hipólito yrigoyen

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En las elecciones la fórmula Hipólito Yrigoyen-Pelagio Luna se impuso cómodamente superando a las fórmulas del Partido Conservador (Ángel Rojas - Juan Eugenio Serú ), del Partido Demócrata Progresista (Lisandro de la Torre - Alejandro Carbó ) y del Partido Socialista (Juan B. Justo -Nicolás Repetto ). El impulso inicial de la conquista de los derechos democráticos se vio frenado, ya que la UCR no controlaba el Senado ni la gobernación de muchas de las provincias. Yrigoyen recurrió en varios casos a la intervención federal , ahondando el enfrentamiento con los sectores conservadores. Económicamente, la Argentina tras la primera guerra mundial , no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y también una disminución en las importaciones, eso generó desempleo vinculado al sector exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación, que benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados. A indicación suya, el candidato radical para las elecciones de 1922 fue Marcelo Torcuato de Alvear . Éste resultó electo, y pronto se puso al frente de la facción antipersonalista de su partido, es decir, la opuesta a Yrigoyen. Presidencia (1922-1928) Marcelo Torcuato de Alvear asumió la presidencia de Argentina el 12 de octubre de 1922 , pero su gabinete provocó una mala impresión entre muchos radicales, ya que casi ninguno de los ministros era amigo del ex presidente, aunque se trató, en todos los casos, de personalidades destacables. [ 10 ] Ciertos nombramientos de ministros resultaron sorpresivos, como fue el caso del almirante Manuel Domecq García , ferviente represor de las manifestaciones en huelga durante el gobierno de Yrigoyen, como así también el nombramiento del general Agustín Justo . [ 2 ] [ 11 ] [editar ] Política económica Alvear comenzó su periodo de presidencia justo cuando terminaba la crisis mundial de la posguerra, lo cual permitió mejorar la economía y las finanzas sin mayores contratiempos. [ 10 ] La economía argentina alcanza durante su gobierno la situación más próspera que jamás haya tenido en su historia, debido principalmente a un favorable frente externo, con la reactivación posterior a la Primera Guerra Mundial . En este período, el gobierno de Alvear se centro en las políticas agroexportadoras, en carnes y cereales . Hubo un gran crecimiento en las áreas sembradas con cereales, como en el caso de la pampa húmeda . [ 12 ] Además del crecimiento en el agro, también se propago el desarrollo industrial, instalándose en 1922 la primera planta de producción automotriz Ford de Latinoamerica, con una inversión de 240.000 dólares para la construcción de la misma, tan solo un año después, la estatal YPF instala el primer surtidor de nafta , en la esquina de Bartolomé Mitre y Rosales, en la ciudad de Buenos Aires . En 1925 sale a la venta el popular Ford T , dos años después la producción alcanza la unidad n.º 100.000. [ 13 ] [ 14 ] En 1923 Hampton y Watson alquilaron un galpón en la calle Garay 1, y al año siguiente comenzaron a producirse las primeras unidades del modelo Doble Phaeton, por General Motors Argentina. Durante la gestión de Alvear, fue muy notable el crecimiento del parque automotor, tanto por la fabricación de los automotores como por la importación: en 1920 el mismo era de 48.000 unidades, un promedio de 187 habitantes por automotor, para 1930 aumentó a 435.822 unidades, a un promedio de 27,6 habitantes por automotor, un ejemplo del crecimiento automotriz fue la producción de Ford, logró vender a los nueve meses de abrir su planta de producción un total de 6.663 unidades. [ 15 ] A partir del año 1925 se registro un grandísimo aumento en las inversiones extranjeras provenientes de los Estados Unidos , se realizaron a través de las empresas relacionadas con la industria frigorífica , con la distribución y producción de energía y de bienes de consumo. Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provocó una competencia con los capitales provenientes del Reino Unido , aquella rivalidad se vio reflejada en áreas tales como los transportes (entre los productos automotores exportados de Estados Unidos y los ferrocarriles ingleses). Pero también se agudizo la competencia con empresas frigoríficas vinculadas con estos dos países. Estos conflictos llevaron al deterioro de las relaciones con los ingleses. [ 12 ] Aunque estos acontecimientos empezaron en aquel año, ya en 1923 prediciendo estos inconvenientes, el presidente Alvear creó un frigorífico nacional (más tarde sería conocido con el nombre 1

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Page 1: Hipólito Yrigoyen

En las elecciones la fórmula Hipólito Yrigoyen-Pelagio Luna se impuso cómodamente superando a las fórmulas del Partido Conservador (Ángel Rojas - Juan Eugenio Serú), del Partido Demócrata Progresista (Lisandro de la Torre - Alejandro Carbó) y del Partido Socialista (Juan B. Justo-Nicolás Repetto).

El impulso inicial de la conquista de los derechos democráticos se vio frenado, ya que la UCR no controlaba el Senado ni la gobernación de muchas de las provincias. Yrigoyen recurrió en varios casos a la intervención federal, ahondando el enfrentamiento con los sectores conservadores.

Económicamente, la Argentina tras la primera guerra mundial, no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y también una disminución en las importaciones, eso generó desempleo vinculado al sector exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación, que benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados.

A indicación suya, el candidato radical para las elecciones de 1922 fue Marcelo Torcuato de Alvear. Éste resultó electo, y pronto se puso al frente de la facción antipersonalista de su partido, es decir, la opuesta a Yrigoyen.

Presidencia (1922-1928)

Marcelo Torcuato de Alvear asumió la presidencia de Argentina el 12 de octubre de 1922, pero su gabinete provocó una mala impresión entre muchos radicales, ya que casi ninguno de los ministros era amigo del ex presidente, aunque se trató, en todos los casos, de personalidades destacables.[10] Ciertos nombramientos de ministros resultaron sorpresivos, como fue el caso del almirante Manuel Domecq García, ferviente represor de las manifestaciones en huelga durante el gobierno de Yrigoyen, como así también el nombramiento del general Agustín Justo.[2] [11]

[editar] Política económica

Alvear comenzó su periodo de presidencia justo cuando terminaba la crisis mundial de la posguerra, lo cual permitió mejorar la economía y las finanzas sin mayores contratiempos.[10] La economía argentina alcanza durante su gobierno la situación más próspera que jamás haya tenido en su historia, debido principalmente a un favorable frente externo, con la reactivación posterior a la Primera Guerra Mundial. En este período, el gobierno de Alvear se centro en las políticas agroexportadoras, en carnes y cereales. Hubo un gran crecimiento en las áreas sembradas con cereales, como en el caso de la pampa húmeda.[12]

Además del crecimiento en el agro, también se propago el desarrollo industrial, instalándose en 1922 la primera planta de producción automotriz Ford de Latinoamerica, con una inversión de 240.000 dólares para la construcción de la misma, tan solo un año después, la estatal YPF instala el primer surtidor de nafta, en la esquina de Bartolomé Mitre y Rosales, en la ciudad de Buenos Aires. En 1925 sale a la venta el popular Ford T, dos años después la producción alcanza la unidad n.º 100.000.[13] [14]

En 1923 Hampton y Watson alquilaron un galpón en la calle Garay 1, y al año siguiente comenzaron a producirse las primeras unidades del modelo Doble Phaeton, por General Motors Argentina. Durante la gestión de Alvear, fue muy notable el crecimiento del parque automotor, tanto por la fabricación de los automotores como por la importación: en 1920 el mismo era de 48.000 unidades, un promedio de 187 habitantes por automotor, para 1930 aumentó a 435.822 unidades, a un promedio de 27,6 habitantes por automotor, un ejemplo del crecimiento automotriz fue la producción de Ford, logró vender a los nueve meses de abrir su planta de producción un total de 6.663 unidades.[15]

A partir del año 1925 se registro un grandísimo aumento en las inversiones extranjeras provenientes de los Estados Unidos, se realizaron a través de las empresas relacionadas con la industria frigorífica, con la distribución y producción de energía y de bienes de consumo. Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provocó una competencia con los capitales provenientes del Reino Unido, aquella rivalidad se vio reflejada en áreas tales como los transportes (entre los productos automotores exportados de Estados Unidos y los ferrocarriles ingleses). Pero también se agudizo la competencia con empresas frigoríficas vinculadas con estos dos países. Estos conflictos llevaron al deterioro de las relaciones con los ingleses.[12] Aunque estos acontecimientos empezaron en aquel año, ya en 1923 prediciendo estos inconvenientes, el presidente Alvear creó un frigorífico nacional (más tarde sería conocido con el nombre de Frigorífico Lisandro de la Torre), para acabar con los manejos que existían en los frigoríficos extranjeros.[16]

[editar] Política laboral

Se sancionaron leyes de previsión social como la ley n.º 11.289 en 1923, aunque significo un avance hacia la jubilación universal y obligatoria, más tarde en 1925, la Unión Industrial consiguió anularla, argumentando que sería muy costoso. El movimiento obrero también renegó de ella, ya que no querían que se descontara de sus salarios el 5% correspondiente a los aportes obreros. La ley n.º 11.278, del año 1925; que reglamentó el pago de los salarios.[17] [18]

La ley n.º 11.371 sancionada en 1924 reglamentó el trabajo de mujeres y menores en Capital Federal y en los Territorios Nacionales y, en 1926, la ley que declara feriado el Primero de mayo, enviada al Congreso por el poder ejecutivo en 1924, no recibió sanción legislativa. El texto decía que era: "deber de los poderes públicos propender a que sea día sereno y auspicioso, de solidaridad social y paz espiritual", bajo la forma de Día del Trabajo reconocido por el Estado, enlazaba la conmemoración obrera con la fecha de sanción de la Constitución de 1853.[2]

Además, se promulgaron: la ley que combate a los trusts, la que controla el comercio de carnes (controles como precio máximo y mínimo de venta, control de transacciones del ganado vacuno), para evitar los vales, comunes en el interior. También se sancionaron leyes previsionales, como la jubilación para los bancarios y maestros, se creó la Caja de Previsión Social para jubilaciones a empleados y obreros, identificación de mercancías de industria argentina, pagos de sueldos obligatoriamente en moneda nacional (para evitar el uso de vales de cambio) e impuestos a las herencias. En el año 1924 aumenta la jubilación de los maestros, la misma antes era muy baja, se reglamentó el trabajo de mujeres y menores, se reguló el cierre de los comercios a las 20:00. En 1926 se sancionó el enrolamiento y el Registro electoral.[19]

Durante su presidencia y con motivo de la finalización de la guerra se reactivó el flujo de inmigración hacia la Argentina. Desde 1924 a 1929 entraron al país casi dos millones de personas, de las cuales quedaron radicados en el país 650.000.[17]

En 1924 hubo grandes huelgas y protestas obreras por el veto de la ley que extendía la jubilación a amplios sectores de trabajadores. En abril de ese año la Unión Sindical Argentina (USA), organizó una gran huelga general, pero como no había sido apoyada por los anarquistas ni por los socialistas, la huelga se convirtió en un fracaso.[20]

Aunque fueron escasos los conflictos y las crisis, si existió una profunda crisis en la industria azucarera tucumana, la que desembocó en que los cañeros (amparados por la Federación Agraria Argentina) emprendieran una huelga a la que se sumaron los obreros de los ingenios y que incluyó el asalto a trenes de carga, cañaverales e instalaciones industriales. Al año siguiente, Alvear intervino a través de un laudo, que estableció un precio promedio de venta de la caña al ingenio, e instituyó un organismo provincial para resolver los conflictos de allí en adelante. El resultado fue apreciado como abiertamente favorable para los cañeros. Durante sus giras políticas en la década de 1930, esta política la tomaría como ejemplo de justicia social.[2]

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Pese a que en las elecciones de diputados nacionales de 1926, el yrigoyenismo logró ganar en los distritos más importantes, el Congreso pudo sancionar con éxito varias leyes, entre ellas están: la que reglamenta el trabajo nocturno en las panaderías, la que reconoce los derechos civiles de las mujeres, la que deja sin efecto la reglamentación sobre jubilaciones (expresada anteriormente), la de profilaxis de la lepra, la que regula la actividad de las sociedades cooperativas, la que destina una importante suma para renovar el armamento naval y la que dispone un nuevo enrolamiento general.[21] [19]

[editar] Política internacional

En el año 1924 se realizan festejos y agasajos oficiales, con motivo de la visita al país del príncipe heredero del trono de Italia, Humberto de Saboya.[20] La visita del príncipe de Italia produjo un sobrepaso en los gastos previstos para el recibimiento. El monto total fue de 500.000 pesos. Víctor Molinas le comunicó al Presidente que se habían pasado en el monto. Molinas quiso pasar el gasto a rentas generales. Sin embargo fue el mismo presidente Alvear quién pago el medio millón de pesos, gracias al loteo y venta de parte de sus tierras heredadas de Don Torcuato.[22] [23]

Con motivo del Centenario de la batalla de Ayacucho, en 1924 el gobierno argentino mandó una delegación a Perú. Fue el ministro de guerra, el General Agustín P. Justo, junto a (entre otros), el poeta Leopoldo Lugones.[20]

El 24 de marzo de 1925 vino a la Argentina el científico Albert Einstein junto a su esposa Elsa, se hospedó en el país durante exactamente un mes, ya que partió del país el 24 de abril, si bien no hay registros ni testimonios que se haya entrevistado con el Presidente, es un hecho destacable que Einstein haya arribado a la Argentina, durante este periodo pacífico de la historia argentina, esta visita histórica connota el buen estado del país en aquel momento. Einstein quien ya era mundialmente conocido por su Teoría de la Relatividad, vino al país por una invitación de la Universidad de Buenos Aires y la Sociedad Hebraica Argentina. Durante su visita brindó doce conferencias, la gran mayoría para explicar su nueva teoría.[24]

En el año 1925 Alvear se entrevistó con el presidente de Chile Arturo Alessandri, el 17 de agosto arribó a Argentina el príncipe de Gales, Eduardo de Windsor, heredero de la corona británica.[2]

[editar] Política petrolera

Una de las primeras acciones del gobierno de Alvear, fue nombrar al general Enrique Mosconi, como Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Con el apoyo gubernamental este impulsó el crecimiento de YPF con el objetivo de alcanzar el autoabastecimiento de petróleo, vital para el desarrollo autónomo del país, y promovió medidas tendientes a disminuir la competencia de empresas extranjeras. En 1924 se promulgaron los primeros decretos que restringían las concesiones de exploración, limitaban posibles zonas productivas y fijaban los plazos de vencimiento para efectuar exploraciones.

Así se logro aumentar la capacidad de explotación y exploración. Se finalizó en 1925 la construcción de la destilería de la La Plata (en funcionamiento hoy en día). Esta realiza elaboraciones de nafta, kerosene y fuel oil. Pocos meses después de su habilitación comenzó la producción de nafta para aviones. Esta destilería fue la décima destilería más grande del mundo.[25]

Tanto el petróleo como la cuestión de lograr el autoabastecimiento, se convirtieron en temas de campaña para las elecciones del año 1928,[26] en ese mismo año comenzó la explotación de petróleo en la Provincia de Salta, y en 1933 se descubrió petróleo en Tranquitas.[27]

[editar] Política bélica

El ministro de guerra Agustín Pedro Justo aumentó los gastos en equipamientos de guerra, para modernizar las Fuerzas Armadas, entre otras cosas se compraron quinientos cañones Schneider de 155 mm.[28]

Se instaló la base de submarinos en Mar del Plata, se renovaron las unidades de la flota argentina. En octubre del año 1927 se construye la Fábrica de aviones de Córdoba, esta fue la primera fábrica de alta tecnología en Argentina.[16]

Los gastos para el ejército no tardaron en despertar las críticas de la oposición.[17]

[editar] Obras públicas

En materia de obras públicas se inició la construcción del Ministerio de Hacienda, de Obras Públicas, de Guerra y Marina y el edificio del Banco Nación en Plaza de Mayo. Contrastando con su antecesor a Alvear le gustaba exhibirse. Nunca en otra gestión se hicieron tantos monumentos, nunca hubo tantas ceremonias oficiales prestigiadas por el Jefe de Estado.[2]

En 1923 se inaugura el Museo de Luján. En Buenos Aires desarrolla una gran gestión el intendente Carlos Noel. Entre las obras de dicha gestión figuran la finalización del paseo de la Costanera Sur, la construcción de hornos para la incineración de basura y la compra de la finca de Lezica para construir el parque Rivadavia. Noel también mandó asfaltar muchas calles de la ciudad. El verano de ese mismo año fue uno de los más calurosos de la historia, con temperaturas superiores a los 40 °C.

En el año 1925 se inaugura en la bajada de Maipú y el Paseo de Julio, un monumento en conmemoración a Leandro N. Alem, en este acto se ven al Presidente con Yrigoyenen una de las pocas veces que aparecieron juntos, ya que para ese momento ambos se había separado en distintas líneas del radicalismo.[29]

En el mes de julio de 1924, el Club Atlético Boca Juniors inaugura su nuevo estadio enfrentando al Club Nacional de Football, el puntapié inicial lo dió el Presidente Marcelo T. de Alvear.[20] [30]

En 1928, muy poco antes del traspaso del mando, el Presidente inaugura el Palacio de Correos y recibe el primer avión construido por la Fábrica Nacional de Aeroplanos, un Avro Gosport. El 6 de septiembre de se mismo año comienzan las obras de construcción para el subterráneo Lacroze, que une Plaza de Mayo con Chacarita.[31]

[editar] La división del radicalismo

La división del partido radical, se fue volviendo inevitable en 1923: nueve senadores radicales se declararon "antipersonalistas", es decir, contrarios al personalismo de Hipólito Yrigoyen, y brindaron su apoyo al presidente Marcelo Torcuato de Alvear, también hubo roces entre éste y su vicepresidente Elpidio González, ya que este último era yrigoyenista. El yrigoyenismo tomaba a los antipersonalistas como conservadores.

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Por otra parte los antipersonalistas decían que Yrigoyen violaba las reglas del juego político. Estas disputas siguieron, y lo que fue peor, se trasladaron al Congreso de la Nación, en donde los diputados fieles a Yrigoyen solían a obstaculizar las iniciativas del Poder Ejecutivo, ya fuese a través de discusiones o bien retirándose del recinto para evitar el quórum. En este contexto, el presidente Alvear clausuró por decreto las sesiones extraordinarias, en vista de que la actividad legislativa era casi nula.[2]

Los antipersonalistas (línea del radicalismo que simpatizaba con el Presidente), presionaronn a Alvear para que interviniera la provincia de Buenos Aires. Pero Alvear se negó a realizar tal acto. Debido a esta polémica, renunció el ministro del Interior, Vicente Carmelo Gallo, y el 5 de agosto de 1925 jura José Pascual Tamborini, quien adhiere al legalismo de Alvear.[29]

Cuando se acercaban las elecciones presidenciales del año 1928, la Unión Cívica Radical se dividió en dos: por un lado los seguidores de Yrigoyen, llamados personalistas, impulsaron al propio caudillo como candidato a Presidente de la Nación; mientras que la UCR antipersonalista (con la que simpatizaba Alvear), presentó a Leopoldo Melo como candidato. La victoria de Yrigoyen en las elecciones de 1928 fue aplastante, con el 62% de los votos, Yrigoyen fue llevado nuevamente a la presidencia. A tres días del traspaso del mando, Alvear cambió su gabinete con ministros antiyrigoyenistas.

Segunda presidencia (1928-1930)

Yrigoyen fue electo presidente nuevamente en 1928, para un período que debió ser 1928-1934, derrotando a una coalición de conservadores y radicales antipersonalistas.

En 1929 se produjo la Gran Depresión mundial. El radicalismo dirigido por Yrigoyen no supo responder a las nuevas tendencias socio-político-económicas que la crisis estaba señalando, en un contexto de desintegración de todo un paradigma económico mundial.

Yrigoyen intervino las provincias de Mendoza y San Juan, gobernadas por radicales opositores (el lencinismo en la primera, y el bloquismo de los Cantoni en la segunda). A fin de año, el Senador opositor mendocino Carlos Washington Lencinas fue asesinado por un militante yrigoyenista. El crimen causó estupor en el país; lógicamente, Yrigoyen fue acusado de haberlo ordenado, aunque no es probable que ello haya ocurrido. Un mes más tarde, hubo un atentado anarquista contra Yrigoyen al salir de su casa para ir a la Casa de Gobierno.

El año 1930 se inició con otro asesinato de un opositor en una provincia intervenida por el gobierno, el del abogado bloquista Manuel Ignacio Castellano. El 2 de marzo se realizaron las elecciones parlamentarias, en las que la Unión Cívica Radical perdió estrepitosamente en la Ciudad de Buenos Aires, frente a los 100.000 votos obtenidos por el Partido Socialista Independiente, seguidos del Partido Socialista original, con 84.000. Los radicales obtuvieron 83.000. En todo el país, la UCR retrocedió en su caudal electoral, obteniendo 655.000 votos, mientras la oposición alcanzó 695.000 (Luna, 349).

En plena crisis económica y política, y cuando aún faltaban cuatro años para las elecciones presidenciales, la debilidad del gobierno de Yrigoyen se hizo crítica. El radicalismo estaba completamente dividido y el gobierno no tenía diálogo con la oposición.

El hecho más importante y duradero del segundo gobierno de Yrigoyen fue la decisión tomada el 1 de agosto por parte de la empresa petrolera estatal YPF de intervenir en el mercado petrolero para fijar el precio y romper los trusts.

Treinta y siete días después, el 6 de septiembre de 1930, fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, apoyado por la gran prensa de las familias oligárquicas, el ejército y la oposición de la élites conservadoras. La clase media, clave para su llegada al poder, había dejado de respaldarlo tras la debacle económica.[1] Varios historiadores han vinculado, al menos parcialmente, el golpe militar con la decisión de YPF. En el curso del golpe de estado, turbas de manifestantes ingresaron a la casa de Yrigoyen para saquearla. El General Uriburu, dejó el poder 2 años más tarde para permitir la llegada de un nuevo gobierno democratico.

La presidencia

Justo asumió el 20 de febrero de 1932. Además de la convulsión política debida al golpe, debió hacer frente a los resultados de la Gran Depresión, que había acabado con el superávit comercial y el pleno empleo de los gobiernos de Yrigoyen y Alvear.

Su primer ministro de Hacienda, Alberto Hueyo, tomó medidas sumamente restrictivas sobre la economía. El socialista independiente Antonio de Tomaso, en Agricultura, le acompañó; se redujo el gasto público, se contrajo la circulación de moneda y se aplicaron medidas de austeridad fiscal. Un "empréstito patriótico" busca fortalecer las arcas del fisco. El primer impuesto sobre la nafta sirvió para financiar la recién creada Dirección Nacional de Vialidad, que acometería la mejora de la red vial. Las dificultades del programa de Hueyo convencerían finalmente a Justo de adoptar este modelo, de índole dirigista, en su política económica. También fomentaría este proyecto el intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, que emprendió un ambicioso proyecto de organización urbana, abriendo las Diagonales Norte y Sur, pavimentando la avenida General Paz, ensanchando Corrientes, construyendo el primer tramo de la Avenida 9 de Julio y erigiendo el Obelisco.

La sustitución de Hueyo por el socialista disidente Federico Pinedo (Partido Socialista Independiente) marcaría un cambio en la política del gobierno. La intervención gubernamental en la economía se hizo más marcada, creándose la Junta Nacional de Granos, la de Carnes, y poco tiempo más tarde, con el asesoramiento del economista inglés Otto Niemeyer, se crearía el Banco Central de la República Argentina.

[editar] Relación con la UCR

La oposición radical fue muy marcada. El 5 de abril de 1931 el radicalismo yrigoyenista había ganado las elecciones a gobernador en la provincia de Buenos Aires contra las expectativas de Uriburu y de Sánchez Sorondo; aunque el gobierno militar las anulara, costaron la carrera del ministro y forzaron a Uriburu a dejar el poder. Ya antes, militares leales al gobierno constitucional de Yrigoyen, con el apoyo de civiles armados, organizaron proyectos insurreccionales para restituirlo. El primero de estos fue dirigido por el general yrigoyenista Severino Toranzo, en febrero de 1931. En el mes de junio, en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, fue asesinado el coronel Regino Lescano, que proyectaba una movilización yrigoyenista. En diciembre, ante una asonada similar del teniente coronel Atilio Cattáneo, Justo decretó el estado de sitio, volvió a encarcelar al anciano Yrigoyen, y detuvo también a Alvear, Ricardo Rojas, Honorio Pueyrredon y otros líderes del partido.

En 1933 las asonadas continuaron; Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Misiones serían escenario de alzamientos radicales, que se saldaron con más de mil detenidos. Yrigoyen, gravemente enfermo, fue devuelto a Buenos Aires y mantenido bajo arresto domiciliario; moriría el 3 de julio, y su entierro en el cementerio de la Recoleta sería ocasión de una manifestación multitudinaria. En diciembre, en ocasión de la reunión de la convención nacional de la UCR, un alzamiento conjunto de militares y políticos se desató en Santa Fe, Rosario y Paso de los Libres. José Benjamín Abalos, ex ministro de Yrigoyen, y el coronel Roberto Bosch fueron detenidos por el alzamiento, y los convencionales y dirigentes del partido encarcelados en Martín García.

Alvear, antiguo padrino de Justo, se exiliaría, mientras que otros serían retenidos en el penal de Ushuaia.

[editar] Pacto Roca-Runciman

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Uno de los más controvertidos sucesos del mandato de Justo tuvo lugar en 1933, cuando las medidas de protección de la producción adoptadas por el Reino Unido llevaron a Justo a enviar al vicepresidente, a la cabeza de una delegación técnica, a tratar la adopción de un acuerdo comercial que obtuviese condiciones ventajosas para la Argentina. Los británicos habían adoptado, en la Conferencia de Ottawa de 1932, medidas tendientes a favorecer la importación procedente de sus colonias y dominios; la presión de los hacendados argentinos para que el gobierno restaurase el comercio con el principal comprador de granos y carne argentinos había sido enorme. Las negociaciones, lideradas por el presidente del concejo de comercio británico, el vizconde Walter Runciman, fueron intensas, y resultaron en la firma el 27 de abril del pacto Roca-Runciman.

El tratado suscitó escándalo, pues el Reino Unido aseguró a la Argentina sólo un cupo inferior al de sus dominios, de 390.000 toneladas anuales de carne, a cambio de cuantiosas concesiones para las empresas británicas. El 85% de la exportación debía realizarse a través de frigoríficos extranjeros (en su mayoría eran estadounidenses e ingleses), las tarifas de los ferrocarriles operados por el Reino Unido no se regularían, no se fijarían derechos aduaneros sobre el carbón, se daría tratamiento especial a las empresas británicas con inversiones en Argentina y se reducirían los precios de la exportación. No menos problemáticas resultaron las declaraciones del vicepresidente Roca, que afirmó tras la firma del pacto que por su importancia económica, la Argentina se parece a un gran dominio británico.

De la Torre fue uno de sus principales y más vocíferantes opositores; en sesión del Senado, afirmó que

[e]l convenio no asegura ventaja alguna, y la razón que inclina a votarlo a los que lo votan y a excusarlo —no a defenderlo— a los que lo excusan, es el temor. Se teme que Albión, provocada imprudentemente a hacer un tratado, se moleste si se rechaza, tome represalias y coloque a Argentina en peores condiciones que antes (...) no hay 350.000 toneladas aseguradas porque el tratado dice que Gran Bretaña puede reducir la cuota de carne enfriada en circunstancias imprevistas (...) La misión abocada a un imposible, por pura imprudencia de la Cancillería, después de haber aceptado todo lo que pedía Inglaterra, aceptó que nada se diera a la Argentina.

En un editorial, escribiría, burlándose de las palabras de Roca, que en estas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a sus dominios semejantes humillaciones.

El Partido Demócrata Nacional, uno de los que había apoyado la candidatura de Justo, se dividió a causa del hecho. Finalmente, el Senado refrendó el pacto el 28 de julio. Varias huelgas jalonaron las deliberaciones, en especial en la provincia de Santa Fe, que acabó siendo intervenida por el gobierno central.

[editar] Debate de las carnes

De la Torre continuó movilizándose contra el pacto, presentando el 1 de septiembre de 1934 un proyecto que proponía crear una comisión investigadora para establecer la medida en que el comercio de carnes argentinas favorecía a los frigoríficos exportadores, sospechando que los precios pagados a los productores no guardaban relación con el precio de venta en el exterior. La investigación al respecto daría lugar al debate más célebre del período, revelando las conexiones entre las empresas frigoríficas británicas, los estancieros de la Sociedad Rural Argentina, y los funcionarios de la Junta Nacional de Carnes creada ad hoc después de la firma del pacto.

La comisión investigadora se formó, incluyendo a de la Torre; finalmente presentó dos despachos, uno por la mayoría, que afirmaba que los precios eran justos, y uno en minoría que presentó de la Torre el día 18 de junio de 1935. El despacho de de la Torre llevó al descubrimiento de fuertes estafas al fisco por parte de algunas empresas; en un hecho espectacular, de la Torre logró el arresto del gerente del frigorífico Anglo, quien se había negado a facilitar a la justicia datos fundamentales para la investigación y llevaba una doble contabilidad. Disimulados como bultos de carne enfriada para la exportación, la policía intervino ingentes cantidades de documentación que Anglo ocultaba. Demostró también que evadían los controles cambiarios fijados por el Banco Central —creado el año anterior para regular el flujo monetario— reservándose moneda extranjera para venderla en el mercado libre, donde alcanzaba precios más altos que el oficial. De la Torre acusó a los ministros Federico Pinedo, de Hacienda, y Luis Duhau, de Agricultura, de tergiversar la información a cambio de favores económicos.

La investigación tendría un desenlace trágico el 23 de julio de 1935, cuando el senador demócrata-progresista Enzo Bordabehere, que se había acercado a de la Torre durante un discurso de éste para mantener a raya a Duhau, fue asesinado de tres balazos por la espalda dados por el ex comisario Ramón Valdés Cora. La relación de Valdés Cora con Duhau y Pinedo, se sugirió por la prensa como la razón del hecho. Bordabehere fue enterrado tres días más tarde, acompañado de un enorme cortejo fúnebre.[6]

[editar] Política exterior

En 1933 Justo dispuso la reincoporación de la Argentina a la Sociedad de Naciones, de la que Yrigoyen la había retirado a causa de la Primera Guerra Mundial. Ese mismo año viajaría al exterior, algo inusual en la época para los mandatarios, a encontrarse con Getúlio Vargas en Brasil, intentando estrechar los lazos comerciales con el enorme vecino. Visitó también al mandatario uruguayo, Gabriel Terra, de regreso a la Argentina.

Saavedra Lamas, como canciller, intentó movilizar a los gobiernos de la región en contra de la doctrina Monroe, promovida por el gobierno de los Estados Unidos, gestionando un tratado regional llamado Pacto de No Agresión y Conciliación. La reticencia argentina a la intervención estadounidense había llevado al gobierno a distanciarse de la Comisión de Neutrales que intentaba mediar en la Guerra del Chaco, en la que Paraguay y Bolivia se hallaban enfrentados. Como alternativa, Saavedra Lamas y su par brasileño organizaron el llamado grupo ABCP (Argentina, Brasil, Chile y Perú, los cuatro países limítrofes con los contendientes). El 6 de agosto de 1932 el ABCP remitió a los contendientes una invitación a deponer las armas, separándose a la vez en los términos más duros de la demanda formal que pocos días antes la Comisión había remitido, considerándola una intolerable injerencia en la política de los países en conflicto. El fracaso de la propuesta de la Comisión, rechazada por el Paraguay, dejó a Saavedra Lamas vía libre para encabezar un proceso de conciliación organizado por el ABCP, pero la reticencia de Bolivia a aceptar su propuesta dificultó las negociaciones. Tras dos propuestas infructuosas, en febrero del año siguiente las cancillerías argentina y chilena elaboraron conjuntamente un plan de negociaciones, formalizado en el Acta de Mendoza, que pareció contar con el apoyo de ambos gobiernos. Sin embargo, Bolivia presentó una serie de reservas, observando lo que consideraba un indebido favor hacia la posición paraguaya. La inobservancia de las mismas por el gobierno argentino dio finalmente al traste con el proyecto.

El Pacto de No Agresión y Conciliación fue un ulterior esfuerzo en ese sentido. Apoyándose en varios tratados preexistentes, pretendía establecer un mecanismo universal de resolución pacífica de conflictos entre sus miembros. Se firmó en octubre de 1933 en Río de Janeiro, suscribiéndolo Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay y Uruguay. El Acta de Río de Janeiro, firmada al día siguiente, volvía a intentar ofrecer una solución al conflicto boliviano-paraguayo, que desde mayo había adquirido carácter bélico. Fue, sin embargo, rechazada una vez más. Un ulterior esfuerzo de la Liga de las Naciones naufragó por la oposición paraguaya, refrendada por Saavedra Lamas. Sólo en 1935 pudo formarse un grupo mediador, en el que participaron los Estados Unidos además de los miembros del ABCP y Uruguay. El 7 de junio suscribieron finalmente dos protocolos dando fin a la guerra; la posición paraguaya, favorable a diferir lo más posible la fijación arbitral de las fronteras, contó con el apoyo de los mediadores. Las tratativas insumirían varios años más, hasta la firma en 1938 del Tratado de Paz, Amistad y Límites, pero la gestión le valdría a Saavedra Lamas el Premio Nobel de la Paz en 1936.

[editar] Política económica

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La intervención del gobierno federal en la actividad económica resultó cada vez más intensa; en 1934 se legisló la recaudación centralizada de los impuestos, que serán luego redistribuidos a las provincias en régimen de coparticipación, en lugar de permitir a estas recaudarlos y remitir la parte correspondiente al gobierno central, como había sido hasta entonces la norma. Se crearon una Junta Reguladora de Vinos, que se sumó a las de Granos y Carnes, y la Dirección Nacional de Parques Nacionales, antecedente inmediato de la Administración de Parques Nacionales.

El 6 de junio de 1935 se dio fin a las preparaciones de varios años y, con un diseño del británico Otto Niemeyer, se creó el Banco Central de la República Argentina; conformado por el Estado e instituciones crediticias privadas, estaría a cargo de gestionar el valor de la moneda y controlar los cambios. El plan de organización se basó en el aplicado en la India por los británicos; Raúl Prebisch fue su primer director.

Ese mismo año se realizó el primer censo industrial, que fijó en 600.000 la cantidad de trabajadores ocupados en la actividad. Se sancionaron leyes regulando la actividad bancaria y las inversiones. Las condiciones ofrecidas para el asentamiento de capitales extranjeros fomentaron la industrialización, sobre todo en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, donde se radicaron alimentarias (Adams, Royal, Suchard, Quaker), de caucho (Firestone), eléctricas (Eveready, Osram, Philco) y textiles (Ducilo, Sudamtex). Las primeras grandes empresas argentinas comienzan a cobrar importancia, como Di Tella, que fabricará electrodomésticos y automóviles.

El pacto Roca-Runciman fue denunciado unilateralmente en 1936 por el Reino Unido; las tratativas para sostenerlo desembocaron en la firma de otro tratado, el Malbrán-Eden, que fijó fuertes aranceles a la importación de carnes argentinas en Gran Bretaña. Sin embargo, la defensa argentina de los intereses comerciales e industriales británicos continuó; ese mismo año una ley dio forma a la Corporación de Transportes, destinada a proteger los servicios ferroviarios y tranviarios en manos británicas de la competencia plantada por los colectivos.

En 1934 tuvieron lugar las primeras elecciones desde la asunción de Justo; el abstencionismo de los radicales favoreció al Partido Socialista, pero el fraude masivo aseguró que todas las provincias, salvo Santa Fe y San Juan quedasen en manos de la coalición gobernante.

[editar] Situación política

En 1935 el fin del exilio de Alvear, que volvió a ponerse al frente de la conducción radical, decidió el fin de la abstención revolucionaria; la decisión causó el retiro de FORJA de la UCR, y obligaría a la Concertación a apelar nuevamente al fraude para evitar la derrota en las urnas. El triunfo de Manuel Fresco en Buenos Aires fue visiblemente orquestado, y en Córdoba fue imposible evitar la elección del radical yrigoyenista Amadeo Sabattini pese a los sangrientos incidentes que jalonaron la votación. Santa Fe, en manos del demócrata progresista Luciano Molinas, fue intervenida.

En 1936 las movilizaciones obreras condujeron a que un congreso constituyera en su forma definitiva a la Confederación General del Trabajo. La nueva conducción, en apoyo a los trabajadores de la construcción, declaró el primer paro masivo en años. Ante la formación de piquetes que limitan la circulación pública y organizan mítines para movilizar a los indecisos, la policía recibió orden de intervenir y actuó con dureza. En Plaza Once, donde se produjo la principal concentración, las acciones se saldaron con muertos, heridos y más de 2000 detenidos. Los obreros de la construcción, en el centro de la disputa, se organizaron en la Federación Obrera de la Industria de la Construcción, afín al Partido Comunista. Un viejo proyecto de ley de Sánchez Sorondo se dio a trámite para obtener la ilegalización del PC, a la que de la Torre se opuso con fiereza. El 1 de mayo de 1936 la CGT convocó a un acto multitudinario, en el que por primera vez se reunieron todos los partidos de la oposición y el movimiento obrero. Ese mismo año la presión sindical obtuvo la sanción de la Ley 11.729 de contrato de trabajo para el sector servicios.

Ese mismo año, las divisiones en el seno del radicalismo se acentuaron por influjo del escándalo de la renovación de la concesión de la Compañía Hispano-Americana de Electricidad (CHADE), que había sobornado a los ediles para obtenerla, pese a haber sido objeto de numerosas críticas por el incumplimiento de las condiciones de concesión, el aumento explosivo de las tarifas y la deficiente o nula provisión de servicio en las áreas menos rentables.[7] FORJA denunció los hechos, y se suscitaron enconados debates acerca de los mismos, que contaron con la aprobación de Alvear. En incidentes relativos a ellos, el joven dirigente yrigoyenista Arturo Frondizi fue agredido a tiros.

Pese al desprestigio de Alvear, éste representaba el principal obstáculo a la continuación de la Concordancia. Junto con el santafesino Enrique Mosca recorrería el país en 1937, asegurando que ni siquiera el fraude podrá detenerlos. La Concordancia les opuso la candidatura del radical antipersonalista Roberto M. Ortiz y el conservador Ramón Castillo. En septiembre se realizaron las elecciones, en las que los incidentes con muertos y heridos, así como la intervención policial contra los fiscales de la oposición, fueron frecuentes; varias provincias estaban intervenidas, entre ellas Catamarca, al frente de la cual Justo había colocado al ultranacionalista y filonazi Gustavo Martínez Zuviría. Aún así, la victoria fue para los radicales en la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja y Tucumán, pero las cruciales provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza quedaron en manos de la Concordancia, que finalmente consagró a Ortiz.

Presidencia de Ramón Castillo (1942-1943)

Castillo continuó la política exterior de su predecesor, manteniendo la neutralidad argentina en la Segunda Guerra Mundial, una decisión motivada por las tendencias proaliadas y progermanas que dividían al Ejército y a toda la sociedad argentina. La necesidad de mantener el abastecimiento marítimo lo llevó a promover la creación de la Flota Mercante del Estado, que nutrió con la compra de barcos de potencias beligerantes anclados en puertos argentinos. Tomó otras medidas de similar corte nacionalista, como la revocación de la concesión del puerto de Rosario, en manos de un operador francés, la nacionalización de la británica Compañía Primitiva de Gas, la creación de la Dirección de Fabricaciones Militares y la apertura de los Altos Hornos Zapla. Llevó a cabo una política férreamente autoritaria, disponiendo de las carteras ministeriales con soltura y disolviendo el Concejo Deliberante de Buenos Aires ante las denuncias de corrupción en el mismo.Esta política también se reflejó en su política hacia las provincias opositoras, siendo el hecho de esta naturaleza más notorio, la intervención decretada al Colegio Electoral de la Provincia de Tucumán, en septiembre de 1942, a fin de evitar el triunfo de la candidatura del radical opositor Miguel Mario Campero. Lo inédito de esta decisión favoreció la dilación de la elección de autoridades provinciales para producir la caducidad legal del mandato de Miguel Critto y por lo tanto justificar la intervención definitiva de Tucumán (febrero de 1943).

Este retorno a las peores prácticas de amañamiento de la voluntad electoral y de práctica de la violencia como procedimiento común para solucionar conflictos, generó un precario equilibrio de poderes con el Ejército; en 1942 hubo dos intentos de «hacer algo», liderados por los partidarios del anciano general Agustín Pedro Justo. La oposición entre «aliadófilos», «neutralistas» y «germanófilos» eran cada vez más acentuadas. Castillo se mantuvo neutralista apoyado principalmente por el Ejército pero aislado de la Concordancia. El fallecimiento de Justo dio un respiro a Castillo, pero no pudo impedir que en las elecciones presidenciales de 1943 la Concordancia llevara una fórmula constituida por el conservador salteño Robustiano Patrón Costas (Partido Demócrata Nacional) y la Unión Cívica Radical Antipersonalista.

Revolución del 43. Presidencia del General Pedro Pablo Ramírez

En los últimos días de mayo de 1943 un grupo de dirigentes de la Unión Cívica Radical le propuso al General Pedro Pablo Ramírez encabezar una fórmula presidencial contra el candidato oficialista. Enterado el presidente Castillo le exigió la renuncia el 3 de junio, hecho que desencadenó la llamada Revolución del 4 de junio de 1943, un golpe de estado encabezado por el General Arturo Rawson y el propio General Ramírez y dirigido por el GOU, que depuso al Presidente Castillo.

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Originalmente asumió como presidente el General Rawson, pero debido a su empeño en designar en el gabinete a un grupo de ministros reconocidamente conservadores y derechistas, fue desplazado por los militares para designar en la presidencia al General Ramírez, quien asumió la presidencia de la Nación el 7 de junio.

Ramírez gobernó sólo siete meses. Designó como Ministro de Relaciones Exteriores al Contralmirante Segundo Storni un nacionalista moderado aliadófilo, partidario de que la Argentina le declarara la guerra al Eje. Sin embargo, pocos meses después, la publicación por parte de la embajada de Estados Unidos de una carta reservada de Storni pronunciándose a favor de la ruptura de relaciones con Alemania, generó un escándalo público que causó la renuncia de Storni y su reemplazo por Alberto Gilbert, hasta entonces a cargo del ministerio del Interior y partidario de mantener la neutralidad.

Las primeras medidas adoptadas por Ramírez tuvieron contenidos contradictorios pero en general estuvieron dirigidas a reprimir a los sectores sociales y políticos: disolución del Congreso Nacional, clausura de la CGT Nº2 donde se habían organizado los sindicatos comunistas y sanción de un régimen limitativo de la acción sindical, intervención de la Universidad Nacional del Litoral, disolución de Acción Argentina donde se organizaban los sectores belicistas. Estas medidas abrirían la confrontación con amplios sectores políticos y sociales, y en especial con el movimiento estudiantil.

Simultáneamente con estas medidas el gobierno de Ramírez ordenó la rebaja de alquileres, que tuvo un efecto positivo entre los trabajadores y los arrendatarios rurales, y la creación de una Comisión Investigadora del escándalo de la CADE, que tenía como misión profundizar la lucha contra la corrupción.

Pocos días después de asumir dejó de emplear el rótulo provisional en la descripción pública del gobierno, desengañando así a la mayoría de los partidos políticos que habían saludado el golpe como la antesala de un retorno al orden democrático interrumpido durante la Década Infame (1930-1943). Declaró públicamente que la tarea de su gobierno era "renovar el espíritu nacional y la conciencia patria" y "dar contenido ideológico argentino al país entero".

[editar] Política educativa y cultural

En el plano cultural, el gobierno de Ramírez encomendó la educación al sector nacionalista caracterizado por su ideología católica-hispanista, opuesto al laicisimo adoptado por el Estado argentino desde la Constitución de 1853. Nombró inicialmente al ultraderechista Giordano Bruno Genta como interventor de la Universidad Nacional del Litoral, y a fin de año al católico nacionalista Gustavo Martínez Zuviría, como Ministro de Educación. El movimiento estudiantil dirigido por la Federación Universitaria Argentina se opuso frontalmente al gobierno.

Disolvió la Federación Universitaria y los partidos políticos, reintrodujo la enseñanza religiosa en las escuelas, e implantó una severa censura en la prensa, prohibiendo, entre otros medios, la estadounidense TIME (el 29 de noviembre de 1943), que había criticado duramente la neutralidad argentina en la Segunda Guerra. El 14 de octubre estableció la veda radiofónica del lunfardo, por considerarlo de origen criminal y moralmente repugnante. Debido a ello las letras de algunos tangos debieron modificarse para su transmisión pública. Bajo su auspicio se creó también la Policía Federal Argentina.

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