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  • 7/25/2019 Gustavo Bueno, El concepto de implantacin de la conciencia filosfica. Implantacin gnstica e im

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    Separata de la revista El Catoblepas ISSN 1579-3974

    publicada por Ndulo Materialista nodulo.org

    impresa el sbado 2 de julio de 2016 desde:impresa el sbado 2 de julio de 2016 desde:

    http://nodulo.org/ec/2013/n142p02.htmhttp://nodulo.org/ec/2013/n142p02.htm

    El Catoblepas nmero 142 diciembre 2013 pgina 2

    El concepto de implantacin de la conciencia filosfica. Implantacignstica e implantacin poltica

    Gustavo Bueno

    Publicado en Homenaje a Aranguren, Ediciones de la Revista de Occidente, Madrid 1972, pginas 37-71

    oduccin

    Las pginas que siguen ofrecen un modelo de ensayo filosfico desarrollado por construccin de conceptos

    cepcin de la Filosofa como geometra de las Ideas. La Filosofa constructiva o sistemtica no es t

    nativa a la filosofa analtica-descriptiva, como a la autoconcepcin de la Filosofa analtica (Strawson). E

    structivo en Filosofa es, esencialmente, un mtodo lgico: esto no significa que deba presentarse formalizado

    e). La forma lgica est dada muchas veces en el propio material construido. Y, muchas veces ta

    alizacin del discurso filosfico viene a ser tan solo la mscara que encubre precisamente la ausencia del dis

    ula y mentirosa voluntad de presentar, como entretejidas en s mismas, las cosas que solo se han logrado traba

    http://nodulo.org/ec/2013/n142.htmhttp://nodulo.org/ec/2013/n142.htmhttp://nodulo.org/ec/2013/n142.htmhttp://filosofia.org/bol/bib/nb067.htmhttp://nodulo.org/ec/aut/gbm.htmhttp://nodulo.org/ec/aut/gbm.htm#rashttp://nodulo.org/ec/2013/n142.htmhttp://nodulo.org/ec/index.htmhttp://nodulo.org/ec/2013/n142.htm
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    bras.

    El lector encontrar, en los conceptos de implantacin gnstica y de implantacin poltica algo completamente

    ocido, en cuanto a sus referencias; por ello, quiero llamarle aqu la atencin sobre el sentidoque doy a esta d

    ituacin es como cuando analizamos la distincin entre el redondel y el huevo. Sabemos de antemano e

    otativo de la distincin, pero necesitamos remontarnos a la teora de las cnicas para redefinir estas figuras. E

    , el concepto de implantacin gnstica de la conciencia puede ser, en alguna ocasin, referido como la circu

    dondel por ejemplo, al homo theoreticusde Spranger (no siempre: Plotino o Wittgenstein): un tipo psicolgico

    a pura especulacin y cuyos intereses estn polarizados en el conocimiento puro (Muy bonito deca un m

    la audicin de una sinfona de Beethoven pero, qu es lo que se ha conseguido demostrar? Spranger, F

    2. parte, I, II). La diferencia estriba en que el concepto de implantacin gnstica, lejos de considerarreticus como un tipo dado gratuitamente dentro de una tipologa como los pcnicos o leptosomtic

    ficacin de Kretschmer lo incorpora a un proceso histrico-social-ciberntico, un cierre de las ope

    ectuales, y, a la vez, lo piensa como opuestointernamente a las formas de conciencia polticamente implantad

    negacin.

    Entre los efectos observables de la construccin propuesta en estas pginas pueden citarse las disociacion

    inos asociados en ciertos contextos (v. gr. Idealismo-Filosofa especulativa), y las asociaciones entre trm

    bin en ciertos contextos, aparecen disociados (v. gr., Plotino y Wittgenstein). Asimismo, los efectos de

    structivo aparecern en abundancia cuando componemos nuestra distincin con otras distinciones co

    eculativo/prctico; idealismo/materialismo, &c.) y determinamos los arabescos formados por sus interferencias.

    onstruccin del concepto implantacin de la filosofa

    1. La expresin implantacin de la Filosofa construida por la aplicacin de un concepto natural,

    plantacin) a una estructura cultural, histrica (Filosofa) sugiere obviamente la idea de la dependen

    sofa por respecto a otras estructuras (histricas o biolgicas) que desempean el papel de sueloen el cual la

    ga. En este sentido, hablaramos de implantacin burguesa de la Filosofa clsica alemana, o bien de imp

    avista (helnica) de la Filosofa aristotlica; o incluso de implantacin de la Filosofa escolstica por eje

    smo en la fe cristiana, como suelo que no solo sostiene, sino del cual se nutre, la Filosofa medieval (fides

    lectum).

    2. Pero aqu queremos determinar estos sentidos vagos y casi metafricos de la expresin implantaci

    sofa qu significan, en efecto, las relaciones apoyar, nutrir, arraigar, aplicadas a la Filosofa?, de s

    expresin aluda a un conceptoms preciso, un concepto determinado, al menos, en el mbito de una sym

    dos.

    El presupuesto del que partimos podra ser denominado el presupuesto de la sustantividad cultural de la F

    sustantividad cultural puede ser declarada en los siguientes trminos: que la Filosofa designa un

    mposicin verbal composicin verbal, en parte, con lenguajes naturales y, en parte, con lenguajes artificiales

    dentificablea travs de diversas formaciones sociales (Grecia clsica, Alemania, Inglaterra, Francia) y de divers

    ales (Platn, Epicteto). Para nuestros efectos, la sustantividad cultural de la Filosofa no significa, ni ms ni me

    ue pueda significar la sustantividad de la Geometra o del ajedrez los reyes toman unas veces la forma de f

    s veces la de sultanes, o se estilizan hasta el punto de no recordar ninguna figura de la escenografa mo

    stantividad de la Filosofa quiere decir, por ejemplo, en concreto, que es inadmisible interpretar en u

    ctivista integral la tesis (procedente de Heine) segn la cual la filosofa alemana sera el reflejo de los intereses

    una burguesa que solo pudo remedar en el pensamiento el curso que otra burguesa coetnea, la

    lucionaria, pudo victoriosamente desarrollar. Sin perjuicio de que reconozcamos plenamente las co

    ostradas del idealismo alemn con la burguesa alemana posterior a la paz de Westfalia (implantacin burgu

    sofa alemana), la tesis de la sustantividad de la Filosofa equivale a asociar a la filosofa clsica alemana c

    mas de conexiones: el idealismo alemn aparecer ahora vinculado incluso a formaciones anteriores a

    stitucin de la burguesa alemana (as, cuando establecemos la vinculacin de la dialctica hegeliana con la dia

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    lo, o de Plotino, o de Platn). La filosofa alemana ser reflejode una burguesa europea determinada, sin d

    bin es reflejo de una tradicin aristocrtica (Platn), o incluso democrtica (Zenn).

    3. Para proceder a la construccin del concepto de implantacin de la Filosofa, vamos a introducir cr

    aracin de sentidos envueltos en esta expresin, a fin de determinar un sentido preciso, dentro de la

    iderada, que pueda ser estimado como un concepto. Nos sern suficientes dos criterios.

    El primer criterio es el de la interioridad o exterioridad del sentido de una implantacin. (Interio

    erioridad son conceptos relativos a nuestro punto de referencia: la sustantividad de la Filosofa.) Implantac

    sofa es, sin duda, un concepto metalingstico por respecto a un cierto nivel del lenguaje filosfico, un con

    gundo grado, una reflexin que algunos llamarn perifilosfica (Ferrater Mora). Ahora bien: es relevante,

    diciones, que los sentidos atribuidos a la expresin implantacin de la Filosofa pertenezcan al lenguaje

    n internos a la Filosofa, o, al menos, puedan ser reivindicados como tales), o bien, que se present

    eriores a la Filosofa, como sustantividad cultural: tal ocurre cuando se pretende analizar la Filosofa desde

    er: desde la psicologa, la lingstica, la sociologa o la mitologa. Si llamamos trascendentales a los sen

    enecen al crculo del lenguaje filosfico, y categorialesa los sentidos que, por ejemplo, son utilizados por las

    cias particulares (la psicologa, la sociologa, &c.), podramos decir que ve desde fuera la Filosofa todo a

    a conceptos categoriales al precisar la idea de implantacin de la Filosofa; y ve desde dentro la implantac

    sofa quien sin negar los sentidos categoriales, e incluso presuponindolos entiende estos sentidos en

    cos, trascendentales. Quien contempla exteriormente, categricamente, a una filosofa, propende muchas

    cirla sustancia filosfica a la categora de referencia: el socilogo del conocimiento ver en un sistema filosficple secrecin mental de las aspiraciones de una clase en ascenso; el psiclogo propender a ver en las ideas f

    sublimacin de la energa psquica de los arquetipos colectivos; el mitlogo se inclinar a reducir cada sistema

    simple transformado de algn mito previamente establecido ad hoc, al modo de Augusto Comte. Pero co

    sde fuera la Filosofa, aunque puede ser una garanta de objetividad, puede tambin incluir la superf

    siderar la Filosofa, por el contrario, filosficamente, no incluye ninguna peticin de principio, en el sentid

    que incluya este gnero de peticin de principio que llamamos dialelo antropolgico.

    Pero es esencial tener en cuenta que, as como siempre es determinable un conjunto de filosofemas dad

    na categora (sociolgica, psicolgica, mitolgica), as tambin siempre podemos encontrar en el aparato m

    logo, psiclogo o mitlogo la presencia de alguna Idea trascendental (lgica, ontolgica, epistemolgica) filos

    El segundo criterio que introducimos toma como referencia un rasgo esencial, incluido en el supues

    antividad de la Filosofa: el ser una forma de conciencia una figura de la conciencia, al lado de la co

    osa, tcnica, matemtica, potica, poltica, &c. Segn esto, la expresin implantacin de la Filosofa p

    ndida de dos modos: o bien se piensa en la conexin de la Filosofa, como forma de conciencia, con otras f

    ciencia (plano diamrico) o bien se piensa en otro tipo de realidades (biolgicas, metafsicas, &c.) no clasificab

    uras de conciencia (plano metamrico), como suelo en el cual est implantada la Filosofa. La significacin

    riminacin entre los sentidos diamricos y los metamricos incluidos en la expresin implantacin de la Filo

    a, si se tienen presentes las pretensiones de autonoma que aparecen acopladas muchas veces a la c

    fica, en cuanto conciencia absoluta o saber radical. Hasta qu punto es compatible la autoconcepcin de la

    o saber radical con la tesis de una implantacin de la conciencia filosfica en la conciencia sobrenatural,la revelacin (intellectus quaerens fidem) o bien con la tesis de la conciencia filosfica en tanto que im

    ncialmente en la conciencia de clase (Lukcs, Goldmann), es cuestin en torno a la cual gira este trabajo.

    antacin de la Filosofa en la conciencia religiosa, como la implantacin de la Filosofa en la conciencia de c

    antes de los que llamamos sentidos diamricos de la implantacin. En cambio, la implantacin de la

    ndida en un plano metamrico, tiene otro alcance (aunque, muchas veces, conceptos metamricos d

    pretados como formas confusas de conceptos diamricos): as, cuando se dice que la conciencia filos

    antada en la Vida, entendida, no como forma de conciencia, sino como categora semibiolgica, obtenemos e

    dano y trivial de la fraseprimum vivere, deinde philosophare. Los sentidos del trmino implantacin son muy

    ada caso.

    Las clases obtenidas segn el primer criterio y el segundo, pueden combinarse entre s. Si por implantac

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    sofa designamos la dependencia que la conciencia filosfica debe observar por respecto a los procesos elc

    ma nervioso (implantacin fisiolgica de la Filosofa), estamos ante un sentido de implantacin metam

    esos elctricos del S. N. no son conscientes), y, adems, exterior a la conciencia filosfica (se trata de un

    gorial, fisiolgico), aunque este concepto es, sin duda, verdadero. Si la implantacin de la Filosofa la entende

    do de la verdadera crtica de la razn de Schopenhauer la conciencia filosfica es expresin de la Volunta

    nces estamos ante una teora de la implantacin de la Filosofa elaborada en un plano interno, filosfica (el co

    untad infinita) y metamrico (la Voluntad es, precisamente, inconsciente). Consideraciones anlogas habra qu

    sito de las teoras psicoanalticas (Lacan).

    La siguiente tabla exhibe cuatro tipos de sentidos que la expresin implantacin de la Filosofa puede tene

    naliza por medio de los dos criterios utilizados.

    Criterio I !

    Criterio IIPlano diamrico Plano metamrico

    Sentidos internos

    Acepcin 1:

    implantacin en

    sentido fuerte

    Acepcin 2

    Sentidos externos Acepcin 3 Acepcin 4

    4. Procedemos ahora a la definicin de implantacin de la Filosofa tal como es utilizada en este ensayo. Negar la legitimidad de cualquiera de las acepciones tabuladas. Se trata, simplemente, de definir, en el contexto

    pciones, el concepto que va a ser utilizado como sentido fuerte de la nocin de implantacin de la Filo

    pcin 1 de nuestra tabla. Segn esto, entendemos por implantacin de la conciencia filosfica un concepto

    rno a la filosofa) que establece la vinculacin de la conciencia filosfica con alguna forma de conciencia (imp

    mrica). El concepto de implantacin de la Filosofa, como concepto interno, recoge as, ante todo, la caracterst

    ue a la conciencia filosfica le corresponde un trmite de autoconcepcin.

    5. De este mismo concepto de implantacin resulta inmediatamente la divisin en dos tipos de implantac

    ciencia filosfica, segn que la conciencia en la cual la Filosofa se postule implantada sea entendida, en s mism

    conciencia filosfica, o puramente intelectual (lo que equivale, en el lmite, a la implantacin de la conciencia misma), o bien sea entendida como una conciencia que, por s misma, no es filosfica (sino, por ejemplo, relig

    era forma de implantacin es la que llamaremos implantacin gnstica; la segunda ser aqu llamada imp

    ca (ms adelante se justificarn estas denominaciones). Debe advertirse que esta divisin es dialctica.

    ro decir que no se trata de dividir un gnero porfiriano (la conciencia implantada) en dos especies (gnstica y

    uerte que entre ambas no exista orden. Antes bien, la nocin de implantacin es, lgicamente (en cuanto noci

    cin) originariamente no reflexiva implantacin poltica y solo posteriormente, como rectificacin o negacin

    a no-reflexividad, podemos llegar a la reflexivizacin, a la autoimplantacin de la Filosofa, o implantacin gn

    quier caso, la construccin de un concepto gnstico de la implantacin es un proceso, por as decir, automtic

    as circunstancias, que obedece a mecanismos (la reflexivizacin) que no obran excesivamente en la c

    fica: son mecanismos cibernticos, en virtud de los cuales, cuando se ha llegado a un cierto grado de d

    bral (social, lingstico) los procesos intelectuales se cierran sobre s mismos. Ahora bien, mientras que en a mitologa, las matemticas, o la fsica, el cierre gnstico es siempre posible como un proceso externo, aco

    emtica o a la fsica es metamatemtico o metafsico, el cierre gnstico en el campo de la conciencia

    empre un proceso interno a la conciencia filosfica, en tanto que ella incluye el trmite de la autoconcepcin.

    nosticismo filosfico, aunque sea un error, es el error filosfico mismo; por tanto, referencia inexcusable para

    cepto de implantacin.

    Distincin dialctica significa, en suma, que la oposicin entre implantacin gnstica e implantacin poltica

    pensada, sin ms, como una distincin entre dos trminos cualesquiera, sino ms bien entre un trmino y su

    gacin significa aqu negacin de la verdad semntica). Las verdades de las ciencias humanas tienen

    no de estos dos planos: el fenomenolgico y el ontolgico. En el plano fenomenolgico es verdadera la tesis

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    sa del nacimiento de Cristo fue el decreto libremente emanado de la voluntad divina, en orden a la unin hipos

    egunda Persona. En el plano de una ontologa materialista, aquella proposicin es falsa. Es verdadero que la

    miento de Cristo fue de orden biolgico. En nuestro caso, el concepto de implantacin podra tambin apl

    cer, en el plano fenomenolgico es decir, al nivel de las autoconcepciones de la Filosofa o bien en

    lgico. Fenomenolgicamente, la conciencia filosfica de San Agustn est implantada en Dios, en cuanto se c

    a iluminacin divina. Ontolgicamente para una ontologa materialista, atea la conciencia filosfica de San A

    de estar implantada en una deidad envolvente, sino en el medio social de la cultura mgica, si utilizamo

    cepto de Spengler.

    Es interesante constatar que esta distincin carece de sentido aplicada a los conceptos que nos ocupan, tom

    su generalidad. En efecto, quien argumente desde el supuesto de la implantacin poltica de toda filosofa, sptar el concepto de implantacin gnstica como concepto configurado en el plano fenomenolgico, salv

    antacin gnstica se considere histricamente como implantacin de la Filosofa en una gnosis sacerdot

    cepto sociolgico); mientras que, por el contrario, deber concebir su propia tesis como establecida en

    lgico. Por tanto se dir desde la perspectiva poltica, no cabe hablar de dos tipos de implantacin de la co

    fica, en cuanto tipologa establecida en un plano homogneo. Solo hay un tipo de implantacin, a saber, la p

    de la implantacin gnstica es imaginaria, puramente fenomenolgica. Por tanto, podra decirse que

    antacin gnstica es la que hace posible que la implantacin poltica tome conciencia de s misma. Multitud

    ficas, asociadas con la conciencia gnstica, y que pueden despus transferirse a la conciencia poltica, tienen

    gnesis dialctica.

    Pero desde la perspectiva gnstica, es la teora de la implantacin poltica la que aparece como imaginaria

    ciencia gnstica, no cabe pensar en una estructura social exterior a la propia conciencia, sino que, en el lmite, e

    nciencia se identificar con el propio cogitare(Descartes, Hegel). Por tanto, lo que desde la perspectiva poltica

    o un puro fenmeno o cogitatio, desde la interioridad del cogitare aparece como la genuina realidad, la

    gora ontolgica, la Idea de Hegel (Enciclopedia, 213). La tesis de la implantacin poltica aparecer ahora

    r, como una apariencia, aunque esta apariencia tenga la realidad ontolgica del fenmeno la realidad, por eje

    do prusiano.

    Segn esto, en ninguna hiptesis cabe hablar de dos formas de entender la implantacin de la Filosofa, sino s

    na forma de implantacin real, porque la opuesta es imaginaria, aparente. La nica manera de trata

    cepto es, por tanto, la dialctica, a saber: hay dos formas P y Q, de entender la implantacin de la Filosofa, p

    as tienen entre s una relacin dialctica: la forma P, en cuanto se opone a la Q, y la Q, en cuanto se opone a

    ata de la estructura (P!Q), sino (P"-Q) !(Q"-P). Por tanto, la teora de las formas de implantacin de la Fil

    de ser neutral, sino que es esencialmente crtica. Y, si entendemos la negacin como reduccin de una tesis

    o fenomenolgico, esto equivale a la imposibilidad de aplicar los dos planos a cada uno de los conc

    antacin, como quera demostrarse.

    6. La distincin entre los dos conceptos de implantacin de la filosofa gnstica y poltica si verdaderamen

    na como sugiere el modo segn el cual ha sido construida, debe estar verificada en las ms diversas situa

    de luego, debe ya haber sido conocida. Por eso, tras analizar los conceptos de implantacin gnstica (prraf

    antacin poltica (prrafo III) de la Filosofa, ser preciso reexponer algunas distinciones clsicas en trminos dncin: tal ser el objeto del prrafo IV.

    nlisis del concepto de implantacin gnstica de la filosofa

    1. Gnosticismo es, ante todo, como es bien sabido, el nombre de un conjunto de sectas cristalizadas en e

    lides, Valentn, Carpcrates y vinculadas ms o menos directamente con el cristianismo, en las que, ante t

    rende hoy su aspecto de delirio racionalizado. Pero la palabra gnosticismo se utiliza tambin para

    ceptos de ndole mucho ms general que los que puedan vincularse a ciertos acontecimientos histricos de

    eler (De lo eterno en el hombre)acu un concepto de gnosticismo ampliamente difundido, a saber: gnosticism

    nto de reduccin de la conciencia religiosa a la conciencia filosfica, es decir, la vivencia de la religin como si f

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    ofa. El gnosticismo histricosera un caso particular de este concepto general (trascendental) de gnosticis

    bin seran gnsticos quienes interpretan la religin como metafsica del pueblo (averrosmo, Schopenha

    ra bien, el concepto scheleriano de gnosticismo, por til que pueda ser en el tratamiento de ciertas situac

    amente peligroso desde nuestro punto de vista. En efecto, opera con una idea muy laxa de Filosofa precisam

    que permite considerar a Valentn como un filsofo, en tanto reduce dogmas religiosos a filosofemas. Pe

    ar filosofa al delirio racionalizado de Valentn? Desde nuestro punto de vista, el gnosticismo de Valentn,

    pcrates, no puede en modo alguno hacerse consistir en una filosofa, aunque s quiz en otra cosa, a

    stasis de la conciencia pensante, en tanto que esta hipstasis se lleva a efecto mediante una serie de const

    gicas (no filosficas) que constituyen hasta cierto punto una teora de la propia conciencia, un esque

    ficacin de la conciencia en el conjunto de la vida humana. Este esquema tendra el sentido siguiente: la co

    o saber especial ("#$%&') es el principio de la salvacin. El gnosticismo consiste esencialmente en la defens dualista: una conciencia pura, y una materia capaz de aprisionar, manchar y eclipsar a la conciencia. La rede

    inos religiosos, la salvacin, se produce por virtud del conocimiento. Por lo dems, esta es, en esencia, la defin

    ohmeyer da del gnosticismo, y que es ampliamente aceptada entre los historiadores de la teologa: toda re

    ncin, cuya doctrina haga depender la redencin del conocimiento.

    En resolucin, no haremos consistir el gnosticismo tanto en un cuerpo dado de doctrina sobre el mundo o

    bre los dogmas sobre el pleroma, los eones, &c. cuanto en el conjunto de tesis sobre la naturaleza abs

    ocimiento. Esto no implica que podamos desinteresarnos por los dogmas gnsticos; simplemente, que e

    sticos, ser preciso ver esos dogmas desde la perspectiva de la tesis gnstica fundamental, que, en todo

    bin una tesis explcitamente enseada por los gnsticos del siglo II (ver Leisegang: Die Gnosis, quien se v

    mento de Hiplito, Elenchos, V, 6, 6) para definirla: el conocimiento del hombre es el conocimiento de la perf

    ocimiento de Dios es la consumacin (ob. cit., c. I, ab cap.).

    2. Ahora bien: la definicin del gnosticismo propuesta se mantiene, evidentemente, en el plano fenomenolg

    o de las pretensiones (tesis) de los propios representantes del gnosticismo. Gnosticismo, en este plano fenome

    na doctrina positiva, es la doctrina misma de la positividad del conocimiento, de su sustancialidad, la doctrina

    inos filosficos, expuso Descartes en su teora del cogito. Pero, desde el punto de vista de una ontologa m

    el sentido del materialismo histrico), el gnosticismo es una negacin: es la desconexin o abstraccin mis

    ciencia de las condiciones biolgicas y sociales en las cuales nicamente puede desenvolverse: es el proceso

    exivizacin sustancialista de la conciencia, entendida originariamente como una conciencia social. Supone

    to, que lo que llamamos conciencia conciencia humana, por tanto humanidad, como esfera enfrentadceptos rigurosos, a la naturaleza es el resultado de un conjunto de relaciones de comunicacin(lenguaje

    s relaciones resultan ser simtricas, transitivas y reflexivas. La simetrizacin, transitivizacin y reflexin

    ciones son procesos esencialmente cibernticos que tienen lugar nicamente en el curso de las relaciones so

    o tienden a una cierta estabilidad, sin perjuicio de que los mecanismos de runawayadquieran una significacin

    n (Wiener, Cybernetics, 2. ed., p. 157. Stanley Jones: La cyberntique des etres vivants, Pars, 1962). Corre

    x el mrito de haber formulado aunque sea de un modo muy general y poco analtico las tesis esenciales

    a de la conciencia, que est en la base del materialismo histrico. En la Ideologa Alemana aparece ya

    isin expresada esta teora de la conciencia, que contrasta precisamente con la teora gnstica de la conc

    el: desde este instante (divisin del trabajo social en manual e intelectual) puede ya la conciencia imaginars

    ms y algo distinto que la conciencia de la prctica existente.

    Lo anterior equivale prcticamente a decir, por ejemplo, que el proceso de reflexivizacin sustancialista de la c

    gado a la constitucin de algo as como una casta sacerdotal, proceso que existe sin duda con anterior

    stitucin de la filosofa acadmica. Los matemticos se constituyeron en Egipto porque en este pas se conc

    a de los sacerdotes un gran tiempo de ocio (Aristteles, Met., 981 b). La misma configuracin psicolg

    ciencia gnstica, tal como aparece descrita en la descripcin del homo theoreticus por Spranger, solo p

    sada, desde la perspectiva materialista, en un contexto social muy preciso. Caben, sin duda, otros mtodos par

    disociacin: se ha llegado a hablar de una disociacin entre el hipotlamo y la corteza (Law Whyte:

    elopment in Man). Psicolgicamente, el lmite del gnosticismo se alcanza, por ejemplo, en el punto en e

    olstico, tras escuchar la argumentacin de Zenn de Elea contra el movimiento, y persuadido de su e

    manece inmvil para que sus ademanes no empaen su conviccin.

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    3. Desde una axiomtica materialista, el gnosticismo es esencialmente un proceso social, que cond

    antificacin de las funciones mentales, y a su disociacin del resto de las funciones sociales (de la materia),

    generalmente, esta disociacin es vivida como una salvacin religiosa o biolgica, como una soteriolog

    putica, que, paradjicamente, suele prolongarse en el proceso de anulacin de la propia conciencia. Esta hip

    operaciones cognoscitivas cobra distintos valores, segn los valores que toman los conocimientos segn los

    ca. No todos los conocimientos, ciertamente, generan su hipstasis gnstica, pero, desde luego, no solo el con

    fico. Los pitagricos elaboraron una gnosis fundada, acaso, sobre el conocimiento matemtico puede s

    era gnosis no mitolgica, pero capaz de entrar en conflicto con formaciones gnsticas prepitagricas. La teo

    primeros filsofos griegos, si seguimos el esquema de Jaeger, sera, ms que la destruccin de los mitos,

    uema de Nestl, su purificacin. Esto es tanto como decir que la teologa filosfica est en la lnea del pen

    co. Desde la perspectiva que nos interesa, el gnosticismo de los filsofos griegos podra ser considerado cposicin del gnosticismo mitolgico sobre bases filosficas. Precisamente por ello, la gnosis por antonomas

    lides o Valentn, no es tanto una filosofa, como pensaba Scheler, cuanto el eclipse de la sobriedad de

    otlica, que es una verdadera filosofa, aunque no sea una filosofa verdadera, porque no deja de ser gns

    abilidades de que una ciencia filosfica se oriente hacia el cierre gnstico son muy grandes, dado que la n

    cendental de la conciencia filosfica no puede sustraerse al trmite de la autoconcepcin. Pero este cierre de

    utado por medio de filosofemas, si es que efectivamente hablamos de implantacin gnstica de la filosofa. H

    oga gnstica, como habr una filosofa gnstica; habr formas intermedias y el gnosticismo es precisament

    canales por donde la mitologa puede transformarse en filosofa. El noveno logos de la II Ennada de Plo

    sagrado a la crtica de los gnsticos. Pero en esta crtica, Plotino acusa una implantacin gnstica mucho ms

    e los gnsticos a quien ataca, a fin de cuentas ms vinculados con los intereses polticos. Se quejan de la pob

    esigual distribucin de las riquezas entre los hombres. Ignoran que el varn sabio no desea la igualdad en esta

    no cree que el rico lleve ventaja al pobre, ni el prncipe al sbdito (II, 9, IX). Ciertamente, en cualquier

    sicin central entre Plotino y los gnsticos a quienes ataca es, en esta Ennada, la oposicin entre un gn

    fico que reduce al menor nmero posible los principios que existen en la regin superior (II, 9, VI) y el gn

    gico de los gnsticos que creen, por ejemplo, que las enfermedades son producidas por los demonios (II

    no, en realidad, equidista de los gnsticos y de los cristianos antignsticos, pero por distintas

    uemticamente, podra acaso decirse que de los cristianos le separaba, ante todo, su implantacin no poltica

    los gnsticos, su sobriedadfilosfica.

    4. La gnosis filosfica, de la que solo podemos aqu subrayar, como caracterstica diferencial respecto de

    ca, su sobriedad, es decir, la eliminacin de personificaciones, la tendencia a describir la conciencia sustaniante abstracciones, acompaadas de la teora de que son tales abstracciones (por tanto: la presenc

    anismo crtico), se nos presenta bajo figuras muy diversas, pero que, si no me equivoco, pueden ser reducid

    des rbricas, segn el grado de reflexivizacin alcanzado: el gnosticismo filosfico trascendente y el gn

    fico inmanente. (La trascendencia y la inmanencia se miden, por supuesto, tomando como referencia el ni

    a propia conciencia filosfica.)

    Puede establecerse como esquema general que el gnosticismo filosfico comienza constituyndose segn

    cendente (Parmnides, Aristteles, Plotino) y solo despus (Descartes, Hegel, Wittgenstein) alcanza una figura

    inmanente.

    5. El gnosticismo filosfico trascendente es la teora de la conciencia hipostasiada, de la reflexivizaci

    ciencia, en cuanto sostenida doblndose sobre s misma, pero de tal suerte que esta conciencia es puesta c

    dad trascendente al hombre mortal, como conciencia divina. Desde Feuerbach, nos es ya familiar pens

    ciencia divina como un desdoblamiento de la conciencia humana. Esta teora tiene sin duda aplicacin al me

    acin gnstica. No diremos, con Feuerbach, que Dios es el hombre proyectado en los cielos; pero s que e

    teles (#()%&' #*+%,-' ) es la conciencia gnstica concebida de un modo trascendente. La vida teor

    1)2&3(') est, como en Aristteles, relacionada con esto mismo. Y no deja de ser interesante comproba

    teles, doctrinalmente el padre del materialismo, si creemos a Bloch, quien est ms cerca del gnosticismo qu

    ealista.

    Es muy importante advertir que el gnosticismo trascendente no puede identificarse con un intelectualism

  • 7/25/2019 Gustavo Bueno, El concepto de implantacin de la conciencia filosfica. Implantacin gnstica e im

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    sistir en el interior de la conciencia subjetiva, sino, por el contrario, comporta una crtica una trascendencia

    ciencia: por tanto, una suerte de liberacin del propio entendimiento finito, que recuerda la superacin logra

    antacin poltica. En efecto, el gnosticismo trascendente hace desembocar la conciencia subjetiva intelectua

    ciencia intelectual que, por aparecer como exterior e infinita, llega a perder la semejanza con el intelecto, y se

    o el Supra-Ser (45,1*#), el abismo misterioso, al cual solo tenemos acceso mediante el xtasis.

    6. El gnosticismo inmanente encuentra en la filosofa antigua una encarnacin en el epicuresmo. Esto tendr

    ostrado. Sobre todo cuando esta corriente de interpretacin del marxismo que podra llamarse epicrea (R

    udomarxismo, Marcuse) propende a reivindicar la significacin de Epicuro, frente a Platn y los estoicos (F

    Faith of Epicurus), de suerte que la lnea Epicuro estara ms cerca de la implantacin prctica del marxismo

    mplo, la lnea Demcrito. Marx mismo, en su tesis doctoral, habra iniciado esta reinterpretacin de Epicusador prctico, frente a Demcrito (prefiero hallar una sola ley causal a ser rey de Persia). Sin embargo, es to

    utible la reivindicacin marxista del epicuresmo frente al estoicismo. El Epicuro de Marx tiene probablement

    co que de epicreo; y el proyecto de Epicuro en cuanto proyecto verdaderamente mundial por importante

    lmente puede ser valorado positivamente a la luz del marxismo. Epicuro, en efecto, parece haber concebido e

    eorganizar la vida de los hombres sobre la base de la amistad (6&7/8) y no de la justicia (9&38&*%:#)). Ahor

    mos en cuenta la tradicin aristotlica de Epicuro, no es inoportuno aplicarle el esquema aristotlico de

    ucturada sobre las relaciones de desigualdad, digamos asimtricas), cuya virtud propia es la amistad, e

    radistinta de la repblica, fundada sobre las relaciones de igualdad, de isonoma (cuya virtud propia es la

    de decirse entonces, como frmula del proyecto epicreo, que trataba de reorganizar la sociedad humana al m

    polis en el Jardn, como huerto (3)5*') que suministra alimentos, no como mero parque (58189,&%*') d

    o un conjunto de familias, es decir, de personas unidas por la amistad. Pero, con ello, la familia se desvan

    unidades epicreas propenden a la promiscuidad, a la libertad sexual; son conventos relajados, que pueden co

    pus en las comunidades cristianas, marginadas de la ciudad, las comunidades del yermo de que nos habla P

    Historia Lausiaca, y recuperan su faz epicrea en las comunidades hippies de nuestros das. (Dados unos

    s organismos educados segn un cierto comportamiento de sus reflejos en torno a la individualidad de su con

    supone precisamente la estructura familiar el experimento de ponerlos en relaciones directas de conviven

    do de la promiscuidad del Jardn, tiene la indudable virtualidad de facilitar un modo muy intenso de elaborac

    ga durante un cierto tiempo. Pero la intensidad de esta energa est determinada, como la de un salto de agu

    nivel entre las estructuras sociales de las que se parte la familia y a las que se llega el Jardn.) Ahora bie

    perspectiva, creo que al epicuresmo, en cuanto forma de conciencia filosfica, le corresponde ms

    antacin de tipo gnstico que una de tipo poltico. La conciencia epicrea tiene por objeto, sobre todo, la libeenfermedad, y esta liberacin se opera sobre todo por el conocimiento (tetrafrmaco), por la reforma de la c

    bien que por la reforma del mundo. La conciencia epicrea es, adems, seguramente, el primer modelo de c

    anente, cerrada sobre s misma, en la Antigedad clsica. Es paradjico atribuir a los materialistas el descubrim

    terioridad, pero as es la verdad. La interioridad epicrea aparece mediante la perspectiva de la muerte, que

    en cuanto totalidad finita (limitada por la muerte), de placeres posibles, de dolores ausentes (;5*#/8). So

    ioridad cerrada se edifica la conciencia gnstica, si bien esta conciencia tenga como contenido, no

    esentaciones intelectuales, sino tambin las sensaciones. La conciencia epicrea es el proyecto de su

    iante una gnosis singularmente complicada, que incluye las hiptesis fsicas, en la propia naturaleza humana

    retende dejar intacta, fuera de la polis. Es ciertamente una gnosis prctica, como la de otros gnsticos, un

    a: su actividad est dirigida, precisamente, a propagar y multiplicar las comunidades epicreas, y a cons

    nes ya existentes. Sus tcnicas son ms bien negativas regreso a la naturaleza, eliminacin del dolo

    uicios y esencialmente apolticas, al menos en el sentido de la poltica estoica. La diferencia clsica entre ep

    cos, tal como fue percibida por Kant en la Crtica de la razn prctica, puede de este modo ser explicada, al m

    e, como una diferencia a nivel de los tipos de implantacin respectiva (Epicuro, ateniense, aconseja a sus d

    enerse de la poltica; Zenn, meteco, aconseja a los discpulos intervenir en la vida de la ciudad. Contin

    cin platnica, los estoicos dan las grandes figuras de los diversos polticos del helenismo: Clemenes de

    gono de Gnatas, Marco Aurelio; Pohlenz: Grieschische Freiheit, IV, III).

    7. El cogito cartesiano inaugura el giro inmanente del gnosticismo filosfico en la poca moderna: la reflex

    utada de un modo ms sobrio, ms riguroso. No se trata, por tanto, de que Descartes aplique al ego las pro

    Dios aristotlico: ms bien es Aristteles quien proyect las propiedades de este ego ms all de las esfe

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    cartes elabor un modelo gnstico de la conciencia sin incurrir l mismo, acaso, en gnosticismo filosfico. Le

    voluntarismo, y lo testimonia la tercera parte del Discurso, la moral provisional, que contiene las m

    encias de la prudencia monstica, econmica y poltica. El gnosticismo moderno se elabora en el ontolog

    ebranche, en el idealismo, en la doctrina de Hegel. El saber absoluto es la ltima figura del Espritu, el Espritu

    enido perfecto y verdadero da al mismo tiempo la forma del S, y, de este modo, realiza su concepto, quedand

    cepto en el curso de esta realizacin (Fenomenologa, VIII, II). La Filosofa de la inmanencia, el neokantismo

    a filosofa, como veremos, es precisamente la crtica de la conciencia gnstica, el empiriocriticismo, son d

    elos modernos de gnosticismo filosfico. En este sentido, la distancia de Marx respecto de Hegel, como la

    ecto de Mach, es, ante todo, la distancia entre un pensamiento polticamente implantado y una implantacin gn

    nciencia filosfica.

    Las dos versiones ms importantes del gnosticismo filosfico en nuestro siglo son, seguramente, si no me eq

    menologa husserliana por un lado, y la filosofa analtica por otro. En rigor, el anlisis filosfico britnico es, ha

    o, en cuanto descripcin y clarificacin de los datos, que se dejan intactos, un proyecto anlogo a lo que en

    a descripcin fenomenolgica: el propio Austin ha utilizado la expresin fenomenologa lingstica. Los rasg

    gnosticismo se encuentran, en todo caso, presentes en ambas corrientes filosficas:

    a) Ante todo, la inmanencia de la conciencia. Esta inmanencia aparece en Husserl como idealismo fenom

    as, 55); en la filosofa analtica, como autonoma del lenguaje, el cual aparece, por otra parte,

    olublemente al pensamiento (Ryle).

    b) Dualismo de forma y materia. En Husserl, el concepto de contenidos hilticos; en la filosofa ling

    malismo de la estructura, en el que cada frase tiene su propia lgica, pero manteniendo todas ellas un aire d

    uanto componentes de un pleroma lingstico.

    c) El carcter de algn modo soteriolgico del conocimiento filosfico: la salvacin se produce por la refor

    ciencia, ms que por la del mundo (el mundo queda intacto, como lo que es Husserl, Ideas, 28). (Dad c

    e y espritu al espritu, haba dicho Baslides.) Husserl atribuye a este conocimiento la virtud salvfica para Eu

    s der europischen Wissenschaften, 6 y pp. 314 ss.; Die Krisis der europischen Menschenstums

    osophie). Entre los britnicos, las virtudes soteriolgicas atribuidas al conocimiento filosfico suelen ser ms m

    inequvocas: tienen un sentido teraputico.

    La filosofa britnica de nuestro siglo realiza con frecuencia, de un modo muy puro, el cierre gnstico de la co

    fica. Esto no significa que no podamos encontrar conciencias filosficas vigorosamente implantadas en la vid

    o Russell. Pero esa fenomenologa lingstica se dira que est siempre rondando en las proximidad

    ciencia gnstica.

    Es seguramente en Wittgenstein en donde podemos acusar ms enrgicamente los rasgos de una conciencia

    sticamente implantada. Desde la perspectiva del concepto de gnosticismo, los componentes positivi

    genstein quedan diluidos ante el vigor de sus componentes msticos: es tentadora la analoga entre la

    genstein y la de otro genio gnstico diecisiete siglos anterior: Plotino. Lo esencial en ambos en cuanto mens

    conciencia gnstica, es esto: estamos aprisionados en una malla que, sin embargo, aunque es apariencia,

    en el sentido de la representacin, del descubrimiento, que en el sentido del encubrimiento. Se trata de

    iante el conocimiento, la posibilidad de liberarnos de esta malla, para lograr la visin pura de la realidad inefabl

    ctatus6, 522; Plotino: II, 8, V). Esta malla de apariencias que aprisiona nuestra conciencia es, para Plotino, la

    sible, las apariencias materiales que son signos de lo inteligible, a quien representan; para Wittgenstein es

    uaje, en el cual se da el pensamiento. La teora del lenguaje como microcosmos en el cual est representado

    por lo dems, una teora del gnosticismo mitolgico, compartida por la teora del lenguaje de Wittgenste

    dad de las proposiciones como figura (Bild) de los hechos (Tractatus, 2.063; 4.001, etctera). En las Phil

    stigations, I, 48, los signos lingsticos aparecen ms como abiertos hacia otras cosas que como cerrados en s

    descubriendo el mundo que disfrazando el pensamiento (Tractatus, 4.002). El lenguaje es, en todo caso, el

    entiae.Lo inefable es aquello de lo que no se puede hablar, lo inexpresable. Solo a travs del lenguaje es p

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    ocimiento (Tractatus, 6. 52). Marcos, el gnstico, discpulo de Valentn, ya lo haba dicho: Cuando en el

    tor, inconcebible, sin esencia, ni macho ni hembra, quiso volver aprehensible su inaprehensible naturaleza y m

    le su naturaleza invisible, abri la boca y emiti la palabra (Logos) igual a s mismo (apudLeisegang, ob. cit.

    roceso de liberacin es, en Plotino, una purificacin (3;081%&') y, en Wittgenstein, una teraputica. Por lo de

    ejanzas entre Plotino y Wittgenstein, en cuanto su Weltanschauung est ligada a sus respectivas impla

    rficas, y a las analogas de sus temperamentos, son asombrosas. Basta leer comparativamente la vida de P

    rio, y la vida de Wittgenstein por Von Wright. El asombro se produce sencillamente por la comprobacin d

    ejanza entre estos dos filsofos se mantiene por encima de las diferencias, al parecer insalvables, entre sus re

    ulos culturales. Pero no se trata de un conjunto de semejanzas meramente temperamentales o psicolgicas, re

    ejemplo, al nivel del concepto de homo theoreticus, de Spranger. Ni Plotino ni Wittgenstein pueden ser

    iamente, teorticos, ni menos an intelectuales o acadmicos. La semejanza se mantiene en otros niveuctura cultural. En todo caso, la comparacin entre Wittgenstein y Plotino queda facilitada en parte si se tiene e

    esarraigo que ambos mantuvieron con respecto a las ms primarias formaciones sociales: ambos fueron ext

    ridas, en el lugar donde desarrollaron su actividad cultural (Roma, Cambridge), aunque ninguno tuvo inconve

    arse en los ejrcitos al servicio de los imperios respectivos, y ninguno de ellos vivi rodeado de familia. Ambo

    es, pero no es posible extenderse aqu sobre este punto por lo dems esencial. La fascinacin que su pers

    uca en los oyentes cuando hablaban pese a ser ambos poco fluidos en su expresin, y tan descuidado

    uaje como en su indumento es atestiguada por sus bigrafos, y est sin duda vinculada a la potencia de su

    stico, purificador, a la expectativa, por parte de sus oyentes, de encontrarse delante de quien es capaz de sume

    que es, una vez superadas las apariencias que compartimos con ellos. Sin duda, existen otros mto

    editivos para superar estas apariencias: a saber, los mtodos farmacolgicos. Pero estos mtodos mecnicos yficos. La tcnica filosfica de Wittgenstein, en todo caso, como la de Plotino, va directamente encaminada a

    problemas filosficos, no tanto por la reforma de la realidad, cuanto por la reforma de la propia conciencia

    iante la trituracin de los problemas, y el xtasis gnstico. Por ello, es tan distinta la inspiracin de Wittgenstein

    os continuadores de sus mtodos de anlisis: cuando, en lugar de lo mstico, el anlisis desemboca en e

    n el sentido comn de la sociedad industrial avanzada (Marcuse) pierde toda su grandeza, aunque con

    acia como tcnica de tranquilizacin o simple pasatiempo.

    Anlisis del concepto de implantacin poltica de la filosofa

    1. El gnosticismo como figura de la conciencia filosfica aparece fenomenolgicamente como la forma m

    a conciencia (Hegel, Fenomenologa, VIII, II; Husserl, Ideas, 46). Desde la conciencia filosfica gnstica

    ciencia pura las dems figuras de la conciencia son percibidas como impuras, como desfallecimientos de la

    fica; en particular, los intereses polticos aparecen como la ms grave acusacin para el filsofo, que se conc

    ella conciencia desinteresada que ha sabido liberarse de toda pasin, de todo partidismo, para consagra

    stigacin pura de la Verdad. En este sentido, suelen entenderse muchas veces las tesis segn las cuales la

    n saber radical, un saber desde las races, unas races que no deben quedar contaminadas por la escori

    eses cotidianos: los asesinatos, las matanzas, el asalto y el saqueo de las ciudades... todo ello debemos con

    os mismos ojos con que en el teatro vemos los cambios de escena, las mudanzas de los personajes, los llanto

    os actores (Plotino, II, 2, IX). Solo de este modo la Filosofa podr ser algo distinto de una mera ideologa. Al

    onda visin se le evidencia finalmente el singular fenmeno de que, en el mbito de la estructura psquica p

    ca, se atrofia el rgano de la objetividad y de la verdad... A la postre, solo se trata ya de persuadir, no de copues, no la ciencia, sino la retrica, es lo propio del estilo del hombre poltico. (Spranger, Formas de vida, 2.

    2. Por este motivo, la autoconciencia filosfica que se afirma como polticamente implantada, constituye, ante

    ca de la conciencia gnstica. La crtica que la conciencia gnstica ejerce contra la conciencia comprom

    eses indignos de la filosofa, queda a su vez doblada por una crtica de la crtica, por una negacin de la ne

    nos devuelve al reconocimiento de la implantacin poltica de la conciencia filosfica, aunque elimin

    ponentes ideolgicos que, sin duda, estn siempre presentes. La conciencia pura es, ella misma, un

    gico. Pero la crtica clsica a la conciencia gnstica es la Crtica de la razn pura, de Kant. La ra

    eculativa, criticada por Kant, puede sin duda identificarse con lo que antes hemos llamado conciencia gns

    ca de la razn pura especulativa de Kant contiene los principios esenciales de la crtica de la conciencia pu

  • 7/25/2019 Gustavo Bueno, El concepto de implantacin de la conciencia filosfica. Implantacin gnstica e im

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    ciencia gnstica filosfica. Es imposible desarrollar aqu este punto. Me limitar a sealar lo siguiente: la raz

    egada a sus propias Ideas, no puede (segn Kant) determinarse a ninguna verdad por ejemplo, en las antino

    rminacin se produce merced a la razn prctica, que es el campo de las exigencias morales y, segn

    pretacin, polticas. La crtica de Hegel a la finitud del pensamiento kantiano al que opone la naturaleza inf

    ia conciencia constituye la reaccin de una conciencia gnsticamente implantada (Hegel) a una conciencia

    conoce sus lmites, y se sabe implantada moralmente, polticamente. Al menos esta formulacin da cue

    sicin entre lo finito y lo infinito de un modo ms sobrio que el ofrecido por Heidegger en su conocido libro

    lema de la metafsica.

    En resolucin, la evidencia de que la conciencia filosfica (gnstica) no es una esfera aislada, sino que est

    esferas ms amplias de la conciencia, no es, por tanto, una evidencia exgena a la filosofa, sino el ejercicio deofa en cuanto crtica de la razn pura. Desde el punto de vista de la implantacin poltica de la conciencia filo

    do no se nos aparecer ya como algo que debe ser conocido, sino, ante todo, como algo que debe ser transfor

    rata de librarnos de una crcel para alcanzar el Ser, lo inexpresable (lo mstico), sino de construir nuest

    do.

    3. Por qu llamamospolticaa la implantacin de la filosofa a la que hemos llegado como consecuencia de

    a conciencia gnstica? El motivo puede exponerse de un modo muy sencillo: poltica se toma aqu en s

    co el de Platn como adjetivo de las estructuras de la conciencia dadas en la repblica. La tesis de la imp

    ca de la filosofa quiere decir, sencillamente, que la conciencia filosfica, lejos de poder ser autoconcebida c

    ecin del espritu humano que, por naturaleza y desde el principio (in illo tempore), tiene un afn de saber, oulso de una existencia arrojada que, segn su constitutivo ontolgico, se pregunta por el ser (Sein and Zeit

    e ser entendida como una formacin histrico-cultural, subsiguiente a otras formas de conciencia tambin his

    isamente como aquella forma de conciencia que se configura en la constitucin de la vida social urbana, que s

    in del trabajo (y, por tanto, un desarrollo muy preciso de diversas formas de la conciencia tcnica), y la cone

    s ciudades en una escala, al menos virtualmente, mundial, cosmopolita. De este modo, la conciencia filosfi

    ece, diamricamente, vinculada con otras formas de conciencia, y formalmente con la conciencia poltica, que,

    interferida con la conciencia moral y con la razn econmica.

    4. La tesis de la implantacin poltica de la conciencia filosfica, en el sentido en que est siendo bosque

    fica que una determinada situacin social deba ser la condicinsin la cual la conciencia filosfica no habr

    ir. As entendida, la tesis de la implantacin poltica puede ser suscrita por representantes del gnosticismo

    n Hegel, los filsofos que en el mundo antiguo se presentaron como la pura individualidad plstica, que acu

    ias vidas segn sus doctrinas (Scrates), que vagaron en conflicto con el mundo exterior en la poca

    scartes), dejan de ser ya una clase particular y se convierten en funcionarios del Estado, en profesores de

    ncilindose con el principio mundano, y consumndose la identidad de la necesidad y la libertad. Advirtase

    ulacin hegeliana del estatuto del filsofo en el Estado moderno, que aparece como enteramente reaccionaria

    necesidad objetiva, se entiende el Estado prusiano, se transforma en revolucionaria en el sentido del Pa

    ndo la necesidad objetiva est representada por los intereses del proletariado o del Estado sovitico. Althuss

    erencia Lnine et la Philosophie, se deja acaso impresionar excesivamente (desde un punto de vista marxis

    ho de que el cuerpo profesoral de filsofos est sometido a un Estado, porque de esta dependencia, tanto se d

    mpatibilidad de la filosofa con las condiciones de dependencia a un Estado reaccionario, como la incompatibEstado con la filosofa. En todo caso, el gritero en favor de la libertad del pensamiento de los intelectuales

    os Estados capitalistas, con sus pretensiones de representar la ms radical y avanzada exigencia de liber

    ciencia filosfica, puede aparecer como la posicin ms reaccionaria, una ilusoria libertad interior (la d

    afsicode Marcel, pongo por caso), cuando se cree saber que el individuo libre en la sociedad industrial av

    e una consistencia parecida a la del vertebrado gaseoso.

    La estructura poltica es ms que la condicinde la conciencia filosfica, es ms que un primum vivere(polt

    despus pueda brotar la filosofa. La estructura poltica es ms que todo eso: es una configuracin prct

    ciencia, en la cual se dan precisamente las conexiones entre las mismas regiones que el desarrollo cultur

    uciendo, y, por tanto, las Ideas mismas que constituirn los temas de la especulacin filosfica.

  • 7/25/2019 Gustavo Bueno, El concepto de implantacin de la conciencia filosfica. Implantacin gnstica e im

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    Por este motivo, los problemas sobre la disociacin entre la conciencia especulativa y la conciencia prctica

    teortica y la vida poltica, y, en particular, el tema de la imposibilidad de que la filosofa (teortica) pueda, por

    ulsar la accin poltica con la consecuencia sobre la inutilidad de la filosofa para la poltica, la muerte polti

    ofa, &c. se plantean a partir de la hipstasis de la conciencia gnstica. Es cierto que la vida teortica

    mular por s misma la accin poltica: precisamente porque el estmulo va siempre en sentido inverso, inclus

    ciencia gnstica. A quien carezca de intereses polticos, es difcil que la filosofa acadmica pueda crer

    ofa solo podr despertarlos, y, para decirlo con palabras socrticas, solo es posible ensear la verdad a quie

    lla. Lo contrario sera tanto segn el smil de Hegel como querer introducir el espritu en un perro, dndole

    s. Partimos de una conciencia polticamente madurada. Es entonces, in medias res, cuando se configura la c

    fica. Los intereses polticos, como intereses racionales, no se sobreaaden, por tanto, a los intereses filosfic

    u mismo origen. La actitud revolucionaria que comporta una especial meditatio mortis corresponde al momela conciencia poltica y la conciencia filosfica an no se han especializado. Por ello, los paralelismos entre

    lucin, que aqu no podemos desarrollar, son tan estrechos, sin que sea posible atribuir a la conciencia filo

    el de motor de la conciencia revolucionaria.

    5. Asimismo, la tesis de la implantacin poltica de la conciencia filosfica tampoco significa el compromiso

    ciencia con alguna forma muy precisa de organizacin poltica, verbigracia, el partido de los Escipiones o e

    unista francs, aunque tampoco la excluye; o con algn proyecto poltico concreto, verbigracia la extensin

    Imperio romano o la instauracin de la revolucin socialista en Europa. Si as fuera, la conciencia

    aparecera tras la consecucin de estos proyectos: es la consecuencia que saca Lefebvre. Pero la conciencia

    s solo, por as decirlo, una conciencia configurada antes de la revolucin: es, sobre todo, una conciencia q

    manecer tambin despus de la revolucin, precisamente en cuanto que ella misma es conciencia revolucio

    r, conciencia que regresa constantemente sobre cualquier contenido dado para triturarlo en aquello que

    mpatible con la misma racionalidad de la conciencia. Con el fin de que le busquen para encontrarle, Di

    ndido; con el fin de que le sigan buscando aun despus de haberle encontrado, Dios es inmenso (San A

    n., 63, I).

    Precisamente por esto, la conciencia filosfica se sita regresivamente a cierta distancia de los movimientos e

    cos, y esta distanciacin, que puede crecer aceleradamente hasta convertirse en gnosticismo, es la ba

    encia entre las figuras culturales del filsofo y del poltico; por ejemplo, entre la oposicin Bismarck/Kant ta

    Spranger (2. parte, 5, III). No es una oposicin que pueda establecerse por medio de la distincin entre imp

    ca y gnstica, sino una oposicin dada en el seno de lo que llamamos implantacin poltica.

    6. La evidencia de que la filosofa no est implantada segn el modo como la conciencia gnstica la concibe,

    de sus races en otras esferas racionales de la conciencia, ha sido conocida incluso por quienes no aceptan q

    ra poltica la atmsfera en que inmediatamente respira la filosofa. Segn esto, debera emprende

    erpretacin sistemtica de muchas autoconcepciones de la filosofa que, en otros contextos, podran pare

    arates. Consideremos dos ejemplos:

    a) La teora platnica del Amor como manantial del cual brota la filosofa la filosofa como amor a la sabi

    nto forma de amor a lo Bello (Banquete, 210 e, 211). En general, todo el voluntarismo. Cierto que se dice que e

    rior al conocimiento, que no es una forma de conocimiento: pero, a la vez, se pone al Amor como inspocimiento (Scheler). Desde nuestro punto de vista, la teora del Amor como envolvente de la conciencia filos

    un modo confuso de percibir la voluntad prctica, la conciencia prctica, de la cual la filosofa toma su imp

    a platnica del Amor como manantial de la filosofa recibe, en su forma cristiana, la clara determinacin crtica

    sticismo. Sea aqu suficiente recordar el siguiente texto de Ireneo: es mejor no saber nada, pero creer e

    manecer en el amor de Dios, que arriesgarse a perderle con investigaciones sutiles (Adversus haeresses, II, 28

    b) La teora agustiniana de la Fe, como inspiracin de la filosofa (el credo ut intelligamde San Anselmo). Ah

    a explcitamente una forma de conocimiento, no filosfico, y una forma de conocimiento que fcilmente puede

    s categoras de la conciencia poltica. La Fe es un conocimiento esencialmente social, entre personas, prctico

    utoridad de la persona revelante, precisamente esa autoridad exterior que, segn Hegel, fue interioriza

    anismo y en Descartes (Prlogo a la 2. edicin de la Enciclopedia, en el que Hegel critica la frmula anselm

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    o ut intelligam). Es cierto que la Fe no es racional; pero, salvo para quien sea creyente, la sociedad religiosa,

    onas divinas y las humanas y la de las humanas entre s a travs del Hijo, la Iglesia, es una variante de la

    ca. Aunque no se est de acuerdo con sus dogmas, yo dira que est ms en la verdad en cua

    concepcin de la filosofa se refiere San Agustn que Plotino, en la medida en que San Agustn sabe que la c

    fica (gnstica) respira en otra forma de conciencia prefilosfica, y este saber incluso a veces es definido como

    lige ut credas verbum meum(Serm.43). En rigor, el Cristianismo, desde el punto de vista de la filosofa griega

    enza a ser, ante todo, una crtica de la razn pura (la consigna de San Pablo, en Col. II, 8: libraos de la

    ofas va dirigida, segn Leisegang, precisamente contra los gnsticos). Dios es veraz, todo hombre es ment

    eraz sino el hombre en quien habla Dios (San Agustn, In Ps., 108, 2). Desde el punto de vista de la filosofa g

    anos son, en una gran medida, escpticos la forma limite de la crtica de la razn pura. Esto es lo que, a su

    el en su teora de la conciencia desventurada.

    istinciones coordinables con la distincin entre las dos implantaciones de la filosofa

    1. Si la distincin entre dos tipos de implantacin, al menos en el plano fenomenolgico, es fundada, es invero

    aya sido conocida, como es inverosmil que no se distinga entre el sol y la luna dentro del firmamento, tal

    ce a la observacin ordinaria. Pero as como los modos de percibir esta diferencia son muy diversos, y al prop

    s diversos modos son comprensibles, desde la distincin que consideramos cannica, como refra

    rmaciones, o, simplemente, complicaciones producidas por la interferencia de otras distinciones, as tambin lo

    ormular la distincin entre dos tipos de filosofa, envuelta muchas veces en otros pares de opuestos y oscur

    .

    No se trata por tanto de reducir las dems distinciones a la nuestra, sino de reencontrar, en el seno

    nciones clsicas, la que aqu hemos pasado a primer plano, como un componente de aquellas. En trminos g

    a decirse que las dicotomas que vamos a considerar en rigor: que vamos a proponer como temas de invest

    minuciosas estn fundadas en otros criterios, pero de tal manera que, en torno a los mismos, cristaliza much

    terio que hemos considerado. Esta cristalizacin, siendo en rigor parsita respecto de los restantes criterios,

    usiones. Y, de este modo, la disociacin promovida por la aplicacin de nuestra distincin puede contribu

    racin de la symplok de las ideas. Por va de ejemplo, no podra coordinarse punto a punto la

    plantacin gnstica/poltica con la distincin individualismo/socialismo filosfico. Cabe una implantacin gn

    inos socializados los jvenes hegelianos. Sin embargo, con frecuencia, la interpretacin individua

    sticismo, o bien la valoracin gnstica del individualismo, al modo de Stirner, ser tan probable que podra l

    undir estos dos pares de opuestos.

    2. La oposicin entre la conciencia filosfica idealista y la conciencia filosfica materialista. Lenin, en su conoc

    e Marx, ha popularizado ampliamente la tesis de que solo son posibles dos gneros de filosofa, segn el

    prender el problema central de la filosofa, el problema de las relaciones entre el pensamiento y el ser, o entre

    naturaleza: el idealismo y el materialismo. (Vase tambin Materialismo y empiriocriticismo, caps. II y IV)

    esores de filosofa se escandalizan ante el simplicismo de esta dicotoma, que se atreve a reducir a dos g

    finida variedad de los sistemas filosficos (por qu no se escandalizan tambin de que la infinita varieda

    eros naturales pueda ser reducida precisamente a dos grupos: los nmeros pares y los impares?). Lenin c

    ms, como oscurantismo, toda otra distincin entre los sistemas filosficos distinta de la que l propona. En o, la distincin de Lenin es, en lo esencial, una reexposicin de la distincin que Fichte establece en su

    duccin a la Teora de la Ciencia( 4) entre el idealismo y el dogmatismo (Fichte aade en el 5 que el dog

    secuente es necesariamente tambin materialismo).

    Parece claro que el idealismo se coordina con el gnosticismo. El modo segn el cual Fichte construye su con

    ismo es muy prximo al modo segn el cual se ha construido aqu el concepto de gnosticismo. En la experien

    te estn inseparablemente unidas la cosay la inteligencia. Cuando se abstrae la primera, obtenemos una in

    ; si abstraemos la ltima, obtenemos la cosa en s. El primer proceder se llama idealismo, el segundo dogm

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    Puede concluirse, segn esto, la coordinacin del materialismo con la implantacin poltica de la conciencia?

    no: es posible un gnosticismo materialista, si nos atenemos al contenido representativo de la filosofa. La fil

    crito es de implantacin gnstica, sin perjuicio de su materialismo.

    Pero, sin embargo, hay circunstancias en las cuales la coordinacin se establece, y entonces la implantacin

    a conciencia filosfica se refuerza, por as decirlo, con el idealismo, y la implantacin poltica se refuerz

    erialismo. Tal sera el caso, respectivamente, de Hegel y de Marx. Por ello, en estas circunstancias, sera ins

    r de establecer las distancias entre estos dos pensadores por las distancias entre el idealismo y el materialis

    ancia existe sin duda, pero doblada por la distancia entre una implantacin gnstica (Hegel) y una implantaci

    rx) de la conciencia filosfica. Por ello, la vuelta del revs (Umstlpung)que Marx tuvo que dar a la dial

    el, equivale a la refraccin de las ideas recogidas en el universo idealista gnstico hegeliano en una coerialista, polticamente implantada. Desde esta perspectiva, establecer las relaciones entre Marx y Hegel por

    corte epistemolgico (Althusser) es, simplemente, ignorantia elenchi.

    3. La oposicin entre filosofa especulativa y filosofa prctica. Filosofa especulativa es una expresin que

    rencia bastante clara: toda aquella que se oriente al puro conocimiento. Pero su sentido es muy oscuro, y se

    etfora del conocimiento como reflejo de la realidad, a la metfora del entendimiento como un espejo.

    filosofa, incluso la llamada especulativa, es prctica, segn he expuesto ms ampliamente en mi libro El pa

    ofa en el conjunto del saber, pp. 69-70. La implantacin gnstica puede coordinarse, acaso, con la filosofa de

    arrollan una practicidad cerrada (Hegel), aunque tambin cabra hablar del gnosticismo de quienes, como los

    elianos, despliegan una practicidad abierta, pero mantenida por va, por as decir, apostlica ms que poquier caso, aunque una filosofa especulativa puede ponerse, en general, en correspondencia con una imp

    stica, la recproca no es cierta. La enrgica practicidad de conciencias gnsticamente implantadas, como pue

    e Plotino o Fichte, lo demuestra.{2}

    4. La distincin kantiana entre la filosofa en el sentido mundano (conceptus cosmicus)y la filosofa en e

    admico o de escuela (Schul begriff)Crtica de la razn pura, II, III, p. 561, ed. Cassirer puede combinarse

    la distincin entre implantacin gnstica e implantacin poltica de la conciencia filosfica, aun cuando tam

    ble la disociacin. La distincin kantiana sera trivial, puramente emprica o fenomnica, si, tras ella,

    amente la oposicin entre un pensamiento desarrollado en las aulas, y un pensamiento popular y, por

    pontneo, dado que entre las aulas y la calle hay, y ha habido siempre, una smosis incesante. Pero el

    ano de la filosofa escolstica contiene virtualmente la referencia a una formacin tipo casta sacerdotal o c

    esores (artistas de la razn) que, en todo caso, estn en la base del mismo cierre gnstico de la concienc

    uedado dicho. La implantacin gnstica de la filosofa supone, por tanto, en principio, una filosofa acadmica,

    casta. De aqu no se infiere la recproca, a saber: que la filosofa acadmica deba ser siempre una

    sticamente implantada. Salvo en casos tan notables como el de Hegel, es precisamente la conciencia de emp

    do la que puede preservar al profesor de filosofa de sus tendencias al gnosticismo. Por otra parte, lo que K

    ofa mundana, la que pone en relacin todo conocimiento con los fines de la razn humana (teleologia rationis h

    efuerza de un sentido especialmente vigoroso cuando se compone con el concepto de implantacin poltica. E

    dano es el legislador de la razn, dice Kant. Sin duda, Kant se ha mantenido aqu, como en tantas otras o

    n nivel muy abstracto; pero la potencia y verdad de esta abstraccin reside en la capacidad de sus conceptos

    arrollados en determinaciones ms precisas. El concepto mundano de la filosofa como legislacin de la raenta al filsofo, ante todo, como ciudadano, pero tambin como miembro de una clase social, desde d

    ucturas de la Razn pueden ser legisladas, configuradas (Lukcs: Historia y conciencia de clase; Unamun

    ofa espaola).

    Es posible, por tanto, entender la filosofa mundana en trminos gnsticos, aunque es improbable. El gnosticis

    aristocrtico, propio de elegidos, de ctaros. Pero es evidente que el concepto de filosofa mundana adquier

    za cuando se entiende en el contexto de una implantacin poltica.

    clusin

    http://nodulo.org/ec/2013/n142p02.htm#kn02
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    La filosofa gnstica y la filosofa poltica son dos cristalizaciones culturales de la conciencia filosfica:

    La primera es la filosofa como enajenacin, el error filosfico radical, la transformacin de la conciencia filo

    ciencia sacerdotal, la falsa conciencia. La filosofa gnstica no es un conjunto de errores; es el error por exce

    La segunda es la filosofa como verdad, como conciencia verdadera.

    Pero, si esto es cierto, el gnosticismo filosfico debe ir acompaado de una mala conciencia. N

    sostenerse en su evidencia, y se resuelve en escepticismo, en la muerte de la filosofa. As podramos reinte

    do del xtasis de Plotino, o de Wittgenstein.

    Pero no es posible pasar linealmente, por razonamiento, de una forma de conciencia a otra. Una filosofa no

    aje que se quita y se pone; la clase de filosofa que se escoge depende de la clase de hombre que se es, dec

    o esto no implica, en modo alguno, una apelacin a mecanismos irracionales, salvo que la razn se

    amente a los movimientos de la laringe o de una pluma escribiendo smbolos.

    En cualquier caso, estas dos formas de la conciencia filosfica, irreconciliables entre s, se exigen mutuam

    argo, y, en particular, una conciencia polticamente implantada sabe que en la conciencia gnstica se enc

    antial de tantas Ideas que son imprescindibles para el tejido de la propia filosofa verdadera.

    Gustavo Bueno

    as

    Con estas comparaciones no se quiere insinuar que la teora del lenguaje de Wittgenstein sea una versin de la

    arcos; no se trata en principio de reducir una filosofa a una mitologa, sino captar sus componentes comunes, e

    mbos son formas de la conciencia gnstica. Pero es legtimo decir que son los gnsticos por antono

    articularmente Marcos, quienes, continuando una tradicin pitagrica, han fundado los principios de lo que hoy

    aritmetizacin de la sintaxis. Marcos instaura una autntica gdelizacin de los textos sagrados. Gdel,

    e los textos sagrados, considera ciertamente los lenguajes formalizados. Asigna a cada smbolo un nme

    xpresiones formadas por aquellos smbolos se sustituyen por sus nmeros de Gdel, que figuran como expons potencias cuyas bases son los trminos de la serie de los nmeros primos. Si el signo lo sustituimos po

    gno v por el 2, el signo p por 12 y el q por 15, &c., la expresin pvq tendr como nmero de

    guiente: 21

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    2013 nodulo.org

    http://nodulo.org/ec/index.htm