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UNA - DAM Historia sociocultural del Arte 2º Cuatrimestre 2015 Cátedra: Prof. Daniel Sánchez Prof. Marcela Andruchow Comisión 1 Integrantes del grupo: Marcela García Collins – Verónica González. _______________________________________________________________________ ______ Trabajo de Investigación correspondiente al Eje I: Arte, mito y acción ritual. Las producciones simbólicas en el proceso de construcción de la nacionalidad de la generación del ’80. El polémico Monumento a Domingo F. Sarmiento de Auguste Rodin "El arte sólo comienza con la verdad interior" 1 Pertinente elección del tema, desarrollo y conclusión. 10 (diez) Introducción: Tema seleccionado: El rechazo y las controversias que generó el Monumento a Domingo F. Sarmiento 1 , realizado por Auguste Rodin 2 en París e inaugurado el 25 de mayo del año 1900 en el parque Tres de Febrero (creación del propio Sarmiento) de la ciudad de Buenos Aires. 1 A. Rodin citado en Sergio Barbieri, “El monumento a Sarmiento realizado por Rodin” pág. 16 2004 http://www.anc-argentina.org.ar/descargas/publicaciones/miscelaneas/ misc103_2.pdf 1

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UNA - DAMHistoria sociocultural del Arte 2º Cuatrimestre 2015Cátedra: Prof. Daniel Sánchez Prof. Marcela Andruchow Comisi

ón 1

Integrantes del grupo: Marcela García Collins – Verónica González._____________________________________________________________________________Trabajo de Investigación correspondiente al Eje I: Arte, mito y acción ritual.

Las producciones simbólicas en el proceso de construcción de la nacionalidad de la generación del ’80.

El polémico Monumento a Domingo F. Sarmiento de Auguste Rodin "El arte sólo comienza con la verdad interior"1

Pertinente elección del tema, desarrollo y conclusión.10 (diez)

Introducción:

Tema seleccionado:

El rechazo y las controversias que generó el Monumento a Domingo F. Sarmiento1, realizado por Auguste Rodin2 en París e inaugurado el 25 de mayo del año 1900 en el parque Tres de Febrero (creación del propio Sarmiento) de la ciudad de Buenos Aires.

Objetivo:

Encontrar las posibles razones por las cuales a este monumento en particular, le resulta complejo ser tomado como mito materializado y si fueron estas las causas de las reacciones negativas ante el mismo.

Abordaje:

“El arte sólo comienza con la verdad interior"… aseveró Rodin…sin embargo ¿es aplicable este pensamiento para una obra que fue encargada para servir al proceso de construcción de nacionalidad? Si la obra de arte construida por un sistema de pensamiento mítico, donde artista, obra y público intervienen en esta experiencia totalizadora, se activa a través de la acción ritual como 1 A. Rodin citado en Sergio Barbieri, “El monumento a Sarmiento realizado por Rodin” pág. 16 2004 http://www.anc-argentina.org.ar/descargas/publicaciones/miscelaneas/misc103_2.pdf

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mito materializado ¿qué sucede cuando el artista, en este caso, parte desde otro compromiso afectivo, alterando la red de sentido del mito? El mito es una producción simbólica, pero resultaría que el arte ¿tiene que apelar a la mímesis para su actualización?¿Qué pasa cuando las verdades indiscutibles sobre las que se configura el mito comienzan a discutirse? (Aclaración: esta última pregunta supera los alcances de la presente investigación- aunque no deja de estar presente en la construcción de la misma- ya que deberíamos remitirnos a las diferentes coyunturas políticas a lo largo del tiempo, que se siguen verificando en la actualidad). Con documentos epistolares y periodísticos de la época3, trabajos académicos y bibliografía ad hoc se intentará dar cuenta de lo acontecido con este monumento y arribar a algunas conclusiones pertinentes.

Contexto:

Ubicamos la producción simbólica de arte público de Buenos Aires entre 1880 y 1930 en el marco del Eje I: Arte, mito y acción ritual.

En la década del ´80 en Argentina se comienza a agudizar una crisis que crece a pasos agigantados, azuzado por el número de inmigrantes que crece año a año, queda al descubierto la frágil construcción del concepto de nacionalidad de la sociedad. Por esos años, se asientan inmigrantes que molestan a la elite local, por ser de bajos recursos y de zonas menos desarrolladas, por no mostrar intentos de integración y por tener culturas muy diferentes, como en el caso de los judíos provenientes de Rusia y los árabes del Imperio Otomano. La extranjeridad se torna amenaza. Se suma el peligro latente de una expansión colonial imperialista que merodea día y noche. Italia intenta desacreditar la soberanía local, (inmigrantes italianos con poder y libertad sobre la economía y la política, manteniendo su nacionalidad italiana), algunos funcionarios locales apoyan esta política exterior. En este clima de transformación la dirigencia política decide poner freno a este proceso sociocultural espontáneo, construyendo la nacionalidad argentina. Así, festejos patrios, construcción de monumentos y museos, lugares públicos, hasta allí ocupados por extranjeros, pasan a ser tema central para la construcción político cultural de la nación. Esta elaboración no es el resultado de una reflexión teórica y elaborada, se fue gestando desde el mismo transitar de situaciones, actitudes y reacciones que se fueron generando cotidianamente.

Desarrollo:

Tomamos el Monumento a Sarmiento, porque allí donde se apuntaba a la construcción de la nación, la construcción político social de la identidad del ser argentino, que implica arraigar valores, la educación resulta clave para su desarrollo, Sarmiento, en este sentido, es un personaje indiscutible. El nombre del prócer sanjuanino fue desde un principio, sinónimo de educación, por lo cual su imagen simbolizaría como ninguna, este valor fundacional. Y un monumento público, con cada conmemoración, tomada esta como acción ritual, lo actualizaría. Además de esta visión idealista, había una razón ideológica en los promotores del monumento, que tenía que ver con la memoria sostener la memoria del prócer en oposición a la política de Juárez Celman, pero no es, como ya

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advertimos, las coyunturas políticas las que nos ocupan, solo cabe la mención de lo que no se puede soslayar.

Si la polémica se hubiera generado con Sarmiento, como ha sucedido en diferentes períodos políticos no solo con él sino con otros personajes históricos, deberíamos desarrollar el planteo centrándonos en que si el mito es una verdad indiscutida... ¿qué pasa cuando hay una fisura y se comienza a discutir? Dado que no es lo mismo construir un mito fundacional con elementos de la Naturaleza, con una divinidad representada antropomórficamente que con una figura política, partícipe en un período histórico, con una realidad humana.

Pero no es este el caso, no fue Sarmiento, persona histórica sino su monumento lo controversial; lo que nos lleva a otras dos cuestiones que son parte del asunto: 1) Qué sucede cuando la figura a tomar como mítica con lo que ella simboliza no es reconocible en su materialización.2) Cuánto tiene que ver la elección de un artista de por sí tenido por polémico, con un estilo propio y reconocido en el relato de la historia del arte como precursor del modernismo, categoría estética que cuestiona y reniega del arte como mímesis.

Paradójicamente, fue la inauguración del Monumento a Sarmiento, aún siendo un escándalo, un episodio movilizante que dio la pauta de la importancia y del suceso que el proyecto de lo escultórico en la conformación de la identidad nacional tenía, dada la movilización de la opinión pública que produjo.

Siendo que eran tiempos en que se miraba a Europa y a Francia en particular para todo lo referente a ideas filosóficas y cultura, no deja de ser interesante que también se reprodujera en escala la reacción que se había tenido en París ante otra escultura de Rodin en la que el artista esculpe a Balzac, mostrando su visión y su genio, más que sus rasgos fisonómicos.

Sin embargo, la discusión es diferente por la “función” que cada monumento debía cumplir. En París se cuestionó la calidad artística de la obra. Aquí, eso no estaba en discusión, por el contrario había un reconocimiento de la hermosura y expresividad de la obra, sobre todo por parte de Eduardo Schiaffino, fundador y director del Museo Nacional de Bellas Artes integrante de la llamada Generación de los 80, promotora de la “ocupación simbólica del territorio” (concepto de R.Rojas, en La restauración nacionalista, cit.pag.222) en Gorelik, p214) haciendo un análisis plástico para deslindar al Monumento del personaje. Vale aclarar que había sido el propio Schiaffino quien al retorno de uno de sus viajes a París había influenciado para que Rodin fuera el artista a quien se le encargara el monumento.

De hecho, Schiaffino y Miguel Cané estuvieron entre los contratistas del escultor. El contrato pactaba “la realización de una figura en bronce, de 2 metros de alto, sobre un pedestal de 5 metros, a un costo de 75.000 francos que se pagarían en seis cuotas. Se acordó un tiempo de ejecución de tres años y medio -que se extendió, como era costumbre en Rodin- y se aseguró la "libertad de creación" para el artista.” 2

Junto con la libertad de creación, sin la cual, suponemos que Rodin no habría aceptado el contrato, se le hicieron recomendaciones acerca de los rasgos y la forma que cabeza y rostro debían tener, a fin de que el público identificara a su prócer. Durante todo el proceso hubo comunicaciones y reparos como se ve en la carta que le enviara a Rodin, luego de la

2 San Martín, Raquel Los estrechos lazos de Rodin con el país LA NACION|Cultura DOMINGO 01 DE JUNIO DE 2003 HTTP://WWW.LANACION.COM.AR/500494-LOS-ESTRECHOS-LAZOS-DE-RODIN-CON-EL-PAIS

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escandalosa recepción y la violencia que el monumento generó (a punto de tener que ponerle custodia y pensar, en su momento, en un posible traslado). La cabeza del prócer generaba particular conflicto: "Es difícil concebir algo más feo, vulgar, casi repulsivo y, por lo tanto, menos parecido a Sarmiento que el perfil de su estatua (...). Sarmiento era feo, pero no tenía un cráneo de degenerado ni era su cabeza la de un notario o la de un farmacéutico de aldea", comentó LA NACIÓN, sin eufemismos, tras el escándalo. La oposición fue tal que dos días más tarde el pedestal -que tiene a Apolo luchando con una hidra de un lado y un escudo nacional del otro- amaneció cubierto de leyendas. Se habló de trasladar el monumento a un museo y hasta de recaudar fondos para realizar otro.”3 Como se planteó anteriormente, si bien, a lo largo de los encargos y las inauguraciones de los monumentos, había polémicas en cuanto, “al parecido de los héroes y la verosimilitud de las escenas”4 esto va más allá de las normas estéticas: “…lo que se demanda para el panteón icónico que se está construyendo son imágenes sintéticas, fácilmente aprehensibles, reproductibles…” En el caso del monumento de Rodin, el público no podía reconocer a Sarmiento sin mediación intelectual. “La sensibilidad simbólica de Rodin puede ser aceptada en todo el monumento, pero no alcanza que la cabeza sea un símbolo de la cabeza de Sarmiento…”5 para que cumpla la función de materialización del mito.

Conclusiones:

Si “la función principal del mito es revelar los modelos ejemplares de todos los ritos y actividades humanas significativas…” 6 cómo podría esto ser posible cuando una sociedad contiene en su creencia, identificación y saber, una estética tan alejada a la propuesta por Rodin. Conceptos tales como estilo, huella, impronta, que muestren la personalidad del artista no se concebían, más aún, ni siquiera estaban concebidos (valga el juego de palabras), en los tiempos en los que el arte tuvo que ver con el mito y la acción ritual (y así fue hasta el Renacimiento, por lo menos en Occidente). Si bien el monumento a Sarmiento se encuentra dentro de la producción simbólica, puesto que apuntó a materializar el mito desde el punto de vista de la construcción de la nación, arraigando la elaboración político social de la identidad del ser argentino. La estatuaria pública creada para estos fines, en general estuvo a cargo de artistas figurativos, cuyas obras eran funcionales al fin para el que se las encargaban: que lo que representaran fuera reconocible de inmediato. En el monumento tratado en esta investigación, el rastro de Rodin es más claramente identificable que el rostro de Sarmiento y esto obstaculiza demasiado la construcción mítica. La elección de Rodin quizá no fue la acertada, al responder más a una valoración artístico-estética que artístico-pedagógica o pragmática. Rodin, además de ser una personalidad en sí, por su obra y más allá de su obra, está entre quienes inician la ruptura del objeto de arte funcional, de la obra figurativa imitando un modelo, del arte como representación de algo que esté por fuera de sí misma.

3 San Martín, Raquel Los estrechos lazos de Rodin con el país. La Nación Cultura domingo 01 de junio de 2003 http://www.lanacion.com.ar/500494-los-estrechos-lazos-de-rodin-con-el-pais4 A. Gorelik, “La grilla y el parque, espacio público y cultura urbana en Buenos Aires” pág. 2175 A. Gorelik, “La grilla y el parque, espacio público y cultura urbana en Buenos Aires” pág. 2196 M. Eliade, “Mito y realidad!” pág. 14

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Apéndice :

“Domingo Faustino Sarmiento: (San Juan, 1811 - Asunción del Paraguay, 1888) Político y escritor argentino, presidente de la República entre 1868 y 1874 y autor de una copiosa producción periodística, pedagógica y literaria, entre la que sobresale su novela Facundo o Civilización y Barbarie (1845).”

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sarmiento.htm

2 “No era la primera polémica que enfrentaba el artista Auguste Rodin, nacido en París en 1840, por su obsesión por retratar el espíritu de sus personajes, más que su apariencia física. “Para mí, la escultura moderna no debe ser una imitación de la fotografía. El artista no sólo tiene que trabajar con su mano, sino sobre todo con su inteligencia" dijo Rodin en 1898Antes de encarar un trabajo, Rodin reunía y analizaba documentación y fotografías sobre los personajes y hechos que representaría.De origen humilde, Rodin tuvo una trayectoria artística accidentada: tres veces rechazaron sus pedidos de admisión en la Escuela de Bellas Artes de París y en varias oportunidades resultó perdedor en concursos para construir monumentos públicos. Sólo alrededor de los 35 años comenzó a desarrollar un estilo propio y a recibir atención pública, que excedió los límites de Francia.Ilustrador y dibujante, Rodin llegó a ser propietario de un próspero taller de escultura en la ciudad de Meudon, que recibía pedidos de los Estados Unidos, Austria, Alemania e Inglaterra. En esa ciudad murió, el 17 de noviembre de 1917, cinco días después de cumplir 77 años.”http://www.lanacion.com.ar/500494-los-estrechos-lazos-de-rodin-con-el-pais

3 Destacamos en negrita lo que nos pareció necesario remarcar por dar cuenta del conflicto: “Mi querido maestro: La inauguración del Monumento a Sarmiento ha tenido lugar el 25 de Mayo y estamos aún en plena batalla de opinión sobre vuestra obra de arte. Ante todo, no quiero ocultar mi impresión desagradable, incluso mi decepción, cuando al hacer abrir la caja que contenía la estatua, vi que no había agregado nada, ni suprimido nada, ni modificado nada de la figura del Sarmiento. Pasé dos años suplicándole, usted sabe con qué insistencia, que le diera a los rasgos y a la cabeza de Sarmiento todo el parecido posible con el original. El Señor Pellegrini, antes y sobre todo después de mi partida le hizo el mismo pedido. Usted nos prometió tener en cuenta nuestros razonamientos, que en el fondo no modificaban en nada sus ideas generales sobre lo que debe ser un monumento conmemorativo. Yo le decía que le diera al Sarmiento la posición que tenía en la cabeza, incluso más exagerada si quería y si esa era su idea, pero al mismo tiempo le preguntaba en qué podía perjudicar a esta actitud el hecho el hecho de que la cabeza de bronce de Sarmiento tuviera la misma forma que la que tenía en carne y hueso, que los ojos tuvieran igualmente la misma forma, así como el peinado con los pocos cabellos que tenía. Usted prometió hacer esas modificaciones más de una vez, pero no tuvo en cuenta ninguna de mis súplicas en ese sentido. El resultado está aquí: en lugar de ser recibida con una aclamación unánime, porque yo encuentro muy bella su obra, todos están desconcertados por la figura simiesca de Sarmiento, su frente aplastada, sus pequeños ojos punzantes, mientras que él los tenía redondos como los de los bueyes de que hablaba Homero; sus cabellos cayendo en la nuca, mientras que él casi no tenía (…) ¡Qué lamentable! ¡Y pensar que fue usted mismo quien no quiso, por razones que no alcanzo a explicarme, acallar todas las objeciones contra su obra!…Hubiera querido escribirle otra carta que ésta; usted conoce mi admiración y el afecto que le tengo, pero al mismo tiempo recordar la leal franqueza con la que siempre le hice mis observaciones Créame siempre su afectísimo. (Miguel Cané)” �

“En junio de 1900 Rubén Darío recorrió en París el Pabellón Rodin en la Plaza del Alma, con motivo de la exposición Universal. Estas fueron sus impresiones: (...) Conozco las distintas opiniones de la Prensa argentina, los rudos mazazos del señor Groussac, los líricos y sutiles comentarios de Eduardo Schiaffino y la necesidad de vigilancia policial para librar al monumento de la indignación iconoclasta (…) Los que han visto el Sarmiento, admiran la obra, sobre todo el pedestal, el Apolo. André Veidaux dice de él en un reciente estudio (…) es una cosa maravillosa de decoración, un prodigio desconcertante de gracia olímpica y de brillante juventud. Espanta de arte este efebo bañado de luz y belleza. Opinión francesa. Ved ahora una inglesa, de Arthur Symons (...) siempre, en el ��mármol, en el menor boceto de barro, existe el éxtasis. A menudo es un éxtasis perverso, a veces, como en la radiosa figura que abre de par en par las puertas de las montañas sobre el pedestal de la estatua del general Sarmiento, es un puro gozo (…)Recuerdo también algo que me refiriera en el taller de Víctor de Pol, en Buenos Aires, el nieto del ilustre luchador: Augusto Belin Sarmiento. El gran hombre, alguna vez que se hablara de su estatua delante de él-¡oh, él estaba seguro de ella!-, exclamó: ¿El mejor monumento que se me podría levantar? Ir a la cordillera y arrancar un buen pedazo de picacho andino, y traerlo a Buenos Aires y plantarlo en donde quisieran, en la piedra bruta, en la roca viva, grabar: Sarmiento; y nada más. Y a fe que el gran original tenía razón. (…)� El texto de Rubén Darío proviene de Peregrinaciones. En: Obras Completas, Volumen III. Madrid, Afrodisio Aguado, 1950-1955, pp.374-502, “(Ana María Telesca, “El Sarmiento de Rodin” 2008 http://www.leedor.com/contenidos/artes-visuales/plastica/el-sarmiento-de-rodin)

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Bibliografía:

- Barbieri, Sergio: “El monumento a Sarmiento realizado por Rodin” Misceláneas 103. Academia Nacional de Ciencias. Córdoba, 2004. http://www.ancargentina.org.ar/descargas/publicaciones/miscelaneas/misc103_2.pdf

- Bertoni, Lilia. “La elite del 80 y la construcción de la nacionalidad” Revista Ciencia Hoy, Vol. 4.Nº22

- Eliade, Mircea: “Mito y realidad”. Ed.Labor.Barcelona,1991- Gorelik, Adrián: “La grilla y el parque, espacio público y cultura urbana en Buenos Aires,

1887-1936”.Universidad Nacional de Quilmes, 1998.- Sánchez, Daniel:” El papel de las producciones simbólicas en la construcción del mito de la

nacionalidad argentina (1880 – 1930)”. Apunte de Cátedra HSCA.UNA-DAM. - San Martín, Raquel: “Los estrechos lazos de Rodin con el país” La Nacion|Cultura

domingo 01 de junio de 2003 http://www.lanacion.com.ar/500494-los-estrechos-lazos-de-rodin-con-el-pais

- Telesca, Ana María: “El Sarmiento de Rodin” 2008 http://www.leedor.com/contenidos/artes-visuales/plastica/el-sarmiento-de-rodin