hoy arribarÁ el bricbarca gorch fock buque-escuela de la marina alemana

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al inmniiiinHiimimiiin nuil «iimiill iiiiiiinii iiillliiiiiiniinii 111111111111 nm iiiiiniiiiiiiiiiiniiliiiii iiiniiiiiiiiiiii mi»»»» iiimiiminmii mu i «i» miiimimiiiimiim IIIIIIIIIIIIIIIHIIIIIIIII i i | Illllllimimil LA ISLA Y LOS BARCOS EL VIA !„„„„,„ imuuiinuuiiiuuiiiuiimiHiumimiu Huiiuimniiiimuimiiii IHNHIÍIII ii.iiiniiiiiiiiiiumiiiiiiHiiíiiimíiimmiiiiiiii mmmmmm nmuHHiuiiiiiiiiiiiii iinin iiiiiiiiiiiiuiiniiii nniiiimuiiHiiiHi^ Hoy arribará el bricbarca "Gorch Fock", buque-escuela de la Marina de Guerra alemana Con 110 cadetes a su bordo, realiza un crucero de instrucción por aguas del Atlántico Santa Cruz de Tenerife, en la historia de los barcos alemanes destinados a prácticas de navegación Para las primeras horas de esta mañana está previsto el atraque del bricbarca de tres palos «Gorch Fock», buque-es cuela de la Marina de Guerra alemana que, a;! mando del capitán de fragata Staekel berg, realiza un crucero do instrucción con 110 cadetes a su bordo. El «Gorch Fock» —<¡ue ya anteayer navegaba a la vista de Santa Cruz de Tenerife— se hará a la .mar el próximo lunes y, con los veleros de la «Operación Vela 1976», parti* para en la ¡magna concentra ción que el 4 de julio se ce- lebrará en aguas de iNueva York. Esta es la quinta ocasión en que el «Gorch ¡Fock» pone en el puerto santacrucero la es- beltez y gracia marinera de su estampa gallarda. Doble signi- ficación tiene esta nueva es cala del moderno bricbarca. V es que fue Santa Cruz de Te- nerife el puerto elegido, en agosto de 1959, como meta de aquél su primer crucero de prácticas por el Atlántico. Vino directo desde Kiel y, tras unos días de estancia, con el mismo rumbo y destino se hi« 20 a la vela después de habei mostrado —por vez primera aquí— Jos nuevos colores de la Marina de Guerra de Ale manía -Federal. Desde el punto de vista his cíaa la clase «Bismarck» y era gemela de las «Blucher», «Moltko», «Stein», y «Stosch». De 82 metros de eslora y 14 de manga, estaban artillados con diez piezas de 150 milí- metros y dos de 88, A los largos viajes de la «Gneisenau», no sólo debieron mucho las promociones que por ella pasaron, sino también la Oceanografía y Meteorolo- gía, ciencias que se enrique- cieron notablemente merced a las valiosas observaciones llevadas a cabo por sus ofi- ciales en el curso de tales pe- riplos. En 1885 se le unió la fraga- ta acorzada «Charlotte», flota- ble unidad de 3.300 toneladas y 88 metros de eslora que es- taba artillada con dieciocho piezas de 152 milímetros, dos de 88 e igual número de tu- bos lanzatorpedos. Estaba equipada con una máquina de vapor y, aquellas dos chime- neas —entre los palos trinque- te y mayor— le daban una magnífica estampa, la cual re- saltaba con el clásico balcon- cillo a popa. A la «Charlotte» se agregó posteriormente la pareja «Ar- cona» y «Alexandrine» —aco- razadas construidas en 1885 y con artillería de 150 y 105— y, en 1897, el nombre de la primera saltó al grito mudo de la prensa cuando tuvo que pro- teger los intereses alemanes en Puerto Príncipe, Haití. En 1902, la «Charlotte» ganó de nuevo notoriedad cuando ínter \firvrk etn KlrvniíAn HE» IftS E! bricbarca «Gorch Fock» —que hoy llegará a nuestro puerto— cuando, en 1970, tomó parte en la regata Plymouth-Tenerife. (Fotos Juan HERNÁNDEZ). POR JUAN A. PADRÓN ALBORNOZ recieron en el trágico naufra gio. Gui'llermo II supo recompen sar aquella valiosa ayuda y fi nanció la construcción de un puente sobre el Guadalmedi na. Y el llamado «Puente de los Alemanes» continúa dan do fe de aquella ayuda que todo un pueblo, e! malague ño, prestó a la «Gneisenau tumbada y semihundida bajo las olas que rompían sobra el casco. Los años acabaron con las corbetas de elegantes arbola duras y chimeneas graciosas } en caída. En 1907, la «Charlo! te» fue transformada en pon ton, suerte que también co rrió la «Stein», mientras que la «Moitke» —rebautizada «Actieron»— pasó como depó sito agrégalo a las flotillas da submarinos basadas en el Je de. Santa Cruz de Tenerife con ba máxima de 28 nudos. El armamento del «Wiesba- den» estaba compuesto pot ocho piezas de 150 milímetros —en montajes simples y de mantelete—, dos antiaéreos de 76, cuatro lanzatorpedos de 533 milímetros y, a popa, equi- po para el transporte y fon deo de 120 minas. 474 hom bres integraban la dotación que oficialmente se asignó al flamante crucero y, entre ellos, con sus 35 años y espí. ritu joven estaba Jotiann Wil- helm Kinau, el conocido Gorch Fock. Y fue en Jutlandia, en aquel memorable encuentro entre la Grand Fleet y la Hochesee Flotte, donde el «Wiesbaden* sufrió un duro castigo artille ro. Quedó ai garete e incendia- do y, para prestarle auxilio, «os cruceros de Von Hipper y la Tercera Escuadra de acora- zados, detuvieron su marcha. rizante se iluminó como un mar de fuego. «Una superficie de llamas parecía envolvernos desde el Norte al Oeste», de claró luego el almirante Scheer. Se lanzan al ataque las fio tillas de destructores y sa arrumba al Este ante la nece sidad de romper el apretado cerco de las fuerzas de Je llicoe. Entre las fuerzas com batientes queda el «Wiesba den» envuelto en su mortaja de humo y llamas mientras^ por parte inglesa, igual suer te corren los «Defence» », «Warrior». Al amanecer del 1 de junio de 1916, el «Wiesbaden» des apareció bajo las olas con ta da su dotación, a excepciói* de un fogonero que, hora? más tarde, fue recogido po un mercante noruego. En esta batalla —la última batalla naval clásica que vía ron los siglos— Alemania peí dio 2.551 hombres mientras que, por parte inglesa, la cífr^ total ascendió a 6.097. El cadáver de Jtíhann Wil helm Kinau —Gorch Fock— apareció posteriormente en una playa de la isla sueca de Stensholmen. Y allí, cerca di 'la mar que tanto amó, par; siempre reposan sus restos. Los dos primeros "Gorch Fock" La Marina alemana tomó Id decisión de dar el nombre dg Gorch y Fock a uno de ios merosos patrulleros que, dise nados según las líneas de los pesqueros del Mar del Norte, se mostraban muy apropiados para la lucha antisubmarina > 532 de dichas factorías nava- les, fue luego remolcado el muelle de armamento de la empresa constructora, donde se le instaló la máquina y cal deras y, al propio tiempo, co menzó a instalarse la artille- ría. A proa se le instaló un

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos", 1976/05/28

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Page 1: HOY ARRIBARÁ EL BRICBARCA GORCH FOCK BUQUE-ESCUELA DE LA MARINA  ALEMANA

al inmniiiinHiimimiiin nuil «iimiill iiiiiiinii iiillliiiiiiniinii 111111111111 nm iiiiiniiiiiiiiiiiniiliiiii iiiniiiiiiiiiiii mi»»»» iiimiiminmii mu i «i» miiimimiiiimiim IIIIIIIIIIIIIIIHIIIIIIIII i i |Illllllimimil

LA ISLA Y LOS BARCOS EL VIA!„„„„,„ imuuiinuuiiiuuiiiuiimiHiumimiu Huiiuimniiiimuimiiii IHNHIÍIII ii.iiiniiiiiiiiiiumiiiiiiHiiíiiimíiimmiiiiiiii mmmmmm nmuHHiuiiiiiiiiiiiii iinin iiiiiiiiiiiiuiiniiii nniiiimuiiHiiiHi^

Hoy arribará el bricbarca "Gorch Fock", buque-escuela de la Marinade Guerra alemanaCon 110 cadetes a su bordo,

realiza un crucero deinstrucción por aguasdel Atlántico

Santa Cruz de Tenerife, en lahistoria de los barcos alemanesdestinados a prácticas denavegación

Para las primeras horas deesta mañana está previsto elatraque del bricbarca de trespalos «Gorch Fock», buque-escuela de la Marina de Guerraalemana que, a;! mando delcapitán de fragata Staekelberg, realiza un crucero doinstrucción con 110 cadetes asu bordo.

El «Gorch Fock» —<¡ue yaanteayer navegaba a la vistade Santa Cruz de Tenerife—se hará a la .mar el próximolunes y, con los veleros de la«Operación Vela 1976», parti*para en la ¡magna concentración que el 4 de julio se ce-lebrará en aguas de iNuevaYork.

Esta es la quinta ocasión enque el «Gorch ¡Fock» pone enel puerto santacrucero la es-beltez y gracia marinera de suestampa gallarda. Doble signi-ficación tiene esta nueva escala del moderno bricbarca. Ves que fue Santa Cruz de Te-nerife el puerto elegido, enagosto de 1959, como metade aquél su primer crucerode prácticas por el Atlántico.Vino directo desde Kiel y, trasunos días de estancia, con elmismo rumbo y destino se hi«20 a la vela después de habeimostrado —por vez primeraaquí— Jos nuevos colores dela Marina de Guerra de Alemanía -Federal.

Desde el punto de vista his

cíaa la clase «Bismarck» y eragemela de las «Blucher»,«Moltko», «Stein», y «Stosch».De 82 metros de eslora y 14de manga, estaban artilladoscon diez piezas de 150 milí-metros y dos de 88,

A los largos viajes de la«Gneisenau», no sólo debieronmucho las promociones quepor ella pasaron, sino tambiénla Oceanografía y Meteorolo-gía, ciencias que se enrique-cieron notablemente merced alas valiosas observacionesllevadas a cabo por sus ofi-ciales en el curso de tales pe-riplos.

En 1885 se le unió la fraga-ta acorzada «Charlotte», flota-ble unidad de 3.300 toneladasy 88 metros de eslora que es-taba artillada con dieciochopiezas de 152 milímetros, dosde 88 e igual número de tu-bos lanzatorpedos. Estabaequipada con una máquina devapor y, aquellas dos chime-neas —entre los palos trinque-te y mayor— le daban unamagnífica estampa, la cual re-saltaba con el clásico balcon-cillo a popa.

A la «Charlotte» se agregóposteriormente la pareja «Ar-cona» y «Alexandrine» —aco-razadas construidas en 1885 ycon artillería de 150 y 105—y, en 1897, el nombre de laprimera saltó al grito mudo dela prensa cuando tuvo que pro-teger los intereses alemanesen Puerto Príncipe, Haití. En1902, la «Charlotte» ganó denuevo notoriedad cuando ínter\firvrk etn oí KlrvniíAn HE» IftS

E! bricbarca «Gorch Fock» —que hoy llegará a nuestro puerto— cuando, en 1970, tomó parte en la regata Plymouth-Tenerife.(Fotos Juan HERNÁNDEZ).

POR JUAN A. PADRÓN ALBORNOZrecieron en el trágico naufragio.

Gui'llermo II supo recompensar aquella valiosa ayuda y financió la construcción de unpuente sobre el Guadalmedina. Y el llamado «Puente delos Alemanes» continúa dando fe de aquella ayuda quetodo un pueblo, e! malagueño, prestó a la «Gneisenautumbada y semihundida bajolas olas que rompían sobrael casco.

Los años acabaron con lascorbetas de elegantes arboladuras y chimeneas graciosas }en caída. En 1907, la «Charlo!te» fue transformada en ponton, suerte que también corrió la «Stein», mientras quela «Moitke» —rebautizada«Actieron»— pasó como depósito agrégalo a las flotillas dasubmarinos basadas en el Jede.

Santa Cruz de Tenerife con

ba máxima de 28 nudos.El armamento del «Wiesba-

den» estaba compuesto potocho piezas de 150 milímetros—en montajes simples y demantelete—, dos antiaéreosde 76, cuatro lanzatorpedos de533 milímetros y, a popa, equi-po para el transporte y fondeo de 120 minas. 474 hombres integraban la dotaciónque oficialmente se asignó alflamante crucero y, entreellos, con sus 35 años y espí.ritu joven estaba Jotiann Wil-helm Kinau, el conocido GorchFock.

Y fue en Jutlandia, en aquelmemorable encuentro entre laGrand Fleet y la HocheseeFlotte, donde el «Wiesbaden*sufrió un duro castigo artillero. Quedó ai garete e incendia-do y, para prestarle auxilio,«os cruceros de Von Hipper yla Tercera Escuadra de acora-zados, detuvieron su marcha.

rizante se iluminó como unmar de fuego. «Una superficiede llamas parecía envolvernosdesde el Norte al Oeste», declaró luego el almiranteScheer.

Se lanzan al ataque las fiotillas de destructores y saarrumba al Este ante la necesidad de romper el apretadocerco de las fuerzas de Jellicoe. Entre las fuerzas combatientes queda el «Wiesbaden» envuelto en su mortajade humo y llamas mientras^por parte inglesa, igual suerte corren los «Defence» »,«Warrior».

Al amanecer del 1 de junio

de 1916, el «Wiesbaden» desapareció bajo las olas con tada su dotación, a excepciói*de un fogonero que, hora?más tarde, fue recogido poun mercante noruego.

En esta batalla —la últimabatalla naval clásica que víaron los siglos— Alemania peídio 2.551 hombres mientrasque, por parte inglesa, la cífr^total ascendió a 6.097.

El cadáver de Jtíhann Wilhelm Kinau —Gorch Fock—apareció posteriormente enuna playa de la isla sueca deStensholmen. Y allí, cerca di'la mar que tanto amó, par;siempre reposan sus restos.

Los dos primeros "Gorch Fock"La Marina alemana tomó Id

decisión de dar el nombre dgGorch y Fock a uno de ios númerosos patrulleros que, disenados según las líneas de lospesqueros del Mar del Norte,se mostraban muy apropiadospara la lucha antisubmarina >

532 de dichas factorías nava-les, fue luego remolcado elmuelle de armamento de laempresa constructora, dondese le instaló la máquina y calderas y, al propio tiempo, comenzó a instalarse la artille-ría. A proa se le instaló un

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de prácticas por el Atlántico.Vino directo desde Kiel y, trasunos días de estancia, con elmismo rumbo y destino se hi-zo a ta vela después de habermostrado —por vez primeraaquí— los nuevos colores dela Marina de Guerra de Alemanía Federal.

Desde el punto de vista histonco, muy destacada ha sidosiempre >la adhesión que enAlemania han demostrado lasMarinas de Guerra y Mercante con respecto a la vela como medio de instrucción.

En 1841, Federico GuillermoIV de 'Prusia dispuso la construcción de una corbeta —!aAmazone»— especialmente diseñada para cumplir el cometido docente a que se ¡le destinada. Tres años después, enlos astilleros de Stettin sfefectuó su botadura y, unofmeses más tarde, inició sus.cruceros en anuas del Báltico y Mar Negro. A estos primeros cruceros siguieroqotros y, el 2 de enero de 1853arribó por vez primera a Santa Cruz de Tenerife.

La Amazone» era un buqugde estampa vistosa. Aparejado de fragata, estaba artilladocon seis piezas de artilleríapor banda y, pese a sus 350toneladas y 35 metros de es-lora, continuó sus viajes deprácticas hasta que, el 14 denoviembre de 1861, el peque-rk> y valiente velero naufrac$en el Mar del Norte.

Meses antes de dicho ñaufragio, el transporte «Elbe» ha-bía sido habilitado como bu*

^que-es'cuela y, en abril de,1860, inició su primer viaje como tal desde e! Báltico a Fun?chad y Santa Cruz de Teñerafe. Pese a sus modestas ca-racterísticas, dio resultadossatisfactorios y, desaparecidala «Amazone»» dicho transpor-te continué la tarea de adies-trar a las nuevas dotaciones.

A partir de 1876, la corbetaacorazada «Gneisenau» —de2.850 toneladas— comenzó aprestar servicios como buque-escuela. Esta corbeta pertene-

cona» y «Alexandrine» —aco-razadas construidas en 1885 ycon artillería de 150 y 105—y, en 1897, el nombre de laprimera saltó al grito mudo dela prensa cuando tuvo que pro-teger los intereses alemanesen Puerto Príncipe, Haití. En1902, la «Charlotte» ganó denuevo notoriedad cuando íntervino en el bloqueo de lospuertos venezolanos, medidatomada con motivo del conflic-to entre dicha nación por unaparte, e Inglaterra y Alemaniapor otra.

La «Arcona» fue Juego rebautizada «Merkur» y, transformada en pontón carbonero«e mantuvo a flote hasta 1906fecha en que» cargada dae ños, marchó finalmente aldesguace,

la «Gneisenau» naufragó enMálaga el 16 de diciembre de1900. Un repentino témpora!la sorprendió sin presión enlas calderas y, en tanto losfogoneros se esforzaban enlevantarla, se partieron las cadenas de las dos anclas y lacorbeta quedó ai garete y amerced de las olas. Arrojadacontra la escollera, e! pueblomalagueño se lanzó a la luchacontra los elementos y logróponer a salvo a la mayoría dela dotación. Sin embargo, sycomandante y 37 hombres pe

duras y chimeneas graciosas }en caída. En 1907, la «Charlo!te» fue transformada en ponton, suerte que también corrió la «Stein», mientras quela «Moltke» —rebautizada*Acheron»— pasó como depósito agrégalo a las flotillas desubmarinos basadas en el Jade.

Santa Cruz de Tenerife conserva en sus anales los nombres de casi todos los buques-escuela de la Marin*alemana —«Medusa», «Hamburg», «Thetis», «Berlín», etc— con los que el contralmirante Raeder inició una nueva etapa hasta la entrega del «Emden», Este un nuevo crucerovino en varías ocasiones poSanta Cruz de Tenerife y, entre sus escalas, hay que recordar las que hizo al mandede los capitanes de navio Arnauild de la Periére y Karl Ooenitz.

Luego, nuevos buques-escuela —los veteranos acorazado^«Sehiesien» y Schleswig-Holstein»— y, ya el 14 de enerode 1933, se arboló la quilla de<bricbarca de tres palos «GorchFock» en los astilleros hamburgueses de la Blohm uníVoss. Y así volvió, una ve¿más, la veía a la Marina d$Guerra alemana.

Fock y su muerteGorch Fock era el seudóni

mo que utilizaba el escrito!Johnn Wií'helm Kinau. Este nació en Finkenwerde el 22 diagosto de 1880 y, aunque ena-morado de la mar» entró iprestar servicios puramenteadministrativos en las oficina^centrales de la célebre naviíra Hapag,

Su obra más conocida, *Seefahrt íst not», está respaldadapor el prestigio de otra*— «Hamburger Janmooten»«Hein Godenwind», «Fahrens-leute», etc.— que pronto ledieron merecida fama.

Cuando en 1914 comenzó laPrimera Guerra Mundial, Gorcb

Fock se alistó como voluntario en la Kaiserliche Marine ymeses después, fue destinado al nuevo crucero «Wsestoaden» Este era, como el «Frankfurt*» uno de los varios cruceros ligeros que la Marinade Guerra alemana tenía enconstrucción avanzada cuandodieron comienzo las hosíiiida*des. Producto de los astille-ros de la Vulkan, en una decuyas gradas se arboló la qul*Ha en 1913, desplazaba 5.200toneladas y eran sus principa»les dimensiones 145 metrosde eslora por 14 de manga.Equipado con turbinas, con31.000 .?. sobre dos ejes da

Fock.Y fue en Jutlandia, en aquel

memorable encuentro entre laGrand Fleet y la HocheseeFlotte, donde el «Wiesbaden»sufrió un duro castigo artille-ro. Quedó al garete e incendia-do y, para prestarle auxilio,ios cruceros de Von Hipper yla Tercera Escuadra de acora-zados, detuvieron su marcha.Sobrevino entonces una cortflucha en torno al «Wiesbaden», el crucero ligero que había sido víctima de un dispa-ro afortunado de grueso calibre.

Y, cuando tal ocurría, el ho

Los dos primeros lfGorch Fock"La Marina alemana tomó la

decisión de dar el nombre dgGorch y Fock a uno de ios númerosos patrulleras que, disenados según las líneas de lospesqueros del Mar del Norte,se mostraban muy apropiadospara la lucha antisubmarina yel dragado de minas.

E! 17 de julio de 1917, fuebotado en tos astilleros de laH.C. Stulcken Sohn, en Hamburgo, el casco gris del pri-mer «Gorch Fock». Este, queera la construcción número

532 de dichas factorías nava-les, fue luego remolcado elmuelle de armamento de laempresa constructora, dondese le instaló la máquina y calderas y, al propio tiempo, comenzó a instalarse la artille-ría. A proa se le instaló uncañón de 88 milímetros y, epopa, una ametralladora pesa-da.

Las 470 toneladas del fla-mante «Goroh Fock» estaban

(Pasa a la página 35)

El «Tcwarfsteh» raso —antiguo «Gorch Fock»— cuando, el pasado domingo, zarpaba deSanta Cruz de Tenerife rumbo a Bermudas,

Viernes, 28 de mayo de 1976 Papua 19