Nietzsche

Genealogía de la moralTercer tratado:

¿qué significan los ideales ascéticos?

Glosas y comentariosCiro Alegría Varona

PUCP 2009

1. – 5. • Antes querer la nada que no querer nada.• No hay contraposición trágica entre castidad y

sensualidad: hubiera sido en Wagner Bodas de Lutero, no Parsifal; “sana sensualidad” a lo Feuerbach, no “busquen en otro lado”.

• El artista es apenas el suelo, el abono de su obra, hay que olvidarlo para gozarla. Típica veleidad de artista es dejar atrás la eterna “irrealidad” de la obra, no querer ser más Homero, sino Aquiles. Pero siempre ha sido camarero o cortesano de una filosofía, una moral, una religión; luego Wagner de la de Schopenhauer; oráculo, sacerdote, teléfono del “en-sí”, terminó hablando de ideales ascéticos.

6. – 7.• Kant: lo bello es impersonal y tiene validez

general, igual que el conocimiento; su gozo es desinteresado. Stendhal, al contrario: es lo que promete felicidad.

• Schopenhauer: lo bello anula el deseo sexual, libera del “árido impulso de la voluntad” (WWV I 231). Calma la voluntad, no la excita. Sch. tiene un interés: librarse de la tortura del querer.

• Su ira es su remedio contra el asco, es su felicidad. Irritabilidad y rencor contra la sensualidad pertenecen al typus del filósofo. Uno casado es cosa de risa. La ascesis le promete, en cambio, condiciones óptimas para su actividad, que es afirmar no la existencia sino su propia existencia, el deseo blasfemo: pereat mundus, fiat philosophus, fiam..!

8. [El filósofo]• Con el “ascetismo alegre de un animal

endiosado y alado”, quiere aire sereno para los pensamientos. Pobreza, humildad y castidad están en cierto grado en toda vida fecunda e inventiva. No como virtudes, sino como condiciones naturales de su mejor existencia.

• Puede que el desierto (Wüste) de su ascesis esté en el lujo, el exceso, el despilfarro (wüstes Dasein). “Veneramos lo silente, lo frío, lo noble, lo lejano, lo pasado”. No habla como orador, sino sachlich – [y sachte]. No quiere sacrificarse por la verdad, hace algo por ella.

• La sensualidad no se anula, se transfigura al entrar el hombre en estado estético, no llega como estímulo sexual al cerebro, sino como dulzura y plenitud [otium, scholé].

9.• El impulso analítico del filósofo estuvo

enfrentado casi siempre a la moral – es una forma de hybris: nitimur in vetitum cupimusque negatum: ambicionamos lo prohibido, deseamos lo negado.

• Nos violamos, nos cascamos como nueces todo el tiempo para sacarnos de dentro lo mejor.

• “Todas las cosas buenas fueron antes cosas malas” y viceversa:

Fueron virtudes: sufrimiento, crueldad, impostura, venganza, negación de la razón. Peligros: bienestar, curiosidad, paz, compasión [¡esperanza!]. Vejaciones: ser compadecido, trabajar.

La locura fue divinidad y el cambio, corrupción.

10. – 11.• Para sobrevivir en condiciones adversas,

el filósofo anda disfrazado de hombre contemplativo: sacerdote, mago, profeta. Tiene que revelar esta misma condición de existencia para ser abiertamente.

• El asceta trata la vida como un camino equivocado que hay que desandar. Ideal ascético es en sí una contradicción.

• “Tiene que ser una necesidad de primer rango la que hace rebrotar y crecer a esta especie enemiga de la vida, - tiene que ser un interés de la vida misma”. [363]

• Triunfa cuando perece, crux, nux, lux.

12. [Perspectivismo]• Los filósofos han desfogado su más íntima

arbitrariedad [su voluntad de poder] en transvaloraciones: el cuerpo es ilusión, el yo, la sensación, el conocimiento están excluidos de la verdad, lo está la razón misma, pues el “carácter inteligible” de la cosa no puede conocerse.

• Estos trastrocamientos ejercitan el dominio sobre el pro y el contra, el aprovechamiento de la diferencia de perspectivas.

• Cuidémonos de la “razón pura”, del ojo impensable, sin mirada, “sin las fuerzas activas e interpretativas por las que el ver es un ver algo.” Cuantos más afectos y miradas sobre algo reunimos, tanto más completo nuestro concepto de la cosa, mayor nuestra objetividad.

13. [Ascesis como asepsia]• La contradicción viviente no existe, “el ideal

ascético surge del instinto de protección y curación de una vida degenerada” – es estratagema, medio de lucha de la vida no vulnerada contra la muerte.

• Prima cuando la civilización ha impuesto el amansamiento humano.

• La fuerza del deseo del sacerdote por el más allá lo hace luchar por la vida humana, “pertenece a los grandes poderes conservadores y afirmadores de la vida”.

• El hombre es el animal enfermo. Siendo el más arriesgado, es el más expuesto a herirse con sus síes, luego la herida lo mantiene vivo …

14.• Lo temible no es el daño que se pueda sufrir a

manos de los fuertes, sino el contagio de la debilidad de los débiles; adquirir el gran asco ante lo humano, la gran compasión; el aire de nosocomio y manicomio de los ámbitos cultos de Europa: quisiera ser otro, no puedo, pero estoy harto de mí.

• Tienen odio a quienes viven plenamente y lo encubren con benevolencia y buena conciencia; son reproches vivientes a los valores primitivos: salud, logro, fuerza, orgullo, sensación de poder. Líricos moralizantes, mujeres susceptibles que desentierran horrores, puro resentimiento. Su triunfo es avergonzar a los más felices, meterles conciencia de culpa.

• Imprescindible pues separar a los fuertes.