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Fundación de Investigaciones Sociales. A. C.
FISAC
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"Políticas de moderación en el consumo de bebidas con alcohol"
Seminario permanente, sobre "investigación, cultura y salud".
Palabras de bienvenida por el Dr. Gastón Meló Medina, presidente ejecutivo de la fundación de investigaciones sociales, A.C., (FISAC).
El seminario que este día nos reúne, titulado "Políticas de moderación en el consumo de bebidas con alcohol", reviste gran trascendencia para los propósitos con los que
se ha planeado la realización de estos eventos.
Los procesos de producción artesanal de bebidas
alcohólicas, eran manejados por los habitantes de nuestro
país muchos años antes de la conquista. Numerosas fueron
las bebidas alcohólicas que se elaboraban en forma
artesanal en la Nueva España, algunos de estos
procedimientos han perdurado hasta nuestros tiempos,
como es el caso del pulque, y otros mostraron una
evolución hacia el desarrollo de grandes industrias
exportadoras que son motivo de bien fundado orgullo
nacional, como sucede con el tequila. La forma en que se
pasó "De la producción artesanal a la producción
industrial", es el primer tema de este día.
El segundo tema que nos será presentado, "Mercado de
bebidas con contenido alcohólico" ocupa la atención tanto
de los industriales como de las autoridades de salud, de
comercio o de hacienda, preguntas como: ¿Cuáles son los
factores que determinan la comercialización de los
3
diferentes tipos de bebidas?, ¿Cuáles son las prospectivas
del mercado en el principio del tercer milenio?, ¿Qué
bebidas son las que muestran mayores tendencias de
consumo y ¿Cuáles, por el contrario, presentan una
disminución en su demanda?, ¿Qué variables económicas
influyen actualmente y pueden influir en el futuro en la
demanda de las bebidas con alcohol?, son algunas de las
preguntas cuya respuesta es buscada por los industriales y
los investigadores, tanto en el plano nacional como en el
Internacional.
Un aspecto que requiere profundidad en las ideas es el
que debe sustentar a la legislación en materia de la
"Regulación sanitaria de bebidas con contenido alcohólico", en este orden de ideas, nos preguntamos,
entre otras cosas, si ¿Va más rápido el gobierno en su
legislación, que el científico en su conocimiento?, o bien,
¿Hacia dónde se dirige la regulación sanitaria? y ¿Cuál es
la forma en que la autoridad sanitaria se puede vincular
con otros órganos de gobierno para adoptar medidas para
prevenir el abuso en el consumo y sus consecuencias,
como accidentes, victimización o violencia? son
interrogantes para los responsable del establecimiento de
las normas que la sociedad en su conjunto está dispuesta a
aceptar.
Por último, considerando que las respuestas o controles formales sobre el consumo de bebidas con alcohol,
provienen de los gobiernos, y responden a modelos
conceptuales que se definen como "Políticas hacia el
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alcohol". Cabe preguntarnos ¿En qué medida éstas
políticas se orientan, tanto a dar respuesta a aspectos de salud pública, como a satisfacer aspectos de desarrollo
industrial y comercial? En las diferentes culturas, esas
políticas oscilan entre el extremo de la prohibición y el de
la ausencia total de control. En nuestro contexto social,
económico, cultural, con los determinantes de una
economía cada vez más globalizada, ¿Hacia donde se
dirige la política de nuestras autoridades?
Para presentar y comentar estos temas, nos acompañan
esta mañana expertos en el estudio de la historia de las
bebidas, en estudios de mercado, responsables del
establecimiento de las medidas regulatorias y de la
definición de esas políticas, así como especialistas en
materias como el tratamiento de problemas de adicciones,
la regulación de la publicidad e historia de la medicina, a
quienes, como a todos los presentes, agradecemos su
presencia en esta Fundación de Investigaciones Sociales.
Coyoacán, D.F. 16 de
Febrero de 2000
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"De la producción artesanal a la industrialización"
Teresa Lozano Armendares Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM
El consumo de alcohol ha estado presente en las
sociedades de todos los tiempos; hasta en los lugares más
recónditos, el hombre ha encontrado en la naturaleza los
elementos imprescindibles para elaborar cualquier tipo de
bebida estimulante. El alcohol ha formado parte de la
cultura de los pueblos y se ha convertido en símbolo de su
identidad, desde tiempos antiguos se ha utilizado para
propiciar diversos ritos simbólicos; ha sido valorado como
un alimento nutritivo, facilitador de la digestión, protector
contra el frío y relajador de la fatiga y la tensión; como
tranquilizante y depresor del sistema nervioso; como
medicina para aliviar el dolor y para tratar enfermedades
específicas como el insomnio.
La historiografía dedicada a las bebidas alcohólicas ha
demostrado claramente que la embriaguez tiene múltiples
significados. En las más diversas culturas antiguas y
contemporáneas la presencia de bebidas embriagantes es
símbolo y expresión de interacción e intercambio social; se
piensa que las bebidas alcohólicas ayudan a disminuir el
aislamiento y la distancia social, fortaleciendo los nexos
grupales; de esta manera, los lugares de consumo son
centro de sociabilidad, puntos de reunión donde se da la
posibilidad de establecer fuertes lazos de solidaridad entre
los miembros de las comunidades, sin pasar por alto la
reproducción de las diferencias étnicas y de clase.
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El proceso de destilación, legado a los españoles y
europeos por los árabes, fue introducido a México en el
siglo XVI; se difundió en el siglo XVII y fue usado
comúnmente a partir del siglo XVIII. Fue entonces cuando
comenzaron a fabricarse y beberse alcoholes destilados en
nuestro país, siendo el mezcal y el aguardiente de caña o
chinguirito los más populares y de consumo generalizado,
a pesar de que su producción y comercialización
estuvieron prohibidas durante casi los tres siglos de
dominio español. Pero no fueron solamente estas dos las
bebidas conocidas. Se tiene noticia de que llegaron a
existir alrededor de 80 diferentes bebidas alcohólicas
elaboradas en la Nueva España: charape, chilocle, ojo de
gallo, quebrantahuesos, sangre de conejo, sendecho,
tejuino, tepache, etcétera, igualmente prohibidas y que se
elaboraban en diferentes regiones del país con las frutas
que naturalmente se daban en ellas.
Mención especial merece la bebida original y
tradicional de las culturas nativas como lo es el pulque,
que debido a los grandes beneficios económicos que rendía
a la Corona, llegó a convertirse en un Ramo de la Real
Hacienda. No obstante ser una bebida destinada al
consumo de la población indígena, fue también aceptada
en ciertos sectores de mestizos y españoles.
Desde tiempos muy remotos, el consumo de bebidas
alcohólicas ha estado relacionado con la conducta
reprobable de los individuos y, por tanto, ha sido regulado
a través de un estricto orden legal, donde el discurso moral
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de cada sociedad impone los límites de la permisividad y
la forma más común de regulación es la prohibición.
Ésta obedecía no solamente a razones morales sino
principalmente a razones económicas, ya que se trataba de
proteger la importación de vinos y aguardientes
peninsulares; por tanto, sólo se permitió en Nueva España
la fabricación de pulque y la comercialización y consumo
de esta bebida y del vino y el aguardiente traídos de la
metrópoli.
Pero el comercio de alcohol se encontraba limitado
tanto por factores geográficos, como eran las grandes
distancias y la escasez de caminos, así como por el hecho
de que el importado resultaba demasiado caro para su
distribución a gran escala; fue por ello que se inició la
fabricación ilegal de bebidas embriagantes.
El mezcal y el aguardiente de caña o chinguirito,
repito, fueron las bebidas destiladas de mayor consumo
entre la población novohispana, especialmente en las
ciudades, en los distritos mineros y en las zonas donde se
cultivaba caña de azúcar, aunque no eran desconocidos en
las zonas rurales. La razón principal es que los
aguardientes -a diferencia del pulque que se echaba a
perder en pocos días-, podían transportarse a lugares más o
menos alejados de donde se fabricaban.
El mezcal se produce en casi todos los lugares de
México donde hay agaves y las distintas clases de esta
bebida dependen del maguey y del clima, de la técnica de
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destilación y del recipiente donde se le deja reposar. El
comiteco de Chiapas, el bacanora de Sonora, la raicilla y
barranca de Jalisco y Nayarit, la tuxca o quitupán de
Colima y hasta el tequila son variantes del mezcal. Durante
la época colonial se elaboraba de la siguiente manera:
cuando las plantas alcanzaban la madurez, a los nueve o
diez años de edad, se procedía a la jima, maniobra
consistente en separar de la cepa o corazón del mezcal las
hojas o pencas que lo rodean, dejándole adherida una parte
pequeña de éstas; luego se procedía a su cocimiento en
hoyos en forma de cono truncado con la base hacia arriba.
El interior de los hornos estaba completamente enlosado
con una especie de piedra refractaria llamada "china". Los
hornos, calentados casi hasta el rojo, se llenaban con las
cabezas cubriéndolas enseguida con zacate y tierra para
impedir en lo posible la salida del vapor y conservar
durante 24 horas el calor necesario para su perfecto
cocimiento. La molienda del mezcal cocido se hacía en
tahonas movidas por fuerza animal; la pulpa que resultaba
de este proceso se diluía en suficiente cantidad de agua, se
fermentaba en vasijas de madera o barro o en pieles de toro
puestas a modo de hamacas. Una vez terminada la
fermentación, se destilaba el líquido con todo y bagazo en
alambiques de construcción muy sencilla y era almacenado
en barriles de madera, en espera de su venta y consumo.
Por lo que respecta al chinguirito, a pesar de la
prohibición se fabricaba clandestinamente cerca de los
trapiches, en las afueras de las ciudades, en casas
particulares e incluso en algunos conventos de religiosos1.
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Su proceso de elaboración era muy sencillo: se echaba
agua simple o de cebada y miel prieta en cueros de res que
se colocaban en un cuarto abrigado con braseros para
acelerar la fermentación y para que pudiera "tomar punto";
después se introducía todo el líquido en el alambique y se
destilaba una o varias veces para hacerlo más o menos
fuerte.
Los alambiques usados en la Colonia eran sumamente
sencillos pues constaban de una caldera o cucúrbita, de un
capitel y de un serpentín dentro de un refrigerante. La
calefacción se hacía a fuego desnudo o a baño maría; en
este último caso la cucúrbita se introducía en otra vasija
con agua, la cual recibía directamente la acción del fuego.
El vino y la cerveza también se produjeron, aunque
escasamente, durante la colonia. Para proteger el comercio
monopolista imperial se prohibió que hubiera viñedos en la
Nueva España; sin embargo, en algunos lugares como
Parras, San Luis de la Paz y Aguascalientes se sembraron
viñas con el fin de que el vino que produjeran fuera sólo
para usos sacramentales y para el consumo local; pero
nunca se pensó en fomentar este ramo de la agricultura, ni
mucho menos en que la fabricación de vino novohispano
pudiera competir con la producción vinícola peninsular. La
producción de cerveza -aparentemente de excelente
calidad-, fue artesanal y muy limitada hasta fines del siglo
pasado y por lo tanto, consumida únicamente en las altas
esferas hispánicas2. La información sobre ambas bebidas
durante el virreinato es, desgraciadamente, muy limitada.
11
Muy incierto continuó el cultivo de la vid durante el
siglo XIX. Aunque Miguel Hidalgo promovió la
vitivinicultura en la Intendencia de Guanajuato, y motivó a
los cultivadores para que se orientaran sobre la siembra de
viñas y producción de vino, no logró gran cosa. En 1824,
Agustín de Iturbide trató de fomentar la industria
vitivinícola nacional con impuestos de hasta 35% a los
vinos importados. Pero no fue sino hasta concluir el
conflicto revolucionario en este siglo, que se comenzó a
producir seriamente el vino mexicano; se adecuaron los
equipos de producción y se inició una adecuada selección
de variedades3.
Por lo que respecta a la cerveza, la falta de mano de
obra calificada, la tecnología rudimentaria y los problemas
para la conservación del líquido, provocaron su
desaparición hasta 1841, en que se fundó la primera
cervecería en Guadalajara. Desde entonces para acá, con el
impulso a la actividad económica e industrial, se fueron
instalando fábricas en otras zonas, aunque fue sumamente
difícil lograr la cobertura del mercado cervecero debido a
la susceptibilidad de esta bebida a los cambios de
temperatura. Sólo hasta que se contó con sistemas de
refrigeración adecuados que prolongaron su duración, fue
cuando se pudo aumentar la capacidad de distribución del
producto4.
Con relación a la bebida nacional por antonomasia, el
pulque, es muy sabido ya su origen y conocido su proceso
de elaboración. Pero es muy importante insistir en el
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resalte de sus abundantes cualidades. A fines del siglo
XVIII, el oidor y fiscal de lo civil don Baltasar Ladrón de
Guevara opinaba así respecto a las bondades del pulque: "El uso del pulque en esta numerosa capital es de
la mayor importancia y tiene los más benignos y saludables efectos. Si no tuviesen este socorro los indios y otros operarios de la última plebe que se ejercitan en los más fatigantes y duros trabajos, [sería] imposible que pudiesen soportarlos sin estar expuestos a las más graves y frecuentes epidemias y enfermedades. En medio de sus mayores fatigas los refrigera, alimenta y rehace para continuar con mayor o igual ardor en sus operaciones. Cuando no lo hubieran calificado así los muchos sabios políticos que han examinado esta materia, la diaria experiencia nos lo pone a la vista frecuentemente. A más de esto, continúa, son innumerables las enfermedades para que es un específico y último remedio este brebaje nacional, de suerte que son muchísimos los que en esta corte lo usan por dictamen de los médicos en lugar de agua, y logran con un tan sencillo remedio la salud que no habían podido conseguir con otros socorros de la medicina. A los más les es un admirable digestivo y ayuda a conservar la decocción y orden natural en la conversión de los alimentos, y siempre que les falta se les extravía y altera y se debilita y vacila su robustez y buena consistencia; y finalmente, no son explicables las virtudes que deben a este licor los moradores de este Reino. Pero si tantos beneficios causa su moderado uso, no son menores los perjuicios y daños que trae su abuso y exceso5".
Hasta aquí la opinión de Ladrón de Guevara, que
justamente termina con lo que se manifestó siempre como
gran preocupación de la Iglesia y las autoridades
virreinales, y que era el abuso y los excesos en el consumo
de bebidas embriagantes.
Mucho se ha discutido acerca de si la embriaguez era
un vicio difundido antes de la llegada de los españoles o si
fue un efecto secundario de ésta, pero es evidente que
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cuando los conquistadores introdujeron el vino y el
aguardiente que los indios no conocían, hubo un sensible
aumento en su consumo así como en el del pulque. Fue por
ello que casi todas las bebidas que se elaboraban en el
México colonial fueron consideradas por las autoridades
como nocivas para la salud, no sólo porque consumidas en
exceso provocaban la embriaguez -que estaba muy ligada a
desórdenes sociales-, sino porque a muchas de ellas,
principalmente el pulque, se le agregaban raíces y hierbas
para fortalecerlas.
En un informe solicitado por el virrey marqués de
Croix en 1767 al médico José Tomás García, éste expresó
que: "el modo de operar el pulque en el cuerpo humano
es de dos maneras, por su acrimonia y por su sábulo: aquella en los sujetos de vasos delicados dilacerando venas y arferias o sanguíneas o límpháticas produce irremediables flujos de sangre, disenterías y diarreas, que sólo Dios puede remediarlas.... Y como estos vasos son excretoilos, que continuamente están derramando cierta porción de limpha, impidiéndose esta evacuación, el material acuoso regurgita a la sangre, y se produce una hidropesía muy difícil de curar6".
A su vez, Francisco Leandro de Viana, conde de Tepa
afamado pulquero de la Colonia, arremetía en contra del
consumo de chinguirito de la siguiente forma: ... "había
delitos de muertes en un México tan poblado..., y donde
eran antes muy frecuentes por los chinguiritos, cuyos
embriagados se enfurecen, se irritan coléricamente, arman
pendencias, y matan o hieren a los que se le ponen
delante, de modo que son unos borrachos intolerables, y
perjudiciales a la sociedad y quietud pública ".
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El conde de Tepa, como persona ilustrada de su época
pensaba, al igual que muchos de sus contemporáneos, que
en la plebe el consumo de bebidas alcohólicas producía
efectos devastadores; pero en cambio, entre "la gente
decente" esto no sucedía porque la moderación era
característica en ellos. Sin embargo, no dejó de reconocer
que: "los vinos y los licores fuertes son muy dañosos a la
salud: una observación continua de los médicos y gentes
sensatas ha hecho conocer que el vino, aún bebiéndolo
moderadamente corno corresponde a personas de buena
educación, produce malos efectos... " •
En el informe sobre pulquerías y tabernas del año
1784, se menciona que: "las más fatales resultas de la
embriaguez poseen a gran parte de hombres y mujeres,
especialmente entre los indios, negros, mulatos, coyotes,
zambos y demás castas que hay en este numerosísimo
pueblo; debiendo también contarse no pocos borrachos
entre los que se llaman o reputan españoles y algunos de g los
que efectivamente lo son ".
Los desórdenes que provocaban la ebriedad de los
concurrentes fueron la razón principal por la que las
autoridades vigilaban las pulquerías y tabernas. Pero otra
muy importante era evitar la venta de pulque y chinguirito
adulterados, a los que se les agregaban, como dije antes,
raíces y hierbas para fortalecerles. Y es que, respecto al
pulque, su adulteración era normal y cotidiana: las heces
que contenían en su fondo las tinajas, ollas y cueros en los
que se expendía, se aprovechaban nuevamente
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agregándoles raspaduras de maguey para que el pulque
saliera blanco. Pero como también era frecuente que el
aguamiel llegara avinagrado a los expendios, se le
agregaba cal viva para mantener el sabor dulce, así como
una cascara de cierto palo llamado tlacopaque.
Al chinguirito, que se fabricaba sólo con miel y agua,
solía agregársele alumbre y otros compuestos como tres
onzas de inmundicia de perro y como dos de cal, todo en
polvo, cuya mixtura se dejaba fermentar en el mismo barril
dos o tres días, al cabo de los cuales se quitaban los
asientos y se le aumentaba otro barril más de agua... a
veces se solía adulterar el chinguirito para resecarlo,
agregándole hasta un perro muerto en infusión, a lo que llamaban "madre". Todo esto según declaraciones de don
José Aparicio Gárate, fabricante de chinguirito, ante las
autoridades de la capital en 1789.
El proceso de elaboración y venta de bebidas
embriagantes continuó en forma casi artesanal hasta fines
del siglo XIX, en que se empezó a envasarlas en botellas
de vidrio importadas, pero que eventualmente, se
empezaron a fabricar en Monterrey. Al principio, el vidrio
con el que éstas eran fabricadas tuvo fuertes problemas
técnicos que impedían incrementar el potencial de
consumo. Por lo que respecta a los alambiques, se
empezaron a aplicar en ellos mejoras técnicas que
aumentaron la producción y la higiene, importándolos de
cobre para sustituir a los de barro9.
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La utilización del vapor en lugar de la leña, de molinos
más eficientes y de manutención menos costosa y el uso de
tinajas más higiénicas y menos propensas al desperdicio,
produjeron un ritmo de transformaciones generales
coincidente con el inicio del desarrollo industrial de
México.
Ya en pleno siglo XX, la introducción del agua potable
y de la energía eléctrica favoreció el establecimiento de
diversos giros industriales en diferentes zonas del país a
donde la intervención del ferrocarril permitió el rápido y
fácil desplazamiento de las bebidas para su consumo. Esto
no significa que la cultura artesanal en la elaboración de
ciertas bebidas, haya desaparecido totalmente en nuestra
nación. En ciertas regiones, se continúa el proceso de su
fabricación siguiendo las tradiciones familiares y
populares que desde la época colonial existen. Tal es el
caso del nochocle, del mosco, de las mistelas, del
mejengue y de innumerables licores de frutas.
A lo largo del siglo XX hemos contemplado una serie
de cambios en los patrones de consumo de la población: el
pan blanco ha arraigado en las zonas urbanas; los
cigarrillos sustituyen al puro; el azúcar al piloncillo y la
cerveza al pulque. Igualmente, las cantinas a las pulquerías
y los bares a las tabernas. Pero bebidas tradicionales, como
el tequila y el chinguirito, recientemente rebautizado como
ron, han librado fuertes batallas y logrado espectaculares
victorias tanto en el consumo nacional como en el
internacional.
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Referencias 1 Teresa Lozano Armendares, El chinguirito vindicado. El
contrabando de aguardiente de caña y la política colonial,
México, Instituto de investigaciones Históricas, UNAM, 1995.
2 Laura Rueda, "El triunfo de un gusto: la cerveza", en Beber
de tierra generosa, México, Fundación de Investigaciones
Sociales, A.C., 1998, T. l,p. 148-167.
1 María Cristina Suárez y Parías, "Una vendimia accidentada:
el vino", en Beber de tierra generosa, op. cit., T. 1, p. 62 y 66.
4 Laura Rueda, "El triunfo de un gusto: la cerveza", en Beber
de tierra generosa, op. cit, Y. 1, p. 151 y 156.
5 informe sobre pulquerías y tabernas del año 1784, op. cit. \
6 Informe del médico José Tomás García del Valle al
marqués de Croix. 26 nov. 1767, Archivo General de Indias,
Sevilla. México, 2331. ' -
1 Eduardo Flores Clair y Teresa Lozano Armendares,
"Francisco Leandro de Viana, conde de Tepa, Memoria sobre las
bebidas de la Nueva España, sus efectos y sus gravámenes
excesivos. 1781", en Historias 39, México, INAH, oct. 1997-
marzo 1998, p. 117-147.
8 Informe sobre pulquerías y tabernas del año 1784, op. cit.
9 José María Muriá, "Tequila: un símbolo cultural", en Beber
de tierra generosa, op. cit., v. 1, p. 90-109.
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"Mercado de bebidas con contenido alcohólico"
Lie. Juan Manuel Gordillo Santiago
El objetivo de esta presentación es contar la historia al
revés; al revés en el sentido de que lo que vamos a
presentar es algo propio de una especulación y de una
prolongación de las tendencias, cual si las cosas no
cambiasen en el curso de 25 años. El objetivo general es
describir un escenario tendencial de largo plazo en el
mercado de bebidas alcohólicas de México, tomando en
cuenta las mega-tendencias y las tendencias que se han
incubado en el mercado nacional.
Vamos a empezar por el escenario tendencial del
mercado mundial de bebidas alcohólicas. De éste podemos
decir que en promedio, en el último lustro, se han
consumido aproximadamente 200 mil millones de litros de
bebidas con contenido alcohólico. De preservarse estas
tendencias, para el año 2010, los montos consumidos en el
orbe pudiesen estar entre 222 mil y 253 mil millones de
litros, lo que nos habla de una tasa de crecimiento
constante, sobre todo en países que se incorporan al
desarrollo industrial y con una importancia relevante, en lo
que se refiere a países industriales, sobre todo Estados
Unidos, Japón y la Unión Europea (si la consideráramos
como una sola orbe económica).
Lo que vamos a dar cuenta en la primera imagen es una
tendencia, la omnipresencia del consumo de cerveza en el
nivel mundial; los destilados dan cuenta de un desarrollo
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paulatino creciente pero significativamente menor que lo
que puede ser el consumo de cerveza, que como vemos,
entre 1960 y 1990, prácticamente más que se duplicó,
aumentó 2.5 veces su consumo mundial. La oferta de
cerveza, representado en el nivel mundial el 56%, para el
año 2010 podría representar el 58% y hacia el año 2025,
por cada 5 tragos de bebidas consumidas, la cerveza podría
representar 3 (Gráfica 1).
Podemos señalar la celeridad con la que ha venido desarrollándose el consumo mundial de cerveza y cómo su
prevalencia en el consumo, la puede llevar a tener ritmos
de crecimiento superiores a los que hemos observado en la
década de los 90.
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Las tendencias del consumo mundial de las bebidas
destiladas, están asociadas a los impactos de la demanda
en los Estados Unidos y en la Unión Europea, que en su
conjunto consumen la quinta parte del total mundial.
Estamos hablando estrictamente de destilados. Ambas
regiones han disminuido el consumo promedio de
destilados al nivel que se consumían en la década de los
setenta, lo podemos observar en esta misma gráfica.
En el caso del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte, podemos observar que se consume el 20% del
consumo mundial de bebidas con contenido alcohólico del
conjunto; en los países que integran el TLCAN (Canadá,
Estados Unidos de Norte América y México), sobresale el consumo de cerveza, que equivale a 80% del consumo
regional. El resto está distribuido entre otras bebidas,
fundamentalmente las destiladas, que participan
escasamente con el 4%. En la gráfica 2 podemos ver que
de prolongarse las tendencias como hasta ahora se han
observado, la cerveza seguiría teniendo una parte
importante en el consumo total de la población del Tratado
de Libre Comercio, hablando de Estados Unidos, Canadá y
México, estrictamente.
En el caso de la prospectiva del mercado mexicano de
bebidas alcohólicas, estamos presenciando un relevo
generacional. Hablamos de la "Generación Dorada" porque
así se le conoce en varios ámbitos a las personas que hoy
día tienen entre 45 y 64 años de edad que, valgan las
comparaciones, vivían en condiciones de relativa
21
abundancia y bienestar material. En el ámbito
internacional a esta generación se le conoce como los
"Baby Boomers", puesto que nacieron después de la
Segunda Guerra Mundial, en la posguerra, nacieron los
niños que hoy día son los adultos que privan en nuestra
sociedad. En México también se le conoce como la
"generación de la prosperidad económica", cualquiera
cosa que ello signifique.
Le sucede la generación que está entre los 20 y 34 años de
edad. Ellos, denominados internacionalmente como la
"Generación X", se desarrollan en un territorio de menos
oportunidades de empleo, menos esperanzas, ocupaciones
temporales, ingresos reales menores; definen más rápido
su individualidad, la rebeldía es una de las formas
convencionales de hacer las cosas y quieren ser
reconocidos como una generación diferente.
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Finalmente, para poder explorar las tendencias,
atendemos a lo que es la "Generación Y", que por simple
sucesión de letras, así sería denominada; son los que están
hoy día entre 4 y 20 años, que tienen como característica,
relativamente mayores posibilidades de acceso a bienes y
servicios que cualquier otra generación y tienen que crecer
y ser independientes más rápido que cualquier otra
generación. En unas rondas de consultas entre diferentes
áreas de especialidad, esta generación tiene algunos rasgos
distintivos, uno de ellos es la intolerancia.
Estos son patrones de consumo que están asociados a
éstas generaciones. Podemos ver que, en el caso de bebidas
embotelladas y de contenido alcohólico, por cada una de
las generaciones, el aumento de lo que son los consumos
de bebidas alcohólicas, fundamentalmente de cerveza, es
distintivo. Para llegar a esta inducción, lo que tomamos
son diferentes periodos de tiempo en la historia de México.
El consumo per cápita, es decir, el consumo personal de
cada uno de los habitantes de México se divide entre 365
días, es decir, todo un periodo relativamente representativo
para poder llegar a esto.
De ahí que podemos observar un tránsito de los
estimulantes. El café, por ejemplo, que era consumido en
buena medida por la "Generación Dorada", tiende a ser
preservado en esta tendencia en la "Generación X", pero ya
no es así en la "Generación Y". Si nos vamos al caso de la
cerveza, éste es ilustrativo. El caso de la cerveza, de
hablar de aproximadamente de 60 mililitros diarios por
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persona, se está hablando de un incremento hacia 80 mi en
la "Generación X", pero a más de 100 en la "Generación
Y", recordemos que esto es un consumo diario. Esta
sucesión nos da cuenta, también en el caso de las bebidas
destiladas, de un relevo generacional y que cambian sus
patrones de consumo. La "Generación Dorada", consumía
bebidas destiladas con cierta frecuencia, la "Generación X"
aumenta ese consumo, pero no así la "Generación Y", lo
podemos ver en la gráfica, esto es prácticamente el
penúltimo bloque, si los viéramos de abajo hacia arriba de
cada uno de los indicadores (Gráfica No.3.).
Uno de los consumos más importantes es el consumo de la cerveza. En el último lustro, el consumo total superó
los 5,000 millones de litros, del general de las bebidas
alcohólicas, esto se repartía de la siguiente manera: 87%
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en cerveza, 5% en vino, 4% de bebidas alcohólicas
destiladas y 4% del resto de las bebidas. El crecimiento
anual del consumo mexicano en las décadas de los 80 y 90
fue el más dinámico que en le resto del Tratado de Libre
Comercio y esto mismo se reproduce en otras naciones
semejantes a México, sobre todo las asiáticas: en la medida
en que su ingreso personal crece, el consumo de bebidas de
contenido alcohólico en general aumenta pero el aumento
de la cerveza es más que proporcional al de otras bebidas
(Gráfica 4).
Aquí lo podemos ver de una manera avasallante.
Incluimos entre otras la presencia del alcohol no destinado
al consumo humano o no comestible, por el hecho de que
parte de este alcohol es fuente de lo que en otro sentido
sería otro rival de la industria, que serían precisamente las
bebidas alcohólicas de dudosa procedencia.
25
Bebidas Alcohólicas Destiladas
El consumo de cerveza, como ya lo dijimos, marca una
omnipresencia en este mercado y que actualmente equivale
a más de 4,300 millones de litros, que es equivalente al
87% del total, su tasa de crecimiento en los últimos tres
lustros fue de 3.2% cada año. Si esta tasa se llegara a
mantener, en menos de 20 años se podría duplicar la
cantidad de cerveza consumida en el país, no obstante se
piensa que los escenarios tendenciales podrían estar entre
una tasa de crecimiento promedio anual entre 1.2 y 2.3,
con lo que podríamos llegar a un consumo aproximado
30% y hasta 70% mayor que el actual en un horizonte de
25 años, estamos hablando del primer cuarto de este nuevo
siglo.
Por su parte, el consumo de bebidas destiladas tiene
otra dinámica, este mercado supera escasamente los 200
millones de litros, participa con el 4% del consumo total y
su tasa de crecimiento anual histórica fue de casi 3%, hacia
el 2010 se espera que esté entre 1.6 y 3%, con lo que
podríamos llegar a niveles de consumo de alrededor de
entre los 250 y 400 millones de litros.
Las preferencias en el consumo de bebidas alcohólicas
destiladas han cambiado significativamente en los últimos
30 años. En 1961 la bebida predilecta era el brandy: 52%
del consumo total; el ron ocupaba el segundo sitio: 31%; la
tercera posición la ocupaba el tequila: 10% y otras bebidas
el 7%. Aquí no incluimos lo que no se registra en el
mercado formal, como las bebidas de carácter tradicional y
las bebidas de dudosa procedencia o clandestinas.
26
Actualmente el brandy permanece en primer lugar, pero
con un mermado 34%, el tequila ascendió a una posición al
colaborar con 32% del mercado nacional; el ron, pese a
que aumentó su participación a 31.5%, descendió a la
tercera posición y las otras bebidas cayeron al 3%.
Hacia el 2010, se esperaría que el tequila se situara en
el primer lugar, si las condiciones de sustitución de cultivo,
la ampliación de la frontera agrícola y la preservación de
lo que es hasta ahora la denominación de origen,
podríamos observar que podría contar con un 45% de la
producción total de bebidas destiladas. El ron en segundo
lugar: 29% y el brandy en tercer lugar: 24%.
Hacia el 2025 se podría observar una mayor
consolidación del tequila, al ocupar el 49% de la
producción total; una estabilidad en el consumo del ron:
27
Ginebra, Vodka y Whisky
28%; una disminución en el consumo del brandy: 22% y
las otras prácticamente desaparecerían. Esto también tiene
que ver con muchos procesos de fusiones y adquisiciones
de las grandes empresas que privan en el mercado
internacional y de las cuales México no está exento.
También se prevé que en un momento determinado la
oleada de lo que es el proceso globalizador y del fomento
del consumo internacional de tequila, apoyara esta
tendencia. De tal manera que lo podríamos ilustrar de esta
manera, como en la gráfica se presenta.
Ahora bien, el gasto en bebidas de contenido
alcohólico, oscila alrededor del 1% del gasto alimentario,
es decir, que del total de lo que se invierte en alimentos,
1% corresponde a bebidas alcohólicas. En los próximos
años se espera que este tipo de gasto se mantenga
constante. Las familias tienden a reestructurar los
componentes de su consumo, prevaleciendo el consumo de
cerveza sobre el resto de las bebidas. Mientras que en 1984
el consumo de bebidas se componía de 49% de compras de
cerveza, en 1996 el consumo de la misma bebida
representaba ya el 60%.
Entre otros elementos que han demostrado el consumo
de bebidas destiladas se encuentran: la disminución del
poder adquisitivo de la población, el auge de las bebidas
informales que compiten deslealmente en los canales de
comercialización destinados a los estratos de población de
menores ingresos, y un esquema fiscal, publicitario y de
salud que privilegia el consumo de cerveza.
28
Tomando en cuenta estos esquemas de la encuesta de ingresos y gastos de las familias, podemos observar una
serie de números que van del 1 al 10 y una serie de años
que van de 1984 a 1996. Si el grueso de los hogares de
México se pudiera dividir en estas 10 partes, los números
romanos que están abajo indizados, y dividirlos de acuerdo
a su ingreso, podemos ver que el consumo de bebidas de
contenido alcohólico se está polarizando en aquellos
deciles que más tienen, es decir, en la medida que
aumentan los números, aumenta el poder adquisitivo de las
familias y los deciles prácticamente desde el 8, 9 y 10
están concentrando la tercera parte del consumo total de
bebidas (Gráfica 5).
La mayor parte del consumo de cerveza también tiene un efecto transitivo, se concentra en las clases medias y los estratos de mayores ingresos, en 1984 los estratos de mayores ingresos concentraban el 37%, de 89 a 94 el
29
consumo fue de alrededor de 40% y para el 96 estamos hablando de que la mitad del consumo total está incluido en los últimos tres deciles, es decir, 30% de la población consume el 50% de la producción nacional de cerveza. Está aumentando la cantidad de consumo, fundamentalmente porque aquí no existiría un sesgo hacia la calidad (Gráfica 6)._____________________________
El enfoque tendencial denota la concentración del
consumo entre las capas de mayor poder adquisitivo de la población, en el 20% de la población de más alto nivel se concentraba en 1992 la tercera parte del consumo total; para el 94 esta población consumía el 48% y en 96 asciende al 61%. En perspectiva se puede concluir que a medida que los niveles de bienestar general disminuyan, el valor del consumo se irá aglutinando en los sectores más solventes económicamente. Esto se puede ilustrar sencillamente en la gráfica 6 que prácticamente es plana en los deciles del 1 al 6 y después ya empieza a ascender a partir del decil 7.
30
Fundamentalmente nosotros hemos concluido que de prolongarse estas tendencias, como hasta ahora lo hemos observado, el consumo de cerveza sería uno de los consumos más importantes, privilegiados esencialmente por tres conceptos. El primero está relacionado con la publicidad, donde el sesgo que se le ha privilegiado al consumo de cerveza, basándola en una bebida de moderación, le ha permitido privilegiar un acceso de manera general al público consumidor. De hecho las bebidas de contenido alcohólico tienen dos espacios en los hogares: unos reservados a los destilados y un lugar muy generalizado y de fácil acceso, por ejemplo como lo puede ser el refrigerador, es más democrático el acceso al tequila (Gráfica 7).
En otro sentido también estamos viendo que la transición generacional tiene una posibilidad de acceder al consumo de cerveza basado en el precio. Una de las condicionantes fundamentales es de que el bajo precio
31
privilegia el mayor consumo, dado que los impactos fiscales no redundan necesariamente en los precios de estas bebidas, como lo pueden ser en las destiladas. Y en tercer lugar el criterio de salud: al tornarse en cuenta como una bebida de moderación, se tiene un acceso ilimitado a lo que puede ser la cerveza y en un momento determinado la práctica de inducción al consumo de bebidas destiladas está privilegiándose de esta manera, basado en este argumento incluso donde los adolescentes, en la pre-adolescencia pueden tener acceso a esto, no así al consumo de bebidas destiladas. Creemos que estas tendencias, si bien es cierto, están únicamente prolongando, estamos haciendo un trabajo de proyectiva y no de prospectiva, no contemplan los efectos globales, como por ejemplo lo que pueden ser las restricciones que se están imponiendo en países industrializados, a estos aspectos. Primero: desmjitificar el concepto de bebida de moderación; segundo: un trato semejante a lo que son las bebidas destiladas en lo que respecta a publicidad y finalmente lo que es la aceptación social.
Las organizaciones no gubernamentales, en la mayor
parte de los países industrializados, han tomado y han
rosado con la misma medida a todas las bebidas con
contenido alcohólico y han inhibido su presencia de esta
manera. Nosotros pensamos que existen muchos eventos
portadores de futuro que pueden en un momento
determinado cambiar el curso de estas situaciones, pero en
caso contrario, hemos dado una especie de fotografía de lo
que podría ser una imagen del futuro del consumo del
mercado de bebidas de contenido alcohólico. Gracias
32
"Regulación sanitaria de bebidas con contenido alcohólico"
Dr. José Meljem Moctezuma
Quiero comenzar diciendo que en materia de
regulación, en función de la introducción que nos daba el
Dr. Meló, ciertamente nosotros pensamos que la
regulación generalmente va atrás de los ejercicios del
mercado y, porque en muchas ocasiones es de reacción, los
desarrollos industriales y los de comercialización
normalmente se anticipan a este tipo de situaciones. El
enfoque que se tiene en materia de regulación sanitaria ha
sufrido una transformación recientemente, en los ejercicios
legislativos anteriores había una mezcla entre lo sanitario y
lo comercial en donde la Secretaría de Salud gastaba
muchos de sus esfuerzos dirimiendo algunos de estos
aspectos comerciales.
Se ha venido depurando este asunto y dentro de las
bebidas alcohólicas tendríamos tres enfoques básicos: uno
lo que sería estrictamente el control sanitario, esto es,
buscar que las bebidas no le hagan daño a la gente; la otra
es la lucha contra el alcoholismo, y el otro es la regulación
sanitaria de la publicidad, de esta última vamos a tener la
discusión y en la ponencia siguiente, alguna participación
en este sentido.
Hay, sin embargo, otro aspecto que creo que no es
considerado dentro de las políticas de moderación, que es
el de cuál es la mecánica de comercialización, esto la
verdad se me acaba de ocurrir viendo el esquema, y es
33
cómo se autoriza el expendio de bebidas, horarios, etc.,
una serie de situaciones y de promociones que
normalmente corresponden a las autoridades locales.
Los problemas relacionados con el consumo de alcohol
minan la salud de la población desde diversos aspectos:
sociales, como delitos con violencia, accidentes,
ausentismo en el trabajo, suicidios, problemas familiares,
entre otros; y los médicos, que son: intoxicación, cefalea,
gastritis, deshidratación, hasta la cirrosis hepática (siendo
una de las primeras 10 causas de muerte), o las
enfermedades mentales.
La Ley General de Salud se considera como materia de
salubridad final, el Programa contra el Alcoholismo y, con
la participación de los gobiernos de las entidades
federativas y del Consejo de Salubridad General, ésta es
una figura constitucional que en una de sus funciones tiene
esto y que al paso del tiempo y con las distintas
responsabilidades, fortaleciéndose las estructuras de Salud
en el país, su papel es prácticamente secundario en este
aspecto.
Dentro de lo que la Ley General de Salud nos marca,
está el llevar a cabo el control sanitario de las bebidas
alcohólicas y contribuir -siendo fundamental o su primera
vocación-, el control sanitario de las bebidas alcohólicas,
como segundo término tendría que contribuir en el
Programa contra el Alcoholismo y el abuso de las bebidas
alcohólicas.
34
¿Por qué se establece un contenido de alcohol para las
diferentes bebidas? Bueno, en gran medida este es un
asunto de carácter de la propia bebida, el contenido
proporciona, dentro de un rango para cada tipo de bebida,
olor y sabor característicos, algunas cuestiones
prácticamente de la fabricación, en las que no soy por
supuesto experto.
El Artículo 217 de la Ley General de Salud establece
que se denomina a una bebida alcohólica la que contenga
alcohol etílico de 2 % y hasta 55 % en volumen. Productos
con una proporción mayor no son considerados potables, o
sea, realmente una bebida con un volumen de alcohol
mayor a 55% sería prácticamente "intomable".
El Reglamento de Control Sanitario de Productos y
Servicios, en el artículo 176 clasifica a las bebidas por su
contenido alcohólico en baja, media y alta graduación: baja
es de 2 y hasta 6%; de 6.1 hasta 20 % media; y 20.1 hasta
55% como alta. Las etiquetas podrán señalar esta
clasificación, sin embargo, no está permitido que puedan
ser utilizados con fines promocionales y de publicidad en
los productos. Ésta es una clasificación realmente
arbitraria para fines de control sanitario. Los textos no
pueden modificarse y usar superlativos relativos a la
propia clasificación. En relación a la información sanitaria
en la etiqueta existe la norma 142, que obliga a que se
indique el porcentaje de alcohol volumen a 20° C, usando
la abreviatura: % de alcohol volumen. Esto es con el objeto
de proporcionarle información al consumidor sobre el
contenido alcohólico. 35
Esta acotación sobre la norma mexicana la ponemos
porque decíamos que en buena medida los esfuerzos
anteriores de la Secretaría de Salud se mezclaban con los
asuntos de carácter comercial. ¿Qué pasa si un brandy
anuncia que tiene 38% de alcohol volumen, y realmente en
el comercio tiene 29 o 30%?, realmente no es un problema
sanitario, es un problema de fraude al consumidor. Sin
embargo, en muchas ocasiones nosotros estábamos
involucrados en este tipo de procesos, cuando realmente no
era un asunto de competencia estrictamente sanitaria, no
nos preocupaba ni desde el punto de vista sanitario ni
desde el punto de vista del combate al alcoholismo, sino
que era un asunto de carácter comercial. Esta es la
especificación que la norma mexicana (recordemos que las
normas mexicanas son de carácter voluntario), establece en
términos generales en relación al contenido alcohólico de
este tipo de productos.
¿Por qué una leyenda precautoria? Bueno pues el
objetivo de la leyenda es coadyuvar en el control del abuso
de bebidas alcohólicas, alertando al consumidor sobre el
riesgo de un consumo excesivo, o sea, consideramos
importante que los consumidores tengan información de que el abuso de este tipo de productos es dañino para la
salud. La verdad es que es dañino para la salud de propios
y extraños, ¿no?, y sin embargo, ahora con las
modificaciones a la Ley General de Salud, hay una
disposición que faculta al Secretario a mover las leyendas,
y esto es importante porque las leyendas llega un momento
en que la gente no las ve; se familiariza con ellas, pasan
36
desapercibidas, y entonces hay que buscar un esquema
diferente, inclusive con leyendas que realmente llamen la
atención del consumidor y lo alerten sobre el riesgo que
puede generar en su propia salud y en la de los demás.
En la Ley General de Salud, el Artículo 218 obliga a
que los envases lleven la leyenda: El abuso en el consumo
de este producto es nocivo para la salud, sin embargo,
mediante acuerdo del propio Secretario se podrán
establecer otras leyendas precautorias. Ésta es una
situación reciente, está estudiándose con el propósito de
lanzar al mercado, un nuevo tipo de leyendas que llamen la
atención y alerten a la población en este sentido.
El Reglamento de Control Sanitario de Productos y
Servicios, sufrió una transformación importante con el
propósito de darle flexibilidad y tener la posibilidad de
actualizarlo, tiene un apéndice que es de cumplimiento
obligatorio y dentro de él se indican las características de
la letra y el tamaño para la leyenda precautoria que señala
la Ley. Aquí habíamos observado que la disposición era
muy vaga, hablaba de que debería ser legible, y
consideraba el concepto legible como en colores
contrastantes y una serie de cuestiones, bueno, hicimos un
ejercicio junto con la industria con el propósito de que la leyenda tenga medidas definitivas, definidas en función del
tamaño de la etiqueta y de la propia botella.
Existe también la Norma 142 sobre bebidas
alcohólicas, que tiene especificaciones sanitarias y de
37
etiquetado también, y señala que se debe ostentar en el
envase de la etiqueta la leyenda precautoria, o sea, ya aquí
hay un doble de refuerzo para hacer la obligación en este
sentido.
El Artículo 220 de la Ley General de Salud, señala que no
se podrán expender o suministrar bebidas alcohólicas a
menores de edad, éste es un ejercicio viejo que no había
cristalizado en la vida cotidiana, sin embargo, ahora se
están haciendo esfuerzos muy importantes. En términos
generales, según los Alcohólicos Anónimos, el inicio en el
consumo de alcohol es de los 15a los 19 años, y ahora, el
Artículo 177 señala que no se podrán envasar, distribuir,
expender, e importar en sobres o bolsas de cualquier
material, en volúmenes menores a 1 litro. ¿Qué estamos
viendo aquí? lo que decíamos, siempre el comercio y el
desarrollo industrial va adelantado ya que aquí se
empezaron a generar productos para expender bebidas
alcohólicas a granel o por copeo, sin que sufrieran un
deterioro. Hay ahora una serie de empaques al vacío en
donde un vino de mesa puede ser servido y durar varios
días sin que le entre el aire y sufra el proceso distinto. El
Artículo 178 señala que para la venta de bebidas
alcohólicas para su consumo dentro de los
establecimientos, deberá exigirse identificación oficial.
Esto no era un ejercicio habitual dentro de la vigilancia
sanitaria que realizaba la Secretaría, hoy se está
empezando a llevar a cabo de la siguiente forma: se
introducen los verificadores de la Secretaría a los
establecimientos y a través de un muestreo identifican a los
38
posibles menores de edad y, cuando hay duda, se les
solicita que muestren su mayoría de edad, y si no lo hacen,
el establecimiento tendrá las sanciones que establece la
propia ley.
El Reglamento de Control Sanitario de Productos y
Servicios, en su Artículo 179, también dice que no se
pueden vender bebidas alcohólicas por medio de máquinas
automáticas ni en presentaciones en volúmenes menores a
180 mililitros. Aquí hay dos ejercicios: un desarrollo
tecnológico mexicano importante que fue empezar a
vender bebidas alcohólicas en sobres de 40 mililitros que
se introducían fácilmente en las escuelas, esto fue sacado
del mercado y adicionalmente ya plasmado en una
disposición legal para que no vuelva a ocurrir, y la otra son
las botellas pequeñas, también de 40 mililitros, que
tampoco pueden ser vendidas a detalle, sólo pueden ser
comercializadas para fines promocionales en empaques
para colección, colectivos o artesanales. También se
pueden usar en aviones o en bares, pero no se pueden
vender al detalle.
En el Apéndice del Reglamento se señala que otros
productos que contengan alcohol etílico o bebidas
alcohólicas en cantidad menor de 2%, si no sería bebida
alcohólica, deberá incluir la leyenda: Este producto
contiene tanto por ciento de alcohol, no es recomendable
para niños. Esto es, por ejemplo los chocolates envinados,
que normalmente tienen menos de 2%, pero son
envinados, y tenemos que alertar a las madres de que ahí
39
hay alcohol para que ellas sepan lo que tienen que hacer.
Ésta es una disposición del Reglamento que ya está en
vigor.
La norma 142, que se llama "Especificaciones
Sanitarias, Etiquetado Sanitario y Comercial", se publicó
en julio de 1997 y tuvo algún ajuste para distinguir lo
comercial de lo sanitario en julio de 1998.
En relación a los aspectos sanitarios, que son los que
nos interesan, se establecen definiciones y límites para
alcoholes superiores, por los efectos de estos que
normalmente son los causantes de las cefaleas, el metanol
por ejemplo, todo mundo conoce el envenenamiento que
provoca su ingestión que va a la ceguera, el coma y la
muerte.
En el caso de aldehidos el límite es de 40 y en el de
furfurales 4, los aldehidos afectan principalmente a los
tejidos del cuerpo, interfieren con las funciones
enzimáticas y cerebrales. Los furfurales actúan sobre el
sistema nervioso central. En materia de metales pesados
también hay límites establecidos en la norma, pues son
tóxicos, dependiendo de la dosis que se ingiera. También
hay una regulación en materia de aditivos. De manera *
general este es el marco regulatorio en la materia. •
* Muchas gracias.
40
"Modelos conceptuales y política
de alcohol"
Mtra. Haydée Rosovsky
Quiero agradecer la invitación de FISAC a este
seminario y a todas éstas actividades tan interesantes que
han venido desarrollando, yo creo que están cumpliendo
un papel muy importante en la divulgación del
conocimiento y en la promoción del interés por este tema
que ha todos nosotros nos reúne desde diferentes campos.
Las formas en que el consumo de alcohol es visto por
una sociedad y las respuestas formales que se dan para su
control, es decir, las políticas, varían históricamente y
están sujetas a numerosos factores, entre ellos se encuentra
la cultura, las tradiciones y valores, las funciones que el
alcohol tiene en la sociedad, la percepción de problemas
atribuibles a su consumo, la situación de éstos problemas
en relación a otros que afectan a la sociedad, estos entre
muchos otros factores. > '
t
En el desarrollo de estas concepciones y la generación
de dichas políticas, también juega un papel importante el
conocimiento científico que se va generando sobre el
consumo, el abuso y los problemas asociados, así como
sobre las medidas más adecuadas para su prevención o
atención.
Las políticas son más efectivas cuando están basadas
en el consenso de la población, especialmente si éste es un
consenso informado sobre el tema. Esto sucede
41
principalmente en las democracias de países con altos
niveles educativos y socioeconómicos. Las políticas hacia
el alcohol que se generan por el gobierno y asumen la
forma de un marco legal y regulatorio -como acabamos de
ver un ejemplo-, no siempre prevalecen los intereses de
salud, dirigidos a proteger el bienestar de los individuos y
la sociedad. Distintos sectores gubernamentales tienen
diferentes objetivos, como los de la captación de recursos
por medio de la recaudación fiscal o el fomento de las
actividades industriales y comerciales, entre otros. En
muchos casos, las políticas de salud están en conflicto con
otras como las económicas, pero la paradoja es que el
exceso en el consumo de alcohol es el que precisamente
causa enormes pérdidas económicas en el mediano y largo
plazo, por ejemplo, si se estimaran los costos del
ausentismo y los accidentes laborales, las pérdidas en la
productividad y muerte prematura de la fuerza laboral, los
gastos en incapacidades y servicios de salud que se deben
brindar, entre muchos otros. Sin embargo, éstas son
consideraciones poco relevantes para cualquier
administración de gobierno que tiene un corto plazo para
su acción.
A través del tiempo se han ido sucediendo a nivel
mundial distintas formas en que las sociedades y los
gobiernos han ido percibiendo el tema del abuso en el
consumo de alcohol y cómo controlarlo. Puede afirmarse
que estas concepciones se han ido presentando
históricamente de manera pendular, estando en un extremo
la bebida y en el otro el individuo. En el caso de la botella,
42
de la bebida, se ha visto que el foco es la sustancia y su
accesibilidad con respecto al bebedor, se han ido dando
diversas posturas sobre los factores en él, que inciden en
los problemas, así por ejemplo se ha creído en algunos
momentos, y la primera presentación muy interesante que
escuchamos, fue con respecto a las actitudes hacia ciertos
grupos sociales a través de la historia, no hacia todos los
individuos. Por ejemplo, pensando que ciertos grupos sean
más proclives a los excesos y a la disrupción social, como
el caso de los indígenas mexicanos durante la Colonia o
los negros en Estados Unidos.
Durante bastante tiempo predominó una concepción
moralista de los que bebían y, especialmente, de los que
abusaban y se emborrachaban; también se les achacaba a
las bebidas, como en el caso de la ginebra entre
trabajadores migrantes en Estados Unidos, el ser armas
demoníacas que doblegaban a los hombres y los destruían.
Estas reacciones, tanto las del exceso del consumo como
las respuestas sociales burguesas frente a éste, fueron
bastante congruentes en Estados Unidos con las tradiciones
y la moral protestante de ese país.
Desafortunadamente esa visión del "vicio y de la falla
moral" perduran hasta nuestros días en muchas sociedades
y en muchos ámbitos de la sociedad.
Fue en los últimos 200 años que los problemas con el
alcohol se volvieron objeto del estudio científico. El
concepto de enfermedad fue recibiendo mucho apoyo,
43
basándose en la idea de que el alcoholismo tiene una
causalidad principalmente biológica y una historia natural
o evolución muy predecible. En esta propuesta, una
anormalidad subyacente, quizás genética, dirige la
conducta, que está poco influenciada por el costo y la
accesibilidad del alcohol o por el entorno sociocultural. La
prevalencia de alcoholismo en la población, influye
inevitablemente, en el nivel global de consumo en esa
sociedad, cuantos más alcohólicos haya en una comunidad,
mayor será el nivel de consumo total de alcohol; en este
caso como vemos, el péndulo se inclinó hacia el individuo.
Esto predominó durante muchos años y lo único que importaba, desde el punto de vista de la salud, era contar
cuántos alcohólicos había, tratar de detectar de forma
temprana los signos y síntomas de esta enfermedad y el
resto de la población no era tomada en cuenta realmente.
El concepto de enfermedad alcanzó su mayor
exponente en el trabajo de Jellinek, en los años que
siguieron a la Segunda Guerra Mundial, en 1952 se
publicó su obra en la que describe al alcoholismo como
una enfermedad básica, es decir, no como síntoma de otra
patología, y describe los cinco sub-tipos de bebedores de
los que dos, al menos, fueron considerados entidades
patológicas. El Alcoholismo Gama -típico de los países
anglosajones- fue caracterizado por una creciente
tolerancia al alcohol por parte de los individuos, síntomas
de supresión, deseo irreprimible, el "craving"
(compulsión) y la pérdida de control sobre la bebida. El
44
Alcoholismo Delta -observado más en los países
productores de vino- era similar pero, según Jellinek, en
lugar de la pérdida de control, se presentaba más la
incapacidad de abstenerse de beber. La principal
implicación de este modelo es que para la mayoría de los
casos la meta recomendada es la total abstinencia, este
modelo inspiró muchos de los preceptos de Alcohólicos
Anónimos.
Una tradición diferente de pensamientos se originó en
Francia en los años 50. El foco central de estudio fue la
relación entre la ocurrencia de enfermedades y los niveles
de consumo individuales y poblacionales. Béquignot investigó el riesgo
de contraer cirrosis, cáncer, pancreatitis y psicosis a
diferentes niveles de consumo de alcohol. Se observó que
cantidades de 40 gramos de alcohol puro al día en los
hombres y 20 en las mujeres, eran las señaladas como un
umbral de aparición de estas enfermedades; aquí se pone el
acento en la cantidad de las bebidas que se consume.
Al mismo tiempo, en Francia, Ledermann introdujo el
concepto de que había una fuerte asociación entre el
consumo per cápita de alcohol en una sociedad y la
prevalencia de consumo fuerte, de bebedores fuertes.
Ledermann, un matemático y científico social francés
describió al consumo en una curva unimodal que
proporcionaba una estimación segura de la distribución de
alcohol en cualquier sociedad y en cualquier momento. No
había una joroba diferente para los alcohólicos y otra para
45
los bebedores normales, típica de las distribuciones
bimodales, por lo que se reflejaba aquí un continuo de
riesgo. Esta relación ha sido interpretada para indicar que
el promedio de consumo global de alcohol en una
sociedad, se asocia estrechamente con el número de
personas que beben en niveles asociados con alto riesgo de
alcoholismo u otros problemas.
De esta teoría conocida como de la distribución del
consumo, se ha originado la política de que, al controlar la
disponibilidad de alcohol se causará una disminución del
consumo global per cápita y concomitantemente una
disminución de los problemas. Uno de los temas más
controversiales de esta teoría es que se asume una
homogeneidad en la distribución, por lo que el modelo
sería aplicable sólo a poblaciones en las que no hay
grandes grupos sociales que se desvíen sustancialmente de
la media global de consumo. De entrada esto es un reto, ya
que todas las sociedades tienen un número semejante de
hombres y mujeres que representan dos grupos muy
diferentes; los hombres beben en promedios mucho más
altos en todas partes. Además, sociedades o grupos con el
mismo consumo per cápita pueden presentar diferentes
tasas de bebedores con problemas. Gracias a otros autores
como O.J. Skog, la teoría original se ha ido modificando
para tratar de explicar estas y otras grandes variaciones en
las tasas de problemas en distintas sociedades. Entre los
adherentes a est- marco conceptual se comenzó a aceptar
que los bebeaores moderados, que son más numerosos en
la sociedad que los fuertes, producen por lo tanto, como
46
son más numerosos, más problemas con el alcohol que los
bebedores fuertes, que representan una proporción menor
de consumidores. Esto se conoció a mediados de los 80
como la paradoja preventiva. Una de las grandes
aportaciones de la teoría de la distribución del consumo -
debemos reconocer- y de sus seguidores o modificadores,
fue que amplió la atención de este tema para incluir en el
estudio a diferentes tipos de bebedores y a diferentes
problemas, no solamente al alcoholismo.
Otras escuelas de pensamiento, como la teoría del
aprendizaje social de Bandura, han tenido importantes
contribuciones para comprender mejor el uso y el abuso
del alcohol. Aquí se concibe al abuso del alcohol como el
resultado de la forma en que el individuo ha aprendido a
beber, aprendizaje mediatizado por interacciones entre los
factores individuales y el entorno social y cultural. La
perspectiva sociológica ve a la salud principalmente como
un producto del contexto social y económico. Los modelos
psicológicos y sociales no se adhieren a etiquetar a los
bebedores o a consideraciones sobre las dosis-respuesta
más vinculadas con la visión biomédica.
A mediados de los años 70, Edwards y Gross
introdujeron el concepto del síndrome de dependencia al
alcohol, el que incluye un grupo de conductas y aspectos
fisiológicos que fueron considerados como centrales en el
beber dañino. Incluyeron una limitación en el control del
individuo sobre la bebida, que la existencia y el repertorio
conductual de las personas se orientan cada vez más
47
y se reducen alrededor de la bebida, que se sigue bebiendo
a pesar de presentar problemas y que en muchos casos la
tolerancia y los síntomas de supresión se presentan al dejar
de beber. El síndrome de dependencia no implicaba ningún
mecanismo causal o relación directa con la cantidad de
alcohol consumido, se ha visto a este concepto como un
término medio entre el concepto de enfermedad y las
tradiciones que ven la cantidad de alcohol consumida
como el tema central.
Otras posturas políticas más recientes hablan de la
reducción del daño, donde el foco central es disminuir los
problemas asociados por el consumo en cualquier tipo de
bebedor, y esto se vincula con trabajar en el aspecto de los
patrones de consumo: cómo se bebe, en qué circunstancias
se bebe, la frecuencia, los episodios de intoxicación, la
experiencia en el beber, etc. El objetivo es lograr que los
bebedores consuman en situaciones y de manera tal que no
se involucren en problemas individuales y de salud pública
como los accidentes, la violencia, la conducta sexual de
alto riesgo, problemas que son de gran importancia y que
no se presentan necesariamente en individuos con
alcoholismo o con síndrome de dependencia al alcohol. El
consumo de alcohol y los problemas asociados pueden ser
por lo tanto, como vemos, examinados con diferentes
perspectivas, algunas de las cuales son complementarias y
no compiten entre sí. Entre los clínicos, el modelo de
enfermedad continúa siendo fuerte en muchos países,
especialmente en el Continente Americano. En países de
Europa Occidental, en cambio, el modelo cuantitativo de
48
dosis-respuesta que vincula el consumo individual y
poblacional con problemas ha sido el más importante y es
el que ha influenciado fuertemente las recomendaciones de
la Organización Mundial de la Salud (OMS). La teoría de
la distribución del consumo se ha alineado más con esta
última tradición.
Las políticas de salud hacia el alcohol de México se
dirigen por un lado, como hemos visto en la presentación
del Dr. Meljem, al control de la disponibilidad en cuanto a
prohibir la venta de consumo a menores, por ejemplo; en
restricciones a la publicidad, es decir, a la promoción de
las bebidas, poniendo controles a esta actividad e
incluyendo leyendas precuatorias y controlando la
presentación de los productos para hacerlos menos fáciles
de consumir por personas consideradas de alto riesgo
como los niños o los jóvenes. También se prohibe la venta
a menores, pero no hay controles en cuanto a los precios
de las bebidas por el lado del sector comercio, ni otras
pláticas comerciales que incitan a consumir más, y creo
que el Dr. Meljem algo mencionó ya de esto, en el sentido
de que, si vamos a dirigirnos y a incluir en nuestra
perspectiva el tratar de trabajar más, tanto desde el punto
de vista de la investigación como de la prevención y las
intervenciones sobre los patrones de consumo, debemos
entonces dirigirnos a ciertos focos rojos importantísimos
que hay en las prácticas comerciales en donde se promueve
un consumo rápido y excesivo en jóvenes, como en las
barras libres, la "Hora Feliz", una serie de prácticas
comerciales que no son responsabilidad absoluta de la
49
industria de bebidas, nosotros lo sabemos, sino de otro tipo
de comercios y de actividades con las que tendremos que
encontrar más acercamientos para encontrar esos temas en
donde se pone en riesgo y se crea mucho desprestigio para
esos establecimientos cuando un chico sale de ahí y se
estrella en su automóvil.
Nuestro principal reto, yo creo, como sucede con el
resto de las políticas y el marco legal de este país, es la
falta de mecanismos adecuados para la aplicación de la
ley. Actualmente incluso -como también lo mencionó el
Dr. Meljem-, el cumplimiento de toda esta política, cada
vez está menos en manos del nivel federal, sino que se ha
ido, con la descentralización de los servicios de salud aún
más, hay cada vez un peso mayor del nivel muy local en la
responsabilidad de crear medidas o de hacer cumplir las de
carácter federal, por lo tanto esto va a implicar un trabajo
muy estrecho de promover el cumplimiento de la ley.
También es necesario indudablemente, que se cuente
con una mayor participación ciudadana en la creación y
aplicación de las políticas, de contar con ese consenso
informado, mucha gente no conoce las medidas
regulatorias que el gobierno ha generado para proteger a la
población, por lo tanto, creo que también una tarea
pendiente es dar a conocer estos mecanismos, esta
regulación y que la población asuma un papel más activo
en su cumplimiento. Debemos entonces incluir a padres de
familia, a jóvenes, a empresarios, a comunicadores, en esta
tarea que es muy amplia.
50
Creemos entonces que en este momento las políticas
también deberían de empezar a incluir más medidas para
influir en estos patrones de consumo que, de acuerdo a lo
que nos indican las encuestas, de acuerdo a lo que sabemos
ya, de cómo se consume alcohol en la población, tenemos
no sólo que dedicar nuestros esfuerzos a aquellas personas
que puedan ser detectadas como personas que requieren de
un tratamiento, requieren de una atención especializada,
sino de aquellos otros, muchos otros que están teniendo un
peso importantísimo por una forma de beber explosiva,
infrecuente, pero excesiva, y que afecta fundamentalmente en indicadores sociales. Esto también es un asunto
pendiente en la agenda. En ese sentido, creo que el
péndulo de las políticas y de las concepciones, pues está en
un saludable término medio, yo creo que debemos tratar de
que se mantenga ahí, en donde se puedan incluir estos dos
aspectos, tanto de la disponibilidad de las bebidas, las
bebidas alcohólicas no son un producto de consumo como
cualquier otro, y deben ser vistas con respeto y con
cuidado, y su consumo no es igual al de muchos otros
productos, y sus consecuencias pueden ser muy dañinas, y
nosotros en el sector salud es nuestra obligación de
proteger, sin dejar de reconocer que hay mucha gente que
puede consumir con moderación y de que incluso, pues la
evidencia científica en años recientes ha mostrado que
pequeñas cantidades de consumo diarias pueden jugar un
papel benéfico para la prevención de ciertos problemas
cardiovasculares.
Muchas gracias. 57
Referencias (en orden alfabético)
Bandura, A. (1977). Self-efficacy: toward a unifying
theory of behavioral change. Psychological Review
84.191.215.
Edwards, G., Gross, M. (1976). Alcohol dependence:
provisional description of a clinical syndrome. British
Medical Journal 1.- 1058-1061.
Jeliinek, E.M. (1960). The Disease Concept of
Alcoholism. New Haven. CT: Hillhouse Press.
Ledermann, S. (1936). Alcohol, Alcoolism,
Alcoolisation. Cahler 29, Instituí National d'Etudes
Dernographiques. Paris: Presses Uníversítalres de Franco.
Péquignot, G. et al (1978). Ascitic cirrhosis In relation
to alcohol consumption. International Journal of
Epidemiology 7.- 113.120.
Skog, O.- J. (1980). Social interaction and the distribution
of alcohol consumption. Journal of Drug Issues 10:71-92. The collectivity of drinking cultures, a theory of the
distribution of alcohol consumption, British Journal of
Addiction 80: 83-99. (1985).
52
MESA DE DISCUSIÓN.
Dr. Marco Polo Peña-Corona.- Para abrir nuestra mesa de
discusión, le quiero preguntar al Dr. Carlos Campillo -quien ha
estudiado aspectos relativos al consumo en grupos poblacionales-
Dr. Campillo: con lo que se nos presentó en las diferentes
ponencias, en especial, este estudio tan interesante que presentó
el Lie. Gordillo que muestra cómo la cerveza es el producto que
ha tenido mayor incremento y que su expectativa es de que
aumente su consumo, en especial en población joven, ¿qué es lo
que usted puede identificar como expectativa en cuanto a
aspectos de salud, de abuso en consumo o de generación de
adicción?
Dr. Carlos Campillo Serrano.- Gracias por la invitación. Yo
veo tres aspectos fundamentales en la pregunta que usted me
hace, y que creo que van dentro del contexto de la mesa. En
primer lugar yo creo que es un hecho, y quedó muy manifiesto,
que el consumo de alcohol es un acto cultural y que está muy
arraigado a los aspectos de la vida diaria de todos nosotros, creo
que la ponencia de la Mtra. Lozano fue muy rica en ese sentido,
porque a veces cuando uno ve los aspectos históricos de estas
cosas, se descontamina muchísimo y puede verlos a la distancia y
entender mejor los aspectos actuales. Entonces vemos ahí, por un
lado, todas las contradicciones y papel que juegan las bebidas
alcohólicas en tiempos de la Colonia, en donde genera por un
lado, las costumbres que chocan, la costumbre de beber de los
europeos con los indígenas y que queda muy de manifiesto la
manera en que las clases sociales ven a las distintas formas de
beber de las otras clases sociales. Creo que esto es importante, y
el segundo motor que veo y que se permea en esto es el alcohol
como un generador de riqueza, definitivamente, es un bien de
consumo y vemos también en la ponencia de la Mtra. Lozano
53
cómo el pulque fue realmente, cómo todas las políticas que se
siguen en materia de alcohol en México tienen un conato
básicamente económico. Hay una promoción, el pulque porque
no compite, podemos ir con el vino y con las bebidas de Europa,
de España concretamente, o dejan entrar, y siempre la política
económica definitivamente está minando.
Vemos también cómo se complementa la ponencia de la
Mtra. Lozano con la del Lie. Gordillo en el sentido de que
finalmente, todas las tendencias que nos está platicando de la
cerveza que ahorita vamos a comentar para ir a su pregunta, están
fundamentadas en los dos aspectos básicos que son: la cultura, o
sea cómo las generaciones van cambiando de valores y cómo se
puede prevenir el que vayan hacia consumir tal o cual bebida, y
cómo los aspectos económicos -o sea la cerveza-, por una serie de
motivos que ya nos explicaba él, se acomoda mejor al aspecto y
genera más riqueza o se adapta más a la vida diaria y tiene esta
tendencia.
Finalmente creo que el otro aspecto, el de la Salud, completa
los tres aspectos que yo veía en las ponencias. El no desconocer,
podríamos decir, el alcohol como un hecho cultural, el no
desconocer el alcohol como un motor muy importante,
económico, el no desconocer los riesgos que esto tiene, que es
fundamental porque sí marca un hito importantísimo en las
perspectivas que vamos a tener sobre todo con otras adicciones,
concretamente por ejemplo con el tabaco. El tabaco
definitivamente es una adicción mucho más moderna, más nueva,
más impuesta, no está tan arraigada profundamente en las raíces
nuestras y además desde el punto de vista de la salud, pues sí es
un villano auténtico. Es muy fácil atacar al tabaco, pues un
cigarrillo hace daño y no tiene este contexto cultural, en cambio
el alcohol pues tampoco tendría motivo de un aspecto de
prohibición. 54
Para contestar la pregunta de usted en relación a por qué la
cerveza, cuáles pudieran ser los aspectos que prevendríamos en
los jóvenes, pues creo que las tres cosas se están
complementando. Creo que de acuerdo a como va la situación, la
cerveza va en aumento, definitivamente, va escalando cosas y las
va escalando por un lado el aspecto cultural en el sentido de su
accesibilidad, de que se le ponga como decían, en el refrigerador
mucho más fácilmente que en la cantina, quienes tendrán acceso
y como que se adapta mucho con la forma de vivir de los jóvenes,
un poco distinto. Uno de los aspectos de la cerveza es que hay
menos rituales para poderla beber, en comparación a las otras
bebidas.
También está el aspecto económico. De alguna manera creo
que la cerveza genera mucho más riqueza, sobre todo muy en
relación con la globalización, con pocos empleos, sabemos muy
bien que una fábrica de cerveza actualmente pueden moverla dos
gentes, o sea con dos dedos, y que todo lo demás va muy de
acuerdo con el aspecto. En este sentido creo que está la
responsabilidad nuestra, o sea, yo creo que las gentes que
estamos del lado del sector salud -como vimos en la ponencia del
Dr. Meljem-, señalan que siempre vamos atrás, porque las
prácticas comerciales y las prácticas industriales definitivamente
nos van apabullando y siempre vamos un poco detrás buscando, y
vimos en la ponencia de hoy, como la Secretaría de Salud va
tratando de encontrarle de alguna manera este compromiso.
Después la ponencia de la Mtra. Rosovsky que siempre ella
pondera las distintas posturas que ha habido. Yo creo que en este
sentido si sigue creciendo la cerveza y sigue creciendo como van
las cosas, sí vamos a tener un aumento del consumo y problemas
de alcohol en esta generación, por lo que tenemos que tratar de
prevenir. ¿Cómo vamos a prevenirlo? yo creo que de la misma
manera, con la misma responsabilidad, por ejemplo
55
concretamente yo creo que seguir considerando la cerveza una
bebida de moderación y seguirla privilegiando, que incluso ni
siquiera tiene letreros, etc., son cosas que nos tienen que hacer
reflexionar y no con un espíritu digamos prohibicionista, no con
un espíritu tampoco de estar frenando, sino con un espíritu de
colaboración, porque ya sabemos nosotros -lo postuló muy bien
la Mtra. Rosovsky-, aumenta el consumo de cualquier bebida,
aumentan los problemas y sobre todo si es un grupo X de
jóvenes, entonces yo creo que tendríamos que reflexionar un
poco sobre esto.
Mtra. Hydée Rosovsky.- Quisiera agregar a lo que dijo
ahora el Dr. Campillo algo que tal vez desgraciadamente olvidé,
pero lo había pensado en mi presentación, creo que al analizar el
tema del alcohol desde todas las diversas perspectivas como se
ejemplificó hoy en esta mesa, la cuestión industrial, las
proyecciones, etc., yo creo que no debemos pensar que el
desarrollo de esta industria, el consumo de estos productos no se
dan aislados, no se dan en un vacío, hay que pensar en estos
momentos que los jóvenes, porque esa era la pregunta, en estos
momentos está creciendo el consumo de drogas ilícitas en nuestro
país y que muchos grupos, incluso de Alcohólicos Anónimos, nos
dicen que los jóvenes entran y tocan fondo mucho más pronto a
tratamiento, a recuperación, por la mezcla del alcohol con otras
drogas que tienen otro carácter y que entonces yo creo que sería
importante siempre tomar en cuenta en estas proyecciones o en
esta realidad, estos otros factores de qué está pasando también,
cómo el alcohol se consume con otras cosas, los ámbitos de
consumo en ese sentido, es algo que es una tendencia que
estamos viendo y no la podemos negar.
Dr. Marco Polo Peña-Corona.- Lie. Arturo Jacques, ¿cómo
pueden vincularse las acciones de gobierno, de la Secretaría de
56
Salud, con las acciones que competen a otros ámbitos?, como ya
mencionaba hace un rato la Mtra. Rosovsky, esta
descentralización que se ha dado en el quehacer gubernamental,
¿Implica que el ámbito de la responsabilidad compete, no sólo a
una entidad gubernamental, sino que es compartida la regulación
para "barras libres", o de la llamada "hora feliz"?, ¿Abarca
también a las compañías que se encargan de los aspectos
publicitarios?, a la luz de lo que se ha presentado hoy, ¿Cuál es
su opinión, cuál es su visión, hacia dónde debemos dirigirnos,
qué se puede hacer realmente y qué limitaciones hay para regular
esas prácticas?
Lie. Arturo Jacques Rodríguez.- Desde el punto de vista
del Control Sanitario de la Publicidad, creo que es importante
señalar que el proyecto de reglamento que estamos a punto de
tener próximamente, contempla la prohibición de barras libres,
precisamente porque este tipo de eventos se ha manejado de
alguna manera para, "embrutecer" a la juventud, hacerlos que
consuman de manera inmoderada y vaya usted a saber qué cosas
consumen, es decir, que hay bebidas envasadas en recipientes
originales de determinadas marcas que no corresponden a su
calidad sanitaria.
Por otro lado, de nada sirve que tengamos excelentes leyes,
excelentes normas, si realmente éstas no se van a cumplir, o no se
saben, o no se aplican de una manera definitiva, tal es el caso, por
ejemplo, de la no-venta de bebidas alcohólicas a menores. Creo
que todos sabemos perfectamente que si mandamos a nuestro hijo
a la esquina a comprar cigarros, lo mismo le venden cigarros, o lo
mismo le venden cualquier otra cosa, es decir, realmente creo que
las leyes dan una línea normativa, pero lo más importante es
tratar de ver que es una situación de responsabilidad social, de
toda la comunidad, de toda la gente.
57
Es importante que exista la normativa en este sentido, pero
también es importante que estemos conscientes, sobre todo en el
momento, de no hacer que nuestros hijos se enfrenten a ciertas
situaciones.
Hay una cosa que precisamente comentábamos hace un
momento acerca de la cerveza, que indebidamente, se está
publicitando en un horario distinto al de las demás bebidas
alcohólicas. Esto depende de la Secretaría de Gobernación,
vuelvo al punto, de nada sirve que tengamos normas muy
específicas, muy claras, si estas normas no se aplican.
El horario de las bebidas alcohólicas, y en este sentido, la Ley
General de Radio y Televisión, no hace distinción alguna de
bebidas de baja graduación alcohólica, de mediana o de alta
graduación alcohólica, ésta es una situación que yo no entiendo,
debe de intervenir aquí un acto costumbrista, permisivo, en donde
realmente el horario en televisión debe ser a partir de las 10 de la
noche, para todas las bebidas alcohólicas sin distinción alguna, es
decir, si estamos hablando de coolers, estamos hablando de
cervezas, estamos hablando de todo tipo de productos, éstos no
pueden publicitarse antes de las 10:00 de la noche en televisión.
En radio la consideración es distinta, no entiendo por qué se
manejó un criterio para regular el aspecto de televisión y otro
criterio para manejar el aspecto radiofónico, en donde vemos que
de manera indiscriminada se publicita la cerveza, se publicitan
otro tipo de bebidas alcohólicas.
Es muy motivante tener la posibilidad de tratar con la
industria de bebidas alcohólicas y a mí, específicamente me ha
dejado una grata experiencia el haberlo podido hacer, porque
finalmente este proyecto de reglamento al cual me he referido, ha
sido obra de la industria en conjunto con las autoridades. Es
58
decir, es algo que se ha tejido de una manera bipartita, y bueno
yo creo que es importante que este tipo de ejercicios se lleven a
cabo para que no hagamos disposiciones normativas que en un
momento dado no se puedan cumplir, o nadie las vaya a cumplir,
es decir, el compromiso en el reglamento de control sanitario de
la publicidad es tener la participación de la industria, tener la
participación de la autoridad, pero con la finalidad de que éste
verdaderamente se acate y se cumpla cabalmente.
Mtra. Haydée Rosovsky.- Está todo tan interesante que la
verdad uno no puede dejar de reflexionar y expresarse, y además
creo que está aquí gente muy importante que es interesante que
escuche algo, diferentes puntos de vista.
Bien, yo creo que sería muy interesante que algún sociólogo,
o un grupo de sociólogos se dedicaran a estudiar por qué en la
sociedad mexicana -aunque creo que en otros países también
sucede-, pero por qué el acento de la política hacia el alcohol se
pone tanto en la publicidad, desde el punto de vista de atacar
cualquier medida de control, cuando hay países que tienen
prohibida la publicidad de alcohol y tabaco completamente, y
aquí, en el momento en que se piensa hacer algo que pueda evitar
que los niños o que alguien tenga demasiado presente todo el día
machacando ciertos mensajes, pues hay una reacción enorme en
toda la sociedad y los diputados y que esto y que lo otro, y
enseguida se vuelve un debate terrible.
Obviamente sabemos que esto toca bolsillos y ahí es donde
más duele, pero en realidad desde el punto de vista del consumo,
si lo que se piensan son prácticas de promoción y mercado, se
sabe, por lo menos eso es lo que indican todos los trabajos
científicos que se han hecho, que hay otros factores de la
disponibilidad que son más determinantes para el consumo de las
bebidas, por ejemplo la ubicación en los centros comerciales, las
59
horas en las que se pueden comprar, éste no fiel cumplimiento de
no venderle a menores, las promociones, que se venda 30%
menos, todo eso parece ser que sí tiene más influencia, sin
embargo, a veces pareciera que el enfrentamiento entre el sector
de salud pública y el sector comercial siempre tiene que ser a
través de la puerta de la publicidad, lo cual hace que el diálogo se
vea muy limitado para realmente hablar de una política
consensada, concertada, donde se respeten las actividades
legítimas comerciales, los deseos de la libertad personal de los
individuos, pero también se cuide la cuestión del bienestar
público, entonces, eso a mí me llama siempre mucho la atención,
y no se por qué no lo analizamos más, a lo mejor sería motivo de
otro seminario.
Intervención N.I..- Perdón, nada más para seguir en esta
reflexión, yo creo que sobre el alcohol y su consumo se ha
estudiado mucho, y en la medida que más se sabe descubrimos
que somos más ignorantes. Yo creo que buena parte del ejercicio
es que no hemos sabido integrar estos distintos estudios, y que
muchos de los esfuerzos que se han hecho se han canalizado a
situaciones de momento.
El asunto de la comercialización que mencionaba la maestra
Rosovsky es muy importante, el Lie. Jacques hablaba de las
barras libres; yo no he encontrado todavía una respuesta de ¿cuál
es el objeto comercial de las barras libres estrictamente?.
Otro ejercicio en relación a la comercialización es ¿Por qué
tenemos esquemas de funcionamiento de algunos centros de
reunión?, llamémoslos discotecas, en donde se abre el
establecimiento temprano, pero la pista no se abre sino hasta muy
noche, entonces esto obliga a un mayor consumo pero esto es una
apreciación de pasillo, la verdad es que no nos hemos puesto a
estudiar a fondo ¿Cuál es el objeto comercial de este tipo de
60
prácticas? y tampoco hemos sabido canalizar e integrar esta
información a quien corresponda para discutirla ampliamente. Le
hemos dado facultades, y cuando digo le hemos dado facultades
no me refiero a la Federación, sino que como país, hemos
descansado en la responsabilidad municipal para la autorización
de la apertura, horarios, ubicaciones, etc., y que responden a
criterios totalmente diferentes y no necesariamente a la situación
que prevalece en el municipio.
Dr. Marco Polo Peña.- El Lie. Almada, desea hacer un
comentario o una pregunta.
Lie. Rafael Almada.- Buenos días y gracias a FISAC por
invitarnos. Para los que no me conozcan soy Rafael Almada de
la Asociación Nacional de Vitivinicultores, y mi pregunta es muy
concreta para el Lie. Gordillo, ¿En las estadísticas de los
porcentajes, el 85% cerveza, etc., en la metodología se tomó el
porcentaje de alcohol en volumen o simplemente litros brutos?
Lie. Juan Manuel Gordillo.- En su mayor parte son litros
brutos o equivalentes, equivalentes en el sentido de que en
algunas ocasiones se registran importaciones de materia prima y
para lograr un volumen determinado, se transforma al equivalente
en litros de etanol y de volumen comerciable. Esa es la
metodología.
Mtra. Haydée Rosovsky.- Yo también tengo una pregunta
para el Lie. Gordillo. En algunas de las gráficas de las
proyecciones se habla de un crecimiento en México de tres
puntos algo por año. Yo creo que también sería muy interesante
poder contrastar estas proyecciones con la población de México.
Es decir, ver si esto guarda una relación, si es un momento real o
si va parejo con el crecimiento poblacional o a qué corresponde
esto. Yo le haría esa recomendación porque sí nos sería más útil
61
ver que el alcohol aumenta, pero también aumenta el número de
personas, y entonces habría que ver qué relación guardan estas
dos cosas.
Lie. Juan Manuel Gordillo.- Bueno, no tenemos un tiempo
amplio como para explayarnos sobre esta metodología, sin
embargo, debemos de apuntar que la prospectiva en tanto que
intenta explorar las variables de largo plazo, digamos por
llamarlo de alguna manera, se cuelga de una cosa que sí
conocemos que es el desarrollo inercial de la población.
Fundamentalmente la mayor parte de estos escenarios que vimos
son escenarios que les llamamos logísticos porque de una manera
lógica apuntan a un desarrollo poblacional y a un desarrollo de
cosas que no pueden ir más allá de determinados límites; uno de
estos es fundamentalmente el desarrollo de la población y el
desarrollo y crecimiento de grupos etáreos que estrictamente son
los que más consumen bebidas de contenido alcohólico.
Lie. Rafael Almada.- Entonces nada más como sugerencia,
si se pudiera anotar la metodología para que nos quede claro. Y a
la Mtra. Lozano su interesantísima charla... La Asociación que
yo presido no tiene nada que ver con el pulque, nada más es uno
de sus derivados, pero es muy interesante el tema, y así de pasillo
retomando el término del Dr. Meljem, yo tengo entendido que
hoy en día más del 90% del pulque es totalmente adulterado. Yo
recuerdo una • época, en los setentas, en donde se hizo un
importante esfuerzo en los estados de Tlaxcala e Hidalgo de
exportar pulque mexicano enlatado y hasta donde sé,
lamentablemente por políticas estatales esto no cundió. Esto de la
adulteración del pulque, ¿Qué tan cierto es Mtra. Lozano?
Mtra. Teresa Lozano Armendáres.- Actualmente no sé, yo
me quedo en el siglo XVIII y hasta ahí sé. Pero también en la
época colonial se adulteraba constantemente y yo supongo que
62
después también, porque es una manera de conservarlo; para
poderlo conservar hay que adicionarle cal y conservadores y el
hecho es que desde el siglo pasado se hicieron varios estudios
para poderlo envasar y poderlo distribuir en más lugares, pero
esto es imposible porque fermenta y explota ¿no?, no sé bien.
Mtro. Carlos Viesca.- En relación con esto, se usa muy
frecuentemente el contaminar el pulque para que fermente mejor
y para mantenerlo. Esto se ha hecho en el momento en que se
maneja el pulque en expendios de carácter comercial y no
directamente del tinacal al consumidor, el mejor preservativo
para un pulque de calidad sería ese: el paso directo del productor
y fermentador del tinacal al consumidor, y ahí entraría el otro
gran problema que es el uso de muñecas, que son la cantidad de
cochinadas que le ponen para que fermente mejor, en donde
también han variado las técnicas.
En la época prehispánica se utilizaba una hierba que es el
"ocpatli", que tiene como virtud fomentar la fermentación del
pulque y la desencadena de una manera gradual y sin contaminar.
Durante la Colonia se empieza a plantear la posibilidad de
usar "madres de fermento", como se acostumbra en otro tipo de
bebidas, y entonces se empezó a buscar todo tipo de cosas y se
cayó a la "muñeca de estiércol" que es lo más frecuente y que,
pues mientras sea "estiércol de animales" que podrían ser
perfectamente purificados, transgénicos o qué se yo, podría no
ser tan grave, pero que en la realidad, esa es una fuente de
contaminación tremenda. Decía la Mtra. Lozano hace un
momento, decían en el siglo XVIII, el dictamen médico, que el
calentamiento que da cierta porción oculta del pulque adentro del
cuerpo y que provoca disenterías, pues no nos está hablando de
otra cosa más que de las amibiasis que seguimos viendo en la
actualidad, muy relacionadas con el pulque y ahí no se habla de
63
absceso hepático amibiano, pero los textos de Moreno del XVIII
también nos llevan en ese sentido.
Entonces el problema va más en términos de qué se puede
hacer para que el pulque pudiera ser distribuido y fermentado en
una forma adecuada y no contaminada, y otra vez llegamos al
problema de la comercialización como un proceso muy, muy
aparte y muy riesgoso en términos de cuáles son los intereses de
gentes que a veces comercializan sin escrúpulos, versus gentes
que podrían comercializar en una forma adecuada.
Dr. Marco Polo Peña.- Mtro. Carlos Viesca, lo que vemos
en algunos textos, los que ignoramos mucho de esta historia, es
que la competencia en materia de regulación, siempre se le da a la
Secretaría de Salud o a las áreas de Salud para estos aspectos
relacionados a las bebidas con alcohol. Nos puede abundar algo,
considerando esto que vemos ahora de que compete a diferentes
instancias esta regulación ¿Por qué cae en Salud siempre?.
Mtro. Carlos Viesca.- Creo que este problema sí es muy
real. En primer lugar me remontaría un poco más atrás. Tenemos
dos componentes paralelos, yo diría "eternos" desde que empieza
la humanidad, y que es que el ser humano que consume ciertas
cosas que le cambian el humor, que lo alegran, etc., en donde el
alcohol, siguiendo la definición de Levin, sería un euforizante de
los más perfectos, podríamos decir. .
Ahora, se empieza a manejar con un aspecto, ¿A dónde se *
puede llegar con un consumo, llamémoslo sano, del alcohol, y a
partir de dónde se empieza a plantear la producción de
alteraciones y enfermedad?. El texto bíblico nos pone a Noé
totalmente "borrachico" y aquí el problema no sería salud en
términos médicos, sino sería salud en términos morales. Ahí
entraría otra situación importante, tendríamos el alcohol como
productor de bienestar, por un lado, y por el otro como productor
64
de alteraciones médicas y alteraciones morales que ambas serían
dañinas en términos de la sociedad.
A partir de ahí, entonces quién es el que va a regular, si es un
efecto físico aunque el efecto secundario sea un deterioro moral,
el efecto físico lo debe de atender el médico. El primero que va a
tratar la cruda vamos a pensar en las crudas terribles de los
emperadores romanos, eran sus médicos quienes llevaban una
serie de sales, arsénicos, vomitivos, etc., para tratar de recuperar
una salud que en esos momentos se establece estrictamente en lo
físico en estos personajes, entonces creo que de ahí viene la
situación.
En España sí es muy claro, a partir del establecimiento del
Protomedicato en Castilla, a fines del siglo XV, una de las cosas
importantes que se les señalan es la regulación de alimento y de
bebida y ahí entra el alcohol. Creo que de ahí viene, por lo menos
en nuestra tradición mexicana, es de donde viene esta relación tan
directa entre instancias de Salud, como la Secretaría de Salud en
la actualidad, el viejo Protomedicato y todas estas situaciones.
El segundo aspecto que habría que pensar muy bien es la
reglamentación. Ahorita nos hemos encontrado con una serie de
situaciones que nos están marcando hacia el gran problema de
comercialización y el gran problema de regulación. En cierta
forma estamos ya partiendo de una situación de advertencia o
sea, pensamos que el alcohol tiene ciertos efectos que no son
deseables, a parte de otros que pudieran serlo y que ésta es la
parte que requiere atención: cómo evitar alcoholismo-
enfermedad, cómo curarla si es que esto se puede, cómo prevenir
que no se desarrolle más y cómo prevenir los accidentes
relacionados con consumo de alcohol en personas que no
necesariamente puedan ser catalogados como enfermos
alcohólicos, como se ha visto ya abundantemente.
65
Entonces tenemos una serie de medidas en este terreno, pero
por otro lado tenemos otra serie de estudios y probablemente hay
alguna institución clandestina, paralela a ésta, que tenga un
seminario permanente de ver cómo se anuncia para que se
consuma más en cantidades más bárbaras, sin importar quién se
muera. Entonces tendríamos que ver estas dos situaciones
paralelas para tratar de establecer por nuestra parte los puentes
para no caer antes de que se produzcan estos aspectos.
¿Cómo se puede plantear el consumo moderado, sano,
diríamos, del alcohol, inclusive como medicamento?, creo que
todos recordamos que de niños nos gustaban más los tónicos para
comer que tenían un poquito de jerez o un poquito de oporto que
los que no tenían sabor de alcohol ¿no?, los excipientes de los
medicamentos, el alcohol que ahora pasó simplemente a ser un
preservativo, en realidad era algo que daba un sabor y que hacía
que los niños se lo tomaran más contentos, era una forma que
antes de que llegáramos a la sangría de después de los 7 años,
pudiéramos tomar un poquito de alcohol. Esto también habría que
considerarlo, pero por otro lado, ¿En qué forma se puede plantear
el manejo de un control, el manejo de límites?, creo que el
problema de alcohol va mucho en razón de qué tanto se rompen
límites, se hace un consumo exagerado y esto es benéficamente
desde el punto de vista comercial en otros sectores, versus una
situación que podría permitir un comercio con ganancias más
moderadas, con un consumo que mantenga límites y que no
permita que se vea muy bien en qué momento se puede llegar a
enfermedades secundarias del consumo de alcohol o a
enfermedades relacionadas con el alcoholismo mismo.
Dr. Gastón Meló.- Antes que nada, ahora de manera
sustanciada, quiero agradecer a todos ustedes por sus elocuentes
participaciones. Me interesa hacer algunos comentarios, uno de
carácter promocional: me satisface mucho el hecho de que esta
66
Fundación pueda convertirse en una instancia de diálogo para
todos nosotros en donde hagamos confluir posiciones a veces
distintas sobre materias que nos son comunes, creo que esto es
positivo desde el punto de vista más importante que es el
histórico, ya que nos ayuda a inteligir mejor los problemas que
nos son comunes.
En este sentido, Dr. Meljem, yo quisiera hacer un par de
comentarios en aras de ensanchar este espacio de diálogo. Por
ejemplo, hemos aprendido en la primera edición de este
seminario, cuando hablábamos del pulque, que efectivamente
esta sustancia es en buena medida la responsable de unas
estadísticas que se presentan aquí, en el sentido de que en México
la décima causa de mortalidad es por la cirrosis hepática y un
porcentaje importante de esta enfermedad está vinculado al
alcohol, sin embargo, y a nivel mundial incluso -más radical-, el
segundo país después de Hungría, que tiene este problema de alta
mortalidad por cirrosis es México, y sin embargo, en este mismo
seminario aprendimos que si nosotros evitamos la consideración
de los estados de Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, México, nuestros
índices de este problema estarían en la media internacional.
En estos Estados de la República en donde se produce el
pulque, curiosamente es el pulque una sustancia que no tiene una
relación directa con lo que es la industria del alcohol. Entonces
valdría la pena, en aras de que podamos, desde la perspectiva de
los industriales también aquí representados, tener una visión un
poco más real, objetiva en este sentido, considerar este
importantísimo factor y desde este punto de vista también un
llamado a las autoridades en el sentido de que -y deberíamos
quizá hacerlo de manera formal y vamos a tener la oportunidad
mañana de dialogar con el Secretario de Salud y poderle plantear
estos aspectos-, es importante la participación de la Secretaría en
este sentido. 67
Segunda cuestión que hemos aprendido también, y no quizá
dentro de los seminarios sino a lo largo de la historia de esta
Fundación, es que, con relación a la publicidad, se hizo un
estudio en el año 1983, que quedó consignado como uno de los
primeros trabajos de divulgación que se hicieron en la Fundación,
"El alcoholismo en México", que muestra el hecho de que la
publicidad es un factor muy influyente en la determinación de las
preferencias de marca, es decir, es muy influyente para decir si un
individuo puede pasar de beber cerveza, a beber ron o a beber
brandy, pero no tanto en la contribución a los aumentos en los
volúmenes totales de consumo. En este sentido y también con
mucha intención de diálogo, reflexionar un poco si esta nueva
situación del reglamento no nos llevará a una sobresaturación de
los pocos espacios publicitarios que le quedan a las bebidas
alcohólicas, dado que ahora y con una convención con los medios
de comunicación y los representantes de la industria, se tiene, por
ejemplo, el acuerdo de no presentar más de un producto por corte
comercial, esto será muy difícil de mantener con el nuevo
reglamento y cabe -pregunta para los sociólogos-, saber si esta
concentración no tendrá una influencia distinta, a lo que respecta
en los otros medios electrónicos.
De este modo, y retomo el reto, lo asumimos con mucho
gusto y haremos, por supuesto, un seminario sobre el tema
específico de la publicidad porque vale mucho la pena que tanto
estos grandes expertos de la comunicación que son las Agencias " de Publicidad nos den su punto de vista, pues ellos
conocen los
estudios de mercado, vale la pena que estén también la industria,
las autoridades, y que podamos tener un diálogo franco y abierto
en este sentido Ojalá y antes de la publicación del nuevo
reglamento. Er.e es mi comentario. Muchas gracias.
68
Dra. Consuelo García.- Gracias a FISAC por organizar
estos seminarios, nunca dejaré de decirlo y por invitarme, claro.
Quiero comentar lo alarmante que son los datos que presentan
sobre la perspectiva de consumo que va en aumento. Por otro
lado no se ve el impacto de las acciones de salud; a pesar de que
hay, no son estrategias, ni agresivas, ni tampoco claras, y es
todavía más alarmante que en estos tres seminarios que hemos
tenido, le damos vuelta y vuelta y nadie ha centrado la atención
en los consumidores, ¿Quién los va a educar?, ¿De quién es
responsabilidad?, ¿Qué vamos a hacer para que sea el propio
consumidor quien asuma su responsabilidad?, porque él
solamente encontrará la publicidad contra los industriales y no
pensar ni por un momento en quién va a educar, vamos, si yo le
pongo un letrero a estos anuncios de: "este producto es dañino
para su salud" y tenemos que el 35% de la población no sabe leer,
esto es risible. Entonces, qué vamos a hacer con los
consumidores, quién va a asumir la responsabilidad de educar,
que esto podría hasta fomentar el consumo, un consumo
moderado, que es lo que vemos los que estamos en el área
médica y preocupados por los daños a la salud que produce el
alcohol, y también sabemos que hay beneficios y que sería sano
promover el sano consumo.
Mtra. Guillermina Natera.- Son dos comentarios nada más.
Uno es como ya se mencionaba, ¿Quién va a educar a los
consumidores?, desde luego los consumidores no son
homogéneos tampoco, aunque haya 35% de analfabetismo en
México, existe otra población muy grande que tampoco está
educada. Al respecto el Dr. Meljem hablaba de que en la
reglamentación de 1995, se menciona que ya se diferencian los
grados de alcohol por volumen, sin embargo eso nadie lo sabe.
La población sigue pensando -y creo que nada más somos los
que trabajamos en alcohol los que lo sabemos-, que un caballito
69
de tequila es igual a una cerveza, esto nadie lo sabe, incluso los
expertos, los médicos dudan de esta igualdad ¿Por qué?, porque
tampoco conocen cómo se calculan estos grados de alcohol en
relación al volumen. Yo pienso que una leyenda, contrario a lo
que decía Consuelo, una leyenda que tal vez no sea muy aceptada
por los promotores de venta, sería: usted está tomando 6° de
alcohol en cada 100 o X mililitros de contenido en donde se
disuelve el alcohol. Si ustedes le ponen el 6° a una cerveza de
300 mililitros, señalan que usted está tomado 18° de alcohol, más
o menos equivalente a lo que sería un caballito de tequila. Este
tipo de leyendas que pueden ser mucho más educativas y que a lo
mejor no son para los analfabetas, pero sí para los alfabetas que
creen que lo saben todo.
Por otro lado, un comentario también a lo referente a las
discotecas y a esto de la barra libre, yo tampoco veía cuál es la
ventaja de tener barra libre hasta que fui a una barra libre.
Primero -en mi opinión personal-, el costo por entrar a un lugar
de barra libre es altísimo; segundo, mientras hay un horario de
barra libre, el tortuguismo de los meseros es impresionantemente
alto. Dan o sirven una bebida con mucha lentitud, pero lo que es
más importante allí es ver que calidad de la bebida, porque no
puede uno pedir cualquier bebida sino la que ofrece el centro.
Después de que terminaron las dos horas de barra libre, de
repente hubo una cantidad impresionante de meseros, con una
cantidad impresionante de cartas para elegir sobre las bebidas, y
en ese momento el servicio fue más expedito. Esto quiere decir
que la barra libre justamente es una promoción que tiene otros
beneficios, que a lo mejor no están vinculados con el consumo
del alcohol en ese periodo de una o dos horas, pero sí con lo que
van a consumir después los asistentes.
70
Mtra. Martha Romero.- La mía es una pregunta para el Lie.
Juan Manuel Gordillo. En las generaciones que el menciona se
saltó a la que yo pertenezco, la de 35 a 45 años y bueno, hasta
donde yo sé, a esta generación siempre le han dicho que es la generación de la transición, la generación que rompió con
muchas costumbres, tradiciones y demás. Es justo la que se salta
y la que no incluye, y es sin embargo la que ahorita puede estar
educando a los adolescentes o niños, entonces yo creo que esa
omisión es muy importante porque en los setentas hubo muchos
cambios que marcaron una ruptura con muchos valores sociales,
entre ellos los de la bebida. La otra era la recomendación que
siempre hago de que ¿Por qué no desagrega sus datos por sexo?,
porque siempre dicen las tendencias como si hombres y mujeres
fuéramos iguales y eso no es ni en la estadística, ni en la biología
ni en ningún lado.
Dr. Carlos Campillo Serrano.- Yo quisiera comentar, con base en lo que hemos estado escuchando, definitivamente el exceso en el consumo de alcohol es el problema, y viene desde temas de educación, viene desde temas de reglamentaciones de alguna forma discriminatorias entre diferentes categorías -ya que fermentados y destilados son vistos diferentes en temas de distribución-, en muchos de los temas que hemos estado tocando. Para mí el punto es: finalmente creo que la reglamentación está puesta, creo que a nivel de industria debemos participar de alguna manera en tratar de generar una reglamentación, por lo menos en tema publicitario, a lo mejor falta en algunos otros aspectos, pero el problema es que esto involucra muchísimas autoridades y muchísima gente y no existe nadie que sea capaz de liderear el tema, y mientras no exista alguien que realmente sea el responsable del tema a nivel integral, vamos a seguir hablando de lo mismo, la reglamentación mejora un poco pero no hay suficiente vigilancia y control, que el horario de fulano de tal debería estar en cierto tiempo y no se cumple porque otra entidad
no entra. 71
Así las cosas, no pasa de ser simplemente información y
enriquecimiento cultural para todos nosotros, pero el punto es,
¿Quién realmente va a liderear el problema desde un punto de
vista integral y quién debería hacerlo?, creo que ese es el
comienzo de una solución real, de lo contrario, la verdad todos
seguiremos hablando de estadísticas, cumplimientos o
incumplimientos de la normatividad. Ésta es simplemente una
reflexión que quiero plantear y si alguien tiene una idea de quien
pudiera liderear un proceso integral de ese punto, pues sería
importante que lo planteara.
Lie. Arnulfo R. Gómez.- En este sentido yo quiero comentar
si era posible hacer una correlación del consumo de alcohol con
los ciclos económicos. Específicamente yo tuve la oportunidad de
vivir en Costa Rica y viajar mucho en Nicaragua y Panamá, que
son entidades muy pequeñas en las que es fácil determinar los
problemas y desgraciadamente el problema era después de la
época de Somosa, y realmente la situación en los tres países:
Nicaragua, Costa Rica y Panamá era deprimente y las únicas dos
industrias que eran florecientes en los tres países era el ron y la
cerveza, entonces yo propondría en este caso que en México se
pensara que la Secretaría de Hacienda lidereara la estrategia del
consumo del alcohol.
Mtro. Mario Ficachi.- Mi presencia aquí tiene que ver
precisamente con esta influencia del consumo irresponsable del
alcohol en los jóvenes de entre 14 y 19 años, que es la población
que atiende el Colegio de Bachilleres, más o menos 130,000
alumnos en 20 planteles en todo el D.F. Nuestra relación con
F1SAC ha sido muy interesante porque responde, tímidamente
quizá, pero es un esfuerzo para que se eduque a nuestros
muchachos. Se ha trabajado durante 1999 en diversas etapas de
cursos, que se le ha llamado TIPPS-FISAC y que seguramente
72
muchos de ustedes ya conocen. Se ha llegado a 4,666 alumnos y
pensamos que esto tiene una repercusión en 4,666 familias
también, y se ha dado una relación muy interesante entre los
promotores, que han sido capacitados aquí en FISAC y los
propios alumnos que han tomado estos cursos.
Siento que la respuesta no puede ser tajante entre ¿Quién
tendrá-esta responsabilidad hoy?, ¿Quién la tuvo antes? y ¿Quién
la tendrá en el futuro?, tiene que ser una correlación de esfuerzos
entre la iniciativa privada, entre el Estado y los individuos, sin
olvidar este subrayado que ha hecho la Mtra. Rosovsky en cuanto
a los modelos conceptuales, a mí me parece que, también
atendiendo a esta presencia de una generación entre los que están
presentes, salvo excepciones y bienvenidos sean aquellos que no
pertenecen a la generación dorada, este esfuerzo que hacemos
para pensar en los esfuerzos a futuro, incluyendo esta invitación a
invertir en la fabricación de tequila y de cerveza, que nos han
hecho paralelamente, creo que hace falta esperar la respuesta de
una generación que está muy informada, o que tiene por lo menos
acceso a medios de información que otros no tuvimos por lo
menos en la cantidad que se tiene ahora, y ¿Por qué no pensar en
ciertos imponderables?, el surgimiento de sustitutos que harían
que entonces cualquier prospectiva en relación a la venta de las
cervezas se viniera abajo, una baja de producción, una legislación
complementaria, legislación digo, a nivel no de reglamento sino
de una política legislativa en torno a esta problemática, el cierre
de fronteras, perdón que lo mencione pero sin lugar a dudas esto
podría influir enormemente, y que dependerán de la influencia de
una generación dorada pero más que nada de una acción directa
de la generación "Y" que es la que importaría.
73
74
CONCLUSIONES.
Dr. Marco Polo Peña.- Quiero a pedirle a los integrantes de
la mesa si son tan amables de ir dando su conclusión y al mismo
tiempo, dar respuesta a las interrogantes que se han planteado por
el público asistente.
Dr. Carlos Viesca.- Lo interesante del panorama es lo
complejo. Creo que esto va también en función con los
desarrollos de la sociedad moderna en la que ya no se puede
sectorizar un problema como se podía hacer en una sociedad
tribal con mucha facilidad, o en una sociedad de carácter agrícola
exclusiva con relativa facilidad. Ahora una sociedad compleja,
globalizada, con una serie de relaciones internacionales abiertas,
en una medida qu ' no habíamos visto nunca antes en la historia,
pues obliga a abordar los problemas en una forma que también
prevea respuestas complejas, creo que es el principal punto que
se ofrecería a partir de esto.
La otra cuestión que yo sí dejaría sobre la mesa es la
necesidad -dentro de esta situación globalizante-, de no perder de
vista lo que serían los aspectos de la cultura individualizada a
nuestro medio, esto llevaría a patrones diferentes de consumo de
alcohol, a conductas diferentes en cuanto a prevención, en cuanto
a accesibilidad, en sentidos desde intrafamiliares en adelante, que
realmente nos llevarían a buscar responsables a todos los niveles
y en todos los medios, y digo, no responsables de los males, sino
responsables de las actitudes hacia controlar el problema. Creo
que hacia el futuro inmediato y mediato, sería muy importante ir
viendo la dinámica entre estos dos grandes factores: cómo se
desarrolla la cultura hacia dentro y hacia los problemas
particulares que se quisiera estudiar, por un lado, y cómo esto se
enfrenta con tendencias globalizantes en donde estaría inclusive
mucho del impacto comercial, de la información, etc., para llegar
realmente a una situación de balance en la realidad. 75
Dr. José Meljem Moctezuma.- Respecto de una pregunta
que surgió de la Mtra. Consuelo García, en el sentido de ¿Qué
estamos haciendo para educar o para formarle una cultura a la
población?, pues precisamente la Ley General de Salud establece,
de manera muy clara, el hecho de que los anuncios de bebidas
alcohólicas deberán de llevar una leyenda de "moderación en el
consumo", y entonces se ha tratado precisamente porque muchas
veces se menciona que estas leyendas son manchas para efectos
publicitarios, son manchones y los creativos se niegan
prácticamente a ponerlos, sin embargo, hay una situación, les
hemos dado la pauta a las empresas a que manejen las leyendas
precautorias con una forma creativa que de alguna manera pueda
tener un mayor impacto de recordabilidad de la marca del
producto y bueno, no podemos hacer más en ese sentido, más que
de alguna manera promover la educación para que la gente no
tome de manera excesiva.
Mtra. Teresa Lozano Armendares.- Nada más quisiera
decir, como conclusión, que a lo largo de nuestra historia,
siempre ha estado presente este problema del control, del exceso
en la bebida, y que se han tomado diferentes aspectos. En la
época Colonial era más importante el aspecto económico, éste era
el que determinaba la producción y el consumo de las bebidas
alcohólicas y bueno, yo creo que este aspecto seguirá siendo
importante a lo largo del tiempo.
Lie. Juan Manuel Gordillo.- Creo que a nosotros nos tocó la
tarea más grande. Primero hablamos de la división entre
generaciones, quizá excluyendo una década de población, que no
es necesariamente dejarla fuera, porque de hecho
internacionalmente están concebidos como la generación "Y" o
estamos concebidos como tales, pero sí se marca una generación
transitiva donde los cambios en patrones entre hábitos y
costumbres no se pueden delinear cabalmente.
76
También tenemos un problema estadístico importante en esta
época, no tanto por la cuestión de la población, etc., sino que en
esta época existe una "contaminación" bastante fuerte de la
estadística a nivel de lo que es el consumo alimentario.
Recordemos por ejemplo que hay un sesgo que nos marca el
sistema alimentario mexicano, que con el fin de justificar una
serie de acciones bastante fuertes emprendidas para lograr lo que
en ese entonces se llamaba la autosuficiencia alimentaria, se
desvirtúa por medio de importaciones que se consideran como
producción nacional, y en ese sentido no podemos saber si la
procedencia de este tipo de alimentos es nacional o proviene de
otro tipo, o cual es el destino final de esta producción. Entre otras
cosas, por razones metodológicas nos enfocamos más bien a una
generación en donde la información tiene mayor calidad y tiene
mayor consistencia.
Por otra parte, se preguntaba sí existe una correlación entre
los ciclos económicos y el consumo de bebidas con contenido
alcohólico. Aparentemente no existe, porque cuando la economía
está en su peor momento -podemos definir que hemos atravesado
diferentes ciclos de crecimiento y de presión de la economía-, la
industria sigue creciendo. Lo que sucede al interior de la industria
es una recomposición de los hábitos y patrones de consumo. De
hecho podríamos observar, si nos fijáramos detalladamente en las
estadísticas o en las gráficas que se van a publicar en el contexto
de nuestra exposición, que cuando disminuye el poder adquisitivo
de las familias, a partir por ejemplo de la gran crisis de los
ochenta, lo que cabe es el consumo de bebidas destiladas, es
decir, se consume la misma cantidad sí, pero lo que se consume
es diferente, la composición interna es distinta.
Además, respecto de la mención de algunas situaciones
distintas a las que señalamos en este escenario tendencia!, existe
77
un ejercicio que tiene la Fundación, donde lo que hacemos
nosotros es, en un ejercicio de reflexión colectiva, rescatar
aquellas cosas que podrían denominarse "eventos portadores de
futuro" es decir, situaciones en las cuales de ocurrir, cambiarían
el estado actual de las tendencias.
En este ejercicio se mencionan 4 escenarios alternativos al
que hoy día priva. Entre otros tantos, se menciona por ejemplo la
educación, los impactos globales de las legislaciones con las que
estamos teniendo contacto, es el caso específico de Estados
Unidos y Canadá, que ya en el caso de la frontera norte empiezan
a tener cierta presión, pues se les pide la comprobación a los
jóvenes que ingresan a territorio nacional de que tengan 20 años
(mayoría de edad en los Estados Unidos de Norte América), para
poderles vender bebidas con contenido alcohólico, menos no se
hace.
Este tipo de impactos que ya son una especie de laboratorios
de futuro en la frontera norte, creemos nosotros que podrían tener
un impacto determinante en el futuro de la legislación nacional,
precisamente por cuestiones de tránsito y de flujos no sólo de
mercancía, sino también de personas. Entre otras cosas, creo que
uno de los aspectos que son virtuosos en la descripción de estos
eventos portadores de futuro, es la información basada como
parte sistemática de la educación primaria, también así como se
les enseña a los niños, mencionábamos en uno de estos
escenarios, a procurar el bienestar para su cuerpo, también se les
puede enseñar una cultura del consumo de bebidas con contenido
alcohólico. Fundamentalmente para prevenirlos, sobre todo en
aquellos segmentos de bajo poder adquisitivo, contra el consumo
de las bebidas de uudosa procedencia (por estar adulteradas o ser
elaboradas sin control de calidad), que en un momento
determinado, no hablamos de ellas en estos escenarios, pero
78
viene a ser uno de los aspectos contaminantes de este desarrollo
económico y social, ya que son un símil de lo que pasa con el
pulque en Tlaxcala, Puebla e Hidalgo, porque en un momento
determinado en otras zonas, en otras regiones, la proliferación de
bebidas de baja calidad y bajo precio, causan también impactos
importantes sobre la salud.
Mtra. Haydée Rosovsky.- Voy a ser muy breve. Una
recomendación: No beban antes de manejar ni antes de discutir
con su esposa o con el jefe.
Y por último, yo creo que la industria tiene una actividad
legítima dentro de las leyes mexicanas, y tiene derecho a
defender sus intereses comerciales, pero a mí lo que me crea
desconfianza, a veces, es que se trate de simular la preocupación
por la salud cuando hay en realidad una preocupación económica.
Yo creo que es mejor ser franco. La cuestión de los
contaminantes y de las bebidas de dudosa procedencia, lo que
dañan -las bebidas esas que fingen ser Bacardí "patito" pero que
no es Bacardí, bueno, se han hecho los análisis sanitarios, muchas
de esas bebidas no tienen nada que dañe la salud-, lo que dañan
son los intereses comerciales legítimos de aquellos que gastaron
tanto dinero en poner esa posición de marca, etc.
El pulque es otro asunto, porque estamos hablando y oímos
evidencias en donde sí hay contaminantes, y esto constituye una
preocupación para la salud y para el bienestar, y para la cuestión
de la cirrosis y de las amibiasis, etc., entonces yo creo que hay
que poner un poquito de honestidad y de orden de ¿Cuáles son las
preocupaciones? y ¿Cuáles son los intereses?.
Dr. José Meljem Moctezuma.- A mí me da la impresión de
que en este asunto, si lo dividimos en dos esquemas, la parte
propiamente sanitaria y la parte de combate al alcoholismo.
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buscando políticas de moderación, tendríamos que revisar lo que
hemos hecho a lo largo de la historia. Da la impresión de que
seguimos un patrón más o menos igual y que este patrón lo que
ha tenido es estrepitosos fracasos. Es muy probable que tengamos
que revisar este esquema, incluso plantear el hacer las cuestiones
al revés para ver si de esta manera tenemos más éxito. Gracias.
Dr. Carlos Campillo Serrano.- Yo creo que este tipo de
seminarios son útiles porque tiene que haber un acercamiento
entre la industria y el sector salud. Es cierto que hay muchos
factores de diálogo. Estoy seguro que los industriales -no de los
que hablaba Haydée, aquellos que quieren sacar provecho
mediante prácticas inadecuadas de comercio- sino con los
industriales con responsabilidad e industriales sobre todo con una
actitud social, los puentes -entre la gente que trabajamos en el
sector salud y ellos- son amplios y creo que estamos en lo mismo
y ojalá éstos vínculos se sigan dando. Gracias.
Dr. Marco Polo Peña.- Pido al Dr. Gastón Meló si es tan
amable de cerrar este seminario.
Dr. Gastón Meló.- Les agradezco su presencia. Siento que es
muy importante para los ponentes el tener la posibilidad de
dialogar con representantes de los diversos sectores, creo que hay
un sector que de alguna manera está ausente -y prometo hacer un
esfuerzo significativo para subsanarlo-, ya que hubiera sido muy
interesante tener representantes del sector legislativo el día de
hoy aquí y creo que es necesario que fomentemos el diálogo con
ese cada día más importante sector en este país, digo cada día
más importante puesto que hay también cada día una mayor
tendencia al equilibrio de los poderes.
Le agradezco de manera muy particular y muy personal a
cada uno de los señores, señoras ponentes, que nos hicieron el
80
favor hoy de disertar para nosotros con tan interesantes temas. El
hecho de participar en este seminario no es nada más venir a dar
una "platiquita", sino ustedes han visto de parte de cada uno de
ellos, un esfuerzo muy significativo en la preparación de sus
documentos, todos ellos muy ilustrados, todos ellos formarán
parte de nuestra siguiente publicación de "Cuadernos FISAC"
que esperemos logre posicionarse en el ámbito de la cultura en el
mejor de los casos, y por lo menos en el microambiente
científico, académico, legislativo, industrial, que el día de hoy
está, de algún modo, aquí representado. Muchas gracias a todos
ustedes.
Coyoacán, D.F. a 16 de febrero del 2000
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