Galvanizado vs zincado

Los términos galvanizado y zincado se usan a menudo como sinónimos, pero realmente corresponden a tratamientos superficiales muy distintos:

Galvanizado (galvanizado en caliente, galvanizado por inmersión o galvanizado al fuego): Galvanizado por inmersión en zinc fundido, a una temperatura aproximada de 450°C, da una capa de zinc gruesa (40-100 micras) lo cual significa protección muy duradera, se puede usar en exterior y en ambientes húmedos. Por contra la capa apenas tiene adherencia (las piezas no se pueden deformar ni recibir golpes de forma habitual. Además estéticamente es feo (aguadas, cambios de color, partes blanquecinas etc.).

Zincado (galvanizado electrolítico, electrozincado o galvanizado en frío; este último es más raro de oír): Es un proceso de deposición electrolítica en baños, similar al cromado o cobreado. La capa de Zinc es mucho más fina (5-20 micras), por lo que se le suele dar un pasivado (tratamiento que incrementa la protección), pero aún así la duración es mucho menor y en principio salvo que se recurra a pasivados caros solo es adecuado para interiores. Por contra las piezas admiten deformación después del recubrimiento y estéticamente son "bonitas": acabado brillante, además el pasivado cambia el color y admite lacados. Por ejemplo el bicromatado sería un ejemplo de electrozincado más pasivado.

Aunque el término "galvánico" hace referencia a los procesos electrolíticos, con mucho los recubrimientos más habituales, éstos se denominan mediante el término zincado, siendo por lo tanto muchas veces necesario usar la descripción extensa galvanizado en caliente para diferenciar claramente el tipo de recubrimiento.

Además de los dos tratamientos anteriores, usados habitualmente para piezas acabadas, existe por ejemplo una tercera variante para chapa:

Chapa pregalvanizada o sendzimir, que es chapa que se galvaniza en caliente y se lamina en un proceso continuo, con lo que la capa de zinc es menor (20-40 micras), pero con buena adherencia, admitiendo doblados y embuticiones.

Estos tres tratamientos son los más habituales, pero luego hay opciones más exóticas como el aluzinado o recubrimietos de zinc-cromo. Por supuesto para cada uno hay distintas calidades y variedades (y por supuesto precios).

Para comparar resistencias se suele usar el parámetro horas de niebla salina, que es el tiempo que aguanta una pieza en una cámara con un spray de agua y sal hasta que se empieza a oxidar el metal base.