hartmann franz - vida de jehoshua

8/7/2019 Hartmann Franz - Vida de Jehoshua

1/134

Franz Hartmann M. D.

VVIIDDAA DDEE JJEEHHOOSSHHUUAAEELL PPRROOFFEETTAA DDEE NNAAZZAARREETT

Coleccin Rosacrucismo II


2/134

Franz Hartmann Vida de Jehoshua

2

VVIIDDAA DDEE JJEEHHOOSSHHUUAAEELL PPRROOFFEETTAA DDEE NNAAZZAARREETT

ESTUDIO OCULTO Y CLAVE DE LA BIBLIACONTENIDO

LA HISTORIA DE UN INICIADO

POR

FRANZ HARTMANN M. D.TRADUCIDO DEL INGLES POR

A. F. GERLING


3/134


3

NDICE

Al Lector, pgina 4.

Prlogo, pgina 8.

Dedicatoria, pgina 9.

Introduccin, pgina 11.

La Verdadera Historia de Cristo (Alegora), pgina 21.

Jehovhh, pgina 24.

Nazareth, pgina 29.

Egipto, pgina 35.

La Fraternidad Misteriosa I, pgina 42.

La Fraternidad Misteriosa II, pgina 50.

Los Grados Superiores, pgina 55.

La Sabidura-Religin, pgina 59.La Tentacin, pgina 63.

El Sermn de la Montaa, pgina 70.

Las Doctrinas del Espritu Christos, pgina 78.

Herodas, pgina 84.

Jerusaln, pgina 90.

La Gran Renunciacin, pgina 96.

El Templo, pgina 103.

El Hroe, pgina 109.

La Iniciacin Final, pgina 117.

La Iglesia, pgina 121.

Conclusin, pgina 128.


4/134


4

AL LECTOR

Las pginas que siguen encierran revelaciones sobre la vida del hombreque mayor influencia ha tenido sobre la civilizacin del mundo durante losltimos veinte siglos.

Una parte de la humanidad, si no ha practicado precisamente susenseanzas, las ha tomado en cambio como una gua y como una fuente degrandes inspiraciones.

Que Jehoshua haya nacido como la Iglesia oficial lo sostiene, o hayasido el hijo del soldado romano de guarnicin en Nazareth, no tieneimportancia para la obra que realiz.

Fue un misionero de lo Alto, y hay que preguntar en este caso cmocumpli su misin.

Los hombres que escucharon su doctrina y los que ms tarde larecibieron de los labios de aquellos, y la practicaron, podrn dar testimonio desi aquella sirvi como fuerza regeneradora.

La humanidad occidental que haba tenido sus pocas de brillo y de

obscuridad, necesitaba la palabra del maestro cuando ste lleg al mundo.No haba entonces ms filosofa que la que se enseaba en los templosocultos y que no llegaba al pueblo, no haba otra ciencia que aquella queconocan sus sacerdotes, y el sentimiento religioso encontraba su alimento enlas comunicaciones con el Astral en las evocaciones de los Dioses.

La sangre corra con frecuencia en venganzas infames, las guerras sehacan con fines de conquista y de rapia, no haba luz para las almas, nohaba un rumbo hacia el bien para los hombres.

Jehoshua, creca, y a los treinta aos reciba con la iniciacin alChristos, que deba iluminar su conciencia, darle fuerza en la lucha y a la vezaquellos grandes poderes que le hicieron todopoderoso y omnisciente.

Su doctrina encerraba las mismas enseanzas de Krishna, y deGauthama el Buddha, y el hombre ignorante lo escuch entonces con elrecogimiento con que se escucha siempre la palabra de lo Alto, de all dedonde nos viene siempre la Verdad.

Pasaron los aos y como lo refiere la crnica, los sacerdotescomprendieron que aquella doctrina predicada por el Maestro se perdera en elolvido, si sus enseanzas no fueran recogidas e impresas, y fue entonces que


5/134


5

se escribieron los Evangelios y se redact ese monumento al que se denomin

la Biblia y que no es otra cosa que la copia de lo que millones de aos antesfue escrito y que constitua los libros sagrados de la India antigua.Jehoshua o Jess de Nazareth, no fue un Dios, como el vulgo lo cree, y

como los sacerdotes lo dejan creer.Jess fue un hombre ms evolucionado que la mayora de los que hoy

pueblan el planeta, y fue tambin un gran iniciado como lo fue Pitgoras,Platn y varios otros de los que brillaron en la antigedad, enseando almundo la ms elevada filosofa.

Los templos de la India entre los que brilla la Logia Blanca delHimalaya, estn ah para demostrar que hay maestros todava en la Tierra, que

profesan la misma doctrina que predicaron Krishna, Gauthama el Buddha yJess.

Todos ellos son hombres o lo han sido, de carne y hueso como el ltimode los mortales, pero hombres que adems de la iniciacin recibida pertenecenprobablemente al Manvntara anterior, y han terminado casi su evolucinespiritual.

Es preciso presentar a Jess tal como es, para que la humanidad crea enl y le respete, y no como un Dios imposible de carne y hueso como lopretenden los sacerdotes del cristianismo.

Presentado as, sera Jess ms humano, ms aceptable, sin hacer de lesa personalidad deforme de un Dios hombre o de un hombre Dios.Hemos vivido ya muchos siglos, envueltos en una atmsfera de

mistificacin y de mentira, y hemos aprendido ya lo bastante para quepodamos continuar creyendo los absurdos con que el sacerdote cristiano havenido engandonos durante cerca de veinte siglos.

Hemos salido ya de la infancia y podemos discernir por nosotrosmismos que la mayor parte de aquello que se nos ha enseado como religin,no es otra cosa que una mezcla hbrida de verdades veladas y de declaracionesy afirmaciones, mal urdidas, rechazadas por el buen sentido, y que apenas

sirven hoy como cuentos para entretener a los nios.Los tiempos que vienen son de luz, de fraternidad y de amor, y hay

motivo para esperar que todos los que han sufrido y todas las lgrimas que handerramado las generaciones del pasado, es semilla de experiencia que hafructificado en sus descendientes, que somos nosotros, los que hemos recogidoesa herencia sagrada de nuestros mayores.

Atravesamos un perodo de la historia de la Humanidad en que unaparte de esta, es indiferente o atea, y otra vive sugestionada todava en su


6/134


6

ignorancia, por la prdica del sacerdote catlico, dando su dinero para el bolo

de San Pedro, y para sostener el lujo de los altos funcionarios de la corteromana del Vaticano.Hay todava seres que van a prosternarse a los pies de un hombre, ya se

llama ste, Papa o Confesor con abdicacin absoluta de su soberana, de serlibre y consciente.

Esos seres son los ignorantes, los fanticos o supersticiosos, que nosienten a su propio yo dentro de s, y que solo creen en lo que les dice elsacerdote y en lo que tocan sus manos.

Pero felizmente es ya un signo de los tiempos el no creer sino en lo queest probado y en aquello que la razn acepta sin esfuerzo.

La misma ciencia materialista est evolucionando, y trayendo al espritudel hombre la conviccin de que hay fuerzas y leyes en el Universo que actanlo mismo en el infusorio que en el planeta, y que la existencia humana no esotra cosa que una cadena de vidas sucesivas con el nico objeto de que elhombre pueda realizar su evolucin espiritual.

El da en que aqul conozca su constitucin oculta, la ley de Karma y lade Reencarnacin, comprender lo que es la vida, sus verdaderos objetivos, yla razn de muchas cosas que tienen lugar en el mundo, sin que puedacomprenderlas todava.

Todo vendr a su tiempo a medida que la Humanidad avance en lasenda de su progreso espiritual.Hasta entonces tendr que vivir investigando, equivocndose, luchando

y sufriendo pues sta es la ley que rige a la evolucin.Hay un grupo de almas que predican hoy la verdad en el mundo entero

y a ellas se deben ya muchos progresos.Sucede con la verdad para el que no la conoce, lo que con la luz para el

ciego, hay que drsela poco a poco, para que no se deslumbre y se enceguezcams.

La obra es grandiosa pero lenta, pues no se levantan grandes

monumentos sino con la paciencia y la perseverancia que son dos fuerzaspoderosas cuando son aplicadas con criterio sano y con propsitos elevados.

Hay que citar entre los obreros de primera fila, al sabio autor de estelibro, el Dr. Franz Hartmann, que siembra la luz por doquier, con el altopropsito de abrir los ojos de sus semejantes a la verdad.

Esa distinguida individualidad, rene a su ttulo de mdico, el defilsofo, pues es uno de los ms distinguidos de la poca actual.


7/134


7

Y ya que citamos a los grandes, no olvidemos a aquellos que ms

humildes, trabajan tambin en su modesta esfera con iguales propsitos queaqul, me refiero al traductor del libro y a su editor los seores A. F. Gerlingde San Luis de Potos, en Mxico, y Emilio de Marisco de La Plata, en laArgentina, pues el libro que hoy se presenta al pblico tiene la curiosaparticularidad de haber sido escrito en Alemania, traducido en los EstadosUnidos de Mxico e impreso en la gran repblica del Ro de la Plata.

Esto es ya un signo de la fraternidad humana, y de que los hombresaunque viven entre s, a miles de leguas de distancia, estn unidos por esevnculo de la comunidad de su origen y por los peligros y vicisitudes de esteviaje terrenal, en el que pasajeros del mismo buque, nos une ese gran lazo de

la solidaridad del peligro y de la desgracia.

LOB-NORBuenos Aires, Marzo 25 de 1903.


8/134


9/134


9

DEDICATORIA

Oh Eterna, Autoexistente Causa de toda existencia!.Fuente de Amor y de Luz!. T, Dios universal increado,

En quien todas las cosas existen y tienen su ser!.T que en todas las cosas vives y todas cosas en Ti!

Infinito eres, inconcebible, incomprensible para la finita inteligencia,Incognoscible para todos excepto para Ti mismo!.

Nada existe sino T, y nada hay en que no existe algn Bien!.T eres, mas nosotros parecemos ser, pues son vaciedades

Las formas si en ellas no ests T; son T mismo manifestado.Dirigindonos a Ti pecamos porque mentalmente nosotros,Ay! nos separamos de Ti que eres nuestro verdadero Yo;

Pues nosotros nada somos, sino somos T y T nosotros.No tenemos vida sino la Tuya; ni tenemos amor

O fuerza, ni voluntad o pensamiento, excepto los Tuyos.T eres nuestra vida, nuestra voluntad, nuestra mente, todo.

En Ti estamos y T en nosotros. T eres el Padre, y en nosotrosT mismo eres el Hijo. T Santo Espritu llena de gloriaEl universo e impregna con Tu poder la naturaleza

Hacindola producir animadas formas de plantas y rboles,De animales y de hombres. Fecunda al alma humana y da luzAl Cristo, al Salvador del Hombre, llamado el divino AtmaO el Seor excelso, el Maestro, el que da la inmortalidadA todo aquel en quien se manifiesta su sagrada presencia.

Si en el corazn del hombre El despierta a la conciencia propiaDe su existencia, no habr ya muerte porque es perfecto, y entonces

Ningn cambio necesita. As Cristo es Dios manifestadoEn el Hombre como hombre y as nadie puede a Dios llegar,

Sino por El, porque El mismo es Dios en el hombre, y el que a su DiosSe esfuerza en encontrar, en su santo templo le debe buscar,Dentro de s mismo, en Espritu y en Verdad. Al El, el Cristo.Al Dios en el hombre oramos nosotros, no a dioses externosNi a los espritus de la Luz Astral; y orando con gran fervor

Cumplimos nuestras preces porque cuando hasta El nos elevamos


10/134


10

Somos El mismo, y concedemos aquello que Le pedimos.

Nadie a Dios conoce; es el Dios en el hombre el que a S mismoEn el se conoce y le eleva al concepto de lo que es divinoEn su propia naturaleza. Elevndonos hasta El nosotros

Llegamos a Dios por Cristo, el Camino, llegamos por DiosAl Hombre y a toda la naturaleza en su Santo Espritu.


11/134


11

INTRODUCCIN

Desde el principio de la era cristiana, una tempestad de opinionesdiversas respecto al supuesto fundador de lo que se llama Cristianismo, hareinado en el mundo mental, encontrndose su expresin en el plano exterioren actos de violencia, innumerables crueldades, guerras, atrocidades ycrmenes tales que difcilmente puede concebirlos la imaginacin humana.Desde la poca de los emperadores maniticos, cuando las arenas romanasestaban teidas de la sangre de los nazarenos, hasta la Edad Media cuando loscristianos, libres de toda persecucin, se haban hecho a su vez perseguidores;cuando las heces de Europa entera, robaron a los habitantes de la TierraSanta en el supuesto nombre de Cristo; hasta los tiemposcomparativamente modernos cuando los cielos de todas las comarcas europeasestaban ennegrecidos con el humo que despedan las hogueras, en las quehombres, mujeres y nios, sospechosos de hereja, eran quemados por los quepretendan seguir a Aqul que haba enseado la doctrina del amor universal;y ms todava, hasta nuestros tiempos presentes, en que las iglesias pugnan

por recuperar sus menguados poderes y riquezas la causa de todas lasguerras religiosas ha sido siempre una diferencia de opinin respecto a lanaturaleza de Cristo.

Mientras que los ms fanticos secuaces de la teologa ortodoxa,ignorando por completo las historias religiosas del mundo, con sus Manus, susAvatares, sus Budas y sus Salvadores de la humanidad, los que se dice hanaparecido sobre este globo millones de aos antes de la llegada delCristianismo moderno, consideran a la persona de aquel a quien llaman ElCristo como hijo unignito de un criador extracsmico del mundo,concebido milagrosamente por una virgen de Palestina, y mientras ellos asaplican la explicacin exotrica ms grosera y ms sensual a un hermoso mitoantiguo que oculta una verdad sublime y eterna, el crtico moderno o niegaque tal persona cual el Jess de Nazareth de los evangelios haya jamsexistido, o no ve en l ms que un hombre de talento extraordinario, un hroeque se atrevi a proclamar lo que a l le pareca la verdad, un reformadorreligioso que pereci como otros muchos por la promulgacin de una ideagrande pero impracticable.


12/134


12

Algunos de estos crticos son pensadores muy profundos, pero no han

evidentemente mirado detrs del velo que separa al mundo eterno, ideal y sinembargo real, del mundo sensual de ilusiones en que vivimos. Ellos no hanconocido la constitucin del organismo espiritual del Hombre y slo hanpodido ver la parte moral de Jehoshua mientras que sus opiniones respecto asu naturaleza espiritual descansaban en especulaciones que han podidoacercarse a la verdad que seguan sus ms altas intuiciones.

As Kant le consideraba como el ideal de la perfeccin humana; JohnStuart Mill, como un hombre muy extraordinario; Lord Amberly, como unidealista iconoclasta; Fichte como el primer maestro que revelara la unidaddel Hombre con el Espritu Supremo; Hegel, como una encarnacin del

Logos; Schelling, como una especie de Avatar, es decir, una de las bajadasperidicas de la Divinidad; el Doctor Kleim, como un hombre misterioso,cuyo espritu glorificado inspir a sus discpulos el emprender la reformamoral que algunas veces echaba mano de la impostura para asegurarse laconfianza de sus secuaces; Renan, como un idealista afeminado, un impostorque haca falsas maravillas; Schleiermacher, como un hombre en quien laconciencia de s estaba tan saturada del principio divino, que lleg a ser enverdad un dios encarnado; Anatole Bembe, como un anarquista moderno y unsocialista de la especie ms exaltada; y Gerardo Massey que funda sus

opiniones en indagaciones histricas, descubre que Jehoshua Ben Pandiranaci unos 120 aos antes de la era cristiana; y que el Cristo tpico de losevangelios fue compuesto de los rasgos de varios dioses.

Parece que los que han tratado de confutar la existencia de un salvadorpersonal e histrico del gnero humano, no han hecho gran dao a la religin,porque la mente piadosa siente por intuicin que las relaciones evanglicasatribuidas a los cuatro evangelistas, contienen despus de todo mucha verdad,an cuando los acontecimientos all referidos no hubiesen jams tenido lugaren la historia; religiosa en la existencia de un Jess histrico y piden a losdems otro tanto, hacen quizs mucho mal, porque, despus de todo, la

creencia en un Jess histrico es tan slo un asunto de opinin, y la fe quedescansa nicamente sobre una opinin, tal vez falsa por no fundarse en elconocimiento, tiene en verdad una base muy incierta. Hay en este mundomuchas personas bien intencionadas que se imaginan que es indispensablepara salvarse creer que un hombre llamado Jess de Nazareth haya vivido ymuerto en Palestina; pero sera difcil dar una razn inteligible porque lacreencia en semejante personaje histrico fuera necesaria para la salvacin, oexplicar en qu dicha creencia fuera diferente en sus resultados de la creencia


13/134


13

en Julio Csar, Aristteles o en cualquier otro personaje histrico, como que

todas las opiniones respecto a las cosas de que no tenemos experienciapersonal, son meramente opiniones y no constituyen un conocimientoverdadero. El creer en un acontecimiento acerca del cual no se sabe nada, esaferrarse a una supersticin an cuando el acontecimiento es verdaderamentecosa cierta. No podemos tener conocimiento propio acerca de las personas quehan existido antes que naciramos, realizar en nosotros mismos la presenciadel verdadero salvador, el eterno Cristo viviente.

Todas las tentativas para explicar intelectualmente los milagros y loshechos atribuidos al gran nazareno con el fin de hacer ms plausible el que sehayan verificado en un sentido literal, son por lo tanto degradantes para la

religin y pueden considerarse como un sacrilegio, porque arrastran lasverdades espirituales hasta la tosca vida material, condensan las sublimesideas en estrechas formas materiales, y destruyen la hermosura de lo idealhacindolo aparecer en una forma sensual y vulgar. An las ms exaltadasvirtudes que un poeta pudiera atribuir a un salvador personal no le daranjams aqul esplendor que rodea la cabeza del Cristo eterno e impersonal; ytodas las tentativas para hacer concordar las hermosas alegoras de la Bibliacon los hechos histricos, quedarn sin xito, y an parecern ridculas alobservador despreocupado y juicioso1.

No es posible decidir si las doctrinas de la Bibliason verdaderas o nocon afirmar o negar que los acontecimientos all referidos se hayan verificadoen la vida eterna. Se ha de buscar esta prueba en la evidencia interna de dichasdoctrinas, y esta evidencia aparecer bastante clara luego que se entiendan.

Igualmente absurdas son las tentativas para probar racionalmente quepudieran verificarse milagros, como los que se describen en la Biblia, porquela prueba incontestable de que un solo milagro se hubiera verificado,derrocara inmediatamente el fundamento de todas las religiones, y destruirala creencia en un Dios eterno e inmutable. Dios mismo, siendo la Ley, nopuede obrar en contra de s mismo sin cometer suicidio, y los que tratan de

sostener una creencia en la posibilidad de acontecimientos antinaturales oabsolutamente sobrenaturales niegan que Dios gobierne la Naturaleza. Ellos le

1 Gerardo Massey dice: Los peores enemigos de la verdad han sido siempre y son todava losracionalistas de mito, v. g. los Unitarios. Ellos han tomado la historia humana (de Cristo) como puntode partida y han aceptado la existencia de un fundador personal del cristianismo como el hechofundamental e inicial. Se han esforzado en armonizar la divinidad de los mitos descartando el elementosobrenatural y milagroso a fin de que se aceptara la narracin como historia. De esta manera hanperdido la batalla desde el principio por combatir en un terreno falso. Gerardo Massey. TheHistorical Jess and the Mythical Christ.


14/134


14

degradan en un ser falible que cambia de parecer, y est sujeto a caprichos,

cuales son los producidos por las influencias externas; pero qu influenciasexternas pudieran obrar sobre Dios que es existente por s mismo yomnipresente, e incluye al Todo?. El hecho de que no se ha verificado jamsmilagro alguno, es el ms formidable argumento en pro de la existencia de unDios universal, porque prueba la existencia de una Ley universal e inmutable,cuyo Legislador ha de ser igualmente universal y no sujeto a cambio alguno.Sin embargo, los que pretenden reconciliar con la razn material los milagrosde la Biblia, esforzndose en explicarlos con teoras de prestidigitacin o conla teora espiritista, son los que excitan ms compasin, porque dan pruebas deque no tienen ni la fe que caracteriza al cristiano ni la inteligencia suficiente

para ver donde terminan las supuestas realidades y donde comienza elimperio de la fbula que representa al verdadero Ideal.

Muy poco nos dice la historia profana respecto a la persona del granreformador. Todo lo que podemos inferir de unas cuantas brevesobservaciones en Tcitoy enJosefo (cuyas observaciones, segn el parecer dealgunos, son interpolaciones), es que existi semejante personaje, y por lasmismas hemos de deducir que algunos le consideraban como hechicero; yotros como uno de los pretendidos reformadores y fanticos religiosos deaquellos tiempos; que l se opona a las opiniones religiosas que entonces

privaban, y que finalmente fue condenado a muerte por atacar las institucionesconsagradas por el tiempo, y sobre las cuales descansaban la seguridad de laiglesia y la autoridad del clero.

Se cree que la llamada historia sagrada, cual se halla en los cuatroevangelios, da una relacin sucinta de su vida y de sus doctrinas; peromientras que, respecto a los acontecimientos histricos que forman la base delas relaciones de los evangelios, parece existir un hilo de verdad, el conjuntode dichas relaciones ofende al Sentido Comn y no ofrece nada ms que unarepeticin de alegoras diferentes, como las que se encuentran en los antiguoslibros de los Egipcios, de los Persas y de los brahmanes. Muy curiosamente

han sido mezclados los antiguos mitos con la biografa de Jess de Nazareth yrepresentados como si se hubieran verificado durante su vida. Los pocosdetalles probables respecto a la vida de Jess, se hallan tan repletos de fbulasy alegoras mal interpretadas, que el Nuevo Testamento merece que se leconsidere ms bien cual un poema que da una descripcin de los procesospsicolgicos, que no cual un libro de historia que relata acontecimientosvisibles.


15/134


15

Si examinamos ese libro sin preocupacin y sin parcialidad sectaria

encontramos en l dos corrientes de pensamiento. La primera se aplica a lavida de un hombre, el que si no ha sido del todo mal representado ha dehaber sido un gran genio, un hroe y un reformador. La segunda corriente serefiere a las verdades sagradas que se enseaban en las doctrinas secretas delos Arios y de los Egipcios, y cuyas verdades se hallan presentadas en loslibros de Hermes Trismegisto, en el Bhagavad Gitay en otros. En estos librosantiguos se hace mencin del Principio de Cristo mucho antes que seconociera la palabra Cristianismo, y a este antiguo origen puedenremontarse claramente los mitos de la Inmaculada Concepcin, del Hijo deDios, etc. Lejos de desacreditar la veracidad de los principios en que se bas

el cristianismo primitivo, este descubrimiento sirve ms bien para fortalecer elfundamento en el cual estriban las doctrinas originales; no echa por tierra lasverdades propuestas en la Biblia sino que va confirmndolas con demostrarque los procesos as alegricamente descritos, no son meramenteacontecimientos del pasado, sino que ocurren continuamente y que con todaprobabilidad seguirn ocurriendo en el porvenir.

Los que creen tenazmente en un Cristo meramente personal e histrico,pretenden que los evangelios fueron escritos por los apstoles, los cualessaban muy bien de qu hablaban, como que haban sido discpulos de Jess y

testigos oculares de los milagros que hiciera. Dando por supuesto que estoshombres hayan dejado algunas relaciones escritas, ellos no pueden serresponsables por todas las adiciones e interpolaciones que sus secuaceshicieron despus y que no pueden escapar al examen de la sana razn y de lalgica. Se ha probado, sin embargo, por recientes investigaciones que losapstoles no escribieron ninguno de los evangelios en su presente estado, sinoque es probable que hayan sido coleccionados mucho despus por algunosmiembros desconocidos de la Iglesia, los que le prefijaron los nombres de losapstoles a fin de darles el sello de la autoridad incontestable, mientras que sinduda eliminaron de las tradiciones existentes muchas cosas que parecan

perjudiciales a los intereses de la Iglesia, o contrarias a sus propsitos y susopiniones.

No tenemos la intencin de entrar en una discusin respecto al origen delos evangelios, ni sera de esperar que de una controversia sobre tales materiasresultara algn beneficio, porque en asuntos de religin y donde no existeconocimiento alguno, el sentimiento tiene una atraccin ms fuerte que larazn. Ningn argumento es bastante poderoso para obligar a cualquiera aabandonar una opinin favorita a la que ha resuelto aferrarse; mientras que


16/134


16

aquellos cuyo conocimiento es exclusivamente el resultado de la

argumentacin, tienen muy poco poder para percibir la verdad espiritualmente.Los que se aferran a las supersticiones consagradas por el tiempo, as como losque se deleitan con el escepticismo y la sofistera, se alimentarn con elsustento que han escogido hasta que queden saciados.

Despus de todo, Qu nos importa saber si nuestro Cristo ideal haexistido jams en la historia o no?. Si pudiramos o tuviramos que imitar lasacciones cotidianas del hombre Jess de Nazareth con todos sus detalles,entonces importara tal vez saber si lo que se refiere de estos hechos fueraliteralmente verdico; mas como vivimos en una poca diferente y encircunstancias diferentes, no podemos imitar con todos sus detalles su vida

exterior. Sin embargo, podemos considerarle como un elevado ideal a imitarsu vida interior, y podemos vivir segn semejante ideal sin saber si ha sido ono jams personificado en la tierra. Es infinitamente ms importante imitar suspensamientos que sus actos personales.

Si contemplamos la imagen de Jehoshua cual se ve al travs de lasnieblas fluctuantes de incienso mezcladas con los vapores de la sangrehumana y el humo de los herejes quemados, solo columbramos una imagendesnaturalizada y torcida del Jehovh judo, una sombra espectral que no tienesemejanza de dios ni de hombre. Si lo contemplamos desde un punto de vista

racional y le aplicamos la regla por medio de la cual suelen medirse losmortales, hallamos que nuestra medida es algo corta, pues descubrimos en luna sublimidad de carcter, un amor ilimitado, una inteligencia trascendental,que no se hallan combinados en un solo personaje de la historia moderna delmundo. Empero, si le consideramos como el ms alto grado de florescencia dela humanidad, una persona cuya mente era iluminada por la Sabidura Divina un Adepto que posea el conocimiento de su Yo Superior, todo lo queparece extrao e imposible en su carcter se vuelve desde luego claro ycomprensible. Sin embargo, no podemos concebirle bajo este aspecto sinentrar hasta cierto punto en el reino mstico de la ciencia oculta, cuya clave es

el poder de la percepcin espiritual, llamada Intuicin. Bajo este concepto senos presenta como un Hombre ideal y como una personificacin de laSabidura divina.

La regla de la moralidad y de la espiritualidad de un pueblo, dependersiempre de la cualidad y de la disposicin de los ideales que sigue. Si susideales son monstruosos y desnaturales, ser vicioso y llevar una vidaantinatural, si sus ideales son verdaderos ser guiado por consideraciones de laverdad. El ideal creado por los monjes espaoles y al cual llamaban su


17/134


17

Cristo, era un diablo y las acciones que ellos hacan eran obras de diablos.

La regla de moralidad y espiritualidad que existe entre las varias iglesiascristianas del mundo, incluyendo ms de doscientas sectas cristianas, puedeestimarse correctamente segn su concepto ms o menos elevado de la palabraCristo.

En muchos casos este concepto es muy raqutico, y por lo tanto lasdoctrinas de estas sectas difieren considerablemente de las doctrinas de Cristo.

El Cristo y Mesas significa el poder redentor de la ConcienciaEspiritual, del amor y de la Inteligencia Universales, mientras que el Cristolimitado de las iglesias es meramente una persona cuyo amor se manifiesta alo ms dentro de la iglesia. El verdadero Cristo significa Vida Universal,

mientras que el Cristo de las sectas dignifica separacin y favoritismo. Elverdadero cristianismo significa iluminacin espiritual, benevolenciauniversal, caridad y tolerancia; el ecleciasticismo significa oscuridad mental,ignorancia obstinada, egosmo, intolerancia, arrogancia y odio para todosaquellos que no quieren someterse al yugo clerical. La verdadera religin, talcual se descubrir quiz en la edad de oro todava muy distante, significa esarenunciacin y abnegacin que vemos descripta en el Bhagavad Gita y enotros libros sagrados del Oriente, y la cual est tambin representada por elsmbolo de la Cruz cristiana, tan mal comprendido; pero el sectarismo

moderno, hijo del culto del sanguinario Jehovh, descansa en la concentracinde todas nuestras esperanzas y aspiraciones para alcanzar algn beneficioegosta en esta vida o en la futura; descansa en el anhelo de salvar estapersonalidad indigna, an cuando su salvacin acarreara la ruina del resto delmundo.

La verdadera religin el poder de conocer y realizar las verdadesespirituales se alcanza por aquellos que pueden elevarse por encima de laesfera de su personalidad ilusoria; el sectarismo recibe su vida y su alimentodel amor de los hombres para su personalidad animal y el temor de perder estacosa querida. Mientras no se arranca del corazn del gnero humano este amor

de s mismo basado en un concepto totalmente errneo de la verdaderanaturaleza del Hombre y no se reemplaza por el conocimiento, el rbolUpas del dogmatismo encontrar, en dicho amor de s mismo, un terreno enqu extender sus races y recoger beneficios temporales para la iglesia a costadel bienestar eterno de sus secuaces engaados.

En Jehoshua Ben Pandira vemos un hombre divinamente inspirado.Inspirado no por alguna deidad personal exterior sino por la luz eternade la Sabidura Divina que iluminaba su mente. En l vemos primeramente un


18/134


18

Rabino, un hombre de grandes talentos, que buscaba afanosamente la verdad,

y que despus de haber sido iniciado en los antiguos misterios egipcios, llega ser profeta y vidente. Habiendo alcanzado el conocimiento de la verdad, ladefendi heroicamente contra los sacerdotes del templo, y sacrific su vida enla tentativa que hizo para hacer comprender a las masas la vida del verdaderoCristo que en l exista. Procur dispersar las nubes de oscuridad creadas porla supersticin y el temor, a fin de que la luz del conocimiento espiritualentrara en el corazn del hombre. Ense el principio del amor fraternaluniversal, del amor por el amor mismo no un amor motivado por laesperanza de conseguir alguna recompensa; pero sus ideas eran demasiadograndes, demasiado sublimes para que las comprendieran los fanticos y

dems gentes de pocos alcances de su poca. Fue asesinado por aquellos aquienes pretenda salvar;y El cuya vida entera no tuvo otro objeto vitalque echar por tierra la creencia supersticiosa en un Dios limitado, separadode la humanidad y sujeto a antojos y caprichos fue tan mal comprendidopor sus discpulos, que despus de su muerte los que pretendan creer en susenseanzas, hicieron de l un dios limitado, separado de la humanidad, y letomaron como objeto de su culto exterior.

En Jess de Nazarethtenemos una hermosa alegora que representa elgermen espiritual de la Inteligencia divina en el alma del Hombre, concebido,

en el corazn por el poder de la Sabidura Divina, naciendo continuamente enla mstica Bethlehem situada en la regin ms pura del alma humana. Esblasfemia y absurdo hablar de El como un personaje histrico. Nunca lemataron los Judos, aunque los supuestos cristianos le crucificancontinuamente. Vive hoy en da y vivir siempre, habitando en el corazn deaquellos que le adoran y obedecen sus mandamientos.

Est la humanidad mejor preparada hoy para recibir el evangelio delpoder salvador universal del Conocimiento y del amor, que lo que lo estabacuando exista Jess?. Estn listos los hombres ahora para descartar lareligin del temor y del egosmo y para sustituirla con el evangelio de la

Libertad?. Les ser ahora posible comprender que su querida personalidad ala cual se aferran desesperadamente como se aferra a una paja el hombre quese ahoga, no tiene existencia permanente alguna, sino que es una simpleilusin, un producto de una siempre mutable accin mutua de fuerzascorrelativas, las cuales, obrando en el plano fsico producen esa sensacin quecausa la ilusin de la existencia aislada?. Estarn prontos los piadosos paracreer que antes de que puedan esperar la inmortalidad de su yo individualtendrn que empezar a vivir encontrando aquel Yo Supremo individual, su


19/134


19

Salvador, que existe en una vida superior a la separacin de las formas?.

Estarn prontos para recibir el evangelio de la vida eterna y espiritual en elespritu? o considerarn idntica con la negacin de la inmortalidad del alma,una doctrina que niega la inmortalidad del yo inferior?. Han llegado loshombres a ser bastante inteligentes y heroicos para ser libres? o necesitantodava las muletas de la esperanza y del temor a fin de poder quedarse depie?. Son ahora los hombres sus propios amos, o son todava el clero y lasupersticin calamidades necesarias para tener a los ignorantes en la sujeciny en el terror y para hacerles obedecer a la ley?. Es realmente til unareligin que tiene por base el amor de los hombres para sus personalidadesanimales, y cuya nica razn de ser es su conveniencia y utilidad para objetos

polticos y sociales?. Es apta semejante religin para ennoblecer al gnerohumano, o acaso puede encontrarse en el espritu de amor propio en quedescansa esa religin la causa del crecimiento del egosmo y de los males quede l resultan?. Ser posible ahora proclamar verdades que en todos lostiempos se han cuidadosamente ocultado a los ojos de los ignorantes?. Y si nono debe decirse la verdad por amor a ella misma sin considerar lasconsecuencias que de ello resultaren?. Puede tener al fin el conocimiento dela verdad otro efecto que el de ennoblecer a aquellos que abren los ojos a suluz, an cuando el alba de hoy causara una perturbacin temporal entre las

oscuras nieblas de la ignorancia que cubren la faz de la tierra?.Parecen en sumo grado dignas de nuestra consideracin estasimportantes cuestiones, especialmente hoy en da, cuando en todas las partesdel mundo se ven los templos cristianos vacilar y amenazar ruina porque estnedificados sobre la arena, cuando alzan la cabeza los monstruos nacidos de laignorancia, el anarquismo, el socialismo, el nihilismo, etc., y la prole delegosmo, la tirana y el monopolio chupan, cual vampiros, la sangre de lahumanidad; cuando la Europa entera parece amenazada con una guerradevastadora, y la Amrica empieza a padecer los males producidos por causastransplantadas del antiguo al nuevo mundo.

Respecto a la llamada ciencia, la edad que parece ahora tocar a su fin hasido una edad de ciego materialismo; respecto a la llamada religin, ha sidouna de formalismo y de credulidad en supuestos hechos histricos; pero sedice que ahora ha llegado el momento en que va a abrirse uno de los sellos dellibro cerrado mencionado en la Biblia, es decir, que el entendimiento de lahumanidad en general se abrir a la comprensin de las verdades eternas quedurante los siglos pasados han sido mal comprendidas.


20/134


20

Las alegoras siguientes describen los procesos que se verifican en la

vida interior o subjetiva de todos los que se esfuerzan en alcanzar suiniciacin, y cuyos procesos deben por tanto, haberse verificado en la vidainterior de Jehoshua, si esta persona fue lo que bien se puede suponer unhombre iluminado por el espritu de la Sabidura Divina.


21/134


21

LA VERDADERA HISTORIA DE CRISTO(ALEGORA)

Por siempre jams brilla la Luz en la oscuridad, mas la oscuridadno la comprende.

Muchsimo tiempo hace, quiz millones de siglos, en una poca fuera de

todo clculo humano, haba un reino de luz en el cual resida el Espritu desabidura. Su cuerpo era como un sol y los rayos que de l emanaban, llenabande gloria el universo. Todo el espacio estaba lleno de una materia gnea yetrea, desconocida al hombre, y la luz que de aquel Espritu proceda,penetraba en el dominio de la Materia y le daba vida y sensacin.Gradualmente empez a enfriarse esta materia, formronse centros deatraccin alrededor de los cuales ms materia fue condensndose; estoscentros se desarrollaron en globos giratorios que viajaban por el espacio con larapidez del relmpago, guiados por el Espritu de Sabidura. Sobre estosglobos crecieron piedras, vegetales, animales y seres humanos.

Ms a medida que se iba condensando y solidificando esta materia,volvase impenetrable a la luz que proceda del Espritu de Sabidura, yvagaban en la oscuridad los hombres all nacidos, hasta que descubrieron enlas cuevas de la tierra una sustancia fosforescente que daba luz como eldiamante despus de haber estado expuesto al sol y la llamaron Ratio. Conla luz de esta piedra podan ver los objetos que los rodeaban. Los hombres ylos animales usaban esta piedra, pero brillaba ms en las manos de loshombres que no cuando se servan de ella los animales.

Empero la luz que ahora posean arrojaba un falso resplandor sobre los

objetos que iluminaba hacindolos aparecer torcidos y no como eran enrealidad. Compadecindose del gnero humano a causa de la ignorancia y dela oscuridad en que viva, el Espritu de Sabidura resolvi descender hasta l;mas no pudiendo hacerse visible a los hombres cuyos ojos se habanpetrificado y cegado, trat de manifestarse tomando una forma ms slida ensus almas.

Entr en el corazn del hombre y vio que era un establo lleno de todaclase de animales. Haba un buey llamado Voluntad, atado al yugo de lapasin, y un asno llamado Razn, arreado por las especulaciones errneas.


22/134


22

Haba un marrano llamado Intemperancia, y un cabra llamada Lujuria, y

alrededor de la puerta vagaban el tigre, el lobo y la hiena, tratando de penetraren el establo, mientras que serpientes y reptiles ponzoosos se enroscaban y sedeslizaban por entre las rendijas del techo. El establo estaba lleno deinmundicias, las ventanas cubiertas de telaraas que impedan que la luzentrara; pero a pesar de lo repugnante del lugar, permaneci en l el Espritude Sabidura, y procur limpiarlo y transformarlo en un templo convenientepara poder residir en l.

Trat de informar al dueo del establo de su presencia all, pero pormucho tiempo ste no le oy porque adems del ruido que hacan los animalesen el piso bajo del edificio, haba una inmensa barahnda en el piso superior

que ocupaban traficantes de todas clases, conferenciantes y predicadores,cientficos, telogos y moralizadores, cada uno de los cuales se esforzaba enhacerse or a exclusin de los dems.

Al fin la voz de la Sabidura atrajo accidentalmente la atencin deldueo, mas no pudo comprender lo que deca, porque el lenguaje le eradesconocido. Mand pues una comisin para que examinara las pretensionesde aquel Espritu. Llegaron la Sofistera y la Supersticin, hijas de laIgnorancia, y un sujeto llamado Lgica, hijo ilegtimo de una mujer llamadaExperiencia, acompaados de un perro llamado Egosmo. Escucharon al

Espritu apuntando lo que deca. Luego le pidieron sus certificados para probarquien era y quisieron argir con l, y como no contestaba a sus argumentos deuna manera comprensible para ellos, menearon la cabeza y no creyeron lo quedeca. Los animales pidieron a gritos que se echara de all al intruso, porque supresencia los perturbaba en su comodidad y tranquilidad. Adems, habiendocomenzado el ngel a tomar una forma material, necesitaba algn alimento afin de adquirir sustancia y fuerza y extrajo sangre de los animales del establoalimentndose con ella.

Semejante estado de cosas pareci intolerable al dueo de la casa yresolvi matar al intruso. Sin embargo, tema atacarle abiertamente porque le

infunda pavor la luz que irradiaba de su cuerpo. Tena dos criados en quienesconfiaba aunque eran ladronesque robaban sin cesar a su amo sus tesoros msvaliosos siempre que se presentaba la ocasin; mas l no lo saba y los tenapor fieles y honrados. Uno de estos ladrones se llamaba Credulidad, y el otroEscepticismo; y ambos eran los mayores enemigos de la Verdad.

Una noche sali el Espritu al jardn que rodeaba la casa. Por medio desu poder mgico haba logrado transformar algunos de los animales enhombres que le seguan; pero sabiendo su paradero, el dueo envi sus criados


23/134


23

para arrestarle; mas como Credulidad y Escepticismo le conocan, se

dirigieron a Lgica, el cual por medio de cierta treta de argumentacin quehaba aprendido en el Occidente de una bruja llamada Curiosidad, logracercarse al Espritu de Verdady le bes. Entonces los dos criados sujetaronprfidamente al Espritu de Sabidura y le hicieron crucificar. Pero siendoinmortal, no poda morir el Espritu; los hombres que trataron de matarle, solodestruyeron su forma, volvindose as incapaces de ver su expresin exterior,y el Espritu de Sabidura regres a su eterno hogar para volver a descenderrepetidas veces en el corazn de los hombres, y repetir sempiternamente elmismo proceso, naciendo, siendo crucificado y resucitando todos los das.


24/134


24

JEHOVH

Un Dios hermoso es la ms noble produccin del hombre.

Los dioses que los hombres crean son seres maravillosos. Poseen todaslas virtudes y todos los vicios de los que los hicieron, y a su vez vuelven a suscriadores viciosos o virtuosos, necios o sabios. Es cosa sabida para elestudiante de la ciencia oculta que si un hombre hace consciente yvoluntariamente una accin, ya buena ya mala, llama a la existencia un poderviviente que reacciona sobre l, hasta que se agota la fuerza con la cual la hadotado el que la conjur, y mientras vive puede ser para su creador unamaldicin o una bendicin. Igual cosa sucede con la creacin de dioses, y laley que rige al individuo rige tambin a su nacin.

Desde el cautiverio en Babilonia, la nacin juda parece haber sidomaldita. Los judos han sido perseguidos en casi todos los pases, y doquieraque han ido han sido odiados. Justa o injustamente se han hecho casiproverbiales su cobarda, su egosmo y su codicia; como nacin, han excedido

a las dems en acumular tesoros. En su totalidad se les considera tirnicos,inflexibles y obstinados, mientras que por otra parte exceden a las demsnaciones en las virtudes que tienen su origen en un estado de separacin yaislamiento, estn firmemente unidos, se ayudan los unos a los otros en lanecesidad, quieren a sus familias, y son an hroes al defender aquello quepueden legalmente revindicar como suyo.

Si tratamos de remontarnos hasta el origen de la maldicin que parecepesar sobre ellos, podemos encontrarla en el hecho de que han creado a aquldios cruel, sanguinario y egosta, al cual llaman Jehovh, y el dios quehaban creado reflej sobre ellos sus propios atributos y lleg a ser elinstrumento de su castigo. Materializaron una grande idea, la aprisionaron enuna forma limitada y le dieron vida, y encadenndose a esta forma sevolvieron sus esclavos. Al crearse un dios propio, separado y aislado del diosuniversal de la humanidad, se separaron y se aislaron del resto de los hombres;ese dios, cuyos favoritos se imaginaban ser, era el resultado de su egosmo yse convirti en el instrumento de su tortura. El nacimiento de Jehovh vino aser la maldicin que les sigui tenazmente por doquiera que anduvieran.


25/134


25

Durante millones de aos el eterno Brahm, el grande y universal Sol

Espiritual de Sabidura, haba enviado sus rayos benficos en el mundo de lamente. No haca distincin de personas, sino que daba la luz de la Sabidura atodos los que abran su corazn para recibirla; el agua de la verdad caa cuallluvia sobre todos, y refrescaba a los que abran su alma para beberla. La vida,la Luz y la Felicidad eran accesibles a todo, el gnero humano sin intervencinde sacerdotes ordenados por los hombres; el Dios Universal no peda otrosacrificio que el que se eleva espontneamente de un corazn puro, laadoracin del Bien absoluto sacrificio que, encendido con el fuego delamor desinteresado, se eleva cual una nube al trono del Eterno y vuelve a bajarcual roco celestial, derramando sobre el que ofrece el sacrificio siete veces lo

que da.As en los tiempos antiguos los sacerdotes ordenados por el cielo es

decir todos los seres humanos que tenan conciencia de la existencia de unideal divino universal alimentaban a los dioses con sacrificios depensamientos puros y exaltados2; enviaban sus aspiraciones espirituales delaltar de un corazn puro a las ms altas regiones del pensamiento y hacanobrar a unas fuerzas espirituales que reaccionaban sobre ellos, dotndolos deconocimientos y ennobleciendo sus ndoles. Sus oraciones servan paraadelgazar el velo de materia que los rodeaba y facilitaba ver ms all de las

puertas de sus prisiones. El estado superior de conciencia al cual se elevaban,creaba en sus almas una nueva Jerusaln y les haca realizar su verdaderanaturaleza humana y su verdadera condicin como poderes espiritualesincorporados, reyes y seores de la creacin. No necesitaban de la ayuda dedioses personales exteriores porque tenan conciencia del Espritu universal deSabidura que en ellos obraba.

Ms como al crecer la poblacin, se hizo ms reida la lucha por laexistencia terrestre, y los hombres, obligados por las circunstancias exteriores,empezaron a prestar ms atencin a sus necesidades animales que no a losrequisitos de la vida en el Eterno; como al ser fuertemente atrados por las

cosas sensuales iban perdiendo en la misma proporcin la facultad de concebiraquello que trasciende la percepcin sensual; perdieron la confianza en eldivino poder dentro de ellos, clamaron por ayuda de fuentes exteriores.Olvidronse de la oracin y aprendieron a mendigar, y como ningn diosapareciera para darles lo que pedan, inventaron dioses para s. Necesitabandioses que prometieran salvarlos de la esclavitud, porque habindoseesclavizado al Ego, estaban entonces demasiado ocupados en ejecutar las

2 Bhagavad Gita III 12.


26/134


26

rdenes de su amo y en atender a sus negocios, para prestar mucha atencin a

su salvacin y trabajar eficazmente por recobrar su libertad. As desaparecide su vista Lo Ilimitado, Eterno e Infinito, y crearon en su lugar unos dioseslimitados, personales y variables. El dios que los Judos crearon fue llamadoJehovh nombre cuyo verdadero significado era conocido de pocossolamente y lo dotaron con las buenas y malas cualidades que loscaracterizaban.

Fueron perseguidos y muertos los sacerdotes naturales ordenados por elcielo, los cuales, conscientes de la divinidad que existe en el hombre,rehusaban rendir homenaje a los dioses hechos por los hombres; el cultodivino lleg a ser un asunto de trfico y qued confiado a los clrigos

ordenados por los hombres, los que no tenan ideal ms elevado que suspersonalidades semi-animales representadas por los dioses que eran la prole desu imaginacin. El inters de la Iglesia lleg a ser superior a la adquisicin dela Sabidura; ceremonias externas y sacrificios materiales tomaron el lugar delas aspiraciones espirituales y de las ofrendas del corazn; la esperanza derecompensas futuras y el temor de castigos en el temible estado venidero,reemplazaron a aquella nobleza de carcter que procura hacer el bien por amoral Bien, sin cuidarse de las consecuencias que de ello resulten en provecho dela personalidad. Inventronse cielos e infiernos externos, cuyas llaves

estuvieron realmente en poder de los sacerdotes, porque habindose apoderadode la imaginacin de los creyentes podan hacerles creer que estaban en elcielo o en el infierno. As fue destronada en el corazn del hombre la eternaRealidad, laVerdad,y apoderse del cetro la clereca con todas sus ilusiones.

Al crear a su dios los judos perdieron su valor, perdieron todaconfianza en su propio poder. En adelante confiaron en su criatura, y el dioscuyos progenitores eran ellos, los aliment con promesas y profecas quejams se cumplieron. Mientras los dioses de los romanos inspiraban a estoshazaas y proezas, el dios judo prometi cumplir los deberes de su pueblo. Envez de ayudarse a s mismos, esperaban ayuda de su dios y permanecan

esclavos, cargados de las cadenas que ellos mismos haban forjado. En vano sealzaba hasta las nubes el olor de los becerros y de los carneros quemados enlos altares de los templos. Jehovh no poda ayudar a sus adoradores. Era unmonstruo creado por el egosmo y todo lo necesitaba para s. No poda darvida a los judos porque la suya dependa de la energa vital que reciba deellos; no poda satisfacer sus expectativas porque no tena otro poder queaqul que le prestaban sus adoradores. Quedan satisfechas las expectativas delos hombres nicamente cuando crean dioses de quienes nada esperan.


27/134


27

Cuando realicen esta verdad ser intil entonces la creacin de los dioses, y

los hombres volvern a ser capaces de encontrar al nico Dios verdadero yuniversal que cumple sus promesas, obrando dentro y por medio delorganismo de la Naturaleza y del Hombre.

Mientras tengan los hombres diferentes deseos, tendrn diferentesdioses. Mientras vaguen en la base de la montaa de muchas cumbres, cadauno creer que la cumbre que ve ms prominente, es la ms alta de todas. Slocuando hayan llegado todos a la cima conocern el punto ms alto, slocuando hayan alcanzado el ms alto concepto de la verdad, comenzarn aconocer al Dios universal. Vern entonces que no eran ms que productos desus ilusiones los dioses a quienes adoraban antes y que parecan tan grandes, y

que, al pisar la cima, ellos son, por decirlo as, la cima misma, en razn allugar elevado en que se encuentran.

Al adorar a los dioses que ellos crean, los hombres no adoran sino a smismos. Van creando una imagen mental que dotan con su propio carcter, enella concentran sus pensamientos, sus esperanzas y sus temores, y al envejecerellos mismos y quedarse desmolados y arrugados, se espantan de ver cambiarlas facciones de la imagen que tienen delante de s.

Descubren imperfecciones en su dios al que se haban figurado perfecto.Luego se esfuerzan en curar a ese Dios: le aplican parches, ungentos, le

pintan y le visten; procuran prolongar su vida; mas las nuevas generaciones,teniendo un ideal ms joven, le ven putrificarse de bajo de su barniz y de sumscara; ellas necesitan un dios joven, un dios que se les parezca, y se creanuno.

As estn los dioses continuamente sujetos a cambios. A medida quecambia el carcter de una nacin, as se va cambiando su dios. Para reformar alos dioses de la humanidad, es preciso reformar a la humanidad. Slo cuandolos hombres sean de la misma opinin, tendrn el mismo Dios.

Empero ese ideal universal que hace que los hombres sean unnimes, nopuede hallarse en credos externos, ceremonias y formas, ni en opiniones y

doctrinas acomodaticias porque las apariencias exteriores y las teoras estncontinuamente sujetas a cambios. Cada ser humano difiere de todos los demsen apariencia exterior y en su modo de pensar. Una sola cosa comparten todoslos hombres la cual constituye su humanidad, y es la conciencia de serhombres; el conocimiento de que son superiores a las piedras, los vegetales ylos animales, y que pertenecen a la gran familia de la humanidad. Estaconciencia no cambia mientras los hombres permanecen humanos. Si seembrutecen pierden la conciencia de su dignidad como seres humanos; dejan


28/134


28

entonces de ser hombres, y no les queda nada de humano sino la forma

exterior. De igual manera a medida que se elevan los hombres a la realizacinde lo que en es divino y eterno en el hombre, alcanzando la conciencia de unestado superior de existencia, se vuelven dioses mientras tienen todavaimpresa en sus formas la estampa de la humanidad. Cuando los hombres sehayan hecho conscientes de este Divino estado de existencia, no tendrnentonces sino un Dios comn.

No puede haber ms que una sola Causa Suprema de la vida, de laconciencia y de la sabidura, y su dominio ha de extenderse doquiera queexistan estos tres factores. Los hombres no pueden conocer a Dios mientras noson divinos ellos mismos, pero cuando en el curso de la evolucin, el gnero

humano se haya librado de las cadenas que le ligan a los atractivos de lamateria, volver a ser capaz de conocer dentro de s el carcter del Diosverdadero y universal, cuya sabidura se manifiesta en toda la Naturaleza,cuyo aspecto exterior es visible en cualquier lugar, mas cuyo poder no puederealizarse sino por aqul en quien Dios se ha despertado a la concienciapropia. Entonces sabrn los hombres que Dios es Uno y Todo en Todo, y quela Humanidad es Una espiritualmente sin separacin ni divisin.

Entonces gemirn y sollozarn los dioses creados por el hombre porquesu fin habr llegado. Entonces se lamentarn los Fariseos y los Escribas que

pretenden ser los depositarios de la sabidura y los mensajeros de los diosesque los hombres han inventado, porque los dioses los fmulos de la iglesia sern intiles, y con ellos terminar su autoridad. Entonces cesar el pueblode sacrificar al Becerro de Oro,y se restaurar el reino del verdadero Jehovhque se regocija en el corazn del hombre cuando mata sus pasiones animales yle sacrifica sus opiniones errneas, mas los que rehsan abrir los ojos a la luzde la verdad, permanecern en la oscuridad y sufrirn las torturas que ellosmismos han creado por su mrbida imaginacin.


29/134


29

NAZARETH

El Hijo, cuyo nombre es Sabidura, nace de la conjuncin de laInteligencia y de la Intuicin.

La Galilea es una de las ms hermosas provincias de la Palestina.Parece un oasis en medio de los desiertos ridos que suelen verse en la TierraSanta, y en uno de sus lugares ms encantadores est situada la aldea deNazareth. Los campos son verdes y las selvas numerosas; y en los vergelesque rodean las chozas de que se compone la aldea, crecen los higos y loslimones. Al Oriente est el Ro Jordn que corre tranquilamente entre losjardines y las quintas que se encuentran entre sus orillas y chispea a la luz delsol, desde el momento en que el astro radiante se eleva por encima delmajestuoso Monte Tabor, hasta cuando desciende bajo el horizonte detrs delos derrumbaderos del Monte Carmelo que se divisa en el lejano Oeste;mientras que hacia el Norte puede verse una pequea faja blanca, el MarMediterrneo que arroja su espuma sobre la playa arenosa de la Fenicia.

As en la mente del hombre, y en medio del desierto de las opiniones,puede encontrarse un lugar que merece el ttulo de Tierra Santa, en donde elro del pensamiento fluye tranquilamente, iluminado por el Sol de la DivinaSabidura que, desde el principio del mundo, sali en el Oriente; mientras queen el lejano Occidente se columbran las montaas del Escepticismo. En aquelsagrado lugar se conocer a la Verdad, el Salvador verdadero.

Al principio de la era cristiana, la aldea de Nazareth era un conjunto dechozas construidas de adobes, como todas las casitas orientales, y al parecersin ninguna pretensin arquitectnica. No haba esas anchas avenidas yespaciosas calles cmodas para los transentes y los carruajes, sino que habaese desorden encantador, esa variedad que da a las ciudades antiguas sucarcter particular, e imprime en cada lugar cierto grado de individualidadpropia. Con el fin de evitar a los intrusos, las casas no tenan ventanas a lacalle, y reciban luz de los patios interiores, los que, en este clima apacible,servan de lugares de reunin o de trabajo durante el da y de dormitorios en lanoche. Los habitantes de Nazareth cuyo nmero poda ascender a unas cuatromil almas, eran en su mayor parte modestos y sencillos, en cuyo particulardiferan de los habitantes de la Judea. Eran de una especie mezclada


30/134


30

componindose de Hebreos, Fenicios, rabes y Griegos, a los que es preciso

aadir cierto nmero de oficiales y guardias all apostados para cuidar losintereses de los romanos.Como suele suceder en los lugares donde estn mezclados tipos de

varias especies, las mujeres de Nazareth eran muy hermosas. Eran clebres entoda la Palestina por sus encantos, y su belleza no poda dejar de llamar laatencin de los magnficos soldados romanos, los cuales las enamoraban.

En aqul tiempo, la naturaleza humana no era fundamentalmentediferente de lo que es hoy en da, y no tenemos porqu sorprendernos al saberque uno de los robustos guerreros romanos, llamado Pandirase enamor deuna de las jvenes ojinegras de Nazareth, y que el fruto de su unin ilegtima

fue un hijo que llamaron Jehoshua, y que ste, habiendo heredado de su padreel orgullo viril de los romanos, y de su madre juda su belleza y modestia casifemeninas, lleg a ser el vehculo adecuado para la manifestacin de aqulgrande y poderoso espritu de sabidura que le inspiraba la idea de echar portierra los altares del cruel Jehovh, y de ensear al gnero humano elevangelio de amor fraternal.

No se escandalice el odo piadoso al or decir que Jehoshua era hijonatural; nuestro respeto para el gran reformador no ha de disminuir a causa delhecho histrico de que haba nacido ilegtimamente, porque la verdad no

viene a menudo de una manera considerada legtima entre los hombres.Consideran legtimo slo aquel conocimiento que tiene por padres laobservacin exterior y la lgica; pero las ms grandes verdades espiritualesvienen por intuicin sin seales exteriores. Son los productos de la percepcininterior y del entendimiento y son rechazadas por ilegtimas por aquellos queraciocinan desde el plano de efectos exteriores. Ellos bajan silenciosamentedel cielo, entran en el alma durante nuestros sueos; pueden sernoscomunicados en visiones, y son vistos por el espritu, nos no los acepta lainteligencia escptica, la cual es espiritualmente ciega. Ni la ciencia ni laiglesia autorizan la manera en que llega semejante conocimiento, porque las

ciencias y las iglesias pertenecen a las cosas exteriores, por lo que el mundorechaza tales verdades.

nicamente aquellos cuya alma es pura e inmaculada, cuya mente no hahecho legalizadas alianzas adlteras con dogmas seudo-cientficos ni condogmas teolgicos errneos, nicamente aquellos cuyo corazn no se aferra alas opiniones ajenas, sino que poseen dentro de s el espritu del saber,nicamente ellos podrn recibir las verdades ilegtimas por el poder de la


31/134


31

inspiracin. Su alma puede ser Madre de Cristo, su mente iluminada por el

Puro Espritu de la Santidad, su corazn templo vivo de Dios.Poco hay que decir de la madre de Jehoshua. Entonces como ahora, lasmujeres de los pases orientales tenan muy poca oportunidad para recibiralguna educacin o para desplegar otras perfecciones que sus talentosnaturales y sus encantos fsicos. Ignorante, inocente y modesta, sin educacin,pero bondadosa, simptica y hermosa, Stada, as como muchas otras mujeresse guiaba ms por las decisiones de su corazn que por los clculos de suintelecto. Su corazn tena sed de amor y esperaba encontrar en Pandira larealizacin de su ideal.

Su historia no es sino una mera repeticin de millones de otras historias

de la misma especia. Como en el caso de su prototipo Psyche, se alej suamante luego que ella empez a ver quien era, y despus de un perodo depesar se cas con un pobre ciudadano, un carpintero, el que, a causa de suhermosura y de su genio apacible, consinti en ser su esposo y padre de suhijo.

En la familia de este carpinteroyconstructor de casas, Jehoshua paslos das de su niez, aprendiendo a hacer casas en miniatura y jaulas paraanimales. Tena evidentemente mucho talento, porque las casitas que lconstrua estaban bien adaptadas a sus propsitos como la forma fsica del

hombre est adaptada a su alma. Mientras las relaciones evanglicas, cuyolenguaje alegrico se refiere evidentemente al crecimiento y al despertamientodel principio inteligente en el hombre, representan a Jess como un niosobrenaturalmente sabio y, por lo tanto, desnatural, los evangelios llamadosapcrifos hacen mencin de l como un nio turbulento y travieso, que poseanaturalmente algunos poderes de magia negra con los cuales lastimaba a suscompaeros cuando le contradecan o rehusaban someterse a sus caprichos.Considerando estas ltimas relaciones como grandes exageraciones, bienpodemos suponer que habiendo heredado de su padre natural el temperamentodel soldado, no encontraba mucha satisfaccin al seguir la profesin de su

padre adoptivo, y prefera vagar por los alrededores de la aldea o hasta lasmontaas, a manejar la sierra en la carpintera. El hijo ilegtimo, y por lo tantointruso, de la mujer del carpintero, no era muy estimado ni acariciado en aquelhogar, cuya paz fue perturbada no pocas veces por las pequeas costumbresvagabundas de ese muchacho que gustaba de salir por la noche y trepar lasrocas del Monte Carmelo, o, cuando haba luna, sentarse sobre underrumbadero y contemplar la vasta extensin del Mar Mediterrneo, soando


32/134


32

en pases que jams haba visto y preguntndose qu clase de playas haba al

otro lado del mar.La escuela puede ser un lugar a propsito para educar el Intelecto yhacerle comprender los fenmenos externos; pero la Naturaleza es el mejormaestro para la expansin de la Inteligencia espiritual y el ennoblecimientodel carcter. Muy grande es la superioridad de la mente educada e instruidasobre la inculta; pero todava ms grande es la luz de aquellos que han sidoeducados por la Naturaleza misma, y han adquirido la sabiduraindependientemente de los mortales. Los que pasan su vida en las escuelasadquieren a menudo grandes conocimientos respecto de las cosas externas,cuyos conocimientos sern tiles hasta donde alcancen, mientras que al mismo

tiempo puede perder la capacidad de percibir verdades fundamentales einternas, que son con mucho ms importantes que todo lo que puedenaprender respecto de la existencia fsica. Por qu es que, con frecuencia, lospastores, los cazadores y los pescadores y los que viven en las soledades de lasmontaas, de la selva o del ocano, son capaces de concebir ideas muyexaltadas, muy superiores a la comprensin intelectual del dogmtico?. Esacaso porque el espritu del hombre, contemplando por medio de los sentidosla extensin de la Naturaleza, se siente atrado hacia lo Infinito y lo Eterno, suhogar legtimo, y as suelta las cadenas que le ligan a su prisin terrestre y

adelgaza el velo que impide a los hombres mirar en el dominio de loDesconocido?.Poco sabe nuestra civilizacin moderna tocante a esa grande escuela

donde el maestro es el Espritu universal de la Sabidura Divina, donde sedilata el corazn y concibe la mente ideas demasiado sublimes para que ellenguaje de los mortales pueda expresarlas; pero a menudo, cuando el cuerpofsico descansa en el sueo y los poderes intelectuales del hombre cesan devigilar, el espritu amante de su libertad, puede abandonar por un momento latarea que tiene de construir su prisin minscula, y vagar por las regiones desu eterno hogar, hasta que los sentidos despiertos vuelven a llamarle para que

atienda a sus labores terrestres.Mientras Jehoshua vagaba por los campos y las selvas de Galilea, su

mente se ensanchaba y comenzaba a extenderse hacia el reino del Eterno. Confrecuencia, mientras meditaba, semi-olvidados recuerdos de vidas pasadas eneste planeta, revoloteaban ante su alma, y se presentaban a su visin espiritualimgenes indistintas del porvenir. Qu es la memoria sino el poder derecordar y percibir espiritualmente las imgenes del pasado impresas en la LuzAstral?. Y acaso No puede nuestro espritu al extenderse y al aumentar su


33/134


33

poder, no solo recordar sus existencias anteriores en este globo, sino tambin

leer en la memoria de la Naturalezala historia entera del mundo?. Llenaba sualma el deseo ardiente de conocer lo Desconocido, y su mente libre deopiniones adoptadas, beba la sabidura en la fuente universal de la verdad.

A medida que iba creciendo, empezaban a atraer su atencin lascuestiones polticas y religiosas de aquellos tiempos. Siendo hebreo consangre romana en sus venas, no participaba de la intolerancia ni del odio delos judos contra sus opresores, ni del desprecio con que estos consideraban aaqullos, y esta circunstancia favorable secund en gran manera el desarrolloen su alma de los grmenes de la tolerancia poltica y religiosa y los hizocrecer y dilatarse en aquel amor, para toda la humanidad sin distincin de raza

u opinin religiosa, de cuyo amor lleg despus a ser el representante.Por qu rien los hombres acerca de sus opiniones respecto a la

religin?. No tiene cada uno el derecho de creer lo que le agrada mientras notiene conocimiento?. Cuando llega el verdadero conocimiento, cual es el queresulta de una percepcin y comprensin directas, no puede haber ya mscontiendas acerca de teoras. Si un ciego negare que puede ver aquel que ve,ste no se tomara la molestia de argir con el ciego, y es poco probable que lefuera posible convencerle, porque el verdadero conocimiento no puedeensearse; debe alcanzarse por la experiencia. Aquello que se aprende sin

experiencia es meramente un asunto de opinin. El que rie con otro acerca deopiniones, no hace, despus de todo, otra cosa que reir con sus propias dudas.Tranquila y uniformemente transcurran los das en Nazareth; muy poco

trfico haba en aquel lugar. Las faenas de la labranza y las vendimiasocupaban la atencin de los habitantes; pero el gran acontecimiento del aoera, cuando en la poca de la fiesta de los Tabernculos y la Pascua, lapoblacin rural iba a Jerusaln a gozar de los espectculos de la capital y acumplir con las observancias religiosas de costumbre. Entonces las calles de lacapital se parecan a una feria; las casas estaban llenas de forasteros, y fuera delas murallas haba campamento de tiendas y de chozas con techo de paja, en

las cuales los peregrinos preparaban sus comidas y discutan losacontecimientos del da.

En tales ocasiones el gran templo estaba lleno de gente desde la maanahasta la noche. Mercaderes de todas clases llenaban los patios, y hasta elsantuario llegaba el ruido que haca el comerciante al alabar sus mercancas yreir con el comprador acerca del precio; mientras que en el interior deltemplo, Fariseos igualmente codiciosos, vendan a los creyentes credosteolgicos y promesas de recompensas celestiales. Algunas salas estaban


34/134


34

dedicadas a la distribucin de la justicia y en otras tenan lugar doctas

discusiones. All se explicaba la letra de la Ley con largos argumentos ysofistera elaborada, mientras que se negaba y se desterraba el espritu de lasantiguas doctrinas. Poco conocan el significado secreto de estas doctrinas ylos que lo conocan eran considerados como herejes y eran perseguidos por lospartidarios ortodoxos de la iglesia.

As el templo de Jehovh se pareca a la mente del hombre, en la cualtiene lugar una guerra perpetua entre los intereses del animal inferior y lapersonalidad racional, quedando desatendidos los dictmenes de la SabiduraDivina. En la mente del hombre, lo mismo que en el templo de Jerusaln, hayuna lucha continua entre opiniones contenciosas, entre deseos egostas de

diversas especies, entre la duda y la supersticin, la esperanza y el temor; y losEscribas y los Fariseos, apelando a las inclinaciones egostas de laconstitucin del hombre, afirman su autoridad emprestada, y dominan a laverdad por medio de la sofistera y de una aplicacin errnea de la lgica.

Con frecuencia Jehoshua estaba presente en estas doctas disputas.Su natural sentido comn se levantaba contra la sofistera de los

Fariseos, con la cual ellos pervertan la verdad, y tomando parte en lasdiscusiones, los desconcertaba con sus preguntas y confunda su lgica. Laintrepidez y la inteligencia que manifestaba en tales ocasiones atrajeron la

atencin del Rabino Peracha,el cual haba sido en otro tiempo presidente delSanedrn, y el cual era ms inteligente y ms liberal que sus colegas. Invit aJehoshua a su casa y le instruy. Naci una slida amistad entre el anciano yel mozalbete, y como aqul iba a emprender un viaje a Egipto con el propsitode proseguir ciertas indagaciones en las ciencias llamadas ocultas, invit aJehoshua a que le acompaase en su viaje, y ste con jbilo acept la oferta.


35/134


35

EGIPTO

Despus de haber buscado en vano la luz de la Verdad en lo exterior yno haber encontrado nada sino oscuridad, el hombre descubre al fin que el

oriente est en su propia alma.

Salve, Oh Egipto, Santuario de los misterios antiguos, tierra de magia yde maravillas!. Cuando la verdad fue arrojada de su pas natal, el Oriente, porel rey de todos los males, el amor de s mismo, en ti encontr un refugio. Tuslibros indestructibles contienen los archivos de la antigua sabidura, y en vanotrat de destruirlos el fanatismo sectario. Contigo estarn a salvo hasta queperezca el egosmo y se despierten los hombres a la conciencia de su libertad.Entonces la Verdad volver a ellos y podrn entrar de nuevo en la Tierra Santadel conocimiento.

En vano los poderes de la oscuridad han tratado de imponer silencio a lavoz de la Verdad que habla por tus labios de piedra. Los Vndalos sectarioshan roto tus tablas y enyesado tus jeroglficos; pero tus piedras dan voces y

proclaman el evangelio de la Sabidura.Los hombres se han llevado tus monumentos y se han vuelto mensajerosde la luz del Oriente y al Occidente. Ya no se ensea tu antigua sabidura a losiniciados en cuevas subterrneas; tus secretos han sido profanados por losprofanos; tus perlas sagradas han sido arrojadas a los puercos de lasupersticin y a los perros del ciego escepticismo; mas los puercos y losperros han dejado las perlas y han devorado tan solo el fango que las cubra.Los hombres han robado el oro precioso de tus templos, mas el oro queencontraron se volvi ceniza en las manos de los egostas, porque no conocansu verdadero valor. Fueron a la fuente de la verdad para beber de su agua, perolas copas que tenan no estaban purificadas y comunicaron sus propiasimpurezas al agua, la cual se volvi veneno, causando una lepra con la cualotros se contagiaron. Penetraron hasta el arca que contena el misterio, pero notenan llave con que abrirla, por lo que se llevaron el arca y la exhibieron en elOccidente, mas el misterio permaneci en Egipto.

T, Oh Egipto!. Conociste al verdadero Redentor; no como hombredeificado o como personaje histrico, sino como Espritu de Verdad queconstituye todo lo que es inmortal en el hombre. Demasiado grande era tu


36/134


36

Saber para que lo comprendieran los pigmeos que invadieron tu suelo,

profanaron tus templos y tus santuarios, disfrazaron las verdades enseadas, y,de un mito sagrado que representa una verdad eterna, hicieron un embustehistrico.

Quin puede entrar en un templo egipcio o siquiera mirar uno de estosantiguos monumentos, sin tener una sensacin de temor reverencial y solemneque pocas catedrales cristianas producirn jams con sus muecas, susmaniques y su oropel?. Cunto ms grande y sublime que nuestros falsosconceptos modernos, ha de haber sido una religin que se expresaba en formastan gigantescas! Quin sino un animal puede contemplar estas pirmides,smbolos de la inmensidad, cuyas bases descansan en la tierra y cuyos pices

alcanzan el cielo, sin sentir la opresin de la Materia y el anhelo del Espritupor la libertad?. Quin puede contemplar estos monumentos de un pasadoolvidado sin sentir la presencia de aquella conciencia que llena todo elespacio, el Espritu de Dios que an cobija el haz de las aguas, sin lmites,indivisible, todo en todo, presente en todas partes y penetrando cada tomo?.

Hay alguna alma en las cosas llamadas inanimadas? Y si no, qu es loque hace hablar a estas piedras a nuestra conciencia interior con una vozmucho ms fuerte que la del que ocupa un plpito?.

Acaso nos habla la Verdad misma por medio de estas piedras mientras

que el orador del plpito meramente repite lo que ha aprendido y no es portanto ms que un eco de las opiniones de hombres falibles?.Tienen alma las estrellas?. O son meramente agregaciones muertas de

materia? y si carecen de alma qu es la fuerza que tiene reunidos sus tomosy gua sus revoluciones en el espacio?. Por qu se manifiesta en la Naturalezala Sabidura Suprema sabidura superior a todo lo que puede concebir elHombre si ninguna conciencia existe en la Naturaleza? Si la Naturaleza esuna cosa inconsciente, Cmo puede existir la Sabidura sin Conciencia eInteligencia?. Es la Naturaleza un producto de la vida, o la vida un productode la Naturaleza?. Y donde hay vida, no debe haber una especie de

Conciencia?. No es razonable suponer que lo que llamamos Movimiento esuna manifestacin de la Vida, y que lo que llamamos Materia est dotadopor el Espritu universal con cierto grado de Vida, y que la vida de diferentesformas difiere en su manifestacin solamente segn la organizacin de laMateria que compone las formas?. Si es as, no hay entonces ninguna especiede materia inorgnica que se pueda encontrar en las formas de la Naturaleza,sino que las piedras y las rocas han de tener organizaciones propias, y cadaplaneta su vida peculiar diferente de la vida de las otras tierras del cielo.


37/134


37

Si resulta correcto este concepto, entonces el universo aparentemente

inanimado, con su movimiento inconsciente y sus leyes mecnicas sin causa,se transformar en una cosa animada penetrada de poderes invisibles perovivos y conscientes, guiados por una Ley eterna invariable que se origina en laSabidura divina. Entonces estos inanimados globos de materia que vagan porel espacio y obedecen a leyes mecnicas por alguna razn inexplicable, secambiarn en una familia de hijos del Dios universal, los cuales hacen lavoluntad de su Padre, porque es la Voluntad de su Padre que les da la vida.

Empero si los soles y las estrellas y todas las cosas llamadasinanimadas, tienen vida, entonces han de tener alguna especie de conciencia ysensacin, an cuando no fueren conscientes de s y no tuvieren conocimiento

de la vida individual separada. Pueden estar propensos al amor y al odio, a losdeseos y a las pasiones, a las atracciones y a las repulsiones. Entoncesparecera que despus de todo tenan razn los antiguos astrlogos en atribuirciertas virtudes y vicios a los diferentes planetas y estrellas y en creer en ciertaespecie de permuta entre sus radiaciones. No hay razn del porqu las estrellasno tuvieran Inteligencia an cuando no supieren que existen como seresseparados. No es posible que un alto grado de Inteligencia y de Concienciaexista an en un organismo que no sabe que es una entidad diferente de otrasentidades del Universo?.

Preguntemos ahora si un alto estado de conciencia y de inteligencia noes posible an en el Hombre sin ninguna conciencia de S. No son msfelices los hombres cuando se olvidan de s mismos?. Cuando se interesan enla lectura de algn libro, o en alguna representacin teatral, oyendo la msica,etc., No olvidan en tales momentos que son entidades existiendoseparadamente de las dems?. Ms an No beben los hombres de la copaembriagadora con el propsito de olvidar a su Personalidad, y non miserablesa proporcin que piensan en s mismos?. Los hombres no cesan de vivir o depensar, de ser inteligentes, de saber, de amar y de querer, cuando olvidan a suPersonalidad, sino que cesan entonces de tener pensamientos egostas,

obstinacin y una imaginacin egosta. Si pudiramos estar libres por siemprejams de esa sensacin del Yo no cesaramos de ser conscientes e inteligentesy felices; pero cesaramos de estar limitados por aquella personalidad, y todosharamos la voluntad del Dios universal y participaramos de suspensamientos.

Una ojeada en los antiguos libros de Sabidura puede tal vez arrojaralguna luz sobre el asunto.


38/134


38

Si abrimos la Biblia, el primer versculo del primer captulo del Gnesis

nos propone una gran verdad enseada por los Hierofantes egipcios:BRASHITH BARA ELOHIM ETH HASHAMAYIM VETH HARETS,es decir: La Primera Causa produjo los poderes que constituyen el cielo y latierra1. Si la Primera Causa produjo todos los seres an los que tienen vida,debe ser por s misma el manantial de toda la Vida. Si produjo los poderes queconstituyen la Sabidura, debe ser la Sabidura misma. Si la Gran CausaPrimera es Espritu y De qu otro modo se la puede llamar? entoncesal producir todas las cosas, les dio su propio espritu, y todas las cosas han detener una base espiritual por la cual existen. Todas las cosas han de teneralmas; son sus almas las que hacen a sus constituyentes materiales obrar

unos sobre otros, y producir la divina armona que observamos en toda laNaturaleza.

Dnde terminan los constituyentes materiales de un ser?. Estn todosencerrados en la cscara de sus forma visible, o no puede haber radiacionesinvisibles de materia sensitiva que no ha entrado en la forma slida pero quepertenece sin embargo a su organizacin?. No pertenece la Coronadel sol ala substancia de ste tanto como el globo de fuego que constituye su cuerpointerior?. No pertenece al imn el poder que el imn ejerce a distancia?. Nopodemos considerar una estrella como un cuerpo organizado, cuya periferia se

extiende hasta donde alcanza su influencia, siendo su globo visible tan slo elncleo visible de la gran masa invisible?. Y no puede aplicarse esteraciocinio a todos los seres vivientes, an al Hombre?. Si esto es verdad,entonces estamos todos como las estrellas viviendo los unos en lasesferas de los otros, y todos los seres son sustancialmente uno, separados losunos de los otros solo por la ilusin de la forma.

Para el hombre, cuyas percepciones estn sujetas a la limitacinimpuesta por la forma, es muy difcil concebir lo invisible e informe; peronunca podr obtener la clave para entender los divinos misterios de laNaturaleza, hasta que realice la Unidaddel Todo, y sepa que el reino llamado

invisible e incognoscible es el mundo verdadero y sustancial, mientras que lagran fantasmagora de las formas corpreas, es meramente una ilusinproducida por agregaciones de materia y construidas por las almas de lascosas, los carpinteros del taller de la Naturaleza; los padrastros del recinnacido hijo de la Sabidura Divina.

1 El trmino cielo se refiere a todos los estados de conciencia; tierra, a todas las formas de lamateria.


39/134


40/134


40

de l. Los egipcios saban que todos los procesos mentales que se verifican en

la mente del Hombre son imgenes en pequea escala de los procesos que severifican en grande escala en la Mente Universal, y que los fenmenosexternos son las sombras de realidades interiores. Realizando la unidad delTodo y conociendo la naturaleza de las fuerzas espirituales en el Macrocosmode la Naturaleza y sus correspondencias en el Microcosmo del Hombre,estudiaban la posicin de las estrellas, para conocer la poca en que laHumanidad volvera a aproximarse al divino Sol de Sabidura. Podananunciar los cambios que ocurriran en la condicin espiritual de lahumanidad, estudiando la posicin del sol visible respecto del Zodaco.

Pero aqu entramos en terreno vedado. An cuando pudiramos exponer

al mofador y al escptico los sagrados misterios de los antiguos egipcios, serasacrilegio el intentarlo. Adems, no pueden explicarse estos misterios; sonsuperiores al poder de concepcin intelectual de los mortales. Slo puedenpercibirse intuitivamente por la inteligencia espiritual del Hombre despus deque l ha llegado a ser consciente por s mismo de la divinidad de su Dios.

Estos misterios sagrados estaban en poder de la Santa Fraternidad, y seenseaban a los pocos elegidos que eran aptos para ser instruidos en ellos; o,para expresarlo ms correctamente, no se le enseaba al candidato sino que sele instrua en el modo de obrar para que sus propios poderes de percepcin

espiritual se desarrollaran, y as adquiriera la facultad de ver y conocer talescosas por s mismo. Para ser admitido en el sagrado recinto de la Crata Repoa,no slo era necesario llevar una vida irreprochable sino poseer talento y fuerzade carcter extraordinarios y dedicar su vida enteramente a la aplicacinprctica de las verdades que en esta orden se enseaban.

En esta fraternidad haba varios grados y no se admita a ninguno comomiembro de un grado superior hasta que hubiera completamente dominadotodo lo que era preciso adquirir en los grados inferiores, lo cual a vecesnecesitaba muchos aos para llevarse a cabo. Terriblemente serio asunto erauna iniciacin en esa orden, o el pasar a un grado superior, pues no tenan

absolutamente nada en comn con las supuestas iniciaciones, momeras,ceremonias intiles, y misterios mal entendidos de las sociedades secretasmodernas. Era excesivamente difcil ser admitido como candidato, y todavams difcil pasar por las pruebas prescriptas, las que eran de un carcterinterior ms bien que exterior. Volvanse locos muchos de los que no lograbansoportar las pruebas que les eran impuestas; otros pagaban con la vida lapenalidad que acarreaba su audacia o tenan que permanecer presos en cuevassubterrneas hasta que la muerte vena a libertarlos.


41/134


41

Jehoshua pidi admisin a uno de los miembros, pero ste se la neg; la

pidi de nuevo a otro, y de nuevo le fue negada, ms despus de algn tiempohabindola pedido por tercera vez, con gran jbilo suyo fue admitido comocandidato al noviciado, y el da sealado para su instruccin preliminar, entren el templo.


42/134


42

LA FRATERNIDAD MISTERIOSA I

Nada hay ms difcil de encontrar que a s mismo

Despus de que Jehoshua hubo entrado en el templo egipcio, fueconducido ante la asamblea de los sacerdotes. Hicironle preguntas relativas asu objeto al desear entrar en su orden, y aconsejndole desistiera, avisndolede los peligros que tena que correr si insista en seguir este modo de adquirirel conocimiento de las ciencias secretas y de llegar a poseer los poderes quesemejante conocimiento confera. Dijronle que una vez admitido, no podraretirarse, pues tendra que salir victorioso o perder la libertad o tal vez la vida,porque los poderes del mal que se despertaran le venceran, a menos quetuviese bastante fuerza para dominarlos.

Jehoshua permaneci impertrrito; deseaba obtener conocimientos yconsideraba la sabidura ms preciosa que la vida. Insisti en ser admitido.Recibi las bendiciones de los Hermanos, y como cada uno de estosvenerables hombres le pusiera la mano en la cabeza, sinti pasar por todo su

cuerpo un estremecimiento elctrico que pareci darle vigor y un podersuficiente para vencer todos los peligros. Despus de esto fue entregado a ungua llamado Thesmophoros, el que le vend los ojos y se lo llev.

Pas con su gua por varias galeras, de cuyas paredes resonaba el ecode sus pasos y bajaron una escalera hasta que llegaron a su destino. Quitada lavenda, Jehoshua se encontr en una cueva excavada en la roca maciza. Erauna alta bveda arqueada, con pilares macizos, esculpidos de tal manera querepresentaban figuras de hombres y de animales fabulosos. La nica luz queentraba en esta cueva, vena por una abertura redonda en lo alto del techo, ypor la cual se poda ver esa prisin estaban escritos proverbios y divisas queconsistan en extractos de los libros de los sabios egipcios e indos que vivieronen la antigedad ms remota, quiz en los tiempos prehistricos, cuando loque llamamos ahora Europa formaba el fondo del mar y otro continente estabaen el zenit de su civilizacin en un lugar en donde el ocano agita ahora susolas.

El ajuar de este cuarto era de lo ms primitivo, conteniendo tan slo losartculos absolutamente necesario. El Thesmophoros dijo al candidato puestal era Jehoshua entonces que tendra que permanecer en esta soledad por


43/134


43

un espacio de tiempo indefinido. Aconsejle su destino y meditara sobre s

mismo. Dile los materiales necesarios para escribir dicindole que apuntaralos pensamientos que le vinieran a la mente y le parecieran importantes; ydespus de despedirse del preso, desendole buen xito, se retir el gua.

As cuando el espritu libre, buscando el conocimiento, enva susantenas en la tumba del barro animado, siguiendo ciegamente la ley dereencarnacin se encuentra solo, sin gua, abandonado a sus propiospensamientos y con solo una tenue luz arriba que le llega de su antiguo hogar,mientras que en las paredes de la prisin llamada la Mente puede encontrardbiles recuerdos de los conocimientos de sabidura adquiridos en vidasanteriores.

Jehoshua estaba entonces solo. Nada hay ms temible que el aislamientoy la soledad para los que no conocen otra vida que la de sensacin exterior yque no pueden crear sus propios pensamientos; especialmente si no hay en loque les rodea cambio alguno que atraiga su atencin y los estimule a pensar.El pensar es un arte y pocos son los que pueden pensar lo que quieren oretener un pensamiento. Los hombres piensan solo lo que les es precisopensar; se alimentan de las ideas que entran en sus mentes sin pedir admisin.Pensamientos agradables o inoportunos entran; ni vienen cuando los llamamosni se van cuando no los necesitamos; son como inquilinos desordenados que

no cumplen con los reglamentos que prescribe al am

hartmann franz - vida de jehoshua

Documents