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guerra venía operando en Aragón, hasta hoy un frente poco definido, y su actividad consistía en correrías por los pueblos de aquella región, pero cuando llegaron a Madrid se encontraron con la guerra de verdad, de trincheras, casamatas, nidos de ametralladoras, y unos combatientes pegados al terreno, sin ceder en ningún momento un solo centímetro del mismo. 15 de noviembre de 1936. Se luchaba en cada palmo de terreno, en cada casa, en cada piso de la Ciudad Universitaria. Madrid era bombardeado sin cesar por bombas de 100 Kg y hasta de 500 Kg o por incendiarias, se puede decir que ardía por los cuatro costados. Por la noche las llamaradas de los incendios iluminaban siniestramente la ciudad. El Hospital de San Carlos, terriblemente bombardeado, fue evacuado en condiciones dramáticas. En estos días había casi constantemente sobre Madrid, veinte Junkers de bombardeo protegidos por treinta cazas. Seguía la lucha en cada arrabal del Madrid lluvioso, que soportaba estoicamente los bombardeos aéreos y de artillería, sacudido por una onda de heroísmo y, sin embargo habituándose en no interrumpir los gestos de la vida cotidiana a despecho de la presencia permanente de la muerte. Tuñón de Lara, Historiador El Cuerpo Diplomático ha ofrecido a los gobiernos que representa, mediante una intervención en Ginebra (Sociedad de Naciones), cese el bombardeo de Madrid. Se hace ver la necesidad de evacuar ancianos mujeres y niños. Heraldo de Madrid, (19 de noviembre de 1936) Evidentemente, todo ha cambiado ya. En adelante, esos de ahí enfrente van a tener guerra de verás. Antoine de Saint-Exupery, en su visita a Madrid en el mes de noviembre de 1936 GUERRA Y DEFENSA DE MADRID 33

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guerra venía operando en Aragón, hasta hoy un frente poco definido, y su actividad consistíaen correrías por los pueblos de aquella región, pero cuando llegaron a Madrid se encontraroncon la guerra de verdad, de trincheras, casamatas, nidos de ametralladoras, y unoscombatientes pegados al terreno, sin ceder en ningún momento un solo centímetro delmismo.

15 de noviembre de 1936. Se luchaba en cada palmo deterreno, en cada casa, en cada piso de la CiudadUniversitaria. Madrid era bombardeado sin cesar porbombas de 100 Kg y hasta de 500 Kg o por incendiarias,se puede decir que ardía por los cuatro costados. Por lanoche las llamaradas de los incendios iluminabansiniestramente la ciudad.El Hospital de San Carlos, terriblemente bombardeado,fue evacuado en condiciones dramáticas. En estos díashabía casi constantemente sobre Madrid, veinte Junkers debombardeo protegidos por treinta cazas. Seguía la lucha encada arrabal del Madrid lluvioso, que soportabaestoicamente los bombardeos aéreos y de artillería, sacudidopor una onda de heroísmo y, sin embargo habituándose enno interrumpir los gestos de la vida cotidiana a despecho dela presencia permanente de la muerte.

Tuñón de Lara, Historiador

El Cuerpo Diplomático ha ofrecido a los gobiernos querepresenta, mediante una intervención en Ginebra(Sociedad de Naciones), cese el bombardeo de Madrid.Se hace ver la necesidad de evacuar ancianos mujeres yniños.

Heraldo de Madrid, (19 de noviembre de 1936)

Evidentemente, todo ha cambiado ya. En adelante, esosde ahí enfrente van a tener guerra de verás.

Antoine de Saint-Exupery, en su visita aMadrid en el mes de noviembre de 1936

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19 de noviembre de 1936. Muerte de Durruti en Madrid.

20 de noviembre de 1936. La versión oficial de la muerte de Durruti, es que se ha producido por unabala perdida del enemigo. La versión que rápidamente se ha extendido por Madrid, y que todo el mundoconsidera que es la verídica, es que estando reprendiendo y amonestando a sus hombres, por su lamentableconducta frente al enemigo, la bala que le mató, partió de estos.

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Cañavate, Evacuad Madrid, Junta Delegada deDefensa de Madrid - Delegación de Propaganda yPrensa

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ODA A LOS NIÑOS DE MADRIDMUERTOS POR LA METRALLA

Se ven pobres mujeres que corren por las callescomo bultos o espanto entre la nieblaLas casas contraídas, las casas rotas, salpicadas desangre;las habitaciones donde un grito quedó temblando,donde la nada estalló de repente,polvo lívido de paredes flotantes,asoman su fantasma pasado por la muerte.Son las oscuras casas donde murieron niños.Miradlas. Como gajosSe abrieron en la noche bajo luz terrible.Niños dormían, blancos en su oscuro.Niños nacidos con rumor de vida.Niños o blandos cuerpos ofrecidosque, callados los vientos, descansaban.Las mujeres corrieron. Por la ventana salpicó lasangre…

Vicente Aleixandre, Madrid, 1936

Bandidos, con aviones y con moros,bandidos con sortijas y duquesas,bandidos con frailes negros bendiciendovenían por el cielo a matar niños,y por las calles la sangre de los niñoscorría simplemente, como sangre de niños.

Pablo Neruda, Madrid, 1936

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JEUX DES ENFANTS A MADRID

Les jeux des enfants son inmenses d´effroi.Leurs Manis brûlantes se denouent.

Marie tremle sur une jambe.Pedro l´aveugle devient blêue et tout petit.

Mai quad s´êteignit le dernier grondementla rue se retrouva pleine d´enfants.

La mort a beau brandir son marteau,invincible la vie poursuit son chant.

Erich Veinert, Noviembre de 1936

Al lado de los bombardeos de Madrid, de las batallasganadas y perdidas, todas las cosas que antes habíanalimentado mi curiosidad, me parecían muy pálidas.

Simone de Beauvoir

Buscando un lugar donde la seguridad sea algo mayor, para nosotros, los dos pequeños, (yaque esta calle es la última habitada, pues desde aquí hasta el frente, no hay un solo vecino, y

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Cincuenta niños murieron a causadel bombardeo en la escuela deGetafe. Madrid. PeriódicoMunicipal

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toda esa zona hasta llegar a las trincheras, como es natural ha sido abandonada por sushabitantes), mi padre se ha enterado que en la Fábrica de Tabacos –contigua a nuestrodomicilio– dejan refugiarse a los familiares de sus trabajadores; hace valer su condición de hijode empleada, pues mi abuela Carmen, ha sido maestra cigarrera, y nos dejan entrar. Debidoal desnivel de la calle Embajadores, la parte norte de su sótano, que es la mas segura, ya estáocupada, pero esta planta en la fachada sur, que da al Portillo de Embajadores, y de cara a lalínea de fuego, se convierte en planta baja, y hace que este lado sea mucho mas vulnerable, apesar de ello siempre ofrece mas garantías que la portería de casa, y nos instalamos aquí. Alos niños nos dejan entrar a media tarde, y los mayores lo harán a la noche. Yo me fijoenseguida que sus muros tienen un grueso considerable y que las ventanas que dan al Portillo,están a una altura mayor que la de un hombre, esto me tranquiliza algo, a pesar de su nadafavorecedora orientación.

A las ocho de la mañana, todos tenemos que abandonar el edificio, ya que a esa mismahora, entran los obreros a cumplir con su jornada laboral normal, que no se ha vistointerrumpida en ningún momento, a pesar de la proximidad del frente del Barrio Usera.

Los niños hasta que llegan los adultos, a los que yo siempre espero con impaciencia,jugamos en este gran almacén, mal iluminado, entre los grandes fardos de arpillera quecontienen la hoja de tabaco, y los cajones del que ya está elaborado. Una tarde jugando al«escondite», uno de los chicos interrumpe el juego, pues al ir a esconderse, ha encontrado unamujer muerta, vamos en grupo detrás de él, y efectivamente, donde las oscuridad es casicompleta, en un hueco que dejan las pilas de cajones, cuando mis ojos se adaptan, la veo, setrata de una viejecita. Le han traído aquí para que estuviera mas segura, y ha fallecido, en lamas completa soledad, sin que nadie se entere, y en estas tristísimas circunstancias.Conmocionados y apenados, hemos avisado a un vigilante, y ya no jugaremos mas en toda latarde.

El 19 de noviembre de 1936, por la noche losbombardeos sobre Madrid son pavorosos. Todas lasfantasías sobre las guerras de exterminio se han hechorealidad en estos feroces ataques.

Carlos Sampelayo, Madrid, 1936

A pesar de que el enemigo está a la vista, de que los bombardeos ya son continuos, de queno hay combustibles y que la escasez de alimentos está siendo muy aguda; la gente demuestrauna moral elevadísima y todos están seguros y dan por descontado que los franquistas noentrarán en Madrid; el entusiasmo de la población civil por su defensa es enfebrecido yheroicamente inaudito, la ayuda y apoyo del pueblo de Madrid –como el Jefe del Estado Mayorde la Defensa, Vicente Rojo, dirá– «llegaba a borbotones». Esta defensa se está haciendoexclusivamente con voluntarios, contra un ejército profesional de cerca de 40.000 hombres.

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¡NO PASARAN!, era la consigna de los milicianos.Madrid será el «Verdún de la democracia», era el gritode batalla de aquellos momentos, e imitando el Paris de1915, lo mismo que había adoptado a los comisariospolíticos del Paris 1791, el pueblo de Madrid acudía alfrente en los autobuses urbanos y en los taxis de laciudad.

Robert G. Colodny, Madrid, 28 de octubre de 1936

…relatadas por él mismo en uno de sus mejores libros,«Así fue la Defensa de Madrid», en el que reivindica elcasticismo total de la resistencia y rinde homenaje alsoldado, al miliciano de República que sin armas y casisin mandos, sin otro bagaje que su fe, contuvo enUSERA, en la Casa de Campo, en la CiudadUniversitaria a fuerzas muy superiores y mejororganizadas y encuadradas.MADRID resiste…

Jaime Renart, Capitán ayudante de VicenteRojo, Madrid, noviembre de 1936

8 de noviembre de 1936. Hoy han desfilado por la Gran Vía de Madrid, XI Brigada Internacional(2.500 hombres), al mando de Emilio Kléber.

Después lo hizo la XII Brigada Internacional, mandada por «Lukac» (1.600 hombres), y cuyo primercomisario político es «Gallo» (Luigi Longo), sustituido mas tarde por el escritor alemán Gustav Regler. Entotal 4.100 hombres. Tendrán un magnífico y ejemplar comportamiento, y elevó la moral de la población deMadrid, al ver que internacionalmente no estaban solos, aunque su número fuera minoritario, en comparacióncon los 35.000 madrileños voluntarios que defienden la Capital de España.

Al ejército rebelde atacante le pasa lo contrario que nuestros milicianos, si al principio estos no teníanexperiencia de lucha en campo abierto, los fascistas a pesar de ser un ejército profesional, no estaban preparadospara la guerra urbana, mientras que los defensores conocían perfectamente sus barrios, sus calles, sus casas, ytenían detrás el apoyo de la mayoría del pueblo madrileño, y esto hizo que los frentes de la Capital, seestabilizaran hasta el final de la guerra.

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…Al día siguiente fui a la guerra en «metro», lotomamos en la estación de Atocha e hicimos trasbordo enSol para ir a Opera.«Mi coronel, me da la impresión de que en lugar de ir alfrente, voy al cine».

Antonio Escobar, Coronel de la Guardia Civil,Defensor de Madrid

Enterados de que en la calle Sombrerete, esquina a la calle Lavapiés, hay una taberna quetodavía vende vino, acompaño a mi hermana, y comprobamos que es cierto. Para entrar en elestablecimiento, hemos tenido antes que salvar unos parapetos de sacos terreros, en los quehay instalada una ametralladora, enfilada hacia la calle Valencia, ante la posibilidad de que porallí, pudiera aparecer el enemigo; sus servidores, a los que también tenemos que tener cuidadode no pisar, dos hombres y una mujer, están en actitud expectante, sus uniformes, las ropasde diario de cualquier trabajador, la mujer, las de ama de casa también de diario.

La escasez de carbón y de alimentos en Madrid, se agrava por momentos, a pesar de losgrandes y eficaces esfuerzos que hacen la Junta de Defensa y el Ayuntamiento, para paliar estefundamental problema de la población civil.

Los vecinos se ofrecen a acompañarnos, pues conocen un sitio, donde hay residuos decarbón a medio quemar. Bajamos a la Glorieta de Embajadores y entramos en el Paseo de lasAcacias, que en toda su longitud y anchura, está fortificado por sucesivas líneas paralelas deparapetos contrapeados, construidos con los adoquines arrancados de su mismo pavimento,esta disposición hace que caminemos zigzagueando, salimos a la Glorieta de las Pirámides, ycerca del río, en una explanada elevada, está la carbonilla que buscamos. Ahora estamos aldescubierto, afortunadamente en este momento, de manera rara y excepcionalmente anormal,el frente está en absoluta calma, no se oye ni siquiera un disparo aislado. Comentan que elenemigo, dada su proximidad, nos tiene que ver. Se explica que este combustible, tanimprescindible y apreciado, se mantenga en este lugar, es debido al peligro que corren los quese arriesguen a llegar hasta él, pues de otra forma hubiera desaparecido en pocos minutos.Recogemos apresuradamente, lo mas posible y salimos corriendo. En casa no diremos dondehemos estado, pero no volveremos mas.

Críticos momentos hemos pasado esta mañana, mi hermana y yo, cuando nos ha cogidoen la calle, un bombardeo de la artillería, como las baterías enemigas están tan cerca, primerose oye las detonaciones de los disparos, después el silbido de los obuses que pasan de largo, yque nos encogen y paralizan instintivamente; enseguida las explosiones de los impactos; ycuando estas se alejan, apresuramos nuestros pasos y seguimos con el ánimo suspendido, perosi se acercan nos refugiamos en un portal. Esta operación la hemos tenido que hacer variasveces. Al llegar a casa, que estaban muy preocupados por nosotros, un amigo dice que si sepercibe el silbidos de los proyectiles, no hay que preocuparse, que lo fatalmente peor, es

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cuando no se oyen. Esto a mi no me tranquiliza, y me mete mas miedo en mi cuerpecillo, hadebido callarse.

Algunos días, a pesar del intenso frío, a media noche, salimos toda la familia a integrarnosen las larguísimas colas que se forman delante de los establecimientos de alimentación. Laoscuridad es absoluta y nos ayudamos de una linterna (que es muy difícil de conseguir), y queademás nos sirve para iluminar el rostro de la persona que nos precede en la fila, para quecuando amanezca, poder reconocerla. Mi hermana Antonia, me deja colocado, para guardarel puesto, en una que hay en la calle del Olivar, a mi hermano en otra de la calle Ave María, yella en una de la calle Argumosa. Cada cierto tiempo viene a ver como estamos. Mucha gente,cuando traslada su vez a otra persona, se va a su casa, y a la hora de abrir la tienda regresan,lo que hace que la fila se vaya alargando y que nuestro objetivo le veamos mas lejos. Nadiesabe lo que van a vender, pero es igual, comprarán lo que sea con tal que se pueda comer. Raraes la ocasión que conseguimos nuestro propósito, y regresamos a casa con una frustraciónenorme. Otras veces, a la hora de apertura llega el tendero, asombrado, y dice que no tienenada que vender, y que todo ha sido un bulo. Desilusión general. También ocurre, en otrasocasiones, que las bombas y los obuses, se encargan de deshacer estas colas. Al final, casisiempre el que resuelve este problema, es mi padre, que es hombre de muchos recursos yamistades numerosas.

Emiliano Barral, escultor, autor del mausoleo de PabloIglesias y Comisario Político, cae en el frente del barriode Usera de Madrid.

Heraldo de Madrid, (22 de noviembre de 1936)

A LA MEMORIA DE EMILIANO BARRAL

¡MADRID! ¡MADRID!¡Qué bien tu nombre suena,rompeolas de todas las Españas¡La tierra se desgarra, el cielo truena, tu sonríes con plomo en las entrañas.

Antonio Machado

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Ville en baise océan fait d´une goutte d´eau sauvéeD´un seul diamant cultivé au grand jourMADRID ville habituelle à ceux qui ont soufertDe cet épouvantable bien qui nie éter en exempleQui ont soufertDe la misère indispensable à l´eclat de ce bien.

Paul Eluard, noviembre de 1936

Termina el mes de noviembre de 1936, para Madrid, con una dramática estadística: miles de muertos,miles de heridos entre la población civil. Solo en la semana del 10 al 17 y como resultado de 23 ataques aéreos,510 muertos y 1.211 heridos.

Diciembre de 1936. En cuanto a los frentes próximos a la Puerta del Sol, el mismo día 1º de diciembrehay un fuerte ataque republicano.

2 de diciembre de 1936. Batalla aérea sobre Madrid, entre nueve «Junkers» y siete cazas enemigos y35 cazas del gobierno, a las doce de la mañana. A las tres y veinte de la tarde, varios barrios madrileñossufren un ataque aéreo enemigo. «El bombardeo –dice ABC de Sevilla, periódico rebelde– ha sido de talnaturaleza que todo Madrid ha quedado cubierto por una densa humareda, y el teniente coronel Asensio(franquista), que presenciaba el ataque desde la Ciudad Universitaria, dice textualmente por teléfono: Ha sidouna película de gran espectáculo y el mayor castigo de cuantos se han infligido hasta ahora, a la Capital».

4 de diciembre de 1936. Combate aéreo sobre Madrid, a las cuatro de la tarde, entre 35 cazasgubernamentales, contra 32 bombarderos y cazas adversarios.

6 de diciembre de 1936. Bombardeo sobre Madrid, una formación de cazas republicanos intercepta 14«Heinkel» adversarios. El parte de guerra enemigo de Burgos, referido al ataque aéreo sobre Madrid dice: «Nuestrospotentes trimotores descolgaron su carga sobre Madrid. La Capital como de costumbre, ofrecía el espectáculo de unapoblación londinense, envuelta en constante neblina».

7 de diciembre de 1936. Al mediodía fuerte bombardeo enemigo sobre Madrid.

Sois la inmortalidad, madrileños.

Osorio y Gallardo, 7 de diciembre de 1936

8 de diciembre de 1936. El enemigo con 23 bombarderos, ataca Vallecas, y con su artillería el barriode Cuatro Caminos.

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9 de diciembre de 1936. José María Pemán, que ha visitado el frente de Madrid desde el lado rebeldedice por Radio Castilla (franquista), «…Después de ver Madrid desde sus puertas, debo deciros que laartillería y la aviación nacionales antes de tomar la ciudad, están purificándola».

12 de diciembre de 1936. Nuevo bombardeo de Madrid por el enemigo.

17 de diciembre de 1936. Batalla aérea sobre Madrid. Cuando a las 12 menos cuarto de hoyhallándose sobre Madrid, 25 aparatos enemigos «Junkers» escoltados por 16 cazas «Heinkel», se dedicabana bombardear los barrios obreros de la ciudad, despegaron 25 cazas nuestros que les obligaron a entablarcombate.

El «Sin novedad en el frente» a que hace mención el parte de guerra enemigo de Burgos, debe de serentendido porque los constantes ataques de las tropas fascistas de Varela, en el madrileño barrio de Usera, nohan logrado su objetivo hoy.

21 de diciembre de 1936.El bombardeo de la artillería enemiga hoy ha sidoparticularmente intenso, prolongándose en la noche y lamadrugada, hasta enlazar con el amanecer del día 22.

El barrio de Usera ha sido totalmente recuperado ynuestras avanzadillas están a medio kilómetro en elfondo de la barriada.

Después de dura lucha, el barrio de Usera ha caídototalmente en nuestro poder y a estas horas nuestrasmilicias se han atrincherado medio kilómetro masdelante de dicha barriada. En esta operación se han vistoclaramente tropas alemanas, que descaradamente usabantodo su atuendo nazi.

Heraldo de Madrid, (21 de diciembre de 1936)

24 de diciembre de 1936. Por la noche en los acantonamientos del Sector del Centro, en el cuartel del5º Regimiento, y en diversos campamentos militares, se celebra una particular Nochebuena, en la que se reiteraconstantemente que el hecho de admitir la existencia de Jesucristo, no es admitir el catolicismo español.

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25 de diciembre de 1936.Todos los españoles que desde el Manzanares acávivimos en comunidad espiritual hemos sentido esta fechade reminiscencias con idéntico fervor igualitario, sincastas de gentiles, ni intemperies de parias deslumbradospor las luminarias y el ruido de los festines de losmercaderes.En este aniversario del HIJO DEL HOMBRE, DEJUDEA, unos millones de españoles nos hemos sentidohermanos en coincidencia de propósitos y en solidaridadcreadora.A los veinte siglos de cristiandad, España se funde en losmoldes de una doctrina, en los postulados de unacivilización y en la fragua de los sacrificios sangrientos.El viejo país católico empieza a ser sacrificado cuando laIglesia se pelea con él, y por eso ha podido celebrar estafiesta con el aguinaldo mas preciado en auténticasignificación del festejo: con la solidaridad de todos losantifascistas que en apretado abrazo han suprimido lascastas y las clases. No hay en nuestro bando sino unasola estirpe: la del trabajo.

ABC madrileño (Republicano), Editorial destacadoen negritas, (25 de diciembre de 1936)

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ABC. Frente de Madrid. Fotografía del BatallónDeportivo

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Una noche, a mediados de noviembre, las bombasincendiarias convirtieron el centro de Madrid en unaancha hoguera. Ya nos habíamos acostumbrado a vivirsin luz. Pero aquella noche se iluminó nuestra ciudad.Cayeron bombas incendiarias en la calle de Alcalá y enotras vías cercanas. Subían las llamas al cielo. ¡TodoMADRID va a arder!.Durante un bombardeo nocturno, yo he visto a unhombre cruzar, a rastras, la calle de Jacometrezo enbusca de heridos. La metralla le desgarró un hombro..Bajo bombas y obuses, todo se ha multiplicado enMADRID: el heroísmo y el símbolo.Mentiríamos si dijéramos que MADRID tiene unsueño tranquilo, Mas también exageraríamos siafirmáramos que MADRID es una ciudad sin sueño.Por las noches, caen los obuses en sus calles desiertas.Sin embargo la ciudad se repone para la lucha y laspenalidades del día siguiente.

Jesús Izcaray, ESTAMPA, (diciembre de 1936)

Con lo ojos heridos todavía de sueño,con escopetas y piedras, MADRID, recién heridote defendiste. Corríaspor las callesdejando estelas de tu santa sangre,reuniendo y llamando con una voz de océano,con un rostro cambiado para siemprepor la luz de la sangre, como una vengadoramontaña, como una silbanteestrella de cuchillos.

Pablo Neruda. Madrid, 1936

27 de diciembre de 1936. Refugiados en la Fábrica de Tabacos, y antes de amanecer, se hadesatado un violento combate en el próximo barrio de Usera. Desde el comienzo del asedioa Madrid, no habíamos asistido a uno tan atrozmente espectacular; se está empleando todaclase de armamentos. El estruendo y el resplandor de las explosiones y de las bengalas, hanpuesto a todo el mundo en pie, que en silencio, inquietos y atemorizados, no quitan ojo de las

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ventanas, que afortunadamente están elevadas. Si el enemigo consigue romper nuestras líneas,estaría aquí, en muy pocos minutos. Madrid, no tiene fuerzas de reserva en la retaguardia.Todo el mundo está en el frente.

Nosotros con el pensamiento puesto en César, que en estos momentos, está luchandodefendiendo a su familia, pero no le mencionamos.

Antes de la 8 de la mañana, abandonamos este refugio, para que los obreros puedan entrara trabajar. En la calle, y mientras recorremos los pocos metros que hay hasta nuestrodomicilio, no dejamos de mirar hacia la línea del frente, el combate sigue tan encarnizado eintenso como al principio. Ya en casa y a media mañana, este decrece y las acciones se vanespaciando poco a poco; todo lo contrario que la intranquilidad y la angustia familiar.

28 de diciembre de 1936. Una llamada telefónica nos comunica que César, ha sido heridoen combate, en el día de ayer y evacuado a la retaguardia. Mi padre recorre los hospitales desiempre, y los numerosos «Hospitales de Sangre», improvisados sobre la marcha que hay enMadrid, y no da con él.

Otra llamada posterior nos dice, que ha desaparecido durante la lucha. Mi padre haceindagaciones y pone un anuncio en «El Socialista». Estos anuncios dadas las circunstanciasson muy numerosos en la prensa de la Capital.

Mi hermano Manolo, se ha acercado hasta la primera línea de fuego, a través de las casas,parte de las cuales están ocupadas por los fascistas, uno de los que le guían ha resultado heridoen un brazo, de un disparo hecho a través del tabique de panderete de la habitación contigua,ocupada por el enemigo. Una vez en las trincheras, los compañeros, le indican cual es elcadáver de Cesar, de los numerosos que hay, en la estrecha franja de «tierra de nadie». Deciderescatarle, y los demás se ofrecen a ayudarle. Se ata una cuerda a la cintura, y lo intenta dosveces, pero los rebeldes que están muy cerca, lanzan bengalas seguidas de ráfagas deametralladoras, y tiene que reintegrarse a las trincheras, sin conseguir su propósito.

Los jefes le disuaden de que lo intente por tercera vez, ya que no solamente pone en peligrosu vida, sino también la de los demás. Nos trae sus efectos personales, entre los que seencuentra su «Diario de Campaña».César, gozaba de la predilección de todos nosotros; sus singulares características humanas,siempre solidario y dispuesto a ayudar en todo lo que fuese preciso, en la cotidiana vidafamiliar, hacían de él un hijo y un hermano muy querido. Para siempre, inolvidable.

Dolor, sufrimiento punzante, y desolación familiar, imposible de contener. La única quemantiene su entereza, y nos da a todos ejemplo con su fortaleza de carácter, es mi madre. Haheredado de mi abuelo Higinio, no solo sus convicciones e inquietudes políticas y sociales,sino también, su coraje, además de su discreción sencillez, y a pesar de su aspectoaparentemente vulnerable. Desde muy pequeño he ido de su mano, a escuchar lasconferencias de Victoria Kent, de Margarita Nelken, de María Lejarrága y de RamónLamoneda así como de otros políticos e intelectuales del mismo rango.

A partir de ahora la familia ha quedado muy sensibilizada, y aumenta la preocupación de

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mis padres por la seguridad de los dos pequeños. Comienzan a pensar sino sería masconveniente nuestra evacuación, como están haciendo con miles de niños. Comentanfrecuentemente sobre esta posibilidad, que a mi me preocupa mucho, porque no quierosepararme de ellos. Tratan de convencerme con toda clase argumentos, y al fin estoy deacuerdo con el razonamiento, de que donde vamos, no se producen bombardeos, ya que enMadrid, los de la «Legión Cóndor» alemana, y los de la artillería fascista siguen siendoterroríficamente monótonos.

Hacen los trámites oportunos, en la Junta Provincial de Protección de Menores, puesprefieren que nuestra expedición dependa de un organismo oficial, y nos inscriben en unacolonia que están organizando para Niza (Francia). A los pocos días nos comunican que hasido suspendida, y que elijamos otro destino, mi padre escoge Gerona, por su proximidad conaquel país.

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Fotografía del Batallón Deportivo, César en la primera fila

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Guerra civil española. Milicianos del batallón deportivo en la defensa de Madrid. Carabanchel(Madrid), 1936Mi hermano César con 18 años (a la izquierda de la foto en primera fila), murió en combateen los últimos días de diciembre de 1936

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Tarjetas de campaña de César (anverso yreverso)16 de diciembre de 1936

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Cuatro días después, caía, fuera de las trincheras, avanzando frente al enemigo rebelde yfascista que el 18 de julio, se había levantado contra el Gobierno legítimo y el Estado deDerecho de la Segunda República Españolas.

GUERRA Y DEFENSA DE MADRID

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Tarjeta de campaña de César (anverso y reverso)23 de diciembre de 1936

«...siento mucho no poder pasar la Noche Buena convosotros, a ver si puedo pasar año muevo»

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TESTIMONIO

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