C A T E Q U E S I S D E C O N F I R M A C I Ó NETAPA

PRIMERACOMENZAMOS LA BÚSQUEDA

ETAPA SEGUNDA

ENCONTRAMOS EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

ENCONTRAMOS EL CAMINO, LA VERDAD

Y LA VIDA

ETAPA SEGUNDA

ABRIENDO CAMINOSC A T E Q U E S I S D E C O N F I R M A C I Ó NA v a l a d a p o r l a D i ó c e s i s d e R e c o n q u i s t a

GUÍA DEL CATEQUISTA

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Proyecto avalado por la Diócesis de Reconquista

Autoras: Mónica G. Beltramino, María Virginia Spreggero

Asesor: Padre Rubén Abel Taibo

Dirección editorial: Herminio Otero

Edición: Daniel Orozco

Diseño: Antonia Rivero

Diagramación: Pedro Martínez Osés

Fotografía: Javier Calbet, Juan Baraja, Montse Fontich, Sergio Cuesta / ARCHIVO SM; Alberto Reyes Ríos, Alejandro Segrelles, Gregorio Aboín Martín, María Isabel de la Fuente Martín, Olimpia Torres, Chema Romero, Isabel Solá, Miguel Castaño, Siro López, Alberto Bueno Manrique; Jayme Thorton, Lawrence Lawry / PHOTODISC; Audiffret, Young-sun Teh / Dreamstime; Rafa Irusta, Aldo Murillo / iStock; David De Lossy / MANOS UNIDAS; GETTY IMAGES; EFE; CORBIS; FANCY; PHOVOIR; INGRAM; INGIMAGE; THINKSTOCK; 123RF; SHUTTERSTOCK; AGE FOTOSTOCK; Selene Ram-seyer (cubierta)

Ilustraciones: Patxi Velasco Fano

Título: Encontramos el camino, la verdad y la vida - Guía del Catequista - Etapa segundaAutoras: Mónica G. Beltramino, María Virginia Spreggero

Primera edición: abril de 2015Primera reimpresión: enero de 2016

ISBN: 978-987-740-048-9

© 2015, Diócesis de Reconquista © 2015, PPC Argentina S.A.

PPC Cono SurAv. Callao 410, 2º piso C1022AAR | Ciudad Autónoma de Buenos Aires • República Argentinat: +54 11 4000.0400 / f: +54 11 4000.0429www.ppc-editorial.com.are-mail de contacto: ventas@ppc-editorial.com.ar

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11723.

Esta tirada de 500 ejemplares se terminó de imprimir en el mes de enero de 2016 en FP Compañía Impresora S.A. - Beruti 1560 - Florida (1602) - Buenos Aires - Argentina

Libro de edición argentina / Made in ArgentinaImpreso en Argentina / Printed in Argentina

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

empresa asociada a la cámara argentina del libro

Beltramino, MónicaEncontramos el camino, la verdad y la vida : guía del catequista : etapa segunda . - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : PPC Cono Sur, 2015.168 p. : il. ; 24x17 cm.

ISBN 978-987-740-048-9

1. Catequesis. 2. Educación Religiosa. I. TítuloCDD 268.432

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Todos sabemos del gran desafío que representa la cate-quesis de Confirmación en nuestro tiempo, como prepara-ción al sacramento de la madurez cristiana y como camino de formación permanente del discípulo misionero.

Abriendo caminos es un material que intenta responder a este desafío y procura ofrecer una ayuda para el crecimiento humano, espiritual y comunitario de quie-nes se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación y que quieren vivir una experiencia cristiana alegre y comprometida.

La columna vertebral del itinerario que aquí se presenta es la oración del Credo, resumen de la fe recibida en el Bautismo, que los confirmandos desean fortalecer y asumir definitivamente mediante el sacramento.

Este libro contiene el material para la preparación de los encuentros de la segunda etapa del itinerario general. En ella, se completa la formación sobre el símbolo de la fe, se aborda la celebración del sacramento y se sientan las bases para que los confirmados descubran su opción de vida, su vocación en el mundo y en la Iglesia.

Cada encuentro, como se puede percibir en el índice, forma parte de una agru-pación o constelación de encuentros a los que se les llama “paradas”. En cada una de ellas, se presenta uno de los misterios centrales de nuestra fe, para ser reflexionado, celebrado y vivido.

La finalidad fundamental del material es abrir caminos para ayudar, a su vez, a los jóvenes a animarse a abrir sus mentes y sus corazones, y así dejarse encontrar por Aquel que se ha presentado como el Camino, la Verdad y la Vida: Jesús de Nazaret. De modo que, en cada encuentro, se pretende contribuir a que los con-firmandos puedan descubrir a Jesucristo vivo y presente desde siempre en sus vidas y, desde ahora, en cada situación específica por las que les toque atravesar. Dicho de otro modo, el objetivo es ayudarlos a construir cimientos cristianos fir-mes, que les permitan proyectarse con valentía y solidez hacia el futuro, y adquirir las herramientas necesarias para dar razón de su fe.

Cada uno de los encuentros está organizado de la siguiente manera:

Nuestra Vida. Aquí se presentarán situaciones comunes en la vida cotidiana de los jóvenes, con lenguaje actual e imágenes coloridas, que ayuden a situar la propuesta de Jesús en la época y ambiente propio de los jóvenes.

Encontrarse hoy con Jesús,Camino, Verdad y Vida

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Escuchamos lo que Dios y la Iglesia nos enseñan. Aquí se iluminarán las situaciones compartidas con la revelación de Dios (Palabra) y la propuesta y la enseñanza de la Iglesia.

Nuestra respuesta de amor. Aquí se motivará a los jóvenes a comprometerse con la realidad que les toca vivir cada día, desde la belleza y los valores del Evangelio. El anuncio del kerigma adquiere aquí una fuerza especial de luz y concreción.

Diario de viaje divino. Convencidos de la importancia y necesidad de formar en los jóvenes el hábito del silencio y la oración personal, al final de cada en-cuentro, se proponen algunos recursos para la oración personal de los confir-mandos.

Rezamos juntos. Como la fe (Credo) no solo se vive (caridad), sino que tam-bién se la celebra (liturgia), en la mayoría de los encuentros se proponen gestos simbólicos que permitan conectar la catequesis con la liturgia. De manera que la catequesis pueda ayudar a vivir el Evangelio en la vida cotidiana y a despertar el sentido celebrativo de la fe.

Agradezco la elaboración e implementación de este material de formación para los jóvenes a los catequistas de la parroquia San Luis Gonzaga de Calchaquí, especialmente a las catequistas Mónica Beltramino y Virginia Spreggero. También agradezco al P. Rubén Taibo, párroco de la comunidad de Calchaquí y Director Diocesano de Catequesis, por el acompañamiento cercano y valioso al equipo que ha preparado esta propuesta.

Gracias por la dedicación y el esfuerzo invertidos en bien de nuestra Iglesia dio-cesana. Estoy convencido de que este material será un fuerte estímulo para que todos podamos seguir “abriendo caminos” que ayuden a nuestros jóvenes a en-contrarse con el único que puede darle un sentido auténtico y duradero a sus vidas: Jesucristo resucitado.

+ Monseñor Ángel José Macín

Obispo de Reconquista

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El encuentro con Cristo renueva el sentido de nuestra vida y de nuestra misión

Queridos catequistas:

Con profunda alegría cristiana, después del camino ya realizado, a través de estas breves palabras queremos expresar nuestra comunión fraterna y fortalecernos mutuamente en el ejercicio de nuestra misión.

¡Qué gracia tan especial el llamado a ser catequista! El Señor se ha fijado en nuestra pequeñez y nos ha elegido para que seamos sus testigos. ¡Qué favor tan grande nos ha hecho Jesús!

Como se habrá percibido, en esta segunda etapa del itinerario, sin renunciar a la oración del credo como cuestión transversal, cada encuentro está muy vinculado al año litúrgico. Nos motiva a ello el objetivo de favorecer que nuestros catequi-zandos se encuentren realmente con Cristo vivo, que es el Camino, la Verdad y la Vida.

No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.

Benedicto XVI, Deus caritas est 1

Renovar el encuentro personal con Cristo

Para guiar a los adolescentes a este encuentro, fuente de vida nueva, lo sabemos bien, es fundamental que, como catequistas, renovemos el encuentro personal con Jesucristo día a día, haciendo memoria y gustando del siempre nuevo amor misericordioso del Resucitado. Así y solo así, en nuestras palabras y el modo de desarrollar cada encuentro, estaremos siendo instrumentos de la misericordia y de la ternura paternal de Dios.

Por eso, consideramos y sugerimos que los catequistas, sea en el ámbito parro-quial o diocesano, seamos creativos para participar de los espacios que facilitan el encuentro con Jesús vivo. Los retiros y jornadas de espiritualidad, tanto para catequistas como para catequizandos, son oportunidades especiales donde Dios obra y toca el corazón de cada uno de manera particular.

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Acompañar para amar a la Iglesia y encontrar la misión

Sabemos que quien se encuentra con Jesús, indefectiblemente busca conocerlo cada vez más, convirtiéndose así en discípulo y misionero del acontecimiento pascual. Por eso, es fundamental que los catequistas acompañemos a los ado-lescentes en este camino de crecimiento y profundización de la fe, que los ayude-mos a conocer y a amar a la Iglesia, y a encontrar su misión en ella.

Este es el momento oportuno para que nuestros jóvenes descubran la fuerza de los sacramentos, especialmente el de la Confirmación (unido al Bautismo y la Eucaristía), para el cual se están preparando.

Hermanos y hermanas catequistas, tengamos siempre nuestra mirada puesta en Jesús. Él es “el primero y el más grande evangelizador”, nuestro modelo y nuestro maestro. Busquemos estar con él en la intimidad de la oración y frente al Santísimo Sacramento, en la lectura orante de la Palabra y, por supuesto, en la celebración eucarística dominical de nuestras comunidades parroquiales.

Tenemos la certeza de que no estamos solos en nuestra bella y exigente misión. Jesús, la fuente de nuestra alegría y fortaleza, camina con nosotros.

Que María, Madre de la nueva evangelización, nos guíe y acompañe. Los saluda-mos fraternalmente en el Señor.

Paz y bien.

Mónica G. Beltramino María Virginia Spreggero

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CREO EN JESUCRISTO

punto DE PARTIDA

segunda PARADA

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En esta segunda etapa del camino de preparación al sacramento de la Con-fi rmación, buscaremos adentrarnos en el misterio fundamental de la vida cristiana: la Pascua.

Para ello, la catequesis seguirá el sendero del año litúrgico desde la Cuares-ma hasta Pentecostés, por tal motivo aconsejamos comenzar los encuen-tros en la semana próxima al primer domingo de Cuaresma.

■ En esta parada, el tiempo cuaresmal nos ayudará a reconocer a Jesús como maestro y modelo de oración, y nos develará en qué consiste el ayuno y la penitencia agradable a Dios.

■ Con el correr de los encuentros profundizaremos y contemplaremos la pasión y muerte de Jesús, con todas sus implicancias para la vida cristia-na. Mirar a Jesús en la cruz nos ayudará a abordar el sufrimiento y el dolor humano desde una perspectiva distinta a la que ofrece el mundo hoy.

■ Nos aproximaremos así al sentido profundo de nuestra fe: la Pascua, el paso de la muerte a la vida plena, la vida en abundancia que hemos reci-bido gracias a la entrega total de Jesús por todos y cada uno de noso-tros.

¡El Cristo en quien creemos ha resucitado, camina a nuestro lado y es nues-tra mayor alegría!

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Nuestra vida

¡Buen viaje! Dinámica de bienvenida

– Se reparten las cartas con distintos iconos (ver Anexo 1 de esta Guía, página 146).

– Cada miembro del grupo expresa acerca de sus vacaciones aquello que se simboliza en su carta:Cuchillo y tenedor: Lugares gastronómicos o comidas que recuerde.Coche: Lugares y experiencias de viaje.Nadador: Experiencias vividas en la pileta o en la playa.Museo: Museos o monumentos que hayan visitado.Iglesia: Actividades relacionadas con la Iglesia o templos visitados.Notas musicales: Canciones que recuerden especialmente.Teléfono: Personas con las que se hayan comunicado.Biblioteca: Lecturas que les hayan acompañado en este tiempo.

– La actividad no debe durar más allá de diez minutos.

Pedimos a los jóvenes que completen en sus libros el recuadro, respondiendo a las siguientes cuestiones:

Objetivos ■ Lograr un clima fraterno de bienvenida y de reencuentro.

■ Dar a conocer qué es la Cuaresma y qué sentido tiene.

■ Orientar a los adolescentes para vivir la cuaresma intensamente, abriendo el corazón.

Aclaración: Este libro está pensado para acompañar el año litúrgico, por lo tanto, es muy importante comenzar el desarrollo de los encuen-tros la semana siguiente al Miércoles de Ceniza.

29Encuentro

Segunda parada: Creo en Jesucristo

RECALCULANDO…

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• Cobertura: Calculen el volumen que le darán a la Palabra de Dios para su vida en este año.

• Destino: ¿Cuál es su destino próximo? ¿Y el fi nal?

• Ver mapa: ¿Por qué tipo de terreno va a discurrir esta etapa? ¿Qué obstáculos y difi cultades encontrarán en el camino?

• Kit de viaje: ¿Cuáles son las herramientas para llegar al destino?

• Detener: ¿Qué tienen que dejar de hacer? ¿Ante qué situaciones es necesario detenerse, recalcular, para poder seguir por el “buen camino”?

• Desvío: ¿Qué cosas, situaciones o personas hay que esquivar?

Cuando los grupos compartan, se trata de orientarlos acerca de cómo ha estado su relación con Dios y los demás en este tiempo de vacaciones (ir un poco más profundo que con la primera actividad).

Escuchamos lo que Dios y la Iglesia nos enseñan

Próximo destino: El Gran Paso El catequista introduce el mensaje central de este encuentro, que vincula el co-mienzo de la Cuaresma con la nueva etapa.

Caminamos hacia el Gran PasoYa estamos encaminados hacia la Pascua, el misterio de Amor infi nito de un Dios que quiere salvarnos de todo mal, de todo lo que nos esclaviza. Pascua signifi ca “paso” de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad. Pero para llegar a cruzar por el “Gran Paso”, será necesario pasar en nuestra vida por el desierto de nuestro “yo”. Este tiempo litúrgico que estamos viviendo se llama Cuaresma y una imagen que lo describe muy bien es la del desierto. La Iglesia toma estos cuarenta días previos a la Pascua basándose en los cuarenta años que pasó el pueblo judío en el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida (Éxodo) y los cuarenta días en que Jesús estuvo en el desierto antes de comenzar con su misión mesiánica. Si pensamos en lo que el desierto signifi ca, quizás nos parezca que este tiempo será aburrido, triste y hasta “pesado”, pero veámoslo desde otra perspectiva: ¿Qué tal si lo vemos como una travesía, una aventura hacia nuestro interior… algo así como un “Dakar” espiritual?

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Sin duda, este tipo de desafíos son duros, demandantes y has-ta peligrosos por todos los obstáculos que se presentan, pero el gozo de llegar a la meta no tiene igual. Les presentamos un mapa del recorrido: ¿le damos un vistazo?

En este momento, ayudamos a los chicos a mirar el mapa que tienen en el Anexo 1 del libro del confi rmando (página 120) y a descubrir la simbología.

– Los números del 1 al 5 tienen que ver con los lugares en donde se sitúan los evangelios de los cinco domingos previos al Domingo de Ramos. El mapa está basado en el Ciclo Liturgico A.

1 Fondo: Desierto. Escenario de las tentaciones de Jesús.

2 Monte Tabor: Lugar de la Transfi guración de Jesús.

3 Pozo: Pozo de Samaría. Lugar de encuentro entre Jesús y la samaritana.

4 Termas: Pileta de Siloé. Lugar de la curación del ciego de nacimiento.

5 Ruinas de Betania: La resurrección de Lázaro.

Sería recomendable buscar los pasajes evangélicos y leerlos.

– En el desierto hay escorpiones, serpientes, cactus, rocas, ausencia de agua… Son los obstáculos de este camino. ¿Cuáles son los que vos tenés?

– ¡Atención: no profundizar! Lo haremos progresivamente en los próximos en-cuentros.

El catequista introduce la lectura del pasaje que se propone en el libro del joven y anima a que contesten las preguntas de refl exión y compartan sus respuestas en el grupo.

Nuestra respuesta de amor

El catequista anima a que los confi rmandos fi jen su compromiso. Debe ayudarles a que sean concretos.

Invitar a los adolescentes a participar de la celebración eucarística, como modo de preparación para la Cuaresma.

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Rezamos juntos

Nos preparamos para este momento de oración que será una prolongación del texto bíblico proclamado y a partir de la canción La gloria de Dios de Ricardo Montaner, cuya letra tienen en el libro del confi rmando.

Invitamos a los chicos a sentarse en ronda sobre una colcha en el suelo, como si estuvieran “acampando”. Les pedimos que se sientan cómodos pero dispuestos para la oración.

Les pedimos que cierren sus ojos, sin abrirlos hasta el fi nal y manteniendo un pro-fundo silencio exterior e interior. Luego se apagan las luces y se pone la canción.

Luego de unos momentos, el catequista toma una linterna y una toallita húmeda y comienza a recorrer la ronda iluminando a cada chico o chica el rostro y pasan-do la toallita suavemente sobre el mismo. De este modo, internalizarán a través de los sentidos la Palabra proclamada.

Notas:

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Índice

Presentación: Encontrarse hoy con Jesús, Camino, Verdad y Vida . . . . . . . . . . 3Carta a los catequistas: El encuentro con Cristo renueva el sentido

de nuestra vida y de nuestra misión. . . . . . . . . . . . . . . 5

Segunda parada: Creo en Jesucristo

29. Recalculando… . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 930. Jesús nos enseña a orar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1331. En el desierto… nos curamos del empacho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1732. Aproximándonos a la entrega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2033. La Hora de Jesús, camino a la cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2434. ¡Alégrate! Jesús resucitó . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2935. Jesús camina a nuestro lado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Tercera parada: Creo en el Espíritu Santo

36. El Espíritu Santo: la promesa de Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4137. ¡Esto es un caos! ¡Ven, Espíritu Santo! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4538. ¡Buscamos la Verdad! ¡Ven, Espíritu Santo! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4939. Pentecostés: ¡Promesa cumplida! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

Cuarta parada: Creo en la Santa Iglesia Católica

40. Somos jóvenes de Iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6341. Iglesia somos todos, pero nos ordenamos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6742. A la Iglesia la sostenemos entre todos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7243. Creo en la comunión de los santos… ¿Qué santos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

Quinta parada 1. Discípulos y misioneros

44. Con la fuerza de los sacramentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8145. Vida nueva en Cristo: Bautismo y Confirmación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8746. Vida nueva en Cristo: Eucaristía, Pan de Vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9247. Llevamos un tesoro en vasijas de barro: Reconciliación y Unción

de los enfermos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

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Quinta parada 2. Vocación y misión

48. Vocación y misión: Jesús nos llama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10349. Sacerdotes: Llamados a ser reflejos de Jesús Buen Pastor . . . . . . . . . . . . . 10750. Testigos de alegría y esperanza: Vida consagrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11551. Lo importante no se improvisa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11952. Llamados a “ser uno” en el amor: el Matrimonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12553. Llamados a “ser uno” en el amor: el don de los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12954. Apasionados por la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

Llegada: Creo en la resurrección de la carne y la vida eterna

55. Y después de esta vida, ¿qué? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165