geografía y desarrollo -...

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s FIGURA 5: índice de marginalidad, 1990 33' IJ6° 98° 92' 86' 33 o 27' -21' 15* $ Y INDICE DE MARGINALIDAD MUY ALTA 1.4-2.7 ALTA MEDIA BAJA 0.4-1.4 (-05)-(0.4) (-1.7)-(-0.5) MUY BAJA ( -2)-(-18) Í "'I c 116' FUENTE CARTA BASE, I 1.3 ATLAS NACIONAL DE MEXICO. 1992 INSTITUTO OE GEOGRAFIA, U N A M FUENTE CONSEJO NACIONAL DE LA POBLACION 1993 INDICADORES SOCIOECONOMICOS E INDICE DE MARGlNACION MUNICIPAL. 1990 CONAPO, MEXICO 110' 104' 100 50 O 100 200 300 Km ELABORO ERIC< ARVIZU FLORES 27° 15° 98' 92° 86' DETENAL. Geografía y desarrollo. 1997

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s FIGURA 5: índice de marginalidad, 1990

— 33'

IJ6° 98° 92' 86'

33o —

— 27'

-21'

— 15*

$

Y

INDICE DE MARGINALIDAD

MUY ALTA 1.4-2.7

ALTA

MEDIA

BAJA

0.4-1.4

(-05)-(0.4)

(-1.7)-(-0.5)

MUY BAJA ( -2)-(-18)

Í "'I

c

116'

FUENTE CARTA BASE, I 1.3 ATLAS NACIONAL DE MEXICO. 1992 INSTITUTO OE GEOGRAFIA, U N A M

FUENTE CONSEJO NACIONAL DE LA POBLACION 1993 INDICADORES SOCIOECONOMICOS E INDICE DE MARGlNACION MUNICIPAL. 1990 CONAPO, MEXICO

110' 104'

100 50 O 100 200 300 Km ELABORO ERIC< ARVIZU FLORES

27°

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La población económicamente activa, en los municipios

que presentan este nivel muy bajo se concentra más en

las actividades secundarias y terciarias, las cuales

presentan un valor entre el 35 y 70% , este último valor

se dá en las capitales de los estados (figura 8).

La población que obtiene menos de un salario mínimo,

registra porcentajes entre 1 y 27%, se distribuye en los

municipios fronterizos y capitales de estado de las

mismas entidades (fl§ura 9).

En el grado de marginalidad muy bajo se manifiestan las

tasas más bajas de mortalidad infantil de menos de 35

/ooo (muertes de infantes de menos de un año por cada

1000 niños que nacen), que es el valor nacional. También

la esperanza de vida presenta los valores altos de más de

70 años; el analfabetismo es bajo con menos del 5% y el

alfabetismo muestra valores arriba del 85% de alfabetos

(cuadro 5).

El grado de marginalidad baja, que es el predominante en

las zonas áridas, se caracteriza por los niveles de

urbanización que varían desde el 34% hasta el 90% ,

pero sólo en 40 municipios , el resto presenta población

rural, ya que se tomo en cuenta a las localidades que

tienen más de 15000 habitantes (figura 6).

La densidad de la población varía entre el 1 a 500 hab

/km cuadrado , es decir desde el valor muy bajo hasta el

alto (figura 4). La migración presenta valores de 7% a

35% el índice de migración; la población económi-

camente activa también tiende a distribuirse dentro de las

actividades secundarias y terciarias (figuras 7 y 8). La

población que obtiene menos de un salario mínimo se

concentra entre el 8 y 60% (figura 9).

El nivel de marginalidad medio, que abarca 173

municipios, muestra las siguientes características; la

población urbana se distingue entre el 24 y 40% en 8

municipios, es bajo el porcentaje de urbanización; la

densidad de población varía desde 1 a 170 hab/ km

cuadrado, el valor alto en este indicador se localiza en

Guanajuato. El índice de migración tiene una variación de

1% a 24% , hacia esta área migran menos personas, y

presentan en algunas áreas saldos netos migratorios

negativos (figuras. 6, 7 y 8).

La población económicamente activa tiene mayor representación en las actividades primarias, entre el 10 y

el 80%, la industria y las actividades terciarias presentan

valores de 5 a 40% solamente. Las personas que

obtienen menos de un salario mínimo presentan un rango

entre el 13 y el 80%, los valores altos se presentan en el

estado de Oaxaca, e Hidalgo (figuras 8 y 9).

Las tasas de mortalidad infantil en este nivel medio

registra valores entre el 35/ooo y ei 46.7/ooo (muertes de

infantes menores de un años por cada 1000 niños que

nacen), aumenta el valor con respecto a las anteriores; la

esperanza de vida es de 68 a 70 años; el analfabetismo

es de 5 a 15%; la tasa de fecundidad es un poco más alta

de la media nacional, de 2.7 a 2.9 (cuadro 5).

El nivel alto, cuenta con 48 municipios, que se localizan

en Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo, y Oaxaca

principalmente, la urbanización no existe en estos

municipios; la densidad de población varía entre 6 y 60

hab/ kilómetro cuadrado, estos valores están en los

niveles de densidad bajo y medio; la migración tiene

valores entre 1 y 10%, con mayor número de saldos

negativos, existe una emigración (figuras 4, 6 y 7).

La población económicamente activa esta representada

con más del 50% en las actividades primarias; las

personas que reciben menos de un salario mínimo son entre el 50 y el 88% (figura 8).

La mortalidad infantil registra valores de más de 40/ooo;

la esperanza de vida es de 60 a 66 años (cuadro 5).

Los valores muy altos que se dan en 16 municipios se

distribuyen en Oaxaca, con 11, dos en Guanajuato, y uno

en Chihuahua, Jalisco y Guanajuato. No existe población

urbana; la densidad de población es de 4 a 14 hab/km

cuadrado; el índice de migración es de 0.9% a 5%, presentando saldos negativos de -20 (figura 6 y 7).

La población económicamente activa tiene mayor

representación en las actividades primarias con más del

70%; la población que recibe menos de un salario mínimo

varía de 50 a 88% (figura 8 y 9).

Las otras características sociales como la mortalidad

infantil es alta , de 49/ooo como promedio, (muertes de

infantes de menos de un año por cada 1000 nacidos vivos); la esperanza de vida es de 60 años; el

analfabetismo es de 30% (cuadro 5).

CARACTERIZACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO

DE LAS ZONAS ÁRIDAS DE MÉXICO

La distribución geográfica de los niveles de desigualdad,

se manifiesta por el deterioro de los espacios tanto

productivos, como de soporte, lo cual se hace evidente

en la funcionalidad del espacio geográfico, que marca

áreas de riesgo para el crecimeinto socio-económico.

Áreas que crecen, las cuales tienen los niveles de

marginacion muy bajo y bajo, en ellas se encuentran las

capitales de los estados y los municipios fronterizos, así

como los municipios conurbados de Monterrey y San Luis

Potosí, así como, las áreas de los distritos de riego de

Sonora, la región Lagunera, Chihuhua, Sinaloa, y Baja

California Sur, estos abarcan el 55.9% del total de los

municipios de las zonas andas. Todos ellos manifiestan

un grado de urbanización de más de 70% ; las capitales

de los estados cuentan con áreas industriales bien

conformadas, en los municipios fronterizos la presencia

de la industria maquiladora en los municipios con distritos

de riego se representa una agricultura y ganadería

tecnificadas; en todos ellos las actividades terciarias

complementan la satisfacción de las necesidades de

consumo.

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CUADRO 5: Indicadores en tipos de marginalidad en zonas áridas de México 1990

ESTA- DO

POB. ZONAS ÁRIDAS

GRADO MARGI-

NALI- DAD

POB. URBANA

MORTA- LIDAD INFAN-

TIL

ESPE- RANZA

DE VIDA

ANAL- FABE- TISMO

FECUN- DIDAD

TASA CRECI- MIENTO

SALDO NETO

MIGRA- TORIO

MUY ALTA

GRO 18,150 1.70 - 41.1 66 26.8 2.8 0.9 -15.2

HGO 107,756 1.10 384,783 48.1 66 20.6 2.8 3.9 -18.0

MICH 96,652 0.20 17,771 33.5 69 17.3 2.8 1.4 -17.2

OAX 499,126 2.00 267,278 48.5 62 5.6 2.8 3.2 -17.6

FUE 151,909 0.80 - 48.5 66 19.2 2.7 -0.3 -9.4

SLP 1,393,871 0.70 730,844 32.9 71 14.9 2.8 2.0 -17.8

ZAC 1,082,752 0.50 313,548 31.1 71 9.9 3.1 1.3 -33.8

TOTAL 4,350,216 1,714,224

ALTA

CHIH 2,209,330 -0.80 1,692,226 35.9 70 6.7 2.5 1.9 6.7

DGO 1,179,912 0.01 574,723 33.8 71 7.0 2.9 1.2 -18.8

GTO 2,257,511 0.21 1,244,806 42.2 69 26.8 2.8 3.0 -10.2

ORO 904,660 0.16 489,408 42.7 68 15.3 2.7 4.1 1.5

SIN 1,964,667 -0.14 1,032,037 33.5 72 9.8 2.7 1.3 -2.8

TAMP 1,231,289 -0.60 817,825 28.4 71 6.9 2.4 1.3 9.1

TLAX 30,160 -0.13 - 46.7 68 11.1 2.8 2.2 -9.1

YUC 63,083 0.36 35,280 33.5 71 15.8 2.5 1.4 -9.8

TOTAL 9,340,612 5,936,305

MEDIA

AGS 719,657 -0.80 442,378 35.0 71 7.1 2.7 4.0 4.1

BCS 317,764 -0.90 188,392 30.4 72 23.0 2.4 3.7 23.0

COAH 1,972,340 -1.05 1,571,759 56.9 71 5.5 2.5 2.3 -4.4

JAL 465,027 -0.70 154,406 33.3 71 8.9 2.7 0.1 0.6

SON 806,502 -0.80 1,226,035 33.1 70 5.6 2.5 1.8 7.1

TOTAL 7,949,803 4,322,570

BAJA

BC 1,609,298 -1.37 1,329,672 34.9 71 4.7 2.3 3.3 40.9

NLN 2,663,513 -1.37 689,600 24.7 74 4.6 2.3 3.7 16.2

TOTAL 23,983,555

FUENTE: INEGI, 1992. XI Censo General de Población y Vivienda por Estados. Inegi Ags. Mexico.

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FIGURA 6: índice de población urbana, zonas áridas

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% FIGURA 7: índice de migración, zonas áridas

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FIGURA 8: Población económicamente activa de las zonas áridas por sectores

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\o FIGURA 9: Población que obtiene menos de un salario, zonas áridas

INGRESOS

(% de población)

— 15'

10-29.9

3 0 - 49.9

50 - 6 9.9

70 - 89.9

100 200 300 400 «m

/

/

113*

FUENTE'INEGI, INDICES DE BIENESTAR, AGS. MEXICO, 1995 . ELA80R0' MARIA ELENA QUINTERO RINCON

107* 101*

O

95*

<7

MAR

v caribe"

15* —

89*

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Áreas que sobreviven, son los municipios de nivel

medio de desigualdad, que corresponden a 173

municipios de las zonas áridas, concentrándose 12 en

Durango, 15 Hidalgo, 11 en Oaxaca, 13 en Puebla, San

Luis Potosí con 24 municipios, Tamaulipas con 11, Coahuila con 8, Chihuahua con 7 y Zacatecas con 20.

En estas áreas se observa condiciones socio-económicas

poco satisfactorias, como son centros de salud,

instituciones educativas, servicios y fuentes de trabajo

para retener a la población.

Áreas en crisis, van a corresponder a los niveles alto y

muy alto de marginación, tienen como característica

general un saldo neto migratorio negativo, o sea de

expulsión, es un mayor número de personas que obtiene

menos de un salario mínimo o no tienen ingresos, y la

población se dedica a la agricultura de subsistencia, por lo

cual son áreas que se registran un descenso de población; se presenta un rezago social y falta de

oportunidades para mejorar la capacidad productiva de

las áreas , ya que el problema de la desigualdad en ellas

es de gran magnitud.

Se requiere que la política económica y la voluntad del gobierno esten más encaminadas al desarrollo social para

un mejor bienestar de la población siempre que ha habido

una política encaminada con ese objetivo se notan los

avances en todos los aspectos.

CONCLUSIONES

La desigualdad de la población de las zonas áridas esta

dada en función de la distribución de la población y sus

actividades económicas , ya que un factor importante en

la concentración o dispersión de la población es el

elemento agua en las zonas áridas y semiárida es un

factor prioritario en el desarrollo socioeconómico de las

zonas.

El nivel de desigualdad que más se extiende es el nivel

bajo, abarcando al 44% de los municipios de dicha zona,

con un volumen de población de 7 116 91 personas, la

población se distribuye en municipios urbanizados con

mas de 70%, por lo tanto existe una alta concentración de

la población. En los estados de Nuevo León y Sonora es

en donde se ubican el mayor número de municipios y se

dedican a la actividad agropecuaria.

El nivel muy bajo abarca a 59 municipios, concentrando a

12791,213 personas, es el nivel de mayor volumen de

población, es en los estados de Sonora, Chihuahua,

Coahuila y Nuevo León los que registran el mayor

número de municipios, son áreas dedicadas a la actividad industrial y agropecuaria. Cabe destacar que los tres

municipios del estado de Baja California presentan el

nivel muy bajo de marginación, esto debido al

crecimiento industrial y agropecuario.

Los niveles de desigualdad alto y muy alto concentran a

910,682 personas, y se extienden en 64 municipios de las

zonas áridas y semiáridas de México, es el estado de

Oaxaca el que presenta el mayor número de municipios

29, más de la mitad de ellos en zonas áridas. Los

elementos detonantes en estas áreas son el escazo

empleo, los niveles de ingreso muy bajos o inexistentes,

carencia de servicios educativos, de salud, e

infraestructura en las viviendas, en contraste altos niveles de analfabetismo, de mortalidad infantil y esperanza de

vida bajo.

Se presentan dos aspectos contrastantes, por una parte el

número de municipios que abarcan los niveles de

marginación bajo y muy bajo se localizan en la mayoría de los municipios que sirven como focos de atracción de

la misma zona árida y que requieren a su vez de

información a nivel de localidad para conocer el

comportamiento de la desigualdad dentro de ellos, y por

otro lado están los municipios con niveles de marginación

alto y muy alto que tienden a despoblarse por sus propias

características de precariedad.

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POLÍTICAS LOCALES DE DESARROLLO EN

ZONAS ÁRIDAS. Ahorro de energía en

MexicaU, B. C.

Sergio Flores Peña

Licenciatura en Urbanismo, Facultad de Arquitectura, UNAM

RESUMEN: A partir de 1988, la política tarifaria en materia de energía eléctrica penalizó en forma

desproporcionada a las zonas extremadamente calurosas. En el caso de Mexican B. C. el gobierno

municipal asumió el liderazgo para crear los espacios de concertación entre los tres niveles de

gobierno y evitar un conflicto creciente entre la población local y la Comisión Federal de

Electricidad.

ABSTRACT: Since 1988, energy pricing policy resulted in an unproportional burden for areas of

extreme hot temperatures. In the case of Mexican B.C. the municipal government took on the

leadership to facilitate partnership and negotiation between different levels of government and the

community in order to stop a growing confrotation with the Federal Electric Agency.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo busca destacar la necesidad de

incorporar variables climáticas y de carácter regional a

las políticas públicas de desarrollo en zonas áridas.

Con esto se pretende colaborar al debate sobre el

papel que debe jugar la administración local como

instancia de concertación entre niveles de gobierno y

agentes del desarrollo, para que políticas de corte

general como el servicio de energía eléctrica, cuenten

con elementos que le permitan adecuarse a

condiciones específicas que resultan críticas en el

proceso de desarrollo.

El caso que aquí se presenta tiene que ver con la

necesidad de establecer una política local específica

relativa al consumo de energía eléctrica en una zona

árida que se caracteriza por sus condiciones climáticas

excepcionalmente adversas: El Valle de Mexicali.

El tratamiento que se le da al tema pretende contribuir

a nuevas perspectivas sobre los planteamientos del

desarrollo urbano en zonas áridas, se rebasan las

propuestas que frecuentemente se han realizado en el

contexto de las profesiones del diseño, donde se

tiende a un "folklorísmo" arquitectónico que ve en el

norte de África el paradigma formal al que se debería

sujetar para lograr niveles más altos de confort

mediante tecnologías "suaves" o de bajo consumo de

energía.

Apegarse a este determinismo formal deja de lado una

componente fundamental de la vida urbana: la cultura

de sus habitantes, suma y síntesis de la historia de un

lugar. Imponer la forma sobre la cultura de habitar ha

sido causa de grandes fracasos y de mal uso de

recursos.

Por el contrario, una postura que reconoce la cultura y

lo específico de un lugar como el "sustrato duro" en el

que debe apoyarse la construcción de conocimientos

sobre la vida urbana en zonas áridas, exige del

conocimiento de las maneras de adaptación que se

han generado en esas condiciones climáticas

particulares y las formas en que éstas han sido

gestadas y socializadas a través de instituciones y

actores locales.

Resulta particularmente relevante en un contexto

institucional como el de México, de tradición

centralista, vertical y autoritaria, identificar iniciativas

locales de adaptación ambiental, gestadas a nivel

municipal, estas son pocas, sin embargo existen y

deben rescate..os.

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De esta manera, el objetivo principal de este trabajo

es iniciar la documentación de este tipo de

experiencias que revelan formas de gestión, que

favorezcan una construcción más racional y eficiente

de las ciudades en zonas áridas. Se busca llamar la

atención sobre los vacíos de política institucional en

relación al desarrollo en zonas áridas, ya que los

esfuerzos institucionales en estas zonas se orientan

exclusivamente a zonas agrícolas marginales.

DESARROLLO URBANO EN ZONAS ÁRIDAS

Ciudad y política son conceptos que se funden al

construir la noción de desarrollo urbano como el

conjunto de medidas (reglas de convivencia, acciones

y obras) para conducir los procesos de cambio en las

áreas urbanas, hacia niveles superiores de bienestar

social.

La política permite obtener y ejercer el poder -la

facultad de conducir los procesos de cambio- para

administrar los bienes públicos La ciudad por su parte

puede conceptualizarse como un conjunto de

actividades interdependientes (un agregado social),

que requiere de un gobierno para coordinar una amplia

gama de servicios y de infraestructura disponible cuyo

uso ofrezca el mayor beneficio posible al conjunto

social.

Desde esta perspectiva, el desarrollo urbano en zonas

áridas es la suma de gestiones y acciones en el

ámbito de lo público, que propician una mejor

adaptación a sus condiciones climáticas extremas

propias. Esto a su vez deriva en un uso más racional

de los recursos y en ahorros colectivos. Al ser

iniciativas locales, su raigambre cultural es

incuestionable.

AHORRO DE ENERGIA ELÉCTRICA EN

MEXICALI B.C.

El concepto de zona árida se construye básicamente a

partir de dos condiciones climáticas: la poca y mal

distribuida precipitación, y las temperaturas extremas:

muy altas en primavera y verano, y muy bajas en

invierno (La Jornada 10-X-95). Sobre este segundo

componente, sobresale la experiencia del Municipio

Mexicali, iniciada en 1988 a raíz del incremento en las

tarifas de consumo de energía eléctrica por parte de la

CFE.

Se destaca el liderazgo asumido por la Administración

Municipal para atender un reclamo social

generalizado, los instrumentos creados, los

mecanismos de concertación social y la difusión de las

investigaciones que apoyaron todo lo anterior.

CONDICIONES DEL MEDIO NATURAL

El Municipio de Mexicali se ubica en la región del

desierto de Sonora en el noroeste de México sobre la

frontera con los EUA, con longitud 105 y latitud norte

32 (figura 1).

FIGURA 1: Localización de Mexicali y el Desierto de Sonora

FUENTE: Enciclopedia Multimedia. The Software Toolworks.

A su clima desértico contribuye su ubicación dentro de

la franja del Trópico de Cáncer y las condiciones

orográficas particulares de la región: su escasa altitud

(4 metros sobre el nivel del mar en promedio) y la

Sierra de Juárez bloquean la posibilidad de recibir

brisas marinas del Océano Pacífico como sucede en la

costa poniente de la península de Baja California. Las

temperaturas promedio máximas en verano son de

41 °C y los promedios mínimos de invierno son de 5°C;

presenta únicamente 74mm de precipitación anual y

con poca nubosidad: (de 3 a 5 días de lluvia al año).

Como consecuencia de la combinación de todos estos

factores, la vegetación desértica originaria es escasa.

ORIGEN DEL PROBLEMA

Si bien lo extremoso del clima hace difícil la

adecuación de los espacios habitables, el uso de los

materiales y sistemas constructivos utilizados en la

región es inadecuado al ambiente desértico. En las

condiciones actuales, el nivel de respuesta al medio

físico sólo ha propiciado que la población requiera de

mayores estándares de consumo de energía eléctrica

para alcanzar los niveles de confort que ahora ya se

consideran socialmente aceptables.

Mexicali surgió en condiciones naturales y económicas

muy adversas. Sin embargo por varias décadas, el

auge económico y el nivel relativamente alto de

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bienestar experimentado en la región impidieron que

el gasto de energía eléctrica derivado de la utilización

de aparatos de aire acondicionado durante el verano

fuese considerado un problema a nivel regional.

La condición de frontera y zona libre facilitó la

importación de estos equipos a precios accesibles; el

comportamiento económico favorable en la región

postergó la preocupación de usuarios, diseñadores y

constructores, por utilizar criterios de adecuación

ambiental en la construcción de espacios habitables y

de la ciudad en su conjunto.

Por el contrario, los patrones de expansión física del

área urbana favorecen el consumo de energía

eléctrica: traza ortogonal a base de calles anchas,

viviendas aisladas orientadas en su mayoría norte-sur,

que provocan una fuerte exposición al sol en las

fachadas este y oeste, escasa vegetación en las calles

y al interior del lote.

El incremento tarifario de energía eléctrica iniciado en

1988 se convirtió en una carga excesiva para el gasto

familiar y un problema social de importancia. Se

reporta que durante el verano de ese año, la CFE

facturó del orden de los 150 000 millones de viejos

pesos, convirtiéndose en factor de descapitalización

de la economía regional y ante los ojos del ciudadano

común, el enemigo público N°1. Fueron frecuentes,

ese verano, los convenios de pago a plazos donde se

comprometía el aguinaldo que se recibiría unos meses

después, (periódicos locales de "La Crónica" y "La Voz

de la Frontera", agosto-septiembre de 1988).

La respuesta local fue la de iniciar una serie de

manifestaciones de inconformidad ante la CFE. La

movilización popular desembocó en la creación de un

foro permamente de consulta popular donde

participaban los grupos más representativos de la

Sociedad Mexicalense. A ese foro se le llamó "Comité

de Defensa del Pueblo" (contra los cobros de la CFE).

LA INICIATIVA MUNICIPAL

Ante las expectativas de una mayor confrontación

entre la autoridad federal (representada por la CFE) y

la población local, en paralelo a un mayor deterioro de

la economía familiar, el gobierno municipal asumió el

liderazgo creando la Comisión para Ahorro de Energía

el Municipio de Mexicali (CAEMM) que se integró de la

siguiente manera:

TABLA 1: Composición de la Comisión de Ahorro de

Energía del Mpio. de Mexicali (CAEMM)

PRESI-

DENCIA CONSEJO DIRECTIVO

COORDINACIÓN

EJECUTIVA

Presidente

Municipal

* Sría. de Programación y Presupuesto (SPP)

* Sría de Desarrollo Social (SEDESOL)

* Comisión Federal de Electricidad (CFE)

* Instituto Nacional del Consumidor (INCO)

* Sría. de Asentamientos Humanos del Estado (SAHOPE)

* Universidad Autónoma de Baja California (UABC)

* Colegio de Ingenieros Mecánicos-Electricistas

* Comité de Defensa del Pueblo

* Ayuntamiento de Mexicali

Universidad

Autónoma de Baja

California

La presidencia correspondió al Presidente Municipal

en su carácter de líder político de la comunidad y

vínculo oficial con los otros dos niveles de gobierno.

En el consejo directivo se involucraron actores e

instituciones que desde la perspectiva local, resultaban

claves para establecer programas efectivos y

realizables. El consejo directivo se integró con los tres

órdenes de gobierno, a los responsables de las

políticas públicas del sector enérgico y al consumidor,

y a los que colaboraron para acotar y dimensionar la

problemática, incluido el órgano representativo de la

inconformidad social: el Comité de Defensa del

Pueblo.

Los propósitos primarios de dicha Comisión fueron los

de:

"Lograr un trato equitativo en materia de política

tarifaria dentro del ámbito del consumo nacional

de energía eléctrica"; y,

"Dar congruencia a todas las acciones

cotidianas de gobierno fomentando un estilo de

vida acorde al medio socio-geográfico".

Vale la pena aquí detenerse en un breve análisis de

los propósitos que revela la Constitución del Consejo

Directivo de la CAEMM.

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ENTIDAD PARTICIPANTE

FUNCIONES

Secretaría de Programación y Presupuesto*

Para acercarse a la posibilidad de aplicar recursos o de lograr la autorización de los recursos para ser aplicados por otras instituciones; además, era la encargada de autorizar cambios en las tarifas de consumo eléctrico.

Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología:

Para involucrar recursos del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol).

Universidad Autónoma de Baja California:

Para ofrecer el apoyo técnico requerido, sobre todo encaminado a los aspectos socioeconómicos y más importante, legitimizar y despolitizar la información base para los programas y la conducción de los trabajos en la CAEMM.

Secretaría de Asentamientos Humanos del Estado:

Como máximo órgano en materia de desarrollo urbano en la entidad, y vínculo con la industria de la construcción local.

Comisión Federal de Electricidad

La entidad prestadora del servicio cuestionado, es decir trabajando con el enemigo.

Colegio de Ingenieros Mecánico- Electricistas

Como órgano de asesoría técnica.

Comité de Defensa del Pueblo:

Organo no gubernamental de representación multisectorial, a través del cual se canalizaron las demandas ante la CAEMM.

Insituto Nacional del Consumidor:

En apoyo a la visión del usuario sobre la necesidad de establecer unas condiciones mínimas de habitabilidad en relación al clima y la obligación del Estado Mexicano de facilitarlas.

Ayuntamiento de Mexicali:

Para consolidar el liderazgo político en la Comisión y como la autoridad más cercana al usuario.

* En ese entonces la encargada del gasto Público, a partir de 1992 sus

funciones fueron absorbidas por la SHCP y la SEDESOL.

La CAEMM se volvió así la instancia misma de la

concertación apoyada por las coordinaciones de

estudios y servicios a la comunidad. Es decir, en un

mismo espacio se definió el problema, se

establecieron líneas de trabajo, se ejecutaron acciones

y se evaluaron resultados.

MODIFICACIONES TARIFARIAS

En el caso específico de los índices de consumo de

energía eléctrica, era importante demostrar que dichos

índices resultaban más elevados que en el resto del

país debido a las temperaturas extraordinariamente

más altas que se registran durante buena parte del

año. Esta condición obliga a la adquisición y

mantenimiento de equipo especial de aire

acondicionado, indispensables para el

acondicionamiento ambiental de las viviendas. Si bien

con esto se logran mejores niveles de confort, sus

costos de operación afectan sensiblemente la

economía familiar en detrimento de otras necesidades

de ese núcleo.

En cuanto a este último aspecto, también resultaba

imperativo la apreciación científicamente

fundamentada de los efectos sociales de la estructura

tarifaria vigente, demostrando a las instancias

federales correspondientes que las condiciones

particulares de la región la hacían merecedora de un

trato solidario y equitativo, que de ninguna manera

significaba privilegio alguno: se trataba de proteger un

consumo mínimo aceptable para que la población

menos favorecida mantuviera niveles mínimos

necesarios de confort, así como por cuestiones de

salud.

Dos acciones se emprendieron para soportar

técnicamente la necesidad de una nueva tarifa:

I. Un estudio comparativo de normales

climatológicas en ciudades del norte del país

con temperaturas máximas extremas en

verano (1990) y

II. El análisis del impacto ambiental derivado del

consumo eléctrico (1990) En el caso del

primero se construyeron los argumentos para

sostener la necesidad de replantear el diseño

de la tarifa, con datos climatológicos de la

SARH para el período 1941-1970, para los

casos de: Mexicali, B.C.; San Luis Río

Colorado, Hermosillo y Altar en Sonora;

Culiacán, Sinaloa; y Ojinaga, Chih.

El argumento clave fue demostrar que resultaba

inadecuado para el caso de Mexicali y San Luis Río

Colorado, Son., el criterio de diseño de tarifas de la

CFE, con base en temperaturas medias mínimas, esto

es la menor de las temperaturas medias generales

durante el período de verano, es equivalente a 31°C

para los climas cálidos extremosos. A esas regiones

se les aplicaba la tarifa 1D durante el verano.

La UABC demostró que el criterio utilizado ocultaba

variaciones importantes y que en virtud del promedio

considerado se estaban aplicando "tarifas iguales a

situaciones desiguales". A partir del análisis de las

temperaturas medias máximas y máximas extremas,

principalmente, se estableció que las condiciones de

Mexicali y San Luis Río Colorado son

substancialmente más adversas en virtud de obervar

las más altas temperaturas, las más fuertes

variaciones y los menores índices de precipitación.

Esto quiere decir que no sólo es mayor el calor sino

que éste permanece más tiempo y las condiciones

naturales para suavizarlo (lluvias y vientos) son más

escasos.

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Todo lo anterior demostró a la CFE la necesidad de un

tratamiento tarifario diferenciado en zonas con

temperaturas medias máximas superiores a los 40

grados centígrados como es el caso de Mexícali y San

Luis Río Colorado en Sonora (figura 2).

La segunda acción fue el análisis del impacto social

derivado del consumo eléctrico (1990), para lo cual se

diseñó una muestra aleatoria de 1200 viviendas

estratificadas por niveles de consumo y zonificación

de acuerdo a las áreas cubiertas por las cuatro

agencias de cobro de la CFE para la Zona Urbana de

Mexicali. El rango de consumo comprendido fue de

entre los 200 y los 2000 Kilowatt-hora. La información

sobre el consumo y la localización del consumidor fue

proporcionada por la CFE:

La encuesta buscaba información sobre cuatro

aspectos:

a) La vivienda, en sus características físico-

espaciales y ambientales

b) El perfil socioeconómico del usuario o la unidad

doméstica

c) El consumo eléctrico y las facturaciones

mensuales

d) La opinión de los informantes sobre otras

cuestiones de interés

En relación al impacto social de las tarifas se concluyó

que 8 de cada 10 personas dedicaron al pago de

consumo de energía eléctrica hasta un 10% del gasto

familiar, es decir, tres veces más que el promedio

nacional. Por otro lado, en los hogares con ingresos

mensuales superiores a los 8 salarios mínimos sólo se

destinó una cantidad aproximada al 2% de sus

ingresos.

En los grupos de más bajos ingresos (menos de 2

salarios mínimos) hubo familias que dedicaron hasta

un 40% de sus percepciones a este concepto.

En síntesis, la estructura tarifaria resultaba altamente

inequitativa (figura 3). Determinada por la encuesta

sobre el grado de adecuación ambiental de la vivienda

e impacto social derivado del consumo eléctrico en

Mexicali, C. Resultados reportados en 1990 por el

XIII Ayuntamiento de Mexicali y UABC-Instituto de

Investigaciones Sociales.

Con base en estos argumentos, durante 1989 el

Ayuntamiento planteó una serie de propuestas en el

seno de la CAEMM, quien en conjunto resolvió que la

mejor solución era apoyarse en la legislación vigente

en materia tributaria.

FIGURA 3: Comparativo de curvas de distribución del Ingreso con el

porcentaje de los ingresos familiares que se dedican al pago de

energía eléctrica por nivel de salario.

Salarios Mínimos (S.M.)

Serie 1: Parte de los ingresos familiares que se dedican al pago de energía.

Serie 2: Porcentaje de la población que percibe esos ingresos en términos de salarios mínimos.

Se realizaron así las modificaciones a la Ley General

de Tributación para que el 2% sobre las recaudaciones

aduanales a las que tiene derecho el gobierno

municipal por su condición de frontera, se convirtiera

en el 13% del valor de las exportaciones de energía

eléctrica producida en Mexicali. Dicha energía es

producida en el Complejo Geotérmico de Cerro Prieto,

municipio de Mexicali, y exportada a EUA. Información

verbal obtenida en entrevista con Milton Castellanos

Gout, Presidente Municipal de Mexicali, autor de la

iniciativa para la creación de de CAEMM.

El porcentaje y su equivalente en recursos monetarios

implicaba los recursos necesarios para la ejecución de

cuatro programas:

1. Subsidio directo al consumidor que se aplicaba en

forma escalonada a consumos hasta de 3500

kilowatts/hora;

2. Apoyo a los programas técnicos de la CFE

concebidos para "suavizar" los efectos del costo de

la energía eléctrica en el consumo familiar, como

son:

=> Plan IDEA: que aplica controles a los

termostatos de aire acondicionado para

"achatar" los picos del consumo

=> Plan Nivelado: que distribuye el pago del

consumo anual en 12 pagos iguales evitando

desembolsos desproporcionados en los meses

de verano

=> Aislamiento: financiamiento al usuario.

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FIGURA 2: Temperatura en los meses de verano en regiones de clima cálido extremoso (1941-1970)

ü) U <J) O) U (J) X X

Medias Mínimas Medias Generales Medias Máximas Máximas Extremas

Criterios de medición de temperatura

FUENTE: Datos de la SARH. (CAEMM, 1990): Estudio Comparativo de Normales Climatológicas en Ciudades del Norte del País con Temperaturas Máximas Extremas en Verano.

3. Mejoramiento administrativo de la CFE: para

mejorar la atención al usuario (nuevas oficinas de

cobro, menos "colas" y espera, comisiones de

verificación de medidores, etc) y

4. Apoyo a la participación de la autoridad municipal,

básicamente la CAEMM, para impulsar una nueva

cultura del uso de la energía eléctrica en la región

(6% del monto total).

Estas adecuaciones legales se realizaron por un

período de 3 años. A partir de 1993 el subsidio se

convirtió en una nueva tarifa (la 1E) y desaparecieron

los otros componentes, incluidas las transferencias

directas al municipio.

En síntesis, puede decirse que las propuestas que se

concibieron en el seno de la CAEMM afectaron

inclusive la organización interna de la CFE al

proporcionarle un espacio para recibir en forma

organizada las demandas de la comunidad. En la

Comisión no sólo se redefinió el problema y sus

efectos, sino que se le brindaron a la CFE elementos

para mejorar su vinculación con el usuario y en

consecuencia su imagen pública. Adicionalmente, fue

en esa misma comisión donde se concebió el

mecanismo y la forma de instrumentarlo para que

fueran aportados los recursos necesarios para atender

dichos reclamos una vez que se demostró la

necesidad de un trato diferente por, zones climáticas

excepcionales.

NUEVA CULTURA DEL USO DE LA ENERGÍA

ELÉCTRICA

Tan importante o más que la protección al consumo

mínimo socialmente necesario, resultaba ... "la gestión

de una conciencia social que nos comprometa (a los

mexicalenses) en la práctica hacia nuevas conductas

en el uso eficiente y racional de la energía".

Al concepto de adecuación ambiental se le dió así la

connotación de ..."un proceso de cambio en las pautas

y actitudes del habitante-usuario ante el medio

ambiente y una modificación gradual y sustantiva de

las estrategias socialmente empleadas en el diseño de

edificaciones y en la construcción".

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A partir de dicha conceptualización, el concepto de

adecuación ambiental adquiere una acepción

multidimensional que involucra: cuestiones

económicas (costos y procesos de inversión a la

vivienda); de educación y conciencia (sociales y de

grupo) que se reflejan en los hábitos y patrones

culturales de uso de la vivienda, además de los

aspectos funcionales, estéticos y ambientales propios

del diseño arquitectónico, incluidos el uso adecuado

de materiales y procedimientos de construcción y el

aprovechamiento de los recursos naturales

(vegetación, suelo y aire).

Los resultados de la encuesta mencionada

anteriormente revelaron un desencuentro entre las

condiciones climáticas de la región y los patrones de

expansión de la ciudad altamente influenciados por las

imágenes provenientes de la costa de California, EUA,

particularmente la región de Los Angeles.

Haciendo una síntesis de las inadecuaciones de la

vivienda en términos de confort térmico, las más

importantes fuefon las siguientes:

□ La importancia creciente del block de cemento y

la losa de concreto en la construcción de

vivienda, particularmente en las viviendas que

construyen los fondos institucionales (FOVI,

INFONAVIT, FOVISSSTE, etc.). Esto resulta en

viviendas muy frías en invierno y muy calientes

en verano.

□ La orientación predominante norte-sur de los

lotes, que hace que las fachadas y techos de

mayor desarrollo queden orientadas hacia el este

y el oeste, donde se recibe la mayor cantidad de

rayos solares en verano.

□ El poco uso de materiales aislantes en la vivienda

debido principalmente a la falta de recursos. Sólo

el 18% de la muestra declaró haber realizado

algún tipo de mejoramiento térmico.

□ El escaso uso de la vegetación como recurso

para mejorar las condiciones de confort en la

vivienda.

Establecidas estas consideraciones como base para la

acción y la concertación, la CAEMM se dió a la te rea

de diseñar unas políticas que impulsaran el ahorro de

energía sin representar conflictos en las tradiciones

culturales del habitar regional.

Se planteó así una política que resulta novedosa en

tanto se inscribe en el proceso social de la vivienda.

"Una estrategia integral para la adecuación

ambiental de la vivienda, en sentido amplio,

debe considerar el aislamiento térmico no como

solución única, pues tan sólo representa un

aspecto más del conjunto armónico posible y

deseable entre habitante y medio"

Con esta visión en mente, se diseñó una estrategia

que constaba de cinco componentes (tabla 2) y sus

correspondientes instrumentos:

TABLA 2: Fideicomiso Para el Aislamiento Térmico de la

Vivienda (FIPA TERM)

PROGRAMA INSTRUMENTO PARTICIPANTES

1. Aislamiento térmico

Fideicomiso para el Aislamiento térmico

CFE/BANOBRAS

Iniciativa privada

2. Apoyo a la vivienda popular

Fondo para la adecuación de la Vivienda popular

SEDESOL

Ayuntamiento

3. Estudios y Proyectos

Programa de Investigación de opciones técnicas para el mejoramiento ambiental

UABC

Ayuntamiento

Iniciativa privada

4. Servicios a la comunidad

Servicios técnicos de brigadas de apoyo ambiental de la vivienda

SEDESOL

UABC

Ayuntamiento

5. Enlace y difusión

Programa de publicación y difusión.

UABC

Ayuntamiento

Se creó un fideicomiso para financiar acciones de

aislamiento térmico en techos, hasta para 100 m2. El

capital semilla lo aportó la CFE y posteriormente se

operó con créditos a través de BANOBRAS,

recuperables en 4 años. Este crédito no generaba

intereses. La aplicación del aislamiento se apoyaba en

los estudios técnicos de las áreas de Investigación y

de Servicios a la Comunidad.

De acuerdo con comentarios de funcionarios de la

CFE involucrados en el programa, las acciones de

aislamiento reducen el consumo en aproximadamente

un 30%, si este se lleva a cabo en paredes y techos.

Para el sector doméstico, y básicamente en techos, el

ahorro obtenido se estima en 20% del total.

El consumo doméstico implica al 50% de los usuarios

y al 20% del consumo, es decir, el ahorro potencial se

aproxima al 4% del consumo global si el programa se

limita a techos; de llevarse a cabo en muros este

ahorro se elevaría al 6%. Información proporcionada

por la Arq. Laura Morales (titular de la oficina de

Ahorro de Energía, en entrevista realizada el 13 de

marzo de 1996.

A la fecha de la realización de esta investigación, no

se había logrado que los promotores de vivienda de

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interés social incorporasen medidas de ahorro de

energía en virtud de que los fondos institucionales no

fomentan esta condición, por lo que no resulta en

beneficio alguno para el promotor. Por el contrario, le

encarece el producto. Según los datos de la oficina de

Ahorro de Energía de la CFE, en Mexicali, en el caso

del cajón crediticio de 2-2.5 V.S.M. del FOVI (Fondo

de Garantía de la vivienda del Banco de México), el

costo de aislar el techo con fibra de vidrio y utilizar

materiales aislantes en muros, como Covintec o panel

W, eleva el costo total de la vivienda en 1.25 veces y

produce del orden de un 15% de ahorro en el consumo

de energía.

Otro de los aspectos de gran interés en la aplicación

del FIPATERM fue que su ejecución se planteó a

través del mercado local en el renglón tanto de

materiales como de servicios para su instalación.

En ese sentido el programa tuvo un doble efecto

positivo, no sólo por el ahorro de energía que produjo

sino por el estímulo económico que significó al

constituirse en una demanda masiva y sostenida para

empresas y comercios vinculados con el aislamiento

térmico, gracias al financiamiento aportado por el

FIPATERM.

Los trabajos y resultados del FIPATERM pueden

resumirse en los siguientes puntos:

□ Se analizó térmica y comercialmente la oferta de

materiales aislantes e impermeabilizantes y se

realizaron recomendaciones al respecto, sobre los

que se llevó a cabo el programa de aislamiento

térmico.

□ Se establecieron lineamientos técnicos para la

aplicación de diversos sistemas.

□ Se convocó a través de la CAEMM, a la

comunidad de empresas instaladoras de

materiales aislantes, estableciendo condiciones

de demanda sostenida y garantías para las

empresas que en conjunto significaron una

reducción en el precio del orden del 20%.

□ Se establecieron las condiciones del crédito y el

respeto al usuario en la selección del material y

de contratista.

□ Se redujo significativamente el costo del consumo

doméstico (del orden del 20%).

Los resultados producidos por el programa a 2 años de

operación (1992) fueron los siguientes:

□ Más de 6,000 aislamientos realizados.

□ Crecimiento del 300% de las empresas que se

dedican al aislamiento térmico en la ciudad de

Mexicali.

Por su transparencia, efectividad y sencillez de

ejecución la CFE internalizó el programa. A marzo de

1996 el número de aislamientos realizados fué de

45,213, prácticamente el 25% de las viviendas del

municipio de Mexicali. Datos proporcionados por la

oficina de Ahorro de Energía de la División de Baja

California de la CFE.

En virtud del éxito observado, el Programa de Ahorro

de Energía de la CFE plantea la continuación de una

segunda etapa en la que se busca aislar los muros

para elevar el ahorro por vivienda a un 30% del

consumo previo.

El programa se ha tomado como modelo para iniciar

un programa de ahorro con usuarios industriales.

FONDO PARA LA ADECUACIÓN DE LA

VIVIENDA POPULAR

Dedicado a las zonas populares, este programa operó

en la modalidad de créditos a la palabra hasta por 2

mil pesos, renovables. El propósito era el de apoyar el

proceso de consolidación de la vivienda con los

materiales adecuados para las condiciones climáticas.

Los paquetes de materiales fueron resultado de las

investigaciones ya señaladas ejecutadas en el

contexto de la CAEMM. El programa operaba con

fondos de PRONASOL y era conducido por el instituto

de Desarrollo Urbano del Municipio de Mexicali

(INDEUR). Se reporta una recuperación de los créditos

superior al 90%1.

En este caso, muy probablemente en virtud del poder

adquisitivo de los demandantes, de las modalidades

de compra de los materiales, de la forma de aplicación

de los mismos a la vivienda y de la ausencia de

productos y tecnologías adecuados económicamente

equivalentes en el mercado, no se logró el trabajo de

los mecanismo del mercado como en el caso de

FIPATERM.

Al proceso dé autogestión de la vivienda lo entorpece

o encarece cualquier posibilidad de uso de mano de

obra especializada por los costos que esto implica.

Sin embargo, la CAEMM vió limitada su intervención

en este programa en virtud que se realizó a través de

una de las líneas de PRONASOL donde era

súmamente complejo realizar modificaciones a dichos

programas.

i Dato verbal proporcionado por el Presidente Municipal de Mexicali en el

período 1989-1992, responsable de la iniciativa para la creación de la CAEMM.

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Queda, sin embargo, la tarea de fortalecer los

mecanismos de apoyo a la vivienda en esta modalidad

en virtud de que si bien los ahorros energéticos en el

corto plazo puedan no ser tan atractivos como los del

segmento de los que consumen más de 1000 kw/hora,

el beneficio social es mucho mayor y el ahorro de

energía será importante en el mediano y largo plazo

cuando estas viviendas que se inician sean

consolidadas.

PROGRAMA DE ESTUDIOS Y PROYECTOS

El programa de estudios y proyectos consistió

básicamente en la vinculación con la Universidad

Autónoma de Baja California, específicamente con el

Instituto de Investigaciones Sociales, que ya contaba

con un proyecto sobre "Energía eléctrica, vivienda y

confort". Esto se logró a través de un convenio en el

que el Ayuntamiento aceptaba cubrir los gastos del

vocal ejecutivo y los investigadores involucrados,

todos ellos pertenecientes al Instituto de

Investigaciones Sociales de la UABC.

A este grupo se incorporó otro emanado de la Facultad

de Arquitectura que contaba con antecedentes en el

tema de "Adecuación Ambiental de la Vivienda".

Las investigaciones publicadas fueron:

"Estudio comparativo de Normales climatológicas

en Ciudades del Norte del País con temperaturas

máximas extremas en verano". Donde se

demuestra lo inadecuado de los criterios utilizados

por CFE para el diseño de la tarifa aplicada a

Mexicali (Diciembre 1990).

"Encuesta sobre el grado de adecuación ambiental

de la vivienda e impacto social derivado del

consumo eléctrico en Mexicali, BC" (1990). Donde

se establecen las características de la vivienda y la

incidencia del consumo eléctrico en los diversos

grupos de ingreso familiar.

"Configuración urbana del consumo eléctrico y

adecuación ambiental de la vivienda en Mexicali, B.

C." (1990). Donde se presenta la distribución

territorial urbana del consumo eléctrico tomando

como base zonas socialmente homogéneas

(colonias),

"Construya su casa ganándole ai calor:

"Alternativas de adecuación ambiental en la

vivienda para el ahorro de energía en la Ciudad de

Méxicali". Donde se hace un compendio de

medidas para mejorar el comportamiento ambiental

en techos, paredes, ventanas, pisos y áreas

exteriores.

"Oferta de materiales y sistemas para el aislamiento

térmico de viviendas en Mexicali, Baja California".

Donde se identifican las características técnicas y

económicas de la oferta existente en la localidad.

PROGRAMA DE SERVICIO A LA COMUNIDAD

Este programa fue creado con el propósito de brindar

asistencia técnica al consumidor para reducir los

consumos de energía eléctrica y mejorar las

condiciones de confort de la vivienda. En los hechos,

sirvió como promotor del FIPATERM.

Aspecto muy importante fue la filosofía adoptada:

comprender que cada vivienda es un caso concreto a

resolver, para que justamente las soluciones

planteadas, respondan a todas las necesidades

específicas de ella.

Para lograr esto se integraron brigadas de apoyo

técnico y asesoría a la comunidad. Fue un servicio

gratuito otorgado a petición de los consumidores. El

servicio consistía en la realización de un diagnóstico

de los elementos del clima en la vivienda y sus

alrededores. Después se establecían una serie de

lincamientos de acción para resolver los problemas

encontrados, todo esto como parte de una estrategia

integral de mejoramiento de la vivienda.

Para llevar a efecto el programa se utilizaron becas de

servicio social de PRONASOL para contratar pasantes

de la carrera de arquitectura de la UABC.

La ejecución del proyecto quedaba en manos del

asesorado para que la realizara en los ritmos y

tiempos adecuados a su condición económica

pudiendo hacer uso del FIPATERM en lo relativo a

techos. Es claramente un enfoque autogestionari

Los resultados fueron un total de 21 proyectos

realizados, de los cuáles 12 de ellos se les brindó

atención en el ajuste de adecuación ambiental de la

vivienda. Esto debido a que algunos casos solo

presentaban problemas ajenos a los servicios

específicos de esta Comisión, tales como problemas

de lectura del medidor, o por la poca disponibilidad de

tiempo de los solicitantes para una asesoría completa

para la solución del problema.

La mayor parte de los casos corresponden a vivienda

unifamiliar, los otros casos fueron, guardería, albergue

infantil, y asesoría una institución en uno de los

fraccionamientos a construir.

El programa también sirvió para detectar junto con

otros programas realizados por las otras

coordinaciones de la Comisión, la problemática

general de la población en aspectos de la falta de

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adecuación ambiental de su edificación, que se ve

reflejado en el impacto socio-económico de las

familias mexicalenses.

EVALUACIÓN: EFECTOS DEL PROGRAMA

La evaluación rigurosa y cuantitativa de los efectos del

programa no fue posible realizarla para la

presentación de este trabajo.

Según apreciaciones reportadas por técnicos de la

Gerencia Regional de la CFE, los resultados del

programa permitieron a la CFE diferir inversiones que

ya se tenían programadas, en virtud del "achatamiento

de los picos" del consumo. Esto es en sí mismo un

indicador importante del éxito de la iniciativa

municipal.

Queda, sin embargo, la duda sobre los efectos debidos

al aumento del precio del consumo de la energía

eléctrica, y aquellos que se pudieran atribuir al

Programa Municipal del Ahorro de Energía. A este

punto pretendemos dedicarle lo que sería la segunda

fase de la investigación sobre el caso de Mexicali.

CONCLUSIONES

La experiencia de la Comisión para el ahorro de

Energía del Municipio de Mexicali, como una

respuesta local de adaptación a las condiciones de

climas áridos nos permite derivar las siguientes

conclusiones:

La visión centralizada en el diseño de políticas que

tienen que ver con condiciones particulares regionales,

es muy probable que omita factores claves en el logro

de mejores condiciones de bienestar de regiones

específicas.

El precio del servicio de energía eléctrica es un

instrumento efectivo para la modificación de

conductas y patrones de consumo "derrochadores",

pero insuficiente para lograr una distribución equitativa

del costo de dicho servicio. Previo a la intervención de

la CAEMM, el esquema tarifario penalizaba

desproporcionadamente a los grupos de menores

ingresos donde el consumo de energía eléctrica tiene

que ver con condiciones mínimas de habitabilidad y

hasta de salud.

En ausencia de un reconocimiento de estas

condicionantes, la política de corte general (federal)

puede ser causa de afectaciones importantes a una

región, como fue el caso de Mexicali con la energía

eléctrica en 1988, cuando el alza de las tarifas

significó prácticamente la descapitalización de la

economía local, particularmente de los grupos

asalariados y de más bajos ingresos.

Tales condiciones pueden provocar conflictos sociales

en contra de la instancia autora de la política en

cuestión, como fue el caso de la CFE, donde no

existen las instancias para darle cauce político a la

solución de los problemas.

Bajo esa circunstancia la autoridad de mayor contacto

con el problema (en este caso fue el municipio pero

podría intervenir también el gobierno estatal), es la

más indicada para establecer las instancias que

permitan la resolución de un conflicto social, como fué

la Comisión para el Ahorro de Energía del Municipio

de Mexicali.

En ausencia de los marcos legales requeridos, las

instancias locales, en este caso el municipio, son los

más adecuados para establecer los mecanismos de

solución por la vía de la concertación, el concenso y la

concurrencia. El Consejo Directivo de la CAEMM nos

ilustra una forma de trabajo en esa dirección.

Las medidas que se deriven de estas instancias de

concertación deben tener como metas de mediano y

largo plazo actuar sobre las causas del problema,

buscando la modificación de conductas hacia patrones

de comportamiento orientados hacia la adaptación del

contexto específico, en nuestro caso las temperaturas

extremadamente altas.

En este proceso deben generarse instrumentos

específicos para que sean los conductos de solución;

estos instrumentos deberán adecuarse a la realidad

social y cultural del problema a atender. Tal fué el

caso de los fondos creados a iniciativa de la CAEMM.

Es conveniente que dichos instrumentos actúen como

'mecanismos del mercado" para que a su vez se

constituyan en instrumento de estímulos a la

economía local y sean apoyados por los sectores

proveedores como fué el caso de los dos fondos

analizados y particularmente el FIPATERM, que se

transformó en un programa institucional.

En el diseño de las políticas e instrumentos surge

como elemento clave el conocimiento detallado de las

condiciones locales tanto sociales como culturales.

Como este caso de estudio lo demuestra, la aportación

de estos conocimientos por parte de la Universidad

local fueron factores de primer orden en la

construcción de argumentos y el diseño de programas

e instrumentos.

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A pesar de los aciertos que en este trabajo se

reportan, la CAEMM no sobrevivió el trienio en el que

fué iniciada.

Factores de orden político, cuya explicación trasciende

el ámbito de estre trabajo, propiciaron su desaparición

en 1993. De los programas iniciados sólo subsiste el

FIPATERM, que fué absorbido por la CFE y que hoy

BANOBRAS lo difunde ya como una de sus

contribuciones al ahorro de energía (ver revista

Federalismo N°50 de Julio y Agosto de 1995). En

cuanto a la situación en Mexicali, En 1996 ha vuelto

ha integrarse el foro popular contra las tarifas de la

CFE y se han reportado tomas de las oficinas

regionales en la ciudad.

BIBLIOGRAFÍA

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ea comisión técnica consultiva de COEFICIENTE DE AGOSTADEROS: Revegetación y reforestación de las áreas ganaderas en las zonas ardas y semiáridas de México, 1994

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GEOGRAFIA

El Atlas Nacional de México (3 volúmenes), es una publicación primaria, editada por el Instituto de

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agroclimatología, edafología, biogeografía, oceanografía, etc.)

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eléctrica, petróleo, minería, etc.)

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RESUMEN: Con base en experiencias nacionales e internacionales y en una encuesta efectuada por

El Colegio de México, se examina el empleo de incentivos financieros y fiscales como instrumento

complementario para motivar a las empresas medianas y pequeñas a cumplir las normas

ambientales relativas a desechos peligrosos, y mejorar en general su conducta ambiental.

Recomendaciones y bibliografía.

ABSTRACT: Domestic and international experience, and a survey conducted by El Colegio de México,

suggest the advisability of using financial and fiscal incentives, as a supplementary measure, to

induce medium and small enterprises to comply with standars relating to hazardous waste

emissions and thus improve their environmental behaviour. Recommendations and bibliography.

EL EMPLEO DE INCENTIVOS PARA EL MANEJO

DE RESIDUOS INDUSTRIALES Y MUNICIPALES

Víctor L. Urquidi El Colegio de México

ANTECEDENTES DE LA POLÍTICA

AMBIENTAL EN MÉXICO

Fuera de viejas ideas sobre conservacionismo, la

política ambiental mexicana se inició de hecho a

finales de 1972 a raíz de la Conferencia de las

Naciones Unidas para el Medio Ambiente Humano,

llevada a cabo en Estocolmo ese año. Después de

1988, a base de reformas constitucionales y con apoyo

en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección

Ambiental, se amplió y mejoró dicha política. Sin

embargo, se ha carecido de una visión de conjunto.

Además, se advierten algunas contradicciones y

deficiencias -por más que se haya intentado proteger

el ambiente y reducir la contaminación, principalmente

mediante medidas reglamentarias para hacer cumplir

determinadas normas, sobre todo en cuanto a

contaminaciónn atmosférica y a la emisión de

desechos industriales.

El que se careciera en México de visión.de conjunto se

explica, en gran parte, porque no la hubo tampoco en

la Conferencia de Estocolmo, aun cuando en ella se

tuvieron en cuenta aspectos del desarrollo económico

en que se preveían posibles contradicciones con una

política ambiental. México derivó muy poco de

Estocolmo, y la legislación ambiental mexicana de

1972 se basó en el conocido principio de que Quien

Contamina Paga (QCP -en inglés, PPP), y en el

sistema administrativo de Normas y Castigos (NyC -

en inglés, Command-and-Control, CCC). Estos fueron

los principios adoptados por Estados Unidos, que para

administrarlos estableció la Agencia de Protección

Ambiental, EPA, a fines de los años sesenta. Los

mismos principios se asumieron en todos los países de

la OCDE y en la Comunidad Económica Europea, y en

realidad en todas partes. México ubicó su programa

nacional en una Subsecretaría de Salubridad, como si

todo lo ambiental fuera cuestión de salud. Se siguió en

lo general la política de QCP y de NyC, sin mayores

resultados.

HACIA EL DESARROLLO SUSTENTABLE: LA

CONFERENCIA DE RÍO DE JANEIRO

Hacia 1984, y en vista del empeoramiento de la

situación ambiental mundial, no obstante programas y

proyectos iniciados por Naciones Unidas por medio del

PNUMA, se decidió en la Asamblea General de las

Naciones Unidas constituir la Comisión Mundial para

el Medio Ambiente y el Desarrollo (la Comisión

Brundtland) para hacer un examen de conjunto con

vistas al futuro. Después de tres años de trabajos y de

consultas, la Comisión emitió su Informe, Nuestro

Futuro Común (Comisión Mundial, 1987), la que,

teniendo en cuenta algunos antecedentes de

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discusiones en los medios académicos, por ejemplo,

acerca del concepto de Ecodesarrollo, que se debía

principalmente al profesor polaco-francés, Ignacy

Sachs (Sachs 1983; Urquidi 1994), expuso y promovió

la idea del desarrollo sustentable. La Comisión

Bruntland consideró como desarrollo sustentable aquel

que se llevara a cabo "sin comprometer la capacidad

de las generaciones futuras para satisfacer sus propias

necesidades", añadiendo que "no se puede asegurarla

sostenibilidad física si las políticas de desarrollo no

prestan atención a consideraciones tales como

cambios en el acceso a los recursos y en la

distribución de los costos y los beneficios" (Comisión

Mundial 1987, p. 67) \ La Comisión aseveró además

que "los objetivos del desarrollo económico y social se

deben definir desde el punto de vista de sostenibilidad

en todos los países, ya sean desarrollados o en

desarrollo; de economía de mercado o de planificación

centralizada".

Cinco años más tarde se consagraría el concepto de

desarrollo sustentable en la Declaración de Río de

Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas

sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD, Río de

Janeiro, junio de 1992). No obstante, la Declaración

ínter-gubernamental no asumió una definición precisa,

aun cuando consignó que los países signatarios se

comprometen a "hacer frente de manera equitativa a

las necesidades de desarrollo y ambientales de las

generaciones presentes y futuras" (CNUMAD 1992b,

Principio 3o), como parte de un conjunto de 27

principios que deben guiar "la conducta económica y

ambiental de individuos y de naciones en la búsqueda

de la sustentabilidad global". De allí arranca

claramente la noción de que los problemas

ambientales del planeta, y de la especie humana y la

naturaleza, deberán abordarse con arreqlo a análisis,

diagnósticos y pronósticos de orden sistémico, en

sentido intertemporal. Nada de lo que pase o no se

atienda en cualquier aspecto ambiental deja de tener

relación con el resto, en un sistema de interrelaciones

y retroalimentaciones. El Club de Roma, por cierto,

había ya contribuido durante varios años con valiosas

ideas en este sentido, en paralelo con el Instituto

Internacional de Análisis Aplicado de Sistemas, la

Federación de Institutos de Estudios Avanzados, y

muchos más.

Los gobiernos al fin tomaron más en cuenta a los

científicos, y en este caso aun a los economistas de la

época, de quienes derivó otra de las ideas que

En la anterior definición está implícita "la preocupación por la igualdad social entre las generaciones, ...[que] debe lógicamente extenderse a la igualdad dentro de cada generación" (p. 67)

adquirieron sitio muy destacado en Río de Janeiro: la

conveniencia de adoptar instrumentos económicos

para la aplicación de la política ambiental, incluidos

incentivos fiscales, financieros y otros. Esta

modalidad, que se había ido madurando en los medios

académicos y, al fin, en los de Naciones UniCs,

alcanzó su expresión en el documento emanado de

Río de Janeiro titulado Agenda (o Programa) 21

(CNUMAD, 1992a), un catálogo de más de 800

páginas sobre la problemática ambiental global,

regional y nacional, con recomendaciones al Sistema

de las Naciones Unidas, a los organismos regionales y

subregionales y a los gobiernos nacionales, así como

a la sociedad civil para la puesta en práctica y

mejoramiento, en su caso, de los programas

ambientales mediante su integración a los programas

de desarrollo.

LOS INSTRUMENTOS ECONÓMICOS PARA LA

POLÍTICA AMBIENTAL

El capítulo 8 de la Agenda 21, titulado "Integración del

Ambiente y el Desarrollo de la Toma de Decisiones",

hace recomendación explícita a todos los países

miembros de las Naciones Unidas de "hacer uso

efectivo de instrumentos económicos y de mercado y

otros incentivos", y destaca, entre otros puntos, las

modalidades siguientes:

i) combinaciones efectivas de enfoques

económicos, regulatorios y voluntarios

(autorreguladores);

ii) reforma o rediseño de estructuras de incentivos

económicos y fiscales para hacer frente a

objetivos ambientales y de desarrollo;

iii) esfuerzos particulares para efectuar aplicaciones

del uso de los instrumentos económicos y los

mecanismos de mercado orientados a las

necesidades específicas de los países en vía de

desarrollo y los de economías de transición, con

la cooperación de las organizaciones

económicas regionales e internacionales, y,

según convenga, las instituciones de

investigación gubernamentales. (CNUMAD,

Agenda 21, 1992). Cap.8, incisos 8.32a, 8.32c y

8.34.)

Sin embargo, el avance en materia de instrumentos

económicos para la aplicación de la política ambiental

ha sido lento, si bien hubiera sido lógico pensar desde

el principio en su utilidad. En los países de la Unión

Europea y en Estados Unidos y Canadá se han

aplicado algunos -por ejemplo, derechos y cuotas por

emisión de desechos o por el uso de servicios

colectivos (basura municipal y otros); impuestos sobre

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productos y servicios, como los energéticos, para

inducir menor consumo de los mismos; licencias y

permisos; reembolso de depósitos (caso de los

recipientes de vidrio). También se han otorgado

subsidios directos y se han establecido sistemas de

permisos comerciables (tradeable permits), estos

últimos principalmente en Estados Unidos (Barde,

1994; Belausteguigoitia, 1992; Quadri de la Torre,

1994). Aunque también se mencionan los créditos a

tasas preferentes de interés y el uso de la depreciación

acelerada de equipo y maquinaria, en los medios

internacionales se da por supuesto que estos

instrumentos, por ser a veces de uso general, no

merecen mayor discusión sino que se tienen por

prácticas normales en materia fiscal y financiera. La

OECD empezó a interesarse en el empleo de

instrumentos económicos a fines del decenio de los

ochenta, y tiene en su haber numerosos estudios

sobre la experiencia en países de la OCDE y, más

recientemente, en los países en desarrollo, sobre todo

de Asia oriental y sudorienta! (OCDE, 1989, 1992,

1993, 1994; O'Connor, 1994). En el área académica es

ya abundante la literatura sobre instrumentos

económicos (Panayotou, 1994).

LA SITUACIÓN AMBIENTAL EN MÉXICO

En México no se han integrado aún los instrumentos o

incentivos económicos a la política ambiental, aun

cuando se aplican dos medidas, una fiscal y otra

financiera, en forma desvinculada (que se citarán más

adelante). La política ambiental mexicana, como ya se

afirmó, se ha basado en el sistema NyC, de

normatividad, reglamentación y castigos. Los

resultados han sido poco visibles, no obstante la

legislación de 1988 (Carmona, 1991) y el traslado de

la autoridad administrativa a una Subsecretaría de

Ecología de la Secretaría de Desarrollo Urbano y

Ecología, y la ampliación de los presupuestos. Se

negociaron asimismo fondos del exterior para algunos

programas, sobre todo el de la contaminación

atmosférica de la Zona Metropolitana.

En 1992 se creó la Secretaría de Desarrollo Social y

en ella se individualizó el Instituto Nacional de

Ecología que reemplazó a la antigua Subsecretaría de

Ecología de SEDUE. Finalmente, en diciembre de

1994 se creó la Secretaría del Medio Ambiente,

Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), en donde

quedó situado el Instituto Nacional de Ecología

(todavía con un apellido, Ecología, que no es sino una

parte de la problemática ambiental). En el INE y en

asesorías de la Secretaria del ramo se han iniciado

estudios sobre el uso posible de instrumentos

económicos para la política ambiental.

Sin desmerecer en nada los esfuerzos hechos a lo

largo de más de 20 años, y en particular la nueva

orientación que parecen estar adoptando la

SEMARNAP y el INE para el período de 1996 en

adelante, debe reconocerse que apenas se empieza a

plantear una política integrada para contrarrestar el

deterioro ambiental general del país.

La gravedad de los problemas había sido ya descrita

con claridad en el Programa Nacional de Protección

Ambiental 1990-1994 a cargo de la SEDUE (SEDUE,

1990). En este documento se declaró que todos los

ecosistemas de México se encontraban amenazados

por el desarrollo agropecuario, industrial y urbano, a lo

que se añadía el efecto del crecimiento demográfico

rápido. Se determinó que las áreas principales de

contaminación eran entonces las grandes ciudades,

los puertos industriales, las cuencas hídricas y algunos

ecosistemas especificados. El Programa decía muy

poco, por cierto, acerca de las superficies de uso

agropecuario.

El más reciente Informe Bienal sobre la situación

ambiental (SEDESOL-INE, 1994) contiene información

verdaderamente preocupante. En este último informe

oficial se enumeran 25 áreas críticas, que incluyen

zonas agrícolas (Cap. 3). (A esa lista habría que añadir

toda la subregión de la Frontera Norte). Se señalan

también 15 áreas caracterizadas como de riesgo para

la salud humana, incluida la Ciudad de México y su

zona metropolitana, y 5 áreas de alto riego personal

para la población local debido a la presencia de

sustancias carcinogénicas (Cap. 3). Además, la

calidad del agua urbana en general ha descendido, la

desforestación continúa ocurriendo a una tasa anual

superior al 1%, y la intensidad energética en la

producción ha aumentado en lugar de haber

descendido. Se estima que la intensidad contaminante

de la industria de transformación se multiplicó veinte

veces entre 1950 y 1989, sin indicios de que se haya

atenuado (Cap. 11).

En 1993, la generación de desechos municipales

sólidos (excluidos los desechos de procesos

industriales) se estimaron en 893 kg per capita como

promedio nacional (en el Distrito Federal, 1259 kg). La

mayor parte del total de 28 millones de toneladas que

se generó ese año se originó en las zonas centrales de

México y en el Distrito Federal (60%); en el norte

correspondió el 21%; en la zona de la Frontera Norte

el 6%. Más de la mitad del volumen total fueron

desechos orgánicos y casi un 20% vidrio, papel y

plásticos, siendo el resto metales y hule. Se calculó

que un 82% de tales desechos fue a dar a tiraderos a

la intemperie, en su mayoría no controlados. Por

añadidura, se estimó que en 1994 el volumen de

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desechos industriales peligrosos, tanto líquidos como

sólidos, fue de 7.7 millones de toneladas, constituido

el 38% por solventes, el 43% por aceites, pinturas,

soldadura, resinas, ácidos y derivados del petróleo, y

el restante 21% por desechos varios (Cap. 18).

Han estado en ejecución programas de construcción

de confinamientos sanitarios de desechos y de

tratamiento de aguas y de reciclaje, incluidos

proyectos especiales para los desechos tóxicos. En la

zona fronte risa del norte existe un régimen especial

aplicable a las empresas maquiladoras, y se ha creado

mayor conciencia de los agudos problemas

ambientales en esa zona, que afectan las aguas

subterráneas.

Sin embargo, en general queda mucho por hacer, por

ejemplo, la elaboración de un inventario actualizado

de los desechos peligrosos. No se ha logrado impedir,

por otra parte, que una proporción muy considerable,

quizá la gran mayoría, de los desechos industriales

peligrosos vaya a dar a los sistemas de drenaje, a los

ríos y los arroyos y otras superficies acuáticas, a las

lagunas y esteros, a las bahías, o a tiraderos no

debidamenete controladas de donde los desechos

líquidos se filtran al subsuelo y a los mantos freáticos.

El diagnóstico completo dfe la problemática ambiental

de México, sobre todo en un posible contexto de

desarrollo sustentable como objetivo a mediano y a

largo plazo, no se ha hecho todavía. Entre los diversos

campos en que se ha aumentado el conocimiento

figuran desde luego algunas áreas naturales

protegidas, así como otras, no debidamente

protegidas, en que el deterioro forestal y de los suelos,

así como la condición de las cuencas hídricas, las

lagunas y los esteros, es evidente. Pero en el campo

de los desechos industriales y municipales, problema

que se agrava cada año en grandes proporciones, se

carece de información sistemática y suficiente.

Lo anterior lleva a un comentario: el discurso oficial

sobre la política ambiental en México parece referirse

sobremanera a los recursos naturales y en particular a

la depredación de los bosques y las lagunas de las

zonas costeras, así como a la protección de la

biodiversidad, las zonas protegidas del sureste y otras,

y a determinadas especies animales, etc. También se

habla, pues es inevitable, de la contaminación

atmosférica de la Zona Metropolitana, aunque no tanto

de sus causas profundas. Mas no se oye decir mucho -

-más bien casi nada- sobre el problema de los

desechos industriales y municipales, no obstante que

el sistema de NyC está diseñado principalmente para

contener o reducir la contaminación por emisiones de

sustancias peligrosas y tóxicas resultantes de la

actividad agropecuaria e industrial, y hasta cierto

punto la comercial y de servicios. Cierto es que la

contaminación industrial y municipal acaba por afectar

los mantos freáticos, las cuencas hídricas y las

lagunas y los puertos, y la salud de los habitantes

urbanos y rurales. No obstante, estos fenómenos no

aparecen gran cosa en el discurso oficial, ni en los

programas municipales (hasta donde puedan existir)

para administrar los desechos de los hogares urbanos

-tema que casi brilla por su ausencia2. También se

minimizan los efectos de la contaminación sobre la

salud3.

LA ENCUESTA DE EL COLEGIO DE MÉXICO

SOBRE DESECHOS INDUSTRIALES EN LA ZONA

METROPOLITANA DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Una política ambiental integrada y dirigida hacia el

desarrollo sustentable que muchos anhelan deberá sin

duda articular los problemas derivados de la actividad

agropecuaria, industrial, y de servicios urbanos, y de la

de los hogares, con los que afectan los activos

naturales de recursos bióticos, agua, minerales,

hidrocarburos y otros. Con respecto al impacto de la

actividad industrial y de servicios, es de interés relatar

los resultados de un primer estudio -que se sepa, el

único hasta la fecha efectuado en un país en

desarrollo, por lo menos en la región latino-americana-

- en que se planteó la conveniencia de explorar el

posible uso, en términos concretos y a nivel de

establecimiento industrial o de servicios, de incentivos

financieros y fiscales, como refuerzo de una aplicación

general administrativa de la normatividad, para inducir

a los empresarios a asumir una conducta más

favorable al ambiente.

La investigación fue llevada a cabo durante 1994 y

parte del presente 1995 -a partir de un anteproyecto

elaborado en 1992- por un pequeño grupo en El

Colegio de México, con referencia a la Zona

Metropolitana de la Ciudad de México4. Se efectuó la

2 En la reciente reunión de la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), llevada a cabo en Oaxaca el 12 de octubre de 1995, las tres señoras ministras, administradoras del medio ambiente de Canadá, Estados Unidos y México, respectivamente, omitieron, no se sabe si por accidente o por otros motivos, incluir en sus discursos de apertura las palabras "deshechos industriales y municipales"

Posición que tuvo su expresión epitomizada en boca de un secretario de salud que dijo a la prensa que no le constaba que alguien hubiera fallecido por la contaminación orginada en el ozono en el Distrito Federal

4 El estudio contó con apoyo financiero de CONACYT y del IDRC de Canadá, así como del propio Colegio de México, y se benefició además de la colaboración por medio de datos disponibles y varias instancias de consulta de dependencias del sector público, entre ellas en particular el INE.

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encuesta por cuestionario aplicado a 90

establecimientos en las 9 ramas industriales más

importantes que generan en el Distrito Federal y en los

principales municipios conurbados de la ZMCM el

mayor volumen -y en algunos casos la mayor

intensidad- de desechos peligrosos y tóxicos, así

como a 26 establecimientos de servicios en 3 ramas

de este sector. Entre las empresas industriales, se

seleccionaron grandes, medianas y pequeñas en las

siguientes ramas: productos químicos, celulosa y

papel, bebidas alcohólicas y no alcohólicas,

curtiembre, imprenta, pinturas y barnices, metalurgia y

productos metálicos, productos farmacéuticos y

artículos electrónicos. Entre los servicios, se

escogieron empresas hoteleras y hospitalarias, y

laboratorios médicos. En el conjunto encuestado se

incluyeron tanto empresas extranjeras, como de

capital mixto y de capital nacional.

Además de la encuesta por cuestionario, se hicieron 9

estudios de caso con objeto de profundizar a base de

entrevistas más prolongadas, con mayor acceso a

información cualitativa, y de contrastar posibles

conductas empresariales regionales diversas, en los

siguientes lugares: Tijuana, Guadalajara, Monterrey,

San Juan del Río, Naucalpan, Cuernavaca y la ciudad

de México5.

Los análisis de la encuesta, que se presentaron a un

Seminario Internacional organizado en El Colegio de

México los días 16 y 17 de octubre pasado, y que

previamente, con datos todavía preliminares, fueron

también dados a conocer en otros seminarios

nacionales y en instancias internacionales, y ante

agrupaciones empresariales, indican hechos que en

gran parte confirman algunas de las hipótesis iniciales.

Por ejemplo, una proporción importante de las

empresas encuestadas no tiene noción precisa de las

reglamentaciones y las normas aplicables; ni han

implantado programas de tratamiento y reciclaje de

agua y residuos; ni monitorean sus consumos de

combustibles y electricidad con vistas a hacer

economías en su uso y de prevenir impactos

ambientales. Salvo excepciones, sobre todo entre las

empresas mayores, las encuestadas tienen escasa

conciencia ambiental y no prevén adoptar procesos

alternativos "limpios" o menos contaminantes ni

5 El proyecto en su conjunto fue dirigido por el maestro Alfonso

Mercado García, del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, con la colaboración de la maestra Lilia Domínguez, del Postgrado del CCH de la UNAM, actuando como asesor general el profesor Víctor L. Urquidi, del propio Colegio de México. Está en preparación el informe final sobre el proyecto; mientras tanto pueden solicitarse textos de sus principales aspectos al maestro Alfonso Mercado García.

incorporar nuevas tecnologías (muchos son

establecimientos con veinte o más años de operación).

Tampoco tienen conciencia de las consecuencias

competitivas de no ocuparse de sus impactos

ambientales, a los que asignan prioridad baja. Más de

la mitad desconocían el tipo de sanción y, en su caso,

las multas en que se incurre por efectuar emisiones de

desechos peligrosos por encima de la norma; otras

desconocían el destino último de los tambos y otros

contenedores de sus desechos. Los residuos líquidos

se echan en buena parte al drenaje municipal; los

sólidos se mandan a la basura municipal o son

recogidos por servicios privados, o se remiten a

tiraderos no controlados. El contacto con las

autoridades ambientales se reportó como muy

limitado.

NUEVAS TENDENCIAS EN POLÍTICA

AMBIENTAL A ESCALA INTERNACIONAL

Por la revisión previa que se hizo de la literatura sobre

política ambiental, se planteó la hipótesis de que el

sistema de NyC, aun en los países de la OCDE,

dejaba mucho que desear en cuanto a eficacia y

alcance. Por ejemplo, es común que una empresa,

aun haciendo las inversiones necesarias,

frecuentemente dictadas por las urgencias de la

competitividad y por la presión del sector público y aun

de organizaciones privadas, trate de cumplir lo menos

posible dentro de la norma oficial respecto a desechos,

es decir, si la norma es 100 como máximo,

arreglárselas para emitir 85 ó 90, con lo cual se

cumple. Sin embargo, la tendencia reciente ha sido la

de procurar que los controles ambientales no se

limiten a instalar, por ejemplo, un filtro para reducir

ciertas emisiones a la salida del proceso

manufacturero sino que deberá, con nuevas

tecnologías e innovaciones, y mejor gestión

empresarial, trasladar los controles hacia la entrada o

a etapas intermedias, lo que lleva, por ejemplo, a

tratamientos del agua, reciclaje y separación de

algunos desechos líquidos, cambios en las materias

primas, aprovechamiento de desperdicios, mayor

eficiencia en el consumo de energéticos, etc. Para ello

se necesita de información tecnológica y empresarial,

y acceso a ella, así como de servicios de capacitación.

Se infiere también que en general las grandes

empresas de los países industriales han adquirido

conciencia ecológica y tienen muy en cuenta su

imagen pública en cuanto a su comportamiento

ambiental, tanto por sus procesos, como por sus

productos, lo9 empaques, las fuentes de sus materias

primas, etc. Muchas empresas grandes,

transnacionales, cumplen con exceso las normas; de

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hecho, se autorregulan. Ello ha dado lugar, sobre todo

en Estados Unidos, al empleo, en determinados

sectores y lugares, de los llamados permisos

comerciables. Por medio de este sistema, una

empresa que cumpla las normas con exceso puede

recibir una dotación de certificados (cuya emisión se

negocia) que puede colocar en un mercado o bolsa,

por ejemplo, en Chicago. En esta bolsa, los

certificados pueden ser adquiridos por empresas que

todavía rebasan las normas y no han podido o no han

decidido lanzarse al cambio de tecnología o a la

instalación de equipos que reduzcan sus emisiones

peligrosas, sea por falta de información, por ignorancia

y desidia o por el alto costo de la nueva inversión.

Estas empresas adquieren en el "mercado", de esta

forma, "certificados para contaminar" (término que, por

cierto, debería reemplazarse por otro de mejor imagen

pública). Este sistema, que a muchos parece

reproducir las bondades del mecanismo del mercado,

ha sido criticado por significar bonificaciones o

premios inmerecidos a las empresas cuyo

comportamiento ambiental exceda las restricciones

que las normas imponen (ya que lo hacen en su propio

interés de mantener su participación en los mercados

mundiales), y, al mismo tiempo, castigos a empresas

que no se encuentren en la misma posibilidad

tecnológica -aparte de que^pueda haber mercado

negro de certificados.

Pensando especialmente en los países de menor

desarrollo industrial, y tratándose de empresas

medianas y pequeñas, o de mercados de productos

que sean más diferenciados respecto a las

condiciones básicas, se puede sostener que los

mecanismos de mercado son insuficientes para lograr

el resultado ambiental deseado. Para que ese tipo de

empresas pueda cumplir con las normas, partiendo de

condiciones desventajosas, se requieren, por una

parte, programas de apoyo en cuanto a información y

servicios tecnológico-ambientales, y acceso a los

mismos, programas de capacitación, y otros.

Conjuntamente, además, se requieren incentivos

temporales para dar a esas empresas más tiempo y

oportunidad de ajustarse a las condiciones creadas por

las normas y no estar sujetas a multas y, en su caso,

al cierre del establecimiento. Es decir, habría que

reconocer la asimetría dentro de las ramas

industriales, a fin de colocar a las empresas que

actúan en desventaja en mejores condiciones de

competitividad ambiental con las mayores.

Este sería sin duda el caso, en forma aguda, en la

mayoría de los países semi-industrializados o en vía

de desarrollo. Al examinarse la política ambiental

practicada en muchos de éstos, por ejemplo, en el

área del Pacífico, esta característica es citada con

frecuencia, y se traduce en demanda de incentivos

financieros y fiscales.

LOS INCENTIVOS ECONÓMICOS PARA EL

AMBIENTE EN MÉXICO

En México, sin embargo, como se citó anteriormente,

no se han aplicado incentivos económicos como parte

de la política ambiental. Existen tres instrumentos de

persuasión ambiental, tal vez calificables, al menos

dos de ellos, como incentivos económicos, aunque no

relacionados entre sí:

i) Los derechos o cuotas cobrados por la Comisión

Nacional del Agua por las descargas a las

fuentes hídricas federales bajo su control. La

tarifa, determinada por la Secretaría de

Hacienda y Crédito Público, carece de criterio

ambiental y es dudoso que los derechos del

caso constituyan un verdadero "desincentivo",

es decir, induzcan a economizar agua o a

tratarla o reciclarla. Para tener algún efecto, la

cuota tendría que ser muy elevada.

ii) La depreciación acelerada, que en 1993 se

anunció como "instrumento ambiental", pero que

no pasaba de ser un aliciente general en

momentos en que los sectores empresariales se

quejaban de la elevada carga fiscal. Dicha

depreciación acelerada sólo es aplicable a los

causantes mayores -que en 1994 eran aquellos

cuyos ingresos brutos excedieran de

N$1,800,000- y la Secretaría de Hacienda y

Crédito Público ignora si en efecto la

depreciación se aplica a "inversiones de equipo

anti-contaminante", o más bien a cualquier

equipo; ni había coordinación con las

autoridades ambientales. En la encuesta

efectuada por El Colegio de México, se encontró

falta de información e interés más bien limitado

por parte de las empresas en hacer uso de la

depreciación acelerada.

iii) En el área del financiamiento, NAFIN dio a

conocer en 1991 una línea de redescuento a

favor de la banca comercial para que, a tasas

preferenciales, se extendiera crédito con

amortizaciones hasta por 20 años, para una

amplia gama de fines ambientales, a empresas

que lo solicitaran. En marzo de 1994 el monto

acumulado de tales créditos fue apenas de

N$493,000,000, más Dls26,000,000 a 1244

empresas, a través de los intermediarios

financieros. Pese a la buena intención, el

programa no ha operado con suficiente eficacia

ni en forma significativa, en parte por falta de

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información entre las empresas --verificada en

la encuesta de El Colegio-, y también por el

limitado acceso de las medianas y pequeñas

empresas al crédito bancario, los altos costos

reales del financiamiento, y el escaso interés de

las instituciones bancarias por otorgar este tipo

de créditos. En consecuencia, para fines de

política ambiental, su uso ha tenido muy poco

resultado,

CONCLUSIONES PROVISIONALES

Mientras continúa el debate entre los técnicos y los

economistas sobre las ventajas de unos y otros tipos

de incentivos e instrumentos económicos, pueden

adelantarse algunas propuestas y conclusiones:

i) Las empresas medianas y pequeñas, en México

como en otros países en vía de desarrollo,

carecen de la información y del acceso a la

innovación tecnológica que les permita abordar

en forma adecuada una conducta

ambientalmente favorable en cuanto a la

disposición, reciclaje o uso de sus desechos

peligrosos. Es preciso que tanto el sector

público como el empresarial emprendan

programas de apoyo a información y

capacitación que les permitan adquirir las

tecnologías necesarias y la capacidad

empresarial-ambiental para cumplir con las

normas.

i i) El sistema de normas y castigos (NyC), apa rte

de que deberá aplicarse con mayor eficiencia,

es insuficiente para lograr los fines ambientales

sociales que constituyen el objetivo que

determina la legislación y que es parte de las

políticas gubernamentales. Se requieren en

forma complementaria incentivos económicos,

de carácter financiero y fiscal entre otros, para

inducir a las empresas, sobre todo las medianas

y pequeñas, al cumplimiento de las normas

ambientales.

iii) Los incentivos económicos deberán ser de

suficiente magnitud para lograr el resultado

deseado en la conducta ambiental de las

empresas, es decir, para vencer las resistencias

e inercias; pero deberán ser temporales y

genéricos, es decir, no dirigidos a una empresa

en particular. Deberán comprender modalidades

regionales y referirse no sólo a medidas fiscales

de orden federal sino también a impuestos y

derechos locales. Los incentivos fiscales podrán

también establecerse en forma escalonada y, en

casos determinados, hasta por el 100% del

gravamen respectivo.

iv) Deberán considerarse en especial las situa-

ciones de las empresas medianas y pequeñas

que, a su vez, contribuyan de manera

considerable a la creación de empleo, y que

acepten programas de capacitación y

concientización.

v) En el caso de los desechos municipales de los

hogares (tema que no se ha tratado en este

trabajo), sobre lo cual se carece en México de

política y de programas articulados a la política

ambiental general, se deberá hacer un esfuerzo

en escala nacional para que las familias

adquieran mayor conciencia de lo que significa

lanzar al drenaje -donde éste exista-

sustancias contaminantes y mandar a la basura,

sin tratamiento o reciclaje, ni siquiera

separación, desechos sólidos de posibles

efectos contaminantes. El problema de- los

desechos de los hogares requiere participación

de la sociedad civil en programas claramente

definidos y una amplia concientización a niveles

municipales y nacional.

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