gram ticas fundamentales

21
INTRODUCCIÓN A LAS GRAMÁTICAS FUNDAMENTALES DEL ESPAÑOL MODERNO Salvá, V. (1830): Gramática de la lengua castellana, Madrid, Arco / Libros, 1989 (2 vols., ed. de Margarita Lliteras) Salvá vive entre 1786 y 1849. Es valenciano. Profesor de griego (es un momento en el que se enseña sobre todo el griego y el latín), librero y político, luchó contra el absolutismo de Fernando VII. Estuvo exiliado primero en Londres y luego en París. Enseñó español a extranjeros. Dedicó 20 años a la redacción de la gramática utilizando muchos ejemplos y citas literarias. Ocho ediciones, entre 1830 y 1847, muestran la importancia de la gramática. Las distintas ediciones estaban notablemente corregidas y ampliadas. Retocaba continuamente la gramática. Su gramática se publica en pleno apogeo de la gramática general. Junto con la gramática de Bello, supone la ruptura con el modelo logicista de influencia francesa. Define la gramática como “el conjunto ordenado de las reglas del lenguaje que vemos observadas en los escritos o conversación de las personas doctas que hablan desde su infancia el castellano o español”. Se opone a la definición de la gramática como “El arte de hablar y escribir bien y correctamente”, de Prisciano y las gramáticas del Renacimiento. La

Upload: luna-ca

Post on 29-Dec-2015

21 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

INTRODUCCIÓN A LAS GRAMÁTICAS FUNDAMENTALES DEL

ESPAÑOL MODERNO Salvá, V. (1830): Gramática de la lengua castellana, Madrid, Arco /

Libros, 1989 (2 vols., ed. de Margarita Lliteras)

Salvá vive entre 1786 y 1849. Es valenciano.

Profesor de griego (es un momento en el que se enseña sobre todo el griego

y el latín), librero y político, luchó contra el absolutismo de Fernando VII.

Estuvo exiliado primero en Londres y luego en París. Enseñó español a

extranjeros.

Dedicó 20 años a la redacción de la gramática utilizando muchos ejemplos y

citas literarias.

Ocho ediciones, entre 1830 y 1847, muestran la importancia de la gramática.

Las distintas ediciones estaban notablemente corregidas y ampliadas. Retocaba

continuamente la gramática.

Su gramática se publica en pleno apogeo de la gramática general. Junto con

la gramática de Bello, supone la ruptura con el modelo logicista de influencia

francesa.

Define la gramática como “el conjunto ordenado de las reglas del lenguaje

que vemos observadas en los escritos o conversación de las personas doctas que

hablan desde su infancia el castellano o español”.

Se opone a la definición de la gramática como “El arte de hablar y escribir

bien y correctamente”, de Prisciano y las gramáticas del Renacimiento. La

gramática no es el arte de hablar bien, sino de hablar. Diferencia así la retórica de

la gramática.

Es una gramática descriptiva, normativa y sincrónica. Utiliza ejemplos de

autores de siglos pasados y de otras lenguas, pero la diacronía y el estudio

comparado de las lenguas está al servicio de la gramática descriptiva, normativa y

sincrónica. No parte de la autoridad, ni de la antigüedad, ni de la razón como

fuente del conocimiento, sino del uso, y se niega a someter la descripción

gramatical a principios ajenos al propio funcionamiento y a la propia naturaleza del

español. Diferencia entre gramática general y gramática de una lengua particular.

Considera la existencia del cambio lingüístico. La descripción afecta no solo a la

lengua escrita y a la variedad literaria, sino que atiende también a la lengua oral e

incluso a la lengua familiar.

Utiliza un método inductivo, parte de un amplio corpus con el que formula y

comprueba las reglas gramaticales, pero hay una teoría que sirve de apoyo a la

descripción. Aplica a la gramática particular del español los principios de mayor

aceptación en la gramática general (gramática de Port Royal y la doctrina de Du

Marsais y Beauzée). Intenta emplear un lenguaje conocido y no términos técnicos.

Piensa que el gramático debe presentar bajo un sistema ordenado la realidad de

la lengua.

Las partes de la gramática de Salvá son Analogía (reglas para leer y

pronunciar correctamente y las partes de la oración), Sintaxis (cómo se colocan en

el discurso), Ortografía y Prosodia (metro y composición del verso).

Debemos destacar, como hacen Alcina y Blecua (1975, 88), las páginas

dedicadas a la formación nominal, el inventario de verbos que se construyen con

preposición, el tratamiento de las frase para negar, preguntar y exclamar, la

concepción del modo imperativo, del que señala que no tiene más que las

segundas personas del singular y del plural. Hay que señalar también el análisis

que realiza de las preposiciones: elimina de la lista antes, cerca, después y detrás

utilizando un criterio distribucional (se pueden usar solas y, aunque existe antes de

ahora, esto también pasa con muchos adverbios. P. ej., fuera del parque). Define

las categorías atendiendo no solo a criterios formales, sino también semánticos y

funcionales.

La base de la gramática de Salvá sigue siendo la palabra, incluso cuando se

habla de sintaxis.

Influye en la duodécima edición de la GRAE porque esta se limita al uso

sincrónico de la lengua.

Para terminar hay que señalar que probablemente una de las aportaciones

fundamentales de Salvá es su compromiso con los datos:

“La gramática que reúna más idiotismos y en mejor orden debe ser la

preferida. Al retratista nunca se le pide una belleza ideal, sino que copie

escrupulosamente su modelo. Cuantas más facciones suyas traslade al

lienzo, cuanto mejor retenga su colorido, y cuanto la expresión de los ojos y

de todo el semblante, la actitud del cuerpo y el vestido mismo se acerquen

más a la verdad, tanto más perfecto será el retrato” (Salvá 1830 p. XVIII)

Bello, A (1847): Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, con las notas de Rufino José Cuervo, Madrid, Arco / Libros, 1988 (2 vols., ed. a cargo de Ramón Trujillo)

Si hay una gramática clásica, esa es la de Bello y muy especialmente en su

versión de 1874, anotada por Cuervo.

Tiene 5 ediciones entre 1847 y 1860, en 1874 con las notas de Cuervo.

Bello era gramático y jurista. Es Venezolano.

Busca la unidad lingüística y cultural ante el peligro del fraccionamiento

político de la América española, recién independizada. Propone la lengua unitaria

como vínculo. Bello, aunque indica en el título que su gramática está destinada al

uso de los americanos, introduce casos de leísmo que no se dan en

Hipanoamérica.

Le interesa el uso, considera que cada lengua tiene sus reglas. La teoría

pertenece a la propia lengua, busca una teoría que dé sentido a los datos, teoría

que está en la propia lengua. Tiene, por lo tanto, una concepción inmanentista. No

se apoya en las autoridades porque la máxima autoridad es la lengua misma.

En su gramática no hay partes. A diferencia de la gramática de Salvá, que

utiliza, junto con la de la RAE, como fuente de inspiración, la de Bello se basa en

la oración y no en la palabra y se le da más importancia a la teoría.

El verbo en Salvá se define en términos nocionales -expresa acción-, en

Bello, en términos funcionales -es el atributo (o predicado) de la proposición- y así

ocurre con todas las partes de la oración, que no clases de palabras.

Son temas interesantes , en la gramática de Bello, el tratamiento del artículo,

al que relaciona con el pronombre, el de la preposición, las construcciones

reflejas, los modos verbales (considera al condicional dentro del indicativo).

Considera que el modo es una cuestión de rección, los modos son las inflexiones

del verbo en cuanto que provienen de la influencia de otras palabras. En el estudio

de los modos utiliza un criterio distribucional y la prueba de la conmutación.

Desecha las explicaciones por elipsis si el elemento no es claramente

recuperable.

Señala que el género es una cuestión de concordancia.

Su estudio de los tiempos verbales y el sistema temporal sigue siendo muy

interesante.

Indica también que no hay verbos transitivos e intransitivos, sino usos

transitivos e intransitivos.

Busca una explicación formal para los hechos lingüísticos y un significado

básico desde el que explicar las variaciones posibles. También considera que a

una diferencia de significado le debe corresponder un hecho formal.

Piensa que la realidad gramatical de una lengua no puede ajustarse a un

solo eje descriptivo...El ser mismo de la lengua radica en la esencial multiplicidad

de procedimientos y técnicas internas no reductibles a un solo principio ordenador,

Diferencia entre el mundo, la realidad lingüística y el modo de explicar esa

realidad.

Para Bello, la gramática de una lengua es el arte de hablarla correctamente,

esto es, conforme al buen uso, que es el de la gente educada.

Lenz, R. (1920): La oración y sus partes, Madrid, Centro de Estudios

Históricos, 1920

Rodolfo Lenz es un alemán afincado en Chile. Es catedrático en el Instituto

pedagógico de Chile.

Es una gramática psicologista y también se concibe como una gramática

contrastiva. Hay continuas comparaciones con el alemán, el francés, el inglés, el

latín. Se supone que cada lengua expresaría los hechos del mundo como una

forma de captación psicológica particular. Intenta hacer reflexionar a los alumnos

sobre cuál es el mecanismo del pensamiento castellano.

Se hace también referencia a cómo se habla en Chile, por lo que, en esta

gramática, se introducen las variedades de la lengua.

Es un libro de gramática general. Estudia las partes de la oración en relación

con su papel sintáctico.

La gramática es la teoría del idioma, contiene la exposición teórica,

abstracta, de todos los principios generales que rigen un idioma dado. Diferencia

entre una gramática y enseñar a hablar una lengua.

Real Academia Española: Gramática de la lengua española, Madrid, 1931

Es la última edición de la gramática de la Real Academia Española hasta la

de la Nueva gramática recientemente aparecida en el 2009.

Reproduce la de 1920, que, a su vez, se limitaba a añadir a la de 1917 un

nuevo capítulo sobre «la formación de palabras por derivación y composición».

Conservaba también la edición de 1931 el título de Gramática de la lengua

española, que a partir de la edición de 1924 había sustituido al de Gramática de la

lengua castellana.

Tiene carácter didáctico. Es texto obligatorio y único en las escuelas de

enseñanza pública.

Se compone de cuatro partes: Analogía, sintaxis, prosodia y ortografía.

Se define la gramática como el arte de hablar y escribir correctamente.

Alonso, A. / Henríquez Ureña, P. (1938): Gramática castellana (primer y segundo cursos), Buenos Aires, Losada, 1971 (26ª. de.)

Amado Alonso (1896-1952)

Henríquez Ureña (1884-1946)

En relación con esta gramática, hay que destacar la figura de Amado Alonso.

Amado Alonso pertenece a la Escuela española de lingüística y es también el

principal representante del idealismo lingüístico en España.

Orienta su trabajo hacia aquellos problemas que permiten al hablante una

mayor libertad para configurar los matices: los artículos, los diminutivos, la

construcciones con verbos de movimiento, problemas que posibilitan una

explicación estilística.

A. Alonso asume la idea de sistema de Saussure, pero de acuerdo con los

principios idealistas considera que no existe un sistema estable, pues, al

encontrarse en continua creación de sí mismo se halla en perpetua evolución.

Considera que la lengua no es una simple delimitadora de la realidad, sino

también permite el reflejo de la postura del hablante ante la realidad.

Navarro, desde 1927 está en Buenos Aires, dirigiendo el Instituto de filología

de aquella universidad. Funda la Revista de filología hispánica.

Trabaja en fonética y fonología, realiza estudios literarios y traduce al

español el Curso de lingüística general de Saussure. Pueden verse sus trabajos

en

ALONSO, A. (1951): Estudios lingüísticos. Temas españoles, Madrid,

Gredos, 1974

ALONSO, A. (1953): Estudios lingüísticos. Temas hispanoamericanos,

Madrid, Gredos.

La gramática se divide en lecciones. Sigue a Bello. Destaca por su claridad.

Se concibe como un manual de enseñanza secundaria. Se considera la fonética y

la pronunciación.

Gili Gaya, S. (1943): Curso superior de sintaxis española, Barcelona, Biblograf, 1970 (10ª. ed.)

Gili Gaya (1892-1976)

Nació en Lérida. Se licenció en farmacia, luego se licenció en Filosofía y

letras y, en el curso de doctorado, conoció a Menéndez Pidal, quien le hizo entrar

en el Instituto de Estudios históricos, donde trabajó en fonética. Fue Catedrático

de Instituto.

Hizo ediciones de los clásico castellanos.

Publicó el Curso superior de sintaxis española en 1943 y redactó algunos

tomos de su Tesoro lexicográfico, ya en el Consejo superior de investigaciones

científicas.

Dirigió la clases prácticas de los cursos de verano de Santander y colaboró

en el diccionario histórico del Academia. Fue académico y recibió el encargo de

redactar la sintaxis de la futura gramática de la Academia. Tiene un diccionario de

sinónimos.

El libro refleja la sintaxis tradicional, pero presenta una visión global del

lenguaje, puesto que, a Gili Gaya, le preocupa el aprendizaje y los procesos que

tienen lugar en el hecho discursivo. Señala la ley del mínimo esfuerzo, la analogía,

la tendencia analítica de las lengua modernas, la interferencia de fenómenos.

Señala también los límites confusos entre las partes tradicionales de la

gramática. Recurre a fundamentos psicológicos e históricos y señala el equilibrio

inestable de la lengua, con la mezcla de tradiciones y de tendencias evolutivas.

El libro se divide en La oración simple, Uso de las partes de la oración y La

oración compuesta.

Suele destacarse también de esta obra que tiene un capítulo dedicado a lo

que ahora denominamos marcadores discursivos.

Fernández Ramírez, S. (1951): Gramática española. Los sonidos, el nombre y el pronombre, Madrid, Revista de Occidente (consúltese

igualmente la edición que han preparado para Arco / Libros J. Polo e I. Bosque, a partir de 1985: Gramática española. El verbo y la oración, preparada por I. Bosque; El pronombre, preparado por J. Polo, etc.)

Salvador Fernández Ramírez murió en 1983.

En 1951 se publica un volumen de al gramática de los cuatro previstos.

Es Catedrático de Instituto de lengua griega y miembro del seminario de

lexicografía de la RAE.

Tiene como precedentes a Bello, Menéndez Pidal, A. Alonso, T. Navarro

Tomás, Gili Gaya, Lenz y la RAE.

Tienen una visión global de la gramática: Sintaxis, morfología y fonética.

Señala sobre todo la importancia de los aspectos fónicos. No evita recurrir a

explicaciones diacrónicas.

Utiliza criterios formales. Sigue el estructuralismo de Copenhague y el

norteamericano, pero no deja de lado el significado tanto como los

norteamericanos.

Se basa en Bühler y Jespersen.

Hace una gramática descriptiva del español actual, en un momento en el que

todo era histórico.

Utiliza un método inductivo.

Su objeto es el español común, el español cuidado que hablan las gentes

cultas y universitarias de Madrid.

Examina obras y géneros literarios diversos. Sus materiales son todos

escritos.

Es una gramática destinada a los universitarios que estudian Filología

española y moderna.

Solo se aducen autoridades del s. XX.

Invirtió 15 o 20 años de trabajo.

No describe la lengua como un sistema único, homogéneo y lineal. Insiste en

la complejidad de los hechos lingüísticos y admite la pluralidad de sistemas

coexistentes, caducos unos, con plena vigencia otros, abriéndose camino otros.

Es difícil encontrar análisis de conjunto más detallados de las construcciones

sin sujeto (no reflejas) (cap. III). Hay una descripción minuciosa del subjuntivo y de

las oraciones de relativo y del CD con preposición. La parte de los pronombres

corresponde a su tesis doctoral.

El plan de la obra eran cuatro tomos: a los sonidos, el nombre y el

pronombre, debían añadirse el estudio del verbo, el estudio de los adverbios,

conjunciones, preposiciones y otras partículas y el estudio de la oración.

En la actualidad, la gramática de Salvador Fernández Ramírez puede

encontrarse en una edición realizada por J. Polo e I. Bosque, en la editorial Arco

Libros, en cinco volúmenes:

1. Prolegómenos

2. Los sonidos

3.1. El nombre

3.2. El pronombre

4. El verbo y la oración

5. Bibliografía, nómina e índices

SECO, R.(1954): Manual de gramática española, Madrid, Aguilar, 1971. SECO, M. (1972): Gramática esencial del español, Madrid, Aguilar, 1980.

Son fundamentalmente obras de divulgación que destacan y son

recomendables por su claridad.

Real Academia Española (1973): Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Madrid, Espasa-Calpe.

Frente a las partes de analogía, sintaxis, prododia y ortografía en las que

aparecía dividida la edición de 1931, ahora las partes son fonología, morfología y

sintaxis.

Las autoridades no llegan hasta el s. XIX, como ocurría en la de 1931, sino

que se incluyen textos actuales.

Significó un intento de renovación a la luz de algunos desarrollos de la

lingüística estructural. Presentado por Salvador Fernández Ramírez y Gili Gaya

como el avance provisional de una nueva gramática académica no llegó a ser

aceptado como tal y se publicó como un esbozo.

Alcina, J. / Blecua, J. M. (1975): Gramática española, Barcelona, Ariel.

Es un manual para estudiantes y profesores que se inscribe en el marco

teórico de un moderado estructuralismo. Se pretende describir el español

estándar.

Se compone de una introducción a la historia de los estudios lingüísticos, con

especial atención a los estudios hispánicos, que es muy recomendable como una

primera aproximación al tema; de una parte de fonética y fonología, también muy

útil; y de distintos capítulos sobre morfología y sintaxis. No se pudo hacer la parte

de formación de palabras que estaba prevista.

Las explicaciones se acompañan de numerosos ejemplos extraídos de los

grandes autores de la literatura española. Cuenta, además, con numerosas

referencias bibliográficas y un índice alfabético.

En 1975 la aparición de esta obra supuso algo parecido a lo que en 1999 ha

significado la gramática que coordinan Bosque y Demonte: una descripción

actualizada de nuestra lengua basada en la revisión de una muy abundante

bibliografía.

Alarcos Llorach, E. (1994): Gramática de la lengua española, Madrid, Espasa-Calpe.

En 1981, la RAE encomendó a Alarcos Llorach la redacción de una

gramática académica. A Emilio Alarcos la propuesta ya le había sido hecha

algunos años antes por Dámaso Alonso, pero el catedrático de la Universidad de

Oviedo tardó tiempo en aceptar, y solo lo hizo, como el mismo relata en el prólogo

de su Gramática, cuando estuvo seguro de tener absoluta libertad y de no estar

obligado a la mera refundición del Esbozo.

Una vez despejado el camino, Alarcos comenzó a trabajar en el texto a

principios de 1985 con el propósito de «exponer los rasgos de la gramática del

español que se descubren en los actos orales y escritos de los usuarios de la

lengua de este siglo XX». Fueron casi diez años de entrega a una obra que

tendría gran éxito una vez publicada.

A su juicio, trabajó con imparcialidad en los casos de conflictos normativos,

aunque era consciente de que «toda gramática termina, o empieza, por ser

normativa». Alarcos buscó en su gramática el equilibrio entre el rigor y la claridad

en la exposición que una obra de esas características necesita. Consciente de la

dificultad había manifestado su interés en lograr «que la actitud normativa no

borrara la rigurosa descripción de los hechos y que ésta no ocultase, desarrollada

en demasía, la claridad de la norma y el propósito didáctico. Por ello se evita al

máximo la complicación terminológica».

Pero Alarcos sabía que «cada maestrillo tiene su librillo» y que en ningún

dominio del conocimiento ese adagio es más cierto que en la gramática. «No cabe

el mínimo acuerdo teórico entre gramáticos», sostenía el profesor, que era

consciente de que la Academia «no ha tenido ni tiene un criterio corporativo único

respecto de las cuestiones teóricas gramaticales».

En ese contexto era fácil entrever falta de armonía de conjunto, lo que

imposibilitaba que el texto fuera acogido por los académicos como propio de la

institución. Alarcos no se veía capaz en aras del consenso de discutir punto por

punto ni lo que se decía en el texto ni cómo se decía. La solución adoptada tuvo

que ser drástica. Si la gramática de Alarcos no podía ser aceptada por todos los

académicos como texto oficial no quedaba otra que mantenerlo tal cual y

declararlo de la exclusiva incumbencia del autor.

El catedrático explicó que de esta forma, la RAE se abstenía de pronunciarse

en cuestiones de método, y que el mismo permanecía en libertad para defender

sus puntos de vista teóricos, sin abandonar la intención normativa y didáctica con

que fue concebida la obra.

La gramática de Alarcos está dividida en tres partes. La primera expone la

fonología del español de forma escueta; la segunda se corresponde con la

morfología, y la tercera está centrada en la sintaxis. En opinión del profesor «no

hay gramática perfecta», aunque asegura haber tratado de no caer ni en la

oscuridad ni en la inexactitud.

http://www.fundeu.es/Articulos.aspx?frmOpcion=ARTICULO&frmFontSize=2

&frmIdArticulo=2570

Señalaremos de manera sucinta las principales características que definen

su gramática:

1. Concibe una Gramática destinada no a los especialistas, sino al público

medio que ha recibido en su formación algunas nociones gramaticales. Una

gramática «demótica», que puedan entender los boticarios. Por eso, no es

voluminosa, por eso su redacción es transparente, por eso está poblada de

ejemplos claros y actuales.

2. Para facilitar su comprensión, renuncia a una terminología propia.

3. Diseña una gramática arraigada en la tradición gramatical europea, es

decir, una gramática de funciones y de dependencias (no una gramática de

constituyentes o una gramática generativa).

4. Construye una gramática coherente, exhaustiva y simple, según reza el

máximo precepto de cientificidad del principio empírico hjelmsleviano.

5. Incorpora los hallazgos científicos y posiciones personales que ya están

suficientemente contrastados en la palestra de la discusión científica y en la

adaptación pedagógica a las aulas.

6. No olvida el carácter normativo que tradicionalmente caracteriza al tratado

gramatical de la Real Academia. Sin embargo, evita un normativismo severo,

porque se opone a la cientificidad y porque conduce a la esterilidad descriptiva.

7. Al hilo de la descripción gramatical va desgranando frecuentes

observaciones sobre normas y usos.

La Gramática de la lengua española salió a la luz a inicios de 1994, firmada

por Alarcos, pero en una colección patrocinada por la RAE. El libro constituyó un

éxito editorial sin precedentes. Era la primera vez que una gramática escalaba los

primeros puestos de los superventas.

http://emilioalarcosllorach.wordpress.com/2009/03/03/gramatica-espanola/

En resumen, en la gramática de Alarcos, se describe el español desde el

punto de vista funcionalista, pero se evita la complejidad terminológica y la

discusión teórica. Se aconsejan normas, pero sin espíritu dogmático.

Se trata de fonología: se presenta la norma del sistema centronorteño

peninsular y la del americano o atlántico; de morfología y de sintaxis. Y, puesto

que el autor considera que “la gramática es un río anónimo en el que vierten sus

aguas muchos afluentes”, no hay bibliografía.

López García, A. (1994): Gramática del español I. La oración compuesta, Madrid, Arco / Libros.

(1996) Gramática del español II. La oración simple, Madrid, Arco / Libros. (1998) Gramática del español III. Las partes de la oración. Madrid,

Arco/Libros.

En su descripción del español, trata de conciliar posturas contrapuestas.

Intenta reflejar lo fundamental que se ha dicho sobre cada tema -es una gramática

con mucha bibliografía-. En el caso de las partes de la oración le resulta muy difícil

dada la cantidad de bibliografía existente y da cuenta de lo que se acerca a su

postura cognitivista.

Adopta una postura psicologista, pretende enlazar con el Curso de Gili Gaya.

La obra se interesa por los hechos y reduce la teoría a un esquema muy

sencillo: toda expresión lingüística es una forma peculiar de verbalizar el mundo

que para ser perceptivamente accesible necesita diferenciar una parte que es más

importante y otra que lo es menos.

Bosque, I. y Demonte, V. (directores) (1999): Gramática descriptiva del español, Madrid, Espasa Calpe

No es una obra normativa, es decir, no afirma lo que está bien o mal; ni

teórica, porque no da doctrina: describe lo que hay, cómo funciona la lengua,

cuáles son los métodos que ayudan a formar las frases, cómo se mueven las

tripas inconscientes del idioma, por qué varían los significados según el contexto.

Se define la gramática como la disciplina que estudia sistemáticamente las

clases de palabras, las combinaciones posibles entre ellas y las relaciones entre

esas expresiones y los significados que puedan atribuírseles (p. XIX).

Es una obra colectiva en la que intervienen más de setenta autores. Un

estudio descriptivo que incorpora temas que no suelen tratarse en las gramáticas

del español (la elipsis, los marcadores discursivos, capítulos sobre formación de

palabras…) y que se apoya en un amplia bibliografía -todos los capítulos de la

Gramática descriptiva llevan aneja su bibliografía-. Abarca la sintaxis, la relación

entre el léxico y la sintaxis, la semántica de las relaciones oracionales, la

morfología –tanto flexiva como derivativa- y una parte de lo que se conoce como

gramática del discurso. No trata de la fonología.

Es una descripción sincrónica, pero no se excluyen los datos diacrónicos

cuando son relevantes para completar el análisis.

Es un trabajo científico exhaustivo: combina las teorías tradicionales con las

últimas tendencias investigadoras (postestructuralistas), da ejemplos de textos y

periódicos y está redactado de una forma accesible y homogénea. Funciona como

un hipertexto lleno de subtextos y se puede leer de varias formas: como consulta,

de una forma lineal o jugando con categorías y palabras, persiguiéndolas a través

de distintos capítulos gracias a las flechas y números situados estratégicamente.

Los datos de la Gramática dan muchísimo de sí: 5.503 páginas, más de

6.000 referencias cruzadas y cuatro índices (de contenidos, de materias -5.400

entradas-, de voces -6.300- y de obras citadas -4.500-) que se estructuran en 78

capítulos, divididos a su vez en cinco partes:

Volumen 1 Primera parte: Sintaxis básica de las clases de palabras (del 1 al 23)

Volumen 2 Segunda parte: Las construcciones sintácticas fundamentales (24 a 43)

Tercera parte: Relaciones temporales, aspectuales y modales (44 a 53)

Volumen 3

Cuarta parte: Entre la oración y el discurso (54 a 65)

Quinta parte: Morfología (del 66 al 78)

Violeta Demonte, argentina de origen y catedrática de Lengua en la

Universidad Autónoma de Madrid, e Ignacio Bosque, académico de la Lengua y

catedrático de la misma especialidad en la Complutense, tuvieron la idea que

originó la obra en el verano de 1993. Querían seguir los ejemplos de las

gramáticas colectivas italiana, inglesa y holandesa y reparar así la ausencia de

gramáticas descriptivas y exhaustivas de lengua española, una disciplina cuya

bibliografía había aumentado asombrosamente en los últimos años y que había

sido tratada casi siempre a través de manuales hechos por una sola persona y,

por tanto, incompletos.

La Academia, siendo director Lázaro Carreter -que fue profesor de ambos

catedráticos en su etapa docente-, brindó su apoyo a la obra y le abrió un hueco

en su colección Nebrija y Bello, que se inauguró en 1993 con la Gramática de

Emilio Alarcos. El Ministerio de Cultura y el Instituto Universitario Ortega y Gasset

prestaron ayuda logística y económica, y Demonte y Bosque se adentraron

entonces en la inmensa selva de la gramática. Apareció en 1999 y fue calificada

por Lázaro Carreter como “la mayor empresa gramatical acometida en este siglo”.

De esta obra se ha criticado, fundamentalmente que “como es previsible en

una obra tan extensa y compleja, el ideal de unidad perseguido por los directores

no siempre se alcanza y la pluralidad de autores redunda en artículos de diverso

valor y orientación” (http://onomazein.net/6/gramatica.pdf). Por otra parte, también

se ha señalado su poca atención a la variedad dialectal del español,

especialmente al español de América

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009): Nueva gramática de la lengua española, Madrid, Espasa Calpe.

La Nueva gramática es la primera gramática académica desde 1931 y ofrece

el resultado de once años de trabajo de las veintidós Academias de la Lengua

Española, que aquí fijan la norma lingüística para todos los hispanohablantes.

Esta acción conjunta de las Academias significa la articulación de un

consenso que fija la norma común para todos los hispanohablantes, armonizando

la unidad del idioma con la fecunda diversidad en que se realiza.

Ignacio Bosque, académico de la Real Academia Española, ha sido el

ponente de una obra que implica una enorme labor de documentación e

investigación. Una Comisión Interacadémica, formada por representantes de todas

las áreas lingüísticas, ha coordinado los trabajos.

Un mapa del español

La Nueva gramática de la lengua española pretende ofrecer un mapa del

español en todo el mundo, una representación a escala de su estructura. Se

caracteriza por ser una obra:

Colectiva. Ha sido elaborada por las veintidós Academias de la Lengua

Española y muestra el español de todas las áreas lingüísticas con sus variantes

geográficas y sociales.

Panhispánica. Refleja la unidad y la diversidad del español.

Descriptiva. Expone las pautas que conforman la estructura del idioma y

analiza de forma pormenorizada las propiedades de cada construcción.

Normativa. Recomienda unos usos y desaconseja otros.

Sintética. Conjuga tradición y novedad. Presenta una síntesis de los

estudios clásicos y modernos sobre la gramática del español.

Práctica. Fija un punto de referencia para estudiantes y profesores del

español en diversos niveles académicos.

Objetivos

Describir las construcciones gramaticales propias del español general, así

como reflejar adecuadamente las variantes fónicas, morfológicas y sintácticas.

Ofrecer recomendaciones de carácter normativo.

Ser obra de referencia para el conocimiento y la enseñanza del español.

Novedades

ESPECIAL ATENCIÓN A LOS USOS AMERICANOS. Por primera vez en

una gramática académica se otorga una destacada atención a los usos del

español en las distintas áreas lingüísticas. Las fuentes para describir la variación

geográfica son dobles: por un lado, los textos actuales; por otro, la conciencia

lingüística de los hablantes americanos.

AMPLIA Y VARIADA BASE DOCUMENTAL. La construcción de la Nueva

gramática se apoya en un amplio repertorio de textos de muy diversa índole

(literarios, ensayísticos, científicos, periodísticos y orales). La nómina de textos

citados es una de las más extensas de cuantas se hayan usado en un estudio

lingüístico sobre el español. Se compone de alrededor de 3700 referencias

bibliográficas, que comprenden más de 2000 autores y 300 medios de

comunicación, procedentes de todas las épocas y áreas del mundo hispánico.

Contenido

La obra se articula en tres partes fundamentales:

Cuestiones generales, donde se describen las partes de la Gramática, las

relaciones entre ellas y las unidades fundamentales del análisis gramatical.

Morfología, que analiza la estructura interna de las palabras.

Sintaxis, que analiza las estructuras que se crean en función de la forma en

que se ordenan y combinan las palabras.

En 2011 se ha publicado el tomo de la fonética y fonología, que va

acompañado de un DVD con muestras de la pronunciación del español en las

diferentes zonas.

Versiones de la gramática

La construcción de la Nueva gramática se apoya en un amplio repertorio de

textos de muy diversa índole (literarios, ensayísticos, científicos, periodísticos y

orales). La nómina de textos citados es una de las más extensas de cuantas se

hayan usado en un estudio lingüístico sobre el español.

Para adecuarse a las distintas necesidades de sus destinatarios, se presenta

en tres versiones:

Nueva gramática de la lengua española. Recoge el texto completo y

detallado. Puede usarse como obra de consulta general y como texto de estudio

en el nivel universitario.

Manual. Un volumen de 750 páginas, conciso y didáctico, dirigido

especialmente a los profesores y estudiantes de español en los niveles no

universitarios y a todos los hispanohablantes de nivel culto medio.

Gramática básica. Un volumen de 250 páginas, pensado para el gran

público y fácilmente adaptable al ámbito escolar, que presenta, muy simplificados,

los conceptos fundamentales.

El objetivo de las Academias es conseguir que la Nueva gramática, en sus

diferentes versiones, llegue a todos los hispanohablantes: a los usuarios y a los

especialistas e investigadores; a los que tienen el español como primera o

segunda lengua, y a los profesores de español en los diversos niveles

académicos.