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No. 19 Tercera época Guatemala, 10 de octubre de 2010 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Académica Guatemala, reconocida por el Decreto 96-87 del Congreso de la República, ratificado por el Ejecutivo en el instrumento de adhesión de fecha 29 de diciembre de 1987. PUBLIC CHOICE, O LA OPCIÓN RACIONAL DE CLASE EN LA REFORMA POLÍTICA EN GUATEMALA

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No. 19 Tercera época Guatemala, 10 de octubre de 2010

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Académica Guatemala, reconocida por el Decreto 96-87 del Congreso de la República, ratificado por el Ejecutivo en el instrumento de adhesión de fecha 29 de diciembre de 1987.

PUBLIC CHOICE, O LA OPCIÓN RACIONAL DE CLASE EN LA REFORMA

POLÍTICA EN GUATEMALA

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2 No. 19/ octubre 2010

Consejo académico de flacso-guatemala

Virgilio Álvarez Aragón- director/Oscar López / Marcel Arévalo/Aura Cumes/Claudia Donis /Virgilio Reyes/Simona V. Yagenova /Edgar F. MontúfarLuis Raúl Salvadó/Edmundo Urrutia

Secretario general de flacso

Francisco Rojas AravenaSan José, Costa Rica

Las políticas de reforma del Es-tado que se han promulgado

durante los últimos 30 años han estado sustentadas en lo que se llamó el Consenso de Washing-

ton. Éstas adhirieron el ideario liberal de que el Estado (en este caso como sinónimo de gobierno público) es malo, ineficiente, co-rrupto, pésimo administrador de recursos y de metas y, en defini-tiva, un obstáculo a las iniciativas individuales/empresariales, en contraposición a las bondades de la sociedad civil (como sinóni-mo de lo privado) para fomentar la asignación de recursos vía el mercado. En razón de ello, se impuso un proceso de raciona-lización y/o minimización de los roles estatales (servicios y políti-cas) a través de la descentraliza-ción y las privatización, orientado por las organizaciones financie-ras internacionales.

Lo anterior, incluyó la introduc-ción de técnicas y modelos de la empresa privada hacia lo públi-co (denominada Nueva Gestión Pública -NGP-). Todo este para-digma iniciado en “la década de los años ochenta” lo resumió bien el ex presidente estadounidense Ronald Reagan cuando señaló: “el gobierno no es parte del pro-blema, es el problema”; y tam-bién Margareth Thatcher con su sentencia: There is no alternative (no hay otra alternativa); es decir, los clásicos habían vuelto.

Y pese a que en el 2008, con la crisis financiera, las grandes cor-poraciones pidieron desde Wall Street la ayuda estatal ante la debacle, de todos modos, las crí-ticas a la democracia no han ce-

sado. En efecto, se ha puesto de moda cuestionar el funcionamien-to o la esencia misma de las de-mocracias existentes –liberales/electorales– en función de distin-tos y a veces contradictorios inte-reses, pero que encuentran eco inmediato en amplios sectores que no siempre entienden cómo va el asunto: “la democracia no sirve”, “el gobierno no sirve”, “los políticos apestan”, son las ex-presiones de estas “verdades” que aparentemente no necesitan de comprobación empírica ni de análisis teórico de sus causas. De esas percepciones se valen tanto derechas radicales como izquierdas radicales para promo-ver sus fines.

En el sentido indicado, se anali-za en este ensayo una de las ver-tientes académicas que levanta la bandera de la descomposición política para impulsar su propia agenda pro mercado, pero con una metodología que usa amplia-mente la sociología estadística, por ejemplo, y las categorías de la ciencia política. Nos referimos a la rama de la economía (libe-ral) aplicada a la política, cono-cida por su nombre en inglés de “Public Choice” (esto es: elección pública, pero que lo traduce como Teoría de la Elección Pública –tep-, usaremos ambos términos como equivalentes), que ha veni-do ganando terreno en las discu-siones políticas de este país, de-bido a la naturaleza de su crítica

y de las soluciones que propone. A nuestro juicio, las implicacio-

nes de la generalización del pun-to de vista de esta corriente inte-lectual o rama de la economía es que soporta una perspectiva que riñe con la democracia, tanto la pluralista como con la democra-cia de mayorías; por ello expone-mos y analizamos aquí algunos

* Analista y asesor político, investigador social, columnista de prensa, ha colaborado con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso), Sede Académica de Guate-mala, de donde es actualmente consultor.

El presente trabajo es un adelanto de la investigación que el autor está realizando sobre la reforma política, pensamiento político y debate económico alrededor del sistema político y económico gua-

temalteco.

En la misma se consideran los componentes Estado, Mercado y Demo-cracia, entendidas como un todo único en el marco de la sociedad. La idea que hemos sostenido desde hace algunos años es que las categorías Estado, Mercado y Democracia deben entenderse relacionalmente, en forma de equilibrio dinámico sometido a las reglas de una Constitución democráti-ca, que convierte dicho régimen en un Estado Democrático de Derecho.

Desde nuestro punto de mira, la Democracia debe ser el vértice de un triángulo imaginario que asevera la primacía de la democracia sobre la dinámica del mercado o de la burocracia política del Estado, por cuanto la legitimidad, legalidad y propósitos de los otros componentes descansan, o así debería ser, sobre el concepto de la democracia como sinónimo de legalidad legítima y de la soberanía ciudadana (o popular).

Se defiende las sinergias analíticas entre las tres categorías mencionadas porque diversas propuestas teóricas suelen divorciarlas, no con fines analí-ticos sino políticos que zanjan intereses creados. Veamos.

PRESENTACIÓN Álvaro Velásquez*

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de sus fundamentos de manera necesariamente breve.

En Guatemala son los liberta-ristas (o liberales clásicos como gustan llamarse) quienes pro-mueven la public choice, puesto que suelen relacionar su heren-cia ideológica con la historia de la fundación y crecimiento de Esta-dos Unidos, así como con el de-sarrollo académico de sus pares estadounidenses (los libertarians estadounidenses que allá tanto como aquí, suelen tener alianza con los llamados neoconserva-dores para su causa política o económica).

PUBLIC CHOICE; SUS FUNDAMENTOS

La tep se presenta como una novedad intelectual, pero en el fondo es una variación sobre un mismo tema: las consideracio-nes fundamentales del progra-ma microeconómico marginalista que se basa en el individualismo metodológico y que contiene su-puestos tales como la competen-cia perfecta, información perfecta y elección individual y racional pura, sólo que en este caso apli-cados al mundo del sector públi-co y de la política.

Hay otras implicaciones y fuen-tes de esta discusión; nos dete-nemos sólo en dos:

1) Se sabe que hay al menos tres tipos de análisis racional indivi-dual: la clásica (i.e. individualis-mos autónomos con incentivos materiales); la neoclásica (i.e. interrelación individuo-merca-do-organizaciones) e inclusive la del marxismo analítico (es-cuela inglesa) (i.e. individuos, organizaciones-incentivos mo-rales), que es un modo de en-tender el modelo capitalista, y,

2) ya en el ámbito político, se tra-ta de la vieja disputa ético-filo-sófica americana, entre Repú-blica (cuya fuente de autoridad sería la tradición, a la usanza romana) y la Democracia (cuya

fuente de autoridad es el pueblo, a la usanza griega), que se vio tan bien refleja-da con el nacimiento de Es-tados Unidos de América.

La literatura fundamental (no exclusiva) de esta co-rriente corresponde a: Ja-mes M. Buchanan y Gordon Tullock: El Cálculo del Con-senso: Los Fundamentos Lógicos de la Democracia Constitucional –1980/1962– (si bien Buchanan reconoce en el sueco Knut Wicksell el antecedente de su prin-cipal postulado); también Mancur Olson: La Lógica de la Acción Colectiva, Bie-nes Públicos y la Teoría de Grupos (1965), y/o William Niskanen: La Burocracia y el Gobierno Representativo –1971–. Niskanen fiel ex-positor de lo que se conoció como reaganomics, fue tam-bién presidente por muchos años del Instituto Cato, enti-dad estadounidense conoci-da por promover la escuela austriaca y sus derivados.

Si se quiere ir más hacia atrás en sus orígenes inte-lectuales, hay que buscar en Joseph Schumperter y, des-de luego, más atrás con N. Maquiavelo y su visión des-carnada del ejercicio políti-co, aunque su propósito era diferente: favorecer la políti-ca como el arte de alcanzar y retener el poder.

Public Choice o tep sostiene en esencia que en las democracias normales la competencia partida-ria junto con los intereses de la mayoría de la población y los de las burocracias, se correlacionan exponencialmente, haciendo que la demanda agregada crezca (en términos de más personal públi-co y en términos de más presu-puesto (global y sectorialmente pues cada agencia compite por

abultar su presupuesto) y en di-versidad de políticas públicas, creadas para satisfacer a deter-minados grupos de presión. Se colige que la forma de atajar este virtual proceso geométrico de la democracia es conteniendo el presupuesto público y las normas que permiten al Gobierno incidir en la satisfacción de demandas. Resultado: gobierno chico, bara-to y sin intervención en las asig-naciones naturales de la econo-mía privada.

La explicación de esto la ha-llan extrapolando al mundo de la política y lo público, el concepto del homo economicus (de Mises y otros) que vuelve inservible no-ciones como el óptimo de Pare-to en las políticas públicas (así: Buchan y Tullock: 1980/1962: pp. 171-200 y passim).

Por ello, se considera que la TEP promueve un enfoque realis-ta de lo que es la política, recha-zando que los supuestos “déspo-

PROFESORES E INVESTIGADORES EMÉRITOSFLACSO-GUATEMALA

Dr. Gabriel Aguilera - Lic. Edgar Balsells Conde - Dr. Santiago Bastos - Dr. Víctor Gálvez Borrell - Lic. Mario Aníbal González - Dr. Jorge Solares

El Área de movimientos sociales y el Posgrado Centroamericano en Ciencias Sociales

CONVOCAN A INSCRIBIRSE EN ELSEMINARIO INTERNACIONAL

“TEORÍA Y PRAXIS DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES”21 Y 22 DE OCTUBRE DE 2010

Objetivos Propiciar un espacio de intercambio y reflexión crítica en torno a los distintos enfoques teóricos-metodológi-cos que se han ocupado del análisis de los movimientos sociales en la región. Promover el debate y análisis crítico sobre la situación actual, logros, dificultades y retos que enfrentan los movimientos sociales.

Invitados internacionales Dr. Sidney Tarrow (Universidad de Cornell), Dr. Paul Almeida (Universidad de California), Dr. Massimo Mo-donesi (UNAM y Osal–CLACSO), Mtra. Magdalena de León (Consejo Hemisférico –FSA–).

Inscripción cierra el 15 de octubre. Interesadas/os comunicarse al Tel. 24147444, Área de movimientos sociales o escribir al correo electrónico [email protected]

CON EL APOYO DE

Programa Auditorio “René Poitevin”

3a. calle 4-44 zona 10

21 de octubre9:00 horas: Palabras de bienvenida Dr. Virgilio Álvarez Aragón9:30 horas: Conferencia Magistral Dr. Sidney TarrowDe 11:30 a 13:00 horas: Mesa redonda: “Debate en torno a los marcos teórico-metodológicos para el análi-sis de los movimientos sociales en la región mesoamericana”De 14:00 a16.00 horas: Panel de debate: “La construcción del pensamiento crítico y la práctica transforma-dora de los movimientos sociales”17:30 horas: Foro público: Dr. Sidney Tarrow22 de octubreDe 9:30 a 13:00 horas: Mesa Redonda: “Situación actual y retos de los movimientos sociales en América Latina”De 14:00 a: 16:00 horas: Conversatorio: “Alternativas frente al sistema de dominación: propuestas desde los movimientos sociales guatemaltecos”17:00 horas: Presentación de libros: Dr. Paul Almeida, “Olas de movilización popular: Movimientos sociales en El Salvador: 1925-2010”; Dr. Massimo Modonesi, “Marxismos y subjetivación política”18:00 horas: Concierto

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tas benévolos” (i.e. políticos/gobernantes/burócratas) tra-bajan en sistemas coheren-tes que procesan decisiones neutrales, sino que son gen-te que se alimenta de la de-manda, (por eso son rentistas de lo público) que juegan en un sistema de intercambios, cuyas decisiones públicas degenerarán necesariamen-te en corrupción y obesidad burocrática a expensas de los electores. A todo esto contribuyen todos los grupos de interés que participan del proceso electoral y del inter-cambio de políticas a su fa-vor (en inglés rent seekers o buscadores de rentas).

Como diría Olson: la pro-liferación de grupos de inte-rés especiales significa que, a menudo, el grado de pilla-je redistributivo puede ser casi tan destructivo para la economía como bajo un ré-gimen no democrático” (Ol-son, 2001: 35s). En Olson, el concepto de “pillaje” viene a ser un constructo parecido al de “expoliación”, en Fre-deric Bastiat, sólo que de un modo más sociológico.

Según nuestro punto de vista, la tep sería un nuevo tipo de contraactualismo de corte conservador, que bus-ca un consenso a favor del minimalismo público. Un programa intelectual que li-gamos a una opción racional de clase, de la minoría pluto-crática, como intentaremos demostrar.

PUBLIC CHOICE: LA MINORÍA EXIGE

En la visión de Buchanan y Tullock, la regla de la ma-yoría queda cuestionada en función de la unanimidad como la única legítima, a partir de establecer las dife-rencias de costos entre elec-ciones individuales y colecti-vas (cf. Buchanan y Tullock, p. 70 y passim). El telón de fondo es la crítica “al viejo” contraactualismo basado su-

puestamente en el deber ser de J. J. Rousseau, los autores citados contraponen al deber ser un na-turaleza de egoísmo racional en los individuos. Así que la tep no se ocupa de fomentar el divorcio entre individuo y Estado, de esto ya se encargan otras corrientes de la economía austriaca, sino de litigar contra la democracia de mayorías desde una lógica/óptica de minorías, convirtiendo los pre-supuestos de la económica clási-ca en su herramienta principal; esto es, une política y economía en un solo corpus.

Asimismo, la tep insiste en la

necesidad de fijarse en la reglas de la democracia, sobre todo las de orden constitucional y otras institucionales (por eso se le lla-ma economía constitucional), porque ellas habrían de asegurar gobiernos limitados, empezando con la de las fases previas del proceso político; a saber: ama-rrar a los jugadores y sus jugadas antes de que lleguen a la cancha de juegos, en donde éste tendrá que estar ya debidamente acota-do. Luego, se resume todo en el rediseño de dos momentos: los sistemas electivos y la toma de decisiones hacia el ámbito cons-titucional.

A continuación una esquemati-zación genérica de algunas impli-caciones de la solución de la tep:

• Frente a la planificación guber-namental aplicar el principio aus-triaco/marginalista de “no pode-mos conocer…” los gustos de los consumidores. Se refiere princi-palmente al sistema impositivo y políticas públicas en donde toda planificación fuera del mercado es inútil e invasiva. • Respecto del sistema impositivo, se acusa al sistema democrático de que hay muchos pidiendo sin querer pagar (free rider) y que tam-bién hay muchos que no necesitan nada y de todos modos tienen que pagar (forced rider), lo cual, seña-lan, es inmoral. Planteándolo más o menos así: “por ayudar a unos se perjudica a otros”. Debería en-tenderse que según la sociología estadística, en las tablas de distri-bución del ingreso en nuestro país, los unos serían los muchos y los otros serían los pocos.

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• Respecto de la democracia, pro-pone una revolución o un nuevo paradigma: entenderla como in-tercambio de altos costos, sobre la base de que en cada evento electoral hay un “velo de incerti-dumbre”, donde los mecanismos del voto popular (lo que en otros sitios denominamos alternancia) actúan como acciones al portador, favoreciendo ofertas no amigables al mercado. Como Buchanan re-pite más explícitamente en otro lugar: Temo un aumento repentino de pedidos de nuevos programas si cambian y cuando cambien los líderes políticos… (Buchanan: 1988).

• Por eso, la tep comienza por preferir en el sistema electoral, la reducción del número de ofertas

electorales, y la votación por indi-viduos en vez de partidos. No se fía tampoco de la derecha. Aduce el sistema electoral imperante no garantiza “en profundidad” todo el espectro de la representación ciudadana. Por eso favorece un sistema individualizado conocido como rond off elections, o rondas de preferencias simultáneas, que en principio estaría orientada a evitar las segundas vueltas en la elección presidencial y, con ello, la eventualidad de alianzas hacia el centro o hacia la izquierda; pero también en el caso del parlamento se votaría por individuos capaces de fabricar su propia popularidad (cf. Alejandro Baldizón, 2010).

Se debería entender que la in-dividualización del sistema elec-toral evita la cuotización o re-partimiento que los sistemas de mayor proporcionalidad ofrecen (por ejemplo el método d´Hont –que atiende minorías– o el mé-todo de Hare –que atiende mayo-rías–).

Para facilitarlo, ha de promo-verse la reducción del tamaño de las circunscripciones electorales a no más de tres personas por distrito. También se habla de in-troducir reformas electorales que hagan válidos los votos en blanco en las elecciones parlamentarias, con el fin de que se conviertan en escaños cuyo objetivo, por ejem-plo, sería impedir decisiones por mayoría calificada de tres cuartas partes, respetándose los escaños vacíos.

• Respecto de las políticas pú-blicas, se prefiere la regla de la unanimidad o, en su defecto, que lo provea la empresa privada. Se sugiere políticas voluntarias a ni-vel descentralizado. Por ejemplo, las obras públicas debidamente consensuadas tendrían que tener un sistema impositivo basado en el prorrateo parejo del costo del mismo, en inglés denominado Poll Tax, ensayado, por ejemplo, por Margaret Tatcher en algunos con-dados, con malos resultados.

Inicia curso libre “Introducción al estudio crítico de la pobreza y la exclusión social”

Asistentes al curso impartido por el Mtro. Vicente Quino, docente e investigador del Área de estudios de pobreza y migración, el 21 de sep-tiembre del presente año, en las instalaciones de FLACSO-Guatemala.

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6 No. 19/ octubre 2010

• En relación con los Parlamentos, esperarían un sistema bicameral incongruente y asimétrico (cf. Die-go Reynoso, 2010), con base en representaciones diferenciadas, a efecto de introducir el factor demo-ra y de veto en la actividad legisla-tiva a favor de alguna cámara alta (que en vez de territorial/pobla-cional tendría que ser de clase o de “aristocracia ilustrada”). En tal sentido y para garantizar el statu quo, este bicameralismo restricti-vo tendría que ser pequeño en su composición, porque entre mayor es el número de individuos que participa del mismo, mayores los costos de la toma de decisión y a la inversa, menores las externa-lidades negativas de la decisión política (cf. Buchanan y Tullock 1980/1962, cap. 16).

PUBLIC CHOICE EN GUATEMALA

En Guatemala, la tep se difunde profusamente desde el llamado Centro para el Análisis de las Decisiones Públicas (cadep), con sede en la Universidad Francis-co Marroquín (ufm), que cuenta con un activo intercambio con su pares ideológicas de Virginia, Estados Unidos, de donde sobre-sale la George Mason University, que aglutina una asociación de lo más granado y extremo de la public choice, a cargo del mismo J. Buchanan (por eso la conoce también como la Escuela de Vir-ginia de Economía Política).

Esta escuela económica se

considera “compañera de viaje” de la Escuela Austriaca. En la ufm también gravitan el Centro de Estudios Económicos y Sociales (cees), de generales conocidas y el Centro de Estudios del Capita-lismo. Y son activos también los seguidores de Aynd Rand, litera-ta creadora del denominado “ob-jetivismo”, que es algo así como una ideología del capital para el capital. Otros autores, como M. Rothbart defensor de al derecho absoluto (y natural) de la propie-dad privada, también son popula-

res entre los libertaristas locales. “El poder nace del capital”, sería el axioma común que notamos, aunque los conceptos de libertad o propiedad diluyan el contenido del mensaje.

El cadep se ocupa de impulsar y desarrollar diversos actividades sobre la tep a través de la reali-zación interanual de los “Semi-narios Interuniversitarios”, que se organizan desde el 2003 en varios lugares del país, y en los que participan estudiantes y pro-fesores de otras universidades locales, incluyendo algunos de la Universidad de San Carlos de Guatemala (usac). En estos foros se comparte y explica el enfoque de la tec y se ponen ejemplos mediáticos de la corrupción pú-blica para demostrar la veracidad de sus postulados: el político que administra fondos públicos está distribuyendo corrupción, sería más o menos el meollo de su co-metido.

El resultado de su actividad sería una masa crítica de perso-nas reacias a lo público y de la política, sospechosos de los/las personas que se dedican al ser-vicio público –si bien estos abun-dan en ejemplos de lo que no se debe hacer–. De sus textos rela-tivos al presupuesto público se afirma una postura no incremen-talista, con diversos argumentos –provistos por los mismos políti-cos– para justificarlo. (Es de Pe-rogrullo recordar que contrario a la actividad privada, la política es pública y por ende más fácil de monitorear).

Ya utilizada como arma política,

estas consideraciones teóricas de la tep servirían para promover una política sin políticos, o una democracia sin partidos, inclu-so, como una lucha contra las iz-quierdas en general, por ser éstas las que más cercanas estarían a los intereses de la mayoría. Con elegante honestidad, Carlos Sa-

bino, profesor de la ufm, describe el problema a enfrentar así:

A partir de este punto, del momen-to en que la democracia se conci-be como una gigantesca máqui-na de redistribución económica, comienza un ciclo que, retroali-mentándose, termina generando graves problemas que aparente-mente desafían toda solución. Los más pobres, cobrando conciencia de su fuerza electoral, reclaman cada vez con mayor intensidad que se les otorgue beneficios de toda naturaleza; algunos políticos, evaluando bien el peso numérico de estos sectores, comienzan en-tonces a hacer promesas que son acogidas con entusiasmo, pero que resultan imposibles de cumplir (Sabino, 2010).

Así que contener la fuerza de la democracia, es principio para vaciarla de contenido y reducirla a reglas operacionales. J. Bucha-

nan en una de sus más recientes obras ha ido más lejos (La razón de las Normas,1987), invocando una nueva “religión cívica” que vuelva a lo básico, de la diferen-ciación constitucional que había entre individuo y Estado en el si-glo XVIII, misión que le encarga a las nuevas generaciones:

En el cual el individuo que confía en sí mismo permanece celoso de su propia libertad y confía en su propia capacidad de asegurar su propio bienestar bajo la protección legal de un estado constitucional-mente limitado (Buchanan, 1988b)

PUBLIC CHOICE: UNA TEORÍA DE LA SOSPECHA

La tep más que ser una teoría del desencanto con la política demo-crática actual, como lo plantea Gisela Zareberg, es más bien una “teoría de la sospecha” de la democracia actual, puesto que

Nuevo convenio entre El Colegio de la Frontera Norte, EL COLEF, y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Guatemala

En las ciudades de Tijuana, Estados Unidos Mexicanos y de Guatemala, se firmó un nuevo convenio entre El Colegio de la Frontera Norte, EL COLEF, y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Guatemala, para ejecutar el proyecto de la Encuesta en la Frontera Sur de México, EMIFSUR, Fase VIII, para el período octubre 2010 –marzo 2011. La Encuesta se basa en un levantamiento de entrevistas a poblaciones en movimiento hacia México y Estados Unidos de América, y de poblaciones deportadas, a partir de un marco muestral de los flujos en localidades de paso fronterizo establecidos entre México y Gua-temala, en las fronteras de El Salvador y Honduras con Guatemala, así como en los aero-puertos de estos tres países. La EMIFSUR es ejecutada por el Área de estudios de pobreza y migración de FLACSO, desde julio de 2009.

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cuestiona uno de los facto-res claves de la democra-cia electoral: la alterabilidad política, la temporalidad del acto gubernativo, incluso el pluralismo ideológico y so-cial. Se deduce que en su haber el gobierno democráti-co derivado de la revolución de las normas que propone, quedaría reducido a “una variable independiente”, in-útil, tanto en lo político como en los costos económicos del mismo.

Public choice sospecha en definitiva de la democra-cia de mayorías, a la que contrapone la democracia de elites, como en el tipo ideal de M. Weber ( 1999: 1047-1098) dirigida por “ho-norables”, con espíritu de cuer-po, ricos y con tiempo disponible para dedicarse al funcionariado, pero que tendría problemas de legitimidad, y por ende aumen-tando la coacción.

Los críticos de la democracia, en cualesquiera de sus signos ideológicos, tendrían que saber que la forma más robusta de combinar los intereses de las minorías con la de las mayorías desde una lógica liberal o comu-nitarista, o multiculturalista, tiene que ser desde una concepción robusta de lo inclusivo y lo de-liberativo, tal cual en la noción Habermas sobre la “República Constitucional” de corte inclusiva (2001: 363s) so pena de ser con-denadas como programas anti-democráticos, tal como parece ser en el caso analizado.

PUBLIC CHOICE Y LA REFORMA POLÍTICA

Tomando en cuenta que el pro-yecto de reforma constitucional que promovió la asociación Pro-Reforma en Guatemala, preten-día sin rubor constitucionalizar la

soberanía de la minoría, separan-do la economía (lo privado) de la política (lo público), y dar un salto hacia atrás en el proceso demo-crático (A. Velásquez, 2009), se puede decir que ya hubo un no-table esfuerzo de implementar la teoría de public choice con una realidad concreta. A esto es lo que denomino “opción racional de clase”: o sea un programa in-telectual con un piso material/so-ciológico que le da sentido.

Por otro lado, la Ciencia Polí-tica sabe que la descalificación ad-hominen a los/las políticos, así como a los partidos y a la política en general es de lo más fácil del mundo, ya sea porque la misma clase política dé elemen-tos para ello; o porque la compe-tencia política siempre está lista a minimizar la importancia del adversario y derrotarlo; o porque los afectados de las políticas democráticas, el sector privado incluido, quieren situarse por en-cima o por debajo de la Ley. De lo que se trata entonces es diseñar modelos electorales y constitu-cionales que eleven la calidad de la representación democrática, así como de las políticas públicas y del gasto público, lo cual para

el caso guatemalteco requiere un debate amplio sobre su di-seño constitucional, ya que las reformas de 1994 sólo tuvieron el mérito de hacer retroceder el avance del modelo de 1986, que no pudieron resolverse ni con las propuestas de reformas de 1999 ni con las del 2009.

Por eso, para el periodo electo-ral del 2011, la comunidad política y académica debería profundizar sobre los distintos modelos de re-diseño constitucional que harían falta para ir al fondo de los actua-les problemas institucionales de Guatemala, tanto en su sistema económico como político, a fin de ingresar por fin al Siglo XXI.

La investigación continúa…

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Baldizón, alejandro: “¿Se pue-de mejorar el sistema de elec-ción por mayorías?” en el VI Seminario Interuniversitario del Centro de Análisis de las Decisiones Públicas: http://w w w . n e w m e d i a . u f m . e d u /gsm/index.php/%C2%BFSe_p u e d e _ m e j o r a r _ e l _ s i s t e -ma_de_elecci%C3%B3n_por_

mayor%C3%ADas%3F• Buchanan, james y Gordon tullock (1980/1962): El cálcu-lo del consenso, fundamentos lógicos de la democracia cons-titucional. Centro de Estudios y Comunicación económica. Madrid.• --- “Consecuencias econó-micas del Estado Benefactor” (1988), documento de internet. http://www.eseade.edu.ar/ser-vicios/Libertas/43_1_Bucha-nan.pdf, consultado, en mayo del 2010.• --- “Mi peregrinaje Intelectual” (2001), en: http://www.elca-to.org/node/1294, Consulta-do en mayo del 2010• haBermas, jürGen (2001), Facticidad y Validez, Sobre el derecho y el Estado democrá-tico de derecho en términos de la teoría del discurso, Trotta, Madrid.• max WeBer (1999), Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México (principal-

mente la entrada: Sociología del Estado).• olson, mancur (2001/2000): El Poder y la Prosperidad: la supera-ción de las dictaduras comunistas y capitalistas, Siglo XXI Editores, Madrid.• reynoso, dieGo: “La diversidad institucional del bicameralismo en América Latina”, en: Perfiles Lati-noamericanos, Facultad Latinoa-mericana de Ciencias Sociales (FLACSO), México D.F, No. 35, pp 105-144.• saBino, carlos (marzo, 2010): “La democracia del Siglo XXI”, en: http://elcato.org/pdf_files/ens-2010-03-04.pdf, Consultado mayo del 2010.• trujillo, pedro: “Sistemas elec-torales y democracia”, en: Tópicos de Actualidad, órgano divulgativo del Centro de Estudios Econó-mico Sociales (CEES), No. 988, Mayo del 2010. • Velásquez, álVaro (marzo, 2009): “¿Un estado a su imagen y seme-janza o una democracia sin parti-dos?” En: diálogo, FLACSO-Gua-temala, marzo 2009. Guatemala• zaremBerG, Gisela (2008): “La Teoría de Elección Pública ¿una teoría del desencanto?”, en: Do-cumentos de Trabajo, FLACSO, México D.F.• Sites Web: Centro para el Aná-lisis de las Decisiones Públicas (CADEP) http://cadep.ufm.edu

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Publicación mensual de flacso-Guatemala Director: Dr. Virgilio Álvarez Aragón/Coordinación y diagramación: Lic. Hugo de León P.

Tel. PBX (502) 24147444 Fax: (502) 24147440 Correo electrónico: [email protected] Página web: http://www.flacso.edu.gtLas ideas expresadas en esta publicación no son necesariamente

compartidas por FLACSO-Guatemala30 mil ejemplares