hdg 2024 abr 19 ii de pascua casa · los discípulos, aterrorizados, se refugian en una casa....

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Los discípulos, aterrorizados, se refugian en una casa. Jesús ya no está con ellos; no pueden verlo ni escuchar sus palabras ¿A quién seguirán ahora? La tristeza y el miedo se han apoderado de todos. Lo único seguro es mantenerse a puertas cerradas. ¿Cómo podían ir a anunciar el Reino de Dios sin Jesús? Jesús, lleno de vida, se hace presente. Con él, se abren las puertas, desaparece el miedo y regresan la paz y la alegría. El Resucitado está nuevamente con ellos. Ni una palabra de reproche por haberlo abandonado. Ahora, impulsados y sostenidos por el Espíritu Santo, seguirán colaborando en el proyecto salvador que el Padre encomendó a Jesús. En la Iglesia, más importante que las reformas pastorales es el encuentro con Jesús resucitado; su presencia nos regala la paz y la alegría. Jesús, al ocupar el centro de nuestras vidas, puede renovar nuestros corazones y las estructuras pastorales y, así, abrir las puertas para salir a compartir el Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Como Santo Tomás, debemos aprender a creer en el Resucitado para superar, poco a poco, las dudas y los miedos, y continuar con la misión evangelizadora encomendada por Jesús. Semanario Litúrgico Nº 2024 Tiraje: 130.000 ejemplares. Director: P. César Piechestein Impresión: Editorial Arquidiocesana “Justicia y Paz”, Cdla. Pradera 1, Mz. B-3, solar 7 Teléfono: 2433 075 - Fax. 2498 849 e-mail: [email protected] + LUIS G. CABRERA HERRERA, OFM. Arzobispo de Guayaquil Profesión de Fe 7 Oración para después de la Comunión 10 Oración de los Fieles 8 Creo en Dios, Padre todopoderoso, ... LITURGIA DE LA EUCARISTÍA (sólo la reza el sacerdote) Oración sobre las ofrendas 9 L 20 M 21 M 22 J 23 V 24 S 25 D 26 Santoral y Lecturas diarias | 20 - 26 de Abril / 2020 S. INÉS DE MONTEPULCIANO, Virgen Hech 4,23-31/ Sal 2/ Jn 3,1-8 S. ANSELMO, obispo y doctor de la Iglesia Hech 4,32-37/ Sal 92/ Jn 3,7-15 S. MARÍA, Virgen. Madre de la Compañía de Jesús Hech 5, 17-26/ Sal 33/ Jn 3,16-21 S. JORGE, mártir Hech 5, 27-33/ Sal 33/ Jn 3, 31-36 S. FIDEL, presbítero y mártir Hech 5,34-42/ Sal 26/ Jn 6, 1-15 S. MARCOS, evangelista 1 Pe 5,5-14/ Sal 88/ Mc 16, 15-20 NTRA. SRA. MADRE DEL BUEN CONSEJO Hech 2, 14-22-33/ Sal 15/ 1 Pe 1,17-21/ Lc 24, 13-35 Recibe, Señor, en tu bondad las ofrendas de tu pueblo, para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, alcance la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA CICLO A • 19 DE ABRIL, 2020 NuestraIglesia Arquidiócesis de Guayaquil Semanario Litúrgico Nº 2024 Dirijamos nuestra oración a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera dicién- dole: Escucha, Señor nuestra oración. 1. Por la Iglesia, por sus pastores, que como los santos Juan XXIII y Juan Pablo II, sean testigos auténticos de Cristo resucitado en medio del pueblo de Dios. Oremos. 2. Por los más necesitados, para que la solidari- dad de los cristianos y de todos los hombres les permita vivir dignamente. Oremos. 3. Por los enfermos incurables y los desahucia- dos para que la fe les ayude a asumir con valentía la enfermedad. Oremos. los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Ocho días después, estaban reunidos los discí- pulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”. Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor R/. Gloria a Ti, Señor Jesús. 4. Por los que participamos en esta celebración, para que los frutos de la resurrección de Cristo se manifiesten con claridad en nuestra vida diaria. Oremos. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Padre Celestial, ayúdanos a resucitar a una vida nueva. Te lo pedimos por Jesucristo, resucitado. R/. Amén. Puertas abiertas

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Los discípulos, aterrorizados, se refugian en una casa. Jesús ya no está con ellos; no pueden verlo ni escuchar sus palabras ¿A quién seguirán ahora?

La tristeza y el miedo se han apoderado de todos. Lo único seguro es mantenerse a puertas cerradas. ¿Cómo podían ir a anunciar el Reino de Dios sin Jesús?

Jesús, lleno de vida, se hace presente. Con él, se abren las puertas, desaparece el miedo y regresan la paz y la alegría. El Resucitado está nuevamente con ellos. Ni una palabra de reproche por haberlo abandonado. Ahora, impulsados y sostenidos por el Espíritu Santo, seguirán colaborando en el proyecto salvador que el Padre encomendó a Jesús.

En la Iglesia, más importante que las reformas pastorales es el encuentro con Jesús resucitado; su presencia nos regala la paz y la alegría. Jesús, al ocupar el centro de nuestras vidas, puede renovar nuestros corazones y las estructuras pastorales y, así, abrir las puertas para salir a compartir el Evangelio con los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Como Santo Tomás, debemos aprender a creer en el Resucitado para superar, poco a poco, las dudas y los miedos, y continuar con la misión evangelizadora encomendada por Jesús.

Semanario Litúrgico Nº 2024 Tiraje: 130.000 ejemplares. Director: P. César PiechesteinImpresión: Editorial Arquidiocesana “Justicia y Paz”, Cdla. Pradera 1, Mz. B-3, solar 7 Teléfono: 2433 075 - Fax. 2498 849 • e-mail: [email protected]

+ LUIS G. CABRERA HERRERA, OFM. Arzobispo de Guayaquil

Profesión de Fe7

Oración para después de la Comunión10

Oración de los Fieles8

Creo en Dios, Padre todopoderoso, ...

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA(sólo la reza el sacerdote)

Oración sobre las ofrendas9

L 20M 21M 22

J 23V 24S 25D 26

Santoral y Lecturas diarias | 20 - 26 de Abril / 2020S. INÉS DE MONTEPULCIANO, Virgen • Hech 4,23-31/ Sal 2/ Jn 3,1-8S. ANSELMO, obispo y doctor de la Iglesia • Hech 4,32-37/ Sal 92/ Jn 3,7-15S. MARÍA, Virgen. Madre de la Compañía de Jesús • Hech 5, 17-26/ Sal 33/ Jn 3,16-21S. JORGE, mártir • Hech 5, 27-33/ Sal 33/ Jn 3, 31-36S. FIDEL, presbítero y mártir • Hech 5,34-42/ Sal 26/ Jn 6, 1-15S. MARCOS, evangelista • 1 Pe 5,5-14/ Sal 88/ Mc 16, 15-20NTRA. SRA. MADRE DEL BUEN CONSEJO • Hech 2, 14-22-33/ Sal 15/ 1 Pe 1,17-21/ Lc 24, 13-35

Recibe, Señor, en tu bondad las ofrendas de tu pueblo, para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, alcance la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén

D O M I N G O D E L A D I V I N A M I S E R I CO R D I A • C I C LO A • 1 9 D E A B R I L , 2 0 2 0

NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil

Semanario Litúrgico Nº 2024

El Evangelio de hoy relata dos apariciones a los discípulos. Para que los cristianos creamos que Jesús es el Mesías, y creyendo, tengamos vida en su nombre.

Proclamación del santo Evangelio de Nues- tro Señor Jesucristo según san Juan 20, 19 - 31

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.

De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con uste-des. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y

Dirijamos nuestra oración a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera dicién- dole: Escucha, Señor nuestra oración. 1. Por la Iglesia, por sus pastores, que como los

santos Juan XXIII y Juan Pablo II, sean testigos auténticos de Cristo resucitado en medio del pueblo de Dios. Oremos.

2. Por los más necesitados, para que la solidari- dad de los cristianos y de todos los hombres les permita vivir dignamente. Oremos.

3. Por los enfermos incurables y los desahucia- dos para que la fe les ayude a asumir con valentía la enfermedad. Oremos.

los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.

Ocho días después, estaban reunidos los discí-pulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.

Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del SeñorR/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

4. Por los que participamos en esta celebración,para que los frutos de la resurrección de Cristo se manifiesten con claridad en nuestra vida diaria. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Padre Celestial, ayúdanos a resucitar a una vida nueva. Te lo pedimos por Jesucristo, resucitado.

R/. Amén.

Puertas abiertas

Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de tu pueblo santo con la celebración de las fiestas pascuales: aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor el sentido del Bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha reengendrado y de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucris-to, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Salmo responsorial3 [Salmo 117]Oración colecta1

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura2

SANTO EVANGELIO6

Aclamación antes del Evangelio5

Segunda Lectura4

El Evangelio de hoy relata dos apariciones a los discípulos. Para que los cristianos creamos que Jesús es el Mesías, y creyendo, tengamos vida en su nombre.

Proclamación del santo Evangelio de Nues- tro Señor Jesucristo según san Juan 20, 19 - 31

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.

De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con uste-des. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y

Los Hechos de los Apóstoles nos presentan el naci-miento y el crecimiento de la Iglesia. Nos muestran de qué modo Jesucristo resucitado sigue presente en el mundo.

Lectura del libro de los Hechos de los Apósto-les 2, 42 - 47

En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar las enseñanzas de los apóstoles, vivían en comunión fraterna y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.

Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distri-buido entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse.

Palabra de DiosR/. Te alabamos, Señor.

San Pedro quiere mostrarnos cómo tiene que ser la vida de quienes hemos sido renovados por el bautismo y hemos recibido la vida nueva de Jesucristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 3 - 9Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesu-

cristo quien por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.

Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de

(Jn 20. 29)R/. Aleluya, aleluya.

Tomás, tú crees porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor.

R/. Aleluya, aleluya.

R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”.Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”.Digan los que temen al Señor: “Su misericor-dia es eterna”.

R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

Querían a empujones derribarme,pero Dios me ayudó.El Señor es mi fuerza y mi alegría,en el Señor está mi salvación.

R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

La piedra que desecharon los constructores,es ahora la piedra angular.Esto es obra de la mano del Señor,es un milagro patente.Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo.

R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.

los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.

Ocho días después, estaban reunidos los discí-pulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.

Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del SeñorR/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

todas las clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.

A Cristo Jesús ustedes no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

Palabra de Dios R/. Te alabamos, Señor.