Godelleta,50 años del 28 de octubre de 1962

“La historia no la hace sólo el pasado,sino también el doloroso presente

y el futuro sombrío”

(Eduardo Galeano)

(Nuestro curso de novicios, año 1962)

¿Casualidad? ¿Destino? No. El tiempo es así, y este año, 2012, el día 28 de octubre cae también en domingo como en aquel 1962, cincuenta años atrás. Comenzaba el Vaticano II, por lo que la liturgia seguía todavía su ritmo anteconciliar, y en el último domingo de octubre se celebraba la Solemnidad de Cristo Rey (ahora la festejamos en el último domingo del Año Litúrgico).

Hace medio siglo que, tras la comida en Godelleta, donde cursábamos el Noviciado Salesiano, salíamos en autobús hacia los Salesianos de la calle Sagunto de Valencia. Los coadjutores llevaban el crucifijo entre sus

manos; nosotros, los clérigos, sujetábamos la sotana y el alzacuello en nuestro regazo.

Nuestro querido amigo y hermano, Pepe Sabater, me recuerda que la imposición de sotanas y de crucifijos fue en la entonces Capilla del Colegio Santo Domingo Savio, con capacidad para unas mil personas; en la actualidad aquí se levanta el Gimnasio del Colegio, y las celebraciones religiosas pasan a la Parroquia San Antonio Abad.

A mano derecha de esta Capilla, teniendo al frente el altar mayor, había un atrio-jardín porticado (ahora convertido en Patio de Recreo de la Sección Infantil), donde nos iban esperando nuestros padres y familiares para abotonarnos la sotana.

(Así fue nuestra imposición de sotana)

Después pasamos al Teatro del Colegio para la Gran Velada preparada por los que cursaban primer y segundo curso de Filosofía en Godelleta, aunque también los novicios participábamos en los números de coral polifónica que dirigía nuestro querido Miguel Ángel Nuin.

“Por fin te miro”, de la zarzuela Gigantes y cabezudos, la interpretábamos a cuatro voces formidablemente: el aplauso era estruendoso y nos expresaba el mejor agradecimiento del público. Recuerdo que, como aquellos seminarios eran tan cerrados y la censura se daba incluso fuera de los ambientes religiosos, nos hacían cambiar la letra de algunas canciones. Por ejemplo, dentro del recital y

2

en el número de la zarzuela La parranda, tuvimos que sustituir aquello de “Murcia, son tus mujeres gala de tu palmar”, por “Murcia, son tus vergeles gala de tu palmar”.

(Nuestro pequeño “Orfeón Donostiarra”)

Por supuesto que en dicha velada no podían faltar las voces de Ángel Larrañaga y de Jesús Oteo (algo así como un Orfeón Donostiarra en pequeño) deleitándonos con Yo soy mejicano, Cuatro milpas, Buen menú… También nuestro entrañable Feliciano Ugalde (FU, para la escena salesiana) nos sorprendía con la puesta en escena de una pieza teatral: mi pasión por el teatro se la debo a él, a quien le dedico las palabras de mi amigo Buero al referirse a sus maestros Ibsen o Calderón: “una persona con la fortaleza de un roble”. Y es que el teatro representado en Godelleta era un derroche de cultura, de espectacularidad, de exquisita dramaturgia, de escenografía, de formidable estética…; y todo para nosotros mismos: ¡qué pena que “aquellos tesoros al instante” (el teatro, a diferencia del cine, es puro presente) no abriesen el telón para el gran público que hubiese contemplado, admirado y aplaudido aquellas versiones de estas auténticas joyas!

Al día siguiente, lunes 29 de octubre, la Inspectoría Salesiana de Valencia fletó varios autocares para que nuestros familiares pudiesen venir a pasar la jornada con nosotros en las grandes praderas que rodeaban nuestra casa de formación. Allí comimos juntos en las mesas y

3

bancos de cemento que había junto a la balsa. Los navarros bailaron jotas, y el señor Gelpí hasta nos hizo fotos.

(Nuestro querido Luis Fernández con sus padres.Qué pena: le perdimos, años más tarde,

en un accidente de tráfico. Vivirá mientras yo viva.Era el que me precedía en la lista de nuestro curso)

(Primer y segundo cursos de Filosofía en el año 1962)

… … …

En la tarde lluviosa del 4 de octubre de 1969 llegábamos a Martí-Codolar (Barcelona) para seguir con la

4

Teología. Todos los que quedábamos de nuestro curso bajamos a la meditación del día siguiente sin sotana. En las Buenas noches de esa jornada, Antonio Manero, el director, hizo la vista gorda sobre nuestro gesto confabulado; sólo nos advirtió de que no vistiéramos con prendas de colores llamativos. Recuerdo que en ese momento yo llevaba un niqui de color butano…

… … …

Total, que llevamos la sotana durante siete años. Pero ninguno la añoramos, porque aquellas palabras de Don Bosco que quería a sus salesianos “en mangas de camisa” tuvieron por fin su efecto, aunque también algunos nos recordaron que Don Bosco había añadido que “los salesianos clérigos vistieran como los curas diocesanos”.

… … …

Miro hacia atrás y, pese a la encerrona de aquellos cuatro años (Noviciado y tres cursos de Filosofía) absurdamente aislados, me quedo con lo fructíferos que fueron para mí, pues casi todas las personas con las que me he encontrado en la vida me han preguntado que de dónde he sacado tan vasta cultura. Les contesto que en Godelleta me educaron para ser, como Leonardo Da Vinci, uomo universale…

Pese a que aquel octubre de 1962 marcó el comienzo de una nueva manera de entender el mundo…

• el día 5 los Beatles sacaron su primer disco (dos años más tarde Jorge Aracil nos trajo la noticia),

• el día 7 se estrenó en Londres la primera película de James Bond,

• el día 11 comenzó el Concilio Vaticano II (en el comedor se leían algunas páginas del Ya; recuerdo que en la siguiente primavera murió Juan XXIII, y unos días antes le tocó leer a nuestro compañero Fernando García-Herreros Agorreta un titular del Ya y dijo: “El papa ha entrado en cama”. Le corrigió nuestro Padre Maestro, José Miguel Armelles, pero él,

5

cabezota como siempre, dijo: “Aquí pone ‘en coma’, pero ya lo he corregido yo”),

• a partir del día 14 comenzó lo que USA llamó “la crisis de los misiles” (la URSS, “la crisis del Caribe”; Cuba, “la crisis de octubre”; los demás países, “el mundo ante un enfrentamiento nuclear”),

…de casi nada nos enterábamos; y, aunque nuestros estudios no tenían validez oficial alguna, aprendí Ciencias y a la vez Letras, Filosofía y Teología, Música y Canto, Solfeo y Gregoriano, Teatro e Interpretación, Maquillaje y Caracterización, Imprenta y Escenografía, Guitarra y Piano, Mecanografía y Caligrafía, Tramoya y Decoración, Literatura y Escritura, Cocina y Granja, Estilo y Redacción, Locución y Pensamiento, Lógica y Práctica, Coral y Solista, Pastor y Labrador, Segador y Recolector, Sembrador y Cultivador, Arador y Cavador, Espigador y Vendimiador, Huerta y Campo, Lavaplatos y Fregasuelos, Camarero y Barrendero, Recovero y Asistente (de las hembras que criaban)…, y, sobre todo,

• Convivencia,• Compañerismo,• Amistad,• Solidaridad,• Escucha, • Confianza,• Esperanza,• Interioridad,• Cultura,

…y, más todavía, la TRASCENDENCIA de cada pequeña cosa que hacía y que sólo te pueden dar las PERSONAS con las que convives, con las que compartes lo que eres……y la lógica ecuación de que la HUMANIDAD de Jesús de Nazaret es igual a su DIVINIDAD…

Allí aprendimos que, pese a todo, mientras tengamos ilusión, seremos pasado, presente y futuro.

Jósant Ferrándiz Hernández Domingo 28 de octubre de 2012

6