godelier-instituciones económicas copia

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  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    1/55

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    2/55

    Maine

    (1861)

    o Kovalevski

    (1890),1

    por

    no$brar

    sdlo

    alguiros

    de

    los

    mds

    g.andes, r'eunieron

    grandes car

    tidades de

    informaci6n

    sobr'e

    las

    diversas

    forrras

    de

    propiedad

    y

    trabajo,

    aumentando

    con

    ello nuestra

    comprensi6n

    de las

    sociedades

    antiguas

    y

    medieva_

    les de

    Orie[te

    y

    Ocbidente.

    Toda

    esta

    informacia'n'

    usada

    de manera

    comparativa,

    nos

    ayuda

    a

    co]n-

    prender:

    ias

    muchas

    socjedades

    de Asia,

    Amirica,

    Africa

    y

    Oceanla

    progresivamente

    descubiertas

    por

    Europa en

    el'curso

    de

    su

    expansidn

    colonial

    e

    im'

    perialjsta. Usada

    ioulparativamente,

    esta inforn'ln_

    ci6D

    conslituyc

    la

    base

    fundamental

    de

    cualquier

    tcoria

    sobte

    la evoluci6n

    de los

    hunranos,

    que

    a

    pesar

    de sus

    innegables

    estreoheces

    de miras

    y ert-cr

    res sobrevive

    arin como

    teoria

    evolucionista

    irnrlLi'

    lineal

    de

    la

    humanidad.

    Para fundar

    de manera convincente

    el

    ar'gulncn_

    to

    de

    la

    realidad

    e importancia

    de

    la

    tcoria aniro

    pol6gica

    de la

    economia

    para

    el

    desarrolio

    de

    1a

    modema

    antropologia,

    y

    mostrar

    que

    no

    se

    limila

    solamente

    a

    Malinowski,

    hay

    que

    hacer

    ieferencia

    a

    obras como

    Primitive

    Polynesian

    Ecofiorny

    (1939),

    de

    Raymond

    Firth,

    The

    N et

    (1940),r

    de

    Evans'Prit-

    chard,

    y

    otras

    tan

    importantes,

    aunque

    menos

    co-

    nocidas, como

    The

    Econotny

    of

    Cenltal

    Chin

    'L'ti.

    bes

    (1943),

    de

    Stevenion, The Econamy

    of

    the

    Inctt

    State

    (1957),

    de John

    Murra,

    y

    Kap.tuku Papuan Eco-

    norn

    (1963),

    de

    Leopold

    Pospisil,

    por

    citar s61o

    al-

    gunos,

    2.

    Merece

    la

    pena

    lambi4n

    mencionar el

    trabajo de Mor-

    san,

    "Los

    odgenes

    de

    la

    familia,

    la

    propiedad

    privada y

    el Es-

    iado'

    (1877,

    la

    so.kdad

    t1rimitira,4..

    parte).

    BD relaci6n

    con

    cstc

    punto puede

    verse ni inkodtrccidn

    a

    Sabre el nado

    de

    pra.luccidh

    asidtiea

    (Erdecor,

    C6rdoba,

    1966).

    3. Lo\ nrct,

    Barcclona, Anasrama,

    1977.

    10

    El

    ploblema

    primordial

    que plantea

    la antropo-

    logia

    econ6mica, sin

    embargo,

    no

    es

    tanto

    de hecho

    como

    de

    derecho.

    Y

    esta cuesti6n

    de

    derecho tiene

    que

    ver

    con

    el

    papel ftal

    la

    importancicL

    telati)a

    iLe las

    telaciones

    econdmicat

    en

    la ligicrL

    ptolunda

    que

    opera

    en

    la

    eroluci'n

    de las

    sociedades

    htna'

    fias.

    Ires

    puntos

    principales

    cenlran

    Ia

    ateDcidn

    de

    los

    antropdlogos

    econ6nlicosi

    1-

    ;Qud

    queremos decir cuando

    hablamos

    de

    realidad

    econ6mica?

    2Qu6

    tenemos

    en mente

    cuan-

    do intentamos

    analizar la

    economia

    de

    una

    socie_

    dad?

    2.

    TCudles

    son los limites

    de

    la

    antropologia?

    ;Qu6

    tipo

    de

    sociedades

    estudian

    los

    antrop6logos

    y

    existeri razones

    te6dcas

    que

    jusiifiquen

    dicho

    con-

    tenido y

    dichos limites?

    3.

    ;Qud

    es Io

    que produce las estructuras

    eco'

    n6mi(as,

    y

    cual es

    su

    e[ecLo

    sobre la ol,ganiTacidn

    y

    evoluci6n de

    las

    sociedades

    estudladas

    por

    los

    an-

    trop6logos?

    Estas

    tres

    preguntas

    se hallan

    ligadas

    entre

    si,

    pero

    las

    discutiremos

    por

    separado

    en aras de una

    mayor claridad.

    La srntesis

    critica

    de los resultados

    a

    que

    Ileguemos

    nos

    permiti16

    Ial

    veT.ugcrir Lrn

    cambio en

    la

    base

    del

    anrilisis

    te6rico

    de tales cues-

    tioDes

    y

    de la antropologia

    en

    general.

    DEFIMCION DIi LA ECONOMIA

    Tres

    distinlos cnfoques a la

    definicjdn de

    la

    eco'

    ron'iia lTan

    venido

    siendo ofrecidos

    por

    los antro-

    prl1ogos,

    lo

    qLrc

    no

    clifiere

    clenrasiado

    de

    la

    siluaci6n

    :,

    11

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    3/55

    1'

    l

    quc

    rcina

    cntac

    los economjstas

    desdc principios

    de

    cste

    siglo.'

    Para

    Herskovirs,

    LeClair,

    Burling,

    Saiisbury,

    Schneidcr

    v

    torios aqrrelkr5

    qu'ri,t

    .r

    \r

    nt,,

    ru\

    como

    .lotmrli:tis

    .;f

    "f.;.,oi.

    a

    economia

    es

    (el

    estudio

    de

    la

    conducta

    hurnan

    con

    relacidn

    al

    uso

    alternativo

    de

    los bienes

    csca

    sos, (Robbins

    1947).5

    Esta definici6n,

    propia

    rle

    1os

    marginalistas,

    es defendida

    en

    Ja

    actualidad

    por

    la

    mayor parte

    de

    los economistas

    occidentales

    no

    marxistas.6

    Karl

    Polanyi

    (1957),

    George

    Dalton

    (1971)

    y

    otr.os,

    en canbio,

    se

    muestran

    decididos

    oartidarios

    dr:

    una

    definici6n

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    relaciones vigentes

    eran

    de

    tipo

    precapitaiista,

    fun'

    dadas

    en

    la

    pequefra pr.opiedad

    que

    coexistia con

    relaciones

    de

    producci6n

    de

    tipo

    feudal

    y

    comuni-

    ta

    o. El modo

    de

    produccidn

    capitalista, sin

    embar.

    go,

    fue

    gradualmentc

    hacidndose

    con toda la

    produc-

    ci6n indusrrial,

    y

    pronto

    abarcd igualmente

    e1

    6rea

    de la agricul:ura,

    dominando

    por

    entero

    toda

    la eco,

    nonTia

    nacional,

    .

    EL PNOEESO

    DE

    PRODTICCION

    El

    proceso

    de

    produccirin

    abarca

    por

    igual

    las

    relaciones

    que

    los

    humanos

    mantienen

    entre

    si,

    co-

    mo

    las

    que

    dstos

    mantienen con

    la

    naturaleza,

    EI proccso

    cle producci6n

    como

    forma

    sociat

    dc apro-

    piaoidn

    de

    Ia nrturaleza

    En

    su

    sentido

    lato,

    ios modos de

    producci6n

    son

    conjunlos

    duales de

    estn:cturas

    sociales_

    Por

    un

    la-

    do

    se componen

    de fuerzas y

    relaciones

    de

    procluc-

    ci6n

    que

    organizan

    los

    procesos

    producliros

    y

    lJ

    distribucron

    de

    .os

    biene..

    mareriaics

    en

    el

    inrerio

    de una

    sociedad

    concreta

    (modo

    de

    producci6n

    en

    sentido

    restringido).

    Por

    otro

    lado,

    se

    componen

    cle

    aquelias

    relaciones

    sociopoliticas,

    juridicas

    e

    idco

    ldgicas

    correlativas

    de dichas

    formas

    de producci6D

    de

    las

    rnismas.

    Resulta

    evidente que

    una

    dcfinicirit

    como

    la

    expresada

    se

    niega

    a

    considerar

    en

    aisiado

    los

    procesos

    de

    produccidn,

    llevando

    en

    cambio

    cl

    andlisis

    pol

    deiroteros

    y

    njveles que,

    habitualmcn.

    t4

    te,

    constituyen

    para

    los

    economistas

    nvariables

    ex6-

    genas)

    con respecto al

    proceso

    econdmico mismo,

    considerdndolas

    por

    lo

    tuismo

    externas a

    su

    disci-

    plina.

    La

    definicidp

    de

    10

    que

    entendemos por

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    5/55

    lr

    t'

    cl

    I

    Iodo

    proceso

    de

    produccidn

    hace

    intervenir

    una

    combinaci6n

    concreta

    de

    factores

    de produccidn.

    Lo

    que

    define

    a

    los

    factores

    de

    produccidn

    como

    objeto

    o

    medio

    de

    trabajo

    es

    el

    lugar y

    la

    funcidn

    que

    ocupan

    en

    el interior

    de

    cada

    concreta

    combi-

    nacidn.

    Asi,

    por

    ejemplo,

    en

    las

    sociedades

    cazado_

    ra\

    y.recolecroras,

    Ia

    tierra

    (como

    part

    los

    pescado-

    ]:s

    et.aCua)

    es

    solo

    un

    objeru

    de

    rrdbajo,

    lo

    que

    Marx

    llama

    .el

    almacdn

    dc

    suminislros

    primirivo_

    y_el

    (Leroi-Gour,

    han

    197,)

    El

    estudjo

    de las

    herraEjentas,

    en efecto,

    condu-

    ce

    al

    esrudio

    del

    modo

    como

    los

    humanos

    ias

    em-

    plean

    y

    al

    andlisis

    de

    las

    formas

    sociales

    de

    trabajo.

    El

    lrabajo

    puede

    ser

    o bien

    una

    actividad

    intelec-

    tua],

    o rrnr

    actividad

    colecliva

    que

    implica

    fornas

    de

    cooperajidn

    diferentes.

    pero,

    en

    todos

    los

    casos

    tunciona denrro del nmrco de

    la

    djvisi6n

    social

    del

    trabajo,

    que

    puede

    basarse

    en

    el

    sexo

    o

    la

    edad,

    o

    en

    critedos

    m6s

    complejos

    que

    dan

    lugar

    a

    la per_

    tenencia

    de

    los

    trabajadores

    a

    clases

    o

    castas

    di-

    versas.

    Andliaia

    del

    rrabajo

    L:"s

    combinaciones

    de

    factores

    de

    produccion

    tle-

    nen

    lugar

    en

    el

    interior

    de

    ul

    contexto

    social

    al

    que

    daremos

    el

    nombre

    de

    se.

    P4

    e-s r uru,l;

    oon

    dstas

    las que

    cstablecen

    las

    relaciones

    ...;;;

    d""-

    Son

    tro

    de

    las

    cuales

    los

    individuos

    llevan

    a

    efecto

    el

    proceso

    de produccjdn.

    La

    antropologia

    estudia

    to-

    da

    una

    serie

    de

    relaciones

    sociales

    y

    unidades

    de

    produccicin.

    Segd[

    su actividad

    productiva,

    las

    uni-

    dades

    de produccidn

    pueden

    ser

    familiarcs,

    aideanas

    o

    tribales,

    e

    incluso

    llegar

    a

    coDstituir

    grandes

    sis_

    t7

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    6/55

    temas de

    irrigacidn o

    cultivos aterrazados como

    los

    de

    las altas

    culturas

    precolombinas, formadas

    por

    grupos

    tribaies

    6ajo el

    liderazgo

    de un

    poder

    cen-

    rral.

    Las

    economlxs

    cazadoras.

    como

    ]as

    de

    los

    in-

    dio.

    pies

    negros ai Norteamdrica,

    dependen de

    do.

    tipos

    dEiobi6

    iBnlGs

    pie-s

    negros,

    por

    ejemplo,

    practicadan

    dos tipos de

    caza

    distintos,

    segtn Ios

    bisorLtes se

    hallaran

    agrupados

    en

    grandes

    rebaios

    (caza

    de

    primavera

    y

    de

    verano)

    o

    dispersos

    en

    pe"

    queflos

    grupos

    de

    animales

    (caza

    invernal

    y

    de oto-

    flo).

    La caza

    estival

    lequeria

    la cooperaci6n

    y

    con-

    certacidn

    de toda ia

    tribu,

    asl

    como

    una

    politica

    tribal

    que

    impidiera a los

    individuos

    dedicarse

    a

    la

    caza

    por

    cuenta

    propia,

    espantando al bisonte

    hacia

    otios terrilorios. La

    caza invernai,

    en

    cambio,

    de-

    pendia

    de

    la

    cooperacid;r

    dc grupos mucho

    mds

    re-

    ducidos,

    bdsicamente unidades familiares

    que

    ope-

    raban en territorios traCicionalmente delimitados

    y

    fijos.

    El reagrupamiento de toda la tribu en

    prima-

    vera

    abria

    la estacion dc las

    grandes

    ceremonias

    po

    liticas

    y

    reliSiosas.

    De

    este modo,

    Ia

    estrecha

    adapta-

    ci6n de

    las relaciones sociales

    y

    econ6micas del

    grupo

    social

    a

    los

    hAbitos

    de

    los

    animales cazados

    inducia

    un vasto

    movimiento

    de sistole

    y

    di6stole en

    la vida

    social.

    En

    las

    sociedades

    precapitalistas,

    el

    trabajo

    pro"

    ductivo

    se organiza

    generalmente

    con la

    ayuda

    de

    servicios personales espontdneamente

    prestados

    u

    obligatoriamente

    iDpuestos

    a

    trabajadoies

    que

    su.

    plementan

    con sus

    esfuerzos

    la

    productividad

    del

    grupo

    de

    pa.entesco.

    Los

    trabajadores

    suplementa-

    rios

    hacen

    esto

    en

    nombre de

    determinados

    lazos

    famiiiares, pollticos

    o religiosos,

    que

    en

    cada caso

    juegan

    un

    papel

    concreto

    en el conjunto

    de

    las rela"

    ,,

    .

    ciones

    de

    producci6n.

    En la

    mayor

    parte

    de

    las

    so-

    ciedades

    precapitalistas,

    el trabajo

    es

    un

    acto

    de

    cardcter

    truiltiple,

    de caracter

    a la vez econ6mico,

    politico,y

    religioso. EI

    trabajo

    eD cuanto

    tal,

    como

    activiaad

    puramente

    econdmica,

    simplemente rTo

    DIVISION

    DEL TRABAJO

    ENTRE

    SEXOS

    Y GE.

    NERACIONES.

    Toda

    forma

    de produccidn,

    por

    lo

    demis,

    supone

    una

    divisidn

    del trabajo segin

    los

    sqxos

    y

    las

    generaciones.

    Entre

    Ios cazadores

    y

    re-

    co]ectores,

    Ias

    mujeres

    y

    los

    niflos

    se encargan

    de

    la

    recolecci6n y

    la caza

    de

    animales

    de

    pequeio

    ta-

    maf,o, Esta

    especiaiizacidn

    sexual

    de

    las tareas de"

    muestra

    que

    la

    cooperaci6n

    entre

    sexos es funda-

    mental para

    la

    supervivencia

    en ias

    sociedades

    pri-

    mitivas,

    Io

    que

    clarifica

    uno de

    los aspectos

    de

    la

    importancia

    del matrimonio

    y

    los

    grupos

    familiares

    en dichas

    sociedades.

    Un

    anelisis

    estadistico

    de

    los

    hdbitos

    alimentarios

    de algunas

    de estas

    sociedades

    cazadoras y

    recoiectoias

    ha

    mostrado

    de manera

    fe-

    haciente

    que

    la

    dieta

    de

    estos

    gmpos,

    incluido

    al-

    gtn

    grupo

    de

    grandes

    cazadores,

    como los

    hadza

    de

    Taozanis,

    es en

    un 60

    ob

    de

    tipo vegetal.

    Lo

    que

    \ie-

    ne

    a decirnos que

    la

    dieta

    de este

    tipo

    de

    sociedades

    ciepende

    del trabajo

    femenino

    en

    la

    misma

    medida

    al

    menos

    (si

    no en

    mayor

    medida) que

    del

    trabajo

    mascuFno.

    A.l

    analizar

    un ciclo

    productivo,

    debe_

    mos diseccionarlo

    en

    sus

    diversas

    fases.

    identifican_

    do

    en

    cada

    una

    de

    ellas la

    forma

    caracteristica

    de

    organizaci6n

    de)

    trabajo

    y

    la forma

    de

    cooperacidn

    dominante.

    Por

    ejemp)o,

    entre

    los

    hiruya

    dc

    Nocva

    Guinea

    el ciclo

    agricola

    parc

    la

    produccidn

    dc

    brratas

    y

    $

    t9

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    7/55

    l"

    I

    d

    i

    )

    taro impiica

    seis

    distintas

    fases: 1)

    la

    tala

    y

    roza

    de la

    maleza

    y

    ei

    bosque,

    que

    depende

    del

    trabajo

    masculino

    colectivo

    y

    de la coopcracidn

    ampliada

    de

    los

    consanguineos y

    otros

    parientes,

    asi

    como de

    ios

    coiniciados

    y

    conveainos; 2)

    la

    quema

    de

    la

    ma-

    leza talada y

    rozada, que

    depende

    del

    trabajo

    feme-

    nino,

    en

    su

    forma

    de simple

    y

    restringida

    coopera-

    ci6n

    de

    las mujeres

    del usua

    o

    o

    usuarios

    de la

    futura tierra

    de

    labor;

    3)

    cercado

    de

    la

    huerta,

    que

    se

    realiza

    mediante el

    trabajo colectivo

    masculino,

    fundado

    en

    la

    simple

    cooperaci6n

    ampliada; 4)

    plan-

    tado

    del huerto

    reci6D

    cercado,

    que

    es de la incum-

    bencia femenina,

    trabajando

    cada mujer

    en

    su

    pro-

    pia

    parcela

    dentro

    del

    huelto colectivo;.5)

    cuidado

    del

    huerto,

    que

    es cosa de

    cada

    mujer

    con relacidn

    a

    su

    propia

    parcela;

    6)

    cosecha,

    seguida

    de

    Ia

    prepa-

    racidn

    del

    producto

    para

    hacerlo

    apto

    para

    su

    comi-

    da

    (pelado

    y

    cocinado de

    los

    tubircuios), tambidn

    de

    incumbencia

    exclusivamente

    femenina.

    Tenemos

    aqui un

    ejemplo de

    proceso

    alternante;

    trabajo

    co-

    lectivo

    masculino

    primeramente,

    seguido

    de

    un

    tra,

    bajo

    individual

    femenjno. No puede

    decirse

    lo

    mis,

    mo

    de

    la

    producci6n

    del

    cultivo de

    la

    cafia de

    azj,

    car,

    que

    entre

    los

    baruya

    es

    de incumbencia

    total-

    mente

    masculina, dado

    gue

    estd

    prohibido

    arias

    mu-

    jeres

    y

    a

    los

    muchachos

    no

    iniciados

    planiar

    o

    ni

    siquiera

    cuidar un hue

    o

    de

    cafia.

    En

    cambio.

    la

    cria de

    cerdos

    y

    la recolecci6n

    de

    plantas

    y

    bayas

    silvestres

    estd

    estrictamente

    reseNada

    a

    las

    muje-

    res.

    En la sociedad

    baruya,

    como

    puede

    verse,

    no

    existen

    precticamente

    actividades

    en

    las

    que

    los

    hombres y ias

    muieres

    realicen

    una

    labor

    confunta.

    DIVISION

    DEL

    TRABAJO

    Y FORMAS

    DE

    COOPE.

    20

    RACION

    (SIMPLES

    Y

    COMPLEJAS).

    En

    las formas

    simples

    de

    cooperaci6n,

    los

    productores

    se reinen

    entie

    si

    p.1ra

    llevar

    a

    cabo

    el

    mismo

    o andlogo

    tipo

    de

    trabajc,

    La cooperacj6n

    simplr

    puede

    reducirse

    3

    unos

    pocos

    individuos

    o extenderse

    a

    un

    grupo

    m6s

    amplio,

    segfn

    sea el

    tanuflo

    y

    la

    utgencia

    de

    Ia

    ta-

    Bla.

    Ari,

    por

    ejemplc-r,

    cuando

    ios baruya preparan

    un

    nuevo

    huerto

    eD

    una zona

    de

    la

    sclva que

    ha

    sido

    recientemente

    roturada,

    Ios

    que

    cultivan

    dicha

    tierra

    prepalan

    estacas

    en

    el

    bosque

    para

    defenderla

    de

    ias

    devastaciones

    de

    los

    cerdos

    salvajes.

    Esta

    actividad

    masculina

    puede

    ser realizada

    de manera

    individual,

    pero

    con frecuencia

    adopta

    la

    forma

    de

    cooperaci6n

    simple

    restringida

    a ]os

    hombres

    cuyas

    mujeres

    plantar6n

    y

    cuidarrin

    el huerto.

    Las

    mujetes, en-

    tonces,

    transporfan

    ]as

    estacas

    ai

    lugar

    donde

    dste

    se

    halla

    emplazado,

    bajo

    la

    forma

    de

    cooperacidn

    simple;

    y,

    cuando todas

    las

    estacas

    han

    sido prepa-

    radas y

    transportadas,

    un gmpo

    de aproximadamen-

    lc

    vcinle

    hornbrcs.

    pJr

    ir.ntes

    J

    convecino-.

    v.crc

    parJ

    a),udar

    a

    construir

    Ia empalizada

    en

    un

    solo

    dia,

    y

    bajo

    la

    forma

    de

    cooperaci6n

    simple

    y

    ampliada.

    Los

    beneficiarios

    de esta

    ayuda

    devolver6n

    el

    favor

    cuando

    sea el

    momento

    de

    construir

    sr.r

    propio

    huer-

    to

    cada uno

    de

    los

    que

    en el

    momento

    de construir

    el

    suyo

    le ayudan.

    Ls

    forma

    de cooperaci6n

    compleja

    se

    produce,

    en

    cambio,

    cada

    vez que

    uu grupo

    de

    productores

    se refne para

    realizar

    tareas

    distintas pero

    comple-

    mentarias.

    La

    caza

    con

    red,

    por

    ejemplo,

    de

    los

    pig.

    meos

    mbuti

    del

    Congo

    o de los

    indios

    shoshone

    de

    las

    Grandes

    Llanuras

    americanas

    son

    un

    buen

    ejem,

    plo.

    Entre

    Ios shoshone,

    varias

    familias

    nucleares

    podian

    llegar

    a unirse

    entre

    si en diversas

    doocas

    del

    2t

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    8/55

    aio

    para

    formar

    bandas cooperativas

    que

    se

    dedica_

    ban

    a ),a

    caza

    de conejos

    y

    antllopes,

    cuando

    estos

    eran

    abr.rndantes,

    o

    simplemente

    a la

    recogida

    de

    pi"

    iones.

    Los cazadores

    unian

    sus

    respectivas

    redes

    para

    formar

    una dc

    varios

    cientos

    de

    pies de largo, mien'

    tras

    ias

    mujeres

    y

    los

    niflos

    aztzaban

    a los

    anima-

    les

    hacia

    ellas. Todo

    el

    grupo

    se

    ponia

    bajo

    el

    pa"

    tronazgo

    de

    un

    jefe

    [nico,

    que

    era

    quien elegia

    e1

    lugar,

    decidla

    d6nde

    colocar las

    redes

    y

    repartla

    el

    producto de

    Ia

    caza. Estas

    formas

    de

    cooperaci6n

    establecian

    entre las

    diversas

    familias

    nucleares

    asi

    agrupados

    lazos

    Puramente

    temporales,

    dispersdn"

    dose

    cada

    elemento

    componente

    despuds

    de

    finali

    zada la

    temporada

    de caza.

    De manera

    similar,

    en

    Ias

    agrupaciones

    temporales

    de

    familias nucieares

    esquimales,

    el

    Iider

    del

    grupo cooperativo

    recibia

    cl

    nombre

    de

    .el

    que

    rTTds

    sabe".

    En el imperio

    inca,

    la

    coDstlucci6n

    de tempios,

    1,,1:r

    .o".

    .isrcma.

    Je

    irig.

    cion

    y

    letrezc.

    rr.'queria

    la cooperaci6n

    de un vasto ndmero

    de

    tribus

    depen_

    dientes bajo la

    direcci6n

    de

    fulcionarios

    del

    Es-

    tado.

    Estos

    funcionarios

    pertenecian las

    miis

    de las

    veces a las

    familias

    dominantes de la

    tribu

    inca,

    y

    bajo

    sus 6rdenes

    se

    hallaban los

    ctcaca

    o

    jefes

    tra_

    dlcionales

    de

    ias

    tribus

    sometidas

    a trabajos folza'

    dos.

    Los impresionantds resultados

    de su

    trabajo

    dan

    fe

    de

    la

    productividad que

    puede

    llegar

    a

    al-

    canzarse empleando diversas

    formas

    de cooperaci6n

    simple

    ampliadas a

    grandes

    grupos

    humanos.

    En

    ste

    ejemplo,

    las

    estructuras

    autoritarias,

    la

    direc'

    cidn

    y

    el

    control

    de1

    proceso productivo

    adoptan

    una

    forma

    politica que

    difiere sustancialmente de la

    quc

    se

    da

    enlre

    grupos

    .eunidos

    dc

    mancrc

    orasio

    na1.

    22

    FORMAS DE COOPERACION

    Y RECIPROCIDAD,

    Debemos

    tambidn

    anaiizar

    Ias

    formas

    de coopera

    ci6n

    que,

    ya

    no

    confolmes con

    ia naturaieza

    de

    1os

    trabajos

    analogos

    y

    paralelos,

    o

    bien distintos

    e

    in

    trincados, llevados

    a cabo

    por

    los

    trabajadores,

    se

    acomodan

    sir,

    embargo a

    los

    modos

    de

    reciproci-

    dad

    que

    operan

    eo cada

    caso.

    En

    muchas

    comunida

    des

    primitivas

    y

    campesinas

    encontramos dos

    tipos

    distinios

    de cooperacidn:

    uno

    en el

    que,

    como

    com-

    pensaci6l

    de la

    avuda

    recibida,

    se ofrece una

    gran

    fiesta,

    generalmente

    de car6cter

    rilual;

    y

    otro en

    el

    que

    la

    reciprocidad

    adopta

    formas de

    intercambio

    fids o menos equivaiente

    por

    el

    trabajo

    y

    los

    ser'

    vicios

    prestados.

    En Latinoam6rica,

    por

    ejemplo,

    el

    canvite

    de Colombia

    y

    Ecuador, la

    minga baiLada

    dc

    Ecuador,

    y

    el mingaco de Chile

    pertenecen

    a

    la

    primcra

    de

    estas

    formas.

    El

    ayni

    clc

    Pcrri,

    el

    cam'

    bio

    de nana er, Colombia,

    y

    Ia

    yueLta

    de

    ntano

    en

    Chi|:,

    pertenccen

    al

    segundo

    tipo.

    Tanto

    una

    collto

    olri l'orma

    pLri.dcn

    coc\i'ril

    cn

    una

    mi,ma

    comuni

    dad,

    cn relaci6n con diferentes iipos de

    trabajo.

    En-

    tre ios dayak siang de Borneo,

    por

    ejemplo,

    la

    pri-

    mera

    forma

    se

    emplea para

    corresponder

    a

    la

    ayuda

    .

    pr(s1ada

    en

    la

    construccioo de una

    nueva

    (

    asa,

    mien-

    tras

    Ia

    segunda se

    utiliza

    para

    corresponder

    a di-

    versos

    tipos

    de

    trabajos

    relacionados

    con la agricul"

    tura. En los

    casos

    de

    intercambios

    de

    servicios

    muy

    equilibrados, podemos

    obse

    ar

    que

    la obligacidn

    de

    ndevolver

    en

    la

    misma

    medida,

    es

    muy fuerte.

    Si el

    beneficiario

    es incapaz

    de hacer frente

    a

    sus

    responsabilidades,

    alguien debe

    hacerlo

    en

    su lugar.

    Generalmente,

    el

    beneficiario

    de

    la ayuda reciproca

    proporciooa

    comida

    y

    bebida a

    los

    que

    los ayudan,

    DcI-o

    cste

    tipo

    de comida

    no

    tiene cardcter

    ceremo-

    i)

    23

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    9/55

    l"

    l

    q

    I

    nial. En cambio, en aquellas

    formas de

    trabajo

    coo-

    perativo

    que

    conc)uyen

    con una fiesta,

    parece

    como

    si

    Ia

    suntuosa

    y

    lujosa

    celebracidrl

    bastala

    para

    li-

    berar

    a

    las

    partes

    de sus

    respectivas

    obligaciones,

    de

    modo

    que

    la

    obligacidn de

    devoiver trabajo con

    trabajo

    se

    debilita

    en

    buena

    parte.

    Liegados a

    este

    pLrnto,

    no

    podemos

    menos

    de

    menciouar

    las

    dife-

    rencias

    que

    separan

    er,tre

    si a

    lo ordinario de l

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    10/55

    dimienro

    por

    unidad

    de

    superlicic

    muy bdio.

    Pot

    otro lado,

    en sociedades

    cuya economia

    depende

    de

    tdcnicas

    de

    agricultura

    intensiva

    (como

    en

    la

    agri-

    cultura china tradicional) la

    productividad

    del

    tra'

    bajo

    es

    rnuy ddbil,

    y

    en cambio

    el

    rendimiento

    por

    unidad

    de superlicie muy alto. En

    Ia agdcullura

    china

    o

    vietnamita,

    el

    trabajo de

    los

    animales

    dc

    labor

    fue

    escasamente

    usado,

    de modo

    que

    Ia

    cco,

    nomia

    dependia

    por

    entero

    de

    un medio

    que

    habla

    sido completamente

    creado

    por

    el

    hombre.

    Han

    sido raros

    los estudios dedicados

    a

    los

    cam,

    bios

    producidos

    en las sociedades

    primitivas

    y

    cam-

    pesinas

    por

    la sustilucidn

    de

    los

    factores

    de

    produc-

    ci6n.

    Ha

    sido

    posible,

    por

    ejemplo,

    medir

    la

    inci-

    dcncia

    de

    la

    introduccidn enlre

    los baruya

    de

    ins-

    trumentos de

    hierro; hace

    aproximadamente

    unos

    cincuenta

    afros,

    los banrya

    sustituyer.on

    sus

    antiguos

    irtiles

    de

    piedr:1 por

    otr'os

    de metal

    de

    origen

    euro-

    peo.

    Ei tieftpo

    ahorrado

    con

    los

    nuevos fti]es

    sc

    comprobd

    que

    e:a de1

    orden del

    250

    o/0.

    Segin los

    c.ilculos

    que

    nosotros mismos

    fuimos

    capaces

    de

    hacer,

    les llevaba

    cuarenta

    y

    dos

    minutos

    derribar

    un arbol

    de

    30

    cm

    de

    diiimetro

    con

    las

    antiguas

    he

    rlamientas,

    mienlras

    que,

    por

    tdrmino

    medio, les

    lleva

    actualmente

    unos

    doce minutos

    talar

    arboles

    del

    mismo

    diemetro

    con'hachas de

    acero;

    estas

    ril-

    timas

    fueron

    introducidas en

    su

    ierritorio

    antes

    de

    la llegada

    de los

    blancos en 1951,

    a travds

    de

    los

    tra-

    dicionales

    canales

    de comercio

    intertribal.

    Los

    ulti

    mos

    estudios

    cuantitativos

    realizados por

    Marshail

    (1965)

    entre

    los

    bosquimanos

    kung

    del

    desierto

    de

    Kalahari,

    han

    demostrado

    que,

    para

    poder

    satis"

    facer

    sus necesidades,

    Ios

    productores

    individuales

    gastan

    no mes

    de

    cuatro

    horas

    de trabaio

    al

    dia.

    26

    Estos

    resultados

    destruyen

    por

    completo

    la

    tradi'

    cional

    visi6n

    de unas

    sociedades, Ias

    cazadoras

    y

    rc'

    colectoras,

    atosigadas

    por

    la

    Daturaleza;

    Sahlins

    ha

    llegado

    a sugerir,

    en este

    sentido,

    que en tales socie-

    dades

    qddemos

    ver

    en la

    actualidad

    Jas

    primeras

    "socied;des

    de

    la

    abundanciao.

    indicando

    al mismo

    tiempo

    que

    el conocimietto

    de estas

    primitivas

    (so-

    ciedades

    del

    bienestar" terminarla

    por barrer

    todos

    los

    prejuicios existe[tes

    coII

    relaci6n

    al

    llamado

    mo-

    do

    de vida de

    los

    salvajes

    (Shalins

    1972).

    Poblaci6n, recul6oB,

    excedentes

    Hemos

    de

    recordar,

    sin

    embargo,

    que

    los an61i-

    sis m6s

    precisos

    de

    los

    modos

    de

    produccidl

    han

    ayudado a

    cla

    ficar

    los llmites

    en

    que 6stos pueden

    reproducirse.

    El

    problema

    mrs

    inmediato

    es el de

    la

    relaci6n comida-teritorio-densidad

    humana.

    Esta

    relacidn, segt)l

    Leroi-Goulhal

    (1964),

    corresponde

    en todos

    los

    estadios de la

    evoluci6n

    tecnoeco-

    n6mica, a

    una

    ecuacidn

    con

    valores

    variables

    pero

    correlativos;

    para

    los

    grupos

    primitivos

    existe

    un

    mismo

    vinculo

    que

    enlaza todos

    estoi

    tdrminos,

    ya

    se

    trate

    de esquimales, bosquima-

    nos,

    fueguinos,

    pigmeos,

    o

    diversos

    tipos

    de

    in-

    dios americanos.

    Su coherencia es tan rigurosa

    que

    la

    documentaci6n

    prehistdrica

    s610

    permite

    una

    interpretaci6n.

    A determinado

    nivel

    de

    desarrollo

    de

    las

    fuerzas

    productivas,

    un determinado

    desarrollo

    tecnol6gico

    pennite

    un

    determinado

    tamaflo

    y

    densidad

    de

    po.

    I

    ts

    27

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    11/55

    t-

    ,l

    I

    I

    i

    blaci6n.

    Es sobre

    esta

    base

    como

    Ia

    poblaci6n

    de

    ios

    shoshone

    llega

    a

    alcanzar un

    habitante

    por

    128

    km2,

    dccreciendo

    hasta

    1/256,

    segin

    se

    trate

    de

    la

    parte

    norte o sur

    de su

    territo o.

    Dado

    que

    su exis,

    tencia

    depende

    de la

    explotaci6n

    de los

    recursos

    naturales,

    no

    de la

    producci6n

    de recursos

    artificia-

    les, tales como

    la

    agricultura

    o la crla de

    ganado,

    el

    grupo

    humano

    debe

    cambiar

    de

    residencia

    de

    acuerdo con

    los cambios

    expe mentados

    por

    los

    te-

    rdtorios

    de

    caza, el

    crecimiento

    de

    las hierbas

    y

    otros

    recursos

    recolectables.

    Lo

    que

    de este

    ejem,

    plo

    resulta

    evidente

    es

    que

    el

    modo

    de

    prqduccidn

    determina

    el

    modo

    de

    residencia, en

    este

    caso

    el

    campame[to, y

    al mismo

    tiempo uD

    cierto

    tipo de

    desplazamiento

    en

    el espacio,

    esto es, un

    modo de

    vida

    n6mada.

    Este modo de

    vida impone

    por

    si

    mis-

    mo una

    serie de

    limites

    al

    desariollo

    de

    determina-

    das

    formas

    de existencia

    social,

    por

    ejemplo,

    a

    ,a

    cantidad

    de bienes

    transportables,

    y,

    consiguiente-

    mente,

    a la acumulaci6n

    de los

    llamados

    bienes

    no

    perecederos,

    Vefios,

    pues,

    que

    los

    electos

    de

    un

    detetminado

    modo de

    prodtrccidll

    sobte el

    conitmto de

    estruc-

    turas

    d.e

    una

    socied.ad. cansiste

    ante

    todo

    efl una

    li.tiitaci6t,

    de

    tiichas

    estructuras

    sociales

    a

    lotmas

    compatibles

    con el

    fiado de

    ptoducci6n.

    En

    aquellas

    sociedades en

    las

    que

    el

    modo

    de

    producci6n

    depen-

    de de la

    agricultura

    extensiva

    de roza

    y quema,

    una

    de las

    condiciones

    internas

    de

    reproduccidn

    del

    sis

    tema es

    la

    existencia

    de vastos teritorios

    de

    pobla-

    dos

    que

    permiten

    una rotaci6n

    de

    los

    cultivos,

    to-

    maDdo

    en

    cuenta ei

    tiempo

    necesado

    para

    la

    rege-

    neracidn natural

    del suelo.

    El

    sistema

    prbductivo

    encuentra

    un

    limite

    en

    estas condiciones.

    limite

    28

    que

    incidc

    en

    la

    permanencia

    y

    forma

    de habitaci6n

    de

    la

    poblacidn.

    El

    problema

    de

    la

    contradiccir5n

    entre

    recursos y

    poblacidn

    encuentra

    generalmente

    una

    salida

    en

    la

    prdctica

    de

    dividir

    el

    poblado,

    dan,

    do lugar

    a

    poblaciones

    dependientes

    'qu"

    ,un

    u ..,

    tablecerse

    e[

    los

    territorios

    vaclos.

    Mediante

    este

    proceso

    Ce

    divisi6n

    y

    emigraci6n de grxpos,

    el

    sis_

    tema

    se

    reproduce

    sin

    superar

    sus

    propios

    limites

    v

    rcsLrelve

    sus

    contradicciones

    expandidndose

    en

    el

    espacio.

    Otros

    estudios

    cuantitativos,

    como

    por

    ejemplo

    los

    llevados

    a

    cabo

    por

    Carneioro

    (1961)

    enire

    los

    kuikuru

    de

    la

    cuenca

    amaz6nica, que

    plactican

    al

    mismo

    tiempo

    la agricultura

    de

    roza

    y

    ia

    pesca,

    muestra que

    debemos

    tener

    mucho

    cuidado

    con

    las

    apariencias

    y guardarnos

    de

    creer que

    1a

    baja

    den_

    sidad

    de

    poblaci6n

    de

    un

    grupo

    social

    necesaria-

    mente

    significa

    que

    vive

    en

    el

    limite

    mismo

    de

    sus

    posibilidades

    materiales.

    Carneiro

    ha

    calcuiado

    que

    los

    kuikuru

    gasta

    por

    tdrmiuo

    medio

    no

    m6s dc

    tres

    horas y

    media

    al

    dia para

    asegurarse

    su

    susteD-

    to, de

    las

    cuales

    emplean

    dos en las

    tareas

    agrico,

    las

    y

    hora y

    media

    en

    las

    de

    pesca.

    Las

    diez

    horas

    que

    adn les

    restan

    del dla

    las

    dedican

    a

    descansar,

    a

    practicar

    la lucha y

    a

    otras

    actividades

    sociales.

    El estudioso

    brasilefio

    ha calculado

    que

    coa

    s6lo

    media

    hora

    m6s

    al dia

    de

    trabajo,

    cada

    hombre

    po-

    dria

    llegar

    a

    producir

    un susiancioso

    excedente

    de

    manioca,

    sin

    poner

    en

    peligro

    por

    ello

    el

    equilibrio

    entre

    poblacidn

    y

    recursos.

    Existe,

    pues,

    un

    exce-

    dente

    potencial

    que

    no

    es

    utilizado,

    y

    las

    razones

    de

    esta

    especie

    de

    ndesperdicior

    parecen

    estar

    en

    que

    los

    kuikuru

    lro

    tienen razones

    sociales

    para

    auEren-

    tar su

    producci6n.

    Este ejemplo

    nos

    permite

    hacer

    29

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    12/55

    dos

    importantes

    afirmaciones

    tcdricas:

    una,

    que

    la

    cxisren.ia del

    excedrnre

    potencial

    no neceiariamqrl_

    te

    cofllleva

    el

    desar:ollo

    econdmico

    y,

    segundio,

    que

    ia movilizaci6n

    de

    este excedente

    se realiza

    a

    traves

    de cambios

    ocurridos

    en

    las

    relaciones

    sociales,

    por

    ejempio,

    a

    trav6s

    del

    dcsarrollo

    de una

    cierta desi'

    gr:cJdad

    y una

    cicrta compelilividad enlre individllos

    y grupos.

    Es

    lo

    que

    Sahlins

    (1972)

    ha

    demostrado

    de

    Ia

    maneta

    mis eficaz

    en

    sus

    recientes

    esrtudios

    sobre

    el

    nefecto

    Chayanov'-

    [I$sja

    y

    trabajo

    En las.ocicdades

    pr,miliva.

    y

    campesinas

    e)

    tra'

    bajo

    constituye

    una

    operaci6n

    doble

    que

    tiene

    a la

    vez

    un

    aspecto

    tdcnico

    y

    m6gico_ritual.

    Malinowski

    ha

    irostado

    en detalle

    de

    qud

    modo

    los

    isleflos

    de

    Trobriand,

    aunque

    no

    dejan

    de

    ser conscientes

    de

    que

    es el

    trabajo

    del

    horticultor

    el

    que

    hace

    crecer

    la cosecha,

    subrayan

    que

    su

    trabajo

    por

    si

    solo

    es

    in'uliciente,

    quc

    es

    i,rdispensable

    1e

    magia

    par.r ga'

    rantizar

    la

    cosecha.

    No

    entraremos

    aqui

    en an61i'

    sis

    del

    pensamiento mitico

    y

    las

    prActicas nlegicas.

    Nos limitaremos

    a recordar

    que en

    los

    pueblos

    pri-

    mitivos

    se represe[tan,'de

    manera

    espontSnea,

    las

    causas

    ocultas

    y

    las fuerzas

    invisibles

    que controlan

    la

    naturaleza

    y

    la

    sociedad

    mediante

    analoglas

    hu'

    Elarlas.

    A1

    concebir

    la

    naturaleza

    como

    andloga

    a la

    sociedad

    y

    teducir s.os causas

    a

    la

    red

    de reiaciones

    iDtencionales

    que

    presiden

    1as

    relaciones

    humanas,

    el

    intelecto

    primitivo

    crea un doble efecto;

    por

    un

    lado

    antropomorfiza

    a

    la

    naturaleza, poa

    otro

    su-

    30

    pernaturaliza

    a los humanos.

    AI

    dotar

    de

    marrera

    espontanea a

    las

    realidades

    natuiales con atributos

    humanos, al

    mismo tiempo

    la humanidad

    se

    dota

    de una realidad

    y

    un poder

    sobrenaturales. lor esta

    raz6n, lo

    sagrado

    constituye una realidad

    prActica

    y

    espontiDea de la experiencia humana

    Frimitila

    de

    la

    naturaleza

    y

    la

    sociedad.

    La

    creencia

    en

    la

    rnagia,

    lejos

    de contradecir

    Ia

    crecncia en la causalidad

    y

    el determinismo,

    cs

    tal

    vez

    la

    mds clal.a

    afirmacidn

    de

    un

    determinismo

    s-

    rficto.

    La

    hLrmanidad cree

    que puede

    inseriarse, me-

    diante

    las

    pr6cticas

    magicas en las causalidades

    ne,

    ccsarias

    {ci

    orden raturcl. Podemos

    suponer,

    en

    c.lc

    scntido,

    que

    nuevas

    pr;cricas

    m6gicas y

    religio-

    sas se

    desarrollaron

    al

    tiempo

    que

    se domesticaban

    1as

    plantas

    y

    los

    animales y

    se

    establecian

    los

    nue-

    vos

    sistemas econ6micos dcpeDdientes

    de

    la

    agricul^

    tura

    y

    la

    ganaderia.

    Entre los

    cazadores

    y

    recolec-

    toles,

    el

    pensamiento

    megico

    y

    religioso

    se

    orienta-

    ba hacia el cuito de los

    (amos

    de los

    animales y

    las

    plantas,

    con

    1os

    que

    se

    establecian

    contratos

    que

    impedian

    matar

    anjmales

    sin

    razdn

    alguna

    (que

    im-

    pedian

    el

    desperdicio de

    los

    recursos

    naturales). En

    las economias dependientes

    de

    ia

    explotaci6n

    de las

    plantas y

    animales

    domesticados,

    las

    relaciones

    en-

    tre

    los

    humanos y la

    naturaleza

    no es

    ya

    la

    misma.

    Tal

    vez

    la

    domesticacidn

    de

    piantas

    y

    animales

    se

    vio

    acompafiada de

    un

    inmenso

    desar.rollo de

    la

    ma-

    gja

    y

    la

    religi6n.

    Ta1

    vez

    los individuos

    y

    los

    grr:pos

    ."c'ale...

    ducnos

    rJc

    la magia

    de

    Ji

    tertilidal

    de plan

    tas

    y

    animales,

    eran

    capaces

    en

    las

    nuevas

    condi-

    ciones

    de

    generar

    un inmenso poder

    social

    basado

    en

    su

    (imaginario)

    cootrol

    de los

    poderes

    naturales.

    Parece que

    fue

    en

    tales

    condiciones

    como

    surgieron

    Ci

    l

    31

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    13/55

    lo. s:cerdotes,

    en

    Luanro

    cubgrupo

    social

    separado

    deia produccjon.

    Sj

    comparamos

    cl

    poder

    de

    1or

    jefes

    en

    la

    sociedad

    omarakana,

    descrita

    Dor M^-

    Iino\\'ki

    {1922t,

    o

    en

    Tikopia,

    ral

    como

    nos

    es

    des

    crita

    -por

    Firth

    (1939),

    o

    los

    antiguos

    reinos

    poline-

    sios-

    de

    Tonga,

    Samoa y

    Taiitl,

    observamos

    que,

    en

    cualquiera

    de

    los

    ties

    casos

    citados,

    los

    jefes

    deien-

    tan

    el

    monopolio de

    los

    mds poteEtes paderes

    mi,

    Bicos

    que

    garantizan

    la

    fertilidad,

    poderes

    quc

    ellos

    ponen

    al

    servicio

    de

    Ia comunidad.

    Su

    lugar

    en

    bJ

    jnterior

    clel proceso

    productivo

    difiere,

    sin

    embargo,

    en cada.aso.

    En

    Omarakana,

    el

    jefubrayaoo

    Ia

    urgenre

    necesidad

    de

    ,Jatir,r"rn

    estudio

    detallado

    de

    las bases

    materiales

    de las

    disr

    tintas

    sociedades

    y

    reinte.pretar

    todas

    ias

    culturas

    .hunranas

    sobre

    la base

    de

    su

    consideraci6n

    como

    procesos

    especilicos

    dc adaptaci6n

    a entornos

    con-

    A

    Divel

    metodol6gico,

    estos

    antrop6iogos

    han

    rea-

    firmado

    Ia idea de que cada

    sociedad

    debe

    ser

    ana,

    lizada

    como

    una totalidad,

    pero

    a la

    vez

    debe

    ser;

    considerada

    como

    un subsistema

    en el

    interior.

    de

    una

    totalidad

    m6s

    ampiia,

    uD

    ecosistcma

    particular

    en

    ei

    que

    coexisten poblaciones

    humanas,

    anima)es

    y

    vegetaies,

    en el

    interior

    de

    un

    sistema

    de

    jnterrele,

    ciones

    biolrigicas

    y

    energdticas.

    Para

    analizar

    las

    condicjones

    de

    ieproducci6n

    y

    operatividad

    dc esios

    ecosistemas

    v

    reconstl.Lrir

    la estructura

    de sus

    flu-

    jos

    cnergdticos,

    mecariismos

    autorregulado.es

    y

    de

    relroalimentaci6n,

    etc.,

    pusieron los

    ojos

    en

    la

    teo-

    ria

    de sistemas y

    en

    la teoria

    de

    Ia comunicaci6n.

    El

    luncionalismo

    rradicioDal

    se

    vio

    renovado

    en lo

    |cfcr-entc

    a

    sus

    p.incipalcs

    centr.os

    de

    interds,

    sus

    mitodos

    y

    sus

    posibilidades

    tedricas.

    ya

    que

    resul_

    laba

    posible

    de

    nuet,o plantcar

    sobre basep

    mds

    fir,

    u:es

    el

    problena

    de la comiraracidn

    de

    los sistemas

    44

    socialds,

    un

    problema

    que

    los

    fuocioDalistas

    tradi-

    cionalcs

    se negaban

    a

    abordar,

    o abordaban

    s6lo

    con

    dificultades.

    E,

    incluso,

    yendo

    mas

    ail6,

    se

    abrla

    de

    nuevo

    la

    posibilidad

    de

    construi

    el esbozo

    de

    un

    nuevo

    modelo

    de la

    evoluci6n

    sbcial,

    un

    modelo

    multilineal

    esta

    vez,

    difiriendo

    a

    este

    respecto

    de

    Elanera

    clara

    de

    los

    modelos

    evolucionistas

    del

    xlx.

    Los

    resultados

    positivos se

    viero

    Dronto

    ase,

    g.urados

    y

    mc

    permilij"d

    seijalar

    algunos

    u"pe.t,rs

    d.

    ellos.

    Se

    descubri6,

    por

    ejemplo,

    que

    cuatro

    horas

    al

    dia

    bastaban

    a

    los

    miembros

    adultos

    de

    las

    ban-

    das

    de

    cazadores

    y

    recolectores

    bosquimanos

    d\l

    desierto

    de

    Kalahari

    para

    recoger

    o

    producir

    los

    recursos

    necesarios

    para

    cubrir

    las

    necesidades

    de

    todos

    ios

    miembros

    de

    la

    banda

    (incluyendo

    un

    buen

    rimero

    de

    ancianos

    y

    niios pcquefios

    que

    no pani-

    cip.,ban

    en

    el

    proceso

    de

    produccidn).

    Frente

    a

    es-

    tos

    hechos,

    la

    idea

    tradicional

    que

    consideraba

    a

    este

    tipo

    de pueblos

    como

    cazadores

    primitivos

    con-

    ,liouamcEte

    amenazados

    por

    la

    escasez

    y

    sin

    liempo

    Iibre para

    inventar

    cultura

    y

    progresar

    hacia

    Ia

    ci

    vlllzaci6n

    se

    vio pronto

    desmentjda.

    Marsall

    Sahlins,

    dando

    ia vuelta

    a ias

    ideas

    anteriores,

    Ileg6

    incluso

    a

    proclamar

    que

    aquellas

    sociedades

    de cazadores-

    recolect,)res

    erao

    las

    inicas

    sociedades nde

    la

    abun,

    dan.ia,

    ccnocidas,

    puesLo

    que

    cubrlan

    todas

    las

    necesidades

    sociales,

    sin

    que

    los

    medios

    de

    cubrirlas

    resultaran en

    absoluto

    escasos.

    En

    mi

    opini6n,

    Sah"

    lins

    sara

    un

    tanto

    de

    quicio

    la

    cuesti6D,

    y

    tendrd

    rrrrs

    adelante

    oportunidad

    de plaltear

    ciertas

    reser_

    vas

    e

    incluso

    crlticas

    sobre

    sus

    conclusioDes.

    Pero,

    priEeramente,

    analizare

    coD

    cierto

    d.eteni-

    mienlo

    los

    resuhados

    de

    Ios

    trabajos

    de Richard

    Lee (1969)

    y

    su

    equipo,

    en

    relaci6n

    con

    los

    bos_

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    20/55

    quimanos

    kung.

    Sc

    observo

    que

    estas

    pobla(ioneJ

    ",,.

    rir.n

    ""

    un

    ecosislemc

    cspccializado

    6rjdo

    que

    i'es

    .*ige

    muy

    pocas cosas,

    no

    explotan

    ni

    mucho

    menos todos

    los

    tecursos

    alimenticios

    que

    tienen

    a su

    disposici6n.

    Al

    establecer

    Ia

    lista

    completa

    c1e

    las

    taxonomias

    animales

    y

    vegetales

    usadas

    por

    1os

    bosquimanos, se descubrid

    qrle

    istos

    habian

    identi-

    ficado.v

    nombrado

    200

    plantas diferentes,

    B0 dc

    las

    cuales eran

    consideradas

    colncstibles.

    De

    todos

    estos

    recursos,

    hay

    uno

    que

    constituye

    una

    casi

    inagota'

    ble

    fuente

    de alimento,

    el fruto

    del

    mango

    Esle

    fruto

    proporciona

    uDa especie

    dc

    comida

    farindcea

    poco apetilosa,

    pero

    que, cn canbio,

    este

    siemprc

    dispo ible.

    Proslguiertdo

    colr

    irl

    anilisis

    cl,r las

    actividades

    productivas

    y

    los h6bitos

    alimentarios

    de los

    bos_

    qui:nanos,

    se

    encont[6 que eran

    muy

    se]ectivos

    en

    sus

    hdbitos

    con relacidn

    a la

    comida

    Cazan

    o re_

    cogen delerminadas

    especies

    de acuerdo

    con

    clratro

    crite

    os de importancia

    decreciente.

    Ei

    Primero

    y

    fundamental

    criterio

    es

    el del

    gusto,

    viene

    luego

    el

    valor

    reconocidamente

    alimenticio

    de

    1a

    especic,

    su

    abundancia,

    y,

    flnalmente,

    la

    facilidad

    con

    quc

    puede

    obtenerse.

    Futddndose

    en

    esta

    escala

    de

    pre-

    ferencias

    y

    otras constricciortes,

    como

    por

    ejemplo

    la inexistencia

    de

    mdto'dos

    de almacenaje,

    fue

    po-

    sible comprender

    la

    esrmtegia

    seguida,

    cuyo princi-

    pio

    puede

    expresarse

    como

    sigue:

    los

    mjcmbros

    dc

    cada

    campamento

    bosquimano

    prefieren recoger

    y

    cazar,

    en cualquier

    momento,

    lds alimentos

    desea-

    bles a la

    menor

    distancia

    posible

    de la charca

    de

    agua

    en

    torno

    a la

    cual est6 establecido el

    campa-

    mento. Sobre,la

    base

    de

    este

    principio,

    dos son las

    situaciones contrapuestas

    que

    sc les

    ofrecen.

    T

    na,

    M

    considerada

    por Ios

    bosquirnanos

    como

    la

    mejor'

    orre

    se

    da

    cuando

    el alimenro

    deseablc

    y

    la

    charca

    .io rn,r"

    "rtan

    separados

    enlre

    st

    Por

    l'i

    menor

    dis'

    rancia

    posible,

    y

    otra,

    considerada

    la

    menos

    satisfac_

    'oria,

    cuaqdo

    la

    charca

    v lJ

    comida

    a

    cazrr

    o

    a

    re

    n.er

    esi6n

    separados

    por

    una

    gran

    distancia

    (m3s

    dc

    -rr-

    dra de

    marcha.n

    ;1

    v

    19)ver).

    En

    tales

    cir'

    cunstancias,

    es

    posible

    contemplar

    baio

    una

    nueva

    luz

    la

    movilidai

    de

    los

    campamentos

    y

    el uso

    del

    entorno.

    En

    generai,

    Ios

    bosquimanos

    permanecen

    en

    un

    mism;

    lugar

    en

    tanto

    les

    tome

    Ilo

    m6s

    de

    un

    dia

    de

    marcha

    el

    ir

    a

    cazar

    y

    recoger

    la

    co-

    mida,

    o transportar

    el agua

    desde

    el lugar

    de donde

    la

    exiraeli

    haita

    el

    lugar

    donde

    se

    encuentral

    los

    recursos

    alimenticios

    Y

    olver.

    Este

    principio

    general, no

    obstante,

    sufre

    alte

    raciones

    ;stacionales

    en la

    medida

    en

    que

    las

    tempo

    Ladas

    secas

    y

    lluviosas

    se

    alternan,

    De

    aqui

    se

    dedu

    ce

    que sus vidas

    est6n

    urarcadas

    por un

    ciclo

    anual

    eD

    el

    que

    tres tipos

    de situaciones

    se

    stceden

    una

    a

    la

    otra:

    (a)

    noviembre-abril,

    charcas

    de

    agua

    nu-

    merosas

    y

    abundancia

    de

    comida;

    la

    distancia

    entre

    agua

    y

    comida

    se

    reduce

    al mlnimo;

    (b)

    mayo-julio,

    "-pi"z"

    lu estaci6n

    seca,

    Ia

    comida

    sigue

    siendo

    abundante

    pero

    Ia

    vida

    se

    centra

    en torno

    a

    ocho

    charcas

    de

    agua

    permanentes;

    (c)

    agosto_octubre,

    los

    recursos

    son

    cada

    vez mes

    escasos

    en

    torno a

    1as

    ocho charcas

    permanentes y

    Ia distancia

    entle

    agua

    y

    alimentos

    se

    amplix

    ahora

    al mdrimo.

    Una de

    las

    primeras

    lecciones

    que

    podemos

    ex'

    traer

    del

    ejemplo

    de los

    bosqufnanos

    es

    que

    los

    primitivos

    no viven

    continuamente

    al

    borde

    de las

    posibilidades

    de su

    sistema,

    rayando

    casi

    con el

    hambre

    o

    la

    catfstrofe.

    Los

    bosquimanos

    subexplo-

    t

    1

    I

    41

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    21/55

    t'

    f

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    I

    l

    titn

    las

    poleDcialidades

    alimenlicias

    de

    su

    entomo.

    Y otro

    taDto puede

    decirse

    de

    los

    pigmeos

    mbuti,

    Estos

    riltimos

    no

    persiguen

    el pescado

    quc

    puebla

    cn

    abundaucia

    sus l.ios. Ni

    matan

    a

    los chimpancCs

    y

    ios

    p6jaros

    que

    habitan en

    su

    jungla.

    \aramente

    matan

    bifalos,

    cuya

    carne

    no

    les

    gusta.

    E

    igualmeD-

    te dejan

    sin

    explotar

    un

    gran

    ndmero

    de

    nichos eco.

    l6gicos

    especificos

    de su

    entorno.

    pero,

    hay

    que

    no"

    ta.

    que

    la

    conducta

    de los

    bosquimanos,

    ai

    igual

    que

    ia

    de

    ios

    aborigeDes

    australianos

    y

    otros

    pue-

    blos

    primitivos

    que

    viveD

    en

    entomos

    semides6rt;

    cos,

    estdn

    dominados

    por

    la

    necesidad

    inrperiosa

    de

    obtener

    agua

    de

    manera

    regular.

    Mientras

    qlre

    'el

    alimento

    de

    los

    animales

    y

    las

    pjantas

    es

    gene.

    ra'menle

    mils

    abundante

    de

    lo

    necesario,

    el

    agrrir

    resuita

    ser

    en

    todo

    momento

    escasa

    debido

    a

    la

    iln

    posibijidad

    de

    buscar

    aguas

    mds

    profundas,

    exca,

    vando pozos

    para

    alcanzar

    las

    capas

    de

    agua

    sub

    terldncas,

    o construyendo

    aljibes para

    almacenar

    las

    aguas

    superficiales.

    Asl

    las

    cosas,

    resulta

    difi

    cil hablar,

    como

    Sahlins

    hace,

    de una

  • 7/25/2019 Godelier-Instituciones Econmicas Copia

    22/55

    ll:,

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    (te

    .

    raLioqat;Jqd

    econamica

    inrcn.

    \LUnu".

    t

    con

    p.ta

    cxpr.ridn

    efiicro

    dar

    o

    ,rr",,drl,

    un

    _sistefia

    dp

    rpgla\

    ,ociales

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    coDdicior.c,

    p\ll.Icra.

    .ubydc(.nr\.s

    a

    te

    l^.:l.or."iol

    deros

    ii\remas

    e\prica

    aci

    nismo

    lol

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    inadapr"cidn

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