hipercoagulaciÓn sanguÍnea
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Ciencias De La SaludLa hipercoagulación intravascular es un trastorno trombohemorrágico que se presenta como una complicación secundaria a desprendimiento prematuro de placenta y otras enfermedades obstétricas (feto muerto, aborto séptico), a infecciones (histoplasmosis, malaria, aspergilosis), a neoplasias de pulmón, páncreas, próstata y estómago, a traumatismos y a otros trastornos como aneurisma, hepatopatías o picaduras de serpienteTRANSCRIPT
HIPERCOAGULACIÓN SANGUÍNEA
La hipercoagulación intravascular es un trastorno
trombohemorrágico que se presenta como una complicación secundaria a desprendimiento prematuro de placenta y otras enfermedades obstétricas (feto muerto, aborto séptico), a infecciones (histoplasmosis, malaria, aspergilosis), a neoplasias de pulmón, páncreas, próstata y estómago, a traumatismos y a otros trastornos como aneurisma, hepatopatías o picaduras de serpiente.
Parece deducirse, por tanto, que son estas patologías las que hay que tratar para inhibir la hipercoagulabilidad sanguínea pero puesto que el factor tisular y las sustancias tromboplásticas liberadas a la circulación, responsables de la coagulación, pueden producirse en más o menos cantidad dependiendo de ejes metabólicos específicos, deberán ser estos, además, el objeto de atención de la Medicina Biológica.
Así pues, es obvio que en cualquier infección bacteriana las endotoxinas que estas producen liberan sustancias tromboplásticas (es decir, coagulantes) en las células del endotelio vascular y en el interior de monocitos y granulocitos pero lo hacen en mayor o menor grado dependiendo de la acción de determinado síndrome.
Así se activan las células del epitelio vascular y a la vez los monocitos y los granulocitos. Todas estas células elevan su producción de interleucina 1 (L-1) y de Factor Necrótico Tumoral (FNT) lo que a su vez eleva el sistema de coagulación de la sangre pero, insistimos, dependiendo de síndromes metabólicos específicos.
HIPERCOAGULACIÓN SANGUÍNEA
La hipercoagulación sanguínea expresa los siguientes terrenos biológicos alterados:
1) Estancamiento de Sangre. Es decir, tendencia al éstasis sanguíneo
en el interior vascular.2) Vacío de Yin. Es decir, desarmonía en la producción de
catecolaminas corticosuprarrenales con exceso relativo adrenalínico y exceso de simpatismo añadido.
3) Calor Tóxico. Es decir, hiperrespuesta inmunitaria.
A estas alturas de la formación clínica que el INSUMED está
desarrollando, cualquier terapeuta, puede concluir la importancia de estas precisiones.
TRATAMIENTO BIOLÓGICO: La prescripción de B-1, B-3 y B-5 supondrá nada menos que el control trombótico inherente a todas las patologías que conllevan hipercoagulabilidad y directamente a patologías como trombosis venosa o síndromes de coagulación intravascular.
Nota: Por otro lado sabemos que este estado de hipercoagulabilidad
tiene relación con trastornos genéticos como el déficit de antitrombina III o de proteínas C ó S, o como la falta de una fribinolisis adecuada. Igualmente la inmovilización en cama, el síndrome nefrótico, las altas tasas de colesterol en sangre, el tabaquismo, la trombocitosis y la toma de anticonceptivos orales también inducen hipercoagulación pero todo ello está globalmente dependiente de los tres trastornos biológicos definidos aquí.
Hematologíaimprimir
Trastornos hemorrágicos
¿Qué es?
Cuando una arteria, una vena o un capilar sufren una lesión o una rotura, se activa un sistema para
taponar la fuga de sangre a través de la herida, un proceso que se denomina hemostasia. La
hemostasia consta de dos fases:
Hemostasia primaria, la interacción que se establece entre la pared del vaso afectado y las
plaquetas, que se unen junto con otras sustancias y crean una malla para intentar frenar la
hemorragia; asimismo, segregan una serie de sustancias para atraer más plaquetas y factores que
estabilicen la estructura que crean.
Hemostasia secundaria, basada en unas proteínas, los factores de coagulación, que permiten
formar un coágulo estable en la malla que han formado las plaquetas.
Una vez se ha estabilizado la hemorragia o en casos en que se dé una coagulación innecesaria, se
activa el sistema de la fibrinólisis, un mecanismo que permite deshacer el coágulo que se ha
creado cuando éste ya no es necesario.
Si se da un trastorno bien en las plaquetas, bien en los factores de coagulación, ya sea por déficit
cuantitativo o alteraciones cualitativas, la hemostasia y la coagulación no podrán realizarse
adecuadamente, por lo que existirá una facilidad para que se produzcan trastornos hemorrágicos.¿Cómo se produce?
Los trastornos hemorrágicos, en función de su origen pueden clasificarse en:
• Secundarios a una trombocitopenia:
Por un descenso de la producción de las plaquetas, como en la anemia megaloblástica, la aplasia
medular, síndromes mielodisplásicos, leucemias o anemia de Fanconi, entre otras.
Por un descenso de la vida media de las plaquetas, debido a un aumento de su destrucción (como
en la púrpura trombopénica idiopática) o a un aumento del consumo (como en la púrpura
trombótica trombocitopénica, el síndrome hemolítico urémico o las infecciones).
Por un secuestro de plaquetas, como ocurre cuando el bazo funciona más de lo debido
(hiperesplenismo).
• Secundarios a una trombocitopatía:
Enfermedad de Bernard-Soulier, enfermedad hereditaria autosómica recesiva.
Trombastenia de Glanzman, también una enfermedad hereditaria autosómica recesiva.
Enfermedad de von Willenbrand, que puede ser congénita o bien adquirida a causa de diversas
enfermedades (lupus, tumores renales o leucemias linfoides y linfomas).
Adquiridas por fármacos, cirrosis hepática, uremia o síndromes mieloproliferativos.
• Secundarios a coagulopatías:
Hemofilia, enfermedad hereditaria recesiva ligada al cromosoma X.
Trastornos debidos a déficits de otros factores de la coagulación.
Fases avanzadas de la coagulación intravascular diseminada.
La púrpura trombopénica idiopática (PTI) afecta de forma aguda sobre todo a los niños tras una
infección de las vías respiratorias; existe una forma crónica que afecta a personas jóvenes y que
tiene un peor pronostico que la forma aguda. Se crean anticuerpos contra las propias plaquetas y
los macrófagos del bazo las destruyen.
La púrpura trombótica trombocitopénica (PTT) es de causa desconocida y se asocia a infecciones
de la vía aérea, anticonceptivos orales, embarazo o lupus. Se produce una lesión de la cara interna
del vaso que libera unas proteínas que inhiben la agregación de las plaquetas.
En la hemofilia se produce una alteración genética que conlleva un déficit del factor VIII de la
coagulación, cosa que hace que ante un sangrado no se puedan establecer los mecanismos de
hemostasia secundaria para detenerlo.
En la coagulación vascular diseminada (CID), debida a infecciones graves generalizadas, ciertos
tumores, enfermedades autoinmunes o traumatismos severos, se produce inicialmente un exceso
de coagulación y trombos, pero al irse agotando las plaquetas y los factores de coagulación, en
fases avanzadas se dan hemorragias.Síntomas
Ante un defecto de la coagulación, sea por alteración de las plaquetas o de los factores de
coagulación, la clínica que se dará será básicamente de hemorragias y hematomas, de mayor o
menor gravedad en función de la causa del trastorno hemorrágico.
La PTT se asocia a una anemia hemolítica por afectación de los capilares, que hacen que los
hematíes se rompan al pasar por ellos, así como fiebre, alteraciones renales y afectación
neurológica. Existe otra entidad, el síndrome hemolítico urémico (SHU), donde se da también
anemia hemolítica y trombopenia, pero predomina la afectación renal mientras que las alteraciones
neurológicas son menos frecuentes.
La enfermedad de von Willenbrand también presenta trastornos hemorrágicos, sobre todo
equimosis y hemorragias a nivel otorrinolaringológico.
En la hemofilia, la alteración de los factores de coagulación más frecuente, se dan hematomas en
los tejidos blandos y hemorragias ante cualquier traumatismo mínimo. Después de una
intervención quirúrgica el sangrado puede ser muy abundante.
Existe una entidad llamada enfermedad de Rendu-Osler-Weber, una enfermedad hereditaria
autosómica dominante, que afecta a los capilares y no a las plaquetas ni a los factores de
coagulación, pero dicha alteración conlleva que al ser capilares de pared muy fina se rompan al
menor traumatismo y las plaquetas tengan dificultades para adherirse, provocando sangrados de
repetición, sobre todo a nivel nasal, bucal, intestinal, genitourinario o respiratorio.Diagnóstico
Un trastorno de la coagulación debe sospecharse en toda persona que presente sangrados o
hematomas sin causa traumática o que sean excesivamente abundantes con respecto a la
magnitud del traumatismo causante. De todos modos, en ocasiones las alteraciones en el número
de plaquetas o en los factores de coagulación se detectan de forma casual en una analítica de
sangre rutinaria.
Además de un interrogatorio exhaustivo al paciente para valorar si existen antecedentes familiares
de sangrados, se debe realizar una correcta exploración física en busca de lesiones hemorrágicas
en piel y mucosas, así como para descartar otras patologías que puedan acarrear un alteración de
la coagulación, como son adenopatías u otras alteraciones sugestivas de enfermedades
autoinmunes, anemias, procesos cancerosos hematológicos o infecciones.
En la analítica de sangre se valorará el número total de plaquetas, así como diferentes tiempos que
permitirán determinar la efectividad de la respuesta de la coagulación cuando se produce una
hemorragia. Los principales parámetros son:
Tiempo de sangría, que valora la hemostasia primaria, es decir, la respuesta de las plaquetas; su
alteración suele indicar trombopenia o enfermedad de von Willenbrand.
Tiempo de protrombina o Quick, valora una de las vías de la coagulación; su alteración suele ser
debida a defectos del factor VIII.
Tiempo de tromboplastina parcial activada o cefalina, valora otra de las dos vías de la coagulación;
su alteración suele ser debida a defectos del factor VIII.
Tiempo de trombina, valora la fase final de la coagulación; su alteración suele ser debida a
defectos del factor II (fibrinógeno).
Diversos estudios de laboratorio y genéticos permitirán determinar entidades concretas o déficits
selectivos de determinados factores de coagulación.Tratamiento
El tratamiento será el de la causa de la alteración sanguínea siempre que sea posible. En el caso
de la PTI se iniciará tratamiento con corticoides a dosis crecientes. Si no dan buen resultado, se
puede realizar una esplenectomía o dar tratamiento con inmunosupresores.
En el caso de la PTT se realizará una plasmaféresis para depurar la sangre de las sustancias que
desencadenan el consumo excesivo de plaquetas. La plasmaféresis da buen resultado; si no, se
puede intentar el tratamiento con corticoides, citostáticos o esplenectomía.
Para el tratamiento de los defectos de los factores de coagulación daremos estos factores por vía
intravenosa. En caso de sangrado masivo que requiera intervención urgente se puede optar por
administrar antifibrinolíticos, sustancias que impiden que se deshaga el trombo formado para
contener la hemorragiaMedidas preventivas
No existen medidas preventivas para los trastornos hemorrágicos hereditarios. Puede intentarse
evitar ciertos fármacos que puedan causar alteraciones sanguíneas y principalmente, en case de
padecer una alteración de la coagulación, evitar situaciones de riesgo que puedan conllevar
traumatismos y sangrados.
Hipercoagulabilidad | Causas y factores de riesgo
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¿Cuál es la causa de la hipercoagulabilidad?Determinadas proteínas de la sangre deberían evitar que la sangre coagule demasiado. Algunas personas no tienen suficiente cantidad de estas proteínas. En otras personas, estas proteínas no funcionan en forma adecuada o es posible que haya proteínas adicionales en la sangre que provocan demasiada coagulación.
Algunas personas nacen con una tendencia a desarrollar coágulos. Esta tendencia es heredada (lo que significa que se transmite de padres a hijos).
Determinadas situaciones o determinados factores de riesgo pueden hacer que sea más probable que la sangre coagule demasiado. Estas situaciones incluyen las siguientes:
Estar sentado en un avión o en un automóvil durante mucho tiempo.
Reposo prolongado en cama (varios días o semanas seguidos), como después de una cirugía o durante una estadía prolongada en el hospital.
Cirugía (que puede hacer más lento el flujo de sangre).
Cáncer (algunos tipos de cáncer aumentan las proteínas que coagulan la sangre).
Embarazo (que aumenta la presión en la pelvis y en las piernas, y que puede hacer que se formen coágulos de sangre).
Usar píldoras anticonceptivas o recibir terapia de reemplazo hormonal (que pueden hacer más lento el flujo de sangre).
Fumar.
¿Cuáles son algunos de los factores de riesgo de la hipercoagulabilidad?Es posible que usted tenga riesgo de tener hipercoagulabilidad si cualquiera de las siguientes afirmaciones es verdadera:
Tiene parientes con coagulación anormal o excesiva.
Tuvo un coágulo anormal a una edad temprana.
Usted tuvo coágulos cuando estaba embarazada, cuando usaba píldoras anticonceptivas o cuando estaba recibiendo tratamiento con terapia de reemplazo hormonal.
Tuvo varios abortos espontáneos de origen desconocido.
INICIO / LA INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE TRASTORNOS HEMORRÁGICOS
Tipos de trastornos hemorrágicos
Trastornos hemorrágicos es un término general para una amplia gama de problemas médicos que causan coagulación anormal y hemorragia continua. Los proveedores de atención médica llaman a estas afecciones de diferentes formas, incluyendo coagulopatía, hemorragia anormal, y trastornos de coagulación. Aunque la hemofilia es mejor conocida como trastorno hemorrágico, existen muchos tipos y la mayoría son hereditarios.
En esta sección, encontrará más información sobre los tipos de trastornos hemorrágicos que se enumeran a continuación.
Hemofilia : existen varios tipos de hemofilia. Los dos más comunes son:
o Hemofilia A (conocida como hemofilia clásica)
o Hemofilia B (conocida como enfermedad de Christmas)
Enfermedad de von Willebrand (VWD) : los investigadores identificaron muchas variaciones de este trastorno hemorrágico.
Deficiencias poco comunes de factor de coagulación : hay varios trastornos hemorrágicos hereditarios poco comunes en los que uno o más factores de coagulación no están en la sangre, solo se encuentran en pequeñas cantidades o no funcionan adecuadamente
Trastornos plaquetarios poco comunes : hay varios trastornos hemorrágicos poco comunes en los que las plaquetas carecen de una proteína necesaria para la coagulación de la sangre. Estos trastornos son hereditarios en una forma autosómica recesiva.
Los trastornos hemorrágicos varían mucho en cuanto a gravedad y frecuencia
Cada trastorno hemorrágico tiene su propio nivel de gravedad, el cual comúnmente se cataloga como leve, moderado o grave. En Estados Unidos hay aproximadamente 20,000 personas con hemofilia y hasta 1% a 2% de la población sufre la enfermedad de von Willebrand (VWD), el tipo más común de trastorno hemorrágico. Cada uno de estos trastornos ocasiona hemorragia y pueden ser tratados.