glup y las moras

GLUP Y LAS

MORAS

GLUP Y LAS MORAS

Érase una vez un fantasma que se

llamaba Glup.

Glup vivía en un castillo abandona-

do.

Glup era muy bueno y simpático, pero

todo el mundo huía de él.

Un día, Glup se acercó a un pueblo en

busca de amigos. Como siempre todos

huyeron de él, menos una niña que

se llamaba Silvia y que volvía del

bosque con una cesta de moras.

− ¡Hola fantasma! -dijo Silvia muy

tranquila-. ¿Quieres un puñado de

moras?

1º FINAL

El fantasma se quedó confuso, nunca

le había hablado nadie. Pero esa ni-

ña le habló:

Entonces el fantasma dijo:

− Sí, gracias.

La niña dijo:

− De nada señor fantasma. Resulta

que yo también soy un fantasma.

Entonces dijo el fantasma:

− ¿Qui, qui, quieres ser mi no, no, no-

via?

− ¡Sí! -dijo el fantasma.

El fantasma le preguntó:

− ¿Si eres un fantasma por qué eres

una persona?

− ¡Ah, ya, se me olvidaba! Es un dis-

fraz para que no huyan de mí.

Tuvieron dos hijitos fantasmas y se

llamaron Iván y Aitana. Fueron feli-

ces y comieron perdices.

Autor: Lucía Álvarez Pedraza

2º FINAL

− No, no te molestes.

− Anda coge unas pocas, por favor.

− Venga, vale. Pero solo unas pocas.

Entonces Glup las cogió y dijo:

− ¿Cómo te llamas?

− Me llamo Silvia, encantada de co-

nocerte. ¿Y cómo te llamas tú?

− Me llamo Glup y gracias por no irte

como los demás, Silvia.

− Ahora mismo ¿quieres que nos va-

yamos a los columpios?

− Vale Glup.

Entonces se fueron a los columpios, se

montaron en el tobogán, en la ba-

randilla, ...

Entonces se despidieron diciendo uno

a otro:

− ¡Hasta luego!

− ¡Hasta luego!

Y colorín colorado este cuento se ha

acabado.

AUTOR: Álvaro Ariza Serrano.

3º FINAL

Y dijo sí.

Muy tranquila se las comía y le dio

dolor de barriga y la niña se enfadó

porque creía que no le gustaban y ¡no

lo quiso ver nunca más!

Y Glup todos los días iba al pueblo

para que le perdonara, pero ella na-

da.

Así que otra vez sin amigos, pero se

encontró otro amigo fantasma

Y colorín, colorado este cuento se ha

acabado.

AUTORA: Miranda Romero Garrido

4º FINAL

− Sí, -dijo el fantasma.

− ¿Quieres ser mi amigo?

− Si, -dijo-, te invito a ni castillo.

Y le dice la niña:

− Muy bien, -y se fueron al castillo,

comieron moras y dijeron los dos:

− ¡Qué ricas están!

Y se lo pasaron muy bien. Y fueron

muy amigos.


acabado.

AUTOR: Marcos Simón Lesnyak

5º FINAL

Y el fantasma dijo:

− ¡Sí!

Luego se fueron a dar un paseo por

el pueblo. Llegó la noche y Silvia que

ir a su casa. Llegó el viernes y la ni-

ña estaba buscando a Glup, se encon-

traron los dos y se fueron al parque.

Silvia fue y se montó en el columpio y

el tobogán, luego fueron a su casa y

jugaron al parchís, se lo pasaron

muy bien. Por la tarde merendaron

pan con jamón, con aceite y dijeron

Silvia y Glup:

− ¡Qué rico!

Al final Glup se tenía que ir a su ca-

sa, pero Silvia no quería que se fuera.

Entonces no se fue y decían chistes

de risa.

− Bueno ya me tengo que ir a mi ca-

sa.

Y esta historia se ha acabado.

AUTORA: Raquel García Jiménez

6º FINAL

− Sí.

Glup se sorprendió de que Silvia no

se asustase y aceptó el puñado de

moras.

Y así fue como Silvia y Glup se hicie-

ron amigos.

− ¿Querrás venir a mi castillo? -

preguntó Silvia.

− Quizás mañana, -contestó Silvia.

− ¿Podré llevar a mis amigos? -

preguntó Silvia.

− Me parece una buenísima idea.

− Entonces os espero mañana en el

castillo. ¡Ah! No os olvidéis las mo-

ras que están buenísimas.

Al llegar Silvia al pueblo descubrió

que le esperaban preocupados los

amigos.

Ella les dijo que Glup era su amigo y

que los había invitado a su castillo.

Al día siguiente llegaron al castillo y

ahí estaba Glup esperándolos, estuvie-

ron toda la tarde jugando y se hicie-

ron buenos amigos.


acabado.

AUTOR: Manuel Tabares Castillo

7º FINAL

− ¡Pero no te asustas!

− ¡No! Si te refieres a los niños, no.


− ¡Claro que sí!

Entonces Glup la llevó a su castillo y a Sil-

via le entró un poco de miedo.

Un día Silvia se acordó de que tenía que

irse y le dijo:

− Me tengo que ir.

Desde ese día se quedó triste y se dio

cuenta de que podía ser invisible. Así que

como recordaba ese pueblo fue, pero todos

se habían ido. Solo quedó un perro y Glup

sabía hablar perro. Le dijo que buscase a

Silvia. Y la encontró en una ciudad y Sil-

via se puso muy contenta y Glup también. AUTORA: Victoria Margarita García de Janón

8º FINAL

Y dijo:

− ¡Sí! Quiero un puñado..

Y se lo comió y dijo:

− ¡Qué buenas están!. –y se las comió

todas.

Y dijo:

− ¡Quiero más!

Y la niña cogió más.


acabado.

AUTOR: Francisco Torres González

9º FINAL

− Sí, por supuesto, porque me encan-

tan las moras.

Silvia invitó a Glup su casa y siguió

comiendo moras.

Después fueron al bosque a seguir co-

giendo moras.

Y en el bosque Glup y Silvia encontra-

ron a Flora y Bloo, dos amigas de Sil-

via y fueron al palacio de Glup y por

fin Glup tuvo amigos.

FIN

AUTORA: Alba Mª Castilla Martos

10º FINAL

− Muchas gracias, pero no tengo mu-

cha hambre.

− Me llamo Silvia.

− Yo Glup.

− ¿Glup? ¡Qué bonito!

− Gracias.

− De nada.


− Vale.

Y al final fueron amigos para siem-

pre.


acabado.

AUTORA: Mónica López Vilches

11º FINAL

− ¡Sí quiero! -contestó el fantasma.

− Come las que quieras, tengo mu-

chas -contestó la niña muy con-

tenta.

Y desde entonces son buenos amigos

y lo comparten todo.

FIN

AUTORA: Carla Jiménez Cantarero

12º FINAL

− Gracias pero no tengo apetito Sil-

via, muchas gracias, pero yo cogeré

moras. ¡Me encantan las moras! Ya

voy, pero iré mañana, porque estoy

cansado, iré mañana por la ma-

ñana.

− Pero, ¿dónde están? No lo sé porque

nunca he ido.

− Glup ven conmigo sino te perderás.

− ¡Vale! Gracias Silvia. ¿A qué esta-

mos esperando? ¡Tengo hambre,

vamos Glup! Tenemos que comer.

− ¡Qué ricas! ¿Te gustan?

− No, me encantan.

− Gracias Glup. A mi también me en-

canta el jamón, Silvia. ¿Cogemos

más moras?

− ¡Vale buena idea!

− ¡Y nos las comemos todas de un

tirón!

− ¡Vale porque tengo muchísima

hambre!

Al final fueron los mejores amigos del

mundo entero.


acabado.

AUTORA: Nerea Dorado Acaiña

13º FINAL

− Sí, gracias. ¡Humm, humm, qué bue-

nas están las moras!

− ¿De dónde has cogido esas moras?

− Las he cogido del bosque –respondió

Silvia.

Glup estaba muy contenta porque

había hecho una amiga.

AUTOR: David Sánchez González

14º FINAL

− Muchas gracias, Silvia.

− ¡De nada! -le contestó Glup.

Un día fueron los dos al bosque y había

muchos animales salvajes.

Y se encontraron con un elefante y un

cocodrilo. Después fueron a la selva y

había muchos monos, arañas y ser-

pientes.


acabado.

AUTORA: Araceli Mayorgas Aguilar

15º FINAL

Al final Glup y la niña fueron muy

buenos amigos y jugaron en el par-

que.

AUTOR: Alexánder Blanco Martín

16º FINAL

− ¡Sí claro las probaré!

− ¡Qué buenas están!

Glup siguió con su camino, pero segu-

ía sustando a la gente.

Entonces una niña dijo a voces:

− ¡Glup es bueno y cariñoso!


acabado. AUTOR: Marco Antonio Santiago Heredia.

17º FINAL

− Gracias por ser tan amable conmi-

go.

− Adiós.


acabado.

AUTOR: José Santiago Heredia

18º FINAL

19º FINAL

glup y las moras

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