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UNIVERSITÀ DEGLI STUDI DI SALERNO
HACIA EL DESARROLLO DEL HUMANISMO INTEGRAL EN LA
POLÍTICA: EL CAMILISMO
FREDY DE LOS REYES CORREDOR PUERTO
Tesis presentada como requisito para optar al título de:
Magister en Ciencias Políticas
Directora:
LUCIA PICARELLA
Doctora en Ciencia Política y Teoría e Historia de las Instituciones
Políticas Comparadas de la Università degli Studi di Salerno (Italia)
Universidad Católica de Colombia- Università degli Studi di Salerno
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Nota de aceptación:
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Firma del evaluador
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Firma del evaluador
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Firma del evaluador
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Bogotá D. C. 2018
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HACIA EL DESARROLLO DEL HUMANISMO INTEGRAL EN LA
POLÍTICA: EL CAMILISMO
FREDY DE LOS REYES CORREDOR PUERTO
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA- UNIVERSITÀ
DEGLI STUDI DI SALERNO
MAESTRIA EN CIENCIAS POLÍTICAS
BOGOTA D. C
2018
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AGRADECIMIENTOS
Todo comienzo tiene un final…
Quiero agradecer la paciencia y tenacidad de la Dra. Lucía Picarella, que
durante el tiempo de elaboración de este trabajo, no solamente tuvo
paciencia con mi tozudez y desorden, sino con esos aspectos que me faltan
como investigador.
Gracias a la Universidad Católica de Colombia, es la institución de mi vida
y de mi profesión, literalmente es mi segunda casa, desde que en el año
1990 que ingresé a su Facultad de Derecho, a la Universidad de Salerno,
tengo que reconocerle el esfuerzo que hace con su plantel de profesores, la
calidad y la calidez de la educación que imparte y la objetividad del
programa de la maestría.
Este trabajo se debe a muchas personas, unas que están conmigo cercanas,
en su mayoría son mujeres, las mujeres de mi vida, algunas de esas
personas están lejos o no pueden estar, ellas hacen parte de estas líneas, los
estudiantes judicantes, que con sus preguntas sobre Camilo y su apoyo
ayudaron a construir este trabajo. Este trabajo se hizo en el escritorio donde
a diario se sientan personas de todas las condiciones, se hizo pensando en
ellos y en sus dificultades, una forma de aplicar el amor eficaz, es a través
del servicio público, el servicio que me permite conocer los efectos de la
pobreza y la violencia, creo que en medida mayor los niños y las niñas, sus
expectativas, su desesperanza, fueron los principales motores de este
conjunto de caracteres, a todos ellos y ellas, y a ti, Gracias.
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CONTENIDO
INTRODUCCIONééééééééééééééééééééééééé6
CAPITULO I. LA SEMBLANZA DE UN PENSADOR Premisaéééééééééééééééééééééééééééé..16 1. El contexto histórico-político colombiano: una panor§micaééé.éé.17 2. El humanismo en Camilo Torreséééééééééééééééé.. 24 3. La combinaci·n entre religi·n y acci·n pol²ticaéééééééé.éé.39 4. La teología de la liberación y el cura Camilo Torreséééééééé..50 Conclusioneséééééééééééééééééééééééééé.53 CAPITULO II. ñEL CRISTIANISMO ES UN HUMANISMO INTEGRALò Y ñLA VIOLENCIA Y LOS CAMBIOS SOCIALESò: HACIA LA PRAXIS DEL PENSAMIENTO POLÍTICO DE CAMILO TORRES. Premisaééééééééééééééééééééééééééé.é57 1. El cristianismo es un humanismo integraléééééééééé.. 59 2. La Violencia en las Zonas Rurales de Colombiaé.éééééé..68 Conclusionesééééééééééééééééééééééééé.101
CAPITULO III. LA PLATAFORMA DEL FRENTE UNIDO: UN APORTE PARA LA PAZ, UN MOVIMIENTO DE COHESIÓN O UN REFLEJO DE LA DIVISIÓN DEL PAÍS. Premisaéééééééééééééééééééééééééééé105 1. La Plataforma del Frente Unido del Pueblo Colombianoéééé 107
1.1. La exposición de motivos y la Plataforma del Frente Unidoé113 1.2 Objetivos del Frente Unidoéééééééééééééé....115 1.3 La reforma Agrariaéééééééééééééééééé..117 1.4 Reforma Urbanaééééééééééééééééééé..121 1.5 Planificación, Política y Nacionalizacioneséééééééé.122 CONCLUSIONESééééééééééééééééééééééééé..125
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INTRODUCCIÓN
“Creo que mi compromiso con mis semejantes de realizar eficazmente el
precepto del amor al prójimo me impone este sacrificio. La suprema medida de las decisiones humanas debe ser la caridad, debe ser el amor sobrenatural.
Correré todos los riesgos que esta medida me exija”.1
No hay nada novedoso en el nombre de Camilo Torres Restrepo,
da igual, la guerra de nuestro país ha hecho de la conciencia
colectiva una verdadera amalgama de conveniencias, políticas,
sociales y económicas. Desde mi perspectiva y como reflexión
personal, de manera crítica, puedo sostener que nuestro país no
aguanta héroes y no conoce su historia, y es una reflexión que no
es novedosa, concordando con el Nobel Gabriel García Márquez
quien se refiere a esta figura icónica:
“lo que más me interesa en realidad del mito de Camilo es, que es
una demostración más, demostración muy triste, muy dolorosa, de
que América Latina no cree en más, que, en héroes muertos, cosa
que sucedió exactamente con el Che Guevara. Es decir, en el
momento en que Camilo se sacrificó, por lo que estaba
defendiendo, muchísima gente, que no creía en él, empezó a creer
en él, como diciendo: -ah, como se hizo matar por eso-, entonces
decía la verdad, entonces tenía razón, esta experiencia hay que
interpretarla en el sentido, de que por favor no hay que esperar a
1 Declaraci·n del padre Camilo del 24 de junio de 1965, Inquietudes ñLaicos a la
hora del Concilioò El ñcasoò del Padre Camilo Torres. Ed. Tercer Mundo 1965 pg. 41.
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que el líder se muera para creer en él. Tenemos que creer en líderes
vivos.”2
En este sentido, el objetivo de la presente investigación será el
estudio y la comprensión del pensamiento de Camilo Torres
Restrepo, fundando claramente este análisis sobre los elementos
que contribuyeron en su desarrollo, con el fin de destacar la
herencia dejada en Colombia, y evidentemente, su extraordinaria
vigencia. Consideremos entonces a una figura histórica
ampliamente estudiada desde infinidad de puntos de vista, desde la
extrema consideración del eje de una lucha armada, hasta el
sociólogo motivador e innovador, el educador, que sienta las bases
del estudio y el análisis científico social. Este no es primer y
tampoco va a ser el último estudio que se presente de él, como un
personaje universal, con la capacidad de hablarnos de la realidad
social y política del país, con la asombrosa capacidad de abordar
los problemas sociales del país, desde el pasado, con actualidad y
de alguna manera vigencia, aún a pesar que tuvo en sus últimos
días de vida un fusil al hombro, inmerso en la clandestinidad, con
su beligerancia armada, con su esperanza puesta en un alzamiento
armado, ñ en una revoluci·nò.
De aquí, de hecho, surgen nuestras preguntas: ¿Quién entonces es
ese hombre que se refleja en pancartas en manifestaciones y en
desfiles de estudiantes al lado de hombres y nombres como Ernesto
Guevara, Fidel Castro O Sandino? ¿Quién es ese sacerdote que
fue capaz de trascender más allá de la homilía dominical de barrio,
para constituirse y construirse en imagen, icono de lucha social,
2 F. Norden, ñCamilo el Cura Guerrilleroò largometraje 1974, productor, Procinar.
Video que hace parte de la investigación Camilo Acción y Utopía, Línea de investigación en historia política de la Universidad Nacional, 1995.
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estudiantil y hasta armada, y hacer que su nombre se recordara con
tanta facilidad a través de las generaciones siguientes, incluso
después de su muerte?, ¿porque cobra vigencia cada vez que los
estudiantes marchan, o la guerrilla del ELN sale en noticieros?
Son preguntas que pueden parecer demasiado simples, pero en el
fondo arrastran un enigma, que propiamente fundamenta nuestro
problema de investigación, y que se refiere a la influencia ideológica
y política, y, por ende, a la vigencia, del camilismo. Una vigencia
que, además, subraya la importancia, para un candidato a magister
en ciencia política, de un trabajo sobre estos temas, sobre todo
ahora que estamos hablando de paz, que en los diálogos de La
Habana se han acercado posiciones supuestamente
irreconciliables que llevaron a un acuerdo - que aún se está
discutiendo desde diferentes frentes- que avanzó en la
desmovilización y el desarme, rompiendo además los paradigmas
de la guerra, entre el Estado y las FARC. Ahora que, además, se
busca por parte del Estado y la guerrilla del ELN un acercamiento,
con la posibilidad de sentarse a dialogar, un hecho materializado en
la instalación de la mesa de diálogos el 7 de febrero de 2017 en la
hacienda Cashapamba de Sangolqui en Ecuador, donde Pablo
Beltrán (jefe de la delegación del ELN) en su discurso inicial hace
referencia a Camilo Torres en cuanto al mensaje de unidad.
A lo mencionado, se une claramente una primera consideración de
tipo histórico-político, ya que se ha demostrado que nuestra
sociedad está inmersa en una violencia ambivalente, una violencia
que se transforma, que no busca salidas viables, que nunca se
debilita, la esperanza y el dialogo que generó en nosotros el deseo
de libertad y reivindicación popular y que sembró la semilla de una
transformación social posible, y que ahora tiene que servirnos de
salida frente a nuestra incompetencia frente a la violencia. De
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hecho, una sociedad que no revisa su historia, tiende a cometer los
mismos errores varias veces.
Entonces este ejercicio es un deber académico, retornar a las
fuentes de aquel pensamiento que de alguna manera influyó en el
debate histórico, ya sea para construir o para de-construir. En este
sentido, la investigación sobre el pensamiento de Camilo Torres se
hace vigente desde la perspectiva político-histórico-social del
movimiento guerrillero y más allá, teniendo en cuenta la influencia
dentro de los movimientos sociales y políticos que aún hoy en día
tienen trascendencia en la vida pública nacional. Esta justificación,
que además destaca la importancia de tales estudios para una
Maestría en Ciencia Política con énfasis en paz, resulta
trascendente teniendo en cuenta no solo que hoy en día se está
hablando de paz, de reconciliación, de Justicia Transicional y de
reparación, sino también de la importancia de reconsiderar al icono
como un ser humano, un humanista integral que frente a los
debates de su época termina con la frustración de delegar sus
esperanzas en la guerra, esa misma guerra, que analizó y
cuestionó, la guerra como tema de su quehacer académico. Camilo
Torres es más que un sociólogo o un estudioso de la realidad
nacional, es un político que entiende la diversidad, preparado
incluso para asumir el fracaso de su inteligencia, fracaso que
representó su incorporación a las filas del ELN, no porque estuviera
equivocado ï quien es un estudiante, para juzgar las decisiones de
otro -, sino porque su fugaz paso por la guerrilla, privó al país de su
conciencia, también de su análisis y lo sumergió en la oscuridad de
lo cuestionado, de lo desdeñado, un hombre que no se apartó de
su fe, porque no renuncio a ella, simplemente ejerció su ministerio
de manera integral, un hombre político, convencido de su papel en
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la sociedad. Bien lo destacaba German Guzmán, amigo personal y
uno de sus biógrafos más apasionados:
“No se le puede interpretar como un accidental episodio
momentáneo de la problemática colombiana o del acontecer
latinoamericano, porque tiene dimensión y trascendencia históricas.
Se evade del presente para proyectarse en el futuro. Es ahí donde
cumple su destino.”3
Camilo Torres Restrepo como una figura de pensamiento político,
cobra, entonces una vigencia inédita, reflexionar sobre su obra,
sobre su vida, se convierte en una forma de reconciliarlo a él con la
historia que lo marcó, que es su paso por la guerrilla, y que en
definitiva desestimó su legado. En consideración, por lo tanto, de
esta perspectiva, mediante una metodología cualitativa-descriptiva,
en la primera parte la investigación, partiendo de la diferente y
masiva literatura, se abordará la personalidad de Camilo Torres
Restrepo con el fin de evidenciar el desarrollo del pensamiento de
Torres, relacionando este desarrollo y este pensamiento con el
contexto histórico-político de Colombia en aquel tiempo. Esa forma
de abordar el personaje, nos va a llevar a analizar, en el primer
capítulo, el concepto de humanismo en Camilo Torres Restrepo, en
tanto que el ser humano debe concebirse como eje central de su
discurso, donde asume el protagonismo de ser, en tanto que agente
social, el destinatario del beneficio de la idea y de la construcción
de ciudadanía, así como de toda política pública, pero como ser
social y determinante, es autónomo, independiente y consecuente.
3 G. Guzmán, Camilo. El cura guerrillero, Ed. Universidad INCCA de Colombia, 1967, pag. 1.
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Como se observará más adelante, Camilo destaca el eje central de
su actividad social, sacerdotal y política, en otorgarle un verdadero
sentido al hombre en su contexto social y al ciudadano en sus
dimensiones de servicio, de reconocimiento y de participación,
generando una antropología dinámica y dialéctica más allá de lo
que cualquier personalidad de su época en nuestro contexto
latinoamericano había pensado. Pues como estudioso del ser
social, como creyente y como sacerdote, concibe al ser humano en
su integridad, participativo y constructor de su historia. Camilo
nadaba contra la corriente, desde el cristianismo, porque todas sus
reflexiones fueron contundentes y visionarias, tanto su iglesia como
su sacerdocio, debía ir de la mano con el desposeído,
representando el cristianismo más allá de los púlpitos, para hacerlo
real. Dice el mismo:
ñNuestro papel debe ser doble: 1) de preservación: la sal no se
puede corromper. Por eso debemos tener un capital de virtud, para
poderla transmitir y un caudal de ciencia, para poder enseñar, que
es nuestro principal deber. 2) de perfeccionamiento: no sólo
debemos santificarnos para nosotros mismos. Debemos hacer
santos a los demás. Debemos sazonarle las almas a Dios para que
las reciba puras.ò4
Sobre la base de estas premisas, en el capítulo segundo se
estudiaran dos textos de Camilo Torres; el primero, ñEl cristianismo
es un Humanismo Integralò5, en plena referencia a su concepción
del humanismo integral, hace un acercamiento a lo que espera del
cristiano, entendiendo la necesidad que desde la fe, se entienda,
4Ibid.
5 C. Torres Restrepo, Escritos, Ed. fundación Procultura, nov. 1985, pág. 37.
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primero al hombre más tarde al ser religioso inmerso en él. El texto
escrito en un periodo académico de su vida, entre los años 1956 y
1963, corresponde a un periodo donde Camilo tiene una actividad
social intensa, y, el cristianismo dentro de esa visión que el
demuestra en ese periodo, debe estar comprometido con los
cambios sociales, el cristiano en consecuencia está vinculado con
esos cambios político-social, y su profesión de fe, está en todo acto,
marcada por ese compromiso.
El segundo escrito que evaluaremos en este capítulo, es el ensayo
ñLa violencia y los cambios sociales en las §reas rurales
colombianasò6, donde se va a ver como se despliega en Camilo su
amor eficaz y su humanismo cristiano, a través de ese ensayo, se
va a observar ese ser humano comprometido, pero a la vez
científico y crítico de la sociedad y de la historia. Se buscará ser fiel
al texto camilista, atendiendo la necesidad de descubrir en el
lenguaje del propio Camilo, la forma de crear y de raciocinar sobre
el problema social y su diagnóstico como una visión sociológica del
mismo y un aporte que adquiere vigencia para atender los
problemas actuales de la golpeada Colombia. Vamos a ver como
aborda Camilo Torres la concepción de humanismo integral, como
la define, cuales son los elementos que se distinguen en sus
artículos y hacia donde orienta el horizonte del académico social y
el político que es Camilo, y como se señala ese derrotero dentro de
su concepción de Humanismo, además como ese pensamiento
adquiere vigencia tanto para entender el fenómeno de la violencia
6 Sobre ese trabajo, se han encontrado referencias en todos los autores, sin embargo, para este trabajo la referencia en relación con este y el título corresponde a la publicación en el libro Camilo Torres, Cruz de Luz, FICA, 2006, pág. 64, se hace esta claridad porque en esta específica publicación se acorta el t²tulo a ñLa Violencia y los Cambios Socialesò y en este orden de ideas en el capítulo correspondiente se utiliza este título para abordar el artículo de investigación.
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en nuestro contexto como para comprender, per se, el pensamiento
político del sacerdote guerrillero. La elección de estos dos artículos,
teniendo en cuenta la magnitud del pensamiento camilista, la forma
como entiende la vocación de servicio y la forma como entiende el
desarrollo de la violencia, es a mi juicio, guiada por la insuperable
magnitud del pensador político que aborda su concepción del ser
humano y lo plasma materialmente en un trabajo de investigación,
utilizando los dos parámetros que han demarcado su acción, de una
parte su vocación académica y de otra su servicio a la comunidad,
al ser humano, partiendo de sus interés por el otro, por el propio
sentido del amor eficaz. Razón por la cual no es extraño que se
escojan dos artículos que en apariencia son distantes entre sí, pero
en realidad no lo son, ya que conforman dos de las dimensiones
que aborda el personaje de Camilo Torres, en su accionar político
y humano.
Para el desarrollo del tema de este trabajo de investigación es
importante entender el pensamiento político de Camilo, no obstante
que pareciera marcar una línea de tiempo entre el Camilo Torres
previo a su ingreso a las filas guerrilleras del ELN, con su
compromiso social y académico, la participación en las diferentes
actividades sociales, y claro, el Camilo posterior al ingreso a la lucha
armada, es decir el Camilo comprometido en la lucha, y en este
punto existe gran cantidad de documentación.
También exige un compromiso moral y ético con la figura del
pensador en el sentido que el objetivo principal de esta
investigación se finca en el pensamiento y el aporte, desde la
perspectiva del ser humano, desde la concepción romántica y
absolutamente maravillosa del servicio, del amor al prójimo
entendido como amor eficaz y el humanismo integral, sin embargo,
la cantidad de documentación que existe, haría demasiado denso
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el trabajo de investigación, para citar solo algunos, se tiene por
ejemplo, que entre agosto y diciembre de 1965, Camilo produjo una
serie de documentos a los que el mismo t²tulo como ñMensajeò,
documentos que tienen una hilaridad de concepciones bien
interesantes, en donde a través de su pensamiento, capacita,
orienta, advierte, pregona, anticipa y señala. Por lo tanto, mensajes
que bien podrían ser una guía dentro de un proceso de
entendimiento de la realidad colombiana que, aunque tienen un
origen en la línea de espacio tiempo de la historia, adquieren
vigencia, si tenemos en cuenta que son producto del entendimiento,
el análisis y la observación de Camilo de una realidad colombiana,
que no ha cambiado mucho a través de los años, aunque otros sean
sus protagonistas.
En esta perspectiva, para el último capítulo, se acudirá entonces al
documento político que representa más exactamente el universo
del pensamiento camilista, y que es concordante con su posterior
actividad en la guerrilla, es la plataforma del Frente Unido7, como
un clamor político a actuar, un llamado a todos los beligerantes, a
todos los que, de alguna manera política, procuraban un cambio de
estructura social, bajo unos puntos bien determinados, puntos que
por su simplicidad tienen coherencia con el desarrollo de Colombia,
7 En enero de 1965 inició contactos para comunicarse con la comandancia y en febrero lanzó la plataforma Frente Unido de Movimientos Populares, que propugnaba una reforma agraria radical y la nacionalización de la industria y de los productos del subsuelo. El documento puede ser consultado en archivochile.com/Homenajes/camilo/d/H_doc_de_CT-0037.pdf, Biblioteca Digital del Centro De Estudios Miguel Enriquez Ceme, Chile.
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y donde reúne todo aquello en lo que cree y todo aquello por lo que
Camilo aún vive.
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Capítulo I
La Semblanza de un Pensador
“Cuando existen circunstancias que impiden a los hombres entregarse a cristo, el sacerdote tiene como función propia combatir esas circunstancias, aun a
costa de su posibilidad de celebrar el rito eucarístico que no se entiende sin la entrega de los cristianos.”
Camilo Torres8
Premisa En este capítulo, se analizará el desarrollo del pensamiento de
Camilo Torres. Para estos fines, empezaremos con una
sensibilización histórica de la época en que vivió, conocerlo a través
de la sociedad que lo conoció, también, conocer con la ayuda de la
historia contada en documentos, la influencia de la época en él o su
influencia personal, política y social, en la época que le tocó vivir.
Este estudio nos permitirá, por último, abordar su pensamiento
político. Indagar en la historia, favorece observar al hombre en su
pensamiento, el icono que ha sido víctima de la manipulación
mediática, y lo que hubiera podido representar para un país que se
ha de-construido partiendo de la intolerancia, el aislacionismo y la
polarización. En este sentido, por lo tanto, este capítulo pretende
acercarse a la humanidad del sacerdote, del sociólogo, del
académico, del activista de derechos, del gestor político y del
cristiano comprometido, esta última dimensión entendida dentro del
car§cter humanista del hombre, su capacidad de sacrificio, ñel hijo
de Dios sacrificadoò entregado para la masacre, por la redención de
8 Declaración del Padre Camilo Torres, junio 24 de 1965.
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las culpas de las gentes y de los pueblos, el hombre convencido de
su amor eficaz, desde su propia percepción9.
Trataremos por lo tanto estudiar el humanismo del hombre que
piensa, que se piensa a sí mismo y que piensa en las soluciones
para su sociedad, desmitificar la foto del hombre de dios con fusil,
y rescatarlo para la vida nacional, para los diálogos de paz, para los
quehaceres cotidianos de la política y para las políticas públicas.
Entendiendo que existe un compromiso como cristiano,
humanizado con su quehacer social y político, un ser humano con
un compromiso que lo acerca a su voluntad de vida, y que como
cristiano, que entiende las dimensiones de su personalidad, y que
entiende que debe presentar una actitud ante las realizaciones de
cambio de estructuras políticas y sociales.
1. El contexto histórico-político colombiano: una panorámica
“Después de lo expuesto, queda muy claro que el cristiano, en los países
pobres, no solamente puede, sino debe comprometerse en el cambio de
estructuras para lograr una planificación técnica en favor de las mayorías.”10
Sin duda, Camilo Torres fue un personaje superior a su época, no
porque se tratara de un caudillo nacido para el ámbito de la lucha
9 ñDescubr² el cristianismo como una vida centrada totalmente en el amor al prójimo; me di cuenta que valía la pena comprometerse en este amor, en esta vida, por lo que escogí el sacerdocio para convertirme en un servidor de la humanidad. Fue después de esto cuando comprendí que en Colombia no se podía realizar este amor simplemente por la Beneficencia, sino que urgía un cambio de estructuras políticas, económicas y sociales que exigían una revoluci·n a la cual dicho amor estaba ²ntimamente ligado.ò Solo mediante la revolución puede realizarse el amor al prójimo. Reportaje hecho por el periodista
19
revolucionaria, sino más bien por qué se trataba de un afanoso
pensador y político comprometido con su perspectiva humana, más
allá del interés personal, más allá de su carisma sacerdotal,
precisamente, al abordarlo como ser humano integral, se le
distingue, se le separa, se le aísla de la distorsión en que ha sido
sumergido, tanto por sus admiradores como por sus detractores.
Camilo nace el 3 de febrero de 1929, una época confusa en la
historia colombiana, las minorías burguesas se apoderaban de los
ingresos que el país recibía por la actitud reparadora de Estados
Unidos, que frente a los eventos que surgieron como consecuencia
de la perdida de Panamá. La nación del norte, se desbordó en
prodigar atenciones, desembolsando sumas de dinero que
fortalecieron esa pequeña burguesía, pero que nunca tocó las
esferas más pobres de la población colombiana. Esa época estuvo
rodeada de diferentes eventos de carácter social y político, pero
sobre todo violentos, y caracterizada por ejemplo por el nacimiento
del movimiento sindical, del movimiento socialista, así como por
eventos sangrientos, propios de cuentos de ciencia ficción, pero a
la vez reales y macabros, como la masacre de las bananeras, y la
alternancia política como una forma cíclica de repetir nuestra
historia, alternancia representada por gobiernos liberales
demagógicos, intercambiando periodos de gobierno, con
conservadores sensiblemente distintos, motivados por tradiciones y
compromisos con linajes familiares. Las diferencias sociales eran
evidentes, el sur distante para el norte acomodado, mientras los
francés Jean Pierre Sergent en la segunda mitad de 1965 y publicado por HORA CERO, México, el 1 de Junio de 1967.
10 ñConsecuencias de la programaci·n econ·mica para el apostolado en los pa²ses subdesarrolladosò. La revolución, imperativo cristiano. Con este título publico la Democracia Cristiana, a finales de 1965, la ponencia preparada por Camilo Torres para el II Congreso Internacional de Pro Mundi Vita, realizado en Lovaina del 8 al 10 de septiembre de 1964.
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habitantes de las zonas burguesas se deleitaban en su prosperidad
y su acomodo, los pobres sufrían la situación de desprotección,
abandono y aislamiento.
Al mirar el contexto histórico, pareciera que tuviéramos que hacer
un recorrido funesto por las bases de nuestro sistema político y
social: en primer lugar, Colombia en el comienzo del siglo XX, es en
toda y cada una de sus partes, un país dividido. Aunque el sistema
social y político del siglo veinte es claro en Latinoamérica, porque
existe una clase urbana y una clase rural, la realidad colombiana no
es distante de ese contexto, desde lo institucional y político se tiene
la herencia del sistema predicado en la constitución de 1886,
constitución producto de la visión y el desempeño de Miguel Antonio
Caro y Rafael Núñez, distantes políticos, pero que, en su particular
manera de observar la política nacional, captaron desde su
perspectiva personal e individual la esencia de la identidad nacional,
haciendo confluir las fuerzas políticas y constituyendo el proceso
histórico de la Regeneración. Con la Constitución del año 1886,
Colombia adquirió una fisonomía republicana, con base en un
trípode constituido sobre la estructura de un estado de derecho,
fusionando las bases del derecho español y local, con las
innovaciones del constitucionalismo de la época, basado en el
derecho francés del siglo XIX y con origen en el derecho Romano,
es decir, históricamente una constitución republicana para un
estado de derecho, ubicado en los andes tropicales y con
aspiraciones europeas, muy bien y bellamente escrita, pero alejada
de la realidad y ajena a una gran parte del país.11 Esta apreciación
11 La doctora Lucia Picarella refiere este mismo fen·meno ñLa élite latina, por lo tanto, miró hacia las estructuras político-institucionales y socioeconómicas de las modernas naciones, que se transformarán en una fuente de inspiración para la nueva clase dirigente criolla que, todavía, en el largo periodo no fue capaz de administrar este difícil escenario, ocupado en breve tiempo por disfunciones, anarqu²a y caudillismo.ò Se evidencia una crisis de las estructuras pol²ticas de las
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que es totalmente personal, se distancia de lo que reflejan muchos
autores que la enmarcan dentro de la idea de un nuevo diseño
republicano de estado.12
Ahora bien, dentro de ese marco institucional se escriben las
páginas de la historia de Colombia; según la apreciación de Alfredo
Vázquez Carrizosa13 ñel derecho escrito no correspond²a a la
realidad de los actos ejecutivos y la carta del 5 de agosto de 1886
había regido tan solo en la teoría de las afirmaciones
gubernamentales, encontrándose casi siempre el país en estado de
anormalidad, bajo el imperio de la ley marcial.ò Y era verdad, el pa²s
histórico en el que nació Camilo Torres Restrepo, apenas se estaba
componiendo de las guerras internas partidistas, del desorden, que
dio nacimiento a la constitución del 86 y de las convulsas
calamidades de la forma parroquial en que la republica había
nacido, la pérdida de panamá, la guerra de los mil días, la dictadura
del quinquenio de Reyes, el movimiento que procuraba la
reinstauración del régimen constitucional, son apenas un reflejo de
las múltiples contradicciones de la época. En 1910 se hace una
nuevas repúblicas, y eso es parte del desajuste institucional de las naciones latinoamericanas que hoy en día se traduce en los problemas que son reflejados. Cfr. L. Picarella, ñTeorías y actuales dinámicas en el ámbito político-institucional Latinoamericano: una l²nea de lecturaò, Cultura Latinoamericana, Vol. 22, N. 2, Junio-Diciembre 2015. 12 ñEsta intenci·n se hace evidente si comparamos el notable Pre§mbulo de la carta con el artículo 2º. En efecto el preámbulo tiene su origen en el jusnaturalismo, fruto precioso de la cosmovisión agustino ï tomista, nacida en el seno de la iglesia cat·lica: ñEn nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridadé y con el fin de afianzar la unidad nacional, y asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la pazéò en tanto que armoniza y se integra en una totalidad org§nica con el art²culo 2Ü, (ñ la soberanía reside esencia y exclusivamente en la NACION y de ella emanan los poderes públicos, que se ejercer§n en los t®rminos que esta constituci·n estableceò proveniente de la ideología demoliberal francesa del siglo XVIII, que a su vez tiene raíces en el pensamiento protestante alem§n.ò C. Corsi Otalora, J. M. Crespo Ocampo, E. González, El Estado Auténtico, Ed. Senado de la Republica, 1997. 13 A. Vázquez Carrizosa, El Poder Presidencial en Colombia, Ed. Enrique Dobry, 1979 pág. 266.
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reforma constitucional, donde se cambia la figura del estado
autoritario, impuesta por la Constitución de 1886, amoldando la
carta máxima a los estándares de un nuevo ñrepublicanismoò, por
esta reforma se introdujo el principio de la elección del primer
mandatario por el sistema del sufragio universal, se busca una
República de poderes equilibrados, y la figura del presidente
constitucional: en realidad, se hace un verdadero cambio de
estructura política. Hacia el año del nacimiento de Camilo Torres
Restrepo, Colombia, no sólo, había pasado por un periodo de
estabilidad económica y política importante generada por esos
cambios constitucionales:
“la presidencia constitucional de partido con una oposición parlamentaria fue el
régimen que continúo después de 1930. Olaya Herrera concibió el movimiento
bipartidista llamado de “Cooperación Nacional”, que fue una especie de tránsito
del régimen de hegemonía conservadora a otra liberal, con la presidencia de
Alfonso López Pumarejo en 1934…”14
Lo que podemos observar es que Camilo Torres nace en ese
contexto histórico, y que, como hijo de una familia políticamente
activa y socialmente acomodada, él es testigo de los eventos
sociales y políticos en los que sus padres, Isabel y Calixto,
participan activamente, y no es ajeno, ni familiar ni políticamente a
ese entorno histórico. Algunos de los eventos históricos, coinciden
con la juventud de Camilo Torres, que creció en un ambiente de
14 Durante la presidencia de Pedro Nel Ospina entre 1922 y 1926 se crea el Banco de la República, como institución y por gestión que hiciera la misión KEMERER se creó la Contraloría General de la república como institución de carácter independiente encargada de ejercer la contabilidad del gasto público, en este periodo histórico aún destacan la intervención en la política de las jerarquías eclesiásticas, además tengamos en cuenta que aunque se buscaba estabilidad institucional, se había recaído necesariamente en vicios propios de las democracias de partido, con la hegemonía de los gobiernos de corte conservador. Cfr. A. Vázquez Carrizosa, op. cit.
23
comodidad aparente, propia de su clase social. Con su ingreso en
la facultad de derecho en la Universidad Nacional, tiene el primer
contacto con el mundo académico, y, propiamente en este periodo
universitario empieza a interesarse, a fascinarse con temas
religiosos y sociales, y en particular resalta en Camilo Torres en
interés que se despierta en él, con los discursos de los sacerdotes
dominicos franceses, que aparecieron en la comunidad universitaria
bogotana15.
De todos los autores que han escrito sobre Camilo Torres Restrepo,
quien mejor lo aborda desde el punto de vista estrictamente
biográfico, con una obra considerada como la mejor biografía de
Torres - si es que la universalidad de su personalidad, permite que
se mire desde el punto de vista objetivo y sin apasionamientos-, es
Walter J. Broderick, quien retrata a un hombre totalmente humano,
a través de un recorrido histórico, profundamente sensibilizado por
el ámbito mismo de la inquietud intelectual y la personalidad del
sacerdote.16
En el libro de Fernando Cubides17, se puede observar que, Camilo
Torres, el hombre, proviene de una familia disfuncional,
15 En particular los sacerdotes Nielly y Blanchet. Guzmán retrata esta influencia as²: ñUnos frailes dominicos, Blanchet entre otros, predican retiros espirituales. Camilo participa como ejercitante. El mismo decía que había encontrado en las pláticas de los franceses, algo nuevo, un lenguaje distinto, una aproximación honesta al hombre y al mundo. La ausencia de DIOS se convirtió para él en presencia y son, palabras que le o², comenz· a pensar.ò G. Guzm§n Germ§n, op. cit., pág. 9. 16W. J. Broderick, Camilo Torres Restrepo, Planeta, Santa Fe de Bogotá, 5ª. Ed., 1996. 17 F. Cubides, Camilo Torres: Testimonios Sobre Su Figura y Su Época, La Carreta, 2010; se hace una entrevista interesante a Gerda Westendorp, hermana de Camilo Torres, en la cual se refiere a la progenitora del sacerdote en los siguientes t®rminos: ñ Y fuera de eso es que ella se port· muy bien con Camilo, en el sentido del apoyo que le dio en todas sus ideas. Pero es que todo eso estaba de acuerdo con la manera de ser de ella, eso no iba en contra de ella. Eso no fue un sacrificio para ella, todo lo contrario: se sintió dichosa, expresada y reflejada en eso. Cuando hicieron el periódico, el Frente Unido, que ella, una señora bogotana, saliera a venderlo, a vocearlo en las esquinas, eso fue
24
enteramente beligerante, de una parte del lado materno, de
tendencia liberal, donde se consideran librepensadores, por el lado
paterno, Calixto Torres Umaña, su padre, era un liberal ateo,
reconocido médico e hijo de una familia burguesa de Bogotá, tuvo
alguna figuración en ámbito político como quiera que fue electo
Concejal de Bogotá en 1929, y participó activamente en diferentes
controversias surgidas de la administración pública18. El padre,
político en cuanto desarrolla la actividad en el concejo de la ciudad
como representante elegido popularmente por su partido, por el
contrario, el profesional como destacado pediatra dedicado a la
atención de sus pacientes y el académico como consagrado
profesor universitario, encargado de estructurar las nuevas
generaciones de pediatras del país, está última actividad donde
también plantea críticas y soluciones a la situación de la
educación19.
ñEl hombre hace con lo que han hecho de ®lò, esta frase adjudicada
a Jean Paul Sartre, se puede invocar al reflexionar sobre el núcleo
reprobado por toda su familia, que le cayó encima, pero eso a ella no le importaba. Pero fuera de eso, de que ella se sentía realizada en Camilo y formando parte de toda esa revolución (diríamos), fue maravillosa la manera en que lo apoyaba. Claro que eso le ayudaba mucho a Camilo, que su mamá le ayudara en sus cosas y yo creo que eso limó muchas de las asperezas y aristas de lo que hab²a sido el dominio de ella durante su ni¶ez.ò 18 Tiene posiciones bien definidas sobre lo que representa la moral pública, con posiciones que algunos de los autores determinan como origen o inspiración, de lo que más tarde representa la plataforma política de Camilo Torres. Valga por ahora señalar que es interesante, que, dentro de la estructura familiar, siendo Calixto Torres una figura que también aporta a la personalidad, desde su propia concepción de la vida como también de servicio, Calixto Torres aunque médico pediatra, muestra planteamientos claros, sencillos, políticos y públicos. También influyen en Camilo, a través de pensamientos y acciones claras sobre su desempeño público, en cuanto a moral y ética en el funcionario público y en la administración. C. Torres Uma¶a, ñProblemas Universitariosò, en Revista Universidad Nacional Bogotá. No. 45 (septiembre 1927) citado por O. Villanueva Martínez, Camilo Acción y Utopía, Universidad Nacional de Colombia, 1995. 19 Según el mismo: ñpara llenar sus funciones, el profesor universitario -el exponente más auténtico de la cultura de un pueblo, el verdadero fundador de su progreso- no debe ser mero tomador de lección, ni siquiera un repetidor de ideas ajenas, sino ante todo, un maestro de sí mismo, un perseguidor de verdades, un
25
familiar de Camilo Torres, y esta primera influencia en su estructura
de pensamiento. El presbítero Guzmán, en su obra sobre Camilo
previamente citada, refiere de la voluntad del sacerdote, que
describe a un joven activo pero interesado, un joven atemporal, la
inquietud de Camilo Torres está bien documentada, sus diferentes
biografías señalan como, el interés por el debate y la sensibilidad,
frente a las situaciones del día a día que lo rodean, hacen parte del
itinerario de vida del joven que se está construyendo.
2. El Humanismo en Camilo Torres
En Camilo Torres, el humanismo no se circunscribe únicamente a
la benevolente compasión manifestada en el rictus eclesiástico o
como la actividad sacerdotal, de guía espiritual, el humanismo es
integral, implica en todo sentido, acción, servicio y entrega, para
Camilo, esa vocación implicaba el máximo amor materializado al
prójimo, al servirle al prójimo, se acerca no sólo a la voluntad divina,
sino también a la naturaleza humana, una forma de hacer efectivo
el amor de dios en la tierra.20 Para Camilo Torres el cristianismo es
fundador de escuelas de investigación, sobre todo aquí donde las condiciones del medio imponen la creación de una ciencia autónoma. Más para esto es preciso remunerar el tiempo, y con el exiguo salario que de hoy disponen nuestros profesores no le pueden consagrar al magisterio el tiempo requerido, ni se podrán tener los t®cnicos nacionales que el pa²s necesita para su vida y su desarrollo.ò C. Torres Umaña, op. cit., pág. 41. 20 El profesor Pablo Guadarrama ñhace referencia al humanismo practico de José Mart², en los siguientes t®rminos: ñEl humanismo pr§ctico no se circunscribe a sentir compasión por los sufrimientos de determinados sectores sociales en situaciones de esclavitud, explotación o discriminación. Es práctico si logra sugerir algunas formas, vías e instrumentos para conseguir la eliminación de tales expresiones de enajenación, y ante todo, cuando el que lo propugna pone como ejemplo su revolucionaria actividad personal para alcanzar lo que propugna, como se puede apreciar en el caso del H®roe Nacional cubanoò. Cfr. P. Guadarrama González, José Martí: humanismo práctico y latinoamericanista, Editorial Capiro, Santa Clara, 2014, pág. 20.
26
un humanismo integral21, un cristiano es un obrero no solo de su
sociedad sino un constructor de su realidad, y debe por lo tanto
comprometerse no sólo con su fe sino con su actuar en la
transformación de la sociedad, de la sociedad de la que hace parte
y de la sociedad que debe transformar.
Se hace referencia al humanismo en tanto que el hombre, como tal,
con su esencia y su naturaleza, hace parte del centro de atención,
ya sea de una disciplina, de una ciencia o de una idea, en donde el
hombre mismo, es el que aborda una problemática del ser,
preguntándose por él mismo, cuestionándose a sí mismo, el
hombre, así con sus limitaciones y con su racionalidad, se coloca
en la centralidad, y en donde el sujeto es totalmente trascendente,
podemos entender que es el reflejo de un Camilo Torres Restrepo,
el estudiante inquieto, es sacerdote activo, que al mirarse así mismo
en su contexto social, académico, coloca en la centralidad de su
discurso y su método al hombre, ya sea social o político, y desde
luego religioso, porque entiende en su discurso que el cristiano
debe participar de manera activa en los procesos sociales.
Por lo que se puede extractar de sus escritos, y de la
documentación que ha sobrevivido a él, se puede colegir que
Camilo entiende en esta dinámica, no la relación de poder normal,
de la que se tiene el concepto generalizado, sino por el contrario, la
relación de poder, donde el pueblo actúa de manera unívoca e
integral para procurar su bienestar, participando desde el punto de
vista del ser humano más débil y desposeído hasta el más poderoso
21 Camilo Torres escribe en 1956 un art²culo que titula ñel cristianismo es un Humanismo Integralò, donde se revela el sentido que tiene para el sacerdote el papel del cristiano en los cambios sociales, y el papel del humanismo cristiano en relación con la realidad social de los pobres o desprotegidos, que en realidad constituye uno de los pilares en donde reposan no sólo sus convicciones religiosas sino políticas. Más adelante, se procederá a analizar los conceptos del sacerdote, utilizando como medio de estudio en esta investigación su ensayo.
27
social y económicamente, como una forma de entender un
desarrollo social armónico. El liderazgo aparece como tema
principal en muchas de sus manifestaciones escritas y en sus
discursos, así pues, nuestra realidad genera la necesidad del
surgimiento de figuras de líderes o grupos de personas que quieran
generar un cambio en nuestra sociedad, un cambio social, o un
cambio de estructuras, personas que se encuentren realmente
comprometidas, con fin de dar una solución positiva y asertiva a los
problemas sociales existentes, incluso corriendo con el riesgo de la
marginalización, discriminación y persecución de esos líderes, por
parte de entes -estructuras ya articuladas con ese fin- o personas,
debido a sus diferencias de pensamiento, nuestro país, ha
demostrado históricamente que no es realmente un país tolerante.
Muy a pesar de todo, el tener una visión técnica de las
problemáticas es imposible, más bien, la actividad y la visión, deben
acercarse a las realidades habituales personales para así poder
abarcar un análisis y generar soluciones personalizadas a cada una
de las cuestiones generales habituales, a la vez enmarcándolas
dentro de un ámbito científico trabajando conjuntamente para
comprender de manera razonable las posibles salidas a esas
problemáticas.
Para Camilo Torres, el conjunto de los problemas y la sociedad
tiene sus pros y sus contras, además de la burocratización que
separa fuertemente a los individuos, a pesar de la visión científica
que en principio pretende abordar en sus estudios sobre las
problemáticas nacionales, Camilo considera que cualquier equipo
de estudio, cualquier grupo académico, como era en principio su
sueño, se había de consolidar para romper los límites y barreras de
la ignorancia colectiva, evitando así la separación de los individuos
representativos, para lograr este objetivo, el mismo Camilo,
28
considera que se debe presentar públicamente todas las
investigaciones y conclusiones para ser estudiadas por la opinión
pública. Desplazando la responsabilidad de generar soluciones
desde arriba, para hacerlas propias, las soluciones a los diferentes
problemas sociales, deben partir desde la base, los propios
afectados, la sociedad, los desposeídos y el pueblo, que al fin de
cuentas, es quien como figura abstracta, debe generar los cambios
necesarios para superar sus dificultades.
Ese humanismo, retratado en la acción se refleja en lo que se
escribe de él, una forma de ejemplo que navega hacia la concepción
singular definici·n del hombre como un hombre de ñRaizal
pensamiento revolucionarioò22, para Camilo Torres la mejor forma
de enseñar es con el ejemplo. Y de verdad que, como agente de
cambio social, como sacerdote, como investigador y como político,
fue el primero en dar ejemplo de su propia sentencia: enseñó a
investigar para transformar, no solo era parte de su propio discurso,
sino que además en sus actividades, como en la Acción Comunal
22 K. Pe¶a y N. Herrera, ñNuestro Camilo Torres: un ñRaizalò Pensamiento Revolucionarioò, en Id., Camilo Torres el Amor Eficaz, Ed. América Libre, 2010.
29
Universitaria de Tunjuelito (Bogotá), enseñó a confiar en los valores
del pueblo.
El Humanismo en Camilo Torres está representado en todas las
dimensiones de su vida como sacerdote en la capacidad del servicio
y el compromiso cristiano de la atención y el respeto al otro, así
como también el reconocimiento de la igualdad, que es el
compromiso del servicio, para el más débil y desfavorecido. Se
puede observar esa capacidad de respeto, en un reportaje de 1956
con el periodista Rafael Maldonado Piedrahita, en ñConversaciones
con un Sacerdote Colombianoò:
“¿que opinión concreta le merece la actual constitución económica del País? - No
sé si es que soy demasiado unilateral, pero considero que la base de la mayoría
de los problemas del país tiene su origen en la falta de técnicos. Esta anomalía
produce un efecto psicológico muy claro: aunque haya verdadero interés en
realizar grandes obras, falta el material humano. No hay actualmente un grupo
de economistas que esté tratando de realizar un plan serio y positivo.”23
Cabe resaltar que esta preocupación por las necesidades del país
se ve reflejada, como una constante en las diferentes
intervenciones del sacerdote durante su vida pública, y son de
alguna forma reconocidas por diferentes escritores. El humanista
que Camilo representa, es un humanista que cree en la realidad,
pero que sueña con la transformación de esas realidades políticas
y sociales, y las sueña sin verlas muy lejanas o imposibles, incluso
a pesar de su profesión de fe, en la misma entrevista concedida a
Rafael Maldonado Piedrahita, afirmará:
“La iglesia sin embargo opina, con su visión en nuestro concepto subjetiva de las
realidades, que el espíritu es la fuente de todas las soluciones humanas. Esta
23 C. Torres, Escritos, FundaciónPro Cultura, 1985, pag 18.
30
tesis nos parece incompatible con su afirmación anterior, ya que usted considera
que la economía es la base fundamental de los problemas políticos, sociales y
humanos del país. ¿Que opinión nos puede dar al respecto? … -
- considero que la iglesia en su doctrina oficial, dice que la principal solución es
la espiritual. Pero en ninguna manera rechaza las soluciones económicas,
políticas y sociales. Por otro lado, preconiza la acción simultánea en todos estos
órdenes y condena expresamente una acción unilateralmente espiritual en el
terreno social. Otra cosa es que en la práctica, debido a las debilidades humanas
de los católicos, no se siga esta orientación.ò24
Camilo Torres Restrepo tiene como cosmovisión de su catolicismo,
de su humanismo católico y comprometido:
ñEl humanismo cristiano es integral y nunca hemos creído que la técnica y las
realizaciones humanas vayan contra lo que usted llama “soluciones celestiales”.
Otra cosa es que la iglesia, como toda sociedad humana, esté también sujeta en
la exposición de su doctrina y en la insistencia sobre uno u otro punto de esta, a
las exigencias históricas. Estoy de acuerdo en que ahora se le da más
importancia a esa parte económica y social que antes se había descuidado.”25
Es evidente en Camilo Torres, no sólo su confesión de fe, sino el
humanismo que pone en práctica sobre las bases del servicio a los
demás, el amor definido no sólo en la entrega sobre sus votos
sacerdotales, como las labores encomendadas al sacerdote, sino
también como la forma que tiene él, de acercase a los más
desfavorecidos, sobre la base no solo de la ciencia sino de la
acción, tornándose esta práctica en la materialización misma del
amor, como amor eficaz. Totalmente abierto, totalmente dispuesto,
amor eficaz que va más allá de los dogmas y se materializa en la
participación con la comunidad, en el servicio, Camilo construye
24 Ibídem, pag 20. 25 Ibídem, pag 20.
31
puentes entre la realidad social y la fe, entre las divergencias
filosóficas de las teorías y la necesidad de actuar protegiendo a los
sectores humildes, a los campesinos, a los estudiantes, el hombre
de la fe, el hombre de la ciencia, representaba unidad, representaba
compromiso y representaba una forma de revolución desde el
mismo sentimiento de religiosidad, apegado a los principios
cristianos, Camilo procuraba en sus discursos acercar las diferentes
posiciones ideológicas, comprometido en la construcción de un
mundo fiel a la moral cristiana, un mundo y una sociedad
integradora, con la palabra evangélica, alternando la práctica y el
discurso, en la acción. Al respecto se refiere en la entrevista con
Rafael Piedrahita, y que hemos estado citando:
“¿esa pregunta me la hace usted como cristiano, o como dirigente político? … si
es como lo primero, le digo que en cuanto tal, más siendo sacerdote, eso no me
incumbe sino en el sentido negativo, si ese derramamiento de sangre implica odio
de cualquier clase que sea, nunca lo podremos realizar. Si es como dirigente
político, creo que no lo soy ni lo debo ser, y por lo tanto no puedo responderle,
sin embargo, yo creo que un dirigente político cristiano, no puede rehuir esa
respuesta. Con todo, no le podría contestar sino teniendo en cuenta
circunstancias históricas muy determinadas.ò26
Camilo hace una consideración exacta sobre las necesidades del
pueblo, lo que implica el reconocimiento de los valores del pueblo
26 Ibídem, pag 26.
32
como valores que son en sí, y por sí revolucionarios, eso le da la
oportunidad al pueblo de servir de herramienta de construcción de
poder, poder generado en la reafirmación del sujeto, el humanismo,
en el contexto del grupo. En esta perspectiva:
ñnosotros debemos reconstruir la confianza que el pueblo debe tener en sí mismo.
Debemos ayudarlo a que encuentre seguridad en la acción, por pequeños triunfos
de acción colectiva al principio que, poco a poco se convertirán en acciones cada
vez de mayor trascendencia. Así nuestro pueblo adquirirá una actitud activa ante
33
sus propios problemas, condición indispensable para poderlos resolver por sí
mismoò.27
Como una forma de acercamiento al pensamiento de Camilo
Torres, como humanista, parece oportuno hacer referencia a dos
hechos concretos. El primero directamente extractado de su
producción académica, el segundo más bien como una forma de
formulación del método camilista. No obstante se puede observar
en ambos, la profunda preocupación del sacerdote académico en la
formulación de sus tesis, la formidable determinación que tiene para
analizar los problemas nacionales y para procurar el entendimiento
de sus lectores; el primero se trata de la ponencia que Camilo envió
de Europa para el primer seminario colombiano de capellanes
universitarios, esta ponencia fue leída el 27 de septiembre de 1956,
y en ella se refleja la problemática de la universidad colombiana y
el compromiso en la preparación y atención de los problemas
sociales:
“La universidad ha tenido siempre el papel de formar los dirigentes de un país,
tanto desde el punto de vista científico como desde el punto de vista ético.” 28
A partir de este postulado, le da una categorización especial al
ámbito universitario, dotándolo de la importancia, no sólo de
27 Conferencia en la Universidad Nacional en 1965.
28 C. Torres, Escritos, op. cit., pag 35.
34
preparar desde el aspecto netamente científico a los estudiantes,
sino que además le provee el carácter de constructor moral, hasta
el punto en que el profesional universitario se propone como un ser
humano integral, conocedor de su realidad y actor definitivo en los
procesos de cambio:
ñDesde el punto de vista científico dotando a los futuros profesionales de aquellos
conocimientos indispensables para investigar y resolver los problemas
específicos de su país29, de su sociedad. Desde el punto de vista ético, en dos
sentidos: negativamente, enseñándoles a emplear esa ciencia, sin menoscabo
de los derechos de Dios y de los demás30, positivamente, dirigiendo sus
inquietudes científicas más hacia el servicio de Dios y del prójimo, que al servicio
de sí mismo. Esta doble formación esta hondamente arraigada, no solamente en
los principios de la revelación, sino también en los principios de la simple razón
natural. Por la revelación sabemos que el máximo mandamiento es el de la
caridad de Dios y del prójimo. Sabemos también que es una tentación a Dios el
querer lograr un fin sin poner los medios más apropiados para obtenerlo. Ahora
bien: la caridad es servicio, y el medio más apropiado para servir es la ciencia.
La razón natural nos dice que la ciencia tiene que tener como fin al hombre,
concebido en toda su realidad. La ciencia no se puede concebir sino como
servicio del hombre y de Dios, a través del hombre.”31
Al repasar detenidamente las anteriores afirmaciones, tenemos dos
aspectos importantes de la personalidad y humanismo del
sacerdote, por una parte, su acercamiento a la academia, le
29 Principio donde se desarrolla su vocación de servicio, para Camilo se parte de la vocación de servicio en la construcción no solo de su persona como también de su sociedad. 30 Aunque acá se podría divisar una orientación netamente pastoral, casi catequizante, no hay que desconocer en Camilo la vocación humana que no sólo se llama a considerar al hombre en su contexto social y humano, sino además tiene en cuenta la función socializante de la iglesia y de la fe, donde, se habla de los derechos de Dios, y se hace referencia a los derechos de los demás, como una forma de reconocimiento a la realidad espiritual y religiosa de cada ser humano. 31 C. Torres, Escritos, op. cit., pag 35.
35
requiere ser objetivamente discerniente del papel de la educación
en la forma como el concibe y la acepta desde el aula, la universidad
es el fundamento de una sociedad, por lo cual está comprometida
a estructurar el dirigente, que conociendo la realidad social de su
país se comprometa, no obstante su capacitación científica, a
considerar éticamente la realidad social, y esta ética, que no se
adentra solamente en el servicio que se presta a través de su
profesión, se fundamenta en principios que exceden el límite de
cualquier concepción religiosa, como una meta universal de
entendimiento, la caridad, porque es la caridad la que compromete
al científico social con la realidad de cambio, y entonces, a partir de
un discurso donde se presenta básicamente una idea social y
académica se induce a un compromiso netamente revolucionario,
el servicio, el servicio no por servir en sí, sino el servicio que
propone cambios, cambios estructurales y necesarios en la realidad
de cada hombre, porque se determina a través del hombre el fin de
toda acción social.
Más adelante en la misma ponencia, según la visión y la
metodología del pensamiento de Camilo, se desarrollan las ideas
formuladas, dando un verdadero soporte a su práctica de vida:
“Todo servicio es por sí mismo social, ya que supone, por lo menos, dos
individuos. La formación ética siempre ha debido ser social y, por lo tanto -aunque
no siempre sea por esta razón-, ha debido ser social siempre la formación
científica, ya que no puede haber formación moral sin formación especulativa.
Además, la enseñanza científica de las universidades se ha orientado, a través
de los años, de acuerdo a las necesidades y las inquietudes de cada época. Esta
36
es la única manera de crear dirigentes que respondan a la vocación histórica que
les toca realizar en cada época.”32
Así empieza a abrir un debate sobre el papel de la universidad, de
la academia, el interés social demostrado y la vocación del servicio,
conforme los requerimientos que la sociedad hace tanto a la
formación de los talentos y los profesionales para atender la
demanda de una sociedad vulnerada. Mostrando su preocupación
por la realidad del país y la separación del interés individual, que es
la expresión del capitalismo nocivo para el subdesarrollo. De hecho:
“El mundo se despierta de un largo letargo individualista, para especializarse en
la sociedad. Es imposible que la Universidad, que es la que forma a los dirigentes
de los diversos países, no los capacite para solucionar adecuadamente los
grandes problemas contemporáneos. La Universidad traicionaría su misión si
formara profesionales sin interés por el hombre, por la sociedad y por Dios. Este
interés no se logra hoy en día sin mostrar las causas profundas de los problemas
humanos actuales y las necesidades sociales que reclaman pronta solución.”33
Así que los problemas sociales no dependen únicamente de un
acercamiento mágico o de fe, sino de un compromiso integral,
donde el centro de la actividad académica y el centro de toda
actividad social es el hombre, la sociedad en conjunto y la
universidad en particular, debe según el pensamiento humanista de
Camilo Torres, dedicar toda actividad y todo actuar hacia la
formación de ciudadanos, de profesionales concentrados en el
servicio, un servicio integral y ético, comprometido en la solución de
los problemas sociales y la superación de las dificultades que
nacen, que emergen del subdesarrollo y del individualismo. Camilo
32 C. Torres, Escritos, op. cit., pag 36. 33 Ibídem, pag 36.
37
Torres es un innovador en la ciencia social de la época, así como
representa una forma de progresismo atípico y necesario, dadas
nuestras características sociales y políticas; se refiere de el sobre
su pensamiento no sólo la novedad que representa el diagnóstico
de los problemas sociales, y de ahí su vigencia, también su
metodología que trasciende su época y que es plenamente
aplicable a la sociedad colombiana de hoy, aun con los avances de
la tecnología y la información. Lo novedoso de él como investigador
social, es que rescata las formas culturales, sociales y políticas
mediante las cuales construir una sociedad, o mejor, construir un
cambio social, reconociendo nuestras luchas internas, nuestro
andamiaje cultural, nuestra forma de entender el mundo; lo que
propone es una construcción de la sociedad partiendo de nosotros
mismos, del auto reconocimiento como pueblo, como nación, donde
se plantea otra clase de soluciones y otra posibilidad a las clases
populares, donde se asume que no cabe ni paternalismos, ni
caudillismos, donde todos se pueden formar como actores de
cambio y donde todos nos reconocemos como partes de la clase
popular.
Sintetizando los ejes de acción de las reglas básicas de la
metodología camilista, parece oportuno aclarar que estos ejes se
sintetizan a partir de lo que de ellos se hace referencia por Everardo
Ramírez Toro34 :
a. La fuente de poder. Se refiere a ella como el trabajo por la base,
y se fundamenta en la fuerza que adquiere la capacidad de decisión
de los sectores populares, ello sustentado en sus realidades
concretas, haciéndose sujetos activos en la planificación de las
soluciones, donde el poder emerge desde abajo hacia arriba,
34 K. Peña y N. Herrera, op. cit.
38
porque las soluciones dependen de la intervención de las
comunidades y del reconocimiento del poder que de ellas se
desprende en las soluciones.
b. La necesidad de la aceptación de la conciencia colectiva por
parte de los dirigentes, así pues, los dirigentes deben estar
conscientes que sus decisiones dependen de una construcción
colectiva producto de una reflexión recíproca. Donde son las clases
populares las que establecen cuáles son las problemáticas a
superar, cuáles son las soluciones y cuáles los métodos de
transformación de esa realidad tanto en la dimensión local como en
la global.
c. Confianza en los valores del pueblo, de la gente, eso implica el
reconocimiento del poder del pueblo en el asentamiento de la
voluntad de poder, el pueblo entonces se constituye en la guía para
el dirigente, para el líder popular, que reconoce el poder del
conglomerado social y su intervención en la toma de decisiones.
Bosquejado por el mismo Camilo así: ñnosotros debemos
reconstruir la confianza que el pueblo debe tener en sí mismo.
Debemos ayudarlo a que encuentre seguridad en la acción, por
pequeños triunfos de acción colectiva al principio que, poco a poco
se convertirán en acciones cada vez de mayor trascendencia. Así
nuestro pueblo adquirirá una actitud activa ante sus propios
problemas, condición indispensable para poderlos resolver por sí
mismoò (Conferencia U. Nacional 1965).
d. Aceptación de que existe un aprendizaje natural que deviene
del conocimiento que el pueblo tiene de sus necesidades, donde el
profesional y el agente social, reconozca que básicamente, se está
aprendiendo de la labor del pueblo, de la forma como el pueblo
soluciona sus problemas. ñDebemos saber que cuando vamos a la
base de nuestro pueblo es mucho más para aprender que para
39
enseñar. Puede ser que esa base tenga más dificultad para
comunicar sus valores. En esa comunicación debemos esforzarnos
para poder aprovechar lo que nos enseñe el pueblo. En él existen
necesidades comunes, sufrimientos comunes, aspiraciones
comunes. por eso será, en última instancia, el pueblo el que nos
ense¶ar§ como debemos realizar la uni·nò (Conferencia U.
Nacional 1965).
e. Para Camilo era una necesidad apremiante disolver las
diferencias, potenciar lo que unía y desdeñar lo que provocaba la
sectarización y la división, no se trataba de la simple tolerancia
como tal, sino de un dialogo abierto donde se construyera a partir
de las diferencias, la construcción efectiva de las soluciones a partir
de esas diferencias, como una forma de cimentar el dialogo y los
cambios y la transformación social, de tener en cuenta el derecho y
el conocimiento del otro y partir del entendimiento como una forma
de atacar los problemas sociales y construir las soluciones. Y el
reconocimiento del otro como agente de cambio en medio de la
construcción colectiva.
f. Trabajar alrededor de principios de acción y de equipo de
dirigentes. Para poder sobrepasar el ñespontane²smoò35 es
35 La espontaneidad revolucionaria, también conocida como espontaneísmo, denomina en la terminología política la creencia en que la revolución social puede y debe ocurrir de forma más espontánea posible, si se quiere que tenga bases firmes y represente realmente las voluntades de la gente, surgiendo desde la clase obrera preparada sin la ayuda o guía de un partido político. Considera, por tanto, perniciosa la acción de personas individuales o partidos concretos en el desarrollo revolucionario, en sí, su autoridad política, así como ideológica como conductores sobre las clases oprimidas. El tema de la espontaneidad revolucionaria fue abordado en modo específico por Rosa Luxemburgo, se refiere en el libro de Daniel Guerin, en el prefacio a su obra: ñAntes de pasar al análisis de las concepciones luxemburguistas acerca de la espontaneidad, nos parece necesario, a título de contribución personal, examinar rápidamente la naturaleza y el mecanismo del movimiento de masas, pues Rosa estudió más sus efectos, sus manifestaciones exteriores, que su dinámica interna. Simple, como todos los fenómenos de la naturaleza, elemental, como el hambre o el deseo sexual, esta fuerza tiene como motor primario, como impulso
40
imperioso planificar con los dirigentes de los diferentes espacios o
territorios los objetivos, las metodologías, las consignas, etc., para
la transformación social a corto y mediano plazo. Para que la unidad
tenga resultados tangibles, deben plantearse principios alrededor
de los cuales avanzar como producto de disquisiciones que
provengan del ñconocimiento revolucionarioò, es decir, del di§logo
de saberes entre el ñconocimiento popularò y el ñconocimiento
cient²ficoò.
3. La combinación entre religión y acción política.
Como lo habíamos mencionado anticipadamente, Camilo durante
su época estudiantil, asistía a las conversaciones y conferencias,
que los sacerdotes dominicos presentaban a los grupos juveniles
de la época. Estos sacerdotes eran exponentes de un catolicismo
renovado, en donde se infiere que, la influencia de estos sacerdotes
siembra una semilla social en Camilo, bajo la forma de: -otra idea
de salvación es posible-. En ese entonces, el inquieto estudiante,
veía como el cristianismo que inculcaban, era mejor visto como una
aventura y un reto de proporciones épicas, la doctrina no se
centraba en la salvación de las almas y la eucaristía, sino en el
compromiso con los semejantes y el testimonio más allá de la fe.
original, el instinto de conservación de la especie, la necesidad de subsistencia, el aguijón del interés material. Los trabajadores se movilizan, abandonan la pasividad, la rutina y el automatismo del gesto cotidiano, dejan de ser moléculas aisladas y se sueldan con sus compañeros de trabajo y de alienación, no porque un ñconductorò los incite a ello, tampoco, lo m§s a menudo, porque un pensamiento consciente los despierte y fanatice, sino, simplemente, porque la necesidad los empuja a asegurar o a mejorar sus medios de subsistencia y, si éstas han alcanzado ya un nivel más alto, a reconquistar su dignidad de hombres.ò D. Guerin, Rosa Luxemburg y a espontaneidad revolucionaria, Ediciones Anarres, Coleccion Utopia Libertaria, Buenos Aires ï Argentina, 1971.
41
En palabras que el presbítero Guzmán le atribuye directamente a
Camilo, dice:
“Pero en realidad pasó lo siguiente: en unas vacaciones me fui al llano. Esa
inmensidad, ese silencio, esa eclosión tropical de la vida, de sol, me impresionó
mucho. Empecé a aislarme. Quería estar solo. Comprendí que la vida como yo
la entendía, como la estaba viviendo, carecía de sentido. Pensé que podía ser
más útil, pero en función colectiva. Se me planteó, entonces, el gran problema:
¿Dónde y cómo sería más útil? Analicé a mi modo, las profesiones: ¿Médico,
Abogado, ingeniero, químico…? Nada de eso. ¿Qué tal el seminario? Mira –me
dijo-, esa inmensidad del llano me hizo encontrar a Dios. Era la solución. A mí me
pareció una solución total. La más lógica. Retorné a Bogotá decidido a entrarme
en el convento de los DOMINICOS.” Más adelante agrega “Quizá porque yo
relacionaba el silencio del llano con el de los claustros. Quería silencio,
meditación, tranquilidad. En realidad, los ejercicios de los franceses me habían
dado tiro.ò36
Camilo entonces, opta por entrar a estudiar en el seminario
diocesano de Bogotá, en un principio y como él mismo lo expresa,
quiere ingresar a la comunidad dominica, cuyo carisma, es
trasmitido por los sacerdotes, que bien arraigado dejan en Camilo
el deseo de vincularse a la vida ascética del claustro. Pero como
una forma de conciliar su opción de vida, con la oposición de sus
padres, se vincula a este seminario, el diocesano, más por la
esperanza de los padres, para que el estudiante se desincentive de
su opción sacerdotal, que, por gusto del joven por la jerarquía y el
contacto social elitista, aspectos que hacían parte de las estructuras
del internado.
Es difícil a esta altura pretender no involucrarse emocionalmente
con la magnitud del pensamiento del sacerdote, incluso en sus
36 G. Guzmán, op. cit., pag. 9.
42
momentos más incipientes, también es difícil no admirarse con su
ejemplo de vida o con sus postulados, más cercanos al amor al
prójimo, desde que el prójimo es tal por su existencia que por sus
apariencias, y no pretender evocar la personalidad a través de una
retahíla perfecta de adulación, donde se eleve la figura del
sacerdote dispuesto, del apóstol de Cristo y del académico, pero no
se trata de abordarlo dentro de esa concepción mesiánica, mítica o
icónica, más bien, al hacer este acercamiento, se reflexiona sobre
la trascendencia de la figura, en una época convulsionada, ahora
bien, ¿qué período de tiempo no es convulsionado en este país?,
del país convulsionado que Camilo vivió, conoció y que entendió,
incluso cómo, de manera profética, en su presente y en su futuro,
uno puede volverse a preguntar, sobre este país, sobre su pasado,
su presente y su futuro sobrenatural, y la respuesta casi que
inmediata es demasiado sencilla: No hay ningún momento en
nuestra historia, como país o como nación que no hubiera pasado
por la tormenta de nuestro carácter en todas sus dimensiones,
desde el carácter social político hasta el cultural y étnico.
No es atrevido considerar como reflexión que el mismo Camilo
sentía esta tormenta, pues en sus reflexiones sobre la realidad, en
sus comentarios sobre la sociedad, siempre llegaba al mismo punto,
el amor al prójimo representado en el servicio a los demás. La
unidad para enfrentar la adversidad, el reconocimiento como una
forma de sobrellevar la marginalidad del subdesarrollo. Bien
destacaba German Guzmán en su obra sobre el padre Camilo:
“No se le puede interpretar como un accidental episodio momentáneo de la
problemática colombiana o del acontecer latinoamericano, porque tiene
43
dimensión y trascendencia históricas. Se evade del presente para proyectarse en
el futuro. Es ahí donde cumple su destino.”37
Interesante en este sentido analizar Camilo Torres como el
pensador, el hombre que hace un diagnóstico de la realidad y se
imbuye en la realidad misma, ante el dolor de su propia realidad, no
se aísla, no la desconoce, por el contrario se absorbe, se involucra
en ella desde el trabajo de base, con las comunidades hasta en su
decisión de vincularse con la lucha que consideró como suya. Es
un hombre que piensa a sí mismo y que piensa en las soluciones
no sólo personales sino para su sociedad, desde su incorporación
a la guerrilla, como practica encarnación del hombre de Dios,
convencido de que su misión y su sacerdocio están determinados
hacia la restauración de los más necesitados, así con toda su
complejidad, así con su mayor contradicción, su fusil.
Camilo es en realidad un reformador, un pensador crítico de sí y de
su entorno, de la sociedad que lo vio nacer y que a su vez al
empoderarlo de su misión carismática lo abandonó a su suerte,
sometiéndolo a enfrentar el reto de comenzar una lucha, creyendo
en el amor al prójimo, valiente contrariedad y contradicción. El cree
como persona, como religioso comprometido, que un sacerdocio de
servicio lo acerca a la realidad social, que es la gente y el pueblo
que el ama, pues en esa realidad social es que el sacerdote
reconoce el ideal de servicio, así lo afirmo varias veces:
“el cristianismo como tal, y si quiere serlo realmente y no sólo de palabra, debe
participar activamente en los cambios, la fe pasiva no basta para acercarse a
Dios: es imprescindible la caridad. Y la caridad significa, concretamente, vivir el
sentimiento de la fraternidad humana. Ese sentimiento se manifiesta hoy en los
37 G. Guzmán, op. cit., p. 1.
44
movimientos revolucionarios de los pueblos, en la necesidad de unir a los países
débiles y oprimidos para acabar con la explotación, y en todo eso, nuestra
posición está claramente de este lado, y no del lado de los opresores. Por eso a
veces, un poco en broma pero también bastante en serio, me pongo intransigente
y le digo a mi gente: el católico que no es revolucionario y no está con los
revolucionarios, está en pecado mortal.ò38
Para Camilo Torres, la religión es un sofisma, la iglesia pretende
que el creyente sea un ser conformista, sometido, de espaldas a la
realidad, dejando la suerte de su vida o su existencia únicamente a
la eternidad, sin la posibilidad de cambio o reacción a las
situaciones de su entorno, que difícil ha sido para el
establecimiento, para la iglesia arcaica que un hombre desde su
seno, cuestione, cómo se adelantó a su época, no solo en su
pensamiento social, sino además en su pensamiento religioso.
Camilo, está convencido en la dinámica de preparar su sacerdocio
en el servicio a los demás, apelando de este modo a la eficacia que
implica su amor, su amor eficaz. En sus apuntes personales
escribiría:
ñDebo darme cuenta del carácter de mi misión. No debe ser algo estancado. El
sacerdote es un medio, un cauce entre Dios y las almas y por lo tanto todo lo que
adquiera debe ser con carácter transmisible. Debemos adquirir perfección y
santidad, ciencia y estudio, no para nosotros, sino siempre teniendo en cuenta
de que las almas también lo tengan.ò39
Se dice que Camilo Torres murió en Patio Cemento, en febrero de
1966, baleado, en un enfrentamiento entre el ejército y la guerrilla,
y ahí comenzó la historia del ícono. Por el contrario, su pensamiento
38 El Programa Del Cura Camilo. Reportaje de Adolfo Gilly, publicado en el
semanario MARCHA de MONTEVIDEO, edición de 4 de junio de 1965, citado en C. Torres Restrepo, Escritos, op. cit.
39 C. Torres, Escritos, op. cit., pag 17.
45
no ha muerto y continúa estando vigente, para entenderlo hay que
hacer el trabajo de leerlo por encima del fanatismo o
fundamentalismo de la ideología, para entenderlo necesitamos
leerlo objetivamente, entender su vigencia y comprender su
diagnóstico. Realmente el hombre que representa Camilo, ese
hombre entregado a sus semejantes, ha venido muriendo
crucificado por los siglos de los siglos, y es que el amor que refleja
y representa, muere cuando mueren los anhelos de justicia social,
equidad y respeto a la diferencia, a diario se le vive asesinando, a
diario se le vive crucificando. Se ha escrito mucho sobre el carácter
del sacerdote, que desde su ámbito personal, conoce su
apostolado, y desde ahí materializa efectivamente su rol de amor,
hacia el prójimo, ya German Guzmán señala en su obra sobre el:
46
ñpara Camilo, el sacerdote debe ser, ante todo, ñun profesional del
amor, de tiempo completoò40.
Camilo Torres, entonces, surge como una figura que se proyecta
hacia el futuro, se convirtió en una conciencia viva de su época,
conciencia que se genera desde el seno mismo de la diferencia, por
su autoridad sacerdotal, desde la clase, por su origen acomodado
y burgués, desde la crítica, por su trabajo reflexivo en la sociedad
de su época, desde lo imposible, porque mientras los de su
generación y su posición social, buscaban adecuarse a los
esquemas de poder, Camilo nadaba contra la corriente ejerciendo
no solamente sus votos sacerdotales, sino además su actividad
social, que era social y política, incluso desde el cristianismo,
porque todas sus reflexiones fueron contundentes y visionarias,
tanto su iglesia como su sacerdocio, debía ir de la mano con el
desposeído, representando el cristianismo más allá de los púlpitos,
para hacerlo real. Dice el mismo:
“Nuestro papel debe ser doble: 1) de preservación: la sal no se puede corromper.
Por eso debemos tener un capital de virtud, para poderla transmitir y un caudal
de ciencia, para poder enseñar, que es nuestro principal deber. 2) de
perfeccionamiento: no sólo debemos santificarnos para nosotros mismos.
Debemos hacer santos a los demás. Debemos sazonarle las almas a Dios para
que las reciba puras.ò41
Entonces para Camilo, cada acto de la vida, está relacionado con
las almas de los más pobres, de los más desprotegidos, no sólo
desde la expectativa del compromiso o del acto religioso en sí, sino
desde la perspectiva del amor eficaz, donde el amor incluye la
40 G. Guzmán, op. cit., p. 25. 41 Ibid.
47
preparación de sí mismo para el conocimiento y la transmisión, no
solamente de la convicción de su fe, sino de su conocimiento, he
ahí donde el entiende la gloria de Dios. Su compromiso como luz
del mundo, está íntimamente relacionado con su responsabilidad
con el prójimo, el entiende que esa luz no debe apagarse u
ocultarse, aunque venga de adentro hacia fuera, debe encaminarse
al objetivo final que es el de cautivar las almas, así su compromiso
no es personal sino colectivo. Así el cristianismo se hace un
humanismo, desde el amor, porque seguramente su personalidad y
su amor era tan amplio y estaba tan comprometido con su vocación
y su vida, que pretendió hacer del amor, una materialización de su
vida, esas dimensiones, son las que lo hacen grande, lo hacen
trascender, lo hacen disponible incluso hoy, como en su tiempo, a
cualquier debate, abierto como en su tiempo a cualquier persona,
sin dogmatismos ni exclusiones.
El entiende en su sacerdocio un binomio inseparable, entre la
misericordia del señor su Dios, y su pequeñez como ser humano,
matizada con su vocación del servicio a los demás, su humildad, la
necesidad de sentir duda de si mismo para sacar el máximo fruto
de su papel como sacerdote, que entiende que el fin de su
existencia, está en demostrar la gloria de Dios en el servicio y el
bien a los demás. En el fondo del pensador, del sociólogo, del
estudioso, Camilo es un hombre movido por la fe cristiana, por el
amor hacia los demás como una manifestación de la presencia
divina en toda su vida42.
En los documentos de Camilo, se puede destacar la reflexión que
hace sobre su misión sacerdotal, sobre la forma como puede
42 ñDespu®s de 7 a¶os te vengo a pedir lo mismo: se¶or, dame humildad. Necesito desconfiar de mí mismo para que mi sacerdocio sea fructuoso, para que alcance el fin con que tú me lo quieres dar: la gloria tuya y el bien de las almas. Si confío en mí, confiaré en lo deleznable, en lo que no es nada por sí mismo.
48
enfrentar su rol como sacerdote, como hombre de dios,
comprometido en una causa, el amor. Para Camilo el sacerdote es
un medio, una forma de comunicar al hombre con Dios, para él, el
conocimiento y lo que representa las adquisiciones como sacerdote
deben ser transmisibles, el sacerdote debe adquirir perfección y
santidad, ciencia y estudio, no para el sacerdote mismo, sino como
una responsabilidad social. Entonces, desde el principio, Camilo
Torres entiende su misión sacerdotal como una misión de servicio
a los demás, a los desposeídos y a los pobres, pero también se
encuentra frente a una estructura de carácter jerárquico, que se ha
servido del poder, que lesiona los derechos de los humildes, en
cuanto son personas, y que utiliza la religión para esclavizarlos,
explotarlos, neutralizarlos y acallarlos. Ubicándolos en la línea de
no protesta, Camilo de una manera crítica cuestiona el papel de esa
institución, la cuestiona también dentro del contexto social, como
sociedad católica, pero como iglesia o religión de culto externo.
Para Camilo la política de esa iglesia ha sido más de conservación
de la sociedad que se supone cristiana, la iglesia no cristianiza,
descuida el amor al prójimo, para Camilo las prioridades están
invertidas, primero debe considerarse el amor al prójimo, luego la
enseñanza de la doctrina y por último el culto. En este sentido, se
hacen muy interesantes sus palabras:
“porque si la esencia del catolicismo como la esencia del cristianismo es el amor,
tanto que San Pablo nos dice que el que ama a su prójimo cumple con la ley, no
tendríamos un pueblo despedazado por la violencia, un pueblo en el que se
oprima a las viudas, a los huérfanos, a los pobres, en que no está reinando el
amor en las instituciones. Aunque nosotros tenemos leyes para todo, porque en
Mis prop·sitos m§s firmes se desvanecer§n como el humo. Si conf²o en ti. ñTodo lo pondr® en aqu®l que me conforta.ò C. Torres, ñOraci·n antes de la Ordenaci·n Sacerdotalò, en Id., Escritos, op. cit., pag. 17 y 18.
49
Colombia hay leyes para todo, la aplicación de esas leyes no se hace en virtud
del amor al prójimo sino en virtud del egoísmo de grupo.ò43
Las interconexiones entre el camino de fe y su reflexión humanista,
se configuran como dos variables fundamentales para entender su
acción política. En un contexto mundial de grandes inquietudes y
transformaciones, Camilo Torres tomando conciencia propia de su
realidad, se constituye como un puente: en su discurso había
superado los niveles del discurso teórico, su cristianismo que es una
forma de humanismo, se transforma en un acercamiento a las
realidades sociales, no desde el púlpito o desde la relación
jerárquica, no desde la teoría dogmática cristiana o de la ideología,
sino desde la acción práctica, haciendo de su profesión de fe, una
perfecta homilía en su quehacer sacerdotal. El camino planeado por
Camilo, nace en la voluntad personal del joven estudiante inquieto,
que sigue sus propias convicciones, oponiéndose a ideas
preconcebidas. Su inquietud hacia los temas sociales, nace desde
su época de seminario, conformando grupos de estudio de esas
realidades bajo la supervisión de sus superiores, comenzando por
abordar esos temas a través de las encíclicas papales y
documentos propios de la doctrina cristiana, esta etapa es de
constante mutación y mucha inquietud intelectual. En efecto, junto
a Gustavo Pérez, Torres conformó el grupo de estudios en asuntos
sociales, comenzando con la encíclica papal Rerum Novarum,
encíclica de León XIII como respuesta al Marxismo. Así los dos
jóvenes se acercaron a los estudiosos sociales de la iglesia, Peré
Rutten este era el pionero del movimiento Obrero Cristiano en
43 Conferencia en el sindicato de Bavaria, pronunciada el 14 de julio, fue publicada
en el periódico del sindicato, Vanguardia sindical, 23 de Julio de 1965.
50
Bélgica44, el conde de Mun y el marqués de Tour du PM, la del
Cardenal Manning y la del obispo alemán Von Ketteler. Mientras
que estos autores condenaban el socialismo, y de alguna forma sus
reflexiones colocaron a los estudiantes en guardia y alerta, contra
la violencia en todas sus formas, la Democracia Cristiana era la
solución de carácter político, a todos los problemas mundiales y
para ese entonces era la forma como un sector de la iglesia,
interesado en el dialogo político, intentara colarse en las actividades
de masa.
Hacia el año 1948, el resultado de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán
cuya voz había trascendido como pueblo, fue una oleada de sangre
y violencia que se propagó desde la ciudad de Bogotá, hasta los
campos, y toda una nación se ahogaba en el mar de sangre
provocada, que no sólo afectó la gobernabilidad del momento, sino
además transformó de alguna forma la ciudad el concepto de nación
y la forma como se vería, el dominio de lo público. Era un país
confuso, las realidades históricas, la misma posición del país frente
a las realidades del mundo, habían convertido a la nación en un
país atrasado, manejado por una pequeña burguesía que se
44 Revista Europea, Madrid, 19 de septiembre de 1875, año II, tomo V, nº 82, páginas 447-451. ñCuando la ca²da de Napole·n produjo nuevos Estados y arreglos políticos en Europa, tocó a Bélgica y Holanda la formación de un reino llamado de los Países Bajos, que sirviese de sólido dique a los planes de la Francia, si algún día ésta, repuesta de sus derrotas, pensara levantar de nuevo por el Norte sus conquistas. El Congreso de Viena, representante del principio de legitimidad monárquica, y enemigo sistemático del derecho efectivo de los pueblos para constituirse y nombrar los delegados de sus poderes, confirió el cetro a Guillermo de Orange, el cual recibió también el ducado de Luxemburgo, anejo a la Confederación germánica. ¡Así vino a cambiarse de repente la vida política de dos pueblos que hasta 1815 corrieron la misma suerte de la Francia revolucionaria! Pero una obra tan trabajosamente construida por la Santa Alianza, y sostenida contra el distinto pensamiento y opuesto carácter de ambos países, no debía ser muy duradera. La revolución de Julio en París influyó en Bélgica para su emancipación de Holanda, que durante la unión se impuso a los belgas con todo género de arbitrariedades y persecuciones, de carácter político unas veces, religioso otras.ò
51
mantenía en el gobierno con una pasmosa facilidad. Si por un lado
Camilo Torres estaba aislado, ajeno a ese cuadro de realidad, por
el otro lado Camilo se acerca a la acción social, no se deja
influenciar por los libros que hacen parte de su estudio regular, se
cuestiona el papel del estudioso que se aísla de la condición que
está estudiando, huyendo de las realidades y verdades que el
mundo le ofrece. El sacerdocio y la reflexión para Camilo, se
convierte en la práctica en amor evidenciado: tal devoción, tal
carisma de amor y de compromiso, lo llevaba hacia el servicio, hacia
los pobres, los desposeídos, ese fue el verdadero sentido de su
acción práctica, fundamentada en su ministerio sacerdotal y su
reflexión humanista.
4. La Teología de la Liberación y el cura Camilo Torres
Un acercamiento a la personalidad política y humana de Camilo
tendría que abordar la teología de la liberación como una forma de
entender el carácter carismático del sacerdote. Como generalidad
entendemos en la teología de la liberación, como un capítulo sui
generis dentro de los movimientos que se gestan dentro del
contexto latino, que se materializa después del concilio Vaticano II
y de la conferencia de Medellín en 1968, cuya propuesta de tipo
social, era la opción por los pobres y desprotegidos apelando a la
ciencia social como una forma de procurar herramientas para
generar opciones de cambio de la realidad. Aunque en los orígenes,
los autores se remontan a la época de la colonia, con los casos de
la defensa de la esclavitud de indígenas y negros por parte de los
frailes Antonio Montesinos y Bartolomé De Las Casas, quienes a
través de sus proclamas colocan en una perspectiva de acción
52
diferente la situación de los oprimidos y desprotegidos, dándoles
una dimensión de liberación integral, en palabras personales, les
otorga una identidad diferente frente al trato que por parte de
colonizadores y encomenderos les dan, así mismo les da un sentido
de humanidad distinto y que genera malestar entre las autoridades
y encomenderos de la época.45 No obstante el malestar que pudo
haber generado el sermón no sólo generó la conversión de
Bartolomé de las Casas, sino que generó que el rey Fernando
ordenó que se convocara en Burgos una junta para estudiar la
situación de los indios, en 1513 surgen así las primeras leyes de
defensa para los nativos.
La cuestión de la liberación en Camilo es mucho más terrenal y
menos histórica, si se tiene en cuenta que muchos de los artículos
que hacen parte del legado académico del sacerdote, no se
entronizan en aspectos técnicos, sobre la participación de la fe en
el cambio social, sino del compromiso del sacerdote con el servicio
y la acción en favor de los desposeídos, como medio real de
acercarse a su padre celestial, en este mismo trabajo se hablará del
cristianismo como Humanismo Integral de 1962, pero en su
literatura se encuentran ejemplos de la inquietud del sacerdote por
acercarse a través de la ciencia social a la realidad humana, en el
trabajo de 1963 ñel hombre Bidimensionalò, por ejemplo, refiere a la
esencia del hombre, como ultima realización del pensamiento, el
45 ñPara os lo dar a conocer me he subido aquí, yo que soy vox de Cristo en el desierto desta isla (é) Esta voz os dice que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios?(…) ¿no son hombres?¿no tienen ánimas racionales?¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos?... (esta referencia al sermón de Montesinos se encuentra en V. Pérez Prieto, “Los orígenes de la teología de la liberación en Colombia: Richard Shaull, Camilo Torres, Rafael Ávila, ñgolcondaò, sacerdotes para América Latina, cristianos por el socialismo y comunidades eclesiales de baseò, Revista Cuestiones Teológicas, Vol. 43,No. 99, Enero ï Junio, 2016, pag77).
53
hombre como universal objeto de análisis y reflexión, hombre sin
ninguna clase de distinción, al respecto dice
ñCon una abstracción de primer grado llegamos a las leyes científicas, que nos
dan constantes de las realidades observables que se suceden entre los seres y
las cuales se consiguen a través de la observación sistemática, que le dará paso
a una racionalización lógica, la cual a su vez nos dejará llegar a una
generalización, dándonos así una certidumbre física, la cual no será alterada por
cambios individuales. Por consiguiente podemos tener una filosofía inmutable,
adaptable a nuestra fe, y de ahí podríamos definir como filosofía cristiana aquella
que llega a principios universales que no se oponen a la verdad revelada.”46
De esta manera es preciso coincidir con la visión que se manifiesta
sobre Camilo Torres como el sacerdote que tiene una perspectiva
dual del hombre, por un lado su parte espiritual y por otro su parte
social, y que ambas se engranan indiscutiblemente en el amor al
prójimo, como manifestación de su amor espiritual, amor eficaz.
Como engranar entonces el concepto del hombre que tiene Camilo
en la teología de la liberación, es simple concluir que, para Camilo
Torres es indispensable su compromiso social, Camilo es un
referente, pues aunque el movimiento se materializa realmente en
años posteriores a la muerte del sacerdote, tiene en sus
prerrogativas, muchos de los principios sobre los que él, había
manifestado como compromisos de vida, la realidad social siempre
presente en sus análisis, el compromiso efectivo más allá de lo
pulpitos, el intercambio y el trabajo con la comunidad, que son
principios que a través de su obra se revelan como conductas de
vida, son expresiones que la teología de la liberación retoma, en
sentido real para acercar al hombre con Dios a través del
compromiso efectivo de sus guías, de sus orientadores espirituales.
46 C. Torres, Obra Escogida, Fundacion pro ï cultura, Bogotá, 1985, pag. 58.
54
Los elementos de la receta de Camilo contra la opresión no distan
mucho de los idearios de la fe, la caridad, el amor eficaz, el rito y el
compromiso del sacerdote con el desposeído y con el actuar social,
hacen parte de los mismos pilares que la teología de la liberación
utilizará como bandera, y de esos elementos, Camilo es precursor
indiscutible. Habrá que ser cuidadosos de los términos que
entrañan lo que representa la teología de la liberación y la filosofía
de la liberación, ambas tendencias, de origen latinoamericana, y
que se gestaron con bastante fuerza dentro de los movimientos
sociales, políticos y religiosos de estas latitudes. Camilo Torres
como pensador social, y como figura política destacable en las
décadas de los años cincuenta y sesenta dentro del contexto
latinoamericano, es precursor de la teología de la liberación, tanto
en sus postulados como en la forma de interpretar su papel
sacerdotal dentro de la sociedad, sus propuestas son avanzadas y
de alguna forma indirecta, por los movimientos que se gestaron y
que fueron posteriores a su muerte, influenciaron grupos como el
ñgolcondaò o ñcristianos por el socialismoò. Ahora bien, la filosofía
de la liberación que tiene un antecedente mucho más histórico, y
que hace referencia a la base para generar conciencia de libertad y
concepto de auto determinismo, así como también caracterización
del pensamiento en América Latina, es en todo anterior al
pensamiento de Camilo Torres, y podría concluirse, que esa forma
de conceptualización de la identidad y necesidad latina, es la que
da fundamento al esquema de pensamiento del sacerdote, ya que
si colocamos en la base del pensamiento de Camilo la filosofía de
la libertad, entendemos la necesidad que se genera en su acción y
también la complejidad que se revela de su proceder ya sea dentro
55
del campo social y luego en su vinculación al movimiento
insurgente.
Conclusión
En este capítulo, hemos tratado de entender las peculiaridades del
humanismo de Camilo Torres Restrepo, enfocando la atención
sobre el contexto histórico-político en el cual se conformó su
pensamiento, su visión de fe y, sobre todo, la transposición de los
mismos en la arena política. Camilo Torres es un estudioso de la
realidad nacional y social de su tiempo, un hombre preparado para
la vida e incluso para asumir el fracaso de su inteligencia, si es que
se toma en el otro sentido, como el académico que se rinde ante su
proyecto de vida, el académico encerrado por el sistema, razón por
la cual desiste de sus ideales y entonces enfila sus armas en contra
del estamento, incluso por encima de sus propias concepciones y
creencias. Considerado por un sector de la sociedad, la misma
sociedad a la que el pertenecía como un hombre que no apostato
de su fe, el hombre que no renunció a ella, simplemente ejerció su
ministerio de manera integral, bajo sus propios ideales y principios,
un hombre político, convencido de su papel en la sociedad,
convencido como pocos de un cambio de paradigma, donde pone
de presente el amor, ese amor que se reflejaba no sólo en su
capacidad de servicio, sino que además en la concepción de sus
principios e ideales cristianos.
Tenemos que agregar como conclusión dentro del abordaje que se
hace del personaje, la magnífica forma como se enlazan los
diferentes aspectos de la personalidad del sacerdote, el carácter
humanista de su quehacer, la forma como concibe al hombre como
centro de su actividad práctica, y la forma como ejerce su
56
sacerdocio, el carisma de su fe, tanto en el amor eficaz como una
forma de materializar el humanismo predicado y aplicado, como en
la actividad crítica, científica y social, el hombre comprometido, el
cristiano que participa de la acción, social, política y religiosa,
teniendo como referente en el servicio, el servicio al más débil. Se
puede observar en Torres, la acción, como una forma de
transformación, la acción como una forma de servicio, y la acción
como un puente entre el devenir social, expresado además como
una parte importante de la religiosidad humana, el hombre no como
lobo para el hombre, sino simple y humanamente, el hombre al
servicio del hombre, en completa armonía con su quehacer político.
Un quehacer político dotado de ética, la ética completamente
humana, sensible a las necesidades pero racional y sincera con el
57
ciudadano, una ciudadanía humana, comprometida con el cambio
social y con la necesidad de la población.
58
Capitulo II
“El cristianismo es un humanismo integral” y “La violencia en
las áreas rurales de Colombia”: hacia la praxis del
pensamiento político de Camilo Torres.
Premisa
Entender el amor eficaz en Camilo Torres, parte de un análisis de
sus intenciones: el hombre de Dios, sensibilizado con la realidad del
país, el hombre de la sotana con el corazón dubitante entre su
conocimiento del mundo y su conocimiento como científico social y
su compromiso con la fe. Los documentos que Camilo escribe
durante esta época, se caracterizan por incluir la noción y la idea de
un Humanismo Cristiano, y el espíritu beligerante y trabajador de
Camilo, se ve reflejado no solo por su producción intelectual, sino
también por su labor social y política, ya que el periodo comprendido
entre el año 1958 y su incorporación a la guerrilla del ELN, se
compone de varias circunstancias bien definidas, como la
finalización de sus estudios de sociología en Lovaina, y el comienzo
de su labor como capellán y profesor de sociología en el año 1959
en la Universidad Nacional, durante ese mismo año es promotor
del Movimiento de acción comunal, y es miembro de la junta
directiva del INCORA, también participando en la catedra del
instituto de administración social de la ESAP.
¿Cómo hace el hombre de fe para alternar su concepción del
mundo y de Dios?; ¿Cómo el hombre de Dios, pretende alternar su
59
actividad pastoral con la Actividad Política?, y como alternar las dos
concepciones dentro de su desempeño social, ministerial y
humano, dado que él, es ante todo un académico que enfrenta una
realidad social. En este sentido, el presente capítulo analiza dos de
sus trabajos, en donde se manifiesta la dualidad de su acción
política y social con su desempeño ministerial. En el primero, ñEl
Cristianismo es un Humanismo Integralò escrito en 195647, concibe
la estructura del humanismo a través del servicio, en donde el
pensador no es ajeno a las corrientes materialistas y, en este
sentido, en el artículo se denota la combinación entre la estructura
de fe como teología emancipadora y las diferentes escuelas de
pensamiento relacionadas con el materialismo marxista, pero en
todo sentido partiendo del sujeto como ejemplo del servicio a los
demás y de la acción social como generadora de cambios sociales
y políticos. Cabe destacar, además, que el escrito corresponde al
período de mayor producción y participación de Camilo Torres en
las actividades académicas y políticas. El segundo trabajo que
vamos a estudiar, ñLa violencia en las §reas rurales de Colombiaò48,
es un estudio más complejo, que también corresponde a este
periodo de producción. Se trata de una investigación bastante
profunda sobre el origen de la violencia partidista en las zonas
rurales de Colombia, los efectos de esta violencia y las conclusiones
que la violencia genera en la vida social y política del País hacia el
futuro. Consideramos que ambos escritos, abordan dos grandes
paradigmas de la personalidad y de la capacidad que tiene Camilo
Torres Restrepo para hacer practico el amor eficaz y que son
47 C. Torres, ñEl Cristianismo es un Humanismo Integralò, en Revista Cathedra, Octubre ï Diciembre de 1956, la revista fue una publicación de cultura eclesiástica que fue fundada en 1947. 48 AA.VV., Camilo Torres: Cruz de Luz, Colección el Pez en la Red, ed. FICA, 2006, pag 64.
60
manifestaciones claras de su quehacer político, académico y social,
así como también, constituyen un aporte atemporal a la realidad de
Colombia.
1. “El cristianismo es un humanismo integral”
Antes de comenzar el análisis de los artículos de Camilo Torres, es
necesario acercarse, en parte, al origen de la concepción de
humanismo integral, con el fin de entender, desde la perspectiva de
ese humanismo, el carácter de las palabras de Torres Restrepo y la
profundidad que se aborda en su documento. En este sentido, es
fundamental la especulación de Jacques Maritain, de origen
protestante pero convertido al catolicismo, que vivió entre los años
1882 y 1973, con una producción académica importante, volcada
sobre el estudio y divulgación de la escolástica tomista. Para este
autor, el humanismo tiende a hacer al hombre más verdaderamente
humano, la persona es considerada como fundamento de la
sociedad49.
El humanismo integral de Maritain tiene en principio dos grandes
características, la primera consiste en reconocer que el hombre
tiene varias dimensiones que no pueden ser desconocidas y que no
son independientes entre sí, esto dentro de la definición que hace
de hombre integral y que parte del hecho de que los reduccionismos
limitan la capacidad del hombre y desconocen su naturaleza, su
relación con su religiosidad y su acción social y política, el hombre
49 ñEl hombre es un animal dotado de raz·n cuya suprema dignidad est§ en la inteligencia; el hombre es un individuo libre en relación personal con Dios, y cuya suprema ójusticiaô o rectitud consiste en obedecer voluntariamente a la ley de Dios; el hombre es una criatura pecadora y herida, llamada a la vida divina y a la libertad de la gracia, y cuya suprema perfecci·n consiste en el amor.ò J. Maritain, La educación en este momento crucial, Edit. Club de Lectores, Buenos Aires, 1981, pág. 18.
61
es integral. Por otro lado, se trata de un humanismo desprendido y
consciente de sí mismo, que conduzca al hombre al sacrificio y a
una grandeza verdaderamente sobre humana50. Un humanismo,
entonces, definido como ñheroicoò51: el dolor humano abre los ojos,
está volcado hacia el hombre, y necesariamente actúa con amor,
reacciona con amor, es soportado con amor, ese dolor que es
humano, no renuncia a la alegr²a, ñsino en una mayor sed y
desbordamiento de alegr²a.ò52 Elementos que se configuran
totalmente en la forma que tiene Camilo Torres de abordar el
problema humano y que no sólo se manifiestan en sus escritos, sino
que además se manifiestan en sus acciones, de donde se reitere
que como principio de vida se sostiene en el amor eficaz.53
En particular, en consideración del escrito de Camilo Torres, el
pensador parte de una introducción donde aborda de manera
sintética tres aspectos, a saber: el primero, está orientado a abordar
las preocupaciones del hombre en su contexto económico y social,
materia recurrente en el basto universo de la producción intelectual
de Camilo, seguramente causa de los problemas sociales que ha
vislumbrado en el entorno de la época que le toca vivir, y producto
50 J. Maritain, La persona y el Bien Común, Edit. Club de Lectores. B. Aires, 1968, pág.46. 51 D. Navarro et al., ñEl Proyecto Social de Maritainò, A parte Rei, Revista de Filosofía, http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/index3.html 52 J. Maritain, La Persona y el Bien Común, op. cit., pág.46. 53 Los diferentes estudiosos del tema resaltan el carácter del sacerdote y pensador, como una forma de acercar el cristianismo a la acción, por ejemplo, en el artículo de Dario Martinez Morales: Camilo Torres: Cristianismo y violencia, se refiere: ñLlama la atenci·n, de las anteriores palabras, que el ®nfasis est§ puesto sobre una praxis que tiene que identificar al cristiano. Esta praxis, fundada en el amor, se encuentra ausente del comportamiento de los cristianos y del accionar de las instituciones rectoras de la civilización occidental. Esto significa, en el fondo, que la sociedad occidental considerada cristiana, lo es sólo nominalmente, ya que sus estructuras oficiales y el comportamiento social generalizado no están en consonancia con la identidad cristiana que se atribuye.ò C. Torres, ñCristianismo y Violenciaò, Theologia Xaveriana. Vol 61, Numero 171, Enero ï Juio 2011. Pag 139 ï 140.
62
además de los problemas sobre la distribución de la tierra, la
marginalidad y desigualdad, temas que ha tenido que trabajar, y que
tienen plena vigencia en la realidad social del país, como quiera que
originan la violencia y se encuentran presentes en el contexto social
actual; para Camilo, el cristianismo tiene un papel importante en la
forma como se enfrentan estos problemas.
El segundo aspecto, se circunscribe a abordar de manera general
el problema del hombre desde el punto de vista hist·rico: ñHasta la
mitad del pasado siglo las preocupaciones filosóficas constituían la
principal inquietud de la humanidad. Después de la revolución
industrial, cuando los ricos se hicieron más ricos y los pobres más
pobres, las preocupaciones de los intelectuales se orientaron hacia
la solución de problemas vitales para la existencia misma de una
gran parte del g®nero humano.ò54
Desde el punto de vista académico, el estudio político procuraría un
adentramiento en este tema, ya que para entender la dialéctica de
los movimientos sociales y políticos, se hace necesario revisar la
concepción humanista del ejercicio político, como quiera que dentro
de la sociedad actual, con la influencia de las tecnologías y con la
instauración de la sociedad de consumo y el capitalismo salvaje, se
ha perdido la noción del hombre como fin último de todo quehacer,
desconociendo que al fin de cuentas todo avance o evolución a nivel
tecnológico debería redundar en un beneficio al hombre como
especie, como concientización de su esencia y su desarrollo, este
aspecto está bien definido en Camilo, a través de su amor eficaz,
que materializa toda concepción del hombre en sociedad, por el
trabajo y la acción carismática, el servicio y la evolución desde el
hombre mismo. El tercer aspecto se refiere a, como los intelectuales
54 C. Torres, El Cristianismo es un Humanismo Integral, op. cit.
63
católicos plantean el problema de la cuestión social frente a los
principios cristianos; para Torres, esta actividad está plasmada,
incluida dentro de las encíclicas sociales. Seguramente como una
respuesta a la filosofía marxista que valga decir, reúne las tres
grandes corrientes culturales de su época: la filosofía clásica
alemana, el socialismo francés y la economía inglesa. Para la fecha
de concepción del artículo que estamos analizando, el marxismo es
un movimiento que hace parte del quehacer social, del
desenvolvimiento y la dinámica universitaria, tiene además la
preponderancia que representa el triunfo de la revolución cubana y
representa una opción para América Latina. Casi todos los países
de Latinoamérica despertaron bajo la idea de un mundo diferente,
igualitario y democráticamente volcado a los más necesitados, la
preocupación de Camilo por el desarrollo de las actividades
sociales, y la inquietud constante por alternar sus labores de
sacerdote con las labores que desempeña como sociólogo, lo
hacen proclive a que cuestione constantemente el papel del
cristiano frente a esas actividades sociales. Esto es la
materialización del espectro de la fe, como motivación para
dignificar al ser humano, haciendo de manera practica un
acercamiento entre el carácter y carisma de la fe con la actividad
social, en donde se materializa el servicio, la acción y el cambio, a
través del amor eficaz.
Para Camilo Torres, el Cristianismo debería buscar una solución a
los problemas más latentes de su época, ya que, la sociedad sobre
la que Camilo desarrolla su actividad, sufre por la polarización y la
violencia partidista que azota el período de tiempo, que le
corresponde vivir, polarización que es histórica y que se perpetúa
enquistada en la sociedad, condenándola no solo a la pobreza, sino
a su propia suerte; también y no es menos importante para Camilo
64
entender que el mundo, por lo general estaba divido en dos bloques
antagónicos, las actividades humanas, y las mismas relaciones de
poder estaban circunscritas a dos formas de polarización, casi todos
los aspectos de la vida y de la sociedad humana, están divididos en
dos bloques antagónicos. Según Camilo, su diagnóstico muestra
como la iglesia ha perdido uno de los elementos más importantes,
presentes en esa polarizaci·n, ñel proletariadoò, y por lo tanto
analiza las causas de ese fenómeno partiendo propiamente de la
noci·n de proletariado: ñSi entendemos como proletariado la clase
social que posee una cultura diferente y muy homogénea, clase
social cuyas actividades y preocupaciones se desarrollan en un
ambiente completamente nuevo y en el cual no ha habido una
presencia del cristianismo como tal, entonces podríamos afirmar
que el proletariado nunca ha sido espec²ficamente cristiano.ò55
Camilo Torres observa con acierto que, dentro del movimiento
dinámico, de la sociedad, es evidente el crecimiento exponencial de
la clase social obrera, claro si nos circunscribimos a este artículo,
nos damos cuenta que no está analizando otros factores de ese
crecimiento, por el contrario, refiere la evidencia del crecimiento de
la clase obrera, más bien desde la consecuencia misma del
distanciamiento de esta clase de la ñmentalidad y de las practicas
cristianasò. En este sentido, identifica la relaci·n que existe entre el
movimiento obrero y la ideología marxista, considerando que esa
concordancia se puede reconocer de una forma objetiva, de la
manera en que la sociología marxista ha sabido analizar, precisar y
desarrollar los elementos efectivos y pasionales de la clase
proletaria56. Es entonces, en el cristianismo que al reconocer la
55 C. Torres, Escritos, op. cit., pag. 36. 56 ñA la masa obrera se le presenta como ideal una doctrina que responde a casi todas sus aspiraciones legítimas o ilegítimas. Si, por otra parte, no encuentran ninguna otra solución racional, y si no tienen principios de un orden superior al
65
doble naturaleza de la entidad humana social ï espiritual, donde se
puede atender de manera integral los problemas del hombre como
tal, el cristianismo es la manifestación del amor por el ser humano,
que al pretender involucrarse en los problemas sociales, genera la
redención, la emancipación y la libertad del hombre atendiendo a
su naturaleza como expresión del amor de Dios:
“El hombre es una realidad integrada natural y sobrenaturalmente. ¿Cómo se
distinguen los que actúan sobrenaturalmente? ¿Los que tienen gracia? No
podríamos juzgar que aquéllos que llenan las iglesias, los que van a misa los
domingos, comulgan, etc., poseen la gracia. El indicio o señal que da bases para
presumir que tienen gracia es el AMOR. El cristiano ama: ese amor lo distingue,
lo caracteriza. Las prácticas exteriores sirven como medio para llegar al amor y
deben estar movidas a su vez por el amor. Tales prácticas sin el amor no tienen
validez. El no cristiano que ama y está buscando de buena fe, tiene la gracia,
está obrando sobrenaturalmente, es hijo de Dios. En cambio, el cristiano que
cumple las prácticas externas y no ama, no es cristiano […]. Lo que diferencia al
cristiano en el campo natural es su manera de amar, a la manera de Cristo,
impulsado por él.”57
Antes de abordar la segunda parte del artículo, en donde se analiza
la respuesta cristiana, parece pertinente analizar el punto de
encuentro entre el cristianismo que practica Torres y el marxismo,
y la forma como rompe con el paradigma de la separación y la
distancia entre las dos formas de observar la dinámica social e
histórica. Que es la misma forma como desde la percepción y el
concepto de Camilo Torres se debe abordar la problemática social,
el problema del hombre, la capacidad que tiene el carisma de la fe
cristiana para buscar de manera efectiva, la redención, que no solo
de sus problemas concretos, perfectamente aceptar§n estas soluciones.ò C. Torres, Escritos, op. cit., pag. 38. 57 C. Torres, Escritos, op. cit., pag. 58.
66
implica la salvación del alma, sino la reivindicación de las
condiciones sociales. Para él, el cristianismo debe coadyuvar en el
cambio de las estructuras sociales, el verdadero carisma cristiano
es la revolución, el cristiano que no verifica con su acción social,
que no propicia o participa en los cambios de las estructuras
sociales no es un verdadero cristiano, por cuanto no ejerce el amor
al prójimo desde la acción y el servicio.
“Todo servicio es por sí mismo social, ya que supone, por lo menos, dos
individuos. En ese sentido la formación ética ha debido ser social y, por lo tanto
– aunque no sea sino por esta razón-, ha debido ser social siempre la formación
científica, ya que no puede haber formación moral sin formación especulativa.
Además, la enseñanza científica de las universidades se ha orientado, a través
de los años, de acuerdo con las necesidades y las inquietudes de cada época.
Esta es la única manera de crear dirigentes que respondan a la vocación histórica
que les toca realizar en cada época.”58
Es evidente que Camilo Torres, comienza a encontrar esa afinidad
a través de su visión social de servicio y desde sus concepciones
sociológicas del mundo y de su sociedad. Sintetizando esta
conceptualización:
a. desde su cristianismo como Humanismo Integral: para Torres es
necesario que los cristianos fueran impulsados y ñdirigidosò
hacia la búsqueda de una solución social. Es decir, el comienzo
de toda acción, encaminada a procurar los cambios sociales, es
desde el humanismo cristiano, es una acción social. En esta
parte de su pensamiento considera que el cristianismo tiene una
ñgran ventajaò, sobre el marxismo, la ventaja reposa en que el
cristianismo, por su universalidad, no tiene ninguna ligadura a
58 Idém, pag. 38.
67
un sistema económico concreto, considerando la economía
como una ciencia que depende estrechamente de factores que
varían con los cambios sociales, materiales e institucionales. En
este apartado, se destacan dos puntos que preocupan al autor,
es decir, el que hace referencia a la capacidad que deben tener
los economistas católicos, que deben dar una respuesta
verdadera, no obstante, el cambio de las circunstancias en que
se haya basado cualquier clase de solución o análisis.
b. El otro aspecto es mucho más delicado, desde el punto de vista
social y ético de esa acción, y radica en que en ese afán de
reaccionar ante las exigencias de una época y una sociedad,
esos científicos católicos, con su técnica no vayan destruir
“otros valores humanos” tan caros al cristianismo. Lo anterior se sustenta sobre
la base en que los orientadores de esos “científicos cristianos” tengan un
conocimiento profundo y muy adaptado de los principios teológicos y filosóficos,
aunado a lo anterior, una información suficiente, por no decir preparación,
concreta de las ciencias sociales, para así tener el discernimiento del alcance de
las soluciones y su empalme con los principios eternos. En este sentido, en sus
palabras, “el necesario que el cristianismo sea valorado como humanismo mucho
más completo que cualquiera otro. El objeto de la redención no fue solamente el
alma. Sabemos bien que la resurrección del cuerpo es uno de los frutos de
esta.”59
Ya habíamos visto que uno de los pilares básicos del cristianismo
que practica Camilo dentro de su forma de concebir el servicio a los
demás, y en particular su fe, es la caridad, la caridad como una
forma de materializar el amor. Es entonces desde esta concepción
que se fundamenta toda su actividad, para Camilo el cristianismo
no debe desconocer esa unidad humana, la unidad contempla al
59 Idém, pag. 39.
68
hombre como ser material, de orden natural y como ser espiritual
de orden sobre natural.
“por eso es necesario que los cristianos tratemos de tecnificar el conocimiento
que debemos tener de las inquietudes del mundo actual. El estudio de las
ciencias sociales, como instrumento para conocer esas inquietudes, para
resolverlas no en abstracto ni tampoco separadas de nuestros principios
fundamentales, es hoy en día indispensable para todos los que quieran llevar un
testimonio de cristo, tanto en la predicación como en el ejemplo; es muy distinta
la actuación de un cristiano que vive y comprende las necesidades de sus
hermanos a otro que, conociendo ampliamente la revelación, este alejado
completamente de estas.”60
La preocupación de Camilo se fundamenta en la forma como, no se
percibe esa naturaleza del hombre, la poca adaptación de los
pastores a su rebaño, el mayor aporte desde su fe, es la conciliación
de la diferencia, y el reconocimiento de la naturaleza humana, así
como la autocrítica, el llamado a la adaptación el reconocimiento de
que el ejercicio evangélico implica la adaptación a las necesidades
del hombre.
Al concebir el humanismo cristiano como una forma de dignificar al
hombre, Camilo magnifica el papel del evangelizador,
caracterizando desde la fe, la actividad humana, conceptualizado
de otra forma, Camilo no concibe la fe sin la participación activa del
militante, no a causa de un fundamentalismo, sino mejor de la
actividad emancipadora, de la actividad de cambio, en todo sentido
revolucionario, al combinar estos elementos, el papel cristiano no
encuentra en las escuelas materialistas una barrera, sino por el
contrario una forma dialéctica de actuar, una forma real de participar
en los cambios sociales necesarios para la gente y por la gente, el
60Ibídem.
69
actuar bajo la premisa cristiana refleja el compromiso de amor, que
significa servicio, que significa cambio y dignificación de la persona
humana.
El testimonio de Camilo va más allá de las concepciones religiosas,
el humanismo integral contiene los elementos para reconocer en el
hombre no solamente un ser servil, religioso, sino es por definición
un activista de cambio; la concepción del hombre que aborda lo que
siente hacia su creador, y lo que hace por si, como fin último de la
creación, pero no queda solamente en la materia religiosa. El
cristiano es, de hecho, un verdadero apóstol de su fe cuando su
compromiso en el servicio y su actividad atiende las necesidades
del prójimo, el prójimo que es el necesitado, y que es el verdadero
destinatario de la acción, así el trabajo del cristiano no se trata
solamente de la vocación religiosa, de su carácter de fe, sino
también de la posibilidad que tiene de transformar al mundo,
transformar la realidad, por ello la figura de Cristo como redentor,
no es una figura de culto solamente, sino además de acción, el
verdadero cristiano es un revolucionario. El trabajo de Camilo refleja
esa verdad, que concibe y en la que cree, y no solamente
diagnostica la realidad, sino se involucra en ella y participa de la
solución.
2. “La violencia en las zonas rurales de Colombia”
Ya hemos visto el alcance del compromiso de Torres a través de
dos pilares de su comportamiento de vida, es decir la doctrina del
amor eficaz a través del servicio, y la consideración de la persona
humana y del Humanismo Integral como una forma de entender el
entorno, el ser humano. Seguimos en nuestro intento de profundizar
el pensamiento y la acción de Torres, a través del documento ñLa
70
violencia y los cambios socialesò, ya que en este caso no solo nos
enfrentaremos con las teorizaciones, sino con la práctica, es decir
con la aguda comprensión de la sociedad y el origen de sus males,
y del camino mostrado por el autor61. La violencia como termino62,
siempre hace referencia a un acto, activo o pasivo que causa el
desmejoramiento de la calidad del derecho en otra persona o
personas, en sentido estricto de la palabra, la violencia se ejerce en
contra de otros, de sus derechos o intereses, por actos efectivos,
ya sean activos o pasivos, ir contra el comportamiento natural y es
en definitiva un acto humano que puede ser una persona o una
comunidad.
En lo que se refiere al tema de la violencia en Colombia, su historia
implica, como casi todos los países de América Latina, que ha
nacido de actos violentos, que la han marcado dentro de su
contexto histórico en diferentes épocas, pero que siempre se ha
hecho presente, el desarrollo de la historia interna de cada país
latinoamericano, siendo diferente entre sí, tiene elementos
violentos, el desarrollo de nuestra historia como país y como
nación, los tiene, el desarrollo mismo de la sociedad colombiana ha
sido producto de manifestaciones de violencia, social, intelectual o
física. El país nace en un parto donde la violencia actúa como un
61 Camilo Torres, analiza y procura a través de su ciencia, mostrar un camino, el documento es tomado de la Revista la Gaceta, Año III, N 16 ï 17 SEPT.-OCT.-NOV.-DIC. 1966, Bogotá, Colombia, y a su vez fue incluido en la obra Camilo Torres Cruz De Luz, publicada en marzo de 2006 por la Fundación para la Investigación y la Cultura. 62 Se refiere acá a la definición etimológica de la palabra violencia, la Real Academia Española de la Lengua en su diccionario, nos da la definición de violencia como: cualidad de violento, acción y efecto de violentar o violentarse, acción violenta o contra el natural modo de proceder, entre otras definiciones que nos circunscriben a la violencia como acto humano, la Organización Mundial de la Salud, tambi®n tiene un significado para describir la violencia ñla violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte.ò
71
detonante, de la evolución social y política, porque de allí, de las
expresiones de violencia, parte la reedición de las estructuras, en
la colonia, en la independencia, en la república y en la historia
contemporánea.63 Lo que teoriza Camilo, va acompañado de una
construcción, que pasa por diferentes estados, el primero, que
hemos trabajado, es el amor, ese amor eficaz, el segundo, que
también hemos referido en estas páginas, es la realización del amor
eficaz, a través de la acción, y el tercero tiene que ver con la
conceptualización del Humanismo Integral, como una forma de
entender la naturaleza humana y religiosa del ser que en definitiva
tiene que comprometerse con el cambio, con la revolución. Vamos
a desmadejar la concepción de Camilo Torres de la violencia, desde
el punto de vista que el académico la analiza, la violencia y sus
causas, también sus consecuencias, la forma como de manera
atemporal el mismo Torres advierte de los caminos a los que se
enfrenta Colombia, los mismos caminos que hemos recorrido y que
han degenerado en el estado actual de la sociedad colombiana.
En el texto ñLa violencia y sus causasò64, la violencia es
contextualizada como quiera que:
“abarca el conjunto de la actividad humana y supone el uso de la fuerza y en
particular de la fuerza armada hay, de hecho, poca novedad. Los medios y las
víctimas de los "raptos", del "machismo" del "gamberrismo", de las guerras del
"hampa", de las sublevaciones en las cárceles o en las universidades, de los
atracos a mano armada y de las guerras de represión, de conquista o de gasto
de material militar, no son hoy día exactamente los mismos que antes de la
revolución francesa, en la edad media o en la antigüedad. No obstante, no debe
llegarse a la conclusión de que nuestro siglo es más violento que otro. Según el
método para medir esa violencia que se elija es posible que incluso pueda
63 La Violencia y sus Causas, Editorial de la Unesco, 1981 organización de las naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura. 64 La Violencia y sus Causas, op. cit.
72
demostrarse que lo es menos. Actualmente existe una moda de concebir la
violencia como categoría de desván donde todo cabe.”65
Torres entiende la violencia como un fenómeno generado en la
concurrencia de dos factores, el primero, tiene que ver con la
limitación o el cierre de las vías pacíficas para el desarrollo
económico, la actividad social y cultural. El segundo que tiene que
ver, con el descubrimiento de un grupo que opta por superar esas
limitaciones mediante acciones violentas.66
En nuestro contexto histórico, y dentro de las aproximaciones que
se pretenden en esta investigación, en cuanto al pensamiento
político de Camilo Torres, es necesario abordar la actualidad, con
que, el tema de la violencia debe ser tratado, precisamente porque,
el pensamiento sociológico y político de Camilo, lo consideramos
plenamente vigente. Dentro de esta aproximación, el recurrir a
fuentes que se involucran en el estudio de la violencia, encontramos
cierta concordancia con la visión de investigadores, que, al hacer
un análisis de la violencia actual, han llegado sin darse cuenta y sin
considerarlo, a utilizar el mismo método que utilizó Camilo en 1963.
La referencia al año 1963 no es casual, ya que aunque el trabajo de
Camilo no recibe la licencia para ser publicado, el pensador
evolucionó dentro de su concepción de la violencia, y, respecto a
los elementos que se enuncian, por ejemplo, en el artículo ñFilosof²a
y violenciaò67 , llama la atención el manejo que se hace del termino
violencia, a partir de diferentes posturas filosóficas, marcadas entre
65 Ibídem, p. 10. 66 Hay una referencia en el art²culo de D. Martinez Morales, ñCamilo Torres Restrepo, Cristianismo y Violenciaò, en Theologica Xaveriana - Vol. 61 No. 171 (131-168). Enero-Junio 2011, pag. 147, donde en una entrevista para un semanario de corte liberal ñ Pol²tica y algo m§sò, Camilo hace la distinci·n. 67 G. P. Rodr²guez, ñFilosof²a y Violencia, Dos miradas al Fen·meno Terroristaò, Saga- Revista de Estudiantes de Filosofía, Numero 13, 2006.
73
el antagonismo que el termino implica, ya sea por la descalificación
del terror, como ejercicio mudo y apolítico que observa la autora en
Hannah Arendt, y la apología que se hace de la violencia
revolucionaria por parte de Jean Paul Sartre y Franz Fanón. Esta
rápida referencia, nos permite demostrar que, Camilo en su
introducción sobre ñLa violencia y los cambios socialesò, tenía toda
la razón y una visión científica hacia el futuro, al tratar de definir el
término, haciéndolo digerible y próximo al lector, al observar esa
necesidad de interactuar, al conceptuar que
“la ciencia como todo elemento humano, es ambivalente. Es un instrumento de
comunicación más profundo y más sólido con aquellos que están “iniciados”, pero
con aquellos que no lo están, ya sea por cultivar otras disciplinas o por no tener
una formación científica, puede ser un instrumento de separación, de malos
entendidos, y por lo tanto de conflicto.”68
Entonces es plenamente claro que Camilo Torres en 1963 entendía
y avanzaba, en sus investigaciones, sobre esa dualidad; entonces
nos presenta una forma magistral de entender esa discusión,
haciendo la distinción entre lo normativo y lo positivo. La ciencia
positiva es básicamente inductiva -dice- parte de la observación
empírica para llegar a generalizaciones del primer grado de
abstracción -amplia-, como una cita a los grados de abstracción que
son explicados por Aristóteles y Santo Tomás de Aquino,
prescindiendo de la materia individual y estudiando al ente móvil,
es decir partiendo de la observación, de lo que existe y se puede
ver y llegando a las generalizaciones que pueden llegar a plantear
las primeras conclusiones. Para Camilo, no se aspira a la
certidumbre metafísica, prescindiendo de toda la materia, sin
68 C. Torres, ñLa Violencia y los Cambios Socioculturales en las §reas rurales colombianasò, op. cit.
74
adentrarse en el ente en cuanto tal, objeto del tercer nivel de
abstracción, es decir, vuelve entonces el sacerdote a explicar, son
generalizaciones que nos dan una certidumbre física, una
certidumbre ñque se mantiene aceptando cualquier hecho en
contra.ò69 Entonces las ciencias normativas como la moral, la
política y el derecho tienen que buscarse, encontrarse en alguna
certidumbre metafísica. Lo anterior, como una forma de justificar su
trabajo, la ciencia positiva, entonces se encarga de observar,
constatar los hechos, hacer generalizaciones lógicas y están
sometidas a verificaciones empíricas, y como él lo refiere, apenas
comenzando su trabajo: ñesto es un trabajo de sociolog²a
positiva.ò70. Enuncia sus hipótesis de trabajo tomando las
experiencias directas de otros y las observaciones no
estandarizadas, Camilo reconoce que no obstante la evolución de
la sociología ï en su tiempo- es una ciencia joven. Como tal ñsus
conceptos, su terminología, sus métodos y sus leyes no están aun
suficientemente estructurados.ò71, Torres va más allá de ese
diagnóstico y se enfrenta a la realidad de su estudio desde la
perspectiva de la ciencia que conoce, y desde la cual debe ser
reconocido por el aporte que hace, básicamente nos explica como
si tuviera al frente todo un sal·n de clases: ñNo es posible hacer una
sociología colombiana aparte de la universal.ò72 A continuación nos
enfrenta a la necesidad de hacer una sociología colombiana,
partiendo de dos elementos, que el reconoce como sentidos, el
primero de ellos hace referencia a la aplicación de la sociología y
los métodos sociológicos generales a nuestra realidad concreta y
específica, el segundo tiene que ver con el análisis de las nuevas
69 Ibid. 70 Ibid. 71 Ibid. 72 Camilo Cruz De Luz, op. cit., pag.69.
75
situaciones, que nuestra realidad pueda sugerir. ñEsta sociolog²a
colombiana se vería frustrada en su estructuración tanto si faltara la
investigación empírica, como si prescindiera de la generalización
te·rica.ò73
Se trata precisamente de abordar la terminología, en el sentido
como pretende abordarla el autor, esto es sin hacer alguna clase de
contraste, o reflexión adicional. Su intención dentro su estudio
pretende, en todo, no desconocer el aporte de la sociología
universal, sino por el contrario, al aplicar los métodos sociológicos
generales a la realidad concreta y más exactamente, pretende
contribuir a la teorización y los métodos, contribuyendo con el
análisis de situaciones nuevas, que nuestra realidad pueda sugerir,
lo que no sabía el autor era la forma como esa realidad que
pretendía analizar, podía influir en el curso histórico, y menos podría
prever, que su propia muerte iba a constituir uno de los elementos
de estudio a futuro, donde se evidencia la violencia y la forma como
afecta la realidad colombiana. Camilo desaprueba la violencia, pues
es claro que esta en contravía de la moralidad cristiana, sin
embargo, no justificarla no implica reconocerle a la violencia el
hecho de convertirse en un factor de cambio social, los cambios
causados por la violencia tienen una importancia sociológica
importante, esto dentro de los límites de lo que implica la ciencia
empírica.
En el ensayo de Camilo se distinguen tres aspectos, en la forma
como se diagnostican los cambios, y con el fin de precisar: la
situación antes del cambio, los factores que influyen y la manera
cómo influyen en el cambio, y, por último se señala la situación
posterior a la acción de dichos factores. Ahí el pensador, dentro de
73 Ibid. pag.69.
76
sus dos concepciones de servicio, el sacerdotal y el educador en
los que se reconoce, por otra parte, que esos puntos de referencia,
son menos precisos que en un cambio físico, al tener en cuenta
entonces la dinámica, por lo que se considera que, dentro del
cambio social, es imposible considerar situaciones estables. Al leer
el ensayo, se observa la necesidad de Camilo de hacerse
comprensible, entiende que el mensaje tiene que inocularse, en
todos los aspectos, con el público al que va dirigido, es entonces
cuando acepta el concepto de violencia que se desprende del libro
ñLa violencia en Colombiaò74. Téngase en cuenta que para la fecha
de concepción del ensayo, Colombia no había pasado por los
fenómenos sociales que en las décadas posteriores hicieron parte
de nuestra historia, como quiera que al momento de proyectar el
estudio sobre la violencia, la aparición de los grupos armados
ñrevolucionariosò es incipiente, est§n apenas constituy®ndose como
una alternativa, lo que si debemos rescatar, es la contundencia del
diagnóstico que se hace de parte del autor.
Seguramente la importancia del aporte de Camilo Torres, yace en
gran medida, en el hecho que, con el auge de los grupos armados
en su época, visualizo a través de sus concepciones las
consecuencias futuras del movimiento armado, así como también
diagnosticó el fenómeno de la violencia. Los criterios determinantes
de la violencia, no son exclusivos de la sociedad colombiana, se
74 En nota a píe de página, Camilo cita a Germán Guzmán, Eduardo Umaña Luna, Orlando Fals Borda, ñla violencia en Colombiaò la definici·n que acepta Camilo y que contiene ese trabajo dice: el fenómeno de la violencia en Colombia podemos definirlo como un tipo de conflicto social que se manifiesta por la acción armada de grupos, especialmente en vecindarios campesinos, generalizada geogr§ficamente en ñColombiaò y de car§cter end®mico, ya que se ha prolongado por varios años sin solución de continuidad. Cfr. G. Guzmán, E. Umaña Luna, O. Fals Borda, ñLa violencia en Colombiaò, 1Û edici·n. Monograf²a sociol·gica. Fac. de sociolog²a, U.N. citado por Camilo Torres en el ensayo ñLa Violencia y los Cambios Socioculturales en las Ćreas Rurales Colombianasò.
77
ajustan a cualquier modelo de sociedad rural, así las variables que
Torres analiza, no son exclusivas, parte entonces del estudio de
Germán Guzmán sobre la violencia75, estructurando los datos del
libro de Guzmán, dentro de un esquema teórico adaptado a la
descripción del cambio ocasionado por la violencia.
Entonces ¿cómo comienza Torres el estudio de la violencia?, pues
parte de la premisa del análisis individual de sus variables,
clasificándolas en tres grandes grupos: el primero referido a las
variables comunes a toda sociedad rural, esto es partiendo de la
conceptualización de que Colombia es una sociedad rural, como se
ha venido afirmando; el segundo grupo, refiere a las variables
propias de las sociedades rurales de países subdesarrollados y el
tercero, específicamente a las variables características de la
sociedad rural colombiana. Partiendo de esa gran categorización,
vamos a tratar de dilucidar lo que el pensador busca probar dentro
de su trabajo, al considerar las variables comunes a toda sociedad
rural, se tiene que entre otras, se analiza como una variable de
trascendencia, la falta de división del trabajo, de especialización y
de escases de roles. En el estudio que presenta Torres, se
considera que la actividad agropecuaria, del cultivo de la tierra y del
ganado es prácticamente exclusiva del campesino colombiano. En
general, toda otra ocupación está condicionada por ésta actividad,
según el diagnóstico de Camilo, la violencia plantea al campesino
nuevas necesidades y con ello se genera la necesidad de la
imposición de una división del trabajo y de una especialización. Este
punto es importante, si analizamos el contenido del postulado que
hace Torres de la conformación de grupos dentro de la sociedad
campesina, en primer lugar, refiere a grupos activos, que son los
75 Camilo Torres refiere al libro ñLa violencia en Colombiaò ï Estudio de un proceso social ï G. Guzman, 2ª ed. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1962.
78
encargados de la realización de actividades con carácter bélico,
surgen actividades relacionadas con la satisfacción de necesidades
en este sentido, y necesidades asociadas con la actividad de la
guerra de guerrillas. El otro grupo, o el que se categoriza en el
estudio como grupos pasivos, se refiere a la satisfacción de
necesidades como las de vigilancia, colaboración, entre sí, como
con los grupos guerrilleros. Como nota debemos acá hacer un alto,
para analizar que, de esta forma se comenzaron a gestar las
guerrillas en Colombia, con el mismo carácter de grupo armado,
formado esencialmente por campesinos, con actividades propias,
con especificación de tareas. En este sentido la conformación de
grupos armados como guerrilleros, va más tarde, a desembocar por
la misma dialéctica del conflicto, en las mismas causas para
formalizar los grupos de oposición campesina, es decir los grupos
paramilitares, con lo que, observamos en la primera variable a
analizar, dentro del estudio de Camilo Torres, los elementos
constitutivos de dos de los factores de violencia que más han
causado muerte y destrucción, la guerrilla y el paramilitarismo.
Ahora bien, de acá se desprende la importancia que Camilo Torres
haga referencia a estas caracterizaciones, pues en el hecho que
genera relaciones sociales, que aun cuando son rudimentarias son
importantes, con todas las características de la sociedad rural Folk,
como sociedad pequeña, aislada, iletrada y homogénea, con fuerte
sentido de la solidaridad; el sistema de vida y de relaciones está
enmarcado en un sistema de relaciones coherente, basado en el
fortalecimiento de sus relaciones a través del parentesco, no hay
cuestionamientos intelectuales, la conducta que se hace preferente
es la tradicional, espontánea, no crítica y personal, dentro de este
contexto social no hay legislación, hábito de experimentación, ni
reflexión, es un modelo de vida que se resigna a que el grupo de
79
acción o la unidad de acción se descargue en la familia, lo sagrado
está por encima de lo secular, y la economía esta fortalecida por el
autoconsumo, antes incluso que el mercado. Lo interesante de todo
esto es que se aplica a la sociedad rural conforme lo observa
Camilo, ahora que la vigencia de su conceptualización76, se hace
evidente en la forma como se desarrollaron grupos armados,
generados en el campesinado, casi que en su conformación
coinciden, en la forma de operar y en la forma en como reclutan a
sus integrantes. Para Camilo, en las comunidades afectadas por la
violencia, las relaciones sociales, que él toma como interacciones
sociales, comienzan a basarse más en las funciones de las
personas, que en la persona misma, lo que hace que al
despersonalizarse la interrelación, la solidaridad del grupo
comienza a ser más orgánica, es decir, se fundamenta en la forma
como se complementan esos roles diversos, que en la igualdad de
sus elementos, como se está viendo actualmente, tal vez sea esta,
la carencia en el reconocimiento del otro por la igualdad, la
insolidaridad se muestre como uno de los factores que determine la
violencia. Es entonces que las relaciones sociales se basan más en
la razón que en la tradición y el sentimiento. En los mismos términos
que el pensador expone: ñla conducta deja de ser tradicional y
espont§nea y pasa a ser cr²tica e impersonal.ò77 De esta forma, la
76 El termino conceptualización se toma en el sentido que la definición que usa Camilo Torres de la sociedad rural folk, pertenece a la definición que de esa sociedad hace R. Redfield, ñThe Folk Societyò, en The american Journal of Sociology, 52 (enero 1947) pag 293 77 Es una enunciación textual del estudio de Camilo Torres sobre la violencia, en la nota que hace al píe de página, el refiere: ñpara ampliar la teor²a sobre la transformación de la sociedad- folk en sociedad urbana debido a la división del trabajo, es ¼til consultar E.C. Hughes, ñPersonality Types and the Division of Laborò, American Journal of Sociology, 1928/33, 754/768 y L. Von Wiese an Howrd Becker ñSystematic Sociologyò (N. York, John Wiley & Sons, 1932) 222/225 et passim)
80
sociedad rural se transforma, se urbaniza, comienza a tener un
comportamiento urbano.
Camilo va más allá, al teorizar sobre las consecuencias de esa
transformación, al adquirir este modo de vida urbano, al realizarse
esta urbanización del comportamiento social, no se mantiene una
actitud tradicional frente a los cambios sociales, por el contrario, al
presentarse la sociedad afectada por la violencia, tenemos
actitudes urbanas sin los instrumentos propios de la sociedad
urbana. El resultado de los años de violencia, es la insolidaridad, el
egoísmo, la impersonalización de las relaciones, la violencia misma,
el desconocimiento del otro y desconocimiento de la igualdad entre
semejantes.
El segundo aspecto dentro de esas variables comunes hace
referencia al aislamiento social, dentro del estudio de la violencia,
Camilo lo categoriza como fenómeno ecológico, se presenta por la
baja densidad demográfica y la ausencia de comunicaciones,
características propias de las sociedades rurales. Es relevante
reconocer que en este punto, Colombia ha avanzado en generación
de alternativas de comunicación de las comunidades rurales,
aunque este avance no sea determinante, pues dentro de la
infraestructura del estado colombiano, no se había dado
importancia al establecimiento de vías de acceso ï salida de
productos agrícolas, uno de los problemas que se perciben aún en
los países subdesarrollados o en vía de desarrollo es el aislamiento
de las comunidades rurales, que se agudiza en gran medida por la
falta de transporte y la ausencia de comunicaciones de toda índole.
En nuestro país en particular, ese aislamiento social, esa ausencia
de infraestructura, degeneró en los fenómenos posteriores,
asociados durante los años setenta a la bonanza marimbera, y
posteriormente a partir de la década de los ochenta y hasta hoy con
81
la producción de la mata de coca: el campesino reacciona frente a
ese aislamiento social, a esa imposibilidad de comunicación y a esa
falta de atención estatal, asumiendo que su actividad no está
estimada por el gobierno central, incurriendo en el cultivo ilícito
como una forma de sobrevivir, sometiendo al campesino a la
economía que le representa el cultivo de ilícitos y el reconocimiento
económico que le otorga el traficante para utilizar su parcela en esa
actividad. Nos parece importante este punto, ya que dentro de la
visión de Camilo es casi que profética la consecuencia que predica,
el pensador refiere que ese factor de violencia incrementó las
migraciones rurales, no solamente hacia las grandes ciudades sino
también en las diferentes localidades campesinas. Se tiene
entonces que el fenómeno ha generado además de la migración
otros fenómenos, como por ejemplo el de la conciencia de clase,
pues se ha generado otra clase de comunicación, el campesino
toma conciencia de su realidad y de sus necesidades comunes, al
entrar en contacto con su realidad socio ï económica y la realidad
socio económica de la urbe, así el campesinado, se constituye en
un grupo de presión en la base de la pirámide social. Para Torres,
ahí el elemento fundamental del campesinado toma lugar de una
manera preponderante en la transformación de las estructuras
sociales.
El tercer aspecto dentro de las variables que se están analizando
tiene que ver con la importancia del vecindario en las comunidades
rurales. En el trabajo de Camilo, se evidencia como la violencia
rompe los límites del vecindario rural, es decir se entromete en la
sociedad rural, los grupos guerrilleros se han constituido, y en eso
tenía razón, en los nuevos elementos de control social, de esta
manera, se registran en la historia reciente de Colombia, varios
agentes de control que interactúan con la sociedad rural. La
82
influencia regional de los grupos armados, constituye barreras para
el desarrollo de las sociedades, del campesinado, y genera así
mismo violencia de diverso tipo; el grupo armado como elemento
de control, domina determinada región, y el campesino, enfrenta de
una parte esa influencia, ese control, en el medio del fuego cruzado,
entre la acción militar y la acción violenta de los grupos armados,
de diversa índole. Así el campesino, pierde toda norma de conducta
y se adapta a los diferentes grupos de referencia, no se comparte
del estudio es lo que genera la adaptación del campesino, pues esta
se da más por la necesidad de preservar la integridad que, frente a
la ausencia de reflexión o crítica, que es el factor que señala Torres,
para nosotros, el campesino se ve reducido por la zozobra e
incertidumbre como víctima de la violencia. Ese rompimiento de si
aislamiento social ha hecho perder importancia al vecindario de la
vida social del campesino, característica que ha originado una
subcultura cuya base fundamental es la violencia. Torres acierta
hacia el futuro en que todo se reduce a la generación de una forma
de impersonalización de las relaciones, la influencia de los grupos
armados en el contexto de la vida social del campesinado y la
obligación de este, en someterse a la regla de orden o de
reconocimiento de la influencia de esos grupos armados. Finaliza
entonces con una sentencia que es cruel pero real: ñ Los nuevos
organismos de control y la relajación de éstos, han llevado a una
conducta más reflexiva y más crítica, pero de acuerdo con una
escala de valores completamente patol·gica.ò78
El individualismo, como producto de la existencia de grupos y
sociedades cerradas, y como una secuela lógica, la asociación del
miembro de esta clase de sociedad, se reduce a la búsqueda de
78 Camilo Cruz De Luz, op. cit., pag.86
83
objetivos en función de intereses personales, la actitud
individualista es bastante generalizada, especialmente en las áreas
más aisladas, en este aparte, hay que hacer un alto y una pequeña
reflexión sobre lo que esto ha generado, ante la necesidad de
protegerse contra la violencia, ñlas fuerzas oficiales introducen
sistemas de conducta donde se hace indispensable el trabajo en
equipo. En forma similar son organizadas por el gobierno las
ñllamadas guerrillas de pazò, para combatir a los bandoleros.ò79 Las
fuerzas guerrilleras, según el propio Camilo, crean formal e
informalmente elementos de trabajo colectivo, la formalidad se
percibe de las normas organizativas, en donde en ellas los intereses
colectivos priman sobre los intereses particulares; la informalidad,
parte entonces de la forma como los grupos guerrilleros debían
trabajar en equipo para todas sus labores tanto bélicas como de
subsistencia. En cuanto al campesinado, la violencia genera
conductas donde se tiene que romper con el individualismo, efectos
que se ven en las migraciones campesinas, la defensa de las
comunidades rurales, la organizaci·n para la producci·n, etcé, en
esas manifestaciones se crea una mentalidad que opta por la
colaboración, la iniciativa conjunta y la conciencia de clase, el
reconocimiento de los problemas en conjunto. Así como se genera
lo anterior, se está frente al conflicto con las organizaciones del
79 Ibid. pag.87. Se hace referencia a un grupo dentro del campesinado que se opone a la influencia de la violencia de diferente origen, al referirse a las llamadas ñguerrillas de pazò, Torres describe como en las comunidades rurales, frente a la violencia se reacciona con una formación de carácter paramilitar, generada desde las estructuras militares, desde el mismo estado, lo que refleja en la historia reciente que esos grupos, han generado una forma de continuación de la violencia, personalmente lo interpreto como una forma de moverse hacia el mismo punto de partida.
84
extra grupo, en el sentido que la violencia ha generado una forma
de aislamiento muy particular donde se presenta conflicto.
Existen varios factores de comportamiento que se generaron a raíz
de la violencia, como por ejemplo la consideración de algunos
elementos que eran considerados como propios, que pasaron por
efectos del conflicto y de la violencia misma, a adquirir otro carisma
dentro de la organización rural. Instituciones como la iglesia, el
palacio municipal, que antes eran considerados dentro de la
estructura como una forma de identificación, pasaron entonces a
ser elementos con cierto rasgo de peligrosidad, como en el caso
de la iglesia o de los líderes políticos en las cabeceras municipales,
así mismo, la violencia al generar la división del campesinado fue
un factor determinante para la implantación del sistema de
gamonales o caciques, generados por la influencia en la sociedad
rural de la orientación política. Se recuerda entonces que el país ha
pasado por etapas ligadas al bipartidismo, también se reitera que,
la influencia de grupos de índole comunista afinca sus bases en el
inconformismo de una parte del campesinado: resumiendo, la
violencia, como primer ítem de triunfo procura la división de la
sociedad rural, así la solidaridad con las personas se gesta con
base en intereses comunes que de origen ecológico. En este
sentido, Camilo identifica como origen ecológico los elementos
tradicionales a los que se hace referencia dentro de la constitución
de la sociedad agraria.
Por último, dentro de las variables se considera el sentimiento de
inferioridad, que esta manifiestamente ligado a los anteriores, como
un fenómeno psicológico individual; ese sentimiento de inferioridad
se explicaba desde la perspectiva del campesino con las
instituciones y con los individuos pertenecientes a la sociedad
urbana, y apropia al campesino de que la acción de su grupo
85
armado, llámese guerrilla o autodefensa, procura un triunfo dentro
de la concepción que tiene el medio urbano de su influencia social.
En este sentido se reconoce que a través de la seguridad de la que
se apropia, se genera a través de un cambio psicosocial, en cuanto
se constituye esta seguridad en una forma de acción o de actuación
frente al grupo sobre el que se quiere ejercer presión.
El estudio del ensayo de Camilo sobre la violencia, debe centrarse
a partir de las anteriores reflexiones de puntos estratégicos pues en
la segunda y tercera parte, él hace una aproximación a la realidad
colombiana, por lo que es necesario para efectos prácticos de este
trabajo, centrar en los aspectos más relevantes en aras de destacar
el aporte político que se hace a través de este ensayo. Por ejemplo,
en las ñVariables propias de las sociedades rurales de pa²ses
subdesarrolladosò se destacan la ausencia de movilidad vertical
ascendente, como quiera que las formas de movilidad social, han
sido consideradas como elementos de cambio social. Se entiende
las formas de esta movilidad como la movilidad material, la
movilidad cultural y desde dos aspectos bien definidos, como son el
aspecto cuantitativo que hace referencia al paso de los individuos
de un grupo a otro, realizado de manera masiva, o cualitativo,
identificando el tipo de individuos que se movilizan, distinguiendo
en la forma como ascienden los líderes en comparación con la
movilización que tiene una persona sin influencia en el grupo social;
en el estudio que hace Torres, se toma la movilidad social no solo
desde el punto de vista material sino desde el punto de vista socio
cultural.
Dada la importancia de hacer énfasis en el estudio del pensamiento
político, y tomando una ligereza en el desarrollo de este trabajo,
quisiera referirme a los diferentes canales de movilidad que estudia
Camilo Torres, atendiendo en este sentido a la importancia que
86
adquiere el canal económico, el canal cultural y el canal político.
Existen otros tres canales que revisten importancia, que son el
canal burocrático, el canal militar y el canal eclesiástico; debemos
notar, que es importante para Torres, dentro de su concepción de
humanismo integral abordar todos los aspectos del hombre como
tal, como se dijo antes, dentro de la concepción del amor eficaz, no
se entiende la naturaleza del hombre si no se atiende a las esferas
del mismo, a través del servicio, sin embargo, los canales a los que
se refiere este estudio, que son el económico el cultural y el político
encierran el cometido dentro del ámbito del aporte a la política que
hace el pensador dentro de su investigación.
Comencemos entonces por el orden que le da Camilo Torres, en
primer lugar por el canal económico, refiriéndose específicamente
a la posesión de los medios de producción y bienes, como un medio
rápido de ascenso en la escala social, tenemos que referirnos a este
canal porque es explicito que camilo entiende como en la sociedad
la adquisición de medios de producción y bienes, es una forma fácil
de ascender, si se tiene en cuenta que por la misma constitución
del estado, se entiende que en este canal de ascenso la
competencia en la posesión y utilización de bienes y servicios no
requiere otra calificación que la relativa, no requiere una calificación
a largo plazo, y la calificación es relativa, porque está dada en la
capacidad de enriquecerse, no en la forma como se administra o se
manda, por lo que este canal, es rápido, fácil y es ejecutable según
la naturaleza misma de las personas, por cuanto en general, todos
sabemos poseer y utilizar.
¿Dónde se puede manifestar la obstrucción de este canal de
ascenso? Primero: la obstrucción de este canal de ascenso social
constituye una de las formas más serias de frustración social. En
este sentido una de las características de los países
87
subdesarrollados es la de concentración de los bienes y servicios
en pocas manos, ejemplo claro de Colombia. Donde los pocos
poseedores se encargan de obstruir los canales de ascenso
económico, mientras esos canales de ascenso no constituyan un
beneficio para ellos, en ese sentido Camilo considera que los que
empiecen a adquirir una mentalidad capitalista de mayor
productividad, entienden que al abrir el canal dan posibilidad a
aquellos que puedan llegar a ser mejores consumidores.80
En esta parte, distingue los dos índices de desarrollo, el primero la
mentalidad de la productividad, que es el que se ha referido, y
segundo la presión social de base, que es la que se presenta
cuando se ve la necesidad de abrir el canal de ascenso económico
cuando la presión social de base, de abajo hacia arriba ponga en
peligro la estructura económica de los pocos poseedores que se
usufructúan del sistema. Ahí se genera un verdadero problema,
pues en las sociedades rurales, el cierre de este canal es mayor,
debido a la baja productividad de la empresa agropecuaria, y a la
economía de subsistencia en las áreas rurales, en pocas palabras
esto implica que, aunque exista la mentalidad de abrir el canal
económico, se considere la poca posibilidad que tiene en el
mercado, el consumidor campesino.
Desde la arista que implica la presión social o el miedo a la presión
social, el campesinado también está en condición de inferioridad,
acá debe hacerse un alto, la sociedad colombiana se ha
acostumbrado a su suerte o a su destino, si bien es cierto el
diagnóstico sobre la violencia que hace el cura guerrillero, se hace
con base en la realidad vigente en el momento en que conceptualiza
el estudio, también es cierto que, los mismos elementos que utilizó
80 Camilo Cruz De Luz, op. cit., pag. 103.
88
para ese diagnóstico, se encuentran presentes en la sociedad
actual. La vigencia del discurso, aun cuando se haya previsto en el
estudio las consecuencias de la violencia, en la marginalidad, el
aumento de los cinturones de miseria, y las grandes migraciones
hacia los cascos urbanos o las grandes ciudades, evidencia que,
los elementos que se consideraron en su tiempo, han evolucionado,
al hablar de este aspecto, me estoy refiriendo a los fenómenos que
ya se han estudiado, el aislamiento social, el individualismo, el
tradicionalismo, se encuentran presentes, en la sociedad actual,
tanto en la sociedad rural, como en la sociedad urbana, desde este
punto de vista se hace difícil que aquellos que pertenezcan a la
base de la sociedad, se constituyan en un verdadero grupo de
presión. Así pues, el campesino no constituye un peligro para la
estructura económica vigente, no lo era en el tiempo que fue
abordado por Camilo Torres, y tampoco lo es en este tiempo, donde
la sociedad campesina ha sido reducida aún más, afectada por los
fenómenos de la violencia, y sometida a habitar las ciudades en los
barrios periféricos alimentando con su mano de obra barata el
desarrollo económico de las ciudades y los grandes capitales.
Ahora bien, para Camilo Torres, la violencia hace que el
campesinado se configure como un grupo de presión. La misma
violencia, le da al campesino conciencia de sus necesidades, y
debía aportarle conciencia de sus propios recursos humanos para
superar las necesidades que presenta, de esta manera, el
campesino desarrolla el conflicto respecto del Extra-Grupo y lo
institucionaliza.
Se visualiza entonces dos efectos de la violencia, en primer lugar,
despierta la conciencia del campesino respecto de su situación
(miseria), agudizándola en las áreas donde se produjo, y en
segundo lugar, introdujo instrumentos para lograr fines económicos
89
en todas las escalas de la jerarquía social. Y he aquí que llega a un
punto sensible de la realidad actual de la sociedad colombiana, y es
que, frente a esta situación, se produce un fenómeno, que
desencadena gran parte de la problemática social de Colombia,
frente al fenómeno de la violencia, los efectos del desplazamiento,
los capitales, los gamonales, aprovechan la violencia o la generan,
para adquirir grandes extensiones de tierras devaluadas, así como
también la imposibilidad en el cumplimiento de los pagos de las
deudas a personas públicas y privadas, el campesino por el
fenómeno de la violencia, adquirió instrumentos considerados como
anómicos por la sociedad, pero que resultan eficaces para el
ascenso social. Así el campesino acepta la existencia de una
criminalidad definida, ya sea por los grupos guerrilleros, o como en
el caso de la historia reciente de la violencia colombiana, por grupos
paramilitares, narcotraficantes o de bandas criminales emergentes
de la desmovilización o desarticulación de estos mismos grupos.
Prosiguiendo con el análisis de los canales de ascenso dentro de la
movilidad vertical ascendente, encontramos importante reflexionar
sobre el canal cultural, para entender el canal, nos remitimos a la
definición que el propio Camilo Torres acusa en su trabajo:
ñpor “cultura” entendemos el conjunto de valores, patrones de conducta e
instituciones que se trasmiten de una generación a otra, dentro de una sociedad.
No incluye ningún juicio de valor favorable.”81
Camilo hace referencia a la adquisición de aquellas formas
culturales que pertenecen a una clase o status social superiores,
¿Cómo se pueden adquirir?, de manera indirecta, cuando se ha
llegado a un determinado estado social por un canal diferente al
81 Camilo Cruz De Luz, op. cit., pag 107
90
cultural, pero se ha asimilado o integrado con las costumbres de la
nueva clase. Y directamente por la integración y asimilación formal
de los nuevos valores que se realiza por medio de la educación
institucionalizada, básicamente Camilo centra su análisis, en esta
segunda forma, la forma directa, a través del análisis del estado de
la educación en la sociedad rural. Debemos entender que en este
sentido, aunque aún existe obstrucción en el acceso a la educación,
Colombia ha superado en gran parte el problema que se genera con
el analfabetismo, no quiere decir que esta situación este
plenamente superada, pero si se ha evidenciado un avance y un
desarrollo en las comunidades rurales, donde por lo menos en
enseñanza primaria se ha superado índices de analfabetismo,
sobre todo en la población infantil. Aquí hay una situación que
consideramos real, aunque los esfuerzos institucionales y
particulares (a través de la iglesia o de ONG) han procurado la
mejora de la calidad de vida del campesino procurando la
vinculación de la población infantil a escuelas primarias, si vale la
pena dar nuevamente crédito al análisis que de esta problemática
hace Torres, en cuanto a que la concentración de la enseñanza es
básicamente urbana, e incluso el grado de desescolarización en las
áreas urbanas es bastante alto, dados los problemas que se
presentan en cuanto a la violencia y los otros factores que se
generan con ella, incluso en las áreas urbanas. Entonces, si bien es
cierto el grado de compromiso del establecimiento estatal con la
vinculación de los niños a los centros educativos, este se ve
alterado por el mismo fenómeno de la violencia, que se genera por
factores asociados a la actividad ilegal, ya sea de grupos armados
que se nutren de esta ausencia e imposibilidad estatal para
desbloquear este canal de ascenso, como también de los
fenómenos asociados, como el consumo, la permanencia en calle,
91
el trabajo infantil o juvenil, fenómenos que se hacen presentes
incluso en las zonas urbanas.
No sobra resaltar que estos fenómenos están bien descritos en el
trabajo de Camilo, lo que da una certeza de la vigencia de su
estudio. En cuanto a lo que se refiere a la enseñanza secundaria,
también se visualiza un avance, un desbloqueo de la situación,
marcado por la generación de políticas públicas, ya sean de nivel
central o regional que han procurado la generación de más cupos,
y la posibilidad de acceso a la educación secundaria de sectores,
que en el momento histórico de Camilo Torres estaban excluidos,
ya sea porque la educación se centraba en planteles privados o en
planteles con algún carácter religioso. Acá el problema no es de
exclusión o de acceso, acá el problema es un fenómeno que ya
habíamos tratado en cuanto a la enseñanza primaria, y es que con
el fenómeno de la violencia, se han generado otra clase de
patologías sociales que han generado ausentismo escolar,
deserción y problemas que emergen de la influencia de las formas
de violencia, que al haber evolucionado han generado deterioro en
la calidad del canal de ascenso cultural.
En este mismo sentido, al analizar el canal cultural de ascenso
directo en la enseñanza secundaria, se tiene que enfrentar la triste
realidad que los fenómenos de la violencia, hacen una oclusión
determinada y representada en el ausentismo, la evasión, el
consumo de sustancias ilícitas y más determinantemente, en la
participación de los jóvenes en las actividades ilícitas generadas por
la propia violencia, que no solo excluye al campesinado del acceso
a la educación secundaria, sino que también excluye al joven o
adolescente de las zonas urbanas de la posibilidad de ascender por
este medio dentro de la escala social. El canal está obstruido por la
imposibilidad de la política pública de proteger a la población
92
vulnerable de la influencia de la ilegalidad, acá no torna en una
situación donde este presentada la lucha de clases, o la influencia
de las clases poderosas en la oclusión del canal, sino que la misma
violencia y sus agentes, han provocado la oclusión, beneficiándose
de esta misma situación para fortalecer su negocio. La juventud, la
adolescencia está condenada a la desesperanza en sus
posibilidades de educación. Por último, si se analiza lo que tiene
que ver con el acceso a la educación universitaria, la situación
empeora, la violencia ha dejado la marca indeleble de sus efectos
en la sociedad, en cuanto a este último aspecto, Camilo parte de
las limitaciones económicas de la población para acceder a la
educación universitaria, la realidad histórica de Colombia, ha
demostrado que la oclusión de este canal se da tanto por la oferta
como por la demanda, la posibilidad que un estudiante de
secundaria pase a la educación universitaria se ve alterada tanto
por factores económicos, como por factores laborales. El estudiante
de clase media/baja o baja debe resignarse a interrumpir su ciclo
de educación por el trabajo para mantener o aportar
económicamente su núcleo familiar, y en cuanto al estudiante de
clase media media o media/alta, debe alternar su estudios
universitarios con actividades que le demanden ingresos, lo que
genera un desmejoramiento, de su capacidad de asimilar
conocimiento, como de acceder a una educación de calidad, ya sea
en la universidad pública como en la privada. Volviendo al trabajo
de Torres, tenemos que decir que dentro de su análisis también se
observan estas mismas variables:
ñSin embargo, es necesario reconocer que la pobreza de las universidades
oficiales con relación a la necesidad de dirigentes que tienen los países
93
subdesarrollados, es bastante notoria. Esto hace que el factor económico
determine en buena parte la oclusión del canal cultural en esta fase.”82
Aquí vale la pena resaltar que Camilo de alguna forma observa la
realidad en su época, con una visión futurista, visión que ha
configurado la estructura social de Colombia, acierta en el sentido
de considerar que en el nivel profesional es muy difícil ascender sin
un criterio conformista respecto de las élites culturales. Esto lo que
significa es, que el profesional, que pretende ascender por este
canal directo, se ve enfrentado a aceptar lo que le predica o lo que
le exige la elite, pues son las élites culturales las que determinan el
acceso o la oclusión del canal, si el individuo afecta el control
regulador que ellas ejercen, no lo toleran, para Camilo el nivel de
conformismo asciende a medida que se acerca el fin de la carrera
y se requiere la aceptación de la élite profesional que se mantiene
como élite gracias a las estructuras sobre las que ejerce el poder.
Lo que genera entonces, es el mantenimiento de las estructuras
sociales del país. En ese sentido la realidad colombiana actual no
dista de lo que observa y diagnóstica Camilo Torres, incluso
respecto de la participación de la población campesina en el acceso
a la educación superior, aun cuando el campesino, haya adquirido
una conciencia de la necesidad de educarse, su acceso es mínimo
en relación con el habitante urbano o es producto de una migración,
producto y efecto de la violencia.
Si de la obstrucción de estos canales, que se han analizado hasta
el momento, ha dependido la violencia como una forma de impedir
el ascenso social, es aún más determinante el canal que me
dispongo a analizar a continuación y que se constituye en el eje del
pensamiento político de Camilo Torres Restrepo, pues a partir de
82 Camilo Cruz De Luz, op. cit., pag 111
94
él, de su análisis, personalmente considero que se articula la
plataforma política de su proyecto político, he de decir que, dentro
de las conceptualizaciones personales de Torres, el análisis de la
política es entendido dentro de la función de servicio, se engrana
con la idea del amor eficaz y su participación trasciende la esfera
del humanismo integral. Camilo parte de una división en diferentes
niveles, y en aspectos formales e informales, entiende por ascenso
político, el acceso al poder de un gobierno coercitivo sobre las
personas. Considera el poder pol²tico como ñacci·n pol²tica en
cuanto talò esto es, dentro de la esfera de la estructura del estado,
como acción política formal, acción política formal que se ejerce por
medio de funciones del Estado, en su análisis se limita entonces a
examinar la posibilidad de ascenso en las posiciones políticas del
gobierno, y de manera voluntaria excluye de este canal la
administración, que para él debe ser considerada dentro del canal
burocrático. En esas posiciones políticas entonces considera tres
niveles: nacional, departamental y municipal.
Sin alejarse de la realidad actual, refiere que los niveles que
podríamos considerar superiores, como son el nivel nacional y el
nivel departamental, están vedados para la población campesina,
debo hacer un paréntesis, para reflexionar sobre los cambios
estructurales, que han acontecidos desde el año 1991, cuando se
promulga la Constitución de Colombia. Pues como se debe
entender, en el contexto histórico que afecta a Camilo Torres,
estaba en vigencia la Constitución de 1886, y en este sentido, con
la promulgación de la nueva Constitución, hubo un cambio relativo
en cuanto a la realidad, en lo que hace referencia a la participación
política de las minorías y de las comunidades dentro de la estructura
del estado. Baste señalar que un universo de derechos se
promulgaron, buscando la participación y la garantía de los
95
derechos de grupos minoritarios, que, de alguna forma habían
estado excluidos dentro del orden constitucional, y que son
fundamento ahora de derechos respaldados en el orden
constitucional, que posiblemente en la época de la elaboración del
trabajo de Torres, no tenían reconocimiento. Por ejemplo en el
artículo séptimo de la Constitución Nacional Vigente se hace
reconocimiento a las minor²as, en el sentido que ñEl Estado
reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación
colombianaò y que se materializan más adelante, el estado
colombiano debió entonces reconocer la diferencia, y garantizar los
derechos a las minorías, teniendo en cuenta la diversidad; el hecho
que en el país, existan alrededor de 81 grupos étnicos con 64
lenguas diferentes, en el reconocimiento de esta diversidad se finca,
se soporta la consideración de la multiplicidad de formas de vida y
sistemas diferentes de entender el entorno humano. Pero esta
garantía de derechos no solo abarca lo referente a comunidades
indígenas, sino existe el claro reconocimiento a la población negra
y a la población rom, que no sólo son mencionados en la carta
fundamental, sino que son protegidos desde el rango constitucional.
Las reformas introducidas por la Constitución del 91 en cuanto a
participación política son significativas, seguro, Camilo las hubiera
observado de manera distinta, si en su momento histórico hubiera
tenido acceso a las mismas, por ejemplo, en la participación política,
la estructura de estado que conoció él, distaba mucho de la que
conocemos hoy en día, donde se reconoce la participación de
grupos significativos de ciudadanos que pueden hacerse reconocer
con el fin de participar en un proceso electoral. En el artículo 171,
por ejemplo, se contiene una disposición especial para la
participación de comunidades indígenas con circunscripción
especial y para ciudadanos colombianos que se encuentren o
96
residan en el exterior, así como también el artículo 176 que fue
modificado por el artículo 6 del acto legislativo 02 de 2015, que
asegura la participación en la Cámara de representantes de grupos
étnicos y de los colombianos residentes en el exterior, asegurando
por lo menos cuatro representantes, por estas circunscripciones
especiales, que se distribuyen en dos por la circunscripción de las
comunidades afrodescendientes, uno por la circunscripción de las
comunidades indígenas y uno por la circunscripción internacional.
Pero más allá de estos reconocimientos a la diversidad y el
reconocimiento y la participación de minorías, como analiza Camilo
Torres83 ese canal político, ya habíamos señalado que las
posiciones del nivel departamental y nacional están cerradas para
la masa campesina, tratándose de países subdesarrollados. Tiene
en cuenta que en su momento hay algunas excepciones, donde
refiere que existen partidos agrarios de raigambre popular, pero
entra entonces a analizar, desde esta perspectiva los procesos de
ascenso y sus requisitos, dentro de los cargos a nivel municipal,
para Camilo, los criterios de selección de los funcionarios oficiales,
en países subdesarrollados, no se hacen a través de criterios
objetivos en cuanto a la eficiencia profesional y administrativa, sino
en cuanto a criterios económicos, sociales y electorales. Partiendo
de una figura que inevitablemente hace parte del universo político
de Colombia el ñgamonalò, pero que se trata en realidad de una
institución informal de acción políticamente orientada, el gamonal,
en la américa latina, se entiende como aquella persona que ostenta
un nivel de poder, en una región, o en un cierto contexto social, ya
sea por la influencia política que ejerce dentro de su actividad social
83 C. Torres Restrepo, ñLa violencia y los cambios socialesò, Pensamiento Cr²tico, Centro de estudios Latinoamericano, La Habana, febrero de 1967, N° 1, pág. 4-53.
97
o porque dentro de su comunidad ejerce un poder decisorio que se
refleja en la mayoría, el término, es originalmente acuñado en Perú
y Ecuador, refiriéndose al señor de la región, con características
sociales definidas, se extiende en el contexto latinoamericano, por
la relación con el poder político que ostenta, en la realidad
colombiana, el gamonal es un candidato en sí mismo, y es en
realidad un elemento decisivo en la elección del candidato o
consejero, alcalde, juez o cualquier otro cargo a escala municipal.
El nivel de influencia en los procesos electorales demuestra su
superioridad económica y social.
Camilo entiende la realidad colombiana, en Colombia la elección de
la mayoría de los funcionarios municipales, es ante todo
administrativa, no electoral, la influencia de los gamonales marcan
un criterio decisivo en la selección de los funcionarios. El canal
burocrático que analiza Camilo Torres, se considera los
funcionarios que no tengan un poder de decisión de carácter
coercitivo, sobre los ciudadanos, así pues, dentro de los
funcionarios políticos, tenemos a los consejeros municipales, al
alcalde y al juez, como figuras determinantes y políticas dentro de
nuestra realidad. Para la época de Camilo, por ejemplo, la
designación de autoridades locales, dependía en gran medida de la
influencia social y económica del gamonal regional, ahora bien,
aunque esta realidad ha cambiado sustancialmente, por cuanto la
elección de dignatarios locales ahora es por elección popular, no
menos es cierto que el fenómeno de la violencia, ha generado que
la forma como influyen los grupos de presión y los líderes partidistas
locales, o las maquinarias locales, como se les quiera llamar,
influyan determinantemente en la elección de figuras como el
alcalde, los miembros del consejo. No sucede lo mismo en cuanto
a la figura del juez, que depende de otra rama del poder público, lo
98
que no ha cambiado en el postulado de Torres respecto de la forma
como se accede a cargos de elección popular, pues en el caso de
alcaldes, gobernadores, consejos municipales y asambleas
departamentales, influye mucho la adhesión que los candidatos
hacen a la política gubernamental o a los grupos de presión, ya
sean motivados por grupos armados o por la misma
institucionalidad, que no deja de influir a través de las maquinarias
en la elección de dignatarios y representantes. Es obvio que per
se, el nombramiento se hace siempre y cuando esta adhesión esté
unida al prestigio social en su comunidad, también es necesario
aclarar que dentro de esa realidad, dentro de esa violencia, se debe
observar que muchas veces la elección obedece a la presión que
hacen grupos, que con las armas intimidan a la comunidad para
conseguir la elección. Así que podemos agregar a los dos factores
señalados por Camilo en el ascenso por el canal político, los
criterios de los mandatarios centrales, los criterios de la centralidad
y la maquinaria, el criterio referente al prestigio social a la escala
regional o municipal, y desde luego la presión de las diferentes
formas de violencia presente en la región. Las hipótesis de trabajo
que señala Torres son evidentemente aún vigentes en nuestra
realidad, en primer lugar quienes permanecen en el poder, son una
minoría, que en general no ha ascendido gracias a calificaciones y
criterios objetivos de selección, por lo tanto tienen como
características: 1. La actitud conservadora respecto de las
estructuras vigentes, 2. La inseguridad social, 3. La agresividad
respecto de los miembros del extragrupo84. En este sentido, Camilo
84 C. Torres Restrepo, ñLa violencia y los cambios socialesò, op. cit., p§g. 4-53.
99
hace una sentencia cierta y vigente, adem§s de v§lida: ñpor esto,
¼nicamente a los conformistas les es otorgado el ascenso socialò.
Ahora bien, si la élite política no tiene acceso a los bienes de
producción, depende de la élite económica de la cual se subsidia
en su vida pública y por lo tanto en su vida personal, ya que la
política económica, tan básica en política general de los países
subdesarrollados, no podrá llevarse a cabo sin la colaboración de
esa élite. Ya se había advertido que el canal de ascenso cultural se
encontraba obstruido, o al acceder al ascenso social por el canal
cultural, en lo referente a la educación superior, para pertenecer a
la élite y ser reconocido, el profesional tiene que desconocer su
origen, o manifestar su conformismo con esa misma élite, la forma
de presión, y la influencia del poder económico también se ejerce
directa o indirectamente. Respecto a la inseguridad social en la
posición directiva, se da como resultado de la subjetividad en los
criterios de ascenso, quien asciende, depende de una persona, no
depende de su capacidad o de unos requisitos objetivos, que le
aseguren su estabilidad ocupacional. En cuanto a lo que hace
referencia con la agresividad, se tiene como el resultado natural de
la situación como minoría, una minoría insegura, cuyas
características, analizadas así producen la oclusión, el cierre del
ascenso por este canal, parece ser una radiografía de la historia
política del país, inmerso en diferentes formas de truncar el acceso
al mejoramiento social, y encargado por sus estructuras de cerrar
la forma como el ciudadano puede acceder al poder. Esos factores
se conjugan, y ya se ha descrito no solo la forma como los
conceptúa Camilo, sino además como se aplica a la realidad
humana y social de nuestro entorno, incluso teniendo en cuenta,
que la sociedad colombiana, respondió al cambio de sus estructuras
mediante la promulgación de una nueva Constitución en el año
100
1991. No obstante, los problemas que se generan dentro de las
variables y los factores de pobreza, subdesarrollo y violencia,
generan en sí, que la situación se repita, que las estructuras de
poder se transformen, que la violencia evolucione en sus orígenes,
en sus causas, en sus consecuencias, y que definitivamente el
poder siga concentrado en minorías que desde sus mismos
cimientos, evitan la transformación y el ascenso social.
¿Pero porque la oclusión del canal político genera violencia?, es
sencillo, las estructuras sobre las que soporta el sistema, se
articulan, no sólo desde el canal político. Se pone en juego la
estructura económica y cultural, el sufragio en la sociedad, está
afectado no sólo por las presiones económicas, la amenaza de
despido, la desinformación, la promesa de una prebenda, sino que
además, el fraude, las elecciones en estos países son realmente,
dirigidas por las minorías a través de los directorios políticos
centralizados y de los gamonales, a través de presiones
económicas, sociales e incluso religiosas que procuran siempre el
respaldo de las estructuras vigentes, y consolidan el bloqueo de los
canales de ascenso social, en ese sentido, se reitera, avanza,
asciende, quien manifiesta el conformismo, quien no representa un
riesgo, quien no pone en peligro la estructura.
Existe una correlación entre la visión de Camilo, en el momento de
concebir el trabajo, y el desarrollo histórico de la situación social y
política del país, las sacudidas históricas, han dejado una huella,
que arrastra no sólo fenómenos como el desplazamiento, la
indigencia, la droga, el pillaje y otros factores que socialmente nos
han venido afectando. También hay que tener en cuenta que la
estructura de la sociedad, así entendida, con la oclusión de sus
canales normales de ascenso, ha provocado más desigualdad, sino
que además ha contaminado las estructuras que hubieran
101
trascendido históricamente como motivadoras de transformaciones,
ya vimos por ejemplo que la creación de grupos armados de
defensa en el campesino, dio origen a las guerrillas, así como
también, se constituyen en una causa del desplazamiento y del
aislamiento social, también han originado otra serie de fenómenos,
que son actuales y que han trascendido, incluso la esfera de lo local,
afectando la sociedad incluso a nivel mundial, con fenómenos como
el narcotráfico, no se debe dejar pasar el hecho que a través del
narcotráfico, se tuvo una forma de ascenso social, rápido y
relativamente fácil, que por la misma patología de violencia que la
sociedad adolece, se justificó desde los años setenta, primero con
la bonanza marimbera, y luego con la aparición de la cocaína, no
solamente las pequeñas minorías poderosas, consintieron los
capitales que nacían de esas actividades, sino que la sociedad
alcanz· a visualizar esta forma de ascenso como ñnormalò, la
posibilidad, que a través del narcotráfico se obtuviera desarrollo
económico y social, conllevo a una nueva forma de violencia. No
pretendía, extenderme en el canal de ascenso social burocrático,
sin embargo, al finalizar el canal político, me parece, interesante
analizar una parte de este canal de ascenso, pues definitivamente,
el uno conlleva al otro, es decir el canal político no se pude desligar
del canal burocrático, para Camilo Torres, este canal de ascenso
social es el que se realiza a través de los cargos exclusivamente
administrativos, habrá que recordar que anteriormente habíamos
señalado que la diferencia de esta forma de ascenso con el canal
político, radica en que en la parte administrativa no hay
discrecionalidad o poder político propiamente dicho, sino se
102
presenta en cargos que tienen funciones ejecutivas dentro de
normas preestablecidas y en el campo público o privado.
En la burocracia oficial se tiene que obedecer a criterios de ascenso
social de carácter subjetivo, no objetivo, entre estos criterios se
señala por Camilo, que están, aquellos de la influencia política,
social y económica que pueda tener el candidato a empleado, los
criterios de selección se hacen o se reflejan a través del sujeto que
hace la elección. La burocracia es en los países subdesarrollados
el medio más común para trabajar, el reparto de la torta burocrática
garantiza la fuerza y la acción de la maquinaria electoral, no sólo
por la influencia política del gamonal o dirigente, sino por la forma
como este se compagina con los dueños de los medios de
producción, el resultado electoral depende de los vaivenes de quien
ejerce el poder burocrático en las diferentes instituciones, y en
cuanto pueda garantizar la estabilidad económica. Este canal esta
ocluido, pero su cierre está en consonancia, se interrelaciona con
la oclusión de los canales económicos o políticos, el ascenso en
este canal también depende del conformismo con la minoría que
detenta los poderes económicos, político y cultural.
Conclusión
Analizar el pensamiento político de Camilo Torres, implica
necesariamente contemplar sus concepciones éticas, religiosas y
sociales. Entonces, nos enfrentamos a la tarea de entender a un
hombre de Dios, que durante todo su recorrido enfatizó su quehacer
social y político en los pilares propios del cristianismo y durante toda
su vida académica, en sus escritos y manifestaciones, Camilo
siempre hizo énfasis en el reconocimiento de la naturaleza humana,
también en el amor al prójimo como una forma, real y concreta de
103
materializar la acción social, el amor eficaz. Pero, también
reconoció en el hombre la integralidad, la universalidad y la
necesidad de adaptación, tanto del hombre a la fe, como de la fe al
hombre, en un devenir completamente social. La necesidad de
entender al hombre a través del humanismo que practica, es la
esencia misma de toda su actividad y va incluso más allá del ideal
de servicio, que en buena parte de su producción intelectual se
manifiesta, entonces, sobre los pilares de la concepción de Camilo,
sobre la esencia del servicio a los demás como forma de amor
eficaz, fuente de toda actividad humana, sobre la capacidad de
entender al hombre como un ser total, más allá de lo religioso,
dotándolo de carácter social, político y humano, más allá de lo
meramente sobrenatural. Anteponiendo la caridad cristiana en el
entendimiento que todo ser humano es igual y a la vez diferente,
igual en el sentido de ser humano como tal y diferente en cuanto a
su diversidad. Reconociéndolo como humano y bajo los valores
netamente cristianos, así materializa el amor, como amor eficaz.
Si no se abren canales de ascenso social, si no se posibilita el
empoderamiento de los roles dentro de la sociedad con canales de
ascenso social normal, la violencia se hará presente en todas las
esferas de la sociedad y la posibilidad de una reivindicación social
será una mera concepción idealista, así como, si no se
implementan cambios estructurales de la sociedad y el estado, toda
intención de cambio o intención de paz se verá avocada al fracaso
en el tiempo y la generación o transformación de los agentes
generadores de la violencia.
Es evidente que los canales de ascenso social están ocluidos, y que
esa oclusión, ese cierre de posibilidades de ascenso, son producto
de la influencia de una clase política, social y económica minoritaria,
104
que se vale de sus estructuras para crear factores que impiden el
ascenso social, y que además generan otros factores de violencia.
Para Camilo el factor que condiciona y que controla
verdaderamente a los demás canales es el económico, basta con
realizar un análisis a fondo de la realidad colombiana, para entender
que el canal económico no solamente esta ocluido, cerrado, sino
que el poder económico es el que determina los otros canales al
nutrirlos y al perpetuarlos, el canal económico es el responsable no
solamente de la desigualdad, sino que además mantiene la
estructura de la sociedad porque se beneficia de la forma como los
demás canales se obstruyen al ascenso social. También es claro
que no se trata de una mayoría que esté manejando o controlando
la movilidad social ascendente, se trata de una minoría, que
manifiesta su interés, permitiendo solamente esta clase de
movilidad a través del conformismo.
La movilidad social, se da desde diferentes aspectos, pero todos
ellos confluyen en formas de violencia, se entiende a través del
estudio que hace Camilo, que una de las formas de generar esa
movilidad está en los grupos guerrilleros, sin embargo, vale decir
que el fracaso del modelo guerrillero se ve evidenciado en el vínculo
de la guerrilla con actividades que han generado desplazamiento y
violencia dentro de la población campesina, en su momento la
esperanza que el movimiento armado, generado dentro del seno de
la comunidad rural, diera una forma de esperanza de ascenso
social, se deformo, y se devolvió contra el mismo campesino,
originando no solamente guerrillas, sino grupos paramilitares que
ahondaron el problema del campo produciendo desplazamiento,
pobreza y una forma cruel de cierre a las posibilidades del
campesino. Los movimientos se volvieron en agentes generadores
105
de violencia, antes que en factores de ascenso social para la
población campesina.
No se puede desconocer los aciertos dentro del estudio de Camilo
Torres, sobre todo en la forma como analiza la sociedad
colombiana, y la forma como prevé la situación del campesino y de
la sociedad urbana, los mejores aportes al estudio de la violencia
se evidencian en la vigencia de los discursos, tanto en la situación
social como en la situación política, discursos que deben ser
atendidos, buscando una verdadera estructura de estado y de
sociedad que ayude a superar la diferencia, la exclusión y el
subdesarrollo.
La violencia no solamente generó una conciencia de clase, también
dio instrumentos anormales de ascenso social. La violencia
introdujo además de las variables propias de su existencia, introdujo
una conciencia de la frustración, agudizo la misma conciencia de
frustración, e introdujo los instrumentos anormales para resolver la
frustración. Eso a través de la agresividad latente, propia de las
comunidades rurales, y propia actualmente de las comunidades
urbanas.
106
CAPITULO III
PLATAFORMA POLITICA FRENTE UNIDO
Premisa
En los precedentes capítulos, hemos abordado las características
del pensamiento y el quehacer de Camilo Torres, ahora que ya
hemos explorado las facetas de su personalidad como hombre,
como sacerdote, como académico y sobre todo como ser humano
integral, nos concierne observar su quehacer político, ese quehacer
que, de alguna forma, estuvo matizado de todos los aspectos de
su vida. Debemos entender que el sacerdote, que observaba el
servicio al prójimo como una forma de materializar el amor, y que
en esta medida creía en el amor eficaz, base sobre la cual
estructuró no solamente su ministerio sino cada actividad de su
entorno, considerando al ser humano como ser integral, también
reflejó el pensamiento del servicio en posturas políticas, que en su
momento fueron atacadas desde las estructuras establecidas, no
sólo desde su jerarquía eclesiástica, sino desde todo el marasmo
de la institucionalidad. Además, tenemos que entender que el
actuar de Camilo fue en todo consecuente con su pensamiento, en
ese sentido, no es raro que intentara, desde los medios políticos
que estaban a su alcance, enfrentar al sistema a través de posturas
políticas definidas, trascendiendo del discurso a la acción, y
logrando movilizar no solo en ámbito estudiantil, sino también
social.
En consecuencia, este capítulo abordará el pensamiento político de
Camilo a través de la plataforma del Frente Unido, que según
107
nuestra opinión puede considerarse como la materialización de los
aspectos del pensamiento de Camilo Torres.
El Camilo político es un hombre que demanda transformaciones
humanas y sociales, que enfrenta el dilema de la acción a través del
sueño, el anhelo de la reivindicación de las clases populares en la
acción política definida, que no se contradice en sus posturas, sino
que busca un consenso para transformar la realidad política de los
menos favorecidos, con lo que convoca una revolución, la
revolución que transforma desde la propuesta política. También es
sano señalar, que el momento personal de Torres cuando
promueve la constitución del Frente Unido, es de debate interno, ya
la institucionalidad le ha cerrado las puertas, ya las jerarquías
eclesiásticas han pretendido callarlo frente a la realidad del país, y
el estado lo ha convertido en un sujeto de investigación y
seguimiento. A este encerramiento se une, además, la
desesperanza sobre el estado de cosas de la nación: el pueblo
oprimido, ha abierto los canales de comunicación con los frentes
guerrilleros del naciente ELN, y desde luego, ya ha establecido los
contactos necesarios para su vinculación.
Este capítulo comenzará con los principios textuales de la
plataforma, esgrimidos por el propio Camilo, y continuará con el
abordaje político. Para este fin, debemos entonces hacernos las
preguntas básicas para entender el sentido y el alcance de la
propuesta: ¿Cuál es su motivación y que pretende? ¿Cuál es la
forma de acción que propone? y por último ¿Por qué se fractura la
idea del frente Unido? Las tres preguntas nos llevan a considerar
los mensajes que dirige Camilo a la sociedad, como colofón, para
terminar en el desenlace, el ingreso de Torres a la lucha armada.
Desde luego el abordaje de la plataforma del Frente Unido, podría
dar paso a un extenso estudio de las condiciones políticas para
108
generar una unión interpartidista, una forma de acercarnos a la
noción de los acuerdos programáticos entre facciones de un mismo
partido o militantes de una tendencia política, incluso entre partidos
políticos de origen o filosofía diversa. No podemos abordar todos
los puntos de la plataforma, pues, como varias veces hemos
mencionado, el mundo que conoció Camilo es bastante diferente
del que conocemos hoy en día; pero, hablar de su plataforma,
implica acercarnos a su pensamiento desde la noción actual de
estado y la actividad política presente hoy en nuestros días. Por lo
tanto, aunque hemos transcrito la plataforma del Frente Unido,
pensamos que es necesario circunscribirse a puntos bien
determinados, como el que tiene que ver con la reforma agraria, la
política de la propiedad privada y su función, la política de
impuestos, la programación de la economía y desde luego los
principios motivantes de la exposición sobre los motivos y los
objetivos de la plataforma política. Finalmente, parece oportuno
precisar que este capítulo no termina, como los otros, con una
conclusión final, ya que los diferentes subtítulos que siguen a la
enunciación de los puntos de la plataforma, conforman una
conclusión crítica sobre los mismos.
1. Plataforma del Frente Unido del pueblo colombiano – 1965
Camilo Torres85
A todos los colombianos, a los sectores populares, a las
organizaciones de acción comunal, a los sindicatos, cooperativas,
85El documento ha sido descargado en el sitio ARCHIVO CHILE, Web del Centro Estudios ñMiguel Enr²quezò, CEME: http://www.archivochile.com. Nótese lo curioso y lo que significa, dentro de esta investigación, la izquierda fracturada aún, no tiene sentido de unidad, he visto que la misma fuente ha sido citada en algunos de los libros que son referencia de este trabajo como por ejemplo en ñCamilo Torres, la sonrisa de la esperanzaò de Carlos Medina Gallego,
109
mutualidades, ligas campesinas, comunidades indígenas y
organizaciones obreras, a todos los inconformes, a todos los no
alineados en los partidos políticos tradicionales, presentamos la
siguiente plataforma para unificar en objetos concretos a los
sectores populares colombianos.
Motivos.
Las decisiones necesarias para que la política colombiana se
oriente en beneficio de las mayorías y no de las minorías, deberían
partir de los que tengan el poder.
Los que poseen actualmente el poder real constituyen una minoría
de carácter económico que produce todas las decisiones
fundamentales de la política nacional.
Esta minoría nunca producirá decisiones que afecten sus propios
intereses ni los extranjeros a los cuales está ligada.
Las decisiones requeridas para un desarrollo socio-económico del
país en función de las mayorías y por la vía de la independencia
nacional afectan necesariamente los intereses de la minoría
económica.
Esas circunstancias hacen indispensable un cambio de la
estructura del poder político para que las mayorías produzcan
decisiones.
Actualmente las mayorías rechazan los partidos políticos y
rechazan los sistemas vigentes, pero no tienen un aparato político
apto para tomar el poder.
El aparato político que se organice debe buscar al máximo el apoyo
de las masas, debe tener una planeación técnica y debe constituirse
Universidad Nacional, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Instituto Unidad de Investigaciones Jurídico-Políticas Gerardo Molina (UNIJUS), 2017.
110
alrededor de los principios de acción más que alrededor de un líder
para que se evite el peligro de las camarillas, la demagogia y el
personalismo.
Objetivos
I. Reforma agraria.
La propiedad de la tierra será del que la este trabajado
directamente.
El gobierno designara inspectores agrarios que entreguen títulos a
los campesinos que estén en estas condiciones, pero procurara que
la explotación sea por sistemas cooperativos y comunitarios, de
acuerdo a un plan agrario nacional, con crédito y asistencia técnica.
No se comprara la tierra a nadie. La que se considere necesaria
para el bien común será expropiada sin indemnización.
Los cabildos indígenas entraran en posesión real de las tierras que
les pertenecen. Se promoverá el desarrollo y fortalecimiento de las
comunidades indígenas.
II. La reforma urbana.
Todos los habitantes de casas en las ciudades y pueblos serán
propietarios de la casa donde habitan. Las personas que no tengan
sino la renta de una casa como fuete de subsistencia podrán
conservarla, aunque no vivan en ella, si prueban esa situación.
Toda habitación sin utilización suficiente a juicio del gobierno,
tendrá multa para el propietario, la cual será invertida por el estado
en sus planes de vivienda.
III. Planificación.
Se hará un plan de carácter obligatorio, tendiente a sustituir
importaciones, aumentar las exportaciones en industrializar el país.
Toda inversión pública o privada tendrá que someterse al plan
nacional de inversiones. Las operaciones en monedas extranjeras
serán hechas exclusivamente por el estado.
111
IV. Política tributaria.
Se cobrara un impuesto progresivo a los que reciban rentas
superiores a las requeridas por una familia colombiana promedio
para vivir decorosamente (por ejemplo, cinco mil pesos de renta en
1965). El excedente de renta por encima de este límite que no sea
invertido en los sectores señalados por el plan oficial de inversiones
pasara integrantemente al estado. Ninguna institución estará
exenta de pagar impuesto. Los salarios, hasta cinco limite (por
ejemplo, cinco mil pesos mensuales en 1965) no serán gravados.
V. Nacionalizaciones.
Los bancos, compañías de seguros, hospitales, clínicas, centros de
fabricación y distribución de drogas, los transportes públicos, la
radio y la televisión y explotación de los recuerdos de los recursos
naturales, serán del estado.
El estado dará gratuitamente educación a todos los colombianos,
respetando la ideología de los padres de familia hasta finalizar la
enseñanza secundaria, y la ideología del estudiante después de la
secundaria.
La educación será obligatoria hasta finalizar la educación
secundaria o técnica. Habrá sanciones penales para los padres que
no cumplan con la obligación de hacer educar a sus hijos. La
financiación será prevista en el plan de inversiones oficial por
aumento de la tributación.
la propiedad del subsuelo será del estado y la explotación del
petróleo se hará por su cuenta para fines de servir a la economía
nacional.
No se darán concesiones petroleras a compañías extranjeras sino
con las condiciones siguientes: (a) que la participación del estado
no sea inferior al 70%; (b) que la refinación, distribución y
producción de los combustibles sean servicios públicos bajo su
112
control; (c) devolución al estado de las empresas, equipos e
instalaciones, gratuitamente, a más tardar a los 25 años; (d) los
113
salarios de obreros y empleados colombianos serán por lo menos
iguales a los extranjeros de la misma categoría.
VI. Relaciones internacionales.
Colombia tendrá relaciones con todos los países del mundo e
intercambios de comercio y de cultura en condiciones de equidad y
de mutuo beneficio.
VII. Seguridad social y salud pública.
El estado implantara un plan integral y progresivo de seguridad
social que garantice gratuitamente a la población el derecho a la
salud y a la atención médica (sin perjuicio del ejercicio privado de la
profesión) y contemple todos los aspectos relacionados con
desempleo, invalidez, vejez y muerte. Todo el personal de las
profesiones para la salud será funcionario del gobierno y será
pagado de acuerdo con el número de familias (hasta un límite que
la ley fijara) que soliciten estar bajo su cuidado.
VIII. Política familiar.
Habrá sanciones para los padres de niños abandonados. La
protección de la mujer y de los hijos será asegurada por la ley
mediante sanciones eficaces.
IX. Fuerzas armadas.
El presupuesto de las fuerzas armadas será adecuado a su misión
sin afectar las necesidades de salud y de educación de los
colombianos. La defensa de la soberanía nacional estará a cargo
de todo el pueblo colombiano. Las mujeres tendrán obligación de
prestar un servicio cívico después de 18 años de edad.
X. Derechos de la mujer.
La mujer participara en pie de igualdad con el hombre, en las
actividades económicas, políticas y sociales del país.
114
1.1. La Exposición de motivos y la convocatoria a un Frente
Unido
La importancia de la consideración del texto completo de la
plataforma política del Frente Unido, se destaca en primer lugar, en
el compromiso cierto, con la idea de Camilo Torres de la unidad
para el bienestar común y la franca oposición al Frente Nacional, en
segundo lugar, en su calificación como herramienta principal de la
reflexión abordada en este capítulo, y por último, como la reflexión
propia de la unidad, concebida de manera política, por una persona
que entiende el servicio al otro como una forma de amor.
El sentido de unidad que tiene Camilo es claro, ya que convoca en
la introducción a las clases sociales sin distingo, entendiendo el
ejercicio de la ciudadanía, el colombiano, los sectores populares, la
población menos favorecida y que ha sido sistemáticamente
desconocida del ejercicio del poder; así como además a las
organizaciones sociales, como si entendiera en este gesto que
cualquier cambio de estructura social y política fuera producto de
un acuerdo de la sociedad civil, y fija un objetivo, la unificación de
los sectores populares con base en una plataforma política.
La plataforma política del Frente Unido, tiene una exposición de
motivos: el primero, entender que los cambios políticos se producen
mientras tengan origen en quien detenta el poder, pero entiende
que las decisiones políticas deben beneficiar a unas mayorías
pobres, y no a las minorías poderosas, es un llamado a que la
ciudadanía ejerza el poder que le confiere el constituirse como
mayoría.
Quienes poseen el poder real, constituyen una minoría de carácter
económico que producen todas las decisiones políticas
115
fundamentales en la realidad nacional, situación aún vigente en la
realidad nacional. Reconoce en esa actitud, que se perpetúa en el
hecho que el interés en el beneficio que reciben de esas políticas
los mantiene, y no procuran un cambio, es notable que camilo
entiende que las decisiones que requiere el país para mejorar las
condiciones sociales de las mayorías no depende de las decisiones
de esos grupos económicos que no quieren perder su influencia,
sino que además depende de una forma de unión, una forma de
convergencia de las grandes mayorías en detrimento del poder de
las minorías que siempre han procurado el ejercicio del poder a su
propio beneficio, como se cambian las estructuras, ese es el centro
de la plataforma política, como concientizar que el ejercicio de la
ciudadanía depende de las mayorías y, como procurar el cambio de
las estructuras a través del entendimiento del ejercicio pleno de una
ciudadanía beligerante y unida, por eso en la introducción se
concentra en una convocatoria amplia. El problema radica en el
ejercicio de la ciudadanía, en el hecho que la sociedad civil, a través
de sus formas de organización, participen efectivamente del
ejercicio político y hagan lo necesario para procurar la unión de los
sectores, y así generar el cambio de la estructura social y política.
Es una forma de despojar del poder a quien lo ha mantenido, a
través de la conciencia de la unidad, a través del ejercicio de la
ciudadanía. Termina esta exposición de motivos entendiendo que
se debe generar un aparato político de origen distinto, un aparato
que debe buscar el apoyo de las mayorías, un aparato político que
debe tener una estructura con base en una planeación técnica, con
base en principios de acción, antes que, en el señalamiento de un
líder, advierte en esa síntesis que depender de un liderazgo
116
personal haría caer en la demagogia y el personalismo, fuente
también, de peligros en la democracia.
Es una visión que comparten los estudiosos del mensaje de
Camilo86, que lleva a concluir que la propuesta de unión, no
solamente va encaminada a estructurar un compromiso personal
con la sociedad, el líder en la estructura de camilo, no sólo se
prepara para el ejercicio del poder o para el debate político sino que
además se hace consiente de la realidad que su servicio impone, el
líder además debe obedecer a los programas del conjunto, todos
los elementos del liderazgo están orientados al desarrollo de
alternativas ciertas de participación popular, donde el líder
interactúa, su acción se distancia de los conceptos personales para
atender los objetivos y principios del grupo.
1.2. Objetivos del Frente Unido
Tenemos claro que la idea de Camilo Torres, por lo menos su idea
de política, está orientada al servicio, pero entonces, ¿cómo ese
servicio político, que es en todo público puede obedecer a los
intereses de las mayorías desposeídas?, la respuesta es definida
por Camilo, a través de un programa de grupo, con la conciencia
que el liderazgo es un liderazgo de servicio y su actividad deberá
ser programada. En la exposición de motivos, dentro de la
86 C. Medina Gallego, Camilo Torres Restrepo: La sonrisa de la esperanza, UNIJUS, 2017. El autor, en el capítulo que le dedica a la plataforma política del Frente Unido, hace referencia al mismo tema en las siguientes palabras: ñEl pueblo necesita un equipo de líderes cuya problemática sea esencialmente realista y adaptada a las circunstancias concretas colombianas. Líderes que sean capaces de abandonar todo personalismo para la consecución de un ideal científico. Líderes que sean capaces de abandonar todo elemento sentimental y tradicional que no esté justificado por la técnica. Líderes que sean capaces de prescindir de los elementos filosóficos y normativos, no en su vida personal ni en sus objetivos últimos, pero sí en cuanto esos representan elementos disociadores entre todos aquellos que buscan una acción concreta y científicamente justificada a favor de las mayorías y a favor del país” (pag.121).
117
plataforma del Frente Unido, se observa una revisión de la situación
social y política del país, el efecto que busca es concientizar,
partiendo de puntos simples, para adentrarse a la complejidad de
las propuestas. Se entiende que en todos los enunciados que hace
el sacerdote, anuncia los efectos de la situación de la que puede
partir una organización política, cuyo objetivo es, ante todo, la
superación de los problemas sociales que tienen las clases menos
favorecidas, partiendo del hecho que no existe una voluntad política
de las minorías gobernantes, para cambiar las realidades sociales
y políticas del entorno colombiano, en primer lugar, considero que
en el análisis de la situación, Camilo definitivamente hace un
acercamiento a la figura de la sociedad civil, como motor o agente
de cambio, lo que busca es, una estructura política encabezada por
sectores que estando en la sociedad civil, pueden convocar el
movimiento, esto es la conformación de una estructura que desde
su propia acción política y social, procure el mejoramiento de la
calidad de vida de los sectores empobrecidos o de las minorías
desconocidas, en clara oposición a las componendas de los
sectores que ostentan el poder, entendiendo que estos sectores son
una minoría, y que la forma de acción, es ejercer presión, con el
apoyo de la base popular, de organizaciones políticas y sociales
que no estén dentro de las esferas de las elites del poder, ese poder
que se reconoce corrupto.
Reconoce en los señalamientos la ausencia de la voluntad de las
elites que considera minoritarias, pero además, advierte la
necesidad de generar un acuerdo a fin de procurar un cambio de
las estructuras políticas, se considera entonces que la motivación
de la plataforma política va unida con los objetivos que persigue, es
entonces, cuando desde la óptica de las necesidades que se
señalan en cuanto al cambio de las estructuras, que se hace
118
necesario un ejercicio de la ciudadanía que rompa con las
estructuras ya establecidas, ese ejercicio de la ciudadanía va
encaminado a empoderar a las mayorías, sobre su papel en la
forma como asumen las decisiones en cuanto al desarrollo político,
es un empoderamiento propuesto desde el ámbito de la ciudadanía,
que se encuentra inconforme con el accionar, el actuar de los
grupos políticos, su corrupción y sus componendas para
mantenerse en el poder. Pero esa ciudadanía, no tiene las
herramientas para enfrentar a las minorías enquistadas en el poder,
es ahí donde la necesidad de la unión se afianza en aras de generar
poder a los desprotegidos.
1.3 La reforma agraria
El debate por la tenencia de la tierra en Colombia es de vieja data,
es decir, que ha tenido suficiente desarrollo desde el ámbito político
y social, hasta el jurídico, no se debe desestimar el amplio acervo
histórico sobre la lucha por el mejoramiento de la calidad de vida de
los campesinos, y la búsqueda del reconocimiento del pequeño
productor de las tierras, que viene desde antes de los años treinta,
como referencia antiquísima de la lucha por la estabilización de la
propiedad de la tierra para los campesinos y el desarrollo del sector
agrícola.
Seguramente como se observa en la historia, los períodos de
debate sobre el tema, están enmarcados dentro de la
conceptualización del poder en manos de determinados sectores,
es así como, por ejemplo, durante los años 30, como consecuencia
de la participación del estado, y el gobierno del partido conservador,
se desarrollan hechos sangrientos y anormales, que desembocan
en la resistencia de las clases populares a sus políticas. Se habla
entonces de la posibilidad de una república liberal, a partir de este
119
año, el gobierno del estado pasa a manos del partido liberal durante
un periodo continúo de dieciséis años, lo que conlleva el cambio de
la perspectiva sobre las políticas sociales, y en cuanto a la tenencia
de la tierra, se hace más evidente cuando se proponen alternativas
de solución y se propone la reforma agraria, en aras de procurar el
reconocimiento y la protección del estado, a favor de la actividad
agropecuaria con la introducción de políticas liberales con algún
contenido socialista.87 No se trata ahora de analizar el amplio
contenido bibliográfico que se tiene y se puede documentar sobre
la reforma agraria, por el contrario se trata de entender la razón, del
por qué, del primero de los postulados de la plataforma política de
Camilo para un Frente Unido.
Tal y como fue conceptualizada la plataforma política, la idea de
unión de los sectores no alineados de la realidad colombiana, radica
en que para Camilo, el eje del debate, es la propiedad de la tierra,
unido a la desigualdad en la distribución de la misma, por esa
mencionada desigualdad que ha conllevado en la historia de
Colombia, la guerra, el desplazamiento, la inseguridad y la pobreza.
Camilo entiende que, para generar cambios sociales, es necesario
que el primer punto de debate sea la reforma agraria, es como
entender, que la nación tiene origen en el campo y que todos los
mecanismos de estructura del estado, deben en primera medida
atender este sector para aliviar los problemas sociales. En segundo
lugar, apela a cuestiones prácticas alejadas de ambigüedades.
El primer punto es la propiedad de la tierra, Camilo no hace
referencia a una socialización de la tierra, es básico entender que
hay reconocimiento a la propiedad privada, sin embargo, añade a
la cuestión de la propiedad un elemento social, humano y
87 B. Gomez Hernandez,ñLa tenencia de la tierra y la reforma agraria en Colombiaò , Verba Iuris , enero ï junio de 2011.
120
económico: la utilidad, ñla tierra ser§ de quien la est® trabajando
directamenteò88. Como una forma de salvaguardar el trabajo del
campesino.
En ese sentido la Constitución de 1991, tiene un apartado en
relación con esta característica sobre la utilidad de la tierra,
partiendo del hecho mismo de la naturaleza jurídica de la
constitución, que reconoce al estado en su forma más avanzada,
bajo la naturaleza de estado social de derecho. No quiero decir que
en la Constitución de 1991 se hubiera copiado el principio señalado
en la plataforma de Torres, mucho menos que el pensamiento de
Camilo esté materializado en la Constitución de 1991, por el
contrario, lo que sí es evidente, es que la Constitución de 1991,
surge como el resultado de los levantamientos insurgentes y las
negociaciones de paz con el M-19, desde luego es producto de una
manifestación popular, y que incluso en el diseño de la estructura
del estado, se entienda el carácter social de la propiedad privada,
implica además, que se proteja, no solamente la propiedad privada
del medio de producción, producto clásico del liberalismo
económico, sino que además, se proporcione, una investidura
social a la propiedad de la tierra en concordancia con los fines del
estado89. Más adelante también ese carácter social le otorga
88 C. Torres Restrepo, ñPlataforma del Frente Unidoò, 1965, publicado en Centro Estudios ñMiguel Enr²quezò, CEME: http://www.archivochile.com 89 Art. 2 de la Constitución: ñSon fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.ò
121
herramientas al estado social de derecho para garantizar la función
social de la propiedad privada y la protección de la utilidad social90.
Al hablar de la reforma agraria como punto inicial de la plataforma
política del Frente Unido, Torres asegura un punto de inicio en la
discusión de los problemas sociales, no hay que desconocerle que
en sus trabajos anteriores, había apostado por reconocer los
diferentes factores de la violencia. En lo que hace referencia a los
problemas sociales, Camilo refleja la preocupación por el
campesinado, empeñado en que se trata de los sectores más
vulnerables y sensibles de la sociedad, que no solo alimenta la
desigualdad, sino que además alimenta los cinturones de miseria
de las grandes ciudades. Son cuatro puntos los que el trata respecto
a la reforma agraria, dentro de esos cuatro puntos, existe uno que
merece toda atención, y que aunque este desarrollado en la
Constitución de 1991 bajo el principio de la equidad, sigue siendo
actualmente debatido, desde el carácter constitucional: es decir, el
reconocimiento de las minorías étnicas. La Constitución de 1991 no
solamente las reconoce en su identidad, también las protege y
asegura la atención del estado a sus problemas, haciéndolas sujeto
de la prevalencia de sus derechos. Camilo conoce que parte de la
90 ñArt²culo 58. Acto Legislativo 01 de 1999, art²culo 1. El art²culo 58 de la Constitución Política, quedará así: Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o interés social, resultare en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social.La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una función ecológica. El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.Por motivos de utilidad pública o interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Esta se fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior acción contenciosa - administrativa, incluso respecto del precio.ò
122
desigualdad que presenta Colombia es producto del
desconocimiento de los derechos de etnias y minorías, esas
mismas minorías que ahora son protegidas por el estado
colombiano, habían sido aisladas y desconocidas por la
Constitución de 1886, y la situación de las tierras hasta el año 1991
era deplorable, además la nación había pasado por escenarios de
violencia hacia campesinos e indígenas, como consecuencia del
despojo sistemático de la tierra, despojo producido por los actores
armados y alimentado por el narcotráfico.
1.4. Reforma Urbana
Entender el sentido de la reforma que proponía Camilo es una
actividad compleja, en primer lugar, tiene uno que remontarse a dos
fuentes de cambio de la sociedad colombiana, el primero de ellos,
la urbanización de las ciudades, si se tiene en cuenta que
históricamente el período de vida de Camilo Torres está
representado por un país mayoritariamente campesino, rural y
centralizado. Un país que por los eventos de la violencia partidista
sufre de las migraciones hacia los centros urbanos, en ese contexto,
y luego de la oleada de violencia provocada con el asesinato de
Gaitán en 1948, se hace necesario hacer una reestructura de las
ciudades, provocar el aprovechamiento del suelo en las grandes
urbes y mejorar la convivencia con nuevas formas de socialización
de las relaciones personales, de alguna forma, base de las
relaciones sociales, un intento de la atención de estas necesidades,
se da con la ley 182 de 1948, como antecedente del régimen de
propiedad horizontal.
¿En qué sentido se propone, entonces Camilo, una reforma
urbana?, pues reconoce en la distribución de la tierra uno de los
123
problemas que genera violencia, además, en esa misma línea, lo
que se propone es que la propiedad represente una utilidad social,
que no sólo garantice un país de pequeños propietarios, en
contravía con el latifundio, sino un país que represente la posibilidad
de acceso a la propiedad privada. Uno puede leer con cierta
prevención el esbozo de la plataforma en cuanto a reforma urbana,
sin embargo, si observa el contexto histórico, no es descabellado
proponer que en un país rural y con amplias desigualdades, la
propiedad privada debe estar de alguna forma regulada, ya sea con
la imposición de impuestos, como hoy en día, o con la regulación
de su acceso.
1.5 . Planificación, política tributaria y nacionalizaciones
Torres, expone una plataforma acorde con su pensamiento político
y humano, en ella el elemento humanista se encuentra presente y
determinado con la consideración de las clases menos favorecidas,
por eso entiende la necesidad de planificar la economía, procurando
a través de esa planificación económica, aumentar las
exportaciones y disminuir las importaciones en aras de proteger la
industria nacional. Tenemos que entender que el mundo conocía en
ese tiempo dos clases de orientación económica, la una proveniente
del vecino del norte, Estados Unidos, y la otra que proviene de los
países de la antigua Unión Soviética, ya sabemos lo que la historia
demostró, en tanto una y otra forma de ver la economía y la política
del mundo, también conocemos las consecuencias de esa
polarización política. También conocemos y entendemos el
desarrollo histórico en cuanto a lo que la globalización se refiere.
En cuanto a política tributaria, el sacerdote reconocía la necesidad
que la carga impositiva, recayera en los sectores con poderío
124
económico, así como también reconoce la necesidad de generar
impuestos en relación con el nivel de ingresos.
Por último, en cuanto a las nacionalizaciones, refiere la necesidad
que las actividades privadas tengan alguna regulación por parte del
estado que garantice el aprovechamiento de recursos y el beneficio
de las mayorías, deja entrever este punto de su plataforma, la
cercanía con el naciente ELN, pues es bien conocido, que este
grupo alzado en armas, ha utilizado como argumento de su accionar
armado, la mala distribución de los recursos que genera el petróleo,
la explotación de los recursos naturales y el aprovechamiento de
las regalías que deja esa explotación a las comunidades. De estos
tres puntos, este último, es el que despliega más desarrollo en su
justificación, la necesidad de entender que las concesiones han
representado más recursos para el concesionario que para el país,
la necesidad que ese recurso sea reinvertido en las comunidades,
como una forma de resarcir el daño que se está haciendo a la
comunidad y a la naturaleza.
Actualmente la estructura del estado colombiano no contempla la
posibilidad de hacer una reforma que implique siquiera la cercanía
con algunos de los postulados de Camilo, en cuanto a la política
fiscal, tributaria, de nacionalizaciones y de planeación, por lo menos
no como lo concebía camilo, no obstante, es preciso señalar que
dentro del estado colombiano, existe el reconocimiento de la
propiedad privada, y el reconocimiento del estado social de
derecho, como una forma del estado de salvaguardar y proteger a
la población más vulnerable, y como un acercamiento a la
construcción de la sociedad equitativa, tal y como lo concibe la
Constitución de 1991 y como se refleja en el pensamiento de Camilo
Torres.
125
Los últimos cuatro puntos de la plataforma no van a ser ampliados,
o analizados, no porque no revistan importancia dentro del estudio,
sino porque, al tratarse de derechos universales, se puede
identificar el pensamiento de Camilo Torres con la evolución en el
reconocimiento de derechos a sectores minoritarios, el
reconocimiento universal de los derechos a la igualdad entre
hombres y mujeres, el establecimiento de una política familiar, de
una política pública de familia. Hay un punto de especial
consideración, tiene que ver con la salud pública, entendiendo que
para la época de Camilo, este aspecto no estaba cubierto
adecuadamente por el estado; el sistema de seguridad social,
siempre está en discusión, ya sea porque al proteger la industria y
el empleador, se desprotege los derechos del trabajador, y siempre
encuentra discusión la ponderación de los derechos vitales básicos
para sobrevivir.
126
CONCLUSIONES
En los años ochenta, durante una de las etapas más duras de la
historia en Colombia, el promedio de vida de los adolescentes
estaba marcado por la crueldad y la desesperanza. Hacer una
radiografía de esos años incluye además de la historia del comienzo
de la guerra de los carteles, y el crecimiento de los cultivos ilícitos,
los desastres naturales (Armero, terremoto de Popayán), el
crecimiento y fortalecimiento de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, y el Ejército de Liberación Nacional,
la reuni·n de esos dos agentes de violencia en una ñCoordinadora
Guerrilleraò, así como también el comienzo de la sobredimensión
del desplazamiento campesino, la creación de los grupos de
marginados que se autodenominaban Autodefensas, los carros
bomba, los magnicidios políticos, el ciclismo como deporte nacional,
la desmovilización del M -19 y desde luego el rock en español.
Era una generación destinada a no ser y sin embargo fue,
sobrevivimos, crecimos, no podemos decir que todos, la superamos
pero al final, lo hicimos, vivir era la mejor consigna. Al leer estas
líneas, seguramente se relaciona la historia de Colombia con los
eventos cíclicos, marcados originalmente por situaciones violentas,
y seguramente, de acuerdo a la edad se cuestionará, porque no se
tiene en cuenta los periodos históricos, y nos encontramos con que
la historia de Colombia, ha estado acompañada de eventos
dramáticos. También al leer estas líneas, seguro se dirá que antes
de esa época, algunos sobrevivieron a la bonanza marimbera, al
estatuto de seguridad del gobierno de Turbay Ayala, al frente
Nacional, a la guerra de Guerrillas, e incluso los más viejos
127
regresaran en sus recuerdos a los eventos nefastos del 9 de abril
de 1948, y casi todas las generaciones están marcadas por hechos
violentos, casi todas nuestras familias, las familias de los que vamos
a pie, se han construido en un escenario de violencia, de
desplazamiento, de desolación. El primer acercamiento que tuve a
Camilo Torres fue precisamente durante la década de los 80, hacia
los años finales, la inquietud sobre las cuestiones de la política y el
mismo miedo, así como también, la reciente desmovilización del M
19 y los grupos que se formaban alrededor de estos hitos, hicieron
que me encontrara con la literatura prohibida de la izquierda en
Colombia. El ganador del premio nacional de periodismo Simón
Bolívar de 1979 fue el periodista Carlos Arango, que escribió un
libro titulado ñYo v² MORIR A CAMILOò y que no solamente por lo
interesante y cruel, fue llamativo, sino que además fue descubierto
en un momento crucial.
Pues, había encontrado entre los recuerdos de mi difunto padre un
libro minuta de policía, con una fotografía de un sacerdote con un
fusil en la mano, mi padre había sido comandante de policía en
pueblos de Santander y Norte de Santander durante la década de
los sesenta, y a su retiro había guardado elementos de recuerdo de
las travesías y vivencias de su época, por los campos
santandereanos, como uniformado, como liberal, viviendo en una
discordancia, peligrosa y emocionante. Ahí estuvo, mi primer
contacto con Camilo, nosotros, mi generación, soñaba con mundos
ideales, para nuestra generación aún había protesta, y nosotros
como adolescentes nos acercábamos con un sentimiento de vértigo
y aventura a los movimientos, a la protesta, nuestra protesta estaba
marcada por la época. Personalmente me debatía entre el furor de
regresar cada tanto tiempo a mi tierra de origen, a esas calles
polvorientas de mi infancia en Los Patios, Norte de Santander, a los
128
recuerdos de gentes sencillas que se sentaban en mecedoras a
pasar la siesta en el antejardín de las casas, que eran las propias
calles, escuchar los cuentos de esos ancianos o personas de
mediana edad que hablaban de un mundo recién descubierto. Un
mundo que se debatía políticamente entre ser conservador, del eme
o liberal, recordar cómo se habían robado las elecciones a Rojas
Pinilla, y haber perdido todo o casi todo huyendo de la violencia de
los pueblos y veredas, narraciones de noches enteras en donde se
dejaba ver el dolor, la ignorancia y la pobreza, o permanecer en
esta ciudad gris de pobres almas. Al final crecí y me desarrollé en
Bogotá, y la historia de violencia, de temor, de incertidumbre y
desesperanza, continúo a pesar de mi contexto, y fue diferente para
las generaciones que vinieron después, y sin embargo, si uno
racionaliza el desarrollo de la historia de Colombia, fue lo mismo,
este país ha crecido en medio de una historia de violencia. El libro
de Arango comienza de una manera contundente, utilizando una
frase de Mijail Sholojov: ñhe vivido y vivo entre mis personajes. No
he necesitado reunir material, porque lo tenía a mi alcance y yacía
a mis piesò. Puede pensarse que estas conclusiones arrojan algo
de una verdad romántica, una verdad que genera no solamente
nostalgia por aquellas almas que pasaron, sino por las almas que
129
están creciendo, en medio de la ignominia del abandono o la
desesperanza.
Tengo que decir que pese a todo, la mejor conclusión que se puede
hacer de los textos de Camilo Torres, no se encuentran en los
diseños programáticos, ni en los análisis sociales o políticos,
personalmente considero que se encuentran en la humanización de
las relaciones sociales y políticas, en el reconocimiento del otro, en
la aplicación del principio del amor eficaz a todos los aspectos de la
vida social, en el óservicioô.
A la luz de esta panorámica, nuestros resultados están orientados
en destacar tanto la praxis en el pensamiento de Camilo Torres,
como la lección que nos deja este pensamiento y esta praxis sobre
todo en términos de paz. La sociedad colombiana siempre se ha
quejado de la guerra, pero siempre ha vuelto a los caminos
insufribles de ella, como consecuencia de la ignorancia política, la
ausencia casi total de reconocer al otro como posibilidad, y desde
luego asociadas a las dos anteriores, el desprecio por la solidaridad,
nos comportamos como sociedad, aislando a los más débiles, y
generando culturas que nos han acercado más al tercer mundo que
a formas de desarrollo social y humano.
Camilo Torres como una figura destacada en el ámbito nacional, no
puede entenderse sin acudir a su contexto histórico y personal. Al
abordar el estudio de su personalidad, me permití tratar de
descifrarlo, entenderlo, y, lo que encontré, es que como figura
humana, el buscó a través del servicio encontrarse así mismo, y ese
simple acto fue tan concluyente, que abordó no solamente su esfera
académica, personal y social, sino política. Torres se dispuso
construir, unificar, cambiar la estructura de la sociedad desde abajo,
no desde la élite, me parece entonces justo, retomar sus ideas, por
su formación en las dimensiones que el personaje abordó, por eso
130
es importante clarificar la calidad del ser humano que representaba
como sacerdote comprometido, como humanista, para acercar a lo
que representa en ese ideario y lo que en definitiva buscamos, a
través de su estudio.
Hablar de él, desde la perspectiva de lo que representó su
personalidad como ser humano, así como de sacerdote, sociólogo,
político y hombre, que trasciende como forjador, más allá de ser
icono o ideal mitológico, de una revolución fracasada; cada uno de
estos aspectos pretende acercarnos al ámbito personal,
profundamente humano del ser social que se convirtió en un
referente de cambio y de conciencia de la realidad social. Que a
través del tiempo fue desestimado ya sea por la historia, como por
la forma como se utilizó su figura.
¿Qué es lo que encontramos en su legado? Pues, encontramos que
las realidades sociales, se han discutido, y que esas realidades
tienen un origen, que ese origen, aunque hayan pasado los años,
gobiernos, las circunstancias y los escenarios de vida de Colombia,
nunca se han superado, partiendo del hecho que la sociedad civil y
el ciudadano de a pie, se ha concientizado de su papel, que desde
las diferentes orillas alternativas, se ha procurado despertar - no
hablando en términos revolucionarios- sino a la necesidad de
superar problemas estructurales de una nación y un estado
excluyente y corrupto. Que todos en alguna forma, se han
equivocado, porque todos tratan de imponerse, pero ninguno
procura buscar una unidad para construir; el resultado es que nos
mostramos como país con las desigualdades más aberrantes, ya
que como nación no hemos podido construir una identidad más allá
de un partido de futbol, y así le hemos delegado el poder de ejercer
nuestra ciudadanía a un grupo minoritario, que aún nos esclaviza,
131
que aún nos mantiene en las sombras y por lo general frente a esto,
le ajustamos culpas a otros.
Suena un poco pretencioso, pero se trata de un rescate para la
historia del pensamiento político colombiano, o, más bien, se trata
de un dialogo interesante hoy en día, cuando el tema de la paz se
ha abordado desde diferentes aristas y se está volcando el país
nacional a realizar un verdadero debate sobre la posibilidad de la
paz, de la reconciliación, de la Justicia Transicional, de los derechos
humanos y de la reparación.
Entonces se hace pertinente que se considere la humanización del
ejercicio de la política, tal y como hemos visto, lo soñó Camilo,
preferir el amor eficaz a la lucha a la confrontación, procurar que
ese amor se traduzca en que el servidor público, comprometido con
el ideal de construcción de una sociedad mejor, cumpla los
principios y fines del estado a través del servicio, y que el político
como servidor público renuncie a todas las formas de corrupción,
se encamine por el sendero de la construcción de un país nuevo,
más posible para los pequeños y los que están por nacer.
Camilo como humanista, frente a los debates de su época termina
con la frustración de delegar sus esperanzas en la guerra de
guerrillas; un humanista que se proyecta en sus reflexiones al
futuro, con la visualización de la necesidad de entender en la
dialéctica de la sociedad, el destino del país. Incluso en sus
declaraciones, se denota el dolor y el clamor por su sentido cristiano
de la vida y de su realidad:
“Cuando existen circunstancias que impiden a los hombres entregarse a cristo,
el sacerdote tiene como función propia combatir esas circunstancias, aún a costa
132
de su posibilidad de celebrar el rito eucarístico que no se entiende sin la entrega
de los cristianos.”91
Más adelante dentro de su discurso, casi que proféticamente como
si conociera sobre su desenlace refiere:
“Yo opté por el cristianismo por considerar que en él encontraba la forma más
pura de servir a mi prójimo. Fui elegido por Cristo para ser sacerdote
eternamente, motivado por el deseo de entregarme de tiempo completo al amor
de mis semejantes. Como sociólogo, he querido que ese amor se vuelva eficaz,
mediante la técnica y la ciencia; al analizar la sociedad colombiana me he dado
cuenta de la necesidad de una revolución para poder dar de comer al hambriento,
de beber al sediento, vestir al desnudo y realizar el bienestar de las mayorías de
nuestro pueblo. Estimo que la lucha revolucionaria es una lucha cristiana y
sacerdotal. Solamente por ella, en las circunstancias concretas de nuestra patria,
podemos realizar el amor que los hombres deben tener a sus prójimos.”92
Esta manifestación, cargada de la emoción del hombre por su
destino, cargada además de la profundidad de su pensamiento,
endulzada por el humanismo y la caridad cristiana que envuelve
todo su proyecto de vida y sus concepciones de amor, termina con
la declaración que concreta su sacrificio emancipador:
“Creo que mi compromiso con mis semejantes de realizar eficazmente el
precepto del amor al prójimo me impone este sacrificio. La suprema medida de
91 Declaración del padre Camilo Torres, Junio 24 de 1965
92 Declaración del padre Camilo Torres, Junio 24 de 1965
133
las decisiones humanas debe ser la caridad, debe ser el amor sobre natural.
Correré con todos los riesgos que esta medida me exija.” 93
Pero entonces ¿qué es el humanismo en Camilo Torres? Camilo
busca destacar el carácter humanista del cristianismo, es decir
aborda el sentido humano del hombre desde su carisma cristiano,
entendido como el convencimiento del amor al prójimo, ideario de
Cristo, dentro del papel que el cristianismo tiene en la solución de
los problemas sociales. De manera más sencilla, Camilo entonces
busca una articulación de ese cristianismo con las ciencias sociales
para hacerlo eficaz. El humano integral, capaz de entender su
realidad social, de hacer políticamente, el humano integral
encargado de concientizar y movilizar, movilizar en el servicio al otro
y por el otro, el humano integral que entiende sus dimensiones, la
espiritual reflejada en el amor, la social entendiendo en el servicio
al otro y la política, en el quehacer diario, la transformación de la
realidad, todo aquello engranado, armonizado, el legado de camilo,
va más allá de una postal o una sonrisa, va más allá de un estudio
o un ensayo de la realidad nacional, de la reunión de un grupo de
jóvenes para leerlo o para cantar una canción en trova cubana
sobre el ídolo, el legado de el se materializa en el servidor público
por vocación que entiende el servicio como una forma de amor, en
el agente de cambio social, el político comprometido no solamente
con el poder que genera su posición, sino con el mandato que
representa, el elector que lo designa y la dignidad y la ética con que
desempeña su labor, el legado de Camilo Torres, se encuentra
presente a diario en la sociedad, que se restaura y se opone a la
manipulación, el legado de Camilo se encuentra además, en el
93
Ibid.
134
duelo de las madres que han perdido sus hijos en una guerra que
no les corresponde, el legado político de camilo, se materializa en
los movimientos de ciudadanos, en la plataforma política de los
representantes que sin proponérselo, defendiendo el interés
superior de los desprotegidos, se enfrentan a las maquinarias, en la
unión de los sectores que defienden los derechos humanos.
También existe un legado, más efectivo, más académico, más
material, el legado de camilo, se materializa en los estudiantes de
ciencias sociales y sociología, se hace efectivo en el desarrollo de
la sociología de la facultad que él ayudó a construir, y claro en el
país que aún no se reconoce, y que además no lo reconoce.