sales solubles, aporta a las aguasuna salinidad elevada, que alcanza su extremoen las ramblas hipersalinas (Rambla Salada deMolina, rambla de Salinas en Alcantarilla, la Ram-bla Salada de Fortuna, etc.) con valores muy su-periores a la del agua del mar (> 50 g/l). Estaelevada concentración de sales está asociada ala presencia de margas del Keuper, ricas en hali-ta (VIDAL-ABARCA, 1985).

Las ramblas de la Región presentan un ampliorango de salinidad que comprende a las aguasdulces (0-3 g/l), las salobres (3-30 g/l) y las hi-persalinas (>30 g/l). Existe además una impor-tante fluctuación de la salinidad entre los mesesde invierno y verano. Durante los meses de es-tiaje, la salinidad del agua puede llegar a incre-mentarse hasta 10 veces, dependiendo del cau-dal circulante.

Asimismo, en las ramblas salinas la concen-tración de sales varía desde cabecera a desem-bocadura, siendo los tramos bajos los que regis-

tran mayor salinidad, como consecuencia del la-vado y acumulación de sales. Por otra parte, enlas cabeceras de algunas ramblas, fuera de lasdepresiones margosas, donde aparecen calizas,materiales metamórficos o volcánicos, puedenexistir afloramientos de aguas dulces.

La salinidad de las ramblas puede tambiénvariar como consecuencia del efecto de la ac-ción antrópica. La presencia de vertidos puedeen ocasiones incrementar o disminuir la salini-dad natural de la rambla. Asimismo, un efectoclaro del incremento de la superficie de regadíoes, precisamente, la dulcificación de las ram-blas (VARIOS AUTORES, 1996; GÓMEZ et al.,1998). Por el contrario, la sobreexplotación deacuíferos y la disminución de los caudales tie-nen el efecto opuesto: la concentración de sa-les en el lecho de la rambla y el incremento dela salinidad del agua.

En relación a las concentraciones de nutrien-tes (nitrógeno y fósforo) hay que destacar la im-portante variabilidad espacial y temporal de di-cho parámetro, al igual que ocurre en otros cau-ces de escaso caudal. La heterogeneidad de há-bitats que genera la presencia de un caudal es-caso y fluctuante (formación de pozas, alternan-cia de tramos secos y húmedos, de zonas de co-rriente y remanso, presencia de vertidos, etc.)determina que las concentraciones de nitrógenoy fósforo, así como la de otros iones, puedan di-ferir entre diferentes puntos de muestreo. Por loque se precisa un variado número de ellos parapoder llegar a caracterizar el estado trófico deuna rambla.

Por iguales razones existe una importantefluctuación de las concentraciones de nitrógeno yfósforo en el tiempo. En la figura 1 se muestra, amodo de ejemplo, la evolución temporal (períodojulio 1980-julio 1982) de los valores de nitrato yfosfato en dos ramblas de la cuenca del río Mu-la, ramblas de Albudeite (Mula) y Ucenda (Bu-llas). La principal diferencia entre ambas es lapresencia de vertidos en la rambla de Albudeite(provenientes del núcleo de población), lo que ex-plica su mayor contenido en fosfatos.

En base a los datos disponibles se puede con-cluir que la concentración de nitrato, en la mayo-ría de las ramblas de la Región, es elevada y muysuperior a la de los fosfatos, de concentraciónmoderada.

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En ramblas de cuencas margosas y ricas enevaporitas, parte de los nitratos presentes en elagua son atribuibles al propio sustrato. Aunque,generalmente, se atribuye la presencia de nitra-tos a influencias antrópicas, agrícolas y ganade-ras, el papel de los nitratos sedimentarios, ca-racterísticos de los depósitos evaporíticos (GON-ZÁLEZ-BERNÁDEZ, 1989) es esencial. Asimismo,la presencia de fuentes o descargas locales deagua subterránea en las ramblas explica, en au-sencia de otras posibles causas (vertidos), laselevadas concentraciones de nitrato que se pue-den detectar, de forma puntual, en algunas deellas (GÓMEZ, 1995).

Sin embargo, las concentraciones de nitratodetectadas exceden a las esperadas de formanatural, lo que sugiere la incidencia de las activi-dades antrópicas, agrícolas y/o ganaderas. El ni-trógeno es, frente al fósforo, un elemento muchomás móvil y fácilmente transportable con el aguade escorrentía, mientras que el fósforo tiende afijarse a los sedimentos. Por ello, el incrementode nitrógeno en las aguas naturales es más acu-sado que el de fósforo.

En general, se ha observado una clara y veloztendencia a la eutrofización de las aguas de lasramblas. En unos casos detectándose niveles denitratos y fosfatos en ramblas donde anterior-

103

3. Resultados

Figura 1Evolución de la salinidad y concentraciones de nitratos y fosfatos (mg/l) en las ramblas de Ucenda (Bullas) y Albudeite

(Mula), para el período julio 1980 – julio 1982. Datos extraídos de Suárez (1986).

Page 102: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

mente eran indetectables (p.e. ramblas del puer-to de la Cadena, Murcia o Torrealcilla, Lorca), yen otros, aumentando su contenido. El incremen-to paulatino de los nitratos y fosfatos en las ram-blas de la Región (figuras 2 y 3) parece ser re-sultado, fundamentalmente, del aporte de aguasde escorrentía proveniente de las tierras de cul-tivo o ganaderas (contaminación difusa).

En ocasiones, como en la rambla de El Reven-tón o la rambla de La Majada (Mazarrón), la con-centración de nitratos incrementó más del dobleen tan sólo un año, alcanzando en 1999 concen-traciones superiores a los 100 mg/l de nitrato. Encuanto al incremento de las concentraciones defosfatos, éste ha sido también espectacular en al-gunos casos, como los que recoge la figura 3.

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

104

Rbl. del Tinajón

1,3

13,7

0

5

10

15

20

25

30

1982 1998

Nit

rato

s m

g/l

Rbl. de Perea

11,2

26,0

0

5

10

15

20

25

30

1981 1999

Nit

rato

s m

g/l

Rbl. del puerto de la Cadena

0,04,5

0

5

10

15

20

25

30

1982 1999

Nit

rato

s m

g/l

Rbl. de Torrealvilla

0,82,1

0

5

10

15

20

25

30

1982 1998

Nit

rato

s m

g/l

0

50

100

150

200

250

1998 1999

Nit

rato

s m

g/l

49,1

104,1

Rbl. de La Majada

0

50

100

150

200

250

1998 1999

Nit

rato

s m

g/l

81,0

199,2

Rbl. del Reventón

0

50

100

150

200

250

1998 1999

Nit

rato

s m

g/l

77,8

162,1

Rbl. del Garruchal

Figura 2Concentraciones medias de nitrato en algunas de las ramblas de la Región.

Datos: Grupo de Investigación de Ecología de Aguas Continentales.

Rbl. del Tinajón

Fo

sfat

os

µg/l

1.079,3

205,4

0

200

400

600

800

1.000

1.200

1982 1998

7,2

14,6

0

2

4

6

8

10

12

14

16

1981 1999

Fo

sfat

os

µg/l

Rbl. de Perea

0,0

7,8

0

2

4

6

8

10

12

14

16

1982 1998

Fo

sfat

os

µg/l

Rbl. de Torrealvilla

Figura 3Concentración media de fosfatos en algunas de las ramblas de la Región.

Datos propios del Grupo de Investigación de Ecología de Aguas Continentales.

Page 103: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

3.1.2. Comunidades biológicas: flora y fauna

La fluctuación de los caudales y la salinidaddel agua, característica esta última de un eleva-do número de las ramblas de la Región, son dosde los factores ambientales que van a seleccio-nar los organismos capaces de sobrevivir en es-tos ecosistemas acuáticos.

Una de las principales adaptaciones de estosorganismos es poseer ciclos de vida cortos y re-producirse de forma continua cuando las condi-ciones son favorables. Además tienen una grancapacidad de dispersión, adoptando diversas es-trategias para colonizar nuevos medios. Aquellosorganismos incapaces de emigrar han desarro-llado formas de resistencia a la sequía (huevosdurables, diapausa o cese del desarrollo, semi-llas, esporas) otros utilizan como refugio ciertoshábitats que conservan algo de humedad (bajopiedras, enterrados en el barro, por ejemplo). Porúltimo, son especies tolerantes a la salinidad, ca-paces de soportar un amplio rango de variación(especies eurihalinas).

Algas y macrófitos

Ambos constituyen la base de la cadena trófi-ca, bien como alimento de herbívoros o como ma-teria orgánica muerta para detritívoros (MARTÍ-NEZ, 1996; MORENO, et al., 2001 b). A su vez,proporcionan una mayor heterogeneidad espacial,incrementando el número de hábitats presentes yrefugios para la fauna. El desarrollo de la vegeta-ción acuática se ve especialmente potenciado eneste tipo de sistemas, dado la intensa insolacióny elevadas temperaturas, lo que se traduce enelevados valores de producción primaria.

En general, la flora acuática de las ramblassalinas presenta gran abundancia de especieseurihalinas, junto con aquellas estrictamente ca-racterísticas de aguas salobres (ABOAL, 1986).

En los tramos de aguas muy someras (5-10cm), un tipo de hábitat predominante en las ram-blas y favorecidos por la elevada insolación do-mina la comunidad de perifiton. Visualmente seaprecia como un tapete (o biopelícula) de coloramarillo-parduzco y algo baboso, que se extien-de sobre la superficie del lecho de la rambla. Es-tos tapetes son muy complejos desde el puntode vista biológico. Están constituidos por nume-

rosas especies de algas diatomeas, acompaña-das por algas cianofíceas filamentosas, algunasespecies de clorofíceas, hongos y bacterias. Elperifiton es la base del alimento de un elevadonúmero de especies de invertebrados herbívoroso fito-detritívoros.

En tramos con sedimentos de gran textura,sobre los cantos del fondo de la rambla puedenobservarse costras verdosas más o menos in-crustadas de Gongrosira debaryana y G. incrus-tans y cianofíceas endolíticas como Hormathone-ma luteo-brunneum y Solentia intrincata, consi-deradas especies marinas de la zona suprama-real (p.e., rambla del Tinajón, ABOAL, 1986).

En ambientes semisumergidos, así como en-tre los pies del carrizo, es muy común la presen-cia del alga xantofícea Vaucheria dichotoma, for-mando extensos tapetes de un verde intenso.Aunque V. dichotoma es la especie más abun-dantes puede estar acompañada de V. synandray V. sessilis (ABOAL, 1986).

En aquellos tramos de aguas profundas (po-zas), sustratos limosos y escasa corriente, se es-tablecen plantas acuáticas sumergidas, caso delas anuales Ruppia maritima, Zannichellia pedun-culata y palustris (ABOAL, 1987). Ruppia drepa-nensis y Potamogeton pectinatus han sido tam-bién citadas en ramblas costeras (MORENO etal., 2001 a). Las algas carofíceas, uno de los gru-pos más evolucionados y próximos a las plantassuperiores, pueden desarrollarse también en po-zas profundas y formar praderas sumergidas enlas que conviven varias especies, entre ellas,Chara canescens , C. hispida y C. aspera. En laprimavera, la comunidad se enriquece con C. vul-garis, C. major y Tolypella glomerata en las zonasmenos profundas (ABOAL, 1986). Aquí, C. vulga-ris puede formar manchas llamativas en formade disco de unos veinte centímetros de diámetro,más o menos dispersas por el cauce.

Otro grupo de algas menos evolucionadas ymuy comunes de las ramblas son las ovas (clo-rofíceas filamentosas), que se presentan comomasas flotantes o fijadas al sustrato, frecuente-mente acompañando a otras plantas acuáticas.La ova más frecuente en las ramblas salinas esCladophora fracta, que habita en las aguas re-mansadas (pozas y charcas del lecho), mientrasque Enteromorpha flexuosa prefiere las zonas deagua corriente.

105

3. Resultados

Page 104: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

106

Son numerosos los epífitos relacionados contodas estas algas filamentosas y fanerógamas.Un ejemplo de algas epífitas comunes en ram-blas, sobre las raicillas del carrizo o la caña esCompsopogon coeruleus (ABOAL, 1989). Asi-mismo, un gran número de especies de diato-meas se localizan en las ramblas saladas sobreCladophora como epífitos; éstas son especieseurihalinas, de aguas salobres y marinas, porejemplo: Melosira juergensii, Cyclostephanos du-bius y Pleurosira laevis (ABOAL, 1986, 1988, a,1989).

El predominio de clorofíceas filamentosas for-mando grandes masas en ciertos tramos de larambla es indicador de una elevada concentra-

ción de nutrientes. La presencia de especies co-mo Cladophora fracta, glomerata, Chaetomorphagracilis, Biddulphia laevis, Melosira juerguensii yM. moliniformis y diversas especies de Entero-morpha (E. intestinalis, E. compressa, E. flexuo-sa y E. prolifera) denotan cierta eutrofización delagua (ABOAL, 1985, 1986).

Al igual que ocurre con las especies de ma-croinvertebrados, los condicionantes físicos delas ramblas permiten la existencia de una ampliadiversidad de especies de algas, determinándo-se en ellas numerosas citas nuevas tanto para lataxonomía del sureste ibérico como para Españay Europa. En la tabla 1 se recogen algunas de es-tas nuevas citas.

Tabla 1Especies de algas citadas por primera vez en algunas ramblas de la Región.

Spirogyra singularis primera cita para España Rbl. del Tinajón (Ulea-Archena)(Conjugada) (ABOAL, 1988 b)

Spirogyra daedalea nueva especie para la flora Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Conjugada) de España (ABOAL, 1991)

Zygnema collinsianum nueva cita para Europa Rbls. de Pastrana y Amir (Mazarrón)(Conjugada) (MORENO et al., 2001 a)

Zygnema lamellatum nueva cita para Europa Rbl. Amir (Mazarrón)(Conjugada) (MORENO et al., 2001 a)

Mougeotia faurelii nueva cita para Europa Rbl. Amir (Mazarrón)(Conjugada) (MORENO et al., 2001 a)

Mougeotia kwangsiensis nueva cita para Europa Rbl. Amir (Mazarrón)(Conjugada) (MORENO et al., 2001 a)

Chlamydomonas agloëformis nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Oedogonium calcareum nueva cita para Europa Rbl. de Pastrana (Mazarrón)(Clorofícea) (MORENO et al., 2001 a)

Oedogonium depressum nueva cita para Europa Rbl. Amir (Mazarrón)(Clorofícea) (MORENO et al., 2001 a)

Oedogonium platygynum nueva cita para Europa Rbl. Amir (Mazarrón)(Clorofícea) (MORENO et al., 2001 a)

Haematococcus pluvialis nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Characium strictum nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Oocystis solitaria nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Scenedesmus armatus nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Page 105: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

107

3. Resultados

Scenedesmus brasiliensis nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Microspora quadrata nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Chaetophora elegans nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Gongrosira incrustans nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Microthamnion strictissimum nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Trebouxiofícea) (ABOAL, 1988 b)

Chaetosphaeridium pringsheimii nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Carofícea) (ABOAL, 1988 b)

Aphanochaete repens nueva cita para el Sureste Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Carofícea) (ABOAL, 1988 b)

Aphanochaete polychaete nueva cita para España Rbl. del puerto de la Cadena (Murcia)(Carofícea) (ABOAL, 1988 b)

Scenedesmus spinosus nueva cita para el Sureste Rbl. de Ambroz (Blanca)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Ulothrix flacca nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Blanca), Rbl. del Salar y(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b) Rbl. del Carrizalejo (Ulea)

Enteromorpha clathrata nueva cita para el Sureste Rbl. del Judío y Rbl. del Moro(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b) (Cieza-Jumilla)

Enteromorpha compressa nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Blanca), Rbl. del Salar (Ulea), Rbl. del(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b) Tinajón (Ulea-Archena) y R. del Moro (Cieza-Jumilla)

Enteromorpha flexuosa nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Blanca), Rbl. del Salar y Rbl. del(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b) Carrizalejo (Ulea), Rbl. del Tinajón (Ulea-Archena) y

Rbl. del Moro (Cieza-Jumilla)

Microspora stagnorum nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Ulea-Blanca)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Ulothrix pseudoflacca nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Ulea-Blanca) y Rbl. del Tinajón(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b) (Ulea-Archena)

Gongrosira debaryana nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Ulea-Blanca)(Clorofícea) (ABOAL, 1988 b)

Chaetomorpha gracilis nueva cita para el Sureste Rbl. del Salar (Blanca) y Rbl. del Salar (Ulea)(Ulvofícea) (ABOAL, 1988 b)

Melosira juergensii especie nueva para la flora Rbl. del Salar (Ulea-Blanca), Rbl. del Carrizalejo(Diatomea) de España (ABOAL, 1988 a) (Ulea) y Rbl. Tinajón (Ulea-Archena)

Cyclostephanos dubius especie nueva para la flora Rbl. del Salar (Ulea-Blanca), Rbl. del Carrizalejo(Diatomea) de España (ABOAL, 1988 a) (Ulea) y Rbl. Tinajón (Ulea-Archena)

Pleurosira laevis especie nueva para la flora Rbl. del Salar (Ulea-Blanca), Rbl. del Carrizalejo(Diatomea) de España (ABOAL, 1988 a) (Ulea) y Rbl. Tinajón (Ulea-Archena)

Mastogloia recta especie nueva para la flora Rbl. del Salar (Ulea-Blanca), Rbl. del Carrizalejo(Diatomea) de España (ABOAL, 1988 a) (Ulea) y Rbl. Tinajón (Ulea-Archena)

Haslea spicula especie nueva para la flora Rbl. del Salar (Ulea-Blanca), Rbl. del Carrizalejo(Diatomea) de España (ABOAL, 1988 a) (Ulea) y Rbl. Tinajón (Ulea-Archena)

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

108

ESPECIE ESTATUS

Ochthebius montesi Especie rara. Distribución exclusiva en Alicante, Murcia y Almería (MORENO et al., 2001 a)

Ochthebius glaber Endemismo ibérico exclusivo de ambientes hipersalinos (ramblas hipersalinas). Citado porvez primera en Rambla Salada (Molina) (MONTES & SOLER, 1988). Se cita asimismo enRbl. de la Parra (Abanilla) y Rbl. Salada (Fortuna) y Rbl. Salada (Alcantarilla) (DELGADO &SOLER, 1997).

Ochthebius delgadoi Endemismo ibérico de amplia distribución en las ramblas del sur (MORENO et al., 1997).

Nebrioporus baeticus Endemismo ibérico de amplia distribución en las ramblas del sur (MORENO et al., 1997).

Agabus ramblae Recientemente descrita para la ciencia. Millán y Ribera (en prensa).

Eretes sticticus Especie rara de importante valor de conservación en otros países (MILLÁN, 1991).

Cybister lateralimarginalis Especie rara de importante valor de conservación en otros países (MILLÁN, 1991).

Tabla 2Estatus de algunas de las especies de Coleópteros presentes en las ramblas de la Región.

Se puede encontrar información completa ydetallada sobre la composición florística y distri-bución de especies en algunas de las ramblas dela Región en el estudio realizado, a tal efecto, porel Departamento de Biología Vegetal de la Univer-sidad de Murcia dentro del convenio de coopera-ción existente entre dicha entidad y la Consejeríade Agricultura, Agua y Medio Ambiente.

Los macroinvertebrados acuáticos

Entre las comunidades meramente acuáticas,los insectos son el grupo mejor adaptado a lasramblas, ya que, aunque sus fases larvarias sonacuáticas, los adultos pueden volar, buscandoun nuevo cuerpo de agua donde poner sus hue-vos. Los más frecuentes y abundantes son losDípteros (moscas y mosquitos), Coleópteros (es-carabajos), Heterópteros (chinches), Odonatos(libélulas y caballitos del diablo) y Efemerópteros(efímeras). Los grupos más ricos en especiesson, con diferencia, los Dípteros y Coleópteros(MORENO et al., 1997).

Los Coleópteros aportan un enorme valor deconservación a las ramblas por la presencia denumerosos endemismos (MILLÁN et al., 1996)(tabla 2). Otras especies de Coleópteros bajo re-visión taxonómica como Agabus brunneus rufu-lus, Ochthebius tudmirensis y Hemisphaera sp.,habitantes habituales de ramblas, podrían incre-mentar el número de endemismos locales (MO-RENO et al., 1997). Por otra parte, la mayoría delas especies de Coleópteros y Heterópteros (dos

de los órdenes de insectos más estudiados) quehabitan en las ramblas son de interés ecológico,como indicadores biológicos de condiciones desalinidad y condiciones ambientales estresantes(MORENO, et al., 1997). Sin embargo, pese a es-tos factores, la diversidad de especies halladaes muy elevada con respecto a otros cuerpos deagua (GUERRERO, 1996).

Además de los insectos hay otros grupos deinvertebrados acuáticos adaptados a vivir en lasramblas, como moluscos, ácaros, oligoquetos ycrustáceos, todos ellos con representantes ca-paces de tolerar amplios rangos de salinidad.

Fauna vertebrada

Peces, anfibios y reptiles

La comunidad de peces es muy poco abun-dante y diversa, quedando limitada su presenciaa las ramblas de aguas permanentes y abundan-te caudal. El fartet (Aphanius iberus) y la gambu-sia (Gambusia holbrooki) son dos de las espe-cies que pueden encontrarse en estos medios,siendo la segunda más abundante que la prime-ra. En la desembocadura de las ramblas litoralespueden observarse especies de peces marinosque ascienden aguas arriba de la rambla, hastadonde las condiciones ambientales les son propi-cias. Entre los anfibios destaca, por frecuente, laRana verde común (Rana perezi), que ocupa lascharcas laterales al cauce principal o los tramosde rambla con corriente muy lenta. Al igual que

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esta especie, el resto de anfibios que habita enlas ramblas son especies comunes a otros am-bientes acuáticos, como los Sapos Común y Co-rredor (Bufo bufo y Bufo calamita), el Sapo de Es-puelas (Pelobates cultripes), que encuentra enlos sustratos arenosos de las ramblas un hábitatidóneo, o el Sapo Partero (Alytes obstetricans).La heterogeneidad ambiental de las ramblas de-termina que la comunidad de reptiles sea algomás rica que la de los anfíbios. Ésta integra es-pecies estrictamente acuáticas, con las terres-tres que se introducen en el cauce atraídas porla disponibilidad de recursos tróficos y en buscade refugio o con aquellas que habitan en taludes,entre la vegetación terrestre asociada, etc. Enlos tramos con agua, sea corriente o no, esabundante la Culebra Viperina (Natrix maura).Otra especie es el Galápago Leproso (Mauremysleprosa), capaz de soportar ambientes bastantecontaminados, bien por el aporte de aguas deriego ricas en fertilizantes como por vertidos ur-banos (Pleguezuelos, 1993). Otras especies pre-sentes, no ligadas al agua, son la Lagartija Coli-rroja (Acanthodactylus erythrurus), especie parti-cularmente representativa ligada a los sustratosarenosos de las ramblas del interior de la Re-gión; la Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica), laLagartija Colilarga (Psammodromus algirus) y Ce-nicienta (P. hispanicus), la Salamanquesa Común(Tarentola mauritanica) y Costera (Hemidactylusturcicus) y el Lagarto Ocelado (Lacerta lepida).

Aves

Las aves son el grupo más diverso de entrelos vertebrados asociados a las ramblas. Lasaves explotan tres tipos diferentes de ambientesen las ramblas: el medio acuático propiamentedicho, la vegetación riparia (carrizales y taraya-les) y los taludes.

Ligadas a la lámina del agua son comunes laCigüeñuela (Himantopus himantopus), los Chorli-tejos Chico (Charadrius dubius), el AndarríosGrande (Tringa ochropus) el Anade Real (Anasplatyrhynchos). La Focha Común (Fulica atra) y laPolla de Agua (Gallinula chloropus) son tambiénespecies frecuentes en pozas y zonas remansa-das de abundante vegetación de las ramblas deaguas permanentes; asimismo, es habitual lapresencia de la Garceta Común (Egretta garze-

tta). En algunas ramblas con remansos y pozasrelativamente profundos puede llegar a aparecerel Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis). Enaquellas ramblas donde el carrizo se encuentrabien desarrollado son frecuentes las especies tí-picas de las comunidades del carrizal (CarriceroComún, Buitrón, Ruiseñor Bastardo, Rascón, Po-lluela Pintoja, etc.). Asimismo, la comunidad deaves se hace más compleja cuando la ramblapresenta asociado un humedal, de relativa exten-sión, como para albergar las especies típicas desaladar. Un ejemplo de este último caso es larambla de Ajauque, en su tramo medio, junto alhumedal de Ajauque (VARIOS AUTORES, 1996).En algunas ramblas saladas, con un saladar biendesarrollado de relativa extensión, aparece unacomunidad de aves típicamente esteparia conespecies como la Terrera Marismeña (Calandre-lla rufescens) y la Curruca Tomillera (Sylvia cuspi-cillata), junto con Cogujadas, Tarabillas, Collal-bas y Bisbitas, esta última en invierno.

Los taludes de las ramblas margosas ofrecenzonas de refugio y/o nidificación para otro grupode especies de aves. Como especies que típica-mente utilizan estos hábitats destacan la Collal-ba Negra (Oenanthe leucura) y el Avión Zapador(Riparia riparia). En ellos nidifican también la Gra-jilla (Corvus monedula), que puede llegar a for-mar colonias numerosas, como es el caso de larambla del Moro (Cieza); el Abejaruco (Meropsapiaster), la Carraca (Coracias garrulus), el Cer-nícalo Vulgar (Falco tinnunculus), el Mochuelo(Athene noctua), la Paloma Bravía (Columba livia)y en algunas zonas la Zurita (Columba oenas), elPito Real (Picus viridis), entre otros.

En las ramblas de cuencas calizas con predo-minio de pinares son frecuentes las aves foresta-les como, por ejemplo, el Verdecillo (Serinus seri-nus), el Jilguero (Carduelis carduelis), el Mirlo Co-mún (Turdus merula), la Curruca Cabecinegra (Syl-via melanocephala), el Carbonero Común (Parusmajor) o el Herrerillo (Parus caeruleus).

Mamíferos

La comunidad de mamíferos asociada a lasramblas, al igual que la de los peces, es bastan-te pobre. En algunas ramblas, que mantienenagua de forma permanente, puede encontrarsela Rata de Agua (Arvicola sapidus). En las ribe-

109

3. Resultados

Page 108: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

110

ras, el Zorro (Vulpes vulpes) es una de las espe-cies más frecuentes; otras componen la típicacomunidad de micromamíferos: la Musaraña yMusarañita (Crocidura russula y Suncus etrus-cus), el Erizo Mocuno (Aetechynus algirus) y dife-rentes especies de roedores.

Vegetación de ribera

La vegetación de ribera de las ramblas es, pordefinición, bastante escasa; sin embargo, hayque diferenciar entre las ramblas temporales decuencas calizas, en las que la vegetación circun-dante (fundamentalmente pinar y matorral termó-filo) junto con las zarzas, constituyen la única ve-getación riparia existente; las ramblas de cuen-cas margosas, con una vegetación riparia escasay dispersa compuesta por comunidades de plan-tas halonitrófilas y las ramblas de aguas perma-nentes, en las que, dependiendo del grado de sa-linidad, entre otros factores, se pueden encon-trar especies, poco frecuentes, como el chopo oel álamo (Populus nigra y alba). Los matorralesarborescentes de arto o azulaifo (Ziziphus lotus)constituyen una parte importante de la vegeta-ción asociada a las ramblas metamórficas.

Sin embargo, a nivel global, son las especieshalófitas, o tolerantes a la salinidad, las más ca-racterísticas de las ramblas de la Región de Mur-cia. Éstas están presentes en cauces de aguastemporales, siempre y cuando el agua subterrá-nea esté lo suficientemente próxima a la superfi-cie del suelo como para mantener unas mínimascondiciones de humedad o permanentes. Desta-can los juncos (Juncus maritimus, J. subulatus,J. acutus y Scirpus holoschoenus), que en cier-tas ramblas o tramos de ellas pueden alcanzarelevadas densidades (p.e ¨Los Rameles del Qui-par); las sosas y almarjos (Suaeda vera, mariti-ma, Arthocnemum macrostachium, A. glaucum,Sarcocornia fruticosa) y escobillas (Salsola ge-nistoides). Las especies con mayor porte son lostarays (Tamarix canariensis y T. boveana), espe-cialmente densos y de elevado porte en las ram-blas influenciadas por las fluctuaciones de losembalses. Otras especies acompañantes de ca-rácter más nitrófilo son Thymelaea hirsuta, Reta-ma sphaerocarpa, Ditrichia viscosa, Lygeumspartum, Frankenia corymbosa, Halimione portu-lacoides y varias especies de Limonium.

Entre los helófitos, que se sitúan enraizadosen el agua o con condiciones de elevada hume-dad, las especies más comunes son el carrizo(Phragmites australis), la enea (Typha domin-guensis), que requiere condiciones bajas de sali-nidad y aguas remansadas, y la caña (Arundo do-nax), característica de los tramos más interveni-dos y eutrofizados.

3.1.3. Amenazas e impactos

La principal amenaza con que cuentan lasramblas es el escaso o nulo aprecio que la po-blación, en general, tiene por ellas. La escasezde vegetación y de caudal, la salinidad de susaguas y la aridez del entorno que las rodea, ca-racterísticas todas ellas de la mayoría de lasramblas de la Región, son los factores que deter-minan que sean sistemas naturales poco valora-dos. Así, son frecuentes los vertidos de escom-bros, basuras, efluentes y todo tipo de materialde deshecho, práctica, por otra parte, con ciertatradición cultural.

Por otra parte, los suelos de las llanuras deinundación de las ramblas e incluso del propio le-cho, ricos en materia orgánica y nutrientes, sonmuy apreciados para la agricultura, lo que ha de-terminado, en un elevado número de ramblas, laroturación y puesta en cultivo de los mismos.

Una consecuencia indirecta de la extensióndel suelo agrícola es la eutrofización y pérdidade salinidad de las ramblas. Con la llegada deltrasvase Tajo-Segura, a finales de la década delos 70, el incremento de la superficie en regadíode la Región ha sido espectacular. Esta expan-sión ha afectado también a las áreas circundan-tes a las ramblas, que han experimentado unmayor aporte de agua a sus cauces. Lo que haprovocado un paulatino descenso de la salinidadnatural de las ramblas y el incremento de la con-centración de nitratos y fosfatos, dado el usomasivo de fertilizantes (GÓMEZ et al., en pren-sa). Ello conlleva una profunda transformacióndel hábitat. Las comunidades halófilas, vegeta-les y animales son reemplazadas por otras espe-cies más banales de amplia distribución, per-diéndose así especies endémicas de indudablevalor ecológico. Un claro ejemplo de ello se haobservado en el humedal de Ajauque, criptohu-medal asociado a la rambla de Ajauque. Una par-

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te importante de la superficie ocupada por el sa-ladar, típico hábitat salino del humedal y espe-cialmente valorados por la UE, ha sido ocupadapor el carrizal, favorecido por el incremento delcaudal circulante, de menor salinidad y rico ennutrientes (VARIOS AUTORES, 1996).

La construcción de presas y las canalizacio-nes constituyen otro tipo de actividades antrópi-cas de elevado impacto. Junto a éstas, otras re-lacionadas como: la apertura de caminos, el ver-tido de escombros y abandono de todo tipo deenseres en el lecho de la rambla, etc. En las últi-mas décadas se han construido en las ramblasuna gran variedad de infraestructuras encamina-das a retener las avenidas o reforzar márgenesen lugares habitados. El Plan de Defensa de Ave-nidas de la Cuenca del Segura y el Plan Hidrológi-co de la Cuenca del Segura son los dos grandesproyectos bajo los cuales se han generado unelevado número de infraestructuras que afectana las ramblas. Con el primero se construyeron10 presas y diversas obras de encauzamiento,mientras que el PHCS contempla la construcciónde numerosas presas de laminación en la prácti-ca totalidad de las ramblas afluentes del río Se-gura y en todas las litorales.

Junto con el impacto visual, las principalesconsecuencias que se derivan de este tipo de ac-tuaciones son: la modificación de los caudales,pérdida de la vegetación de ribera, cambios de lamorfología del cauce, pérdida de hábitats y blo-queo de flujos hídricos, entre otras. Estas actua-ciones determinan cambios irreversibles, tantoen la fisonomía de las ramblas como en la cali-dad del agua y en la estructura y composición delas comunidades bióticas. Por otra parte, la dis-minución de los aportes de nutrientes y sedimen-tos en las desembocaduras de las ramblas cos-teras, como consecuencia de su retención en di-chas infraestructuras, podría originar la disminu-ción de la producción pesquera costera y la re-gresión de playas por falta de aportes.

Otras actividades tradicionales llevadas a ca-bo en las ramblas han sido el pastoreo y con ellola quema de la vegetación, su uso como vías decomunicación (caminos), la extracción de áridos(graveras) y obtención de agua para riego por deri-vación de los caudales de avenida (boqueras) opor medio de pozos o bombeo (cuando la salini-dad del agua es suficientemente baja). Actual-

mente, también son utilizadas como escenariopara prácticas deportivas de alto impacto como elmotocross y la circulación en coches todoterreno.

A pesar de lo tradicional de ciertas activida-des, como el uso de las ramblas como vía de ac-ceso, muchas de ellas se han tornado impactan-tes. Por ejemplo, en la actualidad el tipo y núme-ro de vehículos que circulan por las ramblas sonmuy distintos al de antaño (la mula, básicamen-te), con lo que dicha actividad compatible se hatransformado hoy en día en un problema graveque no sólo afecta al propio ecosistema de larambla, sino que a su vez facilita el acceso aotras zonas frágiles como playas, arenales y hu-medales asociados (p.e Espacio Natural de Cal-blanque). La proliferación de ciertas prácticas decultivo, como los invernaderos, ha determinadoque un gran número de ramblas litorales (franjaMazarrón-Aguilas) queden básicamente sepulta-das entre ellos, sirviendo como colectoras de ba-suras y desperdicios y como rutas de acceso en-tre unos y otros. En otros muchos casos, partesde la rambla o su totalidad son ocupadas por laconstrucción de viviendas, calles, instalación demercados, campings, etc., con el riesgo que elloconlleva en caso de avenida. Por ejemplo, elcamping de Bolnuevo, junto a la rambla de lasMoreras, el situado en la antigua desembocadu-ra de la rambla del Albujón, o el de El Portús, junto a la rambla del mismo nombre, han sufridoavenidas de agua catastróficas. Algunas de es-tas actividades pueden considerarse aprovecha-mientos sostenibles, como la recolección de ca-rrizo en ramblas cercanas a Cieza.

Otras actividades menos impactantes son lacaza, la recolección de ciertas especies vegeta-les (siemprevivas, aromáticas, carrizo y cañas,básicamente) y el baño.

3.2. ANÁLISIS POR TIPOS

A continuación se analizan los tres tipos deramblas establecidos con anterioridad en funciónde la litología:

Ramblas de cuencas margosas.Ramblas de cuencas calizas.Ramblas de cuencas metamórficas.Se exponen las principales características de

las mismas, citando algunos ejemplos, así comolas actividades e impactos registrados. Las ram-

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3. Resultados

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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blas de cuencas margosas son las que se tratancon mayor extensión, puesto que son el tipo derambla dominante en la Región de Murcia.

Se adjuntan, asimismo, fichas descriptivas deaquellas ramblas de las que se dispone de ciertovolumen de datos. Éstas recogen información so-bre aspectos hidroquímicos y biológicos, sobreactividades e impactos, aspectos culturales ehistóricos y valores ambientales.

3.2.1. Ramblas de cuencas margosas

Constituyen el elemento emblemático de laszonas más áridas del sureste, configurando lostípicos paisajes acarcavados o “badlands”.

Desde el punto de vista geomorfológico, unade las principales características de las ramblasde cuencas margosas es que discurren típica-mente encajonadas entre elevados taludes des-provistos de vegetación, que pueden alcanzar los10-15 m de altura. Éstos sufren frecuentes de-rrumbamientos debido a la facilidad con que lasmargas, material sedimentario fácilmente delez-nable, son erosionadas por el agua de escorren-tía, especialmente tras lluvias de cierta magni-tud. Son, por tanto, cauces de un elevado dina-mismo cuya geomorfología está sujeta a conti-nuos cambios, factor que determina asimismo elelevado grado de ramificación (orden jerárquico)de estas redes de drenaje.

Dada la naturaleza del sustrato (con predomi-nio de margas miocénicas y del Trias), las aguasque discurren por estas ramblas presentan unelevado contenido en sales, con concentracionesque oscilan entre 1-28 g/l y que pueden alcanzarvalores de hasta 280 g/l, en el caso de las ram-blas hipersalinas.

El grado de salinidad es, precisamente, unode los principales factores que determinan lacomposición de las comunidades animales y ve-getales de la rambla. La vegetación de los cau-ces no suele ser muy abundante. Se trata, por logeneral, de amplios lechos en los que el agua,fundamentalmente con carácter temporal, circulaen una estrecha lámina de escasa profundidad(2-15 cm). El lecho de estos cauces está consti-tuido por abundantes sedimentos cuya granulo-metría va desde los cantos, en la margen másexterna del lecho, hasta las arenas y/o arcillasen el centro del cauce. La presencia de un lecho

de margas grises consolidadas es también ca-racterístico de este tipo de cauces. La vegeta-ción queda limitada a las márgenes más exter-nas del cauce siendo, precisamente la granulo-metría de los sedimentos, el factor último quedetermina la abundancia relativa de las diferen-tes especies vegetales presentes.

En aquellos cauces donde predominan loscantos y las gravas es común la presencia de losbaladres (Nerium oleander), donde pueden llegara alcanzar importantes densidades, como en larambla de Perea (Mula), cuyas aguas presentanuna salinidad media de 1,9 g/l. En aquellos cau-ces donde predominan los sedimentos finos, li-mos y arcillas, son los tarays (Tamarix canariensisy boveana, entre las especies más comunes) losque constituyen la vegetación dominante. Cuantomás abundantes y profundos son los sedimentosfinos, mayor porte alcanzan los tarays, como enla rambla del Moro (Cieza) o la rambla Salada (Al-cantarilla), donde llegan a formar pequeños bos-quetes en las zonas más anchas del cauce y enlos meandros. La presencia y densidad del carrizo(Phragmites australis) depende del grado de sali-nidad del agua. En aquellas ramblas de salinidadelevada (15-17 g/l), el carrizo, de escaso porte,ocupa una posición marginal con densidades muybajas. Conforme la salinidad desciende (8-10g/l), fundamentalmente como consecuencia delaporte de aguas de riego de menor salinidad, elcarrizo ocupa una posición central en el cauce,pudiendo llegar a cubrirlo completamente. Otrasespecies típicas y acompañantes esporádicas delas ya mencionadas son el junco churrero (Scir-pus holoschaenus), Juncus maritimus, y las so-sas, Sarcocornia fruticosa y Arthrocnemun ma-crostachium, junto con especies halonitrófilas co-mo Suaeda vera, Salsola genistoides, y varias es-pecies de Limonium. La retama (Retama sphaero-carpa) es también de presencia frecuente en loscauces secos de las ramblas junto con Ditrichiaviscosa, Inula crithmoides, Atriplex glauca y Arte-misia herba-alba, entre las más abundantes.

En el agua, dependiendo del grado de salini-dad y de la temporalidad, podemos encontrar dis-tintas especies de macrófitos junto a las comple-jas comunidades del perifiton, que aparecen for-mando un tapiz sobre el sustrato del fondo delcauce. Entre las especies de macrófitos más co-munes destacan: Ruppia maritima, Zanichelia pe-

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dunculata y distintas especies de Enteromorpha.Cladophora glomerata y las diferentes especiesde Chara son las algas más abundantes allá don-de la salinidad disminuye (1-3 g/l).

En las zonas media y, fundamentalmente, bajade estas cuencas y relacionado con la existenciade descargas de agua subterránea más o menosprofundas, es típica la presencia de pequeños hu-medales asociados o ubicados en el mismo lechode los cauces que constituyen la red de drenaje.La extensión de los mismos dependerá tanto dela magnitud de la descarga de agua subterráneacomo de la geomorfología del terreno. Las espe-cies vegetales de estos humedales, dominadospor comunidades halonitrófilas, no difieren signifi-cativamente de las presentes en el resto del cau-ce, aunque sí su porte y densidad, lo que se tra-duce en una singularidad paisajística de notableinterés ecológico. A diferencia de la mayoría delos cauces de las cuencas margosas, el agua delos humedales tiende a permanecer durante todoel año, aunque su extensión y profundidad sufranimportantes variaciones (GÓMEZ, 1995). Lo queposibilita la presencia de ciertas especies vege-tales y animales ausentes en el resto del territo-rio, donde el estiaje no permite su permanencia.

En la cabecera del humedal, donde aflora elagua subterránea a la superficie, se localiza lamayor densidad de helófitos, principalmentePhragmites australis. La extensión del carrizal de-penderá de la magnitud de la descarga de aguasubterránea. Conforme el agua fluye aguas aba-jo, en forma de una lámina somera más o menoscontinua entre la vegetación, la salinidad va au-mentando y la vegetación queda constituida, prin-cipalmente, por Quenopodiáceas como Arthroc-nemum macrostachyum, Sarcocornia fruticosa ySuaeda vera. Los tarays (T. canariensis y T. bovea-na) aparecen distribuidos de manera dispersa,por la parte alta y medio-alta del humedal. En elsector más bajo, el lecho del humedal tiende aestrecharse y el agua termina encauzándose. Enesta zona, la vegetación se distribuye de nuevoen bandas; próximo al curso de agua pueden apa-recer Juncus maritimus y más ocasionalmentesubulatus. A continuación, las Quenopodiáceas ymarginalmente otras halófitas como varias espe-cies de Limonium, Anabasis, Frankenia, etc.

En cuanto a la vegetación sumergida, dos es-pecies de macrófitos; Vaucheria sp. y Ruppia ma-

ritima, junto a las comunidades del perifiton,componen la vegetación acuática dominante deestos humedales.

En cuanto a la composición iónica del agua delas ramblas margosas predominan las aguas sul-fato-clorurado sódicas, resultado de la composi-ción del sustrato, rico en yesos (sulfato cálcico) yhalita (cloruro sódico). En relación a los nutrien-tes, el contenido en nitrógeno y fósforo es muyvariable, como ha sido comentado anteriormen-te, pero en general son las ramblas de cuencasmargosas las que presentan un mayor contenidoen nitratos, como consecuencia de la naturalezade su sustrato.

Las ramblas margosas son el tipo más abun-dante y característico de la Región, encontrándo-se ampliamente distribuidas (tabla 3). En la zo-na del noreste se localizan las ramblas del AguaAmarga (Cieza), Judío y Moro (Cieza-Jumilla),ramblas de largo recorrido que desembocan enel río Segura por su margen izquierda. Más al este, las ramblas del Tinajón (Ulea-Archena), delSalar (Ulea-Blanca) y Carrizalejo (Ulea), que de-ben sus elevadas salinidades al afloramiento demargas del Keuper; las ramblas de Ajauque ySalada (Fortuna) y las de la cuenca del río Chica-mo, que comprende un elevado número de cau-ces (Rbla. de Barinas, Balonga, la Parra, de laFont y Cantalar, entre otros). En la cuenca del ríoQuípar se encuentran los rameles, conjunto deramblas que drenan el área de los Campos delCagitán y confluyen hacia el embalse del Quípar:Ramel del Hoyo, del Pozuelo, Ramel Chico y delas Contiendas. Próximas al embalse se encuen-tra el barranco del Salero, donde afloran lasmargas yesíferas del Keuper, factor que determi-na que en las proximidades del mismo se ubica-ran las salinas de la Ramona. La rambla del Cár-cabo (Calasparra), en la margen derecha del Se-gura, de menor recorrido, es asimismo un ejem-plo de rambla margosa en buen estado de con-servación. Más abajo desembocan en el Seguralas ramblas de Benito (Abarán) y del Mayés(Ojós-Villanueva).

En la zona centro de la Región, la cuenca delrío Mula reúne un elevado número de cauces; en-tre los más característicos, rambla Malvariche(Pliego), la rambla de Doña Ana, Perea y Albudei-te (Mula). La rambla Salada de Alcantarilla, quedesemboca en el Segura por su margen derecha,

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3. Resultados

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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es también un buen representante de este tipode ramblas.

En la cuenca del río Guadalentín cabe desta-car, en su parte media-alta, las ramblas de Torreal-villa y Lébor (Lorca) y en su parte media-baja, larambla de Algeciras (Alhama-Librilla), Librilla, Be-lén y Salinas (Alcantarilla). Al este se encuentra el

conjunto de ramblas que bajan del puerto del Ga-rruchal hacia el Segura.

El último núcleo importante de ramblas mar-gosas se sitúa en el litoral, en la cuenca de larambla de las Moreras (Mazarrón), que compren-de cauces tan importantes como la rambla delReventón (MORENO et al., 1999).

Tabla 3Algunos ejemplos de ramblas de cuencas margosas en la Región de Murcia. Los valores de los parámetros físicoquímicosson concentraciones medias correspondientes a diferentes años del período 1985-2001. Los valores entre paréntesiscorresponden exclusivamente al año 2001. Datos extraídos de Vidal-Abarca, 1985; Suárez, 1986; datos propios del

Grupo de Investigación de Ecología de Aguas Continentales, Dpto. de Ecología e Hidrología.

Rambla T.M. CuencaCOND SAL NO3– PO3–

4

µmhos/cm g/l mg/l µg/l

Rbl. Agua Amarga Cieza Segura 13.000 (32.000) 10 (17) 2,0 0,0

Rbl. Judío Cieza, Jumilla Segura 39.309 (9.000) 27,5 (5,5) 1,8 1.061,4

Rbl. del Moro Cieza, Jumilla Segura 11.350 (34.000) 8,1 (19,5) 2,7 246,7

Rbl. del Salar I Ulea, Blanca Segura 8.350 (11.000) 5,5 (7) 0,0 105,6

Rbl. del Salar II Ulea, Blanca Segura 20.400 12,1 2,2 72,0

Brrco. del Mulo I Ulea Segura 11.200 6,20 0,7 93,1

Brrco. del Mulo II Ulea Segura 38.000 25,00 2,2 103,7

Rbl. del Carrizalejo Ulea Segura 35.000 (18.000) 25,2 (10,5) 0,2 48,0

Rbl. Tinajón Ulea, Archena Segura 16.516 (11.000) 10,5 (7) 7,5 642,4

Rbl. del Salar Villanueva del R. S., Segura 14.300 9,20 1,1 3.770,9Archena

Rbl. del Cantalar Fortuna Segura 13.100 (4.500) 7,9 (3) 2,3 41,3

Rbl. de Ajauque Abanilla-Fortuna Segura 12.000 8,0 8,5 –

Rbl. Salada Molina-Fortuna Segura 10.2645 (90.000) 79 (51,4) 10,1 42,7

Rbl. de la Parra Abanilla Chicamo 21750 (22.000) 15,0 (16) 2,6 17,8

Rbl. de la Font Abanilla Chicamo 20.456 14,0 – –

Rbl. Balonga Abanilla Chicamo 11.050 (21.00) 7,0 (16) – –

Arroyo de Agüica Moratalla Benamor (seca)

Arroyo de Ulea Moratalla Benamor (seca)

Rbl. del Melgarejo Calasparra Quípar (seca)

Bco. del Salero Calasparra Quípar 36.000 27,0 – –

Rbl. de Benito Abarán Segura 1.355 0,8 8,7 228,0

Rbl. del Mayés Ojós, Villanueva R.S. Segura 1.550 1,20 24,2 1.345,0

R. del Ceacejo I Cehegín-Bullas Mula 980 0,6 3,9 957,1

R. del Ceacejo II Cehegín-Bullas Mula 1.020 0,7 0,9 0,0

R. del Ceacejo III Cehegín-Bullas Mula 2.962 0,5 2,2 75,8

R. de Ucenda I Bullas Mula 1.050 0,75 4,0 0,0

R. de Ucenda II Bullas Mula 1.040 0,5 4,3 0,0

R. de Codona Mula Mula 11.200 0,68 0,2 0,0

R. Caputa Mula Mula 2.885 2,0 11,2 7,2

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3. Resultados

Actividades e impactos

Las ramblas de cuencas margosas son el tipode rambla más impactado por la actividad antrópi-ca. Son varios los factores que convergen y quedeterminan que en ellas se registren el mayor nú-mero de agresiones al medio. Su proximidad a losnúcleos de población (urbanos y rurales), las ha-ce receptoras de vertidos, escombros y basuras,a la vez que son vías de paso para la circulaciónrodada y el ganado, que abreva y se alimenta enellas. También son frecuentes las quemas de lavegetación, fundamentalmente de los carrizales,con objeto de “limpiar” o de ofrecer tallos frescos

al ganado y las canalizaciones (p.e. ramblas deAlbudeite, Librilla y del Judío en Jumilla). En otrasocasiones son totalmente ocupadas (infraestruc-turas, urbanizaciones, campings, etc.) o roturadaspara el cultivo. En relación a este último aspectoson típicas de las cuencas margosas las caña-das; tramos de ramblas completamente rotura-das y dedicadas al cultivo de secano.

Debido a su proximidad a núcleos urbanoshan sido especialmente modificadas por el Plande Defensa Frente a Avenidas. Así, se han cons-truido en los últimos años las presas de los em-balses de Algeciras, Doña Ana, Moro, Judío y delCárcabo, además del embalse construido en la

Rambla T.M. CuencaCOND SAL NO3– PO3–

4

µmhos/cm g/l mg/l µg/l

Rbl. Perea I Mula Mula 1.651 (6.000) 1,1 (4) 3,3 50,9

Rbl. Perea II Mula Mula 2.402 2,8 28,2 6,3

Rbl. de Gracia Mula Mula 23.000 28,0 – –

R. de Zarzadilla I Pliego Mula 1.885 1,1 0,8 31,7

R. de Zarzadilla II Pliego Mula 1.855 1,1 0,3 0,0

R. de Malvariche I Pliego Mula 1.508 1,0 5,8 0,0

R. de Malvariche II Pliego Mula 1.240 0,8 7,5 3,8

R. del Huérfano Pliego Mula 1.150 0,8 7,4 0,0

R. de Dña. Ana I Mula Mula 6.000 3,73 0,0 3,8

R. de Dña. Ana II Mula Mula 5.900 3,7 2,3 187,2

Brrco. de la Plata I Mula Mula 950 0,3 0,1 0,0

Brrco. de la Plata II Mula Mula 1.020 0,4 5,6 5,8

Rbl. de Albudeite Mula Mula 2.832 (5.000) 2 (4) 4,3 2,1

Rbl. del Estrecho Lorca Guadalentín 5.100 4,0 – –

Rbl. Torrealvilla Lorca Guadalentín 10.166 (6.000) 8,0 (5) 1,5 3,9

Rbl. de Librilla Alcantarilla Guadalentín (seca)

Rbl. de Belén Alcantarilla Guadalentín 17.000 13,0 – –

Rbl. de las Salinas Alcantarilla Guadalentín – >50 g/l – –

Rbl. de Canfur Mula Segura 1.500 0,80 3,1 238,1

Rbl. Salada Mula, Murcia, Segura 10.000 6,20 2,0 39,4Las Torres

Rbl. Garruchal Beniaján Segura 15.626 9,5 108,7 14,3

Rbl. Reventón Mazarrón R. Moreras 23.320 (15.000) 16,1 (13) 159,1 11,8

Rbl. de Murcia Mazarrón R. Moreras 13.000 10,0 – –

Rbl. Salada Mazarrón R. Moreras 15.000 13,0 – –

Rbl. Majada Mazarrón R. Moreras 9.985 (13.000) 6,5 (5) 63,7 42,6

Rbl. de las Moreras Mazarrón R. Moreras 3.024 3,0

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

116

rambla del Mayés, cuya función es regular partede los caudales del trasvase Tajo-Segura.

La extracción de áridos (graveras) es otra delas actividades típicas en este tipo de ramblas.Junto con el impacto que se deriva de esta activi-dad hay que citar que una de sus consecuenciases la aparición de charcas (en ocasiones de gransuperficie) en el lecho de la rambla, constituyen-do hábitat y refugio para numerosas especies deorganismos (p.e. gravera de la rambla de las Mo-reras, Mazarrón).

Otras actividades, menos impactantes, quese realizan en estas ramblas son: la caza, la re-colección de siemprevivas (plantas del género Li-monium), de carrizo (Phragmites australis) parala elaboración de techumbres y el baño (p.e., elcharco del Zorro en la Rbla. del Judío, Jumilla).En relación con esta última actividad, ciertasramblas saladas son especialmente apreciadaspor la virtud terapéutica de sus sales y lodos, co-mo es el caso de la rambla Salada de Fortuna,que registra durante el verano una importanteafluencia de gente, que se baña en las pozasque ellos mismos recrecen. En este sentido, ca-be, citar por curioso, el sondeo geotérmico delSaladillo (Mazarrón) próximo a la rambla de losAznares, tubutaria a la rambla de las Moreras,cuyas aguas termales son utilizadas, actualmen-te, para el baño.

Relacionado con usos históricos, junto con laextracción de la sal de las ramblas hipersalinas,que será comentado posteriormente en detalle,está el aprovechamiento de las aguas de aveni-da mediante el uso de boqueras, actualmente endesuso. Esta última actividad ha dejado ciertashuellas de interés cultural o ecológico como sonrespectivamente la presa de Román, en la ram-bla de la Raja (cuenca de la Rbla. del Moro, Aba-rán-Jumilla) o la boquera de Tabala (rambla Sala-da, Murcia) donde actualmente se ha creado unhumedal de importante interés ecológico catalo-gado en el Inventario de Humedales de la Región(VARIOS AUTORES, 1990).

El gradiente longitudinal cabecera-desembocadura

De entre las tres tipologías de ramblas, lasque discurren por cuencas margosas son lasque mayor variación presentan a lo largo del ejelongitudinal cabecera-desembocadura. Es fre-

cuente que las cabeceras de estas ramblas sesitúen entre materiales de mayor consistencia,como areniscas, conglomerados e incluso cali-zas. En esta zona, el aspecto de las ramblas seasemeja al de un barranco: cauces estrechos(2-4 m), por los que el agua circula, normalmen-te, de forma esporádica, con abundantes sedi-mentos gruesos (bloques, cantos y/o gravas) ydesprovistos de vegetación. En aquellos caucesen los que el agua está presente, bien de formapermanente o temporal, la salinidad no sueleser elevada (3-6 g/l), lo que permite la presenciade especies como el baladre (Nerium oleander),el carrizo, (Phragmites australis) algunas espe-cies de juncos (Juncus maritimus, subulatus,Scirpus holoschaenus) e incluso en zonas decharcas o pozas de la enea (Typha dominguen-sis). Conforme se desciende hacia la zona me-dia de la cuenca, los cauces se ensanchan y elagua va configurando un paisaje de cárcavas en-tre las margas; el aspecto de las ramblas cam-bia por completo. Los sedimentos gruesos danpaso a los de textura media, cuya disposición alo ancho del cauce se hace más regular; en cier-tos tramos afloran las margas grises, consolida-das, en el fondo del lecho. El agua, si está pre-sente, discurre por una estrecha lámina única, oanastomosada, dejando en este caso pequeñosislotes de sedimentos.

La salinidad, conforme se desciende desde lacabecera a la desembocadura, se incrementa deforma paulatina como consecuencia del continuolavado y aporte de sales, siendo típicos de estazona media valores entre 9-13 g/l. En ocasiones,la presencia de afloramientos de margas delKeuper, ricas en yesos, produce súbitos incre-mentos de la salinidad, como tiene lugar, porejemplo, en la rambla de la Parra (Abanilla) o enrambla Salada (Fortuna). La vegetación de cabe-cera es reemplazada, fundamentalmente, por lostarays de escaso porte y las halófilas Arthrocne-mum y Sarcocornia fruticosa; el carrizo puede te-ner una presencia esporádica.

Si la geomorfología del terreno lo permite, enesta zona media de la cuenca es frecuente la ro-turación del cauce y su puesta en cultivo aprove-chando la fertilidad de los sedimentos de la ram-bla. Constituyen las denominadas cañadas, algu-nas de notable importancia como la cañada delJudío (Jumilla), cañada Honda (Campos del Río) o

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el Alto de las Cañadas o Cañadas de Romero(Mazarrón), entre otras.

En la parte baja de la cuenca, la salinidad delas ramblas que discurren por margas puede al-canzar valores medios de 16 – 20 g/l. Los cau-ces se ensanchan considerablemente 20-30 m yla abundancia de materiales finos permite el de-sarrollo de tarays de elevado porte. Es aquí, enla zona de descarga de la cuenca, donde con ma-yor frecuencia aparecen los humedales asocia-dos a los cauces. Asimismo, es donde mayorefecto tiene la extensión de las tierras de rega-dío, siendo común la proliferación masiva del ca-rrizo, que llega a cubrir totalmente el cauce de larambla, como consecuencia del descenso de lasalinidad (3-5 g/l) y el aporte de nutrientes pro-cedentes del lixiviado de los suelos agrícolas.

En aquellas ocasiones en las que la rambladesemboca en un cauce de menor salinidad, co-mo es el caso de las ramblas de Agua Amarga(Cieza), Judío y Moro (Cieza-Jumilla), que viertensus aguas al río Segura, es típica la presencia decarrizo en el tramo final de la rambla, junto con lacaña (Arundo donax), e incluso de algún chopo(Populus nigra), como es el caso de la desembo-cadura de la rambla del Judío.

La tipología de las ramblas litorales que dis-curren entre margas, como las de la cuenca dela rambla de las Moreras (Mazarrón): rambla delReventón, rambla de Murcia, Salada, etc., esmuy semejante a la descrita, con la salvedad deque dada su proximidad al mar la fuerza erosivade éstas es aún mayor. Presentan, por tanto,cauces más amplios que las ramblas de interior(30-80 m) con abundantes sedimentos gruesos(grandes bloques, cantos y gravas) de distribu-ción muy heterogénea y escasa vegetación, dadala fuerza con que circula el agua; la salinidad deestas ramblas varía entre 7-13 g/l, incrementán-dose durante los meses de verano.

Importancia de los humedales asociados a ramblas

Como ya ha sido comentado anteriormente, lapresencia de humedales asociados a las redesde drenaje es un fenómeno común en las zonasbajas de las cuencas margosas, principal área dedescarga de las aguas de escorrentía superficialy subsuperficial. Es precisamente esta estratégi-ca localización lo que les otorga un elevado po-

tencial para actuar como filtros verdes, al ser ca-paces de interceptar, retener, transformar y elimi-nar una parte importante de los nutrientes (nitró-geno y fósforo) que a ellos llegan, transportadosen el agua de escorrentía (GÓMEZ, 1995). El he-cho de que las actividades agrícolas, principalfuente externa de nutrientes, tiendan a concen-trarse en las zonas bajas de las cuencas de dre-naje, resalta el importante papel que estos hume-dales juegan en el control de la eutrofización delas aguas. Sin embargo, acciones tales como laroturación de los cauces, canalizaciones, vertidosy la sobreexplotación de acuíferos inciden de for-ma decisiva no sólo en el funcionamiento del hu-medal (GÓMEZ, 1995), sino en su permanencia.

Las ramblas hipersalinas

En el extremo superior del gradiente de salini-dad que se puede encontrar entre las ramblasque discurren por cuencas margosas, se encuen-tran las ramblas hipersalinas. Se trata de ram-blas, permanentes o temporales, que transpor-tan aguas de una elevada salinidad, (> 30 g/l.).En la Región de Murcia son abundantes los ejem-plos de este tipo de ramblas: Rbla. de Salinas (Al-cantarilla), Rbla. Salada (Fortuna); Rbla. de lasSalinas (Molina); Rbla. de Salinas (Jumilla), entreotras (tabla 4). Debido a la elevada salinidad quepueden llegar a alcanzar sus aguas (190-280g/l.), el componente vegetal de estas ramblasqueda limitado a la presencia de algún taray ais-lado y a las halonitrófilas como Sarcocornia fruti-cosa, Suaeda vera y varias especies de Limo-nium, estando la vegetación acuática completa-mente ausente.

Entre los macroinver tebrados, únicamenteOcthebius glaber, especie diminuta de escaraba-jo acuático, es capaz de tolerar las condicionesde salinidad existentes en estas aguas. Esta es-pecie de Coleóptero fue descrita por primera vezpara la Ciencia en 1988 (MONTES Y SOLER,1988) en una de las ramblas hipersalinas quedesembocan en la margen derecha del embalsedel Quípar (salinas de la Ramona, Calasparra).

Desde el punto de vista de su composición ió-nica, estas aguas se clasifican como clorurado-sódicas, con una proporción de cloruros de entreel 80-95 % y de sulfatos del 15-18 %. Asociado alas ramblas hipersalinas existió desde antiguo y

117

3. Resultados

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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Rambla T.M. Denominación de la salina

Rambla del Zacatín (cuenca del río Alhárabe) Moratalla Salinas del Zacatín

Barranco del Salero Calasparra Salinas de la Ramona

Rambla de Salinas Jumilla Salinas del Principal*

Barranco San Cristóbal Jumilla Salinas de la Rosa*

Rambla de la Casa del Salero Jumilla Salinas del Águila

Rambla Salada Molina del Segura Salinas de Molina*

Rambla Salada Fortuna Salinas de Rambla Salada

Rambla de la Murta (cuenca Rbla. del Cárcabo) Cieza Salinas de la Casa del Salero

Rambla de Salinas Alcantarilla Salinas de Sangonera

Tabla 4Registro de ramblas hipersalinas con salinas asociadas (en explotación * o abandonadas) de la Región de Murcia.

DENOMINACIÓN: RAMBLA DE AJAUQUE

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Segura

T. MUNICIPAL/ES: Fortuna

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas permanentes. Naturaleza clo-ruada-sódica. Salinidad variable, con valores en-tre 5 g/l a 10 g/l, según gradiente cabecera-de-sembocadura. Nutrientes: 1,6-3,2 mg/l N-NO3 y33-121 µg/l P-PO4 (Varios Autores, 1995). Ten-dencia a la eutrofización en ciertos tramos afec-tados por el regadío.

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Dominan los Dípteros, sin embargo entre las especies más singulares el hete-ACUÁTICAS: róptero: Sigara selecta y el Coleóptero Octhebius glaber. Presencia de limícolas y larolimícolas nidifi-

cantes: Cigüeñuela; Chorlitejo Patinegro y Chico y el Charrancito. Macrófitos: Cladophora fracta y Ente-romorpha intestinalis, junto con Vaucheria dichotoma, entre las más abundantes.

VEGETACIÓN Juncus maritimus, J. subulatus, Phragmites australis, Tamarix boveana, y T. canariensis, Anabasis hispánicaDE RIBERA: y diversas especies de Limonium como dominantes. Ligada a los yesos comunidad gipsícola muy singular.

VALORES Rambla típica de cuencas margosas, en su lugar paisaje acarcavado (bad-lands). Interesantes comuni-AMBIENTALES: dades de aves de carrizal y saladares densos. A la rambla se asocian los humedales de Derramadores

y Ajauque, constituyendo un complejo ecológico y funcional de notable valor tanto en el contexto regio-nal como a nivel europeo (Varios Autores, 1996). Forma parte del Paisaje Protegido del Humedal deAjauque y Rambla Salada (Ley 4/1992 de 30 de Julio).

ACTIVIDADES Ligado al nacimiento de la rambla se encuentran los baños de Fortuna, afloramiento de aguas terma-E IMPACTOS: les de interés geológico, cultural medicinal y recreativo. Afloramientos de rocas volcánicas (fortunitas

de los Cabecicos Negros) con importante actividad extractiva en otras épocas. La agricultura es el prin-cipal uso del suelo con una importante y preocupante extensión del regadío, primeros indicios de dul-cificación del medio (Gómez et al., en prensa). Importante actividad ganadera de ovejas. Caza contro-lada. Gran tradición en la competición con “palomos de pica”. Los caudales de la rambla en su tramobajo se encuentran regulados por el embalse de Santomera (1996).

BIBLIOGRAFÍA Ballesteros y Robledano, 1998; Gómez et al., en prensa; Varios Autores, 1995.

todavía hoy persiste, aunque ya muy reducida,una importante actividad de extracción salinera.Actualmente, en la Región de Murcia permanecenactivas un total de 3 salinas de interior, de las 9catalogadas. Estos sistemas extractivos, funda-

mentalmente artesanales, suponen en sí mis-mos unos interesantes sistemas desde el puntode vista ecológico, por lo que son tratados en de-talle e incluidos en el inventario de humedales dela Región de Murcia (VARIOS AUTORES, 1990).

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3. Resultados

DENOMINACIÓN: RAMBLA DEL JUDÍO

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Segura

T. MUNICIPAL/ES: Cieza, Jumilla y Yecla

HIDROLOGÍA: Rambla con tramos de aguas temporales y per-manentes. Surgencia permanente: Fuente delJudío. Caudal de la rambla en el verano 30 l/s.Aguas alcalinas y muy tamponadas, ricas encarbonatos. Rango de salinidad entre 5-13g/l. Nutrientes: 0,5-4,0 de N-NO3 y 0,0-0,7µg/l de P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Dominan los Dípteros,ACUÁTICAS: Heterópteros, Coleópteros por riqueza y densi-

dad. Otros grupos presentes son los Crustáceos, Odonatos, y Efemerópteros. Macrófitos: Espe-cies típicas de ambientes salobres; Cladophora sp, Enteromorpha sp., E. clathrata, Spyrogyra sp.

VEGETACIÓN Phragmites australis, Tamarix canariensis, Juncus maritimus, y Scirpus holoschoenus, como do-DE RIBERA: minantes.

VALORES Rambla típica de cuencas margosas. Comunidades halófilas presentes. Presencia de nuevas ci-AMBIENTALES: tas de algas clorofíceas para el SE (Enteromorpha clathrata) (Aboal, 1988).

ACTIVIDADES A 5 km de su desembocadura se localiza la presa del Judío. Roturación extensiva en toda la cuen-E IMPACTOS: ca (p.e., cañada del Judío) e intensificación del regadío. Acuíferos sobreexplotados. Rambla bas-

tante alterada, fundamentalmente como consecuencia del regadío y el control de sus caudalespor la presa del Judío.

BIBLIOGRAFÍA: Miñano, 1994; Ortega, 1988.

DENOMINACIÓN: RAMBLA DEL MORO

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Segura

T. MUNICIPAL/ES: Cieza

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas temporales.Aguas alcalinas y muy tamponadas, con valo-res superiores a 4 meq/l. Rango de conducti-vidad entre 9.200 - 13.500 µmhos/cm, se de-finen como aguas clorurosulfatadas. Nutrien-tes: 0,6-0,8 mg N-NO3- y 3,2-132,5 µg P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Dominan los Dípteros,ACUÁTICAS: Heterópteros, Coleópteros y Odonatos. La co-

munidad se define como típica de ambientesde gran inestabilidad. Macrófitos: Chara vulgaris, Zanichellia palustris, Cladophora glomerata, En-teromorpha intestinalis, Spyrogyra sp.

VEGETACIÓN Juncus maritimus, Scirpus holoschoenus, Carex sp., Phragmites australis, Tamarix gallica, comoDE RIBERA: dominantes.

VALORES Rambla típica de cuencas margosas. Comunidades halófilas presentes. En las proximidades deAMBIENTALES: la presa del Moro se ha desarrollado un bosquete de tarays, de porte considerable. Se determi-

nó por primera vez, el Coleóptero Nebrioporus mariae, nueva especie para España (Millán & Roc-chi, 1991). Así como varias especies de algas clorofíceas, que han supuesto nuevas citas parael sureste (Aboal, 1988). En la Rbl. de la Raja, cauce tributario, se encuentra la presa de Román(Abarán-Jumilla) de notable valor histórico-cultural. Constituye uno de los cauces con mayor enti-dad de la cuenca del Segura.

ACTIVIDADES Actividades: Caza y pastoreo intenso. El principal impacto que registra esta rambla es la presen-E IMPACTOS: cia de la presa del Moro (Plan de Defensa de Avenidas), que ha reducido totalmente la lámina de

agua aguas abajo de dicha presa. Problemas de eutrofización en el agua embalsada de la presa.Presencia de basuras y escombros.

BIBLIOGRAFÍA: Ortega, 1988.

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Humedales y ramblas de la Región de Murcia

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DENOMINACIÓN: RAMBLA DE PEREA

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Mula

T. MUNICIPAL/ES: Mula

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas permanentes.Aguas de baja salinidad (1-3 g/l). Rango deconductividad entre 1.600 - 3.300 µmhos/cm. Nutrientes: 0,4-7,6 mg/l N-NO3- y 4,2-70,8 µg P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Comunidad bien repre-ACUÁTICAS: sentada por especies de los diferentes órdenes:

Moluscos, Dípteros, Heterópteros, Coleópteros,Odonatos, Crustáceos, Efímeras, Tricópteros yOligoquetos. Macrófitos: Chara vulgaris vulgaris, Chara v. crassicaulis, C. Globularis, C. Hispida,Nasturtium officinale, Zygnematales, Ulotricales y Cianofíceas.

VEGETACIÓN Phragmites australis y Nerium oleander, como dominantes.DE RIBERA:

VALORES Rambla típica de cuencas margosas. Primera cita para la Región de Murcia del Isópodo AMBIENTALES: Tiphlocirolana margalefi crustáceo de ambientes acuáticos subterráneos de distribución medite-

rránea (Fte., Caputa, com. per. Mellado, 2003). Presencia del manantial Fuente Caputa de eleva-do valor ecológico.

ACTIVIDADES Actividades: Caza y pastoreo intenso.E IMPACTOS: Presencia de basuras y escombros.

BIBLIOGRAFÍA: Suárez, 1986.

DENOMINACIÓN: RAMBLA DEL REVENTÓN

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Rambla de las Moreras

T. MUNICIPAL/ES: Mazarrón

HIDROLOGÍA: Rambla con tramos de aguas permanentes ytemporales. Caudal medio de 6 l/s.Aguas de alcalinidad media: 2,9-3,5 meq/l.Salinidad elevada, 10 g/l de media,se definencomo aguas cloruro-sulfatada, sódico-masné-sicas. Nutrientes: 7 mg/l N-NO3- y 2 µg/l P-PO4

3-, de media.

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Elevada riqueza de es-ACUÁTICAS: pecies. Especies endémicas e iberoafricanis-

mos. Macrófitos: Chara spp. Ruppia maritima y Zanichellia pedunculata, Cladophora fracta, Ente-romorpha flexuosa, E. intestinalis, Rhizoclonium hieroglyphicum, Spyrogyra spp., Zygnema spp.

VEGETACIÓN Juncus maritimus, Cyperus distachyos, Phragmites australis, Tamarix canariensis, Salsola genis-DE RIBERA: toides e Inula chritmoides como dominantes.

VALORES Formaciones halófilas típicas. Incluye hábitats de interés comunitario, con poblaciones de Tama-AMBIENTALES: rix canariensis, junto a diferentes especies de Limonium, Juncus y Cyperus. Reúne varias espe-

cies de Coleópteros endémicos: Nebriopporus baeticus, Ochthebius montesi y O. tacapasensis.Presentes la Cigüeñuela (Himantopus himantopus), el Chorlitejo Chico (Charadrius dubius) y elAndarríos Grande (Tringa ochropus), especies incluidas en el Catálogo Nac. de Especies Amena-zadas. Presencia del Galápogo Leproso (Mauremys caspica), especie amenazada en la CE. Unade las ramblas litorales de mayor entidad.

ACTIVIDADES La Rbl. del Reventón aportó 500 m3 a la riada del 7/9/1989, con un caudal final en la Rbl. deE IMPACTOS: las Moreras de 1300 m3/s, que arrasó el camping de Bolnuevo. Usos y actividades: Vertido de

residuos de diferente tipología, extracción de áridos, apertura de caminos, pastoreo intensivo. Laagricultura representa el principal uso del suelo en las inmediaciones de la rambla, de secano (al-mendro y olivo) y regadío (tomate en invernadero y melón).

BIBLIOGRAFÍA: Moreno, 1994; Moreno, et al., 1997.

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121

3. Resultados

DENOMINACIÓN: RAMBLA SALADA

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Segura

T. MUNICIPAL/ES: Molina - Fortuna

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas permanentes. Rango decaudal entre 0,02-0,2 l/s. Aguas de muy bajaalcalinidad: 0,17-0,2 meq/l. Conductividadentre 23.900-32.200 µmhos/cm. Salinidad:14,8-20,2 g/l. Aguas clorurado-sódicas y sul-fato-sódicas. Nutrientes: 0,1-3,9 mg N-NO3- y0,0-0,2 µg/l P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Dominan los Coleópte-ACUÁTICAS: ros, Dípteros, Heterópteros, y Odonatos. Co-

leópteros endémicos: Nebrioporus baeticus, Ochthebius montesi, O. glaber. Macrófitos: Cladop-hora fracta, Enteromorpha intestinalis, Ruppia maritima, Vaucheria dichotoma, Calothrix braunii, yLyngbya epiphytica, alga epífita sobre clorofíceas filamentosas (Aboal, 1988b). Presencia de Gam-busia affinis, prox al embalse.

VEGETACIÓN Phragmites australis, Tamarix canariensis, T. bovena, Juncus maritimus, Juncus subulatus, Sar-DE RIBERA: cocornia fruticosa, Limonium sp. como dominantes.

VALORES Forma parte del Paisaje Protegido de Rambla Salada y Ajauque (Ley 4/1992, de 30 de julio). Ram-AMBIENTALES: bla típica de cuencas margosas en buen estado de conservación. Presenta hábitats de interés co-

munitario (comunidades halonitrófilas). Presencia de Coleópteros endémicos y exclusivos del tipode hábitat. Asociada a la rambla se encuentra una antigua explotación salinera, actualmente re-cuperada como recurso didáctico. Existe un Centro de Interpretación.

ACTIVIDADES Los caudales de la rambla en su tramo bajo se encuentran regulados por el embalse de Santo-E IMPACTOS: mera (1996). Gran tradición en la competición con “palomos de pica”. En ciertos tramos de la

rambla son típicos los baños de lodo, actividad con creciente interés lúdico-recreativo. Las aguasde la rambla son utilizadas en ciertos tramos. La agricultura es el principal uso del suelo, con unaimportante extensión del regadío. Importante descenso de la salinidad, en el año 1983 se regis-traban salinidades máximas de 103 g/l. Actualmente, las aguas de la rambla no pueden ser ca-talogadas de hipersalinas.

BIBLIOGRAFÍA: Ballesteros et al., 1998; Varios Autores, 1995;.Varios Autores, 1998.

DENOMINACIÓN: RAMBLA DE LAS SALINAS

TIPO: Rambla de cuenca margosa

CUENCA: Río Guadalentín

T. MUNICIPAL/ES: Alcantarilla

HIDROLOGÍA: Rambla permanente de aguas hipersalinas,>30 g/l.

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Presencia exclusiva delACUÁTICAS: Coleóptero Octhebius glaber. Macrófitos: Au-

sentes.

VEGETACIÓN Ausente.DE RIBERA:

VALORES Rambla típica de aguas hipersalinas. Comu-AMBIENTALES: nidades de plantas halófilas presentes. En las

proximidades de la rambla se localizan las sa-linas de Sangonera, actualmente fuera de ex-plotación. Estado de conservación bastantebueno.

ACTIVIDADES Actividades: En las antiguas salinas, extrac-E IMPACTOS: ción de agua subterránea hipersalina, para su

venta como salmuera. El regadío es el principaluso del suelo en el entorno de la rambla.

BIBLIOGRAFÍA:

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3.2.2. Ramblas de cuencas calizas

Las ramblas de cuencas calizas, donde tam-bién predominan los conglomerados y areniscas,se caracterizan, en general, por presentar un as-pecto similar al de un arroyo. Son típicos los cau-ces estrechos 2-10 m, con lechos muy irregula-res, dada la textura y heterogeneidad de los sedi-mentos. Éstos se componen de arenas, gravas,cantos y bloques de gran tamaño. Los taludes delos cauces son menos elevados y de menor pen-diente que los de las ramblas margosas y pre-sentan una mayor cobertura vegetal. La vegeta-ción dominante suele ser el pinar, que se extien-de hasta el mismo cauce. La vegetación arbusti-va es abundante y está compuesta por coscoja(Quercus coccifera), romero (Rosmarinus offici-nalis), lentisco (Pistacia lentiscus), enebro (Juni-

perus oxycedrus) junto con el esparto (Stipa te-nacisima) y las zarzas. Los chopos (Populus ni-gra) y los álamos (Populus alba) pueden tambiénestar presentes en algunas riberas. El baladre(Nerium oleander) tiene una presencia más oca-sional. Dado el mayor desarrollo de la vegetaciónde ribera y lo estrecho de los cauces, el grado deinsolación en el cauce es mucho menor que elque reciben las ramblas de cuencas margosas,lo que repercute en el desarrollo de las comuni-dades acuáticas de productores primarios. Estefactor podría llegar incluso a limitar la producciónprimaria en la lámina de agua.

Dentro de este tipo de ramblas, el número decauces temporales es elevado, dada la elevadapermeabilidad del sustrato. El agua recogida traslas precipitaciones tiende a filtrarse a través dellecho de la rambla. Sin embargo, también es co-

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

122

Tabla 5Algunos ejemplos de ramblas de cuencas calizas en la Región de Murcia. Los valores de los parámetros fisicoquímicos son

concentraciones medias correspondientes a diferentes años del período 1985-2001. Los valores entre paréntesiscorresponden exclusivamente al año 2001. Datos extraídos de Vidal-Abarca, 1985; Suárez, 1986; datos propios

del Grupo de Investigación de Ecología de Aguas Continentales, Dpto. de Ecología e Hidrología.

Rambla T.M. CuencaCOND SAL NO3– PO 3–

4

µmhos/cm g/l mg/l µg/l

Rbl. Tobarrila Yecla “endorreico” (seco)

Rbl. Fte. del Pinar Yecla “endorreico” (seco)

Rbl. de los Rincones Yecla “endorreico” (seco)

Rbl. Calderones Yecla “endorreico” (seco)

Arroyo del Chopillo Moratalla Segura (seco)

Arroyo de las Murtas Moratalla Segura (seco)

Rbl. de Parriel Moratalla-Caravaca Argos (seco)

Rbl. de Béjar Caravaca Argos (seco)

Rbl. de las Aguzaderas Caravaca Quípar (seco)

Rbl. de Tarragoya Caravaca Quípar (seco)

Rbl. del Burete Cehegín Quípar 500 0,09 4,0 73,9

Rbl. del Padre Pecador Cehegín Quípar 1.100 0,70 1,2 104,6

Bco. de la Regidora Cehegín Quípar (seco)

Arroyo Hurtado Bullas-Cehegín Quípar 5.000 3,50 – –

Bco. Taray Cehegín Quípar (seco)

Rbl. de las Loberas Cehegín Quípar (seco)

Pto. de la Cadena I Murcia Guadalentín 2.435 1,6 0,1 45,1

Pto. de la Cadena II Murcia Guadalentín 2.086 0,9 3,2 93,7

Rbl. Salada Lorca Guadalentín (seca)

Rbl. del Periago Lorca Guadalentín (5.000-11.000) (4-8) – –

Page 121: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

mún la presencia de fuentes y manantiales quepermiten la circulación permanente del agua, asícomo es típica la formación de pozas de relativaprofundidad, sobre las calizas.

El agua, cuando circula por las ramblas, pre-senta un bajo valor de salinidad (0-1 g/l), lo quedetermina la presencia de especies de algas ymacrófitos, así como de invertebrados típicas deaguas dulce. La concentración de nitratos es, deforma natural, reducida en estas aguas, factorque puede llegar a ser determinante para el esta-blecimiento de ciertas especies de algas.

El carrizo (Phragmites australis) y los juncos(Scirpus holoschoenus) son las especies de heló-fitos dominantes, cuya presencia depende de latemporalidad del agua en la rambla. En zonas deaguas remansadas y pozas es común la presen-cia de la enea (Typha dominguensis), especie au-sente en aguas salinas. Entre los macrófitosacuáticos predominan las formas incrustantessobre los cantos y los bloques de calizas.

Las ramblas de cuencas calizas se localizan,fundamentalmente, en la zona del noroeste de laRegión, donde predominan las calizas, dolomíasy conglomerados (tabla 5). Entre ellas cabe citar,pese a su toponimia, los arroyos del Chopillo y

las Murtas (Moratalla), cauces secos de ampliolecho (> 5m) y sustrato muy pedregoso que van adesembocar al río Segura cerca de Cañaverosa.En el tramo medio-bajo de la cuenca del río Quí-par se localizan ramblas típicas de cuencas cali-zas, junto con otras de cuencas margosas. Entrelas primeras, las ramblas de Burete y del PadrePecador (Cehegín), el barranco de la Regidora yarroyo del Chaparral (Bullas-Cehegín), la ramblade las Loberas y Barranco Taray (Cehegín). Esteúltimo recibe su nombre precisamente por ladensidad de tarays que se localizan en su tramobajo, donde comienzan a aflorar materiales eva-poríticos como las margas del Keuper.

Otro núcleo de ramblas calizas se localiza enun área reducida de la cabecera de la cuenca delrío Guadalentín. Allí se encuentran las ramblasSalada (o del Salero) y del Periago (Lorca), la par-te baja de estas ramblas discurre entre margas,lo que produce un cambio morfológico y biológicoimportante. El cauce se ensancha (>20 m), lostaludes cobran pendiente y el pinar da paso a lostarays de gran porte que se distribuyen disper-sos en el cauce.

Otro ejemplo claro de este tipo de ramblas loconstituye la rambla del puerto de la Cadena

123

3. Resultados

DENOMINACIÓN: RAMBLA DEL PUERTO DE LA CADENA

TIPO: Rambla de cuenca caliza

CUENCA: Río Segura

T. MUNICIPAL/ES: Murcia

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas permanentes mantenida por la existencia devarios pequeños manantiales. Aguas “dulces”, 1,6 g/l de sali-nidad, con una conductividad media de 2262,5 µmhos/cm.Aguas de alcalinidad elevada, con un valor medio de 6,3 meq/l.Nutrientes: Incremento paulatino de los nitratos 0,013-1,4mg/l N-NO3- desde 1982 a 1999. Para el mismo período 0-0,03µg/l P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Se describe por primera vez para la CienciaACUÁTICAS: el molusco Pseudoamnicola gasulli (Suárez y Vidal-Abarca,

1983). Macrófitos: Chara vulgaris y Potamogeton pectinatus sedescriben nuevas citas para la flora de España: Spyrogyra dae-dalea (Aboal, 1991); Aphanochaete polychaete (Aboal, 1988a) yvarias nuevas citas para el SE (Aboal, 1988a).

VEGETACIÓN Phragmites australis; Nerium oleander, Typha dominguensis, Juncus subulatus; Scirpus maritimus,DE RIBERA: Equisetum ramossisimum, Carex extensa, Schoenus nigricans y el pinar de repoblación como

dominantes.

VALORES Rambla típica de cuencas calizas. Presenta diversas especies de flora y fauna acuática de inte-AMBIENTALES: rés faunístico.

ACTIVIDADES Rutas a pie, senderismo. Presencia de vertidos sólidos, pisoteo excesivo en algunos tramos deE IMPACTOS: la rambla. Existencia autovía Murcia-Cartagena. Está previsto, dentro del Plan Hidrológico Nacio-

nal (2000-2008), la construcción de una presa.

BIBLIOGRAFÍA: Moreno et al., 1995, Suárez y Vidal-Abarca, 1983, Aboal 1988b, 1991.

Page 122: HUMEDALES Y RAMBLAS (Q-3.3) - CARM

Humedales y ramblas de la Región de Murcia

124

(Murcia). Su cuenca vertiente está constituidapor calizas y argilitas en cabecera y areniscas ensus tramos medio y bajo.

Actividades e impactos

Por su propia litología, que no favorece laapertura de caminos ni las roturaciones, las ram-blas de cuencas calizas suelen estar poco altera-das. Sin embargo, lo denso de su vegetación, lapresencia de pozas hábiles para el baño y la au-sencia de salinidad en sus aguas, atrae a un ele-vado número de visitantes, fundamentalmente alos turistas de fin de semana. Son, por tanto, unode los tipos de ramblas más visitados, con losconsecuentes impactos que de ello se derivan:pisoteo, depósito de basuras y quemas acciden-tales. La caza, en el entorno de las ramblas, sue-le ser también una actividad frecuente.

3.2.3. Ramblas de cuencas metamórficas

Los materiales metamórficos; cuarcitas, argili-tas, pizarras, micaesquistos y gneises albíticos,configuran un tipo de rambla que podríamos situara caballo entre las ramblas margosas y las calizas.Los taludes de estas ramblas no suelen ser eleva-dos (0,5-2 m) o incluso inexistentes y la anchuradel cauce puede oscilar entre 4-8 m o llegar, comoen el caso de la rambla de Nogalte (con presenciade arenas y margas), a más de 70 m. La texturablanda de los materiales y el carácter erosivo delas ramblas determinan el acúmulo de sedimentosen el lecho, con predominio de arenas y gravas deaspecto y color particular, dado su origen.

Entre la vegetación de ribera destaca la ca-ña (Arundo donax) de presencia recurrente en

este tipo de ramblas. Otras especies acompa-ñantes comunes son el arto (Ziziphus lotus), elbaladre (Nerium oleander), el carrizo (Phragmitesaustralis), los juncos (Scirpus holoschoenus) ylos tarays (Tamarix sp.). Estos últimos aparecende forma aislada y nunca alcanzan grandes por-tes. En los tramos bajos, y por tanto más degra-dados, es frecuente la invasión del cauce porespecies nitrófilas como el gandul (Nicotianaglauca).

Suelen ser cauces de aguas temporales, con-secuencia tanto de la permeabilidad del sustratocomo de la potencia de los sedimentos deposita-dos en el lecho, lo que determina una elevada tasa de infiltración. Sin embargo, al igual queocurre en las cuencas calizas, también es fre-cuente la presencia de fuentes y manantialesque pueden mantener una corriente de agua per-manente. En este último caso es frecuente la al-ternancia de tramos con y sin agua, conforme ésta según la topografía se infiltra o emerge enlos distintos tramos de la rambla.

Los valores de salinidad que se registran sonintermedios entre los otros dos tipos de ram-blas: 2-6 g/l.

En la Región de Murcia, este tipo de ramblasse localizan, básicamente, en la franja litoralcomprendida entre Águilas y Mazarrón (tabla 6).Aquí se localizan, por ejemplo y de este a oeste,las ramblas de Los Lorentes (sierra del Algarrobi-llo), parte alta de la Majada, Pastrana (Mazarrón)y Ramonete (Lorca) y las ramblas del Charcón ylas Culebras (Águilas).

También se localizan en la cuenca de la ram-bla de Nogalte (Puerto Lumbreras) y algunos nú-cleos de la cuenca alta del Guadalentín, comolas ramblas de Enmedio y del Hortillo (Lorca).

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3. Resultados

DENOMINACIÓN: RAMBLA DE LA MAJADA

TIPO: Rambla de cuenca metamórfica

CUENCA: Rambla de las Moreras

T. MUNICIPAL/ES: Mazarrón

HIDROLOGÍA: Rambla de aguas permanentes. Aguas de al-calinidad media, 3,5 meq/l. Conductividadmedia: 7.600 µmhos/cm, salinidad: 4,4 g/l.Aguas clorurosulfatadas. Nutrientes: valoresmedios de 0,16 mg N-NO3- y 16,5 µg P-PO4

3-

COMUNIDADES Macroinvertebrados: Dominan los Dípteros,ACUÁTICAS: Coleópteros Heterópteros, Odonatos y Efeme-

rópteros. Los Coleópteros son los de mayorriqueza taxonómica. Macrófitos: Ruppia mari-tima, R. drepanensis, Zanichellia pedunculata, Chara vulgaris, C. canescens, C. globularia, C. his-pida, Cladophora fracta, Enteromorpha intestinalis.

VEGETACIÓN Tamarix canariensis, Juncus maritimus, Scirpus holoschoenus, Phragmites australis, y Arundo do-DE RIBERA: nax, como dominantes.

VALORES Rambla típica de cuencas metamórficas. Buen estado de conservación.AMBIENTALES:

ACTIVIDADES Sobrepastoreo. La principal actividad observada es el cultivo de las tierras adyacentes de seca-E IMPACTOS: no y regadío.

BIBLIOGRAFÍA: Moreno, 1994. Moreno et al., 1995, 1997, 2001a.

Tabla 6Algunos ejemplos de ramblas de cuencas metamórficas en la Región de Murcia. Los valores de los parámetros fisicoquímicos

son concentraciones medias correspondientes a diferentes años del período 1985-2001. Los valores entre paréntesiscorresponden exclusivamente al año 2001. Datos extraídos de Vidal-Abarca, 1985; Suárez, 1986; datos propios

del Grupo de Investigación de Ecología de Aguas Continentales, Dpto. de Ecología e Hidrología.

Rambla T.M. CuencaCOND SAL NO3– PO 3–

4

µmhos/cm g/l mg/l µg/l

Rbl. de Nogalte Puerto Lumbreras Guadalentín (seco)

Rbl. de Enmedio Lorca Guadalentín 6.000 -3,5 – –

Rbl. del Hortillo Lorca Guadalentín (seco)

Rbl. Los Lorentes Mazarrón (seco)

Rbl. Pastrana Mazarrón 4.576 4,2 89,3 4,1

Rbl. del Ramonete Lorca (seco)

Rbl. del Charcón Águilas (7.000-6.000) (3-4) – –

Rbl. de las Culebras Águilas 7.000 2,5 – –

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De los tres tipos de ramblas descritos son lasramblas de cuencas margosas las que presentanun mayor número de singularidades paisajísti-cas, biológicas y culturales.

Uno de los principales valores ecológicos deestas ramblas es el de representar una anomalíapaisajística. En un entorno árido, donde el aguaes escasa, lo mismo que la cobertura vegetal, lasramblas margosas representan pequeños oasisde frescura y verdor que diversifican enormemen-te el paisaje. Son un foco de atracción para nu-merosas especies de organismos, que se aden-tran en zonas del territorio inusuales para ellas.

Las ramblas ofrecen condiciones microclimáti-cas más favorables que el entorno que las rodea,refugio y alimento para un variado número de es-pecies acuáticas y no acuáticas, lo que se tradu-ce en un importante incremento de la biodiversi-dad, a la vez que se pueden encontrar especiesde indudable valor biogeográfico. Uno de los mu-chos ejemplos que se pueden citar lo constituyenlos Rameles del Quípar, que albergan toda la ga-ma de tipos estructurales de vegetación freatófila(tarayales, carrizales, juncales y saladares) en unestado de conservación bastante bueno (VARIOSAUTORES, 1990), en medio de una planicie deaspecto estepario (Los Llanos del Cagitán).

Muchas especies estepáricas (especialmenteaves) encuentran en los taludes de las ramblasemplazamientos seguros para la reproducción.La vegetación que acompaña al fondo de algunasramblas permite la instalación de grupos faunísti-cos no estepáricos, que no estarían presentesen ningún otro ambiente subdesértico (PLEGUE-ZUELOS, 1993). Asimismo, el desarrollo de la ve-getación en ciertas ramblas margosas o en loshumedales a ellas asociadas, al incrementar lacomplejidad estructural del hábitat, aumenta la

riqueza de organismos presentes, así como deespecies de reptiles y vertebrados (PLEGUEZUE-LOS, 1993). Un especial valor ecológico tienenlos fondos de las ramblas metamórficas (mate-riales silíceos deleznables) que se encuentran enlas principales áreas de distribución de la Tortu-ga Mora (Testudo graeca graeca). Éstas son unfoco especial de atracción para la tortuga, queencuentra en las ramblas un lugar idóneo dondealimentarse, refugiarse e incluso poner huevos(MARTÍNEZ, com per.). La Tortuga Mora es espe-cie incluida en el anexo II y IV de la Directiva Eu-ropea 92/43/CEE, relativa a la conservación delos hábitats naturales y de la fauna y la flora sil-vestres, que conformarán la Red Natura 2000.Asimismo, actualmente el Catálogo Nacional deEspecies Amenazadas la considera de InterésEspecial (Rel Decreto 439/1990) y el Libro Rojode los Vertebrados de España la cataloga comoespecie en peligro. La importancia de las ram-blas en la conservación y protección de dicha es-pecie parece ser fundamental como nexo deunión (corredor) entre las distintas poblacionesde tortuga (GIMÉNEZ et al., 2001).

Durante las sequías, la existencia de cuerposde agua permanentes en las ramblas es determi-nante para ciertas especies de organismos, co-mo los insectos acuáticos, que los utilizan comozonas de refugio y reproducción, siendo, al mis-mo tiempo, zonas de reserva y origen de disper-sión de la mayoría de organismos acuáticos deestas áreas (MORENO et al., 1996).

En el contexto europeo, las ramblas de cuen-cas margosas son ecosistemas de elevada sin-gularidad, por sus características morfológicas,grado de salinidad y existencia de perturbacio-nes naturales extremas (avenidas y sequías). Ladistribución de estas ramblas se circunscribe al

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arco mediterráneo, siendo especialmente abun-dantes en el sureste ibérico y norte de Marrue-cos, donde se dan las condiciones climáticas ygeológicas necesarias para su desarrollo. Por lotanto, criterios de conservación basados en larepresentatividad de las ramblas como ecosiste-mas raros a escala europea, deben prevalecersobre los que se basan en la presencia de cier-tas especies raras, singulares o en peligro de ex-tinción (MORENO et al., 1996).

Desde el punto de vista de las comunidadesbiológicas son las condiciones ambientales rei-nantes lo que las hace peculiares, siendo lasadaptaciones y respuestas que los organismospresentan a estas condiciones (sequías, extremasalinidad, avenidas, fuerte insolación, etc.) másinteresantes que el valor taxonómico de las es-pecies en sí (ORTEGA, 1988; ORTEGA et al.,1988, 1991; MIÑANO, 1994). En este sentido,las ramblas de cuencas margosas constituyen la-boratorios vivientes donde analizar y comprenderlas posibles repercusiones del amenazante cam-bio climático.

En cuanto al valor taxonómico de las especiesasociadas, entre los invertebrados acuáticos elgrupo de los Coleópteros es el mejor conocido yen él se ha detectado un elevado número de es-pecies de distribución restringida y/o endémicas,algunas de ellas recientemente descritas comonuevas para la Ciencia (MILLÁN et al., 1996). Encuanto a la flora algal, a pesar de que se handescubierto especies que constituyen nuevas ci-tas para la Península e incluso para la Ciencia, eldesconocimiento de la distribución geográfica demuchas especies de la flora algal impide dimen-sionar su impor tancia biogeográfica (ABOAL,1988 a y b, 1991; MORENO et al., 1996).

El valor ecológico de las ramblas, por las mis-mas razones expuestas anteriormente, incre-menta al presentar humedales asociados. Desdeel punto de vista de sus comunidades, la impor-tancia ecológica de estos humedales reside enla presencia de hábitats halófilos de interés co-munitario (Directiva Europea de Hábitats), que al-bergan numerosos endemismos, especies rarasy/o amenazadas. Dentro de las especies vegeta-les propias del saladar destaca la presencia dedos especies estrictamente protegidas por la le-gislación regional: Halocnemum strobilaceum,especie de almarjo muy raro en Europa con distri-

bución mediterránea y asiática (Asia occidental),y el taray Tamarix boveana (el saladar del hume-dal de la rambla de Ajauque alberga la poblaciónmás importante). Otros ejemplos son la siempre-viva Limonium caesium, un endemismo murcia-no-almeriense, y Anabasis hispanica, un almarjoendémico que ocupa pequeñas elevaciones y ta-ludes de las ramblas.

El carácter estepario de estos humedales ha-ce que sean las aves esteparias las que princi-palmente ocupan estos hábitats. Destaca la nidi-ficación de Aguilucho Cenizo en el humedal deAjauque (Circus pygargus) y de algunas paserifor-mes como la Terrera Marismeña (Calandrella ru-fescens) y la Curruca Tomillera (Sylvia conspicilla-ta). Asimismo, los carrizales más desarrolladossuelen ser utilizados como dormideros de ardei-das (principalmente Garcillas Bueyeras, Bubul-cus ibis) y otras aves, como estorninos (Sturnusvulgaris) y urracas (Pica pica).

También es importante destacar el gran papelde los humedales asociados a ramblas en el con-trol de la contaminación difusa y eutrofización decauces. Gracias a su estratégica localización, es-tos sistemas interceptan las aguas de escorren-tía con elevadas concentraciones de sólidos sus-pendidos, fertilizantes y pesticidas. En ellos, lossólidos son retenidos, los pesticidas inmoviliza-dos y en el caso de los nutrientes, transforma-dos y eliminados.

Por último, hay que destacar la potencialidadde las ramblas para actividades de ocio (senderis-mo) y culturales (visita de salinas, hornos de cal,destiladores para plantas aromáticas, infraestruc-turas antiguas de riego: boqueras, taludes, etc.).

4.1. ESTADO DE CONSERVACIÓN

Pese a sus diversos valores ecológicos, el es-tado de conservación de las ramblas es, en ge-neral, bastante precario, especialmente en el ca-so de las ramblas de cuencas margosas, tipo derambla sobre el que recae el mayor número deactividades impactantes.

Según la Ley de Aguas de 1985, todas lasramblas forman parte del Dominio Público Hi-dráulico y, por tanto, deben ser gestionadas porlos organismos oficiales competentes: Confede-ración Hidrográfica del Segura, Consejería deAgricultura, Agua y Medio Ambiente y Ayunta-

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mientos. Sin embargo, la vigilancia y control delas actividades llevadas a cabo en y próximas alas ramblas es nula o ineficaz, dado el elevadogrado de deterioro que presentan las mismas.

En general, dada su localización, las mejorconservadas son las ramblas de cuencas calizassometidas, casi exclusivamente, a la presión delos visitantes de fin de semana. Entre las ram-blas de cuencas metamór ficas encontramosaquellas que dado su difícil acceso presentan unbuen estado de conservación y aquellas, máspróximas al litoral, que sufren, fundamentalmen-te, la presión de los invernaderos y las urbaniza-ciones de segunda residencia.

A nivel global, con independencia del tipo derambla que se trate, son los tramos medio y bajode las ramblas los más afectados. Y, logicamen-te, su grado de perturbación aumenta conformedisminuye su proximidad a los núcleos urbanos orurales.

Las principales afecciones observadas son:– Ocupación total o parcial del lecho y los taludes

por infraestructuras de distinta índole.– Roturación y cultivo de riberas e incluso del

mismo lecho.– Abundancia de basuras, escombros y material

de deshecho en los lechos.– Ausencia de vegetación de ribera o vegetación

alterada.– Alteraciones de la morfología del cauce.– Compactación del lecho de la rambla.– Destrucción de taludes.– Modificación del perfil de la rambla (graveras).– Invasión de los lechos de la rambla por espe-

cies vegetales oportunistas.– Eutrofización del agua.– Reducción de caudales.– Dulcificación del medio.– Contaminación acústica.

En cuanto a las figuras de protección existen-tes, en la actualidad sólo dos espacios naturalesasociados a ramblas margosas: “Paisaje Protegi-do del Humedal de Ajauque y Rambla Salada”(1632 Has, ZEPA por nidificación de cigüeñuela)y “Paisaje Protegido de los Barrancos de Gebas”(1875 Has), se encuentran protegidos según laLey 4/92 de Ordenación y Protección del Territo-rio de la Región de Murcia y uno, los saladaresdel Guadalentín (2210 Has), propuesto como pai-saje protegido. El primero y el último están ade-más incluidos en la lista de Lugares de Importan-cia Comunitaria (LIC) propuestos por la Comuni-dad Autónoma de la Región de Murcia en 1999para formar parte de la futura Red Natura 2000.Sin embargo, otros espacios protegidos cuyo ob-jetivo inicial no es la protección de sistemas dedrenaje propiamente dichos incluyen dentro desus límites algunos de gran importancia. Unejemplo es la Zona de Especial Protección paraAves de la Sierra del Molino, embalse del Quípary Llanos del Cagitán.

Por otra parte, la Consejería de Medio Am-biente, Agricultura y Agua de la Región de Murciaha desarrollado durante los años 1994-97, bajoel control de la Comisión Europea, el proyecto LIFE “Conservación y Gestión de Humedales yOtros Ecosistemas Característicos de Zonas Ári-das”. Este proyecto, financiado en un 75% por laComisión, ha beneficiado a dos espacios protegi-dos asociados a ramblas: “Humedal de Ajauquey Rambla Salada” y “Saladares del Guadalentín”.En ambos, se han realizado estudios y segui-mientos biológicos aplicados a la gestión y, en elcaso del primer espacio protegido, se han adqui-rido terrenos y creado infraestructuras de usopúblico como un centro de gestión e informacióny otro centro de interpretación con exposiciónpermanente.

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Para el desarrollo de las propuestas de orde-nación y gestión que más adelante se explicitanes imprescindible establecer el ámbito jurídicoen el cual se desarrollarán. La normativa, por ex-celencia, que regula los usos, actividades y nivelde protección de las ramblas es la Ley de Aguas(29/1985). El objeto fundamental de la Ley deAguas es la regulación del Dominio Público Hi-dráulico (DPH). La instrumentación de esta nor-mativa legal permite niveles de protección acep-tables genéricamente siempre y cuando en su in-terpretación prevalezcan los intereses generalesfrente a los particulares y se consideren intere-ses de carácter general y prioritario la conserva-ción del patrimonio natural.

En la vigente Ley de Aguas de 2 de agosto de1985, se niega la distinción de régimen jurídicopúblico o privado para las aguas superficiales ysubterráneas, y así, su artículo 1.2. estableceque “las aguas continentales superficiales, asícomo las subterráneas renovables, integradastodas ellas en el ciclo hidrológico, constituyen unrecurso unitario, subordinado al interés gene-ral”. En relación con las ramblas, la Ley estable-ce como pertenecientes al DPH los “cauces decorrientes naturales, continuos o discontinuos(art. 2), entendidos como los terrenos cubiertospor las aguas en las máximas crecidas ordina-rias; así como las riberas, que siguen el régimendel cauce y por tanto son también DPH (art. 6),que la Ley entiende como fajas laterales de loscauces públicos situadas por encima del nivel deaguas bajas”.

Es de destacar que para una adecuada con-servación y gestión de las ramblas es importanteconsiderar la zona de policía en la que se condi-cionará el uso de suelo y las actividades que sedesarrollen (art.6), en concreto las alteraciones

de relieve, las extracciones de áridos, la construc-ción de infraestructuras (art. 9 RD 849/1986 re-lativo al Reglamento del DPH) de tal manera quese debe ser especialmente estricto en cuanto a laconcesión de permisos relativos a estas actuacio-nes. En los artículos 281 y 282 del Reglamentoantes citado se establece la posibilidad de res-tauración, rehabilitación, así como acondiciona-miento, de colas de embalses (ramblas, en mu-chos casos) en beneficio de los valores naturales,por parte de la Administración regional y estatal.Esta disposición justificaría legalmente actuacio-nes en las ramblas que constituyen colas de em-balses por ejemplo, para asegurar la conserva-ción de los tarayales o para regularizar los niveleshídricos e independizarlos de las fluctuacionesprovocadas por los desembalses.

Volviendo a la aplicación de la normativa so-bre las ramblas, uno de los principales proble-mas a la hora de la gestión y conservación de lasmismas es precisamente la delimitación del Do-mínio Público Hidráulico.

La Dirección General de Obras Hidráulicas yCalidad de Aguas, a través de la SubdirecciónGeneral de Gestión del Dominio Público Hidráuli-co, diseñó el proyecto LINDE, cuyo objetivo es la“delimitación y deslinde del Dominio Público Hi-dráulico en zonas sometidas a presión de cual-quier tipo”. En el caso de las ramblas, estos con-flictos son especialmente frecuentes, ya que laroturación de márgenes e incluso del mismo cau-ce para fines agrícolas, la ocupación de dicho do-minio por construcciones de diverso tipo, el usode los cauces como receptores de vertidos o laroturación y ocupación de humedales asociados,les convierte en candidatos prioritarios en la apli-cación de dicho programa. Así, el Plan Hidrológi-co de la Cuenca del Segura identifica 57 tramos

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5. Directrices de gestión y conservación

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conflictivos de cauces, en su mayoría ramblas,con un total de 400 km (MORENO, 2001b). Estecriterio restrictivo determina que la delimitaciónde dicho dominio no sea completa, provocandola desprotección del resto de tramos considera-dos como “no presionados”.

Sobre algunos de estos tramos objeto de des-linde, el PHCS aplicará el proyecto PICRHA (Pla-nes Integrados de Cuenca de Restauración Hidro-lógico-Ambiental), que tiene como objetivos prin-cipales “la mejora, mantenimiento o restauraciónhidrológico-ambiental de los ríos y masas deagua continentales”. En la práctica, las actuacio-nes a realizar se centran en la retirada de verti-dos sólidos, desbroces, reforestación de márge-nes y laderas, principalmente con pino carrasco,la restauración de graveras mediante modelado yrevegetación, la construcción de espigones y es-colleras y la construcción de zonas de recreo enlugares de atractivo paisajístico.

En cuanto a las campañas de educación am-biental realizadas, punto importante para la valo-ración y protección de las ramblas, se han reali-zado algunas campañas divulgativas con activida-des asociadas, cuyos objetivos han sido dar aconocer los valores ambientales y culturales delas ramblas y su problemática.

Entre ellas destacan los itinerarios didácticosen la rambla del Cañar, llevados a cabo por el Ins-tituto Municipal de Educación de Cartagena, o losrealizados en la rambla del puerto de La Cadena yla “Campaña para la Conservación de las Ram-blas del Municipio de Murcia”, realizada duranteel período 1997-99, dentro del Programa de Edu-cación Ambiental del Ayuntamiento de Murcia. Enella, se han realizado numerosas acciones canali-zadas a través de la participación ciudadana (aso-ciaciones de vecinos, de jóvenes, grupos ecologis-tas, grupos scout, etc.), tales como limpieza delentorno, señalizaciones, exposiciones, talleresambientales y charlas informativas. Como resulta-do de estas actuaciones, se han publicado unasfichas donde se indican itinerarios a través de lasramblas (ramblas del puerto de la Cadena, LasCabezas, El Sordo, El Valle, Salada, Garruchal),para conocer los valores ambientales y culturales,así como sus principales amenazas. Otras campa-ñas menores se han realizado en otros municipiosmurcianos, como Cartagena, que a través de laUniversidad Popular y financiado por la extinta

Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Na-turaleza (ARMAN), hoy Consejería de Agricultura,Agua y Medio Ambiente, se han realizado talleresde naturaleza en la rambla de Benipila, que de-semboca en dicha ciudad y que será también ob-jeto de actuaciones hidrológico-forestales (MORE-NO et al., 2001b).

5.1. PROPUESTAS DE GESTIÓN

A pesar de que en el presente estudio se des-criben las ramblas como unidades aisladas, paraabordar la gestión y conservación de las mismasse debe de emplear un punto de vista funcional.Desde esta perspectiva, las ramblas deben serentendidas como parte integrante de algo máscomplejo, como son las cuencas vertientes. Lamorfología, disponibilidad y calidad del agua y co-munidades biológicas de las ramblas son el re-sultado de procesos que trascienden mucho másallá de sus límites como tal. La deforestación delas cabeceras de las ramblas, apertura de po-zos, roturaciones y cultivos, tendrán su respues-ta aguas abajo de donde estas actividades seproducen e incluso pueden afectar a otras ram-blas de la cuenca con las que pueden manteneralgún tipo de relación hidrogeológica. Por lo tan-to, cualquier medida de gestión encaminada a laprotección de las ramblas debe ser abordadadesde esta perspectiva funcional, en la que lacuenca supone la escala básica de actuacióndonde aplicar las medidas de protección y orde-nación de usos.

A continuación se exponen algunas propues-tas de gestión de las ramblas. Algunas contem-plan medidas globales (elaboración de planes,proyectos, etc.), mientras que otras son actua-ciones muy concretas.

– Ampliar la delimitación y deslinde del DPH aun mayor número de cauces, especialmente a to-dos los tramos medios y bajos de las ramblas,que son los más impactados. Establecer zonasprioritarias a la hora de la delimitación del DPH,su vigilancia y aplicación del espíritu conserva-cionista de la Ley de Aguas por parte de la Con-federación Hidrográfica del Segura. Estas zonasprioritarias serían las que compredieran a lasramblas más alteradas o en peligro y que sin em-bargo siguen manteniendo ciertos valores ecoló-gicos. Asegurada la protección de estos cauces,

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el deslinde del DPH debería de continuar con elresto de las ramblas.

– Declaración de ramblas críticas donde esta-blecer planes prioritarios de recuperación (elimi-nación de escombros y vertidos, restauración dela vegetación de ribera, control de actividades,etc.). Asimismo, diseñar planes de actuación so-bre determinadas ramblas de localización estra-tégica, encaminada a potenciar su papel comofiltro de nutrientes.

– Elaboración de un plan de gestión que inte-gre los sistemas de drenaje y humedales asocia-dos con los medios esteparios, junto con la cali-dad ambiental, paisaje y usos tradicionales. Unejemplo de la necesidad de este tipo de actua-ción son los rameles del Quípar o la cuenca delRío Chicamo.

– Regulación y control estricto de los usos yaprovechamientos de las ramblas (caza, pasto-reo, corta y quema de la vegetación, extracciónde áridos, etc.) en coordinación con la Confede-ración Hidrográfica del Segura y la Demarcaciónde Costas.

– Dotar de algún tipo de estatus de protec-ción especial a las ramblas de aguas hipersali-nas y salinas asociadas. Incentivando al mismotiempo la recuperación o conservación de las sa-linas abandonadas.

– Restauración ecológica de las cabeceras delas cuencas vertientes previa elaboración de unestudio de impacto ambiental.

– Eliminación de escombros, basuras y verti-dos. Establecimiento de control y vigilancia con

relación a estas actuaciones. Control administra-tivo por parte de la Consejería de Agricultura,Agua y Medio Ambiente, mediante la aplicaciónde la legislación sobre “calidad ambiental”.

– Impedir la urbanización e implantación de in-fraestructuras en los cauces.

– En relación con las actividades de carác-ter agrícola, la prohibición absoluta de rotura-ciones de los lechos y llanuras de inundaciónde las ramblas, así como la implantación de in-vernaderos.

– Recuperación de graveras (planes de ges-tión y programas de educación ambiental).

– Intensificar el estudio de las ramblas de laRegión, completando este primer estudio de ca-racterización y tipología, con aspectos tan intere-santes como: conocimiento de valores naturales(las ramblas de cuencas calizas y metamórficasson de las menos estudiadas), seguimiento delos efectos de las alteraciones, etc.

– Se considera imprescindible el desarrollode programas de educación ambiental por partede la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Am-biente, en dos frentes fundamentales:

• Dirigidos a la población en general, cuyo ob-jetivo básico sea dar a conocer los valores de lasramblas de la Región, desarrollando una actitudpositiva de aprecio y respeto hacia ellas.

• Dirigidos a técnicos, gestores y políticos,para que asuman en su ámbito de decisión la ne-cesidad de la conservación de las ramblas y ad-quieran la base científico-técnica adecuada parallevarla a la práctica.

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6. Bibliografía

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Indice

Presentación 5

Preámbulo 7

SECCIÓN I. INVENTARIO REGIONALDE ZONAS HÚMEDAS 91. Introducción 11

1.1. CONCEPTO DE HUMEDAL 111.2. TIPOLOGÍA 12

2. Metodología 152.1. REVISIÓN DE CRITERIOS DE INCLUSIÓN,

TIPIFICACIÓN Y EVALUACIÓN ECOLÓGICA 152.2. PROSPECCIÓN Y ACTUALIZACIÓN

DE DATOS DE CAMPO 182.3. ALMACENAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 20

2.3.1. Base de datos 202.3.2. Documentación gráfica 212.3.3. Cartografía digital 21

3. Resultados del inventario 233.1. ANÁLISIS GENERAL 23

3.1.1. Número de humedales 233.1.2. Distribución por tipos 253.1.3. Distribución por municipios 263.1.4. Superficie total de humedales.

Variación desde 1990 263.1.5. Distribución de la superficie por tipos 28

3.2. ANÁLISIS POR TIPOS 283.2.1. Laguna costera (Mar Menor) 293.2.2. Criptohumedales 353.2.3. Fuentes y manantiales 403.2.4. Bosques de ribera 423.2.5. Charcas y pozas 453.2.6. Marismas pseudomareales (encañizadas) 493.2.7. Humedales con salinas costeras 513.2.8. Embalses 533.2.9. Arrozales 563.2.10. Salinas interiores 583.2.11. Balsas de riego 603.2.12. Depuradoras de lagunaje 62

4. Diagnóstico de conservación 654.1. NÚMERO Y SUPERFICIE DE HUMEDALES.

VARIACIÓN GLOBAL E INDIVIDUALEXPERIMENTADA 65

4.2. ACTIVIDADES QUE SE DESARROLLANEN LOS HUMEDALES 66

4.3. IMPACTOS Y SUS CAUSAS 684.4. PROTECCIÓN LEGAL Y MEDIDAS DE GESTIÓN 71

4.4.1. Espacios con régimen especialde protección 71

4.4.2. Protección basada en la legislaciónde aguas 73

4.4.3. Protección basada en la legislaciónde costas 74

4.5. DISTRIBUCIÓN Y VARIACIÓN DEL NÚMERODE HUMEDALES POR MUNICIPIOS 74

4.6. CLASIFICACIÓN URBANÍSTICA 754.7. SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO DE USO Y

CONSERVACIÓN DE LOS DISTINTOS TIPOSDE HUMEDALES 754.7.1. Humedales y ganadería 75

4.7.2. Humedales y uso agrícola 764.7.3. Humedales y actividades

de regulación hídrica 764.7.4. Humedales y actividad pesquera 764.7.5. Humedales y actividades extractivas 774.7.6. Humedales y actividades de

saneamiento urbano 774.7.7. Otras actividades 77

5. Directrices de actuación 795.1. DIRECTRICES GENERALES 795.2. DIRECTRICES POR TIPOS DE HUMEDALES 80

5.2.1. Laguna costera (Mar Menor) 805.2.2. Criptohumedales 815.2.3. Fuentes y manantiales 825.2.4. Bosques de ribera 835.2.5. Charcas y pozas 845.2.6. Marismas pseudomareales (encañizadas) 845.2.7. Humedales con salinas costeras 855.2.8. Embalses 865.2.9. Arrozales 875.2.10. Salinas interiores 875.2.11. Balsas de riego y depuradoras

de lagunaje 885.3. GRADO DE EJECUCIÓN DE PROPUESTAS

Y ACCIONES DE CONSERVACIÓN 886. Bibliografía 91

SECCIÓN II. LAS RAMBLAS DE LAREGIÓN DE MURCIA 951. Introducción 97

1.1. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS 972. Metodología 993. Resultados 101

3.1. ANÁLISIS GLOBAL DE LAS RAMBLASDE LA REGIÓN DE MURCIA 1013.1.1. Hidrología y calidad del agua 1013.1.2. Comunidades biológicas: flora y fauna 105

Algas y macrófitos 105Los macroinvertebrados acuáticos 108Fauna vertebrada 108Vegetación de ribera 110

3.1.3. Amenazas e impactos 1103.2. ANÁLISIS POR TIPOS 111

3.2.1. Ramblas de cuencas margosas 112Actividades e impactos 115El gradiente longitudinalcabecera-desembocadura 116Importancia de los humedalesasociados a ramblas 117Las ramblas hipersalinas 117

3.2.2. Ramblas de cuencas calizas 122Actividades e impactos 124

3.2.3. Ramblas de cuencas metamórficas 1244. Valoración ecológica y estado

de conservación 1274.1. ESTADO DE CONSERVACIÓN 128

5. Directrices de gestión y conservación 1315.1. PROPUESTAS DE GESTIÓN 132

6. Bibliografía 135

Índice