historia económica y Órdenes de magnitud

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HISTORIA ECONÓMICA Y ÓRDENES DE MAGNITUD. Capítulo 1: La Formación de la Economía Colonial (1500-1740). Por: Germán Colmenares Una de las dificultades más comunes con las que tropieza la comprensión de la historia económica reside en la falta de familiaridad con órdenes arcaicos de magnitudes, propios de economías precapitalistas. Esta dificultad induce muy frecuentemente al anacronismo, es decir, a sustituir nuestras propias nociones sobre el tamaño o el valor de las cosas a las nociones mucho más imprecisas de épocas pretéritas. Hay una resistencia natural a aceptar, digamos, la medición de distancias en días o aun en meses, y se prefiere expresarlas en nuestras convenciones decimales. Con ello estamos eliminando muchos elementos que harían posible una verdadera comprensión histórica. Por ejemplo, la dimensión sicológica de la inseguridad que podía experimentar un hombre de los siglos pasados ante la perspectiva de emprender un viaje. Aquí enfrentamos un problema que no consiste sólo en la confusión introducida por sistemas anárquicos de mensura. Un problema más radical se desprende del hecho de que los órdenes arcaicos de magnitud expresaban ante todo relaciones. No es muy intrincado determinar el contenido en gramos de oro de un castellano o su equivalente en pesos de plata o patacones. Pero resultaría absurdo convertir tales denominaciones acomodándolas a los precios contemporáneos de la onza de oro. Desde el punto de vista de la comprensión histórica, el único expediente consiste en familiarizarse con los precios corrientes de las cosas que se vendían. Tener en cuenta, por ejemplo, que en el siglo XVII un esclavo negro entre los 16 y los 25 años podía costar entre 250 y 300 patacones en Cartagena y de 500 a 600 en una región minera. Que a comienzos del siglo XVIII una res se vendía por cuatro patacones y a finales del siglo por catorce. O que una extensión considerable de

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HISTORIA ECONMICA Y RDENES DEMAGNITUD. Captulo 1: La Forma!"# $% la Eo#oma Colo#!al &1'(()1*+(,. -or: G%rm.# Colm%#ar%/Una de las dificultades ms comunes con las que tropieza la comprensin de la historiaeconmica reside enla falta de familiaridadconrdenes arcaicos de magnitudes,propios deeconomas precapitalistas. Estadificultadinducemuyfrecuentementealanacronismo, es decir, a sustituir nuestras propias nociones sobre el tamao o el valor delas cosas a las nociones mucho ms imprecisas de pocas pretritas. !ay una resistencianatural aaceptar,digamos, lamedicindedistanciasendasoaunenmeses, yseprefiere e"presarlas en nuestras convenciones decimales. #on ello estamos eliminandomuchos elementos que haran posible una verdadera comprensin histrica. $ore%emplo, la dimensin sicolgica de la inseguridad que poda e"perimentar un hombrede los siglos pasados ante la perspectiva de emprender un via%e.&qu enfrentamosun problema queno consiste sloenlaconfusin introducida porsistemas anrquicos de mensura. Un problema ms radical se desprende del hecho dequelosrdenesarcaicosdemagnitude"presabanantetodorelaciones. 'oesmuyintrincado determinar el contenido en gramos de oro de un castellano o su equivalenteen pesos de plata o patacones. $ero resultara absurdo convertir tales denominacionesacomodndolas a los precios contemporneos de la onza de oro. (esde el punto de vistadelacomprensinhistrica, el )nicoe"pedienteconsisteenfamiliarizarseconlosprecios corrientes de las cosas que se vendan. *ener en cuenta, por e%emplo, que en elsiglo +,-- un esclavo negro entre los ./ y los 01 aos poda costar entre 012 y 322patacones en #artagena y de 122 a /22 en una regin minera. 4ue a comienzos del siglo+,--- una res se venda por cuatro patacones y a finales del siglo por catorce. 5 que unae"tensin considerable de tierras 6digamos mil hectreas en el ,alle del #auca7 costabaapenas tres mil patacones, en tanto que el rico atuendo de una mu%er noble de $opaynpoda llegar a valer 122 patacones, los cuales representaban el salario de unos 31 peonesde concierto en un ao o la totalidad de los salarios que poda devengar un pen en elcurso de su vida entera.(escritas as, las equivalencias parecen incongruentes o absurdas. 5bviamente ellas nohacen parte de nuestro propio sistema de relaciones. E"presan una sociedad en la quelas relaciones detraba%o, los consumos oel valor delatierranosea%ustanalasproporciones que nos son familiares. $ero tales magnitudes y equivalencias tandismiles a las nuestras son apenas el indicio de una discordancia ms fundamental. 'oslosonintraducibles ytienen, por lotanto, queabordarseycomprendersepor smismas, sino que remiten a realidades articuladas de una manera diferente.Estas comprobaciones preliminares proponen un problema que debe considerarse8 el desi nuestros esquemas interpretativos de la realidad econmica 9tal como lo formulauna teora econmica9 podran utilizarse o no en el estudio de la historia de una pocaprecapitalista. :a cuestin no se refiere tan slo a la dificultad de emplear materialescuantitativos procedentes de una poca que ignoraba las tcnicas estadsticas o en la quelas mismas nociones de mensura posean una imprecisin absoluta. ;e trata tambin deunproblemaquetocael fundamentomismodelarefle"insobrelaeconoma. Ennuestros das dicha refle"in est basada en un concepto central, el del mercado, y en elsupuestodequeabsolutamentetodoslosbienesyserviciosserealizanatravsdelmercado. :anocindel mercadohaceposiblelahomogeneizacinylamensuradefenmenos sociales que de otra manera desorientaran cualquier tipo de anlisis debidoasucomple%idad. Enestesentido, el mercadoesunmecanismodeabstraccinquedespo%a relaciones sociales comple%as de todo aquello que no resulta pertinente para elanlisis econmico.&horabien, duranteel perodocolonial, factoreseconmicosesencialessehallabane"cluidos del mercado. :a circulacin misma del dinero era muy escasa. El numerarioque se acuaba en las #asas de para una transaccin que deba durar seismeses7. :os terratenientes, por su parte, gozaban de una forma de crdito institucionalen el que la tasa de inters estaba fi%ada en un cinco por ciento anual. :os crditos seotorgabanmedianteel sistemadecensosyel prestamistadebagarantizar supagomediante un gravamen sobre sus bienes inmuebles. Esos prstamos, que slo seamortizaban en el curso de varias generaciones 6o a veces nunca, lo cual traa comoconsecuencia que las propiedades inmuebles fuesen pasando poco a poco a manos deinstitutos religiosos7, dan una idea de la inmovilidad de los capitales.:a fuerza de traba%o tampoco constitua un factor ofrecido libremente en el mercado.:as empresas ms considerables 6minas, haciendas de trapiche7 ocupaban mano de obraesclava. 5tros tiposdeunidadproductivaagrcolaapelabanadiferentesformas decoercinparaobtenerfuerzadetraba%o. Encuantoalasmanufacturas, staspodanorganizarsentegramenteconformascoercitivasdetraba%o, comoenlosobra%es, oimitar el patrn de las corporaciones medievales.=inalmente, la tierra, el factor de mayor peso, %unto con el traba%o, en un sistema agrarioprecapitalista, tampoco se ofreca en un mercado abierto. 'aturalmente haba algunasventas de tierras, pero la rareza de estas transacciones no %ustifica hablar de un mercadode tierras.,arios fenmenos secon%ugabanparaproducir la inmo?vilidaddelas propiedadesagrarias. Unoeralaimportanciadelaspropiedadeseclesisticas, tantoene"tensincomo enriqueza, pueseran bienesdemanos muertas,esdecir,bienes e"cluidos delcomercio. 5tro era la estructura social misma, en la que los agentes econmicos, antesque los individuos, eran las familias. Ello implicaba que la transmisin de propiedadterritorial fuera mucho ms frecuente como sucesin hereditaria que como ena%enacindirecta a un individuo a%eno al crculo familiar. :a cohesin familiar y social de unacastadeterratenientes reforzabaprivilegios polticos queasuvezdabanaccesoarecursos como el crdito o la mano de obra.El sistema colonial espaol se ha visto casi siempre como un sistema con unaintervencin estatal desmesurada que deba coartar cualquier iniciativa individual. Estainterpretacin de carcter liberal hace nfasis en la e"istencia de controles odiosos ymezquinosydeunaburocraciafrondosaeineficiente. :averdadesqueel aparatoburocrticoespaol noeratangrandecomopara producir los resultados queseleatribuyen. :a imagen de inmovilidad y de pesantez paquidrmica no se originaba en ele"ceso de controles y cargas fiscales sino en la inmovilidad de los factores econmicos,la cual hemos tratado de describir.'aturalmente, a dicha inmovilidad contribuan las instituciones que regulaban el crdito|(censos, capellanas), el acceso a la fuerza de traba%o |(encomienda, mita, concierto), ala tierra o a otros recursos |(mercedes de tierras, resguardos, ejidos, derechos de estaca)tanto como las estructuras familiares y sociales. Esta es la razn por la cual la economacolonial nopuede e"aminarseindependientementede los factores institucionales ysocialescomo si se tratara deunlibre%uego defuerzas,en las quesloel mercadopudiera servir como mecanismo regulador. Este sistema de relaciones en el que motivosreligiosos, instituciones polticas de dominacin o estructuras familiares recubran actoseconmicos o se mezclaban con ellos de manera indisoluble, seala las limitaciones deaquellos modelos e"plicativos que se construyen a partir de factores econmicosaislados en toda su pureza. #uando se trata de conocer los mecanismos de una economa precapitalista haynecesidaddefamiliarizarseconel climadelasrelacionessocialesenlascualessedesenvolva. &dems, la escala y las formas restringidas de circulacin de los bienesestaban enmarcadas por instituciones rgidas cuya naturaleza, muchas vecesinsuficientemente comprendida, se presta para introducir conceptos inadecuados comoel de @mercadode tierrasA o@mercadodetraba%oA oalgunos otros prestados delmar"ismo como los de @renta de la tierraA o @acumulacin de capitalA. El %/pa!o 0 lo/ 1om2r%/ El orden de magnitudes esencial para la comprensin de una economa precapitalista odel antiguo rgimen es el de la simple ecuacin entre el n)mero de hombres y el espacioroturado para la agricultura. El anacronismo ms frecuente en el que incurren aquellos que comienzan a interesarsepor la @cuestin agrariaA consiste en omitir los datos factuales elementales respecto aambas magnitudes. ;obre todo cuando los rasgos ms chocantes de desigualdad en ladistribucin de la tierra se atribuyen a una @herencia colonialA, la presuncin parece serla de que se est hablando del mismo espacio y casi que del mismo n)mero de hombres,cuandoenrealidadhanmediadodosotressiglosdealteracionesesencialesenlosrdenes de magnitud, considerados tanto en s mismos como en su relacin mutua. :aconsideracinabstracta de los problemas agrarios tiende a olvidar que el espacioefectivamente e"plotado en el transcurso de la vida colonial era muy pequeo. Beneralmente se trataba de las tierras ms inmediatas a los n)cleos urbanos. Estos, porsu parte, no solan ser otra cosa que unas cuantas manzanas congregadas en torno de unaplaza mayor. :os|trminos6es decir, la %urisdiccin poltica y administrativa7 de unaciudadimportante, deunoscincomilaquincemil habitantes, leservanastaparaasegurar el monopolio de los recursos contenidos dentro de los lmites poltico?administrativos, peroal mismo tiempo sealaban su aislamiento de otros n)cleosurbanos. :a deficiencia de los caminos y sistemas de transporte multiplicaban el efectodistanciador de la escasez de poblacin y de los espacios yermos.#uando se e"aminan con cuidado las escasas transacciones sobre tierras que seprotocolizaron ante los escribanos de las ciudades durante los tres siglos de dominacinespaola, advertimos que las posesiones ms distantes confinaban con tierras baldas, enocasiones enormes e"tensiones que separaban las esferas de influencia de dos n)cleosurbanos contiguos. -nicialmente, cuando se hicieron las primeras |mercedes de tierras osefi%aronloslmitesdelos|trminosdeunpoblamiento, loslinderosylmitessee"presaban en forma muy vaga. Ello obedeca al hecho de que el privilegio se otorgabade odas, sin tener una idea apro"imada de sus magnitudes. 'aturalmente, lo anterior seprestaba para que surgieran conflictos, tanto entre individuos a propsito de linderos,como entre ciudades por los lmites de su %urisdiccin. *odava en el siglo +,--- poda ocurrir que un terrateniente ni siquiera hubieserecorrido su predio en toda su e"tensin. $or tal razn contrabandistas de tabaco podanmantener rozas y encontrar un refugio permanente en las tierras de 4uintero y de laColsa, propiedad de la familia &rboleda de $opayn, sin que los propietarios llegaran aadvertir su presencia. :a ecuacin entre el n)mero de hombres y las tierras roturadasayuda a comprender fenmenos econmicos importantes. Entre otros, el de ladesarticulacin del espacio econmico o el de las estructuras de tenencia de la tierra. &dems, si nos atenemos a las magnitudes del espacio efectivamente e"plotado duranteladominacinespaolao, todavams, alasdelespaciosusceptibledeapropiacinprivada por estar incluido dentro de los |trminos de un n)cleo urbano, podemos darnoscuentafcilmentedeque, acomienzos del siglo+-+, apenassehabainiciadounverdadero proceso colonizador del territorio colombiano. Estehechotieneimportanciacapital paracomprender laevolucinfuturadel pas.(urante la poca colonial los n)cleos urbanos tendanal autoabastecimiento. :osmercadosmsdistantesperomslucrativoseranloscentrosminerosadondepodallevarse ganado o aguardiente. Una empresa tan aventurada como la de llevar ganadodesde la provincia de $opayn hasta la de 4uito era algo e"cepcional. #artagena, que seprovey por alg)n tiempo de harinas del interior del pas, pronto cambi su fuente deabastecimientos, pues las harinas de las colonias inglesas le resultaban ms baratas y lellegaban en me%or estado. $or eso la ampliacin de la frontera agraria en el curso delsiglo +-+ y la incorporacin de tierras aptas para cultivos comerciales marcan un agudocontraste con la actividad econmica colonial, hasta el punto de que la hacienda mstradicional se identifica casi con la unidad productiva dedicada a cultivos de pan coger,con un radio de mercado muy corto. & diferencia de los enclaves y colonias de las otras potencias europeas en el Crasil y las&ntillas, algunascoloniasespaolasslotardamentedesarrollaronunaeconomadeplantacin. En el caso de la 'ueva Branada, la frontera agraria constituida por tierrasba%as y de vertiente permaneci intacta. ;i se accedi a ellas en poca tempranera, larazn debe buscarse en la presencia de yacimientos mineros. :os movimientoscolonizadoresdel siglo+-+significaronundesplazamientoviolentodelosantiguose%es econmicos coloniales. *al fenmeno acompaaba la integracin de un mercadopor fuera de la influencia y el control inmediatos de los vie%os centros urbanos. Estostenan que competir a veces con la influencia de alg)n centro internacional queestimulabalacomercializacindelaagricultura. :atensinquesecrehatenidoconsecuencias duraderas en el tipo de formacin nacional, en las estructuras sociales yen los desarrollos polticos de #olombia.La $%mo3ra4a !#$3%#aEn el proceso de ocupacin del pas los conquistadores espaoles buscaron ante todoprocurarse e"cedentes econmicos que les permitieran un asentamiento estable. &s see"plica por qu los n)cleos coloniales urbanos ms importantes, no slo en la 'uevaBranadasinoenlasdemscolonias, seemplazaronenlosantiguosasientosdelasgrandes culturas americanas. Un n)mero considerable de indgenas y la comple%idad desu organizacin sociopoltica garantizaban que los e"cedentes que generaba sueconoma pudieran canalizarse en provecho de los conquistadores. $uede afirmarse, entrminos generales, que el espacio colonial no e"cedi sino en raras ocasiones el espacioya roturado por dichas civilizaciones. Es ms probable que la mayora de las veces sehaya estrechado. $or lo menos sta es la conclusin que se impone cuando se refle"ionasobre las cifras demogrficas anteriores a la conquista. El problema de la demografa indgena americana fue durante mucho tiempo el centrode apasionados debates ideolgicos. & partir de la difusin de los escritos del padre :as#asas, el debate constitua una oportunidad para en%uiciar moralmente la conquista y lacolonizacin espaolas.El problema de la demografa indgena americana fue durante mucho tiempo el centrode apasionados debates ideolgicos. & partir de la difusin de los escritos del padre :as#asas, el debate constitua una oportunidad para en%uiciar moralmente la conquista y lacolonizacinespaolas. Enel climadelasluchasreligiosasdel siglo+,--ydelacompetenciaentrepotenciaseuropeasporlasupremacamartimaycomercial enelsiglo +,---, la |leyenda negra era un arma poltica contra el primer imperio trasatlnticode la poca moderna. & fines del siglo +-+ repunt en muchos paseshispanoamericanos un hispanismo que defenda no menos obstinadamente el carctercristiano y civilizador de la conquista. !oy, el debate se ha despo%ado del tono morale%emplarizante. :a empresa espaola nopodra %uzgarse ya simplemente comolaimposicin victoriosa de valores tico?religiosos superiores. El problema quedareducido entonces a la observacin desapasionada de cmo pudo producirse unacatstrofedemogrfica sinprecedentes enla historia humana. El puntodepartidadocumental para la reconstruccin de la poblacin original americana y para el estudiode su posterior derrumbe lo constituyen los recuentos contenidos en las llamadas |tasasde tributos. ;e trata de un documento con fines fiscales que se originaba en las llamadas|visitas de la tierra.En la 'ueva Branada, a partir de .112, un funcionario,generalmente un oidor de la &udiencia, visitaba peridicamente las comunidadesindgenas, sometidas entonces al rgimen de la encomienda, para establecer el tributoquelosindiosdebanpagarasuencomenderoycalcularlaparteproporcional quecorresponda a la #orona, o sea, el llamado |quinto real. :os registros de tales visitas noslo proporcionan un material numrico importante sobre las tendencias demogrficasdecadacomunidadindgena, sinotambinunainformacinmuyrica, contenidaeninterrogatorios que deban responder los indios, sus curas y sus encomenderos, sobre lasms diversas materias de la vida econmica y social de las comunidades8 el rgimen desus cultivos, detalles sobre su organizacin social y el impacto de la conquista y de lasnuevas instituciones sobre esta organizacin, el tipo de relaciones que sostenan con loscuras doctrineros y con los encomenderos, el proceso de su @conversinA, etctera. :osrecuentosdelasvisitassloincluyenporlogeneral alosllamados@tributariosA, esdecir, los varones adultos entre los .D y los 11 aos.:as cifras de sucesivos recuentos de tributarios dan una imagenapro"imada delproceso fatal de e"tincin e"perimentado por la poblacin indgena. Entre una visita yotra, separadas por diez aos ms o menos, se pueden comprobar ndices dedisminucin anual que fluct)an entre el dos y el cinco por ciento. En trminosgenerales, la proporcin ms ba%a corresponde a las regiones altas y la ms alta a losvallesclidos. :osclculossobretributariosrefle%anapenasloqueocurraconlosvarones adultos sometidos a una carga fiscal. ;lo ocasionalmente se haca un recuentode la poblacin entera. &l comparar un tipo de recuento con otro podemos apro"imarnosa diversos problemas demogrficos, como el del tamao relativo de la familia indgenao la manera como la despoblacin afectaba a capas diferentes de la poblacin,distribuida por se"os o por edades. !ay que tener en cuenta tambin que los recuentosdeindgenas, conpropsitos fiscales, slopudieronverificarseconlaorganizacinpolticayadministrativadelacolonia, esdecir,unaodosgeneracionesdespusdeiniciada la conquista, cuando debe suponerse que la e"tincin de la poblacin indgenaestaba ya muy avanzada. Es muy probable que el impacto inicial haya sido mucho mscatastrficoqueel sealadoporlosndicesdedisminucindeunperodoposterior.#uando contamos con varias visitas, la frecuencia de los recuentos autoriza e"trapolarlas cifras para hacerse a una idea de cul sera la poblacin original. &l adicionar lascifras que se conocen de visitas practicadas en las mesetas andinas de ;anta =e?*un%a,$asto?$opayn, algunasregionesdelosvallesinterandinosydela#osta&tlntica,puede avanzarse muy conservadoramente, al momento del arribo de los espaoles, unacifra de cerca de tres millones de indgenas para el territorio de lo que hoy es #olombia.:acifrasebasaenel supuestodequelos recuentos queposeemos correspondenefectivamente a las regiones ms pobladas. &lgunos investigadores asociadosverbalmente con las causas indgenas prefieren suponer que las regiones ms pobladaseran aquellas de las que no poseemos informacin alguna. $ero cualquiera que sea la cifra inicial ms verosmil, de lo que no cabe duda es deltremendo impacto causado por la conquista y por la dominacin espaolas. & finales delsiglo +,-, regiones que a mediados del siglo, cuando se hicieron los primerosrecuentos, contaban con medio milln de habitantes, como en el caso del rea chibcha,ahora mostraban solamente la tercera parte de esa cifra. El ciclo de la pauperizacindemogrficaalcanzelnivel mnimo amediados del siglo +,--,cuandoenmuchaspartes apenas sobreviva el diez por ciento de la poblacin indgena original. El cuadrosetornacomple%osi setomareginporregin. Enalgunaspartesel impactodelaconquista fue ms temprano y mortfero que en otras. En la provincia de #artagena,cuyo territorio abarcaba el de los actuales departamentos del &tlntico, Colvar, ;ucre y#rdoba, se calcula que habitaban unos cien mil indgenas hacia .132. Esta no puedeser enmodoalgunolacifraoriginal desupoblacin. :ahistoriadelos 01aosprecedentes estuvo repleta de violencias e%ercidas contra los indgenas y dee"pediciones destinadasa esclavizarlos. *alescontactosdebieronsersuficientesparaintroducir tambin epidemias hasta entonces desconocidas. :o mismo debi ocurrir enla vecina provincia de ;anta . :a evolucindemogrfica deotras regiones tales como las de ;anta =e, *un%a, ,lez, $amplona, #artago, $asto y$opaynes me%or conocida. Endichas zonas e"istanpoblaciones sedentarias quehaban alcanzado niveles altos de cohesin y organizacin tribal, lo cual permiti unafcil su%ecin al rgimen de la encomienda. $ero confinando con esos grupos e"istanotros que conservaban los rasgos de sociedades bandales. Estos opusieron una efectivaresistencia a la dominacin espaola y muy raras veces pudo su%etrseles a laservidumbre de la encomienda o de cualquier otro tipo de organizacin del traba%o. &comienzos del siglo +,-- el trnsito entre ;anta =e y $opayn estaba lleno de peligrosdebido a las incursiones de indios indmitos que se haban refugiado en la cordillera yse volcaban sobre uno u otro de los dos grandes valles. !asta finales del siglo +,---huboguerras de @pacificacinA destinadas a asentar e"cedentes de poblacin oadespe%ar unazonautilizadaregularmenteparael trficocomercial. :osgruposquemantuvieron una guerra secular con los espaoles estuvieron me%or preservados que losque sufrieron una e"plotacin rutinaria. :aconfrontacinabiertamantuvosuidentidadcultural yevitlae"tincin, fsicaycultural, que el mestiza%e estaba propiciando entre pueblos ms sedentarios. :ascaractersticas bsicas de la organizacin social de los grupos indgenas estimularon oimpusieron limitaciones al poblamiento espaol inicial. &quellas regiones en donde laresistenciaindgenaoel tempranoaniquilamientoimpidieronlaimplantacindelaencomienda pasaron a convertirse en una frontera agraria que aislaba todava ms losclaustros dispersos del poblamientoespaol. :asu%ecintardade algunos gruposindgenas rebeldes o la introduccin de mano de obra esclava permiti en algunas deesas regiones la aparicin de hatos ganaderos y de algunos trapiches que conformaron loque un historiador ha llamado |latifundios de frontera. El impacto de la conquista sobrelaspoblacionesindgenastuvoas consecuenciasduraderas, puesdetermindurantemucho tiempo, a veces hasta nuestros das, el carcter de una regin.&unque en algunas regiones americanas la poblacin indgena comenz a recuperarsedurante el siglo +,---, en la 'ueva Branada la estabilizacin9es difcil pensar en unarecuperacin franca9debi operarse solamente en grupos marginales. :a razn estribaen que, a diferencia de