gestión pública estrategica michael barzclay

166
GESTIÓN PUBLICA ESTRATÉGICA. CONCEPTOS, ANÁLISIS Y EXPERIENCIAS: EL CASO IPIA. Michael Barzclay John F. Kennedy School of Govemment Harvard University José María O'Kean Departamento de Teoría Económica y Economía Política Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Sevilla

Upload: manuel-bedoya-d

Post on 09-Jan-2017

57 views

Category:

Education


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Gestión pública estrategica michael barzclay

GESTIÓN PUBLICA ESTRATÉGICA.

CONCEPTOS, ANÁLISIS Y EXPERIENCIAS: EL CASO IPIA.

Michael Barzclay

John F. Kennedy School of Govemment

Harvard University José María O'Kean Departamento de Teoría Económica y Economía Política Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de Sevilla

Page 2: Gestión pública estrategica michael barzclay

Título original: 'STRATEGIC PUBLIC MANAGEMENT IN ANDALUSIA: Concepts, Experience and Analysis"

Traducción: Luis Gutiérrez Andrés

• Economista

DEPOSITO LEGAL: M-29603- 1

Page 3: Gestión pública estrategica michael barzclay
Page 4: Gestión pública estrategica michael barzclay

AGRADECIMIENTOS

La realización de este estudio ha sido posible gracias a la beca concedida a Michael Barzelay por el German Marshall Fund of the United States y al permiso otorgado por la John F. Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard durante el otoño de 1987. Estamos muy agradecidos al apoyo prestado por ambas instituciones.

El análisis político incluido en la Parte I se basa en gran medida en la investigación que actualmente llevan a cabo Michael Barzelay y Antonio Porras Nadales, Catedrático de Derecho Constitucional.

El estudio de la industria del mármol blanco de Macael, presentado en la Parte II del presente trabajo, contó con la plena colaboración de Catherine Moukheibir, a lo largo de la segunda parte del trabajo de campo, realizado en el verano de 1988. La integración en el análisis de conceptos tales como la estrategia competitiva y los procesos de grupo se debe en gran parte a su trabajo en el proyecto.

Estamos también muy agradecidos al estímulo científico proporcionado por Mark Moore, Ronald Ferguson y Raymond Vemon de la Universidad de Harvard. Ricardo Sánchez de la Morena, Alfredo Sánchez, Magdalena Mord y Manuel Simarro facilitaron enormemente nuestro análisis empírico del Instituto de Promoción Industrial de Andalucía.

Page 5: Gestión pública estrategica michael barzclay

INDICE GENERAL

Página

AGRADECIMIENTOS ........................................................................... 7

INTRODUCCION .................................................................................. 9

PARTE I:

DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA Y CAPACIDAD DEL IPIA 17

1. ANTECEDENTES DE LA ESTRATEGIA .......................................... 19

FORMACIÓN DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA ............................. 19

ORIGENES DEL INSTITUTO DE PROMOCION INDUSTRIAL DE ANDALUCIA .................................................... 20

ELECCION DEL DIRECTOR GENERAL ..................................... 21

2. ESTRATEGIA EMPRESARIAL .......................................................... 22

BASES Y FINES DE ACTUACION ............................................. 22

¿QUIENES DEBIAN SER LOS CLIENTES? ................................ 24

- Elección de industrias .......................................................... 24

- Elección de tipos organizativos ............................................. 24

¿QUE FUNCIONES DEBIAN LLEVARSE A CABO? ..................... 26

- La función de reducir los costes de la información . 26

- La función de la percepción del mercado y de la innovación ........................................................................... 26

- La función de tender puentes entre redes sociales

fragmentadas ...................................................................... 27

¿QUE TECNICAS DEBIAN EMPLEARSE? .................................. 28

- Técnicas genéricas del sector público .................................. 28

- Posibles aplicaciones de las técnicas genéricas .................... 30

ELECCION DE UNA ESTRATEGIA DIFERENCIADA ................... 32

Page 6: Gestión pública estrategica michael barzclay

Págin

a 3. ESTRATEGIA ADMINISTRATIVA .......................................................36

CREACIÓN DE LA CAPACIDAD A TRAVÉS DE VÍNCULOS ENTRE ORGANISMOS .........................................................37

CREACIÓN DE CAPACIDAD PRODUCTIVA INTERNA .............................37

Elección de una forma orgánica ........................................................39

Estrategia de localización ................................................................40

Las diputaciones provinciales como aliados ................................42

Estrategia para la contratación de los gerentes

de sucursal .......................................................................................43

Contratación de especialistas en las sucursales ...............................44

Resumen .........................................................................................45

DETERMINACIÓN DEL ÁMBITO ESTRATÉGICO ................................45

- Desarrollo propio o adquisición de conocimiento ................................45

- Límites de promoción sin financiación .................................................46

ELEMENTOS POLÍTICOS DE LA ESTRATEGIA

ADMINISTRATIVA ....................................................................................48

4. ESTRATEGIA POLÍTICA ................................................................................51

SOPORTES MICROPOLITICOS ...............................................................51

- Gestiones con el Presidente de la junta ..............................................52

SOPORTES MACROPOLITICOS E IDEOLÓGICOS ................................54

- El discurso de Dependencia y Subdesarrollo ................................54

- Símbolos políticos de dependencia en Andalucía ...............................55

- Evolución política del Gobierno andaluz ................................ 56

- Estrategia discursiva del IPIA ............................................................58

SOPORTES INTERMEDIOS ................................................................62

Page 7: Gestión pública estrategica michael barzclay

VULNERABILIDADES DE LA ESTRATEGIA POLÍTICA ...............................64

5. CONCLUSIONES ............................................................................................67

LA GESTIÓN PUBLICA ESTRATEGICA COMO DISCURSO 68

EL DESARROLLO DEL DISCURSO DE LA GESTION PUBLICA ESTRATEGICA EN ESPAÑA ........................... 71

CLASES DE CONOCIMIENTOS DEL TIPO "KNOW HOW" NECESARIOS PARA LOS GESTORES PUBLICOS ................................................ 72

PARTE II: EL PROCESO DE PRODUCCION DEL IPIA: DESARROLLO DEL "PLAN DE ACTUACION" PARA LA INDUSTRIA DEL MARMOL BLANCO DE MACAEL ........................................................................

HACIA EL CONCEPTO DE PLAN DE ACTUACION ............. VINCULACIÓN DE LA INDUSTRIA DEL MARMOL DE MACAEL CON LA ESTRATEGIA DEL IPIA ...................................... 79

NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA COMPETITIVA COMUN 81

OBSTACULOS AL LOGRO DE UNA ESTRATEGIA COMPETITIVA COMUN ................................................................... 82

PRINCIPIOS OPERATÍVOS PARA SUPERAR EL

INDIVIDUALISMO Y LA RESISTENCIA AL CAMBIO ........................ 83

CONCEPCION DEL ESQUEMA NEGOCIADOR ............................... 84

COMIENZO DEL "PLAN DE ACTUACION" DE MACAEL .................. 85

DESARROLLO Y APROBACION DEL "PLAN DE ACTUACION" ................................................................................... 87

POSTERIOR DESARROLLO DEL PLAN EN SU INSTRUMENTACION ......................................................................................................... 89

Obtención de financiación para realización de estudios 90 Motivación del trabajo de colaboración 91

Contenido de la estrategia competitiva común ........................ 92 - Obtención de fondos para-la inversión

EJECUCIÓN DEL "PLAN DE ACTUACION" - Ventas y capacidades de producción - Financiación de la ampliación de capacidad productiva Diversidad interna - Cooperación entre empresas

Page 8: Gestión pública estrategica michael barzclay

EL ENFOQUE ESTRATÉGICO DE LA PROMOCIONA INDUSTRIAL EPILOGO BIBLIOGRAFÍA

Page 9: Gestión pública estrategica michael barzclay

Introducción A principios de los años ochenta, la transición democrática en España

estimuló la aparición de un sistema político regional en Andalucía, sistema

que pasó a estar dominado por un partido político que tenía como principal

compromiso la consecución del desarrollo económico. La novedad que

representaban el gobierno democrático, las instituciones políticas regionales

y el predominio socialista hizo surgir la esperanza de que Andalucía tenía al

fin la oportunidad de determinar su propio destino económico.

Inmediatamente después de tomar posesión, el primer gobierno regional creó

dos organismos -el Instituto de Promoción industrial de Andalucía (IPIA) y la

Sociedad para la Promoción y Reconversión Económica de Andalucía

(SOPREA)-, encargándoles la tarea de promover el desarrollo económico

andaluz. El IPIA se configuró básicamente como órgano de ayuda al sector

privado a través de la coordinación de la política económica regional, en

tanto SOPREA tenía como objetivo el fomento del desarrollo empresarial por

medio de la inversión en el capital de determinadas empresas de la región.

Los encargados de dirigir estos nuevos organismos se enfrentaban a

enormes desafíos. Estos funcionarios públicos debían ser capaces de poner

en pie una estructura institucional que diese lugar a una serie de productos

que, a su vez, tendrían que lograr los resultados económicos prometidos por

sus superiores políticos. Así pues, los directores de estos organismos se

enfrentaban a toda una serie de problemas empresariales clásicos: cómo

elegir las diferentes actividades productivas que tuviesen el mayor impacto

posibles en los problemas sociales que los organismos querían resolver, y

cómo adquirir y emplear los recursos que permitiesen instrumentar las

actividades productivas seleccionadas.

Page 10: Gestión pública estrategica michael barzclay

Al enfrentarse a tales problemas empresariales de carácter genérico, los

directores del IPIA y de SOPREA no podían echar mano de un conocimiento

sistemático sobre la gestión pública general, o sobre organismos específicos

de desarrollo económico. Como sucede en muchos otros países, en España

el estudio sistemático de la actividad del sector público se lleva a cabo

principalmente por profesionales universitarios que no tienen como actividad

primordial la estrategia empresarial. Los juristas, por ejemplo, se ocupan en

gran medida del desarrollo legal de las instituciones públicas y del sistema de

normas que regula las relaciones de tales instituciones entre sí, tanto con las

autoridades políticas como con el público en general. La esfera de

competencia de estos profesionales, no abarca el problema de la forma en

que los dirigentes institucionales, deberían emplear los recursos puestos a su

disposición para lograr los objetivos sociales propuestos por el sistema

político. Muchos economistas, por el contrario, se ocupan del impacto de la

política pública en los resultados deseados; ahora bien, el ámbito de trabajo

habitual de estos profesionales hace que sea muy reducida su preocupación

acerca de cómo se instrumenta la política económica a través de la práctica

administrativa habitual. Debido a las tendencias expuestas, así como al

predominio en España de esas dos profesiones, existe un notable

desconocimiento sobre la forma en que el gobierno puede contribuir a

solucionar los problemas sociales. La superación de este obstáculo exige que

los investigadores planteen de modo sistemático cuestiones relativas a cómo

los directores de organismos públicos deberían enfrentarse a los retos que se

les plantean.

El desfase apuntado está empezando a salvarse en los Estados Unidos,

país en el que diversas instituciones universitarias están intentando ofrecer a

los administradores del sector público una preparación similar a la

proporcionada a otros profesionales. Para llevar a cabo semejante esfuerzo,

los responsables de esas instituciones están desarrollando tanto análisis

teóricos de función empresarial como estudios empíricos detallados de la

Page 11: Gestión pública estrategica michael barzclay

actuación administrativa y del desarrollo institucional. La búsqueda de

clarificación conceptual y de conocimiento práctico derivada de un análisis

profundo de la situación actual se espera que proporcione a los gestores

públicos profesionales un marco cada vez más amplio en el que discutir la

forma en que enfrentarse a su tarea.

En términos generales, los administradores públicos están empezando a ser

vistos como responsables de la recaudación de los recursos públicos y de su

empleo en aquellas formas que mejor cubran los objetivos seleccionados por

el sistema político (1). al llevar a cabo estas tareas, los administradores

públicos dedican gran parte de sus energías a negociar con supervisores

políticos, con funcionarios públicos de otros departamentos y niveles

administrativos, con clientes, grupos de intereses, suministradores de

servicios y subordinados. El objetivo de esa negociación reside en llegar a

acuerdos sobre los objetivos que han de perseguirse, los recursos de que se

ha de disponer y las expectativas de cumplimiento. Al cerrar acuerdos firmes

con todas las partes mencionadas, el administrador público se encuentra en

realidad intentando utilizar la motivación, el conocimiento y otros recursos

que políticos, colegas, clientes y subordinados pueden aportar a la resolución

de los problemas públicos. Al actuar de este modo, el administrador público

no solamente realiza actos administrativos coherentes con normas legales

superiores o simplemente con las directrices políticas, emanadas del

gobierno, sino que su papel, tal como se contempla en este trabajo, consiste

en reconciliar entre si el sistema político, los conocimientos existentes sobre

los problemas sociales relevantes y las técnicas administrativas que permiten

a los distintos organismos alcanzar elevados niveles de ejecución.

Page 12: Gestión pública estrategica michael barzclay

(1) Para una exposición general de este enfoque, véase Lax y Sebenius (1986)

A pesar de que la concepción americana choca contra la corriente del

pensamiento europeo continental sobre la administración pública, se

corresponde estrechamente con la realidad de lo que los administradores

públicos llevan realmente a cabo en muchos organismos públicos, en España y

en otros países. Cuando estos administradores tienen la responsabilidad de

promover el desarrollo económico o de Este enfoque de la administración

pública se encuentra más de acuerdo con la tradición política de los Estados

Unidos que con la de aquellos paises en los que se ha considerado

históricamente a esa administración como un conjunto de procedimientos para

aplicar las normas legales de orden superior a casos concretos.

Proporcionar servicios al público, se encuentran necesariamente interesados

en mandatos políticos seguros, que les permitan utilizar su conocimiento sobre

su esfera de actuación y sobre los rendimientos del organismo; cuando existen

también problemas de legalidad, éstos no pueden constituir la única

preocupación de los administradores, cuyas carreras dependen del logro de

resultados apreciables exigidos por sus superiores políticos y por los

ciudadanos.

Durante los primeros años de existencia de la Junta de Andalucía, el enfoque

estratégico de la administración pública se puso de manifiesto al menos en un

caso. Los autores del presente estudio hemos llegado a tener conciencia de la

aplicación implícita de este enfoque en el marco andaluz gracias a la

investigación de las medidas puestas en práctica por el IPIA para incrementar

las capacidades empresariales de una región, en la que la iniciativa privada se

ha considerado generalmente deficiente. Cuando nos familiarizamos con esas

medidas, nos sorprendió enormemente el ingenio con el que el Director

General había desarrollado la capacidad del IPIA para lograr ganancias

Page 13: Gestión pública estrategica michael barzclay

pequeñas pero significativas en el desarrollo del sector privado industrial,

incluso sin disponer de recursos presupuestarios apreciables. Tras reflexionar

sobre ello, decidimos que nuestro trabajo tendría mayor utilidad para la

discusión de la estrategia del desarrollo económico si analizase de modo

sistemático la forma en que se había construido el IPIA como institución y las

vías a través de las que se había llegado a su resultado principal.

El objeto de este estudio no es el de examinar o valorar todos y cada uno de

los aspectos del trabajo llevado a cabo por el IPIA durante el período que va

desde su creación, en 1983 a su incorporación, junto con SOPREA, al Instituto

de Fomento de Andalucía (IFA) en 1986, sino más bien el de presentar ideas

de amplia aplicación en la teoría y práctica de la administración pública en

España. El foco de nuestra atención reside en analizar las ideas y la actuación

de "una persona determinada", el Director General del IPIA, encargado de la

tarea de desarrollar (en el marco de un amplio mandato político) una entidad

legal en un organismo eficaz. Nuestra intención es alentar a los

administradores públicos, a los investigadores y al público en general para que

presten una atención sistemática a la complejidad de la estrategia empresarial

en el contexto del sector público. Al emplear las modernas teorías de gestión

para analizar la actividad desarrollada por el Director General del IPIA,

ofrecemos una perspectiva de trabajo de un administrador público, a la vez que

ejemplos ilustrativos extraídos de la experiencia del IPIA.

El enfoque centrado en las ideas y actuaciones de una persona concreta es

atípico en gran parte de los estudios sobre la actividad pública y se ve

ciertamente desalentado por parte de las pautas culturales españolas, en

general, y de la tradición administrativista, en particular. Sin embargo, este

desplazamiento del enfoque constituye un rasgo característico del esfuerzo

realizado para desarrollar un entramado intelectual práctico que pudiese ser

utilizado por los administradores públicos profesionales. Estamos

profundamente agradecidos a Ricardo Sánchez de la Morena, que desempeñó

Page 14: Gestión pública estrategica michael barzclay

el cargo de Director General del IPIA hasta la creación del IFA, por permitirnos

describir y analizar su trabajo como administrador público durante esos años.

Dado que nuestro objetivo básico consiste en ilustrar un marco genérico de

administración pública, algunos lectores podrían extrañarse de que el caso del

IPIA merezca la atención especial que se le dispensa en este estudio. Creemos

que el IPIA merece tal atención, porque el enfoque de administración pública

adoptado por Sánchez de la Morena se desvía por completo de lo considerado

normal. Aun cuando no pueden demostrarse de modo concluyente las

innovaciones que implica este enfoque, el lector se verá probablemente

impresionado por la diferencia entre su propio estereotipo de un administrador

público español y la imagen que deducimos del estudio del caso IPIA. El

responsable del Instituto evitó cualquier enfoque legalista y burocrático de la

administración pública y en su lugar, prestó toda su atención a los tres

elementos clave de la estrategia de un administrador público: la tarea básica

de promoción de empresas, la relación entre el IPIA y la vida política de la

Junta de Andalucía y la tarea administrativa de organizar el IPIA. Estos tres

elementos -de fondo, político y administrativo- se entrelazaron cuidadosamente

en la selección que llevó a cabo el IPIA entre promociones, clientes,

estructuras organizativas, personal y relaciones con políticos. Creemos que el

modo en que el Director General adaptó la estrategia y estructura del IPIA al

entorno polifacético institucional ilustra muy gráficamente cómo puede

mejorarse la administración pública en España.

Otra razón por la que el IPIA merece una atención especial es el hecho de que

su estrategia y estructura reflejan diversas tendencias de carácter general en la

resolución de los problemas públicos.

En primer lugar, el Director General del IPIA intentó movilizar la actividad social

y otros recursos de sujetos privados, antes que confiar exclusivamente en los

limitados recursos disponibles por el sector público. El inducir la colaboración

Page 15: Gestión pública estrategica michael barzclay

explícita de sujetos privados en el logro de objetivos públicos, a través de la

negociación o del acuerdo, es una estrategia crecientemente dominante

utilizada por las instituciones públicas en Europa Occidental y en los Estados

Unidos. Esta estrategia reconoce que la capacidad del sector público para

llevar a cabo el cambio social se encuentra limitada tanto por las limitaciones

presupuestarias como por el hecho de que muchos espacios sociales se

encuentran densamente poblados por sujetos privados con capacidad para

bloquear las estrategias públicas de cambio si así lo deciden. Mientras que la

estrategia genérica de movilizar los recursos privados para resolver los

problemas públicos puede no resultar muy innovadora, la técnica específica del

IPIA de utilizar este enfoque para promover el desarrollo empresarial es

básicamente innovadora en el contexto andaluz.

En segundo lugar, el IPIA intentó complementar las actividades de los

restantes organismos del sector público interesados en fortalecer la estructura

empresarial andaluza, por medio del desarrollo de sus nuevas, específicas y

concentradas competencias y de la constitución de una red de lazos con

organismos con competencias diferentes a las suyas. Al tiempo que el IPIA se

concentraba en ayudar a determinado número de sectores específicos y de

comunidades locales a diseñar e instrumentar estrategias competitivas para

ramas tradicionales de la actividad económica, el instituto se dedicó a inducir a

numerosos organismos de su red a colaborar proporcionando recursos

financieros y de otro tipo que el IPIA no podía suministrar por si mismo. Estas

instituciones incluían los organismos públicos centrales (por ejemplo, el

Instituto de la Mediana y Pequeña Empresa -IMPI-, el Gran Área de Expansión

Industrial de Andalucía -GAEIA-, el Banco de Crédito Industrial -BCI- y la

Dirección General de Minas), la administración local (p. Ej., Diputaciones

provinciales y Ayuntamientos) e instituciones financieras semipúblicas (como

las Cajas de Ahorro). Así pues, el IPIA concentró sus esfuerzos en cubrir una

importante brecha existente en la red de instituciones operantes en el campo

que se le había asignado y en persuadir a otros organismos que disponían de

Page 16: Gestión pública estrategica michael barzclay

los recursos necesarios a apoyar las estrategias locales o sectoriales de

desarrollo ideadas por el IPIA. Este enfoque de la constitución de la capacidad

administrativa directa de una entidad individual con la administración indirecta

de otras instituciones incluidas en la misma red, se encuentra cada vez más

extendido tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo (2). Los

esfuerzos específicamente realizados por el IPIA en el sentido de entrelazar las

fragmentadas redes institucionales en la politizada economía de mercado

andaluza proporcionan un ejemplo concreto de cómo un organismo público

puede seleccionar cuidadosamente un ámbito operativo y participar

eficazmente en los entramados de instituciones dedicadas a resolver

problemas en la práctica.

Podría pensarse que el director del IPIA poseía la estructura de pensamiento

característica de la gestión pública estratégica y se limitó a aplicar tales

proposiciones. Considerar que un organismo de la Administración debe diseñar

y producir un "producto" ("qué" y "cómo"), teniendo siempre presente a los

clientes a quienes servir ("para quién"), diferenciando el resultado directo de su

acción ("output") de la incidencia del mismo en el entorno ("outcome") y con

esta perspectiva ser capaz de precisar e implantar una estrategia en su gestión

pública, eran estructuras de pensamiento que Ricardo Sánchez de la Morena,

no poseía inicialmente como conocimiento formalizado, pero que a medida que

fue enfrentándose a su gestión cotidiana utilizó en mayor o menor medida y

menor medida y quizá de forma intuitiva. Sin embargo del análisis inductivo de

su gestión cabe abstraer que se aproximó mucho al enfoque propuesto y que la

aplicación de este enfoque tuvo un éxito que es dudoso haberlo conseguido

con una práctica de la gestión menos empresarial y más burocrática y

tradicional.

Page 17: Gestión pública estrategica michael barzclay

(2) Los argumentos en favor de esta forma de organización social pueden encontrase en

obras sobre la gestión en el sector privado que subrayan el valor de las organizaciones

concentradas (por ejemplo, Peters y Watermaan, 1982) y de relaciones contractuales entre

las mismas cuidadosamente estructuradas (p. ej., Williamson, 1986). Para una discusión de

cuestiones conexas en el marco de países en desarrollo, véase Hirschman (1984).

Page 18: Gestión pública estrategica michael barzclay

En resumen, esperamos que nuestra exposición del desarrollo institucional

del IPIA sirva para animar a los administradores públicos a familiarizarse con

el enfoque estratégico de la gestión pública y a tener en cuenta su

importancia para su propio trabajo. Esperamos también que esta monografía

atraiga la atención de los investigadores que se ocupan del funcionamiento

del sector público y que pasen a examinar de forma sistemática otros

ejemplos de innovación de las estrategias de la administración pública en

España.

El estudio se divide en dos partes. En la primera nos ocupamos de analizar

cómo Ricardo Sánchez de la Morena estructuró el IPIA, definió el ambito de

su actuación, eligió a sus clientes y configuró la capacidad política y

organizativa del instituto para animar su estrategia. En la segunda, llevamos a

cabo un análisis más detallado del trabajo realizado por el IPIA. Con ayuda

del caso que muchos consideran el proyecto de desarrollo de más éxito del

IPIA (el Plan de Actuación de la Comarca del Mármol de Macael), analizamos

cómo Sánchez de la Morena utilizó los recursos del IPIA y ciertas ingeniosas

tácticas de gestión indirecta para estimular el desarrollo de esta industria

tradicional localmente concentrada.

El estudio ha sido redactado originariamente en inglés pensando en el

análisis del mismo por especialistas en gestión pública. Por ello en algunas

ocasiones nos hemos visto obligados a explicar aspectos y circunstancias de

la realidad española y andaluza, que los lectores de esta versión española

estudiosos del proceso político reciente pudieran considerar obvios o

innecesarios. Hemos optado finalmente por no realizar cambios sustanciales

a este respecto.

Page 19: Gestión pública estrategica michael barzclay

Por último, quisiéramos advertir nuevamente al lector del enfoque atípico

utilizado en la exposición. El quizá excesivo personalismo adoptado en este

trabajo es una "estrategia" más, que pretende convencer al lector de la

importancia de las personas adecuadas, sobre la estructuras organizativas

tradicionales de la administración pública.

Page 20: Gestión pública estrategica michael barzclay

PARTE I

DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA Y

CAPACIDAD DEL IPIA

Page 21: Gestión pública estrategica michael barzclay

1. ANTECEDENTES DE LA ESTRATEGIA

FORMACIÓN DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

A mediados de 1979, Cataluña y el País Vasco se convirtieron oficialmente

en Comunidades Autónomas dentro del Estado Español. Estas regiones

nacionalistas históricas obtuvieron fácilmente el máximo nivel de autonomía

permitida por la Constitución de 1978, gracias a una cláusula especial del

Título VIII aplicable únicamente a aquellas. Entre tanto, los líderes andaluces

comenzaron a movilizar a la opinión pública en apoyo de una campaña para

lograr un grado equivalente de autonomía para su región (de acuerdo con el

tortuoso proceso prescrito en el artículo 151 para aquellas regiones no

consideradas como nacionalidades históricas).

A fin de reforzar su identificación política con sus votantes de la región

andaluza, los dirigentes de numerosos partidos políticos animaron este

proceso con un débil movimiento nacionalista regional. Sin embargo, a juzgar

por el fracaso último del partido político nacionalista regional, los lazos

políticos decisivos existentes entre los andaluces demostraron ser mas su

posición común en una España desigualmente desarrollada y

progresivamente descentralizada que el orgullo por el desarrollo cultural de

Andalucía y su glorioso pasado. A lo largo de más de cien años, Andalucía

fue conocida sobre todo por sufrir un elevado desempleo, alta emigración,

apreciables bolsas de pobreza, renta per capita inferior a la media nacional,

subdesarrollo industrial y manifiestas desigualdades. Las ociosas

comparaciones con las muy industrializadas regiones de Cataluña y el País

Vasco, que habían obtenido con rapidez la máxima autonomía permitida,

dieron contenido político a las viejas ideas andaluzas de desigualdad

económica e injusticia social.

Page 22: Gestión pública estrategica michael barzclay

Esta nueva conciencia política llegó a ser especialmente intensa cuando el

partido del gobierno, la Unión del Centro Democrático (UCD), manifestó su

oposición al referéndum de febrero de 1980 en el que se plantearía si

Andalucía debería obtener el mismo nivel de autonomía que Cataluña y el

País Vasco (es decir, a través del artículo 151). Tras esta decisión, los

dirigentes del principal partido opositor a la UCD, el Partido Socialista Obrero

Español (PSOE), convirtieron con facilidad los crecientes sentimientos de

discriminación política, desventaja económica y orgullo cultural en votos en

favor de la propuesta de referéndum. En cualquier caso, la propuesta no fue

aprobada, como resultado del relativamente escaso apoyo que recibió de los

votantes de la provincia de Almería (se requería la aprobación por mayoría

absoluta del censo de electores en las ocho provincias de la propuesta

Comunidad Autónoma). Algunos meses después, en un esfuerzo por reducir

el perjuicio político derivado de haberse opuesto a lo que demostró ser una

causa popular, la UCD negoció un acuerdo que permitía que el proceso

autonómico progresase como si el referéndum hubiese sido aprobado en toda

Andalucía. Como resultado de estas negociaciones y de la aprobación de un

estatuto de autonomía por el Parlamento nacional y por los votantes

regionales en 1981, se convocaron las primeras elecciones para el

Parlamento regional en marzo de 1982.

A lo largo de la campaña electoral, los socialistas (PSOE) afirmaron que

utilizarían el gobierno regional para combatir las raíces del subdesarrollo y

para elevar el nivel de vida de Andalucía hasta la media nacional. Estas

afirmaciones, unidas al hecho de que el líder del PSOE, Rafael Escuredo,

tenía el camino abierto para proseguir la vía autonómica (hasta entonces

seguida con éxito), fijaron las bases para una victoria socialista en las

elecciones. Al obtener la mayoría absoluta en el Parlamento regional, el

PSOE comenzó a concentrar su atención en superar realmente el

subdesarrollo andaluz y en consolidar su posición dominante en el sistema

político regional (Barzelay, 1987).

Page 23: Gestión pública estrategica michael barzclay
Page 24: Gestión pública estrategica michael barzclay

ORIGENES DEL INSTITUTO DE PROMOCIÓN INDUSTRIAL DE

ANDALUCIA

Antes de la transición democrática y durante la misma, los problemas

económicos y sociales de Andalucía se atribuían con gran frecuencia a su

bajo grado de desarrollo industrial. Sólo el 20 por ciento de la renta regional

era generado por el sector industrial, principalmente por la construcción, la

industria alimentaria, los transformados de metales y los subsectores de la

química de base. De modo característico, las industrias con mayor capacidad

de crear y captar valor económico se encontraban localizadas fuera de la

región. Como ejemplo de ello, muchos de los cítricos cultivados en Andalucía

se exportaban a Valencia para su envasado y posterior comercialización. Un

elevado porcentaje del corcho semielaborado producido en Andalucía

occidental se exportaba a Portugal, donde determinadas empresas

elaboraban tapones de corcho para vino embotellado. Una gran proporción

del mármol blanco extraído de las montañas de Almería se vendía en forma

de bloques en bruto á empresas manufactureras situadas en el País Vasco y

en Alicante. Como último ejemplo, las plantas químicas localizadas en

Andalucía, transformaban petrolero importado en productos químicos básicos

que eran después exportados a otras regiones para su transformación en

productos finales más especializados y de mayor valor añadido.

Con la constitución del gobierno regional, los participantes en el proceso

político-económico se pusieron fácilmente de acuerdo en que la Junta de

Andalucía debía crear organismos específicos, alejados en cierto modo de la

idea de departamentos administrativos, que persiguiesen el objetivo general

de la industrialización. Este acuerdo condujo a la creación del Instituto de

Promoción Industrial de Andalucía, ya durante el período preautonómico,

Page 25: Gestión pública estrategica michael barzclay

cuando los poderes de la Junta eran todavía insignificantes. Tras el acceso al

poder de los socialistas en 1982, el IPIA fue creado de nueva formalmente por

el Parlamento regional, en su primera actuación de política económica (Perez

Royo y Porras Nadales, 1987: 253-255). En la misma ocasión, el Parlamento

creó SOPREA para permitir al gobierno regional asumir un papel de

propietario en determinadas empresas que operaban en la región. Se

esperaba que ambos organismos pudiesen generar conjuntamente un

desarrollo industrial de un tipo todavía nuevo para Andalucía.

ELECCÍON DEL DÍRECTOR GENERAL

Tras la aprobación de la normativa fundacional del IPIA, Ricardo Sánchez de

la Morena fue nombrado por el Consejero de Economía, Julio Rodríguez,

Director General del Instituto. Sánchez de la Morena había llamado ya la

atención de Rodríguez tras la victoria del PSOE en las elecciones de mayo de

1982. Incentivado por el clima de voluntarismo político que acompañó a la

transición democrática y al éxito de la transición andaluza a la autonomía,

Sánchez de la Morena renunció a su empleo en el sector privado como

responsable del Banco Urquijo de los estudios microeconómicos para

Andalucía y aceptó un puesto eventual en la Consejería de Política Territorial.

Al cabo de pocos meses, pasó a formar parte del gabinete de Rodríguez y

empezó a elaborar un enfoque de la promoción industrial que iba a diferir

notablemente de los programas emprendidos en Andalucía durante la era

franquista del desarrollismo.

Al elaborar ese enfoque, se inspiró en la gran experiencia que había adquirido

en el Banco Urquijo; allí, a lo largo de una década, había realizado análisis

económicos de créditos industriales, visitando en ocasiones las instalaciones

de los clientes. Esas ocasiones le proporcionaron numerosas ideas acerca de

Page 26: Gestión pública estrategica michael barzclay

las actitudes, los modos de pensar y la capacidad de los propietarios y

directores de empresa andaluces. Como resultado de todo ello, Sánchez de la

Morena llegó en 1982 a la nueva administración regional convencido de que

uno de los obstáculos fundamentales para el progreso industrial de Andalucía

era el limitado desarrollo profesional y la falta de visión empresarial de la

mayor parte de los hombres de negocio de la región.

El entonces miembro del gabinete del Consejero fue uno de los muchos que

diagnosticaron de modo general el atraso industrial. Sin embargo, a diferencia

de los científicos expertos en la estructura económica de Andalucía, había

obtenido su conocimiento de las debilidades y potencialidad de los

empresarios caso por caso, gracias al contacto directo. Este tipo de

conocimiento no académico, tácito o personal (Polanyi, 1966) del carácter de

los empresarios andaluces tendría utilidad a la llegada de Sánchez de la

Morena al IPIA.

Page 27: Gestión pública estrategica michael barzclay

2. ESTRATEGIA EMPRESARIAL

BASES Y FINES DE ACTUACIÓN

Al igual que a muchos otros organismos, al IPIA se le encargó de superar un

problema social enorme e históricamente insoluble; en este caso, los

generalmente débiles esfuerzos andaluces por crear y acaparar valor

económico para la población de la región a través de la actividad industrial. Al

empezar a enfocar esta tarea de forma estratégica, pareció importante

realizar una distinción analítica entre el resultado deseado de una mayor

industrialización y los servicios específicos que los empleados del IPIA iban a

elaborar y a ofrecer a sus clientes. La cuestión estratégica vital consistía en

ofrecer los servidos específicos y servir a los grupos concretos de clientes

que mejor pudiesen contribuir a la industrialización. La serie de servicios

ofrecidos y de grupos de clientes representaría la "estrategia empresarial" del

IPIA para acercarse al objetivo de una mayor industrialización (3).

(3) El concepto de estrategia es multifacético y se encuentra tratado de forma diversa en la

bibliografía norteamericana, aunque casi siempre llama la atención sobre las relaciones interfuncionales e intertemporales entre las actividades y decisiones de una organización

(véase Andrews, 1980). Recientemente, se han definido más estrictamente el concepto como

la comprensión compartida dentro de una empresa de su gama deseada de "productos

ofrecidos" y "mercados servidos" (véase Peter, 1985, Abell, 1980 y Tregore y Zimmerman,

1980). Es útil calificar la gama de productos y mercados de una empresa como su "estrategia

empresarial" (de la forma en que lo hacemos aquí en el caso del IPIA), para distinguir este

concepto de una estrategia corporativa o institucional de caracter global. La mayoría de los

autores en la materia esta de acuerdo en que una buena estrategia exige conjuntar la

perspectiva del producto-mercado de una empresa con una aptitud característica para

competir en el campo elegido. Si bien no es inconsistente con esta perspectiva, la bibliografía

sobre gestión pública centra más la atención del lector en la necesidad de relaciones

coherentes, que se refuerzan mutuamente, entre los rasgos esenciales, políticos y

administrativos del trabajo de una organización. Las estrategias políticas y administrativas del

IPIA se discutirán de acuerdo con el análisis interpretativo de su estrategia empresarial o

"perspectiva de producto-mercado".

Page 28: Gestión pública estrategica michael barzclay

Al seleccionar una estrategia empresarial, el Director General del IPIA tuvo

que diagnosticar los obstáculos existentes a la industrialización andaluza.

Ese diagnóstico tenía que determinar con precisión los vacíos existentes en

la estructura institucional de la economía regional y, consecuentemente, las

funciones específicas que, de ejecutarse más correctamente, podrían poner

en marcha el proceso industrializador. Este diagnóstico positivo se utilizaría

para orientar la elección administrativa de las funciones específicas que el

IPIA debería intentar llevar a cabo por si mismo. El diagnóstico de la débil

industrialización andaluza, al distinguir entre los diferentes tipos de agentes

que participan en la economía regional, determinaría también la selección de

los grupos de clientes a servir.

El diseño de la estrategia empresarial del IPIA no estaría completo hasta que

no decidiese la serie de servicios específicos a ofrecer. Seleccionar una serie

de servicios exigía consecuentemente de la dirección del IPIA considerar de

modo muy cuidadoso tanto las técnicas de carácter genérico con las que los

organismos públicos pueden afectar al resultado de las empresas como la

forma en que las técnicas específicas de interacción del IPIA podrían llevar a

cabo las funciones propuestas. Al actuar de esta manera, el Director General

tuvo que utilizar su imaginación, creatividad y conocimiento personal del

entorno en que había de actuar el IPIA, al menos como cualquier otro método

de razonamiento formal.

Si bien su propio diagnóstico del entorno del IPIA tenía importancia, en su

calidad de director de un organismo del sector público, estaba obligado a

tener en cuenta los diagnósticos del subdesarrollo industrial de Andalucía

realizados por otras personas y lo que éstas opinaban acerca de cuál debería

ser la estrategia empresarial del IPIA. La exposición más autorizada de estos

puntos de vista se encontraba en la normativa fundacional del Instituto. En

comparación con los mandatos programáticos característicos otorgados a los

Page 29: Gestión pública estrategica michael barzclay

órganos ejecutivos en el Estado contemporáneo (Porras Nadales, 1987 a), el

del IPIA era sumamente detallado. Los objetivos básicos incluían el aumento

de la participación de la industria en la estructura económica andaluza, el

fortalecimiento de la capacidad de la economía para transformar recursos

naturales en productos valiosos y el apoyo a los esfuerzos realizados por las

pequeñas y medianas empresas para desarrollarse. La normativa fundacional

proporcionaba así una orientación de lo que debían ser las funciones del

organismo (promover industrias, utilizar mejor los recursos propios de la

región) y de quiénes debían ser sus clientes (medianas y pequeñas

empresas). La misma normativa determinaba igualmente algunos servicios

específicos que el nuevo gobierno regional consideraba debía ofrecer el IPIA

a sus clientes. Esos servicios incluían estudios económicos, asesoramiento

sobre mejoras administrativas y tecnológicas y la oportuna documentación

con los incentivos ofrecidos por el gobierno y con cualquier otra información

que pudiese influir en la decisión de invertir en la región (Sánchez de la

Morena y Bueno, 1984: 89).

Incluso aunque la normativa fundacional del IPIA proveyese una orientación

básica para el diseño de una estrategia empresarial, se trataba sólo de un

punto de partida. Al desarrollar el mandato otorgado al IPIA, su director -junto

con su superior (inicialmente el Consejero de Economía) y sus principales

subordinados- necesitaba comprobar una serie de cuestiones cada vez más

refinadas acerca de los grupos de clientes a los que servir, las funciones a

desempeñar y las técnicas a emplear de forma progresiva (4). En los

apartados siguientes, describimos el proceso lógico estratégico que parece

haber sido seguido por el IPIA.

¿QUIENES DEBIAN SER LOS CLIENTES?

Page 30: Gestión pública estrategica michael barzclay

Del mandato legislativo se deducía con claridad que el IPIA debía servir

específicamente a las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Ahora bien,

el mandato dejaba abiertas otras cuestiones. ¿Significaba aquella cláusula

que no debía servirse a las grandes empresas? ¿Significaba que el IPIA no

debía servir a las corporaciones locales, a los sindicatos, o a otras entidades

inicialmente no interesadas en promover el desarrollo económico?

¿Significaba que el IPIA no podía seleccionar las PYMES a las que servir?

Elección de industrias Si el IPIA se hubiese concentrado exclusivamente en

promover las empresas incluidas en unos pocos sectores industriales,

seguramente podría haber obtenido éxitos de importancia, pero hubiera

defraudado las expectativas generales de estar al servicio de todos los

potenciales inversores en la industria andaluza. Por otra parte, si el Instituto

hubiese comprometido todos sus escasos recursos en satisfacer las

crecientes solicitudes de servicios o información, el IPIA no hubiese sido

capaz de tomar la iniciativa en la promoción de empresas, tarea que su

dirección consideraba como de especial importancia para el desarrollo

regional.

De igual modo, el IPIA se enfrentaba a una segunda disyuntiva. En la medida

en que dedicase su atención a atraer a empresas de elevada tecnología que

podrían generar nuevos empleos en Andalucía, el IPIA no sería capaz de

invertir suficientes recursos para fortalecer las industrias más tradicionales

que empleaban a la mayor parte de los trabajadores industriales de la región.

Elección de tipos organizativos

Se podía haber decidido elegir como únicos clientes a empresas individuales,

pero el apoyo a una empresa determinada, de tamaño pequeño o mediano,

hubiese tenido probablemente consecuencias muy reducidas para el

desarrollo del segmento andaluz de un sector industrial, en especial si se

trataba de un sector satisfacen a través del consumo de un producto, en

tanto que las tecnologías describen cómo el producto en concreto

Page 31: Gestión pública estrategica michael barzclay

(4) Utilizamos aquí el argumento de Abell (1080) de que debe definirse un producto de

acuerdo con la función que desempeña y con la tecnología en que se basa. Las funciones de

los clientes describen cuáles de sus necesidades se

proporciona satisfacción. Así, por ejemplo, la necesidad de desplazarse a

larga distancia puede satisfacerse por medio de diversas tecnologías

diferentes (automóvil, tren o avión); "automóvil" es, evidentemente una

definición incompleta de producto, ya que no identifica la función que

desempeña esa tecnología (en competencia con otras). Abel] afirma también

de forma persuasiva que el "mercado" al que sirve una empresa debería

definirse en términos de sus grupos de clientes prioritarios y de las

necesidades que pretende satisfacer, no siendo suficiente por si solo ninguno

de esos elementos. Abel] emplea esta línea de razonamiento para afirmar

que los conceptos de "producto" y "mercado" están interrelacionados y que

deberían analizarse al mismo tiempo utilizando las ideas subyacentes de

"clientes servidos", "funciones desempeñadas" y "tecnologías empleadas".

En lo que sigue, tomamos prestada esta estructura analítica y la adaptamos

a nuestros fines específicos.

La fragmentación debilita la posición negociadora de cada empresa frente a

proveedores y compradores y favorece una reñida competencia entre las

empresas dentro del sector; en esta situación, el valor creado por el sector

tiende a ser acaparado por proveedores y compradores antes que por las

empresas del propio sector (Porter, 1980: 206). La acción conjunta por parte

de las empresas puede ayudar a superar algunos de los obstáculos

derivados de la pequeña dimensión. Si el IPIA se decidía a fomentar la

acción conjunta, tenía que considerar como sus grupos de clientes no a las

empresas individuales sino a asociaciones sectoriales de las mismas.

Page 32: Gestión pública estrategica michael barzclay

Ahora bien, si el IPIA sirviese únicamente a empresas o a sus asociaciones,

los sindicatos podrían pensar que se les había excluido del proceso de toma

de decisiones sobre el desarrollo. Dado que los intentos de promover el

desarrollo industrial podrían verse condenados al fracaso de existir conflictos

sociales, había que considerar también como clientes a los sindicatos. Por

otro lado, la inclusión de estas organizaciones en los esquemas de

promoción industrial podría haber desplazado el foco de atención hacia

cuestiones distintas de aquellas de las que se ocupaba básicamente el

Instituto.

Además, si los clientes del IPIA fuesen únicamente empresas, asociaciones

empresariales u otros agentes relacionados con el sector, podrían haberse

descuidado aspectos territoriales del desarrollo industrial, podrían no haberse

tenido en cuenta los efectos de las vinculaciones existentes entre diferentes

actividades en la misma localización (Hirschman, 1981), y, por último, podría

no haber aparecido ninguna oportunidad de coordinar las inversiones en

infraestructura física y social de forma que se elevase la inversión industrial y

la innovación. Como consecuencia de todo ello, la lista de posibles clientes

tendría que haber incluido a los municipios, además de todos los ya

mencionados.

En resumen, el Director General tuvo que echar mano de su imaginación y

buen juicio para concebir una estrategia empresarial. Al considerar si definía

el "mercado" del IPIA de forma amplia o estricta, tuvo que analizar las

consecuencias que para el logro de la misión del Instituto tendrían las

diferentes concepciones acerca de quiénes deberían ser sus clientes. Entre

los posibles grupos de clientes se encontraban, por tanto: todas las empresas

que se dirigiesen al IPIA, las empresas de los sectores que el IPIA

considerase estratégicos, las organizaciones de agentes sociales y

económicos de carácter sectorial o territorial y la administración municipal.

Page 33: Gestión pública estrategica michael barzclay

Cada una de estas definiciones del mercado tenía cualidades propias y era

coherente con el mandato amplio del IPIA, si bien en último término eran algo

conflictivas entre sí.

Page 34: Gestión pública estrategica michael barzclay

¿QUE FUNCIONES DEBÍAN LLEVARSE A CABO?

Una respuesta a la pregunta ¿quiénes deberían ser los clientes? dependía

de las funciones específicas que el IPIA intentase desempeñar en el proceso

de industrialización andaluz. La identificación de-esas posibles funciones se

vio ayudada por el diagnóstico de la débil industrialización andaluza.

La función de reducir los costes de la información

Como se ha discutido más arriba, la normativa que creó el IPIA presuponía

que el alto costo de adquirir una información sobre la que basar las

decisiones de inversión impedía la industrialización de la región. El IPIA

podría haber reducido tales costes recopilando y elaborando información

sobre la localización de los emplazamientos industriales, las fuentes de

financiación públicas y privadas, las subvenciones concedidas por los

distintos organismos públicos y el proceso de aprobación por la

administración pública de la construcción de una fábrica o de la constitución

de una empresa. La reducción de los costes de adquirir estos tipos de

información podría haberse logrado, por medio de la elaboración de un

producto completamente normalizado, como sería una guía para los

inversores, o de otra forma más a la medida de los clientes, como podría ser

una separata de los datos de más importancia para el tipo de empresa que

solicitase asistencia.

La función de la percepción del mercado y de la innovación

La normativa constitutiva del IPIA determinaba también que el Instituto debía

proporcionar información sobre los mercados y las tecnologías existentes. A

pesar del superficial parecido entre esta función y la de recopilar información

sobre emplazamientos industriales y subvenciones oficiales, sus diferencias

Page 35: Gestión pública estrategica michael barzclay

eran considerables. La información de mercados y tecnológica es claramente

específica de un sector o incluso de una empresa; con frecuencia, es mucho

más costoso de obtener y beneficia por regla general a menor número de

clientes.

Para estimar el coste de elaborar o adquirir información sobre mercados y

tecnologías, era necesario examinar por qué tal información no se recopilaba

por las propias empresas. Posiblemente, los pequeños empresarios

individuales estaban demasiado ocupados con los asuntos diarios para

dedicar su tiempo a explorar su entorno más amplio; de igual manera, las

empresas individuales eran también probablemente demasiado pequeñas

para permitirse adquirir información sobre mercados o tecnologías. Por otra

parte, las asociaciones empresariales, al haber sido creadas sólo tras el

derrumbamiento del aparato corporativo franquista, eran institucionalmente

tan débiles que no podían permitir a las empresas compartir los costes y los

beneficios implicados. Este diagnóstico sugería que una de las funciones del

IPIA debería ser la de facilitar una colaboración selectiva entre las empresas

andaluzas a fin de reunir información sobre los mercados y las tecnologías de

su entorno.

En cualquier caso, podía pensarse que muchos empresarios individuales

poseían realmente tal información, pero que no podían introducir

innovaciones debido a la falta de beneficios y a su limitado acceso al crédito.

O bien que quizá muchos empresarios simplemente no aspiraban a mejorar

sus empresas y, en consecuencia, no se daban cuenta de las posibles

ventajas de buscar nuevos mercados o de correr el riesgo de emprender un

proceso de innovaciones. Si alguna de estas posibilidades fuese cierta en

grado significativo, proporcionar información específica sobre los mercados

o la tecnología no sería suficiente para inducir los resultados deseados de

superior innovación, inversión, producción, renta y empleo. Estos

Page 36: Gestión pública estrategica michael barzclay

diagnósticos muy extendidos sugerían que la función del IPIA debía ser la de

ayudar a mejorar el acceso al crédito de las pequeñas empresas industriales

o la de fomentar un espíritu empresarial.

La función de tender puentes entre redes sociales fragmentadas

El IPIA iba a ser uno entre muchos organismos dedicados al desarrollo

industrial de Andalucía. Varios órganos de la administración central, por

ejemplo, ofrecían a las empresas subvenciones u otros incentivos, a través

de programas de promoción territorial, tecnológica o de pequeñas empresas;

otro organismo ayudaba a las empresas a acceder a los mercados de

exportación y otros regulaban la localización industrial y la constitución de

empresas. Los proyectos de construcción de carreteras y algunos otros de

infraestructura eran responsabilidad tanto del Ministerio de Obras Públicas y

Urbanismo como de los correspondientes órganos regionales y locales. El

acceso a los oportunos suministros de electricidad dependía en Andalucía

de la empresa privada Compañía Sevillana de Electricidad. A la vista de la

fragmentada estructura institucional de la economía regional, podría haberse

considerado que la principal función del IPIA era la de establecer vínculos

entre sus clientes y toda la serie de instituciones que se encontraban en

disposición de proporcionar recursos básicos (5).

Este análisis sugiere, en conclusión, que las funciones seleccionadas para el

IPIA podrían haberse definido conceptualmente como reducir los costes de

transacción de la adquisición de información, cambiar los puntos de vista de

los empresarios y dirigir de forma indirecta a otras instituciones participantes

en la economía regional. A pesar de que todas ellas representaban

básicamente diferentes concepciones de la estrategia empresarial del IPIA,

(5) Esta concepción de desarrollo integrado y de la importancia de la función de creación de

una red social se pone de relieve en muchos estudios recientes sobre desarrollo (por

ejemplo, Hirschaman, 1981, Aldrich y Zimmer, 1986, Greenfield, Strickon y Ubrey, 1979,

Page 37: Gestión pública estrategica michael barzclay

Ferguson y Ladd, 1986 y Friedmann, 1987). Por otra parte, en la legislación constitutiva del

IPIA, en 1983, se declaró explícitamente la necesidad de constituir una red de relaciones

el Instituto podría haber intentado desempeñar todas las funciones

expuestas en este análisis, al menos para determinados grupos de clientes.

Sin embargo, esa decisión no podía llevarse a cabo en tanto se continuase

pensando en funciones en abstracto, es decir, antes de contrastar las

técnicas que el IPIA podría utilizar para ello. Sólo en ese momento podría la

dirección del Instituto concebir definiciones alternativas de servicios y

mercado y decidir la estrategia empresarial a seguir.

(6) Como se indica en la anterior nota 4, tecnología y función son componentes esenciales

de la concepción de "producto" de Abell. Para utilizar la categoría "tecnología" en el

contexto del IPIA, necesitamos definirla en sentido amplio. Marshall (1975: 9) define la

tecnología como "conjunto de conocimientos relativos a los procesos, métodos, técnicas

y bienes de equipo mediante los que se elaboran productos o se prestan servicios". Esta

definición nos permite relacionar la cuestión de "qué tecnologías deberían emplearse"

con tipologías de enfoques amplio amplios de la administración y gestión públicas.

Empezamos por realizar un inventario de las distintas técnicas genéricas que los

organismos públicos usan frecuentemente para tomar decisiones y relacionarse con sus

clientes; este esquema está adaptado de Mashaw (1983) y Friedmann (1987). En su

estudio analítico del Amercian Social Security Disability Pro m, Mashaw diferencia entre

tres técnicas importantes: "racionalidad burocrática" "trato

Page 38: Gestión pública estrategica michael barzclay

¿QUE TÉCNICAS DEBIAN EMPLEARSE?

Técnicas genéricas del sector público

Al igual que muchos organismos públicos, las técnicas generales que podría

haber empleado el IPIA, conjuntamente o por separado, para desempeñar

sus funciones propuestas incluían "racionalidad burocrática", "policy

analysis", "servicio profesional" y "aprendizaje social" (6).

La racionalidad burocrática se caracteriza por una precisa toma de

decisiones llevada a cabo a través de procesos de carácter legal y

convenientemente racionalizados a fin de tener en cuenta los costes. La

principal técnica afectada es el tratamiento de la información. La orientación

del proceso de toma de decisiones y la elección de normas son tanto

formulaciones de objetivos, derivadas a menudo del ordenamiento, como

nociones de normalidad de procedimiento e igualdad legal formal, con

frecuencia derivadas del derecho administrativo. La exactitud, la sujeción a

las normas, la eficacia y la racionalidad vertical son algunos de los valores

clave que confieren reputación y legitimidad al empleo de la técnica de

racionalidad burocrática (Mashaw, 1983: 25; Weber, 1968: 217-226; Morgan,

1986: 20-25; Friedmann, 1987:100; Nieto, 1984: 51-69).

En su carácter de técnica genérica, el "policy análisis” -análisis de políticas

públicas- se enfrenta a la racionalidad legal burocrática en el sentido de que

se ocupa más directamente de perseguir objetivos y emplea ampliamente i

métodos científicos para elegir los medios según los fines determinados

Page 39: Gestión pública estrategica michael barzclay

(Friedmann, 1987: 139-179; Stokey y Zeckhauser, 1978) (7). Expresado de otra

forma, "el 'policy analysis' es un proceso del conocimiento que utiliza

razonamientos técnicos para explorar y valorar posibles líneas de actuación"

(Friedmann, 1987: 181). En gran medida, el bienestar social, tal como lo

concibe la moderna economía del bienestar, se ha utilizado como criterio de

selección. El "policy anlysis" se distingue también por el énfasis puesto en

clarificar los fines abstractos que han de conseguirse, en recopilar datos

objetivos, en emplear métodos científicos de análisis yen tomar las

decisiones. Lo que proporciona especial reconocimiento y legitimidad a esta

técnica es la notable inversión cultural efectuada por la sociedad moderna

en la idea de la racionalidad científica (Gellner, 1974; Meyer y Rowan,

1977), el pesimismo sobre la política y la burocracia como técnicas para

resolver problemas sociales (Lindblom y Cohen, 1979) y las aportaciones a

la práctica y la administración públicas realizadas por analistas de las

políticas públicas.

Frente a las técnicas de racionalidad burocrática y del "policy analysis", el

servicio profesional destaca fundamentalmente la idea de que los clientes

deben estar perfectamente atendidos. Esta técnica genérica se basa en

parte, en la analogía de las relaciones terapéuticas, como las que existen

entre un médico y su paciente. Se supone que los suministradores de

servicios guiados por el modelo de servicio profesional dedican su

conocimiento intuitivo y científico a diagnosticar la situación de cada uno de

sus clientes y a prescribir remedios.

(7) "Como campo de estudio, el análisis político se derivó de la confluencia de tres

corrientes del discurso intelectual: ingeniería de sistemas, ciencia de la gestión y ciencias

políticas-administrativas. Lo que hizo posible la convergencia fue la opinión generalizada de

que, primero, los métodos objetivos de la ciencia podían y debían usarse para hacer más

racionales las decisiones políticas y que, segundo, unas decisiones más racionales

mejorarían materialmente la capacidad de las organizaciones para resolver problemas"

(Friedmann, 1987: 139).

Page 40: Gestión pública estrategica michael barzclay

La intuición, o "inteligencia clínica", se considera en este modelo como forma

válida de conocimiento, postulándose con ello que nunca se conocerán por

completo los hechos de importancia para un caso determinado, que cada

caso es potencialmente único y que con frecuencia el juicio profesional no

muestra el tipo de lógica lineal ligada al enfoque científico o a la aplicación

de normas generales a circunstancias específicas objetivamente definidas

(Mashaw, 1983: 27-28). Esta técnica genérica tiene un especial atractivo

para los que se quejan de una actitud de indiferencia hacia los clientes

engendrada por la aplicación de la racionalidad burocrática y para los que

desean proporcionar una posición autorizada a prescripciones deducidas de

la aplicación de la inteligencia clínica a casos específicos.

El aprendizaje social o teoría "transactiva" de planificación, adopta de modo

similar como punto de partida la afirmación de que el conocimiento necesario

en la práctica es específico para cada situación, concentrado y estratégico;

adopta la forma de conocimiento informal, inarticulado a veces, y

"directamente entrelazado a la práctica social" (Friedmann, 1987: 165). Sin

embargo, en contraste con el caso del enfoque de tratamiento profesional, la

técnica del aprendizaje social pone en tela de juicio y descalifica en cierto

modo la idea de que el suministrador de servicios puede conocer mejor las

circunstancias que afectan a sus clientes que estos mismos. En

consecuencia, los que utilizan esta cuarta técnica intentan movilizar el

conocimiento informal de los clientes, de forma que puedan diagnosticar sus

propios problemas y prescribirse los remedios. Así, la tarea más importante

del planificador consiste en configurar el contexto que permita y facilite la

interacción de todas las partes que tienen importancia en la resolución de los

problemas. Esta técnica genérica es especialmente atractiva para aquellos

que creen que la gente estará más dispuesta a buscar y aceptar el cambio si

considera que su conocimiento y sus intereses se tratan con el mayor respeto

Page 41: Gestión pública estrategica michael barzclay

y si posee cierto sentido de propiedad sobre el propio proceso de cambio. Es

igualmente atractiva para los que temen que las posturas cognoscitivas de

racionalidad burocrática, "policy analysis" y servicio profesional tienden a

engendrar cierto grado de arrogancia entre los suministradores de servicios,

minando así la capacidad potencial del gobierno para lograr la cooperación de

los ciudadanos en los esfuerzos deliberados de resolver los problemas.

Posibles aplicaciones de las técnicas genéricas

Aunque la racionalidad burocrática se utiliza ampliamente en las

administraciones públicas contemporáneas, su utilidad para el IPIA era

limitada. La toma de decisiones exacta (principal valor de la racionalidad

burocrática) no venía en absoluto al caso, ya que la tarea del IPIA consistía

más en inducir a otros a tomar decisiones que en decidir por si mismo.

Por el contrario, el "policy analysis" era una técnica potencialmente válida, al

menos para algunos aspectos del trabajo del IPIA. La idea de que la

superación del subdesarrollo andaluz exigía una valoración de conjunto de

las debilidades y potencialidades de la región se encuentra claramente

inserta en el Plan Económico de Andalucía (1984-86) y el IPIA podía haber

emprendido esa tarea. Además, la proposición de que el subdesarrollo

andaluz se encontraba relacionado con la existencia de vínculos

insuficientes entre sectores dentro de la economía regional (Delgado

Cabeza, 1981; Plan Económico de Andalucía, 1983: 76) podía haber llevado

al IPIA a dirigir parte de esa atención a identificar analíticamente -utilizando,

por ejemplo, tablas de insumo-producto- cuales eran los vínculos más

importantes que fomentar. Junto a ello, la idea de que la relativa pobreza de

Andalucía podía atribuirse en parte al fracaso en la utilización total de sus

"recursos endógenos" llevó a algunos a presionar para que, el IPIA llevase a

Page 42: Gestión pública estrategica michael barzclay

cabo estudios industriales de conjunto (para la serie más amplia posible de

actividades específicas), sobre cómo podrían utilizarse mejor esos recursos

(8).

Si la técnica dominante fuese el servicio profesional en vez del "policy

analysis", tendrían que dedicarse esfuerzos considerables para ayudar a los

clientes del IPIA (definidos, en cualquier caso) a identificar y explotar las

oportunidades para innovar e invertir. El IPIA se concentraría en diagnosticar

los problemas empresariales de los clientes, en ofrecer asesoramiento

especializado y en incentivar a otras instituciones a proporcionar los

recursos necesarios para instrumentar la estrategia sugerida. Al emplear

esta técnica de promoción industrial, el IPIA tendría que basarse en varios

tipos de "conocimiento clínico", incluido el utilizado para diseñar estrategias

rentables competitivas en determinados mercados. Aparte de la necesidad

de acumular el conocimiento clínico necesario, la principal dificultad de

emplear esta técnica residiría para el IPIA en trazar una relación terapéutica

con sus clientes semejante a la existente entre un médico y su paciente. En

Andalucía, la relación típica entre empresarios y funcionarios públicos había

sido siempre conflictiva, incluyendo los intentos realizados por una

burocracia autoritaria y centralizada para regular o prohibir numerosos tipos

de prácticas y actividades empresariales. Dados estos antecedentes de

recelos endémicos, sería un reto formidable fomentar la impresión de que el

IPIA deseaba ayudar a los empresarios a resolver sus problemas.

El empleo de la técnica de "aprendizaje social" constituía una forma de

superar la probable resistencia de los clientes a desempeñar el papel que

les asignaba el enfoque de "tratamiento profesional". En lugar de

diagnosticar a los empresarios sus problemas, el enfoque de aprendizaje

social aconsejaba que el IPIA participase en un proceso por el que sus

clientes definirían y analizarían sus propios problemas.

Page 43: Gestión pública estrategica michael barzclay

(8) Entrevista con Francisco Alburquerque, antiguo empleado del IPIA, noviembre de 1987.

De modo semejante, en lugar de proponer un asesoramiento estratégico,

este enfoque alternativo indicaba que el IPIA debía crear situaciones que

indujesen a los clientes a diseñar sus propias estrategias. Una ventaja

fundamental de este enfoque residiría en ampliar el uso de la información y

opiniones subjetivas de los propios clientes; otra ventaja vendría derivada

del hecho de ofrecer a los clientes un mayor control sobre el fondo de la

estrategia recomendada; como resultado de ello, era más probable que se

instrumentase la estrategia, dado que la misma implicaría el criterio de los

clientes, y no sólo el del IPIA, acerca de lo que sería bueno para ellos.

El enfoque de aprendizaje social conduciría igualmente al IPIA a considerar

como clientes a los municipios o a las redes sociales, en vez de creer que su

tarea era tratar a una serie de clientes individuales. Este cambio de

perspectiva podría haber tenido extraordinarias consecuencias si las actitudes

de los empresarios hacia la innovación estuviesen influidas por sus lazos

sociales. Si la cohesión social y el conservadurismo impidiesen el cambio,

sería todavía mayor el argumento en favor de emplear la técnica de

aprendizaje social para fomentar un proceso colectivo de diagnóstico

empresarial y estrategia de desarrollo.

ELECCIÓN DE UNA ESTRATEGIA DIFERENCIADA

Numerosas consideraciones (incluidas las de tipo político subyacentes en el

mandato legislativo del IPIA) impulsaron a Ricardo Sánchez de la Morena a

concebir la tarea del Instituto de acuerdo en términos generales, con las tres

discusiones analizadas aquí: grupos de clientes a los que debía sevirse,

funciones a desempeñar y técnicas a emplear. Respondió a esta

problemática diseñando una estrategia empresarial bien diferenciada que

Page 44: Gestión pública estrategica michael barzclay

permitiese al IPIA atender a distintos mercados con diferentes servicios. Se

proyectaron algunos servicios normalizados para reducir el coste al que

debían enfrentarse los potenciales inversores al recopilar la información

básica sobre los incentivos a la inversión; así, por ejemplo, a cada cliente

que se acercaba al IPIA solicitando ese tipo de ayuda se le ofrecía una guía

describiendo todos los programas públicos de interés.

Otro servicio menos normalizado consistía en orientaciones específicas,

redactadas por el equipo de economistas e ingenieros del IPIA, sobre cómo

llegar a poner en práctica una idea de constituir una empresa o de invertir. El

responsable de la institución esperaba que, al ofrecer estos dos servicios a

todos los clientes interesados, el IPIA seria capaz de cumplir muchas de las

obligaciones específicas establecidas por la normativa creadora del Instituto.

Creía también que estos servicios representaban una forma relativamente

barata de contribuir modestamente al desarrollo industrial de Andalucía.

El servicio que más deseaba diseñar y ofrecer el Director General estaba

directamente relacionado con lo que consideraba causas inmediatas del

atrofiado crecimiento industrial de la región: anticuados procesos

productivos, inadecuados esfuerzos de comercialización, reducidos

beneficios, inadecuado acceso al crédito y cierta negligencia del sector

público. Las funciones básicas que el dirigente del IPIA intentaba

desempeñar por medio de este producto clave podrían calificarse de

"animación social", "planificación estratégica", "estructuración" y

"fundamentación institucional". La animación social debía ser un proceso por

el que, primero, se impugnase la hipótesis de que el estancamiento y la

crisis eran inevitables para posteriormente, fomentar la convicción de que

los esfuerzos colectivos y coordinados realizados por un sector o comunidad

conducirían a una mayor prosperidad. La planificación estratégica debía ser

un proceso de identificación de cambios en productos, tecnología, procesos

Page 45: Gestión pública estrategica michael barzclay

productivos, métodos de comercialización y acuerdos organizativos que

ayudaría a un sector a crear y captar más valor económico en su actividad.

La estructuración tenía que ser un proceso que indujera a las instituciones

financieras y del sector público a tener muy seriamente en cuenta las

solicitudes de crédito y de otros recursos realizados por los sectores

tradicionales y por las pequeñas empresas. La fundamentación institucional

debía ser un proceso de creación de acuerdos progresivos que facilitase la

cooperación mutua de los componentes de un sector en campos

específicos, como las compras y la comercialización.

Entre las alternativas técnicas que el IPIA podía utilizar para desempeñar

estas funciones múltiples, Sánchez de la Morena estaba más atraido por el

"aprendizaje social". Esta técnica ofrecía la posibilidad de hacer que los

pequeños empresarios comprendiesen los tipos adecuados de innovación,

superando así las sutiles pero penetrantes fuerzas sociales que parecían

haber reducido su interés por la innovación. Otra razón para utilizar esta

técnica radicaba en la idea de que su empleo haría que los participantes

estuviesen más comprometidos en la instrumentación de los planes

aprobados y les permitiría resolver futuros problemas sin la implicación

directa del IPIA. Se creía también que esta técnica fomentaría unas mejores

relaciones entre clientes específicos y el IPIA. Por otro lado, el Director

General estaba también interesado en utilizar selectivamente las restantes

técnicas genéricas, al menos en tanto no socavasen el proceso de

aprendizaje social en que estaban empeñados el IPIA y sus clientes.

Tras el fracaso en un intento inicial de desempeñar las funciones previstas

con la técnica de aprendizaje social en la industria del cuero de Ubrique

(Cádiz), el equipo directivo del IPIA volvió a diseñar este servicio. El Instituto

comenzó a ofrecerse como "coordinador general" de un "plan de actuación"

para modernizar comunidades y sectores específicos. El plan concebido

Page 46: Gestión pública estrategica michael barzclay

tendría tres características fundamentales: sería general, concertado y

dinámico. El papel del IPIA consistiría en desarrollar y coordinar el proceso

planificador, en asegurar los factores necesarios a lo largo del proceso

(como, p. Ej., la información) y en ayudar a las empresas a llevar a cabo el

plan para acceder a los fondos de inversión.

Aunque el papel general del IPIA en el desarrollo de los "planes de

actuación" sería semejante en todos los proyectos, las particularidades de

cada caso (incluyendo aquí las estructuras de los mercados, las tecnologías,

los antecedentes y la personalidad de los participantes) diferían mucho entre

sí. A fin de desempeñar de forma eficaz el papel de coordinador eficaz, los

funcionarios del IPIA tenían que dominar una masa impresionante de

conocimientos específicos y adaptar a esas condiciones su estrategia

específica: en efecto, cada "plan de actuación" tenía que hacerse a la

medida. Debido a las demandas de normalización y a la necesidad de

administrar un proceso de toma de decisiones progresivo, el IPIA sólo sería

capaz de trabajar en unos pocos proyectos a la vez.

En la tarea de determinar los grupos de clientes a los que ofrecer este

servicio, el responsable del IPIA se guiaba por tres criterios de carácter

general. En primer lugar, el proyecto debía ser apto para aplicar la estrategia

de desarrollo de la institución. En consecuencia, los mejores candidatos para

los "planes de actuación" serían aquellos proyectos que ensanchasen la

transformación sectorial de materias primas o semielaboradas o que

mejorasen la competitividad de los sectores artesanales. En segundo lugar,

al menos algunos clientes necesitaban demostrar su voluntad y posibilidad

de proporcionar dirigentes locales al proceso planificador. De acuerdo con

ello, el Director General creía de utilidad esperar que las asociaciones de

empresarios, los alcaldes, etc. entrasen en contacto con el IPIA antes de

poner en marcha un "plan de actuación". En tercer lugar, antes de aceptar

Page 47: Gestión pública estrategica michael barzclay

por completo el IPIA un "plan de actuación", todos los participantes • -con

gran frecuencia representantes de las asociaciones patronales, dirigentes

políticos y sindicatos, entre otros- tenían que demostrar su voluntad de

esforzarse por conseguir acuerdos unánimes en las cuestiones

fundamentales. Sin embargo, más allá de estos criterios, el equipo gestor del

IPIA era flexible acerca de quiénes debían ser sus clientes; era posible que

fuesen sectores de ámbito provincial o regional y las corporaciones locales,

además de industrias localmente concentradas, uno de cuyos casos se

examina en profundidad en la Parte II del presente estudio.

En resumen, Ricardo Sánchez de la Morena intentó conjugar su propia idea

de qué "servicios ofrecidos" y "mercados servidos" contribuirían mejor al

deseado objetivo de la industrialización con su manera de entender lo que el

gobierno regional y la opinión pública consideraban que debían ser las

actividades y los objetivos específicos del IPIA. El resultado fue una

estrategia diferenciada (9). El mercado de los empresarios ya incentivados

se iba a servir ofreciendo unos pocos servicios relativamente normalizados,

diseñados para reducir los costes de obtener información que recaen sobre

las empresas o las decisiones de inversión. El mercado de los sectores

tradicionales, compuesto en gran medida por empresas anticuadas y de

pequeña dimensión y cuyos propietarios carecían evidentemente de

información, eran fuertemente individualistas y no eran en absoluto

propensos a las innovaciones, iba a ser servido con un producto mucho más

complejo y ajustado a la clientela: en concreto los "planes de actuación". En

tanto que el primer componente de la estrategia diferenciada del IPIA iba

dirigido a eliminar un importante obstáculo opuesto a la industrialización -

esto es, las dificultades de obtener información precisa y completa sobre la

existencia y disponibilidad de incentivos públicos y de servicios de

promoción económica del segundo componente tenía que tratar

directamente con el abanico de factores interrelacionados (reales,

financieros, institucionales y tradicionales) que continuaban siendo

Page 48: Gestión pública estrategica michael barzclay

responsables de la reducida capacidad de Andalucía para transformar sus

abundantes recursos naturales y humanos en productos industriales, renta y

empleo.

3. ESTRATEGIA ADMINISTRATIVA

¿Cómo debía el IPIA desarrollar su capacidad de servir a esos mercados y

de producir esos servicios? Esta cuestión era tan urgente como la de definir

cuál debía ser el ámbito en que debía trabajar el IPIA, problema con el que

además estaba íntimamente relacionada. Cuando Ricardo Sánchez de la

Morena pasó a ser Director General del IPIA, en 1983, su primera

preocupación fue la de movilizar los recursos necesarios para que el

Instituto empezase a operar con cierto grado de eficacia.

En lo que se refiere a su presupuesto, la situación del IPIA estaba limitada

por las restricciones presupuestarias globales a que se enfrentaba

inicialmente el gobierno regional. Además, la situación financiera del IPIA no

mejoraría necesariamente cuando lo hiciese la de la Junta, ya que la mayor

parte de los futuros aumentos de ingresos esperados por el gobierno

regional iban a estar acompañados por transferencias de nuevas

responsabilidades administrativas y de funcionarios del gobierno central.

Ante la inexistencia de una apreciable dotación inicial de fondos, de

facilidades financieras y de personal experimentado, el Director General

decidió basarse en gran medida en el intenso espíritu de voluntarismo que

rodeaba en aquellos años a la Junta de Andalucía. Se dio cuenta de que, en

las circunstancias dominantes,

Page 49: Gestión pública estrategica michael barzclay

(9) Entre los servicios excluidos por esta estrategia empresarial se encontraba la

promoción activa de inversiones de empresas localizadas fuera de Andalucía. Sánchez de

la Morena tomó esta decisión debido, en parte, a su convicción de que las actividades

industriales controladas desde fuera serían más vulnerables a cierres o reducciones de

personal que larde control local, en parte, a su compromiso personal con la idea de

construir sobre las bases industriales tradicionales de Andalucía y, en parte, a que parecía

que SOPREA estaba utilizando su gran capacidad financiera para seguir esa estrategia

alternativa de desarrollo industrial.

el más valioso recurso del IPIA consistía en el atractivo del propio mandato.

Pensaba que, si se aprovechaba adecuadamente ese recurso intangible, el

IPIA seria capaz de persuadir a todos aquellos cuya cooperación se

precisaba para apoyar los esfuerzos iniciales del instituto.

Pero, por si solos, la legitimación política y el voluntarismo constituían una

base poco sólida para una institución a la que se había encomendado la

prosecución del cambio a largo plazo. En consecuencia, el director del IPIA

no tuvo ninguna duda de que su tarea inmediata más acuciante era la de

movilizar recursos materiales, en gran parte de entidades distintas de la

Junta de Andalucía.

CREACIÓN DE LA CAPACIDAD A TRAVES DE VINCULOS ENTRE

ORGANISMOS

Al diseñar una estrategia para movilizar esos recursos (materiales o en

especie), el Director General se basó en el hecho de que el IPIA no era el

único organismo que operaba en el campo de la promoción industrial en

Andalucía. Las ocho diputaciones provinciales se habían mostrado en cierto

modo activas en este campo con competencias fiscales y los edificios

Page 50: Gestión pública estrategica michael barzclay

administrativos. Dado que el proceso autonómico había reducido la

relevancia de las provincias en el sistema político y a la vista de que, en

muchos casos, estaban controladas por el PSOE, parecía factible la

colaboración con el IPIA, en vez de la rivalidad. Además, el Director General

esperaba que los organismos de la Administración Central que operaban en

este campo, y que disponían de abundantes recursos financieros, viesen en

el IPIA una solución a su problema de proporcionar servicios a una región

del tamaño y complejidad de la andaluza y tan lejana de Madrid.

Al enfrentarse al problema de cómo relacionarse con otras instituciones para

consolidar la capacidad institucional del IPIA, su director llevaba a cabo una

tarea vital para la mayor parte de los administradores públicos

contemporáneos. La resolución de problemas sociales complejos exige

ineludiblemente el logro de una colaboración entre toda una serie de

instituciones. En consecuencia, "la tarea de administrar se define más en

función de la necesidad real de acuerdos que de los límites organizativos.

Esta observación hace que sea menos interesante el antiguo problema de

saber dónde se detiene la organización. Un administrador que se detiene

donde lo hace su organización no puede llevar a cabo su tarea (Lax y

Sebenius, 1986: 319). Para Sánchez de la Morena, en concreto, el objetivo

de crear relaciones valiosas con otros órganos de la administración pública

llevaba consigo ensamblar los intereses y recursos de esos organismos con

el interés del IPIA por convertirse en el foco de la red de instituciones de

promoción de la industria en Andalucía.

Al contrastar las alternativas de que disponía para erigir la capacidad de

producción de servicios del IPIA, se empezó a contemplar las alianzas entre

diferentes organizaciones como técnica para movilizar tanto el capital humano

como los-recursos financieros y materiales. Parecía posible, por ejemplo, que

el IPIA tuviera dificultades en atraer y retener a funcionarios cualificados que

Page 51: Gestión pública estrategica michael barzclay

pudiesen ayudar a los clientes a evaluar su mercado y su entorno tecnológico.

Por otro lado, era posible que el IPIA necesitase a veces personal altamente

especializado, por ejemplo, al desarrollar un "plan de actuación" en un sector

determinado. En ambos casos, una forma atractiva de movilizar el necesario

capital humano consistía en contratar con empresas cuyo negocio consistiese

en proporcionar análisis y asesoramiento profesional. Al elegir entre adquirir

análisis y asesoramiento o crear una fuerte capacidad de investigación interna

utilizando funcionarios, se tenía verdaderamente que tomar la decisión

estratégica acerca de lo que debía ser el ámbito organizativo del IPIA (Porter,

1980).

CREACION DE CAPACIDAD PRODUCTIVA INTERNA

Si el Director General eligiese crear una capacidad interna para coordinar

los "planes de actuación", tendría que localizar, atraer y adiestrar a

funcionarios capaces de emplear la técnica genérica de la comunicación

social para desempeñar las funciones de animación social, planificación

estratégica, trabajo en colaboración y creación de instituciones. El

responsable del Instituto era totalmente consciente de que aparecerían

pocos funcionarios, o incluso ninguno, con los conocimientos adecuados,

con la experiencia y actitudes necesarias para producir ese servicio

innovador. Los licenciados universitarios más recientes no tendrían

suficiente experiencia, los funcionarios públicos más veteranos estarían

probablemente demasiado identificados con la práctica administrativa

tradicional, autoritaria y legalista de España como para ser capaces de

practicar el enfoque del "aprendizaje social"; y los administradores con

mayores aptitudes del sector privado eran claramente reacios a entrar en el

sector público. Si bien el Director General creía que las personas con amplia

experiencia en el sector privado eran las más adecuadas para realizar el

trabajo del IPIA, quedaban pendientes dos cuestiones: cómo atraerlas al

Page 52: Gestión pública estrategica michael barzclay

servicio público y, en caso de éxito en este punto, cómo emplear mejor esos

recursos humanos en la prosecución de la estrategia empresarial elegida

para el IPIA.

Una vía decisiva de que disponía el Director General para dar forma a las

capacidades productivas del IPIA consistía en la definición del contenido de

cada puesto de trabajo y del establecimiento de relaciones informativas

formales dentro de la naciente estructura orgánica (Kelman,1986). Las

opciones posibles deberían considerar si los puestos de trabajo se

clasificarían,. y en caso afirmativo, a qué nivel: por producto, tipo de cliente,

especialidad técnica o área geográfica (Gulick, 1937). Estas opciones

afectarían a las capacidades a través de su influencia sobre el ámbito de

interacciones de cada funcionario con los clientes, sobre los modelos de

comunicación interna, sobre las aspiraciones profesionales y sobre la

estructura orgánica del IPIA en general.

Amén de diseñar el contenido de los puestos de trabajo y de definir las

relaciones, los problemas organizativos incluían elegir la adecuada condición

laboral del personal del instituto. Desde el principio, el Director General

deseaba alcanzar dos objetivos al elegir el régimen laboral: en primer lugar,

darse a si mismo la posibilidad de rescindir el contrato de aquellos

empleados que considerase no habían rendido de forma apropiada; y, en

segundo lugar, socavar aquellas normas informales de comportamiento

vigentes en la administración pública española que pensaba debilitarían el

enfoque empresarial, orientado al cliente, que esperaba implantar en el IPIA.

Sin embargo, el Director General no disponía de una autonomía completa en

la elección de la condición laboral de su personal, ya que debía obtener la

aprobación del responsable de asuntos de personal de la Junta de

Andalucía (esto es, el Director General de la Función Pública). En la

negociación mantenida con este funcionario, Sánchez de la Morena tenía el

Page 53: Gestión pública estrategica michael barzclay

proyecto de llamar la atención acerca de que el IPIA era formalmente un

"organismo autónomo" de la Consejería de Economía (Pérez Royo y Porras

Nadales, 1987: 254). La elección de esta forma jurídica, argumentaría,

mostraba que el gobierno del PSOE pretendía otorgar al IPIA más

flexibilidad que la concedida a órganos burocráticos convencionales.

En resumen, el desarrollo de una estrategia empresarial obligó al Director

General a decidir el tipo de capacidades internas de que debía disponerse y,

una vez echo eso, a desarrollarlas por medio de la aplicación de mecanismos

administrativos clásicos, como contratación y adiestramiento de personal,

calificación de puestos de trabajo y estructuración orgánica. En la medida en

que eligió (o se vio obligado ante la ausencia de recursos) crear la capacidad

del IPIA a través de relaciones entre organismos, tuvo que encontrar la forma

de encajar los intereses del IPIA con los de las instituciones que poseían los

recursos necesarios.

Elección de una forma orgánica

El Director General estaba convencido desde un principio que el éxito de la

estrategia empresarial del IPIA dependería de que el instituto desarrollase su

capacidad de entrar fácilmente en contacto con los potenciales clientes a lo

largo de toda la región. La interacción del IPIA y sus clientes no podía tener

lugar de forma casual ya que se oponían al menos dos obstáculos.

En primer lugar, la capital de la región, Sevilla, se encuentra situada en la parte

occidental de la extensa Comunidad Autónoma. Las grandes distancias y el

trazado de los sistemas de carreteras y de ferrocarriles de la región hacen que

el contacto entre Sevilla y Andalucía Oriental sea más difícil que la

comunicación entre las provincias orientales y Madrid. Además, dado que el

gobierno regional constituía entonces una novedad, los andaluces no estaban

Page 54: Gestión pública estrategica michael barzclay

acostumbrados todavía a la idea de viajar a Sevilla para realizar negocios con

la administración pública.

En segundo lugar, la distancia social se interponía de forma natural entre el

IPIA y sus clientes. La supervivencia de los pequeños empresarios dependía

de su capacidad de producir bienes para el mercado, mientras que la de los

funcionarios públicos dependía de su posición en el aparato burocrático. La

distancia social se veía intensificada por la opinión predominante entre los

empresarios de que los administradores públicos estaban por regla general

más interesados en controlar la actividad empresarial que en satisfacer las

necesidades de las empresas.

Enfrentado a esas barreras opuestas a la interacción del IPIA con sus

potenciales clientes, el responsable de la institución decidió adoptar una

estructura orgánica geográfica. Esta estructura comprendía dos características

analíticamente diferenciadas: el establecimiento de una red de sucursales a lo

largo de toda Andalucía y la creación de un puesto de gerente en cada oficina.

Estrategia de localización

La apertura de sucursales facilitaría a los clientes de toda la región mantener

contactos directos con los empleados del IPIA y serviría también para poner

de manifiesto la voluntad del instituto de contactaron ellos. La cuestión

operativa básica planteada al elegir una organización geográfica era la de

decidir el número de sucursales y dónde debían localizarse. Era conveniente

establecer un número manejable de oficinas, dispersas a lo largo de la región

de forma que su distribución pareciese imparcial y maximizase el alcance del

IPIA. Ala luz de estos criterios, el Director General decidió que la provincia

debía ser la unidad geográfica operativa del IPIA y que las sucursales debían

Page 55: Gestión pública estrategica michael barzclay

localizarse en siete de las ocho capitales provinciales (Sevilla se serviría por

la oficina central). Las capitales de provincia habían sido la principal sede de

las transacciones administrativas andaluzas con los organismos de la

administración central incluso desde el siglo XIX, cuando España adoptó el

sistema napoleónico de administración territorial. El modelo de interacción

ciudadano-administración con raíces en esta tradición, ayudado por la

facilidad de conexión física de las capitales provinciales con su entorno,

permitiría a las sucursales del IPIA localizadas en esas ciudades servir con

cierta facilidad a toda la Comunidad Autónoma. Por otro lado, parecía

también justo establecer sucursales en todas y cada una de las provincias

componentes de la Comunidad Autónoma.

De esta forma, el IPIA sólo podía superar la distancia social existente entre

burócratas y empresarios cuando el instituto diferenciase sistemáticamente

su imagen de la de una burocracia pública clásica. Se esperaba alcanzar ese

objetivo construyendo una organización verdaderamente empresarial,

dedicada a sus fines y capaz de entender los problemas de las empresas

desde la perspectiva de los clientes del IPIA.

La formación de un grupo de siete gerentes provinciales responsables ante el

Director General fue el principal mecanismo administrativo que éste utilizó

para crear ese tipo de organización. Cada gerente había de ser responsable

de instrumentar la estrategia empresarial del IPIA en su provincia, de

coordinar el trabajo de su personal especializado, de representar al instituto

en los círculos empresariales y políticos y de que la prensa provincial diese

publicidad al IPIA. Al delegar en los gerentes de las sucursales autoridad

amplia para gestionar las operaciones del IPIA en sus respectivas áreas

geográficas y al tener trato directo con los mismos, Sánchez de la Morena

pretendía facultar a sus empleados más importantes a asumir la

responsabilidad personal de realizar los objetivos del instituto (10). Con esos

Page 56: Gestión pública estrategica michael barzclay

poderes, los gerentes de las sucursales podrían acomodar la estrategia del

IPIA a las circunstancias locales y estarían menos inclinados a trasladar

problemas a Sevilla. Se esperaba que este tipo de posibles actitudes y

comportamientos hiciese que las sucursales del IPIA fuesen unidades

orgánicas mucho más capaces, por su tamaño, que las delegaciones

provinciales de los altamente centralizados Ministerios madrileños.

El Director General creía que los empresarios percibirían con facilidad las

ventajas de esta estructura orgánica del IPIA. El primer contacto de aquellos

con el instituto tendría lugar probablemente a través de un gerente provincial

con una orientación profesional muy amplia, por lo que se vería animado a

plantear todo el abanico de problemas planteados por la empresa.

(10) En base a la idea de que las decisiones relativas a la mano de obra debían adoptarse

de forma que se facultase a los empleados a asumir responsabilidades personales sobre

los resultados. Véase Hackman (1986) y Hackman y Walton (1986).

Un contacto inicial de este tipo sería probablemente más satisfactorio para el

cliente que el que pudiera tener con un ingeniero o un economista cuya

orientación laboral y profesional consistiría en aplicar sus conocimientos

especializados a situaciones concretas. Los clientes podrían también

empezar a considerar al gerente de la sucursal como un interlocutor válido

del sector público en lugar de tenerlo por alguien de un mundo totalmente

diferente del suyo; en efecto, dado que al gerente de la sucursal se le tenía

generalmente por responsable de la buena marcha de la empresa, sería

posible contemplar su trabajo como si fuese más parecido al del propietario

de una empresa que al de un funcionario de un organismo público

centralizado. Si esta idea pudiese reforzarse por otros elementos

Page 57: Gestión pública estrategica michael barzclay

semejantes, tendería a reducir el grado de distancia social existente entre

los empleados del IPIA y los propietarios de empresas.

Igualmente el responsable del IPIA creía que la organización geográfica

prevista pondría los cimientos para el tipo de cultura o de carácter

institucional que esperaba crear. Al cubrir la mayor parte de los principales

puestos de trabajo de la organización con personal encargado de desarrollar

una actividad de gestión general, el Director General intentaba dar superior

rango institucional a los enfoques integradores y de carácter gestor que a las

perspectivas más especializadas y funcionales, típicamente defendidas por

aquellos íntimamente relacionados con profesiones tradicionales y

prestigiosas, como la ingeniería, la economía y el derecho. La orientación

empresarial en que se basaba la nueva estructura (defendida también por

medio de otras actuaciones) se esperaba suavizase las fuerzas que impelían

al personal directivo tanto a aislarse frente a las necesidades e ideas de los

clientes como a dividir sus esfuerzos a lo largo de trayectorias funcionales.

La inculcación de esa orientación era de vital importancia si se deseaba que

el IPIA tuviese éxito en elaborar "planes de actuación". El núcleo esencial de

esa idea residía, en último lugar, en utilizar un enfoque integrador,

empresarial y estratégico para contrastar las posibles vías de crear y

acaparar un valor más elevado de las actividades económicas andaluzas. Si

la cultura empresarial del IPIA no proporcionase una base sólida para esta

orientación dirigida a la resolución de problemas, su personal no podría

dirigir con facilidad un proceso de aprendizaje social que examinase las

relaciones existentes entre los factores que afectaban al desarrollo de un

sector y que convergerían en un plan de actuación integrado y por etapas.

En resumen, Ricardo Sánchez de la Morena consideraba la organización

geográfica como un dispositivo necesario para presentar. los objetivos del

IPIA en el ámbito geográfico y cultural andaluz. Estaba diseñado para

Page 58: Gestión pública estrategica michael barzclay

superar tanto la distancia física que separa a Sevilla de los restantes lugares

de Andalucía como la distancia social que separaba a los funcionarios

públicos de los empresarios privados. Al superar estas barreras opuestas a

la interacción del IPIA y sus clientes y al fomentar una cultura empresarial,

integradora y de gestión, se esperaba conseguir que la organización fuese

claramente competente en el servicio a sus clientes, en el desempeño de

sus funciones yen el empleo de las técnicas previstas en la estrategia del

IPIA de promover el desarrollo industrial de Andalucía.

En cualquier caso, el Director General era consciente de que la organización

geográfica decidida (al igual que cualquier otro dispositivo administrativo por

si solo) no era una panacea. Semejante estructura no podía garantizar ni

una fluida relación entre los gerentes de sucursales y los empresarios ni una

adecuada cultura empresarial y de gestión; buena parte dependería de la

experiencia y las actitudes de los individuos contratados para aquellos

puestos y del grado en que el Director General pudiese familiarizarlos con

las costumbres que deseaba introducir en la organización del IPIA. Por otro

lado, la estructura orgánica elegida era, como cualquier otra, vulnerable. Así,

por ejemplo, la distancia física entre las sucursales podía ser un obstáculo a

la comunicación entre los gerentes del IPIA, conduciendo a duplicar los

esfuerzos o a que fracasasen oportunidades comunes; de igual modo,

podían aparecer desfases en las comunicaciones entre Sevilla y las

sucursales. El responsable de la institución tenía la intención de evitar estos

problemas viajando con frecuencia a todas las sucursales y manteniendo

reuniones frecuentes con los gerentes de las mismas. Estas últimas

ocasiones se pensaban como oportunidades para contrastar la experiencia

obtenida a partir de las operaciones de carácter regional realizadas por el

IPIA y para coordinar aquellos "planes de actuación" que abarcasen más de

una provincia.

Page 59: Gestión pública estrategica michael barzclay

Las diputaciones provinciales como aliados

A fin de establecerla red de sucursales, el Director General formalizó

acuerdos con las diputaciones provinciales de Almería, Cádiz, Córdoba,

Granada, Huelva, Jaén y Málaga. Estos órganos eran colaboradores

naturales del IPIA, porque continuaban ofreciendo unos programas de

promoción industrial, que procedían del período anterior a la autonomía,

seguían poseyendo numerosos edificios públicos en las capitales

provinciales de la Comunidad Autónoma, percibían ingresos fiscales y, al

igual que la Junta, estaban controlados por el PSOE.

En sus contactos con los dirigentes políticos provinciales, Sánchez de la

Morena expuso los objetivos y la estrategia del IPIA y su relación con las

metas de la recientemente consolidada Junta de Andalucía. El Director

General ofreció presentar ante la opinión pública la labor de cada sucursal

como una labor conjunta del IPIA y las respectivas diputaciones provinciales.

Como contraprestación, se solicitaba de estas que proporcionasen

gratuitamente oficinas, material y otros servicios en un edificio

estratégicamente situado, que cargasen con los gastos de calefacción, luz y

teléfono y que aportasen los fondos necesarios para pagar el sueldo de un

especialista en economía de empresa. Los únicos gastos con los que

correría el IPIA serían los correspondientes a la contratación de un gerente

de sucursal.

De acuerdo con todos los convenios firmados, el IPIA se responsabilizaría

de contratar al gerente de la sucursal y al personal de la misma. Los

convenios estipulaban también con claridad que las sucursales eran una

operación conjunta del IPIA y de las diputaciones provinciales. De este

modo, el IPIA podía tener la esperanza de anular los posibles intentos

Page 60: Gestión pública estrategica michael barzclay

futuros de otros organismos de la Junta en el sentido de compartir esos

servicios y de reducir con ello la autonomía del instituto.

Estos convenios, firmados por los presidentes de las diputaciones

provinciales y el Consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Julio

Rodríguez, en el período 1983-84, hacían progresar las estrategias

organizativas y empresariales analizadas con anterioridad, a la vez que

protegían la integridad institucional del IPIA. Las favorables condiciones

contenidas en los convenios reflejaban la capacidad que poseía Sánchez de

la Morena para convencer a otras personas de que debían concederse al

IPIA los recursos y la autonomía necesarios para perseguir una estrategia

de desarrollo autónomo andaluz. Esa capacidad dependía del momento en

que el IPIA entrase en el campo de la promoción industrial, de las

expectativas generalizadas de que la Junta de Andalucía llegase a

convenirse en uno de los protagonistas de los esfuerzos de desarrollo

regional, del respeto que obtuviesen los nuevos líderes políticos regionales y

de su propia habilidad para ofrecer una imagen convincente de lo que

debería ser la promoción industrial de la región.

Page 61: Gestión pública estrategica michael barzclay

Estrategia para la contratación de los gerentes de sucursal

El Director General creía que una larga experiencia empresarial era la única

manera que tenía una persona para obtener el conocimiento necesario que le

permitiese desempeñar la tarea de gerente de una sucursal. Además, se

pensaba que con esa base se alcanzaría también la credibilidad del IPIA

entre aquellos empresarios que fuesen reticentes en su trato con la

administración pública. Para reducir todavía más la distancia social entre el

IPIA y los empresarios, se optó por escoger a los candidatos que residiesen

en la sede de la sucursal o fuesen originarios de la misma.

A la vista de su escasez general en Andalucía, descubrir y retener a gerentes

capaces debía ser una difícil tarea. Sin embargo, el Director General

esperaba que la combinación del voluntarismo dominante y de la crisis

económica haría posible la atracción de personas profesionalmente valiosas

y con espíritu de servicio público. Podía ser incluso posible que

administradores de origen andaluz que trabajasen para empresas privadas

en cualquier otro lugar de España contemplasen un trabajo en el IPIA como

oportunidad de regresar a su región de origen.

Como parte de su estrategia personal, el Director General y su Secretario

General Técnico (una combinación de jefe de personal y presupuesto,

experto en legislación y práctica administrativa española) consiguieron del

Director General de la Función Pública de la Junta de Andalucía que

permitiera que el IPIA cubriese los puestos de gerente provinciales con

personal contratado en vez de con funcionarios públicos; de esta manera, el

Director General del IPIA pensaba que podría lograr con mayor facilidad que

sus gerentes de sucursal fuesen responsables de proporcionar servicios de

calidad a los clientes, a la vez que temía no ser capaz de conseguir que los

Page 62: Gestión pública estrategica michael barzclay

funcionarios realizasen numerosas visitas a las empresas y que se

reuniesen con clientes fuera de las horas habituales de oficina, aspectos que

consideraba vitales para el éxito de la estrategia empresarial del IPIA.

Contratación de especialistas en las sucursales

Con el fin de respaldar las actividades de las sucursales, Sánchez de la

Morena deseaba contratar al menos una persona experta en análisis de

empresas, otra que tuviese conocimientos de ingeniería y una tercera que

realizase labores auxiliares y administrativas. Estos profesionales ayudarían

a los clientes a estudiar las inversiones en nuevos procesos productivos e

innovaciones complementarias, a la vez que informarían a sus respectivos

gerentes provinciales. Como ya se ha dicho, todas las diputaciones

provinciales que colaboraban con el IPIA estaban de acuerdo en

proporcionar los fondos con que proveer los puestos de economistas.

Además de ello, se formalizó el primer acuerdo regional con el organismo

del Ministerio de Industria responsable de promover la pequeña y mediana

industria (IMPI), por el que el IPIA obtuvo financiación para la instalación

inicial de las primeras sucursales, así como el traspaso de los medios

patrimoniales, humanos y presupuestarios que el IMPI poseía en Andalucía

para realizar su función. Un convenio similar con la Dirección General de

Innovación del mismo Ministerio, permitió financiar la contratación de un

ingeniero como asesor tecnológico en cada provincia. Para ayudar a costear

los gastos del empleado administrativo, se formalizó un convenio para que el

IPIA participase en el programa de subvención del empleo juvenil elaborado

por la Junta. Todos estos acuerdos ayudaron a poner en práctica una

organización de carácter geográfico y una estrategia de localización

provincial, a pesar de las serias limitaciones presupuestarias del IPIA.

Page 63: Gestión pública estrategica michael barzclay

Resumen

En 1983, la idea de una institución descentralizada, orientada al servicio del

cliente y capaz de llevar a cabo una estrategia diferenciada de promoción

industrial, parecía por completo una utopía. Con el reducido presupuesto

inicial del IPIA, era totalmente imposible cubrir los gastos que originaban la

apertura de siete sucursales y contratar a los profesionales que eso llevaba

consigo. Una posibilidad consistía en posponer la puesta en práctica de la

estrategia organizativa de carácter geográfico hasta que la Junta de

Andalucía pudiese asignar al IPIA superiores recursos presupuestarios. El

enfoque alternativo preferido por el Director General, consistió en obtener

recursos gracias a las relaciones de colaboración con aquellos órganos de la

administración central y local con objetivos solapados a los del IPIA; estaba

convencido de que cuanto más rápidamente fuese conocido mejor podría el

IPIA satisfacer las aspiraciones de desarrollo económico andaluz. Por otro

lado, un retraso a la espera de un mayor apoyo financiero futuro por parte de

la Junta hubiese significado también el despilfarro de uno de los principales

activos institucionales del IPIA, en concreto, su creación relativamente

temprana dentro del marco del gobierno regional. Además existía el coste de

oportunidad ante un posible fracaso, en el caso de ser ampliamente conocido;

ya que posiblemente la capacidad para defender la propia autonomía del IPIA

hubiese sido inferior ante aquellos organismos públicos que entraron al poco

tiempo en los campos de la industria, el comercio, el turismo y la agricultura.

Al actuar con rapidez, concluyendo acuerdos con órganos pertenecientes a

otros niveles de la administración pública, el IPIA ayudó en efecto a

consolidar sus "ventajas derivadas de tomar la iniciativa" (Poner, 1985: 80) y

protegió su imagen de principal protagonista de la Junta de Andalucía en la

tarea de promover el desarrollo regional autónomo. Igualmente, la

contratación de los gerentes de sucursal en el sector privado, insistiendo en

que estos puestos no fuesen ofrecidos a funcionarios públicos, y la decisión

de que los empleados más importantes fuesen responsables de proporcionar

Page 64: Gestión pública estrategica michael barzclay

elevados niveles de servicios, fueron elementos importantes de la estrategia

del Director General de utilizar de esta forma el personal y la organización

para diferenciar al IPIA de los organismos públicos habituales en España.

Page 65: Gestión pública estrategica michael barzclay

DETERMINACIÓN DEL AMBITO ESTRATÉGICO

Desarrollo propio o adquisición de conocimientos

Como ya se ha visto, la estrategia básica de Sánchez de la Morena consistió

en concentrarse en el desarrollo de aquellos elementos internos

imprescindibles para participar de modo eficaz en la formulación y ejecución

de los "planes de actuación", así como en proporcionar servidos de promoción

industrial algo más normalizados. El requisito orgánico más importante para

elaborar esos productos y servicios era un conjunto de representantes del

IPIA, motivados y con experiencia, localizados cerca de los clientes. Sin

embargo, este tipo de estructura orgánica dejaba sin resolver la cuestión de

cómo aseguraría el IPIA que las decisiones estratégicas sobre sectores se

basasen en un adecuado conocimiento de las circunstancias predominantes

en la actividad de un mercado y en el campo tecnológico. Dado que los

clientes del IPIA no poseían la capacidad de realizar estudios profundos al

respecto, la decisión a tomar era si el IPIA debía contratar y dirigir un equipo

de analistas de mercado experimentados y de ingenieros o, en su lugar, llegar

a acuerdos con empresas consultoras para obtener la información y el

análisis adecuados.

Al estudiar esta decisión de hacer o contratar, el responsable del IPIA decidió

no montar una estructura de investigación interna. Al contratar con empresas

consultoras especializadas en determinados campos de la ingeniería o de

ciertas técnicas de recopilación de datos y análisis de mercado, se sacar una

rápida ventaja del conocimiento y la experiencia que habían ido desarrollando

estas empresas a lo largo de los años. Otra razón fundamental para esta

decisión residía en evitar problemas de escalafón y conflictos internos. El

Director General temía que el sistema de cultura empresarial que necesitaba

el IPIA para desarrollar análisis de gran calidad, entrara en conflicto con el

más frágil sistema necesario para apoyar el compromiso del IPIA en seguir un

Page 66: Gestión pública estrategica michael barzclay

proceso de aprendizaje social (11). Así, el enfoque orgánico elegido para el

IPIA se vio reforzado por la decisión de obtener estudios en profundidad a

partir de empresas consultoras externas especializadas (12).

Límites de promoción sin financiación

Al utilizar de forma muy amplia los lazos existentes entre distintas

organizaciones para fundamentar las capacidades del IPIA, se logró superar

muchas de las limitaciones impuestas por la escasez de recursos materiales

asignados a su instituto. Como ya se ha visto, el Director General consiguió

trazar una red de siete sucursales provinciales, cada una de ellas con un

gerente y tres empleados, teniendo fundamentalmente el IPIA que cargar sólo

con los costes de los gerentes

Si bien esta infraestructura ofrecía la oportunidad de que el IPIA entrase

fácilmente en contacto con sus clientes, no era suficiente para inducir la

innovación y el desarrollo industrial. Las mejoras de los procesos productivos

y los cambios en la oferta de productos exigirían por regla general que las

empresas invirtiesen en bienes de equipo e instalaciones; estos programas

de inversión debían ser los resultados básicos provisionales de los "planes

de actuación" del IPIA. Sánchez de la Morena era plenamente consciente de

la incapacidad del IPIA para financiar las inversiones necesarias para

instrumentar las estrategias aprobadas para un sector o comunidad. A partir

de un punto determinado, los "planes de actuación" del IPIA no podrían

evidentemente avanzar sin la voluntad de otras instituciones de proporcionar

recursos financieros.

(11) La competencia se derivaría de las radicales diferencias en las hipótesis subyacentes a

las dos premisas relativas a la inteligencia y actuación social, así como del mayor prestigio social de las técnicas clásicas de planificación respecto de los procesos de

aprendizaje social en la España contemporánea.

(12) La empresa en la que más confiaba el IPIA para sus estudios no relacionados con el

campo de la ingeniería era IDEASSA, presidida por José Alvea Hernández. El papel de

Alvea fue con frecuencia más importante para el trabajo del IPIA que la del simple

suministro de información y análisis, como se puso de manifiesto en la ayuda que

proporcionó a la coordinación del desarrollo del "plan de actuación" de la industria del

Page 67: Gestión pública estrategica michael barzclay

mármol de Macael. La Parte II de este estudio muestra cómo el IPIA utilizó a las

empresas consultoras al elaborar su producto básico.

Page 68: Gestión pública estrategica michael barzclay

A fin de evitar que los servicios básicos ofrecidos por el IPIA fuesen

vulnerables a esa situación, el primer Consejero de Economía de la Junta,

Julio Rodríguez, intentó persuadir a las instituciones financieras que

operaban en la región para que dirigiesen a las pequeñas y medianas

empresas (PYMES) una mayor cantidad de fondos de lo hecho hasta el

momento. Su estrategia consistió en negociar acuerdos entre esas

instituciones y la Junta de Andalucía, acuerdos que se administrarían a

partir de entonces por el IPIA. En virtud de tales acuerdos, las cajas de

ahorros provinciales y otras instituciones financieras se obligaban a

dedicar cierto volumen de sus flujos financieros a las PYMES, pero se

reservaban la decisión de aprobar los préstamos. En consecuencia, el IPIA

no podía prometer a sus clientes la obtención de préstamos; lo más que

podía hacer era ayudarlos a elaborar solicitudes de préstamo atractivas y

certificar los análisis económicos de la empresa y los planes de inversión.

Se esperaba que los bancos encontrasen atractivo e papel del IPIA, ya

que realmente el instituto soportaba buena parte de los costes de

desarrollar las solicitudes de préstamo en el segmento del mercado de las

pequeñas y medianas empresas.

Los acuerdos entre la Junta y las instituciones financieras de la región

parecen haber facilitado en la realidad el acceso de algunas empresas al

crédito. Lo mismo sucedió con posteriores acuerdos ligados a "planes de

actuación" específicos entre el IPIA y el Banco de Crédito Industrial, el IMPI y

el programa de inversión industrial para Andalucía elaborado por la

administración central (Gran Área de Expansión Industrial de Andalucía).

Como quiera que sea, el Director General llegó al convencimiento de que la

exclusión directa de la financiación del ámbito del IPIA planteaba un obstáculo

insuperable al éxito de la estrategia empresarial del instituto. Sin un grado

apreciable de capacidad financiera autónoma, veía extraordinariamente difícil

asegurar a los clientes que merecería finalmente la pena participaren el

desarrollo de los "planes de actuación". Junto a ello, en aquellos casos en los

Page 69: Gestión pública estrategica michael barzclay

que el procedimiento discurriese al principio de forma adecuada, temía que se

disipase el ímpetu básico una vez que se formulasen los planes específicos

de inversión y que se enfrentase las dificultades de obtener financiación. La

repetición de frustraciones semejantes convenció por ultimo al director del

IPIA de que la promoción industrial no podía llevarse a cabo de modo

adecuado en Andalucía por una organización cuyo ámbito no incluyera la

función financiera.

ELEMENTOS POLITICOS DE LA ESTRATEGIA ADMINISTRATIVA

Al considerar el elemento más innovador de la diferenciada estrategia

empresarial del IPIA, identificamos la animación social, la planificación

estratégica, el trabajo en colaboración y la creación institucional como las

cuatro funciones que debían llevar a cabo los "planes de actuación". En el

subsiguiente análisis de la estrategia administrativa del Director General, se

hizo evidente que el IPIA no podía intentar elaborar por si solo ese producto.

Así, por ejemplo, tenía que contratarse a empresas de consultoría a fin de

disponer de la información y el análisis necesarios para la planificación

estratégica. De igual manera, Sánchez de la Morena esperaba poder confiar

en algunos clientes del IPIA, incluyendo los dirigentes de las asociaciones

empresariales y los políticos locales, para ayudar a instrumentar la función

de animación social. Así, en lugar de ver al IPIA como el único diseñador de

los "planes de actuación", intentó utilizar su institución para erigir un

complejo entramado que abarcaba diferentes entidades, incluyendo al propio

IPIA.

El IPIA indujo a varias entidades a participar en el proceso productivo

ofreciéndoles la posibilidad de una ganancia financiera. A las empresas

consultoras, por ejemplo, se les pagaba por sus servicios. Sin embargo, en

muchos casos el IPIA no podía desarrollar relaciones contractuales bien

Page 70: Gestión pública estrategica michael barzclay

definidas; por ejemplo, no podía ofrecer beneficio monetario alguno a sus

clientes por el hecho de participar en el proceso planificador.

En los casos en que el IPIA no era capaz de desarrollar relaciones

contractuales explícitas ni de ejercer una autoridad formal sobre aquellos a

los que deseaba incorporar al proceso de formulación de "planes de

actuación", el Director General hacía uso de la persuasión. El IPIA tenía que

emplear también esa persuasión para obtener la cooperación de otros

organismos en el momento mismo de llevar a cabo "planes de actuación" ya

formulados. Algunos de esos organismos eran empresas lucrativas,

incluyendo aquellos que proporcionaban factores esenciales para la

producción y comercialización industriales, como crédito, electricidad o

conexiones telefónicas. En. estos casos, la persuasión tenía que emplearse

para influir en las ideas de rentabilidad y en las opiniones de cómo invertir o

cómo ofrecer factores productivos a una localidad o a un sector de manera

que pudiese alcanzar otros objetivos institucionales. De igual modo, para

poner en marcha los planes se precisaba la cooperación de organismos

pertenecientes a las administraciones central, regional o municipal. Así, por

ejemplo, cuando se pretendía mejorar las carreteras y otras obras publicas, el

IPIA debía encontrar la forma de convencer a esos organismos de que las

inversiones públicas sugeridas eran más útiles que otras alternativas que

pudiesen estar considerando.

Al persuadir a las diferentes instituciones para que suministrasen recursos

para la elaboración o puesta en práctica de los "planes de actuación", el

Director General intentaba explicar por qué la colaboración con el IPIA iba a

servir a sus propios intereses. Por regla general, procuraba identificar los

problemas a los que se enfrentaba un suministrador potencial que podrían

resolverse llegando a un acuerdo con el IPIA. Así, por ejemplo, como ya se

ha indicado, comprendió que los bancos se enfrentaban al problema de

Page 71: Gestión pública estrategica michael barzclay

desarrollar y conceder líneas de préstamos a las pequeñas empresas dados

los altos los costes en que se incurrían. El IPIA podía argumentar al respecto

que la concesión de créditos a sus clientes ayudaría a resolver ese problema,

ya que los bancos podían estar seguros de que las solicitudes de crédito

estaban respaldadas por una estrategia industrial documentada, realista y

competitiva. Este tipo de respaldo elevaría así la probabilidad de que la

concesión de esos créditos fuese rentable para los bancos.

De igual modo, el IPIA podía recurrir por si mismo a organismos de la

administración central, como el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria

(IMPI), como solución al problema de proporcionar servicios individualizados

a las empresas andaluzas.

La presentación publica del IPIA como solución para los problemas

operativos de sus interlocutores no era la única manera de lograr su

cooperación. Otra vía consistía en reconocer que muchos suministradores se

enfrentaban a un problema institucional similar: cómo adaptarse a la nueva

estructura de poder político originada por la transferencia de

responsabilidades a la Junta de Andalucía y por las aplastantes victorias

electoras del PSOE a todos los niveles de gobierno. En esta situación era

verosímil que los bancos, las empresas de servicios públicos y los

organismos de la administración central, por ejemplo, estuviesen interesados

en fomentar relaciones positivas con esta nueva estructura de poder; la

colaboración con el IPIA podía contemplarse como solución a ese problema

institucional. Ahora bien, para que se considerase al IPIA como medio

especialmente atractivo de mejorar las relaciones institucionales con la Junta,

los suministradores tenían que creer que el instituto era al menos tan

importante para las principales autoridades como las restantes unidades

orgánicas del nuevo gobierno regional. En consecuencia, el fomento de esta

creencia entre los posibles suministradores era una de las más importantes

tareas de gestión política del Director General.

Page 72: Gestión pública estrategica michael barzclay

A la vez, los clientes del IPIA era probable que vigilasen la consideración del

IPIA entre las principales autoridades del gobierno regional. Para ellos, el

IPIA era ante todo un embajador de la administración publica: el instituto

deseaba llevar a cabo la función coordinadora intentando ejercer influencias

sobre el comportamiento de los clientes, por medio de la elaboración de

"planes de actuación" de un modo coordinado. Dado que el IPIA no podía

ejecutar sus propias decisiones crediticias, su capacidad para coordinar

eficazmente era absolutamente esencial si los clientes consideraban

oportuno trabajar con el instituto. La influencia sobre unas instituciones

formalmente autónomas a través del sistema político-económico de la región

sería un objetivo mucho más factible si el IPIA podía demostrar disponer de

un fuerte apoyo político a alto nivel.

Page 73: Gestión pública estrategica michael barzclay

4. ESTRATEGIA POLITICA SOPORTES MICROPOLITÍCOS

A lo largo de 1983 y 1984, la autoridad política con la que el responsable de

IPIA tuvo el contacto más directo fue la misma persona que lo había

nombrado Director General y a la que continuaba informando: el Consejero

de Economía, Julio Rodríguez. Antes de desempeñar ese cargo, Rodríguez

había sido economista del Banco de España, el banco central español, y

miembro activo del PSOE en Madrid. En junio de 1982, tras la victoria

socialista en Andalucía, pero antes de las elecciones parlamentarias

nacionales que llevarían al poder a Felipe González como jefe de gobierno,

miembros influyentes del partido sugirieron al recién elegido Presidente de la

Junta para que encargara a Rodríguez de la política económica. La tarea

inmediata del Consejero fue la de asegurar que la política económica

andaluza no pareciese excesivamente radical, lo que hubiese socavado el

posterior éxito de la estrategia estatal de competir con la UCD por los votos

de centro.

Como Consejero de Economía, Julio Rodríguez era básicamente responsable

de dirigir el desarrollo del Plan Económico de Andalucía (1984-86). Este

proceso reunió a dirigentes de los partidos, del gobierno y del sector privado

para discutir en detalle los problemas económicos de Andalucía y las

perspectivas que se abrían con el nuevo gobierno regional. Al plantear el

debate .en términos de lo que deberían ser objetivos finales e intermedios de

la región y al centrar la atención en la elaboración de un programa plurianual

de inversiones públicas, el proceso planificador tendió a sustituir el discurso

de la política económica convencional por el de la dependencia y el

subdesarrollo, anteriormente dominante. Dada la diversidad ideológica

existente en el PSOE y el potencial de oposición electoral de la izquierda, el

Page 74: Gestión pública estrategica michael barzclay

plan dejó totalmente sin resolver la cuestión de si la Junta favorecería la

empresa pública o la privada. Además, al emplear esa estratagema para

acentuar la visión global del desarrollo económico que tenía la Junta,

Rodríguez intentó describir cada sector de la economía regional como vital

para la futura prosperidad de Andalucía.

La gestión del proceso planificador realizada por Rodríguez alimentó su

reputación de ejecutivo político técnicamente competente en el terreno de la

planificación económica. Que emergiese también de su puesto con la

reputación de creador de instituciones iba a depender, en parte, de la buena

marcha del IPIA y de otros organismos dependientes de la Consejería de

Economía. En concreto, el fortalecimiento del IPIA permitiría a Rodríguez

demostrar su compromiso con dos de las prioridades resaltadas en el plan:

Aumentar el tamaño de la industria y promover la empresa privada. Por estas

y otras razones, el Consejero de Economía de la Junta estaba dispuesto a

trabajar estrechamente con Ricardo Sánchez de la Morena en diseñar las

estrategias empresariales y administrativas del IPIA.

Sánchez de la Morena dedicó buena parte de su tiempo a discutir con

Rodríguez las ideas que se encontraban tras la propuesta estrategia del IPIA.

Esta interacción intensa y sostenida influyó indudablemente en la esencia de

la estrategia, a la vez que sirvió para que ambos funcionarios-se

comprometiesen personalmente con la idea de los "planes de actuación" y de

utilizar el IPIA como vínculo de unión entre los pequeños propietarios de

empresas y la Junta de Andalucía. En virtud de ese compromiso, el

Consejero inició negociaciones para convencer a las instituciones financieras

de que elevasen el flujo crediticio a las pequeñas y medianas empresas y de

que permitiesen al IPIA desempeñar la tarea de desarrollar y valorar las

solicitudes de crédito.

Page 75: Gestión pública estrategica michael barzclay
Page 76: Gestión pública estrategica michael barzclay

Gestiones con el Presidente de la Junta

Mientras el Consejero de Economía y el Director General del IPIA

desarrollaban las ideas que habían de informar el instituto, Rafael Escuredo

se preocupaba de dirigir la transición de la Junta desde un esquelético

órgano político preautonómico hasta una administración y un gobierno

regionales totalmente desarrollados: Como Presidente de la Junta durante el

período preautonómico, Escuredo había dirigido con éxito su atención al

problema de asegurar la autonomía de acuerdo con el artículo 151 de la

Constitución, había materializado en su persona los crecientes sentimientos

nacionalistas de la región y había politizado de modo repentino el

desdoblamiento centro-periferia existente entre Madrid, Cataluña y el País

Vasco, por una parte, y Andalucía, por la otra. En las elecciones de 1982,

había sido capaz de reunir una gran coalición de votantes urbanos de clase

media y trabajadora y de obreros agrícolas, coalición que condujo a la

mayoría absoluta del PSOE en el parlamento regional.

En 1983, Escuredo se enfrentaba a un panorama político significativamente

modificado. La cuestión de la autonomía no era ya el problema principal y,

como consecuencia de la victoria del PSOE a nivel estatal, la táctica de

politizar el desdoblamiento centro-periferia planteaba ciertos riesgos. En esta

etapa, las principales preocupaciones políticas de Escuredo incluían el ajuste

al nuevo poder existente en Madrid, la consolidación de la posición de la

Junta en la nueva política regional, incorporando a las instituciones del

gobierno regional a algunos dirigentes políticos de los debilitados

competidores directos del PSOE, y la puesta en práctica del estatuto de

autonomía por medio de negociaciones con el gobierno central sobre

transferencias de atribuciones, dinero y personal.

Page 77: Gestión pública estrategica michael barzclay

El mantenimiento del ritmo del movimiento social proandaluz se consideraba

por el Presidente como medio importante de ejercer influencia política: a

sobre Madrid, de controlar a otros dirigentes políticos andaluces y de

proporcionar un marco adecuado para crear las instituciones de la Junta. El

principal instrumento elegido por Escuredo para progresar en este objetivo

instrumental fue la reforma agraria. En su aspecto técnico, la legislación y el

desarrollo reglamentario de la reforma agraria iban dirigidos a inducir a los

latifundistas andaluces a generar un superior valor económico en sus

explotaciones; para lograr este objetivo se utilizaba la amenaza fiscal y de

expropiación. Sin embargo, a la luz de la opinión pública esa legislación

representaba la continuación de la lucha histórica por la tierra y la justicia

social interrumpida por el largo gobierno de Franco. Debido a que la reforma

agraria se encontraba tan íntimamente asociada en Andalucía a la idea de

lucha popular, la defensa de esa legislación reforzaba la implícita pretensión

del gobierno del PSOE de ser la personalización política de la identidad

colectiva de la región. De hecho, las encuestas de opinión pública realizadas

durante esta época demostraban que los votantes de las ciudades estaban

especialmente convencidos de que el PSOE realizaría la reforma agraria,

mientras que los trabajadores del campo esperaban ser los beneficiarios

directos. De este modo, la provisional alianza electoral forjada en 1982 se

fortaleció todavía más y la Junta pasó a ocupar una posición de mayor

importancia en el universo político andaluz.

De este entorno político, el Director General no podía esperar de forma

realista que el IPIA constituyese uno de los principales intereses de Rafael

Escuredo. Ahora bien, recibir una atención de alto nivel, explícita y continua,

no era esencial para las estrategias empresariales, administrativa y política

del IPIA. Lo que el instituto necesitaba en mayor medida del Presidente de la

Junta era su apoyo para las futuras necesidades presupuestarias, protección

en el caso probable de litigios jurisdiccionales y apoyo en sus declaraciones

a la prensa.

Page 78: Gestión pública estrategica michael barzclay

Entre los medios con los que se podía contar para despertar el interés de

Escuredo, estaba el de convencerle de que el IPIA permitía a la Junta

proporcionar un nuevo servicio directamente a un numeroso grupo de

electores. Cada cliente satisfecho de los servicios del IPIA sería

probablemente más favorable al gobierno regional y a sus actuales dirigentes.

El trabajo a estos niveles básicos permitiría también al IPIA ofrecer ayuda a

aquellos alcaldes cuyos proyectos políticos incluyesen la promoción de

industrias localmente concentradas. Dado que la mayor parte de los

ayuntamientos estaba controlada por el PSOE, ese servicio era

potencialmente importante para los esfuerzos de consolidación institucional-

del partido. Sin embargo, el hecho de llamar la atención de Rafael Escuredo

acerca de estos rasgos del IPIA no fue especialmente eficaz, ya que el

Presidente estaba posiblemente más interesado en promocionar más una

imagen populista regional del gobierno que en fortalecer el partido como

institución. En consecuencia, el IPIA podría haber impresionado más

fácilmente a Escuredo si le 'hubiese mostrado ejemplos de sus positivos

esfuerzos en lograr que las colectividades en mala situación trabajasen en pro

de su bienestar, tal como él les había animado a hacer en sus viajes por la

región.

A la vista de que Escuredo había hecho su carrera política como Presidente

de la Junta de Andalucía moviéndose con acierto ante la prensa y la opinión

pública, al IPIA le hubiese sido de mucha más utilidad si sus esfuerzos de

promoción industrial hubieren formado parte de sus discursos. Al incluir tales

referencias en esos discursos, Escuredo habría demostrado que la imagen

del desarrollo económico andaluz era algo más que una sola reforma agraria.

Esta imagen hubiese sido probablemente muy eficaz si los elementos y la

estructura del discurso no hubieran sido únicamente aplicable a la industria o

Page 79: Gestión pública estrategica michael barzclay

a la agricultura sino que hubieran estado ligadas a las ideas de comunidad

política que Escuredo lanzó durante el movimiento preautonómico.

Una de las tareas de gestión política más importante del Director General

era, por consiguiente, elegir una idea, fraseo imagen muy gráfica que pusiera

de manifiesto la estrecha relación existente entre el instituto y la vida política

de la Junta de Andalucía; al mismo tiempo, ese marco serviría para

diferenciar el enfoque de promoción industrial del IPIA del de otros

organismos públicos, antiguos o nuevos, operantes en ese campo. Entre las

principales tradiciones del discurso político que se había convertido en

moneda habitual en torno a la Junta de Andalucía, el discurso del

subdesarrollo y de la dependencia parecía inicialmente el más atractivo.

Page 80: Gestión pública estrategica michael barzclay

SOPORTES MACROPOLITICOS E IDEOLOGICOS

El discurso de Dependencia y Subdesarrollo

Los orígenes del discurso del subdesarrollo andaluz pueden localizarse en la

teoría de la dependencia del Mediterráneo, un movimiento intelectual europeo

que adquirió creciente importancia durante los años sesenta y setenta. Los

teóricos de esta escuela intentaban explicar las razones por las que Europa

del Sur era menos próspera que la del Norte y por qué las regiones

meridionales de los países mediterráneos eran especialmente pobres. El

enfoque metodológico básico consistía en considerar a la evolución histórica

del capitalismo mundial como la fuerza impulsora que se encontraba tras las

disparidades internacionales e interregionales de renta y riqueza; esa

perspectiva ponía de manifiesto cuales eran las causas sistemáticas

internacionales de la capacidad de una nación o una región para

industrializarse. Así, por ejemplo, la capacidad de importar materias primas

de la denominada periferia (y de exportar manufacturas a la misma) ayudaba

a explicar por qué zonas esenciales de la economía capitalista mundial

habían prosperado y mejorado su competitividad. Las mismas influencias

sistemáticas se citaban también para considerar las estructuras económicas y

sociales específicas que caracterizaban a las áreas periféricas, configuradas

por una fuerte élite. Agrícola y una débil burguesía ocupada en el comercio

en vez de en la industria. A su vez, se decía que estas estructuras eran

responsables del continuo fracaso industrializador de muchas naciones o

regiones.

A lo largo del crepúsculo que significó el régimen de Franco y durante la

transición a la democracia, algunos intelectuales utilizaron este enfoque

metodológico para describirla situación económica andaluza. Se centró la

atención en seis facetas clave del caso andaluz. En primer lugar, en

Page 81: Gestión pública estrategica michael barzclay

comparación con las regiones desarrolladas de España, Andalucía estaba

especializada en la elaboración de productos primarios, muchos de los cuales

se exportaban para su transformación a zonas más desarrolladas del país. En

segundo lugar, el empleo en las actividades manufactureras tradicionales se

encontraba en lógico declive, ya que las empresas localizadas en regiones

más desarrolladas (y que empleaban tecnologías más avanzadas) competían

cada vez más eficazmente a nivel nacional. En tercer lugar, buena parte de

las industrias modernas de la región era propiedad y estaba controlada por

empresas con sede en Madrid, Barcelona y otras ciudades. En cuarto lugar, el

sistema bancario nacional tendía a "drenar" ahorros de Andalucía y a

invertirlos más que proporcionalmente fuera de la región. En quinto lugar, el

gobierno central de Franco descuidó la inversión en la infraestructura física de

la región; en especial, la manifiesta insuficiencia de las carreteras que unían

las provincias orientales y occidentales de Andalucía redujo la ya limitada

capacidad de la región para generar un crecimiento autónomo. Por último, las

políticas del gobierno central dirigidas a promover el desarrollo industrial en

Andalucía parecían diseñadas principalmente para satisfacer los intereses

dominantes en el corazón de la economía política española. El instrumento de

subvencionar la inversión en Andalucía beneficiaba a importantes empresas

de ámbito nacional, atrayendo a la región a industrias intensivas en capital.

Esas empresas no fueron capaces de generar empleo industrial a un ritmo

suficiente como para compensar el paralelo declive del empleo en las

industrias andaluzas tradicionales. En resumen, la principal imagen derivada

de todo lo anterior era que las fuerzas liberadas por el injusto sistema

político-económico español, juntamente con la centralización de la

planificación económica, encorsetaron la economía andaluza.

Símbolos políticos de dependencia en Andalucía

Muchas de esas facetas del subdesarrollo andaluz tenían un símbolo claro en

el resultado de la primitiva estrategia del gobierno central del "polo de

Page 82: Gestión pública estrategica michael barzclay

desarrollo" de la provincia de Huelva. Este programa se había basado en la

idea de que, al subvencionar las inversiones en una reducida área geográfica,

algunas industrias decidirían localizar sus instalaciones y su equipo en el

"polo". De esta manera, sus actividades productivas darían lugar a diversos

tipos de economías externas y de efectos conexos, induciendo

consecuentemente a otras empresas a instalarse en el mismo lugar. De forma

gradual, se esperaba que este polo de promoción estimulase un proceso de

transformación económica en toda su zona de influencia.

A comienzos de los años sesenta se instalaron en Huelva varias industrias

químicas básicas, como parte de la aplicación práctica de esa estrategia en

Andalucía. Sin embargo, las características económicas de ese tipo de

industrias limitaron grandemente la capacidad del polo para estimular el

desarrollo de la región circundante. Dado que el factor clave para la

producción química de base - el petróleo - tenía que importarse y puesto que

el producto final se suministraba a otras plantas industriales localizadas en las

regiones desarrolladas de España para su posterior transformación, eran muy

reducidos en la realidad, los efectos en cadena hacia delante o hacia atrás.

Por otro lado, estas plantas industriales tampoco crearon un número

apreciable de puestos de trabajo, ya que eran intensivas en capital y su

personal directivo estaba localizado principalmente en las sedes sociales de

las empresas. La principal consecuencia observada de esta estrategia de

establecimiento industrial centralmente dirigido fue la cada vez mayor

contaminación del aire y el agua a lo largo de la costa de Huelva. La

incapacidad de generar empleo, la falta de relaciones intersectoriales, la

propiedad y el control externos y la contaminación ayudaron a hacer del polo

de promoción de Huelva un símbolo del subdesarrollo andaluz y de las

políticas de desarrollo regional del régimen de Franco.

Page 83: Gestión pública estrategica michael barzclay

Evolución política del Gobierno andaluz

Junto a otros rasgos del subdesarrollo, la incapacidad de las industrias

modernas para crear empleo con la misma rapidez con que se reducía en las

industrias tradicionales se notó con fuerza antes de que se aplicase al

contexto andaluz la teoría de la dependencia. La innovación intelectual

aportada por los teóricos de la dependencia consistió en interpretar los

diferentes y familiares fenómenos del subdesarrollo como resultado de una

progresiva interacción dinámica entre economías "centrales" y "periféricas".

Las implicaciones políticas prácticas de esta innovación científica fueron

inicialmente algo ambiguas, ya que los teóricos de la dependencia

aconsejaban por regla general el pesimismo o el cambio político radical. Sin

embargo, en la época en que estaba surgiendo el régimen democrático, tras

40 años de autoritarismo, ninguna de esas interpretaciones podía disponer de

amplio apoyo social.

Por otra parte, el esquema centro-periferia utilizado para diagnosticar los

problemas de Andalucía coincidió con el dinámico juego político puesto en

marcha por el Título VIII de la Constitución. Este proporcionaba un recurso

legal a aquellos que deseaban crear un movimiento popular para obtener

tanta autonomía para Andalucía como la que iban a recibir las nacionalidades

históricas. Ese objetivo debía perseguirse suprimiendo las ideas de diversidad

dentro de la región y fomentando la convicción de que los andaluces se

enfrentaban a agresores externos comunes. Estos agresores comprendían,

en el esquema de dependencia, tanto el "centro político" de Madrid como los

"centros económicos" de Cataluña y el País Vasco. Los problemas

conceptuales planteados por la diferenciación entre centros políticos y

económicos en España se vieron superados por el hecho de que el centro

político se encontraba en vías de garantizar una amplia autonomía al centro

económico, pero no a la periferia económica. Así, pues, la naciente

Page 84: Gestión pública estrategica michael barzclay

perspectiva de dependencia ocultaba un discurso político que culpaba del

subdesarrollo andaluz tanto a las nacionalidades históricas que obtenían la

autonomía como al gobierno central que la concedía.

El planteamiento de la oposición entre centro y periferia por medio del

discursos de la dependencia y el subdesarrollo desempeñaba la misma

función política en Andalucía que la que jugó en Cataluña y el País Vasco la

memoria histórica de la represión cultural. El régimen de Franco había

intentado fortificar el estado español prohibiendo el empleo del catalán y

vascuence en sus respectivos países de origen, en tanto que Andalucía no

experimentó tal represión, como consecuencia, en parte, de que el castellano

era la principal lengua de la región. Si bien los habitantes de Andalucía se

consideraban diferentes de los castellanos, muchos andaluces eran ya muy

sensibles a las diferencias culturales existentes entre las partes oriental y

occidental de su propia región. Todos estos factores actuaron contra la

aprición de un movimiento nacionalista regional fuerte y duradero. Para

reforzar ese débil nacionalismo andaluz, muchos políticos intentaron inculcar

la idea de que todos los andaluces compartían las experiencias del

subdesarrollo y de la represión económica de forma muy similar a como las

dos regiones más desarrolladas habían experimentado la represión cultural.

El partido político con el máximo interés en politizar la división social entre

Andalucía y el centro político-económico de España era el Partido Socialista

de Andalucía (PSA). En las primeras elecciones de la transición democrática,

realizadas en 1977, el PSA demostró ser mucho más débil que el PSOE en

Andalucía. Tras las elecciones, el PSA decidió seguir siendo independiente

del PSOE, a diferencia de casi todos los demás partidos denominados

socialistas. En consecuencia, buscó una base desde la que competir con

éxito contra el cada vez más potente PSOE por el mismo grupo de votantes

de izquierda, grupo que era mayoría en Andalucía. Al trazar su estrategia, los

Page 85: Gestión pública estrategica michael barzclay

dirigentes del PSA prestaron atención a tres hechos políticos de importancia.

En primer lugar, gracias a su ámbito regional, el PSA se diferenciaba con

gran claridad del PSOE estatal. En segundo lugar, los partidos nacionalistas

catalanes y vascos habían demostrado una fuerza considerable en las

elecciones de 1977. En tercer lugar, el PSOE había aceptado por completo la

idea de un estado español descentralizado.

Al igual que los partidos regionalistas de centro-derecha en Cataluña y el País

Vasco, el PSA afirmaba que era él quien mejor podía representar la identidad

y los intereses de Andalucía. Pero el PSA no podía limitarse a copiar

simplemente las estrategias de aquellos partidos, ya que el partido regional

andaluz competía con el PSOE por el apoyo de unos votantes que ambos

consideraban de izquierdas. Como resultado de ello, el desafío estratégico del

PSA fue intentar un "nacionalismo de izquierdas". Puesto que el esquema de

la dependencia intensificaba, la división centro-periferia y sugería que el

subdesarrollo era el equivalente funcional de la represión, los dirigentes del

PSA encontraron que la bibliografía de la tradición de dependencia era

extraordinariamente útil como fuente de la ideología del partido; además, la

definición del PSA como partido regional le permitía utilizar estos elementos,

al menos al principio, más eficazmente que el PSOE, que proseguía una

estrategia menos regionalmente diferenciada (Porras Nadales, 1984; Jerez

Mir, 1985).

El discurso político resultante contribuyó a la gran mejora registrada por el PSA

en las elecciones parlamentarias de 1979. La proporción de votos obtenidos

por el PSA en las áreas urbanas aumentó en ocho puntos porcentuales

respecto de los resultados de 1977, mientras que la de los mismos obtenida

por el PSOE se redujo en seis puntos porcentuales (Porras Nadales, 1985:

238-252). Esta endencia alertó a algunos dirigentes del PSOE sobre la

intensidad del atractivo nacionalista en su territorio electoral supuestamente

Page 86: Gestión pública estrategica michael barzclay

más seguro. Entre estos dirigentes se encontraba Rafael Escuredo, que se

convertía en esos momentos en Presidente de la Junta de Andalucía -en el

proceso preautonómico- gracias a los votos de los diputados comunistas del

parlamento regional. Escuredo procedió entonces a incorporar a su propio

discurso político el del PSA, con un éxito evidente a lo largo del camino

autonómico.

Todos estos acontecimientos implantaron con fuerza la idea de que el

subdesarrollo en la sociedad política andaluza: no sólo servía para definir, en

gran medida, lo que los andaluces tenían en común entre sí, sino que

proporcionaba también el marco ideológico para interpretar las necesidades

sociales y justificar la actuación

Estrategia discursiva del IPIA

A los dirigentes de los nuevos organismos públicos, como el IPIA, les parecía

razonable conectar sus propios discursos a la interpretación predominante del

carácter de la política andaluza y los problemas a que se enfrentaban; de este

modo, podía considerarse que perseguían racionalmente las metas colectivas

de la comunidad política y podían colaborar en el esfuerzo de Escuredo por

transmitir una imagen pública. Es posible imaginar que, tras las elecciones de

1982, los dirigentes de la Junta podrían haber desplazado inmediatamente la

atención hacia una interpretación diferente de la comunidad política y de los

usos racionales de la autoridad y los recursos públicos. Pero, en su intento de

mantener el entusiasmo por el proyecto de autonomía regional, a la vez que

trabajaba de forma simultánea para fortalecer la capacidad institucional y

creativa de la Junta, Rafael Escuredo siguió utilizando un discurso político que

protestaba del subdesarrollo y otorgaba un valor fundamental a la política

regional, comprensiva, polifacética y atractiva del papel de la Junta en el

fomento del cambio económico y social.

Page 87: Gestión pública estrategica michael barzclay

Para el responsable del IPIA, la elección del discurso institucional del

organismo que regía era una oportunidad de protegerse contra una serie de

puntos vulnerables originados por su decisión de concentrarse en elaborar

"planes de actuación" y de servir a las industrias tradicionales. En primer

lugar, el hecho de que el proceso planificador tuviese como objetivo superar

numerosos obstáculos interrelacionados y profundamente arraigados

opuestos al progreso industrial significaba que los esfuerzos del IPIA debían

concentrarse, al menos al principio, en engendrar un "proceso de cambio a

largo plazo" dentro de unos pocos sectores económicos definidos; los planes

beneficiarían así a lo que en términos electorales era un número insignificante

de personas; además, al ponerlas públicamente de manifiesto, muchas de las

primeras realizaciones del proceso tendrían mucha menor importancia para

los observadores externos que para los propios participantes en ese proceso.

En segundo lugar, al desechar la estrategia de dedicarse a las industrias

modernas, centrándose en vez de ello en la promoción de sectores

tradicionales, implicaba también apreciables riesgos políticos. En efecto, la

idea de que el desarrollo regional podía hacerse progresar de modo

sustancial reforzando los legados de remotas épocas económicas era

ineludiblemente contracultural; durante décadas, la vocación de la política

económica española había consistido en extender industrias modernas como

los automóviles, la química, el acero y la construcción naval. Muchos

intelectuales creían que Andalucía se quedaría de nuevo atrás en la carrera

del desarrollo económico y fracasaría en la tarea de atraer a la siguiente

generación de industrias modernas, como la electrónica (Román, 1986). Con

el fin de defenderse de esta acusación de hallarse fuera de contexto, el IPIA

precisaba sacar el mayor provecho de los elementos de la ideología de la

Junta que denigraban la estrategia de promover industrias modernas y con

alta tecnología.

Page 88: Gestión pública estrategica michael barzclay

La expresión elegida por el Director General como idea programática clave

fue "desarrollo endógeno". En el contexto del discurso político andaluz, este

concepto -si bien falto de viveza y concreción- era notablemente evocador. Al

nivel más elemental, el término "endógeno" implicaba la existencia de una

frontera entre Andalucía y su entorno. Esta implicación lógica reforzaba la

idea de que Andalucía se había convertido en una entidad jurídica y sugería

que el proyecto del IPIA se encontraba estrechamente ligado a la

interpretación más sencilla de la identidad política andaluza.

Lo que es más esencial, la expresión significa lo contrario de "desarrollo

exógeno", que se había utilizado para designar tanto la estructura

extrovertida e internamente desarticulada de la economía regional como las

políticas regionales del régimen de Franco. Como se ha indicado antes, el

"desarrollo exógeno" estaba intensamente caracterizado por la industria

química contaminante, intensiva en capital y controlada desde el exterior, que

el caso de Huelva personificaba. Como negación del "desarrollo exógeno", el

lema del IPIA era a la vez programático (concentrado en crear vínculos entre

las fuerzas internas de la región) y legitimador (definido como clara

desviación de las políticas regionales seguidas por el anterior régimen

centralizado y autoritario). Su oposición frontal a la herencia de pasados,

acuerdos y políticas institucionales iba dirigida a proteger 'los esfuerzos del

IPIA en proporcionar una expresión operativa a la idea general de crear

fuerzas internas y movilizar los recursos regionales.

La expresión "desarrollo endógeno" vinculó al IPIA tanto al discurso político

de dependencia como al nacionalista. En lo que se refiere al primero, la

expresión sugería que el IPIA se esforzaría en controlar el futuro económico

de la región y en atacar las raíces del subdesarrollo. La frecuente referencia

al concepto de subdesarrollo andaluz recordaba también al auditorio del IPIA

que los problemas económicos de la región eran numerosos, graves y

Page 89: Gestión pública estrategica michael barzclay

acumulativos. Este recordatorio era importante, ya que insinuaba la

necesidad de una estrategia de cambio fundamental a largo plazo. Al mismo

tiempo, para evitar que el énfasis puesto en la dependencia y el

subdesarrollo engendrase pesimismo, la expresión "desarrollo endógeno"

evocaba dos ideas nacionalistas: que Andalucía podía desarrollarse si se

concentraba en sus fuerzas desaprovechadas y ocultas y, en segundo lugar,

que el desarrollo sólo sería "auténtico" si se basaba en esas fuerzas.

Al tiempo que hacía más intensas las imágenes que rodeaban al IPIA, el

Director General habló también con frecuencia de crear un "tejido productivo"

y un "tejido empresarial". Estas expresiones transmitían una imagen de

fuerza futura, derivada de esfuerzos cuidadosos y sostenidos por integrar los

elementos dispersos de la economía. Si bien el fortalecimiento de . un

proceso que provocase los vínculos intersectoriales era la idea central de

esta expresión, implicaba también en segundo término, que podía

aumentarse la capacidad productiva fortaleciendo los lazos sociales entre los

participantes en la misma actividad económica, hecho que el IPIA pretendía

llevar a cabo a través de sus "planes de actuación". Este segundo significado

recibió cierto grado de apoyo por el hecho de que el subdesarrollo se

relacionase con la falta de coordinación e integración social. Así pues, estos

elementos discursivos ayudaron a vincular entre sí las interpretaciones

económicas y sociológicas de los retos a que se enfrentaba Andalucía en el

campo del desarrollo.

En resumen, el discurso del IPIA de "desarrollo endógeno" y de "creación de

un tejido productivo" proporcionó una línea de defensa contra las acusaciones

de que la estrategia del instituto estaba centrada demasiado estrechamente

en lograr lejanas ganancias para unas personas y colectividades ocupadas

todavía en actividades económicas del pasado. Lo que es más importante,

esas expresiones subrayaban el notable valor de modernizar y ampliar

Page 90: Gestión pública estrategica michael barzclay

industrias que transformarían la producción del sector primario de la región y

servirían a los mercados regionales. La promoción de tales industrias

significaba ampliar la capacidad andaluza de añadir valor a los productos de

su sector primario, disminuyendo así el grado en que la economía de la región

seguía siendo extrovertida y, por tanto, incapaz de "generar internamente" el

crecimiento. La experiencia anterior sugería que no era probable que las

"industrias modernas", fuera de los subsectores de la alimentación, las

bebidas y el tabaco, integrasen la economía regional a través de la extensión

de vínculos hacia atrás. La imagen contenida en el discurso político del IPIA

recordaba también a los andaluces que los problemas económicos de la

región eran muy importantes y que su superación exigía esfuerzos sostenidos

y cuidadosos para modificar unas actitudes profundamente arraigadas y unas

pautas de comportamiento que habían impedido la innovación tecnológica,

institucional e industrial, a todo lo largo de la economía regional.

Los estrechos lazos existentes entre esos conceptos y los de nacionalismo y

subdesarrollo contenidos en el discurso político de la Junta presidida por

Rafael Escuredo no garantizaban que el IPIA quedase a salvo de las posibles

críticas derivadas de otras perspectivas sobre el proceso de desarrollo. Era,

en efecto, posible que otras instituciones de la Junta defendiesen estrategias

distintas para la recuperación industrial; la primera dirección de SOPREA

había propuesto otra solución para el problema del desempleo y de la baja

industrialización. Esa competencia no era necesariamente temible, al menos

mientras el IPIA pareciese seguir disponiendo del elevado nivel de

autorización política que precisaba para llevar a cabo la función coordinadora

y para erigir su capacidad operativa a través de acuerdos con otras

organizaciones. En aquella época, parecía que el objetivo y la estrategia del

IPIA podrían gozar de tal situación política, al menos en tanto que el

subdesarrollo y el nacionalismo continuaran siendo ideas vitales animadoras

de la política andaluza.

Page 91: Gestión pública estrategica michael barzclay

En sus previsiones de futuro, el Director General del IPIA tenía que

considerar si el compromiso del gobierno con la concepción inicial de la

política regional disminuiría de modo natural según se fuesen consolidando

en Andalucía el partido y las instituciones del gobierno regional.

Posiblemente, una vez que se valorase a esas instituciones por si mismas

(Selznick,1957), sería menos necesario utilizar el nacionalismo y el

subdesarrollo como mecanismos retóricos para fomentar entre la población

de la región un sentimiento de identificación política compartida. Esta

posibilidad no parecía inminente en tanto Rafael Escuredo detentase el poder

y mientras siguiese siendo modesta la capacidad operativa del gobierno

regional.

La estratégica elección del discurso institucional realizada por el IPIA parecía

ser vigorosa con respecto a las pequeñas modificaciones experimentadas por

la ideología del gobierno del PSOE en Andalucía. La imagen de "integrar el

tejido productivo" se trasladó con facilidad al discurso de la política económica

habitual, que llegó a ser cada vez más preeminente como resultado de la

formulación del Plan Económico de Andalucía (1984-86). La prescripción de

hacer progresar las conexiones hacia delante y hacia atrás en una economía

subdesarrollada se había propuesto durante décadas enteras (Hirschman,

1958), al tiempo que se habían demostrado, ya en el sector agroindustrial, las

ventajas de la cooperación entre pequeñas empresas. Otro conjunto de ideas

que iba ganando mayor aceptación durante el primer gobierno del PSOE (la

planificación democrática) parecía también plantear pocos problemas. Esta

fue la idea de que se sirvieron Rafael Escuredo y Julio Rodríguez para dar a

conocer las ventajas del proceso utilizado al redactar el Plan Económico

(Escuredo, 1983). Ese proceso implicaba la "negociación social" entre el

gobierno, los grupos de intereses y otros, en vez de afectar únicamente a una

élite tecnocrática localizada en un organismo planificador. La dependencia de

los "planes de actuación" de la negociación y del conocimiento social era

Page 92: Gestión pública estrategica michael barzclay

totalmente consistente con el compromiso de la Junta con la planificación

democrática, o al menos así lo parecía entonces.

SOPORTES INTERMEDIÓS

Una de las razones por las que el discurso del "desarrollo endógeno"

desempeñó un papel de tanta importancia en la estrategia política del IPIA

fue que eran extraordinariamente débiles aquellas fuentes legitimadoras que

no fuesen la herencia del empuje autonómico y el mandato electoral del

PSOE. Así, por ejemplo, el IPIA no podía buscar de forma realista una

legitimación intelectual o científica de su estrategia empresarial a través de

la movilización del apoyo dé influyentes instituciones de investigación. Si

bien el Director General consiguió sintonizar con numerosas personas

conocidas por su postura crítica frente a la planificación tradicional, esos

expertos no configuraban una auténtica comunidad intelectual o política.

Revistas como Papeles de Economía Española o la Revista de Estudios

Regionales, habían fomentado congresos sobre economía andaluza. En

estas publicaciones como en las del Instituto de Desarrollo Regional de la

Universidad de Sevilla, se habían abordado los problemas de la economía

andaluza con unos resultados en términos generales pesimistas y favorables

a una fuerte intervención pública, pero sin que existiese una comunidad

científica perceptible con un programa de investigación o de acción común.

La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) era otro posible

apoyo político intermedio externo para el IPIA. Durante los primeros años de

la Junta, la CEA persiguió una estrategia institucional con un único objetivo:

el papel que se atribuía a si misma era el de ser el representante exclusivo

de los intereses empresariales regionales. Ahora bien, las organizaciones

miembros de la CEA seguían siendo débiles en si mismas, dado que habían

sido fundadas como mucho cinco años antes, al desmantelarse los

Page 93: Gestión pública estrategica michael barzclay

"sindicatos" corporativos del Estado franquista. Con el tiempo, la CEA

aspiraba a convertirse en un grupo de interés unificado y centralizado, capaz

de reivindicar la representación de los intereses generales de los

empresarios de la región en todos los sectores económicos. Como parte de

esa estrategia, los dirigentes de la CEA intentaron eliminar los contactos

directos entre sus miembros y la Junta de Andalucía.

Al comienzo de sus negociaciones con la CEA, el Director General descubrió

en seguida que las estrategias empresarial y administrativa del IPIA se

consideraban una amenaza, ya que iban en contra del deseo de la CEA de

ser el único interlocutor entre la Junta y los intereses empresariales. En

efecto, la CEA exigió estar representada en las comisiones planificadoras de

diversos "planes de actuación". A la vez que rechazaba el argumento de que

la CEA debía tener derecho a tal participación, el responsable del IPIA daba

a las asociaciones de empresarios locales o sectoriales la posibilidad de

incluir a la CEA en el proceso planificador. Sin embargo, las asociaciones no

respondieron nunca de forma favorable a esa opción.

Es probable que Sánchez de la Morena hubiese sido más reacio a oponerse

a los intereses institucionales de la CEA si esta confederación hubiese tenido

en la época mayor fuerza política. Su fortaleza inicial se derivaba en gran

medida de sus relaciones directas con la Confederación Estatal de

Organizaciones Empresariales (CEOE), que había negociado importantes

acuerdos de política económica y laboral con los principales sindicatos y el

gobierno durante la transición democrática. A la vista de estos acuerdos y de

los logros de las socialdemocracias del norte de Europa, mucha gente creía

que los convenios "liberal-corporativos" o "democrático-corporativos"

(basados en organizaciones unificadas y centralizadas de trabajo y capital)

eran también la clave de la paz social y la prosperidad económica en

Andalucía.

Page 94: Gestión pública estrategica michael barzclay

Sin embargo, bajo la presidencia de Rafael Escuredo, no era del todo

conveniente esa concepción de una estructura políticamente racional. Si bien

el apoyo concedido por Escuredo a la "planificación democrática" le llevó a

favorecer la participación de la CEA en la formulación del Plan Económico de

Andalucía, el Presidente no intentó nunca negociar con esa entidad ni

garantizarle la exclusividad en los tratos entre las empresas y el gobierno

regional, ya que el establecimiento de una relación semejante era

contradictorio con la política populista que Escuredo continuaba adoptando.

Además, la CEA no había permanecido al margen en el proceso electoral

autonómico: durante la campaña electoral de 1982, la organización patrocinó

un memorable anuncio de prensa que representaba gráficamente a los

socialistas como una manzana roja de la que emergía un gusano.

En resumen, el discurso populista de Escuredo fue para el IPIA una fuente de

legitimación mucho más poderosa que cualquier otro conocimiento

especializado, característico de una comunidad política reconocida, o que el

máximo portavoz de los intereses empresariales organizados. En

consecuencia, esos apoyos sociales comunes a la tarea de los organismos

públicos eran meramente marginales para las necesidades políticas a corto

plazo del IPIA. Esta postura dio lugar, no obstante, a dos problemas. En

primer lugar, las justificaciones intelectuales de los esfuerzos invertidos en

los "planes de actuación" todavía no se habían elaborado para el contexto

andaluz; además, si los conceptos de subdesarrollo y nacionalismo

perdiesen parte de su vitalidad política, crecería probablemente la necesidad

que tenía el IPIA de disponer de justificaciones "científicas" de su estrategia.

En segundo lugar, en caso de que el "corporativismo democrático" se

convirtiese en el modelo de organización predominante en la política

andaluza, serían muy apreciables los costes de no haber coincidido en el

camino de la CEA.

Page 95: Gestión pública estrategica michael barzclay

VULNERABILIDADES DE LA ESTRATEGIA POLÍTICA

A corto plazo, la estrategia política del Director General tuvo un éxito

absoluto. Con el apoyo superior de Julio Rodríguez, el IPIA transformó su

capital político básico en un conjunto de provechosas relaciones con las

diputaciones provinciales, los organismos de la administración central y los

bancos. Como ya se ha indicado, estas relaciones eran fundamentales para

construir la capacidad operativa del IPIA. El cuidado puesto en preservar la

legitimación política del IPIA atrajo también a los clientes, que empezaron a

considerar al instituto como el lógico punto de contacto entre ellos y el

gobierno regional (13). Con un creciente interés por el IPIA por parte de los

suministradores de recursos y de los clientes, la estrategia política y

administrativa implantada demostraba ser coherente.

A pesar de sacar el mayor provecho del clima de voluntarismo que rodeaba

la actividad de la Junta en aquella época, el Director General permanecía

atento a posibles tendencias preocupantes. Se mostraba especialmente

sensible a cualquier indicio de que estuviese empeorando la posición del IPIA

ante el

(13) Entrevistas con Francisco Martínez Justo, presidente de la Asociación Provincial de

Empresarios del Mármol, noviembre de 1987, y con Héctor Morell, presidente de la

Asociación de Preparadores e Industriales del Corcho de Andalucía, noviembre de 1987.

Page 96: Gestión pública estrategica michael barzclay

gobierno. Sánchez de la Morena sabía perfectamente que, sin apoyo al más

alto nivel, se deterioraría la capacidad del IPIA para llevar a cabo su función

intermediadora y, lo que era más importante, se rechazarían sus peticiones

de recursos propios para financiar las inversiones de sus clientes. Si

sucediese todo eso, consideraba que no podría realizar su esquema de

promoción industrial de Andalucía.

A comienzos de 1985, habían surgido ya algunas posibles amenazas. En la

primera mitad del año anterior, Rafael Escuredo había dimitido como

Presidente de la junta de Andalucía entre acusaciones de juego sucio y

tensiones con el aparato estatal del PSOE. Su sustituto fue José Rodríguez

de la Borbolla, cuyos lazos con el grupo de abogados laboralistas y

profesores sevillanos que dominaba ampliamente el "corazón" de la dirección

nacional del partido eran más estrechos que los de Escuredo. Ese cambio de

liderazgo se interpretó generalmente como la señal de que había finalizado la

etapa constitutiva de la junta de Andalucía.

Con el tiempo, persistieron las evidentes tensiones existentes entre los

gobiernos central y regional y el discurso del "subdesarrollo" y del

"nacionalismo" se subordinó gradualmente a otro menos agresivo de

"modernización" y "vertebración social". En buena parte, el discurso de la

"modernización" permitió al PSOE andaluz comunicar a su clientela política

un mensaje semejante al dirigido a España en su conjunto por el PSOE

estatal. Su aparición en Andalucía socavó sutilmente la idea de que

solamente podía superarse el subdesarrollo a través de laboriosos esfuerzos

a largo plazo cuidadosamente adaptados a las circunstancias locales. Por

otro lado, con la ascensión de la "vertebración social" a tema ideológico, la

concertación al máximo nivel entre el gobierno regional y sus interlocutores

socioeconómicos de la empresa y el trabajo empezó a desempeñar un papel

más importante en el proceso legitimador en curso. Así, pues, la política

populista empezó a dejar paso a una política "corporativista democrática".

Page 97: Gestión pública estrategica michael barzclay

Dado que la CEA no había cesado en sus críticas a Sánchez de la Morena

por su trato directo con las asociaciones empresariales locales y sectoriales,

las principales autoridades empezaron a contemplar cada vez más al IPIA no

sólo como activo operativo sino también como lastre político; su entusiasmo

se convirtió gradualmente en tolerancia.

Junto a estas tendencias macro-políticas, el IPIA se vio amenazado por un

entorno burocrático crecientemente problemático. En una reorganización

administrativa de las competencias de las distintas Consejerías, el IPIA llegó

a depender de la Consejería de Trabajo y Seguridad Social, perdiendo la

relación administrativa con Julio Rodríguez. Esta situación le parecía menos

apropiada al Director General, dado su deseo de que se identificase al IPIA

como interlocutor no sólo de los sindicatos sino también de los propietarios

de empresas. Posteriormente, volvió a quedar bajo la dirección de

Rodríguez, hasta que a finales de 1984, el Consejero de Economía dimitió

del gobierno regional y ocupó el cargo de Presidente del Banco Hipotecario,

de propiedad pública y con sede en Madrid. Además, en 1985 estaban

apareciendo las divisiones administrativas responsables de industria,

comercio, turismo y agricultura, y los respectivos directores percibieron la

necesidad de estar vinculados a los servicios y mercados del IPIA. De ello se

originó una rivalidad por tener autoridad sobre los "planes de actuación",

pareciendo faltar al IPIA poder para defender su posición como único

representante de la Junta de Andalucía en las distintas comisiones

planificadoras. Por último, tras un apreciable incremento presupuestario en

1984 (de 60 millones en 1983 a 146 millones de pesetas), el presupuesto del

IPIA para 1985 (154_ millones de pesetas) fue igual que el del año anterior

en términos reales (Pérez Bueno, 1987: 49).

En la segunda mitad de 1985, Ricardo Sánchez de la Morena llegó a la

conclusión de que la forma orgánica del IPIA no servía ya para su objetivo

Page 98: Gestión pública estrategica michael barzclay

primordial de fomentar una capacidad social y empresarial de Andalucía que

sirviese para crear y apropiarse del valor económico de los recursos

humanos y naturales existentes en la región. Una vez que había aparecido la

competencia entre distintos organismos públicos, solamente un

extraordinario grado de apoyo político por parte de los principales dirigentes

del gobierno podría haber permitido que el IPIA desempeñase en la más

complicada administración regional el mismo papel que había jugado en el

período constitutivo. Al no ser previsible ese apoyo, el IPIA se empantanó en

disputas entre diferentes organismos. A su vez, esos conflictos tendieron a

diluir tanto las energías internas del IPIA como la capacidad del instituto para

llevar a cabo la función intermediadora en beneficio de sus clientes. Al no

percibir ya una capacidad política para "entretejer" organismos públicos y

privados en su beneficio, esos clientes empezaron a considerar de poco valor

seguir la orientación del IPIA.

Al disminuir la capacidad institucional del IPIA, podían detectarse tres

posibles vías de actuación: ajustar la estrategia empresarial del instituto a la

nueva situación, resignarse a perseguir otras oportunidades profesionales o

convencer a los altos dirigentes del gobierno de la necesidad de modificar la

forma orgánica del IPIA. El compromiso del Director General con los

objetivos y la estrategia empresarial seguidos durante casi tres años le llevó

a elegir la tercera vía. De esta forma, recomendó discretamente que se

fusionase el IPIA y SOPREA y que el gobierno autorizase al organismo

resultante para desempeñar el papel básico de gestionar y financiar la

promoción de actividades económicas.

Esta recomendación planteaba a Sánchez de la Morena notables riesgos

personales. Había invertido buena parte de si mismo en desarrollar el IPIA y

valoraba en alto grado sus relaciones de trabajo con el personal y los clientes

del instituto, vínculos que peligrarían una vez que el IPIA dejase de existir

Page 99: Gestión pública estrategica michael barzclay

como tal institución. De igual modo, sabía que sería probable que tuviese que

dejar su cargo de director general; en efecto, si se le proveyese de dosis

considerables de dinero y autoridad, el nuevo organismo sería dirigido casi

con toda seguridad por una persona con mayor peso que el suyo en el

entramado político de la región. En esa probable situación, el que la

estrategia empresarial del IPIA se desarrollase de nuevo dependería de la

persona elegida para dirigir la nueva institución.

5. CONCLUSIONES

En este trabajo, hemos mostrado que los elementos de una estrategia

organizativa pública se conjugaron de forma cuidadosa y creativa gracias a la

labor de un gestor público ejemplar. A la luz de los objetivos de Ricardo

Sánchez de la Morena y del entorno político-económico, hemos analizado la

racionalidad de determinadas decisiones fundamentales. Estas incluían la

invención de los "planes de actuación" como principal servicio a ofrecer, la

creación de una estructura orgánica geográfica, la apertura de sucursales

provinciales, la contratación de gerentes provinciales en el sector privado y el

diseño del discurso político del desarrollo endógeno. La experiencia

recopilada aquí ha proporcionado un conjunto muy adecuado para estudiar

los diferentes significados que pueden aplicarse a conceptos empresariales

como servicio, mercados, capacidad operativa, estructura orgánica,

estrategia política y otros semejantes.

Si bien hemos llevado a cabo algunas conexiones analíticas entre conceptos

empresariales básicos (como función, técnica y cliente), la mayor parte de las

afirmaciones sobre esas conexiones se expresó en términos de relaciones

empíricas propias de cada caso. Así, por ejemplo, subrayamos que el éxito

de la estrategia administrativa del IPIA de integrar a suministradores y

Page 100: Gestión pública estrategica michael barzclay

clientes en el proceso productivo dependía de la capacidad de su estrategia

política para entrelazar las actividades del IPIA y los objetivos colectivos

expresados por la Junta de Andalucía.

En cierto modo, hemos utilizado la expresión "enfoque estratégico de la

gestión pública" sin definirlo con precisión. Ese enfoque se define con mayor

facilidad por lo que no es, esto es, una gestión basada en la teoría

organizativa clásica, cuya influencia alcanzó su apogeo en América entre las

dos Guerras Mundiales. Muchas desviaciones de este modelo, muy

diferentes entre sí, utilizan la expresión "estratégico" para fines tanto

analíticos como retóricos. Por regla general, no obstante, estos enfoques

tienen en común tres características que los distinguen de la teoría y la

práctica de la gestión administrativa clásica.

La primera es una perspectiva funcional que centra la atención en el conjunto

de influencias sociales que afectan al comportamiento de funcionarios,

clientes, suministradores, etc. Esta perspectiva ha-permitido a sus

defensores afirmar, en claro contraste con el enfoque de los teóricos de la

organización clásica, que los controles sociales distintos de la autoridad y el

dominio deben contemplarse como instrumentos básicos de gestión (Simon,

1948/1976). El segundo atributo común consiste en un rechazo de la idea de

la validez de principios universales de organización. Los críticos de la teoría

clásica de la organización han protestado de que el énfasis puesto en la

eficiencia por los autores de esta tradición velaba claramente los propósitos

que deseaban formular (por ejemplo, las reformas políticas y sociales a

través de la concentración de poder en el ejecutivo) y de que las elecciones

organizativas debían llevarse a efecto a la luz de objetivos explícitos en lugar

de a la vista de los denominados "principios de administración" (Gulick, 1937;

Waldo, 1948; Chandler, 1962). El tercer atributo común es el precepto de que

las estructuras orgánicas debían adaptarse a las circunstancias de sus

Page 101: Gestión pública estrategica michael barzclay

entornos económico, tecnológico y social (Lawrence y Lorsch, 1967/1986;

Morgan, 1983; Peters y Waterman, 1982: 89-103). En resumen, en

comparación con la teoría administrativa clásica, los enfoques estratégicos

son funcionales, finalistas y subordinados al entorno.

La gestión pública estratégica es un movimiento intelectual más reciente

(Moore, 1982). Este movimiento pone de relieve los atributos funcionales,

finalistas y subordinados de la teoría estratégica de gestión genérica o del

sector privado y se opone a un fondo de otros notables movimientos

intelectuales que se ocupan específicamente del gobierno, en concreto, de la

gestión administrativa y del "policy analysis". Frente a este último, que centra

su atención en los retos políticos a que se enfrentan el gobierno y la sociedad

en su conjunto, el movimiento de la gestión pública estratégica intenta

enfocar su atención en los retos de gestión a que hacen frente los

funcionarios y organismos públicos. Ligado a este cambio de perspectiva se

encuentra el estudio de las funciones que desempeñan los gerentes públicos.

De acuerdo con una importante interpretación reciente, los gestores públicos

han de desempeñar la función de entretejer una red de acuerdos firmes entre

autoridades, funcionarios públicos y otros (Lax y Sebenius, 1986: 261-268);

se espera que, en ese proceso de entretejido de una red consistente de

acuerdos, el gerente público integre de hecho todo lo relativo a la resolución

de problemas políticos, administrativos y sociales. A su vez, se espera que

esa integración aumente la probabilidad de que las energías sociales y del

sector público se dirijan hacia actividades que creen realmente valor para sus

beneficiarios directos y para la sociedad en su conjunto.

LA GESTION ESTRATEGICA PUBLÍCA COMO DISCURSO

Page 102: Gestión pública estrategica michael barzclay

Aunque se han hecho algunos esfuerzos para desarrollar sistemas teóricos

integrados sobre las funciones de los gestores públicos, el movimiento de

gestión pública estratégica se ha preocupado sobre todo de estimular a los

gestores públicos a estudiar y desarrollar todavía más la base de

"conocimiento ordinario" sobre administración que han adquirido a través de

la experiencia. Esta base de conocimiento se considera como punto de

partida para mejorar la práctica administrativa por dos razones

fundamentales, la primera de las cuales se refiere a la naturaleza y función

del trabajo gestor en el sector público.

Una función clave de los gestores públicos consiste en mejorar el ajuste

entre los fines de la sociedad definidos de forma colectiva y las actividades

funcionales del sector público. Llevan a cabo esta función participando

intensamente en las complejas redes de interrelaciones que unen a una

organización con su entorno (Meyer. y Rowan, 1977; Lax y Sebenius, 1986).

Inmersos en estas redes están funcionarios políticos, altos cargos

burocráticos, colegas de otros organismos públicos, expertos independientes

en áreas políticas conexas, representantes de grupos de presión, medios de

opinión pública y otros. El papel de los gerentes públicos en estas redes es

muy variado e incluye su colaboración a urdir entre las partes concernientes

un tejido de juicios comunes (por muy imperfectos, contingentes y

provisionales que puedan ser) acerca de lo que constituye un buen ajuste

entre los fines sociales y las actividades funcionales del sector público

(Moore, 1988). Los gestores públicos participan también en complejas redes

de relaciones que afectan a la producción de servicios públicos; inmersos en

tales redes se encuentran empleados privados, miembros del personal de

organismos superiores, suministradores, clientes y funcionarios de otros

organismos y departamentos públicos. Como primera aproximación, el papel

de los gerentes públicos en este contexto consiste en crear y utilizar la

capacidad de la red para llevar a cabo las actividades funcionales acordadas.

Page 103: Gestión pública estrategica michael barzclay

El conocimiento de cómo interpretar las interacciones sociales inmersas en

esos dos conjuntos de complejas redes de relaciones y de cómo prever las

consecuencias derivadas de la adopción de determinadas medidas,

representa el núcleo de la actividad de un gerente público. Ese sofisticado

tipo de conocimiento es diferente del científico o del teórico. El "know how" -

habilidades técnicas de acción fruto de la experiencia- que poseen los

gerentes experimentados difícilmente puede expresarse con palabras; en

efecto, un gerente puede ser vagamente consciente del conocimiento que

utiliza para diagnosticar las interacciones observadas o para decidir un modo

de actuación. Se han acuñado diversas expresiones para distinguir esta

forma de conocimiento de la propiamente científica o teórica; entre ellas se

incluyen "conocimiento habitual", "conocimiento tácito" y "conocimiento

ordinario" (14). Dado que estos tipos de conocimiento son vitales para la

gestión, es importante utilizar este recurso, desarrollándolo todavía más y

completándolo con otras formas de conocimiento; es evidentemente

insensato despreciarlo o intentar sustituir completamente el conocimiento

lógico por otros tipos (15).

La segunda razón para considerar el conocimiento ordinario de los gerentes

como punto de partida para una mejora práctica es su carácter de fuente de

autoridad. Incluso aunque el conocimiento ordinario de una persona no

parezca lógico o no científico y sea parcialmente subjetivo, es, no obstante,

una fuente autorizada para un individuo cuando intenta comprender el mundo

social y actuar sobre el mismo (Lindblom y Cohen, 1979: 40-43). Al reconocer

el carácter de fuente de autoridad del conocimiento ordinario, el movimiento de

gestión pública estratégica decide actuar sobre las categorías lingüística y los

hábitos de pensamiento que caracterizan a ese conocimiento.

Page 104: Gestión pública estrategica michael barzclay

(14) El concepto de conocimiento ordinario se deriva de una larga serie de estudios sobre la

comprensión humana integrados en una perspectiva del conocimiento y la realidad

social conocida como fenomenologogía. Esta perspectiva se presenta magistralmente en

Berger y Luckman (1967).

(15) "Si se supone que el pensamiento tácito es parte indispensable de todo conocimiento,

el ideal de eliminar todos los elementos personales de conocimiento tendería, en efecto,

a la destrucción de todo conocimiento" (Polanyi, 1966: 20).I

Al perseguir esa estrategia, el movimiento de gestión pública estratégica tiene

en cuenta dos rasgos importantes de la terminología del conocimiento

ordinario: la subjetividad interna de las categorías clave y la relación íntima

entre lenguaje y práctica. Las categorías que los gerentes emplean para

entender su mundo no son idiosincráticas, privadas o puramente subjetivas: se

emplean también característicamente por todos aquellos con los que entra en

contacto un individuo. Los significados que diferentes individuos atribuyen a

cualquier categoría compartida se solapan en grado considerable; en este

sentido, los significados de las categorías básicas son internamente

subjetivos (McCarthy, 1978: 69-74). Este enfoque reconoce también que

esas categorias y maneras de pensar están enraizadas en la práctica (16). El

lenguaje y la práctica se encuentran tan interconectados en la vida cotidiana

que las nuevas categorías o los esquemas interpretativos sólo tendrán

sentido (y se utilizarán) si ayudan a los gerentes a contemplar sus nuevos

contextos y prácticas a una luz nueva y atractiva. Esta premisa indica que los

conceptos introducidos deben estar abiertos a la interpretación práctica

según el contexto en que se empleen.

Page 105: Gestión pública estrategica michael barzclay

Estas observaciones sugieren, en suma, que el movimiento de la gestión

pública estratégica puede influir sobre la práctica más eficazmente, primero,

incentivando a los gerentes a interpretar su experiencia cotidiana utilizando

categorías que, si bien inicialmente son algo extrañas a los marcos en que

actuan, llegan con el uso a ser contextualmente significativas y finalmente

imprescindibles y, segundo, elevando los significados subjetivos internos de

los diferentes términos de ese discurso entre un creciente número de

gestores.

El propósito de este esfuerzo de fomentar una red más tupida de significados

subjetivos internos para diversas categorías innovadoras no es el de crear un

consenso general entre los gerentes acerca, por ejemplo, de lo que sean o

deban ser los productos de una organización. En efecto, desde el momento

en que es endémico el conflicto sobre los fines públicos, la interpretación

dentro de los posibles contextos implica necesariamente la controversia. En

consecuencia, el papel del movimiento de la gestión pública estratégica

consiste en fomentar los significados comunes de los términos generales del

discurso administrativo de modo que los gerentes, al actuar recíprocamente

entre sí, puedan comunicarse de forma inteligible sobre los diferentes

significados contextuales que crean deben darse a los diversos conceptos

utilizados. Al poner las bases de tales significados comunes, se hace también

posible compartir las ideas de lo que constituye unos modelos deseables de

interrelaciones entre los componentes de una estrategia. Gracias a una

relación dialéctica continuada acerca de lo que deban ser tales

interrelaciones en una serie de contextos habituales, podrá examinarse,

criticarse, desarrollarse y, de forma limitada, generalizarse, el conocimiento

ordinario o "cotidiano" que los gestores públicos utilizan para operar en

contextos determinados (Mashaw, 1983: 15) (17).

Page 106: Gestión pública estrategica michael barzclay

(16) "Puede decirse que todas las instituciones y prácticas con las que vivirnos están

constituidas por ciertas distinciones y, en consecuencia, por cierto lenguaje esencial a las

mismas" (Taylor, 1971)

(17) El hecho de que la gestión pública estratégica no sea un cuerpo de conocimiento teórico

o de principios de administración no implica que sea totalmente ateórica Este discurso

incorpora muchas ideas teóricas procedentes de una amplia serie de campos, entre los que

se encuentran la economía, la ciencia política, la ciencia de la organización y la

administración de empresas. Ahora bien, el que esas ideas sean importantes para los

gestores públicos no es debido a su carácter teórico o científico, sino porque les parezcan

útiles para la vida cotidiana y, consecuentemente, las consideren como una forma válida de

conocimiento ordinario (Lindblom y Cohen, 1979)

Page 107: Gestión pública estrategica michael barzclay

EL DESARROLLO DEL DISCURSO DE LA GESTÍON PUBLICA

ESTRATEGÍCA EN ESPAÑA

Al ser un discurso basado en la práctica, el enfoque de la gestión

pública estratégica no puede llevarse del mismo modo que las teorías de la

administración. La necesidad de interpretación dentro de cada contexto y de

controversia indica la importancia de que el discurso de la gestión estratégica

eche sus raíces en una comunidad reducida cuyos miembros sean capaces

de comunicarse entre si. Mientras que los conceptos básicos adquirirán

posiblemente un significado común en diferentes grupos nacionales, lo que

constituye una estrategia política, empresarial y administrativa integrada

debe reflejar las circunstancias específicas de una nación o de una región.

Dado que las ideologías y las estructuras institucionales difieren en aspectos

fundamentales entre los países (Meyer y Jepperson, 1987), la interpretación

de los conceptos de estrategia política de acuerdo con el contexto debe

llevarse a cabo de forma muy específica según el país. De modo semejante,

dado que las condiciones sociales varían según el caso concreto, el

contenido específico de los conceptos de la estrategia empresarial variará

también según el contexto.

Los conceptos de la estrategia administrativa se grabarán con toda seguridad

juntamente con las normas y los procedimientos de las funciones públicas de

gestión de personal, de abastecimiento, presupuestarias y otras de carácter

superior. En consecuencia, el contenido específico del discurso de la gestión

estratégica debe reflejar el entorno político, social e institucional en el que

actúan los gestores públicos.

Page 108: Gestión pública estrategica michael barzclay

Dado que este enfoque no puede trasladarse a España, la cuestión

pertinente es si la sociedad española es capaz de crear su propio discurso de

gestión pública. En nuestra opinión, el obstáculo fundamental que se opone

al desarrollo de la gestión pública estratégica en España es lo que la

sociedad y la clase política españolas consideran como "conocimiento". El

discurso de la gestión pública estratégica no puede competir de manera

realista con el discurso legalista y científico en tanto no se reconozca al

conocimiento ordinario, base de la gestión pública estratégica, como forma

de conocimiento.

Es sumamente evidente la reducida valoración del conocimiento ordinario en

relación a otros tipos de conocimiento. En las universidades, el estudio

teórico puro goza del mayor prestigio y mucha gente afirma que el mundo de

la práctica no merece examen alguno, ya que es subjetivo y contingente.

Incluso en el campo del derecho, no es habitual que se pida a los estudiantes

que apliquen los principios legales y el razonamiento a contextos o casos

prácticos específicos. La desproporcionadamente elevada valoración del

estudio teórico y el consecuente abandono del campo del conocimiento

ordinario se encuentran parcialmente racionalizados e institucionalizados

(Meyer y Rowan, 1977) por las condiciones existentes para el acceso a lo

cuerpos de élite de la administración pública. Los exámenes de entrada, u

oposiciones, dan enorme valor al conocimiento teórico adquirido por los

estudios universitarios. Hasta que algunas instituciones españolas no estén

dispuestas a reconocer que el conocimiento ordinario es una forma de

conocimiento, no será posible iniciar un proceso de examen, crítica,

desarrollo y generalización del "know how" de la gestión pública.

Page 109: Gestión pública estrategica michael barzclay

La principal contribución que se pretendía realizar con este estudio del

Instituto de Promoción Industrial de Andalucía era la de incentivar a las

instituciones españolas a ocuparse del conocimiento lógico de la gestión

pública estratégica y a imaginar las posibilidades de desarrollar este tipo de

conocimiento en ese contexto social. Como medio de estímulo, hemos

ofrecido una interpretación, dentro del contexto correspondiente, de los

conceptos de la gestión pública estratégica y hemos puesto de manifiesto

que al menos un gestor público en España fue capaz de dirigir una empresa

de forma estratégica. Para finalizar la Parte I, enumeramos brevemente los

tipos de "konw how" que desarrollaba Ricardo Sánchez de la Morena y de los

que hizo uso durante su desempeño del cargo de Director General del IPIA.

Sugerimos que estos tipos de "kown how" merecen ser cultivados en la

administración pública y en las instituciones educativas españolas.

CLASES DE CONOCIMIENTOS DEL TIPO "KNOW HOW" NECESARIOS

PARA LOS GESTORES PÚBLICOS

El primer tipo de "know how" es la capacidad de interpretación política.

Sánchez de la Morena se dio cuenta que podía obtenerse una imagen de las

realidades sociales andaluzas prestando atención a las, ideas que ayudaban

a definir el significado y el carácter de la política de la región. Tomó buena

nota de las dos concepciones básicas de la comunidad política regional, tal

como ésta surgió del proceso autonómico. La primera era la idea de que los

problemas económicos y sociales de Andalucía eran de carácter estructural,

reflejando un largo y continuado proceso de subdesarrollo por parte de

fuerzas sobre las que la región tenía tradicionalmente poco control. Ligada a

esta concepción se encontraba la idea de que el desarrollo andaluz requería

un enfoque sustancialmente distinto del seguido durante la era de Franco. La

segunda concepción básica era que la región poseía una enorme capacidad

Page 110: Gestión pública estrategica michael barzclay

inexplotada de mejora, como lo evidenciaba el significado del movimiento

nacionalista regional. El Director General se percató de la capacidad de las

ideas nacionalistas del "desarrollo endógeno" para incitar a la sociedad a

luchar en pro de la consolidación de las fuerzas existentes. Dudamos que

hubiese podido dedicarse a crear el contexto en el que él mismo y otros

pudieran inventar una nueva forma de tratar los profundos e

interrelacionados problemas del subdesarrollo, si no hubiese sido capaz de

utilizar esta concepción de la comunidad política andaluza como una fuente

de percepción e inspiración.

El segundo tipo de "know how" es la capacidad de diseñar un servicio. Para

identificar las funciones que ha de cumplir un servicio, el gerente debe

comprender con claridad qué tipos de comportamiento de las partes

interesadas haría progresar determinados objetivos colectivos y comprobar

cómo pueden inducirse tales comportamientos, directa o indirectamente, a

través de las influencias sociales desencadenadas por la empresa que dirige.

El tratamiento de estas cuestiones exige claridad de ideas, una perspectiva

microanalítica y una interpretación intuitiva del modo en que las instituciones

participan del comportamiento humano. El examen de esa conexión entre

actuaciones y resultados puede verse también auxiliado por el arte de

interpretar los resultados de las técnicas formales de análisis social,

incluyendo aquí las encuestas de opinión.

En nuestra opinión, el Director General desplegó muchas de estas artes y

otras capacidades al elegir las funciones que más deseaba que llevase a

cabo el IPIA para sus clientes sectoriales: animación social, planificación

estratégica, trabajo interrelacionado y estructura orgánica, así como al

seleccionar las técnicas de tratamiento profesional y de aprendizaje social

para realizar tales funciones. La elección de funciones se ajustó a los

problemas experimentados por las fragmentadas y tradicionales industrias de

Andalucía y a la escasa predisposición de la Junta a dotar al IPIA de

Page 111: Gestión pública estrategica michael barzclay

cantidades considerables de dinero y autoridad. La elección de las técnicas

puso de manifiesto el arte de Sánchez de la Morena para diagnosticar los

obstáculos existentes a la promoción eficaz por el sector público del

desarrollo industrial del sector privado. Frente a la alternativa de centrar la

atención en las normas burocrático-legales, el enfoque del servicio

profesional redujo la distancia social existente entre administración pública y

sociedad. Por su parte, el empleo de la técnica del aprendizaje social tenía

como finalidad vencer la resistencia al cambio que habría acompañado

naturalmente cualquier intento por parte del IPIA de indicar a los propietarios

de empresas lo que debían hacer.

El tercer tipo de "know how" es la capacidad de diseñar y dirigir una

organización de forma que pueda elaborar los productos previstos y servir a

los mercados deseados. Sánchez de la Morena demostró poseer este arte al

elegir abrir sucursales provinciales, implantar una estructura orgánica

geográfica, contratar los directores de sucursales en el sector privado y

procurarse (en vez de producir) investigaciones y análisis. Estas y otras

elecciones estructurales, antes discutidas, permitieron que el IPIA

instrumentase su estrategia empresarial: llevaron físicamente la institución

muy cerca de sus clientes y fundamentaron una cultura organizativa que

redujo la distancia social existente entre los organismos públicos y los grupos

de clientes. De este modo, el responsable del IPIA demostró su capacidad de

adaptar un diseño organizativo al entorno social y físico y a los objetivos

específicos que estaba intentando lograr.

El cuarto tipo de "know how" es el arte de la negociación en un sentido

amplio. Este arte es vital para crear capacidad operativa a través de

relaciones productivas progresivas con entidades formalmente autónomas,

así como para dar forma a los mandatos de acción organizativa. Ricardo

Sánchez de la Morena hizo uso de su capacidad negociadora en

innumerables ocasiones, incluyendo la conclusión de acuerdos con las

Page 112: Gestión pública estrategica michael barzclay

diputaciones provinciales sobre la disponibilidad de espacio físico y de

personal, la obtención de un permiso de la Dirección General de la Función

Pública para contratar personal laboral en vez de funcionarios públicos y la

conclusión de acuerdos con los clientes para emprender "planes de

actuación". Aunque todos estos acuerdos servían a diversos intereses, se

llevaron en parte a cabo gracias a la capacidad de este gestor público para

convencer a los interesados de que compartían el afán de hacer progresar la

estrategia del "desarrollo endógeno" andaluz. Vista desde esta perspectiva,

la capacidad del Director General para diseñar un discurso institucional del

desarrollo endógeno debe considerarse incluida en sus artes negociadoras.

En resumen, cuatro tipos de habilidades o artes son fundamentales para la

gestión pública estratégica: las artes de interpretar la política, de diseñar

servicios, de diseñar la organización y la dirección y de negociar. El papel de

estas artes en la formulación e instrumentación de estrategias empresariales,

administrativas y políticas mutuamente reforzadas puede observarse con

claridad a través de la consideración realizada aquí de la dirección del

Instituto de Promoción Industrial de Andalucía desempeñada por Ricardo

Sánchez de la Morena. El "know how" de gerentes públicos como Sánchez

de la Morena constituye un recurso sin explotar en España. El primer paso

para poder utilizar ese tipo de recurso consiste en ser consciente de que el

conocimiento empresarial práctico es merecedor de examen, crítica,

desarrollo y generalización.

Page 113: Gestión pública estrategica michael barzclay

PARTE II

EL PROCESO DE PRODUCCION DEL IPIA: DESARROLLO

DEL "PLAN DE ACTUACION" PARA LA INDUSTRIA DEL

MÁRMOL BLANCO DE MACAEL

Page 114: Gestión pública estrategica michael barzclay

HACÍA EL CONCEPTO DEL PLAN DE ACTUACIÓN

En el momento en que se creó el IPIA, ningún miembro de las redes sociales

importantes poseía experiencia apreciable en desarrollar las funciones de

animación social, planificación estratégica, constitución de relaciones y

creación de instituciones o en utilizar a efectos de promoción industrial, las

técnicas genéricas de servicio profesional y aprendizaje social. Sin embargo,

la poco común combinación de experiencia profesional y política de Sánchez

de la Morena le proporcionó los instrumentos básicos para elaborar y

desarrollar esa idea. Más, concretamente, su experiencia profesional como

economista del Banco Urquijo dio al Director General del IPIA un

conocimiento tácito de lo que podría servir para trabajar con posibles

participantes en el transcurso de la formulación de "planes de actuación" y su

experiencia personal le proporcionó algunas de las artes necesarias para

desempeñar funciones tales como la animación social, la constitución de

relaciones y la creación de instituciones. Si bien este substrato de

experiencia era importante, el desarrollo del concepto de "plan de actuación"

no implicaba meramente la aplicación de una tecnología determinada a un

caso definido. En consecuencia, el responsable del IPIA fijó para si y sus

colaboradores el reto de la innovación productiva.

La creación de la oportunidad de innovar a través de la experimentación con

un nuevo concepto de producto constituye una importante función de los

gestores del sector público, incluso aunque esa función se desempeñe en

muy contadas ocasiones. El Director General la llevaba a cabo gracias, en

parte, a su hábil elección de un discurso institucional. La relación del

"desarrollo endógeno" como ideal legitimador abrió puertas a la

experimentación de técnicas que se consideraba eran totalmente opuestas a

las estrategias de promoción industrial del período franquista. Dado que esas

estrategias anteriores se habían formulado en casi su totalidad por

Page 115: Gestión pública estrategica michael barzclay

tecnócratas radicados en Madrid y dado que se habían instrumentado

utilizando la técnica de la racionalidad burocrática, el Director General pudo

defender fácilmente prima fase el empleo de técnicas de servicio profesional y

de aprendizaje social como parte de una estrategia de desarrollo endógeno.

Así pues, el IPIA estuvo en disposición de desarrollar y refinar la oferta de

este producto, sin oposición alguna y a pesar de la decepcionante experiencia

del primer intento de poner en práctica esa idea, que fue madurando de modo

gradual (18).

La tarea de desarrollar un "plan de actuación" proporcionó, con los auspicios

del IPIA, un marco en el que los dirigentes empresariales, los funcionarios de

la administración local y (a menudo) los sindicatos se comprometían a

demostrar que las actuaciones relacionadas con su propia actividad industrial,

llevadas a cabo por ellos mismos o por otras instituciones, podían crear y

retener mayor valor económico para la región. Las discusiones originadas por

un "plan de actuación" condujeron a opiniones compartidas sobre las ventajas

estratégicas de introducir cambios coordinados en la gestión de los recursos

naturales, en la provisión de infraestructura básica, en los métodos

productivos y la maquinaria empleada, en las ofertas de productos y en las

prácticas de comercialización. Estas discusiones se inspiraban en el

conocimiento específico que tenían al principio los miembros de la industria

local, los especialistas de la administración pública, las firmas consultoras, los

suministradores de bienes de equipo, etc.

(18) En la época de la fusión del IPIA y SOPREA en el Instituto de Fomento de Andalucía

(IFA), en 1986, se habían iniciado "planes de actuación" en varios sitios, incluyendo la zona

de trabajo del cuero de Ubrique (Cádiz), la industria de recogida y transformación del corcho

a lo largo de toda Andalucía occidental, y la industria de extracción y fabricación de mármol

blanco en los alrededores de Macael (Almería). Otros planes de actuación era: la industria de

ladrillos y cerámica localizada en Bailén (provincia de Jaén), la industria de fabricación de

muebles, en la provincia de Granada, la industria de conservas de pescado, a lo largo de la

Costa de Cádiz, y la industrias del castaño y del pino en la provincia de Huelva. Informes

sobre estos "planes de actuación" se encuentran en el instituto de Promoción Industrial de

Page 116: Gestión pública estrategica michael barzclay

Andalucía, "Memoria de Actividades, Legislatura 1982-86, Documentos de Gestión" (Sevilla:

IPIA, 1986).

El proceso planificador ayudó de tres modos diferentes a motivar las acciones

necesarias para efectuar esos cambios conocidos, estratégicos y

coordinados: en primer lugar, facultando a cada actor a pensar en la forma en

que los recursos naturales y humanos disponibles podían utilizarse

estratégicamente para modernizar la producción y elevar el nivel del sector en

su conjunto; en segundo lugar, exigiendo a todas las partes una actuación de

acuerdo con el plan; y, en tercer lugar, presentado a las instituciones

exteriores un plan de inversión coherente y la oportunidad de servir a una

comunidad política y económica unificada, ligada a la Junta de Andalucía a

través del IPIA.

El desarrollo de cada "plan de actuación" exigía cierto grado de innovación,

ya que variaban ampliamente los problemas concretos a que se enfrentaba

cada sector. Así, por ejemplo, el problema básico de la industria

transformadora del corcho era su incapacidad para competir con los bajos

costes de los cercanos productores portugueses, que manufacturaban

tapones y otros productos a partir de chorcho recogido tanto en Portugal

como en la propia Andalucía. Uno de los principales problemas de la industria

del mármol blanco de Macael era la incapacidad de las empresas locales de

elaborar grandes cantidades de productos homogéneos para la construcción

de edificios. De la misma manera, el proceso de elaboración de los "planes de

actuación" variaba dentro de unos mismos sectores, pero en menor medida

en que lo hacía en las cuestiones básicas.

Hemos decidido centrarnos en el caso de la industria del mármol blanco de

Macael por varias razones. En primer lugar, dado que este "plan de

Page 117: Gestión pública estrategica michael barzclay

actuación" fue uno de los primeros en ponerse en marcha, ha tenido tiempo

de madurar. En segundo lugar, la mayor parte de los "planes de actuación"

del IPIA afecta a industrias localmente concentradas, como sucede en el caso

de Macael, y no a industrias dispersas, como el corcho. En tercer lugar, se

considera generalmente que el plan de Macael es la experiencia de más éxito

del IPIA.

Al analizar el caso de Macael, examinamos cada una de las cinco etapas

diferenciadas en el proceso de elaborar un "plan de actuación": la selección

de la industria del mármol como cliente, la iniciación de contactos entre los

dirigentes locales y el IPIA, la conclusión de un acuerdo inicial y de un

contrato psicológico, la formulación y autorización del plan y su posterior

desarrollo e instrumentación. En cada etapa, analizamos los retos a que se

enfrentaba el equipo directivo del IPIA y la forma en que los superó (19).

VINCULACIÓN DE LA INDUSTRIA DEL MÁRMOL DE MACAEL CON LA

ESTRATEGIA DEL IPIA

Antes de entrar en contacto con los miembros de un sector o con los

funcionarios políticos locales, los máximos responsables del Instituto

estudiaban la conveniencia de invertir los recursos escasos del IPIA en

coordinar un "plan de actuación" para la actividad de que se tratara. Estaban

interesados primordialmente en promover las actividades que poseyeran

notables oportunidades económicas ocultas y que pudiesen dar cuerpo a la

idea de una estrategia de desarrollo endógeno. Al elegir actividades de ese

tipo, no sólo se servía al objetivo esencial de utilizar eficazmente los recursos

propios existentes sino que también se pretendía un fuerte apoyo político para

la solución parcial propuesta por el IPIA para los problemas del subdesarrollo

andaluz.

(19) La interpretación de este caso está en deuda con los recientes desarrollos

conceptuales en los campos de la gestión pública y de la innovación. Especial influencia

han tenido las discusiones actualmente en curso en la Kennedy School of Govemment,

Page 118: Gestión pública estrategica michael barzclay

incentivadas por el programa conjunto de la Ford Foundation y la Harvard University sobre

las innovaciones en las administraciones estatales y locales. Los trabajos publicados que

han inspirado este análisis incluyen a Berg y Smith, 1987, Morgan, 1986, Lax y Sebenius,

1986, Porter, 1985, Hackman, 1986, Hackman y Walton, 1986, Bennis y Nanus, 1986, y las

obras citadas en O'Kean, Barzelay y Stone, 1988.

Al estudiar si determinado sector presentaba oportunidades económicas

atractivas, el Director General prestaba atención a factores determinantes

fundamentales de la creación de valor como la demanda, la tecnología y las

fuerzas competitivas.

Estaba más atraído por aquellas actividades en las que a) la demanda final

fuese presumiblemente a crecer; b) la productividad se incrementase de

forma apreciable gracias a la adquisición de bienes de equipo modernos; y c)

la cooperación selectiva entre las empresas en la adquisición de factores y/ o

en la comercialización proporcionase a los productores andaluces una ventaja

comparativa en los mercados nacionales, europeos-o mundiales.

Al juzgar si el seguimiento de un "plan de actuación" determinado sería

coherente con la imaginería política del desarrollo endógeno, Sánchez de la

Morena se preguntaba si un éxito pondría de manifiesto la viabilidad y

deseabilidad de esforzarse por fomentar nuevos vínculos entre los sectores

primario y secundario de Andalucía. Así, por ejemplo, la integración de la

estructura productiva por medio de un aumento del proceso de transformación

de minerales o de cosechas estaría de acuerdo con los análisis más

sofisticados del subdesarrollo regional y con la idea generalizada de que

Andalucía era (antes de la autonomía) rica en recursos pero pobre en

bienestar.

Page 119: Gestión pública estrategica michael barzclay

El sector del mármol de Macael satisfacía perfectamente tanto el criterio

económico como el político. El Director General sabía que esta zona disponía

de uno de los depósitos de mármol blanco más grandes del mundo; sin

embargo, el rendimiento del sector no podía compararse ni remótamente con

el de sus competidores, como la famosa zona de Carrara, en Italia. La mayor

parte de las empresas de Macael eran incapaces de elaborar materiales de

construcción que respondiesen consecuentemente a los criterios de los

compradores (por ejemplo, un espesor adecuado). Las empresas

constructoras compensaban esta insuficiente capacidad transformadora

adquiriendo artículos de mármol cortados y pulimentados, como baldosas por

ejemplo, a pequeños talleres de acabado localizados en Alicante y en el País

Vasco; a su vez, estos talleres, compraban sus materiales a Macael y a otros

suministradores.

Intensificación de la capacidad de Macael para producir grandes cantidades de

materiales de construcción acabados era consistente con la estrategia general

del IPIA de crear más riqueza a partir de los recursos naturales de Andalucía.

Dado que uno de los lugares de mayor actividad del sector de construcción en

España era la Costa del Sol andaluza, aquella intensificación era también

consistente con el objetivo de integrar diversas partes de la economía regional.

Los esfuerzos de los potenciales clientes por mejorar la calidad de sus edificios

con superficies de mármol podía originar una creciente demanda de la

producción de Macael, por lo que era perfectamente verosímil que un "plan de

actuación" para Macael se beneficiase de una favorable tendencia de la

demanda.

El Director General era igualmente sensible al simbolismo del éxito de un "plan

de actuación" para el mármol. Macael se encuentra en las montañas desérticas

de la provincia de Almería, en el extremo oriental de Andalucía, la zona de la

Comunidad Autónoma que había demostrado en 1981 menos entusiasmo por

Page 120: Gestión pública estrategica michael barzclay

la creación de un gobierno regional. La promoción de la única industria de

importancia de esta zona - alejada de la capital de la Comunidad Autónoma-

pondría claramente de manifiesto el interés del IPIA en desarrollar todos los

rincones de Andalucía. Estas consideraciones se mezclaron al evidente

reconocimiento de que el éxito en Macael podía dar validez a la estrategia

general consistente en concentrar la atención y los recursos en la

modernización de ramas tradicionales y abandonadas de la actividad industrial

andaluza.

NECESIDAD DÉ UNA ESTRATEGIA COMPETITIVA COMUN

Para poder trasladar esas circunstancias globalmente favorables a "planes de

actuación" que tuviesen éxito, los responsables del IPIA creían que debían

encontrar la forma de estimular a todos los ocupados en la industria andaluza

del mármol para desarrollar e instrumentar una estrategia competitiva a

escala de sector. Al mismo tiempo, el desarrollo de una estrategia competitiva

común le pareció el mejor modo de superar las desventajas de una estructura

industrial fragmentada y el atraso relativo de los procesos productivos

existentes.

Uno de los objetivos de esta estrategia competitiva común era presentar entre

los compradores una imagen unificada del producto de Macael. De esta

forma, los compradores podrían reconocer mejor las características comunes

de los productos ofertados por cualquier empresa de Macael; suponiendo que

esas características estuviesen altamente consideradas de acuerdo con los

criterios de los compradores, las empresas de este sector se beneficiarían

probablemente de mayores márgenes y volúmenes de venta. Como resultado

de ello, todos aquellos con vínculos con el sector obtendrían un superior valor

económico (20).

Page 121: Gestión pública estrategica michael barzclay

La instrumentación de este tipo de estrategia competitiva exigía esfuerzos

explícitos de colaboración entre empresas, como la creación conjunta de

líneas de promoción y comercialización. Ahora bien, Sánchez de la Morena

comprendió que la instrumentación de una estrategia competitiva común

exigía que las diferentes empresas modernizasen sus procesos productivos,

ya que esa modernización mejoraría la oferta del sector y elevaría la

productividad del trabajo. Dado que las decisiones relativas a la producción

se encontraban evidentemente en manos de los distintos propietarios de las

empresas, el responsable del Instituto consideró la formulación de una

estrategia competitiva común explícita como mecanismo para

proporcionarles orientaciones y para mejorar su compresión de los

rendimientos esperados derivados de la inversión en nuevas tecnologías

productivas. También esperaba que la búsqueda de una estrategia

competitiva común pactada llevaría a los empresarios fuertemente

individualistas de la zona, a darse cuenta de las oportunidades de actuación

conjunta anteriormente ocultas y a actuar en consecuencia.

Para instrumentar una estrategia, una vez formulada, el Director General

tenía que convencer a las instituciones bancarias y a los organismos públicos

de que financiasen las inversiones de capital planeadas. En aquella época,

era de dominio general que los bancos que operaban en Andalucía raras

veces concedían créditos a las pequeñas empresas, especialmente a

aquellas ocupadas en actividades con problemas, como era el caso del

mármol. A fin de dar importancia a sus solicitudes de financiación a las

pequeñas empresas en sectores tradicionales, el responsable del IPIA

proyectaba llamar la atención sobre la existencia de una estrategia

competitiva conjuntamente formulada. Creía que este concepto atraería a los

responsables bancarios de la toma de decisiones -escépticos por naturaleza-

a dar créditos a empresas ocupadas en actividades tradicionales y

fragmentadas.

Page 122: Gestión pública estrategica michael barzclay

(20) Para lo que respecta a las formas en que las estrategias corporativas crean valor y al

modo en que las estructuras industriales determinan quién acapara ese valor, véase Porter

(1980, 1985). Para lo que se refiere a un tratamiento conceptual de cómo las coaliciones

empresariales intentan influir en las estructuras industriales en un contexto similar al del

mármol de Macael, véase Caldenty et. al. (1987)

Page 123: Gestión pública estrategica michael barzclay

OBSTÁCULOS AL LOGRO DE UNA ESTRATEGIA COMPETITIVA COMUN

Una vez decidido que una estrategia competitiva común ayudaría al logro de

diversos objetivos de importancia, el equipo directivo del Instituto empezó a

considerar la dificultades de llevar realmente esa idea a la práctica. Para

implantar una estrategia semejante en un sector, era evidente que se

precisaba la cooperación de los propietarios de las empresas, aspecto que

presentaba una serie de obstáculos de cierta importancia.

El empresario industrial predominante en Andalucía era dueño de una

industria que empleaba a unos siete trabajadores por término medio y

sobresalía por estar orgulloso de la independencia de su empresa y de su

capacidad para elaborar y vender su producción. Incluso aunque se viera

enfrentado a presiones económicas para fusionarse con otras empresas, se

oponía firmemente a ello. Como resultado, no tenía tampoco ninguna

inclinación a participar en proyectos que implicaran una cooperación

voluntaria con otros propietarios de empresas (Düfler, 1975). En la medida en

que se vio implicado en una asociación de empresarios trás la transición

democrática, su interés no fue más allá del campo de las relaciones laborales.

Se basaba en su experiencia personal para proporcionar información relativa

a los problemas del negocio y dedicaba muy poco tiempo a estudiar las

tendencias del mercado o las nuevas técnicas productivas. Cualquier

información que recibía la filtraba a través de creencias ancestrales recibidas

de su padre, quien a su vez anteriormente había poseido y dirigido por si

mismo el negocio. Las discusiones entre propietarios de empresas se

basaban con frecuencia en las diferentes ideas que habían adquirido de esa

manera. En algunos casos,

Page 124: Gestión pública estrategica michael barzclay

Las relaciones entre empresarios estaban complicadas con rivalidades

personales o familiares que habitualmente surgían en las pequeñas

colectividades locales en que se situaban muchas industrias

tradicionales.

Dado este perfil sociológico, inducir al empresario característico de las

industrias tradicionales a que ayudase a diseñar y poner en práctica una

estrategia competitiva común era una tarea formidable. Los obstáculos

derivados del individualismo estaban exacerbados por toda una serie de

relaciones insatisfactorias con organismos y funcionarios públicos. Los

propietarios de empresas en las industrias tradicionales se caracterizaban por

su postura escéptica frente a los esfuerzos de la administración pública por

estimular el desarrollo económico, debido en buena parte a que les había sido

extraordinariamente difícil sacar partido de todas las políticas regionales

perseguidas durante el régimen de Franco. A ese escepticismo contribuyeron

por tanto su anterior incapacidad para llamar la atención de los funcionarios

públicos y la generalmente mala reputación de la administración pública

española. Así, pues, Sánchez de la Morena tenía que prepararse a entrar en

un contexto social conformado por esas actitudes.

PRINCIPIOS OPERATIVOS PARA SUPERAR EL INDIVIDUALISMO Y LA

RESISTENCIA AL CAMBIO

Al urdir su estrategia para superar esas potenciales dificultades, el Director

General decidió actuar de acuerdo con tres principios operativos generales. El

primero se derivaba de la sencilla idea de que la gente está mucho más

inclinada a aceptar un cambio programado si ha jugado un papel importante

en el proceso planificador. Por esta y otras razones, el responsable del IPIA

pretendía autorizar a las personas e instituciones directamente implicadas en

Page 125: Gestión pública estrategica michael barzclay

un sector a determinar el contenido de su plan de actuación. Creía que al

actuar de acuerdo con este principio se elaborarían estrategias competitivas

mejor informadas y aumentaría en gran medida la probabilidad de que

afectase realmente las decisiones autónomas de las diversas partes

implicadas en el plan. En segundo lugar, al tratar con sus clientes

personalmente, pretendía evitar todas las actitudes que se ajustaban a la

desfavorable imagen que los empresarios tenían de los burócratas del sector

público; además, el Director General intentaba transmitir tanto su genuino

interés en resolver los problemas reales a que se enfrentaba la industria como

su voluntad de asumir la responsabilidad personal de lograr los resultados

previstos. En tercer lugar, tenía el propósito de capitalizar en sentido amplio el

cambio económico pretendido por la Junta de Andalucía. Tomados en su

conjunto, los principios operativos de permitir a los participantes en el sector

concebir su propio plan, de tratar a las personas como hombres consistentes

y de acción y de intentar materializar el espíritu optimista del momento fueron

los principios básicos que guiaron las actuaciones específicas llevadas a cabo

por el máximo dirigente del IPIA en los diferentes contextos a que hubo de

enfrentarse.

La superación del escepticismo inicial de los empresarios constituyó

solamente una aportación al más amplio objetivo de mantener un diálogo

acerca de una estrategia del desarrollo sobre la que ejercerían su control, los

propios empresarios, entre otros. Para alcanzar ese objetivo, era necesario

encontrar la forma de limitar el marcado individualismo de los empresarios.

CONCEPCION DEL ESQUEMA NEGOCIADOR

Al pensar acerca de cómo unir a los empresarios, el Director General tuvo la

idea de utilizar las asociaciones de empresarios existentes. Al trabajar a

Page 126: Gestión pública estrategica michael barzclay

través de esas instituciones, recurriría a la experiencia de colaboración

mutua acumulada por los empresarios. Al haber sido creadas tras el colapso

de los sindicatos franquistas en 1976, esas asociaciones se ocupaban casi

exclusivamente de las relaciones laborales y representaban los intereses

empresariales en el recientemente legalizado proceso de negociación

colectiva. Al invitar a sus dirigentes a participar en el desarrollo de un "plan

de actuación", Sánchez de la Morena tenía que solicitar a las asociaciones

de empresarios que ampliasen sus agendas de trabajo. Si conseguía

convencerles de ello, el IPIA podría fomentar posiblemente un acuerdo que

fuese considerado como propio por la mayor parte de los empresarios de un

sector, incluso aunque siguiera siendo pequeño el número de individuos

realmente participantes.

Al meditar todavía más acerca del esquema institucional del proceso

planificador, tomó nota de las razones políticas y reales en base a las que

debía invitarse a participar a los funcionarios de la administración local y a

los dirigentes sindicales. A través del "plan de actuación" podían

establecerse vínculos tangibles entre esas instituciones y la Junta de

Andalucía, en una época en la que era muy reducida la capacidad

administrativa del nuevo gobierno regional; realizar esa función para los

dirigentes de la Junta tendría sin duda cierto valor político. Además, la

instrumentación de acuerdos entre empresarios individuales y organismos

públicos permitirían al IPIA proclamar que su forma de funcionamiento era la

de "concertación", pretensión que contribuiría a fortalecer la imagen del IPIA

como agente profesional de la planificación democrática.

Había también razones prácticas para buscar la participación y el acuerdo de

funcionarios públicos y dirigentes sindicales. En efecto, muchas industrias

tradicionales recurrían a los recursos naturales existentes en la región y las

administraciones locales ejercían a menudo un notable grado de control sobre

Page 127: Gestión pública estrategica michael barzclay

tales recursos. Así, por ejemplo, las empresas que extraían mármol de

Macael adquirían sus permisos mineros en el Ayuntamiento, que administraba

tales permisos en nombre del Estado español. De igual modo, los gobiernos

locales eran parte importante en las discusiones sobre estrategia, ya que

podían jugar un papel fundamental en la mejora de infraestructura y en la

provisión de ciertos servicios, como programas de formación profesional, etc.

Por su parte, los sindicatos serían frecuentemente de gran importancia real,

ya que las mejoras de la productividad exigían necesariamente cambios en la

organización del trabajo.

Aun cuando la participación institucional formal de empresarios, trabajadores

y administración central era básica para el concepto que tenía el Director

General de un "plan de actuación", era también profundamente consciente

de que el IPIA necesitaba el apoyo entusiasta de al menos unas pocas

personas que suscitasen el respeto de sus colegas y seguidores. Esas

personas podrían desempeñar toda una serie de funciones de liderazgo

(Hackman y Welton, 1986), dentro de sus respectivas redes de relaciones

sociales, como por ejemplo, ayudar a configurar la imagen ajena sobre el

futuro sector modernizado.

COMIENZO DEL PLAN DE ACTUACIÓN" DE MACAEL

Para iniciar sus relaciones con Macael, Sánchez de la Morena aprovechó la

ocasión de unas próximas elecciones municipales para invitar a los dos

candidatos a alcalde a viajar a Sevilla para celebrar unas conversaciones, en

el transcurso de las cuales propuso empezar un "plan de actuación" para la

industria del mármol. Les comunicó, que esperaría la invitación del ganador

para comenzar a trabajar.

Page 128: Gestión pública estrategica michael barzclay

Al poco tiempo de las elecciones, el alcalde socialista vencedor, Antonio

Segura, pidió al Director General que visitase Macael. Al programar su visita,

el responsable del IPIA y las personas del Instituto que le acompañaron,

pretendían primordialmente obtener el mayor conocimiento posible de

primera mano sobre la industria del mármol, a la vez que generar cierta

curiosidad por el IPIA, consolidar su relación con el alcalde y conocer a los

líderes empresariales y sindicales. El deseo de pisar y palpar la realidad hizo

que dedicaran un día entero a recorrer las canteras de la zona y otro a visitar

los también numerosos talleres de mármol. El evidente afán de las personas

responsables del IPIA por aprender lo más posible de esta industria a través

de la observación directa y de entrevistas personales sorprendió a

empresarios y trabajadores. Ese comportamiento les trasmitió una seriedad

de objetivos y una atención a las realidades de la industria que no habían

esperado de funcionarios de la administración pública (21).

Al término del segundo día, el alcalde invitó a representantes de la

asociación de empresarios y de los sindicatos a reunirse con el Director

General, En la reunión, la dirección del IPIA transmitió sus deseos de

formular e instrumentar un "plan de actuación". Con ello se pretendía indicar

que el IPIA no estaba interesado en elaborar un documento informativo sobre

Macael sino que se iba a dedicar más bien a fomentar una amplia serie de

actuaciones correctoras específicas, basadas en el diagnóstico de la propia

industria sobre sus problemas. Al incluir las normas de actuación y de

resolución de problemas en la descripción de la actividad y al insistir en que

los problemas se definiesen por los directamente afectados, se intentaba

diferenciar cuidadosamente el enfoque del IPIA del más indiferente y

académico característico de la planificación habitual en España.

Page 129: Gestión pública estrategica michael barzclay

(21) Sánchez de la Morena recordó vivamente sus intenciones en una serie de entrevistas

realizadasen Sevilla en noviembre de 1987 y en junio-julio de 1988. Los efectos de su

comportamiento fueron corroborados por muchas personas entrevistadas en Macael el 18 de

julio de 1988.

Page 130: Gestión pública estrategica michael barzclay

Después de haber explicado que el fin último del plan era el "cambio total" y

la "modernización" del sector, el Director General subrayó tres

'características específicas de un "plan de actuación": tenía que ser global,

dinámico y concertado. Por amplio, se entendía que la atención se debía

poner en mejorar el rendimiento de la industria en su conjunto, antes que en

perfeccionar cualquier parte aislada, como la extracción de mármol o la

comercialización. Este enfoque iba dirigido a reforzar la idea de que los

límites de un "plan de actuación", debían estar determinados por el carácter

de los problemas interrelacionados del sector y no por cualquier otro tipo de

rigidez, institucional o no.

Además, el criterio de globalidad permitía plantear los problemas a que se

enfrentaban todos y cada uno de los participantes en el sector, lo cual a su

vez, iba dirigido a calmar los temores de que el proceso ignorase los

intereses de cualquier partícipe.

Al decir que un "plan de actuación" sería dinámico, se quería dejar en claro

que la planificación sería abierta tanto en el tiempo como en el ámbito de

aplicación. Con ello se aseguraba a los participantes que el objetivo último

del IPIA no era redactar un plan que nunca pudiese revisarse o ampliarse. La

imagen que la dirección del Instituto deseaba transmitir era la de un proceso

abierto, sin un término preestablecido, a través del que se incorporarían al

"plan" nuevas ideas e informaciones.

Aun cuando Sánchez de la Morena intentaba transmitir la idea de que el

contenido y la duración del plan del mármol serian de carácter abierto,

insistía de modo rotundo, en que los participantes alcanzasen acuerdos

unánimes sobre todos los aspectos de cada versión del "plan de actuación".

Indicaba al respecto que la conclusión de tales acuerdos unánimes

demostraría al exterior que Macael estaba plenamente comprometido con

Page 131: Gestión pública estrategica michael barzclay

una estrategia definida para mejorar su futuro económico. Internamente, la

regla de la unanimidad iba dirigida a asegurar que al desarrollar el plan se

tuvieran plenamente en consideración los intereses y los puntos de vista de

cada participante.

Según el Director General, el IPIA debía actuar como coordinador general del

"plan de actuación". El papel sugerido por esta expresión era de

asesoramiento más que de control. El IPIA conduciría el proceso convocando

reuniones, fijando la agenda de trabajo y, por último, redactando el plan.

Igualmente se ofreció también el respaldo pleno del IPIA para conseguir el

apoyo de los organismos públicos apropiados y de otras instituciones para

llevar a cabo el plan.

Al término de la reunión, el responsable del IPIA pidió a los participantes en

la misma que hiciesen una elección colectiva entre dos opciones: o bien

aprobaban colaborar con el IPIA en el desarrollo y realización de un plan

dinámico, unánime y global para modernizar la industria del mármol de

Macael o bien perder esta oportunidad de llevar a cabo un cambio importante

con la ayuda de la Junta de Andalucía. Insistió en que todos los participantes

eligiesen en la misma reunión y que lo hiciesen públicamente. El fin de este

planteamiento consistía en transformar ese conjunto de individuos, con

situaciones sociales e intereses distintos y potencialmente conflictivos, en un

grupo que compartiese las metas finales y la experiencia de cooperación. El

deseo de lograr un compromiso público unánime en esta etapa preliminar iba

también dirigido a institucionalizar la norma de alcanzar acuerdos por

unanimidad desde el primer momento.

La reunión finalizó con un voto de confianza a Sánchez de la Morena, la

designación de una comisión de planificación, el nombramiento de un

Page 132: Gestión pública estrategica michael barzclay

secretario (el derrotado candidato comunista a la Alcaldía y dirigente del

sindicato Comisiones Obreras) y la convocatoria de una nueva reunión para

algunas semanas más tarde. Así mismo, el Director General del IPIA

prometió presentar en esa segunda reunión un informe con la exposición de

los problemas de la industria del mármol.

DESARROLLO Y APROBACIÓN DE UN PLAN DE ACTUACION"

El logro de un compromiso para iniciar un "plan de actuación" en la industria

representó un paso extraordinariamente importante. Ese acontecimiento

proporcionó a todos los afectados un marco psicológico característico en el

que interpretar la experiencia de reunirse frecuentemente con otras personas

para ponerse de acuerdo sobre los problemas de la industria en cuestión. El

marco interpretativo inicial incluía la creencia de que un plan consertado,

global y dinámico (coordinado por el IPIA) daría lugar a la modernización de

la industria. Durante la etapa de negociación del plan, la tarea más

importante del Director General consistió en acentuar las esperanzas de que

al afrontar colectivamente los problemas significaría un cambio importante

para el futuro de la industria y para eliminar las principales fuerzas

sociopsicológicas que apartaban a los participantes del proceso planificador.

Para fortalecer los diferentes compromisos individuales con ese proceso

planificador, el responsable del Instituto tuvo mucho cuidado en llevar a cabo

ciertas funciones básicas de dirección. Así, por ejemplo, se encargó

personalmente de iniciar la primera reunión oficial de la comisión

planificadora presentando la definición general de los problemas de la

Page 133: Gestión pública estrategica michael barzclay

industria llevada a cabo por el IPIA. Este diagnóstico proporcionó un punto de

partida estructurado para la subsiguiente discusión.

En esa reunión, surgió un apreciable desacuerdo entre los presentes acerca

de la forma más adecuada de percibir y diagnosticar los problemas de la

industria. Al darse cuenta de que se precisaría un enorme esfuerzo para que

los miembros de esa comisión llegasen a una perspectiva común, propuso la

formación de subcomisiones para cada uno de los grandes problemas de

estructura productiva, comercialización y financiación y personal. Se pidió

que esa subcomisiones mantuviesen un apretado calendario de reuniones en

las semanas siguientes.

Una segunda estrategia utilizada por el director del IPIA para evitar los

conflictos y fortalecer así el proceso planificador, consistió en insistir en que

se llegase a un acuerdo negociado sobre un plan antes de que los expertos

(es decir, las empresas consultoras) tuviesen la oportunidad de estudiar en

profundidad la situación de Macael. Esa inversión de la secuencia habitual de

los acontecimientos en un proceso planificador servía a múltiples propósitos.

En primer lugar, se deseaba crear una situación en la que el conocimiento de

los miembros de la comisión se situase como mínimo al mismo nivel que el

de los expertos. De ese modo, esos participantes sentirían la planificación

como una oportunidad de descubrir sus propias posibilidades ocultas para

empeñarse en una acción colectiva.

En segundo lugar, esa estrategia secuencial y por etapas daba lugar a una

situación en la que los dirigentes de la industria y del municipio tenían que

aprender con rapidez cómo alcanzar decisiones colectivas entre si, a pesar

de la incertidumbre, la ambigüedad y el conflicto persistente de intereses. Esa

Page 134: Gestión pública estrategica michael barzclay

primera experiencia de una tendencia hacia el acuerdo iba dirigida a mejorar

la capacidad del grupo para superar la ambigüedad y el conflicto que suponía

tomar decisiones a través del proceso planificador.

Una tercera ventaja de ejercer presión en favor de algún acuerdo antes de

que los expertos actuasen de lleno, residía en que la inclinación de la

industria para actuar de acuerdo con las recomendaciones de expertos

externos se acentuaría si ella misma encargase los estudios en los que se

basasen esas recomendaciones. Una cuarta ventaja consistía en que de ese

modo se podían llevar a cabo algunas actuaciones de utilidad sin la ayuda del

estudio de los expertos; el logro de algunos resultados de importancia al poco

tiempo de haberse iniciado el proceso planificador no sólo tenía valor por si

mismo sino que fortalecía además la impresión de que era posible el avance.

El riesgo de seguir este camino era que las realidades inicialmente

contempladas por cada una de las partes demostrasen ser inconmensurables

y que los incipientes lazos tendidos entre los miembros del grupo fuesen

demasiado débiles para resistir las disparidades de opiniones. Sánchez de la

Morena se percató de ese peligro y pensó que los progresos hacia un

acuerdo exigían que el IPIA, en su carácter de parte neutral, facilitase el

funcionamiento de las subcomisiones configuradas tras la primera reunión del

grupo en pleno. Para llevar a cabo esa función, el Director General viajó

durante esta época todas las semanas a Macael (un viaje desde Sevilla de

seis a ocho horas de duración). Pidió también a José Alvea Hernández,

consultor empresarial independiente en quien tenía confianza absoluta, que

actuase de modo continuado como coordinador general en Macael. La tarea

de Alvea consistía en lograr en unos dos meses un consenso entre los

diferentes participantes, recogiendo todo tipo de información que pudiese

recopilarse por los miembros de la industria y los ingenieros de minas.

Page 135: Gestión pública estrategica michael barzclay

Este proceso satisfizo los fines inmediatos del IPIA. Las subcomisiones

presentaron sus informes al pleno de la comisión al cabo de seis semanas de

su primera sesión. Por su lado, la comisión llegó a un acuerdo sobre un

diagnóstico amplio, que abarcaba veintisiete cuestiones, y discutió varias

actuaciones a realizar en cada una de tales cuestiones. A partir de ahí, el

IPIA empleó las semanas siguientes para redactar y discutir informalmente

todo el "plan de actuación", que fue aprobado por la comisión en noviembre

de 1983 (22).

En el plan estaban representados todos los posibles elementos importantes

de una estrategia competitiva tendente al éxito: el ámbito de las cuestiones

incluía las líneas y especificaciones de los productos, la tecnología empleada

en las canteras y en los talleres, las estructuras de costes, la capacidad de

producción en las canteras, la promoción de las ventas, la demanda, el

desarrollo de la técnica, las necesidades financieras y las condiciones de

trabajo. En esta fase, el Director General no estaba esencialmente

preocupado por crear una opinión común acerca de cómo un conjunto dado

de cambios interrelacionados podría mejorar la competitividad de Macael en

la industria del mármol, pues esperaba que esa opinión se desarrollaría a lo

largo de los meses siguientes como resultado de las discusiones y los

estudios puestos en marcha por la etapa planificadora inicial.

(22) Véase el "Plan de Actuación Global de la Zona del Mármol de Macael (Almería)". Una

versión del plan está incluida en IPIA, "Memorias de Actividades, Legislatura 1982-86,

Documentos de Gestión".

Page 136: Gestión pública estrategica michael barzclay

POSTERIOR DESARROLLO DEL PLAN EN SU INSTRUMENTACIÓN

En términos generales, las actuaciones especificadas en el "plan de

actuación" aprobado eran de dos clases: pasos que había que dar de forma

Inmediata y cuestiones que debían estudiarse en profundidad.-Como ejemplo

del primer tipo, el IPIA y los restantes miembros de la comisión planificadora

negociaron a la Compañía Sevillana de Electricidad para que aumentase el

suministro de energía eléctrica a las canteras de Macael. De igual modo, se

negoció a los organismos públicos nacionales y regionales para que

mejorasen los accesos por carretera a la zona montañosa en que se

localizaban las canteras. En un esfuerzo por acelerar esas mejoras, la

asociación de empresarios propuso asumir la responsabilidad de ampliar

determinadas carreteras de acceso si la Junta de Andalucía estaba de

acuerdo en pagar los gastos del pavimento asfáltico.

Obtención de financiación para realización de estudios

Ahora bien, el número de actuaciones específicas que podían llevarse a

cabo sin estudios adicionales era limitado. Toda vez que se trataba de una

rama de la actividad económica compuesta por numerosas pequeñas

empresas que había ocupado un lugar marginal en las preocupaciones de la

burocracia central, los estudios sobre recursos naturales, tecnología o

tendencias del mercado eran virtualmente inexistentes. la comisión

planificadora consideraba por tanto que serían muy importantes unos

estudios sobre las reservas de recursos naturales de Macael; se esperaba

que los proyectos de investigación propuestos por geólogos e ingenieros

Page 137: Gestión pública estrategica michael barzclay

que ofrecieron su asesoramiento durante el proceso planificador inicial

pusiesen de manifiesto la extensión y localización de los depósitos de

mármol. A su vez, se esperaba que esa información proporcionase una

medida autorizada del potencial económico de Macael, influyendo así en la

visión de la industria sobre su propio futuro y en la imagen que sobre Macael

tenían las instituciones financieras y los funcionarios públicos.

Otra función de los estudios técnicos consistía en identificar un modelo de

actividad minera que, caso de ser seguido, permitiese a la rama extractiva

de la industria producir más bloques de mármol de gran tamaño y menos

pequeñas unidades irregulares de esta materia prima. Para obtener esa

información se requería el empleo de equipo y personal altamente

especializados a lo largo de un período de tiempo dilatado. En 1983, les era

imposible a la Junta de Andalucía, al IPIA o a la asociación de empresarios

del mármol financiar un estudio tan amplio, con un coste de más de 80

millones de pesetas. La única fuente viable de financiación era la Dirección

General de Minas del Ministerio de Industria, que aportaba hasta el 75 por

ciento de los estudios mineros que aprobaba de acuerdo con la Ley de

Fomento de la Minería.

El responsable de IPIA decidió no dar por sentada esa política financiadora

y, en consecuencia, consiguió celebrar una reunión en Madrid con

funcionarios del Ministerio de Industria, a primeros de 1984. Acompañado

por el presidente de la asociación de empresarios, Francisco Martínez Justo,

y por el alcalde de Macael, Antonio Segura, el Director General del IPIA

pidió a la Dirección de Minas que sufragase todo el coste de los estudios

geológicos propuestos, argumentando que la industria del mármol estaba

subexplotada, que esos estudios eran la clave de un amplio plan de

desarrollo de la zona de Macael, que el plan había sido aprobado ya por las

diferentes partes implicadas y que la industria estaba preparada para actuar

Page 138: Gestión pública estrategica michael barzclay

de acuerdo con las recomendaciones del estudio. Subrayó también la

importancia del éxito de Macael para el desarrollo institucional de la Junta de

Andalucía, para la promoción de las pequeñas y medianas industrias y para

el éxito del experimento del IPIA con una estrategia de desarrollo endógeno.

De este modo, Sánchez de la Morena intentaba persuadir a los

funcionarios ministeriales que los rendimientos políticos y económicos de

esta inversión estarían muy por encima de la media de los estudios

financiados en el marco de la Ley de Fomento de la Minería.

La presencia de la delegación de Macael tenía como objetivo no sólo

mostrar que la estrategia de desarrollo del IPIA gozaba de apoyo popular

sino también hacer que los funcionarios del Ministerio contemplaran en

términos humanos los argumentos abstractos hechos en favor de la

propuesta. Los miembros de la delegación expusieron también sus propias

razones para recibir una atención especial por parte del Ministerio de

Industria y expresaron su compromiso de actuar de acuerdo con los

resultados de los estudios propuestos.

Motivación del trabajo de colaboración

Esta técnica de gestión política indirecta demostró ser eficaz: el Ministerio de

Industria aprobó financiar el estudio en su totalidad. Esta rápida victoria dio

mayor credibilidad a la pretensión del IPIA de que era posible un "cambio

total", siempre que todas las partes interesadas colaborasen en la realización

de un plan concertado, dinámico y global.

Una vez impuesto el convencimiento de que era posible un cambio planeado,

Sánchez de la Morena desplazó su atención a la tarea de fomentar una

visión específica y común de la futura industria del mármol de Macael.

Page 139: Gestión pública estrategica michael barzclay

Como medio de ofrecer una imagen detallada de la futura industria del

mármol de Macael, se puso de manifiesto la ventaja estratégica que suponía

el atraso de esa industria con respecto a la italiana. En junio de 1984, el

Ayuntamiento y la mesa del plan se pusieron de acuerdo con los fabricantes

italianos de maquinaria de minería del mármol para que los miembros de la

comisión planificadora y otras personas de Macael viajasen en autocar a la

región de Carrara, en Italia, donde se les ofrecería la oportunidad de hacer

una visita a las canteras, los talleres y los pueblos de la zona productora de

mármol más famosa de Europa. Esta experiencia hizo que la delegación

tomase conciencia de que el sistema productivo de Macael era

extraordinariamente débil en comparación con el de los líderes de la

industria. La delegación regresó a Macael con el compromiso común de

hacer que sus productos y procesos productivos alcanzasen los niveles de la

industria italiana, en parte mediante la inversión en maquinaria similar a la

que habían visto trabajando en las canteras y los talleres de Carrara. Este

compromiso pretendía que los participantes estuviesen especialmente

atentos a los resultados de los estudios formales sobre extracción,

fabricación y comercialización que ya estaban realizándose en Macael.

En tanto se llevaba a cabo la fase de investigación, el IPIA hizo que la

atención de la comisión planificadora se mantuviese concentrada en la

necesidad de desarrollar organizaciones conjuntas de adquisición y

comercialización. De esta manera, se animó a las diferentes partes

representadas en la mesa del plan a abordar el difícil proceso de esbozar los

acuerdos reguladores y financieros que satisfarían sus distintos intereses.

Este proceso permitió comprobar la forma en que los intereses de las

empresas estaban ligados entre sí, dadas las fuerzas competitivas a que se

enfrentaba la industria.

Page 140: Gestión pública estrategica michael barzclay

Los frutos específicos de este proceso fueron que el suministrador central de

aire comprimido para las operaciones extractivas se reorganizó en una

sociedad propiedad de las empresas de la zona, la constitución de una

cooperativa que iba a concentrar las compras de factores productivos

necesarios para la zona, y la creación formal de una sociedad conjunta de

comercialización (idea ésta que surgió desde las primeras reuniones). La

primera manifestación visible de este proceso fue la constitución de un

almacén de suministros a lo largo de 1984.

Entre tanto, las principales directrices de la estrategia competitiva común de

la industria fueron apareciendo gradualmente por medio de la progresiva

interacción de la mesa del plan y las empresas consultivas que realizaban los

estudios formales. Al dirigir este proceso, se intentaba asegurar que los

expertos externos viesen en la comisión planificadora a su cliente. La principal

vía por la que fomentó el Director General esta relación de responsabilidad

fue la de pedir a la asociación de empresarios de mármol de Macael que

compartiese con el IPIA los costes de los estudios de reestructuración

industrial y de comercialización. Explicó también a las empresas consultoras

implicadas las razones por las que era importante que tratasen a la industria

como su cliente.

Contenido de la estrategia competitiva común

La visión estratégica que fue tomando forma en 1984-85 se centraba en el

desarrollo de tres tipos básicos de producto: materiales de construcción en

mármol blanco de acabado normalizado (p.e. baldosas y peldaños),

materiales aglomerados de construcción hechos de mármol triturado y

productos artesanales (p.e. lápidas, chimeneas, columnas y objetos

decorativos).

Page 141: Gestión pública estrategica michael barzclay

En el primer tipo de productos, la estrategia consistió en ofrecer a

las empresas constructoras un gran volumen de materiales acabados, con

características (tamaño, espesor, tono y brillo) uniformes entre piezas,

empresas y pedidos. Se esperaba que el logro de un alto nivel de

conformidad a las normas de calidad diese lugar a la creación de valor, ya

que los compradores podían confiar en que un pedido procedente de Macael

satisfaría perfectamente sus expectativas y necesidades. Ese cambio de

perspectiva ayudaría a que este material, valioso por si mismo, fuese más

competitivo que otros materiales de revestimiento, menos costosos y

fácilmente disponibles (como las baldosas de cerámica), para las

construcciones de lujo. Era de presumir que los productores de Macael

captarían una parte importante del valor añadido, mejorando la conformidad

a las normas e integrando las actividades de acabado, pulido y

comercialización (en tanto decidiesen competir entre si no en los precios sino

en base a otras características, como el diseño, la rapidez en la entrega y el

servicio).

La instrumentación de esta estrategia competitiva para el mármol blanco

exigía la solución de tres problemas: era preciso que aumentase

sustancialmente la extracción de grandes bloques de mármol, invirtiendo la

tendencia a extraer una creciente proporción de piezas pequeñas e

irregulares; los talleres debían ser capaces de elaborar un producto que

respondiese a las especificaciones (tamaño, espesor, tono y brillo); y había

que mejorar la imagen del mármol de Macael. De acuerdo con los estudios

geológico-mineros de las canteras, la solución al primer problema implicaba

fundamentalmente la reorganización espacial de los derechos de extracción -

el reducido frente de algunas canteras impedía utilizar maquinaria avanzada-,

la adquisición de maquinaria extractiva de tecnología punta italiana y

alemana y la mejora de la infraestructura básica (electricidad, carreteras,

camiones de transporte). La solución del problema de la calidad llevaba

consigo la instalación en todos los talleres participantes de una maquinaria

Page 142: Gestión pública estrategica michael barzclay

de corte y pulimentado similar y moderna; era también de importancia

mejorar el lugar de trabajo y el orden de tratamiento del mármol de los

talleres que hiciesen esas adquisiciones. El problema de imagen se reduciría

así, en parte, como resultado de los dos primeros conjuntos de actuaciones;

se reconocía también que era necesario un esfuerzo conjunto de promoción,

dirigido a las empresas constructoras, para cambiar la idea que tenían los

compradores del mármol blanco de Macael.

Las estrategias competitivas para los otros dos tipos de producto eran algo

menos complejas. En aquella época, los principales productos terminados de

los artesanos de Macael eran lápidas y chimeneas. El IPIA y la comisión

planificadora -mesa del plan- consideraron que las oportunidades para

ampliar las líneas productivas artesanales eran prácticamente ilimitadas. La

estrategia decidida para esta rama de la industria de Macael incluía la

contratación de especialistas que realizasen nuevos diseños para objetos

decorativos, la adquisición de nuevas herramientas y la constitución de una

cooperativa de comercialización.

Esta concepción estratégica se hizo poco a poco evidente a lo largo del

período 1984-85. El mecanismo que utilizó la mesa del plan para centrar la

atención del sector en el desarrollo de una estrategia competitiva global fue

el proceso de redacción de un plan de "reestructuración„ de la industria. Ese

proceso estaba coordinado por una empresa consultora de economía,

IDEASSA; que trabajaba en base a información obtenida de la propia

industria de Macael y de fuentes exteriores. La comisión planificadora

analizó con frecuencia las recomendaciones formuladas por IDEASSA,

llegando a aprobar formalmente, tras muchas discusiones, el plan de

reestructuración.

El punto clave del estudio era un conjunto de planes de inversión, diseñado

cada uno de ellos para el papel a desempeñar por determinado tipo de

Page 143: Gestión pública estrategica michael barzclay

empresa en la futura industria del mármol. Las inversiones en maquinaria

moderna de corte y pulimentado se recomendaban sólo para aquellas

empresas verticalmente integradas que extraían una cantidad considerable

de bloques de mármol de alta calidad y que eran a la vez fabricantes. Se

trataba aquí de las únicas empresas que serían capaces de operar a un

nivel suficiente para rentabilizar tales inversiones; además su oferta de

materia prima era especialmente adecuada para la fabricación de baldosas,

peldaños y otros materiales de construcción acabados. Por lo que hacía a

las empresas fabricantes que no eran extractoras de mármol, el estudio

recomendaba que se abandonase la producción de baldosas y peldaños (de

baja calidad) para fabricar productos de mármol decorativo; para lograr ese

fin, el estudio propugnaba que las inversiones de esas empresas se hiciesen

en maquinaría e instalaciones apropiadas para la fabricación de esos

productos artesanales. En el caso intermedio de empresas que extraían

cantidades relativamente pequeñas de bloques de mármol, el estudio

recomendaba bien que se llevasen a cabo fusiones empresariales o que las

inversiones se realizasen sólo en maquinaria que las permitiese vender

mármol semielaborado a otras empresas de Macael para su acabado.

Obtención de fondos para la inversión

Una vez aprobado este plan a primeros de 1985, la atención del IPIA se

dirigió a hacer posible que los propietarios de las empresas invirtiesen en los

bienes de equipo recomendados. Por si mismo, el IPIA no podía ofrecerse a

financiar más que una pequeña parte de las inversiones recomendadas para

cada tipo de empresa propuesta (30 millones de pesetas sólo en talleres), ya

que la Junta de Andalucía tenía que dotar todavía a esa institución con su

propio presupuesto para subvenciones. Sánchez de la Morena pudo obtener

de la Consejería de Economía el compromiso de ofrecer ciertos fondos a los

empresarios dispuestos a realizar inversiones de acuerdo con el plan. Esos

fondos se proporcionarían en forma de subvención. directa. En el caso de los

Page 144: Gestión pública estrategica michael barzclay

proyectos presentados por las grandes empresas, el IPIA financiaría el nueve

por ciento de los gastos de inversión, mientras que en el caso de las

pequeñas anunció que financiaría hasta el dieciocho por ciento de los gastos

de capital. La oferta de una ayuda superior a las pequeñas empresas se

basaba en razones tanto políticas como económicas. En efecto, a juzgar por

las prácticas bancarias habituales, las pequeñas empresas tendrían más

dificultades para obtener créditos de las instituciones financieras, con

independencia de los méritos y cualidades del proyecto de inversión. La razón

política era igualmente poderosa: las pequeñas empresas podían creer

fácilmente que su situación iba a mejorar mucho menos que la de las

grandes. Esta idea representaba la evidente vulnerabilidad política de dirigir

las inversiones en nueva maquinaria de corte y pulimentación a las empresas

cuyo volumen de negocios era ya considerable. Así, pues, la duplicación de la

subvención a las pequeñas empresas iba dirigida tanto a reforzar el resultado

del proceso planificador como a facilitar a las pequeñas empresas la

financiación de las inversiones y los cambios de productos recomendados.

A lo largo de 1985 y 1986, Sánchez de la Morena y el presidente de la

asociación de empresarios, quien paulatinamente fue reforzando su situación

de liderazgo, empezaron a utilizar los tipos de técnicas de gestión política

que creían induciría a las instituciones públicas y privadas a financiar el

desarrollo de la industria de Macael. Entre esas técnicas estaba la institución

de tres premios concedidos anualmente por la asociación de empresarios de

Macael y concebidos para recompensar a personas e instituciones que

hubiesen contribuido al desarrollo de la industria de Macael durante el año

anterior. Los primeros premios, concedidos a mediados de 1985, se

entregaron a Carlos Solchaga (que era Ministro de Industria en el momento

en que se financiaron los estudios geológicos y que se había sido nombrado

después Ministro de Economía y Hacienda), a José Miguel Salinas,

Vicepresidente y Consejero de Economía de la Junta de Andalucía y al

Page 145: Gestión pública estrategica michael barzclay

periodista que cubría la zona de Macael para el periódico provincial, La Voz

de Almería.

Los premios se concedieron a la vez que se inauguraban oficialmente los

nuevos locales de la cooperativa de comercialización y de la asociación de

empresarios. El objetivo de celebrar ambos actos de forma simultanea era el

de llamar la atención de los medios de información. Los dirigentes del sector

utilizaron esta oportunidad para informar a los políticos y periodistas invitados

del contenido del "plan de actuación", tal como se había desarrollado hasta

entonces, y para poner de manifiesto que el potencial económico del sector

estaba únicamente limitado por la disponibilidad de recursos financieros (23).

El IPIA, el alcalde y la asociación de empresarios crearon muchas otras

ocasiones para inducir a que los funcionarios públicos y los periodistas

visitasen la zona. En tales ocasiones y durante las reuniones mantenidas con

instituciones financieras, tendieron a poner de relieve diversos puntos: las

abundantes reservas de mármol de alta calidad (100 millones de metros

cúbicos), tal como se puso de manifiesto en el estudio financiado por la

Dirección General de Minas del Ministerio de Industria; la demanda

rápidamente creciente de materiales de construcción de mármol.; el claro

compromiso de empresarios, sindicatos y funcionarios públicos (a todos los

niveles) en la tarea de instrumentar un plan de desarrollo global; y las

cuantiosas inversiones ya realizadas en maquinaria extractiva y

transformadora (según datos de la propia asociación de empresarios; v.

anexo estadístico). En

(23) Véase, La voz de Almería, 8 de marzo de 1986 y 11 de mayo de 1986.

Page 146: Gestión pública estrategica michael barzclay

resumen, la estrategia de gestión política consistía en dirigirse a los

funcionarios públicos que controlaban recursos útiles para la estrategia del

sector y demostrarles que apoyar a Macael representaba una vía segura de

generar valor económico y de acumular apreciable crédito político para el

éxito de esa atractiva actividad. En la medida en que los altos funcionarios de

la Junta y de la Administración central respondiesen positivamente a esta

estrategia, las instituciones financieras que deseaban mantener relaciones

más positivas con el sector público tomarían también nota de las posibilidades

existentes.

EJECUCION DEL "PLAN DE ACTUACION"

Ventas y capacidad de producción

Posiblemente, el resultado más impresionante del "plan de actuación" de

Macael lo constituya el crecimiento registrado por las ventas. En 1983,

cuando tuvieron lugar los primeros contactos entre Macael y el IPIA, las

ventas suponían alrededor de 3.000 millones de pesetas(24). En 1987, las

ventas anuales llegaron a 15.000 millones. Evidentemente, la explosión de la

demanda de materiales de construcción de mármol contribuyó a la

multiplicación por cinco de las ventas, pero también lo hizo la rápida

transformación del sistema productivo de la industria de Macael.

(24) La fuente de las cifras de ventas en pesetas es la Asociación Provincial de Empresarios

del Mármol. La tasa anual de inflación el último período fue del orden del 5 por ciento. Sería

conveniente resaltar la carencia desde el propio IPIA de una estadística completa y

actualizada de sus propios logros. En conversaciones mantenidas con Manuel Simarro,

Page 147: Gestión pública estrategica michael barzclay

Asesor de Promoción de la Gerencia de Almería, nos señaló la falta de medios y tiempo para

desarrollar esta tarea, que reconoce como deficiencia.

Las mejoras introducidas en la tecnología y en la organización económica de

la extracción del mármol ayudaron a ampliar y mejorar la calidad de la

producción de las canteras de Macael. Con anterioridad al "plan de

actuación", el mármol se extraía básicamente utilizando explosivos. Esta

técnica abandonada ya con mucha anterioridad por los competidores de

Macael, daba como resultado una producción exagerada de piedras de

cantos irregulares -bolos-, significando solamente el 22 por ciento de la

producción de las canteras los bloques de mármol adecuados para la

fabricación de materiales de construcción. Los propietarios de las empresas

únicamente llegaron a ser plenamente conscientes de su retraso tecnológico

durante su viaje por Italia en 1984. A lo largo de los años siguientes, muchas

empresas adquirieron maquinaria de extracción avanzada a suministradores

italianos, alemanes y japoneses (25).

La maquinaria de extracción más avanzada adquirida por las empresas de

Macael ("la Fantini") se caracteriza por una sierra de cadena provista de

diamantes industriales y que puede programarse para cortar horizontalmente

dentro de las vetas de mármol a lo largo de la parte inferior de bloques

gigantescos (26).

(25)Gran parte de la información utilizada para describir los resultados del "plan de

actuación" de Macael se obtuvo durante entrevistas con Alfredo Sánchez, director provincial

para Almería del Instituto de Fomento de Andalucía (antes IPIA), con Antonio Segura,

alcalde de Macael, y con Rafael Escribano, antes ingeniero de la Sección de minas de la

delegación provincial de la administración central en Almería y en la actualidad consultor

estrechamente ligado a la industria de Macael; estas entrevistas se mantuvieron en Macael,

el 19 de julio de 1988. Las medidas cuantitativas del mejorado funcionamiento se han

tomado de documentos de la Asociación Provincial de Empresarios del Mármol, del IPIA y

del IFA. a información obtenida de ese modo se contrastó con la contenida en cientos de

informes sobre Macael, publicados entre 1983 y 1988 en los tres periódicos provinciales, la

Voz de Almería, La Crónica y El Ideal.

(26) Una característica de la maquinaria Fantini era que se proporcionaba adiestramiento.

En una conversación informal, un maquinista de Fantini -que anteriormente utilizaba

Page 148: Gestión pública estrategica michael barzclay

explosivos para extraer mármol- dijo que había aprendido a manejar perfectamente la

maquinaria en solo diez días, gracias a las clases proporcionadas in situ por el

fabricante.

Las empresas de Macael sólo compraron ocho máquinas extractoras Fantini,

debido principalmente a las pocas canteras que superaban una dimensión

mínima para un trabajo eficaz. Junto a ello, treinta empresas adquirieron una

máquina menos sofisticada, conocida como "hilo de diamante"; esta máquina

emplea también diamantes industriales, pero no admite programación y sólo

corta verticalmente. La superior producción de bloques puede atribuirse en

gran parte a la utilización de la maquinaria Fantini y de "hilo de diamante".

El efecto de esos cambios en la tecnología y la organización económica

sobre la producción de las canteras es impresionante. A lo largo del período

1983-87, la producción de grandes bloques de mármol casi se duplicó,

pasando de 110.000 Tm.a 180.000 Tm. La producción de bloques irregulares

más pequeños creció a una tasa más reducida, desde 205.000 a 374.000

Tm., mientras que la de piedras se redujo apreciablemente, desde 179.000

Tm. en 1983 a 105.000 Tm. en 1987.

También se incrementó la capacidad de transporte del mármol extraido

desde las canteras a los talleres de transformación. Se arrendaron o

adquirieron cerca de 200 máquinas especializadas en el descargue de las

piezas en camiones y un número aproximadamente igual de éstos. Las

nuevas carreteras hicieron que esas operaciones fueran más rápidas y

seguras.

Page 149: Gestión pública estrategica michael barzclay

El aumento de la capacidad productiva de las operaciones extractivas explica

sólo una parte de la explosión de ventas de Macael. Como ya se ha dicho,

las ventas se multiplicaron por cinco entre 1983 y 1987. La expansión y

mejora de las actividades de transformación fueron evidentemente la clave

del desarrollo de Macael. Muchos talleres iniciaron o ampliaron su producción

de materiales acabados gracias a la adquisición de maquinaria de corte

automática (que - producía láminas de mármol relativamente delgadas, que

se cortaban después en baldosas), equipo de pulimentación y maquinaria

apropiada para mover grandes pesos dentro de los talleres.

Financiación de la ampliación de capacidad productiva

Las inversiones a nivel de empresa en las actividades extractivas y de

transformación eran esenciales. La asociación de empresarios afirma haber

invertido en la industria 5.500 millones de pesetas a lo largo del período

1985-87; es difícil asegurar que las inversiones alcanzasen ese nivel, pero en

cualquier caso fueron muy considerables.

La fuente financiera más importante fue el fondo de desarrollo regional para

Andalucía del gobierno central (el Gran Area de Expansión Industrial de

Andalucía, GAEIA). La mesa del plan logró convencer a los directores de

este programa para que proporcionasen el máximo apoyo a las propuestas

de inversión que se ajustasen al plan de reestructuración que formaba parte

del "plan de actuación".

Como resultado de todo ello, el GAEIA ofreció aportar hasta el 25 por ciento

de las inversiones realizadas por las empresas de Macael en maquinaria e

instalaciones, en tanto estuvieran de acuerdo con el plan. de

reestructuración. Entre 1985 y el segundo trimestre de 1987 se propusieron

al GAEIA inversiones del orden de 2.600 millones de pesetas; las

Page 150: Gestión pública estrategica michael barzclay

subvenciones otorgadas realmente por este programa pueden haber

ascendido a 656 millones de pesetas.

De modo semejante, el IPIA ofreció la subvención del 9 por ciento de las

inversiones de las empresas de mediano tamaño y el 18 por ciento de las

realizadas por pequeñas empresas. De acuerdo con los fondos

proporcionados por el IPIA, la propensión a invertir creció al afianzarse la

estrategia y expandirse la demanda. En 1985, solamente 16 empresas

solicitaron las subvenciones; en 1987, por el contrario, 53 empresas pidieron

subvención al nuevo Instituto de Fomento (IFA) que absorbió las funciones y

equipo del IPIA. En el período 1985-87, el IPIA y el IFA proporcionaron más

de 300 millones de pesetas para inversiones a nivel de empresas, en nombre

de la Junta de Andalucía.

Dos instituciones financieras ofrecieron créditos a medio plazo a

determinadas empresas de Macael a tipos de interés favorables. El tipo de

interés de los créditos concedidos por el Banco Popular, un banco privado

con sucursal en Macael, estaba modestamente subvencionado por la Junta

de Andalucía. Otro acuerdo semejante se llevó a cabo en 1986 con la Caja

de Ahorros de Almería, entidad semipública; este acuerdo preveía la

concesión de hasta 1.000 millones de pesetas, a un tipo de interés del 12 por

ciento, para inversiones en maquinaria e instalaciones. Los préstamos

recibidos de otras fuentes, como, por ejemplo, el Banco de Crédito Industrial,

no fueron cuantitativamente importantes.

Muchas empresas que habían sido rentables en los años anteriores utilizaron

sus reservas para financiar las adquisiciones de maquinaria y las nuevas

instalaciones.

Page 151: Gestión pública estrategica michael barzclay

Diversidad interna

Si bien la industria en su conjunto se ha desarrollado con rapidez, es

importante subrayar que algunas empresas se han expandido mucho más

deprisa que otras. Las grandes empresas actuales no se encontraban por

regla general entre las primeras de cinco años atrás. En su mayor parte, esas

nuevas empresas importantes están dirigidas por toda una generación de

jóvenes empresarios, muchos de los cuales llegaron a puestos directivos en

la asociación de empresarios justo antes del comienzo del "plan de

actuación". Un ejemplo de ellos es Francisco Martínez Justo, quien abandonó

su puesto de profesor de educación básica hace doce años para llevar la

empresa familiar de mediano tamaño. Desde 1983 a 1988, desempeñó el

cargo de presidente de la asociación de empresarios; durante este período,

Francisco Martínez convirtió también su empresa, Mármoles Cosentino, en la

mayor de Macael. Antonio Valdés es otro miembro de la joven generación;

tras estudiar el bachillerato, dejó Macael para trabajar de camarero en

Marbella; gracias a sus contactos con arquitectos de esta ciudad,

Cooperación entre empresas

Los resultados del "plan de actuación" de Macael sugieren también que no

pueden cambiarse con facilidad algunos rasgos estructurales de una

industria. Así, por ejemplo, la mayor parte de las empresas siguió siendo

demasiado pequeña para adquirir tecnología avanzada. Sin embargo, sus

propietarios se opusieron con fuerza a las fusiones o a constituir

conglomerados productivos (27). No pueden esperarse ya movimientos de

intensidad en pro de la concentración o de la cooperación productiva.

En cualquier caso, los cinco primeros años del plan muestran también que los

empresarios más individualistas pueden ponerse de acuerdo para establecer

Page 152: Gestión pública estrategica michael barzclay

y hace funcionar instituciones que unifican algunos de sus esfuerzos. Uno de

esos ejemplos es la competente asociación de empresarios, que se ha

convertido en un importante marco institucional para la acción conjunta. Un

segundo ejemplo es la creación de una cooperativa de adquisición de factores

productivos, institución que concentra el poder de compra de las empresas de

Macael; su planificación y creación en las primeras etapas del "plan de

actuación" desempeñó también la función estratégica de mantener en la

agenda de trabajo el problema de la cooperación a nivel de toda la industria.

El tercer ejemplo básico de esa cooperación es la constitución de la Sociedad

Administradora de la Marca "Mármol blanco de Macael". Esta institución está

dirigida a promocionar la marca comercial de mármol blanco de Macael. Los

productores continúan utilizando sus propias marcas junto a la de Macael y

tampoco se imponen normas comunes de calidad a las empresas que hacen

uso de la marca común. Así, esa institución se dedica principalmente a la

promoción y publicidad. Con ayuda financiera de la Consejería de Comercio y

Turismo de la Junta, en los dos últimos años se han gastado más de 70

millones de pesetas en esos fines.

Un cuarto ejemplo de creación de instituciones conjuntas fue la constitución

de una cooperativa de comercialización en 1984. Esta aventura estuvo

fuertemente estimulada por el IPIA y por el alcalde de Macael, Antonio

Segura. La construcción de las instalaciones de la cooperativa costó unos 18

millones de pesetas, importe que fue sufragado en gran medida por la Junta

de Andalucía. Sin embargo, a efectos prácticos la cooperativa no ha entrado

en funcionamiento. Muchas empresas están vendiendo tanto producto como

pueden fabricar y no necesitan ni desean cooperar en este campo.

En cualquier caso, la institución existe y algunos empresarios creen que

empezará a jugar su papel una vez que la producción supere a las ventas. De

forma más general, la cooperativa de compras, Sociedad Administradora de la

Page 153: Gestión pública estrategica michael barzclay

Marca, y la cooperativa de comercialización proporcionaron una base para

ampliar la cooperación entre las empresas en el futuro.

Page 154: Gestión pública estrategica michael barzclay

EL ENFOQUE ESTRATEGICO DE LA PROMOCION INDUSTRIAL

El concepto de "plan de actuación" hace referencia al problema clave

planteado por el deseo de aumentar el valor creado y retenido por sectores

industriales fragmentados, en concreto, la necesidad de lograr cierto grado

de colaboración y coordinación entre empresas, así como la necesidad de

promover empresarios individualistas, con oportunidad de expresar sus

instintos competitivos. La experiencia de promover la industria del mármol

blanco de Macael sugiere que es indudablemente posible que un organismo

público desempeñe el valioso papel de ayudar a una industria a formular una

estrategia competitiva común y a instrumentar tal estrategia a través de la

gestión indirecta y del trabajo en equipo.

La capacidad de un organismo público para jugar un papel semejante en

situaciones como la dominante en Andalucía depende de si puede salvar la

distancia social existente entre la administración pública y los propietarios de

las pequeñas y medianas empresas.

Para salvar esa distancia y desempeñar las restantes funciones que se había

propuesto, el IPIA utilizó un enfoque estratégico inserto en un conjunto de

prácticas gestoras vitales.

En primer lugar, en vez de concebir por si mismo un plan basado únicamente

en sus propios estudios y en los de las empresas consultoras, el IPIA creó un

(27) Este era el punto de vista de un consultor que preparó para muchas empresas

solicitudes ante el GAEIA y otras fuentes financieras; entrevista con Justo Martínez Ruiz,

Consultora AEMB, Almería, 18 de julio de 1988. Esta situación no es sorprendente, ya que el

concepto global de "plan de actuación" surge en respuesta a la presencia de numerosas

empresas, dirigidas por propietarios individualistas

Page 155: Gestión pública estrategica michael barzclay

contexto en el que se indujo a las personas más directamente ligadas al

funcionamiento de la industria a deliberar acerca de las posibles formas de

eliminar los obstáculos opuestos a la prosperidad. Este contexto se creó por

medio de una invitación para colaborar con el IPIA y la Junta de Andalucía en

el desarrollo de un "plan de actuación" concertado, global y abierto.

En segundo lugar, el IPIA formuló muy cuidadosamente la tarea que invitaba

a emprender a los participantes en el plan. Así, por ejemplo, Sánchez de la

Morena invocó la idea de "modernización total" para impulsar a la industria a

que trabajase en temas de tecnología, comercialización y selección de

productos, además de en cuestiones de financiación. Planteó también las

dificultades y desafíos de forma clara, visceral, compartida y perceptible.

En tercer lugar, gracias al cuidadoso ritmo y ordenación temporal de las

tareas realizadas, el IPIA intentó, junto a otras medidas, cultivar en los

participantes de la industria un genuino sentido de cohesión de grupo y de

propiedad del proceso planificador. Al mismo tiempo, aseguró que el

contenido del plan se ocupase del problema concreto del desarrollo

industrial; en especial, el IPIA insistió en que los planes de inversión

negociados buscasen un alto grado de coherencia interna entre los productos

ofrecidos por cada empresa, la tecnología empleada y la escala de las

operaciones.

Los resultados inmediatos de este enfoque estratégico de la promoción

industrial incluyeron mayor motivación de los participantes por lograr su

propia mejora, opiniones compartidas, planes estratégicos muy elaborados,

Page 156: Gestión pública estrategica michael barzclay

compromisos basados en largas deliberaciones, instituciones capaces de

llevar a cabo actividades crecientemente cooperativas y estratégicas para la

gestión política con instituciones externas a la industria local. El

impresionante resultado del "plan de actuación" de la industria del mármol

blanco de Macael indica que la gestión estratégica de la promoción industrial

por ciertos tipos de organismos públicos puede ayudar de modo significativo

a superar los profundos problemas interrelacionados planteados por el

retraso tecnológico, las estructuras industriales fragmentadas y el aislamiento

social, elevando así la prosperidad y la capacidad de futuro desarrollo de

algunos tipos de industrias localmente concentradas.

EPILOGO

Después del análisis del caso expuesto y teniendo presente el alcance y

heterodoxia del enfoque utilizado, el lector convendrá con nosotros en

un par de reflexiones a modo de conclusión:

1. Es deseable pero también posible, acometer la actividad de gestión en la

administración pública, con un espíritu empresarial y una metodología de

acción estratégica, que combine las funciones características de la actividad

empresarial con la particularidad del entorno y el funcionamiento

administrativo. Afrontar la dirección de un servicio público con una visión de

gestión estratégica que identifique qué servicio, cómo producirlo y para quién,

puede ayudar no sólo a mejorar la imagen de la administración pública, sino

también los resultados de su gestión y lo que es más importante a crear valor

para el conjunto social.

Aplicar este enfoque en los puestos de gestión pública, requiere reconocer

las limitaciones del conocimiento científico y utilizar técnicas no solamente

Page 157: Gestión pública estrategica michael barzclay

basadas en la "burocracia racional" o el "policy analysis". La utilización de

técnicas como el "servicio profesional" o el aprendizaje social" junto a la

relevancia del gestor público como negociador, pone de manifiesto la

trascendental importancia de la selección de los gestores públicos en

contraste con el tradicional énfasis puesto en la organización administrativa

y diseño de los organigramas de los departamentos, tal y como es usual en

España y otros paises. Cabe pues indicar la conveniencia de formar a los

futuros gestores públicos en la utilización de estas técnicas y adopción de

estas perspectivas, si como parece son extrañas al quehacer cotidiano de

los responsables administrativos.

2. Entre las acciones microeconómicas de las políticas tendentes al

desarrollo económico endógeno, los "planes de actuación" constituyen un

instrumento a considerar, en la manera en que su principal función consiste

en contribuir de forma coordinada y concertada a trazar una estrategia

competitiva conjunta, dinámica e innovadora, en un segmento del tejido

empresarial autóctono adormecido y competitivamente marginal. La

naturaleza del fin que un "plan de actuación" persigue, es pues desempeñar

de manera conjunta los distintos vectores de la función empresarial,

aglutinándolos en una estrategia competitiva común, reforzada con una serie

de medidas incentivadoras, tendentes a propiciar la implantación

individualizada de la estrategia acordada. Aún cuando el éxito del plan no

sea completo, habrá introducido en el tejido empresarial una acción

innovadora que impulsará el seguimiento de parte de la red empresarial

restante.

En este instrumento de desarrollo endógeno microeconómico, la gestión

pública igualmente estratégica de las agencias de promoción empresarial

junto a la idoneidad del gestor público responsable, pueden considerarse los

principales condicionantes del éxito, y junto a ellos la elección de un sector

Page 158: Gestión pública estrategica michael barzclay

industrial con ventajas competitivas y un tejido empresarial inicialmente

adormecido pero medianamente estructurado.

Page 159: Gestión pública estrategica michael barzclay

APENDICE DE DATOS

Cuadro 1: INVERSIONES PRODUCTIVAS Y FUENTES DE

INVERSION.

Cuadro 2: INVERSION GENERAL EN INFRAESTRUCTURA.

Cuadro 3: INVERSIONES DERIVADAS.

Page 160: Gestión pública estrategica michael barzclay

BIBLIOGRAFIA

Abell, Derek, 1980. Defining the Business: The Starting Point of Strategic

Planning. Englewood Cliffs: Prentice Hall.

Aldrich, Howard, y Catherine Zimmer, 1986. "Entrepreneurship Through Social

Networks." en The Art and Science ofEntrepreneurship. Editado por Donald L.

Sexton y Raymond W. Smilor. Cambridge: Bellinger Publishing Company.

Andrews, Kenneth R, 1980. The Concept of Corporate Strategy. Edición

revisada. Homewood, IL: Dow Jones Irwin.

Baena del Alcázar, Mariano, 1985. Curso de Ciencia de la Administración.

Madrid: Tecnos.

Barzelay, Michael, 1987a. "El Socialismo Andaluz: Ideología Política y Política

Económica en una Comunidad Autónoma Española", Estudios Regionales,

Agosto, pp. 103-120.

Barzelay, Michael, 1987b. "Andalusia's Market-Driven Socialism. Endogenous

Development in a Constrained Regional Polity."Trabajo presentado en las

reuniones anuales de la American Political Science Association, Septiembre.

Bennis, Warren, y Burt Nanus, 1985. Leaders: The Strategy For Taking

Chane. New York: Harper and Row.

Berger, Peter L., y Thomas Luckmann, 1967. The Social Construction of

Reality: A

Treatise in the Sociology of Knowledge. Nueva York: Anchor Books.

Page 161: Gestión pública estrategica michael barzclay

Caldentey, Albert P., et al., 1987. MarketingAgrario. Madrid: Ediciones Mundi-

Prensa.

Chandler, Alfred D., 1962/1969. Strategy and Structure: Chapters in the

History of the Industrial Enterprise. Cambridge: MIT Press.

Dahl,Robert A., 1979. "Procedural Democracy," en Philosophy, Politics. and

Society, 5th series. Editado por Peter Laslett y James Fishkin. New Haven:

Yale University Press.

Delgado Cabeza, Manuel, 1981. Dependencia y Marginación de la Economía

Andaluza. Córdoba: Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de

Córdoba.

Dülfer, Eberhard,1975. Problemática de Colaboración y Promoción Industrial

en Andalucía: Actitudes y Motivaciones del Empresariado en Andalucía.

Sevilla: Instituto de Desarrollo Regional.

Dyson, Kenneth H.F., 1980. The State Tradition in Western Europea A Study

of an Idea and Institution, Nueva York: Oxford University Press.

Escuredo, Rafael, 1983. "La Planificación Económica "Boletin Económico de

Andalucía..

Ferguson, Ronald F. y Helen F. Ladd, 1987. "Massachusetts," en The New

Economic Role of States. Editado por R. Scott Fosler. Nueva York: Oxford

University Press.

Friedmann, John, 1987. Planning in the Public Domain. Princeton: Princeton

University Press.

Page 162: Gestión pública estrategica michael barzclay

Gellner, Ernest, 1974. The Legitimation of Belief_ Cambridge: Cambridge

University Press.

Greenfield, Sidney M., Arnold Strickon, y Robert T. Aubey, eds., 1979.

Entrepreneurs in Cultural Context. Albuquerque: University of New Mexico

Press.

Gulick, Luther, 1937. "Notes on the Theory of Organization," en Papers on

the Science of Administration, editado por L. Gulick y L. Urwick. Nueva York:

Institute of Public Administration.

Hackman, J. Richard, 1986. "The Psychology of Self-Management in

Organizations," en Psychology and Work: Productivity, Change, and

Employment, editado por M.S. Pallack y R.O. Perloff. Washington: American

Psychology Association.

Hackman, J. y Richard E. Walton, 1986. "Leading Groups in Organizations,"

en Designing Effective Work Groups, editado por Paul S. Goodman. San

Francisco: Jossey-Bass.

Hirschman, Albert O., 1958. The Strategy of Economic Development. New

Haven: Yale University Press.

Hirschaman, Albert O., 1981. "A Generalized Linkage Approach to

Development, With Special Reference to Staples", Essays in Trespsassing.

Nueva York: Cambridge University Press.

Hirschman, Albert O., 1984. GettingAhead Colectively: Grassroots

Experiences in Latin America. Nueva York: Pergamon.

Page 163: Gestión pública estrategica michael barzclay

Instituto de Promoción Industrial de Andalucía, 1986. "Memoria de

Actividades, Legislatura 1982-86, Documentos de Gestión" Sevilla: IPIA.

Jerez Mir, Miguel, 1985. "Una experiencia de Partido Regional: El Caso del

PSA-Partido Andaluz," Revista Española de Investigaciones Sociológicas.

Kelman, Steven, 1986. Making Public Policy. Nueva York: Basic

Books.Lawrence, Paul R., y Jay Lorsch, 1967/1986. Organization and

Environment. Boston: Harvard Business School Press

.

Lax, David A., y James K. Sebenius, 1986. The Manager as Negotiaton

Bargaining for Cooperation and Competitive Gaim. Nueva York: Free Press.

Lindblom, Charles E., y David K. Cohen, 1979. Usable Knowledge: Social

Sclence and Social Problem-Solving. New Haven: Yale University Press.

Marshall, Paul W., et al., 1975. Operations Management: Text and Cases.

Homewood, IL• Irwin.

Mashaw, Jerry L., 1983. Bureaucratic Justice. New Haven: Yale University

Press.

McCarthy, Thomas,1978. The Critical Theory ofJiirgen Habermas

_Cambridge: MIT Press.

Meyer, John W., y Ronald Jepperson, 1987. "Polities, Interests, Functions,

and Organizing." Trabajo presentado en la Conference on Institutional

Change, Center for Advanced Study, Palo Alto, California.

Page 164: Gestión pública estrategica michael barzclay

Meyer, John W., y Brian Rowan, 1977. "Institutionalized Organizations:

Formal Structure as Myth and Ceremony." AmericanJournal of Sociology,

Septiembre, pp. 340-63-

Moore, Mark, 1982. "Notes on the Design of a Curriculum in Public

Management." John

F. Kennedy School of Government, Harvard University, mimeografiado.

Moore, Mark, 1988. "What Sort of Ideas Become Public Ideas?" en The

Power of Public Ideas. Editado por Roben B. Reich. Cambridge: Ballinger.

Morgan, Gareth, 1986. Images of Organization. Beverly Hills: Sage.

Nieto, Alejandro, 1984. La Organización del Desgobierno. Barcelona: Ariel.

O'Keanj.M., Barzelay,M. y A. Stone, 1988. "Promoción empresarial:

Estrategias." Información Comercial Española, nQ. 663, pp. 92-103.

Organization for Econornic Cooperation and Development, 1978. "Agencies

for Industrial Adaption and Development." Paris: OECD.

Pérez Bueno, Salvador, 1987. Andalucía: Autonomía y Subdesarrollo. Jerez

de la Frontera: Fundación universitaria de Jerez.

Peters, Thomas y Robert Waterman, 1982. In Search of Excellence. Nueva

York: Warner Books.

Pérez Royo, Javier y Antonio Porras Nadales, eds., 1987. El Parlamento de

Andalucía: Análisis de la Primera Legislatura (1982-86). Madrid: Tecnos.

Plan Económico para Andalucía (1984-86), 1983. Sevilla: Junta de Andalucía.

Polanyi, Michael, 1966. The Tadt Dimension. Nueva York: Anchor.

Page 165: Gestión pública estrategica michael barzclay

Porras Nadales, Antonio J., 1984. "El PSA-Partido Andaluz" Departamento de

Derecho Político, Universidad de Sevilla, Diciembre.

Porras Nadales, Antonio J., 1985. Geografia Electoral de Andalucía. Madrid:

Siglo XXI.

Porras Nadales, Antonio J., 1985. "La Función de Gobierno: Su Ubicación en

un Emergente Modelo de Estado Postsocial." Revista de Estudios Políticos.

Abril-Junio.

Porter, Michael, 1980. Competitive Strategy. Nueva York: Free Press.

Román, Carlos, 1987. Sobre el Desarrollo Económico de Andalucía. Málaga:

Editorial Arguval.

Sánchez de la Morena, Ricardo, y José María Bueno, 1984. "El Instituto de

Promoción Industrial de Andalucía" Boletín Económico de Andalucía nº4 4, pp.

88-94

Selznick, Philip,1957. Leadership inMminictration: A Soclological

lnterpretation. Nueva York: Harper and Row.

Simon, Herbert A., 1948-1976. AdministrativeBehavior, 3' edición. Nueva

York: Free Press.

Smith, Kerwyn K., y David N. Berg, 1987. Paradoxes of Group Llfe:

Understanding Conflict, Paralysis, and Movement in Group Dynamics. San

Francisco: Jossey-Bass.

Stokey, Edith y Richard J. Zeckhauser, 1978. A Primerfor PolicyAnalysis.

Nueva York: Norton.

Taylor, Charles, 1971. "Interpretation and the Sciences of Man." Review

ofMetaphysics, pp. 3-51.

Page 166: Gestión pública estrategica michael barzclay

Tregoe, Benjamin B., y John W. Zimmerman,1980. Top Management

Strategy: What it is and How to Make it Work. Nueva York: The Ronald Press

Company.

Weber, Max, 1968. Economy and Society. Berkeley y Los Angeles: University

of California Press.

Williamson, Oliver L., 1986. Economic Institutions of Capitalism. Nueva York:

Free Press.