hacia la composicion musical en el siglo xxi
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El arte de la experiencia / Fuera del Laberinto
Hacia la composicin musical en el Siglo XXI
Francisco Rafart
Agradezco a: Francisco Ceric, Leonora Lpez, Jorge Peay Aliocha Solovera por tomarse el tiempo de leer
los borradores de este trabajo y contribuir a ampliar su perspectiva.
ndice:
Prlogo
PARTE 1Captulo I:
Hacia el LaberintoCaptulo II:
Convicciones y Paradigmas musicales
Captulo III:Qu es la msica?:La necesidad de un entendimiento actualizado
PARTE 2
Captulo IV:Qu comunica la msica?:Teora metafrica de la experiencia musical
Captulo V:Emocin y la teora metafrica de la experiencia musical
Apndice:
Bibliografa:
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Los artistas han clasificado las experiencias estticas asocindolas de manera
separada a los distintos sentidos. A la experiencia del olfato la llaman perfumera, a la
experiencia del gusto la llaman gastronoma, a la experiencia de la visin la llaman
plstica y a la experiencia de la audicin le llaman msica.
Prlogo
Qu es la composicin musical hoy en da a inicios del siglo XXI? Los jvenes
compositores, y los no tan jvenes, se encuentran en un perodo aparentemente estable. Las
vanguardias y el impulso primero, fresco y revolucionario de la nueva msica ha
desaparecido. Para algunos este es el perodo en el que se han establecido puntos comunes
dentro de la msica docta y un quehacer general de exploracin de tcnicas desarrolladas
por los vanguardistas y sus seguidores. En otras palabras, dentro de su heterogeneidad, la
msica del siglo XX ha extrado sus puntos fuertes, los ha teorizado revisado y probado.
Esto no quiere decir que haya un lenguaje comn ni mucho menos. A lo que voy es que la
nueva msica ha alcanzado su fase institucional.
Este ciertamente no es el perodo institucional fresco que se da luego del
asentamiento de los cambios y revoluciones Por qu es as? Si bien es cierto los
fundamentos tericos y musicales fueron y siguen siendo los mismos en estas instituciones,
la fe en estas ideas ha pasado a ser una fe dbil, una fe que se sustenta en la inercia creativa
y en el sin sentido. Lo que Ortega y Gasset llama una fe muerta, la fe que existe cuando no
hay nada ms en lo que creer que lo que existe, la fe por defecto. La situacin de la
composicin musical en la academia, en las mentes de los compositores doctos, es una
estabilidad inerte. No es una estabilidad alcanzada por el convencimiento, es una
estabilidad con los pies en el barro, atascada, estancada. A lo largo de este texto mostrar
cmo y porqu, a mi juicio, se alcanza este estancamiento. El factor esencial del
estancamiento es un desfase temporal entre, por un lado, el conocimiento tcnico del sonidoy por otro, el conocimiento del fenmeno musical en s, es sus races cognitivas, un desfase
entre el desarrollo de innovadoras tcnicas de composicin y la comprensin de la
experiencia humana.
Es esta fe muerta la que pesa en las mentes creativas de los jvenes compositores,
que con un entusiasmo ciego entran en la academia anhelando algo ms, una renovacin, y
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porqu no decirlo, un lenguaje musical. Sin embargo no tardan en caer en el pesimismo de
los compositores ms viejos y de un estancamiento que se estira ya por varias dcadas.
Nada mejor hay para ilustrar esto que la frase que escuch en mi primera ctedra de
composicin en la academia: -En la msica est todo hecho- As, ante la dificultad de
vislumbrar un futuro de la msica hasta el componer ya no tiene un por qu. Sin embargo
Cuntas veces se habr escuchado ya esa frase lapidaria? Lo cierto es que siempre que
nuestra categora del todo se defina por lo creado, todo estar hecho.
La caracterstica de este perodo de academia tarda es la gran diversidad de
lenguajes, que con una actitud democrtica es celebrada por no discriminar ideas ni
sonoridades y por otro lado condenada por no lograr hacer de la msica un lenguaje comn,
impidindole ejercer ninguno de sus roles sociales e individuales, que alguna vez tuvo, y
que fueron negados en contra de las mismas vsceras del sonido.Esta gran diversidad que algunos llamaran diversidad del los lenguajes
musicales, consiste principalmente en la exploracin y adaptacin de las diversas tcnicas
composicionales desarrolladas en el siglo XX: micropolifona, tcnica dodecafnica,
tcnica serial, tratamiento espectral, estocstica, tratamiento concreto, electrnico1 o algn
otro procedimiento menos conocido. A partir de esto, una prctica muy comn es la
creacin de criterios particulares para cada obra o de cada compositor en particular. As, se
puede afirmar que esta diversidadse debe al caleidoscopio de criterios composicionales que
existen.
Pero existe realmente una gran diversidad de lenguajes musicales? Existe una gran
contradiccin entre la gran cantidad de criterios musicales existentes y la poca variedad de
sonoridades que se producen como resultado de eso. Es un hecho que pocos procedimientos
o tcnicas han logrado trascender a la partitura y repercutir en el sonido mismo de la
msica, en una esttica real. Estos procedimientos son algunos de los que mencion
anteriormente, en manos de los nombres ms destacados de la msica de la mitad del siglo
XX en adelante. Sin embargo, la mayora de los compositores no sobrepasan la elaboracin
de criterios que no tienen una repercusin musical. Esto es algo a lo que los jvenes
compositores se ven enfrentados. Por un lado anhelan una nueva sonoridad y un lenguaje
musical, pero no pueden volver atrs en el tiempo musical, la autoconciencia cultural y la
1 Si es que se le puede llamar a este concepto un procedimiento.
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fe ciega en el progreso impide repetir conscientemente. Por otro lado desean ir hacia
delante en el desarrollo de la msica, pero los recursos para ello parecen estar agotados.
Esta angustiosa situacin de no poder avanzar ni retroceder, ms la inexistencia de una
direccin predecible de la msica hacen que la situacin del compositor actual se asemeje a
un laberinto: al intentar avanzar o retroceder se llega a nada y no hay salida. Debemos
recordar que esta situacin se extiende ya por muchas dcadas, tanto tiempo ha pasado
dentro de este laberinto que incluso hemos olvidado cmo entramos en l. De este modo,
antes de poder salir de la angustiante situacin, debemos detenernos y recordar Cmo es
que se entra al laberinto?
El texto se compone de dos partes divididas en cinco captulos. La primera parte
(captulos I y II) es un anlisis del pasado musical de las prcticas contemporneas, desde la
perspectiva de las corrientes musicales y de los conceptos e ideas asociadas a stas, dondeintentar establecer el porqu del estancamiento creativo. As, en el primer captulo se har
una breve revisin crtica e histrica de las corrientes estticas en la Nueva Msica
intentando establecer sus directrices conceptuales, y a partir de esto la explicacin de su
xito o fracaso. En el segundo captulo se expondr acerca de lo que se ha entendido por
msica en el pasado y hasta hoy. Diferentes conceptos sobre lo que constituye el fenmeno
musical que se han perpetuado en el tiempo y cuya permanencia ha condicionado y sesgado
hacia una fiebre modernista y racionalista la aproximacin a la composicin, generando el
estancamiento terico y creativo que aqu se entender como post-serialismo. El tercer
captulo es un puente entre la primera parte (captulos I y II) y la segunda parte (captulos
IV y V); se desmitifican, niegan o defienden algunas nociones presentadas en el captulo
anterior a la luz de las ciencias cognitivas, como la msica absoluta y la existencia de
universales musicales, para terminar con una explicacin sobre la perpetuacin de la nueva
msica en el tiempo a pesar de nunca haber encontrado una aceptacin por parte de un
pblico estable. Todo esto, explicando la diferencia entre dos procesos histrico-musicales
con consecuencias distintas, uno de atonalizacin y otro de intelectualizacin . La segunda
parte del texto es la parte constructiva del trabajo y en la que se plantea la salida al laberinto
en la prctica de un arte de la experiencia. En el captulo IV planteo, basado en la teora del
pensamiento metafrico de George Lakoff y Mark Johnsson, que la manera en que la
msica acta sobre nosotros es corporizando otras reas de la experiencia humana (corporal
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y conceptual) y que la funcin de la msica en la existencia humana es compensar la
incapacidad del lenguaje de corporizar experiencias. El ltimo captulo, aborda el delicado
tema de la capacidad de la msica de evocar emociones. Partiendo de lo planteado en el
captulo anterior, y sostenindose en una teora emocional de dos factores, se establece que
la capacidad de la msica de evocar emociones se relaciona a la simultaneidad del estmulo
sensorial inducido por la msica y el contenido que el auditor asocia a estas sensaciones, a
travs de imgenes, palabras o su propio pensamiento, y que producen en conjunto la
evocacin de emociones.
Este trabajo, consta de dos grandes temas que, si bien se complementan, en los
formatos de investigacin actual podran formar dos ensayos totalmente independientes y
orientados a disciplinas distintas; por un lado el anlisis de las problemticas de la
composicin musical y por otro el desarrollo de una teora sobre el significado de la msicadesde la ciencia cognitiva. Si esto es as, Por qu escribirlos juntos? La intencin principal
es abogar por un tipo de ensayo genuinamente interdisciplinario. Esto implica no solamente
analizar una disciplina desde la perspectiva de otra, sino hacerlas dialogar y mostrar un
proceso recproco de germinacin de las ideas. En el caso de este ensayo, no es solo la
ciencia cognitiva la que permite iluminar los problemas de la composicin del siglo XX
sino que es tambin la msica del siglo XX la que incita a abordar un rea que la ciencia
cognitiva musical ha ignorado por prejuicio o ignorancia, pero cuya existencia continua y
resiliencia al paso del tiempo no nos permite pasar por alto ni tildarla de arbitrariedad o
capricho artstico.
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PARTE I
Captulo I.
Hacia el laberinto.
Con el advenimiento de la nocin de msica absoluta y el paradigma esttico que
esta genera, la msica tiende a separarse de manera gradual de las otras artes haca un arte
independiente, restringindose a los recursos artsticos de su fuente particular, el sonido. La
exploracin sonora se torna ms vertiginosa hacia fines del romanticismo y esta
exploracin sonora se concentra principalmente en una dimensin musical. A pesar de que
la msica puede desarrollarse en distintas dimensiones (rtmica, tmbrica, meldica,
armnica) y de hecho as ocurri en el romanticismo tardo, el hilo conductor del desarrollo
fue el aspecto armnico. El desarrollo de la armona pareciera tener en la historia de la
msica occidental, un camino teleolgico. Se podra afirmar que los problemas del
organum paralelo (4ta aumentada) son el detonante del desarrollo de la polifona y, en
consecuencia, de la direccionalidad armnica del lenguaje tonal. No es coincidencia luego
que el cambio drstico de la msica del siglo XX estuviera ligado a la sobreexplotacin del
sistema tonal armnico direccional y a su colapso esttico.
Sera absurdo marcar un hito inequvocamente como el causante de un movimiento,
sin embargo, para iniciar el anlisis desde un momento estricto usar el sistema
dodecafnico como punto cero de un nuevo perodo musical, aunque sera igualmente
absurdo pensar que el dodecafonismo de Schoenberg no se relaciona en un continuo con la
situacin musical imperante de su poca. Dado el particular desarrollo musical armnico-
direccional de la msica occidental, la exploracin, explotacin y estiramiento del sistema
tonal tarde o temprano deba hacer ruptura a inicios del Siglo XX.
Ante el cuestionamiento de la tonalidad se tiene segn Rudolph Reti a doscompositores como puntos focales: Debussy y Schoenberg. Debussy cuestion
musicalmente el concepto de la direccionalidad armnica, componiendo una msica
armnica no-direccional, o menos direccional que la producida por el sistema tonal.
Debussy utiliz la ambigedad tonal de los modos para romper con la direccionalidad, y la
concatenacin de acordes similares. A pesar del mundo que constituye este compositor, me
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enfocar en Schoenberg, puesto que el desarrollo musical posterior que se manifestar en la
Nueva Msica se vio ms ligado a ste compositor que a Debussy.
La entrada al laberinto la produjo Schoenberg. Segn Reti, el paso del compositor a
lo atonal fue uno drstico2. No hubo en su obra un cambio paulatino ni obras intermedias;
el cambio se debi a un desarrollo conceptual de las ideas sobre la tonalidad del
compositor.
-Sea como fuere, Schoenberg decidi cortar los lazos que le sujetaban al concepto
clsico de tonalidad de un solo golpe, con fuerza. En 1909 public sus tres piezas para
piano Op.11. La atonalidad haba hecho su aparicin en la msica-3
Este segundo perodo composicional de Arnold Schoenberg, atonal, sera quebrado degolpe por un silencio de diez aos en la produccin musical y la introduccin del
dodecafonismo. Sin entrar en detalles, el dodecafonismo constituye una tcnica
composicional, y no un sistema. La tcnica dodecafnica tiene como fin organizar la
atonalidad. Reti argumenta que de no haberse desarrollado la tcnica dodecafnica la obra
de Schoenberg hubiera derivado en un pantonalismo. Aunque sea una suposicin extraa,
esto cobra sentido si se piensa que la msica atonal del segundo perodo composicional de
Schoenberg no tena un principio organizacional, lo que hubiera implicado su paulatina
desviacin de lo atonal hacia una forma de organizacin de las alturas ms intuitiva. Por
ello Schoenberg necesitaba una tcnica a la que acudir. La serie dodecafnica organiza la
atonalidad haciendo circular el material cromtico cclicamente, lo que conceptualmente
impedira la formacin de centros tonales. Existen otros criterios en la tcnica dodecafnica
para impedir la formacin de centros tonales, sin embargo el principio bsico del sistema se
entiende a travs de la circulacin del material cromtico. Sin embargo el dodecafonismo,
siendo una tcnica, no constituye un sistema musical como el tonal, ni tampoco una esttica
ni menos un lenguaje musical. La circulacin de las alturas no ata a todas las dems
dimensiones musicales; timbre, rtmica, dinmica. Por otro lado, y ms importante aun, la
2 Hoy sabemos que el sistema dodecafnico de Schoenberg no fue una arbitrariedad histrica, sino constituala teorizacin de la bsqueda de lo atonal, que estaba en el ambiente musical de la poca.3 Reti, Rudolph. Tonalidad, Atonalidad, Pantonalidad. Editorial Rialp, Madrid, 1965,pp 63.
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circulacin del material cromtico no implica ninguna dinmica sistmica, es decir no
genera necesariamente una implicancia funcional entre secuencias sonoras, como s ocurre
en la msica tonal. Es por eso que la msica posible con esta tcnica abarca posibilidades
muy amplias. Luego, la pregunta trascendente en este punto no es Cmo organizar lo
atonal? Sino Cmo organizar lo atonal de manera musical?
A qu poda apelar Schoenberg para la construccin de un nuevo sistema musical?
Para producir continuidad musical desde la tcnica dodecafnica Schoenberg apelo al trato
temtico. Al tratar la serie como un tema se podan aplicar mltiples procedimientos de la
msica tradicional. En este punto el rol del contrapunto fue crucial para sostener el discurso
musical. A pesar del gran valor esttico de la msica de Schoenberg, la tcnica
dodecafnica fue incapaz de construir un nuevo sistema4 y fue utilizada desde tantas
perspectivas distintas, a veces incluso contradictorias, que al parecer lo nico quetrascendi a ellas fue el intentar organizar la atonalidad.
En el caso de Schoenberg, la incapacidad de reemplazar la tonalidad se debi a que
el trato temtico de la serie estaba fuera de contexto: extrapolar el trato temtico de la
msica tradicional a la msica atonal fue una superposicin especulativa. Si lo pensamos
ahora, sabiendo que la cognicin humana responde de manera distinta a lo atonal que a lo
tonal es evidente que es imposible o poco probable que los recursos de un sistema
funcionen para otro. Haciendo un anlisis somero desde una perspectiva actual A qu
apelaba, dentro de la atonalidad, la temtica con la que Schoenberg intent reemplazar la
base estructural de la tonalidad? Por un lado podra apelar a la memoria y las relaciones que
se puedan establecer entre las distintas formas sonoras retenidas en la memoria de corto y
largo plazo, para generar continuidad musical. Sin embargo, la inexistencia de un centro
tonal o punto de referencia debilita la capacidad de relacin y por ende la capacidad de
retencin de informacin. Si no se entiende lo que planteo, intente memorizar la siguiente
secuencia:
a b c d e f g h i j k l m n
Y ahora la siguiente:
a f d j h d a s i e m c
4 Ese sistema aun no existe en el da de hoy.
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El hecho de que podamos relacionar la primera secuencia de letras a una idea preconcebida,
como el abecedario, nos permite retenerla con mayor exactitud y tiempo. Lo mismo ocurre
con los centros tonales que constituyen en la percepcin humana un marco de referencia: la
memoria es relacional y no funciona como una archivadora. Al no poder aferrarse al
contexto tonal y a las agrupaciones de alturas gestlticas, las series de Schoenberg son
difciles de retener en la memoria de corto plazo, y as, el desarrollo temtico de estas series
no podra haber adquirido sentido para el auditor. En realidad, esto es lejos de ser una
crtica al dodecafonismo. La tcnica en s no tiene valor si no existe un compositor que
reflexiona musicalmente en torno a ella, al ser una tcnica de organizacin no tiene por fin
asegurar nada y solo constituye un marco operativo. En este sentido, Webern se percat de
la gran cantidad de informacin que implicaba la tcnica dodecafnica y por ello sus obras
son en general de corta duracin y muestran una economa de medios austera que lepermite ser en muchos sentidos clara, lo que demuestra una reflexin musical profunda en
torno a la tcnica heredada de su maestro. A modo de reivindicacin para Schoenberg,
podemos decir que la riqueza musical de su tercer perodo composicional es ajena al trato
temtico, y se sustenta en otros elementos musicales. El problema de la inexistencia de un
sistema es algo que permea toda la historia de la msica contempornea y no solo la obra
de Schoenberg,
Tambin se ha de mencionar la temtica desde un punto de vista tonal. Hay quienes
podran afirmar que la temtica, que sostiene el contrapunto tonal, naturalmente debiera
sostener el contrapunto atonal. Sin embargo, he aqu un punto inflamatorio: quien sostiene
al contrapunto tonal no es la unidad temtica, es la tonalidad misma. El racionalismo del
contrapunto manifestado en sus mltiples formas imitativas supera, a veces con creces, la
memoria musical relacional o la capacidad de distinguir variaciones de un auditor humano,
incluso en el mbito tonal, lo que implica que esta forma de composicin tiene por lo
general una baja repercusin perceptual para la msica en relacin a su alta complejidad
constructiva, en lo que respecta a la memoria musical, ms all de las veces en que se
reconocen los motivos y temas en la obra y ms all tambin del inherente atractivo
armnico y meldico de la polifona tonal y modal. De hecho, se requiere un conocimiento
musical formal previo sobre el estilo y la forma para poder apreciar esta msica, para
comprender qu ocurre en ella. Es necesario aclarar que las formas imitativas del
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contrapunto pueden ser odas en la msica, pero corporeizadas solo a un nivel elemental.
Puesto de otra manera, se puede discernir gracias a ciertas claves como la identificacin de
un motivo, un intervalo particular o de un ritmo recurrente que una voz imita a la otra o que
por ejemplo, est ocurriendo una retrogradacin (oir), pero esto no es percibido de manera
corporeizada. Esto se puede deducir, intuir, pero no percibir con una escucha involuntaria.
El resultado auditivo de la escucha musical se relaciona solo de manera abstracta con el
procedimiento que la construy. El resultado es un tejido polifnico donde las relaciones
imitativas abstractas no existen, puesto que la msica no funciona bajo esos principios5. El
procedimiento no es asimilado fisiolgicamente, corporal, gestual, simblico o
musicalmente. Por eso es que el contrapunto puede llegar a ser percibido, a pesar de todas
sus conjeturas en el papel, como una homogeneidad global hostigante cuando los
procedimientos son exageradamente complejos y especulativos. Para poner un ejemplo, ver1) en el Apndice para la demostracin de la imperceptibilidad de la retrogradacin.
Volviendo a la discusin sobre el dodecafonismo y dejando atrs la temtica
quisiera tocar otro punto que no sebe ser pasado por alto y que cuestiona la naturaleza de la
tcnica de los 12 tonos. Citando a Pierre Schaeffer:
-Finalmente, no existe verdadera atonalidad sino en la msica concreta, a menos que los
elementos de una serie ya no susciten ninguna asociacin de ideas fundadas en la
tonalidad-6
La serie dodecafnica responde a principios de organizacin tonal. El sonido
inarmnico, atonal puro, es el ruido, en sus infinitas formas: responde a la no relacin
armnica entre sus partes. El dodecafonismo de 12 tonos sera un muestreo muy limitado
del ruido. El hecho de ser un muestreo de 12 notas hace que inevitablemente se utilicen
gestos meldicos, que apelan a la formacin de centros tonales. El resultado es un falso
atonalismo o un atonalismo a medias: se intentan evitar los centros tonales, pero a la vez se
5 El comprender cmo funciona la msica es el propsito final de este libro. Uno de los primeros principiosque se debe recalcar es que muchas veces, los criterios de composicin musical no corresponden con larealidad musical, y que si a pesar de aquello una msica funciona, se debe a otros elementos musicales y no almismo procedimiento6 Schaeffer, Pierre. Qu es la msica concreta?. Editorial Nueva Visin, Buenos Aires, 1959. pp 14.
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utilizan gestos meldicos que tienden a generar centros tonales. As, dos crticas que se
pueden hacer de la tcnica dodecafnica son que 1) se trata el ruido con intervalos y
componentes meldicos y 2) que el muestreo con 12 tonos correspondera a un ruido
homogneo, que no cambia, algo as como un timbre esttico. Esa es la razn del tono
gris que evocan las series dodecafnicas.
Schaeffer lo dice de mejor manera:
-Ocurre lo mismo en lo que refiere a los dodecafonistas. Entre otros, uno de sus errores
estriba en la creencia de que puede construirse una serie atonal-7
Serialismo integral
El paso desde el dodecafonismo al serialismo integral no puede ser entendido sin el
clebre ensayo de Pierre Boulez `Schoenberg ha muerto8. Boulez reprocha a Schoenberg
de inconsistencia y contradiccin en el uso de su tcnica dodecafnica. Su argumentacin
consiste en reprochar a Schoenberg haber establecido un sistema de organizacin serial de
las alturas, en la suite para piano op.25, el quinteto de vientos op.26 y las variaciones para
orquesta op.31, sin ser consecuente con las implicaciones estructurales intrnsecas de la
organizacin serial. El trato de la serie como material temtico constitua por un lado una
inconsistencia puesto que mezcla la tradicin con una organizacin serial con implicaciones
musicales distintas. Por otro lado, y de manera arbitraria, critica a Schoenberg de ser
reaccionario al no llevar su creacin hasta las ltimas consecuencias. As, Boulez compara
a Schoenberg con un Moiss que trae las nuevas leyes pero que no alcanza a ver la tierra
prometida. Lo cierto es que hasta el da de hoy no se entiende cules son las implicancias
estructurales de la tcnica dodecafnica que le reprochaba con tanta fuerza a Schoenberg y
que, por cierto, Boulez mismo tampoco fue capaz de mostrar.
Este rompimiento conciente con la tradicin puede ser entendido en el contexto de
postguerra, una poca de desilusin para con la cultura establecida que haba llevado a la
7 Schaeffer, Pierre. Op.Cit. pp 14.8Boulez, Pierre. Schoenberg is dead. En Simms, Brian. Composers on Modern Musical Culture.
Schirmer Books, 1999.
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destruccin total a travs del nacionalismo extremo, en el que la msica haba tenido un
papel exacerbante y violento. Exista la necesidad de un mundo nuevo, el rompimiento
conciente y orgulloso con la tradicin era inminente. La nica forma de empezar un
movimiento musical nuevo, para un nuevo mundo, era liberarse no solo del lenguaje tonal
sino de sus criterios temticos, sus esquemas formales y todo parmetro de organizacin
que recayera en la tradicin. Fue en Webern en quien, de manera unilateral, Boulez vio el
aire de la verdadera nueva msica, insistiendo en que era l quien realmente haba visto las
consecuencias de la organizacin serial y que en su obra se ven los primeros indicios de una
composicin consecuente con las implicancias musicales de los criterios seriales.
Por varios motivos el serialismo integral no constituy el futuro musical que sus
vanguardistas creadores pensaron que estaban llevando a cabo. No por falta de novedad,
sino por, una vez ms y de manera mucho ms acentuada, la inexistente relacin entre losprocedimientos de composicin y los criterios musicales. Por otro lado, el serialismo no
dej una herencia musical cualitativamente ni cuantitativamente relevante, todos los
compositores que se aventuraron en el rigor serialista hicieron solo unas pocas obras de
serialismo qumicamente puro. La verdadera trascendencia de este fenmeno radica en los
motivos y razones que lo llevaron a ser y por ltimo a ser abandonado rpidamente. Ms
que un gran perodo musical se debe considerar como una interrogante de la historiografa
musical.
Siguiendo con el argumento, a continuacin las razones por las cuales el serialismo
termin por ser abandonado. En primer lugar, la absoluta serializacin de los parmetros
musicales requiere un auditor ideal, o ms bien, irreal, para establecer relaciones en la
audicin musical, puesto que las series, rtmicas, tmbricas y de alturas se superponen de
manera brutal, impidiendo la formacin de agrupaciones gestlticas o de aumentaciones
puesto que los parmetros no se relacionan entre s, no se potencian. As, lo que entiendo en
este contexto por auditor ideal es uno que no estructura su memoria de manera asociativa
como los seres humanos, sino de manera mecnica, como una computadora que retiene
informacin. Tomar las abstractas dimensiones musicales de manera independiente implic
un constante puntillismo y una imposibilidad de generar continuidad musical; en otras
palabras, por la gran cantidad de informacin, la sensacin que provoca el incesante
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puntillismo del serialismo integral es de la de una homogeneidad global. Structures I
para dos pianos de Boulez es un ejemplo paradigmtico del punto que intento explicar.
Otro punto es el alto grado de especulacin con el que se aplican series a las
dimensiones musicales. El caso de las inversiones de ritmos es ejemplificador de este
punto. Invertir una serie de alturas es algo simple e incluso relativamente fcil de ser
percibido auditivamente si la complejidad meldica es de rango medio. Pero invertir un
ritmo es un procedimiento ambiguo cuyo resultado solo puede ser claro en el papel. He aqu
la demostracin:
La figura de galopa y su inversin se puede dibujar en una serie de tiempo, donde x es
sonido y o silencio.
Esta ambigedad demuestra que un ritmo en principio no es invertible. Puesto que
la inversin en la notacin es distinta a la inversin temporal/acstica de una serie de
sonidos. Creo, respecto a esto, que ninguna inversin rtmica es perceptible puesto que el
invertir, de las dos maneras, implica la reformulacin de las agrupaciones gestlticas. En el
caso de ritmos ms complejos la inversin hecha en notacin es aun menos relacionable
con el sonido real de ese ritmo. Por otro lado, la serializacin de los timbres pierde sentido
cuando se va ms all de cambiar el orden de aparicin de los instrumentos, como en el
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klangfarbenmelodie9 de Schoenberg. Esto es de hecho, solo cambiar el orden de aparicin
de los timbres, pero no invertir los timbres en s Cmo se puede invertir un timbre?
Cmo puedo invertir el timbre de un violn por ejemplo? A menos de que se pudiesen
generar sonidos de amplitud negativa, la inversin de un timbre no tiene sentido cognitivo.
Todo lo anterior demuestra que la absoluta serializacin de las dimensiones
musicales fue llevada a cabo con un alto grado de especulacin abstracta, especulacin de
papel, sin correlacin emprica. Recay en criterios extramusicales para su elaboracin, que
le valieron un amplio rechazo, una corta duracin y el posterior abandono de sus creadores.
En el segundo captulo indagar en la razn de fondo por la cual el serialismo integral fue
lo que fue y sta es que, al igual que Schoenberg, tampoco se pudo desprender de la
tradicin en un nivel intelectual, intentando generar un edificio nuevo con herramientas
conceptuales anticuadas, lo cual se debe al desfase entre avance tcnico e intelectual de loscriterios de composicin y el conocimiento psicolgico sobre el fenmeno musical.
Puede considerarse el serialismo integral como una tcnica de organizacin al
igual que el sistema dodecafnico? Creo que no, por la siguiente razn: la absoluta
serializacin de los parmetros reduce a la mecanicidad a todos los parmetros musicales
tradicionales, lo que deja un marco de accin o grado de libertad mucho ms limitado al
compositor que en el sistema dodecafnico, que solo serializa las alturas.10 Este lmite a las
posibilidades, esa mecanicidad extendida consecuentemente limita la posibilidad de una
aplicacin musical, puesto que simplemente hay menos espacio para desarrollar la intuicin
musical del compositor. Comprese desde este punto la musicalidad de Structures I con
la de Douze notations del mismo compositor, siendo la primera escrita con un serialismo
integral duro y la segunda con una tcnica dodecafnica menos rigurosa.
Volviendo a los criterios extramusicales, al serialismo integral se le critic por su
intelectualismo exagerado. Esta crtica generaba clera entre sus defensores puesto que con
este sencillo argumento, para ellos superficial y mercantil se toca la nica fibra que sostuvo
al movimiento, ya no en su nivel musical, puesto que poco es lo que tuvo, sino en un nivel
filosfico, ontolgico. A continuacin una colrica refutacin de Adorno:
9 Meloda de timbres10 Cabe mencionar que en Structure I para dos pianos de Boulez casi el nico parmetro libre es la eleccinde las octavas de las notas de la serie de alturas
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-Entre los reproches que obstinadamente repiten, el ms difundido es el del
intelectualismo: la nueva msica surge de la cabeza, no en el corazn o en el odo; en
absoluto se la imagina sensiblemente, sino que se calcula sobre el papel. Lo mezquino de
estas frases es evidente. Se argumenta como si el idioma tonal de los ltimos trescientos
cincuenta aos fuera naturaleza []
Debe la dignidad del sistema cerrado (el tonal) y exclusivo a la sociedad del
intercambio, cuyo propio dinamismo tiende a la totalidad[]-11
Adorno no justifica el intelectualismo, solo lo defiende de manera reaccionaria, puesto que
en las vsperas de una nueva msica sin un sistema musical definido, no se podra haber
hecho otra cosa. Culpan al mercado, que hasta cierto punto s, hizo de la msica establecida
(tonal) un bien de consumo, sometiendo la creacin y el fomento a la produccin musical alas necesidades de rdito inmediato del mercado. Sin embargo, difcilmente podramos ligar
la creacin artstica de msica y su consumo a las demandas del mercado. El artista
creativo por lo general ha trabajado y creado en los mrgenes del sistema social y
econmico; ningn artista que aporte creativamente puede, en principio, nacer en el
establishment musical y artstico. As, el mercado no fue nunca un freno a la produccin
artstica ni tampoco a la evolucin del lenguaje musical. Por otro lado, el mercado y la
industria discogrfica ms que condicionar la msica, democratiz su consumo, hacindola
ms accesible. Ms aun, hoy en da, los avances en la informtica musical no solo han
permitido una creciente democratizacin del acceso a la msica, sino adems, una
democratizacin de la produccin musical, lo que inequvocamente tendr un buen
desenlace en lo que respecta a calidad de propuestas y creacin, si seguimos las leyes de los
grandes nmeros.
No es posible comprender la lgica del serialismo integral sin considerar su
contexto histrico, las ansias de rompimiento con la tradicin. El peso del serialismo recae
no en las obras que se crearon bajo aquellos parmetros, sino en la trascendencia histrica
de un movimiento artstico que intenta de manera conciente anular el pasado. Una
verdadera y extrema protesta artstica. Esta fue, en el fondo, la raz de su fracaso musical: el
11 Adorno, Theodor. Filosofa de la nueva msica. Tres Cantos, Madrid. Eds. Akal, [2003], pp 20.
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absoluto rompimiento con el pasado requiri un alto nivel de especulacin que, como tal,
no hubo de tener un mayor grado de relacin con la realidad. No lo juzgo afirmando que no
haya sido un proceso necesario, tarde o temprano tena que ocurrir. En ese sentido estoy de
acuerdo con Boulez en su afirmacin de que `la historia no es una mquina bien aceitada,
hay momentos de transicin y de cambios vertiginosos. Pero as como la historia no avanza
de manera lineal y sostenida (en el arte) tampoco podemos suponer que cualquier avance o
cambio es vlido. En la historia el progreso no existe, la historia es solo una seguidilla de
sucesos, uno tras de otro, y en ese sentido no se puede justificar (ni condenar) un suceso por
el mero hecho de haber ocurrido, y este es el fundamento de una revisin histrica del
serialismo integral sesenta aos despus.
Hay otro motivo, ms importante y menos evidente, por el cual el serialismo no dio
los resultados que plante en sus inicios. A pesar de que fue una anulacin consciente delpasado, por mucho que nos empeemos en deshacernos de nuestro bagaje cultural, no
podemos dejar de ser lo que somos. No se puede escapar al contexto histrico. Cualquier
revisionismo cultural ocurre desde la cultura, por ello no deja de ser contradictorio y por
eso, fascinante, el fenmeno del serialismo integral. Con esto quiero decir que por mucho
que los serialistas se empearan en romper con el pasado, no lo lograron, y fue la
contradiccin entre lo que se abandon concientemente y lo que no se pudo abandonar de
manera inconsciente lo que hizo fracasar en el nivel ms profundo a la corriente. En qu
medida se liga al serialismo con el pasado? Hay quienes creen que el serialismo no fue la
gran revelacin de un nuevo estilo sino la ltima parte de un perodo histrico, la parte ms
radical de una posicin ya insostenible. Citando a Juan Carlos Paz:
-Parece, efectivamente, que vivimos en las postrimeras de la agotada era
individualista y racionalista el fin del renacimiento y el comienzo de una nueva etapa
de posibilidad, de escape del crculo racional que dicta la norma y la impulsin, as como
el criterio historicista, relevado en provecho de lo a-histrico. Todo parece anunciar el
retorno de un perodo de formas abiertas o en fuga: de un nuevo barroquismo emprico-12
12Paz, Juan Carlos. Introduccin a la msica de nuestro tiempo. Editorial Sudamericana, BuenosAires, 1971, pp 622.
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La especulacin serialista tuvo absoluta fe en la razn como herramienta capaz de
crear un nuevo sistema musical, una nueva msica. As, lo que sostiene Paz es que la
anulacin del lenguaje musical es una aventura que solo podr abarcarse de una manera
emprica, a travs del ensayo y error, por la falta de certidumbre en lo que respecta a la
naturaleza de la msica y de la construccin de los lenguajes musicales.
Lo que plante Paz no es distinto de lo que sucedi posterior o paralelamente al
serialismo. Hay distintos movimientos musicales que iniciaron este proceso de empirismo
musical, a los que me referir brevemente a continuacin, en orden no-cronolgico.
Minimalismo.
Quizs la manifestacin sonoramente ms apartada al serialismo que surgi en esta
era de exploracin, se dio en los aos setenta a travs de los compositores Steve Reich,Morton Feldmann y Phillip Glass. Sin embargo, no sera absurdo encontrar obras de estos
compositores en un programa de concierto compartiendo escenario con obras de
Stockhausen, Maderna o Boulez. El minimalismo, como yo lo veo, es una exploracn de
los niveles de informacin musical. Al exceso de informacin que la msica puntillista
serial entrega, que termina muchas veces constituyendo una homogeneidad global, el
minimalismo opone una estrategia musical igualmente extrema, que Bob Snyder denomina
Low information Strategies o estrategia de informacin reducida.
-[]low information music keeps change to a minimum, with only the bare minimum of
contrast necessary to sustain interest-13
Esta estrategia es tambin descrita por Imberty como una de repeticin-desviacin al
contrario de la repeticin-variacin que se utiliza en la msica tradicional occidental y
tambin en la racionalista del siglo XX. El cambio se da de manera lenta pero continua, es
perceptible pero no de fcil reconocimiento. El pasado y el futuro de confunden en una
nica experiencia temporal, y el efecto de trance sera la descripcin ms acertada de su
13[] Las estrategias musicales de informacin reducida mantienen el cambio en un nivel mnimo,
entregando el contraste estrictamente necesario para la mantencin del inters.
Snyder, Bob. Music and Memory. Cambridge, Mass, MIT Press, 2000, pp 236.
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efecto cognitivo. El eterno presente anula la memoria de largo plazo como un agente
organizador, por eso esta msica constituye un constante devenir apelando directamente a
la experiencia sensible. Mucha de la actualmente conocida como msica de pases apela a
esta estrategia, especialmente la msica ligada a rituales religiosos. En este sentido la
msica minimalista sera una relectura de una msica no occidental.
Existen quienes sostienen que fue el minimalismo el que constituy la verdadera
revolucin de la msica del siglo XX y no el mtodo dodecafnico que Schoenberg y sus
discpulos desarrollaron. Se debe reconocer que el minimalismo, dentro de lo que han sido
las propuestas nuevas, ha sido la que ha tenido mejores resultados. Es posible que en la
primera audicin de una obra minimalista los auditores, prejuiciados por la escucha de otros
estilos, hayan considerado que la excesiva repeticin fuese de mal gusto, una broma o de
algn modo una composicin poco musical. Sin embargo, en la medida que omos lasrepeticiones una y otra vez nos percatamos del efecto cognitivo de la repeticin extrema y
as tambin de su sentido, reconociendo que no se est repitiendo por falta de creatividad
sino que existe una clara intencin ligada a una experiencia nunca antes sentida con tanta
claridad en la msica occidental. Por esto el minimalismo constituy una revolucin en la
msica, puesto que nunca se haba utilizado de manera tan evidente este recurso en un
contexto artstico, fuera de lo ritual. Fue un nuevo procedimiento que a su vez introdujo una
experiencia olvidada en el plano artstico/musical. En este sentido, se podra decir que toda
la experiencia de la msica docta experimental en el siglo XX no ha constituido una
revolucin porque, a pesar de introducir variados y complejos criterios en la composicin,
no ha planteado, de manera clara, una experiencia nueva como movimiento conjunto.
Msica aleatoria
Es difcil afirmar si los compositores que plantearon la necesidad de otros mtodos
u otras formas de organizacin, en el plano de lo aleatorio queran realmente lograr un
nuevo sistema, nuevo lenguaje o nueva sonoridad puesto que el azar y lo aleatorio como
criterio de composicin, en principio no debiera generar una sonoridad particular. Depende
del grado de aleatoriedad o azar y de cmo se integra en la obra el resultado que producir
en un nivel sonoro. Por este motivo ltimo el movimiento del no-control es ms un
planteamiento conceptual-musical que sonoro-musical. Lo aleatorio no plantea una esttica
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ni una sonoridad particular, el azar y lo aleatorio se pueden aplicar a muy distintos criterios
como por ejemplo la altura, el timbre, la rtmica, el tempo en lo que respecta a lo sonoro,
pero tambin a la forma, al gesto, a la interpretacin del instrumentista o a cualquier
dimensin posible. Es en contra del control absoluto del intelectualismo racional serial
que se posicionan los distintos compositores que plantearon el no-control, o el control
impersonal de la obra. Desde partituras de instrucciones o diagramas, hasta el azar de Cage
o la aleatoriedad del mismo Boulez, las formas de aproximarse al no control son mltiples.
El no-control no plantea una esttica, solo un concepto, herramienta como mucho, cuya
aplicacin artstica puede variar entre compositor y compositor, generando resultados
absolutamente distintos. Por esto es que no se puede considerar el uso de criterios de
aleatoriedad y azar como planteamientos musicales, puesto que no tienen un fin sonoro-
perceptual.En lo que respecta al planteamiento filosfico del no-control tambin quedan
manifiestos ciertos problemas conceptuales. El problema de este mtodo o modo de hacer
es hasta qu punto es deseable el control. La indeterminacin absoluta en un mundo que se
entiende a travs de la causalidad lgica14, es imposible. Qu es entonces lo que se intenta
demostrar con el uso de lo aleatorio y lo azaroso? Tericamente no es sostenible en nuestra
causalidad lgica de entendimiento y, por otro lado, no plantea ningn argumento sonoro.
Es ms, la aplicacin de lo aleatorio y del azar a los parmetros estrictamente sonoros no
plantean resultados distintos a los del serialismo integral. El uso del azar y lo aleatorio
genera tambin una indeterminacin de la concatenacin de eventos en los distintos
parmetros: luego, el resultado global tambin es de una homogeneidad indeterminada, que
no permite hacer sentido perceptual sobre las normas con las que se rige tal o cual
parmetro musical. Tanto lo serial como los criterios aleatorios, difcilmente pueden
generar, en mayor grado, continuidad musical.
En el plano de la msica aleatoria no puede ser ignorado el trabajo de Witold
Lutoslawski, puesto que como compositor supo aplicar estos criterios sin sacrificar la
musicalidad, precisamente por no entregar la composicin a la mecanicidad del criterio
extramusical. Supo generar un equilibrio entre lo que se dejaba a la aleatoriedad, lo que se
14 Que entendamos de forma lgica y causal no implica que yo afirme que el mundo se rija en todas susdimensiones por la lgica causal.
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explicitaba en la partitura y los parmetros que quedaban en libertad de manipulacin por
parte del intrprete, algo que l denominaba aleatoriedad limitada. El cuarteto de cuerdas
de 1964 es un ejemplo de cmo ciertos eventos en la partitura son coordinados y el resto de
los sucesos sonoros ocurre sin un control vertical riguroso. Esto le permite generar
relaciones rtmicas irregulares y texturas complejas sin una escritura tediosa, compleja y
problemtica para el intrprete. La aleatoriedad limitada de Lutoslawski es un ejemplo de
cmo un criterio intelectual aplicado con una reflexin musical/sonora de por medio puede
producir un enriquecimiento en la obra.
Estocstica
En la dcada del 50, en pleno apogeo del serialismo integral en Europa y la
aleatoriedad en EEUU, Iannis Xenakis, ingeniero de profesin, se sita en el medio deambas tendencias sin hacer comunin con ninguna. En la crise de la musique serielle
Xenakis plantea que la polifona se anula a s misma puesto que la superposicin de
melodas genera una gran complejidad imposible de ser procesada y que por dicha razn el
aparato cognitivo reduce toda esa informacin a una sola gran masa sonora. Ese es, segn
l, el problema de la msica serial y de la polifnica en general. Por otro lado, al otro
extremo de el intento de control absoluto del serialismo integral se encuentra la otra
corriente musical/filosfica de la msica aleatoria, que plantea la renuncia al control y el
dejar los parmetros sujetos a la aleatoriedad, sea esta de una mquina, de una secuencia
arbitraria, de dados o de la voluntad del intrprete de la pieza. Xenakis se percat tambin
de la imposibilidad de generar discursos coherentes si todos los parmetros musicales se
sometan a un procedimiento rgido, tanto desde la perspectiva del control absoluto del
serialismo integral como del no-control aleatorio de los parmetros musicales. En el medio
de estos dos extremos conceptuales Xenakis propone el control probabilstico de las masas
sonoras, que no es ni un control absoluto puesto que la masa sonora es en principio un
conglomerado de elementos distintos entre s, ni tampoco una aleatoriedad puesto que la
trayectoria y la transformacin de la masa puede ser controlada a travs del clculo
probabilstico de la suma de elementos.
Una manera de visualizar la idea es a travs de la metfora de un enjambre de
abejas. ste viaja en conjunto, en una sola direccin, como una unidad, a pesar de estar
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compuesto por muchos elementos independientes. Nosotros no vemos cada abeja viajando
errticamente en distintas direcciones, sino el enjambre como un todo puesto que nuestra
percepcin agrupa y simplifica la informacin. Lo que ocurre con el mtodo estocstico es
similar en el sentido de que se manejan grandes cantidades de sonidos independientes,
cuyos comportamientos son particulares pero que en conjunto se mueven en una sola
direccin. Utilizando el clculo probabilstico se logra controlar las desviaciones de nivel
local, logrando efectos globales. Metastaseis B (1954) de Xenakis es posiblemente la obra
paradigmtica de este procedimiento, donde las cuerdas de una orquesta completamente
divisi ejecutan glissandi distintos pero que en conjunto generan una misma trayectoria
global.
Lo que llama la atencin de este procedimiento, o modo de mecanizar la
composicin, es que puede tener una correlacin sonora y no se queda solo en laabstraccin puesto que de hecho responde a una intuicin, si no musical, s perceptual. Sin
embargo, el juicio de cmo Xenakis aplica este descubrimiento de manera musical depende
de cada auditor particular.
.
Msica concreta, electrnica y electroacstica.
-La msica concreta se presenta como una `nueva manera de hacer dirigida a un
`nuevo tipo de objeto- P. Schaeffer
Si bien es cierto en esta cita Schaeffer se refera a la msica concreta, tambin es aplicable
a la msica electrnica. Ambas presentan objetos musicales nuevos que exigen ser tratados
distintamente. Aunque toda la msica post 1945 puede ser considerada como una nueva
manera de hacer, quien presenta con esto un nuevo objeto sonoro, alejado de los
instrumentos tradicionales, la orquesta y quizs tambin de los instrumentos no
tradicionales, junto con todas las implicancias y limitaciones tcnicas y musicales de su
uso, es la msica concreta y la electrnica.
Lo que diferencia lo electrnico de lo concreto es por un lado, el mtodo de
generacin sonora: el primero a partir de la sntesis generada con aparatos electrnicos
como osciladores, sintetizadores, computadoras, etc: el segundo a travs de la grabacin y
manipulacin de sonidos reales. Mi nfasis estar en tratar lo electrnico y lo concreto
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como elementos de la misma naturaleza, puesto que hoy en da la digitalizacin del sonido
y el alejamiento de la cinta magntica ha permitido desdibujar la frontera entre los dos tipos
de generacin sonora. Las tcnicas tienden a fundirse en una sola, sobre todo a la hora de la
manipulacin del sonido.
Lo importante es considerar cmo tratar o aproximarse al nuevo objeto sonoro,
puesto que cada uno ha de tener sus propias particularidades sonoras y tcnicas, lo que
plantea el desarrollo de nuevas formas de tratar el sonido Qu hacer con el nuevo objeto y
sus tcnicas? Cmo utilizarlos musicalmente?
Hay autores, no menores en nmero, que ni siquiera consideran esta cuestin un
problema: lo electrnico y lo concreto solo constituyen modos de hacer y no apelan
realmente a lo medular en la msica. Son ellos los que no ven en los recursos concretos y
electrnicos ms que un balad, continuando su cmoda escritura instrumental, o bien, sinson ms osados, utilizando el nuevo objeto sonoro a modo de msica mixta, un hbrido
entre lo tradicional, lo concreto y lo electrnico. El problema de la msica mixta no es que
mezcle objetos sonoros, puesto que los sonidos no se contradicen entre s, sino el uso que la
mayora de los compositores hacen del nuevo objeto sonoro como otro instrumento musical
virtual, usando el nuevo objeto sonoro como uno tradicional, crendose una extraa
ambigedad entre el intrprete instrumental y virtual, generando en el auditor la frustracin
de la evidente proveniencia de los sonidos15. Pocos son los que logran una real integracin
entre el objeto sonoro instrumental y el electrnico/concreto, mezclando sus realidades
sonoras, adentrando al auditor en los lmites del sonido real y el virtual. Quizs los pobres
resultados musicales en esta rea estn ligados a un miedo o a una falta de compromiso con
los nuevos mtodos, puesto que el compositor al plantearse la msica desde lo concreto y lo
electrnico, debe pensar la msica desde estos parmetros, y no desde lo instrumental. La
relacin intrprete/auditor no es la misma a la de parlante/auditor, la relacin entre sonido
acstico y sonido electrnico no es la misma que la de un conjunto instrumental, las formas
musicales posibles son muy distintas. En este sentido, utilizar al parlante como un
instrumento musical no es natural puesto que evoca una relacin psicomotora propia de la
ejecucin instrumental que en este caso no existe, una ejecucin descorporizada que
15 Un tipo de inconsistencia similar al que se critic a Schoenberg por utilizar las series dodecafnicas demodo temtico, una extrapolacin idiomtica que se escucha extraa, si no ridcula.
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difcilmente podemos asimilar como natural16. Para ello los compositores deben adentrarse,
sin miedo, en el nuevo objeto sonoro y sus posibilidades, conocerlo de manera ntima, para
no aplicarle un lenguaje gestual y sonoro que no le pertenece.
Es posible ese conocimiento ntimo del nuevo objeto sonoro? En este punto surge
el problema de cmo organizar el nuevo objeto sonoro para que de un resultado musical, a
travs de una planificacin previa o de la intuicin. P. Schaeffer ya describi este problema:
-Por de pronto, dos escuelas se oponen en msica concreta: una, de un empirismo
constructivo, est esencialmente ligada al odo instintivo; la otra, que toma su mtodo de
la msica serial, consiste en aplicar a la materia concreta esquemas preconcebidos
arbitrariamente-17
Nos podr parecer evidente que lo adecuado para un nuevo objeto sonoro y un
nuevo modo de hacer, es tratarlo sin prejuicios, a travs de un empirismo constructivo; los
moldes preconcebidos no tienen porqu ajustarse bien a la nueva materia. Sin embargo, la
respuesta de Schaeffer es sorprendente e ilumina un aspecto importante a considerar para
aproximarse a lo nuevo.
-Debo que esta segunda manera de obrar, pese a escandalizarme, me parece ms
justificada en msica concreta que en msica para piano o para orquesta? En efecto, como
aun nada nos sirve de gua ni nos ata al pasado, y como millones de sonidos concretos
estn desprovistos de alusiones a los sonidos usuales, los objetos fabricados `en serie no
corren el riesgo, en ningn caso, de ser caricaturas de una msica antigua, o msica
contra natura-18
Constituye una tendencia natural de los seres humanos, y en un principio la nica
posible, la de enfrentarnos a los nuevos estmulos o nuevas herramientas intentando
acomodarlas a nuestra experiencia personal y a veces egocntrica. Como el viajero
16 Al hablar de audicin corporizada, me refiero al hecho de que un odo abstracto no puede entender lasrelaciones musicales si no tiene un cuerpo/mente que experimente. Nos adentraremos en esto ms adelante.17 Schaeffer, Pierre. Op.Cit. pp 21.18 Schaeffer, Pierre. Op.Cit. pp 21.
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ignorante que juzga las culturas ajenas a partir de la propia o como el intelectual mediocre
que al leer un autor de renombre intenta explicar todo el mundo a partir de una teora
restringida. Aplicado a la msica, es por eso que si tenemos un nuevo instrumento musical
tratamos de acomodarlo a nuestra experiencia instrumental personal, en el caso de
Schoenberg aplicar esquemas formales tradicionales a un nuevo modo de hacer
(dodecafonismo), en el caso del serialismo integral intentar crear un nuevo lenguaje
musical desde la esclavista racionalidad humana. As, en el caso de los formalistas de la
msica concreta acomodar el nuevo objeto sonoro a esquemas formales preconcebidos. Lo
que justifica al formalismo de la msica concreta, al contrario de los otros ejemplos, es el
hecho de que TODO es nuevo, tanto el objeto sonoro como el modo de hacer. Por eso
acomodar, al menos en un principio, los esquemas formales a la nueva tcnica no tiene
resultados que puedan parecer ridculos o fuera de contexto, puesto que no hay prejuicios niconocimientos previos con respecto al uso musical de los sonidos concretos. Sin embargo,
la aplicacin de esquemas o procedimientos formales preconcebidos a la msica concreta,
es poco probable que genere resultados musicales, pero al menos hay que llevarlo a cabo
para cerciorarse de que ese no es el camino. Por otro lado, el afn por procedimientos y
formas musicales complejas de los compositores de vanguardia es sobrepasado cuando se
compara a la complejidad de algunos procedimientos de generacin sonora en msica
concreta y electrnica, sobre todo en dcadas pasadas donde los editores de computadora
no existan, y todo deba hacerse con conocimiento de electrnica y con manipulacin
directa de las cintas. Pero tambin corre para el hoy en da, puesto que a medida que las
posibilidades se expanden, ms refinadas se vuelven las posibilidades.
El empirismo constructivo debe seguir la lgica que Cage toma al hablar de odo a
la interperie. Se debe or lo que los sonidos y las nuevas posibilidades sugieren, y explotar
aquello, con sentido musical. Las primeras composiciones concretas no son muy atractivas
en el sentido musical, a excepcin de algunas como por ejemplo Canto de los nios
(Gesang der Jnglinge) de Stockhausen, pero tampoco las actuales son muy distintas, salvo
excepciones (como siempre). Boulez y sus secuaces del IRCAM sin duda han aportado al
desarrollo de tcnicas y software para el desarrollo de la sntesis, del tratamiento
electrnico y concreto, pero en lo musical la contribucin de los compositores doctos es
muy pobre. La otra cara de la moneda, y si se mira sin los prejuicios, es la msica popular,
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que ha aportado con un mucho mayor grado de pulcritud y definicin un uso musical de los
nuevos objetos sonoros electrnicos y concretos. Los msicos jvenes que comenzaran con
Pink Floyd y los Beatles y que llegan hasta los estilos dance de hoy en da han generado
verdaderos lenguajes del ruido y del timbre, dndole expresividad a un material sonoro que
en la msica contempornea rara vez cobra vida, utilizndosele ms como fin en s mismo
que como generador de musicalidad. Material sonoro que Boulez alguna vez dijo haber
abandonado por la fealdad de los sonidos que produca y por la falta de criterios de
organizacin que se le aplicaban.
En este punto es necesario tratar el tema de la causalidad de los sonidos y tratar de
entender los problemas que plantea a la msica concreta/electrnica. La inquietante
pregunta para los msicos electrnicos y concretos, que Rowell formula como La
naturaleza del material sonoro determina de alguna forma a la organizacin de la msica?O mejor dicho Los sonidos son causales?19 no puede ser pasada por alto. La pregunta,
desde un punto de vista prctico, se puede entender como Qu factores entregan
continuidad a una sucesin de sonidos discretos? No requiere un debate filosfico profundo
establecer que la continuidad gestltica se da cuando los sonidos sucesivos conservan
alguna de las propiedades fsicas del sonido de manera constante mientras que otras varan,
lo que le permite al aparato cognitivo categorizar la sucesin como un mismo continuo. La
generacin de un continuo, asimismo, genera expectativas que pueden confirmarse, negarse
o tornarse ambiguas dependiendo del inters del compositor. Esto es relativamente fcil de
entender desde el punto de vista de la msica tradicional fundamentada en tonos
instrumentales. El instrumento vara la altura pero por lo general conserva de manera
relativamente homognea el timbre y la dinmica. Es distinto el caso de la msica
electrnica donde los sonidos son heterogneos y muchas veces de caractersticas sonoras
inarmnicas y/o ruidosas. Establecer continuidad entre sonidos inarmnicos y ruidos
plantea dificultades musicales Qu parmetros se mantienen constantes y cules no?
Cmo alterar algunos y otros dejarlos constantes? La dificultad de establecer continuidad
con este nuevo objeto sonoro es un problema que la msica concreta no ha podido
solucionar de manera satisfactoria. El problema se vuelve aun ms profundo cuando
tomamos en cuenta el hecho de que, sobre todo en lo que concierne a sonidos ruidosos,
19 Rowell, Lewis. Introduccin a la filosofa de la msica, pp. 216.Editorial Gedisa.
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quermoslo o no, no respondemos de igual manera que a la msica en trminos
tradicionales, desde una perspectiva psicofisiolgica. El experimento de Patrick Gmez y
Brigitta Danuser titulado Affective and physiological response to environmental noises
and music plantea que existen respuestas fisiolgicas distintas relacionadas a los patrones
de respiracin y la conductividad elctrica de la piel (evidencia de respuesta afectiva) entre
extractos musicales y ruidos. Obviamente, esto no plantea que los ruidos no puedan
ordenarse musicalmente, de hecho se ha hecho siempre y la msica de percusin es un
ejemplo de ello. S nos plantea en cambio la posibilidad de que nuestra predisposicin hacia
ellos sea naturalmente distinta que a la de otros sonidos como los tonos y que por ende
deban ser tratados distintamente para obtener una continuidad musical. Las caractersticas
de los sonidos imponen pautas de cmo estos pueden ser tratados de manera musical, y ese
es el fondo del asunto. Los sonidos percusivos no pueden ser usados como melodasconvencionales como tampoco los instrumentos de ataque largo pueden servir para generar
secuencias rtmicas bien definidas. As, la manera en que los ruidos o nuevos objetos de
la msica concreta/electrnica pueden ser tratados musicalmente (generacin de
continuidad) es la gran deuda pendiente de esta corriente musical.
El movimiento espectral y lo extramusical.
-Somos msicos y nuestro modelo es el sonido, no la literatura, no las matemticas; el
sonido, no el teatro ni las artes plsticas; el sonido, no la teora cuntica, la geologa, la
astrologa o la acupuntura- Gerard Grisey
Es difcil clasificar este movimiento musical como tambin es difcil realmente
llamarlo un movimiento. Lo cierto es que el trmino espectralismo no significa mucho para
describir la labor del grupo Litineraire en Francia durante la dcada de los 70, puesto que
la tcnica espectral, abarca una gama de posibilidades demasiado amplia. Lo que s se
puede afirmar es que fue una respuesta al establishmentde la msica docta en ese entonces
(personificado en Pierre Boulez) y que plante una nueva y necesaria forma de aproximarse
a la creacin musical. El movimiento no apela realmente a una nueva forma de hacer,
puesto que no hay una tcnica per se asociada a l; se habla a veces del anlisis del sonido
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mismo, en su intimidad espectral, para luego establecer un paralelo instrumental
amplificado del sonido, una manera novedosa de imitacin quizs, y a eso se asocia el
espectralismo comnmente. Pero enmarcar al movimiento a la mera tcnica espectral es
tanto absurdo como injusto. Sumado a esto, adems de no apelar a una definitiva nueva
forma de hacer, tampoco apela a un nuevo objeto en mayor medida, puesto que la mayora
de las obras de los compositores son para conjuntos instrumentales tradicionales, a lo ms
con electrnica en tiempo real. As, el movimiento espectral apela a una forma de
aproximarse a la msica y no a un tratamiento o un objeto particular. En este sentido, el
anlisis e imitacin del espectro sonoro es una consecuencia de esa aproximacin particular
hacia la msica.
El grupo Litineraire, en el marco del cual se desarrolla el posteriormente llamado
movimiento espectral, surge como una negacin del intelectualismo. Los criteriosintelectuales no repercuten en la msica de una manera directa, en lo que suena, se alejan
de su realidad: Somos msicos y nuestro modelo es el sonido afirma Grisey. A pesar de que
la razn de ser del movimiento es inicialmente una respuesta al serialismo y al
intelectualismo que desde l se practic, su rechazo a los criterios no musicales en la
composicin o quehacer musical es totalitario. No solo es un no a la intelectualidad, a las
matemticas, a la lgica racional sino tambin a otras artes; el teatro, la plstica, el cine y
otras disciplinas supuestamente extramusicales20. Con esto, lo que realmente constituye a
este movimiento no es la forma coyuntural que adquiere con la posibilidad de estudiar el
sonido en su intimidad mediante equipos y tcnicas avanzadas para su poca. El
movimiento espectral no es un estilo afirma Tristan Murail, es una actitud. En la mdula, la
idea es analizar y comprender la msica desde lo que realmente es, y componer desde
aquellos criterios: El estudio del sonido y la percepcin musical en sus propios trminos.
A pesar de que la actitud que constituye el ncleo de la aproximacin de L`itineraire
pareciera ser prometedora, debemos cuestionarnos si es posible que una actitud positivista,
estudiosa de la percepcin sonora y del sonido sea capaz de encontrar alguna verdadera
sustancia musical. Otras ciencias, en particular las ciencias sociales, ya han pasado por una
fase de empirismo ciego en que las mediciones y experimentos al final no condujeron a
20 Lo que puede ser considerado como musical y como extramusical ser discutido ms adelante, puesto queaun se requiere madurez y conocimiento de otros conceptos.
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ningn conocimiento ms certero acerca de las naturalezas de sus objetos de estudios. No
se debe caer en la tentacin de reunir pilas de datos y conocimientos sobre la percepcin y
el sonido sin comprender su significado y relacin musical, su dimensin fenomenolgica.
Por mi parte, no creo que sea posible encontrar una sustancia musical en la percepcin o en
el sonido, veo difcil incluso la misma existencia de una sustancia musical.
Aqu cabe mencionar lo que el compositor Jos Manuel Lpez Lpez explica como
dos tipos de aproximaciones musicales. l menciona la msica de notas y la msica de
sonidos. La msica de notas correspondera a la msica construida bajo criterios de
sistemas aislados del fenmeno sonoro, como el contrapunto y las imitaciones.
-Pese a las monumentales obras que han producido las tcnicas contrapuntsticas y
procedimientos imitativos, los temas y desarrollos, las modulaciones, las series y sus
correspondientes retrogradaciones e inversiones, todos ellos no dejan de ser en cierto
modo procedimientos ajenos al hecho sonoro-21
El intelectualismo musical, dodecafnico o en cualquiera de sus hbridas
manifestaciones actuales, es heredero de estos procedimientos. Por otro lado, est la msica
desde el sonido, que presenta a ste como el modelo natural de la msica; el movimiento
espectral, a pesar de constituir una aproximacin hacia la msica, en la praxis desarrolla
una msica que se apoya en criterios ligados, por lo general, a procesos imitativos de la
dinmica del espectro sonoro, natural o artificial. El uso de criterios nos debe llamar la
atencin hacia la pregunta Qu criterios?
Ahora cabe preguntarse Qu fue el movimiento espectral? Logr reorientar el eje
de la msica y alejarla de los criterios extramusicales? Sin duda los compositores de
Litineraire se percataron de que la aproximacin puramente intelectual a la msica
constitua un sin sentido, una contradiccin vital. Creo sin embargo que el movimiento
espectral se desmarc de los criterios extra-musicales solo a nivel de intencin terica
Existe una diferencia trascendente entre la msica desde el sonido del movimiento
espectral y la msica desde las notas, heredada del serialismo? En principio no. El sonido
21 Lpez Lpez, Jose Manuel. Mapa y territorio: Partitura y sonido. Enhttp://www.tallersonoro.com/espaciosonoro/actual/JMLopez.htm
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en ninguna medida constituye la msica, utilizar el sonido como criterio de composicin
tambin es un criterio extramusical. Si las composiciones espectrales tienen una
caracterstica sonora particular que las diferencia, es porque los criterios extramusicales
pueden definir el tipo de material sonoro con el que se compone una msica, pero son los
criterios musicales del compositor los que transforman ese material en una obra dotada
de musicalidad. El problema de los malos compositores es aplicar el criterio extramusical
por s solo, sin tomar en cuenta el criterio musical, que la mayora de las veces recae en la
experiencia y el inconsciente musical del compositor; el criterio extramusical no es
intrnsecamente malo, su exceso sucede cuando sobrepasa en preponderancia al criterio
musical, convirtindose en un fin en s mismo. As, las obras espectrales que funcionan
musicalmente, son ms producto del talento de sus compositores que de la magia de sus
procedimientos extramusicales22.Al igual que la msica de notas en relacin a los criterios no-musicales, el
espectralismo en su prdica de msica desde el sonido no toma en cuenta (al menos en la
prctica) que la msica es un fenmeno cerebral subjetivo y que por ende, el sonido no
constituye necesariamente msica. El hecho de que la msica sea un fenmeno observable
solo en algunas especies, y de manera muy distinta, demuestra este ltimo punto. La mayor
parte de los otros seres vivos no tiene la configuracin cerebral para entender
musicalmente, y los que si la tienen, la entienden de maneras distintas que son inefables
para nuestro entendimiento y experiencia humana.
Por ello, el movimiento espectral en su faceta de estudioso del sonido y como
imitador de la dinmica de los fenmenos sonoros naturales y artificiales, constituye al
mismo tiempo una msica intelectual o basada en criterios extramusicales, que son
camuflados por la falsa relacin de implicancia entre sonido y msica. El conocimiento
ntimo del sonido por medio del avance de la tcnica ha fascinado a los compositores desde
las primeras incursiones de Stockhausen. Esta fascinacin hizo creer a los compositores de
Litineraire que el mismo sonido poda reemplazar a la racionalidad y a la intelectualidad
en general, como eje musical. Tal como los pitagricos que con su fascinacin por las
relaciones numricas entre sonidos (con esa dosis metafsica de lo sensible de la que
22 Es difcil trazar una lnea divisoria entre criterios extramusicales y musicales, sobre todo a la hora decomponer, puesto que el compositor utiliza todo su bagaje para el oficio. Uno de los puntos que intento incitaren este libro, es el estudio de los criterios musicales de manera independiente.
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hablaba Descartes) intentaron explicar y reducir su apreciacin a partir de los nmeros, los
espectrales en su fascinacin por el sonido intentaron, en nuestro tiempo, reorientar el eje
de la msica en l.
Esta contradiccin de los compositores espectrales sin embargo, se da en un nivel
prctico, puesto que esa actitud hacia la creacin musical que constituye realmente la
esencia del grupo Litineraire, no solo tomaba el sonido como modelo, sino tambin la
percepcin musical, y en esto reconocen la construccin subjetiva del fenmeno musical.
Sin embargo, existe una pequea si no nula exploracin de la percepcin a nivel
composicional en los compositores espectrales. Se mantienen en la actitud tradicional de
tomar la percepcin musical como algo ajeno a la realidad musical, marginal,
mantenindose en las ya absurdas concepciones filosfico-musicales de la msica objetiva,
independiente, que se expresa en trminos de s misma. Por otro lado, la exploracin sobrepercepcin musical es aun prematura.
Gran parte de las investigaciones sobre percepcin musical, hechas en su mayora
por psiclogos23, son hechas con una aproximacin empirista ciega, sin respaldar sus
conclusiones en un modelo terico sobre el fenmeno musical de mayor envergadura, ni
tampoco utilizando los resultados para intentar generar algn modelo. Por ello, las
investigaciones de percepcin musical por parte de los cientficos se limitan a las formas
bsicas de percepcin auditiva como por ejemplo las agrupaciones gestlticas y la memoria
musical y sus lmites. Ante esto, la existencia de modelos tericos se vuelve necesaria para
poder sobrepasar esta era de estancamiento creativo en pos de la msica y de sus roles
sociales, lo cual nunca se lograr si no se sobrepasa la enfermedad de las ciencias sociales
modernas, el empirismo cuantificable, en el que lo que no es cuantificable no vale la pena
ser estudiado; la psicologa cognitiva, la antropologa y las ciencias polticas pecan de esta
falta.
Si bien es cierto que la percepcin bsica es necesaria para comprender la manera en
que se construye la msica, sta no constituye la experiencia musical. La msica es un
fenmeno complejo y el conocimiento emprico por s solo difcilmente podr explicarla en
un tiempo razonable: requiere de una base terica. Los datos empricos de agrupacin
23 El problema de que sean exclusivamente psiclogos quienes desarrollan las investigaciones es que unpsiclogo, sin un nivel de praxis musical, carece de la intuicin que un buen cientfico debe tener paraorientar de manera correcta la investigacin.
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gestltica y de memoria musical no pueden aportar mayormente a la composicin musical
si sta no se enmarca en un contexto sobre lo que constituye realmente el fenmeno
musical. Las composiciones musicales que toman en cuenta criterios perceptuales, solo se
enfocan en cmo almacenar mejor la informacin y cmo el auditor puede lograr
digerirla mejor, pero no se preocupan de los niveles ms altos de construccin mental. Esto,
dentro del minsculo porcentaje de compositores que s consideran, aunque sea un poco,
criterios de percepcin sonora. Ese empirismo ciego de la, por cierto, escasa investigacin
en psicologa de la msica poco ayuda a la creacin de arte. Es un hecho que la mayora de
los psiclogos de la msica a la hora de discutir niveles ms complejos de musicalidad,
mencionan los valores culturales y abandonan el tema quizs por terror a lo subjetivo.
Quienes s se ocupan de esa subjetividad son algunos musiclogos y etnomusiclogos. Lo
cierto es que si estas disciplinas no se escuchan entre ellas, difcilmente se podr lograrcomprender algn da el fenmeno musical.
Empirismo ciego, compositores desinteresados y conceptos filosfico-musicales
aejos son la limitante al desarrollo de la creacin musical en el siglo XXI a lo que se suma
la necesidad de comprender la cognitiva musical, la naturaleza del fenmeno musical, ms
all de la percepcin bsica del sonido.
La Msica Fractal
Otro procedimiento, ms reciente que los anteriores, es la aplicacin de principios
de la geometra fractal a la elaboracin se secuencias musicales. El Setde Mandelbrot fue
descubierto (por el matemtico del mismo nombre) en la dcada de los 80, por lo cual la
msica fractal, como le llaman quienes la practican, aun est en una etapa exploratoria. Si
bien es cierto esta prctica no tiene relevancia mayor en la msica contempornea, la uso
como ejemplo para demostrar el efecto del abuso de los criterios extramusicales es su etapa
germinal.
La geometra fractal tiene la particularidad de generar patrones (en principio
visuales) regulares pero no idnticos, a partir de una ecuacin que se alimenta
recursivamente en el plano de los nmeros complejos. En otras palabras, a una ecuacin se
le asigna un valor numrico complejo Z y el resultado de dicha ecuacin es retroalimentado
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a la misma de manera recursiva, generando otro resultado. Este procedimiento se itera un
nmero dado (por lo general muy grande) de veces, a travs de un ordenador. La
particularidad de los nmeros complejos Z es que constituyen un par ordenado en R, los
reales, de la forma (x,y). De esta manera se los puede representar grficamente en un x-axis
y un y-axis. Aplicado a nociones musicales, estos nmeros complejos pueden constituir una
altura determinada en el eje vertical y una ubicacin temporal en el eje horizontal, siendo
mirado desde el punto de vista del pentagrama en la partitura.
Existen mltiples sitios, applets y software de generacin de msica fractal en
Internet que son de acceso gratuito. Sin embargo este procedimiento est todava en una
etapa muy arcaica de desarrollo. No es de esperar en primer lugar que los mismos patrones
capaces de inducir una apreciacin esttica en el campo visual sean as de efectivos en elplano musical/acstico. Un problema de esta msica fractal es que, a pesar de generar
patrones recurrentes que vuelven sobre s mismos como en la geometra fractal, terminan
siendo solo eso, patrones. Esos patrones carecen de musicalidad en el sentido de
evolucionar en el tiempo. Incluso la msica minimalista evoluciona en el tiempo, de
manera muy gradual, pero desvindose constantemente. Esto es algo natural de toda msica
puesto que la msica es un devenir temporal. La msica fractal existente hasta ahora es un
eterno repetir de patrones similares lo que la hace en realidad poco musical. No quiero con
esto desestimar las posibilidades de utilizar los principios fractales en la generacin de
patrones y la composicin musical. Es un desafo para los compositores que opten por este
camino, sin embargo, aplicar estos principios de manera musical y no solo generando una
iteracin recursiva de una ecuacin en un programa, aplicar samples a la secuencia MIDIy
publicarlo como una composicin musical. Creo que se debe profundizar en mayor medida
en cmo aplicar la geometra fractal de manera musical, aplicando criterios ms vastos que
solo la mecnica iteracin de una ecuacin. En otras palabras, la geometra fractal puede
funcionar como tcnica de organizacin mecnica de los elementos musicales, pero debe
estar acompaada de una reflexin musical en torno a ella.
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Sobre los criterios extramusicales (sntesis)
El hecho de que los criterios seriales y aleatorios de composicin no guarden
relacin con lo estrictamente musical, es decir, que sean extramusicales, no significa que no
puedan manifestarse de manera musical. Es ms, existen, aunque no muchas, obras seriales
y aleatorias de una musicalidad evidente. El problema, naturalmente, radica en utilizar los
criterios intelectuales de forma a priori a un fin estrictamente musical. Con mucha
facilidad, y en manos de compositores carentes de criterio musical, la mecanizacin de la
composicin con criterios extramusicales puede convertirse en un fin en s mismo,
perdiendo su sentido. En este sentido Boulez y su mana por la construccin de la obra y su
no preocupacin confesa sobre el sonido de la misma es un claro ejemplo del vicio en el
que se puede caer. El peligro de los criterios extramusicales es generado por los buenos
compositores, que utilizando criterios ajenos a lo musical, aun as logran aplicarlos demanera musical. Ese peligro se traduce en otros compositores que interpretan dichos
criterios como poseedores de contenido musical en s. Hay que darse cuenta que los
criterios de composicin no se relacionan con el hecho sonoro ms que en la conciencia del
compositor y del analista, y que el auditor esta ajeno a ese hecho. En este sentido el buen
compositor del siglo XX no se diferencia por utilizar criterios ms complejos que otro, sino
por lograr, gracias a su intuicin musical no intelectual, una coherencia que existe
independientemente de las relaciones abstractas de la obra. En este sentido existe necesidad
de replantear el anlisis musical como disciplina acadmica.
A lo ms un procedimiento puede entregar una materia sonora con la que trabajar,
pero es trabajo del compositor utilizar su gusto y fineza composicional para hacer de ese
objeto sonoro algo musical.
Conclusin captulo I
Las alternativas al intelectualismo en la msica surgieron constantemente
desde la segunda mitad del siglo XX. Pero hasta ahora ninguna ha sido capaz de marcar una
lnea de desarrollo sustentable, por la simple razn de que la mayor parte de dichos criterios
son ajenos al hecho musical. Lo aleatorio no constituye una verdadera opcin musical y
tambin cae en el juego intelectual. Lo concreto y lo electrnico han presentado nuevas
maneras y objetos, pero por algn motivo han encontrado serias dificultades en la
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aplicacin musical de esos elementos. El movimiento espectral, a pesar de generar una
autntica particularidad sonora y musical en el nivel prctico, es falaz en su planteamiento
del sonido como modelo, no constituyendo un verdadero camino a seguir, sino
estrictamente un episodio en la historia de la msica. El minimalismo por otro lado, ha
planteado tanto una sonoridad particular, como tambin un camino que se puede explorar
(la estrategia de informacin reducida), sin embargo, tampoco plantea una visin global de
la msica y as mismo, una sola estrategia de composicin es tambin reducida en
posibilidades, haciendo que toda la msica minimalista sea muy parecida en lo que respecta
a la forma y el desarrollo de la msica.
Como adelanto, todos estos movimientos, incluyendo el serialismo, abogan por el
abandono de lo extramusical No parece contradictorio? Obviamente, lo extramusical
para ellos no es perfectamente compatible con los criterios de composicinextramusicales. Muchas veces se refieren en realidad a recursos artsticos o conceptuales
ajenos a lo sonoro, por ejemplo el teatro, la plstica y lo visual, el gesto, etc. Sin embargo,
as como el sonido no constituye directamente lo musical, tampoco lo no-sonoro
necesariamente constituye algo no-musical. Se podra afirmar que una de las caractersticas
de la experiencia musical, como categorizacin ms especfica de lo que nosotros
consideramos como msica, es la continuidad y, especficamente, la continuidad de la
experiencia sonora. La continuidad musical no es un estmulo sonoro sin interrupciones,
sino una experiencia sonora que hace sentido ms all de su aplicacin prctica. La
continuacin de ese sentido en el tiempo es lo que llamamos msica. Quiero as dar, como
primer somero argumento para no excluir los recursos extramusicales o no-sonoros, el
hecho de que estos mismos pueden ayudar a generar esa continuidad de sentido. Un
estmulo no-sonoro o extramusical puede generar cohesin en una obra cuya realidad
sonora por s sola es dbil en coherencia. El ejemplo de Sequenza III de L. Berio es notable.
Cathy Barberian, esposa del compositor y primera intrprete de la pieza, aport a la obra un
elemento que ayud a que sta se sostuviera, tanto a nivel sonoro-musical como a nivel de
atencin del auditor: ella acompa las secuencias de 10 segundos de la obra con distintas
expresiones faciales y gestos, que relacionaron los sonidos con la experiencia vital corporal
de una persona, creando un mayor vnculo entre lo sonoro y la experiencia de los auditores,
intensificando as la experiencia musical. Imberty lo seala:
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