gonzález peinado, diputado por jaén, y la guerra de …...e l u c i d a r i o 91 gonzÁlez...

24
E L U C I D A R I O 89 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de la Independencia R E S U M E N A B S T R A C T SALVADOR MARTÍN DE MOLINA I. CONTEXTO HISTÓRICO Y GEOGRÁFICO 1. - En el MANIFIESTO de las acciones de gue- rra y señalados servicios, que ha hecho la Villa de Cor- tes de la Frontera, en la gloriosa defensa que han sos- tenido los pueblos de la Sierra de Ronda contra la in- vasión del tirano Napoleón; presentado a las Cortes Generales y Extraordinarias del Reyno, por mano de su Diputado Don Francisco Garcés y Barea, 1 se hace un minucioso relato del periodo en que se su- frió la invasión francesas, comprendido entre enero de 1810 y agosto de 1812, poniendo de relieve, además de la contribución de dicha Vi- lla al triunfo final, a costa de la sangre de sus habitantes, aniquilados por dos horrorosos sa- queos, las gloriosas gestas de destacados milita- res, guerrilleros y jefes de partidas, entre los que se encuentra el Brigadier Don Francisco González Peinado. Tenía González Peinado, treinta y dos años y había nacido en Arjona (Jaén) el día 9 de fe- brero de 1776. Desde la primera vez que tuve noticia de este insigne militar e ilustre Diputado a las Cortes Ge- nerales y Extraordinaria de Cádiz 2 , me interesó su figura, máxime al estar ligada estrechamente a la del Gefe de Esquadra y Comandante en Jefe de «las Partidas de Guerrilla, Alarma y de tropas re- unidas y que se reúnan en la Serranía de Ronda con- Se hace una introducción a la figura del giennense D. Francisco González Peinado, brigadier de los Ejércitos y diputado a las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, a través de una bibliografía conteni- da, principalmente, en los manifiestos, representaciones y expedientes de quienes vivieron de cerca la gue- rra de guerrillas que durante los años 1810-1812 tuvo lugar en la Serranía de Ronda. 1 Cadiz: en la Oficina de Don Nicolás Gómez de Requena, Impresor del Gobierno por S. M., plazuela de las Tablas. Año de 1813. 2 Al tener que informar, en mi calidad de Consejero de Número del Instituto de Estudios Giennenses un Pro- yecto de Investigación sobre los parlamentarios gienneses, presentado en 1999 por Juan Ramón de la Cuadra Herrera, que después ha visto la luz en Málaga, como veremos. ELUCIDARIO. Nº 1 (Marzo 2006). págs. 89 a 112 Seminario bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá E An introduction is offered to the figure from Jaén, D. Francisco González Peinado, brigadier and deputy of the Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, through a bibliography based mainly in the manifestos, representations and expedients of those who followed closely the war of guerrillas that took place in the Serrania de Ronda in the years 1810-1812.

Upload: others

Post on 16-Apr-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

89

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

González Peinado, Diputado por Jaén, y laGuerra de la Independencia

R E S U M E N

A B S T R A C T

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

I. CONTEXTO HISTÓRICO Y GEOGRÁFICO

1. - En el MANIFIESTO de las acciones de gue-rra y señalados servicios, que ha hecho la Villa de Cor-tes de la Frontera, en la gloriosa defensa que han sos-tenido los pueblos de la Sierra de Ronda contra la in-vasión del tirano Napoleón; presentado a las CortesGenerales y Extraordinarias del Reyno, por mano desu Diputado Don Francisco Garcés y Barea,1 se haceun minucioso relato del periodo en que se su-frió la invasión francesas, comprendido entreenero de 1810 y agosto de 1812, poniendo derelieve, además de la contribución de dicha Vi-lla al triunfo final, a costa de la sangre de sushabitantes, aniquilados por dos horrorosos sa-queos, las gloriosas gestas de destacados milita-res, guerrilleros y jefes de partidas, entre los quese encuentra el Brigadier Don Francisco GonzálezPeinado.

Tenía González Peinado, treinta y dos añosy había nacido en Arjona (Jaén) el día 9 de fe-brero de 1776.

Desde la primera vez que tuve noticia de esteinsigne militar e ilustre Diputado a las Cortes Ge-nerales y Extraordinaria de Cádiz2, me interesósu figura, máxime al estar ligada estrechamentea la del Gefe de Esquadra y Comandante en Jefede «las Partidas de Guerrilla, Alarma y de tropas re-unidas y que se reúnan en la Serranía de Ronda con-

Se hace una introducción a la figura del giennense D. Francisco González Peinado, brigadier de losEjércitos y diputado a las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, a través de una bibliografía conteni-da, principalmente, en los manifiestos, representaciones y expedientes de quienes vivieron de cerca la gue-rra de guerrillas que durante los años 1810-1812 tuvo lugar en la Serranía de Ronda.

1 Cadiz: en la Oficina de Don Nicolás Gómez deRequena, Impresor del Gobierno por S. M., plazuela de lasTablas. Año de 1813.

2 Al tener que informar, en mi calidad de Consejerode Número del Instituto de Estudios Giennenses un Pro-yecto de Investigación sobre los parlamentarios gienneses,presentado en 1999 por Juan Ramón de la Cuadra Herrera,que después ha visto la luz en Málaga, como veremos.

ELUCIDARIO. Nº 1 (Marzo 2006). págs. 89 a 112

Seminario bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá

E

An introduction is offered to the figure from Jaén, D. Francisco González Peinado, brigadier and deputyof the Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz, through a bibliography based mainly in the manifestos,representations and expedients of those who followed closely the war of guerrillas that took place in theSerrania de Ronda in the years 1810-1812.

Page 2: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

90

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

tra los franceses»3, Don José Serrano Valdene-bro4.

Interés que debe merecer su correlato en lasoportunas noticias para todos los que se apasio-nan por la pequeña historia de nuestros pue-blos. En relación con ello, es encomiable el pro-pósito que anima al Ayuntamiento Constitucio-nal de Cortes de la Frontera para confeccionarel citado Manifiesto, relato pormenorizado «so-bre la alta cima de la imparcialidad»: varias y po-derosas causas han estimulado a la Villa para dar im-presas, por separado de la historia general de la Sie-rra, las acciones de guerra de su gente armada, lossacrificios y vejaciones que ha sufrido, como los dona-tivos y contribuciones con que ha concurrido para sos-tener la defensa de la causa común en la inimitable, ygloriosa insurrección de la Sierra.

Es evidente que la historia que escriben losgeneralistas, nunca llegará a desentrañar los pe-queños motivos, los recovecos del alma de los

que realmente escriben, incluso con su propiasangra, la historia. Los Reyes, Emperadores yGenerales que triunfan o se mantienen pese alas derrotas, tienen sus juglares y cronistas quele hacen el juego de las alabanzas o los silenciosintencionados. Pero el pueblo llano, incluso losmandos de escalones inferiores, pero decisivosen las batallas, carecen de crónicas y rimbom-bantes panegíricos; sus hazañas sólo se entrevénen los renglones escondidos en el fragor de laspequeñas historias.

Gracias a documentos, como el citado Ma-nifiesto de Cortes de la Frontera, el del propioGonzález Peinado, intitulado Manifiesto que hacea la nación el brigadier D. Francisco González Peina-do…: Por el qual hace ver la conducta que ha obser-vado desde el principio de nuestra gloriosa revolución,y particularmente desde que entró a servir su encargoen el Supremo Congreso Nacional… descubriendo elorigen de los procedimientos con que se ha atacado lainviolabilidad de su carácter, y comprometido su ho-nor y su opinión publica 5, o los redactados por losmás afectados, como los del Ayuntamiento deCasares6, de Ubrique a través de Fray Sebastián7,y de Gaucín por la pluma de Serrano Valdene-bro8, se puede llegar a comprender en su gran-

3 R.O. de 24 de agosto de 1810, del Consejo de Regen-cia de España e Indias, con sede en la Isla de León.

4 Personaje central de mi libro Gaucín 1742-1814, Cocoa,SCA, Córdoba, 2005.

5 Cadiz, Imprenta de Vicente Lema, 1811.6 Relación del expediente formado por la villa de Casares de

los servicios hechos a favor de la Patria con los demás pueblos dela Sierra, en la gloriosa lucha contra los franceses, desde enero de1810 hasta agosto de 1812, mandada dar por la villa en cabildode 6 del corriente para que se imprima. Es con las exclusionesprevenidas por dicho cabildo, como sigue: Cabildo de 31 de marzode 1813… Archivo Histórico de la Catedral de Málaga, Le-gajo 36, Carpeta Nº 12.

7 Fr. Sebastián de Ubrique: «Historia de la villa deUbrique», Sevilla, Establecimiento topográfico La DivinaPastora, 1944

8 Manifiesto de los Servicios hechos a la Patria por el Gefe deEsquadra Don José Serrano Valdenebro desde el movimiento dela nación a la justa defensa contra la invasión que nos tiraniza,hasta su remoción del mando de la Sierra Meridional acordadapor la Regencia en 2 de julio de 1811, Algeciras: por don JuanBautista Contilló y Conti, Biblioteca Nacional, Signatura:R. 61140.

Page 3: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

91

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

deza la actuación de los pueblos en momentosdeterminantes de su historia, que es la historiade todos nosotros, la entrañable, a veces parcial,historia de nuestros antepasados. Pero, a mi jui-cio, más ajustada a la verdad.

Vayamos, pues, con nuestro empeño.

2. - Los últimos años del siglo XVIII y el ini-cio de la nueva centuria fueron de desconciertoy sobresaltos para los españoles. Los desaciertoscortesanos, con un Rey acosado desde dentropor las veleidades de su esposa, la ambición desu hijo y el constante muñir del valido y, desdeel exterior, por los avatares de la corona france-sa, descabezada por la Revolución y, por lo pron-to, objeto de un intrigante Napoleón, hacen dela España del momento una amalgama de ruin-dades y desastres que desembocarán en la ocu-pación de las tropas francesas. En el terreno po-lítico, ha de recordarse el motín de Aranjuez (17-19 marzo 1808) que motivó la caída de Godoy,la abdicación de Carlos IV en su hijo FernandoVII y la usurpación del trono por José Bonaparte.

Todo ello culminó con los levantamientos de1808, desde el de Madrid inmortalizado por elvigoroso pincel de Goya, al de las Juntas anda-luzas, pasando por el paradigmático Bailén, (don-de fracasó la primera invasión francesa de An-dalucía), que pronto adquirió para los observa-dores españoles un carácter ideal y mítico queoscureció las demás acciones de la campaña deAndalucía. Esta aureola –que no fue bastantepara tapar las rivalidades entre innumerablesJuntas, a veces enfrentadas entre sí, ni las di-sensiones posteriores de los generales españo-les, como tendremos ocasión de ver en nuestraspropias tierras– impregna la campaña andaluzade adherencias políticas (Bailén, y más adelantela reacción espontánea del pueblo y su ejército,se constituye en emblema de la unidad de Espa-ña, convirtiéndose Andalucía en un cuartel na-cional, amalgama de militares y hombres quehuyen de toda España para confluir en un idealúnico contra el invasor), religiosas (como algode carácter providencial ante los desmanes sa-crílegos y las profanaciones francesas) y litera-

rias, con grandes expresiones de triunfalismo endonde el pueblo se convierte en protagonista9.

En esta somera visión de aquellos momen-tos, he de destacar la confusión que siguió alhecho de Bailén, el indisimulado enfrentamien-to de las Juntas de Sevilla y Granada y las dudasa la hora de proseguir la guerra contra los fran-ceses, que hacen que la suerte de Bailén no vuel-va a repetirse: en los años siguientes el ejércitoespañol será batido por los franceses en las bata-llas de Tudela, Ocaña, Almohacid...

José Napoleón había promulgado una Cons-titución en 1808, que no llegó a tener vigencia yactúa como verdadero invasor hasta los confi-nes de Cádiz. En 1810, después de tres siglos, elRey era un extranjero impuesto por las armasque traía unas ideas que nada tenía que ver conla tradición española, de donde surge una divi-sión entre la sociedad y las instituciones, y, den-tro de éstas, en la propia Iglesia, en el Ejército,en la nobleza y en el pueblo. La edad contem-poránea había hecho acto de presencia y se in-troduce al socaire de una guerra patriótica.

En este contexto, se enmarca la breve expo-sición que vamos a desgranar sobre el Diputadoen las Cortes Generales y Extraordinaria de CádizDon Francisco González Peinado y su interven-ción durante la guerra de la Independencia, enla guerra de guerrillas que hizo frente a los fran-ceses en el último bastión de las libertades, Cádizy el flanco sur conformado por la Serranía deRonda.

3. - De su carrera militar, sin perjuicio de loque más tarde ampliaremos, debemos destacarque ingresó muy temprano en la milicia y fueascendido a Coronel por sus méritos en el se-gundo sitio de Zaragoza, donde se comportóheroicamente, si bien él no le da importancia,como ha puesto de relieve J. R. de la CuadraHerrera10. Terminó con el grado de Brigadier. Fue

9 J. De Haro Malpesa, La campaña de Andalucía y labatalla de Bailén en la historia y en la historiografía españolas delos siglos XIX y XX, en volumen colectivo editado por laUniversidad de Jaén, 2001.

10 Aproximación a los Diputados por Jaén. 1810-2000, Ed.Cajasur, Málaga, 2004, pgs. 284-285.

Page 4: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

92

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

encarcelado como consecuencia de la causa se-guida por defender al Mariscal de Campo Agui-rre, quien dijo del Ministro Coronel que era untraidor; González Peinado se ratificó en su afir-mación y manifestó que «lo que he dicho se com-probara en todo tiempo, si fuera necesario». Unavez sobreseída la causa, volvió sin rencor algu-no a las Cortes, de donde era Diputado, hacien-do este acto de fe liberal: «Señor, allá en mi pri-sión, o sea retiro de siete meses y catorce días,aseguro a V.M. con el mayor candor, que todasmis cavilaciones se han dirigido siempre a la sal-vación de la Patria».

En cuanto a su condición de Diputado ha dereseñarse que es el único giennense que estuvoen las Cortes de Cádiz que aprobaron la Consti-tución de 1812, donde fue elegido el 21 de sep-tiembre de 1810, como Diputado suplente porel procedimiento establecido para las provinciasocupadas de los franceses, siendo el número deelectores el de 15, según figura en las listas denaturales o vecinos de la provincia emigrados aCádiz y la Isla de León11, donde juró el día 24 deseptiembre de 1810, fecha de la constitución dela Cortes Generales y Extraordinarias. Mas ade-lante insistiremos sobre el particular, dejandoconstancia de su talante absolutamente liberal ysus intervenciones a favor de la libertad de im-prenta, el Secreto de la correspondencia, los lí-mites del Ejecutivo frente al Legislativo, la fija-ción de los premios y castigos a los patriotas y «alos que han huido de las balas o han estado sir-viendo al rey Pepe», la incompatibilidad de losque han jurado al rey intruso o la independen-cia del Consejo de Guerra respecto del de Re-gencia. También12 intervino en Discursos sobreNombramiento en la Comisión de Justicia, In-cendio de Molina, Reformas de Ultramar, Re-glamento del Consejo de Regencia, Alistamien-to de Cádiz, Petición del General Aguirre, Escla-vitud de Puerto Rico, Visitas de Cárceles, Auxi-lios a Ronda, Causa de Infidencia, Premios yhonores, Servicios de la División Mina, Limita-ción de las prerrogativas regias, Poder judicial,Intendentes de ejercito, Causas pendientes, Pro-yecto de Constitución, Reglamento del PoderEjecutivo, Reglamento de montes, Nombramien-

to de nueva Regencia, Voto de Santiago, Em-pleados del Gobierno intruso, Infracción de laConstitución, Hospital de San Carlos, Concesiónde Pensión y Traslación de las Cortes, entre otros.Igualmente nos referiremos con mas deteni-miento al apoyo decidido que ofreció al Maris-cal José Serrano Valdenebro, Jefe de las Guerri-llas en la Sierra Meridional, en orden a mante-ner la independencia del mando frente al Cam-po de San Roque, así como al apoyo al Duquede Alburquerque como «benemérito de la Pa-tria» por sus acciones militares.

Es asombrosa la proliferación de interven-ciones y la diversidad de materias, lo que deno-ta, no solo su disponibilidad cuando accedió alas Cortes, pese a estar enfrascado en el fragorde las guerrillas, en su condición de Brigadier delos Reales Ejércitos, sino la profundidad de susconocimientos, que harían necesaria una másprolija exposición de sus intervenciones comoParlamentario, lo que no descartamos para unfuturo.

Como muestra de su quehacer parlamenta-rio, reproducimos unos denominados «Papelesreservados de Fernando VII» que constan el Ar-chivo Histórico del Congreso de los Diputados13,como Proposición del Sr. González para que las Cor-tes den audiencia pública a los que tengan que recla-mar agravios, presentándose en la barra los que lohagan de palabra. Encabezamiento y parte final,con la firma y rubrica de González Peinado.

11 A. C. D. Serie General, legajo 124, número 23; seriedocumentación Electoral: 2 nº 4.

12 Según consta en las pgs. 79 y 80 del Índice de la Legis-latura del Diario de Sesiones de las Cortes General y Extraordina-rias, Tomo IX, Madrid, Imp. De J. A. García, 1874.

13 Serie Proposiciones de Diputados, U. doc simple,Localización T. 34, F. 167-169.

Page 5: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

93

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

II GUERRILLAS Y PARTIDAS

1. - Veamos el panorama militar, en los ini-cios del año 1810, de las Andalucías, todavíaconstituida por los cuatro Reynos de Sevilla,Jaén, Córdoba y Málaga, para lo que seguire-mos a un personaje singular, autor e historiadosde aquellos momentos, el Conde de Toreno14.

Areizaga, Zayas y Lacy, entre otros genera-les, fueron derrotados por los franceses en Oca-ña, a mediados de noviembre de 1809 y el terrory abatimiento sembró en el reino la rota de Ocaña,temiendo fuese tan aciaga para la independencia comola de Guadalete… la herida de Ocaña llegó hasta lovivo… abriéronse las puertas de las Andalucías. Joséhubiera tentado pronto la invasión, si la permanen-cia de los ingleses en las cercanías de Badajoz, junta-mente con la del ejército ahora mandado por Albur-querque, en Extremadura y la del Parque en Castillala Vieja, no le hubiesen obligado a obrar con corduraantes de penetrar en las gargantas de Sierra More-na15.

El gobierno de José I prefería a todo invadirlas Andalucías, esperando así disolver la Junta

Central, principal foco de la insurrección espa-ñola. Por tanto, puso su mayor ahínco en llevara cabo su predilecta empresa, organizando trescuerpos de ejercito, 1º, 4º y 5º, para la invasiónde Andalucía, desde los montes Marianos, o seaSierra Morena, que, nos dice Toreno, se prolon-gan por el Mediodía en varios valles y montes que sedesgajan de Ronda y Sierra Nevada, las mismasAndalucías, donde ya los moros formaron los cuatroreinos en que ahora se dividen; tierra toda ella, porasí decirlo, de promisión, y en la que, por la suavidadde su temple y la fecundidad de sus campos, pusieronlos antiguos, según la narración de Estrabon (Geo-grafía, libro III), con referencia Homero, la moradade los bienaventurados, los Campos Elíseos16.

La Carolina cae el 20 de enero al ser venci-do Areizaga en las Navas de Tolosa, Sebastianientra el 23 en Jaén y Víctor en Córdoba, mien-tras el Duque de Alburquerque entiende lo ne-cesario que era que la Junta Central se alejasede Sevilla si no quería caer en manos de los fran-ceses; Sebastiani pasó por Alcalá la Real el día27, el 28 hubo un encuentro de Alburquerquecon los franceses cerca de Écija y empezó su re-pliegue hacia la costa, recogió todas las tropasen Jerez y al principio de febrero llego a la Islade León, donde contribuyó en cuanto pudo a salvara tan precioso rincón y con él quizá la independenciade España. Por ello justas alabanzas le son debidas17.El 1º de febrero entraron los franceses en Sevi-lla, Víctor se presentó junto a la Isla de León eldía 5 de febrero, Sebastiani ocupa Granada esemismo día y Málaga el 6 de febrero.

Un paseo militar.

Pese a ello, el Gobierno, no solo atendió a ladefensa de la isla gaditana sino que también pensó en

14 Conde de Toreno, Guerra de la Independencia, circulode amigos de la historia, Edición integra de la obra «Histo-ria del Levantamiento, Guerra y Revolución de España», delConde de Toreno, testigo presencial y excepcional del 2 demayo de 1808 y de todo el proceso militar y político de laGuerra de la independencia, Editions Ferni, Genéve 1974,6 volúmenes.

15 C. de Toreno, cit., Volumen III, Pg. 185:16 Idem, pg.196 Vol. III.17 Ídem, Vol.III, pg 206.

Page 6: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

94

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

dividir la atención del enemigo, molestándole en lasmismas Andalucías y provincias aledañas. Dos de lospuntos que para ello se presentaban más cercanos era,al Ocaso, el Condado de Niebla, y al Levante, la Se-rranía de Ronda… por lo que respecta a Ronda, fa-vorecía sus operaciones y el alzamiento la vecina einexorable plaza de Gibraltar, depósito de grandes re-cursos, principalmente de pertrechos de guerra. LaRegencia, para dar mayor estímulo a la defensa, en-cargo el mando de aquellos distritos a jefes de su con-fianza… del lado de Ronda la resistencia fue mayor,más empeñada y duradera. Partido occidental de estaserranía de la provincia de Málaga, y cordillera demontes elevados, que arranca desde cerca de Tarifa,extendiéndose al Este, se compone de muchos pueblosricos en producciones y dados al contrabando, a quelos convida la vecindad de Gibraltar. Sus moradores,avezados a prohibido tráfico, conocen a palmo el te-rreno, sus angosturas y desfiladeros, sus cuevas las masescondidas, y teniendo que lidiar a cada paso con losaduaneros y las tropas enviadas en persecución suya,están familiarizados con riesgos que son imagen de losde la guerra. Empléanse las mujeres en los trabajosdel campo, y en otros no menos penosos inherentes ala profesión de los hombres, y así son de robustos miem-bros y de condición asemejada a la varonil. Llena, pues,de bríos población tan belicosa, y previendo los obstá-culos que recaerían en su comercio si los franceses afian-zaban su imperio, rehusó someterse al yugo extranje-ro... Y dieron aquellos habitantes señales de desaso-siego al tiempo de la ocupación de Sevilla. José pensóque los tranquilizaría con su presencia y discursos paralo cual pasó a Ronda antes de concluir Febrero18.

Satisfecho quizá de su excursión o temiendo masbien otras resultas, no se detuvo allí muchos días, de-jando solamente algunas fuerzas y un gobernador conextensas facultades. Pero la autoridad del francésredújose pronto a estrechos límites, ciñéndola a la ciu-dad la insurrección de los serranos. Acudieron a estosvarias cabezas, siendo uno de los que más promovie-ron el alzamiento don Andrés Ortiz de Zárate, que losnaturales denominaron el Pastor. El Consejo de Re-gencia, por su lado, envió de comandante del campode San Roque, cuyas líneas enfrente de Gibraltar sehabían destruido, de acuerdo con el gobernador in-glés Campbell, a don Adrián Jácome, con encargo derecoger dispersos y de soplar el fuego en la serranía.

Hombre, Jácome, pacato e irresoluto, de poco sirvió ala buena causa. Afortunadamente los serranos, si-guiendo los ímpetus de su propio instinto, solían a ve-ces obrar con más acierto que algunos jefes que presu-mían de entendidos.

Es en este punto, cuando entra en acciónnuestro personaje en el marco de la Sierra Me-ridional, pues, como nos dice Fray Sebastián deUbrique, no bien se alejó el rey José y sacaron sustropas de Ronda, las bandas de serranos, capitanea-das por Valdivia, Andrés Ortiz de Zarate (el Pastor),por Valdenebro y por el brigadier D. Francisco Gon-zález, al que, como el de mas graduación, se le conce-dió el mando superior…

Sin dejar de constatar el hecho de la apari-ción de González en las guerrillas de los prime-ros dias del mes de marzo de 1810, hemos deindicar que, si bien Valdenebro no había recibi-do oficialmente el mando, sí que éste había te-nido contactos con la Junta y el Gobernador deGibraltar, desde el mismo día primero de marzo(en que fue aclamado Jefe de las guerrillas de laSerranía), como veremos mas adelante; y, sobretodo, ha de hacerse constar que González no erael militar de mayor graduación, pues su anti-güedad data de 180919, mientras que SerranoValdenebro era Brigadier desde el 26 de octubrede 1796 y fue nombrado Mariscal de Campo en1809, por lo que era de mayor graduación queGonzález20.

18 Vol. III, pg. 248-249.19 En el KALENDARIO manual y guía de forasteros en

Madrid para el año 1815. Edi. en la Imprenta Real, apareceDon Francisco González como Brigadier con dicha anti-güedad en la página 21 del Escalafón del Estado Mayor delExercito por el orden de su antigüedad y Uniforme de cada Clase,que contiene el citado Calendario.

20 Mariscal de campo: Oficial general, llamado hoygeneral de división, inmediatamente inferior en el grado yen las funciones al teniente general. Brigadier: Oficial ge-neral cuya categoría era inmediatamente superior a la decoronel en el Ejército y a la de contralmirante en la Mari-na. Hoy ha sido reemplazada esta categoría por la de gene-ral de brigada en el Ejército y la de contralmirante en laMarina.

Page 7: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

95

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Pero, planteada la cuestión en estos térmi-nos, preciso será que hagamos, antes de entraren la pormenorizacion de las actividades guerri-lleras, unas breves consideraciones sobre estas,cuyas características no han sido de pacifica con-sideración.

2. - Lo exiguo de las fuerzas militares, sudesconcierto y dispersión y las disensiones en-tre los propios jefes militares, dejaba escaso mar-gen a la Junta en la defensa frente al invasor.Como nos dice Fray Sebastián de Ubrique, elduque de Alburquerque salva los restos del ejercitoespañol, derrotado en Sierra Morena, y a marcha for-zada logra salvar 9.000 hombres en Cádiz, persegui-do de cerca por el mariscal Víctor el 3 de febrero. Losrestos de la caballería e infantería del ejército de Sie-rra Morena, atravesando la Serranía por Ubrique,Cortes, Gaucín y Jimena, donde fueron socorridos conprovisiones, buscaron el refugio de la plaza de Gibral-tar21.

La aparición de las guerrillas es, en estas cir-cunstancias, una consecuencia inevitable antela escasez de medios militares regulares, al mis-mo tiempo que una solución adecuada al terri-torio pendiente de la total invasión del francés.Era propio, por lo demás, del momento y la si-tuación que se padecía, ante la carencia de lafuerza numérica y del armamento idóneo paraenfrentarse a un ejército organizado como elfrancés. Se precisaba evitar los enfrentamientosa campo abierto, favorecidos por lo inaccesible

de los terrenos y el apoyo incondicional de losnaturales del lugar. En su consecuencia, el hos-tigamiento continuo, las emboscadas imprevis-tas, la movilidad y facilidad de dispersión, juntoa la protección de la población civil, eran mone-da corriente.

Sabido es que la opinión de los historiado-res generalistas, avalada por las manifestacionesde los jefes del ejército militar, tanto del españolcomo del aliado, tiende a quitar importancia alas acciones de guerrillas, aunque para el ejérci-to invasor –quizá como excusa– sus efectos so-bre las tropas napoleónicas fue devastador. Tam-bién corren ríos de tinta negra sobre las partidas,que son un componente especifico dentro de laguerra de guerrillas, y nos detendremos espa-cialmente sobre la nueva teoría –de un historia-dor inglés, como no podía ser de otra forma–que pretende confundir a las partidas con unaspandillas de bandoleros y forajidos. Intentare-mos desmontar estas elucubraciones, de la manode las intervenciones de nuestro personaje, elgeneral González Peinado.

Las guerrillas son consustánciales, por lo quese refiere a la zona de la Serranía de Ronda, conel objetivo del ejército serrano, que no era otroque el que no se unieran los frentes de Esteponay Ronda, por lo que salvaguardaron la zona deCasares y Gaucín, parapetando sus tropas en losrespectivos Castillos.

Con Gibraltar como punto de referencia,articulado desde Ronda, mediante la abrupta rutade los contrabandistas, hecha por hombres iden-tificados con sus tierras, se entrelazan las nacio-nes marítimas con culturas de libertad, sinestridencias de mariscales pequeñitos, sin rim-bombancia de himnos, ni hueros conceptos. Aestos fines, inicialmente se forman partidas lla-madas «permanentes de tiradores, cazadores ycumplidos» (el 4 de marzo), posteriormente sesustituyen por las de «continuo servicio» (el 18de octubre de 1810), hasta que se dió paso aldefinitivo «batallón de milicia urbana» (el 8 deoctubre de 1811. A partir de 1812 las guerrillas,

21 Op. Cit. Pg. 232.

Page 8: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

96

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

ya organizadas de forma regular, inician la recu-peración de toda Andalucía.

Ello era consecuencia del fenómeno guerri-llero, en el que hay que destacar la importanciade las partidas, especialmente en la Serranía deRonda «que fue clave en la acción antifrancesa,hasta el punto de que Napoleón en persona, can-sado de los descalabros sufridos en la zona ron-deña, organizo una campaña contra aquella ciu-dad serrana y la tomó. No por eso cesó laresistencia en los montes, que en continuasemboscadas siguió haciendo la vida imposible alos invasores, y contribuyó al agotamiento delejercito galo de ocupación y a su derrota final».

Eran tan importantes estas acciones en nues-tra Sierra, el ataque y acoso por sorpresa al ene-migo, hostigándole y dañándole de tal forma,que el camino entre Ronda y Gaucín era califi-cado por los franceses como «Camino de laAmargura». Esta repugnancia de los franceses apenetrar en la sierra, calle de la amargura, sedebía, como ha sido puesto de relieve, a que «elpaisanaje acometía por frente y retaguardia, dis-persábase cuando atacaban fuerzas superiores ylos viejos, mujeres, curas, huían y vagaban, na-cían criaturas en medios de los campos, eransepultados los difuntos en tierras no sagradas...los franceses, irritados con la oposición y con lahuida de los vecinos, saciaban sus iras destru-yendo y quemando pueblos y caseríos...».

Por ello, el levantamiento fue unánime entodas las provincias, donde frailes y obispos, alfrente de las partidas armadas, con lo que a manose halló, fueron contra el invasor, más que paravencerle, para conquistar las primeras armas decombate. ¡Que vergüenza para aquella monar-quía que nadaba en la opulencia y tenía la pa-tria sin barcos ni fusiles!

Cádiz es el último refugio ante el empujeinvasor, de tal suerte que sobre ella se funda-mentó en gran parte la empresa de una nuevareconquista. Desde ella se envían órdenes y dis-posiciones, se organizan expediciones militares,se reorganiza el ejército y se ejerce una accióncoordinada de los núcleos guerrilleros y fuerzasregulares de ese ejército de Andalucía que deallí directamente dependen.

Se mantenía una división volante de unos80.000 hombres en el ala del campo de Gibral-tar y la Serranía de Ronda «apoyado a las inex-pugnables posiciones donde tantas veces se bur-ló Viriato de las legiones romanas», según Ins-trucción de la Regencia del mes de marzo de1810. Como se ve, Cádiz no es solo el corazónsino la cabeza y dirección del dispositivo militarespañol aliado del anglo-portugués22.

En la Introducción del interesante libro deGómez Imaz23, que el autor denomina tambiénApuntes bibliográficos, se hace un estudio de lascausas de la guerra y, principalmente, de la de-fensa de Cádiz durante su asedio, con matiz con-servador, y se pone de relieve como «la creaciónrápida de nuevos organismos en el Cádiz de 1810,produce una dualidad de corrientes entre el po-der constituido y la que brotaba de organismosno del todo abolidos o disueltos, dualidad que seaprecia en la guerra entre el ejercito organizado y elelemento popular armado, que en forma de guerrillasbatía sin cesar al enemigo en todo lugar, guerrillerosque fueron el nervio central de la defensa nacional.Pequeñas victorias, infinitas y continuadas consin fin patriotismo y abnegación no vista de losguerrilleros, cuyas proezas, ocultas las mas deellas en las fragosidades de las sierras o en lassoledades de los campos, donde confundidos aunyacen hoy sus restos humanos y sus armas glo-riosas; aquellos guerrilleros de temple de acero,acosaban, debilitaban y mermaban de continuolas fuerzas imperiales, entorpeciendo sus movi-mientos y reduciéndolos a solo el terreno quepisaban, supliendo o compensando las deficien-cias o falta de organización del Ejército hasta quepudo constituirse y ser eficaz y decisivo a la de-fensa de la Patria». Es, precisamente, Gomez Imazel que cita con especial énfasis los documentosque estamos estudiando en este trabajo: el Ma-nifiesto de Serrano Valdenebro y el Expedientede los heroicos servicios de la villa de Casares,citados en las precedentes notas 6 y 8.

22 Martínez Valverde, C., Consideraciones estratégicas ytácticas sobre el ataque a Cádiz en 1810-1812, en Estudios de laGuerra de la Independencia, I, Institución Fernando elCatólico, Zaragoza, 1964.

23 Gómez Imaz, Manuel: Los periódicos durante la guerrade la independencia (1808-1814), Madrid, 1910.

Page 9: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

97

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Palacio Atard24 distingue entre guerrilla mi-litar y guerrilla civil. La primera tiene un tripleorigen: los oficiales y soldados procedentes delejercito regular derrotado (derrotas de Espinosade los Monteros y Ucles) que deciden seguir laguerra por su cuenta; los que huyen de las pla-zas sitiadas antes de la rendición o que se fuganen grupo estando prisioneros (el caso de Reno-vales); y las formadas por soldadazos veteranoslicenciados (partidas francas, milicias honradasde Galicia, miñones o somatenes, escopeteros yfusileros). Y las guerrillas civiles, que proceden,unas veces de gentes honradas de los pueblosque reaccionan por diversas motivaciones (pa-trióticas, religiosas, afrentas, venganza por larepresión francesa…), y otras de contrabandis-tas y bandoleros a quienes se les ofrece el indul-to (se regula incluso su formación en cuadrillasbajo la autoridad de las Juntas Provinciales ymandos militares).

Pese a su carácter, desde el principio se re-glamenta la guerrilla, como ha puesto de relieveel propio Palacio Atard, reaccionando Napoleóncon la creación de las milicias urbanas, sin quese aplicaran a los guerrilleros no uniformadoslas leyes de guerra, tratándoseles como simplesbandidos.

Conocidos historiadores, como el inglésCharles Esdaile25, han estudiado con detenimien-to este fenómeno: «Mientras que todas las ciu-dades de Andalucía se ponían mas o menos debuen grado de parte del rey José, el campo se-guía siéndole hostil. Se encontraron centros deresistencia especialmente decididos en las mon-tañas que bordean el litoral –Serranía de Ronday las Alpujarras– donde las figuras mas destaca-das fueron Andrés Ortiz de Zárate, José SerranoValdenebro y Juan Fernández Cañas; buenamuestra de sus actividades fue el victorioso ata-que que lanzaron el 9 de marzo de 1810 contrala guarnición francesa de Ronda»26.

Para este historiador, Serrano Valdenebro eraun oficial de la marina ya anciano conocido porsus escritos sobre el arte de la guerra. Y tiene unbuen concepto de él al transcribir íntegro el si-guiente pasaje de un escrito de Serrano, de quien

comenta «dado que era el comandante de lasfuerzas de la Serranía de Ronda, son más intere-santes las ideas de José Serrano Valdenebro»: «enestas montañas se hace la guerra a la manera deViriato, pero no cabe esperar resultados halagüeños.Un grupo de soldados apostados en montes casi inac-cesibles pondrá en jaque a los soldados más valientes.Pero cuando hayan de bajar a terrenos más accesiblesla situación cambia... Además los campesinos son prác-ticamente incontrolables. Sus movimientos carecen deunión o de regularidad, lo que no es de extrañar, puesque éstas no están al alcance de los tropas que no ha-yan sido adiestradas en la disciplina más estricta...Aunque son valientes para las emboscadas, no entien-den que en el campo de batalla el arma principal es elchoque de fuerzas. Mientras las tropas no se den cuen-ta de que las batallas se gana con la espada y la bayo-neta, no hay nada que hacer»27. Esta clarividenteperspectiva, objetiva pese a que él se encuentraen medio de la vorágine de las guerrillas, com-pagina la necesaria actuación de la milicia regu-lar con la eficacia de las partidas irregulares. Conrazón, Serrano había aplicado el sistema de gue-rrilla, con éxito, en el cantón de Santa Olalla.

La provincia malagueña, por su intrincadageografía, por su proximidad a Gibraltar y sobretodo por el carácter de población rural, gentescurtidas por el trabajo y el clima, se convirtió enuna zona de permanente rebelión desde el mis-mo momento en que el ejército francés la inva-dió. En la Serranía de Ronda se realizó la im-presionante gesta de mantener la resistencia con

24 La guerra de la Independencia, Pgs. 38 y ss.25 CHARLIE ESDAILE: «La guerra de la Independen-

cia. Una nueva historia», Ed. Crític. Barcelona, 2002. pg.301. De Esdaile, ha dicho Manuel Moreno Alonso, en «LaAventura de la Historia», 65/enero2004, que es sin duda elhistoriador que con más esfuerzo y pasión se dedica hoy alestudio de la guerra peninsular.

26 Debe referirse al efectuado el día 12 de marzo, comonos describe Serrano, por determinación del Brigadier D.Francisco González, enviado del Gobierno del Campo, se-gún veremos más adelante.

27 Op. cit. pg. 309. El escrito citado de Valdenebro esel dirigido a J. M. Carvajal, el 4 de abril de 1811, segúnconsta en el «Diario de Algeciras» del 24 de abril de 1811,pgs. 357-361 de la Hemeroteca Municipal de Madrid,AH227.

Page 10: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

98

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

un heroísmo y una tenacidad que, contra lo queocurrió con los guerrilleros en otras zonas deEspaña (¿quien no conoce a Daoiz y Velarde, elcura Merino y otros héroes nacionales?), no hatenido el acogimiento debido, como ha sido re-saltado por el profesor Manuel Olmedo Checa28.

Lo común era el movimiento de escaramu-zas, estrategias y sorpresas en desfiladeros, ca-ñadas y rara vez en terreno llano. Se adoptabanmétodos irregulares, como el ataque de peque-ñas guarniciones, columnas de abastecimientoo los correos del enemigo. Era una forma distin-ta de combatir basada en la sorpresa, la astucia yla valentía. No tienen un lugar fijo de actuacióny aunque los frentes estaban definidos, las esca-ramuzas se producen en los alrededores, ace-chando y atacando a pequeños destacamentos ydefendiendo posiciones estratégicas. Se lucha-ba, incluso, contra primitivos artificios del inva-sor, como era el caso de los«cañoncillos pedre-ros», de que nos da cuenta el Manifiesto de Cor-tes29, quien asimismo resalta como a ellas se uníana veces personas no enroladas de forma perma-nente en ellas: «nuestra partida y multitud depaisanos» se unieron, en el Coto del Chavero,durante el asalto a Ronda en junio de 1810.

Pero ello no obsta a la finalidad patrióti-ca –con las excepciones comprensibles en aque-llos agitados días de derrotismo y pesca en ríorevuelto– de las partidas que proliferaron en lazona.

3. - Son, por ello, cuando menos desconcer-tantes las apostillas que tan prestigioso historia-dor como Esdaile ha realizado sobre el tema30.

Para Esdaile, la versión tradicional es que lapoblación de muchas zonas se levantó en masaen una guerra de guerrillas (E. Rodríguez Solís)y esta insurrección duro toda la ocupación, des-de enero 1810 a agosto 1812, y tuvo una contri-bución muy importante en la derrota de los in-vasores de Andalucía (Peter Hayman)

Y también hay otra versión tradicional, lade que para los ejércitos imperiales la guerrillase basaba más que nada en el bandidaje, pueslos combatientes irregulares eran bandoleros o

brigantes (Para Miot los insurgentes de la Serra-nía de Ronda durante los primeros meses de1810 eran nada mas que brigands). Incluso elcomisario rojo de Granada, Andrés Romero Val-des, los llama «raza de bandidos» y en un docu-mento de la Junta Criminal Extraordinaria deJaén, de 13 de agosto de 1811 (AGS, GJ, 1083),se habla de «las llamadas partidas de guerrilla(que) no son otra cosa que verdaderos salteado-res de caminos, asoladores de los pueblos y ex-terminadores de sus conciudadanos, habiéndo-se revestido con aquel carácter únicamente paradisfrazar sus crímenes y entregarse a ellos conmas desenvoltura». Y sigue citando innumera-bles ejemplos en Málaga, Córdoba, Sevilla, Gra-nada, Cadiz, y otras de Jaén (partidas de Bielsa,el villariego Pedro de Alcalde, Márquez, JuanUribe, Mateo Gómez, José Janzas, el fiscal An-tonio Moya y el famoso contrabandista Calzo-nes –citando a un trabajo de López Pérez y LaraMartín Portugués31–), aunque reconoce algunasexcepciones, como las de Osuna (debida al tra-bajo de L. Dias Torrejón) y las partidas tanto dela Serranía de Ronda como del Condado de Nie-bla «que se alzan, con justicia, en divisas emble-máticas de la resistencia guerrillera en Andalu-cía».

Incluso, Esdaile al tratar, aparte de las parti-das, el tema de la guerrilla propiamente dicha,nos indica que, en algunas zonas de Andalucíaera algo muy diferente. Así como en Galicia yCataluña la guerrilla es una resistencia popularque se basa más en el principio de milicias (quese reunían ocasionalmente en supuestos de sernecesaria la hostigación de los franceses o en elpeligro para sus pueblos) que en el de grupopermanente de paisanos armados, que es el su-

28 Introducción y Notas al libro de José Mendoza, His-toria de Málaga durante la revolución santa que agita a Españadesde marzo de 1808, Málaga, 2003.

29 Cit., pg. 1130 Charles J. Esdaile, University of Liverpool, Guerri-

lleros y bandidos en Andalucía, 1808-1814, en Conflicto y so-ciedad civil en la España napoleónica, Actas de las quintasjornadas sobre la batalla de Bailen y la España contempo-ránea, Universidad de Jaén, 2004. Pgs. 119-144.

31 Entre la Guerra y la Paz: Jaen, 1808-1814.

Page 11: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

99

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

puesto del sur de España, pues como dice Ro-bert Southey en aquellas montañas la resisten-cia fue «mas una guerra del pueblo que unaguerrilla, siendo en la obra de destrucción me-nos responsables las partidas que los habitantesestablecidos que guardaban cualquier oportuni-dad de vengarse». Así, dice Esdaile, hay abun-dante información que acredita que en la comarca deRonda los habitantes se levantaban espontáneamentey sin ningún estimulo exterior, y, más, que los nota-bles del distrito se vieron esforzados a tomar las armaspor la turba (como el jefe más importante de la insu-rrección, el oficial jubilado de la marina, Serrano Val-denebro)32. Asimismo cita a Rocca33 que ponderala masiva afluencia de guerrilleros en la serraníade Ronda: «habríamos tenido que castigar a casi todala población del pais con la muerte… las mujeres, losancianos, incluso los niños estaban contra nosotros yservían de espías al enemigo…los habitantes de todoslos pueblos de las sierras enviaban sus ancianos, susmujeres y sus niños a refugios inaccesibles y escondíansus objetos más valiosos en cuevas. Mientras tanto, loshombres se quedaban en las casas para defenderse, ohacer incursiones secretas a los llanos parta robar losganados de aquellos españoles que se mostraban rea-cios a declararse contra nosotros».

Esta, creo yo, era la verdadera situación: sololos afrancesados se acomodaron a someterse alinvasor, creyendo que éste les iba a manteneren sus privilegios. La gente humilde, casi la to-talidad de los habitantes, que eran pobres, juntoa los verdaderos patriotas que creían en la liber-tad que se vivía en Cadiz y se discutía en suscalles, al unísono con las Cortes en constitución,esos se unieron como un solo hombre y se le-vantaron contra el invasor. Podría haber bando-leros, contrabandistas, desertores o militares quehuyesen de las derrotas que se infligían al ejer-cito regular, pero la base, era sana, gente llanaque creyeron defender a su patria, defendiendoal ausente Rey, el Deseado, y al sentido religiosoque en aquellos tiempos dominaba a los no ilus-trados. Un ejemplo de ello, es lo que nos dice elManifiesto de Cortes, en relación con las prime-ras medidas que adoptó Valdenebro: mandó cu-brir con fuerzas las avenidas de Ronda y de Grazalema,levantado diversas partidas: una de tiradores de pro-

fesión, mandada por el Padre Fray Alonso Dueñas,religioso de San Diego, y llevando por segundo alPresbitero D. Juan Peralta. Y, apostilla Fr. Sebastiánde Ubrique, dado el carácter religioso de la guerra,fueron numerosos los sacerdotes y religiosos que capi-tanearon partidas34.

Igualmente, puede citarse la disponibilidaddel vecindario. En septiembre de 1810 la esca-sez era grande y como la tropa y paisanos desfa-llecían por la falta de alimento, el General Se-rrano Valdenebro pide a Cortes de la Fronteramil raciones, y pese a que no tener previsionesalgunas, «los eclesiásticos y personas de primera dis-tinción salen a pedirlos por las calles, y el pobre y elrico suministran el pan que tienen y a la hora y me-dia están recogidas y se remiten al general doscientascuarenta hogazas, a que se agregaron también diezcabras para el socorro de la tropa y de nuestra Parti-da»35 .

También Rodríguez Solís36, nos dice que to-dos los serranos, hombres, mujeres, ancianos y niños,se fueron a vivir en las montañas… y los que no po-dían empuñar las armas (que, por otra parte esca-seaban)… buscaban el desquite y la venganza… unfrancés que caía a golpe de piedra arrojada por la pe-queña, pero segura, mano de un niño, o al filo de lanavaja que esgrimía el tembloroso brazo de un ancia-no o la débil mano de una mujer. La sierra parecía uncampamento… O la propia partida de Cortes de laFrontera, que el día 5 de mayo de 1810 incomo-daba al francés con aquel valiente paisanage, quehambriento y desnudo toleraba constante tanto losrepetidos choques con las fuerzas enemigas, como elrigor de un temporal furioso de agua y frío»37. ¿Esesta la actitud de mercenarios, bandidos y fora-jidos?

Y, termina Esdaile, «En Ronda, entonces, tene-mos una forma de resistencia algo diferente».

32 Cit. Pg. 128.33 Memoirs of the War of de French in Spain, London 1990.34 Cit. Pg. 235.35 Manifiesto cit., pg. 38.36 Los guerrilleros de 1808: Historia Popular de la Guerra

de la Independencia, Madrid, 1887, pgs. 3 y 5.37 Manifiesto… Cit., Pg. 21.

Page 12: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

100

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

Desde luego, diferente al panorama de ban-didos, bandoleros, forajido que nos pinta en elresto de su articulo, pretendiendo defender latesis de que la acción de la guerrilla estuvo exentade cualquier componente de carácter naciona-lista –cuerpo extraño según él a la realidad es-pañola de aquel periodo, sin que hubiera nin-gún entusiasmo por la guerra– y que ‘por el con-trario la movilización popular andaluza está masasociada al bandolerismo, por el motín, el frau-de, la evasión, la huida y la deserción, lo que, asu juicio explica la rápida conquista en 1808 y lafalta de resistencia en enero de 1810. Y ponecomo ejemplo la creación en 1809 en Jaén deuna milicia local compuesta de todos los hom-bres útiles, denominada los Tiradores de Jaén,los que, teniendo que presentarse a las ocho dela mañana el 14 de enero de 1810 en Jaén capi-tal, concretamente, en la Plaza de Santa Maria,el resultado fue que ni un solo hombre se pre-sentó, recogiendo una cita de Lopez y Lara38. Lomismo nos dice que sucedió en el Condado deNiebla, en oposición abierta a la guerra. CreeEsdaile que la guerrilla se nutrió del bandoleris-mo, los que justifica el verdadero entusiasmo conque se celebró la venida de José Bonaparte amuchas ciudades de Andalucía durante su viajede febrero de 1810. Aunque él mismo consideraridículo pensar que las numerosas cuadrillas quepululaban por Andalucía en enero de 1810 seconvirtieron en patriotas de la noche a la maña-na, sigue mostrando casos de bandidaje (los ni-ños de Ecija, Vicente Moreno, etc.,) que le alejade la visión tradicional de un patriota heroicoempeñado solamente en la defensa de España.

Evidentemente, este no es el caso de la Se-rranía de Ronda, aunque hubo sus excepciones,como siempre. No solo en cuanto a la proceden-cia de los cabecillas (por ejemplo, el relato deCortes de la Frontera no es muy halagüeño conOrtiz de Zarate, en su comparación con «el Bri-gadier Don Francisco González Peinado... que fuecomisionado... con preferencia a los Valdivias y Pas-tores disfrazados», al que tildaba de «constituirseen defensor de la Sierra: baxo tan interesante y seduc-tor titulo vagaba un Personage con el nombre de Pas-tor que acaudillando la juventud incauta…») sinoque también en cuanto a la actuación poco afor-

tunada en algunos casos. Célebres son los des-manes de los asaltantes de Ronda, el 12 de mar-zo de 1810, lo que hizo decir a Serrano «La atrozconducta del paisanaje entregado a la desolación máscriminal, me arrancó lágrimas, y penetrado de la difi-cultad de hacer rostro con gente tan desordenada, medespedí, restituyéndome a mi familia a aguardar lasuerte».

Por su parte, Moreti, en su peculiar historiade la ciudad rondeña, nos describe estos sucesosde la siguiente manera: Como José Bonaparte ha-bía marchado poco antes de estos hechos dejando soloen Ronda las guarniciones que creyó indispensable,los serrano, que ya no tenían miedo, y abrigaban a suvez cierto odio hacia Ronda, resolvieron atacarla y enefecto el día 11 de dicho mes de marzo llegaron losbrigantes o insurgentes, divididos ya en cuerpos regla-mentados, y en tal disposición, orden y esmero que elGeneral Gobernador de la ciudad creyó lo mas pru-dente replegarse hacia Campillos… Mas los serranosque notaron en la madrugada del día 12 la retiradade los franceses y prevenidos, como he dicho, contraRonda, no fuera mas que por ser la cabeza del parti-do judicial, entraron en la población causando en ellaimpremeditados daños, con lo que no dejaron de man-char el santo objeto que los había unido…AchacaMoreti a los serranos la intención de saquear eljuzgado donde estaban las causas criminales con-tra mucho de ellos, y termina diciendo: Todo tuvoque acabar: El general francés Peyremon, acudió deMálaga, con fuerzas respetables incorporándose conel Barón Gobernador de Ronda, volvieron sobre ella yla tomaron nuevamente. Ronda iba quedando destrui-da… los pueblos serranos presentaban un aspecto som-brío y desgarrador, porque el francés, en su desespera-do ceño, hacía quemar las casas y hasta las imágenesy templos eran presa de las llamas. Mas siquiera suspropietarios no eran vejados a mansalva. El marinoValdenebro con sus valientes compañeros lograban te-rribles represalias y si bien los niños, mujeres y ancia-nos huían y vivían en las montañas como tribus nó-madas, los que podían llevar las armas buscaban eldesquite en los desfiladeros y en las sendas peleandocomo héroes… A la intemperie tenían que cumplir elprecepto del domingo, cuya misa se decía sobre unapiedra o un trono en que también bautizaban a sus

38 Cit. Pgs. 464-472.

Page 13: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

101

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

hijos, teniendo que sepultar a los objetos mas queridosde su alma en tierras no consagradas. Sucios, ham-brientos y entre nieves tenia que huir de sus persegui-dores; pero el sonido de sus cuernos y caracoles ame-nazaban al estrangero, que acabó por llamar a la se-rranía la calle de la Amargura, el cementerio de laFrancia». No es, ciertamente, un panorama idíli-co, pero –aparte de la particular presunción deintenciones en los asaltantes, por parte del na-rrador–, lo que se pone en evidencia es el mo-mento bélico que se vivía y, en especial, la en-trega y manera de guerrear de los patriotas.

Si por guerrilla entendemos resistencia po-pular, dice Esdaile, no hubo patriotismo, ni he-roísmo, ni entusiasmo… todo era reflejo de unasociedad caracterizada por la pobreza y el odio…y, como es natural en un inglés, explica las difi-cultades a que tuvieron que enfrentarse los fran-ceses, a la guerra pequeña que entablaron sol-dados regulares, apoyadas en las soldadosespañoles y anglo-portugueses, siendo un pun-to clave la dominación total naval que mantuvoen todo tiempo la Marina Real de Gran Bretaña.Esta combinación fue la clave para la derrota delos franceses y no la guerra del pueblo.

Para aceptar esta tesis, desde luego que ha-bría que saber cual fue la combinación del ejér-cito regular español y anglo-portugués con laReal Marina de Gran Bretaña, para que los fran-ceses no pudieran dominar la Serranía de Ron-da y esta sirviera de parapeto para la no ocupa-ción de Cadiz. Precisamente, cuando el ejércitoregular se desplazó a la Serranía (Lacy, Beginesde los Ríos), incluso con la ayuda de 800 ingle-ses de Gibraltar, fue cuando se fracasó en la re-cuperación de Ronda. Solo Serrano, GonzálezPeinado y sus guerrillas fueron capaces de ocu-par Ronda y, en todo caso, mantener en tensióndurante toda la guerra al invasor en este terrenoque sirvió de cortacircuito a la ocupación de laIsla de Leon y lo que ello significó en nuestrolevantamiento de 1810 a 1812. En relación conel ejército regular de Lacy y su intento de ocu-par Ronda, nos dice el historiador de Ubriqueque «el resultado de la expedición de Lacy nofue otro que desilusionar a toda la Serranía, queespera atacar y tomar Ronda, cosa que hubiera

sido factible y de un efecto moral inmenso. Lacyno se atrevió, temió caer en una ratonera, y secontentó con librarse de ser envuelto. La guerravolvió a su verdadero carácter: el de lucha de guerri-llas, a base de movilidad y sorpresas».

III GONZÁLEZ PEINADO EN LA SERRANÍA

DE RONDA

1.- En Cortes –a cuyas faldas discurre elGuadiaro, lamiendo sus aguas la Cañada Real queguía al Campo de San Roque y Ximena, y sirviendode división al termino municipal de Gaucín, pos-teriormente designada Cuartel General de laSerranía de Ronda– se fragua la insurrección delos serranos, ante el cariz que están tomando lascosas, después de la capitulación de todas lascapitales andaluzas, salvo Cádiz, y la llegada delRey José I a Ronda.

En su deseo de que llegara el momento de dara conocer qual era su firme adhesión a la justa causaque sostenían los Españoles contra un Tirano que ocu-pando ya a Ronda, intentaba también subyugar a lasierra de su Partido39, Cortes dio su primer testi-monio el día 2 de febrero de 1810 acogiendo losrestos del ejercito de Extremadura (como con-secuencia de la segunda invasión de Andalucía,después de lo de Ocaña: caen Córdoba, Sevilla,Granada, Málaga... Derrotado Alburquerque enSierra Morena se refugia en Cádiz seguido deVíctor (3 de febrero 1810) y los restos de la lacaballería atraviesan la Serranía por Ubrique,Cortes, Gaucín y Jimena, donde fueron socorri-dos40) que cruzaban aquellas plazas de la Serra-nía para refugiarse en Gibraltar. Igualmente su-fragó la Villa caballos y manutención de guar-das, desatendió las órdenes del Corregidor deRonda exhortando a jurar obediencia y fideli-dad al nuevo Rey y recibieron con alborozo lasnoticias de los sucesos de Genalguacil y Jubrique,donde, como es sabido41 habían sufrido su pri-

39 Manifiesto… citado, pg. 7.40 Historia de la Villa de Ubrique, Fray Sebastián de

Ubrique, Sevilla, 1944, pg. 232, ya citada.41 Ver Salvador Martín de Molina, Gaucín 1742-1814,

Cocoa, SCA, Córdoba, 2005, pgs. 115 y 119 y ss.

Page 14: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

102

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

mer descalabro las tropas francesas de la Serra-nía.

Moreti42 relata los primeros días de la ocu-pación francesa con estas frases: «Mediaba el soldel día 10 de febrero de 1810, cuando los escua-drones imperiales ocuparon la ciudad de Ron-da... José Napoleón se hospedó en casa del mar-qués de Motezuma… después paso al Ayunta-miento presidido por el Alcalde Mayor Sr. Ote-ro… donde lo recibieron contestando S. M. conbenevolencia… Mientras esto venía pasando enRonda… algunos de lo serranos acaudillados porvalientes guerrilleros que recibían instruccionesdel decidido D. Antonio Ortiz de Zarate, utiliza-ban el fuego de la insurrección, jurando unahostilidad sin entrega contra el invasor. Con laidea de atacar en forma y de una manera militaracordaron los gefes de las partidas que cada pue-blo había improvisado, nombrar como directorde operaciones a D. José Serrano Valdenebro,oficial de marina, que se hallaba en Cortes, elque aceptó gustoso tan honroso nombramien-to, dando en el acto pruebas de su acertada dis-posición con un crecido alistamiento, al que conel auxilio de D. Francisco González Peinado, quellego a este tiempo de Algeciras dió, como quiendice, en veinticuatro horas un cierto caráctermilitar impropio de tropa tan visoña… El sito lla-mado de Fuentepriedra y tajos de Montoso, nolejos de Atajate fue el teatro del fogueo y endonde los serranos empezaron a diezmar a susenemigos…» Estas circunstancias son asimismoresaltadas por Martinez Valverde, quien reflejala cooperación fundamental de González Peina-do43.

El frente francés se estabiliza en Ronda, conlas pretensiones de ocupar el Campo de Gibral-tar como trampolín para llegar a Cadiz, foco dela resistencia española. Inicialmente, el 14 defebrero Tarifa rinde homenaje a las fuerzas ocu-pantes, lo que posteriormente hace San Roqueque había sido ocupada el día 25.

Las pretensiones españolas, en aquelloscruciales momentos, son mantener la resisten-cia en el Campo de Gibraltar y la Serranía deRonda, y, ante la carencia de un ejercito regular

y organizado, se combate por el sistema de gue-rrillas que, ya sabemos, había dado sus frutos enel frente de Extremadura, el ala occidental de laresistencia española, cuya cabeza residía en la Islade León. A estos modestos fines, el 8 de febrero,el General Jácome envía a Casares 150 potroscon la orden de que se camuflen en el bosque encaso de que el enemigo se aproximase.

Becerra Parra y Duarte Fernández44 transcri-ben acta del escribano de Gaucín, Diego Barrosoy Castro, del acuerdo del Ayuntamiento de Al-gatocín, adoptado en sesión del día 13 de febre-ro de 1810, en la que estuvieron presente el se-ñor cura párroco y varios vecinos del pueblo (loque nos pone de relieve la implicación de todoel pueblo en la tarea de salvación patriótica), asícomo el Teniente Coronel de los Reales EjercitoD. Francisco de Abascal que tenia el encargo desolicitar toda clase de subsidios y demás necesa-rios para sostener los puntos de defensa de lainvasión del enemigo. Para ello, Abascal porta-ba pasaporte, que acreditaba que estaba comisio-nado por el señor brigadier D. Francisco González, quelo está por el Excmo. Sr. Comandante general del Cam-po de Gibraltar. Vemos, pues, como González Pei-nado intervino activamente en la movilizaciónde personal y la contribución de los vecinos parael sostenimiento de la causa, lo que, en este casoconcreto, no dudaron en facilitar para la defensadel país, según y en los términos prevenidos por elExcmo. Sr. y en unión con los demás de la Serranía.Consta que el Ayuntamiento ofreció diversascantidades que estaban destinadas, entre otrosfines, al acopio de la sal, a la composición decamino, del Pósito, de propios, de la administra-ción de los diezmos, del real noveno, de la rentadel voto de Santiago, del resto de las bulas, yotros intereses y efectos; así como que, segúnrefleja el testimonio notarial, para activar el alis-tamiento, pensaban contar con treinta hombresútiles, y de treinta y cinco a quarenta escopetas, sin

42 Op.cit. pgs. 608-610.43 Martinez Valverde, Carlos, El Jefe de Escuadra Don

José Serrano Valdenebro, Revista General de Marina, mayo,1977, pgs. 523-540.

44 Un documento inédito de la Guerra de la Independencia(1810), La Serranía, número 18, Ronda, sep-oct.2002.

Page 15: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

103

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

contar algunos fusiles que han traído treinta y ochosoldados dispersos de varios cuerpos que hay en él. Estedocumento refleja el estado de ánimo de lospueblos de la serranía, cuyos vecinos se apresta-ban a atender dentro de sus fuerzas a la causacomún, pues el Ayuntamiento también acordóse procedería a exortar a los vecinos pudientes a quecada cual facilitase aquellos intereses y efectos que tu-vieran a bien para auxiliar a tan interesante objeto,si bien también consta que, entre los hombres,se conceptúan inútiles los que exceden ya por sus esta-turas, como por sus achaques y falta de disposición.

Es, precisamente, el 13 de febrero cuandose internan los franceses por primera vez en laSerranía por el lugar denominado «El Bosque»y se produce en las huertas de Benalauría el ani-quilamiento de un grupo de ellos, temiendo todala Serranía la correspondiente venganza. Efecti-vamente, el día 22 de febrero, los franceses ocu-pan por primera vez Gaucín, el mismo día quehabían salido de Ronda. Establecieron allí el cen-tro de operaciones y dejaron en el pueblo unaguarnición de 170 hombres, después de castigara la población por los sucesos de Benalauria delanterior día 13. El 27 de febrero salen de Gaucín36 franceses en busca de la potrada de Casaresque creían en la «Fuente Santa». Al no encon-trarla, se dirigen a Genalguacil, donde son sor-prendidos por guerrilleros de Casares, Jubriquey Benarrabá. El mismo día 27, parte de los sol-dados que habían quedado en Gaucín salieronhacia Jimena y se encontraron con los que vol-vían de San Roque.

Por ello, ante la consideración de que nadaera más importante y necesario que la elección de unGefe, esta recayó en el Gefe de Esquadra Don JosefSerrano Valdenebro, Quartel Maestre General que eradel exercito del Duque de Alburquerque en Extrema-dura, conocido por su talento y pericia en el arte de laguerra, como indica el Manifiesto de Cortes, queañade para gloria de este pueblo, que la tuvo alser la primera que, el día 2 de marzo y en campoabierto, atacara a las legiones francesas, causán-dole gran destrozo: de veinte pasaron los muertosque tuvo el enemigo ese día, entre ellos el Gefe de ladivisión y un Oficial de gran mérito, de intimas co-

nexiones con Napoleón, que condujeron y enterraroncon pomposas exequias y general sentimiento45.

El General Serrano Valdenebro relata de lasiguiente manera los primeros momentos de loque él denomina «Campaña de la Sierra Meri-dional»46, con la expresión, subrayada en el ori-ginal, Aquí entran mis trabajos. Reseña Serranoque el 28 de febrero estos vecinos, junto a losque vinieron de Genalguacil, entraron en Gau-cín, arrojaron a la guarnición francesa, matán-doles gentes y persiguiéndoles hasta Ximena,regresando al país llenos de trofeos. Esto executaronlos serranos con algunas escopetas, espadas, hoces depodar y otros instrumentos más propios para la agri-cultura que para batallar.

Los franceses, que también habían sido cas-tigados con numerosas bajas por los guerrilleros,capitaneados por el Alcalde de Atajate, ante lasnoticias de la sublevación de la Serranía y el te-mor de ver cortadas las comunicaciones con laretaguardia, decidieron emprender la retirada.

Por su parte, Fray Sebastián de Ubrique, altratar del «levantamiento general de la Serra-nía», nos dice que los favorables sucesos de Jenal-guacil y Jubrique alentaron a los serranos y se pasa-ron órdenes invitando a Benaoján, Grazalema, Ubri-que, Benaocaz y Villaluenga para su coalición contralos franceses (supongo que ello sucedería el día28 de febrero, conocidos los sucesos de Genal-guacil). Había que buscar un jefe que dirigiera losdispersos esfuerzos de los serranos. Este fue Don JoséSerrano Valdenebro…El jueves 1 de marzo se le trajoa Cortes y le aclamaron por caudillo los enviados delos pueblos. Excusábase él por no tener órdenes de laJunta Suprema de Cádiz; pero como el caso no admi-tía dilación, tuvo que rendirse47.

Relata Serrano estos acontecimientos dicién-donos: Quando la madrugada del 1 de marzo, se oyóun gran ruido a las puertas del chozón llamándonos.Era una multitud de paisanos, gente principal deGausin, Cortes y otros pueblos, en legación para quetomase el mando de la sierra, sometiéndose de acuer-

45 Manifiesto… cit., pg. 11.46 Manifiesto de los Servicios…cit. en nota 8, pgs. 12 y ss.47 Cit., pg. 234.

Page 16: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

104

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

do a mis órdenes, en atención a que habiendo pasadode Gausin a los montes de Genalguacil en busca deunos potros un destacamento de 30 caballos enemigos,varios ganaderos de Casares, Jubrique, Benarrabá, conalgunos vecinos de aquel pueblo, reuniéndose, lesenvistieron pasándoles por las armas (ya sabemosque esto sucedió el 27 de febrero).

Establece, pues, Serrano su Cuartel Generalen Gaucín, cuando abandona su escondite de ElTueco y nos cuenta como, enterado que el inva-sor se dirigía desde Ronda a Gaucín, a la oracióndel 1º de marzo entré en él, e informado muy al por-menor de lo acaecido, en el momento escribí al gobier-no superior instruyéndole del caso: la importancia depromover la convulsión, valiéndose de los medios máseficaces y esquistos; la proporción de defensa que nosdaba el local; y quanto me inspiró mi ardiente deseode poner barrera a la invasión enemiga, abrigar lacosta, y Campo de Gibraltar, necesaria comunicaciónpara sostener la sitiada isla de Cádiz. Al gobernadoringlés, que mandaba en Gibraltar, hice la misma in-dicación, impetrando auxilios militares, no habiendootras armas en la sierra que algunas escopetas mal-tratadas, algo apuradas por la requisición francesa,primera atención de su seguridad, y la absoluta nece-sidad de cartuchos y piedras. Al de nuestro Campo leinstruía de todos estos pasos: que al frente a estos pa-triotas haría yo la posible defensa, mientras destina-ba mando militar que la autorizase y tratase de orga-nizar partidas, y demás medios oportunos de contra-rresto. Como puede observarse, el General eraun hombre disciplinado cuyos primeros pasoseran ponerse a las ordenes de la superioridadinformándole de la situación y solicitar mandomilitar, aunque por las disposiciones que ade-lantaba se puede colegir que sabía lo que habíade hacerse para la adecuada defensa, cómo re-sistir, hacer frente u oponerse al enemigo y ex-ponía con claridad los objetivos que eran prio-ritarios.

Nos detalla Serrano con minuciosidad losprimeros días de la ocupación de la Serranía ydel levantamiento de sus habitantes, bajo sumando provisional. Y, en especial, el día 1 demarzo, su noche y la madrugada del día 2 enque tuvo lugar la segunda invasión de Gaucín yen la que reunió en el Salto del Cura a los caudi-

llos de Algatocín, Jubrique y Genalguacil. Pusosobre aviso a Benadalid y a salvo a su esposa yfamilia que salieron con los trages más humildes aguarecerse a una heredad, abandonando la casa a sudiscreción.

De todas maneras, los franceses fueron obli-gados a replegarse y sufrieron muchas bajas,entre ellas la del Comandante que mandaba laformación, lo que les obligó a fortificarse en Ron-da, haciendo numerosas proclamas por los pue-blos de la Serranía para seducir el ánimo de susmoradores, según nos cuenta el periódico «Gi-braltar Chronicle». Ello coincide con el Mani-fiesto de la Real Maestranza de Ronda en el quese relata como José Napoleón se dejó ver porRonda rodeado de Ministros Españoles, que no hicie-ron otra cosa que emplear todas las artes de seducciónpara persuadir a estos habitantes a que la Conquistade España estaba concluida, y por este medio, extra-viando la opinión, dar alguna estabilidad a su vaci-lante corona... aquellos pérfido españoles en sus conti-nuas conferencias trabajaron para atraer este RealCuerpo con promesas lisongeras a la devoción de suRey; luego que conocieron que éstas no aprovechaban,recurrieron a las amenazas, pintando el desagrado delIntruso con formidables colores... Jamás se ha visto aeste Real Cuerpo en mayor compromiso... (pero) leshizo despreciar el aparato de rigor con que eran anun-ciadas las amenazas que se hacían a la vista de mu-chos miles de vándalos48.

Una vez rechazadas las primeras avalanchasfrancesas, el General Serrano decide atosigar conla guerrilla el centro permanente de la ocupa-ción, Ronda.

Esta y otras escaramuzas de los serranos,reflejan la necesidad de organizar adecuadamen-te la zona, lo que es puesto de relieve por losdistintos autores que se han asomado al fenó-meno de las guerrillas. El documento del Ayun-tamiento de Cortes de la Frontera que venimosmanejando nos dice al respecto: Notoria y dema-siado ruidosa era ya la insurrección de la Sierra paraque no despertara la atención del Comandante de Cam-

48 Manifiesto de los servicios hechos por la Real Maestranzade Ronda en defensa de la Nación Española… publicado enMadrid en 1814, imprenta de D. Fermín Villalpando.

Page 17: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

105

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

po de Gibraltar a quien peculiarmente pertenecía sudefensa… y muchos se prestaban a ser gefes de tanvalerosos pueblos: con preferencia a los Valdivias yPastores disfrazados, fue comisionado el Brigadier DonFrancisco González Peinado, ya por sus anteriores co-nocimientos del país, ya por haber coadyuvado a pla-nificar el germen del rompimiento: Ronda, debilitóestos días su guarnición con la salida del Rey y Gon-zález quiso aprovechar esta ocasión para apoderarsede ella: el 13 de marzo se verificó esta operación de laentrada en aquella ciudad, en la que la partida deCortes tuvo la oportunidad de ser la primera de pisarsus calles… Y, justificando los desmanes que yaconocemos y hasta exonerando de responsabili-dad a los paisanos, continúa el Manifiesto: nadase mezcló en los desordenes que una sabia previsiónhubiera evitado aquel día; impidieron atropellamien-tos e insultos, y se hicieron respetar sus individuos fue-ron solicitados, y destinados a la custodia de las casasde administración y de personas pudientes y acauda-ladas: solo el mal entendido amor a su pueblo pudoarrastrar a alguno otro individuo a un desatinadoproyecto49.

Describe Serrano el ataque a Ronda, el 12de marzo, por determinación del Brigadier Fran-cisco González, enviado por el Gobierno delCampo, ataque facilitado por la falta de muni-ciones ya que, como pone de relieve un autorfrancés, Serrano «ocupaba con quince mil hom-bres todas las salidas, ya que este general habíacogido, algunos días antes, un convoy de cin-cuenta mil cartuchos que venía para nosotros».Nos dice Serrano que el gobierno del Campo despa-chó al brigadier D. Francisco González con algunosoficiales para tratar de la defensa. Los franceses con laretirada de su rey desaparecieron, dexando en Rondauna corta guarnición. Era pueblo abierto y aprove-chando la fermentación de la sierra, determinó Gon-zález apoderarse de él. Me invitó con las atencionesmás expresivas y respetuosas a que concurriese y en-tendiese en todas las deliberaciones de la guerra. Enefecto me hallé a la entrada de Ronda, que abandonóel enemigo la noche anterior… Ufano González conla retirada del enemigo salió de Ronda envuelto entrepatriotas: se adelantó a Cañete, y atacado por su caba-llería, se vio precisado a retroceder a Ronda, a dondefue sorprehendido, y se salvó como de milagro. Se reti-ró a San Roque a tratar de refuerzos50.

Estos episodios son también narrados por elConde de Toreno, quien nos habla de la insu-rrección de los serranos y dice: Al ánimo de aque-llos debiose en breve que el alzamiento tomase tal vue-lo, que ya el 12 de marzo se presentaron numerosasbandas delante de Ronda, capitaneadas por don Fran-cisco González. Los franceses, viendo el tropel de genteque venía sobre ellos, evacuaron de noche la ciudad yse retiraron a Campillos. Penetraron tan luego lospaisanos por las calles de Ronda, y comenzó gran des-orden, y hubo pillaje y otros destrozos. Contuvieron loalgún tanto patriotas de influjo, que llegaron oportu-namente. A poco se reforzaron también los enemigoscon tropas que llevó de Málaga el general Peyremont,y el 21 recobraron a Ronda. No permaneció allí largotiempo dicho general, pues entrada, en su ausencia,por los paisanos la ciudad de Málaga, tuvo que volara su socorro. La guerra continuó por toda la sierra,sin que los franceses pudiesen, solos, dar un paso, y notranscurrieron los dias en que sus puestos no fueseninquietados. Formóse en Jimena una junta, y nom-bró el gobierno comandante del distrito a don JoséSerrano Valdenebro bajo la inspección de don AdriánJácome. Creciendo los jefes, crecieron los celos y las com-petencias y se suscitaron trastornos y mudanzas51.

Como sabemos, González Peinado perma-nece en Ronda hasta el día 21 de marzo en queregresan los franceses que se habían refugiadoen Campillos, el mismo día en que SerranoValdenebro recibe la orden oficial de hacersecargo del mando de la Serranía… Este ordenócubrir las avenidas más esenciales de Ronda yGrazalema con Partidas que mando levantar, alas que agregó otras de Tiradores de Profesión.Las de Cortes de la Frontera–como ya se ha di-cho por su Manifiesto– fueron repartidas en dosgrandes partidas y destinadas a ocupar, la de Tirado-res en Montejaque, al mando del P. Fr. Alonso Due-ñas, Religioso de San Diego y de su segundo el Presbí-tero D. Juan Peralta, y la otra, en Benaoján… de don-de eran naturales Don Lorenzo González, de notablezelo y digno Vocal de la Junta de gobierno de la Sie-rra, y D. José Aguilar, Comandante de Urbanos… es-

49 Cit., pg. 14.50 Manifiesto de los servicios… cit., pgs. 17- 18.51 Historia… cit., Volumen III, pg. 250.

Page 18: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

106

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

tos puntos fueron teatro de tantas acciones gloriosasque eternizaran la memoria de sus defensores: diarioseran los ataques; también diarios los triunfos: qualesCuerpos militares disciplinados hacia todas las fatigasde una guerra propia del País, peregrina y desconoci-da hasta ahora: un ataque era el ensayo del otro ytodos llegaron a construir el espíritu belicoso que im-pávido sostenía con tezon los violentos y repetidos en-cuentros con las divisiones francesas52 .

Entre los días 25 y 30 de abril de 1810 elGeneral Serrano Valdenebro decide atacar denuevo a Ronda y al mando de las partidas deGaucín, Casares, Benalauria, Igualeja y Cortesse dirige a Ronda con el fin de combatir al ejer-cito francés compuesto de un grueso de 3.000hombres. El día 2 de mayo, cuando estaban re-unidas todas las guerrillas en las fuentes de laArena, llegaron a rodear el barrio de San Fran-cisco. Pero, acometido Serrano de una fuertecalentura, y habiendo llegado el brigadierGonzález, fue obligado por éste a retirarse: Llegóel brigadier González. Yo me hallaba acometido de unfuerte calenturon. González me forzó a retirarme, yquedó en el encargo de retirar la gente porque nos con-venía conservar las municiones. Nos dice el Gene-ral que «al llegar a Gausin encontré al brigadierMoretti, que venía de Gibraltar, donde residía el gene-ral del Campo, a tratar sobre pretensiones de depen-dencia. Mis credenciales estaban tan terminantes queno dexaban duda: mas para cortar entorpecimientosme allané a la dependencia mientras la Corte decidía.Traía otras pretensiones irritantes, lo que causó dis-gustos con González. La invasión de los enemigos porRonda las cortó»53.

He aquí una nueva muestra de la tirantezcon el mando y de la flexibilidad de Serrano que,en aras de la cosa pública, se doblega a dejar elmando único, que probablemente no recobrahasta agosto de aquel año, cuando recibe la or-den escrita reiterándole expresamente el man-do. Calla y otorga; y no sabemos qué otras «pre-tensiones irritantes» se le propusieron.

Moretti se volvió a la Plaza para facilitarmuniciones (que no llegaron, como puntualizaSerrano) y González Peinado se adelantó al ca-rril a animar a los patriotas. Y él, que se hallaba

postrado en la cama, lo sacaron sobre haldas depaja y nos cuenta: «pedí mis botas, sin embargo deque mi situación me disponía mejor para pasar al se-pulcro que a combate... me sacaron con gran trabajosobre haldas de paja, trasladándome al coto del Ge-nal». Después de muchas peripecias y de vercomo de nuevo González retrocedía hacia Mon-tenegral, lo que le irritó mucho, lo llevaron aCasares sobre barrizales y con gran temporal deagua, en una escena dantesca que él mismo des-cribe: «En esta comedia representaba mi papel mon-tado sobre un mulo, en unas grandes xamugas, ama-rrado, con dos patriotas a las bandas, alumbrandootro el camino con mechones de esparto».

Durante la enfermedad del General Serra-no, se pone al frente de las partidas Don Fran-cisco González Peinado, quien desde Gaucín sedirige con un nuevo grupo de 603 hombres–surgido gracias a la recién creada Junta Guber-nativa y de Hacienda– que sorprende al enemi-go el día 10 y lo hace huir a Cortes y Ronda,levantando asimismo el cerco de Alpandeire quehabía sido atacada por la guarnición francesa deRonda el día 5. El día 11 de mayo, salio el ene-migo de Guacín por el carril hacia Ronda y Se-rrano nos cuenta que dió el mando a Gonzálezordenándole pasase el río Genal por el molino del Ála-mo, subiese a la carretera por Algatosin o Benarrabá,la corriese hasta Atajate, previniendo a aquellos pue-blos y a los cantones de levante velasen sobre el cami-no; que baxase a Ximera, pasase el Guadiaro por subarca, se acampanase en Benaojan, y que de acuerdocon Aguilar retomase posición, en la inteligencia, deque el enemigo precisamente habia de pasar por allípara atravesar el portón, o al ventorrillo, estrechán-dolos en aquellos terribles pasos, en donde llego, enefecto, hambriento, lleno de agua, descalcez, cansan-cio y sin municiones, que al acercarse a Benaojan pe-día la paz. Si González hubiera marchado con másresolución, o menos torpeza, se hubiera hecho famosocon la derrota de la armada más poderosa que habiaentrado en la sierra. La lentitud le dio lugar a que

52 Ibídem, pg. 16. Al disolverse estas partidas poste-riormente y reunidas en un solo cuerpo, se dio el mando alComandante D. Alonso Rodríguez.

53 ibidem, pg. 21.

Page 19: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

107

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

desfilase anteponiéndose. Paso la barca. Subió aBenaojan. Ya el enemigo estaba en Ronda. Volvió paraCortes, donde paso una noche, causando los patriotasno poco daño al vecindario después del incendio quehabia sufrido del enemigo, quemándole la iglesia yochenta casas. De allí marcho para Ximena, cinco le-guas atrás, donde despidió la gente, y paso a San Ro-que a reposarse de las fatigas de la campaña54. Comose ve, no agradó en demasía la actitud del Briga-dier a Serrano.

El desastroso incidente de Cortes, nos lo des-cribe el Manifiesto de su Ayuntamiento, indi-cando que el once de mayo se produce el primersaqueo de Cortes, ayudado el francés por el trai-dor teniente coronel de milicias del regimiento provin-cial de Ronda don Fernando Espinosa y Aguilera, (na-tural del propio Cortes) y sus oficiales patricios co-nocedores del camino, con 107 casas incendiadas, etc.hasta el día 12 en que se produce la retirada55.

También hace una mención el documentode Cortes, en relación con las acciones llevadasa cabo el 29 de mayo de 1810 por la Partida, yaal mando del Comandante Alonso Rodríguez, enle camino de Atajate, a las alturas de Benadalid,en su enfrentamiento con una división de losfranceses que había salido de Marbella habíaatravesado Gaucín y se dirigía a Ronda, a la queen una lucha sin cuartel, cuerpo a cuerpo, contoda clase de armas, se había diezmado, y en laque sobresalieron Pedro Almagro y, sobre todos,Sebastián Valentín González, arroyó a un Ayu-dante francés a quien mato, y le aprehendió cartasgeográficas, planos y multitud de papeles, con un her-moso sable que regalo después al Brigadier Don Fran-cisco González, esta fue la memorable jornada de los939 entre los muertos y heridos que perdió en este díael enemigo.

Desde esta fecha, los Manifiestos de Cortesy de Serrano, no mencionan acción en la queintervenga González Peinado, por lo que no po-demos involucrarlo en la expedición de Lacy aRonda, desde Guacín, y su retirada a Esteponalos días 6 y 7 de julio de 1810, ni su interven-ción en las operaciones después del 15 de octu-bre de 1810, en que regresa de Cádiz el GeneralSerrano, autorizado por la Regencia para Co-

mandante de la Sierra, ni hay constancia de suparticipación el 18 de junio de 1811, derrota enlos Campos de Leche, por el mal entendido arrojode algunos Comandantes de las Partidas, que precipi-tó y malogro desde sus principios, una acción que pudoser la mas reñida y gloriosa y en la que Valdenebrofue salvado por el arrojo de su Mayor GeneralD. José Argamasilla, natural de Cortes.

Sí menciona repetidas veces a González Pei-nado, la ya citada –nota 6 precedente– Relacióndel expediente formado por la villa de Casares… dela que entresacamos los siguientes párrafos:

Consta que el día 1º de febrero salieron paraRonda y Algeciras los tres comisionados teniendo Ca-sares la gloria de ser el primer pueblo que pidió mu-niciones para la defensa en cantidad de dos mil cartu-chos que le dio y recibió del Sr. Comandante Generaldel Campo de Gibraltar Don José del Pozo… el día 4paso D. Diego Leonardo Sanchez a presentar el plande insurrección al Excmo. Sr. D. Adrián Jácome Co-mandante General de Algeciras, para que lo dirigieseal gobierno prometiéndoles con su aprovacion insu-rreccionar la Sierra: dicho general le dio las gracias anombre del Rey y dirigió el plan a la Regencia. El día6, por disposición de dicho Sr. Comandante Generalfueron remitidos a esta villa, ciento cincuenta potrospara que se mantubiesen y en caso de aproximarse elenemigo se internasen en los montes para salvarlos.

El día 13, ese día con noticia de haber principia-do los franceses, a internarse en la sierra por el Bros-que y con este motivo sus vecinos haber destruido por-ción de franceses que pasaron por las huertas de Be-namahoma, el día anterior, a pesar de esperarse unexercito considerable de enemigos a vengar este aten-tado, se alarmó el pueblo y la villa y resolvieron noesperar mas a declararse por la ofensiva contra ellos,quiso saber el estado de los pueblos y su voluntad endicha resolución para llevarla adelante hasta conver-tirse en cenizas. Nombró un comisionado que pasase aaquellos con este objeto y a presentarse al brigadier D.Francisco González, que se decía promovía la insu-rrección en algunos, manifestándole la voluntad deci-dida de esta villa, y que contase con quantas personas,y riqueza tenía para consumar el intento. D. Diego

54 ibidem, pg 23-24.55 Manifiesto… cit., pg 23-25.

Page 20: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

108

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

Lorenzo Sanchez se ofreció para esta misión y la villale autorizó para ello, recorrió varios pueblos en uniónde presbitero D. Alonso Mariscal, entrando en Graza-lema, poseída por los enemigos y tubo que retirarsepor la extensión que iban tomando y sin ver al gene-ral González que se habia retirado a la plaza de Gi-braltar, a estar con el general Jácome.

El día 27 de febrero sabemos que tiene lugarla emboscada a los franceses, que iba en buscade la potrada, por las guerrillas de Casares,Genalguacil, Jubrique y Benarrabá, y dice elExpediente El resultado de esta tan extraordinariaacción fue la sublevación de la Sierra, que provino úni-camente de ella, pues que de los movimientos parcia-les anteriores de algunos pueblos no se siguió la revo-lución y comprometimiento general de ellos como deesta acción.

El día 2 de marzo describe las acciones deMedina y Guacín y como el General Serrano queestaba en la Venta de la Carraca decidió trasla-darse a Casares, donde fue recibido con alboro-zo: esta fue la primera vez que dio Casares una gene-rosa acogida a este general… así lo escribió este generalal Brigadier D. Francisco González, como le dice esteen su manifiesto…

El día 4, en este día llegaron a esta villa losBrigadieres D. Francisco González y D. José Valdivia,en comisión de sostener la insurrección de la Sierra,por el General del Campo, y fueron recibidos con par-ticular regocijo, ofreciéndole todas las personas y bie-nes de Casares, para ayudar a la defensa: conferencia-ron con el general Serrano y desde este día quedo esta-blecida en este pueblo la partida de tiradores y cumpli-dos y nombrando por su comandante Don MelchorGonzález Conde por disposición de su ayuntamientocomponiéndose aquella de ciento y seis plazas.

El día 11de marzo, llego la orden del GeneralGonzález de que los patriotas de esta villa se reunie-ran la el ataque de Ronda... la obediencia nos obliga-ba a ocurrir a Ronda, y la necesidad de nuestra pro-pia conservación, y la prevención que nos habían he-cho los generales Serrano y González, el día quatro,de que no dexaxemos este punto sin patriotas, y que laprimera y principal atención de Casares, devia ser con-servar la costa… y la poderosa obligación de que si nose desalojasen los enemigos de Marbella, flanquearíanpor la derecha al general González, distrayéndolo de

la toma de Ronda… lo que nos obligo a dividir lospatriotas, para Ronda y Marbella…

El día 12 de marzo, entraron en Ronda con losserranos, en virtud de la arrogante intimación que leshizo el general González… por el frente de de Estepona,Manival y Marbella… todas las autoridades estabanpuestas por los franceses…. Se hacia necesario formaruna junta de todos los pueblos… para dar a entendera los enemigos que era una división formal, no unpuñado de paisanos con garrotes, distraerlo del movi-miento sobre el general González, y comprometer a lospueblos a la obediencia y sumisión… el resultado fuela huida del enemigo, libertando al general Gonzálezque le distrajeran de su flanco derecho… el generalDon Francisco González, aunque recibió el día quinceel parte de esta acción por habérselo comunicado elgeneral en gefe, el Excelentísimo. Señor Don AdriánJácome, no conservo en la memoria al tiempo de ha-cer su manifiesto dicho día

2. - Sin perjuicio de ello, las vicisitudes desu azarosa vida militar, tuvieron la oportuna re-habilitación en las propias Cortes Generales yExtraordinarias de Cádiz, donde nos consta suintervención a favor del general Serrano Valde-nebro, pero que, al mismo tiempo, nos pone derelieve que él también fue objeto de las maledi-cencias de los envidiosos de siempre, como sedesprende del Manifiesto... del propio GonzálezPeinado, que hemos citado en la Nota 5 prece-dente y cuyo estudio, para vindicación de nues-tro personaje, requiere un trabajo independien-te, que presentaremos en otra ocasión.

Como sabemos, la apertura de las Cortes tie-ne lugar el 24 de septiembre de 1810. Asisten102 diputados, pues no todos pudieron ser ele-gidos. En estas Cortes figuraron 66 Diputadosmilitares, entre ellos, cuatro Tenientes General,Cinco Mariscales de Campo (entre ellos D. JoséSerrano Valdenebro, de Marina) y seis Brigadie-res (entre ellos D. Francisco González Peinado),según nos indican Moya y Rey56. En esta vorági-ne político-militar, nos consta que González Pei-nado fue participe de los inicios constituciona-les de nuestra historia, al ser Diputado en laCortes Generales y Extraordinarias (1810-

56 Op. Cit. Pg. 89-90.

Page 21: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

109

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

1813)57, que en marzo de 1812 figura entre losDiputados firmantes de la Constitución. Báste-nos con reseñar que, en la Tabla XI «Nombresde los Diputados que firmaron y juraron la Cons-titución de Cádiz», que Lafuente inserta en su«Historia de España» figura González Peinado,junto a Gorda y Barrio (Presidente) y Subiré,Riesgo Puente, Ruiz Lorenzo y Gárate (Diputa-dos secretarios)58. He consultado la relación delas firmas que avalan la Constitución59 en la queaparece nuestro personaje.

Es esclarecedor el examen de la discusiónque se produjo en el seno de las Cortes de Cádiz,ante la representación que formuló SerranoValdenebro sobre su remoción de la jefatura dela Sierra y las vicisitudes en orden al mando con-junto o independiente de la Serranía en rela-ción con el Campo de San Roque.

Del estudio del Diario de Sesiones de lasCortes Generales y Extraordinarias, la del día 7de enero de 181160 puede deducirse las siguien-tes precisiones.

Las Cortes, en 24 de septiembre de 1810, danal Ejecutivo el poder de nombrar Generales yseñalar el territorio de su jurisdicción. Como te-mía Serrano, la Regencia dicta un Decreto en 19de octubre siguiente por el que sujeta la Coman-dancia de Gaucín a la de San Roque, dondemandaba el Marqués de Portago, que había ins-tado dicha medida. El ocho de noviembre de1810 el General Serrano eleva a las Cortes Ge-nerales una representación, «cuyo objeto eramanifestar los daños que se seguirían a la serra-nía... (por dicha medida) y el deshonor que poresta razón padecía su persona, sujetándole anuevos Comandantes después de haber servidocon honor el mando». Serrano, como sabemos,había obtenido del Consejo de Regencia la Jefa-tura de la Serranía de Ronda, con carácter inde-pendiente de la del Campo de San Roque, endos ocasiones.

Esta representación61 de Serrano suscita unlargo debate («siguió acalorada discusión...» diceel Diario de Sesiones) en las Cortes, el día 7 deenero de 1811, que hizo decir al Diputado Sr.Argüelles «¿qué mayor triunfo para el enemigoque ver que la solicitud de un solo individuo hace

57 «Las Cortes de Cádiz», Manuel Moreno Alonso, Edi-torial Sarriá, Málaga, 2001., Pg. 53.

58 Historia de España, Tomo, pg. 460.59 Facsímile editado por el BOE, Madrid, 2003, pgs. 97

a 112.60 Número 103 correspondiente al citado día, pgs. 315

a 320, en cuya sesión se trató casi exclusivamente del tema,a excepción de una pequeña entrada en la que se aprobóun informe sobre el establecimiento de una Audiencia in-terina en Murcia o Yecla.

61 Una de las acepciones de representación es la deexposición de necesidades o suplicas dirigidas a un supe-rior (MM).

perder a VM muchas horas?», ya que «si ha deser lícito que este General acuda a las Cortes,cada uno podrá acudir después... esto será unasentina de quejas... si no se acostumbra a losgenerales a que vayan de polo a polo sin pesta-ñear, sin replicar, todo está perdido» (DiputadoPérez de Castro). El Diputado Sr. Creus, se sin-tió obligado a manifestar que «no hay que dete-nerse más en esto, si no queremos que esto pareen otro Concilio de Basilea, que ocupado enpuntos pequeños, olvidó el bien general de laIglesia».

Page 22: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

110

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

Pero la verdad es que el tema trascendía dela persona del General Serrano o de los dos pun-tos que parecían más relevantes de su solicitud(uno, si el mando de la serranía de Ronda debíaser dependiente o no del Campo de San Roque;y otro, si se le admitía su dimisión). Como pusode relieve el Diputado González al final de la largasesión y que decidió que se pasase la instanciadel General al Consejo de Regencia, lo impor-tante es «la causa que motiva la dimisión y queresulta del manifiesto... en el que expresa y acre-dita... (y que no es otra que)... las diversas orde-nes oportunas que dio el Consejo de Regenciaen el término de pocos días... y cuales son lascausas que le han asistido para obrar con tantadiversidad... (es preciso) se le pida informe so-bre la causa que tuvo para mandar segunda vezla dependencia, después que en fuerza de las ra-zones y fundamentos de Valdenebro lo habíapuesto independiente». Las posturas fueron en-contradas, si bien predominaron las que se ma-nifestaron a su favor. Así, Terrero62 introduce eltema diciendo que «Valdenebro atiende al fin,no a la pompa, al lustre de las armas nacionalesy no a un séquito de muchos» y termina dicien-do «pido que, en vez de cercenar las facultadesa Valdenebro, se le amplíen». He de resaltar que,aún admitiendo que fuera equivocado el cami-no que siguió Serrano para sus quejas, ni lasCortes le reprocharon su actitud en cuanto alfondo de la cuestión, ni la Regencia, a la que seremitió la Representación, adopto decisión con-traria a Serrano. Como sabemos, Serrano conti-nuó al mando de la Serranía, aunque con laslimitaciones respecto a la dependencia del man-do del Campo de San Roque (Portago) que sedesprendían de la las Reales Ordenes de 19 deoctubre de 1810.

De todas formas, quisiera poner de relieveel distinto tratamiento que las Cortes dieron aunos general que a otros –lo que avala la tesisde Blanco White–, esclavas quizá de los nom-bres, las ascendencias y los títulos de nobleza.

Así, la sesión del 13 de enero de 1811 (unosdías de diferencia con la de Serrano) se consagraal Duque de Alburquerque, que había dirigidodesde Londres una carta al Congreso, acompa-

ñando un manifiesto publicado para vindicarsu conducta, que consideraba agraviada por laJunta de Cádiz que lo había destinado a Londresdespués de lo sucedido en Cádiz (al desobede-cerla y, en vez de defender Sevilla, retirarse paradefender Cádiz), con el fútil pretexto de que susservicios eran más necesarios en la embajada,para relevarle del cargo. ¡Que amargas decep-ciones tiene la pasión política!, nos dice Moya.El 10 de febrero se dedicó a la victoria de Balles-teros en Villanueva de los Castillejos y las Corteshicieron mención honorífica de ello, y el 25 senombra a Ballesteros Teniente General.

El 2 de marzo presentó una representaciónde Espoz y Mina e Irisarry para quejarse de queel Consejo de Regencia se negase a conceder aestos, lo que sí se había hecho con el hermanodel primero, Espoz y Mina, los títulos de Oficia-les efectivos del Ejército, representación quedefendió González Peinado «quejándose amarga-mente de que los que más habían trabajado por lacausa de la independencia fueron los mas perseguidosy los menos atendidos en gracias, que sí se había pro-digado a los demás. Otros –añadió, quizá en refe-rencia a Lacy y Bejines, a quien había sufrido–que desde el principio habían estado huyendo de lasbalas, se ven condecorados, y con iguales o mayoresgrados que los que ha derramado su sangre». Tam-bién Torrero satirizaba «los que andan por losmontes en cierto modo cazando y buscando alas fieras francesas para ensangrentar en ellas susaceros, son urbanos (que era la graduación quese daba a aquellos militares que no salían de lasguarniciones), y los que andan arrastrando lossables por los Cafés, y están en sus casas, sonveteranos»63.

Y siguen citando Moya y Rey los hechos deguerra de Bejines, entre ello lo acaecido enMontellano, de lo que remitió el parte corres-pondiente a las Cortes que conocieron de ello eldía 9 de junio y se aprobó a propuesta del dipu-tado Rodríguez del Monte, Capitán de fragata,que se diera cuenta a los jefes, oficiales y tropa,

62 El célebre Cura de Algeciras.63 Moya y Rey, op. Cit. Pg. 250-252.

Page 23: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

111

GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA

el agrado y satisfacción de S.M. por el valor ybizarría con que se había conducido Bejines.

Como vemos, las intrigas y las carreras paralos ascensos y reconocimientos de méritos, esta-ban a la orden del día y ello afectó desfavorable-mente, como sabemos a Serrano y González Pei-nado. Las causas profundas la encuentranmuchos diputados en «el influjo del general yrancio trastorno de las cosas«, «es evidente comola luz meridiana que no anhela su fasto, sino albien general de la nación; uno o dos valientespatriotas, uno o dos eclesiásticos de conocimien-tos prácticos, de aceptación común y de un novulgar denuedo, he aquí su estado mayor, susayudantes, sus edecanes; ¡ojalá imitasen todosesta estupenda economía, más sabia y feliz quela turba de esa clase que con notable dispendioy gravísimo escándalo rodea todos los cuartelesgenerales!» (Terrero). «Sabemos de donde na-cen estos incidentes. V M sabe cual fue la expe-dición de Ronda en junio último, que no sirviósino para gastar 4 millones, para que se disper-sase el ejército... de resultas de esta desgraciadaexpedición se le quitó a este general aquel man-do y se le sujetó al general del Campo de SanRoque... (con posterioridad) se le devolvió elmando independiente, se marcaron los limitesterritoriales... ¿porqué se ha vuelto al plan anti-guo de reunir ambas comandancias... no es des-honrar a este hombre... no es darle un golpe asu estimación? Yo no digo que esto sea defectode la Regencia; estas son intrigas de las secretarías,y mientras no se pongan límites a ellas, todo seentorpecerá» (Ostolaza). «El fomentar el valorde los serranos puede sernos tanto mas útil,

cuanto que por este medio podríamos abrirnoscamino para la libertad; por nuestra desgracia sehan disminuido estos movimientos. Competen-cias entre el general Valdenebro y el Marquésde Portago y... qué sé yo: así el espíritu se pier-de» (Sr. Esteban).

Abundando en el tema, el Sr. González Pei-nado decía en el hemiciclo: «Señor, yo apoyo enparte lo que ha dicho el Sr. Mejía; yo planté esa viña,sé lo que hay; me atacaron en las alturas de Benadalid,se dispersaron los serranos; sé lo que pasó en Marbella;ya digo, yo hablo con datos. El general Valdenebro sequeja con razón; acaso habrá ya tomado providenciasla Regencia, que nada sabe de lo que ha pasado. Sehacen mil injusticias. Señor, sé que ha habido indivi-duos que han echado a correr; lo representé al Consejode Regencia pasado; y ¿cuál fue el resultado? Acasotratar de perseguirme». Es curioso cómo, Peinado,que habla en defensa de Serrano, deja escaparesta última frase, que alude directamente a suspropias desventuras, que más tarde, en su Ma-nifiesto de 1811, desgranara.

Pero ello sería objeto de otro trabajo, que secentre en la vertiente parlamentaria de nuestropersonaje, incluso con un detenido examen delinteresante documento que nos dejó, explican-do su conducta y, como se dice en el propio enun-ciado, particularmente desde que entró a servir suencargo en el Supremo Congreso Nacional… descu-briendo el origen de los procedimientos con que se haatacado la inviolabilidad de su carácter, y comprome-tido su honor y su opinión publica.

En ello estamos.

Page 24: González Peinado, Diputado por Jaén, y la Guerra de …...E L U C I D A R I O 91 GONZÁLEZ PEINADO, DIPUTADO POR JAÉN, Y LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA deza la actuación de los

ELUCIDARIO

112

SALVADOR MARTÍN DE MOLINA