historia de género
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Trata de las Mujeres en la historiaTRANSCRIPT
HISTORIA DE GÉNERO
Natalia Castro ArayaPedagogía en Historia y Geografía
Universidad Adventista de ChileChillán
27-04-2015
INTRODUCCIÓN:
La historia de género se fue desarrollando durante la segunda mitad del siglo XX entre una historia
militante, activista y feminista, e inició con la búsqueda de las mujeres de la época de luchar por
sus derechos civiles y por la igualdad de género.
Gracias al movimiento feminista que ha aumentado cada vez más en los países más desarrollados,
la historia de la mujer ha experimentado un gran desarrollo en las últimas décadas, llegando a
adquirir el rango de tendencia historiográfica o de disciplina en el ámbito de la historia.
Se utiliza el concepto de “género”, para sustituir el de “sexo”, debido al amplio panorama que
presenta ya que con este concepto se pueden también englobar asuntos como “la cuestión de la
mujer”, “la historia de las mujeres”, entre otros. Además permite distanciar el estudio de la mujer
desde la noción de sexo, como sinónimo de sexualidad.
Aun cuando la historia de género se inicia por demandas feministas, se debe separar la historia de
género de la historia del feminismo, que es solo una parte de esta. El paso de las mujeres en la
historia va mucho más allá de su lucha por ser consideradas como iguales a los hombres y su
trascendencia aparece en la historia desde mucho antes de las luchas feministas.
DESARROLLO:
El origen del campo de estudio de la historia de las mujeres, se sitúa en la década de 1960, cuando
las activistas feministas comenzaron a solicitar una historia que les proporcionara heroínas, para
comprobar la actividad y participación de las mujeres en la historia. Según se dice, fueron
feministas con formación universitaria quienes rápidamente respondieron a la demanda de “historia
femenina” y que dirigieron sus estudios hacia una historia mayoritariamente política.
Quién inició sus estudios públicos sobre el tema, fue la filósofa Simone de Beauvoir, abriendo así
una puerta para el resto de las personas que se dedicaron a estudiar a la mujer en la historia.
Estos primeros trabajos formaron parte de un proceso de toma de conciencia de la identidad de la
mujer y de su influencia en la historia. Aun cuando los trabajos ya se iniciaban, estos estudios
primitivos de la historia femenina presentaban algunas complicaciones teóricas y prácticas, que se
fueron mejorando y superando al pasar de los años.
La historia de la mujer, sobre todo desde el punto de vista político, exige ser estudiada con gran
complejidad y profundidad y teniendo en cuenta la posición cambiante de la historia de las mujeres
pero también del movimiento feminista y, así mismo, de la historiografía como tal.
Aunque es claro que la historia de las mujeres está asociada al feminismo, la presencia éste no ha
desaparecido ni del mundo académico ni de la sociedad en general, aunque hayan cambiado las
circunstancias de su organización y existencia, muchas de quienes utilizan en sus estudios el
término “género” se autodenominan historiadoras feministas. El reducir la historia de género solo al
feminismo o política, se realizaba con el propósito de llevar a ver el género como una nueva y
mejor manera de conceptualizar la política.
Luego, a mediados de la década de los 70, la historia de las mujeres se fue alejando cada vez
más de la política y amplió por completo su campo de estudio, investigando y documentando todos
los aspectos de la vida de las mujeres en el pasado y su influencia en la historia. Y fue así como
comenzó a nacer como “Historia de Género” tal como la conocemos hoy.
La categoría “Genero” expone las relaciones sociales entre los hombres y las mujeres, como partes
que constituyen los sucesos históricos por igual. Además interpela a las ciencias sociales por haber
excluido a la mujer de la historia por más de la mitad historia de la humanidad, y por haber
mantenido construcciones culturales, erróneas y peyorativas. Pero el análisis de género trasciende
mucho más que simplemente una labor reivindicativa femenina. No se trata solamente de valorar la
participación de las mujeres en la sociedad, su compromiso intelectual es todavía más ambicioso y
estimulante: analizar las desigualdades y las omisiones históricas en cualquiera de sus
características.
El inicio de la historia de las mujeres como campo de estudio acompañó y fortaleció las campañas
feministas en favor de la mejora de su condición profesional y significó la ampliación de los límites
de la historia. Pero no fue simplemente añadir a la historia algo que yacía olvidado. El proyecto de
la historia de las mujeres posee una ambigüedad un tanto perturbadora, pues, es al mismo tiempo
un complemento inofensivo de la historia instituida y una sustitución radical de la misma.
En los años 70, la historia de la mujer presentaba tres características principales:
El rechazo de lo real y efectivo, típico de la historia política, en favor de los largos ciclos
económicos.
El distanciamiento respecto a los historiadores que realizaban trabajos sobre los
marginados y los humildes.
El tratamiento de temas como la vida material, la vida privada o la sexualidad.
La historia de las mujeres se separó de la Nouvelle Histoire, debido a que esta no tuvo en cuenta a
las mujeres y su historia en sus estudios e investigaciones. Si mostraron una mayor empatía, en
cambio, otros historiadores americanos como Charles Boxer o Carl Degler, que intentaban en sus
estudios desarrollar una “historia integrada”.
En Francia, si hablamos de la escuela de los Annales, apenas Georges Duby, promotor de la
historia de las mentalidades, manifestaba interés por la investigación de las relaciones entre ambos
géneros y de la influencia histórica de la mujer. A principios de los 90, Duby expuso la necesidad
de revisar el papel de la mujer en la Edad Media; y su planteamiento promovió la publicación de
estudios sobre la mujer en este período histórico.
Con el desarrollo de la investigación de la historia de género, la mujer pasó de ser una víctima de
la historiografía a ser sujeto de la historia. Más adelante su concepción evolucionó hasta
convertirse en parte fundamental de la historia. La mujer comenzó a ser estudiada como un agente
individual y colectivo que podía tener una influencia crucial en el desarrollo histórico. Este cambio
de perspectiva conllevó la publicación de gran número de estudios que trataron de reflejar la
experiencia y las perspectivas de las mujeres, oponiéndolas a la de los hombres.
Fue este cambio de visión el que llevó al replanteamiento de instrumentos historiográficos como las
cronologías, ya que estas estaban construidas desde un punto de vista androcéntrico. El estudio de
los hechos relacionados con las mujeres puso de manifiesto la necesidad de tener en
consideración ritmos, duraciones e intervalos históricos distintos. Algunas historiadoras, entre las
que destaca Joan Kelly-Gadol, han planteado que existe la necesidad de revisar absolutamente
todas las cronologías históricas y re-escribirlas teniendo en cuenta a las mujeres y su historia.
Creen necesario que antes de caracterizar una época ,cualquiera que esta sea, se analice de qué
manera influyeron en ella cada uno de los sexos y como le afectaron a ellos los hechos.
CONCLUSIÓN:
Aunque se inició de la base de “crear” una historia de la mujer desde el feminismo para realizar una
teoría política que desenmascarara las desigualdades de la sociedad. Su interpretación inicial,
hace dos décadas, fue la de dar a conocer la victimización histórica de las mujeres y la falta de
estas de un proyecto histórico propio.
Sin embargo el continuo desarrollo y avance de la investigación histórica de género, ha permitido
replantear y matizar estos supuestos, presentándolos desde otros puntos de vista.
Hoy no se puede situar a las mujeres en el papel de víctimas o heroínas protagonistas de la
historia, sino que conocemos su trayectoria histórica real y específica. Así en la historiografía actual
se trata de estudiar a hombres y mujeres y la relación entre ambos pero sin asignarles a priori
valores, comportamientos y objetivos.
La historia de género ha permitido incorporar nuevos temas de análisis al desarrollo histórico que
nos ayudan a enriquecer nuestro conocimiento. La historia se ha abierto al estudio de facetas tan
importantes como los sentimientos, la sexualidad, la maternidad, los ciclos de vida, las relaciones
personales, la vida cotidiana… Ha significado una nueva revisión a antiguos paradigmas en torno
al poder, al trabajo, a la cultura, la producción o la democracia. Actualmente, en las diferentes
épocas históricas se destacan una serie de pautas que definen la trayectoria de los hombres y las
mujeres en cada aspecto.
BIBLIOGRAFÍA:
*Peter Burke, Formas de hacer Historia”, Ed. Alianza Universal, 1996
*Gisela Bock y Marisa Ferrandis, “La historia de las mujeres y la historia de género: Aspectos de un
debate internacional”, Fundación Instituto de Historia Social, 1991
*Margarita Ortega, “Historia y Género”,
http://www.uca.edu.sv/revistarealidad/archivo/4e04acf654977historiaygenero.pdf
*Antonio Carrasco, “Tendencias Historiográficas Actuales”, 2011
http://blogs.ua.es/tendenciashistoriograficas/historia-de-genero-2/
*Margarita Ortega, “Género e historia moderna: Una revisión a sus contenidos”, CONTRASTES.
Revista de Historia N° 111, 2000