garcía-moll, solange - visión y revisión de rafael cansinos-assens en el movimiento v.p

8/18/2019 García-Moll, Solange - Visión y revisión de Rafael Cansinos-Assens en El movimiento V.P.

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Visión y revisión de Rafael Cansinos-Assens

en El movimiento V.R

Solange García-Moll Bloomsburg University of Pennsylvania

He intentado devanar las diversas direcciones en que irradia la

novísima poesía, a partir de Apollinaire

Rafael Cansinos-Assens

1

El movimiento

V.P. novela publicada en 1921, ¿es o no es manifiesto del

vanguardismo español?

2

La acepción de la palabra 'manifiesto' arroja

inmediatamente la duda. Según leemos en el

Diccionario de A utoridades

es un 'escrito, con que se justifica y aclara al público alguna cosa'. ¿Justifica

y aclara Cansinos-Assens? ¿Se justifica y se aclara Cansinos-Assens? Es

precisamente lo que se intenta en este trabajo: definir, configurar y

examinar el nuevo orden establecido en la obra por el propio Juan Las,

pseudónimo del autor.

No es necesario detenerse a considerar las distintas corrientes de la

vanguardia española. De eso se han ocupado otros estudios. Baste con

hacer mención de las más sobresalientes: el futurismo de Marinetti; el

creacionismo de Vicente Huidobro, Paul Reverdy - no creo que sea

importante a estas alturas la polémica entre los dos - y el principiante

Gerardo Diego; las greguerías de Gómez de la Serna; el cubismo literario,

que en Francia, será muy pronto, surrealismo; y el ultraísmo de Assens y

su grupo del café Colonial.'

El movimiento V.P.

parece ser el resultado de la toma de conciencia del

nuevo arte; el darse cuenta de la nueva perspectiva, del nuevo orden, del

nuevo ritmo, de la nueva hora. Parece ser, además, una serie de voces

discordes, concordes, de ensayos de técnicas que luchan por destacarse,

que favorecen el atrevim iento, la imaginación, las posibilidades m últiples,

la creación. Asimismo surge también la duda, la confusión, la desilusión,

la dispersión, para que todo vuelva a ser, a conformarse. Si Cansinos-

Assens expone y ordena los distintos intentos artísticos de la época, y si

se examina, al poner en perspectiva la estética de su época y crear su

nueva realidad en la novela, aclara y se aclara. Si denuncia una renovación

y rectificación de su época, sin excusarse ni conseguirlo, ni justifica ni se

justifica. Aquí está el problema del manifiesto.

Para ver lo que significa Cansinos-Assens con este pastiche o muestrario

vanguardista, tendremos que reparar en cómo junta a un dirigente,

adeptos, bandos, revistas, críticos, más intermedios líricos. Examinaremos

los siguientes aspectos: la modernidad, el poeta y sus castas; la gestación

de la emoción propia como componente auténtico; el manejo de las

AIH. Actas XII (1995). Actas XII. AIH. Visión y revisión de Rafael Cansinos-Assens ... SOLANGE GARCÍA-MOLL.


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Visión y revisión de Cansinos Assens 159

estructuras geométricas (la eclíptica); los mitos; el elemento lumínico y

el visual. Tomemos como punto de partida de la obra al llamado 'Poeta

de los Mil Años' y sus sucesivas transformaciones. Está el hacedor en su

caballete dispuesto a cabalgar, a crear en la soledad del viaducto, en ese

espacio en blanco, en esa puerta comunicante, desde donde se tiene una

perspectiva diferente, lo suficientemente distinta como para que todo

quede transformado. Con sólo hacer una pequeña mutación, con sólo

añadir un matiz, la realidad se convertirá en una nueva. Lo notable

estribará en el cambio de la circunferencia, siempre igual y repetida, por

la desviación de la eclíptica. Ahora caben infinitas posibilidades, infinitos

significados, infinitos matices en el arte nuevo, 'alterando normas

consuetudinarias y creando el paisaje verdadero moderno, vibracional y

s imul táneo, pol ivalente y ubicuo, exento de las cr is ta l izaciones

anquilosantes'(41). Es crear la ilusión de una totalidad rica, variada y

arbitraria donde la palabra o el color lo significan todo y nada. En esto

consiste la modernidad.

En el acto de creación, en la necesidad de comunicación, el Poeta de

los Mil Años engendra voces generadoras a su vez. Es el dejar ser, dejar

hacer. Es la oportunidad que se brinda el creador; son las nuevas

alternativas, es el juego artístico, es el riesgo. Por eso van aparec iendo los

poetas-personajes en

El movimiento V.P.

movimiento de los 'únicos

poetas' según los denominados 'Viejos Poetas Jóvenes'(26). Cada uno se

arraiga, se afianza en su manera de hacer arte. Cada uno ensaya, intenta

un cambio, una maroma, una pirueta, o sencillamente se estanca, se

congela, se inmoviliza, se anquilosa, hasta desaparecer. Lo esencial es

que haya fogueo artístico, y esto es lo que consigue Cansinos-Assens.

Además de hacer el juego de voces con los poetas, Cansinos-Assens

contrapone otros dos aspectos referentes al modo literario: la tradición

crítica, intérprete de la clave, y la tradición clásica, encarnada por la

'Estatua del Manco'(245). Si ésta ratifica el arte moderno, porque es

siempre búsqueda de conciliación, armonía, concordancia con la realidad,

el ariete crítico, consagrante del Cervantes dislocado, lo tergiversa y lo

condena. En este vaivén y lucha se fragua el arte, aquí y allá, ahora y

antes. Puede que sea la figura del 'inmortal caballero', el que 'pudo

soportar y soporta los hielos hiperbóreos, lo mismo que los ardores del

desie rto'(247), la manera cansiniana de justificar a la vanguardia española.

El artista, visionario, veedor, se siente inmensamente solo, como

descubridor de una nueva era, de otra Edad Dorada 'en el paisaje de un

tiempo indefinido, sin más compañía que sombras efímeras'(102). Ante

la soledad evidente, el poeta se ve obligado a elegir entre dos vías: crear

o desaparecer. Es el aprem io a comunicarse y relacionar las cosas entre sí;

el elemento análogo que permite la participación de todos los seres en el

Universo. Esta soledad facilita la cinética del arte. La vemos progresar en

cuatro momentos determinantes de la novela. La primera corresponde a

'La Epifanía del arte nuevo', o principio lírico, toma de conciencia de la



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Solange García-Moll

nueva perspectiva. La segunda pertenece al primer intermedio lírico, o

fase de renovación, de poner en perspectiva la estética de la época; es un

momento de duda, de incertidumbre, de extrañamiento ante el monstruo

creado, y de rechazo por parte de otros poetas y críticos. La tercera toca

al segundo intermedio lírico, o fase de reencuentro con sí mismo y con

los demás. Por último, el 'Canto a la eclíptica' o final lírico, cuando el

poeta reorienta su arte y amplía horizontes. Soledad provechosa, de

reconocimiento, de renovación y extrañamiento, de reencuentro, y

reorientación, porque el arte es, sin dudas, un hacer a empujones.

Rafael Cansinos-Assens describe la estructura del arte vanguardista a

través de la eclíptica deforme. La resuelve en una trayectoria que varía en

cada momento el momento anterior, y que lo engloba a la misma vez,

sugiriendo la idea de movimiento. Por eso el poeta permanece solo, sin

detenerse, recorriendo su camino, moviéndose de un punto a otro, de

una Europa a una América, de una luz que le viene desde arriba, a otra

que le viene por abajo, porque en esto consiste la eclíptica: en una línea

oblicua descrita entre los trópicos . Pero esta eclíptica trasciende sus límites.

Es una diseñada por el arte nuevo, 'por la que un día acaso el tiempo no

será redondo, sino ovalado o exagonal, ¿quién sabe?, pero algo distinto

de lo que es hoy'(253).

4

El artista, al inventar, al generar una nueva realidad, se piensa un dios,

y busca fórmulas. De ahí que surjan nuevos tanteos, intentos, tendencias

con rasgos diferentes, y se logre crear 'com o la naturaleza crea un árbo l'.

5

Aspira a conseguir lo inédito, lo clásico actual, la belleza nueva, lo

moderno. Esa nueva armonía adquiere una magnitud sin precedentes en

el juego de lo visual.

6

Assens calcará a Hu idobro al subrayar: 'C reo cosas

que no existen en la realidad y produzco imágenes dobles y triples como

flores privilegiadas. Yo hago poemas que no son para leídos, sino para

vistos'(32). Por supuesto, la nota burlona estará presente: 'No se puede

negar que aunque nuestros poemas de ahora, de esta nuestra era gloriosa

y bendita, no digan nada, hacen bien a la vista'(76). El desmoche irónico

sustituirá la palabra con el 'arte real, vivo y actuado, que no necesita

escribirse, para qué esa fatiga de las plumas'(198).

¿Cómo se modelan, entonces, las imágenes en El m ovimiento V.P.? Los

vanguardistas son fabricantes de arte; por eso se las hacen a la medida:

Assens lleva, por ejemplo, la imagen clásica del 'manto de la noche' al

l ímite del atrevimiento al evocar 'e l gran gorro de dormir de la

noche'(124). Hay imágenes tan endentadas que componen una visión

diversa y múltiple: 'Los obuses se les aparecían como frutos maduros y

las estrellas como obuses reventados'(3

2).

Otras son aún más arriesgadas.

El poe ta o hacedor, al inspirarse, concentrarse den tro de sí y querer 'mojar

la pluma' en sus 'lagrimales', desecha 'esos grandes tinteros' que son 'los

ojos profundos de las mujeres', crea otra realidad. Toma 'la hulla' de las

amadas muertas y nutre 'el corazón de mil locomotoras'(108), hulla que

a la vez 'almacenada en unos ojos se inflamará realmente al contacto de



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Visión y revisión de Cansinos Assens

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una mi rada de pas ión ' (152) . Los mot ivos t rad ic iona les (v .g . ,

neoplatónicos) han quedado transformados. Ahora la amada-locomotora

es a la vez agente y movimiento. Se ha conseguido combinar lo violento

con lo apacible para transmitir una emoción propia.

Las imágenes creadas por Cansinos-Assens y los vanguardistas tienen

también un elemento falsamente auténtico, que es lo inesperado posible:

'cada día decapitamos un sol en la guillotina del crepúsculo'(91). Es el

elemento de sorpresa hecho lógico y familiar. Esta es la otra realidad: producir

naturalidad forzada en lo creado para que 'los arcoiris jugasen a la comba'

y para que 'los viaductos saltasen hípicamente los obstáculos'(95). Al

generarse un movimiento circular en la 'comba', ésta se convierte en una

esfera que recorre todas las posibles visiones, como la eclíptica.

El tratamiento de los mitos por parte de la vanguardia es muy

particular. Se conserva la historia en el mito, se elimina lo accesorio y se

contrabalancea con elementos de la nueva perspectiva; el mito se hace

moderno. Las partes ficticia y real coinciden en una realidad actual. Por

ejemplo: el caso de las Amazonas. Se retiene la historia de estas guerreras

que se cercenan un seno para así poder manejar mejor el arco. Pero esta

mutilación se compensa con 'el ojo del ombligo'(108). 'Se lo amputó la

amazona para tender mejor el arco. Era la dulzura que sobraba, y lo

arrojó lejos de sí con el mismo gesto fácil con que se desprendería de un

pendiente demasiado pesado'(108). La nostalgia de un pasado remoto

se sustituye por el mecanicismo y alejamiemto emocional y, entonces, los

elementos se exhiben dentro de una naturalidad terrible. En el juego

vanguardista los elementos se desligan para juntarse indeterminadamente

con otros, y así formar otras valencias, otros significados, otras visiones:

'En nuestros versos dejan las cosas de parecerse a otras para convertirse

simplemente en ellas'(108).

Igualmente hace Guillaume Apollinaire en

L es Mamelles de Tirésias

al

quitarse los senos desmontables el personaje Thérese. Dice la acotación:

'Enciende un mechero y los hace estallar, luego dirige una mueca al

público con doble pan y pipa, y le arroja unas pelotas que lleva metidas

en la blusa'.

7

El Tirésias mítico, ciego profeta, convertido en mujer y luego otra vez

en hombre, conocedor del placer de ambos sexos, es utilizado por los

vanguardistas para demostrar la abundancia de visiones, perspectivas y

funciones. Ahora el mito ha multiplicado su función. De la misma manera

toca a los bomberos en El movimiento V.P.:

El cuerpo de bomberos es el cuerpo más notable del mundo. Tiene

más pies que la mujer que danza. Y esos pies de dos en dos sostienen

descomunales príapos que sólo están llenos de agua fresca.

Cada tarde, esos príapos semejantes a clisteres, disparan contra el

estío del día y apagan en las esquinas los rescoldos de la siesta. Los

niños les imitan, lanzando a la espalda del sol ligeros arco-iris.



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Solange García-Moll

Luego se van ufanos al teatro, donde la comedia no podría

celebrarse sin ellos. El bombero de servicio figura en todas ellas. Su

príapo, desmontable, es de un efecto cómico. Pero mientras están allí,

la ciudad se llena de bombas que no son impelentes ni respirantes y el

incendio de la tarde prende otra vez en las guardillas. (123)

El mito se ha incorporado a la nueva realidad. La comedia de la vida

se ha trasladado al teatro. Se ha vuelto mimodrama. El equívoco

inocencia/perversión, lo increíble, se ha hecho posible, y se ve aho ra como

real y coherente. Cansinos-Assens desarrolla, además, el mito de Medusa.

Convierte al Poeta de los Mil Años en la Gorgona masculina moderna,

que se sacude del tiempo (7) y se activa (14); que puede 'resistir al

hechizo'(7), a la tentación (129); que se inmola; de la cual nace Pegaso

o el aeroplano, y resucita a los muertos o a los poetas. De esta manera,

quizás, se justifique el autor.

8

Cansinos-Assens también actualiza el elemento lumínico, al igual que

lo han hecho los pintores cubistas. La luz ocupa otro lugar. Si en ocasiones

viene de arriba, producirá la sombra lógica, prevista, pero con un elem ento

de sorpresa: 'Nuestras sombras fieles se recogen al nido de nuestras

axilas'(113). El resultado es inesperado pero posible, además de originar

una emoción distinta.

9

Ahora la luz no vendrá de arriba sino de abajo;

será cambiante, móvil, 'sombra que a lo sumo podría servirme de

paracaídas en mi fracaso'(251). La sombra se ha invertido para proteger,

auxiliar y, a la vez, conexionarse con el parónimo 'asilar'. Este es el

significado primario de sombra: cubrir , asi lar, guardar, amparar.

Precisamente es lo que se afirma en el arte vanguardista: el concepto, el

regreso al origen, el desafío a la norma, el forzamiento a analogías.

Cuando examinamos la imagen obtenida en los cristales, aguas, espejos,

'témpanos engañosos'(158), notamos que es contraria a la buscada por

los vanguardistas porque está apresada; porque es opaca; porque es ciega.

No se da una transformación de la realidad sino que se interpone otro

tipo de atmósfera entre ella y el sujeto. La nueva visión se encargará de

'espejar' (si se me permite el arcaísmo) y reorganizar el universo hasta

crear una armonía informe. Lo que interesa es traducir el mundo

conceptual, restaurarlo, conquistarlo una vez más. Por eso el afán de

eliminar atmósferas deformadoras de realidades verdaderas, de llevar las

cosas a su justa perspectiva y, devolverlas a su forma original, aunque sea

mom entáneam ente. Así 'El hielo de los espejos se fundirá y podrá tomarse

con azúcar en sorbetes'(152). Sin embargo la visión percibida a través de

las puertas es adecuada al mundo vanguardis ta . Son 'c í rculos

cuadrados'(162). No hay fondo. El espacio está en blanco como ocurre

en los cuadros cubistas. Se apresa el instante irrepetible, lo efímero y, de

una vez, el tiempo quedará reprimido, no existirá; habrá una totalidad

de presencias; todos los espacios se integrarán. Este es el juego dinámico

que re-inventa.

10



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El movimiento V.P. dilucidante, autodilucidante, posiblemente

justificante, autojustificante, es el producto extraño de imágenes trabado

por el creador nuevo. Concentra una emoción singular, lógica y familiar

a través de la presencia sólida y consecuente de lo sorprendente. Se

caracteriza por la multiplicidad visual, la transformación de los motivos

tradicionales, el multifuncionalismo y la adaptación del mito a la

perspectiva moderna; la renovación del elemento lumínico, y la vuelta

al origen de la función del objeto y de la palabra. En este nuevo espectro,

los elementos de la realidad serán reordenados, reestructurados, para

producir nuevos significados y emociones nuevas. Será un espectáculo

hecho natural, conexivo, coherente, total y autosuficiente, porque se ha

encontrado esa brecha, esa puerta, ese pasadizo, ese intersticio para

perderse una y otra vez.

NOTAS

1

La novísima poesía, antología lírica', Cervantes (mayo 1919), p. 90.

2

Cito siempre de

El movimiento V.P.

(Madrid: Peralta, 1978), indicando

el número

de

página entre paréntesis. Isabel Criado,

al

hablar

de la

novela

de

la

década

de los

veinte, señala

que la

primera página

de la

novela

es el

manifiesto de La epifanía del Arte Nuevo': ínsula 329 (1991), p. 7.

Jorge Schwartz se refiere al capítulo VIII como una especie de parodia

del manifiesto futurista

de

Marinetti: 'Cansinos-Assens

y

Borges:

¿un

vínculo (anti)vanguardista?', Hispamérica 46 (1987), 167-77.

3

Consú ltense Lidia Neg hm e Echevarría, 'Análisis com parad o de Imagen

de Gerardo Diego y de Poemas árticos de Vicente Huidobro' , Revista

Chilena de Literatura 41 (1993), 99- 11 2, y Alicia R ivero-Potter, 'Ramón

Gómez de la Serna y Vicente Hu idobro : in ter textual idad ' , Hispanic

Review 59 (1991),

4 3 7 -5 1 .

Para una docum entación detallada de la época,

véase Willard Bohn, 'Apollinaire's Reign in Spain', Symposium 00 (1981),

186-214. Para la estética del momento , y específicamente la pintura,

consúltense

los

siguientes estudios: Guillaume Apo llinaire,

Les

Peintres

cubistes ed. L. C. Breunig y J. Cl. Chevalier (París: He rm ann , 1965 );

Douglas Cooper , The Cubist Epoch (Nueva York: Ph aido n, 19 71 );

Marianne Martin, Futurist Art and Theory (Oxford: Clarendon Press,

1968); Gustav Vriesen, Robert Delanay: Light and Color (Nueva York:

Harry N. Abrams Inc., 1967); Wendy Steiner, The Colors of Rhetoric

(Chicago: The University of Chicago Press, 1982).

4

Alejo Carp entier, en Concierto barroco segunda edición (México: Siglo

veintiuno editores, 1974) manejará, cuarenta y tantos años más tarde, la

misma situación. Novela de movimientos que junta espacios y tiempos;

novela

en que los

personajes

van

entrando

y

saliendo

de

órbitas co mp artidas

por un punto/segmento común. Así se hace coincidir a M ontezuma/Amo,

Vivaldi, Haendel, Scarlatti,

las

pupilas

del

Ospedale, Stravinsky, Wagner,

Louis Amstrong

y

Filomeno. Novela

de

reencuentros, nombres propios



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164 Solange García-Moll

que, además, conn otan y deno tan espacios y tiempos distintos. Conjunción

de órbitas que dibuja, delinea y manifiesta simultáneamente la totalidad.

Repetición de ciclos distintos, de historias, espacios y tiemp os co mbinados,

para congregar a los personajes en un mismo punto. Este es el intersticio

o momento de epifanía y diálogo. La manifiestación de estos instantes, la

entrada o salida de órbitas, se marca en los personajes del Amo y F ilomeno ,

por una especie de somnolencia en Montezuma/Amo o embrujo en

Filomeno. Un cierto malestar y resistencia al cambio es evidente, pero la

opción al cambio es siempre patente.

5

Véase Rene de Costa, 'Un gran poe ta chileno: Vicente H uid ob ro y el

creacionismo', en

Vicente Huidobro y el creacionismo

(Madrid: Taurus,

1975),

p. 122.

6

Willard Bohn, 'Mo dernizing the Ideogram : Apollinaire and Visual Form ',

Tamkang Review 18 (1988), y Theory and Practice of Visual Poetry',

Neohelicon 17 (1990), explica la trayectoria de la poesía visual a partir

de Mallarmé. Me parece importante, además, el artículo de Bohn sobre

la respuesta catalana: 'Some Aspects of Visual Poetry in Catalonia',

Cotnparative Literature Studies 18 (1980), 00.

7

Véase H enri Behar, Sobre el teatro dada y surrealista (Barcelona: Barral,

1971), p. 40 .

8

Sandra Price presenta las distintas postu ras de la vang uardia española

ante el mito en su artículo ' Verdad de mitos : Some Aspects of the Use

of Classical Mythology in the Poetry of Pedro Salinas', Forum for Modern

Language Studies 20 (1984), 342-46.

9

Otr a versión más conservadora es la siguiente: 'en que mi propia sombra

era la hamaca'(58). Otro ejemplo, 'que se dejaba guiar por el reflector de

su sombra', parece ser la versión ultraísta del conocido 'Nocturno' de

José Asunción Silva.

10

Erwin Panofsky señala que en el pe ríod o manierista el retor cim iento y el

escorzo de las figuras sería inexplicable si no se completara con la

imaginación. Al citar a Benvenuto Cellini dice que ante la mirada del

espectador, la figura 'seems gradually to turn round so as to display, not

one view but a hundred or more': Studies in Iconology (Nueva York:

Ha rper Torchbooks, 1962), pp . 17 5- 76 . N o es de sorprender la abundacia

de fuentes y monumentos en esta época: recuérdese la imagen ya citada

de los arcoiris jugando a la comba. El barroco, sin necesidad de acudir a

la idea de revolución, logrará mostrar en una sola visión la totalidad

coherente del conjunto. Me parece que las imágenes de Cansinos-Assens,

y en general, las de la nueva estética se debaten entre la visión manierista,

que llamo de circunspección, y la barroca. Véase también el libro de

Severo Sarduy, Barroco (Buenos Aires: Sudamericana, 1974).


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